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Bolívar: Conceptualización del currículum

1) Un marco para comprender las diversas dimensiones del currículum:


El currículum se refiere a todo el ámbito de experiencias, de fenómenos educativos y de problemas prácticos, donde el
profesorado ejerce su práctica profesional y el alumnado vive su experiencia escolar. Sobre él se construye y define un
campo de estudio disciplinar, que ha dado lugar a un cuerpo teórico de reflexión.
Como base de partida general, currículum es todo aprendizaje que es planificado o guiado por la institución escolar, ya
sea en grupos o individualmente, dentro o fuera de la escuela; dos supuestos iniciales delimitan el concepto: el
aprendizaje es planificado o guiado y la definición se refiere a escolarización (formal o dentro de la escuela).
Se suele distinguir entre el currículum como campo de estudio y los diferentes fenómenos o realidades curriculares. Así
el currículum tiene entonces: 1) Una dimensión existencial, como fenómeno o ámbito de la realidad, que hace
referencia al currículum como un cuerpo-objeto de una práctica profesional y una experiencia escolar.
2) Una dimensión teórica, como campo de estudio e investigación, hace referencia a que el currículum es un espacio
objeto de elaboración teórica e investigación que pretende comprender e infundir vida a ese cuerpo (a).

1) El currículum como ámbito de la realidad


Tiene una doble dimensión: a) Substantiva: catalogada como área del diseño curricular, que manifiesta que el
currículum está conformado tanto por los componentes (metas, contenidos, programas, estrategias, recursos materiales
o evaluación) que reconocen las pretensiones oficiales a nivel institucional, como también por las configuraciones,
construcciones y significados–planificados o no– que adquiere experiencialmente en su dinámica de desarrollo.
b) Procesual o sintáctica: catalogada como el área de desarrollo curricular y refiere a los diversos procesos de desarrollo
que ocurren en relación con el currículum en su dimensión substantiva, tales como planificación, diseminación,
adopción, desarrollo o implementación y la organización de su evaluación e incluyendo el liderazgo y otros roles; así
como a la necesaria reconstrucción a que es sometido en su desarrollo práctico. En dicho desarrollo el currículum es algo
fluido y dinámico que va siendo reconstruido (moldeado, filtrado) por un conjunto de agentes (profesorado, alumnado)
y contextos (centros y aulas), sufriendo –desde los planes a las aulas– un conjunto de fracturas o discontinuidades, no
funcionando nunca de forma lineal, sino de modo invertebrado o fragmentario.
A su vez, el discurso curricular opera conjuntamente en 2 niveles:
i) Nivel institucional: donde el currículum tipifica lo que deba constituir, en términos escolares, la escolarización en sus
niveles, cursos y etapas. Por un lado, transforma las expectativas sociales en programas y representa el modo como la
escuela responde a tales expectativas. Más internamente, el currículum racionaliza los contenidos y los procedimientos
para estructurar la experiencia escolar. Como tal suele constituir un marco normativo para definir y organizar el trabajo
de los profesores (qué contenidos, tiempos y espacios, objetivos y pretensiones educativas, etc.). Este currículum oficial
suele quedar recogido en documentos escritos, pero también lo constituye las percepciones compartidas por la
comunidad educativa de lo que debe ser la escuela. En fin, el currículum oficial define el modo cómo se resuelven las
tensiones entre escuela y sociedad y el conjunto de normas que regulan la enseñanza, al determinar los propósitos y
contenidos de la educación.
ii) Nivel existencial: refiere a las configuraciones determinadas que el currículum adquiere con cada contexto según sea
vivido en los centros y las aulas. A este nivel el currículum estará dado por el conjunto de acontecimientos y fenómenos
que tienen lugar entre profesores, alumnos, contenidos y medios. Comprende tanto los procesos por los cuales es
recreado, reconstruido o vivido en los distintos niveles (actividades y tareas donde se lo planifica, crea, adopta,
presenta, vive, critica, defiende y evalúa); como sus “materializaciones” prácticas en objetos (libros, aparatos y equipos,
guías, cuadernos, horarios, etc.).
El conjunto de procesos de desarrollo, sobre los que están operando decisiones tomadas a distintos niveles (sociales,
institucionales, didácticas y personales), dan lugar precisamente a las distintas configuraciones del currículum.
2) El currículum como campo de estudio:
La teoría del currículum se ha constituido como una disciplina con un conjunto de conceptos, teorías explicativas y
discurso legitimador de la enseñanza y de las prácticas curriculares; al tiempo que en estructura e instrumento de
racionalización de la propia práctica, dándose una coimplicación dialéctica entre ambos niveles. Se la define entonces
como “un cuerpo de ideas, coherente y sistemático, usado para dar significado a los problemas y fenómenos curriculares,
y para guiar a la gente a decidir acciones apropiadas y justificables”. (Walker).
Como campo de estudio, la teoría curricular, desde una dimensión sustantiva, ha analizado el currículum como conjunto
de experiencias, planificadas o no, que el medio escolar ofrece como posibilidad de aprendizaje. Esto implica una
selección cultural, condicionada a diferentes niveles (social, político-administrativa e interpersonalmente) que, al tiempo
que lo contextualizan, generan distintas conformaciones y reconstrucciones del currículum en cuestión (dimensión
dinámica). La teoría del currículum estudia entonces una realidad multidimensional de lo curricular que abarca los
contenidos culturales organizados escolarmente, los mecanismos y acciones que lo transforman y reconstruyen a lo
largo de su desarrollo práctico y la dialéctica y condicionamientos que mantiene con otras instancias sociales (cultural,
social, política e ideológica). Mientras que también incluye el análisis de cómo estas dimensiones se manifiestan en el
plano formal o sintáctico en los diferentes niveles (socio-político; institucional; experiencial) que transcurren desde su
planificación a la práctica.

