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UNIVERSIDAD DEL CAUCA

GOBERNACIÓN DEL CAUCA

CENTRO INTERNACIONAL DE CONVENCIONES Y


EXPOSICIONES DE POPAYÁN - CICEP

ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA
EN LA CASA DE MONEDA POPAYÁN

GRUPO ESTUDIOS ARQUEOLÓGICOS REGIONALES Y PATRIMONIO


DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA
F.C.H.S.
POPAYÁN 2010
DIRECCIÓN
DIOGENES PATIÑO C. Y MARTHA C. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ
Grupo ESTUDIOS ARQUEOLÓGICOS REGIONALES Y PATRIMONIO, EARP

ARQUEÓLOGAS AUXILIARES
XIOMARA LÓPEZ SANTAMARÍA
LOURDES GONZÁLEZ LAME

TRABAJOS DE CAMPO EXCAVACIONES


ESTUDIANTES

ALEJANDRO E. ERAZO
CANDELARIA CARRIAZO
DAVID A. PÉREZ
CARLOS CARDONA
LORENA GACHARNÁ
SEBASTIAN CORAL
DIANA MAYOR
MARCELA ORDÓÑEZ
JANET PATRICIA VILLAMARIN
JULIE MANUELA MENA
HAROLD W. GONZÁLEZ
ORIANA ARARAT
SANDRA SANTACRUZ
JENY ROCIO

LABORATORIO MUSEO DE HISTORIA NATURAL


SEBASTIAN CORAL
DIANA MAYOR
LORENA GACHARNÁ
ALEJANDRO E. ERAZO

DISEÑO y DIBUJO
SEBASTIAN CORAL
DIANA MAYOR
LORENA GACHARNÁ

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ARQUEOLOGÍA PÚBLICA
ANGÉLICA NUÑEZ (Museógrafa)
LAURA E. JARAMILLO
ANA MARÍA SICARD A.
LUISA F. ALVAREZ
JULIÁN A. ESCOBAR

DIVULGACIÓN Y CAMARA, UNICAUCA


PILAR CAMPO
WILLIAM ABELLA HERRERA
LEONARDO BURBANO MOLANO

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Contenido
Capítulo I
Introducción: Arqueología Histórica en la Casa de Moneda Pg.
de Popayán, Siglo XVIII. 6

Capítulo II
Patrimonio y Teoría en Arqueología Histórica 11

Capítulo III
Arqueología Pública y Divulgación del Patrimonio en la Casa de la
Moneda de Popayán 17

Capítulo IV
Historia de la Casa de la Moneda y Centro de Convenciones de Popayán CCP 27
4.1. La Real Casa de la Moneda 27
4.2. La Casa de la Moneda y la Economía Colonial 31
4.3. El Ocaso de la Casa de Moneda 34
4.4. Estudio Prospectivo en el Lote CCP (Primera Fase 2007) 39
4.5. Excavaciones Arqueológicas en la Casa de la Moneda. (Segunda
Fase 2007) 42
4.6. Arqueología de la Casa de la Moneda (Siglos XVIII-XIX) 45
4.7. Arqueología del Batallón Junín y Policía (Siglo XX) 46

Capítulo V
5. Excavaciones Arqueológicas en la Casa de la Moneda de Popayán (Fase III) 48
5.1. Metodología de campo 52
5.2. Resultados del trabajo de campo 54
5.3. Vestigios de la fachada 55
5.4. Estructura de muros antiguos 56
5.5. Muros que dividen habitaciones aledañas a la fachada 57
5.6. Muros y pisos de habitaciones 59
5.7. Muros que dividen diferentes espacios 62
5.8. Muros que indican el soporte de un segundo piso 65
5.9. Estructura de la escalera 67
5.10. Muros que evidencian depósitos de combustible 68
5.11. Patios Empedrados con diseño en ladrillo 69
5.12. Estructuras de Acueductos 74
5.13. Sitios de fundición y estructura de hornos 78
5.14. Área domestica 81

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Capítulo VI
Hallazgos y Análisis de Materiales Culturales en la Casa de Moneda
Análisis de Materiales Culturales: Trabajo de Laboratorio 86
6.1. Material Alfarero 87
6.2. Materiales en Vidrio 107
6.3. Materiales de fundición, metales y monedas acuñadas 112
6.4. Material Lítico 115
6.5. Materiales de Construcción 116
6.6. Muestra Ósea 117

Capítulo VII
Conclusiones e Interpretación del Sitio Histórico Casa de la Moneda
de Popayán 119
7.1. Aspectos generales del estudio 119
7.2. Recomendaciones para la recuperación del sitio histórico
patrimonial 125

Bibliografía 129

5
Capítulo I
INTRODUCCIÓN
ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA EN LA CASA DE MONEDA
POPAYÁN, SIGLO XVIII

Este estudio es el resultado final de las excavaciones arqueológicas en el sitio histórico de


la Casa del Tesoro Real de Popayán. Debido a la importancia histórica y patrimonial del
sitio donde se estableció la Casa de la Moneda (Audiencia de Quito), se hizo necesario
implementar la tercera fase de investigaciones arqueológicas, con la finalidad de que sea
integrado al conjunto arquitectónico total del Centro de Convenciones de Popayán (CCP),
macro-obra que inicia su construcción en este mismo año. La Casa de la Moneda tuvo su
auge en los siglos XVIII al XIX, época en que transcurre el albor de colonia española en
esta región; el edifico posteriormente fue ocupado por militares y policía, como veremos
más adelante.

Los trabajos de arqueología histórica fueron encaminados como parte integral del macro
proyecto que se desarrolla en el lote continuo al Hotel Monasterio de Popayán, localizado
entre la Calle 4 y Calle 2 con Carrera 11. El predio se localiza en la parte alta del lote que
colinda con el Hotel Monasterio hacia el occidente. En el lote ya se han realizado dos
estudios arqueológicos previos, que corresponden a una prospección general y a
excavaciones puntuales en el mismo sitio. A partir de estas exploraciones se registraron
evidencias de arqueología histórica relacionadas con la antigua Casa de la Moneda de
Popayán, fundada en 1749. Las excavaciones también localizaron elementos
correspondientes a la guarnición militar que funcionaba allí hasta comienzos del siglo XX,
junto con restos de la sede de la policía hace más de dos décadas.

El área para esta importante obra de ingeniería en la ciudad es de aproximadamente 12.000


m2., y se calcula que unos 5.000m2 están ocupados por las ruinas de la Casa de Moneda, la
cual formaba parte de una de las manzanas más prestigiosas del sector histórico de Popayán,
aún en esta manzana persisten edificaciones que datan de la época de la Colonia como lo es el
claustro del Monasterio de los Franciscanos y la Iglesia de San Francisco (Castrillón, 1994;
Méndez, 2007).
6
De acuerdo con el Ministerio de Cultura, la Gobernación del Cauca y la Universidad del
Cauca, el lugar histórico donde se asentaba la Casa de Moneda de Popayán es de gran valor
cultural, patrimonial e histórico para la ciudad; teniendo en cuenta este valor se consideró
necesaria la realización de excavaciones arqueológicas a mayor escala. Con el estudio se
realizaron excavaciones en áreas de estructuras y elementos puntuales con la finalidad de
que en su conjunto total sean en el futuro integrados como patrimonio cultural e histórico al
complejo arquitectónico de las edificaciones del Centro de Convenciones Casa de la
Moneda de Popayán. Estos estudios arqueológicos fueron realizados por el Departamento
de Antropología de la Universidad del Cauca con fondos transferidos de la Gobernación
Departamental.

Durante los meses de febrero y marzo (2010) la oficina de Planeación de la Gobernación del
Cauca hizo la adecuación de los terrenos donde se construirá el nuevo edificio Centro de
Convenciones Casa de la Moneda de Popayán, haciendo uso de la aprobación oficial de los
diseños finales del edificio (primera etapa) por parte del Ministerio de Cultura (Dirección de
Patrimonio, Resolución 2663 de 2009). Durante este procedimiento solo se adecuaron los
terrenos bajos dejando sin tocar el área que da sobre la calle 4 donde se realizaron las
excavaciones de restos arqueológicos de la antigua Casa de la Moneda. Área de
aproximadamente de 1600 m2. En esta área se construirá una plazoleta cultural cerrada que
podrá ser accedida por el público donde éste podrá observar las ruinas o restos arqueológicos
protegidos de la antigua Casa de Moneda como patrimonio histórico de la ciudad. A
comienzos de marzo el Instituto Colombiano de Antropología e Historia dio el aval (Oficio
0483) sobre el programa de arqueología preventiva para el proyecto Centro de Convenciones
Casa de la Moneda, aval que se remitió a la Curaduría Urbana I de Popayán que a su vez
expidió la licencia de construcción.

La Casa del Tesoro Real de Popayán se construyó a comienzos del siglo XVIII y su
principal función fue la de emitir moneda hasta el siglo XIX; de acuerdo con los datos de
archivo histórico y modernos la casa pasó a ser la sede del Batallón Junín a finales del siglo
XIX y posteriormente fue el lugar de la sede de la policía seccional hasta el año de 1983,

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fecha en que ocurre el terremoto dejando numerosos damnificados y el sector histórico de
la ciudad en ruinas. El lugar donde se ubicaba la Casa de Moneda a partir de esa fecha se
convierte en una construcción en mal estado de conservación por lo que finalmente es
demolida para dar paso a lo que hoy es un lote que fue eventualmente utilizado como
parqueadero y para llevar a cabo la exposición artesanal durante la Semana Santa en
Popayán.

El estudio arqueológico se inició en marzo y terminó en agosto de 2010. Los objetivos de la


investigación se centraron en: (1) llevar a cabo excavaciones sistemáticas en área de aquellos
lugares registrados durante la primera fase de excavaciones en el sitio; (2) indicar la
importancia de las evidencias arquitectónicas, de ingeniería civil o materiales culturales
susceptibles de ser conservados y, por lo tanto, integrados o expuestos al público en la nueva
edificación del Centro de Convenciones; (3) analizar el contexto histórico y arqueológico de
los vestigios excavados teniendo en cuenta las diferentes épocas: finales de la Colonia, cuando
existió el mayor auge de la Casa de la moneda (siglos XVIII-XIX); período de la Nueva
Granada (siglo XIX); época inicial de la República (edificio militar) y época moderna (sede
policía); (4) suministrar elementos que valoren los hallazgos arqueológicos y arquitectónicos
como parte del acervo cultural, patrimonial e histórico de este sector de la ciudad, con el
propósito de que sean incorporados dentro del espacio público de la nueva construcción
destinada al Centro de Convenciones; (5) estudiar la estratigrafía del sitio, varios lugares
tienen rellenos que varían entre 40 y 150 cm. de profundidad, éstos son evidencia de las
diferentes remodelaciones y cambios dentro del edificio, especialmente durante el siglo XX;
cuando se introduce el cemento en las obras; (6) realizar trabajos de laboratorio donde se
analizarán los restos culturales excavados, como expresión de la actividad cotidiana en la Casa
de Moneda, cuya principal función fue la de fundir y acuñar moneda en oro, plata y cobre en
los siglos XVIII-XIX. Otros materiales relacionados son las cerámicas locales e importadas y
el vidrio, que nos indican un comercio activo entre Popayán y sus alrededores como a larga
distancia con Panamá, el Caribe y Europa; (7) realizar trabajos tendientes a una activa
arqueología pública, el sitio histórico fue expuesto a niños, jóvenes y adultos mediante un
programa de educación abierta y visitas guiadas, donde se experimentó la arqueología y el
pasado para enfatizar sobre importancia cultural y patrimonial de un sitio histórico en la

8
ciudad de Popayán y, (8) divulgación didáctica de los procesos de investigación e
interpretación del lugar histórico y arqueológico como museo de sitio.

