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PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,...

PANORAMAS DE INTERMEDIACION DE INTERESES


POLITICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,
GRUPOS DE INTERES Y PARTIDOS
A COMIENZOS DEL SIGLO XXI

Herbert Kitschelt

Departamento de Ciencias Políticas


Universidad de Duke, EE.UU.

E n la primera sección de este artículo esbozamos una lógica general de cómo los actores eligen
campos de acción colectiva, invierten en movilización colectiva, y enmarcan sus objetivos. Este
análisis muestra la posibilidad de que unos modos muy diferenciados de movilizar e intermediar
intereses puedan coexistir en un mismo electorado. En la segunda sección sostenemos que se
observa empíricamente una transición en las democracias pos-industriales avanzadas de sistemas
de movilizar e intermediar intereses de tipo “fusionado” a otros de tipo “diferenciado”. Estas
tendencias no se pueden identificar con un “declive” o una “decadencia” de las democracias
contemporáneas, como proponen otros argumentos teóricos competidores. En la sección final
discutimos causas posibles de la acelerada descentralización y diferenciación de la acción colectiva
en las democracias pos-industriales. Buscamos las causas tanto en las bases económicas como sociales
de formación de intereses exógenos a la política, y también en desarrollos institucionales entre los
electorados nacionales, como es el caso del Estado del bienestar, que genera nuevas divisiones
políticas. Sostenemos que en la mayoría de las nuevas democracias la ausencia de costes sumergidos
de las redes de organización tradicionales resulta ser una ventaja del atraso, pues permite que estas
democracias echen mano de las oportunidades que les ofrece una futura movilización y
representación de intereses más flexible y ágil.
Palabras clave: intermediación de intereses, movilización, acción colectiva, partidos, grupos
de interés, movimientos sociales.

T he first section of this paper sketches a general logic of how actors choose fields of collective
action, invest in collective mobilization, and frame its objectives. This analysis shows the possibility
of highly differentiated modes of interest mobilization and intermediation to coexist in the same
polity. In the second section I argue that empirically we observe a transition from “fused” to
“differentiated” systems of interest mobilization and intermediation in advanced post-industrial
democracies. These trends cannot be identified with a “decay” or “demise” of contemporary
democracy, as suggested by competing theoretical arguments. In the final section I discuss potential
causes for the accelerated decentering and differentiation of collective action in post-industrial
democracies. I sought these causes both in economic and social bases of interest formation
exogenous to politics as well as in internal institutional developments of the polity that generate
new political divides, such as the welfare state. I maintain that in most new democracies the absence
of the sunk costs of traditional organizational networks is an advantage of backwardness that
allows these democracies to seize on the opportunities of more flexible, nimble mobilization and
representation of interests in the future.
Key words: interest intermediation, mobilization, collective action, parties, interest groups,
social movements.

