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ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA
EN LA CASA DE MONEDA POPAYÁN
ARQUEÓLOGAS AUXILIARES
XIOMARA LÓPEZ SANTAMARÍA
LOURDES GONZÁLEZ LAME
ALEJANDRO E. ERAZO
CANDELARIA CARRIAZO
DAVID A. PÉREZ
CARLOS CARDONA
LORENA GACHARNÁ
SEBASTIAN CORAL
DIANA MAYOR
MARCELA ORDÓÑEZ
JANET PATRICIA VILLAMARIN
JULIE MANUELA MENA
HAROLD W. GONZÁLEZ
ORIANA ARARAT
SANDRA SANTACRUZ
JENY ROCIO
DISEÑO y DIBUJO
SEBASTIAN CORAL
DIANA MAYOR
LORENA GACHARNÁ
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ARQUEOLOGÍA PÚBLICA
ANGÉLICA NUÑEZ (Museógrafa)
LAURA E. JARAMILLO
ANA MARÍA SICARD A.
LUISA F. ALVAREZ
JULIÁN A. ESCOBAR
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Contenido
Capítulo I
Introducción: Arqueología Histórica en la Casa de Moneda Pg.
de Popayán, Siglo XVIII. 6
Capítulo II
Patrimonio y Teoría en Arqueología Histórica 11
Capítulo III
Arqueología Pública y Divulgación del Patrimonio en la Casa de la
Moneda de Popayán 17
Capítulo IV
Historia de la Casa de la Moneda y Centro de Convenciones de Popayán CCP 27
4.1. La Real Casa de la Moneda 27
4.2. La Casa de la Moneda y la Economía Colonial 31
4.3. El Ocaso de la Casa de Moneda 34
4.4. Estudio Prospectivo en el Lote CCP (Primera Fase 2007) 39
4.5. Excavaciones Arqueológicas en la Casa de la Moneda. (Segunda
Fase 2007) 42
4.6. Arqueología de la Casa de la Moneda (Siglos XVIII-XIX) 45
4.7. Arqueología del Batallón Junín y Policía (Siglo XX) 46
Capítulo V
5. Excavaciones Arqueológicas en la Casa de la Moneda de Popayán (Fase III) 48
5.1. Metodología de campo 52
5.2. Resultados del trabajo de campo 54
5.3. Vestigios de la fachada 55
5.4. Estructura de muros antiguos 56
5.5. Muros que dividen habitaciones aledañas a la fachada 57
5.6. Muros y pisos de habitaciones 59
5.7. Muros que dividen diferentes espacios 62
5.8. Muros que indican el soporte de un segundo piso 65
5.9. Estructura de la escalera 67
5.10. Muros que evidencian depósitos de combustible 68
5.11. Patios Empedrados con diseño en ladrillo 69
5.12. Estructuras de Acueductos 74
5.13. Sitios de fundición y estructura de hornos 78
5.14. Área domestica 81
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Capítulo VI
Hallazgos y Análisis de Materiales Culturales en la Casa de Moneda
Análisis de Materiales Culturales: Trabajo de Laboratorio 86
6.1. Material Alfarero 87
6.2. Materiales en Vidrio 107
6.3. Materiales de fundición, metales y monedas acuñadas 112
6.4. Material Lítico 115
6.5. Materiales de Construcción 116
6.6. Muestra Ósea 117
Capítulo VII
Conclusiones e Interpretación del Sitio Histórico Casa de la Moneda
de Popayán 119
7.1. Aspectos generales del estudio 119
7.2. Recomendaciones para la recuperación del sitio histórico
patrimonial 125
Bibliografía 129
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Capítulo I
INTRODUCCIÓN
ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA EN LA CASA DE MONEDA
POPAYÁN, SIGLO XVIII
Los trabajos de arqueología histórica fueron encaminados como parte integral del macro
proyecto que se desarrolla en el lote continuo al Hotel Monasterio de Popayán, localizado
entre la Calle 4 y Calle 2 con Carrera 11. El predio se localiza en la parte alta del lote que
colinda con el Hotel Monasterio hacia el occidente. En el lote ya se han realizado dos
estudios arqueológicos previos, que corresponden a una prospección general y a
excavaciones puntuales en el mismo sitio. A partir de estas exploraciones se registraron
evidencias de arqueología histórica relacionadas con la antigua Casa de la Moneda de
Popayán, fundada en 1749. Las excavaciones también localizaron elementos
correspondientes a la guarnición militar que funcionaba allí hasta comienzos del siglo XX,
junto con restos de la sede de la policía hace más de dos décadas.
Durante los meses de febrero y marzo (2010) la oficina de Planeación de la Gobernación del
Cauca hizo la adecuación de los terrenos donde se construirá el nuevo edificio Centro de
Convenciones Casa de la Moneda de Popayán, haciendo uso de la aprobación oficial de los
diseños finales del edificio (primera etapa) por parte del Ministerio de Cultura (Dirección de
Patrimonio, Resolución 2663 de 2009). Durante este procedimiento solo se adecuaron los
terrenos bajos dejando sin tocar el área que da sobre la calle 4 donde se realizaron las
excavaciones de restos arqueológicos de la antigua Casa de la Moneda. Área de
aproximadamente de 1600 m2. En esta área se construirá una plazoleta cultural cerrada que
podrá ser accedida por el público donde éste podrá observar las ruinas o restos arqueológicos
protegidos de la antigua Casa de Moneda como patrimonio histórico de la ciudad. A
comienzos de marzo el Instituto Colombiano de Antropología e Historia dio el aval (Oficio
0483) sobre el programa de arqueología preventiva para el proyecto Centro de Convenciones
Casa de la Moneda, aval que se remitió a la Curaduría Urbana I de Popayán que a su vez
expidió la licencia de construcción.
La Casa del Tesoro Real de Popayán se construyó a comienzos del siglo XVIII y su
principal función fue la de emitir moneda hasta el siglo XIX; de acuerdo con los datos de
archivo histórico y modernos la casa pasó a ser la sede del Batallón Junín a finales del siglo
XIX y posteriormente fue el lugar de la sede de la policía seccional hasta el año de 1983,
7
fecha en que ocurre el terremoto dejando numerosos damnificados y el sector histórico de
la ciudad en ruinas. El lugar donde se ubicaba la Casa de Moneda a partir de esa fecha se
convierte en una construcción en mal estado de conservación por lo que finalmente es
demolida para dar paso a lo que hoy es un lote que fue eventualmente utilizado como
parqueadero y para llevar a cabo la exposición artesanal durante la Semana Santa en
Popayán.
8
ciudad de Popayán y, (8) divulgación didáctica de los procesos de investigación e
interpretación del lugar histórico y arqueológico como museo de sitio.
9
de Moneda con el fin de que sean integradas a la arquitectura global como espacio público en
el nuevo edificio del Centro de Convenciones de Popayán en vías de construcción. Por último,
este informe busca poner en conocimiento de las instituciones interesadas todos los hallazgos
de arquitectura e ingeniería encontrados durante la investigación del lugar, para una posterior
toma de decisiones por parte de las comisiones de la Gobernación del Cauca, Universidad del
Cauca, Ministerio de Cultura (Dirección de Patrimonio) y el Instituto Colombiano de
Antropología e Historia, ICANH, con ello se pretende que los vestigios expuestos, sean
integrados con todas las normas de conservación al nuevo edificio del CCP como patrimonio
arqueológico e histórico. De otro lado, se anticipa que los vestigios arqueológicos deben
quedar al descubierto como ruinas en áreas mayores o en su totalidad de cara al público, o sea
con la participación de la comunidad, como formas directas de aprender el patrimonio,
estudiarlo, vivirlo y sobre todo realizando labores de educación integral desde la óptica de la
arqueología pública.
10
Capítulo II
La arqueología histórica americana fue definida de diversas maneras a partir de los años
60s y 70s. Una de las primeras definiciones fue la de James Deetz que explica la
arqueología histórica como el estudio del proceso de expansión europeo por el mundo y su
impacto en las poblaciones locales (Deetz, 1977). Por su parte Stanley South (1977), otro
de los propulsores de este campo, dice que arqueología histórica son todas aquellas
investigaciones que utilizan tanto la cultura material como documentos escritos para dar
cuenta de un problema, mientras que Charles Orser Jr. (1996) la define como una
“arqueología del mundo moderno”, o según Leone (1995) o Johnson (1996), una
“arqueología del capitalismo”. También han existido discusiones sobre cómo llamar este
tipo de arqueología, para algunos es “arqueología histórica” –historical archaeology-,
(South, 1977); “arqueología de sitios históricos” –historical site archaeology” (Schuyler,
1970); o “arqueología auxiliada por documentos –text aided archeology- (Little, 1992).
Investigadores como Pedro Funari (1998) y Andrés Zarankin (2010), han venido trabajando
los temas de la arqueología histórica tomando como base la función social; para estos
11
autores la arqueología histórica puede ser vista como un instrumento a partir del cual es
posible generar lecturas críticas de los procesos formadores de la modernidad –y por lo
tanto de los mecanismos de imposición de arbitrarios culturales. Al mismo tiempo permite
construir pasados alternativos, opuestos a las “historias oficiales”. Son estos pasados
múltiples los que garantizan que todos los grupos estén representados y legitimados en el
presente, especialmente los subalternos, excluidos o minoritarios, contribuyendo a generar
sociedades más democráticas y tolerantes (Patiño y Zarankin, 2010).
En los estudios de arqueología histórica se busca rastrear los contextos dentro de los cuales
se puedan interpretar los cambios en las prácticas sociales a través del análisis de la cultura
material. Esta posición implica una revisión crítica de los procesos históricos que generaron
las sociedades, en la mayoría de los casos de manera simétrica y antagónica (Funari, 1998;
Therrien, 1998). En los análisis de estos trabajos y sus contextos espacio-temporales se han
empleado posturas o enfoques heterogéneos que incluyen marcos teóricos procesuales o
posprocesuales. Esta situación resulta interesante, ya que fue Lewis Binford -uno de los
primeros en colocar la teoría como central para la arqueología- quien en el prologo que
escribió para el libro de Stanley South, “Method and Theory in Historical Archaeology”
(1977), vaticino que por sus características particulares la arqueología histórica estaría al
frente de la producción de teoría en arqueología. Su razonamiento estaba basado en que la
existencia de documentos escritos para confrontar con la cultura material, posicionaban este
campo como espacio de vanguardia a la hora de buscar, entender y controlar, los efectos de
la acción humana en el registro arqueológico. Seguramente, por esta supuesta facilidad
interpretativa, durante muchas décadas la arqueología histórica fue, contrariamente a lo que
se esperaba, una arqueología empiricista que no aportaba más que sentido común a la hora
de entender la cultura material.
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entre ambos registros que la arqueología histórica encuentra su potencial para generar
miradas únicas sobre el pasado. El ejemplo típico de estos “ruidos” es el estudio de Rathje
y McCarthy (1977, 1982) sobre la basura domestica en un barrio operario de Tucson
(Arizona). En la década de 1970, estos investigadores realizaron trabajos analizando las
bolsas de basura que diariamente desechaban familias de clase trabajadora. Su estudio
permitió determinar que las personas, cuando eran consultadas, mentían sobre lo que
consumían (ejemplo, las respuestas más frecuentes eran que consumían mucha leche, poco
alcohol y nada de drogas). Esto se contradecía con lo que los investigadores encontraron en
su basura (poca leche, mucho alcohol y drogas). Así, lo que las personas dicen no
necesariamente es lo que hacen y estos discursos opuestos (el escrito/oral y el material) son
los que permiten al arqueólogo histórico adentrarse como ningún otro en el entendimiento
de las sociedades (del presente o del pasado) (Patiño y Zarankin, 2010).
En nuestro país hace apenas pocos años se ha desarrollado cierto interés por la arqueología
histórica, donde se resaltan temas diversos de la Colonia, Nueva Granada y la República;
los espacios de acción han sido aquellos lugares importantes como Cartagena de Indias, el
palenque de San Basilio, Mompox, Santa Fe de Bogotá, Popayán, entre otros. En la
reconstrucción y conservación de las ciudades la arqueología histórica juega un rol
preponderante, ya que permite rescatar elementos de la cultura material que nos ayudan a
entender aquellos contextos sociales y culturales de nuestro pasado más reciente. Por otro
lado, la conservación y protección de los mismos tienen un alto valor como elementos
patrimoniales, arqueológicos e históricos que buscan reforzar la identidad de nuestras
culturas en las futuras generaciones.
En el desarrollo de estos estudios es también importante una relación cada vez más estrecha
entre la arqueología y la sociedad actual desde el punto de vista de las experiencias con el
pasado, en otras palabras, se hace necesaria la participación e intervención del público en
estos procesos desde las mismas excavaciones generando intereses y mayor comprensión
de aquellos aspectos culturales y patrimoniales que han dejado huella a través de la historia
de los pueblos. Estas formas de integración entre arqueología y sociedad actual se le han
denominado arqueologías públicas bajo la óptica de la interpretación y la educación
13
(Hodder, 1995; Potter, 1994). La experiencia latinoamericana de creación de museos
interpretativos de sitio nos enseña que la integración de la comunidad en el proceso es un
factor de éxito para la gestión, promoción y sostenibilidad de los recursos patrimoniales y
culturales. Por esto se considera que las actividades que se realizan dentro de una
arqueología pública, tales como la divulgación y participación de la comunidad, son de
gran utilidad para integrar a la sociedad en los proyectos patrimoniales. Trabajar con el
pasado cercano, tiene la habilidad de despertar curiosidad en las personas comunes,
atrayéndolas y haciéndolas participar de la producción de conocimiento (Little, 2007).
Desde esta perspectiva la arqueología histórica tiene algo que puede ser de interés para
todas las clases sociales, para todos los géneros, para todas las religiones, para todas las
etnicidades. No debemos olvidar que la manera en que construimos y utilizamos el pasado
es parte importante de la vida moderna ya que es a través del mismo que legitimamos y le
damos sentido al presente.
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Otro concepto a tener en cuenta sobre el análisis del patrimonio es aquel emitido por Josué
Llull (2005), en el cual se destaca la idea de que, si la identidad está sujeta a una serie de
regulaciones, entonces el patrimonio no se escapa a las decisiones de poder, ya que es por
esta vía que los materiales muebles e inmuebles patrimoniales logran ser aceptados
institucionalmente como tales. Aquí vale la pena mencionar, como Prats (1996) lo expresa,
que la revolución industrial y el romanticismo jugaron un papel importante sobre la
emergencia de los nacionalismos y el colonialismo. Sobre este aspecto surgieron elementos
de carácter homogeneizador tal como se lo propusieron los proyectos de estado-nación.
Actualmente el patrimonio como elemento revitalizador de la memoria y la historia no solo
tiene la mirada desde el estado sino desde múltiples posibilidades heterogéneas, o sea desde
múltiples identidades que emergen, en nuestro país, a partir del consenso constitucional de
1991. Sin embargo, la toma de conciencia de identidad de los “otros” (multiculturalidad)
utilizando elementos del patrimonio es un proceso complejo que se ve atravesado por
estrategias políticas desde el estado y los nuevos procesos coloniales (Gros, 2000).
