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Aparato reproductor Masculino

Los órganos sexuales masculinos trabajan conjuntamente tanto para producir


como para liberar los espermatozoides y el semen. El aparato reproductor
masculino también se encarga de la producción de hormonas sexuales, las cuales
determinan el desarrollo de diferentes aspectos, como la voz o el crecimiento del
vello, entre otros.

Características del aparato reproductor masculino


A continuación hemos recogido una serie de características.

 Células: el hombre genera esperma, la célula más pequeña que se conoce;


mientras, la mujer genera la célula más grande, el óvulo.
 Tamaño: en relación al tamaño del pene, el promedio a nivel mundial es de 15
centímetros de largo.
 Gametos: en líneas generales, los hombres cuentan con un mayor número de
células reproductoras que las mujeres. Se estima que producen más de 500
mil millones de espermatozoides durante toda su vida.
 Testículos: resulta extraño encontrar a un hombre con ambos testículos
exactamente del mismo tamaño. En la gran mayoría de los casos, el izquierdo
suele ser un 10% más pequeño que el derecho.

Partes del aparato reproductor masculino


Testículos
Los testículos son una de las partes más importantes del sistema reproductor
masculino. Tienen forma ovalada y miden en torno a 5 centímetros de longitud y 3
centímetros de diámetro. Una de sus funciones principales es la producción de
hormonas como la testosterona. Una vez un hombre alcanza la pubertad, la
cantidad de testosterona producida aumenta de forma exponencial, modificando
así diversos aspectos como el cambio de voz, el estímulo de producción de
espermatozoides, o el crecimiento de la barba, entre otros.

Epidídimo y conducto deferente


Muy próximos a los testículos se encuentran el epidídimo y el conducto deferente.
Son los conductos del aparato reproductor masculino. Por un lado, el conducto
deferente, un tubo muscular que discurre de forma paralela a los testículos y
transporta en dirección ascendente el fluido de los espermatozoides, conocido
como semen. Y, por otro lado, el epidídimo constituye una serie de tubos que
conectan ambos testítulos con el conducto deferente.
Escroto
El escroto es una bolsa de piel situada en el exterior de la pelvis, la cual sostiene
el epidídimo y los testículos. Su principal función es la de mantener los testículos a
una temperatura correcta, es decir, inferior a la corporal para estimular la
producción de espermatozoides. Así, el escroto modifica su forma y tamaño en
función de la temperatura del cuerpo. Cuando esta es fría, tiende a encogerse y
tensarse; mientras, cuando la temperatura es caliente, el escroto se agranda y
tiene un aspecto más flácido.

Glándulas accesorias
Entre las glándulas accesorias, se engloban las vesículas seminales y la glándula
prostática. Se encargan de proporcionar los fluidos necesarios para lubricar el
sistema de conductos. Por su lado, las vesículas seminales son una estructura
unida al conducto deferente, muy próximo a la vejiga. En cuanto a la glándula
prostática, produce algunos de los componentes más importantes del semen.

Uretra
La uretra es un conducto mediante el cual el semen sale al exterior a través del
pene. Además de formar parte del aparato reproductor masculino, también
constituye una parte importante del sistema urinario; y es que, a través de ella se
expulsa la orina al exterior del cuerpo.

Pene
El pene es la parte del aparato reproductor masculino más conocida de todas. Se
divide en dos partes: el cuerpo y el glande. El cuerpo se refiere a la zona principal
del pene, mientras que el glande es como se conoce a la punta del miembro; en
su extremo hay una pequeña ranura, por la cual salen tanto el semen como la
orina. El interior del pene está formado por un lado por un tejido esponjoso; y, por
otro lado, por un tejido cavernoso que tiene la capacidad de expandirse y
contraerse.