RIPS, ISSN 1577-239X. Vol:1, Nº: 2, 7-25


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En general, se tiene la sensación de que des fábricas con una división meticulosa y
altamente reglamentada de la mano de obra,
actualmente las democracias avanzadas pos-
que producía largas series de productos estan-
industriales están experimentando un descenso
darizados con obreros no cualificados o semi-
de confianza en sus instituciones democráticas
cualificados. En cambio, la informatización de
centrales. El gran público parece estar especial-
sistemas de producción y herramientas de
mente desafecto de los partidos políticos y de
maquinaria ha aumentado la demanda de
manera más amplia se sospecha que los parla-
empleados altamente cualificados con capaci-
mentos, gobiernos y políticos electos están dis-
dades cognitivas sofisticadas que toman decisio-
tanciados de sus bases. Los ciudadanos-clientes
nes discrecionales en un proceso productivo más
dudan que los políticos-agentes, cuando se
flexible. La tecnología de producción permite
dedican al mundo de la política, sigan teniendo
que se hagan series cortas de manera eficiente,
en mente los intereses de los primeros. Algunos
para que las empresas puedan ajustar su output
críticos han tildado con términos como “clase
a la demanda de sus clientes sin tener costes de
política” y “partitocracia” lo que ellos perciben
producción excesivamente altos. La transición
como la “tienda cerrada” de las élites políticas,
del fordismo al pos-fordismo en la tecnología
alejadas del gran público. Consideran la nueva
manufacturera se corresponde con un cambio
movilización política de la izquierda, y sobre
cultural en la esfera del consumo, que pasa de
todo de la extrema derecha, como una conse-
disfrutar de bienes estandarizados a buscar la
cuencia lógica de estos cambios. Otras señales
diferenciación, el individualismo y la calidad en
de una decadencia de las democracias serían: el
los estilos de vida material, lo cual se expresa en
aumento de la abstención, la creciente volatili-
una crecientemente diversificación de los gustos
dad del apoyo electoral a los partidos y un clima
del consumidor. Al por menor, estas tendencias
general de cinismo hacia la política. La gente se
han favorecido a las boutiques en detrimento
torna contraria a la participación política con-
de las grandes superficies, a menos que estas
vencional.
últimas se transformen en conglomerados de
En contraste con esta visión de decadencia boutiques.
democrática, este trabajo presenta una concep-
También en la política los gustos del consu-
ción de que las democracias contemporáneas,
midor y la creciente diversidad en la conceptua-
en cuanto a sus pautas de movilización e inter-
lización de intereses, junto con un aumento de
mediación de intereses, estén experimentando
la capacidad ciudadana de discriminar entre
una “diferenciación democrática”. Sean cuales
alternativas políticas, han inducido a los inno-
sean las señales de creciente desconfianza hacia
vadores políticos a adoptar “técnicas de produc-
políticos e instituciones legislativas, no tienen
ción flexible”. A nivel de agregación e interme-
nada que ver con una reorientación de unos
diación de intereses esto ha dado pie a que los
ciudadanos que se alejan de la democracia, ni
innovadores políticos multiplicaran sus esfuer-
con un rendimiento renqueante del proceso de
zos por ofrecer a los ciudadanos el equivalente
toma de decisiones democráticas, sino con la
a las boutiques en vez de las grandes superficies.
búsqueda de un menú más amplio de cauces de
En este artículo presentaremos primero una
intermediación de intereses. Este proceso de
breve caracterización de la gama de alternativas
cambio no deriva de un aumento supuesto o
disponibles en el menú de participación política
verdadero en la distancia entre cargos electos y
e intermediación de intereses (sección 1). Luego
electorados en comparación con un pasado
contrastaremos de manera bastante escueta el
idealizado e idolátrico, sino de los nuevos retos
mundo de la participación política de tipo ideal
de la gobernación democrática y de una econo-
durante la “época de oro” del capitalismo
mía política en flujo. En muchos sentidos, los
occidental, que tuvo lugar en la recuperación
políticos de hoy se enfrentan a esquemas de
después de la Segunda Guerra Mundial (aproxi-
tareas mucho más complejos que en el pasado
madamente de 1945 a 1970), con el mundo
en cuanto a representación e intermediación de
emergente de la política pos-fordista y altamen-
intereses.
te diferenciada de principios del siglo XXI. En
Usando términos metafóricos, se podría este contexto nos referiremos brevemente a la
interpretar el proceso que esquematizaremos a cuestión de la decadencia de gobernación
continuación como el equivalente político al democrática, tanto en su aspecto cultural (con-
final del “fordismo” en la esfera de la produc- fianza en instituciones y agentes políticos) como
ción económica. El fordismo consistía en gran- en su aspecto práctico-operacional de compor-
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tamiento estratégico de los partidos y grupos de Finalmente, los movimientos sociales articulan
interés (sección 2). En la tercera y última sección demandas por métodos que se sitúan no solo
reflexionaremos sobre las causas que están fuera de, sino explícitamente contra los cauces
detrás de la transformación de determinados institucionales disponibles para la articulación
modos clave de intermediar intereses políticos. de intereses. Estas prácticas indican simbólica-
Concluiremos con un argumento prospectivo mente que los cauces existentes no son capaces
para un trabajo que construya sobre el actual: de transportar las demandas de los movimientos
si cambian los modos de participar en la política, y han de ser abolidos, o por lo menos reforma-
devaluando los costes invisibles de las organiza- dos para cambiar las pautas predominantes de
ciones políticas existentes, bien podría darse el representación de intereses. Un breve repaso de
caso de que las democracias recién establecidas las diversas prácticas de los movimientos sociales
encuentren considerables “ventajas en estar incluiría repertorios que abarcan desde las
atrasadas”. Nunca invirtieron en esas pautas manifestaciones o la ocupación masiva de
concretas de intermediación de intereses que lugares públicos (sentadas) hasta los boicots y
ahora se van extinguiendo, y por tanto, pueden los bloqueos, e incluso los disturbios violentos
adherirse a nuevos modos de intermediar inte- contra la propiedad o los individuos.
reses con mayor facilidad que los electorados de
las democracias más antiguas y establecidas. Un correlato empírico de los diversos modos
de articular intereses sería una variación en la
proporción de participantes activos respecto de
los miembros organizados en una movilización
MODOS DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA E
colectiva. Los actores están organizados en un
INTERMEDIACIÓN DE INTERESES
sentido formal si hay: (1) reglamentos estatuta-
Al traducir la movilización política y la rios de afiliación que distinguen a los que
intermediación de intereses en conceptos, sin pertenecen a una organización focal que plani-
duda nos vemos ante una red de prácticas sin fica y realiza la movilización colectiva y (2)
costuras, que no pueden ser nítidamente reifi- reglas internas de conducta e interacción entre
cadas en entidades empíricas diferenciadas que los afiliados a dicha organización (“acto consti-
constituyan exclusivamente movimientos socia- tutivo”, estatutos). En los movimientos sociales
les, grupos de interés o partidos políticos. De los nodos organizados son típicamente bastante
todos modos, podemos identificar dimensiones pequeños en relación con los participantes
subyacentes de variación en la movilización activamente movilizados. Los afiliados constitu-
política que nos permitirán construir tipos idea- yen sólo un pequeño subgrupo de los partici-
les analíticos diferenciados de movimientos, pantes en las actividades. En el caso de la
grupos de interés y partidos, para así poder movilización de grupos de interés, los partici-
ejemplificar opciones estratégicas en la persecu- pantes activos son casi todos afiliados, con
ción colectiva de intereses. Distinguiremos las pocos clientes no organizados. Finalmente, en
estrategias alternativas según se plasmen en dos los partidos encontramos que los participantes
dimensiones: una, institucional, y la otra, fun- activos son un conjunto casi tan grande como
cional. el de los afiliados (la mayoría de los cuales
contribuyen de manera discreta) y casi no hay
En términos institucionales, los partidos participantes que no estén afiliados.
políticos nombran a candidatos que compiten
por puestos electos en los cuerpos representa- Los tres tipos ideales de movilización colec-
tivos y ejecutivos nacionales. Los grupos de tiva también se refieren a estilos alternativos de
interés se mantienen fuera del campo electoral, intermediación de intereses. Las prácticas anti-
pero comunican sus demandas por cauces que institucionales subversivas son típicamente ad-
desembocan en el campo deliberativo de las versas a cualquier tipo de intermediación explí-
asambleas legislativas o de las burocracias cita de intereses. Si, de todos modos, tiene lugar,
públicas dirigidas por ejecutivos nombrados se enmarca en un estilo de confrontación
directa o indirectamente por el legislativo pública en la cual los portavoces del movimiento
(cargos de nivel ministerial). Estas prácticas se enfrentan a los representantes de los grupos
incluyen lobbying a nivel de élite, informes en contrarios, pero los primeros tienen muy poca
sesiones parlamentarias, campañas de presión a autoridad discrecional para llegar a acuerdos
políticos concretos, conferencias de prensa pú- con sus adversarios. En contraste, los grupos de
blicas, demandas de tipo “class action”, etc. interés fluctúan entre destilar de manera “dia-
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lógica” los objetivos colectivos de sus miembros, innovadores políticos han de tratar el problema
lo que llevaría hacia un proceso público contro- de la acción colectiva. Típicamente, los innova-
lado por militantes de base en el cual negocian dores invierten en solucionar el problema de la
con adversarios políticos, y un control “mono- acción colectiva creando una infraestructura
lógico” del esfuerzo colectivo por dirigentes de organizacional que facilite aunar la comunica-
la organización que a menudo buscan la ción y los recursos de varios innovadores y
acomodación con el adversario en negociacio- distribuir los incentivos selectivos a unos parti-
nes confidenciales a puerta cerrada (ver Offe y cipantes activados. Estas inversiones sólo tienen
Wiesenthal, 1980). Los partidos políticos tam- lugar si los innovadores calculan que la causa
bién se enfrentan a lógicas diversas de represen- tras su movilización colectiva es lo suficiente-
tación desde la base o de competición electoral mente duradera en el tiempo como para
dirigida desde la cúpula (ver Kitschelt, 1989), generar un flujo continuo de “réditos” sobre la
aunque en la mayoría de los partidos al final inversión inicial. Si los innovadores definen su
prevalece la negociación por parte de las élites. causa como limitada a una decisión colectiva
jugada a una sola carta, por ejemplo la preven-
A menudo es difícil determinar empírica- ción de un proyecto industrial específico o de
mente cuándo una organización voluntaria de mísiles nucleares de alcance intermedio o de
movilización de intereses colectivos es solamen- una enmienda constitucional, estarán menos
te un movimiento, un grupo o un partido en el dispuestos a invertir en una infraestructura
sentido analítico ya definido. Las organizacio- organizacional que si conciben su causa como
nes políticas concretas redefinen continuamen- una lucha a largo plazo en un tema recurrente
te su esquema de tareas y a menudo incorporan con objetivos políticos concretos y fluctuantes.
un menú bastante diverso de campos de movi-
lización colectiva. Hay asociaciones colectivas Segundo, los innovadores políticos tienen
que al mismo tiempo presentan candidatos a las que determinar la amplitud de sus demandas y
elecciones, hacen lobbying de funcionarios objetivos colectivos. En el continuo de enmar-
públicos o comités parlamentarios, y organizan cación de demandas políticas encontramos, en
manifestaciones masivas. ¿Son movimientos, un extremo, (1) los objetivos con un enfoque
grupos de interés o partidos? Lo único que sustantivo estrecho que no incorporan acuerdos
podemos decir es que las organizaciones colec- y concesiones complicados en el campo temáti-
tivas tienen distintos perfiles de prácticas polí- co (“entrelazando cuestiones políticas”), y, al
ticas (una generalización de la idea de reperto- otro extremo, (2) programas comprehensivos de
rios de acción de Tilly, 1978), que en un transformación de la sociedad, que tocan la
momento dado nos permiten asociarles más con mayoría de los elementos de la organización
uno de los tres tipos ideales (movimientos social (“las ideologías”). Cuanto más se inclinen
sociales, grupos de interés, partidos). los innovadores políticos hacia objetivos am-
plios, más provechoso les resultará invertir en
Hasta ahora hemos distinguido modos de técnicas de formación de un consenso colectivo
movilización colectiva e intermediación de inte- dentro de su organización por medio de meca-
reses en términos de prácticas colectivas. Ahora nismos de deliberación, persuasión o coerción.
haremos referencia a Aldrich (1995) para intro- Es decir, las inversiones en procedimientos
ducir una distinción más orientada hacia las intentan superar problemas de elección social,
tareas, en sentido casi “funcional”, que nos como la inestabilidad de decisiones colectivas
permite hacer otro tipo de corte analítico en el que resulten de esquemas de preferencia hete-
campo tan diverso de la movilización de intere- rogéneos entre innovadores que aúnan sus
ses. Generalizando la idea de Aldrich sobre el recursos para conjuntos amplios de objetivos.
desarrollo de los partidos políticos, cualquier
innovador político que se embarca en movilizar En términos funcionales, ahora podemos
a gente en torno a un bien colectivo de distinguir analíticamente la movilización colec-
cualquier tipo se enfrenta con al menos dos tiva según el grado en que los innovadores
retos. Primero, ha de considerar cómo aunar estén dispuestos a invertir en infraestructuras
recursos materiales con otros innovadores para administrativas para resolver problemas de
facilitar la comunicación de sus objetivos colec- acción colectiva y en procedimientos políticos
tivos a una audiencia de masas y atraer a esta que vayan dirigidos a solventar inestabilidades
audiencia de masas para que participe en su en cuestiones de elección social. Ninguna de
esfuerzo (por medio de incentivos selectivos, estas inversiones tendrá lugar si los innovadores
campañas de registro de votantes...). Es decir, los enmarcan lo que está en juego como unos
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objetivos de corto plazo, discretos, y limitados, para inferir las probables posiciones de los
que por un aumento de esfuerzo organizacional candidatos en una amplia gama de temas,
sólo darán réditos limitados. En términos de aunque no sepan nada de lo que haya dicho un
ámbito y tácticas institucionales, los innovado- candidato sobre un tema particularmente des-
res tendrán en este caso una mayor inclinación tacado para ellos. Por tanto, como coaliciones
hacia la acción colectiva subversiva que por el de políticos que buscan ser elegidos, los partidos
uso de cauces políticos que afirmen las institu- políticos invierten en procedimientos que re-
ciones existentes. suelven los problemas de elección social y
permiten enmarcar programas más comprehen-
Cuando los innovadores enmarquen las sivos. Además, en las modernas democracias de
posibilidades colectivas como causas de largo masas son inconcebibles una organización y una
alcance, duraderas, pero limitadas en amplitud campaña política eficaz que no tengan primero
sustantiva a un campo concreto de organización una inversión más o menos sustancial en
social, tenderán a invertir en una infraestructu- infraestructura organizacional.
ra administrativa de movilización colectiva,
pero no en extensos procedimientos de forma- Esto nos lleva a una cuarta combinación de
ción de consenso en temas diversos. Al ajustar tipo ideal, que serían unas posibilidades políti-
la amplitud sustantiva de sus objetivos colecti- cas amplias, pero con un limitado horizonte
vos a un tema restringido, pueden evitar temporal de acción política. Esto concuerda con
entrelazar cuestiones políticas (“issue-linkage”) aquellos innovadores políticos que estén dis-
y tampoco tendrán que elaborar una ideología puestos a invertir en resolver problemas de
comprehensiva, evitando así todos los mecanis- elección social, pero no en problemas de acción
mos organizacionales que sería necesarios insti- colectiva. Antes de que hubiera sufragio univer-
tuir para producir una fidelidad interna a una sal en las oligarquías competitivas, como por
concepción ideológica diferenciada. Una limita- ejemplo en el parlamento británico del siglo
da amplitud de objetivos pero con unas previ- XIX, ésta sería la estrategia de los caucuses de
siones de ganancias duraderas, deriva en la los partidos parlamentarios. En una situación
formación de grupos de interés que emplean su muy distinta, la de la política contemporánea,
infraestructura administrativa (organización una inversión fuerte en uniformidad ideológica
formal) en esfuerzos por utilizar los cauces colectiva, pero una reducida infraestructura
institucionales ya existentes de intermediación administrativa, serían las características de sec-
de intereses. tas revolucionarias que están en los márgenes
de la política electoral y protestataria. De modo
Cuando los innovadores enmarcan lo que general, haremos caso omiso de esta configura-
está en juego como una causa de larga duración ción en el resto del artículo, pues no se ajusta
y estable, pero también como una oportunidad a las realidades de la política democrática de
para transformar la sociedad según un progra- masas.
ma comprehensivo, tenderán a invertir tanto en
una infraestructura organizacional como en Las concepciones institucionales y funciona-
procedimientos de agregación de intereses. Y, les de movimientos, grupos y partidos se cruzan
en cuanto a tácticas, tenderán a entrar en el de tal modo que se pueden distinguir unos tipos
campo institucional de la competición electoral ideales nítidos en contraste con “tipos diminu-
entre partidos. Las elecciones en democracias se tivos” en que las exigencias institucionales y
basan en el principio de representación territo- funcionales moldean de maneras contradicto-
rial. Los representantes políticos toman decisio- rias entre sí las prácticas de movilización e
nes sobre una gama temática indeterminada e intermediación de intereses (ver Tabla 1). En los
incierta. Dado que unos votantes racionales movimientos sociales una sensación de equili-
intentarán calcular de antemano las probables brio se halla adoptando prácticas anti-institu-
preferencias de los candidatos para poder elegir cionales que requieren poca inversión en infra-
los más cercanos a sus propias preferencias estructura administrativa o formación de con-
políticas ideales, los candidatos presentarán sus senso, porque los objetivos de la lucha son
posturas temáticas de acuerdo con dimensiones discretos y se logran de una vez para siempre
ideológicas subyacentes (Hinich y Munger, 1994). (celda 1.1). Pero ya que los innovadores dedica-
Los votantes reciben señales sobre las posiciones dos a prácticas anti-institucionales invierten en
que adoptan los candidatos y partidos en estas la infraestructura organizacional (celda 1.2), los
dimensiones. Como economizadores de infor- participantes más destacados se interesarán
mación, siguen estas indicaciones generalizadas principalmente por hacer que sobreviva la
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organización colectiva y por proteger la inver- La presión para acomodarse a las prácticas
sión política consiguiente. Esto deviene un institucionales e incluso participar en política
poderoso estímulo para moderar estrategias y electoral es tanto más fuerte cuando los movi-
trabajar dentro de los cauces institucionales mientos resuelven problemas de acción colecti-
existentes, y no contra ellos, transformando así va y de elección social, refinando una ideología
un movimiento subversivo en un grupo de amplia (desde celda 1.3 a celda 2.3 o 3.3). Si la
interés (celda 2.2). Históricamente, los grupos democracia electoral es suficientemente abierta
de interés poderosos, como los sindicatos, a como para permitir que los contendientes
menudo oscilan y se debaten entre prácticas tengan la oportunidad de competir por puestos
institucionales y anti-institucionales, con el afán políticos, tarde o temprano los movimientos con
de sobrevivir como organización haciendo que una ideología que incorpora una elaboración
se decanten a favor de la segunda opción. Esta amplia de objetivos sociales dejarán las barrica-
dinámica se percibe por ejemplo en los debates das y piedras para coger “piedras de papel” que
sobre huelgas políticas nacionales en Alemania depositan en urnas para apoyar a partidos
y Francia antes de la Primera Guerra Mundial. políticos (Przeworski y Sprague, 1986). Por ello,