Finalmente, aunque el tema del patrimonio en su concepción tiene unas implicaciones muy
amplias y variadas que van desde los discursos académicos, políticos y sociales, el análisis
del patrimonio debe realizarse desde la perspectiva de los grupos sociales quienes son los
que deben beneficiarse al momento de reconstruir y recrear sus propias historias haciendo
uso del patrimonio (material e inmaterial) y de la arqueología como formas vivas de la
memoria. El tema del patrimonio, la memoria y la arqueología tiene muchas y ricas vías
que pueden ser usadas como herramientas de los estados y grupos locales-regionales que
procuran conservar y proteger los diferentes legados arqueológicos, históricos y medio
ambientales, dispuestos de manera permanente para que sean útiles como instrumentos de
poder en el momento del auto-reconocimiento de los pueblos y sus derechos. Es claro que
las sociedades sin memoria, sin patrimonio conservado y promulgado (educación), son
sociedades sin historia, sin pasado y sin formas concretas de reclamarlo para sí. Es allí
donde la antropología y la arqueología deben trabajar con el fin de ayudar con sus análisis y
aplicaciones a vislumbrar el pasado, el patrimonio y la reactivación de la memoria perdida
en diversos colectivos sociales. Igualmente podemos decir que el mundo contemporáneo
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este marcado por crecientes economías transnacionales, desarrollos tecnológicos y un
masivo consumismo, características de un mundo cada vez más globalizado y, por
supuesto, son temas que tocan en muchos casos de forma negativa la conservación de
nuestros patrimonios culturales materiales e inmateriales, la ecología y las memorias
ancestrales. En general el patrimonio y la arqueología deben ser temas que ayuden al
reconocimiento de la diversidad cultural a partir de la plurietnicidad, donde se reconozcan
derechos sociales, culturales y económicos antes negados (Patiño, 2003).
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Capítulo III
Arqueología Pública y Divulgación del Patrimonio en la Casa de la
Moneda de Popayán
En este capítulo trataremos sobre aspectos importantes derivados del trabajo realizado
dentro del marco de una arqueología pública y la divulgación del patrimonio cultural. Las
actividades de divulgación llevadas a cabo entre los meses de abril a julio de 2010 en el
sitio arqueológico Real Casa de la Moneda de Popayán, siglos XVII y XIX. Las reuniones
de planificación se iniciaron en el mes de abril donde se definieron los alcances de este
trabajo social donde se tuvo en cuenta la apretura al público del sitio histórico ya excavado
sistemáticamente y el análisis estadístico de las visitas al lugar, también se coordinaron y se
formalizaron las monitorías de las visitas guiadas.
Los monitores para este trabajo fueron 4 estudiantes de antropología de último semestre,
escogidos según su nivel académico, el interés por el tema de la divulgación del
conocimiento y por experiencia en actividades recreativas y tratamiento de público. Con
ellos se acordaron los horarios de trabajo en cada una de las fases del proyecto: diseño,
promoción, montaje y apertura al público.
En las dos primeras semanas del mes de mayo se hicieron visitas continuas al sitio y
entrevistas y recorridos con el director del proyecto, las arqueólogas coordinadoras y los
monitores encargados de la excavación para conocer de manera directa y desde diferentes
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ángulos, la información que se podía aplicar directamente con los vestigios que se iban
encontrando ya que en ese momento aun no se habían terminado las excavaciones, de esta
actividad se recogió la información en grabaciones de audio y fotografías digitales.
En la tercera semana del mes de mayo y con la información bibliográfica y los recorridos
en los sitios se prepararon los guiones correspondientes a cada visita privilegiando la
ocupación de la Casa de la Moneda para brindar la información básica para que el público,
durante su visita, pudiera identificar según los materiales de construcción, los tipos de
estructuras y los objetos encontrados en el sitio, a qué época pertenecía cada uno y qué
información arrojaba sobre los oficios y sobre la gente que ocupó el lugar.
Para el primer grupo, Niños de 7 a 12 años, se diseñó un recorrido corto, sin referencia a
datos históricos exactos, con el objetivo de dar espacio a la imaginación y que fuera
posible recrear mentalmente lo que habría sido la Casa de la Moneda y cómo funcionaba;
para esto, se diseñaron dos actividades que permitieran al niño(a) manipular los objetos,
de manera que la visita fuese más lúdica; la primera consistía en hacer la simulación de una
recolección superficial, donde cada uno pudiera distinguir los diferentes tipos de materiales
encontrados (ejemplo, vidrio, metal, cerámica, madera, entre otros), sus usos y así poder
relatar cómo vivían las personas en épocas de la Colonia; la segunda actividad se pensó
para que los niños diseñaran sus propias vasijas en cerámica, recreando los platos, vasos y
otros artefactos que se utilizaban en la Colonia.
Con los Jóvenes de los Grados 11 de los colegios de Popayán, se planteó un objetivo
primordial: presentar el Programa de Antropología que ofrece la Universidad del Cauca
(mediante un acercamiento al quehacer arqueológico), al tiempo que se pretendió relatar la
historia y funcionamiento de la Casa de la Moneda; en consecuencia, se hizo un recorrido
donde se iban presentando las diferente estructuras y las actividades realizadas en cada
lugar, identificando las tres áreas principales de la casa como son el área de administración,
el área de ensaye y fundición y las áreas domesticas. Así tratamos de recrear la vida de las
personas en la Casa de la Moneda en el siglo XVIII.
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Para el último grupo, se preparó un recorrido mucho más largo, donde se daría información
más precisa sobre lo que había sido la Casa de la Moneda, y su importancia histórica, social
y económica; también, se esperaba concientizar a las personas para que desarrollaran un
sentido de pertenecía por el pasado y el patrimonio de Popayán.
En la última semana del mes de mayo se redactaron los guiones finales y se hizo el
levantamiento general a escala 1:100 del área total de las excavaciones, con la información
pertinente para poder establecer los puntos y temas a tratar en el recorrido, se trazó el
sendero interpretativo sobre el plano y se comenzaron a hacer pruebas de las visitas
teniendo en cuenta la entonación de la voz, las palabras a utilizar, la medición del tiempo
en cada punto. También se diseñaron los plegables y se hizo contacto con varios colegios
de la ciudad para promocionar las actividades.
Promoción y Montaje
Durante la primera semana de junio se diseñó e imprimió un plotter con la línea de tiempo
para indicar las diferentes ocupaciones del sitio arqueológico, se imprimieron y repartieron
los plegables, se compraron los materiales necesarios para acondicionar el sitio, como el
botiquín, la arcilla, el piso plástico, la sombrilla y se hicieron las gestiones con la Alcaldía
de Popayán y la Gobernación del Cauca para la apertura de la puerta por la calle 4 donde se
ubica el sitio histórico, desde allí se accede fácilmente siguiendo la señalética, el trabajo
directo con el público se inició el sábado 5 de Junio y se establecieron las tardes de los
martes y viernes para las visitas de los colegios, la información sobre las actividades se
promocionaron también por radio Mil Cuarenta y por la radio de la Universidad del Cauca,
en los periódicos locales El Liberal y El Extra y se pidió a la división de patrimonio de la
universidad para que se programaran desde allí las citas con los colegios.
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de junio. Allí se expusieron objetos de la cultura material colonial, una pequeña muestra
numismática de la colección del Museo Mosquera con valiosas monedas de la época,
algunas hechas en Popayán y otras acuñadas en diferentes casas de moneda de América
como Ecuador, Chile, Perú, Costa Rica y Bolivia.
Con las evidencias halladas en las excavaciones se recreó el proceso de fabricación de las
monedas, donde se exhibieron instrumentos de fundición como los crisoles de ensaye o
copelas, residuos del proceso de fundición, entre otros; haciendo alusión a los diferentes
espacios que se conservan en el sitio histórico arqueológico. Para la sección de la
administración colonial, el Archivo Histórico del Cauca prestó para la exhibición dos libros
de cuentas originales de la Casa de la Moneda de Popayán; y el Museo de Historia Natural
donde reposa la colección de arqueología, aportó algunos materiales coloniales excavados
en los conventos de San Francisco, Santo Domingo, El Claustro El Carmen y el Morro de
Tulcán, que se exhibieron en vitrina para que el público pudiera compararlos con los de la
Casa de la Moneda. Finalmente se expusieron cerámicas, vidrios y metales diagnósticos del
sitio: fragmentos de porcelana, lozas, cerámica de tradición indígena, cerámica vidriada,
africana y tipos de lozas europeas.
Esta muestra se abrió al público el 21 de junio y se articuló a las visitas guiadas en el sitio
histórico, las actividades de divulgación se realizaron hasta el 10 de Julio día en que se hizo
un balance y se trasladaron los equipos a la ceramoteca de arqueología.
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debido a la lluvia. De acuerdo con lo anterior se tuvo que cambiar algunos horarios
abriendo otros días a la semana, dependiendo de la disponibilidad de los grupos.
La mayoría de personas adultas que visitaron los vestigios de la antigua Casa del Tesoro
Real de Popayán se mostraron muy interesados por conocer la historia del edificio, muchos
de ellos nos contaron sus experiencias cuando este lugar sirvió como sede de la Policía
Nacional, nos hablaron de cómo era el lugar, dónde quedaban los patios, oficinas, celdas,
enfermería, entre otros espacios. Las personas mayores, recuerdan el Batallón Junín en este
predio, recuerdan las torres de vigilancia y el símbolo que lo identificaba.
Otros se vieron excitados con el hecho de imaginar de acuerdo a las leyendas de la antigua
ciudad, que en las profundidades de este lote se encuentren grandes tesoros o túneles que
conectan los edificios del centro histórico. Las personas que tenían conocimientos sobre la
construcción de edificios nos brindaron explicaciones sobre el uso de algunos materiales y
la forma como se utilizaban. Otras personas, que habían trabajado en minería nos aclararon
muchas dudas sobre cómo se explotaban las minas, cómo sale el oro, para qué sirve el
mercurio y como se funden los metales. A través de este intercambio de información, tanto
los visitantes como los guías, enriquecimos nuestros conocimientos, construimos una
historia, por lo menos la más reciente, recordada y vivida, donde la opinión del especialista
y la del visitante tenían la misma importancia.
En las actividades para los jóvenes se quería que hubiera prácticas en el sitio y con los
arqueólogos, pero esto no fue posible debido a que no coincidieron los tiempos de
excavación con las visitas, sin embargo, hubo visitas de jóvenes del colegio San Marcos y
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del Liceo Cervantes, al igual que los estudiantes de primer y séptimo semestre del
departamento de Historia de la Universidad del Cauca, y otros grupos de estudiantes de
diferentes universidades. Ellos nos acompañaron y fue muy enriquecedor intercambiar las
opiniones de los historiadores con la de los arqueólogos, y nos hicimos conscientes de la
importancia de realizar investigaciones conjuntas.
Con los niños, se realizaron las actividades planeadas; ellos pudieron tocar, recoger y
diseñar artefactos tanto coloniales como modernos, se divirtieron y conocieron a su modo,
como vivían personas iguales a nosotros hace más de 300 años, cuando no existía
televisión, radio, internet, carros ni energía eléctrica. Una de las actividades preferidas fue
la recolección superficial porque podían recorrer el sitio en busca de tesoros y llevar
pequeños fragmentos de material a su casa.
Resultados de la Divulgación
El desarrollo de las actividades de divulgación del sitio histórico Casa de Moneda de
Popayán abre un precedente en la valoración y conservación del patrimonio de la ciudad de
Popayán, ya que se logró estructurar una versión amena y dirigida a públicos de diferentes
edades, estratos y niveles de formación académica. Se comienza a valorar el patrimonio
únicamente cuando este es conocido y cuando las investigaciones que se producen desde la
investigación salen a la luz pública bajo los parámetros pedagógicos y la visión de la
divulgación del conocimiento, esta es posible concientizar a las personas respecto a la
importancia del patrimonio para fortalecer la memoria histórica al tiempo que la identidad y
el sentido de pertenencia. De otro lado, la ocupación del tiempo libre en la ciudad durante
los fines de semana no llena las expectativas de mucha gente que se pasea por el centro
histórico buscando alternativas, es muy importante para la ciudad contar con ofertas
culturales diversas y así fortalecer el imaginario que se tiene de Popayán como una ciudad
culta.
A pesar de esperarse una mayor asistencia de público al sitio, los resultados fueron
satisfactorios un total de 309 personas participaron en las actividades entre ellos 250
adultos y 59 niños. Entre los adultos asistieron 136 mujeres y 114 hombres. Las actividades
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con los colegios fueron un poco limitadas ya que en junio los escolares salieron a
vacaciones y las visitas escasearon en los días sábados después del inicio del Mundial de
Fútbol; sin embargo, los resultados superaron las 250 personas que era la meta a cumplir, se
recomienda continuar con las visitas de una manera más prolongada en época de estudios y
aprovechar que estas actividades están ya diseñadas y los guias capacitados para incentivar
procesos de apropiación del patrimonio no solo en este lugar sino en otros lugares
importantes para contar la historia de la ciudad y la nación.
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Foto 5. Visitas Adultos Profesionales Foto 6. Visita Familias
24
Foto 11. Visita Vicerrectora de Cultura Unicauca. Foto 12. Montaje Muestra Arqueológica
Panteón de los Próceres
Foto 13. Monedas acuñadas en Popayán S. XVIII. Foto 14. Cerámicas encontradas en el
sitio Casa de Moneda
25
Foto 15. Inauguración de la Muestra Arqueológica
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Capítulo IV
HISTORIA DE LA CASA DE LA MONEDA Y CENTRO DE
CONVENCIONES DE POPAYÁN, CCP.
Antes de construirse la Casa de Moneda el lugar al parecer correspondía a los solares del
convento de los Franciscanos, quienes ya poseían la edificación del monasterio, construida
a partir de 1570, en sus alrededores había enormes solares que llegaban hasta las orillas del
río Molino. La historia de la Casa de Moneda, ubicada en el extremo occidental del sector
histórico sobre la Calle 4 con Carrera 11, inicia en el año de 1729 con su construcción por
parte de Pedro Agustín Valencia y planos de Antonio García; el lote lo adquiere el Sr.
Valencia por canje con la comunidad franciscana por lotes que iban hacia el río Molino. De
acuerdo con D. Castrillón, la casa se construyó en una pequeña colina que iba en pendiente
hacia un sector de potreros que lindaban con el río, la construcción en la parte superior
terminaba en amplios sótanos hechos en ladrillo y piedra de cantera, donde se instalaron los
depósitos y maquinaria para la fundición y cuño de moneda. Los sótanos terminaban en las
pesebreras empedradas a donde llegaban las mulas con carga desde los potreros del Molino
(Castrillón, S.f:199-204; 2007:104).
La construcción de la Casa de la Moneda muestra una fachada con dos plantas que tenía
más de 80 m. de frente con 10 ventanas en madera y hierro forjado abajo y 11 puertas
ventana en la segunda planta con balcones en hierro. La entrada principal era en piedra de
cantera y altas puertas de madera con remate de cornisas visibles en los dos pisos. Cabe
destacar, según el plano de la fachada hallado en archivos, que la esquina de la casa al
inicio fue de una sola planta con tres ventanales grandes con rejas en hierro de forja (Figura
2).
27
En un plano que data de 1771, la amplia casa tenía una planta alta donde vivía el tesorero y
una baja donde estaban las oficinas de administración de la empresa de fundición sobre la
calle principal, la pieza del taller, de compras, la sala de libranza, el oratorio, los cuartos de
servicio (celador, servidumbre) y, en la parte media se ubicaban los depósitos para el
almacenaje de metales y moneda acuñada, área que se caracterizaba por tener gruesos
muros con cuatro ojos de buey que servían de aireación al lugar. A su vez tenía grandes
depósitos de carbón y leña material importante para la combustión permanente en las
labores de fundición y áreas domésticas. En la casa igualmente se destacaban importantes
patios interiores hechos en piedra y ladrillo (cinco en total) que tenían la función, además
de estética arquitectónica, ventilar los diferentes espacios de combustión en el proceso de
elaboración de la moneda; los solares o patios se adornaban con pilastras, piletas y chorro
en piedra de cantera gris (Sebastián, 1965:127; Archivo Central del Cauca, ACC,
Sig.7699).
