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La Historia de México

a través de la
INDUMENTARIA
VIRGINIA ARMELLA DE ASPE
TERESA CASTELLO YTURBIDE
IGNACIO BORlA MARTINEZ

-.1.-
INBURSA
Inversora Bursétil, S .A . de C .V.
Cese de Bolee
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BlpUOTECA DE MEXlCO
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l 'u n ;o Ca$lelló Yturb¡do:
IJlnado Borj. Martlnez

",. p", /" ~JiclÚII d~ Ule libro


l""' "o r ~ Buu' tll. S.A. de:: C.V.

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S~·boI, .i ' n S:.ldh·ar l s5
Antonio Tuu~u.intl AT

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Maria Elad la HllFrman

Lu i.~ Almcm
.hi)lt'tll .. ,111 diutlro: Berenice Minnda
Tip<;II" '''.: R\-dac' •• S.A.
Ir.rp,~.¡'¡,,: M.:.ckro. S .A. de C.V.
,~ I«, rf;" J~ c..fur. M •• necolor. S.A.
F.1Il" .."J~TII,,~·if;H: Suari. S .A.
YlEXICO.I918

ISBS 968 6320 00 "


tndlce

Presentación 7
Introducción 9
El traje militar 11
Ignacio Borja Martinez

El traje civil 39
Virginia Annella de Aspe

El traje religioso 125


Teresa Castelló Yturbide

Glosario 148
Notas bibliográficas 156
Bibliografía 158
u.~ autor!:!; q:l'lIdee.:cn profundamente el pll.troc:inlo de Doo e.rlOl SlIm Helo. y el
¡lIl.,!"\" d~ Don Francbcu Gil Dfu e n nta InYC.'lti,lc:ión, .Ií como l•••lw.a
c:ulaburaclon de l:u 5il\l tenh," pC:rIOI!.Al e Inllltlklonn:

r.n r'quo.: ut" "lha 8;,o"":lI' n Ilfwrsorw BurstAtil, S.A, de C. V.


\¡"n ~ l ,ui ~:I A"Pl" Amwlla Fernando Chico 'ardo
!:MA i~ A~"" Ikrn:l l Javier Elauea 50111
C.. rlut:a A ul' G;I\'ilu Fcmlfutlo Cult,,",' .'NlPm'Z
I'.'fol." A \j"C Sa l) Fernando C.mt-
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L..-on"r C. mp:m d..: VAn Du Vleit
T.·.".... e..nl'n dr Del Hoyo MI/s co F"'I ~ ,wG)'Cr
Eu.lcnio Sino Vclasco
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Glu,.i a C"r' ln~ PrÍl:It.> MII~eoIddro FGbcÚl
T.n...... eu,¡ Munlañu Elena Hunr. de Via
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Mc r' cdc\ Fcrnjndcl. Callelló (.'hapul"PfC
5ufi;,o 1... ..: Ludluw Amdl. Lara Tamburrino
M.·n.·.·cJo.: _ ...' Maria r Campo, D.B, lourdl'IMo","
C;uihb !tllllrtlrM:& de l Rlo de Góm.:;¡ Mor]" RQc:foCa~
Maria JOHfl Man inlll Iok l RIo de Redu
,wlluolhl Virtri,,./odc Trptl/:RlI."
Cri"tc,iba¡ ManflllL'~ Zorllla R.V MiluclA.lvarn:
Doturn Minlnua d., Cro:.:l Ru.ario TOllqui
Lui..a Palgmino de Guil:u
Carmen Nf'u Salauf' ~ Ov.ndt! PitNICut"a Virni_l. INBA
'MI Ouij;lnu Cnlcllü Men:edct Mude de Maulo
Mcn:t'tlc~ liba ""pi:
habel SaI"I\'Ir de LudJow
Pilar SaJcllvar y Fcmando.:t do.:J Valle
Elena drl Valle de Con t_
Mónic:a Van Dcr V~1l Cllmpero
Franc blco Zllkll"l r dc.' Vda"",v
PresentaciÓll

La de Mexico e\ indiscutiblemente un... de la~ hi\toria~ má~ Mlr-


prendente" del mundo. Desde hac.:e ya \'arios siglO!o, mexicano ..
y euranjel"C"A han companioo lantt.J la exploraci6n U.JIJK.I el aY.Jm-
bro por la complejidad y la riqueza de todtJ~ y cada uno de Jos.
periooCñ que fonnan nuestra memoria nacional. Sin embargo,
la re)¡lción de .randes heclKñ y grandes n...",mbrc:'j, no ha preSo la-
do suficiente ..tendón a los di\'er~s aspecws de 1... \'¡da cc:..tidia-
na en nues.tro país. la micr<lhistoria. como le llaman los espe-
cialistas. Esto~ aspecto50. que no por !Jer cotidiano!!. Min meno"!.
imponantcs ni menos detenninantcs de lo que actualmente w-
mos los mexicanos. requieren de un cuudio tan atento y cuida.
doMJ como el de IQS grandes ac.ontecimientos.
En apoyo a la profundización del OOI'lQCimicnlO histórico de
nuestro país. Im"erwra Bursatil. S.A. de C. v.. Casa de BoJu. ~
enorgullece en campanir CXIII u~tcd nte libro: lA HislorU d~ .Vé·
xicl.l 112 IrdWS d~ Id Indum~'fldria. excepcional trabajo de in~·e\­
lipción ~re uno de los ~pec1.(K. hMta ahora ol\·jdaclc..\ de nUC\--
tra cultura. realiz.a.do por tres reconocidos pioneros en e!.te
campo. Vir¡inia Armella de ....pe. T.r.... Casl.lló Ylurbide .I¡.
nacio Dorja Maninez. a quienes queremos dejar constancia de
nuestro acradecirníento. Este ,·oJumen es la oontinuación de una
obra que lOto autores iniciaron hace tiempo)· que contribuye al
engrandecimiento de la conciencia histórica de nuestro pasado
comun.

Lic. F.rnando Chico Pardo


Inversora Bursátil. S.A. de C.V.
Introducción

LA HISTORIA DEL TRAJE EN MÉXICO ES UN TEMA EXTEN-


sisimo y complejo que nos lleva a revisar la indwnentaria que
habia en nuestro territorio durante la época preruspánica, la que
estaba de moda entre la gente de la Europa renacentista. la mu·
tua influencia entre esos dos mundos y todas las circunstancias
que la han ido modificando.
Este estudio no pretende ser exhaustivo. sino presentar un
panorama general de ese aspecto del quehacer humano. ~uyos
testimonios se encuentran en las figurillas de barro, en los c~
dices, en los inventarios y testamentos, en los retratos antiguos,
en los relatos de cronistas y viajeros y en los trajes conservados
hasta hoy. Todas las ilustraciones del libro muestran vestidos
que se usaron en México.
El trabajo se dividió en tres secciones. de acuerdo con el
grupo humano que usó los trajes y con la función especifica de
éstos. Cada una de estas secciones abarca un lapso de cuatro-
cientos aftososiendo los dos sucesos que lo limitan la Conquista
y la Revolución. La indumentaria religiosa y los unifonnes mi-
litares han sido objeto de estudios separados, aunque paralelos
y complementarios a la sección del traje civil.
Los gobernantes y personajes notables por su riqueza o ac-
tividad son quienes siempre han dirigido la moda y sus capri-
chosos cambios. Sin embargo, en la Nueva Espada y después
en el México independiente surgió un estilo local, enriquecido
por las diversas influencias culturales. La indumentaria de la
gente modesta. de los menestrales y anesanos, de los indios y
las castas. también se reseña en este estudio, que incluye la his-
toria de los dos trajes nacionales: el de charro y el de la china
poblana que si bien tienen muy distinto origen, son los más te-
presentativos. dentro y fuera del pais.
Es el deseo de los autores llevar al lector -por medio de
los textos y las fotografias- a un recorrido por el pasado de Mé.-
xico. que le revele los rascos, siempre presentes. aunque no sielJl+
pre recordados. de nuestra nacionalidad.

VIrJInIa Armella de ,,"pe


11

EL TRAJE MILITAR

Época prehlspánlca

FRANCISCO JAVIER CLAVIJERO DICE EN SU HISTORIA ANTIGUA


de México que "No hahia entre los mexicanos profesión más estima-
da que la de las armas. El dios más reverenciado entre ellos era el
de la guena, al cual ,'eneraban como principal protector de la nación.
No e1egiao principe alguno por rey. si no habia dado en algunas ac-
ciones pruebas de su valor y de su genio militar hasta merecerse el
empleo de general del ejército. ni le coronaban si después de electo
no apresaba por su mano las victimas que se habian de sacrificar en
las fiestas de su coronación,"
El grado más alto de las milicias era el de general del ejército.
Existlao cuatro diferentes jerarqufas entre los generales: tlacocheal-
catl. alcmpanecatl. ezhuacatecatl y tliUancalqui . que se distinguian Port~stllnd;lne de T t:a.~~;!I;),
\·,,~tjdu de Ichcahu ipilli.
portando diferentes insignias. TndUlI'II.:nlilriaant i'A .
Habia lambien diferentes ón:lenes militares, los achcauhtli. cuauh- AnlunioP"...aficl.
tin y ocelotl. que eran, respectivamente. las órdenes de los príncipes.
caballeros águila y caballeros ti,re. En la de los principes los mas es-
timados eran los c uachic tin que llevaban como di stinción e l pelo ata-
do en la coronilla con una cinta encamada y adornado con plumaje
del cual pendfa n unos ra males con borlas en los cabos que les cafan
sobre las espaldas. Tenian tantas borlas como hazañas militares ha-
bian llevado a cabo. Los caballeros tigre y águila se distinguían por
llevar en la cabeza un casco de madera que forraban con las pieles
o plumas de los animales y su ropa simulaba la piel o plumaje de los
mismos animales. La primera vez que salfan a campaña iban sin nin-
guna insignia y vcstidos dc ropa blanca y gruesa. tejida de hilo dc ma-
guey. "lo cual se observaba con tanto rigor. que aun los prlncipcs reales
deblan de dar pruebas dc valor para mudar ese vestido humilde en
otro de más estimación llamado Tencaliuhqui".
Cuando el rey salla a campafla llevaba sobre las armas insignias
particulares. "cn las piernas unas medias botas de láminas sutiles de
oro, y otras laminillas del mismo metal en los brazos. en las muñecas
unas manillas de piedras preciosas. en el labio inferior una esmeral·
da encastada en oro y unos zarcillos dc semejantes piedras en las ore·
jasoal cuello una cadcna de oro y pedreria y un penacho de vistosas
plumas en la cabeza; pero la insilnia más caracteristica de su dilni- q
Armadura, O:I~1'Io11ll pal'1ll
dad era un tejido de bellas plumas que le bajaba de la cabeza por las jinclC~,. caballo. Si,lo XVI.
espaldas a la cintura". Culec:ci6f\panicular.
12
Los guerreros comunes, la tropa, iban al campo de batalla des-
nudos, sin más vestido que el maxdatl o paftetes que defendlan las
partes que ocultan el pudor, sin embargo. la ropa que les faltaba la
fingían con los diversos colores con que teñían sus cuerpos. Para cm-
bijarlo, usaban aceite de insectos revuelto con bermellón· u ho-
llín. El que.se untaban los guerreros del norte era generalmente rojo;
en el sur la costumbre era pintarse el rostro y todo el CUCIpO de ne-
gro. Esto lo hadan para distinguirse fácibnente del enemigo. Esta uni-
formidad fue aplicada a tal grado. que testigos de la Conquista la com-
paraban con la librea de cada grupo.
Así que realmente podernos hablar de un uniforme militar. fa-
bricado en serie. según los dibujos que asombraron a los europeos
al llegar éstos a las tierras del imperio.
Una de las prendas defensivas propias de los oficiales y de los
nobles eran el ichcahuepilli o ichcahuipilli, especie de coraza o sayo
de algodón flojo. del grueso de uno o dos dedos que les cubria el tron-
co del cuerpo; generalmente s610 tenlan mangas las de los señores y
jefes, Eran de diversos colores, cubiertos de plumas y adomos de oro
y resistían suficientemente las flechas y los dardos. El nombre de esta
prenda los espaftoles la castellanizaron y llamaban escaupn.
Las armas defensivas que utilizaban todos los guerreros de Aná-
huae, comunes a nobles y plebeyos. a oficiales y soldados eran los es-
cudos. llamados ehimalli. Unos eran de otates o caftas sólidas entre-
JH tejidas con algodón grueso, cubiertos de plumas y los de los Dobles
c...... rr.. n ... II;¡,xc. II~'Ca J. de laminillas redondas de oro y habia otros de concha de ~rtuga, guar-
Indum .. nta ria .nli,u.I. necidas de cobre, plata o de oro, según la jerarquía y las facultades
Am on io;. P~llafiel.
de quien los portara. Estos escudos eran relativamente pequeños,
"pero había otros tan grandes que cubrian todo el cuerpo cuando pe-
leaban. y cuando no, los recogían debajo del brazo a manera de nues- ,
tras quitasoles, los cuales serian veros1milmente de pieles de anima-
les". Habia también otros muy pequeños y elegantemente adamados
con plumas, que se usaban en las festividades.
Las annas ofensivas de los mexicanos eran las flechas. las hon-
das, las porras, las lanzas o picas y los dardos. Los arcos eran de ma-
dera flexible y muy dura y las cuerdas de nervios de animales o de
pelo de ciervo hilado. El macuahuitl. equivalente a la espada, era un
bastón 181'10 armado de navajas muy filosas de itzlli, embutidas y fue~
temente pelladas con goma laca. Se amarraba a la mufteca para no
perderla al descargar un golpe.
En la guerra los mexicanos usaban estandartes, en cuya punta
luclan las armas e insignias de su Estado hechas de oro o plumas, Es-
tos estandartes se ataban fuertemente a la espalda.

• Un¡ümta del intCClo Cacau ..," J KMote, bc:m.116n (Sahq6n).


13

El traje en el siglo XVI

En 1519105 expedicionarios cspaitoles al mando de Hemán Car·


lb irrumpieron en los mtdanos situados frente a San Juan de Ulúa.
Eran 508 soldados. 32 ballesteros. 13 escopeteros. 109 marinos, maes-
tres, pilotos y unos 200 entre indios y negros destinados para carga
y servicio. aparte de 16 caballos o yeguas. Daniel Gutiérrez Santos
en su obra Historia militar de México cita las crónicas de los infor-
mantes de Sahagún en las cuales se dice que el maechuatl (hombre
del pueblo) que avistó los bergantines espai\oles a punto de arribar
a Veracruz dijo: " Sus aderezos de suerra son todos de hierro; hierro
visten; hierro ponen como eapacete a sus cabezas. hierro son sus es-
padas. hierro sus arcos, hierro su escudo, hierro sus lanzas... los so-
portan en lomos de sus venados. Tan altos están como los techos. .. "
El contingente de Cortts estaba integrado por infanteria. caba-
Heria y artilleria. Los hombres de esta empresa no tenían filiación mi-
litar; cada uno traia el equipo, las armas y las ropas que 1:1 o su con-
tratante pudo proporcionarle.
La infanteria estaba equipada con arma blanca. espada y rodela
y los soldados se repartían en una compadia de ballesteros y una me-
nor de escopeteros o arcabuceros. Los de a pie llevaban cotas de ma-
lla con escarcelas y rodilleras. La caballerla estaba mejor armada. usa-
ba espada. mandoble y lanza: el jinete se protegta CaD yelmo y
annadura, ésta de hierro forjado con peto. espaldar, guardabrazos.
gorguera, hombreras. codales, escarcelas y quijotes. En su mayoria
eran piezas anticuadas, usadas en el siglo xv poco adecuadas para el
calor y la humedad del territorio en que desembarcaron. Para prote-
gerse la cabeza usaban el morrión, casco con cresta y visera vuelta
hacia arriba y el capacete, o cabtuser. de copa cónica, terminada en
punta y alas horizontales. Los ballesteros preferfan la borgodota. con
visera movible.
Todos los datos anteriores nos hacen dudar ele la afirmación de
Carrillo y Gariel de que "el soldado no poseía impedimenta alguna".
Asimismo. Berna) Diaz del Castillo menciona que los de Cempoala ha·
bian dado a Cortés 200 tamemes para Uevar la artillería y que "no
habian menester ninguno porque en aquel tiempo no tenían que lle-
var. porque sus armas, ast lanzas como escopetas y ballestas y rode-
las y todo género ele ellas, con ellas dorrotan y caminaban y calzaban
con sus arpargates que era su calzado".
El traje del conquistador fue modificándose por las condiciones
climi.ticas de la Nueva EspafJa y por necesidades estratéJ:icas. Los es-
pañoles adoptaron en sustitución de los petos y annaduras el eseau-
pil, pues les daba mU movilidad y les permitía soportar el calor de
las tierras recién tomadas. Abelardo Carrillo y Gariel menciona en
su obra sobre el tema que "la expedición que condujo Hemández de
Córdoba fue una lección provec::hosa. Al bajar a tíerra en Punta de Ca-
toche vieron a los BUCrteros indlgenas vistiendo trajes de alcodón: otro
tanto pudieron observar en Campeche y en Potonchán, y en este últi·
mo, la falta de previsión ocasionó que se perdieran 57 vidas. que lran
14
número de expedicionarios salieran heridos y que al propio capitán
le dieran doce flechazos. Tal experiencia no fue desdeñada por Gli-
jalva y menos aún por Cortés. Así lo justifica el haberse proveído en
La Habana de armas muy bien colchadas porque son buenas para en-
tre indios, porque es mucha la vara y flecha y lanzadas que daban.
pues piedra era como granizo. Así fue como aprovecharon la experien-
cia y copiaron los escaupiles indígenas, cuyo nombre -aqui
españolizado- se deriva de ichcatl, algodón y huipilli. camisa . . . cuan·
do los soldados de Cortés vieron que la gente de Ramirez. el viejo,
traían unas armas de algodón muy pesadas y tan excesivamente grue-
sas que no las pasara ninguna flecha, por ridiculizarles pusiéronles
por nombre los de las albardillas".
La caballeria la fonnahan ti capitanes y cinco jinetes pesadamen-
te annados: generalmente marchaban adelante y fonnaban la descu-
bierta. Peleaban en pelotones de dos o tres hombres, con la lanza en-
ristrada y más que matar buscaban atropellar y desordenar al enemigo.
El 20 de marro de 1524 Hemán Cort~s expidió una ordenanza para
establecer el servicio militar obligatorio para todos los vecinos. colo-
nos, pobladores y moradores de las regiones conquistadas. De acuer-
do ('on esta ordenanza lo mínimo que ten.lan que presentar los mili-
cianos era un casquete o celada. rodela, lanza. espada y puñal. A quien
tenía bajo su autoridad hasta 500 indios se le exigfa además una ba-
llesta o escopeta, dos picas y coraza o coselete. Los patronos de 500
a I 000 indios, debfan tener asimismo un caballo equipado con todos
los arneses y para los que señoreaban de 1 000 a 2 000 aborígenes. adi-
cional a lo anterior, tres lanzas y cuatro ballestas o escopetas.
CarrilIo y Gariel cita que excepcionalmente se conoce algún tes-
timonio de compra-venta de armas defensivas, "como el de que en 15
de febrero de 1527, Juan Jaramillo confiesa adeudar al boticario Her- '
nando Rodriguez treinta pesos de oro, valor de una cota de malla que
este último le había vendido, quizá tambien debemos mencionar aquel
jubón de vuelta. que junto con una capa de Valencia, compró el 20
de octubre de 1528 un rulano de la Hilera al dorador Antonio Ruiz,
en la cantidad de treinta y nueve pesos de oro ".
Para el año de 1528, la casa de Munición -dice Carrillo y Gariel-
inventariaba "cuarenta y siete coseletes con sus brazaletes e \'einte
e siete celadas. cuarenta e tres rodelas e una pavesana, una petaca
con cierta munición de brazaletes desconcertados," quinientas rode-
las de Mechuacán de vellones de cobre y seis gorjales de malla por
guarnecer".
Durante más de 105 200 años posteriores a la Conquista la milicia
en la Nueva Espai\a era muy reducida. Por reales cedulas expedidas,
en Aranjuez y Madrid el día 27 de mayo y el28 de diciembre de 1568.
respectivamente, teniendo consideración a la autoridad de los cargos
de virreyes de las Indias y calidad de sus personas, creó Felipe n para
el ornato y acompanamiento de 10$ del Perú y Nueva España, una guar-
dia de soldados alabarderos, a semejanza de los que custodiaban la
real persona en la corte. Componfase la de la Nueva España de un ca-
pitan. un subteniente. tres cabos y veinte plazas. Siendo el virreinato
ya ampliamente paciHcado, los soldados podían prescindir de arma-
duras metálicas, quedando en uso solamente el morrión con cresta,
L"

~"lnh¡II¡.\Jo ~'e) n ~' haJt'~f) ~m.'<lrnarlo~· m,mgas a ma ri lJa~ . C"a l:las a bom , Acción de Pue blo Viejo 11 1 d ~
h;\d~,... y brga s me..,uias ruia>;. s~ pti emb re cI~ ' 829). Olcuclc
Carlos Pa ris. Colección Museo
EI":1 "hli !:!;.u: ion d~· la J!uilrdia de alabarderos. acompañeu' al drre-y Nac iona l de Historia de l
VII C l'oi l odus :. tl:'o :l~' lu", r ubl icm. o rl"h'ados ul..·stle q ue..' L'sle llegaba a Castillo de Ch apoltepe ~
I ~e \ db Je..' (~tlad;."ur(: a han·r ...c cargo (ld goh ic 1'IICI ba s ta que dejaha
,·I n l:elld".
L e gu~e rdia dI..' .,l a b.u·d.:ros !'.'!1tabil rcforzilcW. por una ¡;omp¡\ñfa
ele..' irtl<lI1l~·I"I'1 Jc' 150 hombres d e la milicia. denominada Compañía de
.\1 i!kia dd P;:lIado, .:u'madu:, cnn .:spaua, I..'seudo y an:abuz.
E, i... tia n ~lde..·ma s la .. f!uamicionl..·s de lus casl illos de San Diego
.\ S:11 1 Ju a n de..' Ulúa ,. In elt.· l o~ pres.i d ios de la frontera nOrle y una
~'lImra ñln de..' dragt mes e..'11 Veracl'uz ,. e n Mcxico.
Pur lo dc'IIl;'I ~ b dde.'nsa de las d¡~li nta s 7.011i.lS dellcrritoriu e.: oln,
lIi.c! c..· ... ' "b:1II rnh: t ic:lm('nt~':l Ci.\I'g.o de los I"t'pa rtimientos , d t' ¿h,; ue-r.
.Iv e..·',n b'i o rde..·n an7.a~ e.....¡,;\h],.·(·¡das poI' CurtC>s. las ",mlcs no había sido
r!e..·cc..':-a ri o Illodifkar.
16

Siglo XVII

En el siglo XVII cambió!a moda.. introduciéndose tanto en Espa-


ña como en el virreinato el estilo valón. cuyo rasgo principal era el
sombrero de alas anchas en lugar de la gorra o morrión y abombado
pantalón en lugar de calzas acuchilladas. Pricticamente desaparece
la armadura. que sólo conservaron los piqueros. Una banda roja ter-
ciada en el pecho, residuo del siglo XVI, constituyó el distintivo de je-
fes y oficiales; toda la gente del ejército llevaba sobre su coselete una
banda roja o una cruz roja grande cosida al vestido. que no se pudie-
se ocultar, bajo pena de ser considerado enemigo. Los dos distintivos
militares de Espafta y de sus posesiones eran esta banda roja atrave·
sada al pecho y la cnu. de aspas de San Andrés, divisa de la casa de
Borgoña, en las prendas de paño y en el tafetán de las banderas.
Hacia 1685 las prendas del soldado eran sombrero de color. ju-
bón de lienzo de Brabante. una hungarina (especie de jorongo o capa
de mosquetero) y calzones de pafio pardo. camisa de lienzo de Bra-
bante. medias de pailo. zapatos de Córdoba, colete de badana, paAuc-
lo para la valona y talabarte para la espada. En 1693, sombrero blan-
co. casaca forrada con bayeta de Palencia, calzón de paño de las Nava¡
y chupa de jerguilla de Toledo forrada de lienzo de Pontanea, camisa
de lienzo gallego, corbata de bocadillo. medias manchegas. bredic6
de ValladoJid. zapatos de vaqueta de Moscovia de tres suelas. un par
de alpargatas y tres varas de Colonia para sombrero y corbata.
AlIado de las fuerzas pennancntes surgieron las milicias urba-
nas y provinciales. Dentro de las primeras, foT'UlBdas. sostenidas y con-
formadas por los gremios de artesanos y comerciantes de una misr:na
ciudad y fundamentalmente creadas para escoltar convoyes de mer-
caderlas entre Veracruz y la capital, se formaron regimientos de co-
merciantes, sastres, tocineros, plateros. tintoreros, vistiendo con elc-
gancia y derroche.
Joseph Hefter cita un relato publicado en 1768 acerca del Regi-
miento de Comercio de Mhico. creado en 1693. de la compaiUa del
gremio de plateros: "El Regimiento compuesto de todos los sujetos
comerciantes, es de hasta mil hombres que se presentan con unifor-
me encamado del más rico paAo de grana, la chupa y vuelta de azul
de 10 mismo, con botón amarillo. todos con espadln a lo menos de plata,
vericú, sombrero y chupa galoneada de oro fino, bota blanca con cha-
rretera de terciopelo negro, cartucheras azules bordadas de oro de
realce, montera de pelo los Granaderos,la.s vuehu ¡uamecidas y bor-
dadas de oro sobre campo azul y su borla correspondiente. fusil, ba-
yoneta y hacha de munición, distingui~ndose los oficiales en tener la
casaca guarnecida de doble galón de oro, que COD todo lo demás de
rico del vestido, compite el último soldado con su coronel ... De las
tres CompatUas, la primera es de infantena compuesta de cien solda-
dos. Granaderos del gremio de plateros, los que se distin¡uen en te-
ner tres charreteras de oro sobre el lugar de la sanaria, en cada uno
de los brazos.. . Tienen todas sus gorras con planchcte de plata al fren-
te y otra por la espalda y por trofeo los dos mundos; dicho vestuario
17

es propio de cada individuo. Los oficiales. sargc;ntos y cabos tienen


sus fornituras en los uniformes; los primeros muy lucidas con borda.-
dos de realce de oro, y planchetas doradas en gorras, cartucheras y
borlas",
El lujo de estos ..egimientos se acentuaba comparándolos con los
uniformes hbicos de las fuerzas peninsulares que consistlan en som-
brero negro, casaca, chaleco, calzones y polainas de manta.

Siglo XVIII
El segundo duque de Alburquerquc introduce en la Nueva Espa-
ña la moda francesa en el1raje mUltar. As' se desprende del Diario
de Robles. cuando dice que cl6 de enero de 1703 " salieron los solda-
dos del palacio vestidos de paño azul con las mangas encarnadas y
medias del mismo color, y sombrero de tres picos al uso de Francia.
y lo mismo el capitin. alr~rez. y demás cabos y alguacil de la guerra;
y se dispone que los alabarderos se vistan de amariIJo con golillas".
Es decir que el tradicional Iraje militar español había sido destrona-
do por la moda francesa que se adueñaba, también. de los trajes civi-
les de hombres y mujeres.
Al entrar en guerra con Inglaterra. Carlos III se preocupa por re-
forzar el ejército en sus colonias. El 30 de julio de 1769 el marqués
de Squilace. que hada funciones de primer ministro en el p.binete
español. pasó a Arriaca, el secretario de Indias. un ejemplar manu~
crilo de la instrucción que debfa entregar al general don Juan de Vi-
lIalba. destinado por el rey para pasar a la Nueva Espatia al frente
de un grupo de oficiales cuya misi6n consistia en organizar en el vi-
rreinato cuerpos de tropas regulares y milicianas a modo de ejército
pennanente que pusiera a México a cubierto de cualquier invasión
más temida ahora, después del precedente de la calda de La Habana
y de que los ingleses habian logrado extender sus antes reducidas trece
colonias hasta la orilla izquierda del Misisipi, sobre la Luisiana oriental
francesa.
Con tal fin. don Juan de Villalba y Anllllo es nombrado coman-
dante general de México e inspector general de todas las tropas vete-
ranas y de milicia de infantena y eaballerfa. La idea básica de la ins-
trucción de Villalba consistia en establecer dos cucrpo$ veteranos. esto
es, arreglados según el modelo de los ejércitOi pe:nnanentes europeos.
y enviar todo un equipo de oficiales e instructores de las milicias.
Para servir de ejemplo se traslada a la Nueva España el Regimien-
to de Infanteóa de América fonnado por tropa y oficiales destacados
de la peninsula. El otro regimiento básico de Nueva Espafla será uno
de dragones que se embarca "en cuadro", para ser completado con
reclutas del virreinato. y quedar como cuerpo veterano.
Se hacen eonscripciones y a los dos aftos. para bien o para mal,
el ej~rcito ha lomado carta de naturaleza en el virreinato y empieza
a echar ralees en él. Fonna. con parte de los Draaones de Veracruz
e introduciendo elementos peninsulares, el Regimiento de Dragones
de España, reforma el Regimiento de la Corona. organiza el ejército
\8
en compaftías españolas o de blancos, integradas por peninsulares,
criollos y algunos mestizos y campa'Mas de pardos y morenos, fonna-
das por mestizos y mulatos. Villalba, en su instrucción, telÚa prohi·
bido admitir a los enteramente negros dentro del ej~rcito.
El20 de febrero de 1765 llegó el primer batallón del Regimiento
de Infaoterla de Am~rica a la ciudad de Mbico: "Entró por la calle
de Santo Domingo a son de cajas y música de trompas; oboes y de·
más lnstrumcntos que trajo, y se formó frontero del Real Palacio, y
bajó a recibir a dicha tropa Su Excelencia, la que reconoció y vio, y
después se retiré y Su Excelencia se subió a su sal6n",
En la capital, la compañia de infanterfa de Palacio se vio refor-
zada por dos compafifas de guardia de caballeda de dragones. Este
cuerpo de dragones usaba saco azul con cueHo, puños y chaleco rojo
oscuro, pantalón azul y botones de plata. encajes y ojales plateados,
sombreros bajos de tres picos, negros, con escarapela roja y metea-
do en blanco para la tropa y en oro para los oficiales. El capittn mon-
tado de la guardia llevaba el sombrero guarnecido con plumas rojas,
con galón oro, librea, chaleco. pui\os y adornos del caballo rojos con
bordado de oro. faja blanca, guantes de ante con fleco dorado; calce-
tas rojas debajo de pesadas botas de montar.
El 26 de mayo de 1761105 jefes y oficiales del Regimiento de ~
rica solicitan el traslado de ese cuerpo a la peninsula. lo cual fue sa-
tisfecho, enviando en su lugar a tres segundos batallones de los regi-
mientos de Sabaya. Ultonia y Flandes, los cuales entraron en Veracna
ellO de junio de 1768y "como los uniformes de todos ellos eran blan-
cos, variando solamente el cotor de las vueltas, se dio en llamar a los
soldados en general 'blanquillos', mote que duró por algún tiempo".
La Guardia de Alabarderos del virrey modificó su traje. según
consta de la cita que hace Carrillo y Gariel de la obra de don luan
Manuel de San Vicente, publicada en 1768, Bucta Descripción d~ la
Magnifica Corle Muicana, en la que textualmente dice: "Es a más de
estas, dimas de hacer mención de la Compatiia de Alabarderos de la
Guardia del Excmo. Virrey; y por 10 lucido, pu~s el uniforme de toda
ella es del mas rico paño azul con chupa y vuelta encamada como el
de Guardias Espai\oles de la Pcrsona Real. galoneado todo de plata
el de los oficiales y con alamares anchos la casaca, Y calones igual-
mente finos de plata la chupa de los soldados". Los alabarderos te-
nian como patrona a la Virgen de la Concepción y su capilla en el con-
vento de San Agustin. los puestos de este cuerpo eran prácticamente
inamovibles y asi en varias partes de su diario, el cabo de la Compa-
ñia de Alabarderos, losé Gómez Moreno, lo da a entender, cuando ex-
presa "En tiempo del señor virrey conde de Revillagicedo. en el cuer·
po de guardia de alabarderos, sucedió una cosa bien memorable y fue
que en 226 aftos que lleva de puesta o creada dicha compafifa no se
habia visto que un virrey quitase a dos alabarderos su plaza; a uno
lo puso en el regimiento de la corona y fue a morir a la Habana, y
al otro lo puso en la calle habi~ndoles costado a los dos su plaza. Uno
se llamaba Jerónimo Alcalde y el otro don Isidro Sanniento".
La Guardia de Alabarderos fue , de los cuerpos coloniales, el que
tuvo una mayor tradición: " El puesto de Capitán de la Guardia. . . era
muy codiciado.. . y se conferla casi siempre a algún miembro de las
19

Ttl'lJ);l$dd VifTcIAaIO: 4. Oficial di: Mo~ LilmoJ


l . Cruadcro ck1 Jtqlmlcl'IlQ de: la Milk.... de Vrracl'1lz
do,... Comen::iu 1175OJ; (1776);
2..unnorodo:Vrracnufl769); S. Orq6n de la Milicia
J. Alabardcrvdo.: ¡a Gu. rena Pl\WiftC .... ldrNurvaElpUa
del Virn:yll77O); (1795);
6. Hü" rdc:Tcja.UI04}.
At~rcla, por Ju", Maria
aucnoCarrrrs.
20
casas de Jos Condes de Santiago, Marqueses de Santa Fé de Guardio-
la u otras igualmente distinguidas. El último Capitán fue el tercer Con-
de de Regla. Marqués de San Cristóbal y de ViIlahennosa ele Alfare,
quien en 31 de mayo de 1820. juró con toda la CompaAfa de su cargo
la Constitución Politica de la Monarqufa BspaAola. Al consumarse la
Independencia -ocioso es decirlo- cesó!. Guardia de Alabarderos.
pero su Capitán fue nombrado Caballerizo Mayor de S.M. don Agus-
tin 1, Emperador de México".
En la época en que gobernaron la Nueva España los virreyes M.-
Uas de Gálvez y Bernardo Gálvez (1784-1789), Francisco Antonio de
Cuspo, corregidor de la ciudad de Mbico. hizo un estudio a fondo
de las milicias que posterionnente serian la base del ejército hasta
el final del virreinato. Crespo consideraba que las tropas veteranas
eran una enonne sangría para la corona, pero las autoridades colo-
niales y el propio rey las considerab~ indispensables, tanto por la
necesidad de que sirvieran de pie veterano a los cuerpos de milicia-
nos. cuanto para hacer sentir en los habitantes de la Nueva España
la autoridad real. Se inclinaba por fomentar las milicias tanto urba-
nas como provinciales. El periodo de estos virreyes fue una ~oCa de
paz. en la cual el ejército sirvió para las grandes fiestas. siendo un
espt!Ctáculo para los habítantes de las ciudades y poblados las entra-
das y salidas de los cuerpos de tropa.
El virrey conde de Revillagigedo obtiene autorización de la me-
trópoli para que el vestuario de todas las unidades se confeccionara
en la propia colonia. ya que se lograba fabricarla de igualo mejor ca-
lidad y con el mismo gasto que en la penfnsula. Asimismo durante el
gobierno de Revillagigedo se dio gran impulso a la formación de las
milicias. Fue asl como cristalizaron los anhelos de los criollos, los que.
ricos en su mayoria. reunieron funciones de autoridades civiles y je~
fes de milicJas. creando un fuerte grupo social con fuena política que,
apoyado por los bienes econ6micos. tomó parte activa y detenninan-
te en la guerra de Independencia.
Es preciso hacer mención de tres cuerpos de guardias presidia-
les: los Dragones de Cuera, los Húsares de Texas y los Cazadores de
Nueva Vizcaya. por la originalidad en sus vestuarios.
Para la guarnición de los presidias internos que proteg'an a la
Nueva Espoma de las invasiones de los indios bárbaros. hacia 1730.
se organizaron tropas de calidad superior en talla. robustez, valor y
constancia para la fatiga. muy diestros en manejarse a caballo. Los
Dragones de Cuera viailaban Jos presidios, desde la bah1a de Mata-
gorda en el Golfo. hasta el rlo Sacramento en California del norte. Ves-
dan curiosamente usando calzón y chupa corta de paño azul, con vuel-
tas y cuello encarnado, botones dorados. capa tambi~n de pailo azul.
sombrero de ala negro y bandolera de gamuza. en la que iba bordado
el nombre del presidio a que pertenecfa el soldado. Pero la prenda
más singular de estos dragones era la cuera. sayo o casaca de ante
o de badana resistente a las flechas. inspirada en el escaupi! de los
aztecas. Los dragones estaban armados de espada ancha y corta, lan-
za, mosquete o fusil pequei'io de chispa, un par de pisto}as, y un escu-
do de cuera o adarga en fonoa de corazón o de óvalo con las armas
españolas. La silla del caballo era de madera. cubierta de cuero sin
21

curtir, protectores latcíal e~y estribos de madera de roble. pistoleras I"lacAde Clt,...:ud.· la F..... \I.-I ..
de A~rir;mle~ (l~I.
~. hulsas para agua}' provisiones. Sus deberes ¡ndulan reali:tar explo-
Culeccinn p:anicular.
racion!!'!>. mediciones. expediciones punitivas. escoltar a oficiales y sa-
H·rduh:~. y dar protec.:dón a las misiones.
El ::.omhrero que usoban era negro, de lana. con una banda ama-
rilla , ruja o blanca. con c:orrea en la barbilla. Usaban el pelo largo.
amarrado con un lazo y en el cuello un pañuelu o pañolete. Hada 1820
un aja dio'] sombn~ro se usa ba It.'\'antada. dehmida c,;on una escarapela
rO,ia t:::.pañola, más lanJe con un pompón con los tres colores nacio-
nal\."~. El n:s lido complclU consistía en chaqueta azul marino con Cue-
llo. \'ueltas. puños y for ras cojos; \'¡vos. botones y correaje blancos
y corbatin nt~gro. Los pantalones azu l marino. con ribete rojo y cachi-
rulo nC'gro de piel. La cuera de campaña para la tropa no tenia man-
gas, lC's lIC'gaha hasta las rodillas y era acojinada con cinco o siete ca-
palO de piel dC' \'t!nado o de borrego: lle\'aban el cinturón de piel de
antt! ¡:Tulada al pecho y una cartuchera con 24 cargas. Las piernas
las em'ul\'ian en polainas dC' piel amarradas debajo de las rodillas. lus
zapatos n'-"gros de piel de venado con espuelas grandes de acero. El
oficial tenia bordadas las armas del rey en las bolsas laterales de la
22

Siglo XIX

Todavia en 1847, durante la ocupación estadounidense de Cali-


fornia, se vela a alguno de estos drasones con sus sayos o cueras en
los que aparecían bordados los escudqs reales.
La invasión de España por las tropas de Napoleón en los prime-
ros años del sigo XIX influyó decisivamente en los uniformes milita-
res de la Nueva Espati.a. En su "Plan Demostrativo", cuyo manuscri-
to que data de 1803 se conserva en el Archivo General de Indias en
SevHla, el oncial español Ramón de Murillo diseñó nuevos trajes y
propuso cambios radicales en la organización, táctica y armamento
de las tropas presidiales, basado en su larga experiencia vivida en la
frontera del norte, pidiendo la sustitución de Jos Dragones de Cuera,
por nuevas compañJas de húsares y cazadores, tomando como mode-
lo a los húsares de España.
Esta sugerencia fue aprobada y de acuerdo con esto se organi-
un en el virreinato las unidades de Húsares de Texas y de Caza40res
de Nueva Vizcaya.
Los Húsares de Texas vestlan elegante dolman, pelliza y bone-
tes; estaban annados solamente de un sable curvo y dos pistolas. con-
servando el escudo de cuero de Jos pl"Csidiales. pues era la mejor ae-
fensa contra las nechas y las lanzas de las tribus salvajes. El bonete
era negro. con galones y cordones blancos. una insignia de cuero con
la inscripción "Húsares de Texas", una pluma y esca~apela roja. El
dolman era rojo, con cuello y puños azul celeste. cerrado por tres hi-
Icras de once botones con cordoncs blancos. La pelliza era azul celes-
te con cuello y puños rojos, adornada con los mismos cordones y g~­
Iones blancos. Las botas, negras. de cuero; la silla de montar era de
cuero sin curtir. asentada sobre una piel de panlera. Cada húsar le-
nfa a su disposición siete caballos y una mula.
Los Cazadores de Nueva Vizcaya teoJan uniformes y armamento
similar al de los húsares. Ellos nevaban el dolman y los pantalones
azutes y en lugar del bonete portaban un chacol negro con pluma azul.
El aspecto de estos cuerpos era pintoresco. pero en la práctica
no dieron resultado por no tener suficiente protección contra las lan-
zas y las flechas de 105 indios.
Como resultado de estas dificuJtades tácticas. tanto los Húsares
de Texas, como los Cazadores de Nueva Vizcaya fueron disueltos, vol-
viendo por sus fueros los viejos Dragones de Cuera, hasta el afio de
1835.
El barón Alcxander van Humboldt, durante su estancia en la Nue-
va Espai\a del 23 de febrero de 1803 al7 de mano de 1804, escribe
que . . . "en las colonias espai\olas no es el esplritu militar el que ha
facilitado la fonnación de las milicias. sino la vanidad de ún corto nú-
mero de familias ... como el grado de coronel da el tratamiento de
sei\orla, que se repite sin cesar en la conversaciÓll familiar, es fácil
concebir que este tratamiento es lo que más contribuye a la felicidad
de la vida dorn~tica. y por Jo que aquellos criollos hacen los m's ex-
traf\rdinarios sacrificios de su dinero. Algunas veces se ven oficiales
Unlr01'mC1 • all"fKll Cllerpol l . POfUbanden. de
cicl ejército mc.kano que .ubtcniente;
~ombaticron m Puebla ca 4. Arclllerl. cic moalaAa:
1162: s.. General M~I Nqn:te;
l. Oficial de rt=lCl"Va: 6. Guudi. NKionaI de
2. General Porfirio Dial: P1.I.ebla. A~u.llIlu por Io..ph
Hdtcr. Colección pani~ul.r.
24