Tabla 1: MODOS DE MOVILIZACIÓN COLECTIVA


Alternativas funcionales: inversiones en resolver problemas de acción colectiva (AC) y/o elección social (ES)

MODOS DE NINGUNA INVERSION EN INVERSIONES


MOVILIZACION INVERSION AC (AC + Y ES -) EN AMBAS
POLITICA (AC – Y ES -) (AC + Y ES +)

PRACTICAS MOVIMIENTOS GRUPOS DE SOCIEDADES


ANTI-INSTITUCIONALES SOCIALES INTERES SECTARIAS Y
(MANIFESTACIONES) (EQUILIBRIO) SUBVERSIVOS REVOLUCIONARIAS

PRACTICAS MOVIMIENTOS GRUPOS DE POLITICA DE


INSTITUCIONALMENTE DE REFORMA INTERES PILARES
COMPATIBLES (EQUILIBRIO)

PRACTICAS PARTIDO PARTIDO PARTIDOS


INSTITUCIONALMENTE CARISMATICO, CLIENTELAR PROGRAMATICOS
CODIFICADAS: REPRESENTACION (EQUILIBRIO)
COMPETICION INDIVIDUALISTA
ELECTORAL DE PARTIDO
DE TEMA UNICO

los innovadores políticos nunca pudieron soste- organización de masas del sindicato porque
ner el socialismo revolucionario ante una demo- repelía a afiliados potenciales que estarían de
cracia electoral abierta. Esta estructura de acuerdo con el sindicato en un conjunto clave
oportunidades inevitablemente conduce a la de temas relacionados con el ámbito laboral
génesis de partidos socialdemócratas reformis- (salarios, condiciones de trabajo, semana labo-
tas (Lipset, 1983). ral), pero no con un extenso programa de
transformación social. Así, el sindicalismo “puro
De un modo similar, los grupos de interés no y duro” (en palabras de Samuel Gomper, de la
electorales, tales como los sindicatos, que tienen AFL) fortalecería la capacidad movilizadora de
objetivos ideológico-programáticos comprehen- los sindicatos en cuestiones claves de conflicto
sivos de reforma social (celda 2.3), siempre han industrial, sustrayendo al grupo de interés de
coexistido y colaborado con partidos políticos sus vínculos en el campo de la competición entre
programáticos en el campo electoral (celda 3.3). partidos y las aspiraciones programáticas com-
El extenso alcance ideológico de estos sindicatos prehensivas (celda 2.2).
facilitaba sus lazos con los partidos correspon-
dientes, haciendo de ellos unas “correas de Hasta aquí hemos presentado las dinámicas
transmisión” (en la frase leninista) de sus tác- que tienen lugar a nivel de actores que llevan
ticas. Al mismo tiempo los innovadores políticos a cabo movilización colectiva en estados de
en los sindicatos siempre han considerado que desequilibrio donde las inversiones en acción
la elaboración ideológica comprehensiva de colectiva exceden los cometidos institucionales
objetivos políticos (en celda 2.3) reducía la (es decir, celdas 1.2, 1.3 y 2.3). A la inversa,
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también podemos examinar cómo esfuerzos nes sobre una variedad de temas infinita e
colectivos que “infra-invierten” de cara al incierta, los votantes racionales interesados en
campo institucional en que juegan experimen- la política de su partido apoyarán a sus candi-
tarán presiones hacia uno de dos extremos: o datos sólo si resuelven el problema de la
desinstitucionalizar sus luchas o incrementar sus elección social y ofrecen a los votantes paquetes
inversiones. Así, los movimientos con reducida programáticos basados en principios políticos
inversión en acción colectiva, que luchan por normativos simples y unificadores. Por ello, los
bienes colectivos discretos a una sola carta “partidos de un solo tema” han resultado ser
(celda 2.1) pueden fácilmente pasarse a estrate- una y otra vez fenómenos de corta duración
gias subversivas (celda 1.1) o convertirse en (celda 3.2). Al poco tiempo pueden experimen-
grupos de interés con inversiones en infraestruc- tar luchas internas por cuestiones de elección
tura (2.2). social y así perder votos, como ocurrió reciente-
mente con los partidos de pensionistas en los
También existe un precario desequilibrio Países Bajos. O pueden sufrir pérdidas electora-
cuando los individuos y las entidades colectivas les, pero luego reorganizarse en torno a una
compiten en el plano electoral de la democracia propuesta programática comprehensiva que les
de masas sin invertir en infraestructura de permita ampliar su base electoral una vez más.
organización ni en soluciones a problemas de Los partidos ecologistas de Francia y Suecia
elección social (celda 3.1). Este sería el caso de inicialmente se presentaron como partidos con
los modos de representación individualista, un sólo tema y se proclamaron fuera del
sobre todo en partidos carismáticos impulsados espectro izquierda-derecha (en términos ideoló-
por la calidad personal extraordinaria de un gicos), pero al final descubrieron que conse-
líder. Como argumentó tan convincentemente guian un apoyo electoral sostenido sólo cuando
Weber (1920:78), el carisma personal es un reformularon su posición como un programa
recurso transitorio que permite a los líderes comprehensivo de la “izquierda segunda”, que
políticos asegurar que sus seguidores presten preferimos denominar Izquierda libertaria (Kits-
apoyo durante un período limitado de tiempo. chelt, 1989).
Más temprano que tarde, los seguidores deman-
darán que el carisma se convierta en algo Entre todos los esfuerzos colectivos no-
rutinario. Esto implica que a veces sea necesario equilibrados en el campo electoral, sólo un
que los políticos que compiten en un campo partido clientelar tiene alguna posibilidad de
electoral ofrezcan beneficios materiales a cam- sobrevivir (Kitschelt, 2000b). Pero esta subsis-
bio de apoyo y servicios. Este camino requiere tencia depende de circunstancias institucionales
unas inversiones considerables en infraestructu- y político-económicas concretas, a las que me
ra técnico-administrativa (“maquinaria políti- refiero resumidamente en la sección 3.
ca”) para poder organizar la redistribución
política de recursos limitados por vía de un De una manera general, argumentaremos
aparato del partido político (de tipo clientelar en la sección 2 que, en el transcurso del
en celda 3.2). Los líderes carismáticos también envejecimiento y de la “maduración” de la
se pueden ver confrontados con el imperativo democracia durante el siglo veinte en electora-
de ceñirse definitivamente a un programa dos industriales avanzados y luego pos-indus-
político de reforma, en vez de mantener a su triales, se ha dado una diferenciación de
discreción personal los objetivos de la moviliza- prácticas políticas colectivas que encamina su
ción electoral. En este caso, los seguidores les orientación institucional y funcional más hacia
urgen a adoptar un proceso de clarificación las prácticas “congruentes” o “equilibradas” de
programática que presupone inversiones en los movimientos sociales, grupos de interés o
procedimientos y que pretende resolver el partidos de las celdas 1.1, 2.2 y 3.3 de la tabla
problema de la elección social. Al buscar apoyo 1. En parte, este proceso está gobernado por
para el programa, intentan incentivar a los una lógica interna de aprendizaje entre innova-
seguidores a que contribuyan al esfuerzo colec- dores políticos y sus seguidores, como se ha
tivo (celda 3.3). sugerido en las páginas anteriores. Sin embar-
go, en parte también ha resultado de los
Las instituciones que gobiernan las eleccio- cambios en condiciones históricas, instituciona-
nes competitivas se basan en un principio de les y político-económicas que, como catalizado-
representación territorial y no funcional. Puesto res, aceleran la diferenciación de los modos de
que los políticos elegidos pueden tomar decisio- movilizar intereses (sección 3).
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FENOMENOLOGÍA DE LA POLÍTICA riormente, a la luz de ello interpretaremos