2) El currículum en diversas dimensiones bipolares:


El currículum son los diseños o planes para la educación institucionalizada, así como todas las oportunidades de
aprendizaje y experiencias educativas que ofrecen o tienen lugar en las escuelas en un tiempo y etapas educativas
dadas. Es decir que tiene un nivel formal, dado por los contenidos o substancia de la escolarización, y un nivel de
experiencias, que es enseñado y aprendido en la escuela.
2.1 El currículum como curso de estudios vs curso de la vida.
Como curso de estudios, el currículum es materializado en planes, prescrito institucionalmente, se formula en la relación
de contenidos que configuran los programas de una carrera o cursos de una etapa educativa. Tiene, por ello, un sentido
adminitrativista (abarca al conjunto de objetivos, contenidos, métodos y criterios de evaluación que regularán el
proceso en cuestión). Se asocia a “documentos”, donde queda materializado el currículum prescrito a nivel de
administración, o planificado a nivel de centro o aula. Y, por ello mismo, también es currículum los libros de texto o
materiales, reglados o no, para la enseñanza.
Como curso de la vida el currículum es el recorrido o trayectoria personal (correr/“currar” por la vida) que ha dado lugar
a un conjunto de experiencias y aprendizajes que permiten forjar la identidad, personalidad y capital cultural del sujeto.
Es el currículum real o vivido que configura la identidad.
Se puede decir entonces que el currículum-en-acción en el aula se configura como conjunto de experiencias vividas, en
una situación compuesta de personas, objetos y conocimientos, que interactúan entre sí, de acuerdo con ciertos
procesos. El currículum será entonces un relato compartido y vividos en centros y aulas, donde se manifiestan las
propias autobiografías (modos de ser y hacer) de los actores y donde las experiencias de enseñanza son modos de
construir y compartir historias de vidas, inscritas en conocimientos culturales más amplios.
2.2 El currículum como contenidos planificados vs. el currículum como experiencias vividas.
El currículum se puede visualizar como una forma de organizar administrativamente la enseñanza en un plan de
contenidos y como una previsión y organización de propósitos, contenidos, metodología y posibles aprendizajes de los
alumnos, fijados en un plan recogido en un documento. Aquí se puede hablar de una concepción de “currículum como
hecho”, como “producto”, algo dado de antemano, externo a los sujetos, que los alumnos deben aprender a dominar.
El currículum, como práctica, es el conjunto de experiencias vividas, es decir, diversas experiencias educativas que
tienen lugar en contextos escolares, aquello que ocurre en un contexto educativo formal (aula o clase, centro escolar),
donde se desarrollan un conjunto de interacciones entre alumnado, profesorado, conocimiento y medio. Aquí se puede
hablar de una concepción de“currículum como práctica”, donde no es un ente prefabricado ni pasivamente impartido o
recibido, sino conformado por los propios protagonistas (docentes y alumnos) de los escenarios educativos a través de
las actuaciones con que lo dotan de sentido (sujetos activos).
De lo anterior surge la conclusión que en la enseñanza existe una tensión entre lo idealmente planificado y lo realmente
realizado y vivido, incluyendo lo no planificado, lo implícito, lo que se vive y lo que se omite.