28
fundidores, sala de aprendices, sala de talla, sala del volante o cuño cerca a la pieza del
molino, elemento mecánico artesanal movido por tracción animal. Por el costado oeste de
la casa se encontraba la pieza de la moneda, la pieza de fundición, la pieza de la fragua, la
de materiales y la del vigilante (Figura 3). Estos puestos se constituían en cargos públicos
que debían realizarse por nombramiento con sueldos de acuerdo con las influencias
políticas, económicas y sociales, la designación se hacía a través del Cabildo y de la Caja
del Tesoro Real de Popayán (Archivo Central del Cauca, Independencia. Signaturas 73,
811, 1524, 2721, 6224). (Figura 3a, ACC, Sig. 6425).
La Casa del Tesoro Real de Popayán, como se la conocía, sólo comenzó su producción de
moneda a partir de 1758, luego de una serie de disputas sostenidas con la Casa de Moneda
de Santafé, administrada por don José Prieto, y la intermediación de la Corona. Al parecer
la ceca de Santafé y sus dueños podían establecer dominio sobre la casa de Bogotá y
cualquier otra que se requiriera en el Nuevo Reino. Es así como se cierran las actividades
en la casa de fundición de Popayán en 1761. Posteriormente, debido a que Quito alegaba
que se nutría de la ceca de Popayán, y que la clausura les afectaba tremendamente, la casa
reabre sus puertas por medio de una nueva Real Cédula dada por Don Fernando VII y
fechada en agosto de 1766 (Anes y Céspedes, 1996; Aragón ,1936; Castrillón, 1994).
a
TALLER DE PIEZA DE
MANTENIMIENTO 4.24 PIEZA DE
PIEZA VIVIENDA BAJA
PATIO JARDIN DE ILUMINACION Y VENTILACIÓN VIVIENDA BAJA
.68 2.40 INFERIOR
CUARTO DE
DESPENSA ASC
PATIO
COCINA
L VIVIENDA
DAMAS HOMBRES
MUELLE
PLANTA SUBESTACION
ELECTRICA ELECTRICA
J
PATIO
CALLE 4
ZONA DE
CARGA Y DESCARGA H VIVIENDA
ASCENSOR
1 2
SALA 2
CONV G
SALAS DE APOYO
SALA DE TALLA
FUNDICION PARA APRENDICES ALBERCA
FUNDICIONOFICINA DE AGUA Tr-37
DEL RIEL
CONTROL
GRAN SALON DE F
CONVENCIONES TARIMA PRINCIPAL
42.53 E
OFICINA
CONV 1
E´ SALA DE
LIBRANZA
PIEZA TRANSITO SALA DE
SALA
AL HIERRO
VESTIBULO PRINCIPAL CONV 3 PARA MERIENDA
TANQUE INTERIOR
EQUIPO
HIDRONEUMATICO
FUENETA ACCESO
D
PARQUEADERO ADMINISTRACIÓN
PATIO
SALA C
DE VOLANTE PIEZA
DE MOLINO
PIEZA PIEZA PIEZA
DEL VIGILANTE DE TALLER
VESTIBULO SECUNDARIO
A PIEZA
PATIO
TRANSITO
PATIO
PIEZA
ACCESO DESDE CRA 11 GUARDA MATERIALES PIEZA
X DE COMPRAS
5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 7.50 7.50 5.00 20.45 8.00 8.00 8.00 6.00 2.00 8.00
PIEZA PIEZA
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 21 22 23 24 25 26 PIEZA 27 27* 28 29 PIEZA MONEDA DE COMPRAS
DE DE FUNDICION
FRAGUA
Tras la muerte de Pedro Valencia la casa pasa a manos de Francisco de Valencia, su hijo,
cuando la Casa de Moneda, ya reconocida por Carlos III, es incorporada a la Corona
Española. Durante esta época Francisco V. es quien provee de agua a la casa y a otras
vecinas, para lo cual construyó el primer acueducto en canal de ladrillo que tuvo Popayán.
Las obras del acueducto se originaron en las fuentes de los cerros orientales de Popayán,
una de ellas aún llega al sector de la Pamba, donde se conserva el chorro del mismo
nombre; el acueducto posteriormente pasa por Santo Domingo (por toda la calle 4) y
vecindades hasta llegar a la Casa de Moneda donde funciono hasta 1928 cuando nuevos
materiales de construcción son incorporados a la edificación (Arboleda, 1966:166 y 193;
Castrillón, s.f.; 1994; Medina, 1919).
30
4.2. La Casa de la Moneda y la Economía Colonial
Durante la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX, la ceca de Popayán tuvo
gran importancia para la Nueva Granada e inicios de la República, ya que en ella se
acuñaba moneda en oro, plata y cobre. Además, en la provincia se explotaban de manera
rentable varias minas de oro, tanto en la región andina (oro de filón), como en la costa
Pacífica (oro de aluvión) (Díaz, 1994; West, 1972). Su prestigio fue reconocido y
comparado con las demás casas de moneda de América del Sur, como lo fueron la ceca de
Lima (1565), Cusco (1825), Santiago de Chile (1743) y, por supuesto, con aquella de
Santafé (1621) (Medina, 1919).
El desarrollo de la economía durante el siglo XVIII giraba entorno a las haciendas y los
reales de minas, la minería estuvo establecida principalmente en los yacimientos mineros
del Chocó, Raposo, Barbacoas, Caloto y Almaguer, estos lugares estuvieron
monopolizados por los propietarios de haciendas y cuadrillas de negros esclavos, lo cual
produjo a su vez una monopolización de las condiciones del mercado. La gran mayoría de
los productos de mayor valor agregado como el aceite, vinos, loza, hierro, acero, cobre y
clavos, provenían de Europa y sólo servían como materias primas para fabricar en las
haciendas y minas, instrumentos, herramientas y utensilios muy rudimentarios que, como
los almocafres, solían emplearse tanto en las faenas agrícolas como mineras (Barona,
1997).
31
Las diferencias en la composición mineralógica del oro en polvo afectaron notablemente a
los mazamorreros frente a los comerciantes, como consecuencia de la aparición de la
llamada Ley de Gresham. En buena parte de los reales de minas especialmente aquellos
alejados en la frontera minera, la Corona tuvo muchas dificultades para el cobro del Quinto
Real y por supuesto poder llevar a cabo los procesos de amonedación en las cecas como un
comercio estable y próspero. Estos aspectos hicieron viable la presencia del trueque en los
intercambios al menudeo de los productos agrícolas y manufacturados de la región, así
como el uso del oro en polvo para los pagos a falta de moneda acuñada. Los mineros y
mazamorreros, quienes trabajaban el oro en bateas, almocafre y canalón, intercambiaban
allí mismo su oro por las mercaderías de los tratantes. Los comerciantes que no podían
fundir en las casas de fundición el oro recibido, también se veían perjudicados en sus
transacciones con sus émulos mayoristas. Al igual que los mineros, ellos también
compraban las mercancías a crédito en Cartagena, Santafé y Santa Marta, y en algunos
casos a los de Quito y Popayán. El hecho de recibir oro en polvo en sus transacciones con
los mineros provocó que los comerciantes pagaran a la Corona el Quinto correspondiente
en plazos no menores de tres años. La evasión fiscal, propicia a los señores de minas,
difícilmente la pudieron eludir (Barona, 1997).
32
menos a la Casa de Moneda hasta que se puso en funcionamiento el sistema de las copelas
o ensaye directo sobre una porción fundida del metal aurífero. En su proceso se empleó
agua fuerte, mercurio como azogue, un hornillo del ensayador y una pequeña balanza de
precisión con sus dinerales o pesas de distinto valor (chapas delgadas y marcadas con
números arábigos o romanos). Este último método fue mas preciso en el intento de buscar
mayor afinidad en los metales que llegaban a la casa para fundirse en lingotes o monedas
(Anes y Céspedes, 1996).
La Casa de la Moneda igualmente cada año o dos sacaba a remate todos los desperdicios
del trabajo de fundición, a estos pequeños restos metálicos sobrantes y en general polvo se
les llamó escobilla, esta era obtenida de los hornos, barridos de piso, paredes y techos de
los lugares donde se procesó el metal. Los oficiales reales de la Corona buscaron siempre
sacar provecho de las tierras de escobilla, y para tal fin las remataban entre mineros y gente
pudiente de Popayán. La casa las volvía a refundir por encargo del nuevo propietario para
obtener oro y plata sin mezcla de impurezas (A.C.C. Independencia. Signaturas 152, 812).
La Casa de la Moneda funcionó por espacio de casi una década entre los siglos XVIII y
XIX, aunque la Corona dispuso la fabricación de moneda acuñada, y en efecto se llevó a
cabo en oro y plata con fundiciones y leyes en casos muy variables, la imposición del uso
de moneda fue muy lento, a tal punto que las transacciones comerciales de la época se
realizaban con moneda, pero también con oro en polvo en muchos lugares del territorio. El
comercio colonial y neogradino siempre fue dinamizado por personajes de la elite con
entronques familiares tradicionales de Popayán, poseedores de las principales minas y
haciendas donde se trabajaban con esclavos negros e indígenas. La vida política, social y
económica giró entorno a tres elementos vitales en la colonia: la ciudad, la hacienda y la
mina.
La Casa de la Moneda funcionó como una institución importante para la Corona, ya que en
ella se procedió a conocer y a controlar los metales, especialmente del oro y la plata que
salía de este distrito colonial minero. Se procuró la fabricación de la moneda en principio
operando artesanalmente bajo conocimientos propios de la alquimia del momento; todos los
33
equipos e instrumentos de fundición eran elaborados en la misma casa, otros importados de
Europa y la combustión se realizó con carbón de maderas finas (e.g., robles, encenillos,
canelos) única fuente de energía, se uso el sistema de hornos en piedra y ladrillo y el
sistema de molino. Muchos de los objetos para uso cotidiano y suntuario dentro de la casa
fueron adquiridos a través del comercio con zonas lejanas de centro América, el Caribe y
Europa; este es el caso de las lozas, vidrios, cerámicas donde se almacenaban aceites, vinos
y otros productos. En varios documentos escritos de la época se puede reconocer el
dispendioso montaje y uso de diversos elementos para la fundición de moneda y
elaboración de lingotes en la casa de moneda, entre otras los mecanismos fueron muy
parecidos entre las casas de fundición de América (Anes y Céspedes, 1996; ACC,
Sig.7699).
Hacia 1932 la casa fue parcialmente demolida para dar lugar a una importante intervención
en la construcción original, con estos cambios hechos se le dio mayor espacio al cuartel del
batallón Junín. Los cambios más drásticos se observan en la fachada con la construcción de
dos torreones de guardia, salones y patios interiores que se modificaron para conformar una
planta en forma de T, de acuerdo con otro plano elaborado por el prestigioso arquitecto
Antonio García (Sebastian, 1965:125). Posteriormente la casa se convirtió en la sede de la
policía seccional hasta el año de 1983, fecha en la cual sufre grandes daños a causa del
34
terremoto. Finalmente, lo que quedó fue demolido y su gran lote fue usado como
parqueadero.
En el análisis de una foto de aérea tomada en 1936 se aprecia la manzana de San Francisco
que incluye importantes edificaciones del sector histórico como son El Monasterio, la
Iglesia de San Francisco, la Imprenta Departamental (hoy Escuela Taller) y la antigua Casa
de Moneda de Popayán, que para la época era usada para actividades militares y de
administración departamental (Foto 16).
35
Foto 16. Foto Aérea de la Manzana de San Francisco 1936. Foto Ricardo Quintero
En otra fotografía aérea tomada en 1980 (Universidad del Cauca) para construir un mosaico de
la ciudad se aprecian variaciones en la manzana de San Francisco, por ejemplo, los muros
divisorios de los lotes en mención han desaparecido y se observa un gran lote vacío, pero se
mantienen las edificaciones históricas intactas. Otro detalle es aquel donde se aprecia la
Carrera 11 tal como era, estrecha en su tramo que conduce a la esquina de la calle de San
Francisco, donde remataba la Casa de la Moneda y ancha hacia el lado opuesto para salir al río
Molino y al aeropuerto. Hoy esa vía se encuentra ampliada a dos carriles y para su
construcción se demolió toda la crujía del lado occidental de la antigua Casa de la Moneda
(Foto 17).
36
Foto 17. Foto Aérea 1980. Aspecto de la Manzana de San Francisco. (Foto Universidad del cauca)
A partir del siglo XX la Casa de la Moneda sufrió varias modificaciones con el fin de albergar
las tropas del Batallón Junín (Foto 18) y localización de áreas administrativas, durante este
período se reubicó la entrada principal hacia el centro de la fachada para obtener mayor
equilibrio en el edificio, y se instalaron dos torreones de vigilancia uno en la esquina donde
confluyen las vías de la ciudad y otro en los linderos con el Monasterio (Foto 18 a y b). De
otro lado, la casa que tenía 5 patios empedrados con diseños en hiladas de ladrillo se redujo a
3 grandes patios construidos en concreto y desagües con tubos en cemento; los pisos antiguos
en ladrillo de las piezas y corredores algunos fueron levantados y otros remplazados por
baldosa industrial pegada igualmente con cemento. Estos cambios también se constatan en las
excavaciones arqueológicas del sitio.
37
Foto 18. Casa de Moneda. Batallón Junín comienzos de siglo XX.
El cambio más drástico sucedido a la Casa de la Moneda que pasa a ser sede de Cuartel y
luego de la Policía Nacional, se registra en el año de 1983 cuando la región de Popayán es
foco de devastación por el sismo ocurrido en esa época. Muchas de las construcciones
antiguas hechas en ladrillo, bahareque, piedra de cantera y madera principalmente son
profundamente afectadas en sus estructuras arquitectónicas, perdiéndose buena parte del
patrimonio histórico de la ciudad. El edificio Casa de la Moneda no escapa a esta acción
telúrica quedando en malas condiciones estructurales a tal punto que sus propietarios deciden
demolerla, igual que muchas casonas y edificios del sector histórico de Popayán.
Foto 18 a y b. Fachada de la Casa de la Moneda en el Siglo XX. Guarnición y Policía. (Foto Morillo).
Finalmente, una vez demolida la casa y nivelado el terreno con pendiente hacia el río Molino,
el predio pasa a ser propiedad de la Corporación de Turismo del Cauca (Caucatur) en 1994
38
junto con el Monasterio, en 1998 se desemgloban los predios y queda separado el lote CCP
perteneciente a la Gobernación del Cauca (Vega, 2007). Desde esa época el predio fue usado
como parqueadero público y oficial de autos retenidos por la policía de transito, algunos
automotores, motocicletas y ciclas llevan en el sitio varios años, especialmente en el sector
norte y central del lote. También el sitio es ocupado temporalmente por puestos de artesanos
durante la Semana Santa en Popayán.
La Corporación de Turismo del Cauca asumió su administración en 1993 hasta el año 2007
cuando pasa el predio de nuevo a la Gobernación del Cauca quienes deciden que el lugar
debe ser utilizado para la construcción moderna del Centro de Convenciones de Popayán.
39
realizaron en esta fase prospectiva. En los rellenos de los pozos también se hallaron elementos
de artillería de la época en la cual la casa funcionó como sede militar y posteriormente como
edificio de la policía desde comienzos del siglo XX.
40
De otro lado, la metodología de campo se basó en los planos del CCP elaborados a escala 1:
250, donde se consignó la información obtenida durante la prospección, con el objetivo de
ilustrar claramente los sitios de mayor importancia para las fases de excavación y monitoreos.
A través de los sondeos se recuperaron datos sobre la estratigrafía del sitio, materiales
culturales como fragmentos cerámicos de distintas épocas, materiales como piedra, metal,
restos óseos, muestras de carbón y rasgos arqueológicos que fueron analizados durante la fase
de laboratorio.