DEMOCRÁTICA: DESDE LA EDAD DE ORO ciertos datos empíricos de sondeos sobre “con-
HASTA COMIENZOS DEL SIGLO XXI fianza” democrática e ideas teóricas sobre las
mudables relaciones cliente-agente en la políti-
A principios del siglo XX, sólo la más antigua ca democrática.
democracia de masas, los Estados Unidos, de-
mostraba una diferenciación relativamente ní-
tida entre movimientos sociales, grupos de Panoramas fusionados y diferenciados de
interés y partidos políticos. En las democracias acción política
de Europa Occidental, que en su mayoría
tuvieron un origen muy posterior al de EE.UU. En la mayoría de las democracias europeas
tanto en orden histórico-cronológico como en hasta los años setenta los partidos de masas
cuanto a industrialización interna y moviliza- configuraban los sistemas de representación e
ción política, había una fusión de los tres modos intermediación de intereses, expresando fractu-
de práctica colectiva, y ésta prevaleció hasta ras políticas que se habían originado en las
bastante después de la Segunda Guerra Mun- revoluciones nacionales e industriales del últi-
dial. Por tanto, la gran noticia del último tercio mo cuarto del siglo XIX o primero del XX (Lipset
del siglo XX es la diferenciación de las formas y Rokkan, 1967). Estos partidos de masas se
de movilizar intereses colectivos. Aunque las rodeaban de una multitud de grupos de interés
diferencias transnacionales sean aun bastante económicos y culturales, asociaciones cívicas y
importantes, a principios del siglo XXI todas las clubes sociales que acompañaban el ciclo vital
democracias occidentales “maduras” finalmen- de los afiliados de la cuna a la tumba. Estas
te presentan panoramas de intermediación de redes interorganizacionales proveían incentivos
intereses políticos fuertemente diferenciados. que podían ser materiales, o de solidariedad, o
de objetivos, con el fin de conseguir una amplia
El desarrollo académico de las ciencias
afiliación. En muchos países la participación en
políticas refleja estos cambios históricos en la
una red conseguía acceso preferente a viviendas
acción política. Hasta los años setenta las teorías
protegidas, trabajo en el sector público, pensio-
de movimientos sociales y grupos de interés
nes, y seguros sanitarios y de desempleo. Los
eran casi exclusivamente una problemática
partidos extendían su hegemonía ideológica
norteamericana, pues los estudiosos de EE.UU.
con el apoyo de una extensísima prensa afiliada
podían discernir nítidamente varios modos de
a los partidos, que incluía periódicos y revistas
acción colectiva independientes entre si. En
semanales o mensuales para diversos sub-
Europa la idea de “movimiento social” traía a
sectores dentro de su electorado.
la mente la “cuestión social”, una convención
lingüística del siglo XIX que se refería al surgir En un contexto jerárquico con grupos de
de los primeros movimientos obreros. Por tanto, interés subsumidos bajo un partido líder que
para los estudiosos europeos los movimientos estaba en el ápice de una red institucional,
sociales y la movilización de intereses eran incluso los movimientos sociales que hacían
considerados casi idénticos al tema de los protestas subversivas florecían principalmente
orígenes de los partidos obreros y conflictos de en la proximidad inmediata de y estrechamente
clase del siglo XX. Sólo en los años setenta vigilados por los partidos políticos. Este ha sido
cuando los movimientos sociales europeos final- el caso no sólo de los conflictos en el ámbito
mente se establecieron claramente como enti- laboral entre patrones y trabajadores, o de las
dades diferenciadas e independientes, desvin- controversias religiosas, también se aplica a
culadas de los movimientos obreros, los estudio- causas que a primera vista no estarían relacio-
sos de la política empezaron a desarrollar nadas, como los movimientos de desmilitariza-
teorías sobre los movimientos sociales como ción y anti-nuclear en los años cincuenta,
formas diferenciadas de movilización política. fuertemente influidos por los partidos de iz-
quierdas. De manera similar, antes de la Primera
Ahora esbozaremos escuetamente el con-
Guerra Mundial y del período de entreguerras
traste entre el orden “fusionado” de movimien-
los movimientos de mujeres tendían a reflejar
tos sociales, grupos de interés y partidos políti-
las divisiones ideológicas existentes en el espec-
cos europeos de mediados del siglo XX, y un
tro de partidos.
electorado democrático funcional e institucio-
nalmente diferenciado en las democracias pos- Como organizaciones focales, los partidos
industriales de principios del siglo XXI. Poste- construyeron, mantuvieron y extendieron sus
PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,... 15

redes interorganizacionales sobre todo por organizaciones, extendidas por los partidos a
medio de su política municipal. Incluso se podría electorados enteros, fue el resultado de una
decir sin exagerar apenas, que de cara a arti- serie de factores como: el momento en que se
cular entornos cívico-asociacionales en torno a produce la industrialización, la liberalización de
partidos, importaba menos el color del gobier- mercados y la democratización, junto con las
no nacional que el afianzamiento de estas redes rupturas, los reveses y los reinicios del proceso
a nivel municipal. democratizador, las pautas de formación de los
Estados, el desarrollo demográfico, y finalmen-
Las redes partito-céntricas presentaban ex- te, el conflicto cultural. Sin embargo, el mayor
traordinaria resistencia y durabilidad al entrela- contraste con los diversos caminos europeos lo
zar incentivos materiales, ideológicos y cultura- presenta Estados Unidos, que extendió la fran-
les para una afiliación masiva al partido. Tam- quicia política antes de que despegase la
bién permitían que grupos reducidos de líderes industrialización, y mostraba una ausencia de
e innovadores políticos gestionasen estas redes restricciones gremiales pre-industriales al co-
con poca necesidad de dar explicaciones ni de mercio, un desarrollo tardío de un aparato
recibir input de las bases. Las masas de seguido- estatal profesionalizado, un desarrollo demo-
res estaban principalmente interesadas en satis- gráfico extraordinariamente dinámico y niveles
facciones de tipo material-cultural, y trataban a inauditos de pluralización cultural.
sus líderes políticos con gran deferencia con tal
de que los gobiernos municipales o las agencias Pero en la década de los setenta era obvio
cultural-simbólicas afiliadas al partido proveye- que en Europa se estaban resquebrajando las
sen por lo menos un nivel moderado de satis- redes organizacionales más densas de interme-
facción. Invariablemente surgían conflictos y diación de intereses políticos. A finales de los
disturbios políticos dentro de la red del partido sesenta y durante los setenta surgieron movi-
por causa de la competición y las diferencias mientos estudiantiles, u otros en contra de la
entre élites. En este sentido está totalmente mal guerra de Vietnam, en defensa del medio
encaminada la visión de Robert Michels (1911:62) ambiente y de las mujeres, siguiendo el modelo
sobre los conflictos entre élites y masas en el de los movimientos de Derechos Civiles, libertad
movimiento obrero, vistas como batallas entre de expresión, ecología y mujeres en Estados
unas bases generalmente radicales y unas élites Unidos. Estos movimientos constituyeron el
mas o menos unificadas, moderadas, centradas primer corte con los moldes ya establecidos,
en el statu quo y el trabajo. Una imagen más destacando así movimientos que estaban explí-
ceñida a la realidad sería la de conflictos que citamente opuestos a las redes interorganiza-
surgen entre radicales y moderados dentro de cionales existentes centradas en los partidos
la estrecha capa de los cuadros potencial o políticos que estaban en su ápice. El hecho de
totalmente dedicados al partido, políticos acti- que los “nuevos” movimientos sociales se des-
vos e intelectuales del partido, que luego asociaran de este establecimiento vertical de
movilizan a diversos segmentos de las bases. redes organizacionales cobró mayor ímpetu en
En muchos países prevalecieron redes de los años ochenta con los movimientos de
organizaciones solidificadas en “pilares”, “sec- desarme y contra la colocación de mísiles
tores” o incluso “sub-sociedades”, sobre todo nucleares de alcance intermedio de la OTAN. En
en el movimiento obrero (tanto en la variante algunos países estos movimientos aún recibían
socialdemócrata como posteriormente en la bastante apoyo de los partidos tradicionales de
comunista), y partidos confesionales cristianos o izquierdas (p.ej. en Gran Bretaña y los Países
ecuménicos, sobre todo católicos. Pero a princi- Bajos), pero en la mayoría de los países estos
pios del siglo XX los ciudadanos de algunos movimientos atraían a un amplio espectro de
países vieron como también se construían redes personas que salvaban las divisiones existentes
similares representando a los intereses de los entre los partidos.
conservadores, agrarios e incluso liberales de
mercado (p.ej., en Bélgica). El aumento en la diferenciación política
también se mostraba en la decreciente afiliación
Este no es el sitio para analizar la variación y participación europea en partidos políticos
transnacional en elaboración y estructuración históricos. En los años noventa bastantes parti-
de redes partito-céntricas en los Países Bajos, dos tradicionales se enfrentan a una falta de
Bélgica, Austria y Escandinavia por una parte, y candidatos para cargos municipales electos,
Francia por la otra. La diversidad de las redes de además de crecientes problemas en cubrir pues-
16 HERBERT KITSCHELT