Durante las excavaciones se implementaron por primera vez actividades de arqueología


pública, lo que conllevó a una mayor participación de todos los ciudadanos (jóvenes y
adultos) interesados por la experiencia del pasado, la memoria y el patrimonio cultural de
nuestra ciudad. Las actividades de divulgación fueron de gran utilidad para integrar a la
comunidad en el proyecto del centro de convenciones, que tendrá un impacto local y
regional importante, abriendo posibilidades para explotar el potencial educativo y turístico
que tiene el sitio arqueológico y el Centro Histórico de la ciudad en general. Uno de los
aspectos importantes de estos estudios arqueológicos será la contribución a la creación de
un museo de sitio o centro de interpretación, donde se experimente el pasado desde las
mismas excavaciones y la exposición ilustrativa e interpretativa de los hallazgos. Los
trabajos en su totalidad fueron realizados por el Grupo de Estudios Arqueológicos
Regionales, EAR, de la Universidad del Cauca.

Además de esta introducción el informe tiene un segundo capítulo que se centra en el


patrimonio y la teoría de la arqueología histórica actual; un tercer capítulo se refiere a la
arqueología pública y divulgación del patrimonio en la Casa de la Moneda; allí se destaca la
interacción con diversos públicos y el manejo del patrimonio histórico cultural, en este caso
sobre los vestigios o ruinas de antigua Casa de Moneda; un cuarto capítulo se desarrolla sobre
la historia de la Casa de la Moneda, así como del uso del edificio en tiempos posteriores, a
finales del siglo XIX y durante el XX. En un quinto capítulo nos referiremos a los trabajos de
excavaciones arqueológicas y sus resultados más importantes; el sexto capítulo entrega los
datos y el análisis de la fase de excavaciones con resultados de las ruinas excavadas,
arquitectura, cronologías, estratigrafías, áreas de servicio, domésticas y de trabajo. Igualmente
se expondrán los análisis de materiales culturales donde se destacan tradiciones alfareras,
lozas, porcelanas, vidrios, metales, entre otros elementos encontrados para la Colonia y la
Nueva Granada. También nos referiremos a épocas modernas de ocupación del sitio histórico.
El estudio finaliza con el capítulo séptimo sobre las conclusiones y recomendaciones a cerca
de la recuperación total del sitio, además del manejo y conservación de las ruinas de la Casa

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de Moneda con el fin de que sean integradas a la arquitectura global como espacio público en
el nuevo edificio del Centro de Convenciones de Popayán en vías de construcción. Por último,
este informe busca poner en conocimiento de las instituciones interesadas todos los hallazgos
de arquitectura e ingeniería encontrados durante la investigación del lugar, para una posterior
toma de decisiones por parte de las comisiones de la Gobernación del Cauca, Universidad del
Cauca, Ministerio de Cultura (Dirección de Patrimonio) y el Instituto Colombiano de
Antropología e Historia, ICANH, con ello se pretende que los vestigios expuestos, sean
integrados con todas las normas de conservación al nuevo edificio del CCP como patrimonio
arqueológico e histórico. De otro lado, se anticipa que los vestigios arqueológicos deben
quedar al descubierto como ruinas en áreas mayores o en su totalidad de cara al público, o sea
con la participación de la comunidad, como formas directas de aprender el patrimonio,
estudiarlo, vivirlo y sobre todo realizando labores de educación integral desde la óptica de la
arqueología pública.

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Capítulo II

PATRIMONIO Y TEORÍA EN ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA

El proyecto arqueológico de la Casa de la Moneda de Popayán (Centro de Convenciones)


se inscribe dentro de los contextos teóricos de la arqueología histórica relacionados con
aspectos de recurrente actualidad como son la conservación patrimonial y la reconstrucción
de la memoria de los pueblos desde un pasado histórico y arqueológico reciente (Funari y
Zarankin, 2004; Patiño, 2007, 2001). La arqueología histórica se ha venido desarrollando
en Latinoamérica desde hace pocas décadas destacando estudios sobre problemas
regionales y locales; sin embargo, la discusión sobre los conceptos teóricos que definen una
arqueología histórica es tratada en pocos trabajos. En muchos casos se han impuesto
modelos de otras partes del mundo especialmente desde Europa y Norteamérica para
explicar dinámicas de nuestras sociedades en América del Sur, esto por supuesto genera
procesos que pueden oscurecer y distorsionar las interpretaciones sobre nuestras sociedades
latinoamericanas (Funari y Zarankin, 2004:5-6).

La arqueología histórica americana fue definida de diversas maneras a partir de los años
60s y 70s. Una de las primeras definiciones fue la de James Deetz que explica la
arqueología histórica como el estudio del proceso de expansión europeo por el mundo y su
impacto en las poblaciones locales (Deetz, 1977). Por su parte Stanley South (1977), otro
de los propulsores de este campo, dice que arqueología histórica son todas aquellas
investigaciones que utilizan tanto la cultura material como documentos escritos para dar
cuenta de un problema, mientras que Charles Orser Jr. (1996) la define como una
“arqueología del mundo moderno”, o según Leone (1995) o Johnson (1996), una
“arqueología del capitalismo”. También han existido discusiones sobre cómo llamar este
tipo de arqueología, para algunos es “arqueología histórica” –historical archaeology-,
(South, 1977); “arqueología de sitios históricos” –historical site archaeology” (Schuyler,
1970); o “arqueología auxiliada por documentos –text aided archeology- (Little, 1992).

Investigadores como Pedro Funari (1998) y Andrés Zarankin (2010), han venido trabajando
los temas de la arqueología histórica tomando como base la función social; para estos
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autores la arqueología histórica puede ser vista como un instrumento a partir del cual es
posible generar lecturas críticas de los procesos formadores de la modernidad –y por lo
tanto de los mecanismos de imposición de arbitrarios culturales. Al mismo tiempo permite
construir pasados alternativos, opuestos a las “historias oficiales”. Son estos pasados
múltiples los que garantizan que todos los grupos estén representados y legitimados en el
presente, especialmente los subalternos, excluidos o minoritarios, contribuyendo a generar
sociedades más democráticas y tolerantes (Patiño y Zarankin, 2010).

En los estudios de arqueología histórica se busca rastrear los contextos dentro de los cuales
se puedan interpretar los cambios en las prácticas sociales a través del análisis de la cultura
material. Esta posición implica una revisión crítica de los procesos históricos que generaron
las sociedades, en la mayoría de los casos de manera simétrica y antagónica (Funari, 1998;
Therrien, 1998). En los análisis de estos trabajos y sus contextos espacio-temporales se han
empleado posturas o enfoques heterogéneos que incluyen marcos teóricos procesuales o
posprocesuales. Esta situación resulta interesante, ya que fue Lewis Binford -uno de los
primeros en colocar la teoría como central para la arqueología- quien en el prologo que
escribió para el libro de Stanley South, “Method and Theory in Historical Archaeology”
(1977), vaticino que por sus características particulares la arqueología histórica estaría al
frente de la producción de teoría en arqueología. Su razonamiento estaba basado en que la
existencia de documentos escritos para confrontar con la cultura material, posicionaban este
campo como espacio de vanguardia a la hora de buscar, entender y controlar, los efectos de
la acción humana en el registro arqueológico. Seguramente, por esta supuesta facilidad
interpretativa, durante muchas décadas la arqueología histórica fue, contrariamente a lo que
se esperaba, una arqueología empiricista que no aportaba más que sentido común a la hora
de entender la cultura material.

Afortunadamente este panorama ha comenzado a cambiar gradualmente a medida que


surgen nuevas posiciones teóricas impulsadas por la escuela pos-procesualista (Hodder,
1982). También contribuyeron a esta transformación propuestas que consideraban la cultura
material y documentos escritos como líneas independientes de investigación (Senatore y
Zarankin, 1996). Como menciona Patricia Galloway (2006) es a través de las disonancias

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entre ambos registros que la arqueología histórica encuentra su potencial para generar
miradas únicas sobre el pasado. El ejemplo típico de estos “ruidos” es el estudio de Rathje
y McCarthy (1977, 1982) sobre la basura domestica en un barrio operario de Tucson
(Arizona). En la década de 1970, estos investigadores realizaron trabajos analizando las
bolsas de basura que diariamente desechaban familias de clase trabajadora. Su estudio
permitió determinar que las personas, cuando eran consultadas, mentían sobre lo que
consumían (ejemplo, las respuestas más frecuentes eran que consumían mucha leche, poco
alcohol y nada de drogas). Esto se contradecía con lo que los investigadores encontraron en
su basura (poca leche, mucho alcohol y drogas). Así, lo que las personas dicen no
necesariamente es lo que hacen y estos discursos opuestos (el escrito/oral y el material) son
los que permiten al arqueólogo histórico adentrarse como ningún otro en el entendimiento
de las sociedades (del presente o del pasado) (Patiño y Zarankin, 2010).

En nuestro país hace apenas pocos años se ha desarrollado cierto interés por la arqueología
histórica, donde se resaltan temas diversos de la Colonia, Nueva Granada y la República;
los espacios de acción han sido aquellos lugares importantes como Cartagena de Indias, el
palenque de San Basilio, Mompox, Santa Fe de Bogotá, Popayán, entre otros. En la
reconstrucción y conservación de las ciudades la arqueología histórica juega un rol
preponderante, ya que permite rescatar elementos de la cultura material que nos ayudan a
entender aquellos contextos sociales y culturales de nuestro pasado más reciente. Por otro
lado, la conservación y protección de los mismos tienen un alto valor como elementos
patrimoniales, arqueológicos e históricos que buscan reforzar la identidad de nuestras
culturas en las futuras generaciones.

En el desarrollo de estos estudios es también importante una relación cada vez más estrecha
entre la arqueología y la sociedad actual desde el punto de vista de las experiencias con el
pasado, en otras palabras, se hace necesaria la participación e intervención del público en
estos procesos desde las mismas excavaciones generando intereses y mayor comprensión
de aquellos aspectos culturales y patrimoniales que han dejado huella a través de la historia
de los pueblos. Estas formas de integración entre arqueología y sociedad actual se le han
denominado arqueologías públicas bajo la óptica de la interpretación y la educación

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(Hodder, 1995; Potter, 1994). La experiencia latinoamericana de creación de museos
interpretativos de sitio nos enseña que la integración de la comunidad en el proceso es un
factor de éxito para la gestión, promoción y sostenibilidad de los recursos patrimoniales y
culturales. Por esto se considera que las actividades que se realizan dentro de una
arqueología pública, tales como la divulgación y participación de la comunidad, son de
gran utilidad para integrar a la sociedad en los proyectos patrimoniales. Trabajar con el
pasado cercano, tiene la habilidad de despertar curiosidad en las personas comunes,
atrayéndolas y haciéndolas participar de la producción de conocimiento (Little, 2007).
Desde esta perspectiva la arqueología histórica tiene algo que puede ser de interés para
todas las clases sociales, para todos los géneros, para todas las religiones, para todas las
etnicidades. No debemos olvidar que la manera en que construimos y utilizamos el pasado
es parte importante de la vida moderna ya que es a través del mismo que legitimamos y le
damos sentido al presente.