Somb rero montado d~ ge nera l


d~ di,· j ~ ión 11842). Colec ción
de milicias con grandes uniformes y condecorados de la Real Orden .
panll'ula r d e Carlos IlI , sentados con suma gravedad en sus tiendas y ocupán-
dose en las mayores menudencias a la venta de sus mercancías; mez-
cla singular de vanidad y de sencillez de costumbres, que admira al
caminante europeo.
Este mismo viajero, en su Ensayo politica sobre el Reino de la
Nueva Espaiia, incluye un cuadro del que se desprende claramente
que para esos anos el contingente d e las milicias urbanas y provin-
c iales superaba con mucho a las tropas permanentes.
En los albores del siglo XIX el ejército virreinal.se distinguió por
s u vistoso vestuario. Desde el virrey, que era el capitán general, has-
ta [os mariscales de campo y brigadieres, llevaban uniformes de paño
de primera, ricamente bordados de oro fino. Los Cuerpos Veteranos
de Infantería usaban uniformes compuestos de casacas y chupas azules
o blancas y calzón corto de los mismos colores, distinguiéndose por
los botones blancos o dorados y por el color de las vueltas, collarín
y solapas; por esto el pueblo llamaba "verdes" a los soldados del Re-
gimiento de la Nueva España, que usaban vuelta verde sobre casaca
blanca; "colorados", a los del de México, por llevar vivos de este co-
lor, y "morados", a los del de Puebla, pues morados eran el vivo, el
collarín y la vuelta de sus casacas blancas.
Distinto fue el uniforme del Batallón Fijo de Veracruz, pues la
casaca era corta y azul celeste; las vueltas y solapas chicas, encama-
25
das; el botón blanco. el chupin y el pantalón de lienzo, por el clima
caluroso de la región. y el sombrero redondo, de copa alta. con un ala
levantada y su correspondiente escarapela.
Los uniformes del Real Cuerpo de Artillería fueron los mismos
que usaban los soldados de la península. Los Regimientos Veteranos
de Dragones de Caballerfa, unos llevaban casacas y otros chaquetas:
unos chupas y otros chalecos; unos pantalón con medias bolas y otros
calzón corto con medias; capas todos y sombrero de alas cortas, galo-
nes alrededor de la copa y plumas. Los colores predominantes. como
en la infanterla, eran azules. encarnados y blancos. Las compañías
fijas de blancos y pardos. según la raza o casta a que pertenecían los
soldados que habla en las costas, usaban el traje propio del pais. dis-
tinguiéndose del paisanaje por las escarapelas enca.rnadas fijas en el
ala levantada de los sombreros redondos y por las armas reales que
en un pequeno escudo tenían en la manga derecha de sus uniformes.
Debemos insistir en que en los primeros años del siglo XIX se sin-
tió el impacto del genio militar de Napoleón Bonaparte. En todo el
mundo influyó innovadoramente en el vestuario de las fuerzas arma-
das. México no fue ajeno a eUo. España empew a introducir en sus
posesiones del Nuevo Mundo trajes militares a semejanza y hechura
de las legiunes napoleónicas. La infanterla sustituyó el tricornio por
un chacot de cuero negro, en forma de campana invertida; suprimió
bucles y trenzas. La casaca y la chupa fueron sustituidos por un casa-
cón de solapas y barras recogidas, a manera del spencer frances. La
caballeria y artillería optaron por usar casco con cimera y crines. muy
popular en los ejércitos napoleónicos. La casaquilla con solapas yel
pantalón largo para montar encontraron buena acogida. no asf la bota
fuerte que era de rigur en el ejercito del Primer Imperio.
Al iniciarse la lucha de independencia. exceptuando a las pocas
fuenas realistas que se habian unido a la sublevación, la mayor par-
te de aquella tropa estaba formada por la masa del pueblo; iban se-
midesnudos o vestidos de cuero. calzando botas o huaraches, sombre-
rus anchos de palma o de fieltro entoquillados o galoneados; sólo los
jefes portaban algún traje militar que denotase su jerarquia. Lucas
Alamán que fue testigo ocular refiere que después de la toma de la
Alhóndiga de Granaditas. Hidalgo vestfa aún su traje ordinario, esto
es, el de los curas de pueblos pequei\Qs. que consisHa en un capote
de paño negro con un sombrero redondo y bastón grande, y un vesti-
do de callÓn cono. chupa y chaqueta de género de lana que venia de
China)' se llamaba " rompecoche", pero sobre la chaqueta usaba un
tahali murado que parecia ser un pedazo de estola de aquel color. sus
generales llevaban las chaquetas que caracterizaban a los oficiales de
los cuerpos de milicias en las poblaciones pequeñas, y sólo hablan pue~
10 en las presillas de las charreteras unos cordones de plata con bor-
las. como sin duda habian visto en algunas estampas que usaban los
edecanes de los generales franceses, y todos ellos llevaban en el som-
brero la estampa de la Virgen de Guadalupe.
Este mismo autor refiere que tiempo después, cuando los insur-
gentes estuvieron en Acámbaro, se hizo alli la gran promoción, nom-
brando al señor Hidalgo. Generalísimo; a Allende, Capitán General;
a Balleza, Jiménez, Arias y Aldama, tenientes generales, y a Abasolo.
Oc6n y a los dos Martínez, mariscales de campo, motivo por el cual
hubo misa de gracias y Te Deum, repiques y salvas. y despu~ se pasó
una revista al ejército. Entonces ya los jefes insurgentes usaron uni-
ronnes especiales. Hidalgo, como Generalisimo, llevaba vestido azul
con collarinovuelta y solapa encarnada. con labor muy menuda de plata
y oro; tahali negro, también bordado, y todos los cabos dorados, y col-
gada al pecho una imagen de oro de la Virgen de Guadalupe. El uni-
forme de Capitán General que vestfa Allende consistfa en chaqueta
azul, collarin, vuelta y solapa encarnadas, con galón de plata en las
costuras y un cordón en cada hombro, que dando vuelta en cfrculo
se juntaba por debajo del brazo. con botón y borla colgando hasta el
medio del muslo. El mismo uniforme vestían los tenientes generales,
los mariscales de campo y los brigadieres, d.istingui~dose los prime-
ros porque sólo llevaban un cordón a la derecha, los segundos a la
izquierda y los últimos. a más de 105 tres galones de Coronel, uno bor-
dado muy angosto. Los demás oficiales insurgentes teoJan las mismas
divisas que los del ejército realista.
Al consumarse la Independencia, el Ejército de las Tres Garan-
das arribó a la capital el 27 de septiembre de 1821. E.ntró por la gari-
ta de La Piedad a las diez de la mafiana, avanzó por erpaseo Nuevo
o de Bucareli a la Avenida de Corpus Christi hasta el Convento de San
Francisco, donde lturbide recibi6las llaves de la ciudad; deahJ el Ge-
neralisimo se trasladó a Palacio. donde presenció el desfile que ter-
minó a las dos de la tarde.
En el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec se conserva
un cuadro que representa la entrada del ejército trigarante y en el
que se pueden apreciar los altos gorros de piel de oso, largos delanta-
les de cuero, hachas y abundantes barbas de los gastadores; genera-
les, jefes y oficiales con alto bicomio negro, con galones y plumeto
y las casacas adornadas de gruesas charretenu y de bordados me-
tálicos.
El estilo napoleónico fue implantado oficialmente en México por
105 reglamentos de 1821, 1823 Y 1827. Uno de los ejemplos del traje
francés es el uniforme de los granaderos de la guardia de Ilurbide
en 1822, tipo clásico del soldado de linea de Napoleón. Era tal esta
influencia que Carlos Maria Bustamante nos narra que "... En los días
en que se mantuvo lturbide en Jalapa (octubre de 1822), procuró dar-
se al pueblo un espectAculo, y pasó revista a la antigua columna de
granaderos, que fue la flor del ejUcito virreinal. acto que ejecutó te-
niendo presente las grandes paradas de NapoleÓll. a quien procuró
imitar en miniatura. R.evistióse por algunos momentos de los afectos
de aquel gran Capitín del silla. .. Despu& de haber evolucionado di-
cho cuerpo, dijo a sus oficiales y soldados... ¡Granaderos imperia-
les! Estoy satisfecho de que sabeis manejar las annal, y babeis de-
sempeflado exactamente cuantas evoluciones se os han mandado. 1.0
estoy asimismo de vuestro honor y de la moderación con que os ba-
UnifoMnC dclpnc:rll de
beis portado en las provincias en donde babeis estado, de vuestro va-
d¡vili6n pertcm'c:icnle al lor y denuedo en las batallas en las que habeis expuesto vuestras vi-
¡ene"] 1.,...10 Cornonfort das, cumplteno con los juramentos que babeis hecho de sostener
fI 8SO). Colección ..v_ vuestra religión e independencia de toda la nación, y la uni60 con los
Nacional de Hil loria del
CaIIJIIO de: Chlpuhcpec. habitantes de este imperio. Pa,aado ya de todo esto, quiero teneros a
28

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Chapuh"p«.
29

mi lado siempre. que me llameis padre. y yo os llamaré hijos. Voso-


tros componeis unas partes de mis guardias que se van a formar en
mi corte, y será el ejército de reserva, que se hará temer de todas las
naciones ... Vosotros sercis el apoyo de la monarquia moderada. y sa-
breis morir diciendo. . . j Viva la Religión.! ¡Viva la Independencia! ¡Viva
la Unión!. .. ¡Vivan los Granaderos hnperiales! "
Durante el eflmero gobierno de Iturbide no se llegó a dar al ejér-
cito una verdadera organización militar, ni mucho menos una orga-
nización que satisficiera las peculiares condiciones que se imponían
a la nación, por su política interior y por las luchas a que pudiera lle-
gar a obligarlas su situación geográfica; lo que equivale a decir que
no se llegó a organizar un ejército nacional.
Al abdicar Iturbide, el Congreso expidió varios decretos tendien-
tes a la formación de las armas nacionales, estableció el Estado Ma-
yor General. hizo refonnas a las divisas, insignias y banderas, adop-
tando las republicanas; se suprimieron los mariscales de campo. se
dispuso que quedaran vigentes. con las necesarias modificaciones. la
Ordenanza General y Real Declaración de Milicias de 1767. modifi-
cando el nombre de milicia provincial por el de milicia cívica. cuyo
objeto era servir de reserva y aumentar en caso necesario la fuerza
de las tropas permanentes.
Una nueva ley del 29 de diciembre de 1827 derogó la referente
a la milicia clvica y creó la milicia nacional local. en la que todo me-
xicano quedaba obligado a la defensa de la Patria cuando fuese lla-
mado por la ley. En 1830 se introduce en las charreteras de los gene-
rales el uso del águila nacional. primer motivo mexicano en los
unifonnes.
EllO de junio de 1831 decretan los uniformes que deben llevar
los generales del ejército. estableciéndose para los de división, de bri-
gada y efectivos el uso de casaca azul oscuro, con cuello. vueltas y
solapa encamadas; forro, barras y vivos encamados, con la cartera
horizontal de tres botones en ella; pantalón blanco encima de la bota
en los dias de fiesta nacional o gala y en los corrientes lo podrán usar
azulo gris; en los lutos. centro negro. Para esta fecha ya estaban es-
tablecidas, para estos jefes, las fajas de seda: azul celeste para los di-
visionarios. verde oscuro para los de brigada y rojo para los corone-
les. Sombreros montados altos de fieltro negro y tres plumas sueltas
con Jos colores nacionales. Para los sargentos se establecen las jine-
tas de seda carmesf para infanterla y verde para la caballería.
El luto en los militares por la muerte del presidente se previene
indicando que los generales deberán agregar un lazo negro en el pudo
de la espada y desde coronel hasta primer ayudante llevarán el rigu-
roso unifonne con centro negro y una banda de crespón. gaza o tafe-
t'n sin lustre, atravesada por el hombro derecho. y cuyo remate al
cuadril izquierdo ser' unido o sujeto por un lazo tricolor, y de capi-
tm a subteniente portantn riguroso unifonne agregando lazo negro
.1 brazo izquierdo.
En 1833 se crea un distintivo especial exclusivo para los genera-
les y cuerpos de cazadores, la sardineta. de galón ancho sobre la vuelta
del brazo. autorizando el uso de este distintivo en 1836 al Batallón
del Comercio y a los demis de ¡nfanteria pennanente y activa. pero
JO
solamente que pertenecienm a las compatifas de preferencia y usén·
dolo sencillo, conservándose a Jos granaderos y cazadores el de la do-
ble sardineta.
Un año después se publica el Reglamento de Uniformes y Divi-
sas para los diferentes cuerpos de que se componfa la marina mexi·
cana. El uniforme grande, desde la clase de general de marina hasta
el segundo teniente inclusive, sena la casaca azul de faldón cuadra-
do. cuello. vuelta, forro y solapa grana, suelta eata última con ga16n
de nueve lineas al canto. botón de ancla y 'guila, pantalón y chupa
de casimir blanco. Los generales, sobre el mismo uoüonne, el borda-
do de general del ejército en vez de galón. sombrero de pJ.6n y espa-
da corta. También se prevenía un petil unifonne que consistia en la
misma casaca azul, con vivo cannesl alrededor del cuello, vueltas, so-
lapa, faldón y pliegue; siendo este mismo el unifonne de Jos aspiran-
tes de primera y segunda clases, con pantalón y chupa azul o de lien-
zo blanco. según el "temperamento"; sombrero redondo y culd. En
este decreto también se detenninan lu divisas para todos Jos grados.
Posteriormente (1838) se publican los reglamentos para 10& cuer-
pos de ingenieros e infanterla y para la caballería. A los defensores
de la patria. creados para mantener la tranquilidad pública. prestar
auxilio a las autoridades, sofocar todo amato de rebelión o motín, apre-
hender a los malhechores y desertores y cooperar con el ejército en sus
respectivas poblaciones a la defensa del pals en caso de invasión, ·se
les asignó: para la infantería. casaca azul con cuello y vuelta encar-
nados y centro blanco, morrión y gorra de cuartel; para la caballeria,
chaqueta y pantalón azul. con cuello y welta encarnados, chacot o
sombrero, llevando todos en los morriones un escudo con la inscrip-
ción " Defensores de la Patria".
El 8 de julio de 1839 se reorganizan las fuerzas permanentes; d
ejéTcito se compondría de infantería, caballería. artillena e ingerue-
ros. Se introduce un chacot más licero. cilíndrico. sin cordones o ala-
mares y un año más tarde se publica un nuevo reglamento de unifor-
mes, en el que se detalla cuidadosamente toda prenda. divisa y adorno
desde el gran uniforme de los generales hasta el de la tropa.
Durante los diferentes gobiernos del general Santa Anna proli-
feran los decretos y reglamentos sobre uniformes y divisas de los ce-
nerales, jefes, oficiales y tropa, creándose alaUDOS cuerpos especial-
mente curiosos en cuanto a su vestimenta. El 12 de junio de 1840 se
forma el Escuadrón Activo de Tulancingo y por orden superior del
15 de septiembre del mismo año cambia su denominación al de Cora-
ceros de Tulancinso. Era un cuerpo de caballerla pesada; los oficia-
les pie a tierra usaban casaca azul celeste. con cuello y vuelta carme-
si. pantalón del mismo color de la casaca con franjas a los costados
del color de las vueltas. sombrero montado. espada derecha, cartu-
chera de plata y bota con acicate: y a caballo, piqueta azul celeste con
cuello y vueJta carmes!, pantalón del mismo color, coraza de metal
amarillo con las annu nacionales de plata. C85CO o cimera con larga
cola negra de crin de caballo, adornos de plata, schabrak azul celeste
con galón de plata. brida guarnecida del mismo metal La tropa usa-
ba. pie a tierra, piqueta azul celeste, cuello, vueltas y barras cannes';
y a caballo, coraza y casco amarillos con adornos blancos y cola en
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ItqlunmlO de l/fIifonoel cid 4. Alumno del Colqio Militar


Ejhcilo Mnlcano de 1911: CftW1i1ornlltdepla;
l. CoruMI d.r artillen. a S. Coronel de a"illula, con
caballo tin Wllfanne de pla; pelllu;
2. Teniente ton:IIM:l de 6. Capilin primero de
caballerla en Wliforme de infanterfa.en unifonne de
pla; p1a. Postales edilada, por
l. Gcnual de división en Pa blo Viau pua iluurare!
Wliforme de pll, pan realamento. Colección
monllr; panlcul....
32

TI'oc.:IJt¡~ ", iI Íl.uc~ d ~


dif... r.::n,<:\ipot:l \ ;
..._------- ..
la cimera; pantalones para pae a tierra del color de la piqueta con franja
C h,,~,.! ri~ l ;,7:1d ...: de la carmesí y bota con acicate, y a caballo pantalón carmesl. franja azul
(i l.l .. nli.l '\;,, ;"nllll Jo..! celeste. cachirulos y media bota negra, schabrak azul celeste con el
Rc;:im ¡\·~ t " \ 't.: l fltilil, 1811j:
ruedo de cinta b lanca. espada derecha y mosquetón. con puño amari·
( .. <¡;"C"'¡I"f3I'ó><j " ruIlIlJS):
l1M~ 'JI :o k r.,":' . r'lr l n l:l p¡o~ lJu, Este cuerpo participó en las acciones de la Angostura. Cerro Gor.
..:d "::1,, ~\ : do. Amozuc. Churubusco y demás del Valle de Mexico. en la invasión
PI¡'( J QO,, \(' p'... n i;¡.,d)u:
d I:'~rrt; <k /'lid do: .... ~() Uft IOJ
norteamericana.
Cr¡lIl~dc : ·~ .. de 1:. (~ ull rdi. dt En estas fechas tambien la infantería de marina estrenó unifor-
l." Su r r.: r" t. ~ PndcrC'fo 118·U¡. me con una gama de colores que superaba la de cualquier otro 'mi-
(.·.. le.:l,.;...'1 ¡"h.. ~..:o. ""1I<:;1JII;l1 tlc:
Il i~:,."¡1\ tlcl Cil~lnlo tic forme de mar del mundo.
Cha pu llcpc:l. Se forman dos escuadrones de Lanceros de Jalisco el 19 de julio
de 1843. Vestfan casaca encarnada, con cuello, vueltas y barras verde
oscuro, vivos contrapuestos, pantalón azul turquí con franja encar-
nada a los costados; boneta con escudo de metal amarillo y cordón
de ese color, mantillas y tapafundas verdes con cinta blanca al rue-
do, maleta verde con tapa encarnada. Este cuerpo tomó parte en la
defensa de Monterrey durante la guerra con los Estados Unidos.
Al formarse los cuerpos de granaderos y posterionnente los de
húsares de la Guardia de los Supremos Poderes, la imaginación del
organizador no tuvo limites. Los granaderos (organizados el 7 de di-
ciembre de 1841) eran un batallón activo con 1 200 plazas. La guardia
vestJa prendas de paño fino, correas y tirantes de cuero charolado y
gorras de piel de oso de SO centímetros de altura: casaca azul oscuro,
con cuello azul celeste y marruecas negras, vueltas negras, con do-
bles sardinetas, ojales bordados de cinta amarilla. pantalón azul os-
curo y una placa de latón con el nombre del cuerpo en el crucero de
las correas. Todos los soldados deberían ser de la misma talla: cinco
y medio pies mexicanos y ni una Hnca menos. El9 de septiembre de
1842 este batallón recibió una indumentaria aún más vistosa. de ca-
saca encarnada con cuello, vueltas y barras celestes. vivos blancos.
solapa blanca con ocho ojales bordados de cinta amarilla; dobles sar-
dinetas amari1las en las vueltas y caponas amarillas: las carteras eran
verticales con tres borlas y los gafetes una granada bordada en cada
faldón; el pantalón azul celeste llevaba vivos amarillos y la gorra de
piel de oso lucia una granada de latón por escudo. Participaron en
las batallas de Cerro Gordo y en la campai'ia del Valle de México. con·
tra las tropas norteamericanas.
33
Los húsares de la auardia de los Supremos Poderes recibieron
el 19 de diciembre de 1843 un llamativo unifonne. Colbac con una man-
ga encamada. cordón blanco de tres varas de largo y escudo estam-
pado con la inscripción del cuerpo; dolman encarnado, sin vivos, con
guarnición de cordón y cinta blanca en el pecho. cuello y vueltas azul
nevado con cinta blanca alrededor, botones de bola de metal blanco;
pelliza (chaqueta que los húsares Uevan.1 hombro) azul nevado sin
vivos. guarnecida con cordón blanco en el pecho; cuello. vueltas y todo
el ruedo de piel negra; fiador de cordón blanco con dos bodas en el
lado i:r.quicrdo con un botón corredizo; pantalón azul nevado con dn-.
ta blanca en los costados. Media bota negra y portapliegos de cuero
con dos correas para asegurarlo del cinturón. Este cuerpo tuvo su ori·
gen en un escuadrón de seguridad pública, transformado en escua-
drón de eaballena ligera e13 de diciembre de 1841. El! de septiem-
bre fue designado como tropa preferida formando cabeza de todas
las de su arma. En guerra, una sección servia de guardia presiden-
cial, portando lanzas con lafias banderolas rojas o rojo y amI. Pelea-
ron contra los estadounidenses en las batallas de la Angostura, Cerro
Gordo, Churubusco y demás acciones en el Valle de Malco.
Despu~s de la derrota de 1847 y el desastre económico de la pos-
guerra se suprime toda ostentación y lujo militares, recibiendo el e~r­
cito un vestuario gris y azul muy modesto.
En 1854 los sastres no se daban reposo. Santa Anna, en su I1lti-
mo periodo dictatorial, emite diversos decretos tendientes a la me>
demización y relujamiento del traje castrense, empezando por el Co-
lepo Militar. Cadetes e instructores, vestidos hasta entonces con
modesto kepl, chaqueta gris y divisas negras, estrenaron unifonne de
gala y desfile; chacot azul oscuro con plumero y cincho cannes! con
franja azul. cinturón de charol nearo con espadin y capona con cor-
dones dorados al hombro.
Fue revitalizado el vestuario de todas las annas, en primer lugar
el Regimiento de Granaderos a Caballo, ahora enfundados en azulos.
curo con adornos de plata y un alto gorro de piel de oso, "a la voz
surtiendo cada plaza mediante un juelO de largas barbas postizas con
bigotes, para uso de las ceremonias y clfas festivos. Parece que fue
el mismo Santa Anoa quien originó esta genial idea".
El General-Presidente crc6 un Cuerpo de Guardia Presidencial:
17 000 hombres de todas las annas: granaderos a pie y a caballo, CR-
zadores y tiradores, aulas a pie y montados, carabineros, zapadores,
artilleros, ingenieros, lanceros, cuerpo m6dico, ambulantes y policfa
militar. Exuberante selección de wüfonnes, "cuya variedad y lucimien-
to pudo competir con las guardias de corps de cualquier contempo-
ráneo soberano europeo", tom6nclose como prototipo los uniformes
franceses, espaftoles, in,leses y rusos, " en una esca1a de dieciocho co-
lores y apUcando ostentosas conficuraciones de simbolismo y her6l-
dice miUtu". La guanterfa de la ca.lle del Coliseo Viejo ofrecle 600
pares de pantes con manoplas de búfalo blanco para los soldados
de caballerle. La atracción consisda en que el anuncio era muy cui-
dadoso en seflalar que ese modelo lo usaba le guardia impcria1 de N~
poleón. (El Univemd, 8 de junio de 1855.)
Juan Ncpomuc~no A lmont ~
Auloranónimo, óleo sobre
leI¡¡.Sigloxlx
Colección panicular.
35
Cuenta Victoriano Salado Alvarez. que "el aniversario de la en-
trada del ejercito uigarante debió celebrarse con boato y primor nunca
visto: simulacro de las tropas de Iturbide, desfile de la guarnición ante
S.A.S., iluminación general y baile en la lonja. La suerte se encargó
de echar a perder tanto preparativo. A eso de las dos de la tarde cayó
un aguacero que inundó las calles como no se veía desde tiempos co-
loniales. Las tropas que regresaban desde Chapultepec tuvieron que
vadear verdaderos dos: los granaderos de la guardia. vestidos con sus
brillantes uniformes, teoian que meterse hasta las rodillas y apoyar-
se en los fusiles para pasar el arroyo que se forma frente al ponal
de Mercaderes; oficiales y soldados quedaron en el más triste y de-
plarable estado",
En 1857 estalla la Guerra de Reforma que pronto desemboca en
las contiendas de la Intervención y el Imperio. Fueron abandonados
lodos los pretensiosos uniformes santanistas. El nuevo traje resultó
unitario, de un solo modelo y colorido; para toda la tropa a pie. levita
y pantalón azul oscuro. con divisas encarnadas, un chacot cónico de
cuero negro, pompón encamado y escudo de metal amarillo con el
número del cuerpo; para la caballeria. piqueta y pantalón Iris con di-
visas verde claro. chacol igual pero con pompón verde y escudo blan-
co, todo sin adornos brillantes de ninguna especie. Una capota con
capucha servla para la lluvia y el frío.
De 1861 a 1867, M~x ico conoció lo que jamás habia visto antes;
mescolanza de soldados: a los batallones de España. Inglaterra y Fran-
cia, se unieron luego cuerpos voluntarios de belgas, austriacos, hún-
garos, polacos y egipcios. seguidos por aventureros y francotirado-
res de medio mundo.
Los primeros en lIelar fueron los franceses del Regimiento 99
de Infantena de Linea, el SeIWldo Regimiento de Zuavos cuyo traje.
a la manera argelina, ganó renombre e imitación en todo el mundo;
el Segundo Relimiento de Cazadores de Africa,la Legión Extranjera,
con su kepl blanco y paño de sol. su ancha faja abdominal de franela
azul. su chaqueta oscura y el pantalón rojo.
Posteriormente llega la Legión Belga, con sombrero negro ador-
nado con plumas de gallo, levitas azules con gaJones en el pecho. ro-
jos para sus generales, verdes para cazadores y blancos para el Esta-
do Mayor. Los barrilitos y las medias de sus cantineras uniformadas,
igualmente desplegaban Jos colores mexicanos.
Cabe mencionar que los cuerpos formados por la contraluerri-
lIa, acaudillados por el coronel Dupin, adoptó una revoltura de pren-
das mexicanas. francesas y africanas. Ancho sombrero. camisa y pan_
talón de manta, faja roja. dolman encamado con borde de piel necra
y cordones Mlros, bufandas rojas o azules, botas fuertes de piel
avellana.
Más exótico era el batallón egipcio que ocupó el estado de Vera-
cruz hasta 1867. El aobemador de Elipto, AU aaj6, ofreció a Napo-
león [11 un batallón de nelTOS sudaneses oriundos de las orillas del
Mar Rojo e inmunes a Ja fiebre amarilla. tan temida por los extranje-
ros. Sus fisonomfas contrastaban con el lino blanco de su uniforme,
solamente su chechfa o larra egipcia era de color rojo vivo. El traje
de sus oficiales era azul celeste con botas de piel colorada pero el ce>
36
mandante. en ocasiones de gala, se ponia relucientes prendas de cha-
queta y pantalón bombacho y polainas encamadas, con ricos arabes-
cos y galones dorados de cuero rojo, y su cimitarra enfundada en
charol negro con fornituras sobredoradas.
Los zuavos eran fornidos y barbudos, con sus turbantes blancos
y limpios. las chaquetillas azules con vueltas rojas, las anchas ban-
das sDlferiDas cubrimdoles el vientre, Jos calzones encamados, an-
chos como enaguas y sujetos abajo de la rodilla por borceguíes de CU~
ro amarillo. sobre los cuales se abotonaba la polaina blanca. dejando
ve r la punta lustrosa del zapato.
Narra José Luis Blasio en su libro Maximiliano intimo que el 11
de junio de 1863 entró Forey a la capital", .. segufanJe los cazadores
de Vincennes, los batallones de linea, los zuavos y los turcos, con sus
vistosos uniformes; los cilzadores de África y Jos spahis, los húsares
y la artillena, ocupando desde luelo los cuarteles que ya se les ha·
blan designado de antemano y desagradando mucho a los habitantes
de la ciudad. desde luego, que los cazadores de África tomasen por
campamento la Alameda".
Maximiliano expidió copioso reglamento detallando el unifQnne
del Ej~rcito Imperial Mexicano: al soldado de infantería le tocó una
combinación de prendas con los colores de Mwco: saco rojo. cueJlo
y vueltas verdes, correaje blanco; pantalón verde con cinta roja y po-
lainas blancas, el sombrero de palma. Los cazadores a caballo iban
vestidos con kepi verde, blusa azul. pantalón amplio rojo y bota rusa.
Además de estos cuerpos, se formó una guardia de corps con uni-
forme muy lujoso. Uevaban casco de plata maciza y bruñida, con el
águila imperial, placa y adornos dorados; por arma usaban alabar-
das y espad1n cuando a p ie, y sable cuando montados.
La República sólo pudo enfrentar soldados de Wl pueblo en ar~
mas pobremente equipados y vestidos: su tipo mis com6n era el in-
fante unifonnado de camisa y calz.6n de manta, huaraches y a veces
una frazada o un capote gris. Por tocado llevaban un kepi al estilo
francés o un chacot cónico negro con paño de sol. generalmente en-
rollado. En pocas ocasiones tuvo este soldado la oportunidad de po-
nene un saco militar azul. con divisas encarnadas. Más meritorio fue
para estos soldados haber derrotado asf a un ej~rcito mucho mejor
annado.
En 1869 entra en vilor un nuevo Reglamento para el Uniforme
del Ejército. este expresa: generales. efectivos y.raduados, Estado
Mayor, inaenieros y Colegio Militar, ambulancias e inválidos, usarán
el uniforme indicado en el decreto del 20 de jWlio de 1853, retroce-
diendo asi IS años a la época ya superada de Santa Anna. No así la
tropa; ésta fue dotada de un traje marcadamente monótono, de pafio
azul oscuro para todos, con levita para los de a pfe y piquetas para
los montados, siendo las divisas encamadas para ambos. Los oficia-
les vestfan igual que l. tropa, el número del cuerpo bordado en el cuello
con hilo de oro o plata, faja carmesf para los jefes. Caponas de oro
y plata servfan de insianias de grado para la oficialidad y de paño en·
camada para los sargentos. Las prendas de este traje, durables y prác-
PI_ de cIJamlra ~r. chKoc ticas, permanecieron en uso, con sólo alteraciones menores por unos
de lnranttrf. (1113]). CDI" dón
panicular. 3S aftas como modelo básico del uniforme militar mexicano.
~
39

EL TRAJE CIVIL

Los Trajes usados en la Conquista

ASEGURA BERNAL DIAZ DEL CASTILLO QUE ru. FUE EL ONlCO


personaje que estuvo presente en las dos expediciones de conquista
anteriores a la de HemÚ1 Cortés. Por su relato sabemos que, al bajar
en la Punta de eatoche, encontraron " ...unos indios vestidos con ca-
misetas de al¡od6n como jac¡uctas, y cubiertas sus ver¡{lenzas con unas
mantas angostas que llaman malleles"; al dia siluicnte tuvieron Wl
combate con ellos, en el cual los indios llevaban "armas de algodón" ,
es decir. unos trajes acolchados como corazas para protegerse de las
flechas.
Un año más tarde partió la expedición que mandaba Juan de Gri-
jalva a la conquista de las nuevas tierras. En Champotón los españo-
les recibieron como regalo algunas joyas de oro. mantas y "camise-
tas de las que ellos usan", y cuando llegaron a San Juan de Ulúa vieron . ~1:lilt=:¡¡i1~a~
a los sacerdotes de los (dolos: " . .. con unas mantas prietas y muy lar- !I
las. con capillas, que quieren parecer a las que traen los dominicos
o canónigos".
En el tercer viaje -encabezado por Cort~s- se tuvo noticia de llcpre.w:nlacliln de Corte.
Mt'" por WI liacuilo.
unos españoles, rezagados de la primera expedición. presos de los in- Sotnbnrro w_¡udu de
dios. Coms envió a buscarlos y a los caciques mensajeros les regaló Flllrtd,s.CflpcI'''PY
unas camisas de Castilla. aste fue el primer intercambio de ropa que .'".r,.fu.
Bibliolet. NKioMI de
hubo entre ¡ndilenas y españoles en lo que despuá; seria Mb.ico. Uno M.drld..
de 105 españoles rez.apdos ya se habia casado. tenia hijos y vestia como
indio. por lo que no quiso integrarse al grupo de sus compañeros; el
otro, Jerónimo de A¡uilar. se unió a los españoles. que no lo recono-
cieron porque " le tenlan por indio propio, porque de suyo era more-
no y estaba uesquUado a manera de indio esclavo y tenIa una cotara
[zapato] vieja calzada y la otra atada a la cintura y una manta vieja
y muy ruin y un braguero peor... " Cortés. al verlo,le dio la bienveni-
da y "se quitó la ropa que llevaba. que era larga y amarilla con guar-
nición cannesi. y se la puso a Aguilar con sus propias manos"t y le
mandó dar de vestir "camisa y jubón y zaragüelles y caperuza y al-
pargates, que otros vestidos no habia".l
En uno de 105 encuentros posteriores " .. .en aquella lama esta-
ba Corth peleando. y se le quedó un alpargate en el cieno, que no lo o.laUe en,1 que se .pml.
pudo sacar, y descalzo de un pie salió a tierra; y JueRo le sacaron el un ¡uanle • tuero bord.do
en oro. y Joyu q_ le u ..baD
alparp.te y se calzó".) Asl vemos que los zapatos comunes a todos los en ,....Ieo en el 1i¡1o XVR.
conquistadores eran las alpargatas y su vestido se componla de ca- Oleo r.obre tc:I...D6nlmo.
~
40

misa y jubón. zaragüelles o pantalones bombachos cortos. calzas o


medias largas y caperuza (esta última, una reminiscencia del traje m~
dieval de las clases populares).
No hay que olvidar que cstas expediciones de conquista se hicie-
ron como empresas particulares. en las que no se proveta a 105 solda-
dos de ulÚfonnes, sino que cada uno debla pagar su equipo, el que,
lógicamente, resultaba muy desigual, según la riqueza o escasez de
su duei\o. Como iban bien preparados para la guerra, los soldados lle-
vaban armas ofensivas y defensivas. Las ofensivas son materia del ca-
pitulo militar. y por ello no las mencionaremos _quJ. Las defensivas,
que fueron el traje cotidiano de los conquistado~s durante largos me-
ses, inclufan "armas de algodón", semejantes a las de los indlgcnas;
túnicas largas hasta la rodilla, abiertas por los lados y ceft.idas con
un cinturón o correa de cuero; "larinaas" o dalmtticas cubiertas de
pequeftas láminas de fierro o bronce que caían unas sobre otras para
proteger el cuerpo; "cotas" de cuero, con clavos o chapetones, o de
"malla", con hilos de hierro entrelazados; ambas parecidas a cami-
sas, más largas por detr's. ws capitanes y el propio Con6s llevaban
armaduras o trajes hechos de placas de acero: el peto, el espaldar,
la escarcela, otras piezas para resguardar de brazos y piernas, el guan0
telete y el morrión o casco cerrado, que remataba un adorno de
plumas.
Las anoaduras completas no fueron muy prácticas para el di·
ma de la costa; en los primeros encuentros con los indios, algunos mi-
litares enfermaron de los riftones por el calor que retenian las placas
de hierro, al grado de dejarlos sin poder caminar. Era mAs conveniente
usar la "media armadura", que llegaba hasta la cintura, especialmente
en los lugares muy calurosos. A las armaduras también se les nomo
braba "platas", y en el Siglo XVI se fabricaban en Toledo y Milút. Le.
soldados llevaban cascos de hierro un poco prolongados en la parte
posterior para proleler el cuello, o cascos abiertos de copa puntiagu-
da. con una pequma ala volteada hacia arriba, como se ven general-
mente representados en las pinturas. A los caballos tambUn se les cc>
lacaban annaduras para protegerles la cabeza, ancas y pecho.
Desde Veracruz envió Cortés a Moctezuma. con sus representan-
tes, una silla de caderas con entalladuras de taracea. unas piedras mar-
garitas, un sartal de diamantes torcidos, camisas de holanda y una
gorra de carmes1 con una medalla de San Jorp a caballo, " . ..y dijo
a Tendile . . .que aquella gorra se la poDJa en la cabeza".4 Pocos d1..
después enviarla a los tlaxcaltecas " .. .una carta y tambim un cha-
peo de los vedejudos colorados de Flandes. que entonces se usaban",s
Las dos citas anteriores nos ilustran en lo que se refiere: a los somo
breros de la época: sabemos que las gorras, boinas o bonetes eran el
tocado común de los setiores, algunas veces adomado con plumas a
un lado, otras con una medalla o joyel enfrente; pero por los códices
sabemos que también habla sombreros de ala y copa, como el "vede-
judo de Flandes", que sin duda tenia esta forma. En cuanto al uso de
la gorra, los comentarios de Bemal DIaz demuestran que algunas pren·
das eran pane de una actitud propia del tiempo; asl, cuando trata-
ban con Moctczuma, Cortés recomendaba " . , .que nosolrOl en todo
le tuviésemos mucho acato, .. .porque aiempre que ante él pas6bamoa,
4'
le quitdbGmos los bo~tl!s de armas o cascos (que siempre estábamos
annados) y ~l nos hacia gran mesura y honraba a todos",6 y cuando
Moctezuma le dio su hija a Cort~s " ... para que la tengáis por legiti-
ma mujer. Conés se quitó la gorra por la merced",' Y, tiempo des-
pués. hablando del factor Gonzalo de Salazar. dice que cuando que-
rfa halalar, "la gorra u quitaba hasta el piso ...•
Pero no todo eran actitudes cortesanas, porque todos los conquis-
tadores ", . .ni de día ni de noche se nos quitaban las annas, gorgales
y antipares. y con ello domúamos",'
Otra prenda usad. en la época de la Conquista era la capa. Aun-
que no formaba parte de la indwnentaria militar, habla una que otra
en el haber de los conquistadores, pues Juan de Escalante " . . .cabal-
gó a caballo con una capa de grana colorada. porque lo viesen los del
navío''.ID También se acostumbraban unas prendas llamadas " tur:
cas" (que hoy llamariamos batas). largas hasta el piso. abiertas en el
frente. que ten(an un carácter de descanso y de cierta solemnidad. Cor-
tés las usaba. ya que asi era la que le dio a Jerónimo de Aguilar. Des--
pués de vencer a Narváez. "Cortes estaba sentado en una silla de ca-
deras, con una ropa 'arga de color como anaranjada, con sus armas
debajo. . ."11
Nuestro informante se admira de los batallones de guerra de los
tlaxcaltecas. " ... porque cada capitanía tenía su divisa y librea. por-
que cada cacique asf las tenia diferenciadas, como en nuestra Casti-
lla tienen los duques y los condes",1l
y finalmente. otro comentario que nos demuestra que los hom-
bres llevaban joyas. aun en traje de combate: "1uan Velázquez[de León]
, . .buena presencia y rostro. la barba muy bien puesta, . , .llevaba una
cadena muy ,rande de oro echada al hombro, que le daba dos vueltas
debajo del brazo . . .iba en su buena yegua y su cota puesta, que siem-
pre andaba con ella, y con su capacete y gran cadena de oro. _ ."13

La moda del siglo XVI


Apenas consumada la Conquista y pacificado el territorio. mand6 Cor- BoJna wn plum..Jechuauilla
tés traer de las islas del Caribe toda clase de ganados. entre los que en el cuello. 1529.
vinieron ovejas, En sus telares de cintura. las htbiles tejedoras mexi- Retr.lo de Hemin Conés.
Oleo l obre Id., AnOnimo,
canas empezaron a usar la lana, fibra desconocida hasta entonces para Colección de w. dUQuu del
ellas. I....anlado. Mtu:lrtd. E,paIIa.
Por aquellos años Ue,aron • 1. Nueva EspaAa artesanos de ta-
dos los oficios. Uno de ellos trajo el telar de pedales. que se usaba
en Europa para tejer la lana. Motolinía nos relata que dos indios que
penenecfan al cacique de Huaquechula lo copiaron midiendo con los
dedos cada pieza de la m'quina. mientras su dueño salia a comer. De
vuelta en su pueblo, hicieron un telar igual.
Tradicionalmente, sólo las mujeres indígenas eran las qu.e tejian;
fue sólo cuando vieron a los espailloles accionar el telar de pedales
cuando los mexicanos empezaron a hacerlo. pues comprendieron qu.e
Ja m"luina facilitaba el trabajo, Así empezó en M~xico la industria
textil de Ja lana.
42

En 1527 ...ya estaban establecidos los fabricantes de paño y se


dieron Ordenanzas a los "tundidores", o sea los artesanos que porta-
ban o igualaban con tijera el pelo de los pafKts: " Por tundir una vara
de paño. cobrarían dos tomines de oro y por alzar 10 frisado. un to-
mio por cada vara."14
En lS281legó a la ciudad de Mhico fray Juan de Zumárraga quien
años más tarde hizo venir de ESpaftB operarios moriscos paJa que culo
tivaran y trabajaran la seda. de la cual. si bien bahia alguna en la Mix-
teca, no se habla utilizado para confeccionar tejidos ricos. Tambi~
impulsó mucho a los bordadores. pues querla ornamentos finos para
el culto. Desde 1536 éstos constituyeron su gremio, cuya cofradía te-
nia por patrona a la Virgen de las Angustias, que se veneraba en la
capilla del Hospital del Amor de Dios. fundación del obispo.
Pronto llegaron también plantas de lino y cAftamo, que con la lana,
el algodón y el ixtle locales formaron Wla enonne gama de posibili-
dades para la actividad textil.
Con los soldados de la Conquista vino un sastre y con Narvácz,
varios más. En 1525 ya eran lo suficientemente numerosos para for-
mar su cofradía, cuyos primeros mayordomos fueron Peti Joban ~ Juan
Peti (flamenco) y Diego López. Tomándolos de las Actas de Cabildo,
el historiador Abelardo Carrillo y Ganel cita los nombres de los 18
sastres que habla en la Nueva Espaflaen 1528. IS Dos años antes, sien-
do alcaldes de la cofradJa de los sastres Francisco de Olmos y Juan
del Castillo, pidieron y obtuvieron del Cabildo un solar para construir
un hospital con su capilla anexa, que fucra la titular y pudieran reu-
nirse en ella para salir a la procesión del Corpus. Tomaron a San Ho-
mobono como protector del gremio. La pcquetla capilla se fue enga-
lanando y enriqUeciendo y en 1540 se inauguró -con la asistencia del
obispo Zumirraga- la iglesia de la SanUsima Trinidad que todavía
subsiste, aunque reconstruida dos siglos desp~s.
Los sastres conservaban la costumbre mora de sentarse en el sue-
lo. sobre un cojín, con las piernas cruzadas al frente. Al pasar cerca
de Jos obrajes -que así se llamaban las sastrerías- los habitantes
de la ciudad de Mbico podfan ver a los miembros delgrenúo en esa
posición, moviendo la aguja con ahinco.
Pronto se constituyeron gremios de otros oficios relacionados con
la indumentaria: calceteros, juboneros, chapineros, zapateros, gorro-
ros, sombrereros y bordadores. Algunos oficios eran exclusivos de los
españoles, excluyendo a los indios y mestizos; sin embargo. la Coro-
na recomendaba que se les incluyera en la instrucción y adiestramiento
en los oficios que antes descooocfan, como eran los de sastre y chapi-
nero. Muy pronto pudieron ejercerlos, ~ de pasar el examen para
ser oficiales o maestros del gremio.
Al terminar su caTlo como primer virrey, don Antonio de Men-
daza escribía a su sucesor al respecto: "Yo he procurado que haya
oficiales indios de todos los oficios de esta república, e .5' viene de
haber gran cantidad delIos. Estos tales oficiales se mandan que no
usen los oficios si no estuvieren examinados confonne • los que en
la república de España se hacen:'··
Comenta Bernal D1az: " ...entre los indios • ..hay artesanos y ofi-
ciales de tejer seda, raso, tafetán y hacer patios de lana . • .y son car·
dadores. pelaires y tejedores . según y de la manera que se hace en Jubón y calzoo " ~stof~ do··.
med ia armadurll . go rguen y
Segovia y en Cuenca; y otros son sombrereros .. "17 Y Motoliní a agre- cruz de Santi ago
ga : " . . .también hacen guante s y calz.as de aguja y bonetillos de seda Retrat o póst umo de Don
Pedro de Alva r.do. Seg unda
y ta mbién ~o n bordadore s ra zonables".18
mi t ad del siglo xv!. M u~eo
Los anesanos de un mi smo oficio se reunian. elaboraban las re- Naciona l de Historia del
gias que los habian de regir y las llevaban al Cabildo de la ci udad para Casti llo de Chapuhepec .