tos internos del partido reservados a volunta- al declive, si no al colapso del proceso neo-
rios. Aunque haya distintos ritmos en cada país, corporatista de toma de decisiones. A medida
la afiliación formal a partidos ha disminuido en que se van distanciando los partidos y los
toda Europa Occidental desde los años setenta, agentes de representación colectiva en la esfera
salvo en unos cuantos casos excepcionales. económica, sindicatos y asociaciones de empre-
sarios pierden sus incentivos y capacidades para
Durante esa década y sobre todo en los acatar los deseos de gobiernos afines: de llegar
ochenta los principales grupos de interés afilia- a acuerdos entre si. Como ha demostrado
dos a partidos se incorporaron a esta tendencia Scharpf (1991), cuando hay un gobierno social-
a alejarse de los vehículos electorales focales de demócrata acomodador los sindicatos tienden a
las redes de organizaciones a las que pertene- tratar el tema de las restricciones salariales
cían. Y a la inversa, actualmente los cargos según la teoría de juegos, buscando los intere-
políticos electos se muestran contentos de no ses de los obreros. Sólo cuando dicho gobierno
tener que identificarse ya con las políticas y tiene autoridad organizacional sobre los sindi-
posturas de los grupos de interés. Esta separa- catos o medios para persuadirlos, se contenta-
ción les podría liberar de la acusación de estar rán éstos con una estrategia de segunda como
sirviendo a “determinados intereses”. En este sería la moderación salarial. Al desasociarse los
proceso de separación interorganizacional, los sindicatos de los partidos, claramente disminu-
innovadores políticos en los grupos de interés yen las probabilidades de que este tipo de
están libres para perseguir los intereses instru- moderación ocurra. Como consecuencia, los
mentales y determinados de sus miembros en gobiernos de izquierdas estarán más inclinados
áreas concretos de política, sin tener que a recurrir a políticas fiscales y monetarias
preocuparse por las posturas de los miembros y restrictivas para disciplinar a los sindicatos en
líderes de la organización en una multitud de sus demandas salariales.
otros temas no relacionados.
El ejemplo más dramático de la transforma- El declive de los viejos partidos y de sus
ción en las relaciones entre grupos de interés y sistemas de lazos sociales no se ve sustituida por
partidos políticos en las redes de organizaciones otras redes de organizaciones en torno a nuevos
se da en los movimientos obreros. Los partidos partidos. En contextos de nuevas alineaciones
socialdemócratas e incluso los comunistas cada competitivas entre partidos políticos donde han
vez se mantienen más distanciados de su correa surgido una Izquierda libertaria o una Derecha
principal de transmisión a las masas, que son los autoritaria, los nuevos competidores han mos-
sindicatos. Las graves derrotas electorales de trado poca inclinación o habilidad para repro-
ciertos partidos que muchos votantes identifica- ducir entre sus afiliados unas redes interorgani-
ban con los intereses específicos de los sindica- zacionales como las creadas por los otros
listas a menudo han precipitado cambios así. partidos. Por ejemplo, los grupos de defensa del
Esta interpretación se aplica con mayor fuerza medio ambiente y los movimientos ecologistas
en el caso del Partido Laborista británico, cuyo se han cuidado mucho de no incorporarse a los
cambio de fortuna va irremisiblemente vincula- emergentes partidos verdes (véase Kitschelt,
do a una demostración creíble de que los líderes 1989: capítulo 9). Los innovadores en movimien-
del partido ya no están a la merced del tos y grupos del entorno ecologista saben
Congreso de Sindicatos Británicos (TUC). Incluso perfectamente que una afiliación abierta con
en países como Austria y Suecia se han debili- los partidos verdes o la izquierda-socialista
tado los antiguos lazos de afiliación cruzada, izquierda-libertaria reduciría su apoyo público,
élites compartidas y coordinación estratégica al dar pie a que sus afiliados, defensores del
entre sindicatos y partidos de la izquierda medio ambiente, tengan conflictos entre sí por
moderada. Donde los sindicatos están divididos cuestiones ideológicas más amplias.
según colores de partidos y culturas, como en
Francia, Italia, y en cierta medida Japón o los Esta interpretación de la política finisecular
Países Bajos, los dirigentes de varios sindicatos como de creciente diferenciación de los modos
han intentado aunar recursos y coordinar estra- de movilizar intereses colectivos contrasta con la
tegias mientras se distanciaban de los partidos perspectiva que sostiene que los movimientos
con los que anteriormente se afiliaban. sociales de las democracias occidentales surgie-
ron como un breve episodio limitado a las
Este proceso de diferenciación en los modos décadas de los sesenta y setenta. Una vez que
de movilizar e intermediar intereses contribuye se habían librado las grandes batallas en cuanto
PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,... 17

a derechos civiles, medio ambiente, energía de las democracias occidentales. Pero un análisis
nuclear, estacionamiento de mísiles nucleares más detallado de la relación entre procesos
de alcance intermedio, y derechos de la mujer, políticos de participación democrática y con-
estos movimientos volvieron a un estado de fianza en las instituciones democráticas muestra
letargia y dejaron el campo de la acción política una imagen distinta que se ajusta más a nuestra
a las asociaciones de siempre. Siguiendo un visión de que las democracias contemporáneas
poco más con este argumento, si aun podemos han estado pasando por un proceso de creciente
observar movimientos de protesta en las déca- diferenciación en sus modos de movilizar e
das de los ochenta y noventa, de todos modos intermediar intereses.
la iniciativa ha pasado a las protestas de la
derecha contra la inmigración y el multicultura- Comenzaremos con la cuestión de confianza
lismo. en las instituciones democráticas. Es cierto que
desde principios de los ochenta hasta principios
Hay por lo menos dos razones por las cuales de los noventa - y posiblemente desde entonces
este argumento no se ajusta empíricamente a la también - ha habido una leve tendencia, con
realidad. En primer lugar, los estudios de variación a nivel transnacional, hacia menor
protestas muestran que se mantienen moviliza- confianza en las instituciones públicas (véase
ciones en una gran variedad de causas durante Newton y Norris, 1999). Pero hay que completar
los ochenta y noventa. A diferencia de los años este cuadro con alguna información adicional.
setenta, estas protestas más recientes tienden a Primeramente, que el apoyo popular a valores
ser luchas más descentralizadas, locales y de democráticos básicos, en contraste con el apoyo
menor escala. Por otra parte, tanto los medios a instituciones concretas, sigue siendo tan alto
de comunicación como los políticos y el público en los noventa como nunca (véase Dalton,
se han acostumbrado a ver protestas y movi- 1999a; Klingemann, 1999). Segundo, la varia-
mientos sociales de tipo colectivo de tal modo ción transnacional en confianza institucional
que ya no les prestan tanta atención como en supera con mucho las tendencias diacrónicas. A
el ciclo inicial de los años sesenta y setenta. En nivel agregado esta variación transnacional está
segundo lugar, la persistencia de la vitalidad fuertemente ligada al rendimiento económico
real y potencial de los movimientos sociales se diferencial de las democracias así como al grado
ve sostenida por datos de sondeos sobre apoyo de institucionalización de los lazos entre ciuda-
y disposición para participar en movimientos danos y políticos forjados por el sistema de
como los de ecología, contra plantas nucleares partidos usando incentivos materiales selectivos
e intervenciones militares. Por ejemplo, en la de tipo clientelar (Kitschelt, 2000c). A través del
segunda mitad de los ochenta sólo hubo tiempo han persistido y florecido tanto las
contadas protestas masivas espectaculares de democracias con alto grado de confianza insti-
algunas de estas causas, pero mantuvieron un tucional o satisfacción como las que muestran
fuerte apoyo popular y una disposición del niveles bajos.
público a involucrarse, que incluso aumentó en
varios países en el transcurso de la década En tercer lugar, la literatura sobre el declive
(véase Aarts 1995:247-54). democrático tendría razón si aquellos que
desconfían de las instituciones democráticas
también están más inclinados a rechazar valores
Confianza en la democracia y acción democráticos o a participar menos, sobre todo
política en los modos convencionales de participación
política. Además, habría causa de preocupación
si apareciera un claro trasvase de la participa-
Algunos observadores han interpretado la ción convencional (grupos de interés y eleccio-
caída progresiva de afiliación partidista en nes / partidos) hacia la no-convencional (mani-
buena parte de Europa, sobre todo entre las festaciones). Sin embargo, no hay ninguna
cohortes de edad inferior, y también el aumento evidencia sistemática que sostenga estas impli-
de volatilidad electoral en algunos países como caciones.
una indicación de desorganización y declive
democrático. Han puesto estos indicadores empí- Siguiendo a Inglehart y Dalton, aquellos que
ricos en el contexto de una creciente descon- desconfían más de las instituciones democráti-
fianza en las instituciones democráticas como cas serían pos-materialistas. Más correctamente
los parlamentos nacionales, permitiéndoles con- se les debería llamar libertarios, pues apoyan
cluir con profecías catastrofistas sobre el futuro mayor autonomía personal ante la supervisión
18 HERBERT KITSCHELT