En la antropología y la arqueología se ha venido trabajando el concepto de patrimonio


desde una aproximación crítica de sus diferentes nociones que pueden ser utilizadas en lo
social o cultural; el concepto básico plantea diversas prácticas y estrategias de carácter
social, político y cultural donde la figura del patrimonio se convierte en una herramienta
esencial en el estudio de la diversidad y la cultura. De acuerdo con Prats (1996) el
patrimonio es una construcción social o cultural que se basa en el estudio de los sujetos y
los objetos, en el primer caso se remite a los universos simbólicos legitimados o sea
aquellos que necesitan alcanzar un mínimo nivel de consenso, mientras que, en el segundo,
la cultura se remite fundamentalmente a la idea de manipulación donde existe intervención
directa o no de la hegemonía social y cultural (Prats, 1996:20-21). La historia del
patrimonio no es la historia de los museos y colecciones de objetos que lo conforman de
manera independiente de los contextos sociopolíticos e intelectuales que lo producen. El
carácter simbólico del patrimonio tiene la particularidad de representar simbólicamente una
identidad, esto explica la importancia de movilizar recursos para conservarlo y exponerlo.
Como dice Prats el proceso en sí consiste en la legitimación de unos referentes simbólicos a
partir de fuentes de autoridad donde el patrimonio adquiere en sí mismo un carácter
sacralizado aparentemente esencial e inmutable (Ibid:22).

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Otro concepto a tener en cuenta sobre el análisis del patrimonio es aquel emitido por Josué
Llull (2005), en el cual se destaca la idea de que, si la identidad está sujeta a una serie de
regulaciones, entonces el patrimonio no se escapa a las decisiones de poder, ya que es por
esta vía que los materiales muebles e inmuebles patrimoniales logran ser aceptados
institucionalmente como tales. Aquí vale la pena mencionar, como Prats (1996) lo expresa,
que la revolución industrial y el romanticismo jugaron un papel importante sobre la
emergencia de los nacionalismos y el colonialismo. Sobre este aspecto surgieron elementos
de carácter homogeneizador tal como se lo propusieron los proyectos de estado-nación.
Actualmente el patrimonio como elemento revitalizador de la memoria y la historia no solo
tiene la mirada desde el estado sino desde múltiples posibilidades heterogéneas, o sea desde
múltiples identidades que emergen, en nuestro país, a partir del consenso constitucional de
1991. Sin embargo, la toma de conciencia de identidad de los “otros” (multiculturalidad)
utilizando elementos del patrimonio es un proceso complejo que se ve atravesado por
estrategias políticas desde el estado y los nuevos procesos coloniales (Gros, 2000).

Finalmente, aunque el tema del patrimonio en su concepción tiene unas implicaciones muy
amplias y variadas que van desde los discursos académicos, políticos y sociales, el análisis
del patrimonio debe realizarse desde la perspectiva de los grupos sociales quienes son los
que deben beneficiarse al momento de reconstruir y recrear sus propias historias haciendo
uso del patrimonio (material e inmaterial) y de la arqueología como formas vivas de la
memoria. El tema del patrimonio, la memoria y la arqueología tiene muchas y ricas vías
que pueden ser usadas como herramientas de los estados y grupos locales-regionales que
procuran conservar y proteger los diferentes legados arqueológicos, históricos y medio
ambientales, dispuestos de manera permanente para que sean útiles como instrumentos de
poder en el momento del auto-reconocimiento de los pueblos y sus derechos. Es claro que
las sociedades sin memoria, sin patrimonio conservado y promulgado (educación), son
sociedades sin historia, sin pasado y sin formas concretas de reclamarlo para sí. Es allí
donde la antropología y la arqueología deben trabajar con el fin de ayudar con sus análisis y
aplicaciones a vislumbrar el pasado, el patrimonio y la reactivación de la memoria perdida
en diversos colectivos sociales. Igualmente podemos decir que el mundo contemporáneo

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este marcado por crecientes economías transnacionales, desarrollos tecnológicos y un
masivo consumismo, características de un mundo cada vez más globalizado y, por
supuesto, son temas que tocan en muchos casos de forma negativa la conservación de
nuestros patrimonios culturales materiales e inmateriales, la ecología y las memorias
ancestrales. En general el patrimonio y la arqueología deben ser temas que ayuden al
reconocimiento de la diversidad cultural a partir de la plurietnicidad, donde se reconozcan
derechos sociales, culturales y económicos antes negados (Patiño, 2003).

16
Capítulo III
Arqueología Pública y Divulgación del Patrimonio en la Casa de la
Moneda de Popayán

En este capítulo trataremos sobre aspectos importantes derivados del trabajo realizado
dentro del marco de una arqueología pública y la divulgación del patrimonio cultural. Las
actividades de divulgación llevadas a cabo entre los meses de abril a julio de 2010 en el
sitio arqueológico Real Casa de la Moneda de Popayán, siglos XVII y XIX. Las reuniones
de planificación se iniciaron en el mes de abril donde se definieron los alcances de este
trabajo social donde se tuvo en cuenta la apretura al público del sitio histórico ya excavado
sistemáticamente y el análisis estadístico de las visitas al lugar, también se coordinaron y se
formalizaron las monitorías de las visitas guiadas.

Los monitores para este trabajo fueron 4 estudiantes de antropología de último semestre,
escogidos según su nivel académico, el interés por el tema de la divulgación del
conocimiento y por experiencia en actividades recreativas y tratamiento de público. Con
ellos se acordaron los horarios de trabajo en cada una de las fases del proyecto: diseño,
promoción, montaje y apertura al público.

Diseño de las Actividades


Entre abril y mayo se realizaron reuniones para diseñar las actividades, definir el sendero
interpretativo y el guión de la visita guiada. Durante las dos primeras semanas se analizaron
los informes de las excavaciones realizadas en el sitio y se hizo una revisión bibliográfica
del tema en general, considerando la importancia de las casas de moneda en la América
hispánica y el proceso de fabricación de la moneda en la época colonial, recopilando
imágenes y textos que sirvieran para ilustrar el tema a un público no especializado. De esta
revisión se establecieron los objetivos y públicos específicos de cada actividad: 1) niños de
7-12 años; 2) jóvenes de grado 11; y 3) personas adultas.

En las dos primeras semanas del mes de mayo se hicieron visitas continuas al sitio y
entrevistas y recorridos con el director del proyecto, las arqueólogas coordinadoras y los
monitores encargados de la excavación para conocer de manera directa y desde diferentes
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ángulos, la información que se podía aplicar directamente con los vestigios que se iban
encontrando ya que en ese momento aun no se habían terminado las excavaciones, de esta
actividad se recogió la información en grabaciones de audio y fotografías digitales.

En la tercera semana del mes de mayo y con la información bibliográfica y los recorridos
en los sitios se prepararon los guiones correspondientes a cada visita privilegiando la
ocupación de la Casa de la Moneda para brindar la información básica para que el público,
durante su visita, pudiera identificar según los materiales de construcción, los tipos de
estructuras y los objetos encontrados en el sitio, a qué época pertenecía cada uno y qué
información arrojaba sobre los oficios y sobre la gente que ocupó el lugar.

Para el primer grupo, Niños de 7 a 12 años, se diseñó un recorrido corto, sin referencia a
datos históricos exactos, con el objetivo de dar espacio a la imaginación y que fuera
posible recrear mentalmente lo que habría sido la Casa de la Moneda y cómo funcionaba;
para esto, se diseñaron dos actividades que permitieran al niño(a) manipular los objetos,
de manera que la visita fuese más lúdica; la primera consistía en hacer la simulación de una
recolección superficial, donde cada uno pudiera distinguir los diferentes tipos de materiales
encontrados (ejemplo, vidrio, metal, cerámica, madera, entre otros), sus usos y así poder
relatar cómo vivían las personas en épocas de la Colonia; la segunda actividad se pensó
para que los niños diseñaran sus propias vasijas en cerámica, recreando los platos, vasos y
otros artefactos que se utilizaban en la Colonia.

Con los Jóvenes de los Grados 11 de los colegios de Popayán, se planteó un objetivo
primordial: presentar el Programa de Antropología que ofrece la Universidad del Cauca
(mediante un acercamiento al quehacer arqueológico), al tiempo que se pretendió relatar la
historia y funcionamiento de la Casa de la Moneda; en consecuencia, se hizo un recorrido
donde se iban presentando las diferente estructuras y las actividades realizadas en cada
lugar, identificando las tres áreas principales de la casa como son el área de administración,
el área de ensaye y fundición y las áreas domesticas. Así tratamos de recrear la vida de las
personas en la Casa de la Moneda en el siglo XVIII.

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Para el último grupo, se preparó un recorrido mucho más largo, donde se daría información
más precisa sobre lo que había sido la Casa de la Moneda, y su importancia histórica, social
y económica; también, se esperaba concientizar a las personas para que desarrollaran un
sentido de pertenecía por el pasado y el patrimonio de Popayán.

En la última semana del mes de mayo se redactaron los guiones finales y se hizo el
levantamiento general a escala 1:100 del área total de las excavaciones, con la información
pertinente para poder establecer los puntos y temas a tratar en el recorrido, se trazó el
sendero interpretativo sobre el plano y se comenzaron a hacer pruebas de las visitas
teniendo en cuenta la entonación de la voz, las palabras a utilizar, la medición del tiempo
en cada punto. También se diseñaron los plegables y se hizo contacto con varios colegios
de la ciudad para promocionar las actividades.

Promoción y Montaje
Durante la primera semana de junio se diseñó e imprimió un plotter con la línea de tiempo
para indicar las diferentes ocupaciones del sitio arqueológico, se imprimieron y repartieron
los plegables, se compraron los materiales necesarios para acondicionar el sitio, como el
botiquín, la arcilla, el piso plástico, la sombrilla y se hicieron las gestiones con la Alcaldía
de Popayán y la Gobernación del Cauca para la apertura de la puerta por la calle 4 donde se
ubica el sitio histórico, desde allí se accede fácilmente siguiendo la señalética, el trabajo
directo con el público se inició el sábado 5 de Junio y se establecieron las tardes de los
martes y viernes para las visitas de los colegios, la información sobre las actividades se
promocionaron también por radio Mil Cuarenta y por la radio de la Universidad del Cauca,
en los periódicos locales El Liberal y El Extra y se pidió a la división de patrimonio de la
universidad para que se programaran desde allí las citas con los colegios.

Muestra de Arqueológica Histórica en el Panteón de los Próceres


Con el apoyo de la Vicerrectoría de Cultura y Bienestar de la Universidad del Cauca se
programó la Muestra Arqueológica de La Real Casa de Moneda de Popayán Siglo XVII y
XIX en el segundo piso del Panteón de los Próceres, con la curaduría de la coordinadora del
proyecto y montada con la colaboración de los monitores durante las dos primeras semanas

19
de junio. Allí se expusieron objetos de la cultura material colonial, una pequeña muestra
numismática de la colección del Museo Mosquera con valiosas monedas de la época,
algunas hechas en Popayán y otras acuñadas en diferentes casas de moneda de América
como Ecuador, Chile, Perú, Costa Rica y Bolivia.

Con las evidencias halladas en las excavaciones se recreó el proceso de fabricación de las
monedas, donde se exhibieron instrumentos de fundición como los crisoles de ensaye o
copelas, residuos del proceso de fundición, entre otros; haciendo alusión a los diferentes
espacios que se conservan en el sitio histórico arqueológico. Para la sección de la
administración colonial, el Archivo Histórico del Cauca prestó para la exhibición dos libros
de cuentas originales de la Casa de la Moneda de Popayán; y el Museo de Historia Natural
donde reposa la colección de arqueología, aportó algunos materiales coloniales excavados
en los conventos de San Francisco, Santo Domingo, El Claustro El Carmen y el Morro de
Tulcán, que se exhibieron en vitrina para que el público pudiera compararlos con los de la
Casa de la Moneda. Finalmente se expusieron cerámicas, vidrios y metales diagnósticos del
sitio: fragmentos de porcelana, lozas, cerámica de tradición indígena, cerámica vidriada,
africana y tipos de lozas europeas.

Esta muestra se abrió al público el 21 de junio y se articuló a las visitas guiadas en el sitio
histórico, las actividades de divulgación se realizaron hasta el 10 de Julio día en que se hizo
un balance y se trasladaron los equipos a la ceramoteca de arqueología.

