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INDUMENTARIA
VIRGINIA ARMELLA DE ASPE
TERESA CASTELLO YTURBIDE
IGNACIO BORlA MARTINEZ
-.1.-
INBURSA
Inversora Bursétil, S .A . de C .V.
Cese de Bolee
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Ej.1 .....
BlpUOTECA DE MEXlCO
1023141
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Ja\'i ~r Hinojosa; rH
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S~·boI, .i ' n S:.ldh·ar l s5
Antonio Tuu~u.intl AT
Lu i.~ Almcm
.hi)lt'tll .. ,111 diutlro: Berenice Minnda
Tip<;II" '''.: R\-dac' •• S.A.
Ir.rp,~.¡'¡,,: M.:.ckro. S .A. de C.V.
,~ I«, rf;" J~ c..fur. M •• necolor. S.A.
F.1Il" .."J~TII,,~·if;H: Suari. S .A.
YlEXICO.I918
Presentación 7
Introducción 9
El traje militar 11
Ignacio Borja Martinez
El traje civil 39
Virginia Annella de Aspe
Glosario 148
Notas bibliográficas 156
Bibliografía 158
u.~ autor!:!; q:l'lIdee.:cn profundamente el pll.troc:inlo de Doo e.rlOl SlIm Helo. y el
¡lIl.,!"\" d~ Don Francbcu Gil Dfu e n nta InYC.'lti,lc:ión, .Ií como l•••lw.a
c:ulaburaclon de l:u 5il\l tenh," pC:rIOI!.Al e Inllltlklonn:
EL TRAJE MILITAR
Época prehlspánlca
~"lnh¡II¡.\Jo ~'e) n ~' haJt'~f) ~m.'<lrnarlo~· m,mgas a ma ri lJa~ . C"a l:las a bom , Acción de Pue blo Viejo 11 1 d ~
h;\d~,... y brga s me..,uias ruia>;. s~ pti emb re cI~ ' 829). Olcuclc
Carlos Pa ris. Colección Museo
EI":1 "hli !:!;.u: ion d~· la J!uilrdia de alabarderos. acompañeu' al drre-y Nac iona l de Historia de l
VII C l'oi l odus :. tl:'o :l~' lu", r ubl icm. o rl"h'ados ul..·stle q ue..' L'sle llegaba a Castillo de Ch apoltepe ~
I ~e \ db Je..' (~tlad;."ur(: a han·r ...c cargo (ld goh ic 1'IICI ba s ta que dejaha
,·I n l:elld".
L e gu~e rdia dI..' .,l a b.u·d.:ros !'.'!1tabil rcforzilcW. por una ¡;omp¡\ñfa
ele..' irtl<lI1l~·I"I'1 Jc' 150 hombres d e la milicia. denominada Compañía de
.\1 i!kia dd P;:lIado, .:u'madu:, cnn .:spaua, I..'seudo y an:abuz.
E, i... tia n ~lde..·ma s la .. f!uamicionl..·s de lus casl illos de San Diego
.\ S:11 1 Ju a n de..' Ulúa ,. In elt.· l o~ pres.i d ios de la frontera nOrle y una
~'lImra ñln de..' dragt mes e..'11 Veracl'uz ,. e n Mcxico.
Pur lo dc'IIl;'I ~ b dde.'nsa de las d¡~li nta s 7.011i.lS dellcrritoriu e.: oln,
lIi.c! c..· ... ' "b:1II rnh: t ic:lm('nt~':l Ci.\I'g.o de los I"t'pa rtimientos , d t' ¿h,; ue-r.
.Iv e..·',n b'i o rde..·n an7.a~ e.....¡,;\h],.·(·¡das poI' CurtC>s. las ",mlcs no había sido
r!e..·cc..':-a ri o Illodifkar.
16
Siglo XVII
Siglo XVIII
El segundo duque de Alburquerquc introduce en la Nueva Espa-
ña la moda francesa en el1raje mUltar. As' se desprende del Diario
de Robles. cuando dice que cl6 de enero de 1703 " salieron los solda-
dos del palacio vestidos de paño azul con las mangas encarnadas y
medias del mismo color, y sombrero de tres picos al uso de Francia.
y lo mismo el capitin. alr~rez. y demás cabos y alguacil de la guerra;
y se dispone que los alabarderos se vistan de amariIJo con golillas".
Es decir que el tradicional Iraje militar español había sido destrona-
do por la moda francesa que se adueñaba, también. de los trajes civi-
les de hombres y mujeres.
Al entrar en guerra con Inglaterra. Carlos III se preocupa por re-
forzar el ejército en sus colonias. El 30 de julio de 1769 el marqués
de Squilace. que hada funciones de primer ministro en el p.binete
español. pasó a Arriaca, el secretario de Indias. un ejemplar manu~
crilo de la instrucción que debfa entregar al general don Juan de Vi-
lIalba. destinado por el rey para pasar a la Nueva Espatia al frente
de un grupo de oficiales cuya misi6n consistia en organizar en el vi-
rreinato cuerpos de tropas regulares y milicianas a modo de ejército
pennanente que pusiera a México a cubierto de cualquier invasión
más temida ahora, después del precedente de la calda de La Habana
y de que los ingleses habian logrado extender sus antes reducidas trece
colonias hasta la orilla izquierda del Misisipi, sobre la Luisiana oriental
francesa.
Con tal fin. don Juan de Villalba y Anllllo es nombrado coman-
dante general de México e inspector general de todas las tropas vete-
ranas y de milicia de infantena y eaballerfa. La idea básica de la ins-
trucción de Villalba consistia en establecer dos cucrpo$ veteranos. esto
es, arreglados según el modelo de los ejércitOi pe:nnanentes europeos.
y enviar todo un equipo de oficiales e instructores de las milicias.
Para servir de ejemplo se traslada a la Nueva España el Regimien-
to de Infanteóa de América fonnado por tropa y oficiales destacados
de la peninsula. El otro regimiento básico de Nueva Espafla será uno
de dragones que se embarca "en cuadro", para ser completado con
reclutas del virreinato. y quedar como cuerpo veterano.
Se hacen eonscripciones y a los dos aftos. para bien o para mal,
el ej~rcito ha lomado carta de naturaleza en el virreinato y empieza
a echar ralees en él. Fonna. con parte de los Draaones de Veracruz
e introduciendo elementos peninsulares, el Regimiento de Dragones
de España, reforma el Regimiento de la Corona. organiza el ejército
\8
en compaftías españolas o de blancos, integradas por peninsulares,
criollos y algunos mestizos y campa'Mas de pardos y morenos, fonna-
das por mestizos y mulatos. Villalba, en su instrucción, telÚa prohi·
bido admitir a los enteramente negros dentro del ej~rcito.
El20 de febrero de 1765 llegó el primer batallón del Regimiento
de Infaoterla de Am~rica a la ciudad de Mbico: "Entró por la calle
de Santo Domingo a son de cajas y música de trompas; oboes y de·
más lnstrumcntos que trajo, y se formó frontero del Real Palacio, y
bajó a recibir a dicha tropa Su Excelencia, la que reconoció y vio, y
después se retiré y Su Excelencia se subió a su sal6n",
En la capital, la compañia de infanterfa de Palacio se vio refor-
zada por dos compafifas de guardia de caballeda de dragones. Este
cuerpo de dragones usaba saco azul con cueHo, puños y chaleco rojo
oscuro, pantalón azul y botones de plata. encajes y ojales plateados,
sombreros bajos de tres picos, negros, con escarapela roja y metea-
do en blanco para la tropa y en oro para los oficiales. El capittn mon-
tado de la guardia llevaba el sombrero guarnecido con plumas rojas,
con galón oro, librea, chaleco. pui\os y adornos del caballo rojos con
bordado de oro. faja blanca, guantes de ante con fleco dorado; calce-
tas rojas debajo de pesadas botas de montar.
El 26 de mayo de 1761105 jefes y oficiales del Regimiento de ~
rica solicitan el traslado de ese cuerpo a la peninsula. lo cual fue sa-
tisfecho, enviando en su lugar a tres segundos batallones de los regi-
mientos de Sabaya. Ultonia y Flandes, los cuales entraron en Veracna
ellO de junio de 1768y "como los uniformes de todos ellos eran blan-
cos, variando solamente el cotor de las vueltas, se dio en llamar a los
soldados en general 'blanquillos', mote que duró por algún tiempo".
La Guardia de Alabarderos del virrey modificó su traje. según
consta de la cita que hace Carrillo y Gariel de la obra de don luan
Manuel de San Vicente, publicada en 1768, Bucta Descripción d~ la
Magnifica Corle Muicana, en la que textualmente dice: "Es a más de
estas, dimas de hacer mención de la Compatiia de Alabarderos de la
Guardia del Excmo. Virrey; y por 10 lucido, pu~s el uniforme de toda
ella es del mas rico paño azul con chupa y vuelta encamada como el
de Guardias Espai\oles de la Pcrsona Real. galoneado todo de plata
el de los oficiales y con alamares anchos la casaca, Y calones igual-
mente finos de plata la chupa de los soldados". Los alabarderos te-
nian como patrona a la Virgen de la Concepción y su capilla en el con-
vento de San Agustin. los puestos de este cuerpo eran prácticamente
inamovibles y asi en varias partes de su diario, el cabo de la Compa-
ñia de Alabarderos, losé Gómez Moreno, lo da a entender, cuando ex-
presa "En tiempo del señor virrey conde de Revillagicedo. en el cuer·
po de guardia de alabarderos, sucedió una cosa bien memorable y fue
que en 226 aftos que lleva de puesta o creada dicha compafifa no se
habia visto que un virrey quitase a dos alabarderos su plaza; a uno
lo puso en el regimiento de la corona y fue a morir a la Habana, y
al otro lo puso en la calle habi~ndoles costado a los dos su plaza. Uno
se llamaba Jerónimo Alcalde y el otro don Isidro Sanniento".
La Guardia de Alabarderos fue , de los cuerpos coloniales, el que
tuvo una mayor tradición: " El puesto de Capitán de la Guardia. . . era
muy codiciado.. . y se conferla casi siempre a algún miembro de las
19
curtir, protectores latcíal e~y estribos de madera de roble. pistoleras I"lacAde Clt,...:ud.· la F..... \I.-I ..
de A~rir;mle~ (l~I.
~. hulsas para agua}' provisiones. Sus deberes ¡ndulan reali:tar explo-
Culeccinn p:anicular.
racion!!'!>. mediciones. expediciones punitivas. escoltar a oficiales y sa-
H·rduh:~. y dar protec.:dón a las misiones.
El ::.omhrero que usoban era negro, de lana. con una banda ama-
rilla , ruja o blanca. con c:orrea en la barbilla. Usaban el pelo largo.
amarrado con un lazo y en el cuello un pañuelu o pañolete. Hada 1820
un aja dio'] sombn~ro se usa ba It.'\'antada. dehmida c,;on una escarapela
rO,ia t:::.pañola, más lanJe con un pompón con los tres colores nacio-
nal\."~. El n:s lido complclU consistía en chaqueta azul marino con Cue-
llo. \'ueltas. puños y for ras cojos; \'¡vos. botones y correaje blancos
y corbatin nt~gro. Los pantalones azu l marino. con ribete rojo y cachi-
rulo nC'gro de piel. La cuera de campaña para la tropa no tenia man-
gas, lC's lIC'gaha hasta las rodillas y era acojinada con cinco o siete ca-
palO de piel dC' \'t!nado o de borrego: lle\'aban el cinturón de piel de
antt! ¡:Tulada al pecho y una cartuchera con 24 cargas. Las piernas
las em'ul\'ian en polainas dC' piel amarradas debajo de las rodillas. lus
zapatos n'-"gros de piel de venado con espuelas grandes de acero. El
oficial tenia bordadas las armas del rey en las bolsas laterales de la
22
Siglo XIX
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5o.. nu. Ann a. P':'f,unl:ll ffi
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EL TRAJE CIVIL
dad, que nada hay más de sobra, que ver cordones y hebillas de dia- Rebozo de seda ~bordado
tOn hUos de ..da.. oro y plala.
mantes en los sombreros de los señores, y cintillos de perlas, en los Flotes y escudo de EI~l\a.
de los menestrales y gentes de oficio.")9 Si,¡loxvw.
La. 111111 de uta pnnda
El cronista rray Francisco de Ajofrln nos deja su comentario, que tftli'd.u con colorantc.
viene a corroborar la opinión de Gage:" . .. aun las mujeres pobres de n"uralcs ~ tl=cnica Ikat. El
muy corta comodidad, tienen las ebillas de plata y muchos relicarios bordado tlcne cualroc•• liIlol-
I;olurnn&l de Hin::ules con el
guarnecidos del propio metal, y generalmente las yndias que tienen Jcrna .. ...onplu. Ullr1o"y
su comercio en la Plaza, es su galanterla traer la garganta con seis corona c:enwa. Coaceci6n
panicular.
u ocho hilos de perlas o corales, muchos relicarios, anillos de oro, plata
y metal de tumbaga. Cualquier oficial sale en los dias de fiestas con
tanta decencia y ostentación como si fuera un flotisla, con do! ~lo
us. como el hombre mas decente. De la misma manera se presentan
sus mujeres, que no se dístinluen en el traje de las más seAoras. Y
es maravilla verlas en los templos y en los paseos, de modo que mu-
..:has nces no se puede conocer quál es la mujer de un conde ni quál
la de un sastre. " 40
y por tratarse de la indumentaria de las clases populares y de
los inmigrados de otras tierras, es preciso mencionar aqut la verldi-
ca -aunque parezca legendarla- historia de la joven Mirra. que cuan-
do fue cristiana tomó el nombre de Catarlna de San Juan y se conoce
leneralmente como la China Poblana. Era una joven. bella, inquieta
y traviesa que habla nacido por los años 1613 o 1614 en el reino de
Mogor, en China. En una ocasión que se alejó del boBar paterno fue
apresada por corsarios que se la llevaron en calidad de esclava. La
dejaron depositada por un tiempo en el puerto de Cochin en la India,
donde encontró misioneros jesuitas que la instruyeron en la religión
y la bautizaron, con el nombre de Catarlna de San Juan. Pasado un
tiempo, los conarios la recosieron para llevarla al puerto de Manila
y venderla como esclava. Por aquel entonces, el virrey de Nueva
BIBLIOTECA DE MEXICO
52
Espana que era el marqul!s de Gelves, habia pedido unas jóvenes. de
buen parecer, para servir en palacio; pero al llegar Catarlna B Aa-
pulco con el enviado del virrey, se enteraron de que ~ste ya no estaba
en e l puesto. La joven fue vendida al capitán Miguel de Sosa. que vi-
vi. en Puebla con su esposa, Margarita de Chévez. No hablan tenido
hijos y quisieron tener una chinita y adoptarla como ahijada.
Catarina se quedó. pues, viviendo en Puebla con esta pareja, en
cuya compañía aprendió a hablar español, a cocinar y a hacer todas
las labores de aguja. Era muy inteligente y lo hizo con rapidez, pero
nunca quiso aprender a leer. A la muerte de sus padres adoptivos, si·
guió viviendo en Puebla, en voluntaria pobreza y misticismo. Su bió-
grafo dice que su indumentaria se reducía a: saya, manto y toca. Siem-
pre usaba el manto cuando salla a la calle; lo llevaba con mucha
prestancia, le cubria la cabeza y parte de la cara, llegando hasta el
borde del vestido.
Manuel Toussaint afirma que es impoSible que esta China Pobla-
na hubiera sido el modelo de las que, un siglo despu~s, llevarfan un
traje tan alegre y atrevido. Es indudable que eatarina les heredó sólo
dos cosas: el nombre y el rebozo, que ese manto hindú que ella lleva-
ba -seguramente un sari- fue el inicio del uso del reboto, prenda
que hoy consideramos mexicana "de siempre".
La historia de la China Poblana nos hace más conscientes de la
estrecha relación que hubo entre la Nueva Espada y los paises de Asia.
La inmigración de chinos y el comercio y uso constante de objetos y
prendas de ropa provenientes de China, modifican, ." tiñendo suave-
mente de orientalismo", el arte y las costumbres novohispanas, pero
sobre todo la moda.
En cuanto a los trajes usados por los setiores de España y sus
dominios, se recordará que todo el primer cuarto del siglo xvn se t:.só
la gorguera o gola, cada vez más grande, la cual resultaba muy incó-
moda, especialmente en comidas formales. En 1623. por real decre-
to, se expidió la Pragmitica de Reformación que modificó completa-
mente las modas anteriores. Para los hombres, estableefa la golilla
en lugar de la gorguera; esta golilla era un cuello de lienzo blanco,
sin pliegues, almidonado y sostenido por un armazón oculto bajo ésta;
el efecto era el de una hoja de papel blanco que separara la cara del
cuerpo. La evolución de la golilla se puede apreciar en los retratos
de los .... irreyes del siglo xvu. Primero dividida, luego recta; después
con una pequena incisión al centro: la golilla pcnnanece en uso du-
rante el resto del siglo. El pantalón -que cada dia iba haCiéndose más
corto y pegado al cuerpo, con mucha indignación de los moralistas-
se cubre de pliegues y baja hasta la rodilla, donde se ata con lazos
de seda que forman pompones; la media y el zapato son peralmen·
te negros. El ferreruelo se ha suplido por una capa de palio negra,
con o sin esclavina. cortada en circulo de 270 grados, larga hasta los
pies. Con esa capa ya no se usa la boina ni el sombrerito de copa, sino
el chamherF, un sombrero de fieltro con copa y ala. Algunas veces
los d¡,"atarlos lo sustituían por el "sombrero de teja", mAs tieso. con
las alas enrolladas hacia arriba, como el de los canónigos.
Los hombres llevan alhajas: el retrato del marqu~s de Cerralvo,
primer virrey que usa esta moda, lo representa con una afUCsa cade-
53
na de oro terciada sobre el pecho. Otras veces llevan sobre la ropilla ChamberJ'U. 1000000ra y
mana" perdidu, Fines del
negra prendido un broche de brillantes o granates. en cuyo centro está siGlo X\·I. Oleo 5Ob~ tablil
dibujada. en esmalte o pcdreria. la insignia de la orden núJitar o co- atribuidoal.u.ii Ju'rYz. Tal
rradia a que pertenece el retratado. De este broche cuelga un cordón. \'u relralO de Felipe 111.
Coleeckion Pinac:oteca
que sosl¡ene otr.:a. joya con la misma insignia. sólo que de mayor ta- Vi rrcina1. Ih."BA.
maño. Este adorno aparece por lo menos en quince retratos de la época
que se pueden admirar en la Pinacoteca Virreina) o en el Museo Na-
cional del Virreinato. Los puños que corresponden a la golilla son H-
sos, sin pliegues . vueltos hacia arriba. como de diez centimetros de
ancho,
Es este el traje tipico español, inmortalizado por Veltzquez. y usa-
do en la Nue\'a España y en Europa, Sufrió modificaciones hacia el
ultimo cuano del siglo. pues se inlrodujootro cuello que no desterró
a la golilla sino que ambos se usaban indistintamente. Se trata de la
valona o c uello grande. adornado con puntas de encaje de Flandes,
que cae sin pliegues ni almidón, sobre hombros. pecho y espalda. El
sombrero de fieltro, o chambergo, lIe\'a adorno de pluma. Siguen usén-
dose las capas y espadas. que daran el nombre a la narrativa literaria
de la epoca.
54
hace pensar que era de uso diario. confortable y hasta campestre. Los Cuen.s de gamuza de lo s
nii'iossantos JustoyPU lor,
niños llevan camisas de lienzo blanco, con puños pequeños y sin nin- sillloxvll!.
gún adomo. El pelo es un poco largo. cubre las orejas, pero sin col- Pirnura al ó leo sobre teJa.
Hac ia
or¡l¡ na'de J o~ Ju ;i.rcl.
gar a los lados. 1653. Colecc ión Pinacotec a
Las cueras de sc ritas se acostumbraban desde el siglo XVI, pero Yirrcinal.lNBA
aparentemente despedían mal olor; siempre que se mencio nan cuan-
do se preparan desfiles o mascaradas, se prevé comprar: ". . 8 adar- Cuaca bord ada. Cucllo doblc
mes de almizcle líquido, 4 adannes de alga lia, t onza de polvos de Ale- y puilos de en ca.i" de Flandes.
1698
jandria, I peso de almendras dulces y 1 peso de agua de Auselles." Oleo ~ob re tela de Nkolh
En el gran cuadro de José Juárez titulado La porciúncula, apare- Rodrigue. Ju é rezque
ce un niño, element o ajeno a la escena representada, que, sentado en representa a Don Manuel
Fe m¡j,ndcl de San.a Crul
primer pla no. detiene una cartela y mira a l espectador. Se trata del Co lección Pinacoteca
hijo del donante, que mandó hacer la pintura. Viste ropilla y calzón Virre inal.lNBA
de moiré o " tela de agu as " co lor castaño. La ropi lla va ribeteada con
tres galones dorados; las mangas no pert enecen a ella sino que son
part e de una prenda interior. El pantalón se ajusta en las rodillas con
moños de raso. El cuello es e l llamado "va lona", suave, s in almidón,
con encajes que caen sobre el cuerpo; los punas, también de encaje,
hacen juego. El pelo va la rgo hasta los hombros, ensortijado y con co-
pete, fleco o volumen al centro, en la parte superior de la cabeza. lle-
va, c ruzada sobre el pecho, una cadena de oro muy larga .