que. con su aprobación y la del virrey. quedara ofic ia lmente consti-


tuido el gremio. Una vez hecho es to, se nombraba a los veedores en-
tre los miembros más 4i stinguidos del grupo. que duraban un a ño en Media arm~du ra. gorgue ra.
su ca rgo, consistiendo éste en hace r cumplir las ordenanza s. Nadie c al zón afoll ado y ca lzas. 1605
que no fu era del gremio podla ejercer el oficio y a los mi embros de Oleo >obre lela anón imo.
Retrat o de Doo Alfon.o do.>
éste se les exigía cierta calidad en sus trabajos. Los agremiados eran Villanu e\'a Cervantes
de tres categorías: aprendiz, oficial y maestro; para pasar de una a retraladoa los 66 al'losde
edad. Fund ó ... 1 mayo rullode
la ot ra se hacía un examen de a lgunas piezas terminadas, hechas ante Villanueva Cervantes
los veedores y un representante del gobierno de la ciudad. Paralela Altamirano. Colección
al gremio estaba la cofradía, asoc iación religiosa y bolsa d e resguar- pa n icul ar
do pa ra los agremiados .
En una de las Ordenam:as para Juboneros se decía : "Oue ningu-
no pueda vender jubones ni mangas en almoneda ni tiangui s ni en otra
44

parte. que en las tiendas de los maestros examinados y ~stos. en ba-


Ilando ser buenos, los sellen con el sello de la Ciudad".!'
" Los 5OI11brercros -despu~s agrupados en el callejón que desem-
boca en la plaza de San Fernando- fabricaban sombreros de tafetán
y de raso y bonetes romanos, salmantinos y castellanos. Los tejedo-
res labraban tafetanes, damascos y terciopelos y los tintoreros em-
picaban la grana para dar color a las blancas sedas.tl20
" El portal de los chapineros o taconeros estaba en lo que hoy es
primera calle de Mesones, cerca del Colegio de las Vizcaínas y se lla-
maba Portales de Tejada. Pasaba por aJU la acequia. para el tráfico
de canoas, que terminaba en 10 que hoy es BoUvar, delante del calle-
jón de las Pafteras."21
Todos los gremios -cuyo.l miembros preparaban con anticipa-
ciÓn sus trajes cspeclalcs- participaban en la procesión del Corpus,
fiesta religiosa celebrada con gran solemnidad Habfa ciertas rivali-
dades entre los gremios por ocupar el lugar més distinguido en clla.
Para la procesión del Corpus de 1529, el Cabildo decretó que "porque
en salir los gremios ha habido diferencias ~specialrnente entre los
armeros y los sastres- el oficio de armeros salga junto al arca del
'Corpus Christi', e luelO, adelante de ~l, vayan los sast~s con su
oficio... "u
Ese mismo año de 1529 salia Cort~s con destino a Espatia. Ueva-
ba con ~l a 39 jóvenes indigenas, a quienes la emperatriz, por reales
órdencs dadas en Toledo el31 de mayo de 1529, mandó se les tratase
bien y se les vistiese a la espa1\ola. " Se le dio a cada .uno de ellos un
jubón o chaquete de terciopelo azul, calzas o calzones de damasco ama-
rillo. capa y medias encarnadas, gorra de terciopelo azuL camisa y
zapatos. Estos vestidos . .. eran de mucho lujo en. aquel tiempo."1)
Esta moda multicolor era un reflejo de la del Renacimiento ~
las ciudades italianas y en otras tierras cuyo soberano era Carlos V.
Los ropones largos de colores oscuros, que llevaron Colón y Fernan-
do el Católico. hablan dejado elluaar al ferreruelo, o capa muy corta.
que cubría apenas el calzón; Hte era bombacho. afollado y lIe¡aba
hasta la parte más alta del muslo, dejando toda la pierna visible den-
tro de la media. Los zapatos eran de tela, cerrados hasta el tobillo,
trabajados en cuchillas y atados con un lazo o cinta. Los jubones lle-
gaban un poco abajo de la cintura. la que se marcaba con una cinta
de cuero; llevaban mangas acuchilladas y mucho volumen en los hom-
bros; .1 frente. el corte en piezas diagonales hacia aparecer mAs chi-
ca la cintura.
Los jubones bordados con hilos de oro se llamaban "cstofados",
como 181 esculturas de madera a las que imitaban.
En el palacio de los duques del Infantado hay un retrato de Cor-
t~s que data de ese viaje a Espaiia, pucs se le ve muy joven, y porta
en el traje la cruz de la Orden de Santiago, que recibió entonces. Su
jubón CI de terciopelo nearo y sube hasta la parte alta del cuello, por
donde se asoma una escarola o lechuguilla de lienzo blanco. plegado;
cIte aditamento serta el principio de la gola o aoJ'&UCTL Los botooes
del jubón son caladoa y dorados; lleva boina de terciopelo con dos plu-
mas a un lado. Elta indumentaria coincide con la descripción que hace
Berna' Dlaz de su manera de vestir: " . ..Los vestidos que se ponIa.
45
eran según el tiempo y la usanza y no se le daba nada de traer mu-
chas sedas, ni damascos. ni rasos, sino llanamente y muy pulido; ni
tampoco tenia cadenas de oro grandes. salvo una cadenita de prima
hechura y un joyel con la imagen de Nuestra Señora... ; y también
traía en el dedo un anillo muy rico con un diamante, y en la gorra,
que entonces usaha de terciopelo, traía una medalla . .. figurando la
letra de ~l; mas después. el tiempo andando. siempre trafa la gorra
de paño y sin medalla. "2.
Conocemos los nombres de las mujeres que vinieron en la expe-
dición de la Conquista y los de sus acompañantes, pero no he encon-
trado referencia a su traje. Bcnftez -sin embargo- proporciona el
dato sisuiente: "Las mujeres conquistadoras adoptnon para su in-
dumentaria el brial. ropa corta, de forma de jubón, a manera de jus-
tillo ceñido al cuerpo. con mangas largas y una especie de faldón que
caía una parte hacia adelante y otra hacia atrás. formando un frunci-
do en las caderas."zs
Por los retratos de damas espadolas de la época sabemos que sus
vestidos eran de telas pesadas: damasco. brocado o terciopelo y no
cerraban hasta el cuello. sino estaban descotados en cuadro. con unos
rodillos de la misma tela (brahones) sobre la costura de la manga. El
vestido se componía de dos partes: el jubón y la saya. Las mangas del
jubón eran dobles; la interior, de lienzo o tafetán y la exterior de la
misma tela del corpido. formada por tiras colocadas sobre un abullo~
nado. dejando ver la otra manga, de color contrastante. Aflos más tarde
se acostumbró que los acuchillados se repitieran a 10 largo de la manga,
especialmente hasta la altura del codo. A cada uno de esos globos se
le llamaba "golpe". Las sayas o raldas eran gruesas, armadas con en-
tretela. adornadas con una tira de terciopelo en el borde inferior. El
pelo iba pegado a la cara, con las puntas trenzadas alrededor de la
cabeza. Como tocado se usaban boinas, como las de los señores, o tur-
bantes con algunas joyas. El resto de las alhajas que llevaban las da-
mas era fino y discreto: aniHos, cadenas y algún pinjante de oro o con
gema. Poco tiempo despuis, aparecerán los pesados aderezos de gra-
nates o brillantes, el aljófar de perlas y otros adornos.
Después de la mitad del siglo, las mujeres acostumbraban llevar
la marquesota, un cuello de encajes de f1andes, muy almidonado, le-
vantado para cubrir la nuca, enmarcando la cara enJorma muy favo-
rccedora. Los jubones dan paso entonces a los sayos. especie de abri-
gos cerrados sólo en la cintura, dejando ver un triángulo bordado en
el talle, cubierto por una pechera y otro en la falda; el triángulo de
la falda que queda a la vista es parte del fondo, refajo o verdugo.
Hacia el fin del siglo XVI la Unea de los trajes femeninos era la
siguiente: telas más ricas o rebordadas; gola o gorguera de lienzo en
el cuello y en los puños, algunas veces terminada en una punta de en-
caje: pelo recogido hacia la nuca, con volumen cerca de la cara y man*
gas acuchilladas o abiertas por la parte exterior, dejando ver otra man-
8 a blanca o del tono contrastante, sin abullonados. Algunas veces se MIIn¡uesota o cuello elevada
en la nuca. cap!! con bruones
agregaban "mangas perdidas", las cuales colgaban a los lados, desde en los hombros. Moda de-
el hombro, y sólo servian de adorno. En ocasiones eran bastante más fines de¡si,1o XVI.
Oleo lobft tela. anónimo. El
chicas que las mangas nonnales. Probablemente iste sea el origen de nacimiento de San Francilco.
las manguitas de los huipiles de las tehuanas. Pinac:oteca Vineiaal. INBA.
46
Aunque no en abundancia. tenemos algunos cuadros religiosos
que testimonian l. moda usada por las selloras novohispanas de co-
tonces. Aparecen en los ángulos inferiores de la pintura como donan-
tes o fonnando parte de una procesión, junto con los personajes del
cuadro.
Bernardo de Balbucna, en su poema de alabanza a la ciudad de
M~xico. escrito en 1603. dice de las señoras mexicanas:

Damas de la beldad misma el retrato


Afables. cortesanas y discretas
De grave honestidad, punto y recato.u

El traje mascuüno tambim evolucionó en la segunda mitad del


siglo XVI: con el advenimiento al trono del rey Felipe 11 y el entusias-
mo religioso de la contrarreforma,1.s modas vuelven a la tradicional
sobriedad española La lechuguilla ha ido aumentando de tama:lio. has-
la convemne en gola o gorguera; la boina ha cedido el paso a un som-
brerito de copa, alto y peque4o. El jubón va más largo. complementa-
do con la escarcela (nombre que deriva de una pieza de la annadura)
o raldell1n. que casi cubre el calzón, todavia corto y bombacho; los
zapatos son de cuero, llamados borceguíes, cubriendo el pie, con una
lengüeta que sobresale encima del empeine, adornada con hebilla' de
oro, plata o pedrerta. Las medias son más lruesas, ya que hubo una
pragmática real para que se dejaran de usar las de seda, por costl>-
sas; y el mismo rey dio el ejemplo, adoptando las de lana o algodón.
Los colores son muy oscuros: los señores espai\oles casi siempre
visten de negro y parecen salir de un cuadro de El Greco. Nelro el
traje; blanca, inmaculada. la gorguera y sólo la nota de color que da
la insignia de las 6rdenes militares: Santialo, Calatrava. o Montesa,
sobre el pecho.
Capas negras, con o sin esclavina; espadfn al cinto; guantes y un
anillo como única alhaja. Hacia el fin del s iglo, el traje continÚA más
o menos igual, si no es porque la gola, que por ", , .leyes anteriores
tenIa un dozavo ele vara de ancho, permiti6se que se hicieran de un
ochavo o media cuarta, que se aderezaran con almidón. coo tal de que
no tuviesen guarniciones de franjas. ruedos o deshilados, sino que ~
raD de holanda u otro lienzo, con una o dos vainicas blanca. y no de
otro color" , La minuciosidad de las pragmáticas DO daba lugar a cam-
bios ni orlginaJidade," La sobriedad y la aparatosa dianidad del traje
eran reflejo de las costumbres en la Vieja E.pafta,
Pero en la Nueva, a pesar de obedecer -aunque fuera por un tiem-
~ las rigurosas pragmáticas. todo era energía y derroche. Ya des..
de 1529. fray Juan de Zumárraga denunciaba ante Su Majestad Jos
cohechos que exislan y reciblan los miembros de la primera Audien-
cia. entre los que estaban: " .••unOl borcegules, de lazo. muy buenos.
Unas botas de cuero, una coraza cubierta de terciopelo azul. coa su
clavazón dorada, y un alpartaz de malla, unos escarcelones, una cela-
da de Borg06a muy buena, y unos gaceleS y gorjal de plata maUL Una
sorra de terciopelo con una medalla y cuatro doc::enu de cabos de oro,
muy rica; diez varas de damasco blanco. para ju¡ar caftas el di. de
47
San Juan; veinte varas de tafetán blanco. doble, de Génova. que saca-
ron en libreas de dicho Presidente, en un juego de cañas . .. " Z7
El mismo prelado se queja en su carta del lujo que impera en la
Nueva EspaAa y pide que se reglamente la indumentaria, según los
méritos: ".. ltem: que porque las sedas ac6 son tan comunes, que hom-
bres oficiales mecánicos y criados de otros de baja suerte, y mujeccs
dela mesma calidad y enamoradas y solteras. andan cargadas de se-
das, capas y sayos y sayas y mantos, y desta se sigue mucho daño a
la tierra, porque . .. s610 los mercaderes y tn.tantes son los que me-
dran. V.M. mande que se defienda y prohiba: y si del todo no hubiere
lugar. sea en parte. preeminenciando los conquistadores, personas de
calidad•...y a los tales no se prohibB",2I
los indios adoptaron con facilidad piezas de la indumentaria es-
plU1oJa: " . . .hay indios que con esto andan más descansados y a pla-
cer y no se carpn si no es con hacienda propia, porque ya todos usan
caballos de carga y la mayorla anda vestida a la usanza espaftola y
gasta sombrero. creatlescos y golilla",l9 "" ,El Gobernador [indio]
que es de Huejotzingo tiene por paje y trae consigo en su servicio pú-
blicamente, a un muchacho espai\ol de edad hasta ocho alias, el cual
le trae los guantes y la escobilla de limpiar, trayendo el indio vestido
una manta de la tierra, cosa cierta bien superflua y escusada traer
el indio guantes y escobilla y paje espailol."lO
l..a sociedad novohispana del siglo XVI estaba fonnada por gente
de tantas razas y condiciones que no hubiera podido tener unidad en
la indumentaria. Sin embargo. los habitantes de la ciudad de México
compartlan -a pesar de sus diferencias- la alegria, la tristeza o el
fervor mlstico que le produdan los eventos que tenfan lugar en la Plaza
(Zócalo) y en los que la indumentaria desempeñaba siempre un papel
importante. Baste recordar. como ejemplos: la procesión del Corpus
del año 1538; la ejecución de los hermanos Avila el3 de agosto de 1566,
y la fiesta que el Ayuntamiento de la ciudad organizó a fines de 1572
en la Plaza para conmemorar la batalla de Lcpanto. Esta mascarada
o simulacro se silUe llevando a cabo hoy en dia -aunque sus partici-
pantes ignoren su orilen- en Tepoztlán, Morelos, y en otras ciuda-
des de provincia, con el nombre de "moros y cristianos". "Para dicha
fiesta, la ciudad mandó hacer, en arquitectura carpinteril, un casti-
llo con banderetas en las almenas, dos fuertes para colocar en ellos
la a"merla•...e con todos los gallardetes pintados . . . e asl mismo
trataron sobre las libreas que se han de dar a los soldados de los tur-
cos e cnslianos que han de salir a cabalJo... acordaron que a Remán
Guti~rrez Altamirano. capitAn de los cristianos que han de salir [se
den] sesenta sayos y capelares pintados de morado y amarillo, e al
seAor Antonio de la Mota, alcalde, para quarenta tu~s.. . quarenta
marlotas. lo cual hap el mayordomo a costa de la ciudad."ll
La. fiesta del Corpus era un especticulo imponente. Todos los edi-
ficios de la Plaza se adornaban de reposteros y colgaduras; las campa-
nas tocaban a vuelo y tres veces durante la procesión se disparaban
salvas de artillena. Se menciona el orden que siguió la del año 1538.
en que salieron aipntes. Era mAs o menos el siguiente: encabeuban
.1 desIiIe loo ..,a.madora de las pan:ialidades incIJaenas. con sus man-
tos "a lo anticuo", bastones de mando y ramos de flores o "xuchiles"
48
en las manos, plumajes y cacles. pero con pantalones y gor¡ueras, dos
elementos que adoptaron de la moda europea; en seguida venia el vi-
rrey. con sus pajes, la Audiencia, los tribunales y clarineros; coche-
ros y otros sirvientes del Santísimo, con ricas libreas de paAo encar-
nado. con galones y guarniciones de plata; iban despuéS las cofradías
de la Merced. la Cuerda de San Francisco, los agustinos y dominicos;
despub pasaba la cofradfa de N.S. de los Remedios. cuyos diputados
portaban mazas de plata rematadas por UD maguey; despu~ vcnf.a la
cruz de la Catedral con sus ciriales y luego las de todas las parroquias:
el clero secular COD sobrepellices y etrú de él. el palio con el Santisi-
mo que llevaba el arzobispo, vestido de pontifical; los canónigos, con
dalmáticas; los coros y monaguillos; luego venfan los oficios de los
indios; la Universidad y los representantes de las escuelas; tras ellos,
los hortelanos: tras ellos, ]os gicantes; tras btos, los zapateros, he-
rr-eros. carpinteros. barberos. plateros. sastres y. por último. los
anneros.
Una gran muchedumbre astSlla a todas las fiestas que se celebra-
ban en la Plaza. despu~s de las cuales -ya se tratase de celebracio-
nes religiosas, civiles o militares- se tenninaba con "juelO5 de ca-
Has" o corridas de toros. Eran aqu~Uos como torneos, una
reminiscencia medievaL Los contrincantes se presentaban "de punta
en blanco". haci~ndosc seguir de un séquito de doce o mis pajes, con
vestidos iguales, llevando los colores del contendiente; libreas hue-
vas para la ocasión: "marJotas con sus mangas e capenu:as e ta{eta-
nes" o "caperuzas de terciopelo e mangas de volante rajado". Cuan-
do los juegos de cañas eran por cuenta de la ciudad, " ...ademis de
las sedas que se dan para libreas, se le d~ a cada quadrilla cien pesos
para rapacejos de los capellares dorados de las libreas y hechura
deBas . . ...n
La ejecución de los hennanos Avila, acusados de conspirar con-
tra el gobierno y querer poner en su lugar a Martin Corth, conmovió
a los vecinos de M~xico. Iban vestidos de la manera siguiente: " . .. a
través de la valla ... apareció Gil GonzéJez de Benavides. Ucvaba Wl
traje de camino. de pafio verdoso y unas botas altas de cuero. Atnis
iba Alonso de Ávila. Vestia calzas de terciopelo, un jub6n de raso y
una ropa de damasco forrada con pieles de tigrillos; cubria su cabe-
llo una gorra adornada con oro y plumas. Los dos vestfan los trajes
con los que 101 prendieron. . . La gente, al verlos, lloraba."»
Hay pruebas claras de la abundancia y calidad de las tela. y loa
trajes fabricados en M~xico. O'Gorman cha el documento de 22 de
enero de 1543, en el que " se eU.ieron veedores de los terciopelos a
Pablo de Tapia, Texedor de terciopelo, e por veedor de los razos e
tafetanes a Martln Diaz. texedor de 101 .UUO dicho. e de terciopelo
e demaseo, e por acompaftados de los SUlSO dichos. a Francisco Du-
rM1, texedor de todas las dichas sedas"."
En cuanto a la buena hechura y corte de la ropa, la ordenanza
para sastres, aprobada por don Luis de Velasco. el.qundo, el 17 de
julio de 1590, estipulaba: "Que el que se examinare 1C8 de una lava.
capuz, capote, ropilla, ropa de levantar. valandra y otras que se u.en,
y d~ quenta de las varal de paño y s . y señale, corte y cosa; y el
que no supiere. que aiga aprendiendo y se vuelva. examinar....1S
49
A pesar de la variedad de anesanos que había en Mhico y de la
buena calidad de sus trabajos. la importación de articulos destina-
dos al adorno y vestido era muy cuantiosa. Ya el virrey don Martfn
Enrique:r: de Almanza. en 1573, se quejaba al Consejo de Indias de este
dispendio que criollos. mestizos e indios haelan en lujos inútiles, que
pagaban con buenos pesos fuertes de plata. empobreciendo al pals."*
De Oriente llegaba. una vez al atllo, la nao, con mercader!as de ChiDa
y Japón, que -a través de Manila- inwulaba el mercado de la Nue-
va Espafta. De Occidente. por medio de las flotas españolas. llegaban
tambi~n paños. holandas. Balones, plumas, flecos, sombreros, auan-
tes y en genera) todo lo que hadan los artesanos del Viejo Mundo.
ya que la naturaleza humana es veleidosa y no hay nada que mis de-
see que )0 que le parece dificil o imposible de conseeuir.

La indumentaria en el siglo XVII


A lo larso del siglo XVII los el.ementos de aquella sociedad tan disfm·
bola que convivfa en la Nueva Espafia van encontrando sus rasgos co-
munes y una incipiente conciencia de nacionalidad.
La sociedad estaba fonnada por los españoles, que ocupaban los
puestos mis elevados delaobiemo virreinal; los criollos, propietarios
de la tierra. las minas y el ganado. tenlan cargos de honor en el go-
bierno, pero se les mar,inaba del poder. Los indios principales, no-
bles o caciques, scguian siendo autoridades y alcaldes en sus provin·
das o en los cuatro barrios de la ciudad de Mhico poblados por ellos
(las llamadas parcialidades indf,enas); eran objeto de consideracio-
nes y privile,ios; también estaban los indios que hablan sido siervos
o rnacehUdles desde la época prehispénica: eran pobres, trabajaban
en el campo o en las minas; algunos labraban su propia tierra, pero
eran la ex.cepción. Los mestitos, los hijos de india y espaftol -o al
revés-, eran pequeños comerciantes, anesanos o arrieros; eran un
,cupo pujante. pero con pocas prerro,ativas. Los ~gros habían veni·
do de Alrica como esclavos para desempeñar rudos trabajos en el cul.
tivo de la cada o en la minen•. Los chinos, por último, habían llegado
a la Nueva EspaAa como parte de la tripulación de los galeones y se
habian quedado, pues les era mucho mis atractivo vivir aqui que en
su pals.
Los que fonnaban pane de los estratos más bajos de esta abiga.
rrada pirimide social se fueron mezclando, dando por resultado una
gama de " castas", que asl se les llamaba. "Se consideraba que una
raza -aunque fuera neera- valla más que una casta. "16 A los ne,ros
se les nepba el derecho de vestirse a la europea y de ocupar cargos
reales. municipales o eclesiAsticos. Los grupos étnicos producto de
las mezclas fueron representados en lienzos y tablas desde el siglo
xvu y con mayor abundancia en el xvm, lo que cCWIstituye una apor.
tación mis de Mbico alane universal: Jos cuadros de "castas", que
en 51 mismos explican la posición económica y social, la indumenta.
ria y muchos aspectOl de la actividad de sus modelos.
Se" materia de este capltulo el traje de los españoles y criollos,
50
el que llevaban las castas y el de las indias ricas (por haberse casado
con españoles de forluna. o por pertenecer a la familia de un noble
o cacique indígena). Esta circunstancia permitia a estas últimas par-
ticipar de ambas costumbres. guardando unas y adoptando otras, ya
que por ser india pura y esposa de español, tenia plena libertad para
usar una indumentaria u otra. Asi, vestfansc con ropa indfaena, enga-
lanada con todos los aditamentos de la espaftola: joyas, listones, za-
patos. abanicos. etc., baciendo una combinación tan atractiva, que las
damas espai'iolas la imitaron. usando alguna vez huipilcs y quechque-
melles. Esto conSla en el libro de fray Antonio de Escaray, impreso
en Sevilla en 1691. intitulado: Voces del dolor. . . Su autor critica mu-
chas modas del siglo para hombres y mujeres y. hablando de nuestro
tema, comenta: " ... No omito los guismeles y guaypiles (quexquemitl
y huipiles) que era cierto vestido, usado comúnmente en las Indias.
de donde vino a España, no menos provocativo que vistoso, por la va·
riedad de colores y tintes de la pluma de que se componfa. que eran
las de los pechos de los patos, aforrado de raso, o damasco, y guarne-
cido con hilo de oro, lentejuelas o perlas," 11
Los huipiles del siglo XVII, tejidos de algodón y plumaria mesoa·
mericana, se adornaban no sólo con hilo de oro -a la europea- sino
con lentejuelas de Oriente,
Por lo que se refiere a la manera de vestir de las nearas y mula-
tas, el siguiente testimonio es de Thomas Gage. monje dominico in-
gMs que estuvo en la Nueva Espafta en 1625: " , ' .Hasta las negras y
las esclavas atezadas tienen sus joyas. y no hay una Que salga sin su
collar o brazaletes o pulseras de perlas y sus pendientes con alguna
piedra preciosa. El vestido y atavio de las nearas y mulatas es tan las-
civo. y sus ademanes y donaire tan embelesadores. que hay muchos
españoles. aun entre los de la primera clase, que por elJas dejan a sus
mujeres."
Y. comentando el traje de las criollas y mestizas. escribe: "Ue-
van de ordinario una saya de seda o de indiana finlsima. recamada
de randas de OTO y plata, con Wl mofio de cinta de color subido y sus
flecos de oro y con caJdas que les bajan por detr's y por delante has.
ta el ribete de la basquiña, Sus camisolas son como justillos, tienen
sus faldetas, pero no mangas, y se las atan con lazos de 01'0 o plata.
Las de mayor nombradia usan ceftidores de oro bordados de perlas
y piedras preciosas. Las mangas son de rico lienzo de Holanda o de
la China, muy anchas. abiertas por la extremidad,. con bordados; unas
de sedas de colores y otras de seda, oro y plata; y largas hasta el su~
lo ... cúbrense el pecho con una paftoleta muy fina, que se prenden
en Jo alto del cuello a manera de rebocillo _ , . hay varias majas que
se echan la mantilla al hombro, paúndosc: una punta por el brazo de-
recho y tirándose la otra al hombro izquierdo, para tener libres las
mancas y andar con mejor garbo... sus zapatos son muy altos, y con
muchas suelas guarnecidas por fuera de un borde de plata, cI.vetea~
do con .achuelitas del mismo metal. , ,""
y aftade admirado: ", . ,Los hombres y mujeres gustan extraor·
dinariamente en vestir. y sus ropas son por lo común de seda, no sir-
vi~ndose de pafto, ni de camelote, ni de telas semejantes. las piedras
preciosas y las perlas están ahf tan en uso y tienen en ello tanta veni-
SI

dad, que nada hay más de sobra, que ver cordones y hebillas de dia- Rebozo de seda ~bordado
tOn hUos de ..da.. oro y plala.
mantes en los sombreros de los señores, y cintillos de perlas, en los Flotes y escudo de EI~l\a.
de los menestrales y gentes de oficio.")9 Si,¡loxvw.
La. 111111 de uta pnnda
El cronista rray Francisco de Ajofrln nos deja su comentario, que tftli'd.u con colorantc.
viene a corroborar la opinión de Gage:" . .. aun las mujeres pobres de n"uralcs ~ tl=cnica Ikat. El
muy corta comodidad, tienen las ebillas de plata y muchos relicarios bordado tlcne cualroc•• liIlol-
I;olurnn&l de Hin::ules con el
guarnecidos del propio metal, y generalmente las yndias que tienen Jcrna .. ...onplu. Ullr1o"y
su comercio en la Plaza, es su galanterla traer la garganta con seis corona c:enwa. Coaceci6n
panicular.
u ocho hilos de perlas o corales, muchos relicarios, anillos de oro, plata
y metal de tumbaga. Cualquier oficial sale en los dias de fiestas con
tanta decencia y ostentación como si fuera un flotisla, con do! ~lo­
us. como el hombre mas decente. De la misma manera se presentan
sus mujeres, que no se dístinluen en el traje de las más seAoras. Y
es maravilla verlas en los templos y en los paseos, de modo que mu-
..:has nces no se puede conocer quál es la mujer de un conde ni quál
la de un sastre. " 40
y por tratarse de la indumentaria de las clases populares y de
los inmigrados de otras tierras, es preciso mencionar aqut la verldi-
ca -aunque parezca legendarla- historia de la joven Mirra. que cuan-
do fue cristiana tomó el nombre de Catarlna de San Juan y se conoce
leneralmente como la China Poblana. Era una joven. bella, inquieta
y traviesa que habla nacido por los años 1613 o 1614 en el reino de
Mogor, en China. En una ocasión que se alejó del boBar paterno fue
apresada por corsarios que se la llevaron en calidad de esclava. La
dejaron depositada por un tiempo en el puerto de Cochin en la India,
donde encontró misioneros jesuitas que la instruyeron en la religión
y la bautizaron, con el nombre de Catarlna de San Juan. Pasado un
tiempo, los conarios la recosieron para llevarla al puerto de Manila
y venderla como esclava. Por aquel entonces, el virrey de Nueva

BIBLIOTECA DE MEXICO
52
Espana que era el marqul!s de Gelves, habia pedido unas jóvenes. de
buen parecer, para servir en palacio; pero al llegar Catarlna B Aa-
pulco con el enviado del virrey, se enteraron de que ~ste ya no estaba
en e l puesto. La joven fue vendida al capitán Miguel de Sosa. que vi-
vi. en Puebla con su esposa, Margarita de Chévez. No hablan tenido
hijos y quisieron tener una chinita y adoptarla como ahijada.
Catarina se quedó. pues, viviendo en Puebla con esta pareja, en
cuya compañía aprendió a hablar español, a cocinar y a hacer todas
las labores de aguja. Era muy inteligente y lo hizo con rapidez, pero
nunca quiso aprender a leer. A la muerte de sus padres adoptivos, si·
guió viviendo en Puebla, en voluntaria pobreza y misticismo. Su bió-
grafo dice que su indumentaria se reducía a: saya, manto y toca. Siem-
pre usaba el manto cuando salla a la calle; lo llevaba con mucha
prestancia, le cubria la cabeza y parte de la cara, llegando hasta el
borde del vestido.
Manuel Toussaint afirma que es impoSible que esta China Pobla-
na hubiera sido el modelo de las que, un siglo despu~s, llevarfan un
traje tan alegre y atrevido. Es indudable que eatarina les heredó sólo
dos cosas: el nombre y el rebozo, que ese manto hindú que ella lleva-
ba -seguramente un sari- fue el inicio del uso del reboto, prenda
que hoy consideramos mexicana "de siempre".
La historia de la China Poblana nos hace más conscientes de la
estrecha relación que hubo entre la Nueva Espada y los paises de Asia.
La inmigración de chinos y el comercio y uso constante de objetos y
prendas de ropa provenientes de China, modifican, ." tiñendo suave-
mente de orientalismo", el arte y las costumbres novohispanas, pero
sobre todo la moda.
En cuanto a los trajes usados por los setiores de España y sus
dominios, se recordará que todo el primer cuarto del siglo xvn se t:.só
la gorguera o gola, cada vez más grande, la cual resultaba muy incó-
moda, especialmente en comidas formales. En 1623. por real decre-
to, se expidió la Pragmitica de Reformación que modificó completa-
mente las modas anteriores. Para los hombres, estableefa la golilla
en lugar de la gorguera; esta golilla era un cuello de lienzo blanco,
sin pliegues, almidonado y sostenido por un armazón oculto bajo ésta;
el efecto era el de una hoja de papel blanco que separara la cara del
cuerpo. La evolución de la golilla se puede apreciar en los retratos
de los .... irreyes del siglo xvu. Primero dividida, luego recta; después
con una pequena incisión al centro: la golilla pcnnanece en uso du-
rante el resto del siglo. El pantalón -que cada dia iba haCiéndose más
corto y pegado al cuerpo, con mucha indignación de los moralistas-
se cubre de pliegues y baja hasta la rodilla, donde se ata con lazos
de seda que forman pompones; la media y el zapato son peralmen·
te negros. El ferreruelo se ha suplido por una capa de palio negra,
con o sin esclavina. cortada en circulo de 270 grados, larga hasta los
pies. Con esa capa ya no se usa la boina ni el sombrerito de copa, sino
el chamherF, un sombrero de fieltro con copa y ala. Algunas veces
los d¡,"atarlos lo sustituían por el "sombrero de teja", mAs tieso. con
las alas enrolladas hacia arriba, como el de los canónigos.
Los hombres llevan alhajas: el retrato del marqu~s de Cerralvo,
primer virrey que usa esta moda, lo representa con una afUCsa cade-
53

na de oro terciada sobre el pecho. Otras veces llevan sobre la ropilla ChamberJ'U. 1000000ra y
mana" perdidu, Fines del
negra prendido un broche de brillantes o granates. en cuyo centro está siGlo X\·I. Oleo 5Ob~ tablil
dibujada. en esmalte o pcdreria. la insignia de la orden núJitar o co- atribuidoal.u.ii Ju'rYz. Tal
rradia a que pertenece el retratado. De este broche cuelga un cordón. \'u relralO de Felipe 111.
Coleeckion Pinac:oteca
que sosl¡ene otr.:a. joya con la misma insignia. sólo que de mayor ta- Vi rrcina1. Ih."BA.
maño. Este adorno aparece por lo menos en quince retratos de la época
que se pueden admirar en la Pinacoteca Virreina) o en el Museo Na-
cional del Virreinato. Los puños que corresponden a la golilla son H-
sos, sin pliegues . vueltos hacia arriba. como de diez centimetros de
ancho,
Es este el traje tipico español, inmortalizado por Veltzquez. y usa-
do en la Nue\'a España y en Europa, Sufrió modificaciones hacia el
ultimo cuano del siglo. pues se inlrodujootro cuello que no desterró
a la golilla sino que ambos se usaban indistintamente. Se trata de la
valona o c uello grande. adornado con puntas de encaje de Flandes,
que cae sin pliegues ni almidón, sobre hombros. pecho y espalda. El
sombrero de fieltro, o chambergo, lIe\'a adorno de pluma. Siguen usén-
dose las capas y espadas. que daran el nombre a la narrativa literaria
de la epoca.
54

\ ;.lvrla " ..:",-.1., \", :' \'~ con


C :1 , ;oj~' d " infl '<.CtK ia fl ;¡"",nca.
El tesoro nacional comprende varios retratos de niitos novohis~
\;I1 '' ,\ \l l. panos ataviados segUn las modas del siglo XVII. En la Pinacoteca Vi·
(,11,·"
' "" o.... ¡d ,, _ rrcinal hay cuatro de ellos. que se describirán para dar testimonio
O~j;:in:. 1 ,1" J.~". J U¡j"'I.
Pmil ... ~' L~ '" Virr"ln lll. ISBA de cuatro sucesivos cambios de estilo en la ropa.
El más antiguo. de los primeros años del siglo XVJ1. es el intitu-
lado Niño con ángel de la guarda, que tal vez sea una alegoria de Feli-
pe 111. El niño viste ropilla de brocado blanco y oro, abrochada al fren-
te, con una pequeña cinta de cuero que marca el talle. Las man,as
son de las llamadas " perdidas", que cuelgan a Jos lados. cecca de los
hombros. Lleva brahones en la bocamanga, gorguera de gran tamaño
y pantaJ6n bombacho. hasta la rodilla, de la misma tela que la ropi-
na; este calzón bombacho va atado con tiras de raso que forman mo-
ños. a un lado de la rodllla. La media es Tosa y el zapato. de forma
de borceguf. de cuero. con lengüeta y hebilla. Las mangas parecen sa-
lir de otra prenda interior: no tienen abullonados: el puilo es peque-
flo. sin pliegues. En la mano sostiene lU1 sombrerito de fieltro de copa
y ala y el pelo es corto, pegado al cráneo.
El segundo es un óleo realizado entre 1642 y 1648 por Jos~ Suli-
rezo y lleva por titulo Sa"tos Justo y Pastor. cuyas figuras centrales
son precisamente dos niflos. Sus vestidos son i~nticos: zapatos de
cuero. medias azules. pantalón verde que llega a la rodilla. sujeto con
grandes moños: por abajo de la cuera asoma la ropilla larga. hasta
la cadera. La cucra es de antc, larga basta cubrir el resto de la ropa:
tiene un "golpe" o abullonado de tiras de la misma tela. que cae sobre
ci hombro y una manga que, saliendo debajo de aquél llega hasta el
codo. La cuera csta adornada con cintas de pasamanería; esta prenda
55

hace pensar que era de uso diario. confortable y hasta campestre. Los Cuen.s de gamuza de lo s
nii'iossantos JustoyPU lor,
niños llevan camisas de lienzo blanco, con puños pequeños y sin nin- sillloxvll!.
gún adomo. El pelo es un poco largo. cubre las orejas, pero sin col- Pirnura al ó leo sobre teJa.
Hac ia
or¡l¡ na'de J o~ Ju ;i.rcl.
gar a los lados. 1653. Colecc ión Pinacotec a
Las cueras de sc ritas se acostumbraban desde el siglo XVI, pero Yirrcinal.lNBA
aparentemente despedían mal olor; siempre que se mencio nan cuan-
do se preparan desfiles o mascaradas, se prevé comprar: ". . 8 adar- Cuaca bord ada. Cucllo doblc
mes de almizcle líquido, 4 adannes de alga lia, t onza de polvos de Ale- y puilos de en ca.i" de Flandes.
1698
jandria, I peso de almendras dulces y 1 peso de agua de Auselles." Oleo ~ob re tela de Nkolh
En el gran cuadro de José Juárez titulado La porciúncula, apare- Rodrigue. Ju é rezque
ce un niño, element o ajeno a la escena representada, que, sentado en representa a Don Manuel
Fe m¡j,ndcl de San.a Crul
primer pla no. detiene una cartela y mira a l espectador. Se trata del Co lección Pinacoteca
hijo del donante, que mandó hacer la pintura. Viste ropilla y calzón Virre inal.lNBA
de moiré o " tela de agu as " co lor castaño. La ropi lla va ribeteada con
tres galones dorados; las mangas no pert enecen a ella sino que son
part e de una prenda interior. El pantalón se ajusta en las rodillas con
moños de raso. El cuello es e l llamado "va lona", suave, s in almidón,
con encajes que caen sobre el cuerpo; los punas, también de encaje,
hacen juego. El pelo va la rgo hasta los hombros, ensortijado y con co-
pete, fleco o volumen al centro, en la parte superior de la cabeza. lle-
va, c ruzada sobre el pecho, una cadena de oro muy larga .
El niño don Manuel Fernández de Santa Cruz. pintado por Nico-
lás Rodríguez Juárez, lleva la moda que en México se conoció hasta
1702, a la llegada del duque de Alburquerque, primer virrey que ve-
nia representando a un monarca español de la Casa de Barbón, Que
vestlan a la francesa. El niño es un Lui s XIV en miniatura; lleva el
56
pelo largo y rizado. hasta el codo; chamber¡o adornado con plumas.
espadin y pañuelo de encaje. Su casaca larga es de brocado rojo y plata;
prendedor y moño con ufiros; valona de encaje ingl~s. caída al fren-
te. Las mangas llevan puño muy ancho, volteado hasta el antebrazo.
dejando ver las mangas de lienzo transparente. aglobadas, con el puno
volteado hacia arriba.
Los trajes femeninos en el siglo xvu son los mAs ricos, señoria-
les e imponentes de cuantos se usaron en España y sus dominios. No
hay más que observar el de la reina Isabel. esposa de Felipe IV, a ca-
ballo. pintado por Velúquez. para comprender que los monarcas se
apoyaban precisamente en el traje. para provocar mayor respeto y cau-
sar la admiración de sus súbditos. Las gorgueras o galas que la Prag-
má.tica de Reformación suprimió definitivamente para los hombres.
las señoras las siguieron usando en ocasiones señaladas. durante mu-
chos años más. Y es que las encontraban tan favorecedoras, que no
querían renunciar a ellas.
Oe la segunda dkada del siglo es el retrato que nos ha dejado
Bahasar de Echave 1b1a, de una seAora de Mf:xico, cuyo nombre, des-
graciadamente. se desconoce. La pintura representa a una dama de
mediana edad, que guarda Juto. Lleva rico Jubón de terciopelo negro,
con brahones sobre los hombros, una cadena de perlas sobre la fren-
te y las manos juntas. Pero lo que le da mayor personalidad al retra-
to, lo que lo vuelve inolvidable, es precisamente la ancha gola rema-
tada por punta de encaje y otras iguales que lleva en los pullas. Tiene
el pelo liso, peinado hacia arriba, con un poco de volumen sobre la
frente; hileras de botones de metal cuyo briUo resalta sobre el fondo
oscuro del jubón y un velo transparente. tambi~ con su orilla de en-
caje, que la cubre de cabeza y hombros_ Atrás de la cabeza, parec:e
llevar otro manto negro. Es el retrato fiel no sólo de la persona sino
del ambiente barroco y religioso, emotivo y lujoso de su ~poca.
La moda de las señoras se vuelve más elegante, más rica y tam-
bif:n más voluminosa. Se cita de nuevo a fray Antonio de E.scaray, por-
que sus comentarios son ilustrativos y simpáticos: " .. .la estrechez
de las cinturas y la pomposidad de las sayas. que sobrecargan con dos
o tres pai\os de tela más que los necesarios; y aún para enhucquecer-
las más. usaban el S4cristdn, g!nero de vestido que se armaba con aros
de hierro; y asi. con una docena de estas abultadas mujeres se llena-
ba la iglesia, adonde llevaban tapete y cojfn para sentarse ... y donde
entraban tan pavoneándose, que era de agradecer que no pidiesen que
se les pusiese jaula, como a las virreynas para oir misa...••
Es tan cierto el comentario anterior. que coincide con la noticia
siguiente: "El 15 de agosto de 1653 entró. Mf:xico con la acostum-
brada solemnidad del vi&~simo virrey de la Nueva España. don Fran-
cisco Femández de la Cueva, VIII Duque de Alburquerque, en com-
pad'. de su esposa. . . Era la Albucquerque una dama muy adicta al
lujo. .. y cuando se verificó la dedicación de la Catedral. en 1656. cer-
ca del sitio que ocupaba su esposo, se hizo una jaula para la Virreina,
tan costosa y prevenida, que nunca otra se ha visto en este reino; con
su llave. en que estaban ella y su hija sola.mente."u
En esta epoca las seftoras usaban unos mantos delgaditos que cu-
brtan la cara y se les decia de glOria, de humo o de cristal: tambim
5i

habia c-m:aje-s d~ ojo de perdiz y puntas de a \'ara (de ancho) por don· D~,",. ml'li.klLn3 I'nlulg.!,..
GorJ1.l~r:ll!n <:Ul!lIo \. purlMo .
de descubrian el pelo rizado. o tal vez el posti7.o.'¡} Y no deja de meno 162-1.
cionar "los :tapatos de ponle\'¡, aforrados de lafelio. cosidos con hilo Oleo Mlbr... ...... 20 d~ Hall¡h:Jr
de oro y de seda. con una sola oreja como los de los hombres. con vi· F.c:ha\" Ih':J. Cnlc«i"n
"¡n",":OIC~" Virr..-ln .. 1. 1~9.\.
rillas dI..' plata sobre las suelas, y atados. en lugar de cintas, con un
bOlón v rosa de diamantes ....w
U;s ahuecadores que se usaban bajo las faldas -ya hemos visto
que unos llevaban el nombre de sacristanes- fueron remplazados por
los \'erdugados o \'e rdugos y. ampliándose más todavia, tomaron el
n ombr~ de "guardainfantes"; éstos eran enormes. algo planos en el
frente:. dando el \'olumen hacía los lados. Eran muy vistosos. aunque
tambien muy incómodos. y causaron tanto revuelo y critica, que die-
ron lugar al"Discurso contra los Trajes}' Adornos Lascivos", de don
Alonso de Carranza, que los censura diciendo: " . . .es un traje costoso
}' supt!rfluo; penoso y pesado: feo y desproporcionado: lasch'o. des·
58
honesto y ocasiona a pecar, as! las que lo usan, como los hombres,
por causa de ellas",45
Generalmente, los trajes que iban sobre este voluminoso adita-
mento estaban hechos de terciopelo o raso en colores muy oscuros,
combinados con aplicaciones de pasamanerla o galones dorados for-
mando lineas o dibujos en toda la superficie de la tela, lo que les daba
un aspecto muy rico. Para comprender mejor la línea de estos vesti-
dos. es necesario recordar que no llevan pliegues: la tela va lisa, cu-
briendo el armazón. Constaban de tres piezas: la ropilla que se pro-
longaba en la basquiña; la saya de la misma tela que fonnaha pieza
separada, y la sobrefalda con cauda que se usaba para las recepcio-
nes en la corte virreina!. Algunos iban bordados con hilos de oro y
plata. lentejuelas y piedra-espejo, pero se trata de prendas excepcio-
nales como el vestido que aparece reproducido. ~ste forma parte del
acervo del Museo Nacional de Historia y perteneció a la virreina mar·
quesa de Mancera, protectora de sor Juana Inés de la Cruz. La linea
del cuello en estos trajes era algo descotada, cubriendo parte de ~ste
un velo o tela que nuestro comentarista describe en la fonna siguien-
te " . .. de otra especie de velos que llevaban en el cuello, que era una
red de hilos de oro, de seda y pita. o de hilo con muchos deshilados,
por donde se clareaba y transparentaba todo lo que cubda. Unas. le
llamaban volantes o espumillas; otras, la cachaza o la pcna."46
Con esa moda, las damas llevaban el pelo tambi~n ahuecado lia-
cia los lados, prendido con un moño o red de perlas. Siempre lleva-
ban guantes y los sombreros eran parecidos a los de los hombres: de
fieltro, con las alas laterales vueltas hacia arriba; los adornaban a ve-
ces con gallitos de plumas de avestruz.
A lo largo del siglo, el peinado de los hombres ha cambiado tam-
bién: desde su inicio hasta la Pragmática de Refonnación, en que se
llevaba la gorguera. el pelo iba corto y se usaba la barba. 47 Después,
con el chambergo y la golilla. el peinado lleva una patilla doblada ha-
cia el frente y el pelo. que se ha dejado més largo, no asoma a la cara;
más tarde encontramos que el aspecto va cambiando porque se usa
el bigote en puntas, hacia la parte superior de la cara. El modelo para
esa costumbre fue el propio rey Felipe IV. Al mismo tiempo encon-
tramos otros retratos que representan seftores con perilla, o sea una
pequeAlsima raya de barba al centro de la cara y los bigotes voltea-
dos hacia arriba. Hacia la mitad del siglo, se usa el pelo francamente
largo y ya no hay barba ni bigote. Ya al finalizar el siglo. el pelo va
rizado, muy largo (más abajo del hombro), partido en -medio; Jo que,
con la cara completamente afeitada, de un aspecto a1&o femenino.
Los indios tradicionalmente llevaban el pelo corto antes de la Con-
quista; ya Juan Guerrero se neeó a ver a sus compatriotas porque te-
nia el pelo "cortado como los indios". Durante el siglo XVI Jos indl-
genas llevaban la cabeza rapada, con sólo dos crenchu cortas o
guedejas, al frente, a los lados de la cara.
En una pintura anónima (en colección particular) delsillo XVII,
que representa una boda de indios principales. se puede ver la indu-
mentaria del indio. la cual es muy interesante pues consiste en cal-
zón hasta la rodilla, alao abierto, lo que pennite ver el de manta o
lienzo del interior. ropilla de pmuza, camisa. borcqut Ymedia. cham-
59
60
bcrgo y dos guedejas mucho más largas que las que se estilaban en
el siglo anterior. La escena de la boda se desarrolla al aire libre. Se
ve a la novia llevando un huipil bordado y entretejido con plumas, lo
que demuestra que la moda prchispánica femenina, aun con modifi·
caciones y añadidos. fue más permanente que la masculina. Los cal·
retes del novio tenían el nombre de balcarrotas o balcarrias.
A continuación se cita un párrafo de la novela de Vicente Riva
Palacio. Martín Garatuza. en el que todavía aparece en uso el término
que no mbra el peinado: " ... descubrió un indio. con el pelo cortado
sobre ]a frente con la figura de un cerquUlo de fraile y sobre las ore-
jas dos mechones largos que le llegaban casi hasta los hombros, se-
gún la moda de todos ellos y que llamaban balcarrotas o balo
earrías.··..•
En el fondo de toda esta frivolidad de la moda. el lujo y el ador-
no. habla dos verdades subyacentes: los religiosos se oponlan al lujo
excesivo por razones morales y el rey. el Consejo de Indias y los re-
presentantes de la Real Hacienda trataban de reprimirlo por razones
de orden económico. Durante todo el siglo, Espai\a sostuvo costosisi-
mas guerras contra Francia. Inglaterra, Austria. Flandes e Italia y a
ellas iban a parar las riquezas traídas de América. Se expidieron me-
didas proteccionistas contra las mercandas extranjeras, principabnen-
te las procedentes de los paises enemigos. Aunque se perseguía el con-
trabando. pequei\as naves atracaban a lo largo de las costas del Golfo
de M~xico. con su bagaje de novedades procedentes de Inglaterra, Fran-
cia y Holanda.
La vida en la ciudad de Mbico -con todos los sucesos que te-
nlan lugar en la Plaza- daba multiples ocasiones para desplegar ese
lujo. Las recepciones a los virreyes eran el motivo para lucir costo-
sos trajes nuevos y de hacer un desplieaue de imaginación en las mfis-
caradas y de erudición en los arcos triunfales. construidos especial-
mente y adornados con alusiones mitológicas. representaciones
históricas y aun interpretaciones de los apellidos o titulas del virrey
festejado. que deblan explicarse por medio de un "farsante", o de YO-
lantes que se repartían entre los espectadores para que pudieran com-
prender la ingeniosa preparación. Al mismo tiempo habia loas y poe-
mas de bienvenida. con alarde de virtlIDsismo literario. Era el espíritu
barroco del siglo. que tan bien cuadraba a esa sociedad de contras-
tes, cuyas dos ramas principales, la indigena y la española. tenían es-
pecial predilección por el adorno, los disfraces, los unifonnes y la dis-
pendiosa hospitalidad.
El 20 de agosto de 1635 hada su entrada pública el virrey, mar-
qués de Cadereyta; el Cabildo dispuso "que se hagan ropas de damas-