En esta primera fase del estudio arqueológico en el lote CCP se llegó a la conclusión de que el
sitio contiene vestigios arqueológicos e históricos que datan desde el siglo XVIII hasta
nuestros días, los más importantes corresponden a la época de funcionamiento de la Casa de la
41
Moneda; por lo tanto se recomendó continuar con una segunda fase que implicó la apertura de
excavaciones sistemáticas y análisis de materiales en laboratorios de arqueología y
especializados para el caso de materiales óseos, metálicos y de carbono 14. Para la siguiente
fase se recomendó la ampliación de 57 puntos seleccionados para excavaciones de elementos
arquitectónicos, arqueológicos y domésticos de origen colonial, neogradino y republicano
previamente identificados.
42
culturales hallados fueron analizados en esta fase del proyecto en asociación con las
diferentes estructuras arquitectónicas, este trabajo fue la base para continuar con los
estudios de arqueología histórica en la fase III de la Casa de la Moneda.
43
Figura 5. Plano del Lote CICEP y Localización de las Trincheras de Excavaciones.
En las aperturas de las trincheras se excavó con diferentes herramientas: barra, pica, pala y
palustre de acuerdo con el tipo de pisos y suelos hallados (lozas en concreto, cemento y
rellenos variados). La excavación se realizó por estratos identificados como rellenos,
delimitados por suelos y contenido de materiales culturales, observándose claramente
rellenos antiguos con material colonial o neogranadino y rellenos modernos fácilmente
datados por latas, plásticos y objetos de fabricación industrial moderna, todo en posición
estratigráfica. En la excavación se uso permanentemente el cernido del suelo en zarandas
de ¼ y ½ centímetro con el fin de capturar todo tipo de materiales culturales.
Con la excavación de las trincheras se logró determinar con certeza el tipo de estructura
que se había observado durante la primera fase de la investigación, en conclusión, se
detectó la existencia de 8 rasgos arqueológicos en el sitio, discriminados de la siguiente
forma:
44
1. Vestigios de la fachada
2. Ciclópeos y cimientos antiguos, algunos con jambas
3. Pisos en ladrillo
4. Gradas
5. Patios empedrados con diseño en ladrillo
6. Acueductos antiguos
7. Sitios de fundición de metales
8. Áreas domésticas con material cultural
45
Igualmente, para esta época se excavaron gran cantidad de materiales culturales que nos
indican varias actividades en el lugar; entre estos materiales se destacan las cerámicas
locales, la loza importada, mayólicas, vidrios de diferentes calidades y estilos (liso,
grabados y en colores), elementos metálicos (pinzas, agujas, broches, y una moneda
(cuartillo) de 1816 de la época de Fernando VII). Varios sitios arrojaron materiales
relacionados con los procesos de fundición de metales, sobre todo en el sector occidental y
norte-centro de la casa donde efectivamente se encontraban las áreas de fundición,
troqueles, el volante y la fragua, por lo tanto, de esos lugares se rescató abundante material
de escoria, hierro y cobre muy oxidados.
Las fechas de Carbono 14 obtenidas de los estratos más profundos todas corresponden al
final del período colonial y abarcan desde 1710 hasta 1900, las muestras fueron obtenidas
en el área de un patio interior, en un basurero y en una caja de desagüe. Todos los
materiales culturales asociados a estas fechas se corresponden cronológicamente. Este
estudio fue realizado por Beta Analytic Inc. en Miami, USA.
46
áreas internas en procura de ampliar los espacios; así como de realizar divisiones en cuartos
grandes coloniales. Algo parecido sucede en la época de la policía donde se construyen
patios más grandes con gruesas lozas de cemento (10-15 cm. de espesor).
47
Capítulo V
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CASA DE MONEDA
POPAYÁN
De nuevo en la parte alta del lote, en el área reservada para la plazoleta cerrada con
importantes vestigios de la casa, se realizaron las excavaciones de la Fase III, en esta
oportunidad comenzamos por limpiar el terreno de malezas y escombros, así como a
despejar todos las trincheras y estructuras que habían sido excavadas anteriormente en la
Fase II. Se levantó en su totalidad la placa en concreto que había sido la cancha de
basketball de la Policía, descubriéndose más estructuras de muros y patios antiguos, así
como de pisos en ladrillo, cajas de desagüe, patios empedrados; se recolectaron materiales
culturales variados en cerámica, loza, porcelana, vidrio, metal, entre otros. Una buena
cantidad de tierra y escombros de las excavaciones, que sumaron unos 120 metros cúbicos,
fueron evacuados sistemáticamente del área mediante volquetas; sin embargo, el volumen
de tierra sacada de las excavaciones fue mayor quedando este material depositado en el
costado este del sitio.
49
y piedra de cantera. Hacia el sector oriental se observó la base en ladrillo del sitio de las
escaleras que conducían al segundo piso de la casa. En varios sectores del sitio se
excavaron cajas de desagüe y ductos que encausaban aguas limpias y residuales de la casa,
se destacan los del sector central y oriental por el tamaño de los ladrillos (40x40 cm., 50x50
cm.), que al parecer fueron exclusivamente elaborados para la casa.
Igualmente, para esta época se excavaron gran cantidad de materiales culturales que nos
indican varias actividades en el lugar; entre estos vestigios se destacan las cerámicas
locales, la loza importada, mayólicas, vidrios de diferentes calidades y estilos (liso,
grabados y en colores), elementos metálicos (pinzas, agujas, broches y algunas monedas
antiguas, entre otros). Varios sitios arrojaron materiales relacionados con el proceso del
trabajo de fundición, hornos en ladrillo y piedra, además de depósitos de carbón sobre todo
en el sector occidental.
50
Figura 6. Plano de las Excavaciones en Área de la Casa de Moneda.
La Casa de la Moneda conservó sus estructuras originales durante el siglo XVIII y buena
parte del XIX, donde su principal trabajo realizado en ella fue el de fundir metales para
obtener lingotes en oro y plata y acuñar moneda para la Corona y luego para la Nueva
Granada y la República. A comienzos del siglo XX es cuando a la casa se le hacen las
mayores intervenciones cuando ésta pasa a formar parte del Batallón Junín. Su
remodelación es evidente en planos de la época, y se caracteriza por despejar áreas internas
en procura de ampliar los espacios; así como de realizar divisiones en cuartos grandes
coloniales. Algo parecido sucede en la época de la Policía (1950-1983) donde se
construyen amplios patios encementados (lozas de 10-20 cm.). Estas estructuras se
detectaron en casi todas las excavaciones y se caracterizan por construcciones en ladrillo,
baldosa y azulejo pegados con cemento; quedan algunos vestigios de muros en concreto,
51
paredes con repello, entrada de acueducto por tubería metálica industrial y desagües en
tubos de cemento o gres. La época también esta bien marcada por basuras modernas y
escombros del terremoto de 1983. En las estratigrafías se observan estos elementos con
materiales domésticos modernos (e.g., plástico, hierro, caucho, envases de vidrio
industriales, latas, tubos -galvanizado, pvc y gres-, loza, monedas, balas, entre otros).
Para definir e identificar los tipos de estructuras que componen la antigua casa de moneda
y las modificaciones que tubo durante las diferentes épocas en que fue ocupada, fue
52
necesario realizar excavaciones en área, despejando en su totalidad la estructura completa o
si es el caso gran parte de ella. En este sentido las excavaciones en el sitio se realizaron de
acuerdo a las estructuras excavadas parcialmente durante la fase II realizada en el año
2007. En total se excavaron 5 pisos de habitación, 32 muros divisorios de varios espacios,
4 patios, 9 acueductos, 3 hornos de fundición, estructuras de fachadas, escaleras, solados, 2
corredores, parte del área doméstica y de servicio.
53
El código que indica el tipo de material corresponde al primer digito y los cuatro siguientes
dígitos el lugar de procedencia, por ejemplo 4-0533 cerámica de la trinchera 14, relleno 1.
A continuación se mostraran los tipos de materiales reseñados en la tercera fase de
excavación:
1- Porcelana
2- Madera
3- Plástico
4- Cerámica (tradición indígena, vidriada, mayólica)
5- Vidrio
6- Loza
7- Metal
8- Material de construcción (pared, teja, ladrillo, tubo, baldosa, azulejo, etc.)
9- Lítico (obsidiana y piedra)
10- Material óseo
11- Semilla
12- Cuentas de collar
13- Carbón
14- Arcilla
15- Coque
16- Polvo de escobilla
17- Material para identificar
18- Muestra de suelo
19- Crisoles
20- Cuero
En este aparte se describen tanto las estructuras excavadas como los yacimientos
identificados en las 29 trincheras, estos consisten en las siguientes estructuras:
habitaciones, vestigios de fachada, escaleras, patios empedrados con diseños en ladrillo,
acueductos antiguos, muros, hornos de fundición, áreas domésticas y de servicio, lugares
54
de la fragua, depósitos de carbón y sitios asociados a materiales culturales de épocas
coloniales, neogranadina y republicana.
Debido a las continuas intervenciones humanas modernas los materiales culturales hallados
en esta estructura fueron de poca densidad y en mal estado de conservación. Estos
corresponden a cerámicas de tradición indígena y mayólicas, lozas, porcelanas, vidrios,
material de construcción y metales entre ellos una moneda antigua.
55
mayólica, cerámica de tradición indígena, metal, clavos en forja, escoria y una moneda
posiblemente un real del siglo XVIII ó XIX (aún sin confirmar).
Relleno 4. Antiguo: (a partir de los 40 cm.) 10YR 5/6, café amarillento, semi-compacto y
con poco material cultural (cerámica, metal, loza y vidrio). Aquí se ubican los ciclópeos
que dieron la cimentación y estabilidad a los dos pisos y fachada de la antigua Casa de
Moneda (Foto 19).
56
Se detectaron 32 muros que corresponden a diferentes épocas de ocupación de la casa.
Estos muros pertenecieron a la división de diferentes espacios, en algunos se observa la
presencia de las jambas de puertas (chorro de luz), es el caso de los muros 2, 8, 14, 15, 20 y
32 (Figura 6).
Los muros 1, 22, 29 y muro 32 presentaron espesores de 89cm. que indican mayor
antigüedad por mostrar un orden en la pega de ladrillos completos de 32cm. por 15 cm.,
57
que señalan que fueron construidos en un primer momento de ocupación de la casa,
mientras que en los muros 2, 26, 27, 28, y muro 31 se evidencia modificaciones tanto en el
espesor de los muros (159cm.), como en la pega de ladrillos fragmentados que muy
probablemente fueron reutilizados con la intención de remodelar la casa o de restaurar
muros deteriorados por los frecuentes sismos sucedidos en la ciudad de Popayán. En ambas
estructuras se encontraron materiales culturales que indican la antigüedad de los cimientos
mencionados.
58
Relleno 1 moderno, conformado por loza de concreto, escombros y arenisca, entre 7 a 10
cm., y con presencia de material cultural en baja densidad en la las habitaciones 3, 4, 9 y
muro 32.
Relleno 2, moderno, roca muerta, y grava, entre 10 y 25 cm de espesor, con poco material
de metal, vidrio, cerámica y loza en los muros 31, 28 y habitación 9.
Relleno 3, antiguo. Color 7,5 YR 3/2 pardo oscuro, entre 8-35 cm., donde se evidencia la
estructura, asociada a cerámica de tradición indígena, vidriada, mayólica, crisoles, vidrio,
metal, loza, lítico y material de construcción. En este relleno se reportó además láminas de
oro en el muro 1 y muro 22.
Relleno 4 antiguo es un suelo amarillo (10YR5/8) donde continua la estructura, con poco
material cultural en las habitaciones 4 y 9.
En el muro 1, los rellenos 1 y 2 fueron removidos por maquinaria pesada.
59
Foto 21 y 21a. Muro en adobe y piso en ladrillo, Habitación 1.
Muros antiguos con pañete (muro 24) y pisos en ladrillo que posteriormente fueron
cubiertos por baldosa moderna a unos a 84cm de la superficie y otros a menor profundidad
se observó en la habitación 6. Pisos en ladrillo trabados de 27 por 27cm. en uno, y ladrillo
rectangular de 14 x 28cm. en el otro, algunos con restauraciones, fueron detectados en la
habitación 7 y 9 (Casa de Moneda y Batallón Junín). Y finalmente muros en cemento y
pisos en baldosa se hallaron en la habitación 5 de la época de la Policía. La habitación 6
corresponde en el plano antiguo de la casa a una pieza de guardar materiales usados para la
fundición de moneda, se ubicaba cerca de las piezas de fundición, de la cordonera y de la
pieza de recorte y arreglo de moneda (Sig. 6425).
60
fueron dispuestos formando un rectángulo que al parecer fue intencional durante las dos
primeras ocupaciones de la Casa de Moneda. También se identificó una jamba con derrame
sobre la pared norte de la habitación, que señala la existencia de una puerta que en algún
momento, fue clausurada debido a remodelaciones posteriores (Foto 22 y 22 a). Los
materiales asociados que en su mayoría corresponden al relleno 2, son cerámicas de
tradición indígena, vidriada y mayólica, obsidianas, candado, vidrio y una moneda de 10
pesos (siglo XX) y otra en el relleno 3 de cuartillo (¼), del año 1826, con la marca de
elaboración en la Casa de la Moneda de Popayán.
La estratigrafía de estos rasgos antiguos es variable, por tratarse de rellenos artificiales, sin
embargo, el material cultural antiguo se encuentra por lo general en el relleno 3. A
continuación se describe la estratigrafía del perfil norte de la habitación 1. Profundidad de
70cm.
Relleno 1, suelo pardo amarillento (10YR 4/3), revuelto con escombro de 10cm de espesor.
Presencia de cerámica, loza, vidrio y metal. (Este relleno fue denso y único en la habitación
5)
61
Relleno 2, se compone de ladrillo, roca muerta, piedras, restos de material de construcción,
todo sobre tierra amarilla, cuyo color predominante es 10 YR ¾, de 20cm. de espesor y con
cerámicas, crisol (habitación 7), loza, vidrio, lítico, material de construcción y hueso.
Relleno 3, de 36cm de espesor, suelo pardo oscuro, color munsell 10YR 2/2, mezclado con
material de construcción y material cultural (cerámicas de tradición indígena, mayólica y
vidriada, loza, vidrio, clavos de forja, hueso y una moneda de 1826 reportada en la
habitación 6. En este relleno aparece el piso en ladrillo cuadrado de 27cm. por 27cm. en la
habitación 1.
62
Los materiales en estructuras de solados no fueron abundantes en ninguno de los cinco
rellenos y corresponden a cerámicas, loza, vidrio y metal entre ellos un cincel en el relleno
3 de la trinchera 21.
63
Relleno 1, suelo de color gris ascuro (10YR 4/1) y roca muerta de 5cm; con materiales
culturales en la trinchera 8 y muro 19.
Relleno 2, color pardo oscuro (10 YR 2/2), de 11cm. de espesor, sobre este relleno se
encuentra la estructura de ciclópeos que corresponde a muro 9, rico en material cultural.
Relleno 3, suelo franco arcilloso, amarillo (10YR 4/6), con materiales culturales (metal,
cerámica y vidrio), solo en las trincheras 21 y 25.
Relleno 4, (10YR 3/2) café amarillento muy oscuro, sobre él se encuentra la estructura de
ladrillos correspondiente a muro 7, con material cerámico y metal reportados en la trinchera
21 y 25 solamente.
Entre el muro 14, 15, muro 17, 21 y 23 se realizaron 6 trincheras (4, 9, 10, 12, 17 y 18) que
al parecer corresponden a un mismo espacio con dos puertas de entrada, una adelante y la
atrás, pues la presencia de jambas para puertas en los muros 14, 15, 20 y muro 23 fue
evidente (Foto 26).