El niño don Manuel Fernández de Santa Cruz. pintado por Nico-
lás Rodríguez Juárez, lleva la moda que en México se conoció hasta
1702, a la llegada del duque de Alburquerque, primer virrey que ve-
nia representando a un monarca español de la Casa de Barbón, Que
vestlan a la francesa. El niño es un Lui s XIV en miniatura; lleva el
56
pelo largo y rizado. hasta el codo; chamber¡o adornado con plumas.
espadin y pañuelo de encaje. Su casaca larga es de brocado rojo y plata;
prendedor y moño con ufiros; valona de encaje ingl~s. caída al fren-
te. Las mangas llevan puño muy ancho, volteado hasta el antebrazo.
dejando ver las mangas de lienzo transparente. aglobadas, con el puno
volteado hacia arriba.
Los trajes femeninos en el siglo xvu son los mAs ricos, señoria-
les e imponentes de cuantos se usaron en España y sus dominios. No
hay más que observar el de la reina Isabel. esposa de Felipe IV, a ca-
ballo. pintado por Velúquez. para comprender que los monarcas se
apoyaban precisamente en el traje. para provocar mayor respeto y cau-
sar la admiración de sus súbditos. Las gorgueras o galas que la Prag-
má.tica de Reformación suprimió definitivamente para los hombres.
las señoras las siguieron usando en ocasiones señaladas. durante mu-
chos años más. Y es que las encontraban tan favorecedoras, que no
querían renunciar a ellas.
Oe la segunda dkada del siglo es el retrato que nos ha dejado
Bahasar de Echave 1b1a, de una seAora de Mf:xico, cuyo nombre, des-
graciadamente. se desconoce. La pintura representa a una dama de
mediana edad, que guarda Juto. Lleva rico Jubón de terciopelo negro,
con brahones sobre los hombros, una cadena de perlas sobre la fren-
te y las manos juntas. Pero lo que le da mayor personalidad al retra-
to, lo que lo vuelve inolvidable, es precisamente la ancha gola rema-
tada por punta de encaje y otras iguales que lleva en los pullas. Tiene
el pelo liso, peinado hacia arriba, con un poco de volumen sobre la
frente; hileras de botones de metal cuyo briUo resalta sobre el fondo
oscuro del jubón y un velo transparente. tambi~ con su orilla de en-
caje, que la cubre de cabeza y hombros_ Atrás de la cabeza, parec:e
llevar otro manto negro. Es el retrato fiel no sólo de la persona sino
del ambiente barroco y religioso, emotivo y lujoso de su ~poca.
La moda de las señoras se vuelve más elegante, más rica y tam-
bif:n más voluminosa. Se cita de nuevo a fray Antonio de E.scaray, por-
que sus comentarios son ilustrativos y simpáticos: " .. .la estrechez
de las cinturas y la pomposidad de las sayas. que sobrecargan con dos
o tres pai\os de tela más que los necesarios; y aún para enhucquecer-
las más. usaban el S4cristdn, g!nero de vestido que se armaba con aros
de hierro; y asi. con una docena de estas abultadas mujeres se llena-
ba la iglesia, adonde llevaban tapete y cojfn para sentarse ... y donde
entraban tan pavoneándose, que era de agradecer que no pidiesen que
se les pusiese jaula, como a las virreynas para oir misa...••
Es tan cierto el comentario anterior. que coincide con la noticia
siguiente: "El 15 de agosto de 1653 entró. Mf:xico con la acostum-
brada solemnidad del vi&~simo virrey de la Nueva España. don Fran-
cisco Femández de la Cueva, VIII Duque de Alburquerque, en com-
pad'. de su esposa. . . Era la Albucquerque una dama muy adicta al
lujo. .. y cuando se verificó la dedicación de la Catedral. en 1656. cer-
ca del sitio que ocupaba su esposo, se hizo una jaula para la Virreina,
tan costosa y prevenida, que nunca otra se ha visto en este reino; con
su llave. en que estaban ella y su hija sola.mente."u
En esta epoca las seftoras usaban unos mantos delgaditos que cu-
brtan la cara y se les decia de glOria, de humo o de cristal: tambim
5i
habia c-m:aje-s d~ ojo de perdiz y puntas de a \'ara (de ancho) por don· D~,",. ml'li.klLn3 I'nlulg.!,..
GorJ1.l~r:ll!n <:Ul!lIo \. purlMo .
de descubrian el pelo rizado. o tal vez el posti7.o.'¡} Y no deja de meno 162-1.
cionar "los :tapatos de ponle\'¡, aforrados de lafelio. cosidos con hilo Oleo Mlbr... ...... 20 d~ Hall¡h:Jr
de oro y de seda. con una sola oreja como los de los hombres. con vi· F.c:ha\" Ih':J. Cnlc«i"n
"¡n",":OIC~" Virr..-ln .. 1. 1~9.\.
rillas dI..' plata sobre las suelas, y atados. en lugar de cintas, con un
bOlón v rosa de diamantes ....w
U;s ahuecadores que se usaban bajo las faldas -ya hemos visto
que unos llevaban el nombre de sacristanes- fueron remplazados por
los \'erdugados o \'e rdugos y. ampliándose más todavia, tomaron el
n ombr~ de "guardainfantes"; éstos eran enormes. algo planos en el
frente:. dando el \'olumen hacía los lados. Eran muy vistosos. aunque
tambien muy incómodos. y causaron tanto revuelo y critica, que die-
ron lugar al"Discurso contra los Trajes}' Adornos Lascivos", de don
Alonso de Carranza, que los censura diciendo: " . . .es un traje costoso
}' supt!rfluo; penoso y pesado: feo y desproporcionado: lasch'o. des·
58
honesto y ocasiona a pecar, as! las que lo usan, como los hombres,
por causa de ellas",45
Generalmente, los trajes que iban sobre este voluminoso adita-
mento estaban hechos de terciopelo o raso en colores muy oscuros,
combinados con aplicaciones de pasamanerla o galones dorados for-
mando lineas o dibujos en toda la superficie de la tela, lo que les daba
un aspecto muy rico. Para comprender mejor la línea de estos vesti-
dos. es necesario recordar que no llevan pliegues: la tela va lisa, cu-
briendo el armazón. Constaban de tres piezas: la ropilla que se pro-
longaba en la basquiña; la saya de la misma tela que fonnaha pieza
separada, y la sobrefalda con cauda que se usaba para las recepcio-
nes en la corte virreina!. Algunos iban bordados con hilos de oro y
plata. lentejuelas y piedra-espejo, pero se trata de prendas excepcio-
nales como el vestido que aparece reproducido. ~ste forma parte del
acervo del Museo Nacional de Historia y perteneció a la virreina mar·
quesa de Mancera, protectora de sor Juana Inés de la Cruz. La linea
del cuello en estos trajes era algo descotada, cubriendo parte de ~ste
un velo o tela que nuestro comentarista describe en la fonna siguien-
te " . .. de otra especie de velos que llevaban en el cuello, que era una
red de hilos de oro, de seda y pita. o de hilo con muchos deshilados,
por donde se clareaba y transparentaba todo lo que cubda. Unas. le
llamaban volantes o espumillas; otras, la cachaza o la pcna."46
Con esa moda, las damas llevaban el pelo tambi~n ahuecado lia-
cia los lados, prendido con un moño o red de perlas. Siempre lleva-
ban guantes y los sombreros eran parecidos a los de los hombres: de
fieltro, con las alas laterales vueltas hacia arriba; los adornaban a ve-
ces con gallitos de plumas de avestruz.
A lo largo del siglo, el peinado de los hombres ha cambiado tam-
bién: desde su inicio hasta la Pragmática de Refonnación, en que se
llevaba la gorguera. el pelo iba corto y se usaba la barba. 47 Después,
con el chambergo y la golilla. el peinado lleva una patilla doblada ha-
cia el frente y el pelo. que se ha dejado més largo, no asoma a la cara;
más tarde encontramos que el aspecto va cambiando porque se usa
el bigote en puntas, hacia la parte superior de la cara. El modelo para
esa costumbre fue el propio rey Felipe IV. Al mismo tiempo encon-
tramos otros retratos que representan seftores con perilla, o sea una
pequeAlsima raya de barba al centro de la cara y los bigotes voltea-
dos hacia arriba. Hacia la mitad del siglo, se usa el pelo francamente
largo y ya no hay barba ni bigote. Ya al finalizar el siglo. el pelo va
rizado, muy largo (más abajo del hombro), partido en -medio; Jo que,
con la cara completamente afeitada, de un aspecto a1&o femenino.
Los indios tradicionalmente llevaban el pelo corto antes de la Con-
quista; ya Juan Guerrero se neeó a ver a sus compatriotas porque te-
nia el pelo "cortado como los indios". Durante el siglo XVI Jos indl-
genas llevaban la cabeza rapada, con sólo dos crenchu cortas o
guedejas, al frente, a los lados de la cara.
En una pintura anónima (en colección particular) delsillo XVII,
que representa una boda de indios principales. se puede ver la indu-
mentaria del indio. la cual es muy interesante pues consiste en cal-
zón hasta la rodilla, alao abierto, lo que pennite ver el de manta o
lienzo del interior. ropilla de pmuza, camisa. borcqut Ymedia. cham-
59
60
bcrgo y dos guedejas mucho más largas que las que se estilaban en
el siglo anterior. La escena de la boda se desarrolla al aire libre. Se
ve a la novia llevando un huipil bordado y entretejido con plumas, lo
que demuestra que la moda prchispánica femenina, aun con modifi·
caciones y añadidos. fue más permanente que la masculina. Los cal·
retes del novio tenían el nombre de balcarrotas o balcarrias.
A continuación se cita un párrafo de la novela de Vicente Riva
Palacio. Martín Garatuza. en el que todavía aparece en uso el término
que no mbra el peinado: " ... descubrió un indio. con el pelo cortado
sobre ]a frente con la figura de un cerquUlo de fraile y sobre las ore-
jas dos mechones largos que le llegaban casi hasta los hombros, se-
gún la moda de todos ellos y que llamaban balcarrotas o balo
earrías.··..•
En el fondo de toda esta frivolidad de la moda. el lujo y el ador-
no. habla dos verdades subyacentes: los religiosos se oponlan al lujo
excesivo por razones morales y el rey. el Consejo de Indias y los re-
presentantes de la Real Hacienda trataban de reprimirlo por razones
de orden económico. Durante todo el siglo, Espai\a sostuvo costosisi-
mas guerras contra Francia. Inglaterra, Austria. Flandes e Italia y a
ellas iban a parar las riquezas traídas de América. Se expidieron me-
didas proteccionistas contra las mercandas extranjeras, principabnen-
te las procedentes de los paises enemigos. Aunque se perseguía el con-
trabando. pequei\as naves atracaban a lo largo de las costas del Golfo
de M~xico. con su bagaje de novedades procedentes de Inglaterra, Fran-
cia y Holanda.
La vida en la ciudad de Mbico -con todos los sucesos que te-
nlan lugar en la Plaza- daba multiples ocasiones para desplegar ese
lujo. Las recepciones a los virreyes eran el motivo para lucir costo-
sos trajes nuevos y de hacer un desplieaue de imaginación en las mfis-
caradas y de erudición en los arcos triunfales. construidos especial-
mente y adornados con alusiones mitológicas. representaciones
históricas y aun interpretaciones de los apellidos o titulas del virrey
festejado. que deblan explicarse por medio de un "farsante", o de YO-
lantes que se repartían entre los espectadores para que pudieran com-
prender la ingeniosa preparación. Al mismo tiempo habia loas y poe-
mas de bienvenida. con alarde de virtlIDsismo literario. Era el espíritu
barroco del siglo. que tan bien cuadraba a esa sociedad de contras-
tes, cuyas dos ramas principales, la indigena y la española. tenían es-
pecial predilección por el adorno, los disfraces, los unifonnes y la dis-
pendiosa hospitalidad.
El 20 de agosto de 1635 hada su entrada pública el virrey, mar-
qués de Cadereyta; el Cabildo dispuso "que se hagan ropas de damas-
•
V.."tidt. lIrmMko \......
co de la tierra, carmesí y gorras de terciopelo•...y que se juntaran
los ediles en la casa de Cabildo y todos vayan vestidos de calzón, ro-
• ".rdainfantt. Manr:'~ pilla y ferreruelo decoradas y con abotonaduras de oro y plumas blan-
, ....das y .luY.~ de J, lipuc;l.,
011.:11 lIoubre Ida "nónimo dI: cas en las gorras. de la mayor igualdad posible".<49
DuJlaMllnuch,Mnlina "En ocasión de la llegada de don Diego Pacheco, Marqués de Vi-
Mo!oCj~¡nt., qulm ",n l ro 11 111
Ordc:n de: Camw:JiI."
llena. el Acta de Cabildo de 2 de julio de 1640, espresa: que recibién-
~'OC".b.~ en la ciudad de dose su Excelencia -<1 Virrey- con palio. es correspondiente, pre-
MhK:lI, • lo. 8 allos ck edad, ciso y estilado llevar los seftoces alcaldes, alguacil mayor. regidores
en 1660)' profnD en 1669.
Cule\,·dcinpanlc,:ular. y escribano mayor, ropas rosagan,es. en cuya conformidad se acuer-
62
da que se den a las personas referidas, ... dichas vestiduras. que han
de ser. Ropones de terciopelo carmes1 de Castilla, aforrados de tela
blanca y naranjada; calzón y ropilla de terciopelo liso, aforrados en
la mesma tela, acuchillado grande y manga de la mcsma tela, medias
amarillas o anaranjadas, que diga con la tela: lorras de terciopelo.
plumas de los colores de los cabos; ligas con puntas de oro; bolillas
bordadas de OTO. Todo lo cual se ha de hacer y disponer perfectamen-
te con toda igualdad. sin que exceda UDO de otro cantidad, entidad
y forma, haciéndose primero memoria pormenor de todo lo ne-
cesario.. ,",
"Oue se hicieran -además- veinte y cuatro gualdrapos para los
atabaleros y música de chirimías y trompetas, con sayales a los in-
dios y sombreros de los colores de esta ciudad. morado y na-
Taojado."so
y otra cita más, que hace caso omiso de los Capitulos de Refor-
mación que proscribían el uso del oro y la plata en el traje. dentro
y fuera de casa: " , • ,ropón de terciopelo. con vueltas de plata; jubón
de tela de plala; cuera acuchillada para dejar ver la tela del jubón;
calzas adornadas con pasamanena de oro y plata; medias amarillas;
zapatos acairelados de terciopelo amarillo: gorra de terciopelo de Caso
tilla. forrada de tafetán negro, con muy buenas toquillas y 4 plumas
de las más finas" ,
lDs virreyes se vestian de acuerdo con el lujo de los que los iban
a recibir. En la entrada pública del virrey, duque de Alba de Uste,
que tuvo lugar el domingo 3 de julio de 1650. trafa ", . :el seftor virrey
un vestido bordado de oro sobre camalote de a¡uas. pardo, muy cos-
toso. y todos los caballeros de h'bilo de su familia venfan con vesti-
dos bordados de mucho valor: y cercaban a su Excelencia todos sus
pajes y criados espaftoles. con librea de terciopelo verde de Castilla,
calzón, ropilla y capas de pafto verde, guarnecidas de WlB franja de
oro bordada, Uegó a la boca de los portales de los Gorreros. , . con-
currió a este acto todo el reino,"11
Volviendo unos aftos atris. a 1625. podremos comprobar que el
lujo de los novohispanos no era sólo para las ocasiones señaladas, sino
tambi~n en los cotidianos paseos por la Alameda; Gage nos descn'be
la jndumentaria de los esclavos africanos, que más que trabajar corno
esclavos. cumpUan una función decorativa.: "Al paseo de la Alameda. ' .
los hidalgos acuden por ver a las damas, unos seguidos por una doce-
na de esclavos africanos y otros, con un s~uito menor: pero todos
los llevan con libreas muy costosas y van cubiertos de randas. flecos,
trenzas y mofios de seda. plata y oro con medias de seda. rosas en los
zapatos y el inseparable espadln al lado. Las sello.... van squldas tam·
bi~n de sus lindas esclavas, que andan al lado de la carroza tan es-
pléndidamente ataviadas. , _ en medio de tan ricos vestidos y manti-
nas blancas, .. "52
Tambi~n se acostumbraba rep.lar vestidos ricos. como en el caso
siguiente. que relata Guijo: ", , .Bautizó Francisco de Córdoba, algua-
cil mayor de esta corte. una hija que parió su mujer, al cabo de mú
de veintitris años.. . fue cosa notable la grandeza con que se celebró
el bautizo en el • .,rario de la catedral y el adorno que se puso: desde
la casa morada de dicho al¡uacil hasta la catedral se pusieron en las
63
calles por donde pasó. arcos de tule y a todos los convidados les en-
vió a cada uno su fuente de dulces a su casa y a la madrina dio tres
vestidos muy costosos".5)
Esa demanda constante de telas finas debe haberlas encarecido,
porque en la "Relación del Estado en que dejó el Gobierno de la Nue-
va Espana" dirigida al rey. el marqu~s de Cerralvo hace el comenta-
rio siguiente: " Lo mesmo digo de muchos géneros que constantemen-
te se piden cada año de Filipinas y rematados en la Almoneda de
México cuestan mucho. y costarfan la mitad menos, comprados en
España."S4
España estaba en guerra con Francia y su econoDÚa se hallaba
muy disminuida. Le perjudicaba el p.sto excesivo en objetos suntua-
rios y el contrabando de ropa en los puertos: "El jueves 7 de febrero
de 1675 entró el pliego (el que traía la flota de España]. Las nuevas
son: que ellO de marzo del ai\o pasado se publicó en Madrid una prag-
mAtica en la que se manda reformar el exceso en los trajes, los laca-
yos y los coches y se prohibe el consumo de mercaderlas de Francia
y sus dominios."55
Lunes 2 de diciembre de 1675: "Empezaron a entrar las recuas
de la ropa de la flota."$6
Viernes 11 de noviembre de 1678: "Se pregonó bando para el con-
sumo de la ropa de Francia en todo el afto de 1679, Y perdida la que
viene ahora en la flota."57
Jueves 19de agosto de 1680: "Este día vino nueva de la Veracruz
de haber arribado a ella un navio ingl~s; dicen trae ropa. ".si
Los altos precios que alcanzaron las prendas de vestir a media-
dos del siglo XVII se debieron a que el lujo exagerado buscó en los
mercados extranjeros las telas mejores y más llamativas para la ma-
nufactura de la indumentaria. Debido a esto y de acuerdo con la poli-
tica proteccionista del gobierno de la peninsula. en 1657 se dispuso
que los vestidos, tanto de hombre como de mujer, fueran de "tercio-
pelados. damascos, rasos, tafetanes lisos y labrados, y todOs los de-
més gi:neros de seda. a condición de que fuesen de manufactura es-
pañola y de sus dominios y de provincias amigas con que se tenga
comercio.""
De los últimos años del siglo XVII se conserva el vestido que se
cree perteneció la virreina. marquesa de Mancera, que aparece en las
fotografias de este libro. Se trata de un traje de terciopelo verde, re-
camada totalmente con lentejuelas de plata, colocadas sim~ricamente
y muy próximas. Consta de tres piezas: ropilla para cubrir el talle,
falda ampUsima para usarse con guardainfante y sobrefalda con cau-
da o cola. Su estilo corresponde a dos épocas; lo más probable es que
se hubiera hecho muy lentamente, dado el trabajo que tiene, y que
se hubieran ordenado después 105 aditamentos de una moda poste-
rior. pero sin duda se hizo todo en el mismo taller, pues no hay dife-
rencia de manos en el trabajo. La Unea del talle y la falda correspon.
den .1 tercer cuarto del siglo; la sobrefalda y los puñoa de las mangas
y el diseño del bordado parecen influidos por la moda de Francia de
unos BAol despu~s. Se trata de un vestido de corte, pues la cauda asf
lo indica. El bordado consiste de ramos de flores en todo el ruedo in-
ferior, subiendo por la parte central de la falda. Est' hecho con lami.
64
65
Lutos y mortaj..
I.a. colondltos
El verduso
" El virrey conde de Revillagigedo ... en su tiempo. hizo que los ver-
dugos salieran vestidos y con una escalera pintada en el sombrero,
que no se habia visto."72
TraJu de colc&iales
Moroa y c ....tJan..
R.ep.-e.entacIOllell y mue.rada.
y qu ...· fram.:i:.cu 1 lo fuI.! a r~l:i bir y le hizo grandes nestas. "Para cele- Manteku, de t~·rouT'.:Iu eur:
hrur I:~tl' ;'\~Um~dOlh:nto, se hicieron en Mexico justas. juegos de ca· ~~d~:'.: ~:~nd~~:~;.......,
ñ:h , I,:urrid.b c..I.: toros y torneos y otros grandes disfraces que habia dO' \1"," fr..~\lL'flh.· ~n d _:1'1..
",\' I!, C.. Ic..:.:iórl M......~.
