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Segismundo de
Luxemburgo
(nota para Enrique: como no sé hacer eso tan chulo de poner la dirección de Google Maps, para
no insertar una foto, te dejo aquí el enlace de Google Maps donde se encontraba Nicópolis para
que puedas ponerlo. Si no con una foto bastaría. He aquí el enlace:
https://www.google.com/maps/place/43%C2%B042'21.0%22N+24%C2%B053'45.0%22E/@44.09
81482,25.6531263,616770m/data=!3m1!1e3!4m5!3m4!1s0x0:0x0!8m2!3d43.705833!4d24.895833
)
Sin embargo, la cruzada fue un total fracaso, y Segismundo se tuvo que retirar con el rabo
entre las piernas, con su ejército aniquilado y el poder otomano en la frontera con Hungría,
consolidado.
A partir de entonces no hubo ningún otro intento de invasión por parte de Segismundo, sin
embargo fue éste el que fundó la Orden del Dragón en 1408. En efecto, la orden famosa por haber
tenido entre sus filas a Vlad III el Empalador, apodado Drácula, y que tanto juego ha dado su mito
en el mundo del cine. De hecho era príncipe de Valaquia y gracias a sus “ortodoxas” formas de
combatir al enemigo logró resistir con su minúsculo principado frente al poderoso Imperio
otomano. Curiosa anécdota, ¿verdad?
Finalmente, en 1437 es cuando las cosas se van poniendo tensas. Muere ese mismo año
Segismundo y le deja el trono de Hungría y el de Bohemia a su yerno Alberto. Sin embargo, duró
muy muy poco tiempo en sus tronos. Con 40 años tomó el poder y en el año 1439, con 42, murió
enfermo tras una derrota por parte de los otomanos, que llevaban varios años guerreando en las
fronteras. Y no solo eso, sino que murió sin descendencia de ningún varón nato, ya que en sus 42
años de vida había logrado dejar embarazada a su mujer, Isabel de Luxemburgo, solo unos meses
antes de morir. Eso deja al reino de Hungría sin rey (ni siquiera nacido), con los otomanos
amenazando sus fronteras y con la nobleza dividida queriendo sentirse más cerca del trono (se
podría decir que, al igual que la escasa fertilidad de Segismundo le costó a su dinastía 2 reinos y un
ducado (los reinos de Hungría y Bohemia y el ducado de Austria, sin contar con el título de
emperador), la escasa fertilidad de Alberto le costó el reino de Hungría, cosa que explicaré más
adelante).
Lo que no debió saber Vladislao es que Murad II había firmado la paz con el emirato de
Karaman en agosto de ese mismo año con la condición de que su hijo, Mehmed II, subiera al trono,
a lo que Murad II accedió. Por lo tanto, todo el potencial turco se podía redirigir hacia la amenaza
en los Balcanes. Y, aunque el sultán fuera Mehmed II, el propio Murad II sería quién comandaría los
ejércitos otomanos, así que podría servirse al fin su tan ansiada venganza.
- La batalla de Varna -
En cuanto al ejército cruzado, al principio, confiado, avanzó rápidamente sorteando las
fortalezas otomanas cruzando el Danubio, buscando de una rápida victoria del ejército otomano en
Europa. En vista de este intento de derrotar a los turcos, tanto lo que quedaba del Imperio Bizantino
como Albania prometieron ayudar con hombres y recursos; ayuda que, por otra parte, nunca llegó.
Además, tanto los venecianos como los genoveses y el propio Papa habían aportado una
poderosa flota (aunque la mayoría de los barcos eran venecianos) que tenía una única misión, clave
para el desarrollo de aquella cruzada: bloquear los Dardanelos, que era el punto más estrecho para
cruzar de Anatolia a la península balcánica, exceptuando Constantinopla ya que estaba bajo poder
bizantino. Si se lograba bloquear ese estrecho, las tropas otomanas en Anatolia no podrían cruzar y
los cruzados podrían vencer a las estacionadas en Europa. Sin embargo, no solamente no se logró el
bloqueo, sino que algunas naves y oficiales venecianos ayudaron a los otomanos a cruzar. Hay
veces que el oro pesa más que cualquier religión o causa.
Así que, tras esta traición, el 9 de noviembre Murad II se acercaba a Varna con un ejército de
alrededor 60.000 hombres, que triplicaban a los húngaros, que apenas sumaban 20.000 hombres.
Este avance fue tremendamente rápido, y pilló desprevenidos a los cruzados, que no se esperaban
una reacción tan rápida y contundente por parte de los otomanos. Los cruzados se encontraban
entonces un poco al norte de Varna, quedando atrapados entre el mar Negro, el lago de Varna, las
empinadas laderas boscosas de la meseta de Frangen y el enemigo, que se aproximaba por el oeste,
que era el único camino practicable. En vista de esto, en el consejo militar muchos propusieron una
estrategia defensiva a la espera de la flota para ser “evacuados”.