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CONVIVIO

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Ilustración: LETRAS LIBRES / Manuel Monroy


LETRAS LIBRES
AGOSTO 2018

Cantos pápagos
GABRIEL ZAID
Los pápagos fueron renuentes a la vida sedentaria, lo que atizó el desprecio de otras
comunidades. Sus cantos muestran, a su vez, complejidad musical y refinamiento.

L
a frontera de México y los 850; en 1930 quedaban 535; en 1963, cuando hizo trabajo
Estados Unidos dividió el de campo en sus rancherías, eran unos 450.
territorio pápago. Ahora viven Según Horacio Sobarzo (Vocabulario sonorense,
en reservas del sur de Arizona Hermosillo: Instituto Sonorense de Cultura, quinta edi-
(unos veinte mil) y rancherías ción, 2007), se llaman a sí mismos “gente de desierto”
del norte de Sonora (unos (papabi-o’otam). Fueron enemigos de los apaches. Están
trescientos). emparentados con los pimas (sus lenguas son pareci-
En 1698 recibieron con das). Pero los pimas se volvieron agricultores y despre-
regalos al padre Kino, que ciaron a los pápagos, recolectores y cazadores renuentes
fue el primero en escribir sobre ellos (“Relación diaria a la vida sedentaria.
de la entrada al nordueste”, apéndice de Las misiones de Según Francisco R. Almada (Diccionario de historia,
Sonora y Arizona, México: Porrúa, 1989). “Nos recibie- geografía y biografía sonorenses, Hermosillo: Instituto
ron en tanto número los muy amigables y finos natu- Sonorense de Cultura, tercera edición, 1990), ya en 1750
rales que se asombró el señor Teniente” (p. 399). Trató José Rafael Rodríguez Gallardo (Informe sobre Sinaloa y
de evangelizarlos y enseñarles el cultivo de árboles fru- Sonora) escribió que eran pocos y despreciados, “pues
tales, ganadería y minería. Pero murió en 1711, y todos casi andan en cueros, comen crudo y no tienen la vis-
los jesuitas fueron expulsados de la Nueva España (y el lumbre de la política”.
Imperio español) en 1767. El desprecio es gratuito, a juzgar por el refinamien-
Según Margarita Nolasco Armas (“Los pápagos, to de sus cantos.
habitantes del desierto”, Anales del Instituto Nacional de Según Concha Michel (Cantos indígenas de México,
Antropología e Historia, xvii, 1964, pp. 375-448), muchos México: Instituto Nacional Indigenista, 1951, p. 81),
pápagos emigraron de Sonora a Arizona. En 1900 había Ángel E. Salas recogió la letra y música de un “canto
mágico que los pápagos ejecutan en sus ceremonias En la gran noche mi corazón saldrá afuera.
religiosas para adormecer [¿arrullar?] al sol trans- Las sombras vienen hacia mí sonando.
figurado en forma de águila”. La escala pentáfona En la gran noche mi corazón saldrá afuera.
en la que está concebido corresponde a una litur-
gia solemne. “Desgraciadamente, no ha sido posible Canción de la madrugada
traducirlo.” Me levanté temprano en la mañana azul. 53
Mi amor se había levantado antes que yo.
Movalí, movalí, Vino corriendo hacia mí desde las puertas del alba.
movalí, movalí,
ha movalí, ha movalí. Canción del cazador
LETRAS LIBRES
En la montaña, AGOSTO 2018
Abundan los estudios, libros y videos sobre los pápa- la presa moribunda
gos. Algunos recogen sus cantos. me miraba con los ojos de mi amor.

Canción para las carreras Fuente: José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal,
Al oeste sonaban las canciones. Antología de la poesía norteamericana, Madrid: Aguilar,
Animado, me apresuré. 1963, pp. 22-23.
Me topé el viento hostil
y lo pateé como pelota. Fue el viento
El viento nos dio vida.
Al oeste sonaban las canciones. El viento que sale de nuestras bocas nos da la vida.
Animado, me apresuré. Cuando deja de soplar, morimos.
Me topé con el sol
y lo pateé como pelota.

Me adelanté en la carrera,
me adelanté en la carrera.
Con una nube en la cabeza,
me adelanté en la carrera.

Pateo mi pelota.
Vuela sobre la pista.
Cae en el follaje.

El gavilán trazó la pista,


el gavilán trazó la pista,
sobre la cual ganaste.

Entusiasta llegó el corredor,


entusiasta llegó el corredor
y ganó un corazón de gavilán.

Fuente: Ruth M. Underhill, Singing for power. The song


magic of the Papago indians of Southern Arizona, University
of California Press, 1938, pp. 155-156.

Sortilegio nocturno
¿Cómo empezaré mis cantos
en la noche azul que está llegando?
En la piel de la punta de nuestros dedos, Canción del maíz
podemos ver el sendero del viento. En el surco,
Nos muestra por dónde soplaba junto a la esquina,
cuando fueron creados nuestros ancestros. el maíz crece verde,
crece verde.
Fuente: José Emilio Pacheco, “Poemas indígenas de
Norteamérica”, Proceso 282, 29 de marzo de 1982, Veía las espigas de maíz
pp. 50-51. ondear en el viento
y silbé suavemente de alegría.
54 Oración para que llueva
Señor, araño el aire y brota tierra, Fuente: Alonso Vidal, Los testimonios de la llamarada.
araño el fuego y brota tierra, Cantos y poemas indígenas del noroeste de México y de Arizona,
araño el agua y brota tierra, Hermosillo: Fondo Estatal para la Cultura y las Artes
LETRAS LIBRES
araño la tierra y brota mi sangre. de Sonora, 1997, pp. 45-49.
AGOSTO 2018 Que llueva, Señor, que llueva,
que llueva. Canto del águila
Un águila camina.
Amanece Está caminando hacia mí.
Amanece y me voy. Sus plumas largas sopladas por la brisa.
Estoy amaneciendo.
Amanecido voy con la claridad a cuestas. Un gavilán corre.
Está corriendo hacia mí.
Con la claridad a cuestas, voy. Su plumón rizado por el viento.
¡Ah! ¡Ah! ¡A’am!
Fuente: John Bierhorst, The sacred path. Spells, prayers and
La nube pasa power songs of the American indians, Nueva York: William
Viene la nube Morrow and Company, 1983, p. 133.
y llueve en el monte.
Ya se fueron Canto al creador
la nube y el chubasco Nuestro gran creador:
cantando. Tú siempre has estado con nosotros.
Por eso te pido que veles por nosotros.
Canción de la pitahaya
Roja está la pitahaya Nos diste la Tierra,
y azul la noche del amanecer. nos diste las nubes,
Iremos con carrizos largos nos diste el agua
a recolectar. y comunidades para vivir.

¡Roja está la pitahaya! Te pedimos que nos ayudes


¡Vamos, vamos, para que todo lo que hagamos salga bien
antes de que despierten y que nunca nos abandones en el camino.
el carpintero, el cardenal
y las palomas torcaces! Eso es lo que te pedimos,
nuestro gran creador.
Indagación
Donde las montañas Fuente: Tohono o’odham, documental sobre los pápagos
se entrecruzan de Pozo Prieto, Caborca, Sonora, filmado el 12 de agos-
allá en lo más alto, to de 2013, como parte de la serie “Pueblos indígenas
no sé dónde, en riesgo” de Guillermo Monteforte. Disponible en
allá indagué YouTube, con subtítulos en español. ~
por mi memoria
y mi corazón GABRIEL ZAID es poeta y ensayista. Su libro más reciente es Mil
que andaban perdidos. palabras (Debate, 2018).

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