estatal, más participación política y mayor de partidos son bastante representativos de sus
control ciudadano de los procesos democráti- miembros y electorados en términos de posturas
cos. Empíricamente estos ciudadanos están más políticas (posicionales) (Klingemann, 1995;
dispuestos a apoyar principios democráticos que Widfeldt, 1995). Si uno conoce qué posturas
otros ciudadanos “materialistas” (Dalton, 1999b). sostienen los afiliados a un partido, se puede
También tienen mayor disposición que otros a predecir de manera robusta la posición de los
participar en la política democrática. Ya en los líderes del partido en el mismo tema. En
años setenta y repetidamente desde entonces, contraste con la hipótesis del cartel, los líderes
la investigación empírica ha encontrado una de partidos diversos tienden a estar más pola-
inclinación ciudadana crecientemente diferen- rizados y divididos entre si que sus seguidores
ciada pero que en los márgenes se reforzaba (véase Holmberg, 1989; Iversen, 1994).
hacia participar en diversos modos de acción
política (Barnes y Kaase, 1979). Así, los activistas De mayor calado aun es el hecho de que a
involucrados en comportamiento político “no nivel teórico el modelo de “partidos cartel” no
convencional” como manifestaciones de movi- toma en cuenta los efectos contrarios de la
mientos sociales, cuyos innovadores políticos se competición entre líderes dentro de los parti-
mantienen un tanto alejados de los partidos, dos, y entre partidos por apoyo del electorado
están al mismo tiempo más inclinados a contri- y de sus afiliados. En vista de los mecanismos
buir de algún modo a grupos de interés y institucionales que fomentan esta competición,
partidos que aquellos ciudadanos que no parti- no parece comprensible que los líderes pudieran
cipan en estos tipos de protesta. La diferencia- ceñirse a pactos de cartel o incluso sofocar la
ción y complementariedad de los modos de competición interna para desvincularse de las
acción política son ahora los principios de bases del partido. Dado que la afiliación es
operación centrales de las democracias pos- voluntaria y los fondos públicos dependen del
industriales avanzadas, y no el renunciar a unas apoyo electoral, las voces discrepantes pueden
cosas por otras ni el declive de la acción política. marchar del partido, fundar uno nuevo, y
Paradójicamente, un aumento de desconfianza conseguir fondos públicos tan pronto alcancen
en instituciones democráticas fortalece la parti- un nivel mínimo de apoyo. Se ha demostrado
cipación democrática. empíricamente en una variedad de países que
una y otra vez es políticamente factible esta
defección y que trae consigo una mayor reac-
Relaciones de agente-cliente y la praxis ción por parte de los partidos históricos gran-
democrática des. Como consecuencia de esta constante
amenaza de nuevos competidores, los líderes
Otra preocupación popular es que una del partido se hayan en un dilema de prisionero
“clase política” ha cristalizado dentro de un cada vez que consideran la posibilidad de
cartel cerrado de partidos, y que está sofocando formar acuerdos de tipo cartel con otros parti-
la participación y representación democrática dos para no tener que responder ante sus
(Katz y Mair, 1995). Según esta visión los votantes. Tanto los políticos como sus partidos
políticos y los partidos establecidos han conse- siempre tienen un incentivo individual para la
guido desligarse cada vez más de sus electora- defección de los acuerdos de partido de tipo
dos. Alcanzan este objetivo por acuerdos tipo cartel, pues tendrán la posibilidad de beneficiar-
cartel entre todos los partidos tradicionales se electoralmente de propuestas programáticas
sobre los principios políticos a conseguir. Ade- que se acercan más a las preferencias del
más, un financiamiento público generoso redu- votante mediano que aquellas de los partidos
ce su dependencia de contribuciones económi- cartel poco representativos y desconectados de
cas de afiliados, permitiendo así que las élites su electorado.
estén menos atentas a las demandas de las
bases. La diferenciación de los modos de participa-
ción política e intermediación de intereses
Esta interpretación de la política contempo- debilita aun más el poder que mantienen sobre
ránea de partidos contiene una serie de supues- sus bases los dirigentes del partido o de los
tos e inferencias implícitas que son inadecuados grupos de interés, al facilitar una salida de las
a nivel teórico y empírico (para una crítica, véase asociaciones establecidas. Sólo si hay una plura-
Kitschelt, 2000a). En términos empíricos, los lidad de alternativas disponibles será atractiva
estudios actuales encuentran que los dirigentes la opción de marchar de una organización para
PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,... 19

otra que compite en el mismo campo institucio- una publicación de antaño gestionada por el
nal, o más aún, cambiar de modo de movilizar partido. La proliferación de escándalos y pro-
intereses (p.ej., del activismo de partido al fundos conflictos dentro de los partidos, saca-
movimiento social de protesta). Además, la dos a la luz por periodistas a lo largo de la
existencia de tales alternativas externas permite última década, puede ser más un reflejo de la
que los miembros de una asociación respalden nueva forma de tratar a políticos en los medios
su voz e insatisfacción dentro de una organiza- de comunicación que un cambio en la praxis
ción con una amenaza creíble de salida. Para política. El paulatino alejamiento de los ciuda-
tener una voz efectiva contra una oligarquía es danos de unos pilares integrados de asociación
necesaria una opción de salida (Hirschman, política claramente refuerza y se alimenta de
1970). Mientras movimientos, grupos de interés este trato más duro que reciben las élites
y partidos políticos estaban fusionados en redes políticas en los medios de comunicación.
interorganizacionales sin costuras, los activistas
insatisfechos no tenían alternativas para esca- Por lo tanto, a principios del siglo XXI los
par del poder de las élites políticas que a la cargos políticos electos tienen menos margen
sazón gobernaban el “pilar” político en el cual para actuar como una élite cómoda, auto-
estaban inmersos. La única opción de salida era complacida y arrogante de lo que tenían a
abandonar la red entera de compromisos y mediados del siglo XX. Han llegado a ser
orientaciones ideológicas para mudarse de un vulnerables en muchos frentes porque los
pilar político integrado y seguramente jerárqui- ciudadanos tienen una variedad de oportunida-
co a otro en el cual a nivel de base se seguiría des y cauces por los cuales pueden expresar sus
siendo igual de impotente. Este monopolio u demandas o conseguir sancionar a políticos que
oligopolio de los partidos en cuanto al sistema no asumen responsabilidades o no toman en
de intermediar intereses otorgaba a sus líderes cuenta los intereses del electorado. Para la
una tremenda autonomía cara a la disidencia en mayoría de los que se dedican a la política, esta
las bases. En cambio, en un sistema muy mayor incertidumbre de hacer carrera política
diferenciado con múltiples asociaciones y mo- en una democracia diferenciada “pos-fordista”
dos de participación política, los activistas con “sistemas de producción política flexibles”
insatisfechos pueden cambiar su forma de hace que sea un trabajo menos divertido y más
funcionar y pasar con relativa facilidad de estresante que hace medio siglo. Pero el alto
partidos a grupos de interés o movimientos, y grado de incertidumbre relacionado con la
viceversa. Esto fuerza a los líderes de partidos carrera política contemporánea también crea
a mantener mayor grado de respuesta a las unas sensaciones que atraen hacia estas batallas
demandas de base de miembros y votantes, en políticas a un nuevo género de personas. En las
contraste con un sistema fusionado y oligopó- democracias establecidas particularmente de
lico de asociaciones políticas. Europa y Japón, la “clase política” antes estaba
constituida por personas pacientes y tenaces
Por tanto, la línea final de esta argumenta- que forjaban pactos, o tecnócratas competentes
ción teórica es que en un sistema diferenciado en técnicas políticas, o burócratas políticos con
de intermediación de intereses, los políticos poco carisma personal que hacían carrera co-
tienen que mantener en el aire muchos más menzando desde las bases de la maquinaria
balones que en un sistema integrado. De modo partidista. Este tipo de político ahora se ve cada
generalizado esto les hace más dispuestos a vez más complementado e incluso suplantado
justificarse ante y responder a su propio electo- por innovadores políticos más Schumpeterianos
rado político. Además, en las democracias dispuestos a apostar en juegos de elevado
occidentales históricas la vulnerabilidad de los riesgo. En ocasiones estos individuos asumirán
políticos también ha aumentado por el hecho sus pérdidas en un partido o grupo al que han
de que el colapso de la red interorganizacional estado afiliados y se marcharán a otras organi-
hegemónica priva a los líderes políticos del zaciones o incluso a un modo diferente de
control de los medios de comunicación política movilizar intereses políticos. En contraste, las
que antes suplían los periódicos y las revistas de carreras políticas tradicionales progresaban
partido. Ahora los políticos se enfrentan a paulatinamente desde el taller de producción
medios de comunicación independientes, tanto política básica subiendo por cargos administra-
en la prensa como en la pantalla, los cuales tivos hasta las cumbres de la misma asociación,
examinan sus acciones mucho más implacable- sea de un grupo de interés o un partido político.
mente de lo que se habría atrevido a hacerlo
20 HERBERT KITSCHELT

ARGUMENTOS EXPLICATIVOS DEL CAMBIO La estructura de movilización de intereses se


DEMOCRÁTICO ha complicado en la esfera política por un
énfasis en la flexibilidad, versatilidad y autono-
En esta sección final propondré algunas mía de los empleados en cuanto a su competen-
hipótesis que expliquen porqué las democracias cia para tomar decisiones, junto con una pareja
pos-industriales avanzadas muestran una cre- diversificación de mercados de bienes y servi-
ciente diferenciación en modos de acción polí- cios. A las divisiones económicas tradicionales
tica. Y también, ¿porqué se da el caso de que entre factores de producción (capital, obreros,
en este proceso las prácticas políticas tienden tierra) o sectores económicos (público, privado
cada vez más hacia estados funcionales e nacional, privado expuesto a mercados interna-
institucionales congruentes y equilibrados, como cionales) hay que añadir ahora las divisiones
se especifica en la tabla 1? Los movimientos, entre grupos de cualificaciones estratificados
grupos de interés y partidos se especializan en tanto en términos de diplomas como de cono-
distintos tipos de movilización, caracterizada cimientos laborales adquiridos por familiaridad
por campos institucionales dispares, y en modos con procesos laborales y redes de productores
concretos de invertir en acción colectiva, elabo- y distribuidores en un campo dado. La estrati-
rando además objetivos políticos con una am- ficación de la mano de obra por “controles de
plitud sustantiva diferenciada (temas concretos activos” diferenciales hace que sea difícil homo-
o programas interdependientes) y expectativas geneizar los intereses en torno a grandes
temporales variadas para la toma de decisiones unidades que representen a empresarios y
políticas (jugadas a una sola carta o duraderas). empleados. La desorganización e incluso indivi-
Estas actividades les sitúan en competición y dualización de lo que antes fueron intereses
conflicto entre si en cuanto a políticas concretas, político-económicos colectivos fomenta y se
pero también crean unas reservas de autonomía corresponde con el declive de las instituciones
relativa para cada tipo de asociación y práctica políticas comprehensivas de agregación de inte-
política. Distinguiremos entre argumentos polí- reses, sea en el ámbito electoral o más allá. Las
tico-económicos, sociológicos y político-institu- tensiones resultantes generan grietas en los
cionales para explicar el movimiento desde un “pilares” ya establecidos de organización de
campo de acción política fusionado a uno grupos de interés.
diferenciado, o de alternativas políticas ómni-
bus de “grandes almacenes” a políticas de Al mismo tiempo, la creciente apertura
“boutiques”. internacional, más que en el intercambio de
bienes y servicios, en los mercados financieros,
(i) En términos político-económicos los elec- ha estimulado batallas distributivas entre secto-
torados y las economías nacionales han experi- res y sub-sectores de las economías nacionales.
mentado dos “shocks” exógenos en el último La apertura de los mercados de capitales
cuarto de siglo: un cambio en el esquema de supuestamente genera una presión para conse-
tareas tecnológicas y económicas, y un cambio guir beneficios nacionales comparables a los de
en la apertura e interdependencia de las eco- las empresas extranjeras en el mismo mercado,
nomías nacionales. Con respecto a lo primero, lo cual muestra con gran claridad en una
la revolución en tecnología de la información ha economía qué grupos de empleados y capital
reducido la disponibilidad de puestos de trabajo son competitivos a nivel internacional y cuáles
de producción repetitiva poco cualificada y han de sufrir. Unas estructuras complicadas de
ahora priman los empleados y profesionales ventajas distributivas producen unas alianzas
altamente cualificados que toman decisiones políticas complejas y animan a los actores a
discrecionales que las máquinas no pueden buscar sus intereses y a articular sus quejas por
tomar por sí solas. En el transcurso de los medio de una variedad de cauces de moviliza-
aumentos en productividad por ahorro de mano ción de intereses.
de obra y capital, tanto en las manufacturas
como en muchos ámbitos de servicios repetiti- La producción y los servicios pos-fordistas,
vos, ha disminuido progresivamente el número junto con las nuevas vulnerabilidades genera-
de empleados por unidad laboral. Con ello das por mercados financieros abiertos y la
también desaparecen las facilidades para supe- intensificación del comercio quitan energías de
rar problemas de acción colectiva y para conse- las intermediaciones de intereses fuertemente
guir forjar un amplio consenso en torno a centralizadas y corporatistas constituidas en
pactos sobre programas. torno a grupos de interés económico compre-
PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,... 21