I.!"n toeJo...~ ~
S:aLh",;,.] .1,. Hi'l orl~..k1
.. Por Id dia del cumplimiento de sus años, el "irrey Alba de Liste. C,,~ lillu tk <.: h:ipuh"pe.. ,
mallJo que hubicnm toros, que se lidiaron en el parque, .. .hicieron
Ills II/,,{aw.s ~ 'Iegros de esta ciudad una mascara a caballo. con singu-
¡,tn:!'> g.alas . . . que representó a los españoles: se pusieron hábitos de
Samiagu. Calatrava. Alcántara. San Juan )' Cristo en los pechos: l"'(>
d ...·aron tod3 la ciudad y a hora competente entraron en dicho parque
[l¡], Alamédal a \'ista del \'irre\","77
"Celebraron los m Slreros' de la Santa Cruz en la plazuela del ras-
I ru d ...· c!'>la ciudad; y la ,,!spera, salió una lucida máscara de indios.
~t octl'",uma y Curte,.;, moros y el gran Turco. ,'eSlidos costosamente;
nxll'aron 101. ciudad, , , y habiendo hecho la sa lu, llegaron en tropel
l o~ moro!'. y robaron la Cruz y la entraron en Wl casti1lo que tenían
formadu de m::.dcra, l'n medio dl' una placeta ... retiróse la infante-
70
ria del cuerpo de guardia y .. . apareció el turco en el remate del cas-
tillo, sentado con notable gravedad y acompañamiento .. ."71
Tambim apareció una rrWscara ridicuIa y gra\'e. Año de t 658: Los
padres del Colegio de S. Pedro y S. Pablo ordenaron una máscara ri-
d1cula y otra grave de sus estudiantes: "domingo 5 de mayo salió. a
las 3 de la tarde: negros y negras; vaqueros, micos, la escuela de Gale-
no; siguió cada nación en un carro ridiculo. ''79
Tomada de la resefta de don Carlos de Sigüenza y Góngora,. inti·
tulada "Clorias de Ouerétaro", se incluye la descripción de una mu-
carada que se llevó a caho en esa ciudad. en la cual los indios fueron
importantes participes (1680):
"Adornada con baldaquines y gobelinos vistosos, estaha la pla-
taforma ... donde con brillantes vestidos y decorados. una compañia
de actores puso UDa comedia de Calderón .. . ninguna de todas las co-
sas que son respetables en el estilo cómico, faltaba .. _mientras que
corridas de toros, torneos poéticos, desfiles y máscaras animaron mu-
chos dias seguidos, cada uno de los cuales tenninó con ruidosa y es-
pectacular exhibición de fuegos artificiales. A las tres de la tarde ce>
menz6 la máscara a manifestarse, por la desordenada aparición de
montaraces chichimccos que, sin otra TOpa que las que les penniti6
la decencia, hacían algazaras y estruendos. Luego, una compaftia de
Infanterfa. de ciento y ocho mancebos, a seis por fila, adornados con
exquisitas galas a la española. con las bandas volantes que de sus hom-
bros pendian . . . Selufan cuatro clarines. en cuatro bien arrendados
cahallos engualdrapados de encamada frisa, ribeteada. con guamicie>
nes de plata. que fueron prólogo del tercero y más principal trozo de
la lucida máscara.. . Fuera monstruosidad censurable, el que para ma-
nifestar regocijo los indios, se valiesen de extrañas ideas. cuando en
la de sus Emperadores y Reyes les sobró asunto para el lucimiento
y la gala. Capitaneaba la tropa el anciano Xólotl. primer Emperador
de los Chicrumecas. despu~s de la memorable ruina de los Toltecas...
después de éstos. venfan los dos reyes tepanec::as, luego entro el cuar-
to rey de los Aztecas, Izcóatl, y segufan todos hasta Cuauhtmxx:¡ adoro
nAbanse las cabezas de todos con Xiuhztolli. que era la divisa propia
del senorío ... Tennin6base esta lucidJsima tropa con la persona del
Emperador Carlos V... Segulale un triunfal carro, muchas veces más
dichoso con un trono. .. colocada la imagen de la Virgen de Guada-
lupe . . . en lugares acomodados se distribuyeron seis alraciados in·
geles y. arrodillada al infimo de las gradas, una nina ataviada con los
adomos Indianos. en que se ideaba: Anáhuac. Ocupaba las manos con
un cora7..Ón, que era el de todos. En torno del triunfal carro iba una
danza del célebre Toncontin Mexicano. . . "lO
El DiQ.rio de Robles cita varjas mascaradas en las que la ima¡i·
nación corría pareja con el conocimiento de la historia de Europa por
parte de los indios. La batalla de Lepanto. las perras contra el gran
Turco y aun las escenas mitológicas representadas en los tapices de
Bruselas, fueron inspiración para las mascaradas que los lremios re-
presentaban en la Plaza de la ciudad de México, en el si,lo xvn.
Felizmente, a estas crónicas y relatos podernos añadir el testimo-
nio pictórico de una mascarada que tuvo lugar en el mismo siglo. en
el parque de Chapultepec. La escena aparece en un biombo que hoy
71
funna parte de la colección Banamex. Desde las ventanas del Castillo Borde. inrt' nUf" ue: un ~nl hJu
cun ~ntorchadol hecho" de
-adurnado con gallardetes y ~posteros- el virrey, la virreina y la laminlllu de plata. 1In.:, tld
corte contemplan la corrida de toros y otras escenas: indios vestidos ~ ¡.Io 110\'11.
"a lo antiguo", con diademas de plumas, mantos y macanas, llevan Colc<:ciun del Mw..:o NoIc lonul
de H1Jtoria del QUlllIa ue
xuchiles, o ramos de flores; los alabarderos de la guardia tañen ins- Chapultep.-c.
trumentos musicales; un grupo de personas que parecen interpretar
un baile u una pieza teatral. estAn vestidos de polichinelas, enanos,
holandeses y otros con sombreros enonnes, hasta un guajolote y otras
máscaras, cuyo significado ignoramos. Una dama elegante llega en
lOu carroza para unirse al regocijo.
La ciudad suf ri6 epidemias e inundaciones; una de ellas fue tan
SC\'cra que el agua la cubrió duranle cinco años y todos los habitan-
les se trasladaban en canoas. Pero de esas experiencias comunes, ya
dramáticas. ya placenteras. de ese tomar parte para sentirse parte,
de ese vestirse para divertirse. en medio de unifonncs. disfraces, or-
namentos, sambenitos, togas y bonetes. huipiles y sarapes. gorgueras
y valonas. bayetas de Toluca, damascos de la China y encajes de Flan-
des. iha surgiendo el sentimiento de la nacionalidad.
72
Sa}'o <.l~ ,ella de Ch ina y nos no pudieron contener la risa al ver a los pajes y miembros de su
trt:nl~· bordado. 111 5.
[k"'¡,, An ~ de Ouixanu Alcoeu séquito. con el pelo empolvado. casacas y sombreros de tres picos.
\' S.. riña na na~ i da en la Las nuevas costumbres se habían de imponer desde luego. em-
ciud:..J de M6icod 30 de
Ju¡'o de l b9S. O!codc J uan
pezando por las modas. Apenas llegado, el nuevo virrey cambió el uni-
Rod r'guCl J u árez. Colt:,"~ i ó n forme de los alabarderos, que eran su guardia personal. Desde el 6
pan ic uln. de enero de 1703 se les vistió con casacas amarillas, golillas y som-
breros de tres picos, lo que los expuso a la burla del pueblo durante
Gu,n peLuclI uooa por largo ti empo.s"
cal»ollc ronovohispanoen
17 14. Don Ptd ro Barbabo~a y
El tricornio surgió de una modificación del chambergo: ya se ha
Parrcño. óleo sobre lela de visto que los "sombreros de teja" tenfan el ala enrollada hacia arri-
J uan Rodríguez J uárez. ba, en los lados. Esto mismo se hizo, sólo que enrollando el aja al frente
Colc<,:c i6n pan icular
y atrás: el resultado se puede ver todavía en muchas esculturas ecues-
tres de Santiago; e stofados que datan de los años inmediatos al cam-
bio de siglo. En las pinturas de castas, se encuentran también los cham-
bergos enrollados, formando dos o tres puntas. Una vez descubierta
la nueva forma, el tricornio se hacía así desde su inicio. Este sombre-
ro sufrió transformaciones: en la corte de Luis XV se inició la cos-
tumbre de rematarlo con plumas, y en el último cuarto del siglo és-
tas se cambiaron por un galón dorado. En México -siempre algo
burlona mente- el tricornio se llamó "de tres cuernos" o de " tres
vientos".
Los novohispanos "se defendían" del cambio de la moda usando
golillas y poniéndose siempre capas o sarapes y chambergos, cuya ala
bajaban hasta cubrirse parte de la cara, con el fin de seguir conser-
vando su vieja estampa. " En 1716 se prohibió usar chambergo y cu-
75
brirse la cara con las capas, es decir, se prohibieron los "embozados".
Sin embargo. algunas de esas medidas se recibían en el sentido de "obe-
dézcase. pero no se cumpla", Ast. después de un tiempo la gente de
la ciudad de México encontraba la forma de seguir conservando su
entrañable apariencia. Prueba de esto es que fue necesario hacer re-
cordatorios a esta orden en los años de 1719, 1723, 1729, 1740 Ytoda-
via en i 1745,"&5
El nuevo rey estaba decidido a imponer su estilo y en 1723 expi-
dió una pragmática sobre la indumentaria. Las pragmáticas eran le-
yes más rigidas: las expedta el rey y se pregonaban para ser cumpli-
das en España y sus dominios. La mencionada prohibia todos los
adornos. pasamanerias, galones. cordones y pespuntes y permitía úni-
camente botones de oro y plata a todos los menestrales de manos: bar-
beros. sastres, zapateros. carpinteros. ebanistas. cocheros, herreros,
tejedores, fontaneros, curtidores, herradores y todos los obreros. la-
bradores y jornaleros que" ... no puedan usar vestidos de seda ni otra
cosa mezclada con ella, sino solamente paño. jerguetilla, bayeta, cual-
quier género de lana. excepto en las mangas y puños. weltas de las
manCas de las casacas y en las medias".
En el siguiente pirrafo se autorizaba, además, a los alcaldes. c~
rregidores, alguaciles y justicias. a penetrar en las casas de los me-
nestrales para ver si cumplfan con la orden. Las penas por incumpli-
miento eran: perder la ropa y cuatro años de prisión la primera vez
y ocho atlos si reincidian. Las mujeres de estos menestrales podian
usar prendas de seda. La orden tenninaba diciendo que: "era para la
economia del pueblo y bienestar del reino".16
Naturalmente que esta pragmática se obedeció. Los obreros y trilo-
bajadores que aparecen representados en las pinturas"de castas" se
ven vestidos más pobremente que sus mujeres, pues ellas -ya sea que
vistan a la moda española, ya a la indígena, siempre con sus detalles
franceses- no dejan de llevar zapatos de tacón, alhajas. encajes y cin-
tas. apareciendo más prósperas que sus cónyuges.
Para estudiar el traje de las personas acomodadas hay infinidad
de pinturas con fecha que nos muestran la evolución de la moda usa-
da en la Nueva Espai\a.
La galeria de retratos de los virreyes nos proporciona una secuen-
cia completa y muy confiable. Esto, en lo que se refiere a las modas
de la metrópoli, porque en la Nueva Espai\a muchos señores conti-
nuaron usando durante varias d~cadas el traje negro. la BoHlla y la
capa. Es curioso ver que el último personaje retratado con esta indu-
mentaria está fechado en la ciudad de México en i 1808! Se dan casos
también de novohispanos vestidos muy "a la moda". Algunas veces
se encuentran "pinturas gemelas" que representan a una pareja; ~sas
nos indican el correspondiente estilo de la moda femenina.
Enel ai"Jo de 1714Ju8n RodrJguezJuárez. el pintor ya menciona·
do, hizo el retrato del virrey duque de Linares. y el de una pareja de
novohispanos: los esposos Pedro Barbaboza y Parreño, contador ma-
yor del Real Tribunal y Audiencia de Cuentas de la Nueva España,
nacido en la Villa de Cartagena, antigua Extremadura. en 1673, y de
su esposa, doi\a Ana Ouixano de Alcocer y Sariñana. nacida en la ciu-
dad de México el 30 de julio de 1695. Don Pedro tenia 41 aiios: era
1·.1 lUl" <1" b m<l .. " ...·" ' .. ri" bien parecido. Los retratos de la pa reja son de bus to; el del virrey,
"",-"h i' r""Ol.
l).,n~ ll{'¡¡" '" ¡J,. Aro / (¡u,·w ,1" de cuerpo entero, está pintado tan minuciosamente que es un docu·
<1" la, H""" ~ lo, 17 "" \ ' ''. mento para estudiar su ¡raje. Los dos caballeros llevan la peluca blanca,
" " '''' <.1 " i" g ..."~r ,, nd rizada, larga hasta e l codo, al es tilo de Luis XIV: los dos llevan casa·
Co n", ,,,,, d" Jc" " Mu"¡ ~
cas de terciopelo, bordadas con hilo de plata; la del virrey es azul ma·
rino y la de don Pedro, de un tono cereza. La del virrey es larga hasta
L, ",,,d .. f " " ",'"", ':11 l ~ N ul">'~
E,f"' oi" Vi ne)' du'l UC <l e la rodilla, dejando ver apenas el pantalón o "calzón corto". Los dos
l.i ,,~ ...:,. 1714. frent es de la casaca, la bolsa y los pu~ o s volteados, muy anchos, es·
úr.·" , ,,hr,, Id .. ,,,·ill in.. J d" tán adornados con una cenefa ricamente bordada. Al fren te lleva una
Ju¡¡nRoori ¡¡ ucf Juúc,
(l ó7l.171llj.C"lc.:c ion hilera de botones, tambi én bordados, de los cuales s6lo dos van abro-
P i" ... "' ....-,, Vor r"'¡na l. INOJo c hados en la cinlura, dejando un triángulo abierto en eltaJle, que va
cubierto por la chorrera, especie de bufanda de lienzo transparente
con puntas de encaje, que hace juego con los olanes de los puños, que
sobre salen de las mangas de la casaca. Los zapatos son de cuero, ce-
rrados hasta el empeine, con hebilla y tacón de cuero rojo. (Era éste
77
un detalle de mucho refinamiento; en Francia, a los elegantes los lla-
maban talans rauges.) Las medias oscuras llevan un bordado que V8
desde el tobillo hasta media pierna, por la parte interior. Entre el brazo
izquierdo y el cuerpo sostiene el sombrero, cuya forma no se puede
apreciar. La casaca lleva pliegues a los lados del faldón, lo que le hace
efecto de ampona; se mantenía firme por medio de entretelas rígidas.
El vestido de doña Ana Barbaboza es de brocado de China, mul-
ticolor. sobre fondo rojo. Va abrochado en la cintura y el triángulo
que deja visible el talle está cubierto con una pechera bordada con
hilo de oro. Su pelo, rizado y algo empolvado, va recogido atrás de
la cabeza. llevando a un lado un locado hecho de la misma tela del
vestido. plegada y fruncida. En los brazos lleva sendas pulseras de seis
hilos de perlas; tiene también un ahogador o gargantilla de perlas, de
la que cuelga un calabacilla y una cruz: sostiene un abanico cerrado.
El estudio de estas pinturas nos enseña cuáles son los elementos
de la moda que han de permanecer -con algunas alteraciones- has-
ta la octava década del siglo XVIII.
En la Nueva España de estc siglo -profundamente religiosa y
barroca- se celebraban algunas ceremonias y se guardaban costum-
bres que eran naturales en ella y extrañas en la opinión de los ell:tnm-
jeras que las presenciaban: una de ellas era la de hacer dos retratos
de las jóvenes que ingresarían a un convento: en el primero la joven
aparecía ataviada como "cn el siglo", con todas las joyas de la fami-
lia, un vestido muy rico y extremadamente frívolo; el otro, en cam-
bio. se hacía para recordar la toma de velo de la joven. con los hábi-
tos correspondientes, tambil!n adornados con joyas. Estos últimos son
materia de la sección del traje religioso, pero se ha de hacer mención
de los primeros porque tienen un carácter especial. De 1720 es el re-
trato de doña Ignacia de ATÓZqueta y de las Heras, pintada a los 17
años de edad. cuando iba a ingresar al convento de Jesús María.
Su peinado. la tela del vestido y algunas de sus joyas se parecen
a los de la pintura anterior. Lleva -además- un enorme broche o
venera que le cubre lodo el talle; desde el descote, que es discreto,
hasta la cintura; es un'! joya barroca. trabajada en oro, que contiene
muchos diamantes y un pequeño reloj. La futura monja lleva el aba-
nico cerrado, ricos aretes de perlas y "chiqueador". o circulo de ter-
ciopelo negro, pegado a la sien izquierda. Debajo de las mangas del
\'estido salen dos olanes de encajes muy plegados. adornados con un
moño de listón azul. En la mano derecha lleva una cruz. adornada como
xúchil prehispánico. Sería dificil encontrar mayor belleza y prestan-
cia en el retrato de una joven.
Si analizamos los elementos de su indumentaria encontramos que
el chiqueador y los moños de listón han venido de Francia; la tela del
traje. de China; las perlas, de California, de los "placeres" del Mar
de Cortés; los encajes son -tal vez- " puntas de Milán o de Flandes"
y el abanico procede de España. Sin embargo, el conjunto es incon-
fundiblemente mexicano. Gulilli.y ~n~r01dc laOroen
IkCalalra\·a.1725.
Tambi~n se ha de reseñar la elegancia de una joven india caci- R~t raln d~ Oun Marianu
que, que en las mismas circunstancias anteriores a su entrada al con- Télle~ On igou. de 76 atlu~.
vento nos ha dejado su retrato: Josepha de San Agustín lleva puesto OI~'O sobre leJa atrihu;r..Iu a
Juan Rodr[lI~l JU~"'l ,
un huipil magnifico, tejido en telar dom~stico, que lleva como moti- Colfi:ción pat1;\:ular.
J" di~ ,~ .... i'l l.>e .... 0"
;"d u",,," tarja que eombina
vos d el tejido los esc udos reales de España bajo los reyes de la Casa
ri~,,, d"mcmo~ ind ígc",,, y de Austria: el águila bicéfal a y la corona abierta. Los gal ones que ador-
~uro¡>co' , 1732. nan su hu ipil son de seda de China. Una lechuguilla de encaje rodea
Úk'O .obre 1~l a anó nimo
K"l rat"de Doñ a J ua n:. J Uárt."l su de scote y lleva todas las joyas que puede sostener: garga ntilla de
Cr¡nhChima lpopoc a , "on ,,'¡ oro y pied ras preciosas de la que cuelga una fl or haciendo juego; en
e ~Cl.> d o
dt 1", ~:.ciquu d~ los hombros lleva dos relojes, vue ltos por el lado de la tapa; sobre
Tacu ba , al que (",n ia de re.: ho.
huipil, rcb"w, gra nde s un mono d e listó n rojo va prendido riquísimo broche; otro. mayor,
mang." de enc aj" . falda de sobre e l pecho. que va adornado con zafiros tall ados y en ca bochon,
""da ehin:.. po:rla~ y va ra de
pl ata rn elco<:hada: ~u
colgantes. También luce aretes pendientes y su pelo está sostenido
i"d u m"nlaria,,~ (",time,n io con una doble hile ra de perlas; lleva un anill o pequeño y pul seras de
del mcM iujc. Colec . . ió n pe rlas. El retrato está fechado en 1757. El siguiente dato de un cro-
M u,",," Naciorllil de Hi ~ t o ria
dcJCa., . illo dc Chapu h tpec. nista nos convence de que no se tra ta de una coincidencia, sino de una
costumbre, de retratar ricamente ataviadas a las hijas que iban a
profesa r.
"Tomó e l háb ito de religiosa en e l convento de Carmelitas Des-
calzas, a los 20 años de edad, doña Micaela Josefa Malo y Castro, quien
iba ricamente aderezada d e preciosas a lhajas y perlas, habiendo es-
79
trenado un vestido de co rte. de ti sú. de oro. color puzol. ate rci opela~ Ind ia ""cique ~O<\ huiro! ,
an,... ,ori", ~ur0p<."" ' . 1757
do. guarnecido con punto de Mil án . que su costo pasó de mil pesos. Olen ~obr ... 1... la anor"", ... que
dedicandolo para o rnamento enlero de su iglesia ."87 n:pr ... ""ma a S.:OO>l,~n " Ynn
JO!''''rha d... SanAl!u sttn, hila
En e l estupendo libro publi cado recientemente por don Manuel
l"'lp tima de Don Mall a. AleJ"
Cortina Panilla. intitulado Algo sobre la plata en Mó:i co en el siglo Martin" l y ,,k- Doña Thomas"
XVII. se inserta una pintura de la famili a Fagoaga y Arózqueta que. de Dios y Mcnd iob.d......,b<l
d~ 16 a fio • . El hu,pil " a .ej,do
por no ex istir trajes conservados de esa epoca. puede conside rarse conaguilu .bicd ala <_
como un testimonio para reseñar el traj e de los c riollos del segundo "",lItituddejcAa •. Cu, t ... ""
d..-l Mu '"o Fr.lnLM a\'t·,
cuarto del siglo x V![J. La pintura. anónima. se realizó en 1735. Era don
Francisco Fagoaga. apartador de la Ca sa de Moneda de Mexico . un
cargo importante y bien remunerado que, con inversiones exitosas en
la minerla y ot ros negocios. le permit ieron reunir una muy cons ide-
rable fonuna . El retrat o de don Francisco y su familia - su esposa.
cinco hijas. cuatro hijos)' su yerno, Manuel Aldaco- es uno de los
más be llos cuad ros hec hos a panicula res durante el virreinato. Don
Franci sco y su esposa aparecen en actitud orante, de rodillas, ante
un cuadro de la Virgen de Aranzaz u, patrona de los vascos, enmarca·
80
I "tlum~n t afia pa r~ do en pla ta. El resto de la famili a apa rece atrás de ellos, de un lado
p«·W"la"ccnlacort.,
\lnelna l. r a m,lo:. Fagoala los ho mbres y de l o tro las mujeres, forma ndo u n grupo encantador.