V.."tidt. lIrmMko \......
co de la tierra, carmesí y gorras de terciopelo•...y que se juntaran
los ediles en la casa de Cabildo y todos vayan vestidos de calzón, ro-
• ".rdainfantt. Manr:'~ pilla y ferreruelo decoradas y con abotonaduras de oro y plumas blan-
, ....das y .luY.~ de J, lipuc;l.,
011.:11 lIoubre Ida "nónimo dI: cas en las gorras. de la mayor igualdad posible".<49
DuJlaMllnuch,Mnlina "En ocasión de la llegada de don Diego Pacheco, Marqués de Vi-
Mo!oCj~¡nt., qulm ",n l ro 11 111
Ordc:n de: Camw:JiI."
llena. el Acta de Cabildo de 2 de julio de 1640, espresa: que recibién-
~'OC".b.~ en la ciudad de dose su Excelencia -<1 Virrey- con palio. es correspondiente, pre-
MhK:lI, • lo. 8 allos ck edad, ciso y estilado llevar los seftoces alcaldes, alguacil mayor. regidores
en 1660)' profnD en 1669.
Cule\,·dcinpanlc,:ular. y escribano mayor, ropas rosagan,es. en cuya conformidad se acuer-
62

da que se den a las personas referidas, ... dichas vestiduras. que han
de ser. Ropones de terciopelo carmes1 de Castilla, aforrados de tela
blanca y naranjada; calzón y ropilla de terciopelo liso, aforrados en
la mesma tela, acuchillado grande y manga de la mcsma tela, medias
amarillas o anaranjadas, que diga con la tela: lorras de terciopelo.
plumas de los colores de los cabos; ligas con puntas de oro; bolillas
bordadas de OTO. Todo lo cual se ha de hacer y disponer perfectamen-
te con toda igualdad. sin que exceda UDO de otro cantidad, entidad
y forma, haciéndose primero memoria pormenor de todo lo ne-
cesario.. ,",
"Oue se hicieran -además- veinte y cuatro gualdrapos para los
atabaleros y música de chirimías y trompetas, con sayales a los in-
dios y sombreros de los colores de esta ciudad. morado y na-
Taojado."so
y otra cita más, que hace caso omiso de los Capitulos de Refor-
mación que proscribían el uso del oro y la plata en el traje. dentro
y fuera de casa: " , • ,ropón de terciopelo. con vueltas de plata; jubón
de tela de plala; cuera acuchillada para dejar ver la tela del jubón;
calzas adornadas con pasamanena de oro y plata; medias amarillas;
zapatos acairelados de terciopelo amarillo: gorra de terciopelo de Caso
tilla. forrada de tafetán negro, con muy buenas toquillas y 4 plumas
de las más finas" ,
lDs virreyes se vestian de acuerdo con el lujo de los que los iban
a recibir. En la entrada pública del virrey, duque de Alba de Uste,
que tuvo lugar el domingo 3 de julio de 1650. trafa ", . :el seftor virrey
un vestido bordado de oro sobre camalote de a¡uas. pardo, muy cos-
toso. y todos los caballeros de h'bilo de su familia venfan con vesti-
dos bordados de mucho valor: y cercaban a su Excelencia todos sus
pajes y criados espaftoles. con librea de terciopelo verde de Castilla,
calzón, ropilla y capas de pafto verde, guarnecidas de WlB franja de
oro bordada, Uegó a la boca de los portales de los Gorreros. , . con-
currió a este acto todo el reino,"11
Volviendo unos aftos atris. a 1625. podremos comprobar que el
lujo de los novohispanos no era sólo para las ocasiones señaladas, sino
tambi~n en los cotidianos paseos por la Alameda; Gage nos descn'be
la jndumentaria de los esclavos africanos, que más que trabajar corno
esclavos. cumpUan una función decorativa.: "Al paseo de la Alameda. ' .
los hidalgos acuden por ver a las damas, unos seguidos por una doce-
na de esclavos africanos y otros, con un s~uito menor: pero todos
los llevan con libreas muy costosas y van cubiertos de randas. flecos,
trenzas y mofios de seda. plata y oro con medias de seda. rosas en los
zapatos y el inseparable espadln al lado. Las sello.... van squldas tam·
bi~n de sus lindas esclavas, que andan al lado de la carroza tan es-
pléndidamente ataviadas. , _ en medio de tan ricos vestidos y manti-
nas blancas, .. "52
Tambi~n se acostumbraba rep.lar vestidos ricos. como en el caso
siguiente. que relata Guijo: ", , .Bautizó Francisco de Córdoba, algua-
cil mayor de esta corte. una hija que parió su mujer, al cabo de mú
de veintitris años.. . fue cosa notable la grandeza con que se celebró
el bautizo en el • .,rario de la catedral y el adorno que se puso: desde
la casa morada de dicho al¡uacil hasta la catedral se pusieron en las
63
calles por donde pasó. arcos de tule y a todos los convidados les en-
vió a cada uno su fuente de dulces a su casa y a la madrina dio tres
vestidos muy costosos".5)
Esa demanda constante de telas finas debe haberlas encarecido,
porque en la "Relación del Estado en que dejó el Gobierno de la Nue-
va Espana" dirigida al rey. el marqu~s de Cerralvo hace el comenta-
rio siguiente: " Lo mesmo digo de muchos géneros que constantemen-
te se piden cada año de Filipinas y rematados en la Almoneda de
México cuestan mucho. y costarfan la mitad menos, comprados en
España."S4
España estaba en guerra con Francia y su econoDÚa se hallaba
muy disminuida. Le perjudicaba el p.sto excesivo en objetos suntua-
rios y el contrabando de ropa en los puertos: "El jueves 7 de febrero
de 1675 entró el pliego (el que traía la flota de España]. Las nuevas
son: que ellO de marzo del ai\o pasado se publicó en Madrid una prag-
mAtica en la que se manda reformar el exceso en los trajes, los laca-
yos y los coches y se prohibe el consumo de mercaderlas de Francia
y sus dominios."55
Lunes 2 de diciembre de 1675: "Empezaron a entrar las recuas
de la ropa de la flota."$6
Viernes 11 de noviembre de 1678: "Se pregonó bando para el con-
sumo de la ropa de Francia en todo el afto de 1679, Y perdida la que
viene ahora en la flota."57
Jueves 19de agosto de 1680: "Este día vino nueva de la Veracruz
de haber arribado a ella un navio ingl~s; dicen trae ropa. ".si
Los altos precios que alcanzaron las prendas de vestir a media-
dos del siglo XVII se debieron a que el lujo exagerado buscó en los
mercados extranjeros las telas mejores y más llamativas para la ma-
nufactura de la indumentaria. Debido a esto y de acuerdo con la poli-
tica proteccionista del gobierno de la peninsula. en 1657 se dispuso
que los vestidos, tanto de hombre como de mujer, fueran de "tercio-
pelados. damascos, rasos, tafetanes lisos y labrados, y todOs los de-
més gi:neros de seda. a condición de que fuesen de manufactura es-
pañola y de sus dominios y de provincias amigas con que se tenga
comercio.""
De los últimos años del siglo XVII se conserva el vestido que se
cree perteneció la virreina. marquesa de Mancera, que aparece en las
fotografias de este libro. Se trata de un traje de terciopelo verde, re-
camada totalmente con lentejuelas de plata, colocadas sim~ricamente
y muy próximas. Consta de tres piezas: ropilla para cubrir el talle,
falda ampUsima para usarse con guardainfante y sobrefalda con cau-
da o cola. Su estilo corresponde a dos épocas; lo más probable es que
se hubiera hecho muy lentamente, dado el trabajo que tiene, y que
se hubieran ordenado después 105 aditamentos de una moda poste-
rior. pero sin duda se hizo todo en el mismo taller, pues no hay dife-
rencia de manos en el trabajo. La Unea del talle y la falda correspon.
den .1 tercer cuarto del siglo; la sobrefalda y los puñoa de las mangas
y el diseño del bordado parecen influidos por la moda de Francia de
unos BAol despu~s. Se trata de un vestido de corte, pues la cauda asf
lo indica. El bordado consiste de ramos de flores en todo el ruedo in-
ferior, subiendo por la parte central de la falda. Est' hecho con lami.
64
65

nitas de varios colores y piedra-espejo, aplicadas en colores muy te-


nues, que indican ya la moda de Francia. menos severa que la española.
La orilla inferior está tenninada con entorchados de plata. Es un ves-
tido mexicano. aunque las lentejuelas podrfan ser chinas; es el m.is
rico y original de la colección y es propiedad del Museo Nacional de
Historia del Castillo de Chapultepec.
Durante el siglo XVI la ropa traida de Filipinas se vendfa en los
portales de Tejada y calle de Tiburcio; luego se pusieron unos "cajo-
nes" en la Plaza, donde los chinos vendían sus mercaderías; pero eran
tinglados muy feos , que se desmontaban cuando se hacía alguna ce·
remonia especial. Esos cajones se incendiaron en el motlo que hubo
en 1692, lo que dio lugar a que se construyera en 1696 El Parién, un
edificio muy hermoso y sólido situado frente al Portal de Mercaderes
y a las Casas de Cabildo. "Su fábrica tiene de largo 120 varas por cada
lado. Comp6nese de tiendas en lo interior y exterior y es uno de los
mejores propios de la Ciudad. Tiene cuatro puertas que se cierran de
noche. El centro del Parián estuvo ocupado por puestos de madera Vllrllldodllrcorlllrdllr IIIrn:iopelo
\·"nleClII:UlVburdadocJl:
techados con tejamanil en los que se vendía: ropa vieja, libros, armas IcnleJoellll. Sobrelald:l. de
de fuego y corte, sillas de montar, baúles, alhajas de ajuar de casa IlIrpcClI •. FIon:.cn hil Cl dllr
platal:tHllirnina d"
y otras varias cosas, que se llamaba Baratillo Grande. Al centro del 01'01
papel ~ estatlo color de ro~a
Baratillo han formado calles y este centro se compone de ropas he- y piedra . de wlurn.. Fll"C'O deo
chas. Dos de estas calles son de zapateria por una y otra banda. don- borl.. de platL Si,kt llVII.
eol«:t"IUn MoHO NDdlHllli ck
de se encuentran calzados asl para la gente plebeya como para la más Hiseom del Castillo de
pulida, a más de obra negra hai mucha de tafilete de todos los colo- Cluopultcp"".
res y algunas bordadas de rasos, terciopelos y riqulsimas telas. Por 4
ot ro lado, están cajoncillos particulares de retacerias. donde se bus-
ca el pedazo de género para el remiendo."oo
El PariAn tomó su nombre del de un mercado de Manila, donde
precisamenle iban los chinos a vender las mercancfas que habla de
traer la Hao hasta el puerto de Acapulco.
Cristóbal de VilIalpando pintó un óleo de grandes dimensiones,
que representa la Plaza de Mhlco, a fines del siglo XVII. En l:l se ve
El Parl'n en primer tl:nnino, y una multitud de personas vestidas en
distinta fonna. según las diferencias raciales y económicas que se han
mencionado en p'ginas anteriores. Todas esas personas conviviendo
en la Plaza fue lo que captó el pintor y refleja la verdadera vida de
ese siglo barroco en la capital del virreinato. El cuadro se encuentra
en Madrid y es propiedad del Museo de America.
A continuación se reseftarán algunas costumbres novohispanas
que requerian trajes hechos especiaJmente para la ocasión: los uni.
fonnes de colegiales y borlados, el traje especial de los verdugos, el
de los procesados de la Inquisición. funcionarios de gobierno virrei-
nal. lutos y mortajas. las mascaradas, ya serias, ya facetas o jocosas
y algunos trajes para ocasiones especiales. ya muy olvidadas.
Fue durante el siglo XVII cuando el Tribunal del Santo Oficio es-
tuvo mú activo en la Nueva Espafta. Hubo nwnerosos autos de fe en
los que se quemaron alaunas personas en efigie o en esfatIUI, otras
se relajaron. es decir. fueron perdonadas; pero otras más fueron eje.
culadas y después quemados sus cuerpos en el Quemadero de San Die-
go. Los penitenciados tenJan su traje especial. que consisUa en el sam-
wnilo y la coroza. que eran: una túnica larga hasta las rodillas y un
66
cucurucho. pintados con llamas verdes. Baltasar de Echave lbi. fue
comisionado para hacerlos en una ocasión y nos ha dejado las cuen·
tas del material que empleó en eUas: "Para diez esratuQ.$ que se hicie-
ron, comprt cuarenta y cinco varas de sayal. que costó a dos reales
de vara. Item cuatro pesos de papel de la tierra para veintiuna coro-
zas. . . y 40 varas de subaja para veinte sanbenitos, a tomÚl y medio
la vara. . .61 Los procesados llevaban una vela verde en ]a mano y
eran figuras centrales en los extrai'ios y dram'ticos desfiles que se
organizaban con ese motivo. "En el Auto de Fe del Tribunal de la In-
quisición en la Plazuela del Volador, efectuado e11! de abril de 1649,
se ajusticiaron 13 procesados. Después del juicio los llevaron al bra-
sero de San Diego: allí les dieron garrote, y habiendo espirado, les arri-
maron al fuego, que prendiÓ con facilidad por ser vieja la ropa que
llevaban vestida y el Sanbenito y coroza, de cartón."62
y otro testimonio más, que da noticia de la indumentaria del ajus-
ticiado: "El viernes 3 de febrero de 1668. se celebró un auto de fe en
que se juzgó a Don Diego Pcftaloza, Gobernador del Nuevo Máico:
.. .salió en cuerpo (que lo lenta muy bueno) vestido de terciopelo ne-
gro, el pelo -que era propio y crecido- muy peinado,las medi~ arru-
gadas, puños que se usaban de puntas de Flandes muy grandes, que
parece se compuso al propósito, sin capa ni sombrero, con vela verde
en la mano; causó mucha l'stlma .. .''63

Traje. de oidora y Jul'Üit..

"El sébado 1 de junio de 1652.. . se dio orden a todÓs los procurado-


res y rectores de la Real Audiencia, y se les mandó no entrasen en la
real saJa con guedejas, medias de color y de gloria, y con capillas en
las capas y gorras.'''' .
Los juristas usaban unos tabardos con mangas largas, como men-
ciona Bernal Diaz: " ... y como en aquel tiempo se usaban traer unos
tabardos con mangas largas, que en especial traian 105 juristas, até.-
ronle al tabardo del licenciado Pérez de la Torre... ' '65

Lutos y mortaj..

El traje de luto ha sido una costumbre muy controvertida. General-


mente los mexicanos usan lutos rigurosos durante más tiempo y con
mayor severidad que en otros palses. Unos ejemplos: Dice Bemal Diaz:
" ... el afio de 1539 se habia muer to la emperatriz nuestra senara, do1ia
Isabel y por su muerte se hizo gran sentimiento en toda la Nueva Es-
paña y se pusieron todos los conquistadores grandes lutOl y yo, como
Regidor de la Villa de Coat:r.acoalcos y conquistador más antiguo, me
puse ,randes lutos y me fui a Castilla. y llegado a la corte, me los
tom~ a poner, como era obligado por la muerte de nuestra reina y
sellara; y en aquel tiempo lleBÓ a la corte Pizarro. que vino del Perú
y fue cargado de luto, con más de cuarenta hombres que llevaba con-
sigo que le acampaftaban; y tambihl en esa IUÓIlllegó Con& a la coro
te, con luto ~l y sus criados ... y como en la corte nos vefan asl ...
tenian por chiste de llamamos los indios pcrulcros enlutados."u
E.I vil~simo sexto virrey era descendiente de Cristóbal Colón; llea:6
67

a la ciudad de México el 8 de diciembre de 1673 y murió a los cinco


dfas de haber tomado posesión. Se le enterró con todos los honores:
" .. .le acampadaba la gente de caballeria y tres carrozas de seis mu-
las. cubiertas de luto. Iba el cuerpo armado de punta en blanco. con
. su bastón de Capitán General y el toisón de oro al cuello. . . "67
Por la muerte de la reina, doña Mariana de Austria, los hombres
vistieron capas largas y faldas hasta los pies y las mujeres. monjiles
de bayeta y mantos de anQ.Scote, los que trajeron desde que pregona-
ron los lutos. hasta el día de las honras. Por tanto, esos lutos se lleva-
ron desde el 30 de octubre hasta el 24 de noviembre de 1696. Tam-
bilon los caballos llevaban simbolos luctuosos, que consistfan en luleras
y caparal.ones o en gualdrapas negras. El caparazón se hacia de paño
negro y acompañado de la lutera, cubrla la silla y cuerpo del caballo;
la gualdrapa, usada en los torneos, sólo se usaba negra para las cere-
monias fúnebres; era una cubierta que adornaba las ancas del caba-
llo y le llegaba aproximadamente hasta las rodillas. Las gualdrapas
sólo las usaban los caballos de las más altas autoridades del virreina-
to y se hacian con paño dieciocheno de la tierra que costaba a diecio-
cho reales la vara. " 68
El traje especial de luto va cambiando con la moda. En el siglo
XVI. " •••Cortés llegó algo tarde a la Misa, con su falda de lUlO alza-
da". En el XVII. leemos que habia monjUes y mantos, es decir. para
las sedaras de alcurnia, unos trajes de luto que parecían monacaJes,
consistiendo en hábito, toca, velo y manto, como las monjas. Hay una
pintura que representa una escena en la cámara del rey Luis XIV de
Francia. en que aparece una dama de luto con h'bito, toca y velo. Sin
embargo. la indumentaria que se usaba para el s~quito de los entie-
rros consistfa en loba y capirole,' era la loba una túnica larga hasta
el piso, y el capirote una capucha que podia ocultar la cara. Esta ropa
se regalaba a los dolientes de los entierros principales. En el siglo
XVIII, el virrey Revillagigedo asistió en la Catedral a las honras de los
sci\ores militares. con medias, cal1.ones y chupa negras; era la indu-
mentaria habitual. sólo que negra.
"El día 16 de noviembre de 1792, en Mhico. en la iglesia de las
madres de Balvanera, estando haciendo oración a el Santfsimo. cayó
mueno el capitán de milicias don Manuel Esteban Sánchez de Tagle,
.aste era caballero del hábito de Santiago. El dia 17 fue el entierro
en secreto y el día 18 fue el entierro en público con un muñeco vesti-
do con todas las insignias correspondientes al hibito de Santiago y
caballero" ,""
", ..caballo blanco que tenia una gualdrapa de terciopelo borda-
do y seguido de sus lacayos y pajes. de loba y capirote",1O

I.a. colondltos

A los muchachos que ayudaban en la Catedral. ya fuera como mona-


lUillas o coristas, se les llamaba "monigotes". Su vestido era una so-
lana roja, es decir, una vestidura con mangas,larp hasta el piso, abro-
chada por delante. Pues bien, esos niflos se alquilaban por dla -para
ganarse unos centavos-, desempeñando el curioso trabajo de silen-
ciosos cobradores. Los coloraditos sallan siempre en pareja y se co-
68
loeaban a ambos lados del deudor cuando atravesaba por la Plaza.
Sólo ver a los coloraditos tras una persona, er a como darle el titulo
de " deu dor que no paga", El aludido se seoUa tan abochornado. que
preferfa pagar a ser senalado por todo5.1I

El verduso

" El virrey conde de Revillagigedo ... en su tiempo. hizo que los ver-
dugos salieran vestidos y con una escalera pintada en el sombrero,
que no se habia visto."72

TraJu de colc&iales

"Los estudiantes del Colegio Mayor de Todos Santos, eran graduados


de Facultad Mayor. .. regularmente sallan a oponerse en Teologfa y
Jurisprudencia en las Cátedras vacantes de la Universidad. Visten una
ropa de color canela y una beca corta de grana, que, extendida sobre
el pecho. dan sus extremidades en la cintura o en la espalda. Unos
puños de finísimo camhrai, el bonete cuadrado y alto en fonna de go-
rro y el cuello blanco. con dos picos que terminan poco más abajo del
cuello de color. "7]
Todos los estudiantes usaban la beca. cuyo color dislinguía a los
coJegios. Los m~dicos horlados salfan en las funciones públicas a que
asistia el Claustro. vestidos de militar y el capelo encima" . . . y mano
dó que salieran en su traje con ropa larga y golilla y encima el
capelo."74
Para ser aceptados por sus compalleros, los estudiantes de las
escuelas tenlan que cumplir con la iniciación o vejamen. que consis-
tia en salir, vestido con petates. montado en un burro. que llevaba al-
gunas verduras o cachalTos atados de la cola, a dar un paseo por las
cuatro calles que rodeaban el colegio. El vejamen consistfa en las re-
chiflas de los transeúntes, y el acompaftamiento de muchachos que
lo ihan siguiendo, molestando al burro, que podóa tirarlo y hacer per-
der su improvisado vestido al futuro doctor.

Moroa y c ....tJan..

Ajofrfn comenta sobre una de las mis entrañables tradiciones mexi-


canas; " ...el día de San Juan . .. se visten los muchachos unos de mo-
ros y otros de christianos y para este efecto se venden en la Plaza:
turbantes. sombreros. pbanes. alfanjes. espadas. rodelas. caballos.
todo hecho con gran primor y curiosidad. en papel y carton. platea-
das las hojas de las armas. . . que compran los muchachos. saliendo
cada uno del puesto más gozoso y erguido que un Alejandro. pregun-
tándose los unos a los otros: ¿Moro o Christiano? y formando entre
si -con las espacias y lanzas- muchas escaramuzas que solían parar
en lágrimas . . ."75

R.ep.-e.entacIOllell y mue.rada.

LlelO a M~xico nueva de que el emperador Carlos V viajó a Francia


6.

y qu ...· fram.:i:.cu 1 lo fuI.! a r~l:i bir y le hizo grandes nestas. "Para cele- Manteku, de t~·rouT'.:Iu eur:
hrur I:~tl' ;'\~Um~dOlh:nto, se hicieron en Mexico justas. juegos de ca· ~~d~:'.: ~:~nd~~:~;.......,
ñ:h , I,:urrid.b c..I.: toros y torneos y otros grandes disfraces que habia dO' \1"," fr..~\lL'flh.· ~n d _:1'1..
",\' I!, C.. Ic..:.:iórl M......~.
I.!"n toeJo...~ ~
S:aLh",;,.] .1,. Hi'l orl~..k1
.. Por Id dia del cumplimiento de sus años, el "irrey Alba de Liste. C,,~ lillu tk <.: h:ipuh"pe.. ,
mallJo que hubicnm toros, que se lidiaron en el parque, .. .hicieron
Ills II/,,{aw.s ~ 'Iegros de esta ciudad una mascara a caballo. con singu-
¡,tn:!'> g.alas . . . que representó a los españoles: se pusieron hábitos de
Samiagu. Calatrava. Alcántara. San Juan )' Cristo en los pechos: l"'(>
d ...·aron tod3 la ciudad y a hora competente entraron en dicho parque
[l¡], Alamédal a \'ista del \'irre\","77
"Celebraron los m Slreros' de la Santa Cruz en la plazuela del ras-
I ru d ...· c!'>la ciudad; y la ,,!spera, salió una lucida máscara de indios.
~t octl'",uma y Curte,.;, moros y el gran Turco. ,'eSlidos costosamente;
nxll'aron 101. ciudad, , , y habiendo hecho la sa lu, llegaron en tropel
l o~ moro!'. y robaron la Cruz y la entraron en Wl casti1lo que tenían
formadu de m::.dcra, l'n medio dl' una placeta ... retiróse la infante-
70
ria del cuerpo de guardia y .. . apareció el turco en el remate del cas-
tillo, sentado con notable gravedad y acompañamiento .. ."71
Tambim apareció una rrWscara ridicuIa y gra\'e. Año de t 658: Los
padres del Colegio de S. Pedro y S. Pablo ordenaron una máscara ri-
d1cula y otra grave de sus estudiantes: "domingo 5 de mayo salió. a
las 3 de la tarde: negros y negras; vaqueros, micos, la escuela de Gale-
no; siguió cada nación en un carro ridiculo. ''79
Tomada de la resefta de don Carlos de Sigüenza y Góngora,. inti·
tulada "Clorias de Ouerétaro", se incluye la descripción de una mu-
carada que se llevó a caho en esa ciudad. en la cual los indios fueron
importantes participes (1680):
"Adornada con baldaquines y gobelinos vistosos, estaha la pla-
taforma ... donde con brillantes vestidos y decorados. una compañia
de actores puso UDa comedia de Calderón .. . ninguna de todas las co-
sas que son respetables en el estilo cómico, faltaba .. _mientras que
corridas de toros, torneos poéticos, desfiles y máscaras animaron mu-
chos dias seguidos, cada uno de los cuales tenninó con ruidosa y es-
pectacular exhibición de fuegos artificiales. A las tres de la tarde ce>
menz6 la máscara a manifestarse, por la desordenada aparición de
montaraces chichimccos que, sin otra TOpa que las que les penniti6
la decencia, hacían algazaras y estruendos. Luego, una compaftia de
Infanterfa. de ciento y ocho mancebos, a seis por fila, adornados con
exquisitas galas a la española. con las bandas volantes que de sus hom-
bros pendian . . . Selufan cuatro clarines. en cuatro bien arrendados
cahallos engualdrapados de encamada frisa, ribeteada. con guamicie>
nes de plata. que fueron prólogo del tercero y más principal trozo de
la lucida máscara.. . Fuera monstruosidad censurable, el que para ma-
nifestar regocijo los indios, se valiesen de extrañas ideas. cuando en
la de sus Emperadores y Reyes les sobró asunto para el lucimiento
y la gala. Capitaneaba la tropa el anciano Xólotl. primer Emperador
de los Chicrumecas. despu~s de la memorable ruina de los Toltecas...
después de éstos. venfan los dos reyes tepanec::as, luego entro el cuar-
to rey de los Aztecas, Izcóatl, y segufan todos hasta Cuauhtmxx:¡ adoro
nAbanse las cabezas de todos con Xiuhztolli. que era la divisa propia
del senorío ... Tennin6base esta lucidJsima tropa con la persona del
Emperador Carlos V... Segulale un triunfal carro, muchas veces más
dichoso con un trono. .. colocada la imagen de la Virgen de Guada-
lupe . . . en lugares acomodados se distribuyeron seis alraciados in·
geles y. arrodillada al infimo de las gradas, una nina ataviada con los
adomos Indianos. en que se ideaba: Anáhuac. Ocupaba las manos con
un cora7..Ón, que era el de todos. En torno del triunfal carro iba una
danza del célebre Toncontin Mexicano. . . "lO
El DiQ.rio de Robles cita varjas mascaradas en las que la ima¡i·
nación corría pareja con el conocimiento de la historia de Europa por
parte de los indios. La batalla de Lepanto. las perras contra el gran
Turco y aun las escenas mitológicas representadas en los tapices de
Bruselas, fueron inspiración para las mascaradas que los lremios re-
presentaban en la Plaza de la ciudad de México, en el si,lo xvn.
Felizmente, a estas crónicas y relatos podernos añadir el testimo-
nio pictórico de una mascarada que tuvo lugar en el mismo siglo. en
el parque de Chapultepec. La escena aparece en un biombo que hoy
71

funna parte de la colección Banamex. Desde las ventanas del Castillo Borde. inrt' nUf" ue: un ~nl hJu
cun ~ntorchadol hecho" de
-adurnado con gallardetes y ~posteros- el virrey, la virreina y la laminlllu de plata. 1In.:, tld
corte contemplan la corrida de toros y otras escenas: indios vestidos ~ ¡.Io 110\'11.

"a lo antiguo", con diademas de plumas, mantos y macanas, llevan Colc<:ciun del Mw..:o NoIc lonul
de H1Jtoria del QUlllIa ue
xuchiles, o ramos de flores; los alabarderos de la guardia tañen ins- Chapultep.-c.
trumentos musicales; un grupo de personas que parecen interpretar
un baile u una pieza teatral. estAn vestidos de polichinelas, enanos,
holandeses y otros con sombreros enonnes, hasta un guajolote y otras
máscaras, cuyo significado ignoramos. Una dama elegante llega en
lOu carroza para unirse al regocijo.
La ciudad suf ri6 epidemias e inundaciones; una de ellas fue tan
SC\'cra que el agua la cubrió duranle cinco años y todos los habitan-
les se trasladaban en canoas. Pero de esas experiencias comunes, ya
dramáticas. ya placenteras. de ese tomar parte para sentirse parte,
de ese vestirse para divertirse. en medio de unifonncs. disfraces, or-
namentos, sambenitos, togas y bonetes. huipiles y sarapes. gorgueras
y valonas. bayetas de Toluca, damascos de la China y encajes de Flan-
des. iha surgiendo el sentimiento de la nacionalidad.
72

La moda durante el siglo XVIII

El Siglo xvnr se inicia en España con el advenimiento al trono de Fe-


lipe V. nieto de Luis XIV. soberano de Francia y poderoslsimo rector
de la politica europea.
Unos años antes, en 1679, Carlos 11 de España. queriendo con-
certar una alianza que impidiera la guerra con Francia, habla toma-
do por esposa a la princesa Maria Luisa de Borbón. Cuando llegó a
España como nueva reina. el rey pidió a sus cortesanos que la reci-
bieran v~slidos a la francesa, en señal de bienvenida; por esa razón
la moda de Francia ya habia penetrado en Espai\a desde algunos años
antes de iniciarse el siglo.l • Esta pareja no tuvo hijos y al morir Car-
Ias Illa corona española pasó a la familia Barbón. El cambio de casa
reinanLe trajo consigo el cambio de la moda, las costumbres y hasLa
de la comida en España y sus dominios.
El último virrey que gobernó la Nueva España en representación
de Carlos 11 fue el conde de Moctezuma. Por un desafortunado inci-
dente al hacer su entrada pública en la ciudad de México; tenemos no-
ticia de cómo vestla: " ... en 1696 que hizo su entrada pública, al pa-
sar bajo el arco que le erigiera la ciudad en su honor, se espantó el
caballo que montaba y lo derribó, cayendo por un lado el gobernante
y por otro su voluminosa peJuca" .&2
La peluca era como las que usaba Luis XIV: larga hasta el codo,
empolvada, rizada, de raya en medio y con copete.
Siempre que sub!a al trono un nuevo rey, eran tradicionales las
"juras", que tenfan por objeto " . . . que la muy Leal Ciudad de Méxi-
co, con las acostumbradas ostentaciones y públicas ceremonias, . ~ .
aclamara al nuevo soberano"."
Siendo precisamente el cambio de monarca y de dinasUa, la jura
de Felipe V se hizo con toda la solemnidad posible. Se celebró en la
ciudad de México el4 de abril de 1701. para Jo cual se puso un tabla-
do en medio de la Plaza y en el balcón principal del palacio un dosel,
"con rlqulsimos paños bordados del Japón", para cobijar el retrato
de cuerpo entero del soberano. quien manifestó el deseo expreso de
que lo pintaran v~s,jdo a lQ esp,ulola, y asilo ejecutó Juan Rodriguez
Juárez, el maestro de pintura a quien se le dio el encargo.
Se consideraba un signo de cortesía vestirse a la usanza de la per-
sona a quien se queda halagar. El rey quiso ser grato a sus nuevos
súbditos, visti~ndose a la espadola.
El primer virrey que llegó representando a Felipe V fue el duque
de Alburquerque, cuyo abuelo había ocupado el mismo puesto medio
siglo antes. Cuando llegó a la ciudad de México e hizo su entrada pú-
~
blica. ya se hallaba un gentío congregado en la Plaza: nobles. cléri-
V,,!o.lido bona.du ~ ..n gos, indios, castas, vendedores. arrieros. chinos, comerciantes, frai-
Icnu,jueJu,)' lamlniJIa dc les, alabarderos, es decir. todos los exponentes de aquella variada
plala. perlaloy pkdno...,l pejo.
Vnlkitl usado "" .. corte: sociedad aguardaban con impaciencia la comitiva.
vl r R'lnaJenlm prime W!laflOl; El virrey llegó por la plaza de Santo Domingo; pasó bajo el arco
del ~1&lo XVIII. Cük'CtJón triunfal que con ese motivo se habla levantado (en lo que es hoy la
Mu'loCo Nkiun.r do: Histnria
del C."tillo de OJIIpuh"'Ik'C:· esquina de Brasil y Tacuba), al entrar la comitiva en la Plaza, los ved-
74

Sa}'o <.l~ ,ella de Ch ina y nos no pudieron contener la risa al ver a los pajes y miembros de su
trt:nl~· bordado. 111 5.
[k"'¡,, An ~ de Ouixanu Alcoeu séquito. con el pelo empolvado. casacas y sombreros de tres picos.
\' S.. riña na na~ i da en la Las nuevas costumbres se habían de imponer desde luego. em-
ciud:..J de M6icod 30 de
Ju¡'o de l b9S. O!codc J uan
pezando por las modas. Apenas llegado, el nuevo virrey cambió el uni-
Rod r'guCl J u árez. Colt:,"~ i ó n forme de los alabarderos, que eran su guardia personal. Desde el 6
pan ic uln. de enero de 1703 se les vistió con casacas amarillas, golillas y som-
breros de tres picos, lo que los expuso a la burla del pueblo durante
Gu,n peLuclI uooa por largo ti empo.s"
cal»ollc ronovohispanoen
17 14. Don Ptd ro Barbabo~a y
El tricornio surgió de una modificación del chambergo: ya se ha
Parrcño. óleo sobre lela de visto que los "sombreros de teja" tenfan el ala enrollada hacia arri-
J uan Rodríguez J uárez. ba, en los lados. Esto mismo se hizo, sólo que enrollando el aja al frente
Colc<,:c i6n pan icular
y atrás: el resultado se puede ver todavía en muchas esculturas ecues-
tres de Santiago; e stofados que datan de los años inmediatos al cam-
bio de siglo. En las pinturas de castas, se encuentran también los cham-
bergos enrollados, formando dos o tres puntas. Una vez descubierta
la nueva forma, el tricornio se hacía así desde su inicio. Este sombre-
ro sufrió transformaciones: en la corte de Luis XV se inició la cos-
tumbre de rematarlo con plumas, y en el último cuarto del siglo és-
tas se cambiaron por un galón dorado. En México -siempre algo
burlona mente- el tricornio se llamó "de tres cuernos" o de " tres
vientos".
Los novohispanos "se defendían" del cambio de la moda usando
golillas y poniéndose siempre capas o sarapes y chambergos, cuya ala
bajaban hasta cubrirse parte de la cara, con el fin de seguir conser-
vando su vieja estampa. " En 1716 se prohibió usar chambergo y cu-
75
brirse la cara con las capas, es decir, se prohibieron los "embozados".
Sin embargo. algunas de esas medidas se recibían en el sentido de "obe-
dézcase. pero no se cumpla", Ast. después de un tiempo la gente de
la ciudad de México encontraba la forma de seguir conservando su
entrañable apariencia. Prueba de esto es que fue necesario hacer re-
cordatorios a esta orden en los años de 1719, 1723, 1729, 1740 Ytoda-
via en i 1745,"&5
El nuevo rey estaba decidido a imponer su estilo y en 1723 expi-
dió una pragmática sobre la indumentaria. Las pragmáticas eran le-
yes más rigidas: las expedta el rey y se pregonaban para ser cumpli-
das en España y sus dominios. La mencionada prohibia todos los
adornos. pasamanerias, galones. cordones y pespuntes y permitía úni-
camente botones de oro y plata a todos los menestrales de manos: bar-
beros. sastres, zapateros. carpinteros. ebanistas. cocheros, herreros,
tejedores, fontaneros, curtidores, herradores y todos los obreros. la-
bradores y jornaleros que" ... no puedan usar vestidos de seda ni otra
cosa mezclada con ella, sino solamente paño. jerguetilla, bayeta, cual-
quier género de lana. excepto en las mangas y puños. weltas de las
manCas de las casacas y en las medias".
En el siguiente pirrafo se autorizaba, además, a los alcaldes. c~
rregidores, alguaciles y justicias. a penetrar en las casas de los me-
nestrales para ver si cumplfan con la orden. Las penas por incumpli-
miento eran: perder la ropa y cuatro años de prisión la primera vez
y ocho atlos si reincidian. Las mujeres de estos menestrales podian
usar prendas de seda. La orden tenninaba diciendo que: "era para la
economia del pueblo y bienestar del reino".16
Naturalmente que esta pragmática se obedeció. Los obreros y trilo-
bajadores que aparecen representados en las pinturas"de castas" se
ven vestidos más pobremente que sus mujeres, pues ellas -ya sea que
vistan a la moda española, ya a la indígena, siempre con sus detalles
franceses- no dejan de llevar zapatos de tacón, alhajas. encajes y cin-
tas. apareciendo más prósperas que sus cónyuges.
Para estudiar el traje de las personas acomodadas hay infinidad
de pinturas con fecha que nos muestran la evolución de la moda usa-
da en la Nueva Espai\a.
La galeria de retratos de los virreyes nos proporciona una secuen-
cia completa y muy confiable. Esto, en lo que se refiere a las modas
de la metrópoli, porque en la Nueva Espai\a muchos señores conti-
nuaron usando durante varias d~cadas el traje negro. la BoHlla y la
capa. Es curioso ver que el último personaje retratado con esta indu-
mentaria está fechado en la ciudad de México en i 1808! Se dan casos
también de novohispanos vestidos muy "a la moda". Algunas veces
se encuentran "pinturas gemelas" que representan a una pareja; ~sas
nos indican el correspondiente estilo de la moda femenina.
Enel ai"Jo de 1714Ju8n RodrJguezJuárez. el pintor ya menciona·
do, hizo el retrato del virrey duque de Linares. y el de una pareja de
novohispanos: los esposos Pedro Barbaboza y Parreño, contador ma-
yor del Real Tribunal y Audiencia de Cuentas de la Nueva España,
nacido en la Villa de Cartagena, antigua Extremadura. en 1673, y de
su esposa, doi\a Ana Ouixano de Alcocer y Sariñana. nacida en la ciu-
dad de México el 30 de julio de 1695. Don Pedro tenia 41 aiios: era
1·.1 lUl" <1" b m<l .. " ...·" ' .. ri" bien parecido. Los retratos de la pa reja son de bus to; el del virrey,
"",-"h i' r""Ol.
l).,n~ ll{'¡¡" '" ¡J,. Aro / (¡u,·w ,1" de cuerpo entero, está pintado tan minuciosamente que es un docu·
<1" la, H""" ~ lo, 17 "" \ ' ''. mento para estudiar su ¡raje. Los dos caballeros llevan la peluca blanca,
" " '''' <.1 " i" g ..."~r ,, nd rizada, larga hasta e l codo, al es tilo de Luis XIV: los dos llevan casa·
Co n", ,,,,, d" Jc" " Mu"¡ ~
cas de terciopelo, bordadas con hilo de plata; la del virrey es azul ma·
rino y la de don Pedro, de un tono cereza. La del virrey es larga hasta
L, ",,,d .. f " " ",'"", ':11 l ~ N ul">'~
E,f"' oi" Vi ne)' du'l UC <l e la rodilla, dejando ver apenas el pantalón o "calzón corto". Los dos
l.i ,,~ ...:,. 1714. frent es de la casaca, la bolsa y los pu~ o s volteados, muy anchos, es·
úr.·" , ,,hr,, Id .. ,,,·ill in.. J d" tán adornados con una cenefa ricamente bordada. Al fren te lleva una
Ju¡¡nRoori ¡¡ ucf Juúc,
(l ó7l.171llj.C"lc.:c ion hilera de botones, tambi én bordados, de los cuales s6lo dos van abro-
P i" ... "' ....-,, Vor r"'¡na l. INOJo c hados en la cinlura, dejando un triángulo abierto en eltaJle, que va
cubierto por la chorrera, especie de bufanda de lienzo transparente
con puntas de encaje, que hace juego con los olanes de los puños, que
sobre salen de las mangas de la casaca. Los zapatos son de cuero, ce-
rrados hasta el empeine, con hebilla y tacón de cuero rojo. (Era éste
77
un detalle de mucho refinamiento; en Francia, a los elegantes los lla-
maban talans rauges.) Las medias oscuras llevan un bordado que V8
desde el tobillo hasta media pierna, por la parte interior. Entre el brazo
izquierdo y el cuerpo sostiene el sombrero, cuya forma no se puede
apreciar. La casaca lleva pliegues a los lados del faldón, lo que le hace
efecto de ampona; se mantenía firme por medio de entretelas rígidas.
El vestido de doña Ana Barbaboza es de brocado de China, mul-
ticolor. sobre fondo rojo. Va abrochado en la cintura y el triángulo
que deja visible el talle está cubierto con una pechera bordada con
hilo de oro. Su pelo, rizado y algo empolvado, va recogido atrás de
la cabeza. llevando a un lado un locado hecho de la misma tela del
vestido. plegada y fruncida. En los brazos lleva sendas pulseras de seis
hilos de perlas; tiene también un ahogador o gargantilla de perlas, de
la que cuelga un calabacilla y una cruz: sostiene un abanico cerrado.
El estudio de estas pinturas nos enseña cuáles son los elementos
de la moda que han de permanecer -con algunas alteraciones- has-
ta la octava década del siglo XVIII.
En la Nueva España de estc siglo -profundamente religiosa y
barroca- se celebraban algunas ceremonias y se guardaban costum-
bres que eran naturales en ella y extrañas en la opinión de los ell:tnm-
jeras que las presenciaban: una de ellas era la de hacer dos retratos
de las jóvenes que ingresarían a un convento: en el primero la joven
aparecía ataviada como "cn el siglo", con todas las joyas de la fami-
lia, un vestido muy rico y extremadamente frívolo; el otro, en cam-
bio. se hacía para recordar la toma de velo de la joven. con los hábi-
tos correspondientes, tambil!n adornados con joyas. Estos últimos son
materia de la sección del traje religioso, pero se ha de hacer mención
de los primeros porque tienen un carácter especial. De 1720 es el re-
trato de doña Ignacia de ATÓZqueta y de las Heras, pintada a los 17
años de edad. cuando iba a ingresar al convento de Jesús María.
Su peinado. la tela del vestido y algunas de sus joyas se parecen
a los de la pintura anterior. Lleva -además- un enorme broche o
venera que le cubre lodo el talle; desde el descote, que es discreto,
hasta la cintura; es un'! joya barroca. trabajada en oro, que contiene
muchos diamantes y un pequeño reloj. La futura monja lleva el aba-
nico cerrado, ricos aretes de perlas y "chiqueador". o circulo de ter-
ciopelo negro, pegado a la sien izquierda. Debajo de las mangas del
\'estido salen dos olanes de encajes muy plegados. adornados con un
moño de listón azul. En la mano derecha lleva una cruz. adornada como
xúchil prehispánico. Sería dificil encontrar mayor belleza y prestan-
cia en el retrato de una joven.
Si analizamos los elementos de su indumentaria encontramos que
el chiqueador y los moños de listón han venido de Francia; la tela del
traje. de China; las perlas, de California, de los "placeres" del Mar
de Cortés; los encajes son -tal vez- " puntas de Milán o de Flandes"
y el abanico procede de España. Sin embargo, el conjunto es incon-
fundiblemente mexicano. Gulilli.y ~n~r01dc laOroen
IkCalalra\·a.1725.
Tambi~n se ha de reseñar la elegancia de una joven india caci- R~t raln d~ Oun Marianu
que, que en las mismas circunstancias anteriores a su entrada al con- Télle~ On igou. de 76 atlu~.
vento nos ha dejado su retrato: Josepha de San Agustín lleva puesto OI~'O sobre leJa atrihu;r..Iu a
Juan Rodr[lI~l JU~"'l ,
un huipil magnifico, tejido en telar dom~stico, que lleva como moti- Colfi:ción pat1;\:ular.
J" di~ ,~ .... i'l l.>e .... 0"
;"d u",,," tarja que eombina
vos d el tejido los esc udos reales de España bajo los reyes de la Casa
ri~,,, d"mcmo~ ind ígc",,, y de Austria: el águila bicéfal a y la corona abierta. Los gal ones que ador-
~uro¡>co' , 1732. nan su hu ipil son de seda de China. Una lechuguilla de encaje rodea
Úk'O .obre 1~l a anó nimo
K"l rat"de Doñ a J ua n:. J Uárt."l su de scote y lleva todas las joyas que puede sostener: garga ntilla de
Cr¡nhChima lpopoc a , "on ,,'¡ oro y pied ras preciosas de la que cuelga una fl or haciendo juego; en
e ~Cl.> d o
dt 1", ~:.ciquu d~ los hombros lleva dos relojes, vue ltos por el lado de la tapa; sobre
Tacu ba , al que (",n ia de re.: ho.
huipil, rcb"w, gra nde s un mono d e listó n rojo va prendido riquísimo broche; otro. mayor,
mang." de enc aj" . falda de sobre e l pecho. que va adornado con zafiros tall ados y en ca bochon,
""da ehin:.. po:rla~ y va ra de
pl ata rn elco<:hada: ~u
colgantes. También luce aretes pendientes y su pelo está sostenido
i"d u m"nlaria,,~ (",time,n io con una doble hile ra de perlas; lleva un anill o pequeño y pul seras de
del mcM iujc. Colec . . ió n pe rlas. El retrato está fechado en 1757. El siguiente dato de un cro-
M u,",," Naciorllil de Hi ~ t o ria
dcJCa., . illo dc Chapu h tpec. nista nos convence de que no se tra ta de una coincidencia, sino de una
costumbre, de retratar ricamente ataviadas a las hijas que iban a
profesa r.
"Tomó e l háb ito de religiosa en e l convento de Carmelitas Des-
calzas, a los 20 años de edad, doña Micaela Josefa Malo y Castro, quien
iba ricamente aderezada d e preciosas a lhajas y perlas, habiendo es-
79

trenado un vestido de co rte. de ti sú. de oro. color puzol. ate rci opela~ Ind ia ""cique ~O<\ huiro! ,
an,... ,ori", ~ur0p<."" ' . 1757
do. guarnecido con punto de Mil án . que su costo pasó de mil pesos. Olen ~obr ... 1... la anor"", ... que
dedicandolo para o rnamento enlero de su iglesia ."87 n:pr ... ""ma a S.:OO>l,~n " Ynn
JO!''''rha d... SanAl!u sttn, hila
En e l estupendo libro publi cado recientemente por don Manuel
l"'lp tima de Don Mall a. AleJ"
Cortina Panilla. intitulado Algo sobre la plata en Mó:i co en el siglo Martin" l y ,,k- Doña Thomas"
XVII. se inserta una pintura de la famili a Fagoaga y Arózqueta que. de Dios y Mcnd iob.d......,b<l
d~ 16 a fio • . El hu,pil " a .ej,do
por no ex istir trajes conservados de esa epoca. puede conside rarse conaguilu .bicd ala <_
como un testimonio para reseñar el traj e de los c riollos del segundo "",lItituddejcAa •. Cu, t ... ""
d..-l Mu '"o Fr.lnLM a\'t·,
cuarto del siglo x V![J. La pintura. anónima. se realizó en 1735. Era don
Francisco Fagoaga. apartador de la Ca sa de Moneda de Mexico . un
cargo importante y bien remunerado que, con inversiones exitosas en
la minerla y ot ros negocios. le permit ieron reunir una muy cons ide-
rable fonuna . El retrat o de don Francisco y su familia - su esposa.
cinco hijas. cuatro hijos)' su yerno, Manuel Aldaco- es uno de los
más be llos cuad ros hec hos a panicula res durante el virreinato. Don
Franci sco y su esposa aparecen en actitud orante, de rodillas, ante
un cuadro de la Virgen de Aranzaz u, patrona de los vascos, enmarca·
80