2.3. El currículum como producto (documento) vs. como proceso contextualizado


El currículum se puede entender como producto o documento tangible que contiene un conjunto de componentes
interrelacionados (objetivos, contenidos, metodología, actividades y recursos y previsiones de evaluación), como plan
para las acciones subsecuentes, con un uso preferentemente burocrático. Los enfoques tecnocráticos que priman el
currículum como documento lo descontextualizan: a) conceptualmente, porque separan el currículum como producto
(documento, programa o libro de texto) de la toma de decisiones en su desarrollo; y b) operativamente, porque tratan el
currículum de modo independiente de los contextos estructurales y socioculturales en los que toma vida.
Para que el currículum sea adecuadamente comprendido o cambiado de estar siempre contextualmente situado. Es
decir que debe considerarse como un proceso social creado y vivido en los múltiples contextos interactivos que
mantienen alumnos, profesores, conocimiento y medio.
El contexto tiene, conjuntamente, a) una dimensión estructural, referida a roles y relaciones, procedimientos puestos
en juego, creencias y normas compartidas. Este contexto estructural puede ser considerado en varios niveles (clase
individual, organización del centro y administración educativa). Y b) una dimensión sociocultural, referida al entorno
más amplio, que incluye factores demográficos, sociales, condiciones socio-políticas, tradiciones e ideologías, y
acontecimientos que influyen actual o potencialmente en el desarrollo del currículum. Se verá al currículum como bajo
un modelo de proceso y no de producto. Enfocándose en la interacción entre los actores, y lo que sucede en la clase, así
como que la gente hace para prepararlo o evaluarlo.
2.4 El currículum como intención vs realidad.
Las distintas dimensiones del currículum pueden agruparse en una doble concepción curricular:
a) El currículum como intención o pretensiones educativas, expresadas en contenidos, productos o documentos, y
planes de estudios. Como intención se materializa técnicamente en un currículum oficial, como un documento a
gestionar en sucesivos niveles.
b) El currículum como realidad: refiere a las experiencias educativas relevantes vividas, en el curso de la vida o en los
procesos educativos. Son las configuraciones prácticas que proporcionan oportunidades de aprendizaje determinadas.
Como tal, es algo a crear y generar en las diversas interacciones prácticas, por lo que debe tener un carácter abierto, sin
especificación reglada de contenidos, que transciende/rompe la estructura disciplinar en tiempos y espacios, etc.

2.5 Grandes ejes que delimitan el currículum:


Existen dos grandes ejes que encuadran y delimitan las acepciones del currículum: Acentuar los contenidos (productos)
o los procesos o medios; y –por otro lado– resaltar la dimensión de planes como resultados intencionales del
aprendizaje (objetivos o metas), o las experiencias vividas en el aula. Una nos delimita los fines (planes o contenidos), la
otra prima la dimensión de medios y experiencia, como el conjunto de oportunidades de aprendizaje que la escuela
ofrece o los procesos que pone en juego. De lo anterior surgen algunas definiciones del currículum:
“un conjunto interrelacionado de planes y experiencias que los alumnos siguen bajo la guía de la escuela”
“El currículum se refiere al contenido y propósito de un programa educativo conjuntamente con su organización”.
Un currículum consiste en: a) lo que los profesores y alumnos se ocupan conjuntamente; b) aquello que profesores,
alumnos y otros implicados reconocen como importante de enseñanza y aprendizaje, y que suelen tomar como base
para juzgar el éxito de la escuela; y c) las formas en que estos asuntos están organizados internamente y en relación con
otras situaciones educativas inmediatas y en el tiempo y espacio.
2.6 Distintos niveles de realización del currículum
El currículum se realiza o define a distintos niveles, esto se debe a que es por naturaleza “internamente invertebrado,
fragmentario y quebradizo”, es de carácter fluido y dinámico mediado por contextos personales y sociales.
Entre el currículum oficial, prescrito o diseñado, y las prácticas docentes interviene el profesor como agente modulador
y reconstructor, quien a partir de su “conocimiento práctico” y constructos personales (modos de actuar, creencias,
ideologías, estructuras de pensamiento), explicará por qué se construye el currículum de una determinada manera,
mediatizado por otros factores contextuales, determinando en último extremo el currículum en la práctica.