1735 Con algunas pequeñas variantes, el traje de los señores es el si-
Don Franl"i,oo de Fagoawa. ' u
<.,J'>< ..... O" flaMa nuda guient e: casac as de tel a lisa , que parece ser terciopelo o simplemente
Arolq u <'"la. hiio~ )' fu t uro pa ño. Abajo de esta prenda a soma la chupa, especie d e chaleco q ue
yero..,. Man u el ... ld aco. lo. su frió muchas modificaciones al correr del tiempo. Por esos años era
dO',"a ba lkru,fun dadore, del
Culeg io d., la s Vi~<'ajm" . 01"0 tan la rga como la casaca y se hacía de una te la más vi stosa. Va rias
subre Ida . Colecc ió n de las que porta n las personas que aparecen en e l c uad ro son de bro-
f'arti cu lar
cado de China, multicolor. Las pelucas de los señores son mucho más
disc retas que la s del du que de Li na res: ll egan a rriba del hombro; tie-
nen raya en medio y pequeños caireles pegados a la cabeza, coloca-
dos simétricamente a ambos lados. A pesar de su gran fo rtuna ni don
Francisco ni los hombres de su casa llevan alhajas ni otra cosa que
demuestre ostentación. Sólo la c ruz de Santiago asoma, discreta, bor-
dada sobre e l pecho en su casaca.
Las mujeres llevan vestidos r icos y muchas alhajas. El pelo lo tie-
ne n recogido con rici tos adornados con broches de brilla ntes. Varias
de ellas llevan sobre la pechera del vestido joyas de oro y diama ntes
en forma de guías vegetales. Todas llevan gargantillas, de las que cuel-
81
gan cruces de granates y pulseras de varios hilos de pedas. Las fal- M~ntorlt'tll de malt'r¡alt'~
tnicien de ChiNo h..:chil "'"
das de sus vestidos son mis largas por atrás, fonnando caudas, lo que M'::lIKv, . lr1o)(\"III.
indica que IIc\'an los \'estidos con los que se presentaban en la cortc Or t~ft'ta COA bordado1-.
paloama ,",'rla y fh..-cojidc 5CU:a.
\'irreinal; estas faldas amplias se ahuecaban por medio de miriñaques Sto' Ikvab:i ,;oh...., lo. hombm~.
o armadores. Al cerrarse en la cintura, dejan visible un triángulo en C:...lt'cc i(ln ud M.u.~v NU IUNlI
el talle. que va cubierto con la puhera, adornada ya con alforzas. ya de Hiitoria del C;astillo ti",
Chapuh",P'=c,
con bordados o pompones de perlas. del trabajo llamado aljofar, ha-
ciendo juego con los puflos. que son anchos y boroados tamblen. El
descote,. las manaas interiores van adornados con olanes de encaje
plegado; la orilla de la sobrefalda fonoa ondas al abrir. pues está de-
tenida, para ese propósito, con un cordoncillo dorado. Las telas de
los trajes son brocados; unos. de China y otros, europeos. Varias He-
\'8n chiqueadores sobre la sien que a menudo eran circulas de carey
en \' e~ de terciopelo.
El conjunto de personajes representados y su indumentaria ha-
cen patente la riqueza de las familias criollas de la Nueva Espana en
el siglo XVIII . Sin embargo. se ve que para ellos ese lujo era natural.
pues lo lIeun con soltura. como habituados a él.
Como se ha mencionado al describir todos estos vestidos. hechos
82
J..... i :l:·¡u~nl.l", chim, )' el U loU de sedas orientales. es oportuno mencionar aquella gran apoI1ación
dd tld:'"".I ...... el ~i. l" XVIII .
V.., .. lidc.drna'>Or.-uncnciOlp a la indumentaria novohispana, que venia cada año en la Nao de Chi.
\'/01""\.;;;","', ,. ckl<t.n'al dc na. Las islas Filipinas eran posesión española que se administraba des-
",.. iré b•.rdado.,n !il:d.~ de
<.t..J.m...... Sumbrill a c,:un manro
de México. Por eso habla comunicación constante entre 105 dos pun-
di: m:¡rfil lallado,. burdadc.l y los. Las P1aOS llevaban a los gobernadores y otTOS funcionarios del
fku." tlo: M:da "iSI"llVJU. Tn.... gobierno. ya procedieran ~stos de España, ya de México; igualmente.
L"I~" .. i"n., ~ panicul¡,r.,~.
de aqui partían los arzobispos y dignatarios eclesiásticos y los misio-
neros evangelizadores. Por esa razón, las naos venlan puntualmente
una vez al año. lo que motivó un comercio establecido de mercancías
de Oriente. Mercaderes chinos. japoneses y aun d~ la India conseguían
objetos del gusto de los novohispanos e iban a Manila a venderlos.
sabiendo que habrian de recibir a cambio pesos fuertes de plata. aeu-
i\ados en la Casa de Moneda de Mbico (de los supervisados por don
Francisco Fagoaga). Cuando Ja nao o galeón de Filipinas ---como tam-
bién se le dccfa- arribaba a Aeapulco. se hacia una feria a la que con·
currIan innumerables compradores. que eran comerciantes o parti-
culares y. desde luego. los oficiales reales encargados de cobrar los
impuestos sobre Jos ~neros importados. Tambi~n concurrian a Aca-
puIco comerciantes del Perú y de otros puntos de Centro y Suclam~ri
ca. Las mercancias se cargaban sobre mulas conducidas por arrieros
y se llevaban a su destino. este era. algunas veces, la ciudad de Méxi-
co o puntos del interior. otras, pasando por Puebla. iban rumbo a Ve-
racruz con destino a Espafta para embarcarlas. cuando viniera la flota.
83
Fue asi como se acostumbraron los novohispanos a lo oriental. T'rajes maKulin05 de ca,aca.
('hupa lUla. callOn )' media,
y parte de la originalidad de su indumentaria se debi6 a ese elemento Toc:adu con piIIftu..1oy
exótico que ellos asimilaron perfectamente, ('ham br f1l o c:onala lr\·antada.
Para el \'estido llegaban sedas en rama y grandes cantidades de VC511dofeRl<lnino: jaltla ti.:
H da ('hina. drl anlll. rebaJo ,..
telas de seda: damascos, brocados. rasos y gorgorán, cuyo nombre quechq...tnwtl licloJ(\"IU,
del"iva del francés gros-gra;": algunas lelas de lana, como el brin y el Olro Mlbrc Ida anónimo. dr
una serie denlla .. Dico::
rompecoche; mantones, delantales, que usaban frecuentemente las se- "Culrlrr6n con española. ~a l('
nor.ls, como el que aparece en las ilustraciones; capas y chalinas. som- aJ fin, taha ¡lIru ".
brillas bordadas con puño de marfil. lentejuelas y chaquiras, aalones
y pasamanerias; pein~tas . abanicos, joyas y otras cosas. De Japón tam-
bien llegaban telas. y de la India. algodones y pañuelos, a los que ncr
sotros llamamos "paliacales", por proceder del puerto de Palicot en
la India.
La gente rica usaba las chaquiras para confeccionar cigarreras.
bolsas, dechados y para bordar. piezas de indumentaria. vestidos, cin-
turones y pulsos y objetos destinados al culto. Las de menos posibili-
dades se hadan una blusa, bordando con ehaquira el ruedo del esco-
te y era su mayor lujo. Las lentejuelas chiquititas. ,de oro y plata.
engalanaban los bordados de las chupas y casacas, vestidos y chali-
nas, abanicos y hasta ornamentos sacerdotales. como el que aparece
en las fotogranas.
La afición por 10 oriental no se limitaba a las clases altas o a la
gente de dinero; ya hemos visto en las crónicas de los viajeros que
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las esposas de los menestrales se vestían de seda. La siguiente cita
lo corrobora: "El traje de las negras y mulatas es una saya de embro-
car (a modo de una basquiña pequeña de seda, con sus corchetes de
plata y. por ruedo, una buena cinta de listón), la cual traen sobre la
cabeza por lo angosto o cintura de la saya; traen sus guardapi~s. que
llaman enaguas, de tela de China. con flores. flecos de Holanda o en-
cajes ricos y calzado honesto. Y esta hermosa prenda de honestidad,
gravedad y decencia. sobresale en todas las mujeres del reino. pero
mucho más en las seftoras. La demás gente pobre, viste como puede;
regularmente, los descalzos andan vendiendo zapatos y los desnudos
venden vestidos","
El traje de la chin.a poblana abunda en elementos orientales: la
ralda lleva el nombre de "castor" porque era un tejido que se hacia
originalmente con el pelo de ese animal; más tarde se empleó lana o
franela. Siempre iba tejida en telar dom&;tico,lo cual se saca en con-
clusión porque está hecha de una tira angosta a la cual se le agrega
una pieza de color contrastante cerca de la cintura, para darle la me-
dida adecuada. La tela se tefU a con grana y aeneralmente era roja.
Para esta falda. saya o "sangalejo" se usaba mucha tela, para hacerla
ampona, y se le bordaban lentejuelas, sobre un dibujo marcado pre-
viamente con tinta de huizache. En las fotograRas aparece una " chi-
na poblana" que lleva preciosa blusa bordada con chaquira y falda
" salpicada" con lenteju.elas de calamin4. El dibujo original, que toda-
vía se aprecia en la prenda, es del estilo del primer neoclásico. lo que
la sitóa en el último cuarto del siglo XVIU. Benftez afi,rma haber vis-
to "zanaalejos" enHslados en testamentos hallados en Michoacán cu-
yas fechas datan de 1773." El traje de china es, pues, mestizo, con
elementos de varios paises. Lo de poblana puede deberse a dos razo..
oes: por la indumentaria de la china Catarina de San Juan, o porquII.
al ser Puebla, la ciudad criolla, paso obli,ado de las mercancias de
Oriente que se destinaban a Hspai\a, fue la que tuvo más influencia
de China. Lo anterior se aprecia en sus artesanlas. En Puebla se te-
jlan rebozos de muy variadas clases (otros elementos mú del traje
de china poblana) cuyo origen es asiético. Las enaguas de la china son
de oriaen y nombre prehispánicos. los encajes y puntas de la enagua
son labores de tradici6n espai\ola, lo mismo que el zapato de raso,
de tacón . Las joyas de la china son de: filigrana de oro. con corales.
La linea general del traje es europea, como la que se usaba en los últi-
mos años del siglo xvm. Más tarde se adaptarA a la moda de la crino-
lina, aumentándole m's faldas entiesadas con almidón~
Para ejemplificar la influencia china en la indumentaria de los
novohispanos. nos remitiremos a las fotogrúlas de este trabajo. don·
de se pueden apreciar el delantal, la sombrilla. la capa. la chalina y
otras. Don Manuel Romero de Terreros afinna que los se60res novo-
hispanos mandaban a China sus casacas para que ahi las bordaran.
Tenemos testimonios en prendas y en retratos de vestidos y faldas de
ricas y elegantes criollas con sedas no solamente de manufactura, sino
también de diseiio oriental. Por ejemplo, en un retrato de dama -de
colección particular- se aprecia que el dibujo tejido de la tela es de
pagodas. Uno de los rebozos més antiguos que le han conservado tic·
ne entre sus bordados la tarasca o dra¡ón oriental.
85
Como ejemplo de influencia china en la indumentaria de los cri~ lnllueneia oril!nlal ... n,"1 ~U\W
IIQ\'ohbpaDU.
1I0s del siglo XVIII, se puede citar también el cuadro anónimo que for- Falda)' chupa de hruc:aé,,<k
ma parte del acen'o del Museo Nacional de Historia del Castillo de ehin;>. bif.lmoo y tilbur~·t,·
Chapuh.:pcc: represenTa a tres hermanitos. que no pasan de la corta or;enta~. Oleu .wn.: ,,,la.
aAÓnimu MUiIn>"lIciuna l v..
edad de s iete añus. Al centro de la pintura, sobre un taburete de laca. Hi~loria del CaMi1lo d.-
esta sentada una niña cuvo vestido está formado por blusa blanca, <':hapult"po:o;.
fa lda de brocado de Chin~. con dibujo de peonias y galón de oro que
lermina la falda. también oriental. U cva sobre los hombros una capi-
ta de' pano de grana, tal vez de los obrajes de Puebla . Los dos henna-
nos l;.":.t3n de pie a sus lados: uno lleva traje talar con alzacuello y el
011"0. chupa de brocado de China. casaca. calzón corto. zapato con he-
bill a de plata y peinado recogido sobn~ la nuca, con un listón. Atras
dd grupo. como fondo. se ve un biombo de China.
El reSto de las clases populares usaban prendas de varias proce-
dencias: indigenas. cspanolas. francesas. orientales. Vemos de que
modo se van superponiendo los elementos de la indumentaria, de la
misma forma que se enriquecen los de nuestra cultura mestiza.
En d retrato del primer conde de Re\'iIIagigedo. que llegó como
virrey de la Nueva Espana en 1750. encontramos la peluca mAs dis·
c reta y cona; los puños de la casaca exageradamente grandes: la chu-
pa mas COrta, y la chorrera se ha suplido por un cuello angosto sin
86
Um p.., ,.,,,... .. d,· , ;,h,.lkro que cuelguen encajes ni le la. Esto puede se r una modalidad perso-
n"..., h"f"""J. , i ~ l" n 't l!
Chu p w ",' h~ Ic" ' u d" ,c oJ " na l. pues se ven chorreras has ta la penú ltima década del siglo. Un re-
,'urup.:a, II<',-h" l'" Me.k" t rato femenino de esta mi sma época es el de doñ a Manuela ESQuivel;
8<.1"',,·, tk pl ata. Ca'a,'" ""
kn:i"l'du"un h"lun.·, ...
lleva ves tido con corpino ajustado Que termina e n punta sobre la fal-
"" .. dad",o..Ictllluvlerllciucl .. , da. que es a mplia, sostenida por mi riñaque; hombros caldos y man-
0..1,- ur<¡, h~da 17M1 Cu k ,','iór¡ gas largas sin vuelta. Cubre el talle un fichú, soplillo o pañuelo t rans-
ud Mil"",,, Nac iona l d,'
II blOn :o ,..... Ca~liJI"J" pa ren te, que abrocha al fren te con una flor. Tiene las consabidas
Cl>"po ll "'....·, pulseras de varios hilos de ~ rlas e n los brazos Yf colgando de la cin·
tura, dos re lojes. Gargantilla de perlas de la que pende un calabaci-
lla, y el pelo liso, a la española, recogido en la nuca y atado con un
moño de li stón.
Muc hos retratos de damas de la é poca las represen tan con dos
Do, ",·lu Jcs cnlrc.- la Illo llituo..l
tk· joya ~ do: 1781. relojes. cost umbre española. como se verá más adelante. Ajofrin hace
Rcl ra toc.k DotIaAnna Ma r ia referencia a otro adita mento que las señoras sollan colgarse de la cin-
hab"'! . hija legit ima tk (}un
Anton ;o Ju)C Eo;quiw l y
tura: " ... El tabaco de hoja es otro abuso de América. Lo fum an to-
Ihtrga. ~ dc Dul'la Anna Mada dos, hombres y mujeres; hasta las señoritas más delicadas y melin-
s"rru l u y N aba. drosas; y és tas se encuentran en la calle, a pie y en coche, con manto
Nadócn la dudad .....
Salvatiararl5dc Ol'I ubrcdc de puntas y tomando su cigarro; y como en España traen el relo; col·
17111. Oleo ~obre 1.. la , li- n'Kio gando de la basquiña, aqui traen su cigarrera de pIara o de oro y aún
Bnrcda l"empt'lÓ)' Mu!!n guarnecida de diamantes. La figura de la ciga rrera es como un bote-
de Gaitlon y ViIJ ....lK>r Lo
tuminó, .tlo 17118. cito pequeño, de cuatro o cinco dedos de alto y cuelga de una cadeni-
87
la. En las visitas de las seftoras. pasan varias veces una bandeja de Vestidos de maceros o paJn
usados en Quoertlaro..,n 181l.
plata con cigarros y un braserito (y los he visto muy pulidos) de plata Broudo de seda y fleco dI'
o de oro con lumbre",'" oro. ~WiCQ Nacional del
VilT'e lnata, Tepgtzot hin.
En el invcntario de la casa de los condes de San Bartolom~ de
Xala no aparece la lisia de la indumentaria, pero bajo el renglón "al-
hajas, pedas y relojes", tenemos datos que corroboran el uso de los
objetos que se acaban de mencionar. Dice así: "México, 1784 ... Un
par de pulseras de perlas, netas, gruesas. con diez hiJos cada una y
sus chapetas de oro y el engaste de plata. con veinte y tres diaman-
tes .. . en todas hay quinientas sesenta y seis perlas; en quatro mil
pesos" .
. . . Otro Relox para Señora, con su Sobre caja y gancho de oro
)' Esmalte azul. guarnecido uno y otro de chispas de diamantes y rub-
bies y sus escudos de pintura de miniatura: en trescientos pesos... "
En la sección "Abanicos", dice: "ocho abanicos de cabrietilla, con va·
rillas de marfil; otro con varilla de plata y oro: siete dichos, con vario
lIas de concha nacar doradas; quatro dichos, con varillas de carey do-
radas : cinco dichos, con varillas de hueso; otro dicho, de listón. de
desbaratar: otro, de Rengue, de miniatura y oro; otro de China, con
"arillas de marfil. .. "'.
En la colección de trajeJ: que perteneció al marqués de la Villa
88
del vmar del Águila (hoy en el Musco del Virreinato en Tepotzoth\n.
Estado de México) figuran cuatro trajes de maceros o pajes, que es-
coltaban el coche de su patrón en ceremonias especiales. Aunque eIa·
tan del siglo que nos ocupa, su forma parece seguir la moda del XVII,
pues llevan mangas abiertas. para dejar ver las interiores, rematadas
con galón dorado y fleco. también de oro. El calzón hasta la rodilla
es de brocado d e seda chino; el corpifto va entallado y lleva las hu~
Uas de haber tenido el escudo del marqués. Los forros son de lino.
de un precioso tono mamey. Vestidos de fantasía o de ceremonia, de-
ben de haberse complementado con gorras de terciopelo y plwnas.
Para reseñar lo que usaban las clases medias, es decir, los arte-
sanos, arrieros, administradores de haciendas, comerciantes, etc., se
transcribe la parte correspondiente, en el testamento de don Jeróni·
mo Urdiáin, cuyo original está en el Archivo General de la Nación.
En el renglón de indumentaria tiene marcadas las prendas de ropa
y piezas de tela de su propiedad. Son !!'stas: casacas de terciopelo, de
gamuza, de paño de la tierra; de rompecoche, mantas de San Miguel
el Grande; cuatro mangas de lana con dragona de terciopelo, calzo-
nes, chaparreras, botas, chapines con hebilla de plata, camisas de ho-
landa , botoncillos de hilo de oro y varias más. Las telas que guardaba
don Jerónimo, eran: terciopelo, ruán, cordoncillo, mantas, frazadas ,
paños de grana, que eran muy apreciados por tratarse de telas de lana
teñidas con grana o cochinilla, insecto que vive en el nopa!.91 .
Este don Jerónimo fue administrador de la hacienda de San Bar-
tolomé de los Tepetates y, por consiguiente, era persona de mediana
posición. Aunque su ropa la hubiera comprado en e) Baratillo, ya usa-
da, el inventario demuestra la importancia y el gusto que habia en
esos tiempos por vestir bien.
Fue precisamente por esos años cuando las ciases populares iba,n
adoptando prendas de ropa que más tarde les serian caracterlstieas.