Prepucio
Al nacer, todos los niños tienen prepucio; un pliegue de la piel que se encuentra
en el extremo del pene, entre el cuerpo y el glande. Algunos niños son
circundidados, generalmente por cuestiones religiosas o culturales; no obstante,
en algunos casos también puede darse por motivos higiénicos. El funcionamiento
del pene con y sin prepucio no tiene ningún tipo de diferencia.
¿Cómo funciona?
La principal función que cumple el aparato reproductor masculino, tal y como su
propio nombre indica, es la reproducción mediante la producción y liberación de
semen. Además, es el encargado de producir hormonas que fomentan la
maduración de los niños durante la pubertad, hasta convertirse en adultos.

Pubertad
Los bebés, desde el mismo momento del nacimiento, cuentan con todas las partes
de las que se compone el aparato reproductor masculino. No obstante, no es
hasta la pubertad cuando pueden reproducirse; es decir, entre los 9 y los 15 años.
Es entonces cuando la hipófisis secreta las hormonas necesarias para que los
testículos produzcan testosterona, lo cual da lugar a una gran selección de
cambios tanto físicos como psicológicos.

Uno de los primeros cambios que se dan durante la pubertad en relación al


sistema reproductor es el aumento de tamaño tanto del escroto como de los
testículos. A continuación, el pene aumenta de tamaño; también lo hacen las
vesículas seminales y la próstata. Es entonces cuando comienza a crecer vello en
la zona pública y en el rostro; también se producen grandes cambios en la voz, la
cual se vuelve más grave, así como en la altura y en el peso.

Espermatozoides
En el momento en el que un joven alcanza la pubertud, su producción de
espermatozoides pasa a superar el millón diario. Cada espermatozoide tiene un
tamaño minúsculo; apenas 0,5 mm de largo. Se desarrollan en el interior de los
testículos; lo hacen concretamente en un conjunto de tubos conocidos como
túbulos seminíferos.

Los espermatozoides se dividen en dos partes bien digerenciadas. Por un lado, la


cabeza, en la cual se aloja el material genético. Y, por otro lado, la cola, la cual es
esencial para que puedan avanzar por el epididímo.

En líneas generales, los espermatozoides tardan en torno a cinco semanas en


recorrer íntegramente el epididímo. A continuación, se desplazan hasta
el conducto eyaculario. Las vesículas seminales y la glándula prostática se
encargan de la producción de líquido seminal, el cual se mezcla con los
espermatozoides, formando así el semen.

Eyaculación
En el momento en el que el hombre se excita sexualmente, el pene aumenta de
tamaño y, además, se endurece; esto sucede porque el tejido esponjoso que hay
en el interior se llena de sangre, dando así lugar a la erección. La estimulación del
pene erecto provoca que los músculos que se encuentran alrededor de los
órganos reproductores se contraigan y, así, empujen el semen a través de los
diversos conductos hasta el exterior; este proceso toma el nombre de
eyaculación.

Reproducción
Cuando un hombre eyacula, su semen contiene en torno a 500 millones de
espermatozoides. Si la eyaculación se produce en el interior de la vagina de la
mujer, los espermatozoides ascienden a través del cuerro uterino, atravesando el
útero. Si la mujer tiene un óvulo maduro en las trompas de Falopio, un simple
espermatozoide puede penetrarlo, produciéndose así la concepción.

Cuando un ovocito es fecundado se denomina cigoto, el cual se divide varias


veces a medida que va creciendo en el útero de la mujer. Así, a lo largo del
embarazo va madurando poco a poco; se convierte de esta forma en un embrión,
luego en un feto, y, al final, en un bebé.
Aparato reproductor Femenino

El aparato genital femenino (o aparato reproductor femenino) se compone de dos


partes: el útero, que alberga el feto en desarrollo, produce secreciones vaginales y
uterinas, y traslada el semen a las trompas de Falopio; y los ovarios, que producen
los ovocitos o gametos femeninos. Estas partes son internas; la vagina es el canal
que comunica con los órganos externos en la vulva, que incluye los labios
genitales, el clítoris y el meato de la uretra. La vagina está unida al útero a través
de la cérvix, mientras que el útero está unido a los ovarios vía las trompas de
Falopio. Si, durante el tránsito, se encuentra con semen, un espermatozoide o
más puede introducirse y fusionarse con el óvulo, fecundándolo.El equivalente en
hombres es el aparato genital masculino.