Desarrollo de las Actividades


A continuación, se dan a conocer algunas impresiones sobre la forma en que se
desarrollaron las visitas en el sitio histórico, los logros e inconvenientes que se presentaron
y fueron registrados por los monitores. Desde el comienzo se diseñaron las diferentes
actividades para que cada grupo asistiera un día determinado, así por ejemplo, los escolares
irían los martes y viernes en las tardes y los niños y adultos los sábados de 9:00 a 12:00 y
de 2:00 a 5:00; sin embargo, fue necesario ampliar los horarios para dar cobertura a los
colegios de la mañana, en algunos días se tuvo que suspender las visitas o cerrar el sitio

20
debido a la lluvia. De acuerdo con lo anterior se tuvo que cambiar algunos horarios
abriendo otros días a la semana, dependiendo de la disponibilidad de los grupos.
La mayoría de personas adultas que visitaron los vestigios de la antigua Casa del Tesoro
Real de Popayán se mostraron muy interesados por conocer la historia del edificio, muchos
de ellos nos contaron sus experiencias cuando este lugar sirvió como sede de la Policía
Nacional, nos hablaron de cómo era el lugar, dónde quedaban los patios, oficinas, celdas,
enfermería, entre otros espacios. Las personas mayores, recuerdan el Batallón Junín en este
predio, recuerdan las torres de vigilancia y el símbolo que lo identificaba.

Otros se vieron excitados con el hecho de imaginar de acuerdo a las leyendas de la antigua
ciudad, que en las profundidades de este lote se encuentren grandes tesoros o túneles que
conectan los edificios del centro histórico. Las personas que tenían conocimientos sobre la
construcción de edificios nos brindaron explicaciones sobre el uso de algunos materiales y
la forma como se utilizaban. Otras personas, que habían trabajado en minería nos aclararon
muchas dudas sobre cómo se explotaban las minas, cómo sale el oro, para qué sirve el
mercurio y como se funden los metales. A través de este intercambio de información, tanto
los visitantes como los guías, enriquecimos nuestros conocimientos, construimos una
historia, por lo menos la más reciente, recordada y vivida, donde la opinión del especialista
y la del visitante tenían la misma importancia.

Algunos individuos, desconocedores de la historia de la ciudad y de la importancia de


preservar y valorar el patrimonio de los caucanos, se sintieron molestos, porque las
excavaciones habían demorado la construcción del Centro de Convenciones, lo que, según
la mayoría de ellos, hace que la ciudad siga en un pasado eterno y no entre de lleno a la
modernidad, retardando su progreso. Sin embargo, la gran mayoría de las personas se
mostraron interesadas en que parte de las estructuras se conservaran como sitio público,
para el disfrute y conocimiento de la historia de Popayán.

En las actividades para los jóvenes se quería que hubiera prácticas en el sitio y con los
arqueólogos, pero esto no fue posible debido a que no coincidieron los tiempos de
excavación con las visitas, sin embargo, hubo visitas de jóvenes del colegio San Marcos y

21
del Liceo Cervantes, al igual que los estudiantes de primer y séptimo semestre del
departamento de Historia de la Universidad del Cauca, y otros grupos de estudiantes de
diferentes universidades. Ellos nos acompañaron y fue muy enriquecedor intercambiar las
opiniones de los historiadores con la de los arqueólogos, y nos hicimos conscientes de la
importancia de realizar investigaciones conjuntas.

Con los niños, se realizaron las actividades planeadas; ellos pudieron tocar, recoger y
diseñar artefactos tanto coloniales como modernos, se divirtieron y conocieron a su modo,
como vivían personas iguales a nosotros hace más de 300 años, cuando no existía
televisión, radio, internet, carros ni energía eléctrica. Una de las actividades preferidas fue
la recolección superficial porque podían recorrer el sitio en busca de tesoros y llevar
pequeños fragmentos de material a su casa.

Resultados de la Divulgación
El desarrollo de las actividades de divulgación del sitio histórico Casa de Moneda de
Popayán abre un precedente en la valoración y conservación del patrimonio de la ciudad de
Popayán, ya que se logró estructurar una versión amena y dirigida a públicos de diferentes
edades, estratos y niveles de formación académica. Se comienza a valorar el patrimonio
únicamente cuando este es conocido y cuando las investigaciones que se producen desde la
investigación salen a la luz pública bajo los parámetros pedagógicos y la visión de la
divulgación del conocimiento, esta es posible concientizar a las personas respecto a la
importancia del patrimonio para fortalecer la memoria histórica al tiempo que la identidad y
el sentido de pertenencia. De otro lado, la ocupación del tiempo libre en la ciudad durante
los fines de semana no llena las expectativas de mucha gente que se pasea por el centro
histórico buscando alternativas, es muy importante para la ciudad contar con ofertas
culturales diversas y así fortalecer el imaginario que se tiene de Popayán como una ciudad
culta.

A pesar de esperarse una mayor asistencia de público al sitio, los resultados fueron
satisfactorios un total de 309 personas participaron en las actividades entre ellos 250
adultos y 59 niños. Entre los adultos asistieron 136 mujeres y 114 hombres. Las actividades

22
con los colegios fueron un poco limitadas ya que en junio los escolares salieron a
vacaciones y las visitas escasearon en los días sábados después del inicio del Mundial de
Fútbol; sin embargo, los resultados superaron las 250 personas que era la meta a cumplir, se
recomienda continuar con las visitas de una manera más prolongada en época de estudios y
aprovechar que estas actividades están ya diseñadas y los guias capacitados para incentivar
procesos de apropiación del patrimonio no solo en este lugar sino en otros lugares
importantes para contar la historia de la ciudad y la nación.

Foto 1. Diseño de las actividades Foto 2. Levantamiento de Planos

Foto 3. Montaje del Sitio Foto 4. Visitas estudiantes Grado 11

23
Foto 5. Visitas Adultos Profesionales Foto 6. Visita Familias

Foto 7. Visitas estudiantes Universitarios Foto 8. Visitas Niños

Foto 9. Moldeado en arcilla Foto 10. Recolección Superficial

24
Foto 11. Visita Vicerrectora de Cultura Unicauca. Foto 12. Montaje Muestra Arqueológica
Panteón de los Próceres

Foto 13. Monedas acuñadas en Popayán S. XVIII. Foto 14. Cerámicas encontradas en el
sitio Casa de Moneda

25
Foto 15. Inauguración de la Muestra Arqueológica

Figura 1. Volante de Promoción

26
Capítulo IV
HISTORIA DE LA CASA DE LA MONEDA Y CENTRO DE
CONVENCIONES DE POPAYÁN, CCP.

4.1. Real Casa de la Moneda


En esta sección trataremos aspectos históricos de la Casa de la Moneda de Popayán y
algunos elementos de la economía colonial de la época, igualmente revisaremos los datos
más relevantes del lote donde se construye el Centro de Convenciones de la ciudad.

Antes de construirse la Casa de Moneda el lugar al parecer correspondía a los solares del
convento de los Franciscanos, quienes ya poseían la edificación del monasterio, construida
a partir de 1570, en sus alrededores había enormes solares que llegaban hasta las orillas del
río Molino. La historia de la Casa de Moneda, ubicada en el extremo occidental del sector
histórico sobre la Calle 4 con Carrera 11, inicia en el año de 1729 con su construcción por
parte de Pedro Agustín Valencia y planos de Antonio García; el lote lo adquiere el Sr.
Valencia por canje con la comunidad franciscana por lotes que iban hacia el río Molino. De
acuerdo con D. Castrillón, la casa se construyó en una pequeña colina que iba en pendiente
hacia un sector de potreros que lindaban con el río, la construcción en la parte superior
terminaba en amplios sótanos hechos en ladrillo y piedra de cantera, donde se instalaron los
depósitos y maquinaria para la fundición y cuño de moneda. Los sótanos terminaban en las
pesebreras empedradas a donde llegaban las mulas con carga desde los potreros del Molino
(Castrillón, S.f:199-204; 2007:104).

La construcción de la Casa de la Moneda muestra una fachada con dos plantas que tenía
más de 80 m. de frente con 10 ventanas en madera y hierro forjado abajo y 11 puertas
ventana en la segunda planta con balcones en hierro. La entrada principal era en piedra de
cantera y altas puertas de madera con remate de cornisas visibles en los dos pisos. Cabe
destacar, según el plano de la fachada hallado en archivos, que la esquina de la casa al
inicio fue de una sola planta con tres ventanales grandes con rejas en hierro de forja (Figura
2).

27
En un plano que data de 1771, la amplia casa tenía una planta alta donde vivía el tesorero y
una baja donde estaban las oficinas de administración de la empresa de fundición sobre la
calle principal, la pieza del taller, de compras, la sala de libranza, el oratorio, los cuartos de
servicio (celador, servidumbre) y, en la parte media se ubicaban los depósitos para el
almacenaje de metales y moneda acuñada, área que se caracterizaba por tener gruesos
muros con cuatro ojos de buey que servían de aireación al lugar. A su vez tenía grandes
depósitos de carbón y leña material importante para la combustión permanente en las
labores de fundición y áreas domésticas. En la casa igualmente se destacaban importantes
patios interiores hechos en piedra y ladrillo (cinco en total) que tenían la función, además
de estética arquitectónica, ventilar los diferentes espacios de combustión en el proceso de
elaboración de la moneda; los solares o patios se adornaban con pilastras, piletas y chorro
en piedra de cantera gris (Sebastián, 1965:127; Archivo Central del Cauca, ACC,
Sig.7699).

Figura 2. Fachada de la Real Casa de Moneda de Popayán. (Archivo Nacional, Bogotá)

En el plano de la época también se observan espacios destinados a la cocina, despensa,


alberca, gallinero; todos estos espacios colindando con el Monasterio de los Franciscanos.
Como veremos en las excavaciones del sitio histórico se constata a través de las evidencias
el uso de estos espacios domésticos y de trabajo en la fundición de metales. En el sector
posterior de la casa alrededor de un amplio patio se tenían piezas para fundición del riel, los

28
fundidores, sala de aprendices, sala de talla, sala del volante o cuño cerca a la pieza del
molino, elemento mecánico artesanal movido por tracción animal. Por el costado oeste de
la casa se encontraba la pieza de la moneda, la pieza de fundición, la pieza de la fragua, la
de materiales y la del vigilante (Figura 3). Estos puestos se constituían en cargos públicos
que debían realizarse por nombramiento con sueldos de acuerdo con las influencias
políticas, económicas y sociales, la designación se hacía a través del Cabildo y de la Caja
del Tesoro Real de Popayán (Archivo Central del Cauca, Independencia. Signaturas 73,
811, 1524, 2721, 6224). (Figura 3a, ACC, Sig. 6425).

La Casa del Tesoro Real de Popayán, como se la conocía, sólo comenzó su producción de
moneda a partir de 1758, luego de una serie de disputas sostenidas con la Casa de Moneda
de Santafé, administrada por don José Prieto, y la intermediación de la Corona. Al parecer
la ceca de Santafé y sus dueños podían establecer dominio sobre la casa de Bogotá y
cualquier otra que se requiriera en el Nuevo Reino. Es así como se cierran las actividades
en la casa de fundición de Popayán en 1761. Posteriormente, debido a que Quito alegaba
que se nutría de la ceca de Popayán, y que la clausura les afectaba tremendamente, la casa
reabre sus puertas por medio de una nueva Real Cédula dada por Don Fernando VII y
fechada en agosto de 1766 (Anes y Céspedes, 1996; Aragón ,1936; Castrillón, 1994).