Ya se ha descrito el entusiasmo que hubo siempre por los ejercicios
ecuestres en el campo. en las haciendas, en la ciudad de Mbico Y otras
de provincia. Para montar a caballo en el campo Jos hacendados ha-
bian adoptado las chaparreras, mangas, sarapes, botines. espuelas.
sillas de jineta de terciopelo o cordobán con chapetones de plata. En
la medida de sus posibilidades estas mismas prendas las adoptaron
Jos rancheros, aparceros, administradores y encargados de " los ga-
nados". Estos hombres cifraban su orgullo en sus caballos, sus jae-
ces y sus trajes de montar. Poco. poco fue evolucionando el traje de
charro, hasta convertirse en el que hoy conocemos. En ti siglo XVIII
que estamos reset'iando, no se usaban los pantalones largos, sino eJ
calzón corto, a la rodilla, con dos o tres botones y ojales a los lados
de la pierna, por donde se asomaba el calzón (entre la gente mis tos-
ca). Desde eJ siglo XVII los seftores usaban botas fuertes o altas; los
que no las tenfan. idearon una protección para las piernas, las " botas
de campana" o simplemente "campanas", que se ataban, con unas cin-
8otl:o. de c. rnpana oordadu tas de Camuza, a la rodilla para que colcaran. Estaban hechas, gene-
e()n hilO'i de pl.~ y on •• 11110.
ralmente, de gamuza, algunas veces grabada o bordada. Se conocen
algunas que datan del siClo XVlD. Es natural que si el pantalón era cor-
E~p.d.. de charro '\Obre traje
de pmulr••domado '::Ofl
to, se buscara un medio de protección para no lastimarse con los es-
trcnc illa, si¡lo J.It . tribos.
89
Un testimonio de 1764 desc ribe a los rancheros en la forma si· Traje d., charro con
bO lonadu ra de pl ala. SaraP'"
guient e: "C uando van a caballo no usan de capa, sino de manga, que de Sal!illod.,mediadosd"l
es a modo de una casulla de paño fin o azul. encarnado o verde. con Slllo ¡(IX. Somb r~ro d~ fiehro
eon loqu illa y fi.,rrod", la
muchos galones y franja s todo alrededo r, en espec ial en el cuello, que, haci enda. d<: plal~ . El ~arapt'
a la verdad. es un traje muy airoso y desembarazado; sobre el som- p"nenedó a Don Carlo,
brero llevan un paño blanco muy bordado. que cuelga a los lados, cuyo S:ion.,hu Na,-arro
El r."t od.,1 lr";ces
movimiento va haciendo ai re, como abanicos; a l cue llo llevan tambien contc mpor.fr.n<:o. Cuk'C lon
un pañuelo rico y van cargados de armas. Es gusto ver caminar a es- particular.
tos guapos ... sus mangas llenas de franjones de oro y pla ta, sus de li-
cados pañuelos. con su punta de vanidad" .9l Somb rero de fieltro bordado
en plat a. 1900.
La manga y e l sarape fu eron las dos prendas de abrigo para e l
campo y los ejercicios a caballo. Las mangas tuvieron un uso gene·
Sarapt" lejidocon hilod"oro
ral , como se puede aprecia r por la descripción que antecede, que no pla la y la na . Hecho e"
se refiere precisamente a las cl ases altas, y por el inventario del ad· Ou",r~l aro p.a.ra Ma..imili ano.
90
J O"~n no\oh i,pana con ~ ll min istrador. Pero esas m angas la s usaron también los ricos y los no-
,,_clava. Amba~ 1I,,\'an falda d"
,,-<1:. c hina y p"rl a~, La bles hacendados. El conde de Santiago de Calimaya, que era el título
cselala ll~a rebozo 01..., más im portant e del virrein ato, también tenía y usaba su manga para
...,bre l/om lnad" cob re.
anó nim o, Primera milad <1,,1
mo ntar. Uno de sus descendientes aún la conserva, e laborada en e l
s i~lo ~VI II , Col~ cdón s igl o XVJlJ, de paño de grana rojo con bordados en hilo de oro.
particular La manga es una prenda hecha de paño de lana, con muceta o
bocam anga, generalmente de terciopelo o pana de un color más fuer-
A Traje de hombre, Ca~aca de te, bordada con hilo de oro, de plata o de pita, tan usada en la charre-
, cda atu l ho rdada co n tlorc$
ría mexicana . La s o rillas inferiores son redondeadas. Las mangas se
Chupa de ra sad" ."da blanca.
si glox\!II. embrocab an, es d ec ir, se pasaban po r la cabeza y eran muy cómodas,
B. "'"sudod" nir'la de b roca do pues dejaban las manos lib res para llevar las riendas. Los sarapes que
d" s"da(olo r o ro conlisla s
rosa, y fl Of"'. siglonm se usaro n muy frecuentemente en el siglo XVl1I eran rectangulares
Colecdón Musco Naciona l de pero cumplían la misma función . Su bocamanga no es sobrepuesta,
Hi, ' oriad,,1 Camilo de como la muceta, sino tejida en la misma tela con distintos colores para
Chapultcpc:c.
señalarl a. Algunos sarapes que datan del siglo XVIII tienen una peque-
ña pieza de terci opelo, con sus botones de plata, sobrepuesta. Estas
dos pre ndas son genuinas porque nacieron de una necesidad y res-
pondían a un uso específico; no son producto comercial ni folklórico.
Otro informante recorre e l país y resei'la algunos trajes y condi-
ciones de la gen te de di sti ntos medios en las ciudades del interior ; su
test imonio es certero e interesante:
Guanajuato: "Si las minas están en bonanza, así los mineros como
los o perarios juegan, gastan y expenden cu anto tienen sin término ni
modo; gastan en vanidades: compra n tafetanes, cambray fino , enea·
91
jes delicados, telas ricas. se visten como príncipes.. _, vestidos de gala,
con calzón de terciopelo, casaca de tisú, franjones de oro .. ."904
Puebla: "Las fábricas en que se emplean los vecinos (tenidos por
los más hábiles e ingeniosos de toda esta Nueva Espafla y con razón)
son los delicados tejidos de lana, algodón, y alguna seda; vistosos lien-
zos pintados a imitación de la China . .. "95
Ocvr:aca: " . ..Los hombres visten a la espai\ola, con capa o a lo mi·
litar, según su esfera. aunque no faltan enmantados, que aquí llaman
"palomillas", porque las mantas o frazadas con que aquí andan rebo-
zados. son blancos ... Las señoras visten su armador blanco y para
salir de su casa usan de manta, con pintas o sin ellas. Las de mediana
esfera llevan dengues de terciopelo o de bayeta blanca, con guarni-
ción de cintas; otras llevan paño de reboto. y las pobres, en lugar de
manto o mantellina se ponen por la cabeza sus guardapieces o ena-
guas, que aquí llaman, con puntas de holán o encajes."'"
La sierra de Prabla: " En muchas provincias andan con la cabeza
descubierta los indios; en algunas, usan de unos sombreritos peque-
ños de petate o palma y en tiempo de aguas, usan de unas capas cor-
tas, tejidas de palma, que llaman pachole y parecen erizos, . ."97
En 1780 Carlos mvolvió a prolúbir el chambergo, para sustituirlo
por el sombrero tricornio sobre peluca con dos caireles horizontales
a los lados de la cara, de manera que no podría servir para el embo-
zo. Hubo tal descontento en España y en México, que se produjeron
motines callejeros. En represalia, el rey dispuso que de allí en ade-
lante el chambergo fuera el sombrero de los verdugos.
En estos apWltes se ha seguido la evolución de la peluca. Una cos-
tumbre muy especial de los novohispanos era la de usar gorros blan-
cos. Es posible que al llegar a casa -después de haberse quitado la
peluca- se sintiera frio en la cabeza y se cubriera con el gorro, pero
no es lógico que las personas se hicieran retratar con tal prenda. Sin
embargo, as' lo hadan y con mucha frecuencia.
"El gorro blanco es otro títere .. . En toda España no hay tantos
como en sólo Mbico. Chicos y grandes, ricos y pobres, todos traen
su gorro., ,''98
El rebozo era un accesorio de la indumentaria femenina que en
el siglo XVIII fue de uso constante. Aunque" .. .imitan los hombres [en
México] el modo y estilo de los que vienen de Europa, y las mujeres
las modas de las gachupinas, . . .aWlque retienen siempre algunos IUOS
antiguos, como es el paño de rebozo para dentro de la casa, y aWl para
fuera, las señoras no muy principales",99
Veinte años después, el virrey, conde de Revillagigedo, describe
cieno tipo de rebozos que usaban las señoras principales, mencionando
expresamente que "algWlOS tienen mezcla de seda y algunos también
listas de oro y plata y los más ricos estAD además bordados con otros
metales y seda de colores". En el cuadro que representa las "castas",
que encontramos de las dieci~is pareja representadas, ocho muje-
res llevan rebozo.
En el último cuarto del siglo XYUllos novohispanos cambiaban
sus ideas y por consiguiente sus modas. Para describir la indumenta.
lia que se paella adquirir en el comercio de Mhico, apuntamos esta
noticia que hace un vecino de Puebla: " ... En el Portal de Mercaderes
92
0re1"1I,, ....· ~hup:ld" lam,) se ven las tiendas llcnas de brocados, sedas. cncajerias, puntas de o~
IH.,ditd" <.~,n hi r... ~· I~· " h, i u"b...
de: oro. ~il: l " ~ \Ul. y de plata, abanicos, Iiem:erfas. rengues de plata. y oro, sedas. panos,
Cr,k-c.-..¡¡,n.\tu wol\"lIci<..nald" r lustrinas. terciopelos, ctc. De noche. cerrando tiendas y caxoncs e Hu·
Virn.. in .. I.... T<''f'U '''IJI I.in.
Pr"" i,,"c de 1M (UkHlUn \Id
minando con faro les de vid rio. concurren innumerables gentes a pa-
M.. ",u'::' ue
la Vitl~ del VIII" ... scarlo. mirándose en las pucnas de las cerradas tiendas y caxones
..Id AIlUil .. ucOu<.'co:lart,¡. la multitud de senaras que van, unas disfrazadas, y otras, a cara des-
cubiena . . ," " En el Baratlllo que está en la Plaza ... hay unas clavije-
Vc:..' id"d" h l".c~ du d." lo<:t.Il1 ras de donde pende multitud de ropa vieja. de casacas, chupas, caIzo-
u.on 1j"I"m" .Jo: la m i,m:! ",l., nes, camisas, enaguas, polleras, mantillas, medias, calcetas, colchas,
~ i.I, • .1W IU .
C"Ic(;~ i" ro lid Mu".e<. NacirmaJ sombreros, botas, etc .. . . todo viejo, porque de esto nuevo hay innu-
del Vi rr";n....... T"pulZut l;)n, merables almacenes. así en los caxones de hierro del Parián, como
~
en la calle de Tacuba."loo
El virrey don Bernardo de Gálvez, en cuyeo tiempo se estableció
en México el primer café que estaba en las calles de Tacuba, murió
al poco tiempo de ejercer el cargo, el 30 de noviembre de 1786. Su
esposa dio a luz una niña, a los diez dJas de la muerte del Virrey, que
fue muy querido, por lo cual el Cabildo de la Ciudad se ofreció como
padrino de la reci~n nacida, mientras que don Fernando Mangino, di-
rector de la Casa de Moneda, seria su padrino de confirmación. "Todo
el trayecto desde el Palacio hasta el Sagrario de l. Catedral se arre-
lió con arcos de tules para que pasara la comitiva. En un coche iba
la madrina con la nifaa y en el segundo iba el magnifico don Fernando
94
Aba nj<;l> ~ h ucw con pa pe l Mangino, vestido de brocado de plata color aceituna y adomado ctm
pinl 3C(> con C<lccn:u " ¡&Illn .
, 1)f1 ... " \' 1I1.
cadena grande de OTO y con muchas preseas y WlOS descomWlales an-
teojos. que eran el aparaloso complemento. La señora virreina rega-
Aba tlio:u m.:xic. no de c. rey Jó a la comadre un corte de vestido bordado que vaUa mil pesos y al
e'm k: nu,juclu. Hac ia 1100. señor Mangino. dos cortes muy especiales. "101
En la Ohima década del siglo. las ideas cambiaban. Como mode-
los de indumentaria "europea" se revisarán tambi~n dos retratos que
forman parte de las colecciones nacionales: para el traje masculino
se ha de tomar como modelo el de Manuel Tolsé. pintado por Rafael
Ximcno y Planes. El famoso arquitecto está sentado. con la pierna cru-
zada. Lleva casaca y calzón de gorgonln de seda, brillante, de color
castaño. La chupa es mAs corta que su casaca; casi se le podria lla~
mar chaleco. En la orilla de la casaca y alrededor de los putios. de
tamaño reducido. lleva un bordado de hilo de oro, de estilo neoclAsi·
co, igual al que 4!:1mismo diseñara como motivo ornamental de piezas
de orfebreria reli¡iosa. Este cuadro no tiene nada de local; podda ser
de otro pals; pero. precisamente eso es lo que lo hace interesante. pues
demuestra las tendencias de la moda y el sentir de los criollos del mo-
mento: el progreso. la Ilustración. el abrirse al mundo y participar
en las ideas universales. Es la nueva tendencia que va penetrando en
la -hasta entonces- aislada y protegida vida novohispana. (Tolú. era
español, pero llevaba muchos años en Mmco. donde pennaneció hasta
!I: (.Ul~ll la CllqCr'c Hm dc::1
ptlnado)' ~u~ . d"rnOll. su muerte.)
Rc:lrnf,l ck Ddta J wo.n. M.rl. Como modelo femenino se tomará el retrato de dOJla Marfa Ro-
fl.utMro. ORo wbrc Itl .. lo mero, pintado en 1794. Su vestido es de seda li,era. listada, con bor-
("men":' IIJI-=ia M • . B. mO.
., lo ¡"rmlnó 10M G.iltn y dado "chinesco" en la orilla inferior. El corte es muy interesante. pues
VIUuc:fIor. 1796. CoI« d 6n rodea la cintura una serie de len¡:uas de la misma tela, como si fue-
dd Mu~eu Nacio nal dio:
Hi",' " ria del ClSlJIlu ~ ran los p4!:talos de una flor. El corpiño es descotado; la manga llega
CM pulu,p:.:. al codo. Un fichú. o soplillo. cubre el talle desde el cuello. con olanes
•
96
desde los hombros, en fonna diagonal, hasta llegar a la cintura, lo que
acentúa su tamaño reducido. La falda no llega al piso, dejando ver
unas zapatillas de raso, con tacón de carrete y hebillas de diamantes.
La peluca, muy alta. al estilo de María Antonieta. es gris y está rema-
tada por flores, gasas, listones. plumas. lleva chiqueadores en las sie-
nes, pulseras de perlas de vanos hilos, dos relojes supendidos de la
cintura. abanico y pañuelo. A pesar de todo esto, no se ve que la indu-
mentaria abrume a María Romero, sino que lleva todo con garbo y
elegancia. El cuadro recuerda algunos retratos de Goya de la misma
época.
Precisamente en el mismo año en que se hiciera esta pintura con-
cluyó el virreinato del segundo conde de Revillagigedo, que tantos be-
neficios materiales hiciera al reino y. en especial, a la ciudad de Mé·
xico. Del cuerpo de alabarderos, que eran su guardia personal, hubo
uno, José G6mez. que llevó un curioso diario con infonnes sobre la
indumentaria que se llevaba por aquellos años. De él se transcriben
tres noticias relativas a la indumentaria civil: "El dla 12 de enero de
1790 fue el tercer dfa de toros... y por lo mandado del señor virrey
salió el alguacil vestido de golilla, que antes salía de manga ~ capo-
te" .102 Todavía hoy el alguacil de las corridas de toros usa el traje que
impuso Revillagigedo.
"El día 21 de abril de 1791 en México. se pusieron en las puertas
de la catedral, centinelas, para que no entren las mujeres en paño de
rebozo, ni hombres de capote ni de frazada ... 10,103 lo que indica que
seguía la infructuosa campaña contra los embozados.
y en 1792, dice: "En tiempo del señor virrey conde de Revillagi·
gedo, se soltó en esta ciudad de México una porción de monos vesti·
dos a la francesa. que con una casaqui11a de militar y un sombrero
de tres picos, un palillo en la mano y sin espacUn, se presentaban .e n
todos los parajes públicos con mucho desenfado. En dicho tiempo (acle-
más se soltó una moda de unos sombreros que llamaban de hacin, con
una copa muy alta y el ala muy grande, que estaban muy ridículos .. .)
también se soltó un género de vestido que llamaron cluzqueta, que
parecían los hombres. pastores de nochebuena".ID4
Eran estas modas el reflejo del desorden en la indumentaria que
habia resultado de la abolici6n de gremios y ordenQ,ntQS, despuh de
la Revolución francesa. Los sombreros de badn y las chaquetas se
usaron en Mhico a partir de la tercera d~ada del siglo XIX.
Después de Revillagigedo, fue virrey el marqms de Bnmciforte.
casado con MarIa Antonia Godoy y Alvarez. hennana deJ "verdadero
señor de las Españas. príncipe de la Paz. valido del pusilánime Car-
Jos IV".I05
"Cuando llegaba una virreina. todas las señoras de la Colonia ten-
dían su sutil curiosidad en toda la indumentaria que lucia, para ha·
cerse sus ropas según el uso que imperaba en Ultramar. pues la vi·
rreina siempre era elegante portadora de Jos últimos modelos que se
Judan en la corte ... Cómo era la forma y medida de las basquiñas...
si se llevaba o no bajo las haldas la pollera de tela de plata u oro que
se llamaha relámpago por 10 que brillaba.. . la extensión de los man-
tos y los que se estilaban. si los de humo, si los de puntas. si los suti·
les de soplillo o los pequeños sereneros, o los de liarla, llevados con
97
soberb ia gala. si adornaban el peinado con listone s de co lores. con Casac .. ,ononl la bordad;,
e'lilo "eoo:l:'.",o. ~ hor r<'r" de
broches de pedrería o sólo con plumas: si en las sienes aún se pega- e ncaje. ""lo ~mpohadn. 1790
ban los neg ros chiqueado res ... y cómo eran los abanicos, si de ta lle Úln> '-Ob re lelaon!:, nal de
R,,¡ac1 XimC"noy Plane, Que
o de descub retall e, si de barajas. de plumas. de encajes o con paisajes ,e pres .. ".;> a Don M;"'ud
piOlados, o s i con va rillaje de nácar, o de ca rey o de filigrana con es- Tol~;> . P¡" .. colec3o V,rre,na!.
pejillos, " 'Or> IN DA
con vueltas rojas, olvidaron las pelucas, peinaron sus cabellos cortos
hacia la cara y soportaron unos cuellos cada año más altos e incómodos.
En tiempos del quincuag~imo sexto virrey, don los~ de Iturri·
garay, llegó a México el barón de Humboldt y presenció la inaugura-
ción de la estatua ecuestre de Carlos IV en la Plaza. El viajero alemán
vestía pamalón largo; tal vez fue él quien trajo esa moda.
Iturrigaray visitó Guanajuato y las famosas minas de La Valen-
ciana y Rayas, entonces en plena bonanza. Los obreros lo recibieron
con simpatla y para festejar su visita se pusieron sus trajes más ale-
gres. Al día siguiente -para despedirlo- todos los mineros se vistie-
ron de lUlO. Como tres siglos antes, el mudo lenguaje de la indumen-
taria servia para expresar los sentimientos de cordialidad.l 08
En colección particular se encuentra W1a pintura que represen-
ta al virrey, don José de lturrigaray, y su familia. Él lleva casaca de
pana con galón, calzón corto y chorrera: su esposa y las niñas portan
vestidos estilo imperio de telas blancas y transparentes y talle alto.
Al tenninar en su cargo este virrey, que fue retirado por haber
sido acusado de favorecer la causa de la independencia, el rey de Es-
paña, Fernando VII fue depuesto del trono. Reinó entonces José Bo-
naparte, hermano de Napoleón. La tradicionalleahad de los novohis-
panos a la monarqufa española no se sintió ya ligada a la metrópoli.
Por estas circunstancias. se iban haciendo más claros los deseos de
independencia.
Don Pedro Garibay gobernó como virrey por poco tiempo. inte-
rinamente. Era ya viejo y no se adaptó a la nueva ~oda. Artemio de
Valle-Arizpe hizo una descripción de su indumentaria, que parece re-
presentar toda una época:
'0 • • • Viste siempre de gris con limpia y esmerada pulcritud; a dia-
rio se muda la camisa. con espumosa chorrera de encajes; la blanca
peluca se halla de continuo alisada, con su gran la7.o negro sobre la
nuca; reluce su sombrero de tres candiles y son claros espejostas chi-
nelas de cordobán de lustre con hebilla de oro. Sus manos no salen
jamás de las quirotecas de gamuza amarilla con vueltas bordadas. Se
apoya en un bastón de tepehuaje dorado. con puño de marfil. .. Toma
su fresco y oloroso rapé, con elegante pulcritud. de una caja de carey
y lo sorbe complacido. entrecerrando los ojos y con un pañuelo per-
fumado se sacude luego, minuciosamente, la chupa y los encajes del
peChO.'·IM
Don Francisco Xavier Venegas llegó al virreinato en 1810. Trajo
con él a su peluquero, que puso negocio y se dedicó a cortar el cabe-
llo según el nuevo estilo. a los "anticuados" navohispanDs que que-
rIao estar a la moda.