64
partes existen dos o cuatro rellenos. En estas excavaciones la estratigrafía del muro 15 es la
más completa.
Lo mismo ocurrió en la trinchera 24 (300 cm. x 300 cm.) con rellenos modernos que
contenían materiales antiguos y recientes. A los 80cm. apareció un muro en ladrillo y
cemento que se profundiza hasta los 240 cm. Hacia el nor-oriente de la excavación a 160
cm. de profundidad se identificó una grada con calicanto intervenida durante la acometida
de una caja de alcantarillado del siglo XX, dentro de ella se encontró una moneda para
identificar, fragmentos de vidrio y metal, y varias cuchillas de afeitar modernas. Vidrios,
metales, cuero y fragmentos de pizarra (donde se anotaban las cuentas), se hallaron cerca a
los materiales modernos (relleno 7), indicando una alta alteración del sitio, por las
continuas intervenciones tanto humanas como sísmicas.
65
de 37 x 35 cm., y pegadas con argamasa (Foto 27). En la estructura de escalera y en el
corredor 2, igual que en las trincheras 27 y 28, se identificó parte de una columna antigua
que tiene la dimensión de una vara (83 cm.), medida que se usada en el siglo XVIII (Foto
28).
Foto 27. Huellas de una columna antigua, muro 4. Foto 28. Columna que mide 1 vara. Tr. 27 y 28
La estratigrafía se resume con la descripción del muro 4 perfil sur a una profundidad de 50
cm.
66
Relleno 4, antiguo, espesor 5 cm., suelo pardo oscuro (10YR2/2), sin escombro y donde se
encontró la mayoría del material cultural (cerámica, loza, y vidrió).
Relleno 5, antiguo, tierra amarilla 10 YR 5/6 sin material cultural.
Foto 29. Base de escalera Foto 30. Vista de sur a norte de la escalera.
67
Relleno 2, de 18 cm. de espesor, (10YR 2/2) pardo oscuro. Relleno con inclusiones de
tierra amarilla pardusca, donde se encuentra la estructura en ladillo de la escalera, asociada
a materiales culturales, (cerámica vidriada, mayólica e indígena, vidrio, metal, lítico y
material de construcción).
Relleno 3, con un espesor de 14 cm., color amarillo (10YR 5/6), donde se encuentran los
ciclópeos que fortalecen la estructura. Estéril culturalmente.
68
Relleno 1, moderno, capa de concreto con espesor de 33cm.
Relleno 2, transición, de 28cm. de espesor, con una coloración de 10YR 3/3, café oscuro.
Es un relleno muy mezclado, donde inicia el muro 5. Los materiales asociados
corresponden a cerámicas, crisol, porcelana, loza, vidrio, litico, y metal entre los cuales se
hallo parte de un dedal entre el muro 5 y 8, fragmento de una pesa en el muro 8, una
medalla antigua y una moneda en cobre en la trinchera 3 y 15.
Relleno 3 antiguo, de 10cm de espesor, pardo oscuro 10YR ¾, con textura franco-arcillosa,
muy compacto y difícil de excavar. En este relleno se encontró abundante material de
fundición, metal con oro, además de una moneda de 1826; también se encontró parte de lo
que pudo ser una máquina, porcelana, cerámica, crisol, loza y vidrio.
Relleno 4 antiguo, corresponde a un relleno de carbón de leña entre 3 a 15cm. de espesor.
Entre este relleno y el tercero se encontró un fragmento grande de crisol con cobre entre el
muro 5 y 8. En las trincheras 1 y 3 se halló asociado el carbón a cerámicas, lozas, porcelana
y metal (escoria).
Relleno 5, antiguo, es una capa que mide 10cm., suelo café amarillento (10YR 4/6), donde
se observa los cimientos del muro 5 y un rasgo oscuro ubicado al norte de la excavación, de
227cm. de ancho por 70cm. de largo; con una textura franco-arenosa muy suave y con
materiales culturales que corresponden a cerámicas, vidrio y escoria.
Durante las excavaciones en la fase II se detecto que el patio 1 localizado hacia la Calle
Cuarta tenía un sistema de desagüe interno a 170cm. de profundidad, donde se halló parte
69
de una caja de recolección de aguas de 53 X 43cm. y 26 cm. Los ladrillos presentaron una
decoración en forma de triángulos y dentro del relleno se obtuvo abundante material
cultural. Se halló mercurio sobre la pared oriental de la caja, este elemento indica que cerca
al lugar se hacían oficios relacionados con los metales (Foto 32).
70
El patio 4, localizado al norte de la fachada; en el sector central de la casa antigua, tiene un
área excavada de 9.92 m. de largo por 6.65 m. de ancho aproximadamente. Este patio
también presentó un piso empedrado separado por hileras de ladrillo que forman un canal
al aire libre que recogía aguas de lluvia, y debajo de este, se halla otro canal interno de
desagüe también construido en ladrillo. Es decir que tenían doble función al interior de la
casa. Estos patios se construyeron en España y tienen una clara influencia morisca.
El empedrado del patio lo forman cantos rodados medianos y grandes de forma irregular,
los canales lo conforman hiladas laterales de ladrillo que rematan al parecer en un muro;
hiladas de ladrillo separan sectores del piso empedrado por medio de diagonales que
conforman los desagües, adicionalmente uno de los canales divide por la mitad el patio, su
forma al parecer es cuadrada, en su centro convergen las diagonales donde, según datos de
archivo, se encontraba una pileta de agua o alberca. Sobre el relleno 3 se halló la tapa de un
sifón en ladrillo para el desagüe del alcantarillado de 42 cm. de largo por 34 cm. de ancho y
9 cm de alto con 6 perforaciones a lo ancho cada una de 3cm. aproximadamente. Al parecer
corresponde a la caja central del patio, donde convergen los 5 canales (Foto 33, 33a y 34).
Por otro lado, se evidenció otra caja 50 cm. por 50 cm., y de 22 cm. de profundidad, la
misma que fue reportada en la excavación del 2007 donde se halló un tubo en cerámica
vidriada de color verde (atanore) que hacía parte de la conducción de aguas y que
actualmente se halla destruida.
71
Foto 33. Vista general patio 4 y sus desagües.
72
Foto 34. Detalle desagüe patio, Atanore (Tubo vidriado) y Tapa de sifón, Patio 4.
Esta estructura no solo fue intervenida recientemente si no que también fue interrumpida al
parecer por la construcción de canales de la época del batallón Junín. En términos
generales la estructura se encuentra en regulares condiciones a pesar de los daños sufridos
en algunos sectores, producto de las transformaciones posteriores del sitio; algunas zonas
de los canales externos e internos han sufrido deterioro o se han perdido ladrillos originales
de la estructura, el empedrado no esta tan afectado salvo algunas piedras que han sido
removidas de sus lugares; sobre la estructura se encontraron evidencias de construcciones
modernas que datan de la época del batallón Junín y la Policía. Este patio es un elemento
arquitectónico de la antigua Casa de Moneda que valdría la pena ser recuperado para su
exposición en la plazoleta del Centro de Convenciones.
La estratigrafía de estos patios también es variable, debido a que en algunas estructuras los
dos primeros rellenos no existen mientras que en otros se hallan en posición estratigráfica
diferente, o en el peor de los casos se presentan revueltos debido a las actividades
realizadas por maquinaria pesada. Sin embargo, la del patio 4 es la más completa con 4
rellenos, tres de los cuales se manifiestan de manera constante, y un cuarto que se presenta
de forma esporádica hacia el costado oriental del patio.
73
Relleno 1, roca muerta, de 10 cm. de espesor, sin material cultural.
Relleno 1a. hacia el costado oriental de la estructura del patio 4, y de 5 cm. de espesor,
corresponde al único relleno con material cultural en los patios 1 y 3 y muro 12, es un suelo
café amarillento (10YR 4/6), con material cerámico, del tipo vidriado, mayólica, e
indígena, crisol de prueba, loza, vidrio y metal.
Relleno 2, de 12cm. de espesor, está compuesto por fragmentos de ladrillo y piedra, con
poco material cultural (vidrio, cerámica, metal, hueso, coque y loza).
Relleno 3, donde inician las estructuras de los patios 2 y 4. Color Munsell (10 YR 2/2),
café muy oscuro. Este relleno tiene 15cm. de espesor y es el que reporta la mayor cantidad
de material cerámico, crisol, vidrio, metal, hueso, coque (carbón mineral), porcelana, loza,
material de construcción, y material sin identificar, además de una tapa en arcilla, que
probablemente corresponde al sifón central del patio 4, éste con cinco canales que
conducían las aguas lluvias hasta el centro del mismo donde se halla la caja receptora.
74
Foto 35. Acueducto 1
Los materiales de cerámicas, loza, crisol, vidrio, hueso y material de construcción fueron
escasos, probablemente a que eran arrastrados por los desagües.
Hacia el costado oriental que linda con el hotel Monasterio se ubica el acueducto 2,
reportado en la fase II, el cual estaba bastante conservado hasta que se explanó el sitio,
quedando solo una parte de lo que era la estructura. En él se hallaron materiales cerámicos,
crisol, loza, vidrio, porcelana y metal (Foto 36).
75
El acueducto 3 se halló por debajo del piso antiguo de la habitación 1, lo que impidió su
excavación en área. Del mismo modo sucedió con el acueducto 4 que se encuentra al sur
occidente del sitio y a 1.27 m. de profundidad, en dirección norte atravesando varias
estructuras importantes para conservar.
Acueductos que venían desde la calle 4 y se conectaban con el sistema hidráulico interno
de la casa, corresponden al acueducto 7, tanto por su ubicación cerca a la fachada, como
por la profundidad en que se encontró (40 cm.), indica que es uno de los que conducían las
aguas limpias que bajaban de los cerros de moscopán (Foto 37). Los materiales hallados en
este acueducto fueron abundantes y en su mayoría corresponden a cerámicas de tradición
indígena, vidrios y metal.
Los 9 acueductos hallados son similares en construcción, corresponden a cajas hechas con
ladrillos pegados con arcilla plástica gris y levantados sobre el estrato de suelo amarillo
compacto, poseen una inclinación hacia el norte; sin embargo, los acueductos 1, 2 y 8 tiene
ladrillos de mayor tamaño de 40cm. por 40cm., con respecto a los demás que miden 7cm.
por 28 cm.
78
Foto 40. Horno Foto 41. Horno ubicado en el área de servicio 2
Otro tipo de horno construido sobre una base de ladrillos (Foto 42) y de forma rectangular
fue evidenciado en el muro 30 y en el piso 2, ubicado hacia el centro de la casa y cerca de
la entrada actual del sitio. En este último se observó una huella rectangular definida por la
quema del ladrillo que indica que en el lugar funcionó un horno o probablemente la hornaza
del fundidor (Foto 43).
Foto 42. Horno en ladrillo, muro 30. Foto 43. Huella de posible hornaza
79
En las estructuras de los hornos (muro 30, área de servicio 2 y muro 25) además del ladrillo
quemado se encontró abundante material de fundición (crisoles de prueba y crisoles con
rezagos de cobre y oro), abundante escoria y grandes desechos de hierro y cobre. Estos
sitios presentaron estratigrafías diferentes, por lo tanto, se hará alusión solo al perfil oriental
del área de servicio 2.
Relleno 1, de 30cm. de espesor, suelo negro color Munsell (10YR 2/1), con basuras
modernas, vidrio, plástico, bolsas, caucho, material de construcción.
Relleno 2, de 7cm. de espesor, suelo amarillo (10YR 5/8), estéril culturalmente.
Relleno 3, de 34cm. de espesor, café amarillento (10YR 5/2), con material de construcción.
Sobre este relleno se encuentra un muro moderno.
Relleno 4, placa de concreto de 6cm. de espesor.
Relleno 5, suelo pardo oscuro (10YR 2/2), de 16cm. de espesor. Es un relleno muy
intervenido con materiales cerámicos del tipo mayólica vidriada y tradición indígena, loza,
vidrio, cuero, coque, hueso y metal (pesa en cobre y parte de la culata de un arma). Al norte
de la excavación se encuentra parte de un muro que pudo ser parte de la estructura de una
hornaza.
Relleno 6, de 4cm. de espesor, suelo pardo oscuro (10YR 3/2), con arenas de río y
abundante material cerámico, crisoles, loza, vidrio, litico, hueso y coque (carbón mineral
para combustión).
Relleno 7, de 8 cm. de espesor, suelo café amarillento oscuro (10YR3/4), con ladrillo
quebrado, y abundantes materiales cerámicos, loza, vidrio, hueso, lítico, hierro y material
para identificar.
Relleno 8, con 18 cm. de espesor, es un suelo pardo oscuro (10YR 3/2), con abundante
material cultural antiguo, entre los cuales se tiene botones, fragmento de cuchara, cerámica
y vidrio diagnostico, crisol, porcelana, y objetos de uso personal (anillos y aretes).
Relleno 9, este relleno se encuentra incluido hacia el norte de la excavación con un espesor
aproximado de 5 a 20 cm., color café amarillento claro (10YR 6/4), con material cultural
(cerámica, loza, vidrio, hueso y metal).
80
Relleno 10, suelo pardo oscuro (7,5 YR 3/2), de 40 cm de espesor, con abundantes crisoles
de prueba y crisoles grandes en cerámica con restos de oro, cerámica diagnóstica, botones
antiguos, estoperoles, material de construcción (ladrillo antiguo muy delgado con material
fundido en la superficie), obsidianas, hueso y vidrio diagnóstico entre los que se tiene una
botella y un tintero.
Relleno 11, este relleno de 11 cm. de espesor se compone del material que contiene la
estructura identificada como horno, básicamente es una capa de piedra pequeña quemada,
que contiene carbón y se encuentra esparcida sobre una capa de rocas grandes (ciclópeos),
asociadas abundante carbón, cerámica de tradición indígena, crisoles, porcelana, litico,
vidrio y metal (escoria y cobre).
En la Tr-43 los rellenos que cubren esta estructura presentaron abundante material
cerámico y vidrio antiguo de uso doméstico, además de una alta proporción de huesos de
animales, semillas, carbón y desechos orgánicos que permiten inferir la presencia de
basureros coloniales y neogranadinos. Estos materiales se encuentran dentro del relleno 6
que corresponde al suelo colonial apisonado. El piso enterrado se compone de fragmentos
de ladrillo que limita la cenefa del andén en piedra; en él encontramos cerámica de
tradición indígena, vidriada, carbón y hueso.
81
Foto 44. Corredor en Piedra. Antes de la explanación. Foto 45. Después de la explanación
82
El andén en piedra y ladrillo continuó hacia la Trinchera 55, que es la ampliación norte de
la Trinchera 43, allí se encuentra abundante material cultural colonial asociado.
En los rellenos coloniales de estas trincheras se halló abundante material cultural, entre
ellos cerámicas de producción local con influencia indígena y de uso doméstico (Inciso,
Alisado, Engobe, Pintura Roja, Inciso Triangular), cerámicas europeas de la variante
Sevilla Blanco, Faience Hispano y Stoneware, Novo Hispanas de los grupos cerámicos
Vidriado Popayán, Mayólica Local y Andina.Porcelanas Blanca, Imari, Policroma
Overglaze, lozas de la variedad Crema, Blanca, Impresión por Transferencia, Azul Diluido,
Floral Pintada a Mano, Decoración Lineal, vidrios tallados, grabados, pintados, dorados,
tornasol, liso antiguo, clavos de forja, tachuelas (decoración mobiliaria), escoria, cobre,
hierro, además de una gran cantidad de huesos de animales domésticos y roedores,
identificados como vacuno (Bos taurus), cabra (Ovis Aries/Capra Bircus), cerdo (Sus
scrofa), ratón (Rodentia), ave de la familia de la garza (Ardeidae); algunas semillas,
carbón, así como herrajes de puerta, metates, manos de moler, un yunque, alfileres de
cobre, un metal con textil y balas de cobre.