24 24* 25 25* 26 26* 27 27* 28 29* 29

4.00 4.68 6.00

a
TALLER DE PIEZA DE
MANTENIMIENTO 4.24 PIEZA DE
PIEZA VIVIENDA BAJA
PATIO JARDIN DE ILUMINACION Y VENTILACIÓN VIVIENDA BAJA
.68 2.40 INFERIOR
CUARTO DE

DESPENSA ASC
PATIO
COCINA
L VIVIENDA

DAMAS HOMBRES
MUELLE
PLANTA SUBESTACION
ELECTRICA ELECTRICA

BASURAS COCINA BODEGA BANQUETES ALMACENAMIENTO BODEGA


TARIMAS
CORRAL
FUENTE CUARTO FRIO
GALLINAS
PATIO
PATIO K ENTRADA
PRINCIPAL
DESPENSA
CIRCULACION DE SERVICIOS

J
PATIO
CALLE 4

BODEGA ESTAR PRINCIPAL


TARIMA
N - 4.14
?
I CUARTO DE
MONTACARGAS

ZONA DE
CARGA Y DESCARGA H VIVIENDA
ASCENSOR

1 2

SALA 2
CONV G
SALAS DE APOYO
SALA DE TALLA
FUNDICION PARA APRENDICES ALBERCA
FUNDICIONOFICINA DE AGUA Tr-37
DEL RIEL
CONTROL

GRAN SALON DE F
CONVENCIONES TARIMA PRINCIPAL
42.53 E
OFICINA
CONV 1
E´ SALA DE
LIBRANZA
PIEZA TRANSITO SALA DE
SALA
AL HIERRO
VESTIBULO PRINCIPAL CONV 3 PARA MERIENDA
TANQUE INTERIOR
EQUIPO
HIDRONEUMATICO
FUENETA ACCESO

D
PARQUEADERO ADMINISTRACIÓN
PATIO
SALA C
DE VOLANTE PIEZA
DE MOLINO
PIEZA PIEZA PIEZA
DEL VIGILANTE DE TALLER
VESTIBULO SECUNDARIO

A PIEZA
PATIO
TRANSITO
PATIO
PIEZA
ACCESO DESDE CRA 11 GUARDA MATERIALES PIEZA
X DE COMPRAS
5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 5.00 7.50 7.50 5.00 20.45 8.00 8.00 8.00 6.00 2.00 8.00

PIEZA PIEZA
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 21 22 23 24 25 26 PIEZA 27 27* 28 29 PIEZA MONEDA DE COMPRAS
DE DE FUNDICION
FRAGUA

CARRERA 11 ( CALLE DE LA MONEDA ) 20

NIVEL PLAZA DE ACCESO - CENTRO DE CONVENCIONES


NIVEL - 10.08 NIVEL - 5.04

CENTRO DE CONVENCIONES - CASA DE LA MONEDA

Figura 3. Plano de la Casa de Moneda de Popayán Sobrepuesto en el Plano del CICEP-2007


(Fuente: Gobernación del Cauca; Sebastián, 1965).
29
Figura 3a. Plano de la Casa de Moneda de Popayán fechado en 1771. ACC, Sig. 6425.

Tras la muerte de Pedro Valencia la casa pasa a manos de Francisco de Valencia, su hijo,
cuando la Casa de Moneda, ya reconocida por Carlos III, es incorporada a la Corona
Española. Durante esta época Francisco V. es quien provee de agua a la casa y a otras
vecinas, para lo cual construyó el primer acueducto en canal de ladrillo que tuvo Popayán.
Las obras del acueducto se originaron en las fuentes de los cerros orientales de Popayán,
una de ellas aún llega al sector de la Pamba, donde se conserva el chorro del mismo
nombre; el acueducto posteriormente pasa por Santo Domingo (por toda la calle 4) y
vecindades hasta llegar a la Casa de Moneda donde funciono hasta 1928 cuando nuevos
materiales de construcción son incorporados a la edificación (Arboleda, 1966:166 y 193;
Castrillón, s.f.; 1994; Medina, 1919).

30
4.2. La Casa de la Moneda y la Economía Colonial
Durante la segunda mitad del siglo XVIII y comienzos del XIX, la ceca de Popayán tuvo
gran importancia para la Nueva Granada e inicios de la República, ya que en ella se
acuñaba moneda en oro, plata y cobre. Además, en la provincia se explotaban de manera
rentable varias minas de oro, tanto en la región andina (oro de filón), como en la costa
Pacífica (oro de aluvión) (Díaz, 1994; West, 1972). Su prestigio fue reconocido y
comparado con las demás casas de moneda de América del Sur, como lo fueron la ceca de
Lima (1565), Cusco (1825), Santiago de Chile (1743) y, por supuesto, con aquella de
Santafé (1621) (Medina, 1919).

La fundición y acuñación de moneda en la Gobernación de Popayán no necesariamente


significó un desarrollo económico de gran alcance para el territorio colonial durante el siglo
XVIII. De acuerdo con los trabajos históricos de G. Barona (1997) se piensa que es muy
difícil aceptar la tesis de un crecimiento económico general para este siglo basado en la
producción minera. El análisis tanto del Virreinato de la Nueva Granada y la Gobernación
arrojan la idea de transacciones mayoritariamente realizadas en polvo de oro como medida
de valor y no impulsado por el uso de la moneda acuñada. Es claro que al respecto el uso de
moneda fue obligado por la Corona a través de las cecas de Santafé y Popayán.

El desarrollo de la economía durante el siglo XVIII giraba entorno a las haciendas y los
reales de minas, la minería estuvo establecida principalmente en los yacimientos mineros
del Chocó, Raposo, Barbacoas, Caloto y Almaguer, estos lugares estuvieron
monopolizados por los propietarios de haciendas y cuadrillas de negros esclavos, lo cual
produjo a su vez una monopolización de las condiciones del mercado. La gran mayoría de
los productos de mayor valor agregado como el aceite, vinos, loza, hierro, acero, cobre y
clavos, provenían de Europa y sólo servían como materias primas para fabricar en las
haciendas y minas, instrumentos, herramientas y utensilios muy rudimentarios que, como
los almocafres, solían emplearse tanto en las faenas agrícolas como mineras (Barona,
1997).

31
Las diferencias en la composición mineralógica del oro en polvo afectaron notablemente a
los mazamorreros frente a los comerciantes, como consecuencia de la aparición de la
llamada Ley de Gresham. En buena parte de los reales de minas especialmente aquellos
alejados en la frontera minera, la Corona tuvo muchas dificultades para el cobro del Quinto
Real y por supuesto poder llevar a cabo los procesos de amonedación en las cecas como un
comercio estable y próspero. Estos aspectos hicieron viable la presencia del trueque en los
intercambios al menudeo de los productos agrícolas y manufacturados de la región, así
como el uso del oro en polvo para los pagos a falta de moneda acuñada. Los mineros y
mazamorreros, quienes trabajaban el oro en bateas, almocafre y canalón, intercambiaban
allí mismo su oro por las mercaderías de los tratantes. Los comerciantes que no podían
fundir en las casas de fundición el oro recibido, también se veían perjudicados en sus
transacciones con sus émulos mayoristas. Al igual que los mineros, ellos también
compraban las mercancías a crédito en Cartagena, Santafé y Santa Marta, y en algunos
casos a los de Quito y Popayán. El hecho de recibir oro en polvo en sus transacciones con
los mineros provocó que los comerciantes pagaran a la Corona el Quinto correspondiente
en plazos no menores de tres años. La evasión fiscal, propicia a los señores de minas,
difícilmente la pudieron eludir (Barona, 1997).

Con respecto al funcionamiento de la Casa de Moneda de Popayán sabemos que esta


institución colonial procuró controlar y afinar el circulante en oro y plata que poseían los
mineros de este territorio. Para hacer efectivo ese control las Cajas Reales establecieron el
cobro del Quinto un impuesto dirigido a las arcas de la corona. Paralelo a ese impuesto
había otro tradicional que cobraba la misma administración de la Casa de Moneda, se
trataba del impuesto de Cobos, que se cobraba directamente a los mineros que hacían fundir
sus oros después de que estos eran traídos en piñas desde las minas, el impuesto pagaba la
limpieza y afinación del metal hasta lograr lingotes y barras de aceptables quilatajes entre
18 y 20, en casos mayores. La casa tomaba para sí un 10 o 13% del total de material
metálico procesado. Debido a que la afinación del metal se hacía por toque de puntas
(instrumentos manuales y artesanales) para estimar la ley del metal precioso no hubo buena
precisión a la hora de determinar la ley exacta del metal. Por este procedimiento se pagaba

32
menos a la Casa de Moneda hasta que se puso en funcionamiento el sistema de las copelas
o ensaye directo sobre una porción fundida del metal aurífero. En su proceso se empleó
agua fuerte, mercurio como azogue, un hornillo del ensayador y una pequeña balanza de
precisión con sus dinerales o pesas de distinto valor (chapas delgadas y marcadas con
números arábigos o romanos). Este último método fue mas preciso en el intento de buscar
mayor afinidad en los metales que llegaban a la casa para fundirse en lingotes o monedas
(Anes y Céspedes, 1996).

La Casa de la Moneda igualmente cada año o dos sacaba a remate todos los desperdicios
del trabajo de fundición, a estos pequeños restos metálicos sobrantes y en general polvo se
les llamó escobilla, esta era obtenida de los hornos, barridos de piso, paredes y techos de
los lugares donde se procesó el metal. Los oficiales reales de la Corona buscaron siempre
sacar provecho de las tierras de escobilla, y para tal fin las remataban entre mineros y gente
pudiente de Popayán. La casa las volvía a refundir por encargo del nuevo propietario para
obtener oro y plata sin mezcla de impurezas (A.C.C. Independencia. Signaturas 152, 812).

La Casa de la Moneda funcionó por espacio de casi una década entre los siglos XVIII y
XIX, aunque la Corona dispuso la fabricación de moneda acuñada, y en efecto se llevó a
cabo en oro y plata con fundiciones y leyes en casos muy variables, la imposición del uso
de moneda fue muy lento, a tal punto que las transacciones comerciales de la época se
realizaban con moneda, pero también con oro en polvo en muchos lugares del territorio. El
comercio colonial y neogradino siempre fue dinamizado por personajes de la elite con
entronques familiares tradicionales de Popayán, poseedores de las principales minas y
haciendas donde se trabajaban con esclavos negros e indígenas. La vida política, social y
económica giró entorno a tres elementos vitales en la colonia: la ciudad, la hacienda y la
mina.

La Casa de la Moneda funcionó como una institución importante para la Corona, ya que en
ella se procedió a conocer y a controlar los metales, especialmente del oro y la plata que
salía de este distrito colonial minero. Se procuró la fabricación de la moneda en principio
operando artesanalmente bajo conocimientos propios de la alquimia del momento; todos los

33
equipos e instrumentos de fundición eran elaborados en la misma casa, otros importados de
Europa y la combustión se realizó con carbón de maderas finas (e.g., robles, encenillos,
canelos) única fuente de energía, se uso el sistema de hornos en piedra y ladrillo y el
sistema de molino. Muchos de los objetos para uso cotidiano y suntuario dentro de la casa
fueron adquiridos a través del comercio con zonas lejanas de centro América, el Caribe y
Europa; este es el caso de las lozas, vidrios, cerámicas donde se almacenaban aceites, vinos
y otros productos. En varios documentos escritos de la época se puede reconocer el
dispendioso montaje y uso de diversos elementos para la fundición de moneda y
elaboración de lingotes en la casa de moneda, entre otras los mecanismos fueron muy
parecidos entre las casas de fundición de América (Anes y Céspedes, 1996; ACC,
Sig.7699).