En algunas litografIas se representa al cura Hidalgo vestido como
chinaco, con calzones de gamuza, botas de campana y plumas en el
sombrero. Ignoro cuál haya sido la documentación para representar-
lo en esa forma. Cuando salió del pueblo de Dolores. don Miguel Hi-
dalgo iba vestido de calzón corto, chupa y casaca de rompecoche, tela
de lana tralda de China. como se ha dicho. IIO
La moda durante el siglo XIX
Desde que se fundó la Academia de las Nob les Artes de San Ca rlos,
se dio a conocer en México el "nuevo estilo" que se llamaría neoclásico.
La Re\'olución f rancesa fu e un movimiento de tanta importancia
que influyó en gran parte de las act ividades de los hombres de todos
los paises. Para romper con el pasado, su s dirigentes adoptaron un
esti lo emanado de la an tigüedad clás ica. Así, en el pensam iento y e n
el arte -arquitectura. pintura . o rfebre ría e indumentaria- el esti lo
neoclás ico se tomó como sí mbolo de ese rompimiento.
Muy b ie n convenía ese camb io a los mex icanos que querían o b·
tener su independencia: y se identificaron con é l tomándolo como pro-
mesa de progreso, modernidad y trato con todos los pueblos del mundo.
la adopción del est ilo neoc lásico en México fue una aCl itud vivencia l
que sa ti sfada el deseo de se r " mayo res de edad"
Los a nos tran scurridos entre la insurrecc ión de don Mi gue l Hi- La muda iml'('rio .. n lasúdln
de M¿x ,co, Oleo §ubt'c
dalgo y la consumación de la Independencia por Agustín de Iturbi de. madera, anommo_Caocccra
estuvie ron sell ados po r ese es til o. En lo que a la indumentaria se re- d.'camaquercpr.. , .. mala
fiere, el est ilo neoclás ico se llamó " imperio " y cambió los usos a nte- enlrada d.. Agu'lon de
hurb,dc.d 27de~ptl .. mbre
rio res: ni pe lucas. ni chiqueadores. ni polvos en el pelo. ni miriñaques. d(' 1821 El apar ..¡odel
ni lelas ricas y pesad as; no más casacas con puños exage rados. Se pro- caballo de lturb,dc ... d ..
plumana Col .. cc,on Mu~<,o
ponía. para los hombres: uniro rmes mil ita res o t rajes civiles con esa hidro Fahcla. porcortes,,,d.. 1
apariencia; y para las muje res: telas ligeras, transparentes; vestidos Banco de M ~uco
100
descotados. con talles altos y pliegues cayendo rectos, sin marcar la
cintura; zapatillas de Taso de tacón bajo; para ambos: pelo corto, na-
tural. peinado hacia la cara.
En esa época hubo luchas aisladas en distintas regiones del país.
de grupos que se unian a la causa de los insurgentes. En Guadalaja-
ra, los rancheros y la gente del campo hablan adoptado un sarape más
largo, tal vez para protegerse del frio al cruzar las sierras que tanto
abundan en el territorio. Su sarape llegaba hasta los pies y era de va-
riados colores: es posible que proviniera de los obrajes de San Miguel
el Grande. muy afamados por sus tejidos.
El uso de esta prenda dio lugar a que el comandante y goberna-
dor de la Nueva Galida, José de la Cruz, expidiera un bando con fecha
de 25 de julio de 1811, que decía así: "Que los vecinos de esta ciudad de
Guadalajara y su provincia, de cualquier estado, clase y condición
que sean, usen y lleven en el sombrero -aunque sea de palma- una
divisa encamada, teni~ndola tan fija y cosida al sombrero, que no pue-
da caerse, ni esto sirva de disculpa para que el que se encontrare sin
ella, se exima de la pena que irremediablemente se le aplicará a todo
contraventor. Se prohibe también el uso del cotón, llamado antes ame-
ricano y hoy. con escándalo inaudito. conocido con la denominación
de colón insurgente, por los muchos que de las infames gavillas le ves-
tían. El que no trajera este distintivo o lleve el cotón, será considera-
do partidario de los rebeldes y enemigos del gobierno legitimo, e
infieles al Rey" .111
No es ~ste el primer ejemplo de miembros de u~ partido que se
identificaban con una fonna de vestir. En este caso, aunque el sarape
lo hubieran usarlo con otras intendones, la orden lo convirtió en uni-
forme de los insurgentes de la región.
En 1813, la Constitución de Apatzingán, propuesta por don lC\S~
Ma. Morelos abolió las clasificaciones raciales, 10 que trajo como con-
secuencia la libertad en el uso de la ropa. En general, el pueblo y cla-
se media vestian según la moda de la época: los hombres, pantalón
hasta la rodilla, dejando ver el calzón; camisa de manta y sombrero
de petate, que se tejia en cada región ya con palma, ya con tule o paja,
de los que se llamaban "de vuelta y welta". El sombrero de petate
nos viene de China y su forma vino de Espada. (Otra muestra de la
superposición de culturas: la europea y la asiática combinadas en una
prenda de vestir.) Como calzado. llevaban huaraches o botas, según
las posibilidades. En la cintura soUan enredarse una tira de tela, lla-
mada faja o ceñidor, como todavia hoy conserva el traJe de charro;
y por último. la prenda indispensable: la manta o sarape. Ya amarra-
do al frente, siguiendo el estilo prehispánico; ya corto o largo, con ma-
yor o menor influencia espai\ola o árabe, el sarape cubria o engalanaba
a la mayor parte de la población masculina del México decimonónico.
Los gobernantes fueron adoptando modas europeas, especiahnen-
te francesas, segUn el estilo que imperara allende el mar. Existen los
dibujos de los trajes que se hicieron para la coronaci6n de Agustín
de Iturbide y su esposa, que son una copia de los de Napoleón: man-
tos de armido, peinados cortos hacia la cara y todas las caracterfsti~
cas ya apuntadas. En cuanto a las joyas. ocupó un lugar importante
la diadema, como la que habla Jlevado la emperatriz Josefina el día
101
de s u coronación : muy adec uada al pelo co rto y a la moda ins pirada Da",a m<· .• kan .. ,e,1Ld ~ e ,ril"
impaio.en 1 l! 1 9.~on arete,
en la antigua Roma, que s uge ria esa apar iencia. de "J"Ol'aanrnior.
Algunos ves tidos de esa epoca form aron parte de la colección del Dona Ma . Lui5aGorll~¡:a
fo nce r rada y La,' ~r ricta, ol~o
marqués de la Vi lla del VOlar del Águila, de Ouerétaro, y se conser- wb r~ t ~la de Jo~ M ~ .
van todavia . Muy inte resante es un abrigo de seda verde , co n labores V;1Lq ue ~_ Colección
imita ndo el arte plumario. Romero de Te rreros menciona esta colec- Ptnacot«a ViH" inaI, IN BA
ción, y de e lla subraya los vestidos femeninos es tilo "impe rio". cada
uno de ellos con la chalina corres pondiente. " ...éstas son a veces de
lino bordadas con chaquira. de estamena con dibujos indígena s, de
encaje o de blonda."!12 El vestido de esta época que aparece en la fo-
log rafia pertenece a una colecci6n particula r; es de tu l b lanco sobre
tafe ta de seda del mismo color. Está bordado con sedas de colo res,
lentejue las de oro y plata y peque ñas cue ntas doradas, sigu iendo un
diseno libre y o riginal. En la mi s ma colección se conserva el ret rato
de la dam a que fu e dueña del ves tido, con ot ro semejante, tocada con
rica di adema.
102
\ ''''lIdo <·~tllo I'IHTl<Or ¡mp.,rio. La moda " imperio" du ró poco t iempo. pe ro no terminó brusca-
hcdl,,~ n Mc_u co.
P~n~"~cj.> a Doi\a Ma. d~ lo, ment e, s ino que se le fueron aumentando elementos, qu itando o tros,
D"lur", Gom e> de (;er,'ante, y has ta que a dquirió un nuevo a specto . e l que fue propio de la época
{ Juli ~r ra Alt amiranu
11793·1 622i. quc ap~ rcc" en la
rom an! ica. La prime ra etapa de este movimiento duró aprox imada-
p,mura al o lcv wbn: 1,,1;0 de men te desde 1830 ha s ta 1845.
,¡ulutdc,conocidn Colee,i ... " En ese lapso llegaron al pa is muchos visitantes extranjeros, a traí·
p.;¡nicul:Jr. V("tidodc lu l
n., r,J .. d" ~n hilo, d,> " lal" _' dos por las no tici as que publicó el b a rón Alejandro de Hu mboldt en
'cd~ ,,k ,'olorc \. su famoso Ensayo poUtico sobre el reino de la Nueva España.
Al gu nos d e los vis it antes llega ron buscando las belleza s natura-
Ana Ma. Jo,da I ¡;n~,ia les: otros para participar de las riquezas mine ras o establecerse con
Zcnohia de 1<:,(" Ab,,'" y
Arriol" ,,k Ví ... arra
fin es come rc iales. También a rribaron artistas que plasmaron en lien·
Muj<: r Ic¡mima de Jo,,, M"na zos y p la nchas de piedra lo que les pareció m ás exótico y atractivo.
Vi ,e:. r, ... A" u"'al dc, nau.Hal Morit z Rugendas , Carlos Nebel , Cla udio Linati. Thomas Egerton y
..le l pue blo de Am,,~ .. de edad
lb añ"s_ Se re! ", l u ~ n otros más, nos d ejaron su testimonio plástico sobre la vida, costum·
GuadaJa jaraell S d r.'kbrno bres e indumentaria del México de entonces. Si nuestro arranque a
de 1816. Colección p,an icu lac
Ve" ido .,,, ilo pn me r
la vida independie nte fue en muchos aspectos preca rio, en ése -po r
,mptno_ Nór....-e juya, y lo menos- fue riquí simo.
pc i na do, 1811>
Claudia Linati estableció el prime r taller de litografía e n e l país,
dejando un álbum que contiene 48 planchas, con el título de Tra;es
civile s, religiosos y militares de Méx ico, que const ituye u n elemento
de cons ulta muy completo pa ra e l tema que nos ocupa .
Willia m BuJock esc ribió el rela to de su viaje a nuest ro pals en
1823. Fue a la Alameda y alli - dice- era donde mejor lucía n los va·
riadas v espléndidos trajes de las distintas clases soc iales de Méx ico.
103
"El traje de las clases altas. en 10$ señores es el europeo o una ligera
chaqueta de calicó estampado; la capa larga se usa invariablemente.
El traje de los hacendados es el más vistoso y costoso de todos; con-
siste en camisa bordada, chaqueta de calicó. manga de terciopelo. bor-
dada o galoneada de oro; pantalón de cuero de color. abierto a la rodilla
\' adornado con abundante botonadura de plata: zapatos o batas de
gamuza)' poltúnas de cuero de color canela, curiosamente labrado en
reti~'e y realzado con oro y plata; sombruo grande. de copa baja y
banda de oro. Montados, sus caballos van igualmente espléndidos; con
la gran silla espa"ola y sus estribos cubiertos de oro y plata y la par-
te trasera del animal cubierta de cuero duro, ribeteado por un fleco
de cadenillas de hierro. Las señoras visten camisa bordada. ligera chao
queta abierta}' ralda de color vivo, llena de lucientes lentejuelas." Y
las clases bajas, ellos, "chaqueta y pantalón de lino o lana y sombrero
de petate y ellas, faldas de calicó". "Muchos individuos -agrega-
se envuelven solamente en un sarape, a manera de toga."m
La descripción anterior es muy acertada en lo que se refiere a
la indumentaria de los charros; y por eso todo el resto de su relato
nos parece confiable.
Es interesante su enumeración, pues nos informa que seguJanse
usando capas hasta los pies, lo que demuestra que, cuando una moda
es cómoda y atractiva. no deja de usarse por un capricho. sino conti-
núa vigente. Menciona las botas de campana, y también la anquera
del caballo, con su fleco de hierro, llamado "golpes" o "sonsonetes"
porque hacen ruido a cada paso que da el caballo. Sabemos cómo eran
los sombreros en esos años: los jaranos de mimbre, o los " panza de
burro" de fiehro gris. con una forma parecida a la de los picadores
del torco.
Del traje de las chinas del sillo anterior sólo ha cambiado la pe_
queña chaquetita abierta, que existió, desde luego, porque se ve repre-
sentada en varias litograffas contemporáneas. Tambi&l demuestra que
las chinas pertenecian a la " clase media", muy pequena. por cierto.
porque habla de otras mujeres més pobres. Y en cuanto a decirle to-
ga al sarape. no podr la haber cumplido més simpético para ésa, nues.
tra prenda nacional.
La moda del traje clvll en el perIodo romántico se puede reducir
a dos aspectos: en el primero, los vestidos femeninos guardan toda-
\'Ia el talle alto; las mangas son largas, con volumen o globos ce rca
de los hombros y luego bajan angostas hasta el pudo. sin adorno, El
largo de la ralda es al tobillo, Los escotes se han reducido; todavia
se usan las chalinas en el cuello, abrochadas al frente. El peinado es
de tres volúmenes: uno sobre la cabeza y dos a los lados, sobre las
orejas. Aparecen las peinetas colocadas encima o atrás de la cabeza.
sosteniendo o no. mantillas de encaje.
El traje de los hombres era de dos formas: los elegantes, llevan
pantalones larJos, detenidos por abajo de los zapatos con unos resor-
tes apodados " pialeras". Fracs neBros. chalecos blancos de cuello muy
alto y camisas plisadas con corbatas anchas, con moño negro al cen-
tro. El cuello del frac sube solamente atris de la nuca; ese cuello ex••
aerado requerla el pelo corto. y asilo usaban 105 "señoritos elegantes",
pero con richos sobre la frente. Es la II!poca de los sorbetes "de a me-
104
dia vara", con aJas muy anchas. que casi hacen desaparecer la cara.
El frac va muy adnturado y el faldón lleva entretelas para dar volu-
men, ahuedndolo. Es una moda afectada. no elegante porque carece
de naturalidad. pero que se adapta muy bien a las afoctaciones del
periodo romántico. En Francia, a los hombres ast vestidos se les lla·
maba les incroyables.
Comentando esa indumentaria masculina, dice Antonio Garcia
Cubas: "105 fraes debian estar entallados al cuerpo en hombros. bra-
zos y cintura. Para lograr ese efecto, tcoJan unos broches bajo la man-
ga, para entallarlos todavía más, despu~s de habérselos puesto. Más
de una vez, en visita, el dia de recibo de lUla señora de la aristocracia.
el afectado caballero cruzaba la pierna y ¡zas! se reventaba el resorte
o pialera. se desabrochaba el botón de la axila, o todo a la vez, provo-
cando discretas risillas o francas carcajadas de la concurrencia".
Por supuesto, esta historia se refiere s6lo a los "rotos, curruta~
cos o lagartijos", que eran los que, con sus exageraciones, querfan lla~
mar la alención. Los señores y los miembros de las clases bajas iban
a la moda, pero vestidos con comodidad, sin importarles tanto estar
al "último grito".
la segunda fase del estilo romántico, las mujeres la interpretan
usando todavía volumen en la parte superior de las mangas, pero muy
angosta la cintura: el talle del vestido va tenninado en punta; vuel~
ven a usarse los miriñaques, que en este caso son refajos encolados
para dar volumen a las faldas, todavía hasta el tobillo. Muy pronto,
las faldas de los vestidos se forman de dos o tres olanes superpues-
tos, como el vestido de tafeta verde chafada, que apa~e en la foto-
grafía de la madre y la hija. El traje de esa niña es de terciopelo azul
bordado en seda blanca, con calzones Jargos, de seda blanca, adorna-
dos con encajes. .
Por 1848 llegaron a México los esposos Calderon de la Barca. .::.
como primer ministro plenipotenciario de España, después de nues-
tra independencia. Ella, una inglesa trasplantada a los Estados Uni-
dos: llegó al pals con avidez de ver, comprender y luego relatar sus
impresiones. Son sin duda atinadas y constituyen otro documento im-
portante en la historia de nuestros trajes. Al ver a varias sei\oras me-
xicanas vestidas para un baile, escribe: "Las smoras del Cuerpo
Diplomático tratábamos de contentamos, pensando que el alarde de
nuestra elegancia suplia lo que nos Caltaba en magnificencia, pues -en
lo que a joyas se refiere- ninguna de las damas extranjeras podria
atreverse a competir con las de aquJ. Se vela una profL¡slÓD de bri-
llantes y perlas, ladas muy grandes, y casi todas en forma de pera.
Muchos vestidos se veían recargados, y otros, aunque magnificos, es-
taban pasados de moda". y agrega este comentario sobre el uso de
alhajas " . .. En cuanto a diamantes . .. nadie se casa en este país sin
ofrecer a su novia por lo menos un par de aretes de diamantes, o un
collar de perlas con broche de brillantes. No son siempre una señal
de r iqueza, aunque en si misma lo sea. Sus duei\os pueden ser muy
pobres en otro aspecto: mas los diamantes aquí se consideran como
algo necesario para vivir, digamos por caso, como los zapatos o las
medias ".
Comprobamos también que todos los mexicanos regalaban ricas
105
alhaja s a sus mujeres, siendo ésta también una forma de inve rsión Vestidu de ~cda la b rada .
o alcancía para sus dueños. Pero había que cuidarla s porque -por [naol;]] .. n~l:rJ d,' blurub)
lcrdupdu. P~Tl~ neCló :. Do;;:.
el mencionado desorden en la administración publica- prolife raro n Ma n a Arlloo ia Va ril a . de
las bandas de asaltantes de caminos. Pa lu mino.
Guadalaja ra. 1S34. Col""lUn
Más o menos en esta eLapa de nuestra historia se situa la acción pa rucola r
de la no\'ela mexicana intitu lada Los bandidos de Rio Frio, cuyos pero
sonajes esta n to mados de la realidad , siendo abso lutamente ve rdade.
ras las costumbres y situaciones que describe.
En cuanto a es tas bandas, es curioso que se les apodaba " los Pla.
teados", lo que se refie re a su indumentaria: como no podían vivir en
las c iudades, pues estaban siempre huyendo de la justicia, sin resi.
dencia fija, escondidos en cuevas en la sección que se encuentra en.
1lit>
A. V",~lido d .. I" I.. (a ,·"r.k Ire los hoy estados d e Puebla. More los y México. queriendo lucir en
rea ludo .... ""&"0<;011 a lguna forma sus riq uezas. no tenían otra posibilidad que ponérselas
\10 ••10.:1110' c,¡ ilochi .."..:o)'
c ha'lui ra 1I<'~r a, Pcn.:neci6 a encima. recamando de plata sus t rajes de charrro y los jaeces de sus
Do ~a MHia d,' J c~U. G"m c¿ caballos. Plata en las r iendas, plata en la botonad ura de los trajes de
d.. A I ~ua de hurbid,'
8 . V"~lido d .... iña ••k
charro; plata en los fuetes. estribos y fustes; plata y oro en las toqui-
te rcIope lo azul bordado co" llas de sus som bre ros. Esta modalidad del traje de c harro de sobre-
~da marfil . Cabó" d" li no cargarlo de plata y riqueza dio lugar a modifica rlo. como hemos visto
<O" <:lIc aj,,~ "alencia no.
IIISO. Mo re liaM k h. en [a actual idad. Se ha quedado el calificativo de "c harro" para de-
t::"l"n' ¡''''''' paf(ku l arc~ notar lo ostentoso y reca rgado. Todo ese adorno excesivo viene de los
familia E,cand/", .
Plateados. El que dio las reglas para el traje de cha rro en el siglo xx,
don Ca rlos Ri ncón Gallardo, apa rece fotografiado en los libros de cha-
rre r ía, luciendo el traje de charro que usara El Zarco. famoso bandi-
do de la región de Yautepec. hé roe de la novela del mismo nombre.
La senara Calderón de la Barca estuvo en México poco más de
107
dos a ños; recorrió todo el pa ís y dejó sus imp resiones sob re las cos- Niños Ma rtin.el de: la Torr".
rC: lrato al ól"o sob,.., ,ciad"
tumb res, los pa isajes, los pe rsonajes y la moda. No nos referiremos Don Manu~1 OJrd.-ro
a los vestidos civiles, puesto que las fotografí as de este trabajo abun - Apro~i madame n ! e 1850
da n en trajes de esa época usados por mex icanas. Sola mente se tran s- Call.Onc s larllo.<; y so mb rero
tkpajaenlaindumcnlar, a
c ribirá n sus comenta rios a los dos t rajes tí picos: el c harro. usado por ,nfanlil
los hombres de todas las clases soc ia les. cada uno según sus med ios.
y el de la chin a poblana . A propósito de es te vest ido que nuestra co-
menta rista encont ró tan vi stoso y o ri ginal. es necesario decir q ue las
chinas que lo usaban no ten ia n fama de b uenas costumb res_Cua ndo
la seño ra Calde rón de la Barca d ijo en u na reunión que quería adqu i-
rir uno para usarlo en una jamaica. su deseo causó tanto escándalo
que hasta un mini st ro de Estado la visitó para pedirle que no lo hicie-
ra, porque e ra mal vi sto q ue una dam a lo usa ra .
Enterada de este incidente, una dama mexicana . guapa, rica y vir·
108
de oro, ladeado con garbo. apoyando con fuerza sus pie s en los es-
t ribos de plata y u sando con prude ncia el látigo. c uyo mango os te nt a
un dia mante enonne . La silla.. es una pieza extrao rdinaria que le
ha costado a su dueño 5 000 pesos, toda forrada de te rciope lo, rica·
mente bordada de oro macizo.