I "tlum~n t afia pa r~ do en pla ta. El resto de la famili a apa rece atrás de ellos, de un lado
p«·W"la"ccnlacort.,
\lnelna l. r a m,lo:. Fagoala los ho mbres y de l o tro las mujeres, forma ndo u n grupo encantador.
1735 Con algunas pequeñas variantes, el traje de los señores es el si-
Don Franl"i,oo de Fagoawa. ' u
<.,J'>< ..... O" flaMa nuda guient e: casac as de tel a lisa , que parece ser terciopelo o simplemente
Arolq u <'"la. hiio~ )' fu t uro pa ño. Abajo de esta prenda a soma la chupa, especie d e chaleco q ue
yero..,. Man u el ... ld aco. lo. su frió muchas modificaciones al correr del tiempo. Por esos años era
dO',"a ba lkru,fun dadore, del
Culeg io d., la s Vi~<'ajm" . 01"0 tan la rga como la casaca y se hacía de una te la más vi stosa. Va rias
subre Ida . Colecc ió n de las que porta n las personas que aparecen en e l c uad ro son de bro-
f'arti cu lar
cado de China, multicolor. Las pelucas de los señores son mucho más
disc retas que la s del du que de Li na res: ll egan a rriba del hombro; tie-
nen raya en medio y pequeños caireles pegados a la cabeza, coloca-
dos simétricamente a ambos lados. A pesar de su gran fo rtuna ni don
Francisco ni los hombres de su casa llevan alhajas ni otra cosa que
demuestre ostentación. Sólo la c ruz de Santiago asoma, discreta, bor-
dada sobre e l pecho en su casaca.
Las mujeres llevan vestidos r icos y muchas alhajas. El pelo lo tie-
ne n recogido con rici tos adornados con broches de brilla ntes. Varias
de ellas llevan sobre la pechera del vestido joyas de oro y diama ntes
en forma de guías vegetales. Todas llevan gargantillas, de las que cuel-
81

gan cruces de granates y pulseras de varios hilos de pedas. Las fal- M~ntorlt'tll de malt'r¡alt'~
tnicien de ChiNo h..:chil "'"
das de sus vestidos son mis largas por atrás, fonnando caudas, lo que M'::lIKv, . lr1o)(\"III.
indica que IIc\'an los \'estidos con los que se presentaban en la cortc Or t~ft'ta COA bordado1-.
paloama ,",'rla y fh..-cojidc 5CU:a.
\'irreinal; estas faldas amplias se ahuecaban por medio de miriñaques Sto' Ikvab:i ,;oh...., lo. hombm~.
o armadores. Al cerrarse en la cintura, dejan visible un triángulo en C:...lt'cc i(ln ud M.u.~v NU IUNlI
el talle. que va cubierto con la puhera, adornada ya con alforzas. ya de Hiitoria del C;astillo ti",
Chapuh",P'=c,
con bordados o pompones de perlas. del trabajo llamado aljofar, ha-
ciendo juego con los puflos. que son anchos y boroados tamblen. El
descote,. las manaas interiores van adornados con olanes de encaje
plegado; la orilla de la sobrefalda fonoa ondas al abrir. pues está de-
tenida, para ese propósito, con un cordoncillo dorado. Las telas de
los trajes son brocados; unos. de China y otros, europeos. Varias He-
\'8n chiqueadores sobre la sien que a menudo eran circulas de carey
en \' e~ de terciopelo.
El conjunto de personajes representados y su indumentaria ha-
cen patente la riqueza de las familias criollas de la Nueva Espana en
el siglo XVIII . Sin embargo. se ve que para ellos ese lujo era natural.
pues lo lIeun con soltura. como habituados a él.
Como se ha mencionado al describir todos estos vestidos. hechos
82

J..... i :l:·¡u~nl.l", chim, )' el U loU de sedas orientales. es oportuno mencionar aquella gran apoI1ación
dd tld:'"".I ...... el ~i. l" XVIII .
V.., .. lidc.drna'>Or.-uncnciOlp a la indumentaria novohispana, que venia cada año en la Nao de Chi.
\'/01""\.;;;","', ,. ckl<t.n'al dc na. Las islas Filipinas eran posesión española que se administraba des-
",.. iré b•.rdado.,n !il:d.~ de
<.t..J.m...... Sumbrill a c,:un manro
de México. Por eso habla comunicación constante entre 105 dos pun-
di: m:¡rfil lallado,. burdadc.l y los. Las P1aOS llevaban a los gobernadores y otTOS funcionarios del
fku." tlo: M:da "iSI"llVJU. Tn.... gobierno. ya procedieran ~stos de España, ya de México; igualmente.
L"I~" .. i"n., ~ panicul¡,r.,~.
de aqui partían los arzobispos y dignatarios eclesiásticos y los misio-
neros evangelizadores. Por esa razón, las naos venlan puntualmente
una vez al año. lo que motivó un comercio establecido de mercancías
de Oriente. Mercaderes chinos. japoneses y aun d~ la India conseguían
objetos del gusto de los novohispanos e iban a Manila a venderlos.
sabiendo que habrian de recibir a cambio pesos fuertes de plata. aeu-
i\ados en la Casa de Moneda de Mbico (de los supervisados por don
Francisco Fagoaga). Cuando Ja nao o galeón de Filipinas ---como tam-
bién se le dccfa- arribaba a Aeapulco. se hacia una feria a la que con·
currIan innumerables compradores. que eran comerciantes o parti-
culares y. desde luego. los oficiales reales encargados de cobrar los
impuestos sobre Jos ~neros importados. Tambi~n concurrian a Aca-
puIco comerciantes del Perú y de otros puntos de Centro y Suclam~ri­
ca. Las mercancias se cargaban sobre mulas conducidas por arrieros
y se llevaban a su destino. este era. algunas veces, la ciudad de Méxi-
co o puntos del interior. otras, pasando por Puebla. iban rumbo a Ve-
racruz con destino a Espafta para embarcarlas. cuando viniera la flota.
83

Fue asi como se acostumbraron los novohispanos a lo oriental. T'rajes maKulin05 de ca,aca.
('hupa lUla. callOn )' media,
y parte de la originalidad de su indumentaria se debi6 a ese elemento Toc:adu con piIIftu..1oy
exótico que ellos asimilaron perfectamente, ('ham br f1l o c:onala lr\·antada.

Para el \'estido llegaban sedas en rama y grandes cantidades de VC511dofeRl<lnino: jaltla ti.:
H da ('hina. drl anlll. rebaJo ,..
telas de seda: damascos, brocados. rasos y gorgorán, cuyo nombre quechq...tnwtl licloJ(\"IU,
del"iva del francés gros-gra;": algunas lelas de lana, como el brin y el Olro Mlbrc Ida anónimo. dr
una serie denlla .. Dico::
rompecoche; mantones, delantales, que usaban frecuentemente las se- "Culrlrr6n con española. ~a l('
nor.ls, como el que aparece en las ilustraciones; capas y chalinas. som- aJ fin, taha ¡lIru ".
brillas bordadas con puño de marfil. lentejuelas y chaquiras, aalones
y pasamanerias; pein~tas . abanicos, joyas y otras cosas. De Japón tam-
bien llegaban telas. y de la India. algodones y pañuelos, a los que ncr
sotros llamamos "paliacales", por proceder del puerto de Palicot en
la India.
La gente rica usaba las chaquiras para confeccionar cigarreras.
bolsas, dechados y para bordar. piezas de indumentaria. vestidos, cin-
turones y pulsos y objetos destinados al culto. Las de menos posibili-
dades se hadan una blusa, bordando con ehaquira el ruedo del esco-
te y era su mayor lujo. Las lentejuelas chiquititas. ,de oro y plata.
engalanaban los bordados de las chupas y casacas, vestidos y chali-
nas, abanicos y hasta ornamentos sacerdotales. como el que aparece
en las fotogranas.
La afición por 10 oriental no se limitaba a las clases altas o a la
gente de dinero; ya hemos visto en las crónicas de los viajeros que
84
las esposas de los menestrales se vestían de seda. La siguiente cita
lo corrobora: "El traje de las negras y mulatas es una saya de embro-
car (a modo de una basquiña pequeña de seda, con sus corchetes de
plata y. por ruedo, una buena cinta de listón), la cual traen sobre la
cabeza por lo angosto o cintura de la saya; traen sus guardapi~s. que
llaman enaguas, de tela de China. con flores. flecos de Holanda o en-
cajes ricos y calzado honesto. Y esta hermosa prenda de honestidad,
gravedad y decencia. sobresale en todas las mujeres del reino. pero
mucho más en las seftoras. La demás gente pobre, viste como puede;
regularmente, los descalzos andan vendiendo zapatos y los desnudos
venden vestidos","
El traje de la chin.a poblana abunda en elementos orientales: la
ralda lleva el nombre de "castor" porque era un tejido que se hacia
originalmente con el pelo de ese animal; más tarde se empleó lana o
franela. Siempre iba tejida en telar dom&;tico,lo cual se saca en con-
clusión porque está hecha de una tira angosta a la cual se le agrega
una pieza de color contrastante cerca de la cintura, para darle la me-
dida adecuada. La tela se tefU a con grana y aeneralmente era roja.
Para esta falda. saya o "sangalejo" se usaba mucha tela, para hacerla
ampona, y se le bordaban lentejuelas, sobre un dibujo marcado pre-
viamente con tinta de huizache. En las fotograRas aparece una " chi-
na poblana" que lleva preciosa blusa bordada con chaquira y falda
" salpicada" con lenteju.elas de calamin4. El dibujo original, que toda-
vía se aprecia en la prenda, es del estilo del primer neoclásico. lo que
la sitóa en el último cuarto del siglo XVIU. Benftez afi,rma haber vis-
to "zanaalejos" enHslados en testamentos hallados en Michoacán cu-
yas fechas datan de 1773." El traje de china es, pues, mestizo, con
elementos de varios paises. Lo de poblana puede deberse a dos razo..
oes: por la indumentaria de la china Catarina de San Juan, o porquII.
al ser Puebla, la ciudad criolla, paso obli,ado de las mercancias de
Oriente que se destinaban a Hspai\a, fue la que tuvo más influencia
de China. Lo anterior se aprecia en sus artesanlas. En Puebla se te-
jlan rebozos de muy variadas clases (otros elementos mú del traje
de china poblana) cuyo origen es asiético. Las enaguas de la china son
de oriaen y nombre prehispánicos. los encajes y puntas de la enagua
son labores de tradici6n espai\ola, lo mismo que el zapato de raso,
de tacón . Las joyas de la china son de: filigrana de oro. con corales.
La linea general del traje es europea, como la que se usaba en los últi-
mos años del siglo xvm. Más tarde se adaptarA a la moda de la crino-
lina, aumentándole m's faldas entiesadas con almidón~
Para ejemplificar la influencia china en la indumentaria de los
novohispanos. nos remitiremos a las fotogrúlas de este trabajo. don·
de se pueden apreciar el delantal, la sombrilla. la capa. la chalina y
otras. Don Manuel Romero de Terreros afinna que los se60res novo-
hispanos mandaban a China sus casacas para que ahi las bordaran.
Tenemos testimonios en prendas y en retratos de vestidos y faldas de
ricas y elegantes criollas con sedas no solamente de manufactura, sino
también de diseiio oriental. Por ejemplo, en un retrato de dama -de
colección particular- se aprecia que el dibujo tejido de la tela es de
pagodas. Uno de los rebozos més antiguos que le han conservado tic·
ne entre sus bordados la tarasca o dra¡ón oriental.
85

Como ejemplo de influencia china en la indumentaria de los cri~ lnllueneia oril!nlal ... n,"1 ~U\W
IIQ\'ohbpaDU.
1I0s del siglo XVIII, se puede citar también el cuadro anónimo que for- Falda)' chupa de hruc:aé,,<k
ma parte del acen'o del Museo Nacional de Historia del Castillo de ehin;>. bif.lmoo y tilbur~·t,·

Chapuh.:pcc: represenTa a tres hermanitos. que no pasan de la corta or;enta~. Oleu .wn.: ,,,la.
aAÓnimu MUiIn>"lIciuna l v..
edad de s iete añus. Al centro de la pintura, sobre un taburete de laca. Hi~loria del CaMi1lo d.-
esta sentada una niña cuvo vestido está formado por blusa blanca, <':hapult"po:o;.
fa lda de brocado de Chin~. con dibujo de peonias y galón de oro que
lermina la falda. también oriental. U cva sobre los hombros una capi-
ta de' pano de grana, tal vez de los obrajes de Puebla . Los dos henna-
nos l;.":.t3n de pie a sus lados: uno lleva traje talar con alzacuello y el
011"0. chupa de brocado de China. casaca. calzón corto. zapato con he-
bill a de plata y peinado recogido sobn~ la nuca, con un listón. Atras
dd grupo. como fondo. se ve un biombo de China.
El reSto de las clases populares usaban prendas de varias proce-
dencias: indigenas. cspanolas. francesas. orientales. Vemos de que
modo se van superponiendo los elementos de la indumentaria, de la
misma forma que se enriquecen los de nuestra cultura mestiza.
En d retrato del primer conde de Re\'iIIagigedo. que llegó como
virrey de la Nueva Espana en 1750. encontramos la peluca mAs dis·
c reta y cona; los puños de la casaca exageradamente grandes: la chu-
pa mas COrta, y la chorrera se ha suplido por un cuello angosto sin
86

Um p.., ,.,,,... .. d,· , ;,h,.lkro que cuelguen encajes ni le la. Esto puede se r una modalidad perso-
n"..., h"f"""J. , i ~ l" n 't l!
Chu p w ",' h~ Ic" ' u d" ,c oJ " na l. pues se ven chorreras has ta la penú ltima década del siglo. Un re-
,'urup.:a, II<',-h" l'" Me.k" t rato femenino de esta mi sma época es el de doñ a Manuela ESQuivel;
8<.1"',,·, tk pl ata. Ca'a,'" ""
kn:i"l'du"un h"lun.·, ...
lleva ves tido con corpino ajustado Que termina e n punta sobre la fal-
"" .. dad",o..Ictllluvlerllciucl .. , da. que es a mplia, sostenida por mi riñaque; hombros caldos y man-
0..1,- ur<¡, h~da 17M1 Cu k ,','iór¡ gas largas sin vuelta. Cubre el talle un fichú, soplillo o pañuelo t rans-
ud Mil"",,, Nac iona l d,'
II blOn :o ,..... Ca~liJI"J" pa ren te, que abrocha al fren te con una flor. Tiene las consabidas
Cl>"po ll "'....·, pulseras de varios hilos de ~ rlas e n los brazos Yf colgando de la cin·
tura, dos re lojes. Gargantilla de perlas de la que pende un calabaci-
lla, y el pelo liso, a la española, recogido en la nuca y atado con un
moño de li stón.
Muc hos retratos de damas de la é poca las represen tan con dos
Do, ",·lu Jcs cnlrc.- la Illo llituo..l
tk· joya ~ do: 1781. relojes. cost umbre española. como se verá más adelante. Ajofrin hace
Rcl ra toc.k DotIaAnna Ma r ia referencia a otro adita mento que las señoras sollan colgarse de la cin-
hab"'! . hija legit ima tk (}un
Anton ;o Ju)C Eo;quiw l y
tura: " ... El tabaco de hoja es otro abuso de América. Lo fum an to-
Ihtrga. ~ dc Dul'la Anna Mada dos, hombres y mujeres; hasta las señoritas más delicadas y melin-
s"rru l u y N aba. drosas; y és tas se encuentran en la calle, a pie y en coche, con manto
Nadócn la dudad .....
Salvatiararl5dc Ol'I ubrcdc de puntas y tomando su cigarro; y como en España traen el relo; col·
17111. Oleo ~obre 1.. la , li- n'Kio gando de la basquiña, aqui traen su cigarrera de pIara o de oro y aún
Bnrcda l"empt'lÓ)' Mu!!n guarnecida de diamantes. La figura de la ciga rrera es como un bote-
de Gaitlon y ViIJ ....lK>r Lo
tuminó, .tlo 17118. cito pequeño, de cuatro o cinco dedos de alto y cuelga de una cadeni-
87

la. En las visitas de las seftoras. pasan varias veces una bandeja de Vestidos de maceros o paJn
usados en Quoertlaro..,n 181l.
plata con cigarros y un braserito (y los he visto muy pulidos) de plata Broudo de seda y fleco dI'
o de oro con lumbre",'" oro. ~WiCQ Nacional del
VilT'e lnata, Tepgtzot hin.
En el invcntario de la casa de los condes de San Bartolom~ de
Xala no aparece la lisia de la indumentaria, pero bajo el renglón "al-
hajas, pedas y relojes", tenemos datos que corroboran el uso de los
objetos que se acaban de mencionar. Dice así: "México, 1784 ... Un
par de pulseras de perlas, netas, gruesas. con diez hiJos cada una y
sus chapetas de oro y el engaste de plata. con veinte y tres diaman-
tes .. . en todas hay quinientas sesenta y seis perlas; en quatro mil
pesos" .
. . . Otro Relox para Señora, con su Sobre caja y gancho de oro
)' Esmalte azul. guarnecido uno y otro de chispas de diamantes y rub-
bies y sus escudos de pintura de miniatura: en trescientos pesos... "
En la sección "Abanicos", dice: "ocho abanicos de cabrietilla, con va·
rillas de marfil; otro con varilla de plata y oro: siete dichos, con vario
lIas de concha nacar doradas; quatro dichos, con varillas de carey do-
radas : cinco dichos, con varillas de hueso; otro dicho, de listón. de
desbaratar: otro, de Rengue, de miniatura y oro; otro de China, con
"arillas de marfil. .. "'.
En la colección de trajeJ: que perteneció al marqués de la Villa
88
del vmar del Águila (hoy en el Musco del Virreinato en Tepotzoth\n.
Estado de México) figuran cuatro trajes de maceros o pajes, que es-
coltaban el coche de su patrón en ceremonias especiales. Aunque eIa·
tan del siglo que nos ocupa, su forma parece seguir la moda del XVII,
pues llevan mangas abiertas. para dejar ver las interiores, rematadas
con galón dorado y fleco. también de oro. El calzón hasta la rodilla
es de brocado d e seda chino; el corpifto va entallado y lleva las hu~
Uas de haber tenido el escudo del marqués. Los forros son de lino.
de un precioso tono mamey. Vestidos de fantasía o de ceremonia, de-
ben de haberse complementado con gorras de terciopelo y plwnas.
Para reseñar lo que usaban las clases medias, es decir, los arte-
sanos, arrieros, administradores de haciendas, comerciantes, etc., se
transcribe la parte correspondiente, en el testamento de don Jeróni·
mo Urdiáin, cuyo original está en el Archivo General de la Nación.
En el renglón de indumentaria tiene marcadas las prendas de ropa
y piezas de tela de su propiedad. Son !!'stas: casacas de terciopelo, de
gamuza, de paño de la tierra; de rompecoche, mantas de San Miguel
el Grande; cuatro mangas de lana con dragona de terciopelo, calzo-
nes, chaparreras, botas, chapines con hebilla de plata, camisas de ho-
landa , botoncillos de hilo de oro y varias más. Las telas que guardaba
don Jerónimo, eran: terciopelo, ruán, cordoncillo, mantas, frazadas ,
paños de grana, que eran muy apreciados por tratarse de telas de lana
teñidas con grana o cochinilla, insecto que vive en el nopa!.91 .
Este don Jerónimo fue administrador de la hacienda de San Bar-
tolomé de los Tepetates y, por consiguiente, era persona de mediana
posición. Aunque su ropa la hubiera comprado en e) Baratillo, ya usa-
da, el inventario demuestra la importancia y el gusto que habia en
esos tiempos por vestir bien.
Fue precisamente por esos años cuando las ciases populares iba,n
adoptando prendas de ropa que más tarde les serian caracterlstieas.
Ya se ha descrito el entusiasmo que hubo siempre por los ejercicios
ecuestres en el campo. en las haciendas, en la ciudad de Mbico Y otras
de provincia. Para montar a caballo en el campo Jos hacendados ha-
bian adoptado las chaparreras, mangas, sarapes, botines. espuelas.
sillas de jineta de terciopelo o cordobán con chapetones de plata. En
la medida de sus posibilidades estas mismas prendas las adoptaron
Jos rancheros, aparceros, administradores y encargados de " los ga-
nados". Estos hombres cifraban su orgullo en sus caballos, sus jae-
ces y sus trajes de montar. Poco. poco fue evolucionando el traje de
charro, hasta convertirse en el que hoy conocemos. En ti siglo XVIII
que estamos reset'iando, no se usaban los pantalones largos, sino eJ
calzón corto, a la rodilla, con dos o tres botones y ojales a los lados
de la pierna, por donde se asomaba el calzón (entre la gente mis tos-
ca). Desde eJ siglo XVII los seftores usaban botas fuertes o altas; los
que no las tenfan. idearon una protección para las piernas, las " botas
de campana" o simplemente "campanas", que se ataban, con unas cin-
8otl:o. de c. rnpana oordadu tas de Camuza, a la rodilla para que colcaran. Estaban hechas, gene-
e()n hilO'i de pl.~ y on •• 11110.
ralmente, de gamuza, algunas veces grabada o bordada. Se conocen
algunas que datan del siClo XVlD. Es natural que si el pantalón era cor-
E~p.d.. de charro '\Obre traje
de pmulr••domado '::Ofl
to, se buscara un medio de protección para no lastimarse con los es-
trcnc illa, si¡lo J.It . tribos.
89

Un testimonio de 1764 desc ribe a los rancheros en la forma si· Traje d., charro con
bO lonadu ra de pl ala. SaraP'"
guient e: "C uando van a caballo no usan de capa, sino de manga, que de Sal!illod.,mediadosd"l
es a modo de una casulla de paño fin o azul. encarnado o verde. con Slllo ¡(IX. Somb r~ro d~ fiehro
eon loqu illa y fi.,rrod", la
muchos galones y franja s todo alrededo r, en espec ial en el cuello, que, haci enda. d<: plal~ . El ~arapt'
a la verdad. es un traje muy airoso y desembarazado; sobre el som- p"nenedó a Don Carlo,
brero llevan un paño blanco muy bordado. que cuelga a los lados, cuyo S:ion.,hu Na,-arro
El r."t od.,1 lr";ces
movimiento va haciendo ai re, como abanicos; a l cue llo llevan tambien contc mpor.fr.n<:o. Cuk'C lon
un pañuelo rico y van cargados de armas. Es gusto ver caminar a es- particular.
tos guapos ... sus mangas llenas de franjones de oro y pla ta, sus de li-
cados pañuelos. con su punta de vanidad" .9l Somb rero de fieltro bordado
en plat a. 1900.
La manga y e l sarape fu eron las dos prendas de abrigo para e l
campo y los ejercicios a caballo. Las mangas tuvieron un uso gene·
Sarapt" lejidocon hilod"oro
ral , como se puede aprecia r por la descripción que antecede, que no pla la y la na . Hecho e"
se refiere precisamente a las cl ases altas, y por el inventario del ad· Ou",r~l aro p.a.ra Ma..imili ano.
90

J O"~n no\oh i,pana con ~ ll min istrador. Pero esas m angas la s usaron también los ricos y los no-
,,_clava. Amba~ 1I,,\'an falda d"
,,-<1:. c hina y p"rl a~, La bles hacendados. El conde de Santiago de Calimaya, que era el título
cselala ll~a rebozo 01..., más im portant e del virrein ato, también tenía y usaba su manga para
...,bre l/om lnad" cob re.
anó nim o, Primera milad <1,,1
mo ntar. Uno de sus descendientes aún la conserva, e laborada en e l
s i~lo ~VI II , Col~ cdón s igl o XVJlJ, de paño de grana rojo con bordados en hilo de oro.
particular La manga es una prenda hecha de paño de lana, con muceta o
bocam anga, generalmente de terciopelo o pana de un color más fuer-
A Traje de hombre, Ca~aca de te, bordada con hilo de oro, de plata o de pita, tan usada en la charre-
, cda atu l ho rdada co n tlorc$
ría mexicana . La s o rillas inferiores son redondeadas. Las mangas se
Chupa de ra sad" ."da blanca.
si glox\!II. embrocab an, es d ec ir, se pasaban po r la cabeza y eran muy cómodas,
B. "'"sudod" nir'la de b roca do pues dejaban las manos lib res para llevar las riendas. Los sarapes que
d" s"da(olo r o ro conlisla s
rosa, y fl Of"'. siglonm se usaro n muy frecuentemente en el siglo XVl1I eran rectangulares
Colecdón Musco Naciona l de pero cumplían la misma función . Su bocamanga no es sobrepuesta,
Hi, ' oriad,,1 Camilo de como la muceta, sino tejida en la misma tela con distintos colores para
Chapultcpc:c.
señalarl a. Algunos sarapes que datan del siglo XVIII tienen una peque-
ña pieza de terci opelo, con sus botones de plata, sobrepuesta. Estas
dos pre ndas son genuinas porque nacieron de una necesidad y res-
pondían a un uso específico; no son producto comercial ni folklórico.
Otro informante recorre e l país y resei'la algunos trajes y condi-
ciones de la gen te de di sti ntos medios en las ciudades del interior ; su
test imonio es certero e interesante:
Guanajuato: "Si las minas están en bonanza, así los mineros como
los o perarios juegan, gastan y expenden cu anto tienen sin término ni
modo; gastan en vanidades: compra n tafetanes, cambray fino , enea·
91
jes delicados, telas ricas. se visten como príncipes.. _, vestidos de gala,
con calzón de terciopelo, casaca de tisú, franjones de oro .. ."904
Puebla: "Las fábricas en que se emplean los vecinos (tenidos por
los más hábiles e ingeniosos de toda esta Nueva Espafla y con razón)
son los delicados tejidos de lana, algodón, y alguna seda; vistosos lien-
zos pintados a imitación de la China . .. "95
Ocvr:aca: " . ..Los hombres visten a la espai\ola, con capa o a lo mi·
litar, según su esfera. aunque no faltan enmantados, que aquí llaman
"palomillas", porque las mantas o frazadas con que aquí andan rebo-
zados. son blancos ... Las señoras visten su armador blanco y para
salir de su casa usan de manta, con pintas o sin ellas. Las de mediana
esfera llevan dengues de terciopelo o de bayeta blanca, con guarni-
ción de cintas; otras llevan paño de reboto. y las pobres, en lugar de
manto o mantellina se ponen por la cabeza sus guardapieces o ena-
guas, que aquí llaman, con puntas de holán o encajes."'"
La sierra de Prabla: " En muchas provincias andan con la cabeza
descubierta los indios; en algunas, usan de unos sombreritos peque-
ños de petate o palma y en tiempo de aguas, usan de unas capas cor-
tas, tejidas de palma, que llaman pachole y parecen erizos, . ."97
En 1780 Carlos mvolvió a prolúbir el chambergo, para sustituirlo
por el sombrero tricornio sobre peluca con dos caireles horizontales
a los lados de la cara, de manera que no podría servir para el embo-
zo. Hubo tal descontento en España y en México, que se produjeron
motines callejeros. En represalia, el rey dispuso que de allí en ade-
lante el chambergo fuera el sombrero de los verdugos.
En estos apWltes se ha seguido la evolución de la peluca. Una cos-
tumbre muy especial de los novohispanos era la de usar gorros blan-
cos. Es posible que al llegar a casa -después de haberse quitado la
peluca- se sintiera frio en la cabeza y se cubriera con el gorro, pero
no es lógico que las personas se hicieran retratar con tal prenda. Sin
embargo, as' lo hadan y con mucha frecuencia.
"El gorro blanco es otro títere .. . En toda España no hay tantos
como en sólo Mbico. Chicos y grandes, ricos y pobres, todos traen
su gorro., ,''98
El rebozo era un accesorio de la indumentaria femenina que en
el siglo XVIII fue de uso constante. Aunque" .. .imitan los hombres [en
México] el modo y estilo de los que vienen de Europa, y las mujeres
las modas de las gachupinas, . . .aWlque retienen siempre algunos IUOS
antiguos, como es el paño de rebozo para dentro de la casa, y aWl para
fuera, las señoras no muy principales",99
Veinte años después, el virrey, conde de Revillagigedo, describe
cieno tipo de rebozos que usaban las señoras principales, mencionando
expresamente que "algWlOS tienen mezcla de seda y algunos también
listas de oro y plata y los más ricos estAD además bordados con otros
metales y seda de colores". En el cuadro que representa las "castas",
que encontramos de las dieci~is pareja representadas, ocho muje-
res llevan rebozo.
En el último cuarto del siglo XYUllos novohispanos cambiaban
sus ideas y por consiguiente sus modas. Para describir la indumenta.
lia que se paella adquirir en el comercio de Mhico, apuntamos esta
noticia que hace un vecino de Puebla: " ... En el Portal de Mercaderes
92

0re1"1I,, ....· ~hup:ld" lam,) se ven las tiendas llcnas de brocados, sedas. cncajerias, puntas de o~
IH.,ditd" <.~,n hi r... ~· I~· " h, i u"b...
de: oro. ~il: l " ~ \Ul. y de plata, abanicos, Iiem:erfas. rengues de plata. y oro, sedas. panos,
Cr,k-c.-..¡¡,n.\tu wol\"lIci<..nald" r lustrinas. terciopelos, ctc. De noche. cerrando tiendas y caxoncs e Hu·
Virn.. in .. I.... T<''f'U '''IJI I.in.
Pr"" i,,"c de 1M (UkHlUn \Id
minando con faro les de vid rio. concurren innumerables gentes a pa-
M.. ",u'::' ue
la Vitl~ del VIII" ... scarlo. mirándose en las pucnas de las cerradas tiendas y caxones
..Id AIlUil .. ucOu<.'co:lart,¡. la multitud de senaras que van, unas disfrazadas, y otras, a cara des-
cubiena . . ," " En el Baratlllo que está en la Plaza ... hay unas clavije-
Vc:..' id"d" h l".c~ du d." lo<:t.Il1 ras de donde pende multitud de ropa vieja. de casacas, chupas, caIzo-
u.on 1j"I"m" .Jo: la m i,m:! ",l., nes, camisas, enaguas, polleras, mantillas, medias, calcetas, colchas,
~ i.I, • .1W IU .
C"Ic(;~ i" ro lid Mu".e<. NacirmaJ sombreros, botas, etc .. . . todo viejo, porque de esto nuevo hay innu-
del Vi rr";n....... T"pulZut l;)n, merables almacenes. así en los caxones de hierro del Parián, como
~
en la calle de Tacuba."loo
El virrey don Bernardo de Gálvez, en cuyeo tiempo se estableció
en México el primer café que estaba en las calles de Tacuba, murió
al poco tiempo de ejercer el cargo, el 30 de noviembre de 1786. Su
esposa dio a luz una niña, a los diez dJas de la muerte del Virrey, que
fue muy querido, por lo cual el Cabildo de la Ciudad se ofreció como
padrino de la reci~n nacida, mientras que don Fernando Mangino, di-
rector de la Casa de Moneda, seria su padrino de confirmación. "Todo
el trayecto desde el Palacio hasta el Sagrario de l. Catedral se arre-
lió con arcos de tules para que pasara la comitiva. En un coche iba
la madrina con la nifaa y en el segundo iba el magnifico don Fernando
94

Aba nj<;l> ~ h ucw con pa pe l Mangino, vestido de brocado de plata color aceituna y adomado ctm
pinl 3C(> con C<lccn:u " ¡&Illn .
, 1)f1 ... " \' 1I1.
cadena grande de OTO y con muchas preseas y WlOS descomWlales an-
teojos. que eran el aparaloso complemento. La señora virreina rega-
Aba tlio:u m.:xic. no de c. rey Jó a la comadre un corte de vestido bordado que vaUa mil pesos y al
e'm k: nu,juclu. Hac ia 1100. señor Mangino. dos cortes muy especiales. "101
En la Ohima década del siglo. las ideas cambiaban. Como mode-
los de indumentaria "europea" se revisarán tambi~n dos retratos que
forman parte de las colecciones nacionales: para el traje masculino
se ha de tomar como modelo el de Manuel Tolsé. pintado por Rafael
Ximcno y Planes. El famoso arquitecto está sentado. con la pierna cru-
zada. Lleva casaca y calzón de gorgonln de seda, brillante, de color
castaño. La chupa es mAs corta que su casaca; casi se le podria lla~
mar chaleco. En la orilla de la casaca y alrededor de los putios. de
tamaño reducido. lleva un bordado de hilo de oro, de estilo neoclAsi·
co, igual al que 4!:1mismo diseñara como motivo ornamental de piezas
de orfebreria reli¡iosa. Este cuadro no tiene nada de local; podda ser
de otro pals; pero. precisamente eso es lo que lo hace interesante. pues
demuestra las tendencias de la moda y el sentir de los criollos del mo-
mento: el progreso. la Ilustración. el abrirse al mundo y participar
en las ideas universales. Es la nueva tendencia que va penetrando en
la -hasta entonces- aislada y protegida vida novohispana. (Tolú. era
español, pero llevaba muchos años en Mmco. donde pennaneció hasta
!I: (.Ul~ll la CllqCr'c Hm dc::1
ptlnado)' ~u~ . d"rnOll. su muerte.)
Rc:lrnf,l ck Ddta J wo.n. M.rl. Como modelo femenino se tomará el retrato de dOJla Marfa Ro-
fl.utMro. ORo wbrc Itl .. lo mero, pintado en 1794. Su vestido es de seda li,era. listada, con bor-
("men":' IIJI-=ia M • . B. mO.
., lo ¡"rmlnó 10M G.iltn y dado "chinesco" en la orilla inferior. El corte es muy interesante. pues
VIUuc:fIor. 1796. CoI« d 6n rodea la cintura una serie de len¡:uas de la misma tela, como si fue-
dd Mu~eu Nacio nal dio:
Hi",' " ria del ClSlJIlu ~ ran los p4!:talos de una flor. El corpiño es descotado; la manga llega
CM pulu,p:.:. al codo. Un fichú. o soplillo. cubre el talle desde el cuello. con olanes

96
desde los hombros, en fonna diagonal, hasta llegar a la cintura, lo que
acentúa su tamaño reducido. La falda no llega al piso, dejando ver
unas zapatillas de raso, con tacón de carrete y hebillas de diamantes.
La peluca, muy alta. al estilo de María Antonieta. es gris y está rema-
tada por flores, gasas, listones. plumas. lleva chiqueadores en las sie-
nes, pulseras de perlas de vanos hilos, dos relojes supendidos de la
cintura. abanico y pañuelo. A pesar de todo esto, no se ve que la indu-
mentaria abrume a María Romero, sino que lleva todo con garbo y
elegancia. El cuadro recuerda algunos retratos de Goya de la misma
época.
Precisamente en el mismo año en que se hiciera esta pintura con-
cluyó el virreinato del segundo conde de Revillagigedo, que tantos be-
neficios materiales hiciera al reino y. en especial, a la ciudad de Mé·
xico. Del cuerpo de alabarderos, que eran su guardia personal, hubo
uno, José G6mez. que llevó un curioso diario con infonnes sobre la
indumentaria que se llevaba por aquellos años. De él se transcriben
tres noticias relativas a la indumentaria civil: "El dla 12 de enero de
1790 fue el tercer dfa de toros... y por lo mandado del señor virrey
salió el alguacil vestido de golilla, que antes salía de manga ~ capo-
te" .102 Todavía hoy el alguacil de las corridas de toros usa el traje que
impuso Revillagigedo.
"El día 21 de abril de 1791 en México. se pusieron en las puertas
de la catedral, centinelas, para que no entren las mujeres en paño de
rebozo, ni hombres de capote ni de frazada ... 10,103 lo que indica que
seguía la infructuosa campaña contra los embozados.
y en 1792, dice: "En tiempo del señor virrey conde de Revillagi·
gedo, se soltó en esta ciudad de México una porción de monos vesti·
dos a la francesa. que con una casaqui11a de militar y un sombrero
de tres picos, un palillo en la mano y sin espacUn, se presentaban .e n
todos los parajes públicos con mucho desenfado. En dicho tiempo (acle-
más se soltó una moda de unos sombreros que llamaban de hacin, con
una copa muy alta y el ala muy grande, que estaban muy ridículos .. .)
también se soltó un género de vestido que llamaron cluzqueta, que
parecían los hombres. pastores de nochebuena".ID4
Eran estas modas el reflejo del desorden en la indumentaria que
habia resultado de la abolici6n de gremios y ordenQ,ntQS, despuh de
la Revolución francesa. Los sombreros de badn y las chaquetas se
usaron en Mhico a partir de la tercera d~ada del siglo XIX.
Después de Revillagigedo, fue virrey el marqms de Bnmciforte.
casado con MarIa Antonia Godoy y Alvarez. hennana deJ "verdadero
señor de las Españas. príncipe de la Paz. valido del pusilánime Car-
Jos IV".I05
"Cuando llegaba una virreina. todas las señoras de la Colonia ten-
dían su sutil curiosidad en toda la indumentaria que lucia, para ha·
cerse sus ropas según el uso que imperaba en Ultramar. pues la vi·
rreina siempre era elegante portadora de Jos últimos modelos que se
Judan en la corte ... Cómo era la forma y medida de las basquiñas...
si se llevaba o no bajo las haldas la pollera de tela de plata u oro que
se llamaha relámpago por 10 que brillaba.. . la extensión de los man-
tos y los que se estilaban. si los de humo, si los de puntas. si los suti·
les de soplillo o los pequeños sereneros, o los de liarla, llevados con
97

soberb ia gala. si adornaban el peinado con listone s de co lores. con Casac .. ,ononl la bordad;,
e'lilo "eoo:l:'.",o. ~ hor r<'r" de
broches de pedrería o sólo con plumas: si en las sienes aún se pega- e ncaje. ""lo ~mpohadn. 1790
ban los neg ros chiqueado res ... y cómo eran los abanicos, si de ta lle Úln> '-Ob re lelaon!:, nal de
R,,¡ac1 XimC"noy Plane, Que
o de descub retall e, si de barajas. de plumas. de encajes o con paisajes ,e pres .. ".;> a Don M;"'ud
piOlados, o s i con va rillaje de nácar, o de ca rey o de filigrana con es- Tol~;> . P¡" .. colec3o V,rre,na!.
pejillos, " 'Or> IN DA

Pu es bie n: llegó la virreina de Branciforte y se quedó admirada


de la belleza, cant idad y tamaño de las perlas que lucían las señora s °
Suplillo I:;ha Ii ~c ,'~ ," UC
de Mé;( ico, por lo cual - como tenía pocos escrúpulos y mucha ambi- cubre d C"scote. 17Sb
Do ~a Fran ci.<c a Sc rrul o.
ción- decidió invitar a todas las damas de la aristocracia a una re- a nón im o. OI ~sob r" l c l a .
cepc ión en el palacio. Cuando ll egaron las señoras, la virreina las es- Colcc(Íón pa n k u lar
peraba adornada con un aderezo de corales. expli cándo les que eran
esas las joyas qUe estaban de moda y ya nadie pensaba e n pone rse
perlas. l a s ingenuas dama s vend ieron sus magnifi cas perlas a bajo
precio. para comprar co ra les )' "es ta r a la moda" . la virreina mandó
comp ra rla s de trasmano, efectuando con ello (como dice don Manuel
Romero de Terreros) un a "pesca milagrosa".,o7
Los últimos años del siglo XVIII presenciaron grandes cambios.
la Revolución francesa y el ascenso de Napoleón fueron acontecimien-
tos demasiado importantes para que la moda quedara igua l. El estilo
" im perio" impon ia -para las seño ras- vest idos d e talle alto en te-
las delgadas y transparentes, grandes descotes, pelo corto, diademas,
zapa tillas sin tacón. Los señores - todavía con ca lzón corto y media
de seda- cambiaron chupas y casacas por uniformes de pa ño azul
98

con vueltas rojas, olvidaron las pelucas, peinaron sus cabellos cortos
hacia la cara y soportaron unos cuellos cada año más altos e incómodos.
En tiempos del quincuag~imo sexto virrey, don los~ de Iturri·
garay, llegó a México el barón de Humboldt y presenció la inaugura-
ción de la estatua ecuestre de Carlos IV en la Plaza. El viajero alemán
vestía pamalón largo; tal vez fue él quien trajo esa moda.
Iturrigaray visitó Guanajuato y las famosas minas de La Valen-
ciana y Rayas, entonces en plena bonanza. Los obreros lo recibieron
con simpatla y para festejar su visita se pusieron sus trajes más ale-
gres. Al día siguiente -para despedirlo- todos los mineros se vistie-
ron de lUlO. Como tres siglos antes, el mudo lenguaje de la indumen-
taria servia para expresar los sentimientos de cordialidad.l 08
En colección particular se encuentra W1a pintura que represen-
ta al virrey, don José de lturrigaray, y su familia. Él lleva casaca de
pana con galón, calzón corto y chorrera: su esposa y las niñas portan
vestidos estilo imperio de telas blancas y transparentes y talle alto.
Al tenninar en su cargo este virrey, que fue retirado por haber
sido acusado de favorecer la causa de la independencia, el rey de Es-
paña, Fernando VII fue depuesto del trono. Reinó entonces José Bo-
naparte, hermano de Napoleón. La tradicionalleahad de los novohis-
panos a la monarqufa española no se sintió ya ligada a la metrópoli.
Por estas circunstancias. se iban haciendo más claros los deseos de
independencia.
Don Pedro Garibay gobernó como virrey por poco tiempo. inte-
rinamente. Era ya viejo y no se adaptó a la nueva ~oda. Artemio de
Valle-Arizpe hizo una descripción de su indumentaria, que parece re-
presentar toda una época:
'0 • • • Viste siempre de gris con limpia y esmerada pulcritud; a dia-
rio se muda la camisa. con espumosa chorrera de encajes; la blanca
peluca se halla de continuo alisada, con su gran la7.o negro sobre la
nuca; reluce su sombrero de tres candiles y son claros espejostas chi-
nelas de cordobán de lustre con hebilla de oro. Sus manos no salen
jamás de las quirotecas de gamuza amarilla con vueltas bordadas. Se
apoya en un bastón de tepehuaje dorado. con puño de marfil. .. Toma
su fresco y oloroso rapé, con elegante pulcritud. de una caja de carey
y lo sorbe complacido. entrecerrando los ojos y con un pañuelo per-
fumado se sacude luego, minuciosamente, la chupa y los encajes del
peChO.'·IM
Don Francisco Xavier Venegas llegó al virreinato en 1810. Trajo
con él a su peluquero, que puso negocio y se dedicó a cortar el cabe-
llo según el nuevo estilo. a los "anticuados" navohispanDs que que-
rIao estar a la moda.
En algunas litografIas se representa al cura Hidalgo vestido como
chinaco, con calzones de gamuza, botas de campana y plumas en el
sombrero. Ignoro cuál haya sido la documentación para representar-
lo en esa forma. Cuando salió del pueblo de Dolores. don Miguel Hi-
dalgo iba vestido de calzón corto, chupa y casaca de rompecoche, tela
de lana tralda de China. como se ha dicho. IIO
La moda durante el siglo XIX