4.3. El Ocaso de la Casa de Moneda


La casa deja de funcionar como institución colonial de manera lenta a medida que las
revoluciones neogranadinas entre patriotas y españoles arrecian durante la primera parte del
siglo XIX. Ya establecida la república aún se seguía fundiendo moneda en el lugar para
pagar gastos militares y de manutención de ejércitos, hasta que se decide que la casa sea
ocupada por regimientos militares a mando del General Tomás Cipriano de Mosquera. En
este siglo se experimenta en Popayán una zozobra por los cambios políticos profundos de
una sociedad colonial con fidelidad al rey y a la religión a una sociedad en guerra con
encuentros militares de toda índole con brotes de vandalismo y expoliación de muchos
bienes; los bandos a través de las juntas del Cabildo buscaron el poder y el control político
de este importante territorio (Quintero, 2009:90-95).

Hacia 1932 la casa fue parcialmente demolida para dar lugar a una importante intervención
en la construcción original, con estos cambios hechos se le dio mayor espacio al cuartel del
batallón Junín. Los cambios más drásticos se observan en la fachada con la construcción de
dos torreones de guardia, salones y patios interiores que se modificaron para conformar una
planta en forma de T, de acuerdo con otro plano elaborado por el prestigioso arquitecto
Antonio García (Sebastian, 1965:125). Posteriormente la casa se convirtió en la sede de la
policía seccional hasta el año de 1983, fecha en la cual sufre grandes daños a causa del

34
terremoto. Finalmente, lo que quedó fue demolido y su gran lote fue usado como
parqueadero.

En el análisis de una foto de aérea tomada en 1936 se aprecia la manzana de San Francisco
que incluye importantes edificaciones del sector histórico como son El Monasterio, la
Iglesia de San Francisco, la Imprenta Departamental (hoy Escuela Taller) y la antigua Casa
de Moneda de Popayán, que para la época era usada para actividades militares y de
administración departamental (Foto 16).

En esta misma fotografía se aprecian varios detalles de la configuración de la manzana y de


la volumetría de los edificios históricos. El espacio de la manzana que podría tener más de
2 hectáreas se encuentra parcialmente cortado por la calle 3 (calle mocha) desde la carrera
8, tal como aparece en la actualidad hasta llegar a los predios del Monasterio (hoy
convertido en hotel). En la foto igualmente se aprecia de manera clara la colindancia entre
las estructuras arquitectónicas del Monasterio y la antigua Casa de la Moneda; por un lado,
los volúmenes más importantes de las edificaciones se encuentran hacia el sur de los
predios con entradas desde la calle 4 (principal) o calle de San Francisco; en otras palabras,
las construcciones se levantaron en la parte más alta del terreno dejando a sus espaldas
grandes lotes sin construir que bajan hacia la calle 2 y el río Molino. Las dos edificaciones
en mención se encuentran separadas por muros altos y bajos en los lotes, y del lado del
Monasterio se aprecian las eras para el cultivo de plantas, mientras que en lado de la Casa
de la Moneda se observa el lote vacío con una casa pequeña y al parecer usada para
pastorear animales.

35
Foto 16. Foto Aérea de la Manzana de San Francisco 1936. Foto Ricardo Quintero

En otra fotografía aérea tomada en 1980 (Universidad del Cauca) para construir un mosaico de
la ciudad se aprecian variaciones en la manzana de San Francisco, por ejemplo, los muros
divisorios de los lotes en mención han desaparecido y se observa un gran lote vacío, pero se
mantienen las edificaciones históricas intactas. Otro detalle es aquel donde se aprecia la
Carrera 11 tal como era, estrecha en su tramo que conduce a la esquina de la calle de San
Francisco, donde remataba la Casa de la Moneda y ancha hacia el lado opuesto para salir al río
Molino y al aeropuerto. Hoy esa vía se encuentra ampliada a dos carriles y para su
construcción se demolió toda la crujía del lado occidental de la antigua Casa de la Moneda
(Foto 17).

36
Foto 17. Foto Aérea 1980. Aspecto de la Manzana de San Francisco. (Foto Universidad del cauca)

A partir del siglo XX la Casa de la Moneda sufrió varias modificaciones con el fin de albergar
las tropas del Batallón Junín (Foto 18) y localización de áreas administrativas, durante este
período se reubicó la entrada principal hacia el centro de la fachada para obtener mayor
equilibrio en el edificio, y se instalaron dos torreones de vigilancia uno en la esquina donde
confluyen las vías de la ciudad y otro en los linderos con el Monasterio (Foto 18 a y b). De
otro lado, la casa que tenía 5 patios empedrados con diseños en hiladas de ladrillo se redujo a
3 grandes patios construidos en concreto y desagües con tubos en cemento; los pisos antiguos
en ladrillo de las piezas y corredores algunos fueron levantados y otros remplazados por
baldosa industrial pegada igualmente con cemento. Estos cambios también se constatan en las
excavaciones arqueológicas del sitio.

37
Foto 18. Casa de Moneda. Batallón Junín comienzos de siglo XX.

El cambio más drástico sucedido a la Casa de la Moneda que pasa a ser sede de Cuartel y
luego de la Policía Nacional, se registra en el año de 1983 cuando la región de Popayán es
foco de devastación por el sismo ocurrido en esa época. Muchas de las construcciones
antiguas hechas en ladrillo, bahareque, piedra de cantera y madera principalmente son
profundamente afectadas en sus estructuras arquitectónicas, perdiéndose buena parte del
patrimonio histórico de la ciudad. El edificio Casa de la Moneda no escapa a esta acción
telúrica quedando en malas condiciones estructurales a tal punto que sus propietarios deciden
demolerla, igual que muchas casonas y edificios del sector histórico de Popayán.

Foto 18 a y b. Fachada de la Casa de la Moneda en el Siglo XX. Guarnición y Policía. (Foto Morillo).

Finalmente, una vez demolida la casa y nivelado el terreno con pendiente hacia el río Molino,
el predio pasa a ser propiedad de la Corporación de Turismo del Cauca (Caucatur) en 1994
38
junto con el Monasterio, en 1998 se desemgloban los predios y queda separado el lote CCP
perteneciente a la Gobernación del Cauca (Vega, 2007). Desde esa época el predio fue usado
como parqueadero público y oficial de autos retenidos por la policía de transito, algunos
automotores, motocicletas y ciclas llevan en el sitio varios años, especialmente en el sector
norte y central del lote. También el sitio es ocupado temporalmente por puestos de artesanos
durante la Semana Santa en Popayán.

La Corporación de Turismo del Cauca asumió su administración en 1993 hasta el año 2007
cuando pasa el predio de nuevo a la Gobernación del Cauca quienes deciden que el lugar
debe ser utilizado para la construcción moderna del Centro de Convenciones de Popayán.

4.4. Estudio Prospectivo en el Lote CCP (Primera Fase 2007)


El estudio de arqueología histórica en la Casa de la Moneda se inició en el 2007 con una fase
de prospección del predio destinado a la construcción del Centro de Convenciones de
Popayán. El área para esta importante obra de ingeniería en la ciudad es de aproximadamente
12.000 m2. En la parte sur más alta del predio, funcionó la antigua Casa de Moneda de
Popayán, fundada en 1729; estos vestigios podrían ocupar un 50% del lote.

El propósito de los trabajos de prospección arqueológica en el sitio fue diagnosticar áreas


sensibles con restos o elementos arqueológicos y arquitectónicos susceptibles de ser
analizados y conservados como evidencias patrimoniales, arqueológicas e históricas dentro del
espacio destinado al CCP y como parte del patrimonio cultural de la ciudad en su centro
histórico. En el sitio histórico se registraron rasgos arqueológicos y materiales culturales de
finales de la Colonia (siglo XVIII), la Nueva Granada (siglo XIX) y la República (siglo XX).

En la prospección se hallaron elementos culturales asociados a la antigua construcción de la


Casa de Moneda, tales como, muros en ladrillo (la mayoría cimientos y ciclópeos), patios
empedrados, partes del acueducto o cañuelas en ladrillo, pisos en diferentes formas de ladrillo,
huellas de los trabajos de fundición -como actividad principal de la casa- y materiales
culturales representados en diversos objetos como por ejemplo loza, porcelana, cerámica,
vidrio y metal. Todos estos materiales fueron recuperados en los 214 pozos de sondeo que se

39
realizaron en esta fase prospectiva. En los rellenos de los pozos también se hallaron elementos
de artillería de la época en la cual la casa funcionó como sede militar y posteriormente como
edificio de la policía desde comienzos del siglo XX.

En la práctica la prospección sistemática de los pozos de sondeo fue realizada de 40 x 40 cm.


con profundidades hasta de 1.5 m., distanciados uno a otro entre 2.5 y 5 metros siguiendo una
dirección sur-norte. La prospección fue al azar debido a las dificultades en la ubicación
sistemática de los pozos, ya que el lote parqueadero estaba ocupado por múltiples
automotores. La mayor densidad de vestigios arqueológicos se encontró, como era de
esperarse, en la parte alta del lote donde se encontraba el volumen mayor de la Casa de la
Moneda. En la Figura 4 se ubican todos los pozos de prospección con su número respectivo,
además se registran aquellos pozos con datos significativos, como por ejemplo rasgos
arquitectónicos o de cultura material, los cuales en color rojo indican donde se adelanta la fase
de excavaciones; los pozos con negro no aportan vestigios significativos. En el informe
también se anexó la lista de los pozos con sus respectivos rasgos encontrados durante la
prospección, en este caso corresponden a cimientos, ciclópeos, muros, partes de acueductos en
ladrillo, patios en ladrillo y piedra, escaleras, pisos en ladrillo, elementos de fundición y
materiales culturales variados. Los pozos de sondeo fueron realizados con palas y palustres;

Figura 4. Plano del Lote CICEP y Localización de Pozos de Sondeo en el Predio


y en sectores donde había pavimento en cemento se utilizó la barra y la pica para romper el
concreto.

40
De otro lado, la metodología de campo se basó en los planos del CCP elaborados a escala 1:
250, donde se consignó la información obtenida durante la prospección, con el objetivo de
ilustrar claramente los sitios de mayor importancia para las fases de excavación y monitoreos.
A través de los sondeos se recuperaron datos sobre la estratigrafía del sitio, materiales
culturales como fragmentos cerámicos de distintas épocas, materiales como piedra, metal,
restos óseos, muestras de carbón y rasgos arqueológicos que fueron analizados durante la fase
de laboratorio.

En el subsuelo se encontraron estratos culturales donde sobresalen rellenos compactos


antiguos (inicios de la ocupación del lugar Casa de la Moneda) y por encima de ellos
abundantes rellenos con escombros gruesos que marcan épocas del siglo XX y, por
supuesto, nos indican una gran actividad pos-sísmica (terremoto de 1983 en Popayán) en el
lugar (Foto 18 c).

Foto 18 c. Fachada de la Casa de la Moneda en ruinas. Terremoto de 1983.

En esta primera fase del estudio arqueológico en el lote CCP se llegó a la conclusión de que el
sitio contiene vestigios arqueológicos e históricos que datan desde el siglo XVIII hasta
nuestros días, los más importantes corresponden a la época de funcionamiento de la Casa de la

41
Moneda; por lo tanto se recomendó continuar con una segunda fase que implicó la apertura de
excavaciones sistemáticas y análisis de materiales en laboratorios de arqueología y
especializados para el caso de materiales óseos, metálicos y de carbono 14. Para la siguiente
fase se recomendó la ampliación de 57 puntos seleccionados para excavaciones de elementos
arquitectónicos, arqueológicos y domésticos de origen colonial, neogradino y republicano
previamente identificados.

4.5. Excavaciones Arqueológicas en la Casa de la Moneda. (Segunda Fase 2007)


En este punto se presentan los resultados de campo y análisis de materiales culturales
correspondientes a las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lote de propiedad
de la Gobernación del Cauca, donde se construirá el CCP, lugar donde se localizó la
antigua Casa de Moneda de Popayán.

