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FIDEICOMISO EN LAS BAMBAS

El 1 de octubre del 2004 el Estado peruano firmó el contrato con la


empresa Xstrata de Suiza y dos semanas después, el 14 de octubre,
finalmente se constituyó el fideicomiso social con un aporte inicial de US$
45,5 millones, monto que se elevará a US$ 62 millones en un plazo de
cuatro años, antes del inicio de cualquier operación comercial. También
se estableció el modelo de la administración del fideicomiso. Este acto
contó con la participación de las autoridades provinciales y distritales,
inversionistas y ProInversión en representación del Estado. Así, los recursos
necesarios para continuar trabajando a favor del desarrollo sostenible de
la zona de influencia y luchar contra la pobreza extrema en la que vive,
ya estaban disponibles. El Fideicomiso Aporte Social Proyecto Las
Bambas, su nombre oficial, tiene como objetivo financiar proyectos de
carácter productivo (agricultura, artesanía, industria y ganadería) y social
(educación, energía, salud e infraestructura). Estos proyectos
beneficiarán a las provincias de Grau y Cotabambas de la Región
Apurímac, las que comprenden 83.200 habitantes, 20 distritos y 150
comunidades campesinas. Entre las numerosas comunidades
campesinas destacan: Choquecca - Antio, Fuerabamba, Pumamarca,
Pamputa, Huancuire, Pucuta, Palcca - Picosayhua, Hacienda Palca,
Progreso, Chuicuni, Chicñahui, Cconccacca, Escohorno, Ccahuapirhua,
Patrón Santiago de Ilacancha y dos propiedades privadas, entre otras.
¿Por qué un fideicomiso? El marco legal minero y ambiental aseguraba
reglas de juego claras para cualquier empresa interesada en desarrollar
el proyecto minero Las Bambas y un estricto respeto al medio ambiente.
Sin embargo, faltaba asegurar que los recursos que se destinaran a la
inversión social fuesen utilizados efectivamente en proyectos que
cubrieran las necesidades y las expectativas de la población de la zona
de influencia y que fuesen administrados de forma transparente, sin fines
ni cálculos políticos. Se tenía que proceder con mucho cuidado, pues
lamentablemente, la experiencia en materia de inversión social en
nuestro país no siempre ha sido positiva. Existe una natural desconfianza
entre la población, principalmente entre la gente de provincia, por las
numerosas promesas de recursos que tardan en llegar o simplemente
nunca llegan; y si finalmente llegan, no se cuenta con la capacidad de
diseño, gestión y ejecución de proyectos que permita optimizar su uso.

Los técnicos de ProInversión tuvieron que apelar a toda su creatividad e


imaginación, y finalmente, luego de un exhaustivo análisis de diversos
mecanismos se determinó que el fideicomiso se adecuaba
perfectamente a los objetivos establecidos. Este instrumento no era
nuevo del todo, pues ya se había tenido una primera experiencia en la
concesión de la hidroeléctrica de Yuncán (Cerro de Pasco), de la cual se
sacaron valiosas lecciones que permitieron ajustar y afinar la propuesta
para el proyecto minero Las Bambas. El fideicomiso es un instrumento muy
utilizado por el sector empresarial y se define como una relación jurídica
mediante la cual una persona (fideicomitente) transfiere recursos o
bienes a otra persona (fiduciario), quien está obligada a utilizarlo en favor
del fideicomitente o de un tercero (fideicomisario o beneficiario). En el
caso del Fideicomiso Aporte Social Proyecto Las Bambas, ProInversión
(fideicomitente), en representación del Estado peruano, transfirió los
recursos a un banco (fiduciario) que está obligado a administrarlos a
favor de las comunidades campesinas de las provincias de Grau y
Cotabambas (fideicomisario o beneficiario). Como fiduciario actúa el
Banco Wiese Sudameris, el cual fue elegido mediante concurso público.
La principal ventaja que ofrece el fideicomiso es la intangibilidad de los
recursos, es decir estos no pueden ser destinados a otros fines que no
hayan sido los previamente establecidos por el beneficiario. Por su parte,
el banco fiduciario se encarga de administrar los recursos con el objetivo
de que generen la máxima rentabilidad mientras no son utilizados —son
remunerados con una tasa de interés muy competitiva— y lo entrega al
beneficiario a medida que este aprueba los proyectos. De esta manera,
los pobladores de la zona de influencia, a través de sus autoridades, ya
no tienen que acudir al gobierno regional ni al Ministerio de Economía y
Finanzas para solicitar recursos. Este manejo de recursos se constituye en
todo un ejemplo de descentralización. La aprobación de los proyectos
está a cargo del Consejo Directivo, en cuya composición predomina la
participación de las autoridades provinciales y distritales de la zona de
influencia:
• El Alcalde de la Municipalidad Provincial de Cotabambas.
• El Alcalde de la Municipalidad Provincial de Grau.
• El Alcalde de la Municipalidad Distrital de Challhuahuacho —como
representante de las municipalidades distritales y comunidades
campesinas de la provincia de Cotabambas—.

• El alcalde de la Municipalidad Distrital de Coyllurqui —como


representante de las municipalidades distritales y las comunidades
campesinas de la provincia de Cotabambas—.