Desde que se fundó la Academia de las Nob les Artes de San Ca rlos,
se dio a conocer en México el "nuevo estilo" que se llamaría neoclásico.
La Re\'olución f rancesa fu e un movimiento de tanta importancia
que influyó en gran parte de las act ividades de los hombres de todos
los paises. Para romper con el pasado, su s dirigentes adoptaron un
esti lo emanado de la an tigüedad clás ica. Así, en el pensam iento y e n
el arte -arquitectura. pintura . o rfebre ría e indumentaria- el esti lo
neoclás ico se tomó como sí mbolo de ese rompimiento.
Muy b ie n convenía ese camb io a los mex icanos que querían o b·
tener su independencia: y se identificaron con é l tomándolo como pro-
mesa de progreso, modernidad y trato con todos los pueblos del mundo.
la adopción del est ilo neoc lásico en México fue una aCl itud vivencia l
que sa ti sfada el deseo de se r " mayo res de edad"
Los a nos tran scurridos entre la insurrecc ión de don Mi gue l Hi- La muda iml'('rio .. n lasúdln
de M¿x ,co, Oleo §ubt'c
dalgo y la consumación de la Independencia por Agustín de Iturbi de. madera, anommo_Caocccra
estuvie ron sell ados po r ese es til o. En lo que a la indumentaria se re- d.'camaquercpr.. , .. mala
fiere, el est ilo neoclás ico se llamó " imperio " y cambió los usos a nte- enlrada d.. Agu'lon de
hurb,dc.d 27de~ptl .. mbre
rio res: ni pe lucas. ni chiqueadores. ni polvos en el pelo. ni miriñaques. d(' 1821 El apar ..¡odel
ni lelas ricas y pesad as; no más casacas con puños exage rados. Se pro- caballo de lturb,dc ... d ..
plumana Col .. cc,on Mu~<,o
ponía. para los hombres: uniro rmes mil ita res o t rajes civiles con esa hidro Fahcla. porcortes,,,d.. 1
apariencia; y para las muje res: telas ligeras, transparentes; vestidos Banco de M ~uco
100
descotados. con talles altos y pliegues cayendo rectos, sin marcar la
cintura; zapatillas de Taso de tacón bajo; para ambos: pelo corto, na-
tural. peinado hacia la cara.
En esa época hubo luchas aisladas en distintas regiones del país.
de grupos que se unian a la causa de los insurgentes. En Guadalaja-
ra, los rancheros y la gente del campo hablan adoptado un sarape más
largo, tal vez para protegerse del frio al cruzar las sierras que tanto
abundan en el territorio. Su sarape llegaba hasta los pies y era de va-
riados colores: es posible que proviniera de los obrajes de San Miguel
el Grande. muy afamados por sus tejidos.
El uso de esta prenda dio lugar a que el comandante y goberna-
dor de la Nueva Galida, José de la Cruz, expidiera un bando con fecha
de 25 de julio de 1811, que decía así: "Que los vecinos de esta ciudad de
Guadalajara y su provincia, de cualquier estado, clase y condición
que sean, usen y lleven en el sombrero -aunque sea de palma- una
divisa encamada, teni~ndola tan fija y cosida al sombrero, que no pue-
da caerse, ni esto sirva de disculpa para que el que se encontrare sin
ella, se exima de la pena que irremediablemente se le aplicará a todo
contraventor. Se prohibe también el uso del cotón, llamado antes ame-
ricano y hoy. con escándalo inaudito. conocido con la denominación
de colón insurgente, por los muchos que de las infames gavillas le ves-
tían. El que no trajera este distintivo o lleve el cotón, será considera-
do partidario de los rebeldes y enemigos del gobierno legitimo, e
infieles al Rey" .111
No es ~ste el primer ejemplo de miembros de u~ partido que se
identificaban con una fonna de vestir. En este caso, aunque el sarape
lo hubieran usarlo con otras intendones, la orden lo convirtió en uni-
forme de los insurgentes de la región.
En 1813, la Constitución de Apatzingán, propuesta por don lC\S~
Ma. Morelos abolió las clasificaciones raciales, 10 que trajo como con-
secuencia la libertad en el uso de la ropa. En general, el pueblo y cla-
se media vestian según la moda de la época: los hombres, pantalón
hasta la rodilla, dejando ver el calzón; camisa de manta y sombrero
de petate, que se tejia en cada región ya con palma, ya con tule o paja,
de los que se llamaban "de vuelta y welta". El sombrero de petate
nos viene de China y su forma vino de Espada. (Otra muestra de la
superposición de culturas: la europea y la asiática combinadas en una
prenda de vestir.) Como calzado. llevaban huaraches o botas, según
las posibilidades. En la cintura soUan enredarse una tira de tela, lla-
mada faja o ceñidor, como todavia hoy conserva el traJe de charro;
y por último. la prenda indispensable: la manta o sarape. Ya amarra-
do al frente, siguiendo el estilo prehispánico; ya corto o largo, con ma-
yor o menor influencia espai\ola o árabe, el sarape cubria o engalanaba
a la mayor parte de la población masculina del México decimonónico.
Los gobernantes fueron adoptando modas europeas, especiahnen-
te francesas, segUn el estilo que imperara allende el mar. Existen los
dibujos de los trajes que se hicieron para la coronaci6n de Agustín
de Iturbide y su esposa, que son una copia de los de Napoleón: man-
tos de armido, peinados cortos hacia la cara y todas las caracterfsti~
cas ya apuntadas. En cuanto a las joyas. ocupó un lugar importante
la diadema, como la que habla Jlevado la emperatriz Josefina el día
101

de s u coronación : muy adec uada al pelo co rto y a la moda ins pirada Da",a m<· .• kan .. ,e,1Ld ~ e ,ril"
impaio.en 1 l! 1 9.~on arete,
en la antigua Roma, que s uge ria esa apar iencia. de "J"Ol'aanrnior.
Algunos ves tidos de esa epoca form aron parte de la colección del Dona Ma . Lui5aGorll~¡:a
fo nce r rada y La,' ~r ricta, ol~o
marqués de la Vi lla del VOlar del Águila, de Ouerétaro, y se conser- wb r~ t ~la de Jo~ M ~ .
van todavia . Muy inte resante es un abrigo de seda verde , co n labores V;1Lq ue ~_ Colección
imita ndo el arte plumario. Romero de Te rreros menciona esta colec- Ptnacot«a ViH" inaI, IN BA
ción, y de e lla subraya los vestidos femeninos es tilo "impe rio". cada
uno de ellos con la chalina corres pondiente. " ...éstas son a veces de
lino bordadas con chaquira. de estamena con dibujos indígena s, de
encaje o de blonda."!12 El vestido de esta época que aparece en la fo-
log rafia pertenece a una colecci6n particula r; es de tu l b lanco sobre
tafe ta de seda del mismo color. Está bordado con sedas de colo res,
lentejue las de oro y plata y peque ñas cue ntas doradas, sigu iendo un
diseno libre y o riginal. En la mi s ma colección se conserva el ret rato
de la dam a que fu e dueña del ves tido, con ot ro semejante, tocada con
rica di adema.
102

\ ''''lIdo <·~tllo I'IHTl<Or ¡mp.,rio. La moda " imperio" du ró poco t iempo. pe ro no terminó brusca-
hcdl,,~ n Mc_u co.
P~n~"~cj.> a Doi\a Ma. d~ lo, ment e, s ino que se le fueron aumentando elementos, qu itando o tros,
D"lur", Gom e> de (;er,'ante, y has ta que a dquirió un nuevo a specto . e l que fue propio de la época
{ Juli ~r ra Alt amiranu
11793·1 622i. quc ap~ rcc" en la
rom an! ica. La prime ra etapa de este movimiento duró aprox imada-
p,mura al o lcv wbn: 1,,1;0 de men te desde 1830 ha s ta 1845.
,¡ulutdc,conocidn Colee,i ... " En ese lapso llegaron al pa is muchos visitantes extranjeros, a traí·
p.;¡nicul:Jr. V("tidodc lu l
n., r,J .. d" ~n hilo, d,> " lal" _' dos por las no tici as que publicó el b a rón Alejandro de Hu mboldt en
'cd~ ,,k ,'olorc \. su famoso Ensayo poUtico sobre el reino de la Nueva España.
Al gu nos d e los vis it antes llega ron buscando las belleza s natura-
Ana Ma. Jo,da I ¡;n~,ia les: otros para participar de las riquezas mine ras o establecerse con
Zcnohia de 1<:,(" Ab,,'" y
Arriol" ,,k Ví ... arra
fin es come rc iales. También a rribaron artistas que plasmaron en lien·
Muj<: r Ic¡mima de Jo,,, M"na zos y p la nchas de piedra lo que les pareció m ás exótico y atractivo.
Vi ,e:. r, ... A" u"'al dc, nau.Hal Morit z Rugendas , Carlos Nebel , Cla udio Linati. Thomas Egerton y
..le l pue blo de Am,,~ .. de edad
lb añ"s_ Se re! ", l u ~ n otros más, nos d ejaron su testimonio plástico sobre la vida, costum·
GuadaJa jaraell S d r.'kbrno bres e indumentaria del México de entonces. Si nuestro arranque a
de 1816. Colección p,an icu lac
Ve" ido .,,, ilo pn me r
la vida independie nte fue en muchos aspectos preca rio, en ése -po r
,mptno_ Nór....-e juya, y lo menos- fue riquí simo.
pc i na do, 1811>
Claudia Linati estableció el prime r taller de litografía e n e l país,
dejando un álbum que contiene 48 planchas, con el título de Tra;es
civile s, religiosos y militares de Méx ico, que const ituye u n elemento
de cons ulta muy completo pa ra e l tema que nos ocupa .
Willia m BuJock esc ribió el rela to de su viaje a nuest ro pals en
1823. Fue a la Alameda y alli - dice- era donde mejor lucía n los va·
riadas v espléndidos trajes de las distintas clases soc iales de Méx ico.
103
"El traje de las clases altas. en 10$ señores es el europeo o una ligera
chaqueta de calicó estampado; la capa larga se usa invariablemente.
El traje de los hacendados es el más vistoso y costoso de todos; con-
siste en camisa bordada, chaqueta de calicó. manga de terciopelo. bor-
dada o galoneada de oro; pantalón de cuero de color. abierto a la rodilla
\' adornado con abundante botonadura de plata: zapatos o batas de
gamuza)' poltúnas de cuero de color canela, curiosamente labrado en
reti~'e y realzado con oro y plata; sombruo grande. de copa baja y
banda de oro. Montados, sus caballos van igualmente espléndidos; con
la gran silla espa"ola y sus estribos cubiertos de oro y plata y la par-
te trasera del animal cubierta de cuero duro, ribeteado por un fleco
de cadenillas de hierro. Las señoras visten camisa bordada. ligera chao
queta abierta}' ralda de color vivo, llena de lucientes lentejuelas." Y
las clases bajas, ellos, "chaqueta y pantalón de lino o lana y sombrero
de petate y ellas, faldas de calicó". "Muchos individuos -agrega-
se envuelven solamente en un sarape, a manera de toga."m
La descripción anterior es muy acertada en lo que se refiere a
la indumentaria de los charros; y por eso todo el resto de su relato
nos parece confiable.
Es interesante su enumeración, pues nos informa que seguJanse
usando capas hasta los pies, lo que demuestra que, cuando una moda
es cómoda y atractiva. no deja de usarse por un capricho. sino conti-
núa vigente. Menciona las botas de campana, y también la anquera
del caballo, con su fleco de hierro, llamado "golpes" o "sonsonetes"
porque hacen ruido a cada paso que da el caballo. Sabemos cómo eran
los sombreros en esos años: los jaranos de mimbre, o los " panza de
burro" de fiehro gris. con una forma parecida a la de los picadores
del torco.
Del traje de las chinas del sillo anterior sólo ha cambiado la pe_
queña chaquetita abierta, que existió, desde luego, porque se ve repre-
sentada en varias litograffas contemporáneas. Tambi&l demuestra que
las chinas pertenecian a la " clase media", muy pequena. por cierto.
porque habla de otras mujeres més pobres. Y en cuanto a decirle to-
ga al sarape. no podr la haber cumplido més simpético para ésa, nues.
tra prenda nacional.
La moda del traje clvll en el perIodo romántico se puede reducir
a dos aspectos: en el primero, los vestidos femeninos guardan toda-
\'Ia el talle alto; las mangas son largas, con volumen o globos ce rca
de los hombros y luego bajan angostas hasta el pudo. sin adorno, El
largo de la ralda es al tobillo, Los escotes se han reducido; todavia
se usan las chalinas en el cuello, abrochadas al frente. El peinado es
de tres volúmenes: uno sobre la cabeza y dos a los lados, sobre las
orejas. Aparecen las peinetas colocadas encima o atrás de la cabeza.
sosteniendo o no. mantillas de encaje.
El traje de los hombres era de dos formas: los elegantes, llevan
pantalones larJos, detenidos por abajo de los zapatos con unos resor-
tes apodados " pialeras". Fracs neBros. chalecos blancos de cuello muy
alto y camisas plisadas con corbatas anchas, con moño negro al cen-
tro. El cuello del frac sube solamente atris de la nuca; ese cuello ex••
aerado requerla el pelo corto. y asilo usaban 105 "señoritos elegantes",
pero con richos sobre la frente. Es la II!poca de los sorbetes "de a me-
104
dia vara", con aJas muy anchas. que casi hacen desaparecer la cara.
El frac va muy adnturado y el faldón lleva entretelas para dar volu-
men, ahuedndolo. Es una moda afectada. no elegante porque carece
de naturalidad. pero que se adapta muy bien a las afoctaciones del
periodo romántico. En Francia, a los hombres ast vestidos se les lla·
maba les incroyables.
Comentando esa indumentaria masculina, dice Antonio Garcia
Cubas: "105 fraes debian estar entallados al cuerpo en hombros. bra-
zos y cintura. Para lograr ese efecto, tcoJan unos broches bajo la man-
ga, para entallarlos todavía más, despu~s de habérselos puesto. Más
de una vez, en visita, el dia de recibo de lUla señora de la aristocracia.
el afectado caballero cruzaba la pierna y ¡zas! se reventaba el resorte
o pialera. se desabrochaba el botón de la axila, o todo a la vez, provo-
cando discretas risillas o francas carcajadas de la concurrencia".
Por supuesto, esta historia se refiere s6lo a los "rotos, curruta~
cos o lagartijos", que eran los que, con sus exageraciones, querfan lla~
mar la alención. Los señores y los miembros de las clases bajas iban
a la moda, pero vestidos con comodidad, sin importarles tanto estar
al "último grito".
la segunda fase del estilo romántico, las mujeres la interpretan
usando todavía volumen en la parte superior de las mangas, pero muy
angosta la cintura: el talle del vestido va tenninado en punta; vuel~
ven a usarse los miriñaques, que en este caso son refajos encolados
para dar volumen a las faldas, todavía hasta el tobillo. Muy pronto,
las faldas de los vestidos se forman de dos o tres olanes superpues-
tos, como el vestido de tafeta verde chafada, que apa~e en la foto-
grafía de la madre y la hija. El traje de esa niña es de terciopelo azul
bordado en seda blanca, con calzones Jargos, de seda blanca, adorna-
dos con encajes. .
Por 1848 llegaron a México los esposos Calderon de la Barca. .::.
como primer ministro plenipotenciario de España, después de nues-
tra independencia. Ella, una inglesa trasplantada a los Estados Uni-
dos: llegó al pals con avidez de ver, comprender y luego relatar sus
impresiones. Son sin duda atinadas y constituyen otro documento im-
portante en la historia de nuestros trajes. Al ver a varias sei\oras me-
xicanas vestidas para un baile, escribe: "Las smoras del Cuerpo
Diplomático tratábamos de contentamos, pensando que el alarde de
nuestra elegancia suplia lo que nos Caltaba en magnificencia, pues -en
lo que a joyas se refiere- ninguna de las damas extranjeras podria
atreverse a competir con las de aquJ. Se vela una profL¡slÓD de bri-
llantes y perlas, ladas muy grandes, y casi todas en forma de pera.
Muchos vestidos se veían recargados, y otros, aunque magnificos, es-
taban pasados de moda". y agrega este comentario sobre el uso de
alhajas " . .. En cuanto a diamantes . .. nadie se casa en este país sin
ofrecer a su novia por lo menos un par de aretes de diamantes, o un
collar de perlas con broche de brillantes. No son siempre una señal
de r iqueza, aunque en si misma lo sea. Sus duei\os pueden ser muy
pobres en otro aspecto: mas los diamantes aquí se consideran como
algo necesario para vivir, digamos por caso, como los zapatos o las
medias ".
Comprobamos también que todos los mexicanos regalaban ricas
105

alhaja s a sus mujeres, siendo ésta también una forma de inve rsión Vestidu de ~cda la b rada .
o alcancía para sus dueños. Pero había que cuidarla s porque -por [naol;]] .. n~l:rJ d,' blurub)
lcrdupdu. P~Tl~ neCló :. Do;;:.
el mencionado desorden en la administración publica- prolife raro n Ma n a Arlloo ia Va ril a . de
las bandas de asaltantes de caminos. Pa lu mino.
Guadalaja ra. 1S34. Col""lUn
Más o menos en esta eLapa de nuestra historia se situa la acción pa rucola r
de la no\'ela mexicana intitu lada Los bandidos de Rio Frio, cuyos pero
sonajes esta n to mados de la realidad , siendo abso lutamente ve rdade.
ras las costumbres y situaciones que describe.
En cuanto a es tas bandas, es curioso que se les apodaba " los Pla.
teados", lo que se refie re a su indumentaria: como no podían vivir en
las c iudades, pues estaban siempre huyendo de la justicia, sin resi.
dencia fija, escondidos en cuevas en la sección que se encuentra en.
1lit>

A. V",~lido d .. I" I.. (a ,·"r.k Ire los hoy estados d e Puebla. More los y México. queriendo lucir en
rea ludo .... ""&"0<;011 a lguna forma sus riq uezas. no tenían otra posibilidad que ponérselas
\10 ••10.:1110' c,¡ ilochi .."..:o)'
c ha'lui ra 1I<'~r a, Pcn.:neci6 a encima. recamando de plata sus t rajes de charrro y los jaeces de sus
Do ~a MHia d,' J c~U. G"m c¿ caballos. Plata en las r iendas, plata en la botonad ura de los trajes de
d.. A I ~ua de hurbid,'
8 . V"~lido d .... iña ••k
charro; plata en los fuetes. estribos y fustes; plata y oro en las toqui-
te rcIope lo azul bordado co" llas de sus som bre ros. Esta modalidad del traje de c harro de sobre-
~da marfil . Cabó" d" li no cargarlo de plata y riqueza dio lugar a modifica rlo. como hemos visto
<O" <:lIc aj,,~ "alencia no.
IIISO. Mo re liaM k h. en [a actual idad. Se ha quedado el calificativo de "c harro" para de-
t::"l"n' ¡''''''' paf(ku l arc~ notar lo ostentoso y reca rgado. Todo ese adorno excesivo viene de los
familia E,cand/", .
Plateados. El que dio las reglas para el traje de cha rro en el siglo xx,
don Ca rlos Ri ncón Gallardo, apa rece fotografiado en los libros de cha-
rre r ía, luciendo el traje de charro que usara El Zarco. famoso bandi-
do de la región de Yautepec. hé roe de la novela del mismo nombre.
La senara Calderón de la Barca estuvo en México poco más de
107

dos a ños; recorrió todo el pa ís y dejó sus imp resiones sob re las cos- Niños Ma rtin.el de: la Torr".
rC: lrato al ól"o sob,.., ,ciad"
tumb res, los pa isajes, los pe rsonajes y la moda. No nos referiremos Don Manu~1 OJrd.-ro
a los vestidos civiles, puesto que las fotografí as de este trabajo abun - Apro~i madame n ! e 1850
da n en trajes de esa época usados por mex icanas. Sola mente se tran s- Call.Onc s larllo.<; y so mb rero
tkpajaenlaindumcnlar, a
c ribirá n sus comenta rios a los dos t rajes tí picos: el c harro. usado por ,nfanlil
los hombres de todas las clases soc ia les. cada uno según sus med ios.
y el de la chin a poblana . A propósito de es te vest ido que nuestra co-
menta rista encont ró tan vi stoso y o ri ginal. es necesario decir q ue las
chinas que lo usaban no ten ia n fama de b uenas costumb res_Cua ndo
la seño ra Calde rón de la Barca d ijo en u na reunión que quería adqu i-
rir uno para usarlo en una jamaica. su deseo causó tanto escándalo
que hasta un mini st ro de Estado la visitó para pedirle que no lo hicie-
ra, porque e ra mal vi sto q ue una dam a lo usa ra .
Enterada de este incidente, una dama mexicana . guapa, rica y vir·
108

tllosa, u só un traje de china para desmentir el prejuicio. Asi lo relata


la c ro ni s ta:
" Esta noche vino a vernos la señora Adalid. vestida con un traje
de chin a pob lana, que acaba de comprar para llevado a una jamai-
ca . . Es una antigua diversión mexicana. Este ves tido le ha cos tado
varios centenares de pesos. El ceñidor de sus enaguas es de seda ama-
rilla y e l resto, de cachemira escarlata; lleva bordados en oro y plata;
y sartas muy hermosas de coral montado en oro. Sus zapatos de raso
bordados de oro; las mangas y la camisa. de batista finísima adorna-
da con chaquira y el refajo deja ver dos olanes de encaje valenciano,"
En cu anto a los rancheros o "charros", dos son los comenta rios
que nos d ejó en su libro: el primero, se refiere a un charro excesiva-
men te rico y no muy ec uestre, que encue ntra en un paseo en Xochi-
milco: " ... Cabalga un anciano caballero. Viste r ico traje mexicano,
todo cubie rto de bordados de oro; el sombrero con toquilla, ta mbién
109

de oro, ladeado con garbo. apoyando con fuerza sus pie s en los es-
t ribos de plata y u sando con prude ncia el látigo. c uyo mango os te nt a
un dia mante enonne . La silla.. es una pieza extrao rdinaria que le
ha costado a su dueño 5 000 pesos, toda forrada de te rciope lo, rica·
mente bordada de oro macizo.
" .. . pues aqu í e l pueblo apenas anda \'estido. apenas ex is te e l es-
labón entre la frazada y e l raso, entre las amapolas y los di amantes .. ,"
y su coment a rio despues de pasar unos días en una hac ienda mexica·
na, a propósito del traje charro "de faena " que usaban los hacendados:
"Creo que nunca el carác ter mexicano se muest ra más a su fa vor
que en el campo . ent re estos grandes terratenient es que proce den de

viejas famili as y que viven en sus propias tierras, entregados a pro. 81usu de ~ hina pubiana
yectos ag rfco las y del todo alejados de las pasiones de partido y de bon.lada co n chaquira, , i~l o
los intereses mezquinos de la vida en la ciudad. . levantados con e l
canto de la a londra, monta ndo siempre al caballo más bronco de la ha.
cienda, afici onados a la a rriesgada diversión de colear, haci endo C¡¡s to r re,-ama d.., ~ on
kn tej uelas dc ca la m ina
pruebas de destreza varoniles que ayudan a conservar la supe ri o ri. Rebow de ~c da , ult 'mo' al'l..,~
dad fl sica de esta raza de hombres: los rancheros mexicanos." de l ~ ;II Jo ,," UI.
Unos afias después e l pa ís se veía sujeto a la intervenc ión fr ance.
sa, Para hace rle frente, se reunie ron gavil las de rancheros que usa. Tr¡¡j,· de c hina pob la na . El
ban una modalidad especi al de l traje de charro: se les llamó ca~ \ o r pc rl e~c,óa la l amilla
"chinacos" , Vestían pantalones la rgos de gamuza to talment e abier. de Anlul'lanodc P..,.,bla. La
b lu ~a , on c haqu ir .. )' la~ joya s
tos a los lados, con unas hileras de botones y oja les , de plat a, hueso dtl ~i gJo " '~ . C... I"cción
o simplemente ojales por los que se pasaba un " tiento" o tira de lgada p.. nic ul a r .
de gamuza, pa ra ce rra rlos hasta la a ltu ra deseada. ~sta e ra gene ra l. <
mente a la rodi ll a, dejando el resto abierto, para tener mayor li be r.
110

U '-;I:;I y~hal"co dcd amll$Co. tad de acción sob re el caballo. Por la parte abierta se asomaba el
traje ~. ~ ;tla <k charto. 1864.
Don "nadctod" Polirlura y
"ca lzón blanco" de manta, tradicional en el traje de los campesinos
. u, h i i<>~. Ol.,., whr~ tel a de indlgenas. Sobre la cami sa traían la "cotona", especie de jubón cor-
Edu ardo Pi ngret . Cokcdón
Ba na m ,, ~ .
to, hecho por lo común d e gamuza u otra piel suave; carecia de bo to-
nes pues el escote era lo suficientemente amplio para introducir la
cabeza a través de él. Muy peculiar de esta prenda eran las charrete-
ras. también de gamuza, cosidas sobre el hombro para cubrir la unión
entre la manga y e l talle". 114
" El sombrero de ala tendida y copa plana o semiesférica, siem-
pre adornado por chapetones, uno a cada lado de la loquilla, gene ral-
mente gruesa, El calzado de los chinacos consistía en huaraches tejidos
de cuero o zapatos de dos riendas,"lls
De nuevo se enriquece el conocimiento de la indume ntaria de Mé-
xico, con el relato de una viaje ra, Es el de María Giovanni, que corri-
gió y publicó Al ejandro Dumas con el subtítulo de Diario de una
11 1

parisieme. Vino por mar desde Sa n Francisco: desembarcó e n Aca- L..;, .",...l .... n M.. ~ico .. n 1116-1
Doña Josdi na El¡;" ,a , G,l d.·
pulco)' des pues de un viaje accidentado llegó a la ciudad de México Polio"r". Ole" -;obr,· Icb d~
en 1854. He aqui algunas de sus impresiones: " A las 5 en punt o me Eduardo Pin¡:; r"l . Colc cdon
anunciaron con Su Ahe1..a. Entre todo aquel brillante estado mayor,
tan sólo un ho mbre estaba vesti do con una ca saquilla y un pantal ón
blanco ... se d irigió a mí y por su piern a de madera supe que aque ll a
especie de hacendado no era otro que Su Alteza ... a las seis ho ras, Su
Alteza se desp idió de mí , invit ándome a asistir al ba ile que le ofre-
cían esa mi sma noche las damas de la ciudad de Igua la ... no se tiene
una idea, en cuestión de diamantes , de la toi/e lle de las damas mex i-
canas. Estaban de slumbrantes de pedrería ... En cuanto a l Presiden-
te, estaba vestido de burgués, con pantalón negro, chaquet a azul con
botones de oro y corbata blanca."
y al llegar a la ciudad de Méxíco, nos info rma del comercio: "Las
buenas tiendas de México se halla n situadas en la ca lle de Plateros.
112

\ c,,, dodefTlt>,r,· g,.;,~rla

~"n "''''''Jn de flamk ~. lS66


PCrl~n ecl(J ~ IX>i'la C.., ,,cc¡xi 0 n Las ti end as de Plateros rivali zan en lujo con las de la rue de la Paix
L'l:.rdi <.le Del Valle. d 3madc y de la rue de Richeli eu ... eso no es d e asombra r, ya q ue toda s o casi
h',nut ,k 1" ,'mpc ratr it
C"dot¡¡, EIJ~eOla de Franci a todas son tiendas de fra nceses. Encontré a lH lo que puede verse.en
inlliv la m u <J~ d~ 1,,, h o m b ro~ P(l.rí s en los mejo res esta blecimientos y las modas só lo tienen el re-
de...:u b lcrt<.. , Fj,m~Jv \\Ionh
6; Ouhe r ~m. 1 M.uc de la Pai~ .
ta rdo de un mes q ue necesitan los navlos pa ra llega r de Francia. Pe-
Pitr ,\. Culeec,"" panicular ro, si no existe ninguna di ferenc ia de lujo ni de gusto, debo deci r q ue
no ocu rre lo mi smo con el precio ... Un vestido de tafe tá n de cien fran -
cos en París e s u n vest ido de cien piastras e n México (4 veces más).
Para empezar, los de rec hos de aduana son enormes para todos los ob-
V,-' lIuod.: bail" con cn nvli na
jetos de tocado; además. las da mas mexicanas tienen que pagar el sa-
<.k L"f~ .a colo r <n 'ma; la fal da crificio q ue hacen las parisie nses ... viniendo a establecerse aqui, a 2 500
,·ac ub iul¡¡c rlfltulbQrd.:r.do
legua s de su país ..."
d" ";,,,,1 Ori~in a l adorn" de
li'loo,,' de lerciop<.'I... fleco d., La venida de Maxi miliano y Carlota tuvo repercusión en la moda
n.n u " lIo~fld 1al1.... El "',lrato de Méx ico. po rq ue las seño ras mexicanas vie ron otra vez los mode los
a l "kv ,ohre td~ rt p"',c n l" ~
D" f\~ COIlccrción Li ,.unJ i ,1<-
de ve sti dos recién desem pacados de Eu ropa que traían las da mas de
Od Vall". d udia d d ,·ntid ... la comi tiva y la emperatriz Carl ota. Era el tiempo en que se usaba
1 ~66. Cole(d ...n parll Cll laL
la c rino lina. una faJda interio r pa ra abultar el vestido. " La crino lina
era el a huecado r por excelencia, form ada de cuatro o cinco a ros d e
V'-'1;do de hail". d<·~<-oll.du. mimb re o lámi nas del gadas de acero, de menor o mayor diámetro, y
artllad ocun c ri llolina u.' ¡:..... ligados por c intas d e lie nzo."" 1>
blan~a y raso li la, orillina l d"
la ~ a, a '.'.'orto tic Parl\ Hubo durante esos años una intensa vida social; funci ones reli-
~r."nee ióll Doña Conccp.: ión giosa s, espec tácu los d e teat ro y ópera. bailes en casas part iculares,
U,ard í d,,1X1 Va lle,dama de en las legacio nes extra njeras y en el Castillo de Chapultepec. Los ves-
hnnu r de 13 cmpcrnlr i/.
Carlota . 1866. Co I ~<T i 6 n tidos que reque rían las señoras para asistir a esas funcion es pusie-
p",rticu la r . ron a trabaja r los talleres de costura eu ropeos que recientemente se
Ve'lIdod,·t .. E'''fX"03I1"Ol. habían es tablec ido en la c iudad; a las modi stas más modestas o "rin-
C.. rlOI .. de r.. ><> .... rdc ,·on
d,but'i'rcal •.,.¿.".d.,
cone lli " como se les llamaba. parod iando el no mb re de una famosa
lerciopelo n~gro. C(¡II~, casa de modas de nombre ilaliano; tambien a los conventos de mon-
aret es) brazalete d~ co ral 0.1" jas que bordaban por encargo, para sostenerse, o en los decaídos tao
1.. <"po<.: a. Apro.~lm3da"'enle
1866. Il e res que ha bía en las ca ll es de Med inas o en e l barrio de Mixcoac.
Colección 11.1..'''''0 Na cional de Para e l día se usaban vest idos de telas ligeras co n sombreros de
Hi storia del Castill o de:
Chapuh"p..-.: paja adornados con flores, ll amados "jardine ras" ; para la calle ves ti ·
dos de paño con sombreritos haciendo juego y para la noche. grandes
Ves lidode baile COJ'll nnoltn ... vest idos de co rte, hechos de rasos lista dos, de terciopelos chaFados.
de lafel3Icjida co n d""ño tafetas, o combinaciones de varios de estos materiales. La línea de estos
floral ~n lerciopc.·lo nClilro.
pas .. manc:rl .. enel hCOlcy vestidos era má s voluminosa. pero muy Favorecedora. cuando sobre
borde . Hec-ho en Parí , por el encerado de los sa lones pasaban las damas, desl izándose y arras·
Wonh.1866. Pertcncci6 a
Doña Concepción Lizardi de trando las pequeñas caudas. La emperatriz Eugenia de Francia, que
Del Va ll e. dama. de honor de tenía muy bonitos ho mbros, había vue lto a poner de moda los desco-
la empe:ratrilCarlola tesen los t rajes de noche. El pe lo lo llevaban partido en el centro, con
Colecclón particular
castañas a los lados y sobre la nuca: toda clase de rizos. flo res, plu·
mas y otros adornos. Mu y usados ta mbien fueron los mantos. tá pa·
Encaje Chanlillycon escudo
nac ional. Colección panic ul....
los. mantillas y aun los mantones c hinos guardados en los baúles se
1870 volvieron a usar, esquinados. sobre los hombros de sus dueñas. Es·
~
115
117

cribía Ca rlot a en 1866 : " Le ruego venga a misa toda de seda negra V~5tido de polizón hecho en
Parls y u~:adoen Mh ico hu,a
y con mantilla , o velo de encaje a la mejica na, que tenemos costum· 1882. Brocado d~ scd~ color
bre de llevar siempre el dom ingo". tabaco con di§eño n~Kro
hgurandoak:achofa!.
Los trajes que usaba Maxim iliano fueron: uniforme; levita y frac. Bordado de abalorio! al
que acompañ aba con sombreros de copa de color g ris; o traje de ran- fr~nle . Colección pan, cular

chero. con sombrero jarano, que usaba para montar por las mañanas.
Como parte de las fot og rafías de este tra bajo está una de un sarape Vestidodc polizón adornado
con aJamaresd~ sou.:ache.
hecho en Ouerétaro, con los escudos impe riales tejidos en la tela , en mangas decamcro bordada~
las cua tro esquinas. con l enl~jue la. cuello aho de
terciopelo y cncaj~: corle
De la época de la República restaurada no hubo va riaciones en inlcrioren la falda para
la moda; es más, e n Euro pa ya no se usaban los trajes con c ri no li na polizón Eliq~ta: " Juli a Lalle
y aqul las señoras mexicanas se a fe rraban a ella. a pe sa r de lo incó- COI. San J uanck !..etrán 13.
Mtxico".18ó5. Pene necióa
modo que ésta resultaba para la vida republicana y a lgo austera. Do n Do"'a Maria GorU",r de
Benito Juárez usó s iempre frac o levita. Sald"'''', Colección panicular.
O
P<' I"~d,,r d~ ",d .. .. " Iú r lil" (uell u ,k ,."~~ j,, d ~ I: "i pur~
l Vll .. udl~~ " n c u ,-II .. , " ", c int;" ,k 'c rc iop...l u El
10'''''0':;'' .1,. """ '1<" ,n~I", in !<"r'u l' r: " ;, " r madocon
l b ";" 1 ~'1I1 \';.r dl,,, pM a , o'tc n,·d"

o.: lalll:ol t,k hall 'la adu rnad"


l,,,n .. n,ajc, dr: buJiJ loy
dc~ h ilad", . Ha, in 1900 Co rx d ..' r ~ ,o de , ..,)"
' o rrado.<·un "arill ns J,'
h.. llc na . hada 11190
11 9

La pieza que figura en la pág ina 11 5 es extraordinaria: se trata Cofia d .. alcoba de linón y
de un encaje frand!s de Chantill y, de un metro y d iez centímet ros de .. nca~ sva l .. ncia roos

ancho por cuatro metros de la rgo, trabajado en círculo.


Su motivo princ ipa l es la fl o ra mex icana: nopales. en los que el
encaje representa hasta las espin itas. y magueyes con el quiote e n flor .
Hay se is medallo nes ova lados con moti vos d e la fl o ra mex ican a y en Refajo de fondo de barista de
1inoconenca~svalcn<:ianosy
e l cenlral esta rep resentado el escudo naciona l, con una perfecc ión oL~n de std33mariIL;o
asomb rosa. Esta pieza única nunca se usó. Ta l vez tardaron tanto tie m- ab rochado. 1890.
po en hacerla que cuando se termi nó ya había pasado la moda de la P3rdeoorrnesd" c;obritiJL3
bLancos
c rinolina. Perteneció a la familia de un gobe rnador de Puebla de aque-
llos años, don Ignac io Romero Vargas .
Hacia los años 1875·1885 la moda en Europa establecía e l poli-
zón . Era un annazón semi esfé rico hecho de un lienzo a rmado de bar-
bas de ballena ; se sujetaba a la ci ntura medi ante una cinta de lino.
y su objeto era dar volume n sólo e n la parte poste rior de los vest idos.
Los trajes de polizón e ra n muy ajustados en e l frente. En realidad ese
estilo duró corto tiempo; fu e una de esas excentricidades de la moda
q ue se usó porque "as! lo imponia París". pero que fue incómoda y
antiestt tica.
0.-1 .. 11... d ... bo rdadu "-" el I~IJ~ En e l fin del s iglo XIX la moda continuó usándose con algo de vo-
"le un ' n udu_ H aci ~ 1900 lume n detrás, y ml!y ajus tado por enfrente. Las blusas de los vesti-
M edilll "n ~ , d~ l ~ r~ i (J pel o, hll u
~ pi"~a , de plal3, pc da ~ )' dos tenían cuello alto y pequeños canesúes o mucetas bordeadas de
~ .. da de col ore~ en una prenda encajes. de las que sa lía la otra parte del talle. ablusado sobre la fa l-
que 1I,,~a la etique la
Calalina B. d~ L a i gl~ 3 da. Cinturas mínimas . y pequeñas colitas en la parte de atrás de los
Puenle d" San Fernando vestidos. En México se \levó esa moda con mucho lujo, pues su uso
MeAl co " Pe r h:neció a Dona
coincidió con el periodo porfiriano. e n el que hubo paz y bonanza eco-
Maria Go rl bard" Saldi"ar
Colee,'on p"r1icular nómica. Durante esos años se estab lecieron muchos fran ceses de la
región de los bajos Alpes. en la ciudad de México y en ciudades del
inter io r. fundando tiendas de modas y novedades. fábrica s de hilados
Ve ~lid ú u. ado por l)Q~a
y tejidos, y comerciando en gran esca la en la importación de guantes,
Carmen Romero Rubio de medias. sedas, paños, encajes y sombreros de Francia.
Diazen "J baile <.Id Mucho hic ieron esos emigrados fran ceses por la moda en Méxi-
Centen" rlo , Salin de seda
culordc f<.Habor<.J adocon co y también por la economia, pues si bien es cierto que vendian mer-
perlas y c uentas , ~ncajc , de cancías importadas. con la correspondiente perdida de divi sas .
Alcnón , 19 10. Co1ccc ,ó n también lo es que abrieron fuent es de trabajo con sus almacenes y
particular
fábricas. capacitando a sus empleados y obreros. dándoles casas y pres-
taciones que no figuraban todavía dentro de las leyes del país.
'21

v~, lidv de ta rde de tre~ p'''''"


la falda <" de ra.o d~ ,,,d~
w ".Je, la ca"."c;.<k h".... ado
del mi smo ,,,Ior y I ~ bh"a de
ra su crcm¡¡!irm"du p"r
Wort h, Pari~ ; lo UMI "n
Mhi", 1:. Sra . Doña Mana
GoribardcSloldl\'u.11I95
112

'u. n ina Tere" . Paste l de A Si el período de treinta afias en que gobernó Porfirio Díaz co~
Ramo. M ar~i""l. Co l ~("lón tanta bonanza económica no fue una exageración de lujo y derroche,
pan ic u lar.
se d ebió e n gran pane a la moderación de su esposa, Carmelita. De
las fi estas del Centenario de la Independencia se conserva WlO de sus
vestidos de encaje blanco y un juego de sombrillas que también figu-
ran entre las fotografía s. Sin embargo, hojeando los lib ros y periódi-
cos de esas fiestas, vemos que las señoras que acompañaban a los
embajadores extranjeros vestían trajes menos ricos, pero más moder-
nos. En los de la primera década del siglo xx se usaron unos relle-
nos que se llama ron " puf" : dos coj inci tos rellenos de lana o crines
Ropón d" ba utizo con "ncajo:, de caba llo para, simplement(O, alzar un poco la parte posterior de la
valcno; ianos. alforza. y tira enagua del vestido.
bo rda da. Pe rte neció a Don
Maur ic io de Maria Ca m po~ y Los rerrocarriles comunicaron al pals trayendo las novedades des-
Elijuc ro. a ño de 1878 de la capital hasta las ciudades de provincia. La clase media que se
ColL..:ciú n particula r.
volvla cada vez más numerosa llevaba ropa más sencilla pero tan cui-
dadosa y bonita como la que veía en los escaparates o en las revistas
de modas, que circularon profusamente desde 1840. Eran éstas: La
Moda Elegan.te, editada e n Madrid. y La Semana de hu Señoritas Me-
jicanas, en México, en los ta lleres de Ignacio Cumplido. Después apa-
reció otra publicación nacional llamada El Libro del Hogar.
El presidente Díaz tuvo como su guardia personal a un grupo de
rancheros vestidos de charro apodados "rurales".
123

Las fi estas pa ra conme mo ra r el Cente nario de la Inde pende nc ia Fil lda~ dt: pe,.~al , r~b.-" ,."
.\tuj.. r ..sd.-l nlad" d,-
fu e ron muy concurridas por los de legados ext ranje ros y los h ab it a n ~
Murdu~
tes de México. Hubo iluminac ión. des fil e históri co , ve rbe na s y fu e- Ol.-u ~ubr.. 1..1;. ... n~mJl de
gos a rtificiales y también bailes y ce re mo nias privadas y oficiales. Con Ju"': Ck"w nl .. 0r"" " 5<-,.,,'
dt: 1iI K""ulu""n, 19211
ese motivo las señoras compraron, enca rga ron, mandaron hacer o con-
fecciona ron los vestidos más bellos que les permitieron s u s pos ibi-
lidade s.
Al es tallar la Revolución se s us pendió por un tiempo el inten!s
por la moda, dedicándolo a ese acontec imiento lan important e. Sur-
gieron en el norte las soldaderas llamadas "Adelitas", vestidas de per-
ca l. al es tilo q ue co r respondia a la epoca, con su s rebozos c ruzados
sobre e l pec ho. en la mi s ma forma que s us hombres llevaban las ca r-
tuche ras. Es tas mujeres con s u es to icis mo y belleza dan la nota lumi ·
nosa e n un pa isaje de carencia s y desolac ió n.
Para concluir, volvamos a la s m:himas de fray Am oni o de Esc a-
ra}'. que dice con gran verdad:
" La relación de estas modas acredita y anuncia que se ha n u sado
antes)' se u san ahora, que se u sa rá n más adelante, )' que ta l vez se
renueven y res uciten de cuando e n c uando; y sólo se diferencia n por
la d ive rs idad de nombres y por la forma , )' de la figura , con que ho m-
bres y muje res explican el reciproco )' natural deseo de agradarse unos
a otros."
125

EL TRAJE RELIGIOSO

Introducción

EL PRIMER FRAILE QUE LLEGO A TIERRAS MEXICANAS FUE EL


mcrccdario Bartolomé de Olmedo, quien celebró una misa solemne
el dominIO de Resurrección de 1519. Con este acto simbólico intro-
dujo al pueblo prehispinico a la espiritualidad occidental. Olmedo era
un religioso discreto, que lrataba de moderar los fmpetus de Cortb
en cuanto a la imposición de la nueva religión; en Zempoala, por ejem-
plo. el conquistador ordenó a los sacerdotes paganos que se cortaran
los cabellos y se unieran al culto católico.!
En 1524 llegaron los primeros doce misioneros franciscanos.
Grande debió ser la sorpresa de los indígenas al verlos cubiertos con
toscos sayales, contrastando su pobreza y sencillez con la fastuosi-
dad de los sacerdotes precolombinos. En 1526 arribaron los domini-
cos y en 1533 los agustinos. 2
Los primeros frailes fueron hombres con el más ferviente espiri-
tu misionero. No obstante la diversidad de lenguas, de climas y de
lo 'spero de la tierra, lograron conquistar la voluntad de los ¡ndise-
nas y convertirlos poco a poco a la fe y aun en colaboradores de su
trabajo evanl~lico. De momento se despreció la civilización ¡ndigc-
na, sin embargo. pronto se dieron cuenta los frailes que para catequi-
zar a los indios tenian que conocer su cultura. que les parecía admi-
rable, pero no asi su religión que habia que destruir. Ejemplo de ello
fueron las investigaciones realizadas por el franciscano fray Bernar-
dino de Saha¡ún.
En cuanto a la indumentaria de los frailes. sus hábitos tenian las
características propias de cada orden religiosa; por eso, donde ver-
daderamente se distinguió el arte sacro fue en los ornamentos.

