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Presentaci6n de Foucault Oscar Terén cord: Es preciso manifestar nuestro agradecimiento al Instituto de Giencias de la Universidad Auténoma de Puebla, en cuyo Centro de lnven fifsclones Filoséficas nos fue posible desarrollat y discutir muches de lax ideas aqui presentadas, “ jPues resulta evidente cudl color ha de ser cien veces mis importante que el azul para un genealogista de la moral; a saber, el gris; quiero decit, lo fundado en documentos, lo realmente comprobable, lo efectiva- mente existente, en una palabra, toda la larga y difi- cilmente descifrable escritura jeroglifica del pasado de la moral humana!” (Nietzsche, La genealogia de a moral.) Existe algo asi como una “moda Foucault” que sirve alternati- vamente 0 bien para adoptar una jerga presuntamente d la page, © bien para desestimar las producciones del intelectual francés tras la denuncia facilista del europeismo que ciclicamente se derramaria sobre nuestro subdesarrollo filoséfico. No obstante, el sintoma de dicho retraso parece residir mas bien en la ten- dencia a subestimar uno de los escasos focos de pensamiento estimulante dentro de una época francamente devastada por la crisis y la autocomplacencia teérica. Por ello, estas lineas sdlo persiguen el ingenuo propésito de describir sucintamente un itinerario teérico que, bien lefdo, tiene mucho més que ver con las interrogantes de nuestra edad de lo que podria suponerse tras los tecnicismos de una prosa no exenta ciertamente de belleza. Ya que mediante la utilizacion de cierto instrumental i ialmente y nitidamente nietzscheano-a-partir-de-1971, pero sin desestimar categorizaciones kantianas ni aportes provenientes de los estu- dios de Canguilhem, Bachelard o Dumézil, asi como de la es- cuela historiogrdfica de los Annales, en la escritura de Michel Foucault pueden sefialarse hasta el presente las nervaduras de un Proceso de busqueda filoséfica donde se diseiia una parte del perfil cultural de nuestros dias. Para remarcar los nudos mis significativos de esa reflexién proseguida consecuentemente a lo largo de més de veinte afos, es menester comenzar por el sefialamiento de los nicleos temiticos que motorizan el “ sitivo Foucault”. “A —_ a u igaciones foucayl Se sabe, en efecto, que las investi conexién estructuran en torno al anilisis de | Bn 1973 el tema de dich: ca de una produccién de verdad.”? Y i tal es el proyecto inicial, resulta evidente que esta problemitica se va expandiendo mediante una serie de ‘efreulos concéntricos que van abrazando progresivamente diversos registros donde nues- tras sociedades han operado escisiones andlogas y que gctiian como complejos mecanismos de poder para obtener una com- pulsiva tendencia al acatamiento de las “‘normas”: “Mi probléma es hacer una historia de esta sociedad de normalizacién,"* ‘Sin embargo, esa referencia a lo politico sdlo se ‘tomari do- minante en la escritura foucaultiana luego de un considerable perfodo de predominio del ‘anlisis discursivo, ya que dentro de sus escritos deben distinguirse al menos dos grandes arcos te6ri- cos. El primero se extiende desde Enfermedad mental y perso- ‘7 nalidad (1954), pero especialmente desde la Historia de la locu- ra en la época cldsica (1961), hasta Las palabras y las cosas \ i m Pativamente reciente destacaba que sus investigacionas de develar el modo como se gobiernan los hombres“! mismos y a los demas— a través de la produccién de vera entendida esta iltima no segin el realismo gnoseolégice persigue la adequatio entre un objeto y un sujeto ICO, Ponstituidos, ya que se trata de un ordenamiento de dominn donde la prictica de lo verdadero y lo falso pueda ser regulada ‘1965), incluyendo El nacimiento de la clinica y el ensayo s0- pertinente. Si esto resultara posible, podria entonces (1965), iy" imi y ry bre Raymond Roussel, ambos de 1963. En 1969 y 1970 Fou- cault reflexiona, en parte autocriticamente, sobre aquella pri- mera produccién, en un par de textos metodoldgicos y progra- méticos: La arqueologia del saber y El orden del discurso. A partir de ellos se inaugura 0 fortalece un doble movimiento ted- los efectos de realidad con ella vinculados. 5 debe ser considerado no como una sustancia pre-dada, sing como un correlato producido. El nivel de anilisis foucauit se ubica por eso mismo dentro de un espacio historiogréfico puesto que se trata de hacer la historia del nacimiento ios elementos que generalmente se consideran “obvios” con lo cual la tarea consiste en analizar “la objetivacién de las préctica y a un articulo. La practica consiste en la participacion én el cir (Grupo de Informacién sobre Prisiones) y el artfcu- lo es “Nietzsche, la genealogia, la historia” (1971), luego inclul- do en la Microfisica del poder. Este segundo perfodo teérico ast gestado produce un libro notable —Vigilar y castigar (1975)— y el primero de los seis volimenes anunciados en la Historia de la sexualidad (1976), asi como diversos articulos e intervenciones polémicas imprescindibles para precisar la estrategia tebrica propuesta actualmente por Foucault. La validez de este corte relativo est justificada por algunas modificaciones considerables dentro de sus propias elaboracio- nes. En principio, por la alteracién del peso especifico de la do- ble temitica fundamental (saber-poder), que implicaré una reflexion cada vez més atenta a lo politico. Piénsese simplemen- movimiento propedéutico la necesidad de quebrantar esas falss evidencias que, por su larga duracién, han adoptado ante ni tra mirada la apariencia inconmovible de “lo normal’. Por eje! plo, y como contrapartida, no se tratard de describir la may menor adecuacién entre el discurso psiquidtrico y el objeto lo- a a = detectar de qué manera el poder ejercido sobre es Ha jitima ha produeido el discurso de la psiquiatria: “No m Pongo la sociologia historica de una prohibicién, sino la his 1 Michel Fo iicsasae ss moves Laverdad y las formas juridicas, serie de confer i913 on 34No al sexo rey", en Miguel Morey (ed.), Sexo, poder, verdad. Con- 1980, pp. 13 31, ¥ editadas en espafiol por Gedisa, Barcel versaciones con Michel Foucault, Materiales, Barcelona, 1978, p. 241. 4«Prance’s Philosopher of Power”, en Time, 16 de noviembre de 1982, : 'M. Foucault, ms p42. » Microfisica del poder, Madrid, La Piqueta, 1978, p. 1. 12 13

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