Los estudios de excavaciones arqueológicas en el lote del CCP comenzaron a realizarse a


partir de junio y finalizaron en septiembre (2007). Los restos arqueológicos descubiertos se
encuentran en su gran mayoría en la parte sur del lote, allí aparecen los vestigios de
diferentes épocas, desde cuando funcionó la Casa de la Moneda (Siglo XVIII-XIX), el
Batallón Junín (comienzos del siglo XX) hasta la Policía en 1983. En ese orden se
encontraron estratos culturales donde sobresalen rellenos compactos antiguos (inicios de la
ocupación del lugar) y por encima de ellos abundantes rellenos con escombros gruesos que
marcan épocas del siglo XX y, por supuesto, nos indican una gran actividad pos-sísmica
(terremoto de 1983 en Popayán) en el lugar.

Los hallazgos de arqueología histórica más representativos consisten en elementos


arquitectónicos y de ingeniería civil, encontrados para las diferentes épocas cronológicas en
que el lugar fue ocupado. Al respecto trataremos aspectos generales de la metodología de
investigación, datos estratigráficos de perfiles relevantes, cronologías y la descripción de
cada uno de los rasgos arqueológicos más importantes como son: patios empedrados,
cimientos antiguos, gradas, pisos en ladrillo y acueductos o cañuelas antiguas. Se
relacionan igualmente aquellas áreas de actividad doméstica y de oficios específicos, como
son las zonas de fundición de metales y áreas de desperdicios caseros. Los materiales

42
culturales hallados fueron analizados en esta fase del proyecto en asociación con las
diferentes estructuras arquitectónicas, este trabajo fue la base para continuar con los
estudios de arqueología histórica en la fase III de la Casa de la Moneda.

Con los informes I y II se buscó poner en conocimiento de las instituciones interesadas


todos los hallazgos de vestigios arqueológicos encontrados durante la ocupación del lugar,
con el fin de adelantar las visitas respectivas por parte de las comisiones de la Gobernación
del Cauca, Universidad del Cauca, Ministerio de Cultura (Dirección de Patrimonio) y el
Instituto Colombiano de Antropología e Historia; igualmente con estos resultados poder
tomar decisiones frente a la preservación de los vestigios expuestos y su forma de
integrarlos al nuevo edificio del CCP como patrimonio arqueológico e histórico de Popayán
(ver informes I y II).

Metodología de Campo en Segunda Fase


Las excavaciones en el sitio se realizaron de acuerdo a los 57 puntos proyectados en la fase
de prospección arqueológica, realizada en el mes de febrero/2007 (ver Informe Prospección
Arqueológica). En total se excavaron 71 trincheras que incluyen los puntos prospectados y
sus respectivas ampliaciones según los hallazgos encontrados, sean estas ruinas o
estructuras y materiales arqueológicos depositados. La superficie excavada suma en total
361 m2 y un volumen total de 292 m3. Las trincheras se localizaron en el plano inicial del
CCP a escala 1:250.000, el mismo utilizado durante la fase de prospección arqueológica
(Figura 5).

43
Figura 5. Plano del Lote CICEP y Localización de las Trincheras de Excavaciones.

En las aperturas de las trincheras se excavó con diferentes herramientas: barra, pica, pala y
palustre de acuerdo con el tipo de pisos y suelos hallados (lozas en concreto, cemento y
rellenos variados). La excavación se realizó por estratos identificados como rellenos,
delimitados por suelos y contenido de materiales culturales, observándose claramente
rellenos antiguos con material colonial o neogranadino y rellenos modernos fácilmente
datados por latas, plásticos y objetos de fabricación industrial moderna, todo en posición
estratigráfica. En la excavación se uso permanentemente el cernido del suelo en zarandas
de ¼ y ½ centímetro con el fin de capturar todo tipo de materiales culturales.

Los vestigios excavados y perfiles estratigráficos fueron registrados, dibujados y


fotografiados; los materiales culturales se recolectaron y seleccionaron en bolsas plásticas
rotuladas con su respectivo código para identificarlos posteriormente en el laboratorio, el
cual se realizó en el Museo de Historia Natural de la Universidad del Cauca.

Con la excavación de las trincheras se logró determinar con certeza el tipo de estructura
que se había observado durante la primera fase de la investigación, en conclusión, se
detectó la existencia de 8 rasgos arqueológicos en el sitio, discriminados de la siguiente
forma:

44
1. Vestigios de la fachada
2. Ciclópeos y cimientos antiguos, algunos con jambas
3. Pisos en ladrillo
4. Gradas
5. Patios empedrados con diseño en ladrillo
6. Acueductos antiguos
7. Sitios de fundición de metales
8. Áreas domésticas con material cultural

4.6. Arqueología de la Casa de la Moneda (Siglos XVIII-XIX)


Los vestigios excavados más destacados de esta casa construida en 1729 son varios y
corresponden a cimientos y ciclópeos que se encuentran sobre la calle 4, estos cimientos se
caracterizan por tener grandes cantos rodados como basamento, luego hiladas de ladrillo
pegado con arcilla y argamasa y combinado en algunas secciones con piedra de cantera.
Estas estructuras alcanzas anchos entre 50 y 100 cm. También se conservaron los cimientos
de las paredes internas y de los cuartos de servicio o administración de la casa, partes de
ellos en buen estado y algunos presentan las jambas hacia donde abrían las puertas. Otro
elemento importante de la casa fueron los patios empedrados, uno se localizó en la esquina
suroeste del lote y se encuentra parcialmente conservado, tiene piedra menuda y ladrillo de
canto formando parte de un diseño colonial. Otro patio descubierto se halla al interior de la
casa con mejor conservación que el anterior; está conformado por piedra más gruesa y
mediana con canales dobles para aguas lluvias y desagües en sus cuatro costados con
tubería en cerámica y remate vidriado, su diseño en ladrillo igualmente es colonial.
También al interior de la casa se excavaron pisos en ladrillo cuadrado, muros con pañete y
cal, además de gradas en ladrillo y piedra de cantera. Hacia el sector oriental se observó el
basamento en ladrillo y piedra grande del sitio de las escaleras que conducían al segundo
piso de la casa. En varios sectores del lugar se excavaron cajas de desagüe y ductos que
conducían aguas limpias y residuales de la casa, se destacan los del sector central y oriental
por el tamaño de los ladrillos (40x40 cm., 50x50 cm.), que al parecer fueron
exclusivamente elaborados para la casa.

45
Igualmente, para esta época se excavaron gran cantidad de materiales culturales que nos
indican varias actividades en el lugar; entre estos materiales se destacan las cerámicas
locales, la loza importada, mayólicas, vidrios de diferentes calidades y estilos (liso,
grabados y en colores), elementos metálicos (pinzas, agujas, broches, y una moneda
(cuartillo) de 1816 de la época de Fernando VII). Varios sitios arrojaron materiales
relacionados con los procesos de fundición de metales, sobre todo en el sector occidental y
norte-centro de la casa donde efectivamente se encontraban las áreas de fundición,
troqueles, el volante y la fragua, por lo tanto, de esos lugares se rescató abundante material
de escoria, hierro y cobre muy oxidados.

En algunas áreas, especialmente domésticas, aparece abundante consumo de ganado


vacuno, en particular toro/vaca (Bos taurus), oveja/cabra (Ovis Aries/Capra Bircus) y cerdo
(Sus scofra), asociados a madera carbonizada. Los análisis metálicos, que aún no terminan,
están siendo realizados por el Museo del Oro (Bogotá) quienes buscan hacer trabajos de
limpieza y conservación, como de identificación de los componentes en varios de los
objetos; en el caso de las monedas se trabaja sobre su identificación y contextualización.
Las muestras óseas fueron analizadas por el arqueo-zoólogo Germán Peña del Instituto de
Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.

Las fechas de Carbono 14 obtenidas de los estratos más profundos todas corresponden al
final del período colonial y abarcan desde 1710 hasta 1900, las muestras fueron obtenidas
en el área de un patio interior, en un basurero y en una caja de desagüe. Todos los
materiales culturales asociados a estas fechas se corresponden cronológicamente. Este
estudio fue realizado por Beta Analytic Inc. en Miami, USA.

4.7. Arqueología del Batallón Junín y Policía (Siglo XX)


Los restos arqueológicos pertenecientes a épocas posteriores, o sea a comienzos del siglo
XX, se encuentran en muchas áreas del sitio, lo cual denota una intensa intervención de la
casa antigua de la Moneda en diferentes momentos de su ocupación durante este siglo. Una
de las mayores intervenciones se presenta cuando la casa pasa a formar parte del Batallón
Junín, su remodelación es evidente en planos de la época, y se caracteriza por despejar

46
áreas internas en procura de ampliar los espacios; así como de realizar divisiones en cuartos
grandes coloniales. Algo parecido sucede en la época de la policía donde se construyen
patios más grandes con gruesas lozas de cemento (10-15 cm. de espesor).

Estas estructuras se detectaron en casi todas las excavaciones y se caracterizan por


construcciones en ladrillo, baldosa y azulejo industrial pegados con cemento; quedan
vestigios de muros en concreto, paredes con repello, instalaciones de acueductos con
tubería industrial y desagües en tubos de cemento o gres. La época también está claramente
marcada por basuras modernas y escombros del terremoto de 1983. En las estratigrafías se
observan estos elementos con materiales domésticos modernos (e.g., plástico, hierro,
caucho, vidrio industrial, latas, tubos -galvanizado, pvc y gres-, loza, monedas, balas, entre
otros). De la época de comienzos de siglo se halló una moneda de un peso p/m de l907
(limpieza e identificación de Pablo Obando, Museo del Oro) y otra perforada de cinco
francos de 1946.

47
Capítulo V
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CASA DE MONEDA
POPAYÁN

Las excavaciones de la tercera fase comenzaron con la legalización del proyecto de


arqueología histórica (Casa de la Moneda) en el lote del Centro de Convenciones mediante
la extensión del convenio entre la Universidad del Cauca y la Gobernación del Cauca. El
grupo de Estudios Arqueológicos Regionales, EAR, fue el encargado de llevar a cabo los
trabajos de arqueología (Departamento de Antropología, Universidad del Cauca).

Durante los meses de febrero y marzo la Oficina de Planeación de la Gobernación del


Cauca hizo la adecuación de los terrenos donde se construye actualmente el nuevo edificio
Centro de Convenciones Casa de la Moneda de Popayán, haciendo uso de la aprobación
oficial por parte del Ministerio de Cultura (Dirección de Patrimonio, Resolución 2663 de
2009) de los diseños finales del edificio (primera etapa). Durante este procedimiento solo
se adecuaron los terrenos bajos dejando sin tocar una amplia área que da sobre la calle 4
donde se ubican los restos arqueológicos más importantes de la antigua Casa de la Moneda.
Esta área corresponde aproximadamente a 1600 metros cuadrados, que dentro del diseño
final se establecen para albergar una plazoleta cerrada donde se protegerán, restaurarán y
conservarán los restos arqueológicos históricos que a su vez podrán ser visitados por el
público general.

A comienzos de marzo el Instituto Colombiano de Antropología e Historia da el aval


(Oficio 0483) sobre el programa de arqueología preventiva del proyecto Centro de
Convenciones Casa de la Moneda, aval que fue remitido a la Curaduría Urbana I de
Popayán que se expidiera la licencia de construcción. Los trabajos de excavaciones
arqueológicas, fase III, finalmente se iniciaron a partir del marzo hasta julio del presente
año.

En el proceso de excavación y adecuación de la parte baja del lote (área en construcción) se


evidenciaron restos de la Casa de la Moneda consistentes en vestigios de patios, acueductos
48
en ladrillo y restos de cultura material a los cuales se les hizo seguimiento mediante rescate
arqueológico. Áreas parciales de la cocina y un patio en piedra sufrieron daños en sus
estructuras que pueden ser restauradas con nuestros diseños de fases arqueológicos
anteriores. En la parte posterior de la casa no se evidenciaron vestigios del chorro o pileta,
al parecer esta fue demolida en tiempos pasados probablemente durante la época de
ocupación del lugar por parte de la Policía Nacional.