Ordene, rell¡ioAJ. NOle' e el


u.a del rebolo cnlre 1..
monjas. Siclol(Ylu.
AlltOT anónimo. Oleo 50brc
lela.
Mllseo Naciom.l ciel
Virrc laalo, TepotzDltan.


126

Siglo XVI

La temprana llegada de los franciscanos 105 obligó a modificar el co-


lor de sus hábitos. El historiador Lucas AlamMt dice que estos frai-
les. para remendar sus ropas, hadan que las indígenas, hábiles teje-
doras. destejieran los hábilOS y los volvieran a tejer. Y aunque su regla
los obligaba a un color pardo oscuro, dejaron que se los tiñeran de
azul ati.il. Esto 10 corrobora fray Francisco Ajofrin en el siglo XVIII
(cosa que desconoció Alamán, pues el manuscrito del anterior perrm.-
neci6 in~dito hata 1964) diciendo entre otras razones que los francis-
canos se vestían de azul " por ser fácil este tintc",)
En su cronica dominicana, fray Agustin Dávila Padilla dice que
en tiempos de fray Domingo de Belanzos, en el capitulo celebrado en
México en 1535, se prohibió a JO$ dominicos vestir sacos. sayos y al-
millas. Su vestimenta se reducia a "una túnica a rafz de carnes, en
vez de camisa seglar, y sobre ella el hábito. formado por la saya, el
escapulario y la capilla. todo ello de una jerga gruesa y tosc.a ."4
Al correr del tiempo llegaron nuevas órdenes religiosas a la Nueva
España: en 1566 arribaron los hipólitos. Según lo establecido por la
bula de 1579. todos los hennanos llevaban dentro del hospital un h'-
bita de paño pardo con su cedidor. y para salir a la calle usaban.uno
más largo y una capa. La bula de 1604 añadió al hábito escapulario.
cepillo, ceñidor de cuero y sombrero. Pertenecian a la Congregación
de la Caridad y se ocupaban de los dementes. A los hipólitos siguie-
ron los Jesuitas. lIe¡ados en 1572, todos 'Vestidos de: negro, al igual que
Jos juaninos. Luego, en 1580,105 dieguinos, con h4bito5 color caf~ con
capucho y cordón blanco en la cintura. Los merc::edarios. en 1582, cpn
hábitos blancos, el escudo de la oroen en rojo sobre el escapulario.
y espada cuando salían de viaje. Los carmelitas, de café. Hegaron en
1585.
En 1592 se dio la ordenanza de sayales y sayaleros. &tos esta-
ban obligados a tejerlos expresamente para cada orden religiosa de
acuerdo con especificaciones precisas en cuanto a número de hilos,
color y calidad. Los sayales se denominaban de San Francisco. del Car-
men. de San DieIO...s

Indumentaria • •Iar

Al principio todos los ornamentos provenian del viejo continente: "En


el Cabildo del martes 3 de febrero de 1540. expresó el SeAor Zumá·
rraga que la mitra rica, y las fuentes de plata y báculo hizo traer de
Castilla; y pichel de plata, gremial y sitial y almohadas de seda y todo
el resto de su Pontificiallo tiene a su uso. y no por suyo propio. sino
Gremial bordado con el por de la Iglesia."
bJuón de la "',16n y cscwlua
Sin embargo. un año des~s ya se estaban haciendo en la Nu~
fl'KlKanos con 1&5 c:iN;D
lIap,. Silla XVI. Pcrtl.:ncd6 a va Hspana: "Viernes 4 de febrero de 1541. estando ayuntados capitu-
fra)'Ju.ndc:Zum'rr .... larmente su Señoría y los seftores ... si los tuviera, que los noventa
MUlII:o N.donal del
Vll'fti"ato, TepollOlI!n. y dos pesos tres tomines del dicho oro de mina. se gasten en cuatro
~
128
capas; las dos de carmes1 y las otras dos de terciopelo verde. que es-
tán comenzadas." Y el "martes 11 de mayo de 1546 pidió prestado el
Sr. Zumárn.ga. para ejercer actos pontificiales. asf en esta ciudad como
fuera de ella. el Pontificial rico de que tiene hecha donación a esta
Santa Iglesia. Al efecto se le entregó el mismo día la mitra mayor y
más rica, las dos fuentes de plata, el aguamanil, el báculo. Wl cáliz
dorado con su patena, dos ampolletas de plata. túnica y tunisela de
raso blanco con su franja blanca, guantes. cuatro anillos de oro con
sus piedras, unas calzas de damasco blanco. una silla del Pontificial,
el sitial, que es una alfombra. un paño de terciopelo pardo, dos coji-
nes de lo mesmo con una silla rasa, y el gremial mayor y más rico,"6
Aquí se trataron de copiar los bordados de las ricas indumenta-
rias traldas de Espafla, como las toledanas; otros diseftos se inventa-
ron bajo la dirección de los frailes, Mucho contribuyó a esta artesa-
nía la intervención del virrey don Antonio de Mendoza, quien en 1546
dio la primera ordenanza de bordadores. La patrona del gremio era
la Virgen de las Angustias. venerada en la iglesia del Hospital del Amor
de Dios.' Al ser clausurado el hospital en 1788. la imagen pasó a la
iglesia de San Andús, demolida en 1868,-
Además de los artesanos que formaban el gremio, los indfgenas
pronto aprendieron a bordar. Motolin1a, hablando de su habilidad,
dice: " hacen calzas y guantes de aguja con seda y bonetillos de seda.
y también son bordadores razonables ",'
En el Museo Nacional del Virreinato se conservan tres gremia-
les, paños que acostumbraban ponerse los obispos .s obre las rodillas
para el besamanos. Uno de ellos, bordado sobre seda azul verde, per-
teneció a fray Juan de Zumárraga (1468-1548). Los bordados mues-
tran en el blasón los instrumentos de la pasión de Cristo. y en las es--
quinas el escudo franciscano. Todo el paño está orlado con el cordón
de esta orden.
Otro de los gremiales perteneció a don Alonso de Montúfar. su-
cesor de Zumárraga, y el último a don Pedro Moya de Contreras, ter-
cer arzobispo de México. IO
Bajo la influencia de la Iglesia florecieron las artes y las artesa-
nías. Dos técnicas de origen prchispmico se aplicaron al arte sacro:
la pasta de ca1ia con que los pu~echas elaboraban las esculturas de
sus dioses se convirtió, dirigida por los franciscanos en Tzintzuntzan,
en ligeras imagenes de Cristo crucificado, que cubrían con cendales
de pita de un tejido muy fino cubierto de plumaria, Al llevarlos en
las procesiones las plumas de colibrí brillaban como joyeles.
El primer obispo de Michoacán, Vasco de Quiroga, dio nuevo im-
pulso a la plumaria de Pátzcuaro, donde se hicieron imágenes cris-
tianas, indumentaria religiosa y hasta vasos sagrados, como el cáliz
de plata y madera labrada, con fondo de plumaria. que se conserva
en el Country Muscum de Los Angeles, California."
El mismo obispo Quiroga. en su viaje a España. llevó varias mi-
tras cubiertas de plumaria, como regalo para el Papa y obispos, las
cuales pueden admirarse en varios museos europeos. La que se en-
cuentra en el Tesoro de la Catedral de Toledo, Bspaiia, tiene plumas
de colibrf color de rosa.
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"Cinc; uo.:rul y ltete P':'Ol Bemal Diat, describiendo las iglesias de 101 pueblos ricos, dice
pstados en la c ompra de UM
c.~ulla de cUomaKO blanc;o y
que tenían capas, casullas y frontales. y "las mangas de las cruces muy
un .lba" , 1551. labradas de oro y seda y aun perlas. y las cruces de"los difuntos de
Códice Sierra. raso negro y en ella figurada la misma cara de la muerte, con su dis-
forme semejanza y hucsos",1l
"()Q,cienIOI ochenta y un En el Códice Sierra, que es una relación de los 18StOS que se ba-
pc:_I'O~ que imponuon \lnA
dan para el culto en la iglesia de Santa Catarlna Texupan, Oaxaca
Clpa de dam.,c:o bl, nco )' \In
patio de tafeg" rojo. Todo lo (1550-1564) se menciona la compra de va rios ornamentos: una casu-
hi&o Tomi. de !tos Cuevas. lla de terciopelo negro. una casulla de raso rojo. una casulla de da-
IpI.l • los que Iuoy en 0."10::1.
c.toree monedas de 20 pHOl, masco blanco y una alba. Terciopelo rojo para unas dalmáticas, y una
m'" rca1c.. - AI\u 1561 . capa pluvial que hizo TomAs de las Cuevas en 1561. También apare-
Códice Sierr.. BibllotK& de la cen unas hopas de color carmesf. especie de sotana que usaban los
Univenidad de Puebt..
sacristanes.
En octubre de 1575 se dieron las ordenanzas para lorreros y be>
neteros. Los bonetes. semejantes a una aorra de cuatro pico~, eran
para uso de los eclesiAsticos; los habla romanos, salmantinos. caste-
llanos, de cl~rigo y de galera. pues tambiá110s usaban coleaiales y
graduados. En 1579 se dio la ordenanza de sombrereros. especifican-
do que los bonetes de cl~rigos dcblan ser de diez dedos de falda, Ylos
sombreros de fraile. "pardos para los franCiSCaDOS, de veinte y ocho
on:z:as".1l
131
Las ordenanzas para los sastres se dieron más tarde. a pesar de
que algunos hablan llegado con los conquistadores. Este gremio te-
nia como patrón a San Homobono.
En el tercer Concilio Mexicano de 1585 se detennin6 simplificar
la eauda coral que usaban los prebendados. Acostumbraban llevarla
plegada. excepto en las procesiones y actos públicos. donde se dejaba
cacr. Se usaba encima del sobrepelliz, imitando la costumbre de las
catedrales espai\olas.
Lucas Atamán comenta refiriéndose a esa época: "Los obispos
electos no usaban la vestidura morada propia de aquella dignidad,
pero llevaban el sombrero grande de canal forrado en verde lo inte-
rior de la ala, y con unos cordones de seda verde alrededor de la copa.
con borlas que colgaban hasta fuera."
Otro indumento más que usaban los prelados era la muceta, es-
clavina de seda o piel abotonada por delante. En el Museo Nacional
de Historia, en la ciudad de México, hay una pintura, de autor anóni-
mo, en la que fray Alonso de la Veracruz aparece vistiendo la muceta
sobre el hábito agustino.
También se usaba el balandrán, vestidura con esclavina sin man-
gas. Algunos llevaban prendidos de los hombros unos lienzos que casi
arrastraban. a manera de mangas perdidas.
A mediados del siglo XVI la mayoria de las telas se importaban
a través de España: lienzos de Holanda. bayeta blanca de Flandes, ter-
ciopelos de Venecia, estameña de Milán, brocados y rasos de Casti-
lla, tafetanes de Barcelona, paños de Valencia. de Ruin ... Sin embar-
go, antes del fin de siglo ya se hablan establecido muchos telares
urbanos. En los obrajes comenzó a tomar incremento el tejido del pais,
"raso amarillo de la tierra, labrado", algodón, lana y hasta seda de
la Mixtcca. Los colorantes naturales como el añil y la cochinilla pro-
ducian tonos indelebles y hacia "1596 se tejia en Nueva Espafta una
tela de oro con punto de sarga a uso de Italia".14
Ademt. ya habla quedado establecido el comerc:io con Oriente;
cada año llegaban las naos al puerto de Acapulco cargadas de merc:a-
denas, entre las que habla telas de seda de diferentes texturas, algu-
nas propias para ornamentos religiosos, y con el tiempo empezaron
a recibirse ornamentos bordados en China con flOres y mariposas mul-
ticolores.
Por la misma ~poc:a debe haberse iniciado la elaboración de ca-
joneras especiales para guardar la indumentaria reliaiosa. E.I jesuita
Carlos Borromeo escribió en 1577 una instrucción sobre los ajuares
eclesiásticos y recomienda: "confecciónesc con tablas de nogal un ar-
mario amplio. en el cual se conserven los sacros indumentos. . . Ten-
ga cajitas movibles, y ~stas separadas y muy amplias, en las cuales
tambi~n de acuerdo con la variedad de los colores se conserven los
sacros lndumentos tendidos y distribuidos y con orden" . 15
Tambiál habla de unas perchas para exponer los sacros vestidos:
"en la sacrisda tambil:n haya perchas confeccionadas pulidamente,
colpdas de cables movibles y de poleas en las que se expongan o se
extiendan los sacros indumentos, cuando sea necesario".
132

Siglo XVII
133

Durante este siglo llegaron otras órdenes religiosas a la Nueva Espa-


da; en t 604 arribaron los juaninos para ocuparse de los enfermos. y
en 1614105 benedictinos. quienes vcstIan túnica larga y capa negra.
En 1628105 antoninos. cuyo hábito era de paño azul con la letra grie-
ga 1014 sobre la capa. En 1674, Ios betlemitas, que usaban túnica con
capa corta color leonado. con una cruz azul. ceñidor de correa y san-
dalias. y en 1697, los filipenses. que vestian túnica negra, capa y bonete.
A fin de siglo la indumentaria de los frailes agustinos se modifi-
có con hábitos negros y capuchas; dcspul!s se adoptaron mantos y som-
breros de teja. Sin embargo. en 170 I se les ordenó mediante una c~­
dula que "se quiten los mantos y sombreros; y que traigan mangas
largas y bordones".16
En ese siglo los dominicos usaban Wlas fundas para las piernas
llamadas " medias de polaina" y adoptaron el sombrero de teja.
EI7 de diciembre de 1679 se reglamentó el corte del cabello con
un edicto del sedar arzobispo. " para que los clérigos se quitaran los
copetes y melenas y cuellos azules. y todos obedecieron hasta los pre-
bendados". n
En el siglo XVII lambi~n se modificó la indumentaria de los san-
tos. En 1540 Vasco de Ouiroga habia dirigido en Pátzcuaro la elabo-
ración de una escultura de la Virgen de la Asunción con la t~cnica
prehispánica de la caña de maiz cubierta con maque para darle una
terminación semejante a las figuras estofadas. Sin embargo. en 1690
y pese a la oposición de varios sacerdotes, la escultura se recortó con
el fin de vestirla de " miridaque" y colocarle un annatón que amplia-
rla sus ropajes al estilo de las vlrgenes espanolas, como la de los Re-
medios. También se le puso cabello natural y muchas joyas; ademAs
se le cambió la advocación por Virgen de la Salud, en vez de Asun-
ción, como la habla llamado el prelado. En su camarín se conservan
trajes lujosamente bordados, WlO en especial adomado con sedas flojas
formando pensamientos muy bien matizados, y en el interior el nom-
bre de la bordadora: Josefa Macias.
En el inventario de los bienes de la Archtcofradia de la Purisima
Concepción, fundada en la iglesia de La Merced en 1691, se menciona
"un manto de raso celeste bordado de plata y mucha pedrerla que es
del vestido de lala que N. Sra. tiene puesto de plata y forro de tafet,"
rosa, y un clngulo azul turquf bordado de oro, con sus borlas". En J'
1667, al llevarse a cabo la dedicación de la Catedral de Mbico,la Con-
gregación de San Francisco Javier erilióun altar a su patrona. La ima-
gen estaba vestida "con sobrepelliz, estola y capa bordada de cabres- Prcl.do con mw:llt. ~
broc.cSo'ltrc.mltr...: un.dc
tillos de oro" y joyas de piedras." obilpo Oe P\lebl., otr. de
De Oriente tambi~n llegaban esculturas de santos reaJizadas en .nobllpo.vim='1 de l. dudad
una sola pieza de marfil y otras, como la de la Virgen de la Expecta- dtMhlco,/a(crccr,de
obllpo de Oama. .1,10 .... IL
ción que se conserva en el Museo del Virreinato, cuya cabeza, manos DonJIIMI.hW~'1
y pies son de marfil, montados en "armazones de madera revestidos Mcnclou., 1669.
de brocados. o terciopelos bordados recamados con joyerla".JO Anónimo. 06e0 aabrc tilla.
Colecd6n particular.
En el Museo de Arte ReU¡ioso de la Catedral de Mbico se guar- <l
daba una enorme "capa pluvial que mandó bordar el prócer don Die-
ao de Malpartida y Zenteno para la estatua de San Pedro. Bordado
sobre damasco cannell en oro de dos tonos que reproducen grandes
nores de una armonia incomparable. parece encerrar en ella todo el
134
espfritu de este arte manual humilde: el bordado. Su autor fue un
bordador mexicano. Antonio Rangel, y ]a pieza ostenta la fecha de
1699,"21
Manuel Toussaint, nos da los nombres de varios bordadores de
esta ~poca: en 1622l.ázaro de Cu~Uar, maestro bordador: luan Bau·
tista. indio bordador que hacia andas en 1619, y Matías de Cerecedo.
maestro de bordado en 1626.u
En 1700 el padre Antonio de Robles ruzo la relación de la fiesta
celebrada por la canonización de Sau Juan de Dios. Al hablar de la
procesión dice que "iba el santo con h4bito de gorbaTÓn de color de
su instituto. que cosleó la señora virreina doña Maria Andrea de Guz-
mán, bordado a todo costo de ojuelas de plata y oro, entorchados con
labores de flores y granadas; la de la mano era toda de esmeraldas
guarnecida de oro, los granos que descubrfa eran rubíes tambiál guar-
necidos de oro, la diadema de perlas y diamantes: ... y Sr. San Pedro
muy hennoso. con el adomo que se dijo ayer. a quien carpban los
religiosos de San Juan de Dios; iba vestido de pontificial, sotana de
tela encamada, alba rica de campeche de fina pita, salpicada de per-
las. la bordadura de las mangas y pectoral de diamantes, la capa de
oro bordada de plata y oro carmesf de todo rea1ce".u
Su uso perduró, pues la Gaceta de México, al mencionar un va-
lioso ornamento del templo de San Francisco en 1733, dice: "no siendo
menos apreciables tres albas campechanas"; y tambi~n menciona·ese
mismo ano que, en el templo de Tlatelolco, por vez primera sacaron
un "costoso ornamento de tela blanca, con sus albas de Campeche"}"
Curiosamente. la fibra de maguey habla llegado' a rccamarse de
perlas. El historiador Carrillo y Gariel comenta que era de tomarse
en cuenta por tratarse de un producto dpico, aunque no especifica
si se empleó en la tela misma o en los encajes. Tambi&t se tejieron
encajes de bolillo de plata.
El arzobispo Feliciano de la Vega, nombrado en 1638, murió en
el camino de Acapulco a Mwco. Era oriundo del Perú, y su cuerpo
fue traído a la ciudad de Mbico en 1640. donde se colocó en la iglesia
de San Jerónimo en "una cama muy vistosa de Japón. de talla de bar-
niz y oro, con cielo de brocado". En el inventario de la Catedral de
M~xico se mencionan entre sus pertenencias una capa de tela de oro
y plata omada con veinte tachones de esmeraldas y una rosa forma·
da por diamantes, y cuatro broches de plata. 15
y en el mismo inventario aparece un temo completo. "trabajado
en el mejor brocado, el de tres altos. blanco y anteado y cenefas de
canutil1o". La tela la reaaló el virrey duque de Alburquerque.
Guijo reseña en su Diario que el do de 1651, "habimdose despedi-
do del cabildo. se vistió de morado el Dr. don Nicolás de la Torre, deán
que fue de esta santa I¡lesia, en el colegio de Doncellas; vistiose de ~
quete y luego los ornamentos sacerdotales. y dijo misa en. el altar ma-
yor, y acabada,. le vistió la muceta y capa de oro el Dr. Gabriel Ordoñez" .
A fines del siglo XVII el lujo de la indumentaria reli¡iosa se ha-
bia acentuado mucho; Antonio de Robles, en su Diario de Sucesos No-
tables, dice en febrero de 1701 que el arzobispo "fue a la iclesia de la
Merced .. . visti6se capa blanca y mitra limpie. báculo de carey guar-
necido de filigrana de oro".
135

Cru, ~pjico p¡r,L R~ I; .. ario de


fi lig ra na d~ Oro \' m ,ario
S'glox vl!
Pl' rl e nl'ció a Don Ju an
de P 3lafo~ \' M ~ndoza
Colee,ión pa " ic u lar
136

Siglo XVIII

El auge de riqueza que alcanzó el virreinato tenia que reflejarse tam·


bién en la Iglesia: la pompa en el culto alcanzó su apogeo en el siglo
XVII I.
El manto de la Virgen del Rosario, del convento de Santo Domin-
go, en Puebla. era famoso por sus perlas. Estaba valuado en doscien-
tos treinta miJ pesos y, adem's. nevaba al cuello tres hilos de perlas
que pesaban tres libras. Más rico aún era un .vestido de la Virgen de
]a Paz, que se veneraba en el convento de San Agustín. en la ciudad
de México: "bordado con todos 105 Santos Patriarcas y Progenitores,
entretexiendo sobre TasO carmesf. en varios ramos y florones de oro
y en unas joyas muy preciosas. sesenta y tres mil, quinientas y seten-
ta perlas de todos tamaños, que pesaron setenta y cinco onzas y me-
dia, que eran del adorno de dicha imagen y solamente la manufactu-
ra de dicha labor. cost6 ochocientos y cinco ps."26
Al parecer, la mayorfa de los bordadores se estableció en Ja ciu-
dad de México y en Puebla. Aunque predominaban Jos espadoles, tam-
bién los había indígenas, como en TlOntecomatlán. donde fray Alon·
so de la Mota compro en 40 pesos una "basquiña de raso blanco
bordada de torzal de seda, curiosa", hecha por lo~ naturales del
)ugarP
El bordado fue introducido -según Mcndieta- por un lego fran-
ciscano de origen italiano Uamado fray Daniel, en el siglo XVI. Entre
los mercedarios, se¡tJn la crónica de su convento, tambi~n hubo bor-
dadores: fray Juan Calindo, sacerdote. y Andris Nazen, lego. Una tem-
prana ordenanza exigió que nadie podía bordar para vender sin estar
examinado; asl se garantizaba la calidad de la obra. Además. los obre-
ros eran considerados artistas-artesanos.
Los hilos para bordar eran sedas flojas de origen chino e hilos
de Milán, de plata, oro y plata dorada. Con ellos funnaban petatillos
entorchados en forma de cintas y figuras de relieve que enriquecían
con "la mezcla de lentejuelas de oro y plata pavonada, además de la
aplicación de piedras de espejo".lI
Se trabajaba sobre terciopelo genovts, rasO( de seda y damascoa
forrados de lino. En el Museo del Virreinato de Tepotzot1in se encuen-
tran ornamentos de distintas épocas, entre ellos uno del sia;lo xvm con
cintas meuUicas sobrepuestas, formando lazos de estilo Luis XVI. El
conjunto da una impresión de esplendor. En una colección particu~
lar se conserva otro ornamento igualmente rico, en el que puede apre-
ciarse la influencia ¡ndigena, pues tiene bordados lUlOS simpéticos pe-
ricos con sedas flojas. Muy lujoso era el ornamento neoclásico del
arzobispo Alonso Núfiez: de Haro y Peralta (1771~18OO) mencionado en
el Tesoro de Catedral. Pero para apreciar mejor el efecto de los orna-
mentos virreinales hace falta su marco apropiado: las festividades.
Por ejemplo las que se celebraban en el templo de la Profesa. como
las pascuas de Navidad y de Resurrección, donde además de los te....
nos ponían fronta les de a lt ar ,haciendo juego. Todo de una magnifi- Prdado conmj(raadomada
con in s igni a de la i~l~ s ia
cencia extraordinaria tanto por su calidad, como por su buen estado ori~ n tal. Colhar d~ la Orden
de consenoación y el buen gusto con que arreglaban e l conjunlo. d~ Ca rlo~
111. S'glo XVIII
Para tener una idea de la riqueza y variedad de la indumentaria Mu.eoNadon ... ldd
Virrein"'l o. Tepouotlán
religiosa y demás cosas necesarias para el culto, es interesante cono-
ce r este documento, fechado en México el. 4 de mayo de 1772;29
138
Apéndice núm. 6.- Lista de lo que por orden del I1ustrisimo y Ex-
celentísimo Señor Arzobispo actual. de esta Diócesis, he separado
en las sacristías del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de
esta capi tal. para la Vicaría o servicio de su iglesia principal.

Ornamentos completos:

Dos o rnamentos blancos de te la antigua. completos. como sus ad-


herentes.

1 Id. blanco de tela de plata completo de casulla y dos dalmáticas,


con sus adherentes.

2 Id. colorados. el uno comple to de tela antigua. y el otro bordado


muy usado y no completo

1 Id . negro completo y sin paño de púlpito. de tela antigua.


1 Id. morado, compuesto de casulla. capa y paño de púlpito. y dos
planetas viejas.

Casullas sueltas para dias cláskos:

12 casullas de lustrina blanca. iguales con sus adherentes.


12 Id. blancas de distintas telas y bordados.
5 Id. de lus trina colorada. iguaJes. con sus adherentes.
4 Id. blancas. de damasco. iguales. con sus adhe rentes.
2 Id. coloradas de damasco. iguales. con sus adJ:terentes.

Casullas diarias ordinarias:

8 casullas de damasco. iguales. guarecidas de oro. con lodos st.:s


adherente s.
8 Id. coloradas de damasco. iguales. guarnec idas de plata con to-
dos sus adheren tes.
6 Id. moradas, una de tela, otra bordada. otra de terciopelo y tres
de damasco. con todos sus adherentes.
5 Id. de tela y cuatro de capichola. con flores de oro. con sus adhe-
rentes. todas verdes.
Todos los dichos ornamentos tienen sus frontales. aunque desigua-
les entre si. de los c inco colores.

Albas para dias clblcos:

10 albas de Bretaña. con encajes de caracol. correspondientes a


los ornamentos enleros.
8 Id . de Id .. correspondientes a las casullas s ue ltas de tela.
20 Id. ordinarias de Bretaña, con encaje angosto para surtimiento
y remuda de lo diario.

8 <!1 1I bore"gu! de o n¡:c n


jrahc . Stda bordada .." pl" ta
con mcdallone ~ en ~olo r . Siglo
13 cingulos de listón de tela, correspondientes a ornamentos com-
XVIII . Mu,.:o
Nac ional de] Vi rTein~ I ". pletos y casullas sueltas de tela.
Tepotlul lán 20 Id. de cinta y listón de uso diario.
139
Amllos:

6 amitos con lis Iones para ornamentos complelos.


29 Id. ordinarios.

Varios ulenslllos necesarios:

37sobrepellices.
1 palio blanco de china.
I muceta de Id . con su estola )' roquele.
4 toallas de sac rist ía.
Varios manotejos o rdinarios.
I tafetán para el comulgatorio.
2 manteles de comulgatorio.
15 aras de a ltares y sagrarios, todos de altares, vestidos con
todos sus necesarios, de tapetes, cubiertas, ca ndeleros, atriles.
La tumba de difuntos con tocios sus paños.

Manleles de altar:

3 mante les de cambray y dos manotejos y dos pedazos de


punta de oro pa ra días fest ivos.
12 iguales de Breta ña para todos los a ltares, en días clásicos.
40 dic hos ordi narios. para todos los dlas.

Pallas:

14 palios de glassé de plata, )' Olras telas , para dias clásicos,


con palos dobles.
12 Id. de espolín de seda, para entre año, con sus paños
dobles.
20 Id. ordinarias con paños.

M I .. lu:

4 misales forrados de tripe, dos de éstos con chapetas de plata


para días clásicos.
2 Id. manuales de epistolas y evangelios.
13 Id. usados. para misas diarias.
7 manuales de di funtos.
3 de ad mini st rar sacramentos.

Detalle de casull a con


influenci a indl gena
SigloxvU!
Colección panicular.
¡ -lO

E ste docum ento resulta curioso, pues en esa fec ha no hab ía en


Pr~ laJ" U,IO ¡'("'''~ Ie
~f\<",n.li" d ... , .,d ad" d ~ ~"c~Je
la c iuda d de México ningún ar7.0bispo. Franc isco Antonio de Lo ren-
8 ,,'.-.'1" y Inllr.. b<.rd ... dad" zana y Bu tró n había salido d e Ve racruz el 7 de marzo de 1772: y el
"ru S igl<.H' HI . siguienl e a r.wbispo, Alo nso Núi'lez de Haro y Peralta, llegó a t ie rras
t)w, Alldr~, Amb"" i" 1.1"0'"
y VaI J¿, mexicanas el 12 de se ptiembre de 1772. Indudab lemente la orden se
A,,¡o r I ¡¡n ,,~ , ... Mar ía Ba ...·., da dio, pues así quedó asentado, pt!fO no lo hiw ningún arzobispo. De
úl<.~. _""br~ tc J&
M.. ~"o NacJ ...".s. J dd
<: ua lqui er manera, lo importante para nosotros es la amplia y precisa
Vir reina to , T"pot/o, lán informad6n que da sobre la ind u menta ri a religiosa y demás objetos
necesarios a l culto.
141

Las diferencias con España fueron puntualmente registradas: Fraile franciscano. h.t.bitoa~u l
ai\ il; muce _ " y binetec~n
Fra ncisco de Ajofrin. fraile capuchi no que visitó la Nueva de 1763 a borla blanca del doctora do en
1767. comentó el uso ex.agerado de los gorros blancos: " todos traen leologll. Siglo ~'111 . Fray
Duns SCOIO. Autor Mig uel
su gorro muy empingorotado, hasta los clérigos y fra iles, los he visto Cabrcrl, ó leo sobr" le la
en el confesionario con gorro, dar la sagrada comunión con gorro, y Museo Naciona ldd
esto en Mexico. Salir para decir misa con gorro y quitársela al ln- Vineina lo. TepolZo_l iÍn
troi1o ."~
Ajofrin también notó que los "reverendos Padres dominicos traen
en estas Provincias el rosario al cue llo. colgando sobre el hábito; a
142
su imitación le traen tambit!:n los Padres de San Juan Dios, los Padres
Bethlemitas y los Padres Hipólitos",J!
Los canónigos usaban unos puños blancos llamados "bolillos" por
adorno en su traje capitular y que les diferenciaba de los cl~rigos
comunes.
El fraile carmelita Antonio Vázquez de Espinosa escribe en 1630
que "cerca de la Universidad y escuelas hay otro colegio muy grave
que llaman de Santos, el cual tiene doce colegiales los mas de ellos
sacerdotes que entran en él por oposición; nevan los mantos pardos
de pafio y las becas de grana algo cortas".J.2 Esa institución desapa-
reció en 1843 y el edificio fue derribado; estaba situado en las actua-
les calles de Corregidora y el colegio se regia por la misma constitu-
ción que el de Santa Cruz en Valladolid ..n
Como complemento de la indumentaria reliaiosa hay que aftadir
el lujo de las cajoneras. Juan de Viera menciona. en 1777. la del Cole-
gio de San Ildefonso: "tiene una caxonerfa que coCe todo el frente de
~lonj.J. concepcionista el d i.
dt' ~ u profni6n. Corona )'
la sacr¡slla. de finísimas maderas embutidas. con sus chapas yabra·
~Ima dn:ur;td .., con florn de sader.s de plata donde se guardan más de SHenta ornamentos de ri-
tC!lae nc.:: rad a. qulsimas telas y prucianas y ~s enteros que pueden lucir en la mis-
Cotec<,;i':'n~.,icu lar.
~
ma Catedral, siendo el uno de ellos tan particular y rico que p~ de
mil pesos su costo, bordado de realce en oro. plata y seda. Albas hay
Tuca de profC'$i6n. Terciopelo
bonladQ en pl.u.. Sillo XVIII.
tan ricas que vale cada una cien peSOS".34
Calrcciun p,artkul ..... El marco para el lucimiento de toda esta indumentaria no podfa
> ser menos rico: altares barrocos de madera tallada. recubiertos de
oro. Los habla en todas las iglesias de la ipoca, asi como pinturas al
óleo de calidad. esculturas estofadas, andas de plata maciza, fronta-
les de altar, vinajeras. platos, incensarios, portapaces, ciriales, cru-
ces, candeleros, sq:rarios. todos del mismo metal. Cálices de plata so-
bredorada, custodias de oro con pedreña, lámparas y candiles :J
barandales de plata, ramilletes y blandones. Todo esto hizo exclamar
a Viera, "los Patricios de Mbico. acostumbrados a ver en esta ciu-
dad lo que es grandeza. riqueza y magnificencia. pues s6lo que fue-
ran sus paredes de plata de martillo causarlan mayor admiración,. aun-
que no se espantanan de ver tanta plata junta".»

C-Vcn'oa do -Ju
Fray Juan de Zumérraaa. primer arzobispo de Nueva España, luchó
con empe~o hasta alcanzar el permiso para fundar un convento de
monjas concepcionistas. en 1540. A fines del siglo XVI ya hablan lle-
gado c1arisas, jerónimas, dominicas y agustinas. En el xvn arribaron
a la colonia las cannelitas descalzas y en el XVIII dos nuevas órdenes:
la de El Salvador y la CompatUa de Maria, ~5ta para dedicarse a la
enseñanza. En el Museo Nacional del Virreinato se conserva un cua-
dro del si,lo XVIn, de autor anónimo, donde se ilustra la indumenta-
ria que portaban las diversas órdenes de religiosas.
En una li sta del convento de Regina Coe li , en México, aparece
lo que habla menester una novici a para tomar el hábito:

Una pieza de lanilla para dos hábit os.


Tres varas de crea para forra rlos
Tres pesos de seda para coserlos.
Seis varas de es topilla pa ra pañuelos y paños de tocas.
Cuatro camisas, tres de c rea y una de bretaña.
Una almohad illa con todo lo necesario (pa ra costura).
Cuatro delantales de bretaña ancha.
Un paño de rebozo de Sultepeque, azul y blanco ... lb

Esto es sola mente parte de la li sta, as í que en la indume ntaria


de las monjas también hubo prendas comunes como el rebozo que tam-
bién usaban las dominicas de Pá tzc uaro. En 184 1, cuando las visi tó
la marquesa Calderón de la Barca, escribió: " Vimos a lgunas monjas
ves tidas con hábitos blancos, y que en vez de velo usan e l rebozo ne-
gro de las indias. "J7
Un caso insóli to fue e l de la s monjas de J esús María: una de ellas
introdujo e l uso de las pul seras de azabache; otra, la costumbre de
plisarse la toca y el escapu lario; a ira más, la usanza de a nillos. Hasta
que se hizo un a reforma y volvieron a la austeridad.
El pli sado o encarrujado de la loca o e l escapulario, prev iamen-
te almidonados, consistía en un pla nchado con pinzas especia les -
ll evado has ta la perfección- para oblener el efecto de abanicos des-
plegados, En el retrato de sor María Cande laria de la Sant ísima Tri-
nidad, monja concepcion ista que profesó e l 15 de diciemb re de 176 1,
se aprecia muy bíen e l pli sado de l escapu lario.
En el Calendario de Cumplido, para 1837, se anunciaba lo que
se hacia en los conventos de la Enseñanza Nueva, de benedictinas: "se
lavan ropas, , , se encarruja y se muele chocolate", y en Santa Brígi-
da: "encarrujados singulares de Iglesia", Esta especialidad todav ía
pe rdu ra en algunos lugares; entre ellos Pátzcuaro, donde se practica
en mante les de a lta r, albas y roque tes.
Las concepcionistas usaban dos escudos con imágenes re ligiosas
enmarcados en ca rey; uno en e l pec ho, sobre el escapu lario, y otro
pequeño prendido en el manto. Unos eran pintados por anistas de preso
tigio: otros se bordaban o hacían "al hilo pegado", con sedas de colo-
res torcidas y pegadas, trabajo semejante al que en la actualidad ha-
cen los huicholes. En contraste con la delicadeza de los escudos, que
lucian sobre el hábito blanco de estameña, estaba el ceñ idor: " un co r-
dón de pita o ixtle".lI Completaba su vestimenta una cofi a y griñón
blancos y e l ve lo neg ro.
Las clarisas acostumbraban hábito y manto azules. Las je róni-
mas, tuniea bla nca, velo negro ondeado sobre la frente, toca blanca
y escapulario negro con escudo de metal con alguna imagen. El re-
trato de sor Juana Inés de la Cruz, la monja poeta de l siglo XVII, es
~I mejor ejemplo del atuendo de esta orden.
AnvH ~y re ~ersodel rel raTO La s dominicas usaban túnica, toca y escapulario blancos, y un
J" unar.,li llim a velo negro recogido en la espalda con un li stón a manera de pequeño
conc" pciun isl ad., la tam lli"
Ccr~a rll "s. an h,s y d.,~puts de escapula r io. El ma nto era también negro.
pmle~ar. Las agus tinas vestían hábitos negros con mangas largas. Las car-
AU lora núní mo
01.0(, ,o bre lámi'la de co hre
melit as, túnicas y escapularios de color café, con el escudo de la orden.
Silllo XVIII . Colección Las brigidas, hábi to pardo con escapulario ceñido por una cinta
panicu lar blanca, cofia y griñón blancos, velo negro. Según Garda Cubas, en
las solemnidades usaban coyuga y sobre el velo una corona de cintas
blancas con dnco discos rojos, en representadóo de las cinco llagas
de Cri sto.
l as monjas de la Caridad (1844·1875) se distinguían por sus am-
plias tocas, las cuale s fueron reformadas en el siglo xx.
Una de las ocupaciones de las religiosas era elaborar objetos in-
di spensables para el culto, como palios y estandartes para las proce·
siones, purificadores, manotejos y albas. A las monjas del Convento
145

de Santa Rosa, en Puebl a , se atribuye un o rnamento con e l escudo


dominico, enga lanado con hilos metá licos que contras tan co n e l bri-
ll ante colorido muy bien matizado de las sedas floja s con que están
bordados angelicales músicos, los cuales aparecen tocando instrumen-
tos de la época. Se tra ta de un conjunto muy rico y representativo del
ba rroco; consta de casulla, dalmáti ca s y capa pluvial con broches de
plata. Seguramente cua ndo lo usaban, en ocasión de las grandes fes -
ti vidades, lo colgarían de la percha referida por San Carlos Bo rromeo:
" los sacros vestidos. pa ra el uso del Sac rificio de la Misa (en los con-
ventos de monjas). . están colgados en una rueda situada entre el gro-
sor de la pared, ent re el convento y la sac ri stía, para que las religio-
sas puedan guardar y di sponer desde adentro. y que por uno y otro
lado, estén protegidos con batientes que puedan cc rrarse con
lIave ",19
146
Otro testimonio importante que se conserva en el Museo Nacio-
nal del VineinalO son los retratos de monjas coronadas del siglo xvm.
En ellos se pueden apreciar mejor 105 diferentes hábitos de las órde-
nes religiosas, exponentes del delicioso barroquismo de la q,oca. Los
adornos variaban según lo acaudalado de la familia a la que pertene--
cía la religiosa. quien aprovechaba la ocasión para lucir todas sus jo-
yas. Estas novias celestes se engalanaban para el día de su profesión
con todo el lujo que les permitlan sus recursos.
En la orden de la Concepción aún conservan una corona llamada
"imperial" que Jos familiares de las novicias hadan decorar por las
mismas religio58s, con flores de tela encerada o chaquira. Lo mismo
sucedía con la cera que llevaban en la mano y el santo que las acom-
pañaba, casi siempre un NUlo Dios. tambi&t lujosamente vestido. Al·
gunas llevaban las tocas de profesión en terciopelo, bordadas con pcr·
las, hi los metálicos y lentejuelas.
Las glorias de la profesión eran como la flor de un d1a; después
de la liturgia eo la capilla se orrecia a los asistentes una merienda
en el locutorio del convento. De anlemano la superiora pedía a la n~
vicia que escogiera entre ver o hablar. "Si preferia hablar, tenia que
hacerlo con los ojos bajos, mirando el piso; y si escogfa ver, no debía
proounicar palabra. "40 Quizá por eso pocos retratos hay con la mi-
rada baja. En la mayorfa de los cuadros. las monjitas estén con los
ojos bien abiertos. como queriendo retratar el momento y asi amue-
blar alegremente su memoria, ya que al dia siguiente empezaría su
vida de voluntaria renunciación y no volverfan a coronarse de flores
sino hasta el dfa de su muerte.

SIGLO XIX

A principios del siglo XIX, con la Independencia, se abrieron las fron-


teras y llegaron anistas extranjeros como Egerton. Nebel, Decan. De-
bray, Rugemlas y Gualdi. quienes vieron al pais con ojos ouC'YO$ y plas-
maron en sus obras a sus habitantes. Uno de los más imponantes para
nuestro tema fue el italiano Claudio Linati, quien ademAs introdujo
la lilograffa en Mhico.
El estudio que él hizo en 1828 de las diferentes vestimentas, io-
cluyendo las religiosas. es la mejor coostancia que se conserva de esa
época. Ademlis de las litagraffas, Linati hace una corta y precisa ex·
plicación de cada personaje, situándolo en su ambiente. Al hablar del
monje de La Merced, a quien presenta montado a caballo, dice: "un
procurador de la Orden de visita a una de las numerosas propieda-
des de la comunidad. No os asombréis si lleva un sable debajo del há-
bito religioso. Nunca se emprende un viaje fuera de la capital sin te-
ner la precaución de armarse."
147

Al referirse al seminarista describe su indumentaria: " una toga No~ ic ill d~ "do bliln c<> el di"
de su profesión. Cruci fojoy
de pano de castor abierta por los lados. cu yo color varia segun las ,·e l;) ( nf lorado ... Sig lo XIX .
clases. Asi las hay rojas. azules y pardas; la especie de banda tenni - Colc:cdon p"n i ~u l ilr.

nada en estola qu e cae sobre la espalda hasta los talones" leva " un
anillo de plomo que evita que vuelen las puntas y viene a ser el arma
que decide en los combates durante las horas de recreo", (Tal vez la
cost umbre actual de decir "le dieron un plomazo" tenga su origen en
este pasa tiempo .)
Hablando del fraile Camilo dice: "un hombre envuelto e n su gran
capa negra echada despreocupadamente sobre la espalda. __un gran
sombrero oblongo. con la cruz roja sobresale del fondo obscuro de
sus ropas. __ ese hombres es un filántropo. a lo menos por su institu-
ción . Su misión es acampanar a los crim inales al lugar de su eje-
cución".
Tambi¿m comenta: "La Republica Mexicana no ha osado refor-
Fa il ~ d ¡ominicoen hAb ito de mar esa m ultitud de solteros, blancos, negros, grises, pa rdos; en fin ,
Su o rden y mitra blanca
borda da de oro_ S illo XIlL de todos colOl"es, que los obstaculiza a ejemplo de la ma d ...e pa tria·'.41
Fr¡a y lt.. m6n Casau. Torr". y Años después Benito Juárez se encargó de llevar a cabo esa im-
la. Pl aza~ .
AUlor ¡anónimo. O leo ¡ob...,
portant e reforma. Con ella , empero. se perdieron muchos vestigios
Id a . d e la cultu ra de la época precedente. En panic ula r, lo q ue se refie re
Museo Nac iona l del a l culto re ligioso, ya que a l quedar prohibidas la s grandes proces io-
Vi rr~ in a t o, Tepolroll án
nes públicas donde se podía admirar el conjunto de la industria reli .
giosa. se perdió e l aspecto fest ivo y popular que acompañaba estos
aC IOs.
149

Glosarlo

....... wtrw'l'lC'llto pano rerrnartot mcwlcndo


el aire; e'" fonnado por yarillas que
.:Ipup11 aludo de tela "1 dftama 1M forma d~
und.alia, que M IHCUra WYl tin", a I~
.b~ en tcmk!rculo. hec:hu de metal. prprua del plt . Su oriaen arabe le' r..~
madera, concha nlur, b.mbUo marfil; c:onoce por el prefijo 11'.
Se u " ~,L!n..~
e.
ti pUl de lell. ~1 o piel. Se UII. -.:1- ralrnentet .. EI¡Mlfta"",,l li;llJlIvl . ~· i&i.·
lindolo suavementC cerea de l. uno y U.I hasta 1, fKha. aunque con menur

_...... es pre1elllOpaR la coq~rl. femenina.