En estos sitios queda registrada parte de la vida cotidiana de las personas que vivían en la
Casa de Moneda, las basuras o desechos antiguos permiten conocer preferencias por ciertos
bienes de consumo, así mismo nos hablan de sus hábitos como de la clase de individuos
que vivieron en la casa. Por lo que se aprecia en los materiales culturales tanto de uso
doméstico como de la construcción del recinto, los personajes que allí vivían o
administraban la Casa de la Moneda eran individuos que podían costear con sus fondos los
mejores materiales de la época, como también tenían la posibilidad de adquirir bienes de
consumo tanto locales como foráneos de muy buena calidad. Estos aspectos marcan
elementos que indican que en el lugar habitaban y funcionaban administradores de la élite
de Popayán, relacionados con las transacciones de metales, oro, plata y platino, como
también el privilegio de elaborar y acuñar moneda para imperio durante los siglos XVIII y
XIX.
83
Finalmente, la estratigrafía de áreas domésticas puede representarse con la descripción del
perfil oeste de la Trinchera 55 que se profundiza 160 cm. (Foto 44b). Sus rellenos se
describen a continuación:
Relleno 1. Moderno (de 0 a 12 cm.), suelo color pardo (2.5Y 5/2), se compone de una
cubierta vegetal, con basura contemporánea y cerámicas vidriadas, local indígena, loza,
porcelana, escoria y hueso.
Relleno 2. Moderno (12 a 60 cm.), suelo café oscuro (10YR3/3), con material de
construcción, metal, cerámicas mayólicas, vidriadas, locales de influencia indígena, vidrio,
cobre, hueso y loza.
Relleno 3. Colonial (60 a 110 cm.), color pardo (10YR 2/2), con inclusiones de suelo
amarillento 10YR 4/4), asociado a material de construcción, loza, vidrio, balas, cerámicas
locales indígenas, vidriadas, mayólicas, yunque, manos de moler, vidrio, hueso, cobre,
clavos, loza y porcelana.
Relleno 4. Colonial (de 110 a 130 cm.), a los 110 de profundidad se encuentra parte de un
andén o corredor en piedra, aproximadamente de 30 cm., de ancho, construido en dirección
norte-sur, donde se evidencia un suelo apisonado café oscuro (10 YR 3/2), con materiales
culturales, cerámicas de producción local; indígena y europeos como vidriados, mayólicas,
crisoles de prueba, loza, porcelana, objetos en cobre (alfiler, cuero con cobre), clavos en
forja, vidrio antiguo, material de construcción manos de moler y hueso.
Relleno 5. Colonial (a partir de 130 cm.), suelo compacto pardo oscuro, combinado con
suelos amarillentos (10YR 5/6), en este se halló material cerámico vidriado, local indígena,
mayólica, loza, metal, escoria, manos de moler, cobre, abundante vidrio antiguo (grabado,
tallado, dorado, tornasol, liso, pintado), restos óseos de ratón, animales de consumo
humano como cerdo, cabra, vaca entre otros. Además de muestras de carbón a una
profundidad de 160 cm., que arrojaron una fecha de 1750+/-40 D.C.
84
Foto 44b. Área Doméstica. Estratigrafía Tr-55.
En el siguiente capítulo nos ocuparemos del análisis de los materiales culturales hallados en
todas las excavaciones reportadas en el sitio histórico de la Casa de la Moneda, lugar donde
se construye el Centro de Convenciones de Popayán.
85
Capítulo VI
Del mismo modo, para la identificación tanto de cerámicas importadas como de lozas
industriales y porcelanas se tomó como referente comparativo las clasificaciones de
cerámica colonial, especialmente la propuesta por M. Therrien y otros (2002), la del
catálogo de la Universidad de la Florida (2000) y la publicación de K. Deagan (1987). En
cuanto al material cerámico de producción local con influencia europea se tuvo en cuenta la
clasificación realizada por M. Méndez (2007) y S. Caicedo (2006).
87
El total de la muestra cerámica excavada en Casa de La Moneda sumó 166.114 gramos de
peso, correspondiente a cerámicas de producción local (indígena, Novo-hispana), europeas
importadas (mayólicas, loza) y porcelana China. En la Tabla 1 se establece la densidad de
los materiales de acuerdo a las diferentes estructuras excavadas en la antigua casa.
Igualmente se grafican los pesos obtenidos para observar la distribución del material en el
sitio (Gráfico 1).
ALFARERÍA LOCAL NOVO
ESTRUCTURA INDÍGENA EUROPEAS HISPANA PORCELANAS LOZA TOTALES
Fachada 1298 (0.8%) 0 (.000%) 502 (0.3%) 7 (.004%) 7 (.004%) 1814
Muros 12640 (7.6%) 7 (.004%) 4296 (2.6%) 14 (.008%) 243 (.15%) 17200
Pisos 29096 (17.5%) 232 (.120%) 1520 (0.9%) 0 (.000%) 196 (.10%) 31044
Gradas 226 (0.1%) 0 (.000%) 112 (.07%) 0 (.000%) 15 (.01%) 353
Patios 11039 (6.6%) 31 (.020%) 1852 (1.1%) 77 (.050%) 156 (.10%) 13155
Acueductos 29039 (17.5%) 16 (.001%) 5344 (3.2%) 51 (.030%) 168 (.10%) 34618
Fundición 23988 (14.4%) 15 (.001%) 3591 (2.2%) 5 (.003%) 316 (.20%) 27915
Áreas domésticas 32282 (19.4%) 33 (.002%) 4784 (2.9%) 37 (.020%) 123 (.10%) 37259
Sin estructura 2102 (1.3%) 6 (.004%) 582 (0.4%) 10 (.006%) 60 (.04%) 2760
Rec.Sup. 904 (0.5%) 0 (.000%) 57 (.03%) 3 (.002%) 0 (.00%) 964
85.7% 0.15% 13.7% 0.12% 0.80% TOTAL 166.114
Tabla 1. Densidad en Gramos de Material Cerámico por Estructura
40000
35000
30000
10000
5000
0
Fachada Muros Pisos Gradas Pat ios Acueduct os Fundición Areas Sin R.S
domést icas est ruct ura
ES TR U C TU R A S A N TI GU A S
88
Para el análisis de los materiales cerámicos, se tuvo en cuenta la clasificación realizada en
la fase de prospección arqueológica, donde se analizaron características físicas y generales
del material cultural, donde se determinó el tratamiento de la superficie, la pasta, la
cocción, técnicas de manufactura y las huellas de uso y desgaste, entre otras;
reconociéndose en los materiales diferentes tradiciones y/o estilos cerámicos con sus
respectivos grupos y variedades locales y foráneas. A continuación, se describen estas
alfarerías.
La técnica indígena del enrollado consiste en elaborar rollos alargados de arcilla que van
uniéndose de acuerdo con el tamaño deseado de la vasija, estos rollos se superponen uno
sobre otro ajustándolos con las manos suavemente, una vez lograda la pieza esta se deja
secar para luego llevarla al horno. La técnica más antigua de todas es el modelado, que
consiste en ir dando forma con las manos al barro maleable con que se confecciona una
pieza; mientras que el moldeado se sirve de moldes para reproducir en serie varios objetos
(Orton et al. 1997). Teniendo en cuenta aspectos técnicos de la alfarería local, ésta presenta
cinco grupos cerámicos que se caracterizan de la siguiente manera:
G1. Inciso.
La decoración incisa consiste en realizar un corte superficial en la pieza cerámica sin
extracción de arcilla cuando el material aún está fresco. Este grupo tiene pasta con
desgrasante de arena fina a media, color café, cocción en atmósfera oxidante (buen manejo
89
del oxígeno); los motivos decorativos son lineales sobre los bordes reforzados de ollas
globulares, en su manufactura combinan rollos y torno, muchas de las piezas presentan
hollín. Aunque su proporción fue baja, las evidencias de uso son visibles y se puede
considerar que este grupo fue utilizado en actividades domésticas para la preparación de
alimentos.
G2. Alisado
Tiene pasta con desgrasante de arena fina a media, textura compacta, colores dentro de la
gama del café. Su cocción fue atmósfera oxidante. Técnica de manufactura en rollos,
modelado y torno. Generalmente antes de la cocción de la vasija, la superficie fue alisada
con algún tipo de instrumento que permitió darle un acabado más homogéneo a vasijas
globulares utilizadas tanto para almacenaje como para la cocción de alimentos, ollas sub-
globulares con desgaste interno fueron usadas como recipientes de cocina, otras con
vertedera para servir líquidos; cuencos de variados tamaños con manufactura en torno
fueron utilizados tanto en la preparación de alimentos como en el servicio de mesa; cuencos
abiertos de gran tamaño como contenedores; platos tostadores y cazuelas para cocer
alimentos; mientras que copas de bases anulares, platos, jarras y vasos cilíndricos
modelados o en torno de base circular, probablemente fueron de uso exclusivo para la
mesa. Fragmentos de vasijas con orificios intencionales pudieron ser utilizados como
cernidores de alimentos; bacines elaborados en torno se utilizaron como vasos de noche.
También se elaboraron recipientes para pruebas de fundición y crisoles para el trabajo con
el metal, esto nos indica un importante uso de la alfarería en menesteres del trabajo de la
moneda y de oficios relacionados con la fundición.
G3. Engobe
Básicamente se caracteriza por el tratamiento de la superficie, antes de la cocción se le
aplicó un engobe de color café claro a oscuro o rojo, tanto en las superficies internas como
externas de la vasija. Las formas predominantes son vasos cilíndricos en torno, platos para
90
Figura 32. Alfarería de Producción Local con Influencia Indígena
91
el servicio, cuencos y vasijas globulares con desgaste interno y hollín para uso en la cocina.
6.1.2. Cerámica Esgrafiada. De este tipo de cerámica solo se tiene tres fragmentos. Los
cuales corresponden a cerámicas de tradición africana, caracterizadas por diseños
concéntricos grabados. Su uso fue culinario (Figura 32A).
92
6.1.3. Tradiciones Europeas
Estas mayólicas presentaron un porcentaje de 0.15% del peso total de la muestra. Son
aquellas que provienen de distintos puntos de fabricación: Italia, España y Francia. En estos
países de Europa se encontraban los enclaves de las fábricas artesanales de cerámicas
populares, donde se refleja todo un arte y la historia de las regiones. Aunque las técnicas
populares son comunes en cada región la cerámica es distinta debido a la diferencia en las
arcillas, esmaltes, pigmentos, secada, horneada y decoración (Mesalles, 2005:139-140).
De estos lugares se exportaron las mayólicas introducidas en América durante los siglos
XVII, XVIII y XIX. Para el caso de nuestro estudio solo se encontraron en las excavaciones
pocas muestras de estas producciones, lo que nos demuestra la exclusividad y difícil
consecución del material para la época.
A lo largo de más de tres siglos de comercio transatlántico se importó un buen número de
objetos cerámicos cuyas características, usos, funciones y técnicas le ofrecieron al mundo
americano una mayor variedad de loza que acompañó a la gestación de un nuevo panorama
social (Therrien et al. 2002:40). De otro lado, la presencia de mayólicas europeas
identificadas en estudios anteriores, presentan varios estilos que ofrecen información sobre
temporalidades y lugares de fabricación. Estos estilos corresponden a los siguientes grupos:
Variable Sevilla Blanco. Estas mayólicas tienen su origen en Sevilla y su producción fue
entre 1530-1650. Se caracteriza por un esmalte grueso y lustroso, pasta crema y en algunas
93
ocasiones rosáceas; igualmente, se cree que el Sevilla blanco fue producido con la
intención de ser exportado; y que además fue inspirado por las mercancías italianas,
específicamente el Faenza Blanco. De esta variante sólo se tiene una base de bacín (Figura
33), en otros estudios se ha podido reconocer formas de platos, tazones y tazas (Therrien et
al. 2002:96).
La cerámica Talavera tiene un vidriado tosco, con puntos oscuros y burbujas que aumenta
en los reversos y su decoración primordial consiste en un animalillo, una flor esquemática
de cuatro pétalos o un cuerno de la abundancia. Los bordes suelen repetir el tema de las tres
“mariposas” de alas extendidas terminadas en numerosos filamentos de patas de ciempiés,
con motivos florales (Martínez, 1984) (Figura 35). Se cree que el uso de esta mayólica fue
exclusivo para el servicio de alimentos y como objetos decorativos.
Variable Columbia Liso. El lugar de producción de esta mayólica es España, entre los
años 1490-1650; se caracteriza por las coloraciones de la pasta, que varían de crema a
amarillo y en algunas ocasiones a gris, los esmaltes son de coloraciones estañíferos y en
algunos casos varían a blanco. Presenta muy poca decoración, se han encontrado algunos
94
fragmentos con brochazos ligeros de color verde claro y las formas corresponden a
escudillas y platos (Therrien et al., 2002: 94-95) (Figura 34).
Variable Yayal Azul sobre Blanco. Mayólica producida en España, entre los años 1490 –
1625. Comparte las mismas características del tipo Columbia Liso, pero se diferencia de
éste por el diseño: líneas concéntricas que limitan el borde y el interior de la vasija en color
azul cobalto, generalmente de tonalidad pálida. Las formas que se han encontrado son
también las registradas para Columbia Liso, en general, escudillas y platos (Therrien et al.
2002:95; Deagan 1987:58).
Figura 33. Sevilla Blanco Figura 34. Columbia Liso Variante Verde
Variante Panamá Policroma Tipo A. Producida entre 1600 y 1650, se conoce como
mayólica panameña y su pasta color rojo ladrillo las hace inconfundibles (Therrien et al.
2002:91). Los diseños se presentan en marrón (obtenido con oxido de manganeso), azul
(cobalto), y/o verde (cobre), rara vez aparecen agregados de diseños con amarillo adheridos
a la cubierta blanca del esmalte. Los trazos adquieren un generalizado aspecto floral, si bien
en ocasiones se limitan a composiciones que integran líneas curvas y rectas de diferentes
grosores, dispuestos rítmicamente en torno a las cenefas de los platos, sin referentes
figurativos reconocibles (Deagan 1987:99) (Figura 38). Las formas más comunes son
bacines, escudillas, platos y tazas florales.
Variante Panamá Azul Sobre Blanco. Se produjo entre 1600 a 1650. Guarda las mismas
características en formas, textura y color de pasta de las variantes Panamá Liso y Panamá
Policromo. Platos, tazas, posuelos, escudillas y bacines son hasta ahora las formas
registradas (Garcés, 2007:25) (Figura 39).
97
Figura 38. Panamá Polícromo Tipo A Figura 39. Panamá Azul / Blanco
Variante Huejotzingo Azul Sobre Blanco. Producida en Puebla, México entre los años de
1700 y 1850; se caracteriza por una pasta color crema, esmaltado semi-compacto y
decoración simple, que consiste en una línea azul sobre el borde del recipiente. Sus formas
están compuestas por platos, posillos y tazas destinadas al servicio de la mesa (Figura 40).
Variante Puebla Azul Sobre Blanco. Producida en puebla entre los años 1700 y 1850; es
una de las más comunes de la producción mexicana, se caracteriza por sus diseños azul
cobalto, sobre un fondo cremoso color blanco. Los bosquejos son típicamente florales,
incluyen puntos, espirales y líneas sobre platos, lebrillos, pocillos, entre otras formas
(Catalago de la Florida, 2007).