• El alcalde de la Municipalidad Distrital de Progreso —como


representante de las municipalidades distritales y las comunidades
campesinas de la provincia de Grau—.
• El representante de Xstrata Perú.
• Los consejeros regionales de las provincias de Grau y Cotabambas.
• El director ejecutivo de ProInversión o la persona que este designe en
su representación.
La primera sesión ordinaria del Consejo Directivo se realizó el 29 de
octubre del 2004 en el distrito de Challhuahuacho, la cual fue presidida
por Jorge Merino Tafur, primer Coordinador Técnico del Fideicomiso
Aporte Social Proyecto Las Bambas y representante de ProInversión ante
dicho Consejo.
CONCLUSIONES

El proyecto Minero Las Bambas, considerado como uno de los más


importantes en la historia minera peruana se ubica sobre las provincias
apurimeñas de Grau y Cotabambas, justamente donde nació Chabuca
Granda, una de las cantautoras más famosas de nuestro país. Este
proyecto que si bien fue explorado desde inicios del siglo pasado, tuvo
un relanzamiento a inicios de este siglo, cuando Proinversión inició un
ambicioso plan para hacer de las Bambas, un proyecto minero modelo
de desarrollo sostenible.

Esto fue premiado por Creatividad Empresarial, quien le otorgó su


valorado reconocimiento el año 2004 en la categoría Mejor Gestión
Pública.

Proinversión llevo a cabo un proceso que integro a las comunidades de


la región para lograr que el proceso de subasta pública internacional
además de oferta solicite a los postores la creación de un fideicomiso que
gestionado por las autoridades de la zona, proinversión e inversionistas
trabajen una cartera de proyectos sociales que apoyen el desarrollo de
la región.

El ganador fue Xstrata Schweiz AG quien oferto US$121 millones, monto


que representaba un aporte inicial al fideicomiso social de US$ 45,5
millones.

Desde ese momento gracias al Fideicomiso y la relación de convivencia


entre las partes, el proyecto caminó con mucha participación de la
partes (Clave 1). Se construyó la ciudad de Nueva Fuerabamba para
trasladar a las familias que se verían afectadas por el proyecto,
casas con todos los servicios y condiciones de habitabilidad,
definitivamente mejores que las que tenían previamente, aunque al final
cerca de una veintena de familias no se mudaron.

Xstrata fue adquirido por Glencore y esta vendió el proyecto a un


consorcio liderado por la empresa china MMG cuyo CEO es un
australiano (Clave 2).

Uno de los poblados más importantes cercanos al proyecto es


Challhuahuacho, ciudad que ha tenido un impacto increíble desde que
se inició la construcción y el adjetivo “increíble” queda corto para
describir la impresionante cantidad de hoteles, restaurantes, camionetas
y movimiento comercial que tiene la ciudad desde que la mina comenzó
a construirse. Era como si todos los pobladores de la zona se hubieran
ganado la lotería.

Recordemos que durante la etapa de construcción de una mina, la


mano de obra es cuantiosa y buena parte de ella es de obreros de
construcción con capacitación de nivel básico, muchos pobladores de
la zona participaron activamente del proceso tanto como obreros, como
alquilando habitaciones, alquilando vehículos, brindando alimentación a
las numerosas contratistas que participaban en la construcción. Ahora
que la mina está operando se requiere menos mano de obra y más
capacitada, ya no hay alquilar las camionetas o arrendar los
inmuebles.(Clave 3).

En la ciudad de Challhuahuacho se realizaban periódicamente ferias


inmobiliarias, ferias de ventas de camionetas, ferias de empresas
madereras, ferias de fondos de inversión para los pobladores de la zona
puedan conocer opciones donde colocar su dinero. (Clave 4).

Y esa es una de las diferencias fundamentales del proyecto de Las


Bambas sobre otros proyectos mineros del Perú, en este caso hubo a
través de diversos mecanismos importantes transferencia de dinero a las
familias de Cotabambas y Grau, cada familia recibió dinero en efectivo
como compensación y para restituir los medios de vida previos (Clave5).

El proyecto inicio la producción de cobre a finales del 2015 y alcanzo nivel


de producción comercial a inicio de julio del presente año y presente hoy
un conflicto grave de convivencia.

Muchos se preguntan, ¿si ya les dieron el dinero para hacer obras a través
del fidecoimiso, ya les construyeron casas nuevas con todos los servicios,
ya les entregaron fuertes cantidades de dinero, que más se puede hacer
por ellos?

Si sumamos las 5 claves indicadas en los párrafos previos encontraremos


que los pobladores esperan que como fue planificado por Proinversión
ellos no son sólo stakeholders, ellos se consideran shareholders y por tanto
todos los cambios en el proyecto sean consultados, difundidos y
respetados; ahora que la mina ya opera (y no construye) mucha de sus
inversiones en camionetas, restaurantes y hoteles no están redituando;
hubo muchos lugares alejados que no recibieron nada y ellos también
quieren participar, así sólo pasen los camiones por allí a mucha distancia
de la mina y quizás sólo se acabó el dinero y necesito más.

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