" .. . pues aqu í e l pueblo apenas anda \'estido. apenas ex is te e l es-
labón entre la frazada y e l raso, entre las amapolas y los di amantes .. ,"
y su coment a rio despues de pasar unos días en una hac ienda mexica·
na, a propósito del traje charro "de faena " que usaban los hacendados:
"Creo que nunca el carác ter mexicano se muest ra más a su fa vor
que en el campo . ent re estos grandes terratenient es que proce den de
viejas famili as y que viven en sus propias tierras, entregados a pro. 81usu de ~ hina pubiana
yectos ag rfco las y del todo alejados de las pasiones de partido y de bon.lada co n chaquira, , i~l o
los intereses mezquinos de la vida en la ciudad. . levantados con e l
canto de la a londra, monta ndo siempre al caballo más bronco de la ha.
cienda, afici onados a la a rriesgada diversión de colear, haci endo C¡¡s to r re,-ama d.., ~ on
kn tej uelas dc ca la m ina
pruebas de destreza varoniles que ayudan a conservar la supe ri o ri. Rebow de ~c da , ult 'mo' al'l..,~
dad fl sica de esta raza de hombres: los rancheros mexicanos." de l ~ ;II Jo ,," UI.
Unos afias después e l pa ís se veía sujeto a la intervenc ión fr ance.
sa, Para hace rle frente, se reunie ron gavil las de rancheros que usa. Tr¡¡j,· de c hina pob la na . El
ban una modalidad especi al de l traje de charro: se les llamó ca~ \ o r pc rl e~c,óa la l amilla
"chinacos" , Vestían pantalones la rgos de gamuza to talment e abier. de Anlul'lanodc P..,.,bla. La
b lu ~a , on c haqu ir .. )' la~ joya s
tos a los lados, con unas hileras de botones y oja les , de plat a, hueso dtl ~i gJo " '~ . C... I"cción
o simplemente ojales por los que se pasaba un " tiento" o tira de lgada p.. nic ul a r .
de gamuza, pa ra ce rra rlos hasta la a ltu ra deseada. ~sta e ra gene ra l. <
mente a la rodi ll a, dejando el resto abierto, para tener mayor li be r.
110
U '-;I:;I y~hal"co dcd amll$Co. tad de acción sob re el caballo. Por la parte abierta se asomaba el
traje ~. ~ ;tla <k charto. 1864.
Don "nadctod" Polirlura y
"ca lzón blanco" de manta, tradicional en el traje de los campesinos
. u, h i i<>~. Ol.,., whr~ tel a de indlgenas. Sobre la cami sa traían la "cotona", especie de jubón cor-
Edu ardo Pi ngret . Cokcdón
Ba na m ,, ~ .
to, hecho por lo común d e gamuza u otra piel suave; carecia de bo to-
nes pues el escote era lo suficientemente amplio para introducir la
cabeza a través de él. Muy peculiar de esta prenda eran las charrete-
ras. también de gamuza, cosidas sobre el hombro para cubrir la unión
entre la manga y e l talle". 114
" El sombrero de ala tendida y copa plana o semiesférica, siem-
pre adornado por chapetones, uno a cada lado de la loquilla, gene ral-
mente gruesa, El calzado de los chinacos consistía en huaraches tejidos
de cuero o zapatos de dos riendas,"lls
De nuevo se enriquece el conocimiento de la indume ntaria de Mé-
xico, con el relato de una viaje ra, Es el de María Giovanni, que corri-
gió y publicó Al ejandro Dumas con el subtítulo de Diario de una
11 1
parisieme. Vino por mar desde Sa n Francisco: desembarcó e n Aca- L..;, .",...l .... n M.. ~ico .. n 1116-1
Doña Josdi na El¡;" ,a , G,l d.·
pulco)' des pues de un viaje accidentado llegó a la ciudad de México Polio"r". Ole" -;obr,· Icb d~
en 1854. He aqui algunas de sus impresiones: " A las 5 en punt o me Eduardo Pin¡:; r"l . Colc cdon
anunciaron con Su Ahe1..a. Entre todo aquel brillante estado mayor,
tan sólo un ho mbre estaba vesti do con una ca saquilla y un pantal ón
blanco ... se d irigió a mí y por su piern a de madera supe que aque ll a
especie de hacendado no era otro que Su Alteza ... a las seis ho ras, Su
Alteza se desp idió de mí , invit ándome a asistir al ba ile que le ofre-
cían esa mi sma noche las damas de la ciudad de Igua la ... no se tiene
una idea, en cuestión de diamantes , de la toi/e lle de las damas mex i-
canas. Estaban de slumbrantes de pedrería ... En cuanto a l Presiden-
te, estaba vestido de burgués, con pantalón negro, chaquet a azul con
botones de oro y corbata blanca."
y al llegar a la ciudad de Méxíco, nos info rma del comercio: "Las
buenas tiendas de México se halla n situadas en la ca lle de Plateros.
112
cribía Ca rlot a en 1866 : " Le ruego venga a misa toda de seda negra V~5tido de polizón hecho en
Parls y u~:adoen Mh ico hu,a
y con mantilla , o velo de encaje a la mejica na, que tenemos costum· 1882. Brocado d~ scd~ color
bre de llevar siempre el dom ingo". tabaco con di§eño n~Kro
hgurandoak:achofa!.
Los trajes que usaba Maxim iliano fueron: uniforme; levita y frac. Bordado de abalorio! al
que acompañ aba con sombreros de copa de color g ris; o traje de ran- fr~nle . Colección pan, cular
chero. con sombrero jarano, que usaba para montar por las mañanas.
Como parte de las fot og rafías de este tra bajo está una de un sarape Vestidodc polizón adornado
con aJamaresd~ sou.:ache.
hecho en Ouerétaro, con los escudos impe riales tejidos en la tela , en mangas decamcro bordada~
las cua tro esquinas. con l enl~jue la. cuello aho de
terciopelo y cncaj~: corle
De la época de la República restaurada no hubo va riaciones en inlcrioren la falda para
la moda; es más, e n Euro pa ya no se usaban los trajes con c ri no li na polizón Eliq~ta: " Juli a Lalle
y aqul las señoras mexicanas se a fe rraban a ella. a pe sa r de lo incó- COI. San J uanck !..etrán 13.
Mtxico".18ó5. Pene necióa
modo que ésta resultaba para la vida republicana y a lgo austera. Do n Do"'a Maria GorU",r de
Benito Juárez usó s iempre frac o levita. Sald"'''', Colección panicular.
O
P<' I"~d,,r d~ ",d .. .. " Iú r lil" (uell u ,k ,."~~ j,, d ~ I: "i pur~
l Vll .. udl~~ " n c u ,-II .. , " ", c int;" ,k 'c rc iop...l u El
10'''''0':;'' .1,. """ '1<" ,n~I", in !<"r'u l' r: " ;, " r madocon
l b ";" 1 ~'1I1 \';.r dl,,, pM a , o'tc n,·d"
La pieza que figura en la pág ina 11 5 es extraordinaria: se trata Cofia d .. alcoba de linón y
de un encaje frand!s de Chantill y, de un metro y d iez centímet ros de .. nca~ sva l .. ncia roos
'u. n ina Tere" . Paste l de A Si el período de treinta afias en que gobernó Porfirio Díaz co~
Ramo. M ar~i""l. Co l ~("lón tanta bonanza económica no fue una exageración de lujo y derroche,
pan ic u lar.
se d ebió e n gran pane a la moderación de su esposa, Carmelita. De
las fi estas del Centenario de la Independencia se conserva WlO de sus
vestidos de encaje blanco y un juego de sombrillas que también figu-
ran entre las fotografía s. Sin embargo, hojeando los lib ros y periódi-
cos de esas fiestas, vemos que las señoras que acompañaban a los
embajadores extranjeros vestían trajes menos ricos, pero más moder-
nos. En los de la primera década del siglo xx se usaron unos relle-
nos que se llama ron " puf" : dos coj inci tos rellenos de lana o crines
Ropón d" ba utizo con "ncajo:, de caba llo para, simplement(O, alzar un poco la parte posterior de la
valcno; ianos. alforza. y tira enagua del vestido.
bo rda da. Pe rte neció a Don
Maur ic io de Maria Ca m po~ y Los rerrocarriles comunicaron al pals trayendo las novedades des-
Elijuc ro. a ño de 1878 de la capital hasta las ciudades de provincia. La clase media que se
ColL..:ciú n particula r.
volvla cada vez más numerosa llevaba ropa más sencilla pero tan cui-
dadosa y bonita como la que veía en los escaparates o en las revistas
de modas, que circularon profusamente desde 1840. Eran éstas: La
Moda Elegan.te, editada e n Madrid. y La Semana de hu Señoritas Me-
jicanas, en México, en los ta lleres de Ignacio Cumplido. Después apa-
reció otra publicación nacional llamada El Libro del Hogar.
El presidente Díaz tuvo como su guardia personal a un grupo de
rancheros vestidos de charro apodados "rurales".
123
Las fi estas pa ra conme mo ra r el Cente nario de la Inde pende nc ia Fil lda~ dt: pe,.~al , r~b.-" ,."
.\tuj.. r ..sd.-l nlad" d,-
fu e ron muy concurridas por los de legados ext ranje ros y los h ab it a n ~
Murdu~
tes de México. Hubo iluminac ión. des fil e históri co , ve rbe na s y fu e- Ol.-u ~ubr.. 1..1;. ... n~mJl de
gos a rtificiales y también bailes y ce re mo nias privadas y oficiales. Con Ju"': Ck"w nl .. 0r"" " 5<-,.,,'
dt: 1iI K""ulu""n, 19211
ese motivo las señoras compraron, enca rga ron, mandaron hacer o con-
fecciona ron los vestidos más bellos que les permitieron s u s pos ibi-
lidade s.
Al es tallar la Revolución se s us pendió por un tiempo el inten!s
por la moda, dedicándolo a ese acontec imiento lan important e. Sur-
gieron en el norte las soldaderas llamadas "Adelitas", vestidas de per-
ca l. al es tilo q ue co r respondia a la epoca, con su s rebozos c ruzados
sobre e l pec ho. en la mi s ma forma que s us hombres llevaban las ca r-
tuche ras. Es tas mujeres con s u es to icis mo y belleza dan la nota lumi ·
nosa e n un pa isaje de carencia s y desolac ió n.
Para concluir, volvamos a la s m:himas de fray Am oni o de Esc a-
ra}'. que dice con gran verdad:
" La relación de estas modas acredita y anuncia que se ha n u sado
antes)' se u san ahora, que se u sa rá n más adelante, )' que ta l vez se
renueven y res uciten de cuando e n c uando; y sólo se diferencia n por
la d ive rs idad de nombres y por la forma , )' de la figura , con que ho m-
bres y muje res explican el reciproco )' natural deseo de agradarse unos
a otros."
125
EL TRAJE RELIGIOSO
Introducción
•
126
Siglo XVI
Indumentaria • •Iar
"Cinc; uo.:rul y ltete P':'Ol Bemal Diat, describiendo las iglesias de 101 pueblos ricos, dice
pstados en la c ompra de UM
c.~ulla de cUomaKO blanc;o y
que tenían capas, casullas y frontales. y "las mangas de las cruces muy
un .lba" , 1551. labradas de oro y seda y aun perlas. y las cruces de"los difuntos de
Códice Sierra. raso negro y en ella figurada la misma cara de la muerte, con su dis-
forme semejanza y hucsos",1l
"()Q,cienIOI ochenta y un En el Códice Sierra, que es una relación de los 18StOS que se ba-
pc:_I'O~ que imponuon \lnA
dan para el culto en la iglesia de Santa Catarlna Texupan, Oaxaca
Clpa de dam.,c:o bl, nco )' \In
patio de tafeg" rojo. Todo lo (1550-1564) se menciona la compra de va rios ornamentos: una casu-
hi&o Tomi. de !tos Cuevas. lla de terciopelo negro. una casulla de raso rojo. una casulla de da-
IpI.l • los que Iuoy en 0."10::1.
c.toree monedas de 20 pHOl, masco blanco y una alba. Terciopelo rojo para unas dalmáticas, y una
m'" rca1c.. - AI\u 1561 . capa pluvial que hizo TomAs de las Cuevas en 1561. También apare-
Códice Sierr.. BibllotK& de la cen unas hopas de color carmesf. especie de sotana que usaban los
Univenidad de Puebt..
sacristanes.
En octubre de 1575 se dieron las ordenanzas para lorreros y be>
neteros. Los bonetes. semejantes a una aorra de cuatro pico~, eran
para uso de los eclesiAsticos; los habla romanos, salmantinos. caste-
llanos, de cl~rigo y de galera. pues tambiá110s usaban coleaiales y
graduados. En 1579 se dio la ordenanza de sombrereros. especifican-
do que los bonetes de cl~rigos dcblan ser de diez dedos de falda, Ylos
sombreros de fraile. "pardos para los franCiSCaDOS, de veinte y ocho
on:z:as".1l
131
Las ordenanzas para los sastres se dieron más tarde. a pesar de
que algunos hablan llegado con los conquistadores. Este gremio te-
nia como patrón a San Homobono.
En el tercer Concilio Mexicano de 1585 se detennin6 simplificar
la eauda coral que usaban los prebendados. Acostumbraban llevarla
plegada. excepto en las procesiones y actos públicos. donde se dejaba
cacr. Se usaba encima del sobrepelliz, imitando la costumbre de las
catedrales espai\olas.
Lucas Atamán comenta refiriéndose a esa época: "Los obispos
electos no usaban la vestidura morada propia de aquella dignidad,
pero llevaban el sombrero grande de canal forrado en verde lo inte-
rior de la ala, y con unos cordones de seda verde alrededor de la copa.
con borlas que colgaban hasta fuera."
Otro indumento más que usaban los prelados era la muceta, es-
clavina de seda o piel abotonada por delante. En el Museo Nacional
de Historia, en la ciudad de México, hay una pintura, de autor anóni-
mo, en la que fray Alonso de la Veracruz aparece vistiendo la muceta
sobre el hábito agustino.
También se usaba el balandrán, vestidura con esclavina sin man-
gas. Algunos llevaban prendidos de los hombros unos lienzos que casi
arrastraban. a manera de mangas perdidas.
A mediados del siglo XVI la mayoria de las telas se importaban
a través de España: lienzos de Holanda. bayeta blanca de Flandes, ter-
ciopelos de Venecia, estameña de Milán, brocados y rasos de Casti-
lla, tafetanes de Barcelona, paños de Valencia. de Ruin ... Sin embar-
go, antes del fin de siglo ya se hablan establecido muchos telares
urbanos. En los obrajes comenzó a tomar incremento el tejido del pais,
"raso amarillo de la tierra, labrado", algodón, lana y hasta seda de
la Mixtcca. Los colorantes naturales como el añil y la cochinilla pro-
ducian tonos indelebles y hacia "1596 se tejia en Nueva Espafta una
tela de oro con punto de sarga a uso de Italia".14
Ademt. ya habla quedado establecido el comerc:io con Oriente;
cada año llegaban las naos al puerto de Acapulco cargadas de merc:a-
denas, entre las que habla telas de seda de diferentes texturas, algu-
nas propias para ornamentos religiosos, y con el tiempo empezaron
a recibirse ornamentos bordados en China con flOres y mariposas mul-
ticolores.
Por la misma ~poc:a debe haberse iniciado la elaboración de ca-
joneras especiales para guardar la indumentaria reliaiosa. E.I jesuita
Carlos Borromeo escribió en 1577 una instrucción sobre los ajuares
eclesiásticos y recomienda: "confecciónesc con tablas de nogal un ar-
mario amplio. en el cual se conserven los sacros indumentos. . . Ten-
ga cajitas movibles, y ~stas separadas y muy amplias, en las cuales
tambi~n de acuerdo con la variedad de los colores se conserven los
sacros lndumentos tendidos y distribuidos y con orden" . 15
Tambiál habla de unas perchas para exponer los sacros vestidos:
"en la sacrisda tambil:n haya perchas confeccionadas pulidamente,
colpdas de cables movibles y de poleas en las que se expongan o se
extiendan los sacros indumentos, cuando sea necesario".
132
Siglo XVII
133
Siglo XVIII
Ornamentos completos:
37sobrepellices.
1 palio blanco de china.
I muceta de Id . con su estola )' roquele.
4 toallas de sac rist ía.
Varios manotejos o rdinarios.
I tafetán para el comulgatorio.
2 manteles de comulgatorio.
15 aras de a ltares y sagrarios, todos de altares, vestidos con
todos sus necesarios, de tapetes, cubiertas, ca ndeleros, atriles.
La tumba de difuntos con tocios sus paños.
Manleles de altar:
Pallas:
M I .. lu:
Las diferencias con España fueron puntualmente registradas: Fraile franciscano. h.t.bitoa~u l
ai\ il; muce _ " y binetec~n
Fra ncisco de Ajofrin. fraile capuchi no que visitó la Nueva de 1763 a borla blanca del doctora do en
1767. comentó el uso ex.agerado de los gorros blancos: " todos traen leologll. Siglo ~'111 . Fray
Duns SCOIO. Autor Mig uel
su gorro muy empingorotado, hasta los clérigos y fra iles, los he visto Cabrcrl, ó leo sobr" le la
en el confesionario con gorro, dar la sagrada comunión con gorro, y Museo Naciona ldd
esto en Mexico. Salir para decir misa con gorro y quitársela al ln- Vineina lo. TepolZo_l iÍn
troi1o ."~
Ajofrin también notó que los "reverendos Padres dominicos traen
en estas Provincias el rosario al cue llo. colgando sobre el hábito; a
142
su imitación le traen tambit!:n los Padres de San Juan Dios, los Padres
Bethlemitas y los Padres Hipólitos",J!
Los canónigos usaban unos puños blancos llamados "bolillos" por
adorno en su traje capitular y que les diferenciaba de los cl~rigos
comunes.
El fraile carmelita Antonio Vázquez de Espinosa escribe en 1630
que "cerca de la Universidad y escuelas hay otro colegio muy grave
que llaman de Santos, el cual tiene doce colegiales los mas de ellos
sacerdotes que entran en él por oposición; nevan los mantos pardos
de pafio y las becas de grana algo cortas".J.2 Esa institución desapa-
reció en 1843 y el edificio fue derribado; estaba situado en las actua-
les calles de Corregidora y el colegio se regia por la misma constitu-
ción que el de Santa Cruz en Valladolid ..n
Como complemento de la indumentaria reliaiosa hay que aftadir
el lujo de las cajoneras. Juan de Viera menciona. en 1777. la del Cole-
gio de San Ildefonso: "tiene una caxonerfa que coCe todo el frente de
~lonj.J. concepcionista el d i.
dt' ~ u profni6n. Corona )'
la sacr¡slla. de finísimas maderas embutidas. con sus chapas yabra·
~Ima dn:ur;td .., con florn de sader.s de plata donde se guardan más de SHenta ornamentos de ri-
tC!lae nc.:: rad a. qulsimas telas y prucianas y ~s enteros que pueden lucir en la mis-
Cotec<,;i':'n~.,icu lar.
~
ma Catedral, siendo el uno de ellos tan particular y rico que p~ de
mil pesos su costo, bordado de realce en oro. plata y seda. Albas hay
Tuca de profC'$i6n. Terciopelo
bonladQ en pl.u.. Sillo XVIII.
tan ricas que vale cada una cien peSOS".34
Calrcciun p,artkul ..... El marco para el lucimiento de toda esta indumentaria no podfa
> ser menos rico: altares barrocos de madera tallada. recubiertos de
oro. Los habla en todas las iglesias de la ipoca, asi como pinturas al
óleo de calidad. esculturas estofadas, andas de plata maciza, fronta-
les de altar, vinajeras. platos, incensarios, portapaces, ciriales, cru-
ces, candeleros, sq:rarios. todos del mismo metal. Cálices de plata so-
bredorada, custodias de oro con pedreña, lámparas y candiles :J
barandales de plata, ramilletes y blandones. Todo esto hizo exclamar
a Viera, "los Patricios de Mbico. acostumbrados a ver en esta ciu-
dad lo que es grandeza. riqueza y magnificencia. pues s6lo que fue-
ran sus paredes de plata de martillo causarlan mayor admiración,. aun-
que no se espantanan de ver tanta plata junta".»
C-Vcn'oa do -Ju
Fray Juan de Zumérraaa. primer arzobispo de Nueva España, luchó
con empe~o hasta alcanzar el permiso para fundar un convento de
monjas concepcionistas. en 1540. A fines del siglo XVI ya hablan lle-
gado c1arisas, jerónimas, dominicas y agustinas. En el xvn arribaron
a la colonia las cannelitas descalzas y en el XVIII dos nuevas órdenes:
la de El Salvador y la CompatUa de Maria, ~5ta para dedicarse a la
enseñanza. En el Museo Nacional del Virreinato se conserva un cua-
dro del si,lo XVIn, de autor anónimo, donde se ilustra la indumenta-
ria que portaban las diversas órdenes de religiosas.