98
Figura 40. Huejotzingo
La cerámica vidriada local se distingue de la que se importó desde Europa, básicamente por
los tonos naranja y grises de la pasta, y por la cocción en atmósferas reducidas. Las vasijas
manufacturadas mediante esta técnica se elaboraron con arcillas de color crema y café,
mediante la técnica del torno y la aplicación de una capa de plomo. El manejo de éste dio
como resultado una variada gama de colores que van del amarillo al naranja, del verde
limón al verde profundo y del rojo al café (Caicedo, 2006:75).
Estas cerámicas fueron de uso cotidiano por los ocupantes de la Casa de la Moneda (Figura
41). Al parecer ollas globulares de distintas gamas de color, sirvieron como contenedores de
99
alimentos. Mientras que ollas cuenco con falsas asas y algunas con evidencias de tapa,
cazuelas y ollas sub-globulares fueron utilizadas en la preparación de alimentos, pues el
desgaste interno en los esmaltados y hollín en la superficie externa evidencian una clara
exposición al calor. Tazas de color verde oscuro a verde claro y algunos con tonalidades oliva;
jarras, vasos cilíndricos, cuencos pequeños con desgaste interno y otros con vertedera fueron
de uso cotidiano en la mesa. Otra forma asociada no al servicio doméstico sino a labores de
fundición de metales fueron los crisoles de diferentes tamaños.
Variante Mayólica Local. Bajo esta denominación se agrupó una serie de cerámicas que
presentan ciertas características que hacen pensar en una posible producción local de
mayólica (Figura 42). Aunque en algunos fragmentos se observó que la superficie se trató
con estaño, por presentar una coloración blanca; en otros, la coloración se torna
amarillenta, debido a la poca cantidad de estaño incluida en la mezcla para dar la
coloración blanca que caracteriza a las mayólicas. Por otra parte, también existe una
diferencia en la coloración de la pasta de esta cerámica, las mayólicas de superficie blanca
presentan pasta de color gris y las de superficie amarillenta pasta en tonos rosáceos
(Caicedo, 2006).
Estos materiales tienen un juego de óxidos importantes, posteriores al vidriado Popayán, cuya
asociación en contexto los remite a mediados del siglo XVII; usando un criterio bastante
100
conservador se supone que este tipo de materiales es posterior al ocaso de las mayólicas
americanas que se ha establecido a finales del siglo XVII (Rovira, 2002:67). Las formas
asociadas a esta cerámica son cuencos, jarros y platos que no evidencia exposición directa al
calor ni desgaste interno, común en cerámicas de uso culinario y de almacenamiento, lo que
hace pensar que fueron utilizadas en servicios diferentes a los de cocina y comedor.
101
Figura 43. Mayólica Tradición Andina
102
Figura 44A. Alfarería Novo Hispana
Es poco común encontrar este tipo de material en sitios españoles, sin embargo, en la Casa
de la Moneda se hallaron varios fragmentos significativos, no tanto por la cantidad (0.12%)
sino por la variedad de los mismos, que señalan un gusto por objetos exóticos y suntuosos.
Estos corresponden a las siguientes variaciones:
Porcelana Azul sobre Blanco; fabricada hacia los años 1644-1912, y que se distingue por
decoraciones pequeñas de color azul oscuro y por una línea que decora el borde de la pieza;
103
los diseños pueden ser representaciones florales, de animales o figuras humanas, sobre
tazones, vasos, platos, jarras, y floreros. Otra variante, es la Porcelana Blanca, que no
presenta ninguna decoración, las formas identificadas son esencialmente de vasos y platos y
de la cual no se tiene referencia precisa (Figura 45).
Porcelana Imari, producida a partir de 1700 hasta 1780, las decoraciones son básicamente
florales, con colores azules, rojos, dorados y verdes. Las únicas formas identificadas son de
vasos, tazas, platos y teteras (Figura 46).
Porcelana China Policroma Overglaze. Se comienza a producir en 1700 hasta 1750, con
diseños florales rojo y dorado, a diferencia de la porcelana imari, ésta se caracteriza por tener
trazos más fuertes en la decoración de tazas, vasos y platos (Figura 47).
Porcelana Ming Azul sobre Blanco. Fabricada en 1550 hasta 1644. Se caracteriza por líneas
finas color azul del cobalto, sobre el borde de las piezas y decoraciones internas de flores,
animales mitológicos y figuras que adornan tazas, vasos, jarras, platos y floreros (Figura 49).
Porcelana Ming Policroma Overglaze. Su producción empieza en 1550 y termina 1600; esta
porcelana tiene decoraciones externas de color verde, dorado, rojo y azul, formando líneas y
diseños florales, mientras que en la parte interna del cobeto y borde del recipiente presenta
decoraciones lineales y sobre la base interna de tazas, vasos y jarras (ewer), elementos florales,
bestias mitológicas, animales y formas geométricas entre otras (Figura 50).
Porcelana China Powder Azul. Creada entre 1700 y 1750; presenta una decoración lineal
dorada en el borde y en el ala una línea gruesa color azul, elaborada con cobalto. De este
ejemplar se identificó un plato, sin embargo, en estudios anteriores se han referenciado tazas,
vasos y platos.
104
Figura 45. Porcelana China Azul/Blanco Figura 46. Porcelana Imari Figura 47. Policroma Overglaze
Figura 48. Porcelana Canton Figura 49. Ming Azul / Blanco Figura 50. Ming Policroma Overglaze
Loza Crema. (1770-1820), fue elaborada por primera vez en Inglaterra, con la idea de imitar la
porcelana china, convirtiéndose en la más popular del mercado transatlántico. Se caracteriza por
una pasta refinada y una superficie color crema. (Ibid:102). De esta variedad se encontraron
varios fragmentos de platos con bordes concha azul y verde (Figura 51).
Loza Blanca. No presenta decoraciones; la superficie es blanca y a menudo craquelada. Fue una
de las primeras que salió al mercado y la más popular en la época victoriana (Ibidem).
105
Loza Impresión por Transferencia. Su producción se inicia el año de 1760 durante la
revolución industrial y continúa en la actualidad. Se caracteriza por una pasta blanca o
crema, compacta sin desgrasantes y superficie esmaltada usualmente sin craquelar y en
capas homogéneas. La técnica de impresión por transferencia consiste en imprimir el
motivo de la decoración en un papel de cera, luego trasferirlo y disponerlo en la pieza. Los
diseños son básicamente retratos de la vida cotidiana, o motivos paisajísticos y florales, por
lo general uniformes, aunque con algunas manchas en forma de puntos (como los de las
impresiones de los periódicos) (Therrien et al., 2002:103) (Figura 52, 53, 54).
Loza Floral Pintada a Mano. Producida en Inglaterra, desde 1830 hasta el presente. Se
encuentra comúnmente en la loza tipo perla y loza blanca. El motivo más común es una
combinación de pinceladas que forman hojas verdes o azules, con flores rojas, líneas o
bandas rojas en el extremo superior del borde de los recipientes. Otras decoraciones
combinan colores café y verde ó café y negro, con flores azules, naranjas, amarillas o fucsia
(Ibidem) (Figura 56).
Loza Decoración Lineal. Originada en Inglaterra desde 1870. Esta loza al igual que la
blanca, fue de mayor acceso al público; usualmente se encuentra loza con líneas rojas,
verdes, negras y algunas combinaciones que varían entre verde, café y negro sobre bordes
de platos (Catálogo de Florida, 2007; Therrien et al., 2002:103).
106
Figura 51. Loza Crema Borde Concha. Figura 52. Loza Imp. Transferencia Figura 53. Loza Imp. Transferencia
Figura 54. Loza Imp. Transferencia Figura 55. Loza Azul Diluido Figura 56. Loza Floral Pintada a Mano
107
procesos experimentales que terminaron cuando se logró hacer una masa líquida, de
buena plasticidad, para que, en caliente, se facilitara su trabajo y permitiera darle diversas
formas, pero frío era dura y frágil (Carreras, 2005).
En la producción del vidrio antiguo intervinieron varios minerales como sílice, minerales
calcáreos y materiales alcalinos (sosa y potasa), las proporciones de cada uno y la mezcla
con óxidos y sales metalizadas permitieron generar variedad en los vidrios, a partir del
color, la dureza y la plasticidad.
Uno de los mayores inconvenientes en la producción del vidrio antiguo, era alcanzar
temperaturas altas y el sílice necesitaba que estuvieran por encima 1200 oC, lo que hizo
indispensable el uso de materiales que sirvieran como fundentes o conductores de calor, la
sosa presentó mayores ventajas que la potasa, a la hora de buscar plasticidad durante la
manufactura y temperaturas adecuadas para fabricar el vidrio (1000 oC ).
En cuanto a los colores del vidrio, se obtuvieron a partir de óxidos metálicos. El rojo con
óxido de cobre, el azul con cúprico, el púrpura con manganeso, naranja con óxido de
plata, amarillo melado con óxido férrico, el verde con óxido ferroso, el blanco opaco con
óxido de estaño, el negro con cobre o hierro y manganeso y para obtener un vidrio
incoloro utilizaban bióxido de manganeso o antimonio que eliminaba el tono verdoso
original del vidrio. Así mismo la temperatura del horno incidía en que los vidrios fueran
más o menos transparentes (Carreras, 2005:14). De otro lado, los hallazgos arqueológicos
han permitido inferir algunas técnicas de elaboración del vidrio y de su decoración. Al
parecer el tallado, el estirado y el moldeado fueron las primeras técnicas de fabricación de
este material, posteriormente apareció la técnica del soplado con una caña, que
revolucionó la producción vidriera, lográndose fabricar diversas formas de recipientes y
objetos de adorno en menor tiempo. En las técnicas decorativas se reconocen el pintado,
grabado, pulido, tallado, el dorado, aplicado con variaciones como el pinzado, pellizcos y
depresiones.
108
Para el análisis de vidrios de la Casa de la Moneda se consultó el trabajo de Teresa Carreras
(2005), quien ha estudiado los vidrios de la antigüedad, especialmente en Europa. Las
excavaciones en la antigua casa arrojaron una muestra de vidrio correspondiente a 1611
gramos (Tabla 2). Para la clasificación de los vidrios se tuvo en cuenta la decoración,
forma, color y las burbujas que se forman al interior del vidrio, consideradas como defecto
del mismo, producido por el gas no liberado que contiene la pasta. Los colores presentes en
estos materiales son el verde, amarillo, café y transparente, algunos de aspecto tornasol. Las
formas identificadas son de botellas, perfumeros, vasos y recipientes para contener
remedios. Las variaciones del vidrio hallado en el sitio son:
V1- Vidrio Tallado. Su porcentaje es del 3%. La técnica decorativa consiste en crear diseños
florales y lineales mediante la extracción del material vítreo con ayuda de instrumentos
abrasivos. Las formas identificadas corresponden a vasos muy decorados (Figura 57).
V2- Grabado. Se presentó en un 3%. Esta técnica de decoración consiste en el rallado de la
superficie del vidrio sin extracción del material. Las decoraciones son generalmente
geométricas y de figuras en bajo y alto relieve sobre vasos (Figura 58).
V3. Pintado. Con un 2% de la muestra. Esta técnica consiste en aplicar pintura en la
superficie de la pieza y luego colocarlo en el horno a baja temperatura para un secado
completo del barniz. Se encontraron algunos fragmentos de posible vaso, con decoraciones
florares color rojo, azul y amarillo (Figura 59).
V4 Vidrio Dorado. Tiene el 1% de la muestra y consiste en disponer una hoja de pan de oro
con la ornamentación deseada entre dos capas de vidrio. De este ejemplar solo se tienen
fragmentos sin formas identificadas.
V5 Vidrio Aplicado. Aparece con el 11% y corresponden a vidrios con aplicaciones
hallados solamente en la fase de prospección (Figura 60).
V6 Tornasol. Con un 12%, presenta en la pasta y superficie un aspecto multicolor
conocido como tornasol en botellas y perfumeros (Figura 63).
V7 Vidrio Liso. Su porcentaje fue de 68%. Es todo aquel que no tiene ningún tipo de
decoración. A diferencia de la cerámica, el vidrio liso no tiene una fecha exacta de
109
fabricación. Se sabe que las formas más comunes fueron de botellas, vasos y recipientes
para contener líquidos (Figura 61, 62).
Figura 57. Vidrio Tallado Figura 58. Vidrio Grabado Figura 59. Vidrio pintado
Figura 60. Vidrio Aplicado Figura 61. Liso Figura 62. Liso Figura 63. Tornasol
110
Tasca (Panamá) (ACC, SIG 774).
La distribución del material foráneo dentro del territorio de la Nueva Granada estuvo
determinada principalmente por las fuertes restricciones del comercio y la centralización
que imponía los organismos de control de tráfico de mercancías (Therrien et al., 2002:90).
Durante el siglo XVI el comercio era controlado por la Casa de Contratación de Sevilla,
encargada de regular el tráfico y de impedir que los navíos y flotas zarparan de puertos
diferentes al de esta ciudad. Sin embargo, el origen de los objetos importados no era
exclusivamente español: algo más de la mitad del cargamento provenía de Holanda, Grecia,
Italia, Alemania, Inglaterra, Portugal, entre otros (Ibidem).
Cada navío que deseaba viajar a cualquier puerto necesitaba pedir licencia donde se les
otorgaba “cabeza de partida” con los efectos y frutos que transportaba la embarcación.
Estos documentos corresponden a las licencias y partidas de registro de los navíos donde se
puede rastrear los objetos que salían de los principales puertos. Tal como se registra en un
documento (ACC, Col CI - 10M Sig. 3372) donde se pide licencia para que en el barco
Nuestra Señora de los Dolores se embarquen una serie de artículos para los puertos de
Barbacoas, Chiranvirá y Choco:
En la ciudad de Santiago de Guayaquil en cuatro días del mes de
noviembre de mil setecientos y veinte y siete años ante mí el escribano
y testigos el Capitán don Nicolás Calixto dueño y maestre del barco
suyo en el puerto de esta ciudad y de partida para el puerto de
Barbacoas, Choco, Chiranvirá y sus intermedios = otorgo y confiero
haber recibido de don Lorenzo Nieto residente en esta ciudad
doscientos cuarenta y siete botijas de vino de Nasca = cuarenta y dos
de aguardiente = treinta botijuelas de aceite = veinte de aceitunas =
dos cajones de acero = tres zurrones de hachas = cuatro zurrones de
cocos = un zurrón de nueces = otro de almendras = dos zurrones de
pasas = tres posuelos de vidrio = tres cajones de loza = seis fanegas de
garbanzos = un zurrón de orégano = un cajón de sombreros de Lima =
once zurrones de frisoles. Todo lo cual trajo del puerto del Callao en
partida de registro de su cuenta y riesgo en el navío nombrado […]
(ACC, Sig. 3372).
111
relaciones comerciales con Europa, quienes importaban mercancías desde España, vía
Panamá, Buenaventura para luego venderlas en distintas poblaciones de la Gobernación.
Uno de los mecanismos que operaba para el desarrollo de las actividades comerciales, eran
los poderes notariales, a través de éstos los vecinos de Popayán hacían uso de terceras
personas para representarlos.
Figura 64. Crisol con Oro (10X) Figura 65. Crisol con Oro (10X) Figura 66. Crisol con Cobre
Figura 67. Escoria de Hierro y Cobre Figura 68. Crisol y Mercurio Figura 69. Frag. Crisol Mediano
112
6.3.1. Objetos de Metal
Los objetos de metal encontrados en la antigua casa son variados, aquí haremos una
descripción general ya que varios de ellos están siendo analizados por la División Técnica
del Museo del Oro (Bogotá).
Al igual que la cerámica de producción local, el metal, como era de esperarse, fue uno de
los materiales arqueológicos más abundante en la Casa de la Moneda, sumando 9870
gramos en total. Para clasificar estos elementos se siguió el estudio hecho por N. Hume
(1987).