hensivos y sus afiliados de partido. En términos De este modo los lazos sociales ascriptivos se
generales los intereses económicos colectivos se convierten cada vez más en lazos sociales
desintegran en grupos “defensivos” y “ofensi- construidos y elegidos. Estos cambios reducen la
vos”. Aquellos cuya fortuna se ve favorecida por inevitabilidad de que una afiliación temprana a
la innovación tecnológica, el creciente rol de los una infraestructura sociocultural de un campo
servicios altamente cualificados y la competi- político establecido determine la afiliación de
ción internacional prefieren actuar por vía de una persona para el resto de su vida. La
partidos y grupos de interés. Aquellos cuyas afiliación política deja de ser una cuestión de
fortunas están en declive por falta de innova- adherencia al grupo o de “identificación de
ción suficiente o de cualificaciones para conse- partido” para pasar a ser un tema de elección
guir empleo en las fronteras de innovación en deliberada entre varias alternativas.
manufacturas y servicios, y que se hallan a la
defensiva en los mercados internacionales por Las perspectivas sociológica y político-eco-
desventajas relativas, pueden estar más inclina- nómica se solapan en las explicaciones que se
dos a hacerse oír recurriendo a las tácticas dan de las nuevas y diversificadas prácticas polí-
subversivas e incluso violentas de los movimien- ticas de cara a analizar el empleo en el sector
tos sociales. Los movimientos de protesta contra de servicios. A causa de la creciente afluencia,
la inmigración y la multiculturalización, junto los cambios tecnológicos y el envejecimiento
con los partidos de la extrema derecha, crean demográfico de la población, durante el último
hasta cierto punto nuevos cauces para transmi- cuarto de siglo en el sector servicios han crecido
tir las quejas de estos perdedores potenciales y sobre todo los servicios personales en socializa-
reales. Puesto que no tienen recursos, y ven ción de niños, educación, formación, reciclaje
cómo su peso disminuye en la economía, a profesional, investigación y sanidad. En general
menudo perciben las tácticas de protesta sub- los servicios humanos emplean a individuos
versiva centrada en las instituciones democráti- altamente cualificados con ideas de auto-go-
cas existentes como la única manera de conse- bierno y confianza en sus propias habilidades
guir que se les oiga. para gobernar su vida y su organización social.
Además, a las profesiones en servicios humanos
(ii) En términos sociológicos, la creciente a menudo les falta la infraestructura de grupos
movilidad física y social ha minado a las de interés tradicionales (sindicatos) y las afilia-
subculturas comprehensivas e internamente ciones de partido características del sector
homogéneas que sostenían a barrios estrecha- manufacturero. Por tanto, el potencial de movi-
mente vinculados y proveían a los individuos de lización político no fluye de manera natural
incentivos sociales para que se ciñesen a la hacia unos cauces políticos establecidos. Final-
solidaridad política y se configurase la comuni- mente, la situación laboral diaria de unos
dad en torno a campamentos políticos muy servicios que tienen trato con clientes, jerar-
organizados y jerárquicos. Las principales fuer- quías relajadas, auto-gobierno colegial y eva-
zas que han debilitado las amarras ascriptivas de luación por iguales además de reciprocidad
lo tradicionalmente social son tan conocidas personalizada centrada en el “cliente” indivi-
que no requieren mayor elaboración: la educa- dual, milita contra una conciencia política
ción superior que provee un mayor sentido de sumisa a organizaciones políticas jerárquicas y
competencia subjetiva para participar en políti- disciplinadas, típicas del movimiento sindical.
ca y gobernar los asuntos propios sin buscar la
guia paternalista de los mayores que gobiernan En este contexto nos referiremos una vez
las asociaciones políticas de la comunidad; la más a las llamadas demandas políticas “pos-
mayor movilidad gracias al automobil, que materialistas” o “pos-modernas” (Inglehart,
permite que la gente pueda escaparse de las 1990; 1998). En primer lugar, aunque el trabajo
redes sociales de sus barrios residenciales o de Inglehart se centra en un fenómeno empíri-
elegir nuevos barrios con poca infraestructura camente importante, la noción de pos-materia-
asociacional; los medios de comunicación que lismo es un concepto mal-llamado. La operacio-
exponen a las personas a perspectivas intelec- nalización del pos-materialismo no mide el
tuales que no experimentarían en sus propias énfasis relativo de la gente en bienes materiales
redes sociales y que también hacen que las élites comparados con otros valores, sino que mide
políticas aparezcan menos alejadas y mucho principalmente el énfasis “libertario” de los
más responsivas por estar sujetas a una investi- ciudadanos en cuanto a oportunidades de
gación crítica en la esfera pública. participación en gobernar sus vidas, en contras-
22 HERBERT KITSCHELT

te con preocupaciones “autoritarias” por una de su statu quo, ni son los que bogan por su
estabilidad socio-económica. Los libertarios renovación profunda o su desmantelamiento
pueden estar tan interesados en la afluencia (Pierson, 1994; 1996).
material como sus pares autoritarios, pero piden
estructuras de gobierno que ofrezcan mayor En situaciones en las que se han incorporado
participación ciudadana. Segundo, la orienta- al sector público del Estado del bienestar unos
ción hacia el “pos-materialismo” se deriva servicios sociales básicos (como la enseñanza a
principalmente de experiencias en las esferas de todos los niveles, la formación profesional, la
la enseñanza y profesional, no por ingresos o sanidad), los intereses económicos tienden a
afluencia material. Aquellos que apoyan bienes movilizarse no sólo según líneas tradicionales de
colectivos superiores, como la protección del clase y sector, sino también crecientemente
medio ambiente, lo hacen porque su sofistica- según la fractura de lo privado / público. En este
ción cognitiva les permite establecer largas caso se produce una interesante inversión de
cadenas causales y reflexionar sobre el impacto preferencias en cuanto a modos de intermediar
de la provisión de bienes colectivos en la calidad intereses. Los ingentes números de funcionarios
de vida individual. En la formación de preferen- públicos son los que tienen mayor interés en
cias también entran en juego los intereses establecer y mantener pilares tradicionales cen-
materiales. Los defensores del medio ambiente tralizados e integrados de organización colecti-
tienden a estar desproporcionadamente con- va por medio de grupos de interés compactos
centrados en sectores de la economía que (sindicatos) y partidos, mientras que empleados
sufrirían pocas pérdidas en puestos de trabajo y empresarios del sector privado, más “anti-
e ingresos si aumentase la protección del medio guo”, pueden sentir mucho reparo a la hora de
ambiente, como puede ser la enseñanza y otros apoyar los intereses del sector público, y por lo
servicios sociales. Por ello el “pos-materialismo” tanto apoyarán la diferenciación de asociacio-
parece tener bases cognitivas y materiales que, nes de intereses. La lógica de formación de
en ocasiones, en vez de clarificadas, están más intereses es simple: dado que en general los
ocultas por el marco teórico que a veces funcionarios trabajan en servicios de tipo social
desarrolla Inglehart. De todos modos, su análisis donde las mejoras en productividad son bastan-
es acertado en que los “pos-materialistas” (o te limitadas, sólo pueden conseguir y justificar
libertarios) son agentes que fomentan la des- aumentos salariales al ligar su fortuna a aque-
agregación y diferenciación funcional de la llos trabajadores del sector manufacturero y de
acción colectiva en las sociedades pos-industria- servicios que hayan conseguido mayores avan-
les. Empíricamente los “pos-materialistas” tie- ces en productividad y por consiguiente de
nen particular propensión a participar en mani- salario. Sin embargo, los empleados del sector
festaciones y a establecer asociaciones de inte- privado pueden percibir una inflación de sala-
reses que sean independientes de las redes rios en el sector público que no refleje aumen-
fusionadas de los partidos establecidos y grupos tos en productividad como un agujero negro
de interés económico. que consume recursos. Estos recursos se podrían
invertir de manera diferente para mejorar la
(iii) En términos políticos los logros de competitividad del sector privado de cara a la
generaciones pasadas de políticos, en cuanto a economía mundial.
solucionar o contener conflictos entre clases
Por ello, los empresarios y algunos sectores
sociales y estamentos culturales en un electora-
del movimiento obrero desean contener los
do (como grupos religiosos confesionales), a
salarios públicos para proteger la viabilidad del
veces producen nuevas alineaciones de conflic-
crecimiento capitalista. Esta fractura corta a
tos que no se pueden incorporar al menú
través de las divisiones ya existentes de factores
existente de organizaciones políticas. Las políti-
y sectores económicos en el sistema de partidos.
cas públicas crean nuevas categorías de benefi-
Para poder aislar las demandas del sector
ciarios y contribuyentes, que pueden gobernar
público, tanto los políticos como los líderes de
las dinámicas políticas de una institución de
grupos de interés que representan al sector
maneras muy diferentes a las que se imagina-
privado pueden optar por desagregar y descen-
ban sus fundadores. En este sentido las institu-
tralizar la intermediación de intereses políticos.
ciones del Estado del bienestar son particular-
mente importantes. Los grupos que se moviliza- Como consecuencia, el Estado del bienestar
ban para construir el Estado del bienestar no representa una solución a los problemas de
son los que ahora se movilizan para la defensa organización del mercado laboral y de conflic-
PANORAMAS DE INTERMEDIACIÓN DE INTERESES POLÍTICOS: MOVIMIENTOS SOCIALES,... 23