Durante el proceso reproductivo, el óvulo no es un recipiente pasivo, sino un


participante activo en la fecundación. Libera determinadas moléculas que son
esenciales para guiar al esperma que permiten que la superficie del óvulo se una a
la superficie del esperma. El óvulo puede entonces absorber el espermatozoide y
puede comenzar la fecundación.1 La fecundación ocurre típicamente en los
oviductos, pero también puede ocurrir en el propio útero. Un cigoto se dividirá a lo
largo de suficientes generaciones de células para formar un blastocito, que se
implantará en la pared del útero, donde comenzará los procesos de embriogénesis
y morfogénesis. Cuando se haya desarrollado lo suficiente para poder sobrevivir
fuera del útero, la cérvix se dilata y las contracciones propelen al feto por el canal
de parto, que es la vagina.

Partes del sistema reproductor femenino

Todo el aparato reproductor femenino, con la excepción de las mamas, se


localiza en la zona pélvica, en la parte baja del abdomen. Básicamente se divide
en dos grupos de órganos, los externos y los internos. Esta es la enumeración
y descripción de cada uno de ellos.:

1. Los labios mayores cuya función es proteger al resto de elementos de la


vulva.
2. Los labios menores, unos pliegues de mucosa que en su parte superior
tienen el clítoris.
3. Clítoris, órgano eréctil y con muchas terminaciones nerviosas, su papel es
fundamental en las relaciones sexuales.
4. Bulbos vestibulares, ubicados en la parte baja de los labios menores y
cubiertos en parte de músculos.
5. El himen que es una membrana que cierra parcialmente el inferior de la
vagina.

Vagina, conducto que une el útero con la vulva, con forma de tuvo. Es
insensible salvo en la zona del tercio más externo, el llamado punto G.

1. Útero, un músculo hueco con forma de cono cuyo tamaño varía


dependiendo del momento. Su función es alojar al cigoto fecundado.
2. Las trompas de Falopio, es el lugar dónde se realiza la fecundación. Son
dos conductos que unen los ovarios con la cavidad uterina.
3. Los dos ovarios, situados ambos lados del útero, son los encargados de
almacenar y liberar los óvulos.

Cómo funciona el aparato reproductor femenino

Todas estas partes del aparato reproductor femenino que hemos citado
cumplen un papel concreto en un complejo y precioso proceso que tiene la única
finalidad de que nazca un bebé. Estas funciones incluyen la fabricación de las
células reproductivas, el momento de la fecundación, la protección y nutrición de la
célula una vez fecundada, el desarrollo del embrión y, finalmente, el nacimiento de
un nuevo ser.

Este funcionamiento es cíclico y está perfectamente coordinado entre todos los


actores que participan en él. Partiendo de los ovarios, esos saquitos en forma de
almendra dónde mensualmente tiene lugar la ovulación, se ponen en marcha el
resto de actuaciones para posibilitar la fecundación:

 El óvulo sale del ovario y pasa por su correspondiente trompa de Falopio


con destino al útero. Es posible que te cuestiones cuánto tiempo vive un
óvulo al ser liberado, y su media de vida son una 24 horas tras la ovulación.
 Si el espermatozoide se encuentra con el óvulo en este camino por las
trompas y logra atravesarlo, se produce la fecundación.
 Este óvulo fertilizado se desarrollará dentro del útero, lo que se llama
embrión durante las primeras semanas y que será nuestro futuro bebé.
 El endometrio, la membrana mucosa que recubre el interior del útero, se
hace más grueso para albergar al este embrión. Si no hay embarazo, el
endometrio se deshace y se expulsa dando lugar al flujo menstrual del ciclo
femenino.

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