Varios de los objetos fueron elaborados al fuego bajo la técnica de la forja, martillo y yunque,
este trabajo consistía en calentar el hierro en grandes hornos y luego a golpe de mazo sobre un
yunque se le daba la forma deseada al objeto. Muchos clavos de la época fueron elaborados
con esta técnica, cada tipo de clavo se identificaba por su nombre y tamaño, los más usados
eran para carpintería de muebles y puertas. Conociendo la longitud del clavo se puede
aproximar al tipo de función que desempeñaba, así los clavos de 3.5 a 8 cm. eran utilizados en
la carpintería doméstica, en la construcción de muebles o en tapicería (Figura 70, 71, 72).
Otros objetos hallados durante las excavaciones fueron dos fragmentos de gramera, una
pesa en cobre, utilizados para el pesaje de metales, un broche, un alfiler, ganchos y una
cuchara (Figura 70, 76) todos elaborados en cobre. También se hallaron tres monedas, una
de ellas de 1907 (limpieza e identificación de Pablo Obando, Museo del Oro), recuperada
en la prospección y las otras dos de excavaciones, esta corresponde a cinco francos de 1940
y a un cuartillo de real de 1816 respectivamente (Figuras 73, 74, 75).
113
Cartuchos y balas de diferente calibre fueron hallados en algunas de las trincheras
excavadas sobre todo en la parte posterior de la casa. Estos materiales corresponden a la
época de la Nueva Granada y República, cuando el edificio funcionó como guarnición
militar y de policía (Figura 78, 79).
114
Figura 70. Objetos en Forja Figura 71. Clavos para Varios Oficios Figura 72. Clavos de Forja
Figura 73. Moneda Castilla y León Figura 74. Moneda p/m Figura 75. Moneda 5 Francos
Figura 76. Cuchara Figura 77. Azuela Figura 78. Cartuchos de Fusil Figura 79. Partes de Armas
Varias cuentas de collar fueron excavadas en el sitio, estas son elaboradas en diferentes
materiales, turquesa, una tubular en cristal de cuarzo rosado, una circular en cuarzo blanco
y otra del mismo material semiesférica, con un alambre de cobre en el medio
probablemente de un rosario o camándula, un fragmento de cuenta en ágata morada, un
fragmento tubular de cuenta en lapislázuli y una semiesférica de material desconocido,
115
estos objetos se hallaron en patios, pisos de habitaciones, acueductos y en áreas de basuras
domésticas de la antigua Casa de la Moneda (Figura 82).
116
hierro de forja.
En el sitio de estudio este tipo de materiales estuvo especialmente representado por la teja,
cuyo color de la pasta varió de blanca a roja, el ladrillo fue de variados tamaños hechos de
12 x 12, 7 x 28, 14 x 28, 27 x 27, 40 x 40 y 43 x 43 cm., algunos con decoraciones de
triángulos en cajas de desagüe. Además de azulejos con tonalidades blancas, amarillas y
azul. Se recuperó una baldosa rectangular elaborada en arcilla y parte de un ladrillo
mediano con decoración en una de sus caras. Algunas cenefas con relieves, pañetes,
argamasa y tubos vidriados de cañuelas para desagüe, estos últimos de origen morisco.
117
10-0642 52 2 Molar Inferior Bos taurus Ganado Vacuno
Costal Proximal
10-0748 68 1 Molar Bos taurus Ganado Vacuno
10-0625 54 3 Hueso con un Fragmento Sin Identificar
Textil Adherido
10-0756 70 1 Diente Incisivo Inferior Bos taurus Ganado Vacuno
Derecho, Diálisis
10-0582 47 2 Coxal, Falange Proximal, Bos taurus Ganado Vacuno
Costales Distales,
Molar Inferior Derecho
Ovis aries /Capra Oveja/Cabra
Vértebra, Metatarso hircus
Izquierdo Proximal Bos taurus Ganado Vacuno
10-0182 14 2 Omoplato Bos taurus Ganado Vacuno
10-0147 17 2 Molar Izquierdo Bos taurus Ganado Vacuno
Molar Sus scrofa Cerdo
10-0064 5 1 Metatarso/Metacarpo Bos taurus Ganado Vacuno
10-0264 26 2 Molar y Premolar Bos taurus Ganado Vacuno
118
Capítulo VII
CONCLUSIONES E INTERPRETACIÓN DEL SITIO HISTÓRICO
CASA DE LA MONEDA DE POPAYÁN
Continuando con las conclusiones sobre esta tercera fase de excavaciones en la Casa de la
Moneda podemos decir que el análisis de los materiales culturales en los diferentes rellenos
confirmó la alteración estratigráfica en el sitio, evidente en varias trincheras y estructuras
(área de servicio 2, área doméstica, trinchera 13, trinchera 24 y 29, entre otros) donde se
observó por lo menos 11 rellenos densos con materiales antiguos y modernos que señalan
la continua intervención del lugar, tanto humana como de origen sísmico. Igualmente se
observó que algunas estructuras antiguas carecían de los rellenos superiores que fueron en
algunos momentos cortados por trabajos anteriores en el sitio.
Los materiales hallados en todos los rellenos son variados y se hallan mezclados como se
dijo anteriormente, sin embargo, se pudo identificar la procedencia de los mismos y se
logró a través del análisis de los materiales reconocer su temporalidad, puesto que existen
ciertos objetos diagnósticos o indicadores que caracterizan las diferentes épocas en que fue
ocupada la antigua Casa de Moneda. En este sentido se identificaron 4 rellenos originales
que pueden asociarse a ocupaciones cronológicas diferentes de la más reciente a la más
antigua de la siguiente manera:
119
(1) Época de la Policía y Artesanías: Esta corresponde a una época moderna (Siglo XX)
representada en el relleno 1, donde es evidente la introducción del cemento, estructuras con
cimientos en ladrillo actual, hierro y cemento, que reemplazaron las estructuras antiguas.
Pisos en baldosa roja o verde sobre pisos en ladrillo antiguo, tubería galvanizada para
acueductos y tubos con rosca. Los materiales culturales asociados corresponden en su
generalidad a monedas de 1914, 1935, 1973 1980, 1991 y 1995, fragmentos de botellas en
vidrio de jugos hit, aguardiente caucano, gaseosas, bombillos, cerámica vidriada (materas),
cerámica de tradición indígena, loza moderna, plástico, cuero, puntillas, cartuchos de
revolver, basuras actuales, porcelana moderna y botones militares de la Policía de 1949.
(2) Época del Batallón Junín: Finales del siglo XIX a principios del siglo XX, se
representa en el relleno 2 y parte del relleno 3, con fechas radiocarbónicas de 1830 +/- 70
D.C. (Beta Analytic Inc. en Miami, USA). En este periodo se hacen evidentes las
estructuras modificadas y/o reemplazadas como pilastras de una yarda (83 cm.) por
pilastras de menor tamaño, muros que han sido reconstruidos o remodelados a partir de
materiales reciclados como ladrillos cuadrados que pertenecían a estructuras de piso,
combinado con pedazos de ladrillo rectangular antiguo y ladrillos completos de diferente
tamaño y color, el uso de argamasa como pegante continua siendo usado, sin embargo la
forma de pega puede darse en forma de cruz sin restricción alguna. En cuanto al tamaño de
los muros construidos en esta época, pasan a ser menos anchos, los patios se reducen y
aparecen los espacios abiertos. Tanto los patios que se conservaron en esta época como los
acueductos fueron utilizados con algunas remodelaciones como la construcción de
corredores o andenes. Se evidencia la construcción de acueductos similares a los antiguos,
pero a menor profundidad y en ladrillos de menor tamaño (32 cm. por 32 cm.), de color
rojizo.
120
probablemente de marca Lee-Mettford, producido en 1802 y usado en la Segunda Guerra
Mundial. Cartuchos, clavos en forja de alfaxia, barrote, monedas republicanas de plata y
cobre de 1826 y 1886, anzuelo para pesca, estoperoles, cartuchos y latas para almacenar
alimentos probablemente de 1813. También objetos de uso personal como una pipa en
cerámica, dedal, botones militares, entre ellos uno con el escudo de Colombia y el cóndor
con la cabeza abajo probablemente de 1834, remaches de bota militar, cuchara y cuero.
Vidrios característicos de esta época son los dorados o pandeoro, tornasol y aplicado que
aparece desde la época de la Casa de Moneda y se populariza en la época del Batallón
Junín. Otros menos populares son el vidrio liso, tallado y pulido. Estos elementos
corresponderían a la época de la Nueva Granada siendo presidente el General Francisco de
Paula Santander.
(3) Época de la Casa de Moneda: Entre siglo XVIII y principios de siglo XIX, se
encuentra representada en los rellenos 3 y 4 con fechas de carbono 14 de 1750 +/-40 D.C.
Beta Analytic Inc. en Miami, USA. Hacia el año de 1729 la casa fue construida por don
Pedro Agustín Valencia, se destaca como una casa de fundición de metales y moneda cuya
fundación es tardía en el concierto de cecas indianas coloniales. Esta casa en piedra y
adobe constaba de una primera planta, con varias habitaciones, un gallinero, cinco patios,
alberca y una cocina, posteriormente se construyó un segundo piso donde viviría el
tesorero.
Los muros fueron construidos de diferente espesor, de acuerdo con el peso que debían
soportar acompañados de pilastras anchas para sostener el techo. Los materiales utilizados
en esa época fueron ladrillos de diferente tamaño, calicanto, argamasa, piedra de cantera y
grandes ciclópeos que fueron utilizados como basamento a muros y como aislante de
humedad (solados) en pisos y espacios abiertos. La pega del ladrillo se realizó de tal
manera que la disposición del mismo quedaba trabada o en espina de pescado, de cualquier
forma, siempre evitando formar la cruz, como respeto a las creencias cristianas del
momento. Fue la primera casa en tener un acueducto propio, ductos de aguas limpias
fueron construidos aparte de aquellos de aguas residuales, su ingeniería consistía en utilizar
ladrillos cuadrados de 40 por 40cm. para cajas madre y ladrillos rectangulares de 32 por 17
121
cm., para las derivadas probablemente con la intención de controlar la presión del agua que
venía de los cerros de Moscopán. Estos acueductos fueron utilizados hasta la época del
Batallón Junín y reemplazados totalmente en el siglo XX por tubería de gres y metal.
Los materiales característicos de esta época son las cerámica mayólicas del grupo México
city variante 1, mayólica europea del grupo Stoneware y Caparra azul, loza del grupo azul
diluido, porcelana Cantón, anzuelos que evidencian actividades de pesca, probablemente en
el río Molino. Los vidrios de mayor popularidad son el pulido, seguido del tallado, grabado
y en menor proporción el vidrio dorado o pan de oro, aplicado, liso verde, entre ellos un
tintero de marca alemán y vitral.
122
Los materiales diagnósticos asociados a estas estructuras corresponden a cerámica de
tradición indígena con residuos de oro, copelas o crisoles de prueba, crisoles grandes para
fundir metales, residuos de oro, cobre y plata como materia prima. Cinceles, herramientas
del ensayador y pinzas para el trabajo en la fundición, carbón mineral (coque), material
para combustión, polvo de escobilla y escoria (residuos de la fundición), fragmento de
alambique y parte de un buitron, probablemente de hornos en ladrillo. Además de monedas
en plata de ¼ de real de 1826.
A principios del siglo XIX, la casa tuvo algunas reconstrucciones, debido a los terremotos
sucedidos. Los muros originales de la casa se caracterizan por el tipo de ladrillo amarillento
y por la ausencia de modificaciones evidentes (muro 1, muro 22). Estos muros presentan
hiladas de ladrillos pegados con argamasa, calicanto y grandes ciclópeos acompañados en
algunas estructuras con piedra de cantera. También se observan muros más anchos que
otros, debido al peso que debían soportar, esto se confirma con la presencia de pilastras
(restos de la base) de una yarda de dimensión (83 cm.) (Trinchera 28) que señala que hubo
un segundo piso (Figura 7). La casa también tuvo espacios que sirvieron para acumular
materiales de combustión como maderas de roble y canelo que fueron utilizadas para el
trabajo de la fundición de metales, ubicándose cerca de los sitios de hornos (Trinchera 14,
muro 30 y piso 2, donde se identificó hornazas).
Las antiguas casas de moneda en Europa hasta mediados del siglo XVI eran básicamente
talleres artesanales donde casi todo el proceso de la fabricación de la moneda se llevaba a
cabo con un mínimo de herramientas y en un único local que se llamaba hornaza, esta sala
era relativamente pequeña y dirigida por un hornacero, o capataz de hornaza, que era una
123
especie de empresario autónomo que aportaba operarios y herramientas, recibiendo un
porcentaje sobre el volumen de acuñaciones para cubrir sus gastos con algo de ganancias.
124
Figura 83, Plano de las excavaciones en la Casa de Moneda.
1. La fase III de excavaciones arrojó como resultado mayores evidencias importantes del
sitio histórico patrimonial como lo fue la Casa Real de Moneda de Popayán. Sus restos o
vestigios arqueológicos consistentes en basamentos y estructuras de la ingeniería colonial y
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neogranadina ameritan ser expuestos al público en la plazoleta diseñada sobre la calle 4 y
Carrera 11 del nuevo Centro de Convenciones de Popayán.
2. Se deben exponer los elementos importantes como muestra del patrimonio arqueológico
e histórico del lugar dentro de lo que se conoce como centro histórico de la ciudad. Estos
elementos evidenciados corresponden a estructuras de ingeniería y arquitectura: vestigios
de la fachada, ciclópeos y cimientos antiguos, pisos en ladrillo, gradas, patios empedrados
con diseño en ladrillo, acueductos antiguos, sitios de fundición y áreas domésticas y de
servicio con material cultural. Estos elementos deben ser recuperados dentro de lo que
podríamos denominar un museo de sitio y conectado al Centro de Convenciones.
5. Gracias a los planos de planta de la casa elaborados a comienzos del siglo XVIII por el
arquitecto Antonio García, se pudo constatar la localización de las áreas de cuartos de
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administración, salones, cuartos de servicio, talleres para fundición, almacén, cocina, entre
otros espacios de la antigua casa.
8. El diseño arquitectónico del museo histórico de sitio debe trabajarse de tal manera que
sea armónico con los nuevos planos del Centro de Convenciones, se deben tener en cuenta
accesos al público, áreas de descanso (sillas) y posiblemente un lugar de cafetería, sin que
nada de lo anterior interfiera con la exposición fluida del lugar como patrimonio histórico y
cultural. Desde esta perspectiva el proyecto arquitectónico global adquiere un importante
valor patrimonial y cultural agregado, en una zona estratégica como es el sector histórico
donde confluirá un buen número de personas de la ciudad y de fuera de ella.
9. La valoración definitiva de los hallazgos a exponerse, debe ser concertada entre expertos
en el área de la museología, arqueología, arquitectos e ingenieros, basados en los informes
arqueológicos suministrados. En este proceso es importante la intervención del Instituto
Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y el Ministerio de Cultura (División de
Patrimonio). Vale la pena decir que, desde estas instituciones en conjunto con la
Gobernación del Cauca y la Universidad del Cauca, se debe conforma un Comité General
con el propósito de estudiar un nuevo diseño arquitectónico para la plazoleta donde se
127
incorpore los hallazgos arqueológicos. Igualmente se debe plantear un trabajo de
restauración, conservación y protección del sitio histórico que junto con las obras
adicionales (peatonal, cafetería, sillas) se revitalizaría como un bien público patrimonial y
como lugar de atracción turística.
10. Desde el punto de vista del público es recomendable continuar con trabajos de
arqueología pública en el mismo CCP, mediante programas de comunicación permanente
con miras a una mayor participación de la gente común, estudiantes y colegios para que
vivan la experiencia de la recuperación del patrimonio cultural y de la memoria histórica de
la ciudad.
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