tos distributivos en las democracias capitalistas, cos o sociales junto con las instituciones políticas
pero también invita a formar nuevas líneas de como el Estado del bienestar pueden reforzar
batalla que a su vez generan modos novedosos los procesos internos de aprendizaje de acción
de movilizar intereses. Por tanto, es la política colectiva, dirigidos por imperativos de supervi-
misma, y no sólo los desarrollos externos vencia organizacional y acumulación de poder.
económicos, sociológicos y culturales que con-
forman la diferenciación en modos de articular
intereses. CONCLUSIÓN: LAS VENTAJAS DEL ATRASO Y
LOS COSTES DE LIDERAZGO
Así que, tanto las condiciones externas
económicas y sociales como la política nacional
Este trabajo ha versado sobre tres temas. En
del Estado del bienestar fuerzan la descompo-
la primera sección esbozamos una lógica gene-
sición de las tradicionales pautas fusionadas de
ral de cómo los actores eligen campos de acción
intermediación de intereses. Sirven para catali-
colectiva, invierten en movilización colectiva, y
zar y apresurar la diferenciación de la acción
enmarcan sus objetivos. Este análisis muestra la
colectiva, que también se ve favorecida por el
posibilidad de que unos modos muy diferencia-
proceso de aprendizaje endógeno de los inno-
dos de movilizar e intermediar intereses puedan
vadores políticos cuando intentan emparejar
coexistir en un mismo electorado. En la segunda
campos institucionales de movilización colectiva
sección sostuvimos que se observa empírica-
a estrategias de inversión y enmarcación de
mente una transición en las democracias pos-
riesgos y beneficios políticos. Como argumenta-
industriales avanzadas de sistemas de movilizar
mos en la sección 1, cuando las prácticas
e intermediar intereses de tipo “fusionado” a
políticas muestran una incongruencia o un
otros de tipo “diferenciado”. Estas tendencias
“desequilibrio” entre el campo primario de
no se pueden identificar con un “declive” o una
acción colectiva de un innovador político (la
“decadencia” de las democracias contemporá-
política electoral, los cauces de los grupos de
neas, como proponen otros argumentos teóri-
interés, o subvertir los cauces existentes por
cos competidores. En la sección final discutimos
medio de manifestaciones), sus estrategias de
causas posibles de la acelerada descentraliza-
inversión (en infraestructura administrativa-
ción y diferenciación de la acción colectiva en las
técnica y/o procedimientos para resolver proble-
democracias pos-industriales. Buscamos las cau-
mas de elección social), y su forma de enmarcar
sas tanto en las bases económicas como sociales
los riesgos / beneficios colectivos (en términos
de formación de intereses exógenos a la políti-
de extensión sustantiva y horizonte temporal),
ca, y también en desarrollos institucionales
tarde o temprano su causa experimentará
entre los electorados nacionales, como es el caso
presiones para cambiar hacia una situación
del Estado del bienestar, que genera nuevas
congruente, guiada por imperativos de supervi-
divisiones políticas.
vencia y crecimiento. Así, los lobbies de los
grupos de interés, funcionando por cauces Las democracias establecidas que han exis-
institucionales convencionales encontrarán que tido por lo menos desde la Segunda Guerra
les vale la pena invertir en una infraestructura Mundial invirtieron fuertemente en redes fusio-
administrativa, pero evitarán invertir en proce- nadas y jerárquicas de intermediación de inte-
dimientos para resolver problemas de elección reses políticos las cuales abarcaban a partidos
social. Se mantendrán alejados de enmarcar políticos y grupos de interés económico. Estos
comprehensivamente los riesgos colectivos, para costes submergidos y los intereses corporativos
no dividir a sus propios electorados, que se configurados en torno a partidos y asociaciones
activan en torno a la organización apoyando existentes ralentizan la transformación de la
una actividad de investigación más limitada. intermediación de intereses en estos electora-
Recordando otra situación de desequilibrio en dos. Según la metáfora de un socialdemócrata
la cual los innovadores de movimientos sociales alemán, los partidos políticos son como inmen-
eligen estrategias de protesta pero invierten en sos petroleros que precisan mucho espacio y
infraestructuras organizacionales para mante- tiempo para poder girar. Pero la situación es
ner su movilización, éstos experimentarán pre- muy diferente en las democracias que surgieron
siones para acomodarse a los cauces ya existen- en la “Tercera Ola” de democratización a partir
tes de intermediación de intereses en aras de de mediados de los años setenta (Huntington,
proteger su inversión en organización. En todos 1990). En la mayoría de estos países los innova-
estos casos los catalizadores externos económi- dores políticos no han sido capaces de invertir
24 HERBERT KITSCHELT

en infraestructuras de organización y modos de nuidad democrática y los niveles de libertad que se le


resolver problemas de elección social que soli- asocian en conjunción con las percepciones económicas
dificaran redes fusionadas de intermediación de de los encuestados (Anderson, 1997).
intereses.
Desde la perspectiva de los analistas conven- BIBLIOGRAFÍA
cionales de las democracias occidentales, las Aarts, Kees (1995), “Intermediate Organizations
“deficiencias” de las nuevas democracias reve- and Interest Representation”, pp.227-57, en
lan su falta de “consolidación” y el precario Hans-Dieter Klingemann y Dieter Fuchs
anclaje de las prácticas democráticas. En algu- (eds.), Citizens and the State. Oxford: Oxford
nos casos este bien podría ser el caso. Sin University Press.
embargo, sostenemos que en la mayoría de las Aldrich, John (1995), Why Parties?. Chicago:
nuevas democracias la ausencia de costes sub- Chicago University Press.
mergidos de las redes de organización tradicio- Anderson, Christopher J. (1997), “System Su-
nales resulta ser una ventaja del atraso, pues pport in Old and New Democracies.” Ponen-
permite que estas democracias echen mano de cia presentada en la reunión annual de la
las oportunidades que les ofrece una futura American Political Science Association, 28-
movilización y representación de intereses más 31 de agosto, 1997. Washington, D.C.
flexible y ágil. Dada la fluidez de las redes Barnes, Samuel H. y Max Kaase (eds.) (1979),
políticas, estas democracias tienen mayor posi- Political Action. Mass Participation in Five
bilidad de encontrar soluciones creativas a los Western Democracies. Beverly Hills: Sage.
nuevos retos de la economía política pos- Burstein, Paul (1998), “Interest Organizations,
industrial y a los estilos de vida culturales que Political Parties, and the Study of Democra-
las democracias establecidas con redes jerárqui- tic Politics”, pp.39-56, en Anne N. Costain y
cas de organizaciones. E inversamente, estas Andrew S. McFarland (eds.), Social Move-
democracias establecidas tienen mayores posi- ments and American Political Institutions.
bilidades de enfrentarse a crisis y rupturas Lanham: Rowman y Littlefield.
institucionales a medida que empiezan a tratar Dalton, Russell J. (1999a), “Political Support in
los imperativos innegables de reformar institu- Advanced Industrial Democracies”, pp.57-
cionalmente la representación política. 77, en Pippa Norris (ed.), Critical Citizens.
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NOTAS ____ (1999b), “Value Change and Democracy”.
Comunicación para la reunión annual de la
1. Conferencia Pronunciada en Santiago de Com-
postela en marzo de 2000 en el ciclo “The Cons- American Political Science Association, At-
truction of Europe, Democracy and Globalization”, en lanta, GA, 2-6 de septiembre, 1999.
el marco del Programa Europa Mundi, a cuyo Director, Hinich, Melvin y Michael Munger (1994), Ideo-
Ramón Maiz, agradecemos la tramitación de la auto- logy and the Theory of Political Choice. Ann
rización para su edición. Arbor: University of Michigan Press.
2. Para una crítica de estas reificaciones, véase Hirschman, Albert O. (1970), Exit, Voice and
Burstein (1998).
Loyalty. Cambridge, MA.: Harvard University
3. [N. del T.] Término inglés que se refiere a una
reunión – normalmente a puerta cerrada - de un grupo Press.
político o legislativo para seleccionar candidatos, Holmberg, Sören (1989), “Political Representa-
planificar estrategias, o tomar decisiones legislativas. tion in Sweden”, Scandinavian Political
4. Doy por supuesto que se mantienen invariables Studies, Vol.12, No.1:1-16.
las estructuras exógenas de oportunidades (democra- Huntington, Samuel P. (1990), The Third Wave.
cia electoral, protección de libertades civiles, voluntad Democratization in the Late Twentieth Cen-
de los partidos establecidos de incorporar las quejas
tury. Norman: University of Oklahoma Press.
articuladas por un movimiento, etc.).
5. Para una elaboración analítica del concepto de Inglehart, Ronald (1990), Culture Shift. Prince-
política electoral clientelar y sus dinámicas, véase ton, N.J.: Princeton University Press.
Kitschelt (2000b). Inglehart, Ronald (1998), Modernization and
6. A nivel individual influyen tanto las percepcio- Post-Modernization. Princeton, N.J.: Prince-
nes de rendimiento económico como las condiciones ton University Press.
sistémicas en cuanto a grado de satisfacción con las Iversen, Torben (1994), “Political Leadership and
instituciones democráticas actuales. Por lo menos en
Representation in West European Democra-
Europa Occidental son temas fundamentales la conti-
cies. A Test of Three Models of Voting”,
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