Su UIO en Nuev. E.plfla data dr1,i.lo

traje CQDcimtuCOf1aduI"N en forma de


l!krTU de lanu. ,.ra ahucarlo o para
ljustarloal c:ucrpo.
......
........
frccuenc:il.

pitio cuadrado de lino q\M' M' pon .. w..


bre iDs hombros b.jo el alba 'Ujclo con
dos dnlU; el I ¡mboto de prot«c:lóro.

arma de fue., po",til que t"IlIpaU • 111 ¡-

...... _,\&do
arma dcfenH~ • Mnltjana de escudo
o en f~ de coraz6a, de de.
UJ'U de cuero. Cnlrudadu Y coc:idas.
liune poco M.,...ts de .. Irtillema. t::n
1\11 comienzos le daba lurJO Do l. carll:a
por mecl.io de una mecha. con Un.:I. I~r-
pe!ltina, y mb tank con la " III\'!!' ck ru.:-

......... p~nd. femenina que I r usaba


\'nddo para en.atlcharlo.
ba;o el
da". Eran nN)' pe..dal, de modo que
bien se empkaban en 1.. murall •• , bkn
se apoyaban en una horquilla. para ha·

........ arma ofensM compuc:.'" deun ."., px'


10re,ulardel .lOadOllmelros.llevan- ........
.xr fuelO.

cualquier elaKde E.lda Interiorquc ~i r-

--
docn WMI de IUlft'lYfIKISW1 hierro Iar- IICptlI'IIurvolwncnaladel wltido.1..os
IOdc unos 4O«nIImnI'Ol, por 6 o 1 de annacIorn le hadu. de\..nllal u olill~
ancho, cuyo hienv n" a!.I'II_do por de tcla almidonada..
unacuchl naplana,ClOtI UMpoantaen un
ladD y de lOrma de nwdia luna en el conjunto de anm.s de hlerTO con q_ !iC
~to. aunque ulsten alab..... ClOtI \IüIil.D ptlra su defensa 1m que iban al
hienoade diltlMN fonnu, variante. de combate. Comra de pelo. UPfIldllr, "KilI"
la "pUeMa. edil, que tubren el tuerpo; Olra. plK••
.......... denv. . delllOldado armado de alabar-
da_ En E.pafIa el el que penenec;:e al
que cubrlan bru06 y pl«nas. el rUII"-
ukr", pa~ lu mano. y para la cillbna
el ,"OTriO" y la cellldll. E. el morrión ¡a
Cuerpo de Alabardero., destinado. la coraza para la pane " .. perlar de: la ta-
cuardla del rey Ytu)'Ol ¡.dividuos pro- beu.. hetha en forma de talCO. que en
tedm de urpnu. del ejertlto; Hu. te- lo alto sujeta un ~ho o adoma. La
nlM ipaIe. pren-opd..... 1I¡\.IC lo. par- teJada el la pieu. de 1. armadu~ que.
diasdecorpa. dejando datubie-na Ja can.tubria yek-
....... ~k de ,,",lila, bcMOn u ojal sobre-
puesto que IC cote a la orilla del yeuj-
fmdl.1a ".ne.uperiorck la cabRa. La
medÚl .",..dN,. cubr" la panc supe-
ñor del tono, desde el a¡eJ1o hu ... la
do o'eapa para abotoouw para pla y d"tura; aJa-s ""'" lleva ,,_ralll,
.domo. Poral..wOn _CUCe de IoscOf'> que c:ubrla de la clon.....a a11DU.lo. Este
dones _iD a alpna parte del_ifor- U:nnioo se ap.lita a 01 .... peque..... fal-

-...... _....
me aunque .lmplcmen. .ea como das de la lomunenraria masculina o fe-

"""""
llinlea blanc;:a rematada con entaJe, 4ue
menina. w armaduras \liadas en el aj.
,lo XVJ. mM apnc:iadas por el lempl~
del a«ro y IJUS dibujol: e.pa{iadol, eran
le U d biVo l. euulla: el . imbolo de In· lu de MIUn YToledo.

~odor1fenlUOC_altac-lOque
...... del bajo bnc6n ."'4
...-dura. hrrra-
Je. Annadura. COQjunlO de armas dd'cn-
_lKAdelabobaqU.l.ldaJ.mbe1ero1ie- a j _ que R vutian y acomodaban al
_eneIYieol:re'lR ........ pemu...eria. c_'JIO~concomtUyhe-
Se _ _ _ _ba....,-loen ... prendas
billas..
de cuero ...,. peñumar....
150

Glosario

*",10 banó n palOtOlilll , alto y IlI'nninodo en ..... "'11do de tela ria que usaban lu mu-

....-
npiral. jera; se at"" a l. tintu ... J caia en re-

piel (unid.do: cil rncro u O\'e'ja. empica· _... dando buta lo. pin o

d. en 1.. confección de vario. efectos mi-


Ii.a re:.. ......... pJCIU ._It.. que IIUI'I aclomcn del vea-
tldo, pero 110 ~rtts prlnc¡~ ln de tI.
Cordones que adornaban 11'1 jubón.
bIo landrán \'elilidur¡¡ arx:ha, abotonad. .•In Inanlas
)' ton eloCla\;na, qUe wekn U$.r 1M ecle- • oJ_ prencbl de vestir~ c:ubria. tiMndolos•
J.hbtleo•. Se aplka en Indumentaria f~ el mus'o y la pierna .... tao la c:intun.. Hoy
le U.mIIl'iM _Ilas o rrwdlu.

....... .....
menina, a una presula parccldL

ballet'. arma de ¡uerraque dllpilraba flec:h.a. o prenda mqculina UNoCb.nterionDenlt


que Iba • • • 1& dntura hulal. mitad
del mwlo. de l. cual.a1ll11lal nJHlII en
bandolera banda de cuo:I'o ruC:lta \obl"e 11'1 hombro el sl,lo XVI; mú tarde, el call1ÓtllC UIÓ
Uquicrdo y qlM! CruEl el pecho y 1. n · hui. la rodilla, de donde sallan lu me· ..
pAld. ha.la el lado derreho. y q ue .irve diu. En. moda Imperó ni Mhlto det-
F*ra _tener al.,m objetu. FN:I"IIlmen- de f'1.i&Io!MI ha&Uo lit 1. cuando f'1 ha-

.... picu de lel. o Inll.ni. que, cubrif'fldo


101 hombros, caia por el Inmtt:, Se""I. cat-a,...
rón de Humboklt usO porprimera va f'l
PI.Ualón bt'JPo

pina de Inllurl.nllÑ cunpl.rana hecha


para dillincuir la~ racul ladel a la, que acnualml.'n~ ele cuero. abierta a lo....

_.
p:r1erl4,lc:lan 101 cs tudlanlc5. Todavla se do&, con botonadul"II a Jo 1a"F de la picr-
u•• en 1., u ni\'euidades Il'Idiclonales na_ q ue se dej••in abracb.r en el úl li-

.....
Mrela IOaa- mo Iramo. por donde asoma cl ealzón
larJO de ""'nla. allUn... _ t t adorna-
lOfT'I sin vl.era. rrdanda; pnerahnen- do con puoIas de encaje.
le de una ¡ola piaa hec:ha de lana o te",

bolllto.
d~lo.

putlo. bJanco¡¡ C:lUC U!Ioaban loe (".mml. . .


.......... calz_ o ~talonct eurtol. Ab~no.
por un Iado,q_ se oriaiDlI'On m Holan-
• y le Ularon en Europa cn la primera
....... jOrru, AI ..'Unto' veces de CUlUV punlas
volteadas hacia arrlb.. que usaban cier- .......
mitad del 1.1.10 XVI .

prenda de wati r inlcrior: hoeha tk lien-


101; n:lr,ibtM:os o acadtmlclK. u bcN-- :to, aJFd6n u otra tela. holpda. ~ CLl-

--
la blanca Indicaba ellrHo doctoral. Se breellono.

-'
Ic llama la~n blrntc.
prenda de indumrnu.ria charra, que
caludo muy flexibk. de orl.en moro,
I!ot..c_..-.' consiltc en do. pie_ de lamuu otuC-

--
que liCia kasla N' ani.. del tobillo. ro .domada. de bordados o atabados,
ableno por delanle y que u aJulla por que cubrla la pierna desde la rodilla ha..
medio de correll o cunlonU. l. cl p_lMra prote.tla tl montar aca-
baUo. Se u.ha cuando ellMntalón era
caiCO IIpro que le ulaba hacia el.ip corto: .I.....anela.cllzoncra.0IM-ftLa-
XVI, complctan"lnlte diltinlo de Ja cda- Ione, Ia~ cay6 en dnuIo.
da.)' del t.cincW, ap'tedendom el eran
Cl"ftta, cub_.. IOb~I'La'JorejI:raa
• ftCCl unid.a por medio de bl ...,... .... ropa la ..... Y _Ita.. ,In manpl, que le

.... c:.Iludo, pncralmenlc d.:c~ro, que tao


p¡anl. el pie: y IMrtc de la pierna.
u.a tobn! el vestido: n IIIpt. por el
cuello, ancha y redancLa por abajo 'J
&b1,N por delante.

...- rosca o doblez de k la que c:c6lala


b.-..o,n.__ti-
le , ... prrior del
~r-
eapa ....YlaI capa ceranonial muy amplia ton bro-
dllt,ckpl.IL

dot 'Inlpoa.
151

Glosario

-
........
e$pIIedede cuco, de rorma ~I
r de bordes amplios y CI¡dot.
,....
11.1, _ o*:'los le pon!. por Ifrenllllll
malelludiante.

_....
~pucha sujet.al cuello de lis ~pII', p . prenda interior sin rrnlnp'$, l'un Cin!M
bane. o h6bitoL ceñir el eucrpo. la:r.~ h.:!f!3 b
pll'1I

' ..... capuchón $Ujrto al cuello de lo. hibilcM;.

cnarrctera.incane:lonnonec05.
elntur•.

.-¡uciia o media corau.

umadun. deflflllh" que: ~ componis


-.. rttipientc. tmll'1Ilmcnte: formado de
una c.)a de hojalata fOfTllfa de badana.
prirr¡erode: CUCI'Oi I'Ytorcldoli ~' luell)dc
mallas de .lambre cru~ o ron pkl,U
que forma ..ne: del rqulpo de:llO&dMio nxUlic.. deocn. formL Tlfnil fUrmlI.k
y C1I el que áte I~" 101 ~ntK:hoIi. bl. . .

vestldur. con a.npl h.ullla muheu,


faklonn Y oe:ftkla al cuerpo.
.- .nnador J*"' dar volumen .Ia f.ld .. do:-
lo. vatidos femenino. u..Oos a mlfdi.a·
dos del si,lo XIX. Era W1& ' .... n1¡lIwn
forma de peinado femenino de l'1Iy. en ;"ul.hlfchadeclnl.. ybaUeN..;cn Fr.",..
ftIl'CIio, .buha60tobrc 1.. orcju. Uudo el. le Ic llamaba pfKlsamente: lui. En

, ..... desde tl50 11 .70aprolllmldarncntc.

omamcnloalCriur .. 1'1I oficial mi..: el


.imboIo de caridad. Se Meen de dlferm-
Múlco se Ul6 dur.nte una decid. más
quecn Eul1)pll.

de ~ Especie de jaquctilla de anle


Ielicoklres . .l1ncl~litliraK:o. que se: pon~ 1Obn: If l jubOn.

...... piezldoe"~uuipa.que:cubril
y ddMdia l. cabe... y. Fne:ralmcntc,
....... o Khlbnk. Variedad del c~fUÓn. que
se:dis~ pcIl""r~ .... I_n1edcpaño
oalluba. o celabaet ,vauv. Se ... tndia y franjeado. Su oriFfl H de II c.balle ..
pctf"l.nuc.. cu~~te: I1.Mnp....
en" plMe IItlCrIor. pira cubrir el ro ..
trv. tenia UOI viNO qUl dejaba WI.ia ..
rmnte WII .bcnuno ~ra la vi.u.
.-- o dlaCOt. PrcDCla militar ",Inada a C\I-
brlr la cabeu eOft.iltcnte f"n una ",~pc-

_.....
eic de morrión que UIIÓ . 1principio la g.
~nc .uperior al morrl6n y. en pne-
-~ rw.1. del caICO, que totla adom.nc de di..
ballerl.li.Jera.ydt".puP. otru,cucrpG5
armados. Primhlvamcnte. la fonnl del
fe~tc.modot. chac:6 eotrancoc6nleay.hl. Mal IIr-

--
de se modifk:6 bajando IU.IIU .... dolAn-
ISpecie: de: ...bIe ulldo por Ior. 'rabel y do'a de vitera.
ca,¡1edo. kJs pucblol ori_ualn_ cuya

-
boja vaCMUlChUdose: hIc. el utremo picm en forma ~ancuJa.r, de: la misma
clclamlMIIL tt"t. que el ,,",ido: le llevlbasobre kK

.........
t-abl"lltl como un abrifO liprv.

...... cord6a o cinturón: .t1Tlbo1o. ca"ktad.


pft"IIdI de la ea"" u..... por.1panc.
cucrpol el. e_llena '1 que eon.i.tf" en
I«Gbre:m emeraJrrIi!me hcdIodc fiel tro•
que tiene copa y .Ia. Sufrió nmdirKICfo.
ne•• lo larJo d.J tiempo. dando lupr
_.,rraüpeloenrorma.CllllDlnIn-
. 1 blcomlo, tricornio y .1 tombrero da
eaclo, canniGMo por UIIII CIIpcde: ele hol-

......
uj.delot.eclc.llbtICOl.

- -
taCl6nIc:a. a te!a.que te dajlbac:ae:r 10-
breva _udo.
IOrTIbnrocon ala.
c:lpiroIcde: ..,.I~enfOl"1lUl. ehancio ele __ de con:ho. fonwio ele
c6aic:a.. da _ ... un mcuv. que por
c:onIob6n, muy usado en otros licaIfxM
Ifrcata y CUt. _ pan1a en la cabaa
de:c~dI:Il~lay...-.dolde:
la laqW.lc.... o'" "" IribIu.I clril. Ea
.......
152

Glosario

.hupa antilWl ycslid"r~ militar ajustada 11 --.0 ..... corte en 1-. parte wperior del vestido fe..
rnenino que deja al deKublmo parte ~
cuefl'l). al modo de 101 cha.le<:Ol. tan lar-
la que Jlqab. hU la cerca de las rodj. pecho '1 la prpnlA. Al.- VIICft ICCU'
lIas. y qul:.br....be. J., derrui.s\'Cslidu- brtacon una tel. dclpch. diferente a 1.
r ... inleriore~. e lb. por lo comlln
Illoneada o bordlda por 1.. orillas y lal
lItH:rt UI1IS ue 10$ bolsillos delantl:ro,.

tUDiccla par. los dikonOl.


..... de l. blu.....

listón de tela 'arp o c::orlaque se us ••1


cuello sobre los hombros. mlnel'1l de
bufanda. La larp se pone eruuda tobre
dalm'llc.
el pecho _jo la ca,ulI.; CI .habolo de
daJanta¡ pn:nda que cubre el m:nle ddvatKio. De inmor1IUdad. La corta le usa en el con-
Cesionario.

,....
aricen hoIandH, se hacia en C1Una, de
donck se traía ala Nueva Elpda. Enn
d I: Kda, r«&mIdo. con bont.dos etl ..rte fiel Yes1ido fanmlnoquecubrc de
~da de cobres. F10Ie parte de l. indu.- la rintur. hada abajo.
menla ri. de las mujern ncwohlspanas .....~Io CI,. corta que Ilcpba has'al. orilla del
en cl llllo XVIII. Aqul, se f.briu.ba de calzón. Alpna. vcc:'el _ drJaba ~Ipn- •
encaje" o bal ista Irans~n:nle o de cual- do por detrU. Dul1lnte 105 li&lol XVI '1
quier materia l. AJaunas \~$, de la mi.. XVII fue complementa de la Indumenta-
ma lela que el veslido e Iba rodeado de ria masculina.
encaje.
doI_. chaqueta corta. c:cflida al cuerpo y adoJ'lo
nada de alarna~ .. que ha formado par-
,~ _tidura de hombnoq1,ll pordelanle lle-
p a la cinlW'1l. y por detru. d.ne faklo-
1M. mas O meno. larco" lJna manp.
le del uniforme de . 11''I'l0l CUt,.... de halla la muAKa.
caballeria. El nombre acesta p~ se:
deri...a de la voz dulimll .. , con la que los rn.l.J pafio que se: coloca para cubrir el fre'"
tu~dc$ipan un atnerode valldura tecklosallunyqucl!acCjuelD cuna
cspcclal, h:cha de punto eX Tc~looica. omarnentOli.
q~ el ¡ullin daba 110, paro. duran-
......
-
te el Ra~. Prenda C&l'1K:lcrl"jea de borüdoquc Mi paoe en la plmta del fal-

_.jo 1m húsare •.

tejido de mallas, laud.. o caladol que


se: hace con bullllDl. ..uja o.ancho. En
dón de la ca..ea.

en lo a ntlllJO. ara el lOld.do que se apli-


caba a loe; trabajoa, de abrir tri...-beras
Méllko, se acc.tumbntoba "'lar 1m enca-

--
y otros semejante$. Delpuh. cada una
je! llaRllldot. de Flandel, puntlS dc Mi- de loe; IOlcbdOli que marchan cb!lazue de
1,", encaju da bolillo, encaje Chanlilly. kHi t.tallonH y reJimian"" pan dnpc»
de Irlanda, valenciano )' de .",Ipure. jarel carninoq\Wt.to.ai¡uen..
Iirala,..aqucc...1otCIIa.lfrente,a¡e
upalda de aIp_ MbilOli. ""10 edomo ¡MIo el cuello, hecho de canon
forndode taCcta u otrv material, dre
el cual se pone lInI nlona o forro de tela
.acar...... divisa oompucl" de elnt.. de uno o mil bllllC1l cncolaU o almk!onada. Cin:un-
coIOn:I. hecha en forma de 1'011 o luu. da el cuello dando la apariencia de le'
laeual •• pancenellOlTlbrcro,I'OI,ate. parar la eabu. del cuerpo. Tiplco del

--_10-
'1.lrvc,entnoUC rtllcoaal.~radi .. llIJIllr trwje cs¡MIftol en 105 1li.101 )lW. En Nue-
ICK ejl=rcitol de distinta. nadones. .... Espl~a 1.. usó hule bk1l enlrado el
)l\llll.
SNlnc de ia annadurI que call desda ¡a
cinlurl el mUlllo, ...ujcu.ba el peto o
pendla de i l pur modio de ~rrea. con .--. adamo ¡MIra el cuello hacho de lienzo

......
muy plepdo. Gola.
hcbill ...
pieza delaannaclun. que .. ajustaba al
capa cona, mucell. cuello para su dcfenu..
153

Glosario

--
.....
prcrnt. para abripr la nbeza hecha de
lelll,plelopunlo,linc:OJI' ni al...
Un'u ro". y otras C05IlI ....",ando !te , ' :1
de elimino. U mis <k las \ -eCell "u~ d i.
menslonn permllc:n 11"·... ,1;1 ,'n 1.. r:ru·

--
~ pafto qW!i b: obItpOIloe ponlan sobn ... pa de la cabalpdura.
rodjUI, para el beMmanos.

prcnda ..... c:ubcl r la manoque Ioehaee


por lo cemun de: piel, lelll o lejldo de
...,...
- . . __lIIIl..s.
Iplle..e al \'H1ido con lbertura, IoCn ......
janll~sa c\K'hJlladu. bajo las cuales .~
veotrlleladi'linta.
puntO. Suele tener una funda para cada
dedo. En los .i,101 XY1 y XVD Mi usaron -...,..niJ_ Mana.. abk:rcu, pendieme:s do:! ho",'

-- _lo
los pUltn bordad.,. en oro, llamados bre, que no tienen nincU" ulO. llombru
ellolados. como las ve.tidura. de ese y mujern tu IIcvaron dur",nt~· d ,ifollo
milmatra_jo. XVI y prlnc:iplos delllV11

Irmador que le \"IM bajo la ralda de lütón de t,l, cono que se sujetabu .. J..
las mujern m elsiato IIoVll. dando am- mano Itqulcrda; lCn'ia para o:njuf,n d
plh\tCIl\a(la lot Iadoay quedando plano sudor o lalrtnw.S del oI'ic:ianle dUr.ln !~·
en el (renle., el dorso. Moda Inmortall- la mi...

....
lAda en IIJWIU pintural de DieF Ve:'
~ -too pa.Aos pequefIDs de lino plrpdu que: se

....- eapocillo o pbin • man... _11&1 o


usaban pIIra que los ucc:nt...u le: SC<II'
ran los ~ deJpUis del la\'llorio,

.... pe rdidas.
_It,

--
prenda de lana o alpd6nqlX ,ir-
IOldadodec.balktilliFa \lfttidolla ve para abriprH en el "iaje u en la
bíqlnli. cima. En Mi.k:u,las mantas eran Ur.!·
pe. de una medida elpc:cirka.
"peele de m.rTetc:ra de teda que lUan
101 MrpnlOl como dlvl.. de .u ranco- _LIII, palio de tetk o encaje que UIoItI lu mu-
j llfes parl cubrtne la clbrlll. En M~ll¡'

_no vnlidunli que: eubn los hombl"Ol haSta


la cintura, ajw:tada al cuerpo.
eo se usaron l.. mant lll •• de blond.. un
encaje e,,"I'" hecho en Esplll.. lIS de
Chantlll,.,.",..ftnll. heehllcn Francia
prmdllntc:rlor , .ln manpa, que eii\c: el y, a fines del Nilo 111., 111 de ennje ele
C_1'1'O huta la c:lnlun., Bnael... qlolC mn Iu mis fiNl'. Tambitn

.... paqumo morri6n, o mil. bien aom de


paIkt. .in IrmMlura alJuna. que ac.
frao-
te dice del adamo IXII'I qllle cubren I.~ il/'I'
c:&I del caballo; JeftCralmc:nle es de paño.
oon franjas oplone. y I \'Cee. el de pie-
CIWI~au.u.renAfFliae jI)- te.conpelo.
Iroduddoen .... tropas de: Franda; .. ha
hechoutm.h-o ,la. eSe 0"'1' nacione •. ropa wc:haque Jlc:Yaban 1a'l'IIujere,_

.......... adoCQO para el cuello m forma de pun0


ta de IIanao pkpdo. que aoobrnaJe del
bre el vellido '1 que las c:ubrla de pie. I
abna. Vntidura ac:nc:ralmmtc: recama-
da de: ta.lrniFnn- Rica \'CItldura de: w-
cuello alto * 1 jubón. Uncia eo" litio ntnICHIlaqwconHendi¡nidad.
XVI por hon.brn ., mu,;na.

.... WCI al.. ., apuntada oon da. liru hue-

-
nprde*manlcLCondapir'oleyelbo- cu III_du Infulu (porque te Inflan,
nc:tc: fonaaba el traje de: Iot eolqlala. qua cam hada l1rU.
Se l'"-baeoloemtlelTOlla ~capw:
'1 loa dollmen la nclblan ~ rqaJo armadura el. la pane .uperlor de: la ca-
daloefamiba.n:.dalanaerto.Trajedc: besa hecha en forma de cuca y qua en
1.... loa1tosuele tc:nc:TWI plumaje o adorno.
..too. bola ClUaÑnmcuIc: de cuero, .slarp cape muy corIl abotooada al (rente, a
q _ _ ha '1.1n annaaial, que NI'Ye JIUlI V«eSorlada de piel.
154

opa. ",.".. .1,1 .. ;, .... ,no"J.,J.; .....'lIo;apo.-n.... inbotu· \'Ca'1 se adorna con v.rIedad de disci\m
"·'..· lIu.· .. ~h..nl,,)o ....:...r""IIIk·I<. s..·hil· wtliu de cmon:s, «NIlknic. ol'im1l.l;
Llr ... '"j.o ... .. ~ .. lc,. otru. ~ ~bonI. Cgr) hUu. de w:da. pJa.
t.D u ON. Fue una prelMla compk:m.mta-
rl• ..k la indumentaria ("m.:nin... Indl5-
pcn~ble 11 tuda mujo:r. I..q d.mu del
.,.,lIblO l>n:n\lu \ll' a¡'ri~", ¡..:eha <1 lurnlilUII d~' alejo "YIII lu UIi.ban como abrllU licero
.".,1" " o,.;", Fue " llIun U.:m"", premia ~ra J. nodw.l.al monJu lo inclulan en
l.Iu" ....·nI31 ... r3.J iloollnlluJr"Mhli..... n.·~. I U .juar.

l"OOIIuetc alba aorla orlada de: enc.je, usada por


dérilusymuola.uiU..l .
ph:. .,,,[11..... 10: d,' laur" hl/~. ,'un,pu.:¡,ta ck u ••
""':O. ''''I ''lIhi"rr•• p..''Iu"ñ'' )'II~ udo'·'1 "'-1. escudo rcWndu y dd,ado. que embl'1l-
d '· ~ 'f\:m ... "1I1••:riur. 0:11 d hrazo izquienioC\lbrla el pe-
z.... u__
esp
cho de quien 51: .... rvlil de,tl peleandocu:n
plqu~ru ... .¡tlatl"ljul·~rvilll·Ilc1"jCn;ltu(u" la
r'¡"'"
manla de I.na lejKb o:n Id.r domrslico
hl'\:ha ti" UNI piua o !k !loa anaoslas
unida,., ckjllndo unalllb.:rlura en el ccn-
poIatmol ••• ,"-...;., ..." 11<,1111",.,,1/11 1,,·<'I''''''''·glllll.'· lro para U.N.rJo pasando por ell. la ca-
"IC'"l't,k'r>"ilO'IUI:,'ubreb pierna ha.. bera. La ranul'1l c:rnlr.I, llamada boca-
111 1" mt.lllla y qw \,'¡ah .. ' ..m' .. ahl'Ul:ha mlnca. YII al,una ~I refomlda con
pur 1.. pilrlc d ... "lul"". lela rltl. terciopelo o paNO y aun ,amu-
z.ypuedc:IICl/arhuIOll.lldur.de plala.
poIlaiIn "","d:. ¡nl.,nur par.. IIhuluH ...:.1.. 11.1 par- Al,unal veClrS d L""nlru Ae adorna llOft
1.· ...... n .. ud,,,I .. luklOl.ll ll1 a lltu':t u.·lot... Uml labur dcd~linlOll culurn tn dllcf\O
• ",.J.·,':,s: !W.: u ...:.. lk· UIHIJIIIMII5. AlaunlllO drfurma rvmbokial. ~uoe IIC Illma ax:vl .
11.1.""" l..nC~ "I:L.,....d, ...... u.: 1,,"10:,,;,,11- SImdo pmm ind.ilpo~rltWlbk dd ranche-
"' ... .J¡.,....... 'm Itum"r ..... " ..nq_nlllo ... n.o y qL'Cndado mcJ.lcanoa. se hicieron
al,una. ",",,1 . .npn de CIUdad elI-
pompan l>I.I"nlu d\' lóI P'OI'h' ... u".,rlor tJ.:1.'hllni de InlDrdinari. por su tejido. h..'tbo de lana
¡nlanr"ril.l,rormaJ" l"u' unahulaJ" ret- do.: merin05 sobn: urdimbre de b;tle oal·
pi! y "u4;iru;¡ una hurla llamllJa flama. ¡OOón muy fino. Los hllUl met.i11c0ll Y101
leIIldo. c:vn ,",uloranlel nlltur.ICI, CORI-
poru.pllclfN UII·I,·r.lt' ;,11101" pcnJh.' III ... ud 'hu. .. hm u tituyen d lujo de ell' prenda nacional.
"" 11, dnlun. qlk' ~h \.., JI.nI 1h.>"lIr I'IH.~ Los mejun:1 Sll'1Ipn M' hkcron en Sal-
K..... I .u~lIuWloo""Jilc,......,I\·".iJ"lK'..". II\~ .k-ndo 1.nbJtn muy aJn"lat.b los
1"':...1;"'"1\' dd clnlurilll ....·1 .... hlc. n.mu de: hcbJ., Ouertlaro. San Lui. Po!:05I"1
...."r'K... "'hli"tivu. los hU~II",·~ ...:tuo..lan- San Ml¡ueJ el Gl'1Indc: IAUmck).. El . . . .
I,,~ ... " .·alllpu y I.Inchlll.'~ ti.· t:.~latll.l po: lle"l dlfCffnIt'~ nombl'Q qUn 11.1 lA-
May"'·. mafto y mllerial. Aunque huy 11: u .. me-
1\0$ que en lus sillos XVII y "IX .1"",
pllrUlcUan' pl<.l,,, I"'''IUC"'''' y CUII....'lK1o ... u., Jinc. llOft.idt:~nduole la prenda maac:u1inl
f>IoIruM,'O;.. r l.. ~"II_..aanIlJ... ~. n i repre»entallYa de Mhico.

4......... pIOn" d" b. onnadUf'll que "uOOo y .....~ .....u-u adorno que suele ~C'II aJpnos UD"
r"ndl ....... mu~IUI>. (onn.s;C'Onlislecn lII'iOIalanarftdep-
Ión que- lerminan en punla.
rebu&o fllw.ll "" 1"ln hlll';.ol, <k f .. nn. r.."l:lnllu·
lur. ÜO! """'a.ulaOOón u 11I1i~t:.. 1\·Ji........ aallrefalü. pica de lell qoe '" UJ.I dellk la cintu-
""ruhm:lIl"cn Idaroom('1Ilku, lI"'urna· ..., cubriendo l. pilrte del .lrá del YeS'
da "'Hllk""o"n "mbo.. "J.lrlIn"'h. o.: UIoU 1100; FMnlmenle forma e.ud. u cola.
",,",,11.1 "nl~ hu; mujc:r'fto rnt."J.h.:anal , Se UNba en loa ll"ljes de la COf'Ie virr-el·
lu ..... !OU .. rl.,nen d ~Mrt hlndü... AJIUNlI nal corno II'11Jede cc~.
155

Glosario

""'"- .,brcw.dmrnt8; Yfttidllttl blarw;:a con


man¡u perdida. que se uta.oo~ la 10-
..\abuoo prrtina ti "intllrón. ordillllrillmcnl~' ck
cuero. que dile la cint u ra, " .x donol.·

..-.a.s.w._
lana.. El una alba eorta.

casq~te de wcltI fonnado de ,ajo•.


..........
=eI",n lo. tl r.nl~ ck que \'.. ~ndi.:"·
11: la espada o ,,1 IlIbk.

raldiUa. pnel'limt'nl" de CUtTtl. qlll: p.m


I
I
.-bren . . .,. K hadan de fieltro. en forma muy alar- de de la boca de lu pi.IY1.:ras. \. qu .. ~if'
pela C'IXIIO la. leju de barro de donde f t para rncuardar de la lIu\'la IIlJ pi"

---
lomarGl'l el nom1M-e. ~ u..ban nriü tolas. voIvitlldola sobre .-11;.... Adllmo de
6ntnwt reliJiotas y el clero J«Ular. la .illa dr monIarqucc,~iJtt't'n la. ,'u,
bit'rlll$ mi'o menDllujosa. d,· I;" run-
I
oriFnalmrptr hrchode jar.. o \IU1I' ,.. da. o cai\onc ......

_.......
recidas al mimbre. lenla la copa clreu-
lar y rl ala Il¡etarnt'lllt' o\'&lada. Muy tocadu alto u ..do por rl S/lntu Padre:
uNdo como complemrnto drl uajr cha- formado por loe. coronal Suprrpllc"a.
lTO en la rqkm _1 Bajlo. temIItadas por un ,lobo
yuna ':rIIA. que

-... .-,hrero puKido al dr ~ pkaQorr.


de'toreo, hechodr fkltro.ril, u.sadopor
.iptifican .u triple a Ulurld2d C'tJmY
papa. obispo Y rey.

............... los ebalTOl hEia1a mitad de,.i.1o XIX.


OlRllipode sornbre-rodealaancha. tamo
lHtnllNduportolclirico-yfnoUel.
extremo. ori lla o canto de la NJ'i' '111""
.w:lr ser de otra mato:ria O color qu ....1
l't'110de la ropa.

...t.. tlr~ofnonja dr pahosobn.-puella a la ,,~ .


túnica abotONIda al rmttt'.
Lot sqlatn

-
lRmidad de 11. manps ck Jos unlíunnc;
la_nqra. lo.eardmalc'p(u-pyr.y
els-pab1anca. militaft •• que trnen.ImmIO: IoUCIc lOef W
colaruclaftll,

....- tela del,leI. el. .da muy luplda.


...... ¡MIrle de la armadura q~ noll,aarda 1:1

--
lino de cuero, aalt'. Ilaa&ollotra .....
catana ye) rostro)' se~ia demo-
rr~viwraJbarbcra.
rla.lplt'enua de... rl hombrockr.cho
huIa la mili,. cid lacio bquierdo, don-
de_junWllo.doI c:abOl y .. pune la .viciado de incrnilo-ros destinado IlraN-
e.pada. jar con la paJa o alMo, o que fonl'\4~"
l. de los rqlmlrntos ck inl~nicro •.
156

Notas

EL TRAJE CIVIL ... Fra"l F[UCisco de AJofrln, Diario" viaj, • l. NtwwI EsJMita.
P. 72.
¡ Sumartode]'¡ RniucncUo IUmada.Cortfs, L II, f. lao. CiulCloen ~I Escara"l, op. ri/., p . 439-
J(,I~ k . 8.:n¡Io.:t, r:.IlrD~ y~1 "domo ,ti AUxico. p. 19. ~l Manuel Romero de Tcn-etW, lJontoSdc la ",dd JOd4II,,, la Hu.
l &r'n:al DJ:u del Castillo, HiJluriu l-erddd' .... de //2 Ctlnqrri:na dt la Wl EJ,.""p. 25.
,\'''''' 11 Elpllllu. p. 59. 41E.acara"l,op.rif.. p.438.
) Ibid., p. 62. 44 Ibid., p . 439.
l/bid .. p. ao. 4! -'100M) de Carranza, Ro¡oció"./",/ F,lipe V, citado en Benitu.
"'bi,l.. p. 120. op.cit.• p. 92.
• ' bid . r. 152 * Escan"l, op. dI., P. 439.
1 luid., p.2'8. 4'I/bld.
' ¡biJ., p. 3]1. .. VlCUI!e Rl .... Palacio, Ala"l" GI ...,uld, p. Sot.
·' Ibid.. p.142. .. J . &cnlle&, Act. d, cctbildo de. d, qoIlo . 16Jl.
I~ l /oi,¡" p. 111. 511 J . 8enltez. ACI. d, cct6i/do d, 2 de ¡uuo IhI64fJ.
u l b,d. . p. l70. )1 C . M. Cuijo, Diario (16416MJ, L I p. 64 (1 de aeptlnnbre ele 1649)..
I ~ ¡bid., p. 124.
U ' bid., p. 257. :~-;,~:'.C~;.P. 139. •
: ~ Ll,I(a~ "1,!Nin, Di~rl. dLMt;t$ $Obl1! 1.lIísloria dll Maieu, l. 11. P. s. Antonio Vj.zq_l. de E-pinos., lkJrnpc'iórt d, l. ~MII. EspllPill
457. '" el riCIo XVII, aptndJcu. " Rcl.ción del estado en que deJ6 el lO'
I! Abehlrdo Carrillo )' e.oo, 'o
E/I1d~'" NI~VfI ESpIIM, P. 134.
• SitU<lcUo en la calJede 1, Santislma.cnln: Monecbo '1 Je~41 Marla,
btemo de la Nueva Espalia ,1 Euc-!cnU.imo Ie60r don IlodriF ....
checo "1 Omo, matquH de- Cc-rn.I\'O. Ea W.ico. 17 da mano de
en d c:cnlrO de la ciw.d. 1636atios".
1. frl nciKO Sanli_,o Cruz. Las arles y los ,'W",'os e"" Nue'llfl Es· u Antonio de Roblea, lIWrio • JllaSDJ nDIU"J. L 1, p . 140.
IXJI'iIl, p . )6. ·'11lbid., p. 286.
11 Di.: del umillo, op. ril .• p. 642. 51/bid., p.153.
¡- Fr • ., TOf"ibio de &'nl''enllli IMoluUnlaL M.a:"IUC'rltu ..• numo422- ulbid.• p. 216.
I~ Jo~':; R. Iknil~.(. El /'d;, '1 d adomo ,,, Mu.let>, p. 37. ,. J . 8cnllez, op. dI., p, 90.
lo, Ft:ffilInw 84,:nilel, La vida ~riol" "" d file/O XVI, p . )7 , .. Fnnci.co de Sed.no, Holiriu '" UUico. Cr6rticfU" loJ , ¡,los
21 Sanlia,n Cruz.. op. di., p. 80. 11.'" "111.'1'111, L DI. p.35.
n Alamim, up. til .. 452 . t, ~nucl Tousulnl, ú pi"'M'" coIoItial,,, AUrico. Po 155.
11 'bid, p. 47. toa Cuijo, op. dI .. t. l. p. 44 (11 de abril de 1649).
l~ Dla~ del Callilla. ap. d i .• p, 628. U Rublet. op. ar.• t. l. p . 51 (aI'Ia de 1661).
l!J. 8cnill:z,op.t:k, p. 41 . "'C"ljo.op. til., p. 197(ldejWllodc 1652).
H Srmarda do: Balbucna, Gl'Illtd':II ,"uic."•. »DIaz del Callilla, op. dI., p. 605.
17 J Ollllu in Carda lcub.lceta. Do" IN' Jw.n d, Zu",b,.,.. ane- M'61d.,p. 623.
x,"" p. 22. "AJ..m6n, ap. at.
lA/bid., pp. 22·)5. .. C.rrillo 1 Garicl. 0" dt.. p. 126.
l'I Juan SUlirC7. -k Perah .. T,.,.do . , descubrilfti,,,,o .. la$ .. Jod G6rDel. /)IlIrio cMrioIo 1 cuadtnM' diIIlü CII.MI_-wa
IndiaJ.
lD Ctmglo Diaz de Varp!i, cit..Ju en Carrillo "1 GañiL op. ril., p. 45.
Ir, Alb.lco d,.N""" fObVmo diII
'JOJ61d.
Jtcy¡,,.,/,,.,(17tl9-t1fJf). p. 112.

11 CArrillo "1 Ganel. " p. ril.• p. 230. 71 Información proporclonadlll. por Man_1 Z.,bk.. (q.e.p.d.).
ll/bld.• p, 112. 7l G6mcl., op.. dt., p. 110.
n f . Senllel, "p. dI.. p. 228. n Romero de Terrero., 1J«f1Ol th l. yfda JOCl.l.... pp- 105-106.
)4 Edmundo O'Gorman, elladtJ en Santiqo Crul. op. rit., p. 70. 74 161d., cita Infmmacl6n de francllCO &-., E,.Mirirlu "tJt6rit:IU
U San1i alO Cruz, O,de"""vu de JlUltel. Lul. de VelalCo, 17 de Ju- ~",qrd.licu.
lio de 1.590. 5 AjoIrln. op. dt., p. M.
•• "hrel n'lCfo de abril de 1536 e mPfI'IÓa labranc moneda de plata .,. DW: del Castil&o, . . dr., Po 621 .
CfI ,.bico. En la tpoca de Felipe 11 se empezaron. IICUI\ar las rno- 1t Cv.ljo.op.dl.. p.200.
ncdu de a ochu reale," pnlalrsore. del pelO me.leano. u. ptSOl 7I/bid., p. 156 (7 Oe mayo de 1651).
rnc:xiu,oo. ~nicron entt.oncl:' en la. YaS'" re¡k:lnca de I.lcpnda· '",bI4... t. u. P. 94.
ri. ChIna "1 el n:molu '/ ml ~lerluw Japón". Manuel Romero de Te- • Carlu. de- SI¡Oena"l GónFra. GlorlaJ" (Jw'¡lfJto, pp- 174-180,
rNro., t.a Iftorvd. ",u/a"•. eh.do en Irvin¡ A. Leonard. La IpocG " " - ,,, '" Mbico colordaL
MTeRlU C..lCII6 Ylurbldc, "La, caataL,," 11 J. &eruta. op. ell.. p. lot.
17 Fra"l AntoniO de E.ca,.,/, Vocu dd dolor, p. 439. u R.omcro de Terrero., La vUk JlKifll.... P. U8.
JI Tboma. Geae. N_Wl ,../«i6" ,_ eorttW... Ic.t IIWJu '" 171_" "1bi4., p.I40.
c;q,. ,. Hw" b,.,... pp. 111-139. ... A"min, op. ril•• l. IV. Po 451 .
Jl /bid., p, 140. IS J. 1knJta. op. nI., PI'- 1119-110-
157

.'bid., cita "lt«opilKiDPI 111 Lqu dc lNllf,J, telftrw. ky. prtnooer EL TRAJE RELIGIOSO
Iltulo.llbroV1l.p. ll.
17llomero deT~rot, op. tit., dUo. C..troSanla Anna.I75).1751. 1 ikmal DIaz del Castillo, lOmO l. p. 192.
""joCrin.tlp. cit. , po 61. a R1card Robert. p. 92.
It J. Benltn. o". dt., p. 105. J Pea)' Franc:I.co de Ajotrin. yo\. 1, p. 120.
-Ajotrln, . tll.. p. 7]·74. 4 Abelardo CalTlllo )' Garifl, p. 181.
,. a-ro de Ttr~n.. u... CIIM.' 111"
sirio XVI/J la ciKrlIId tú. Alto ~ Frarll:ileo dti Barrio Lorenzot, p. 62.
neo, Irwmtarlo. pp. 35,41 J 47. t Joaqu Cn O_n:i. IcadMkfta.
el r ...tamenlO de Jerónimo UrkUln, ArclUYO Ceneral de J. Nación, 7 Francisco Sarul"lO Cna, p. 1).
ramo de 1lI'rn•• vol. Z'1I5. ex,. 3, n. 9-n. • Antonio Gard. Cubas, p. lIS.
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101 Anentio de VIlIe-ArUpt. Vine)'CJ, ,,¡,.,../rIU ¡J, l. N~WJ EJ",.- l. FrandKO SantiaF eN", 011. ri•., p, 107.
i':-l6r!!!::':~ :)~,mros, u vid. mci.l... , p. 61. l' ManuelllDmero de TCrftRli. op. dI.. p. 218.
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117 a-ro de Ternro.. ÚI "id. I«~' po 75.
L. Alarn6n.o,. ri,.,.~ l . rv. p , 506.
.... !5 Manuel Rcanero de Tfrt"eI'OS, Po 144.
u Canillo y <i&rieL 0fI. ril., p. 146.

::~~t1:'!~":~eiftlu,,"iIi""J.AlUko,
11/6111., ,.112.
21 Alejandro RojN o.n:la, po "2.
~';I~'y o.riel. op. rir.. reproduce el bando Ikl n
It C1fmaltina DIu de Ovando, p. IS9.
clcjlllio de »fray Franc:llco de AjGfrin. voJ. 1, p. 78.
1'11, c:w.pedido por Jo. ele l. Crua, comandante y IObernador e. )l lbid.,p.1I9.
)Idol de la N _ C.licia. lJ Antonio VUq\K'1 Espinosa" p. 127.
II! Romero de Tfrftl'OS, LII vida JocUIl... .u Juan de V..,.. P. lIS, nOla 61!1 de GOIWIlo .Obrqón.
111 Wllllam hllock. $cls _JU '"Nsldl..cq '1 'J1c~J "" "'~xjto. JoI Juan de Viera, p. 62.
114 MIM . c.Jder6n .. la Ban::.. La viII_ "" M~xl",. IIlbl4., p.S4.
Ilslbid. ... Femindel: del ea.1IUo. p. 177.
li t Anlon~ GaRla Cuba.. El libro"'''';J rtC'UrrlfU. JJ Mme. CaldHón de la Barta, lomo 11, p. 535-
M S_fina Muricl, p. lS.
"CarlotBonoomeo,op.dr., p.16.
... VirsInM A.tmeUa de Alpe..
tI CIaudioUnali, p. 101 .
IS8

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