08 MILENIO
2009 HERALDO DE ARAGÓN
CIENCIA A TU ALREDEDOR
TERCERMILENIO
¿DÓNDE VA VICENTE? Un gru-
> po de personas no se mue-
ve de forma muy diferente
a un rebaño o una bandada de pá-
jaros. Según un estudio publicado
en la revista ‘Animal Behaviour
Journal’, en las multitudes huma-
nas una minoría de solo el 5% de-
cide el camino y el 95% restante
sencillamente les sigue. Para com-
probarlo, el biólogo Jens Krause,
de la Universidad de Leeds (Rei-
no Unido), congregó a varias de-
cenas de sujetos en una gran sala
y les pidió que caminaran sin
rumbo fijo. Solo a unos pocos les
dio instrucciones de hacia dónde
debían dirigir sus pasos. Ante la
atónita mirada de Krause, cada
vez que se repetía el experimen-
to los ‘individuos informados’
eran seguidos por el resto hasta
formar una estructura sinuosa, si-
milar a una serpiente. “Nuestros
participantes siempre acababan
llegando a un consenso en sus
movimientos, a pesar de que no
les estaba permitido hablar ni ges-
ticular”, explica. Las observacio-
nes de Krause no solo confirman
el dicho de que “Vicente va don-
HORMIGAS de va la gente”, sino que podrían
tener importantes implicaciones
a la hora de organizar flujos de
¡Emergencia! Des- peatones por áreas muy concurri-
pués de observar du- das o trazar planes de evacuación
rante años a las hor- en estadios, salas de concierto,
migas argentinas (Li- centros comerciales...
nepithema humile), Al estudiar los movimientos de
el australiano Martin grupos humanos en escenarios
Burd parece haber reales, especialmente en espacios
descubierto cómo se abiertos, los métodos de Krause
las apañan estos in- están bastante limitados. El pri-
sectos para controlar mero en darse cuenta fue el físico
el tráfico en situacio-
nes de emergencia.
“Cuando sienten pá-
niconosecomportan
alemán Dirk Helbing, que en los
noventa intentó reproducir el
comportamiento de los peatones
en una muchedumbre virtual.
como los humanos:
permanecen tranqui-
las, caminan en filas
ordenadas y son cor-
Helbing asumía que la gente que
camina en lugares públicos se
guía por unos pocos impulsos bá-
sicos: sigue una determinada di-
teses porque no bus-
can el bien individual
sino el del grupo”, ex-
plica. Aunque así ca-
rección, a una velocidad concreta
y, salvo en situaciones de pánico,
mantiene cierta distancia de los
demás. Aderezándolo con una
dahormigasemueve pizca de caos, el investigador con-
más despacio, la pa- siguió que centenares de puntos
radoja es que la ‘tro- de colores se desplazasen por una
pa’ avanza más rápi- pantalla de forma tan real que pa-
do. Para trasladar sus recían tener vida propia.
conclusiones al con- Helbing no es el único que es-
trol de movimientos tudia a las multitudes con ordena-
de multitudes huma- dores. Paul M. Torrens, geógrafo
nas Burd propone un de la Universidad de Arizona (EE.
truco:colocarunpilar UU.), ha utilizado tecnologías de
enfrente de las puer- realidad virtual y 3D para crear un
tas de salida de los modelo inmersivo que identifica
edificios. Con un obs- los patrones de comportamiento
táculo ‘aparente’, y movimiento de los habitantes de
asegura, se evitarían grandes ciudades. Con él preten-
las carreras y los blo- de ayudar a expertos en urbanis-
queos y, por lo tanto, mo, constructores de edificios pú-
aumentaría la veloci- blicos y responsables de seguri-
dad de evacuación. dad ciudadana a entender cuál es
TM MARTES 03.NOV.
la dinámica colectiva en un esce-
nario concreto para tomar deci-
siones óptimas. Su tecnología per-
mite averiguar qué sucedería en
una ciudad al peatonalizar ciertas
calles, dónde convendría colocar
un punto de información turísti-
ca en un casco histórico o cuál es
el mejor modo de evacuar un edi-
ficio en llamas. Lo mejor del mo-
delo, asegura Torrens, es que in-
corpora características individua-
les para cada ciudadano virtual:
edad, sexo, estatura, salud, len-
guaje corporal… Incluso las emo-
ciones pueden tenerse en cuenta.
“Por eso es mucho más exacto
que una estadística”, puntualiza.
CÓMO FUNCIONA LA OLA Una combi-
nación de física, matemáticas e in-
formática ha servido también pa-
ra explicar fenómenos colectivos
como el de la famosa ola que, des-
de el mundial de México de 1986,
hace furor en el fútbol y otros es-
pectáculos. Analizando el desa-
rrollo de 14 olas de estadios con
capacidad para más de 50.000
personas, el físico húngaro Tamàs
VEINTICINCO
ESPECTADORES DE UN
ESTADIO DE 50.000
SON SUFICIENTES PARA
DESENCADENAR UNA
OLA, QUE SE DESPLAZA
A UNA VELOCIDAD DE
Los movimientos de grandes masas humanas fueron habituales durante la Expo. HERALDO 20 ASIENTOS
POR SEGUNDO
COMPORTAMIENTO Vicsek ha llegado a la conclusión
de que generalmente se desplaza
en el sentido de las agujas del re-
loj a una velocidad de 12 metros
>ASÍ SE MUEVEN (20 asientos) por segundo. Para
que se desencadene hace falta que
al menos 25 espectadores levan-
ten sus brazos. Lo más sorpren-
LAS MULTITUDES dente es que el modelo matemá-
tico que reproduce el movimien-
to de la ola es casi idéntico al que
simula el comportamiento de las
células cardíacas o la propagación
de los incendios forestales. Cada
espectador actúa como lo hace
una célula cardiaca que pasa de
un estado activo (cuando eleva los
brazos) a otro pasivo (espera a
que la onda pase). Ni siquiera el
momento en que se crea la ola es
del todo imprevisible: nace cuan-
do los espectadores alcanzan un
momento emocional culminante
pero sin llegar a estar ni sobreex-
citados ni demasiado cansados.
ELENA SANZ
Lejos de ser irracional e impredecible, el movimiento de una muchedumbre sigue
MÁS INFORMACIÓN
reglas específicas que los científicos ya han empezado a descifrar. La física y las si- www.geosimulation.org/immersive.html
mulaciones por ordenador son sus mejores armas www.soms.ethz.ch/