En una li sta del convento de Regina Coe li , en México, aparece
lo que habla menester una novici a para tomar el hábito:
SIGLO XIX
Al referirse al seminarista describe su indumentaria: " una toga No~ ic ill d~ "do bliln c<> el di"
de su profesión. Cruci fojoy
de pano de castor abierta por los lados. cu yo color varia segun las ,·e l;) ( nf lorado ... Sig lo XIX .
clases. Asi las hay rojas. azules y pardas; la especie de banda tenni - Colc:cdon p"n i ~u l ilr.
nada en estola qu e cae sobre la espalda hasta los talones" leva " un
anillo de plomo que evita que vuelen las puntas y viene a ser el arma
que decide en los combates durante las horas de recreo", (Tal vez la
cost umbre actual de decir "le dieron un plomazo" tenga su origen en
este pasa tiempo .)
Hablando del fraile Camilo dice: "un hombre envuelto e n su gran
capa negra echada despreocupadamente sobre la espalda. __un gran
sombrero oblongo. con la cruz roja sobresale del fondo obscuro de
sus ropas. __ ese hombres es un filántropo. a lo menos por su institu-
ción . Su misión es acampanar a los crim inales al lugar de su eje-
cución".
Tambi¿m comenta: "La Republica Mexicana no ha osado refor-
Fa il ~ d ¡ominicoen hAb ito de mar esa m ultitud de solteros, blancos, negros, grises, pa rdos; en fin ,
Su o rden y mitra blanca
borda da de oro_ S illo XIlL de todos colOl"es, que los obstaculiza a ejemplo de la ma d ...e pa tria·'.41
Fr¡a y lt.. m6n Casau. Torr". y Años después Benito Juárez se encargó de llevar a cabo esa im-
la. Pl aza~ .
AUlor ¡anónimo. O leo ¡ob...,
portant e reforma. Con ella , empero. se perdieron muchos vestigios
Id a . d e la cultu ra de la época precedente. En panic ula r, lo q ue se refie re
Museo Nac iona l del a l culto re ligioso, ya que a l quedar prohibidas la s grandes proces io-
Vi rr~ in a t o, Tepolroll án
nes públicas donde se podía admirar el conjunto de la industria reli .
giosa. se perdió e l aspecto fest ivo y popular que acompañaba estos
aC IOs.
149
Glosarlo
...... _,\&do
arma dcfenH~ • Mnltjana de escudo
o en f~ de coraz6a, de de.
UJ'U de cuero. Cnlrudadu Y coc:idas.
liune poco M.,...ts de .. Irtillema. t::n
1\11 comienzos le daba lurJO Do l. carll:a
por mecl.io de una mecha. con Un.:I. I~r-
pe!ltina, y mb tank con la " III\'!!' ck ru.:-
--
docn WMI de IUlft'lYfIKISW1 hierro Iar- IICptlI'IIurvolwncnaladel wltido.1..os
IOdc unos 4O«nIImnI'Ol, por 6 o 1 de annacIorn le hadu. de\..nllal u olill~
ancho, cuyo hienv n" a!.I'II_do por de tcla almidonada..
unacuchl naplana,ClOtI UMpoantaen un
ladD y de lOrma de nwdia luna en el conjunto de anm.s de hlerTO con q_ !iC
~to. aunque ulsten alab..... ClOtI \IüIil.D ptlra su defensa 1m que iban al
hienoade diltlMN fonnu, variante. de combate. Comra de pelo. UPfIldllr, "KilI"
la "pUeMa. edil, que tubren el tuerpo; Olra. plK••
.......... denv. . delllOldado armado de alabar-
da_ En E.pafIa el el que penenec;:e al
que cubrlan bru06 y pl«nas. el rUII"-
ukr", pa~ lu mano. y para la cillbna
el ,"OTriO" y la cellldll. E. el morrión ¡a
Cuerpo de Alabardero., destinado. la coraza para la pane " .. perlar de: la ta-
cuardla del rey Ytu)'Ol ¡.dividuos pro- beu.. hetha en forma de talCO. que en
tedm de urpnu. del ejertlto; Hu. te- lo alto sujeta un ~ho o adoma. La
nlM ipaIe. pren-opd..... 1I¡\.IC lo. par- teJada el la pieu. de 1. armadu~ que.
diasdecorpa. dejando datubie-na Ja can.tubria yek-
....... ~k de ,,",lila, bcMOn u ojal sobre-
puesto que IC cote a la orilla del yeuj-
fmdl.1a ".ne.uperiorck la cabRa. La
medÚl .",..dN,. cubr" la panc supe-
ñor del tono, desde el a¡eJ1o hu ... la
do o'eapa para abotoouw para pla y d"tura; aJa-s ""'" lleva ,,_ralll,
.domo. Poral..wOn _CUCe de IoscOf'> que c:ubrla de la clon.....a a11DU.lo. Este
dones _iD a alpna parte del_ifor- U:nnioo se ap.lita a 01 .... peque..... fal-
-...... _....
me aunque .lmplcmen. .ea como das de la lomunenraria masculina o fe-
"""""
llinlea blanc;:a rematada con entaJe, 4ue
menina. w armaduras \liadas en el aj.
,lo XVJ. mM apnc:iadas por el lempl~
del a«ro y IJUS dibujol: e.pa{iadol, eran
le U d biVo l. euulla: el . imbolo de In· lu de MIUn YToledo.
~odor1fenlUOC_altac-lOque
...... del bajo bnc6n ."'4
...-dura. hrrra-
Je. Annadura. COQjunlO de armas dd'cn-
_lKAdelabobaqU.l.ldaJ.mbe1ero1ie- a j _ que R vutian y acomodaban al
_eneIYieol:re'lR ........ pemu...eria. c_'JIO~concomtUyhe-
Se _ _ _ _ba....,-loen ... prendas
billas..
de cuero ...,. peñumar....
150
Glosario
*",10 banó n palOtOlilll , alto y IlI'nninodo en ..... "'11do de tela ria que usaban lu mu-
....-
npiral. jera; se at"" a l. tintu ... J caia en re-
piel (unid.do: cil rncro u O\'e'ja. empica· _... dando buta lo. pin o
....... .....
menina, a una presula parccldL
_.
p:r1erl4,lc:lan 101 cs tudlanlc5. Todavla se do&, con botonadul"II a Jo 1a"F de la picr-
u•• en 1., u ni\'euidades Il'Idiclonales na_ q ue se dej••in abracb.r en el úl li-
.....
Mrela IOaa- mo Iramo. por donde asoma cl ealzón
larJO de ""'nla. allUn... _ t t adorna-
lOfT'I sin vl.era. rrdanda; pnerahnen- do con puoIas de encaje.
le de una ¡ola piaa hec:ha de lana o te",
bolllto.
d~lo.
--
la blanca Indicaba ellrHo doctoral. Se breellono.
-'
Ic llama la~n blrntc.
prenda de indumrnu.ria charra, que
caludo muy flexibk. de orl.en moro,
I!ot..c_..-.' consiltc en do. pie_ de lamuu otuC-
--
que liCia kasla N' ani.. del tobillo. ro .domada. de bordados o atabados,
ableno por delanle y que u aJulla por que cubrla la pierna desde la rodilla ha..
medio de correll o cunlonU. l. cl p_lMra prote.tla tl montar aca-
baUo. Se u.ha cuando ellMntalón era
caiCO IIpro que le ulaba hacia el.ip corto: .I.....anela.cllzoncra.0IM-ftLa-
XVI, complctan"lnlte diltinlo de Ja cda- Ione, Ia~ cay6 en dnuIo.
da.)' del t.cincW, ap'tedendom el eran
Cl"ftta, cub_.. IOb~I'La'JorejI:raa
• ftCCl unid.a por medio de bl ...,... .... ropa la ..... Y _Ita.. ,In manpl, que le
dot 'Inlpoa.
151
Glosario
-
........
e$pIIedede cuco, de rorma ~I
r de bordes amplios y CI¡dot.
,....
11.1, _ o*:'los le pon!. por Ifrenllllll
malelludiante.
_....
~pucha sujet.al cuello de lis ~pII', p . prenda interior sin rrnlnp'$, l'un Cin!M
bane. o h6bitoL ceñir el eucrpo. la:r.~ h.:!f!3 b
pll'1I
cnarrctera.incane:lonnonec05.
elntur•.
...... piezldoe"~uuipa.que:cubril
y ddMdia l. cabe... y. Fne:ralmcntc,
....... o Khlbnk. Variedad del c~fUÓn. que
se:dis~ pcIl""r~ .... I_n1edcpaño
oalluba. o celabaet ,vauv. Se ... tndia y franjeado. Su oriFfl H de II c.balle ..
pctf"l.nuc.. cu~~te: I1.Mnp....
en" plMe IItlCrIor. pira cubrir el ro ..
trv. tenia UOI viNO qUl dejaba WI.ia ..
rmnte WII .bcnuno ~ra la vi.u.
.-- o dlaCOt. PrcDCla militar ",Inada a C\I-
brlr la cabeu eOft.iltcnte f"n una ",~pc-
_.....
eic de morrión que UIIÓ . 1principio la g.
~nc .uperior al morrl6n y. en pne-
-~ rw.1. del caICO, que totla adom.nc de di..
ballerl.li.Jera.ydt".puP. otru,cucrpG5
armados. Primhlvamcnte. la fonnl del
fe~tc.modot. chac:6 eotrancoc6nleay.hl. Mal IIr-
--
de se modifk:6 bajando IU.IIU .... dolAn-
ISpecie: de: ...bIe ulldo por Ior. 'rabel y do'a de vitera.
ca,¡1edo. kJs pucblol ori_ualn_ cuya
-
boja vaCMUlChUdose: hIc. el utremo picm en forma ~ancuJa.r, de: la misma
clclamlMIIL tt"t. que el ,,",ido: le llevlbasobre kK
.........
t-abl"lltl como un abrifO liprv.
......
uj.delot.eclc.llbtICOl.
- -
taCl6nIc:a. a te!a.que te dajlbac:ae:r 10-
breva _udo.
IOrTIbnrocon ala.
c:lpiroIcde: ..,.I~enfOl"1lUl. ehancio ele __ de con:ho. fonwio ele
c6aic:a.. da _ ... un mcuv. que por
c:onIob6n, muy usado en otros licaIfxM
Ifrcata y CUt. _ pan1a en la cabaa
de:c~dI:Il~lay...-.dolde:
la laqW.lc.... o'" "" IribIu.I clril. Ea
.......
152
Glosario
.hupa antilWl ycslid"r~ militar ajustada 11 --.0 ..... corte en 1-. parte wperior del vestido fe..
rnenino que deja al deKublmo parte ~
cuefl'l). al modo de 101 cha.le<:Ol. tan lar-
la que Jlqab. hU la cerca de las rodj. pecho '1 la prpnlA. Al.- VIICft ICCU'
lIas. y qul:.br....be. J., derrui.s\'Cslidu- brtacon una tel. dclpch. diferente a 1.
r ... inleriore~. e lb. por lo comlln
Illoneada o bordlda por 1.. orillas y lal
lItH:rt UI1IS ue 10$ bolsillos delantl:ro,.
,....
aricen hoIandH, se hacia en C1Una, de
donck se traía ala Nueva Elpda. Enn
d I: Kda, r«&mIdo. con bont.dos etl ..rte fiel Yes1ido fanmlnoquecubrc de
~da de cobres. F10Ie parte de l. indu.- la rintur. hada abajo.
menla ri. de las mujern ncwohlspanas .....~Io CI,. corta que Ilcpba has'al. orilla del
en cl llllo XVIII. Aqul, se f.briu.ba de calzón. Alpna. vcc:'el _ drJaba ~Ipn- •
encaje" o bal ista Irans~n:nle o de cual- do por detrU. Dul1lnte 105 li&lol XVI '1
quier materia l. AJaunas \~$, de la mi.. XVII fue complementa de la Indumenta-
ma lela que el veslido e Iba rodeado de ria masculina.
encaje.
doI_. chaqueta corta. c:cflida al cuerpo y adoJ'lo
nada de alarna~ .. que ha formado par-
,~ _tidura de hombnoq1,ll pordelanle lle-
p a la cinlW'1l. y por detru. d.ne faklo-
1M. mas O meno. larco" lJna manp.
le del uniforme de . 11''I'l0l CUt,.... de halla la muAKa.
caballeria. El nombre acesta p~ se:
deri...a de la voz dulimll .. , con la que los rn.l.J pafio que se: coloca para cubrir el fre'"
tu~dc$ipan un atnerode valldura tecklosallunyqucl!acCjuelD cuna
cspcclal, h:cha de punto eX Tc~looica. omarnentOli.
q~ el ¡ullin daba 110, paro. duran-
......
-
te el Ra~. Prenda C&l'1K:lcrl"jea de borüdoquc Mi paoe en la plmta del fal-
_.jo 1m húsare •.
--
y otros semejante$. Delpuh. cada una
je! llaRllldot. de Flandel, puntlS dc Mi- de loe; IOlcbdOli que marchan cb!lazue de
1,", encaju da bolillo, encaje Chanlilly. kHi t.tallonH y reJimian"" pan dnpc»
de Irlanda, valenciano )' de .",Ipure. jarel carninoq\Wt.to.ai¡uen..
Iirala,..aqucc...1otCIIa.lfrente,a¡e
upalda de aIp_ MbilOli. ""10 edomo ¡MIo el cuello, hecho de canon
forndode taCcta u otrv material, dre
el cual se pone lInI nlona o forro de tela
.acar...... divisa oompucl" de elnt.. de uno o mil bllllC1l cncolaU o almk!onada. Cin:un-
coIOn:I. hecha en forma de 1'011 o luu. da el cuello dando la apariencia de le'
laeual •• pancenellOlTlbrcro,I'OI,ate. parar la eabu. del cuerpo. Tiplco del
--_10-
'1.lrvc,entnoUC rtllcoaal.~radi .. llIJIllr trwje cs¡MIftol en 105 1li.101 )lW. En Nue-
ICK ejl=rcitol de distinta. nadones. .... Espl~a 1.. usó hule bk1l enlrado el
)l\llll.
SNlnc de ia annadurI que call desda ¡a
cinlurl el mUlllo, ...ujcu.ba el peto o
pendla de i l pur modio de ~rrea. con .--. adamo ¡MIra el cuello hacho de lienzo
......
muy plepdo. Gola.
hcbill ...
pieza delaannaclun. que .. ajustaba al
capa cona, mucell. cuello para su dcfenu..
153
Glosario
--
.....
prcrnt. para abripr la nbeza hecha de
lelll,plelopunlo,linc:OJI' ni al...
Un'u ro". y otras C05IlI ....",ando !te , ' :1
de elimino. U mis <k las \ -eCell "u~ d i.
menslonn permllc:n 11"·... ,1;1 ,'n 1.. r:ru·
--
~ pafto qW!i b: obItpOIloe ponlan sobn ... pa de la cabalpdura.
rodjUI, para el beMmanos.
-- _lo
los pUltn bordad.,. en oro, llamados bre, que no tienen nincU" ulO. llombru
ellolados. como las ve.tidura. de ese y mujern tu IIcvaron dur",nt~· d ,ifollo
milmatra_jo. XVI y prlnc:iplos delllV11
Irmador que le \"IM bajo la ralda de lütón de t,l, cono que se sujetabu .. J..
las mujern m elsiato IIoVll. dando am- mano Itqulcrda; lCn'ia para o:njuf,n d
plh\tCIl\a(la lot Iadoay quedando plano sudor o lalrtnw.S del oI'ic:ianle dUr.ln !~·
en el (renle., el dorso. Moda Inmortall- la mi...
....
lAda en IIJWIU pintural de DieF Ve:'
~ -too pa.Aos pequefIDs de lino plrpdu que: se
.... pe rdidas.
_It,
--
prenda de lana o alpd6nqlX ,ir-
IOldadodec.balktilliFa \lfttidolla ve para abriprH en el "iaje u en la
bíqlnli. cima. En Mi.k:u,las mantas eran Ur.!·
pe. de una medida elpc:cirka.
"peele de m.rTetc:ra de teda que lUan
101 MrpnlOl como dlvl.. de .u ranco- _LIII, palio de tetk o encaje que UIoItI lu mu-
j llfes parl cubrtne la clbrlll. En M~ll¡'
-
nprde*manlcLCondapir'oleyelbo- cu III_du Infulu (porque te Inflan,
nc:tc: fonaaba el traje de: Iot eolqlala. qua cam hada l1rU.
Se l'"-baeoloemtlelTOlla ~capw:
'1 loa dollmen la nclblan ~ rqaJo armadura el. la pane .uperlor de: la ca-
daloefamiba.n:.dalanaerto.Trajedc: besa hecha en forma de cuca y qua en
1.... loa1tosuele tc:nc:TWI plumaje o adorno.
..too. bola ClUaÑnmcuIc: de cuero, .slarp cape muy corIl abotooada al (rente, a
q _ _ ha '1.1n annaaial, que NI'Ye JIUlI V«eSorlada de piel.
154
opa. ",.".. .1,1 .. ;, .... ,no"J.,J.; .....'lIo;apo.-n.... inbotu· \'Ca'1 se adorna con v.rIedad de disci\m
"·'..· lIu.· .. ~h..nl,,)o ....:...r""IIIk·I<. s..·hil· wtliu de cmon:s, «NIlknic. ol'im1l.l;
Llr ... '"j.o ... .. ~ .. lc,. otru. ~ ~bonI. Cgr) hUu. de w:da. pJa.
t.D u ON. Fue una prelMla compk:m.mta-
rl• ..k la indumentaria ("m.:nin... Indl5-
pcn~ble 11 tuda mujo:r. I..q d.mu del
.,.,lIblO l>n:n\lu \ll' a¡'ri~", ¡..:eha <1 lurnlilUII d~' alejo "YIII lu UIi.ban como abrllU licero
.".,1" " o,.;", Fue " llIun U.:m"", premia ~ra J. nodw.l.al monJu lo inclulan en
l.Iu" ....·nI31 ... r3.J iloollnlluJr"Mhli..... n.·~. I U .juar.
4......... pIOn" d" b. onnadUf'll que "uOOo y .....~ .....u-u adorno que suele ~C'II aJpnos UD"
r"ndl ....... mu~IUI>. (onn.s;C'Onlislecn lII'iOIalanarftdep-
Ión que- lerminan en punla.
rebu&o fllw.ll "" 1"ln hlll';.ol, <k f .. nn. r.."l:lnllu·
lur. ÜO! """'a.ulaOOón u 11I1i~t:.. 1\·Ji........ aallrefalü. pica de lell qoe '" UJ.I dellk la cintu-
""ruhm:lIl"cn Idaroom('1Ilku, lI"'urna· ..., cubriendo l. pilrte del .lrá del YeS'
da "'Hllk""o"n "mbo.. "J.lrlIn"'h. o.: UIoU 1100; FMnlmenle forma e.ud. u cola.
",,",,11.1 "nl~ hu; mujc:r'fto rnt."J.h.:anal , Se UNba en loa ll"ljes de la COf'Ie virr-el·
lu ..... !OU .. rl.,nen d ~Mrt hlndü... AJIUNlI nal corno II'11Jede cc~.
155
Glosario
..-.a.s.w._
lana.. El una alba eorta.
---
lomarGl'l el nom1M-e. ~ u..ban nriü tolas. voIvitlldola sobre .-11;.... Adllmo de
6ntnwt reliJiotas y el clero J«Ular. la .illa dr monIarqucc,~iJtt't'n la. ,'u,
bit'rlll$ mi'o menDllujosa. d,· I;" run-
I
oriFnalmrptr hrchode jar.. o \IU1I' ,.. da. o cai\onc ......
_.......
recidas al mimbre. lenla la copa clreu-
lar y rl ala Il¡etarnt'lllt' o\'&lada. Muy tocadu alto u ..do por rl S/lntu Padre:
uNdo como complemrnto drl uajr cha- formado por loe. coronal Suprrpllc"a.
lTO en la rqkm _1 Bajlo. temIItadas por un ,lobo
yuna ':rIIA. que
-
lRmidad de 11. manps ck Jos unlíunnc;
la_nqra. lo.eardmalc'p(u-pyr.y
els-pab1anca. militaft •• que trnen.ImmIO: IoUCIc lOef W
colaruclaftll,
--
lino de cuero, aalt'. Ilaa&ollotra .....
catana ye) rostro)' se~ia demo-
rr~viwraJbarbcra.
rla.lplt'enua de... rl hombrockr.cho
huIa la mili,. cid lacio bquierdo, don-
de_junWllo.doI c:abOl y .. pune la .viciado de incrnilo-ros destinado IlraN-
e.pada. jar con la paJa o alMo, o que fonl'\4~"
l. de los rqlmlrntos ck inl~nicro •.
156
Notas
EL TRAJE CIVIL ... Fra"l F[UCisco de AJofrln, Diario" viaj, • l. NtwwI EsJMita.
P. 72.
¡ Sumartode]'¡ RniucncUo IUmada.Cortfs, L II, f. lao. CiulCloen ~I Escara"l, op. ri/., p . 439-
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::~~t1:'!~":~eiftlu,,"iIi""J.AlUko,
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~';I~'y o.riel. op. rir.. reproduce el bando Ikl n
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