Niveles según Goodlad:


- currículum oficial: se expresa en documentos oficiales de reformas;
- currículum material: presente en los libros de textos y materiales de apoyo al profesorado;
- currículum perceptivo: aquel que es percibido (y modulado) por los profesores y alumnos;
- currículum existencial y operativo, es el realizado con los significados que adquiere para los participantes.
Niveles según Cuban: aduce que el “currículum oficial” es sólo uno de los cuatro currículos, siendo los otros: el
currículum enseñado, el currículum aprendido, y el currículum evaluado.
Niveles según Gimeno: currículum prescrito, currículum presentado a los profesores, currículum moldeado por los
profesores, currículum- en-acción o enseñanza interactiva, currículum realizado, y currículum evaluado.
Niveles según Perrenoud habla de currículum formal, real y oculto.
Niveles según Posner: currículum oficial, currículum operacional, currículum oculto, currículum nulo y extracurrículum
(asimilable a “actividades extraescolares”).
Niveles según Porter y Smithson: con motivos de establecer indicadores para evaluar el currículum distinguen entre:
a) Currículum intentado: currículum descrito en los documentos oficiales de las administraciones educativas, ya sea
como marcos curriculares o líneas orientativas que se presente que los profesores desarrollen en clase.
b) Currículum realizado: contenidos curriculares que los alumnos trabajan en el aula.
c) Currículum evaluado: instrumentos y contenidos presentes en la evaluación (componente de a).
d) Currículum aprendido: conocimiento que los estudiantes han adquirido, que puede ir más allá del currículum
evaluado (componente de b).

Currículum oficial (o prescrito): es aquel que es promulgado por la autoridad educativa y publicado en los diarios
oficiales, donde se establecen los nuevos planes de estudio para una Etapa o curso, y los contenidos (programas) de
cada una de las asignaturas/ áreas que lo componen. Este currículum oficial se ve completado por los libros de texto
oficialmente aprobados, que establecen el currículum de modo accesible para profesores y alumnos.
Currículum planificado: consiste básicamente en el diseño de objetivos, contenidos, actividades y previsiones de
evaluación, pensando que el desarrollo práctico será una ejecución fiel de lo diseñado.
Currículum nulo (excluido o ausente) se refiere a aquel conjunto de contenidos, actividades, aprendizajes, habilidades
así como objetivos y procesos de evaluación que no están presentes (o no lo están de manera suficiente) en los
currículos diseñados o planificados, pero que constituyen una de las demandas de los alumnos o de la sociedad. Estas
omisiones (conscientes y explicitadas, implícitamente inconscientes o no identificadas por los profesores) pueden
responder o reflejar determinados intereses o valoraciones sociales e ideológicas acerca del conocimiento, ser fruto de
una decisión entre varias alternativas (preferencia del docente, problemas de tiempo, carecen de aspectos relevantes) o
de lagunas por el desconocimiento de los diseñadores. Los profesores pueden incluir los aspectos identificados como
necesarios, complementando –de este modo– el currículo oficial.
Currículum potencial (o “potencial del currículum”) se refiere al conjunto de posibilidades de interpretación, desarrollo
y aplicación (no previstas –en muchas ocasiones– por los diseñadores) que el currículo prescrito y los materiales
curriculares ofrecen, susceptibles de ser recreadas/reconstruidas por los profesores, como agentes curriculares, de
acuerdo con sus propias perspectivas/preferencias y el contexto/necesidades de su clase. En este sentido, el profesor
puede asumir diferentes roles: como aplicador mecánico de los materiales, haciendo una reproducción fiel y lineal de lo
prescrito oficialmente; como implementador activo; o como aplicador de nuevas alternativas a lo prescrito.
Currículum oculto: se refiere a los mensajes no intencionados (no planificados o prescritos), o no reconocidos como
tales, transmitidos por la estructura social y física de la escuela y por la interacción en el propio proceso de aprendizaje,
al mismo tiempo que el currículo planificado y que permiten también la adquisición de conocimientos, destrezas,
actitudes y valores.
Currículum-en-acción, o currículum enseñado: refiere a lo que los profesores trabajan cada uno en su aula decidiendo
en cada caso qué enseñar y cómo trabajarlo en clase, pudiendo coincidir, solaparse o diferir sustancialmente con el
currículum oficial. Está dado en función de diversos factores sobre el docente: su conocimiento de los contenidos objeto
de enseñanza, de sus experiencias docentes, de las actitudes que tienen ante los estudiantes, etc.
Currículum aprendido: refiere a lo aprendido por el alumno en relación al currículum enseñado, encontrando
generalmente grandes diferencias entre ambos.
Currículum realizado: definido por un conjunto de “aprendizajes colaterales” en resonancia con el currículum oculto, no
encuentra tampoco muchas coincidencias con las intenciones del currículum planificado ni el enseñado.
Currículum evaluado: refiere a las lecciones aprendidas y evaluadas por los docentes, siendo a menudo contradictorio
en relación a los que los profesores dicen pretender sobre el aprendizaje de los alumnos.

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