De nuevo en la parte alta del lote, en el área reservada para la plazoleta cerrada con
importantes vestigios de la casa, se realizaron las excavaciones de la Fase III, en esta
oportunidad comenzamos por limpiar el terreno de malezas y escombros, así como a
despejar todos las trincheras y estructuras que habían sido excavadas anteriormente en la
Fase II. Se levantó en su totalidad la placa en concreto que había sido la cancha de
basketball de la Policía, descubriéndose más estructuras de muros y patios antiguos, así
como de pisos en ladrillo, cajas de desagüe, patios empedrados; se recolectaron materiales
culturales variados en cerámica, loza, porcelana, vidrio, metal, entre otros. Una buena
cantidad de tierra y escombros de las excavaciones, que sumaron unos 120 metros cúbicos,
fueron evacuados sistemáticamente del área mediante volquetas; sin embargo, el volumen
de tierra sacada de las excavaciones fue mayor quedando este material depositado en el
costado este del sitio.

Los vestigios excavados de la Casa de Moneda construida en 1729, corresponden a


cimientos y ciclópeos que se encuentran sobre la calle 4, estos cimientos se caracterizan por
tener grandes cantos rodados como basamento, luego hiladas de ladrillo pegado con arcilla
y argamasa y combinado en algunas secciones con piedra de cantera. Estas estructuras
alcanzan espesores entre 50 y 100 cm. Igualmente se conservaron cimientos de paredes
internas y de los cuartos de servicio o administración de la casa, partes de ellos en buen
estado, en algunos se observa las jambas donde iban las puertas (Figura 6).

Cinco patios empedrados se localizaron en varios sectores de la casa, dos de ellos


parcialmente conservados y con diseño colonial. También al interior de la casa se
excavaron pisos en ladrillo cuadrado, muros con pañete y cal, además de gradas en ladrillo

49
y piedra de cantera. Hacia el sector oriental se observó la base en ladrillo del sitio de las
escaleras que conducían al segundo piso de la casa. En varios sectores del sitio se
excavaron cajas de desagüe y ductos que encausaban aguas limpias y residuales de la casa,
se destacan los del sector central y oriental por el tamaño de los ladrillos (40x40 cm., 50x50
cm.), que al parecer fueron exclusivamente elaborados para la casa.

Igualmente, para esta época se excavaron gran cantidad de materiales culturales que nos
indican varias actividades en el lugar; entre estos vestigios se destacan las cerámicas
locales, la loza importada, mayólicas, vidrios de diferentes calidades y estilos (liso,
grabados y en colores), elementos metálicos (pinzas, agujas, broches y algunas monedas
antiguas, entre otros). Varios sitios arrojaron materiales relacionados con el proceso del
trabajo de fundición, hornos en ladrillo y piedra, además de depósitos de carbón sobre todo
en el sector occidental.

50
Figura 6. Plano de las Excavaciones en Área de la Casa de Moneda.

La Casa de la Moneda conservó sus estructuras originales durante el siglo XVIII y buena
parte del XIX, donde su principal trabajo realizado en ella fue el de fundir metales para
obtener lingotes en oro y plata y acuñar moneda para la Corona y luego para la Nueva
Granada y la República. A comienzos del siglo XX es cuando a la casa se le hacen las
mayores intervenciones cuando ésta pasa a formar parte del Batallón Junín. Su
remodelación es evidente en planos de la época, y se caracteriza por despejar áreas internas
en procura de ampliar los espacios; así como de realizar divisiones en cuartos grandes
coloniales. Algo parecido sucede en la época de la Policía (1950-1983) donde se
construyen amplios patios encementados (lozas de 10-20 cm.). Estas estructuras se
detectaron en casi todas las excavaciones y se caracterizan por construcciones en ladrillo,
baldosa y azulejo pegados con cemento; quedan algunos vestigios de muros en concreto,

51
paredes con repello, entrada de acueducto por tubería metálica industrial y desagües en
tubos de cemento o gres. La época también esta bien marcada por basuras modernas y
escombros del terremoto de 1983. En las estratigrafías se observan estos elementos con
materiales domésticos modernos (e.g., plástico, hierro, caucho, envases de vidrio
industriales, latas, tubos -galvanizado, pvc y gres-, loza, monedas, balas, entre otros).

Las estructuras arqueológicas recuperadas para el proyecto de la plazoleta se encuentran en


la parte alta del lote; la parte baja se está habilitando para la construcción del centro de
Convenciones de Popayán, allí se hizo el rescate arqueológico de varias estructuras
reportadas en la fase II (acueductos secundarios, acueductos centrales, patios, andenes
empedrados, corredores, entre otros). Ninguna de las estructuras halladas reviste perdida
del patrimonio arqueológico, ya que ellas se encontraron muy deterioradas por las
diferentes ocupaciones del sitio, sin embargo, el salvamento y registro de los vestigios si
aportaron información valiosa para conocer el sitio durante el funcionamiento de la Casa de
la Moneda (Siglo XVIII-XIX), el Batallón Junín (comienzos del siglo XX) hasta la Policía
en 1983. Allí se encontraron estratos culturales donde sobresalen rellenos compactos
antiguos (inicios de la ocupación del lugar) y por encima de ellos abundantes rellenos con
escombros gruesos que marcan épocas del siglo XX y, por supuesto, nos indican una gran
actividad pos-sísmica (terremoto de 1983 en Popayán) en el lugar.

5.1. Metodología de campo


Al respecto trataremos aspectos generales de la metodología de investigación, datos
estratigráficos de perfiles relevantes y la descripción de los rasgos arqueológicos más
importantes como son: patios empedrados, cimientos antiguos, gradas, pisos en ladrillo y
acueductos antiguos entre otros. Se relacionan igualmente aquellas áreas de actividad
doméstica y de oficios específicos, como son las zonas de fundición de metales y áreas de
desperdicios domésticos. Se hará referencia muy general a los materiales culturales
hallados, puesto que esperan ser analizados durante la fase de laboratorio.

Para definir e identificar los tipos de estructuras que componen la antigua casa de moneda
y las modificaciones que tubo durante las diferentes épocas en que fue ocupada, fue

52
necesario realizar excavaciones en área, despejando en su totalidad la estructura completa o
si es el caso gran parte de ella. En este sentido las excavaciones en el sitio se realizaron de
acuerdo a las estructuras excavadas parcialmente durante la fase II realizada en el año
2007. En total se excavaron 5 pisos de habitación, 32 muros divisorios de varios espacios,
4 patios, 9 acueductos, 3 hornos de fundición, estructuras de fachadas, escaleras, solados, 2
corredores, parte del área doméstica y de servicio.

Finalizada la excavación en área y al no encontrar estructuras visibles se optó por abrir 29


trincheras de 2.5 X 2.5 m, donde se identificaron diferentes yacimientos tanto de la época
de la Casa de Moneda, como de la época del batallón Junín y de la Policía, entre estos
yacimientos se tienen depósitos de carbón para combustible, sitios de fundición, y sitios de
fragua, entre otros. Tanto las estructuras como las trincheras se localizaron en el plano del
CCP a escala 1:250.000, el mismo utilizado durante la fase de prospección arqueológica y
la fase de excavación II.

En la apertura de las trincheras como en las excavaciones en área, se procedieron a excavar


utilizando diferentes herramientas: barra, pica, pala y palustre teniendo en cuenta el tipo de
pisos y suelos hallados (lozas en concreto, cemento y rellenos variados). La excavación se
realizó por rellenos que en cierto sentido se pueden leer como estratos, delimitados por
suelos revueltos con contenido de materiales culturales. Así se pudo constatar en el sitio
rellenos antiguos con material colonial o neogranadino y rellenos modernos con latas,
plásticos y objetos de fabricación industrial, en posición estratigráfica. Sin embargo, en
algunas excavaciones los rellenos habían desaparecido, mientras que en otros se identifico
un solo relleno con materiales mezclados de diferente temporalidad debido a las continuas
intervenciones sucedidas en el sitio histórico.

En la excavación se uso permanentemente el cernido del suelo en zarandas de ¼ y ½


centímetro con el fin de capturar todo tipo de materiales culturales. Las estructuras
excavadas y perfiles estratigráficos fueron dibujados y fotografiados; los materiales
culturales se recolectaron y seleccionaron en bolsas pláticas rotuladas con sus respectivos
códigos que informan sobre el material y la procedencia.

53
El código que indica el tipo de material corresponde al primer digito y los cuatro siguientes
dígitos el lugar de procedencia, por ejemplo 4-0533 cerámica de la trinchera 14, relleno 1.
A continuación se mostraran los tipos de materiales reseñados en la tercera fase de
excavación:
1- Porcelana
2- Madera
3- Plástico
4- Cerámica (tradición indígena, vidriada, mayólica)
5- Vidrio
6- Loza
7- Metal
8- Material de construcción (pared, teja, ladrillo, tubo, baldosa, azulejo, etc.)
9- Lítico (obsidiana y piedra)
10- Material óseo
11- Semilla
12- Cuentas de collar
13- Carbón
14- Arcilla
15- Coque
16- Polvo de escobilla
17- Material para identificar
18- Muestra de suelo
19- Crisoles
20- Cuero

5.2. Resultados del trabajo de campo

En este aparte se describen tanto las estructuras excavadas como los yacimientos
identificados en las 29 trincheras, estos consisten en las siguientes estructuras:
habitaciones, vestigios de fachada, escaleras, patios empedrados con diseños en ladrillo,
acueductos antiguos, muros, hornos de fundición, áreas domésticas y de servicio, lugares
54
de la fragua, depósitos de carbón y sitios asociados a materiales culturales de épocas
coloniales, neogranadina y republicana.

5.3. Vestigios de la fachada


Las estructuras que corresponden a la cimentación de la fachada original se ubican sobre la
Calle Cuarta donde se observaron ciclópeos y cimientos antiguos. Su aspecto macizo se
debe a que este tipo de construcciones coloniales debían soportar dos pisos altos y los
embates de la naturaleza como fueron los terremotos usuales en la región. Las estructuras
se componen de grandes rocas (20-40 cm.) en la base (ciclópeo) seguido de hiladas de
ladrillos antiguos que alcanzan 50 y 100 cm. de espesor según el área, pegados con
argamasa, arcilla, carbón y barro (Foto 19). Las evidencias de esta estructura se hallaron a
partir de los 20 cm. de profundidad, después de una capa de roca muerta y sobre un suelo
negro; mientras que los ciclópeos, rocas de gran tamaño para la cimentación de la
estructura descansan sobre un suelo amarillento (ceniza volcánica) por debajo del suelo
negro.

Debido a las continuas intervenciones humanas modernas los materiales culturales hallados
en esta estructura fueron de poca densidad y en mal estado de conservación. Estos
corresponden a cerámicas de tradición indígena y mayólicas, lozas, porcelanas, vidrios,
material de construcción y metales entre ellos una moneda antigua.

La estratigrafía de la fachada se resume con la descripción del perfil oriental de toda la


estructura, donde se observan cuatro rellenos en una profundidad de 60 cm.

Relleno 1, moderno, placa de concreto, espesor; 5 cm.


Relleno 2 moderno, 2,5 Y 5/2, café grisáceo con un espesor entre 10 y 12 cm. Se compone
de roca muerta de color habano y/o rojizo, basuras modernas (plástico, vidrios, metal, loza
de construcción, arenas), con poco material cultural, como lozas y porcelanas.
Relleno 3, antiguo, Espesor de 31 cm. Aquí aparece la estructura de la fachada, presenta un
suelo oscuro de color (Munsell 7.5YR3/1) café grisáceo oscuro, con escombros de teja,
ladrillo antiguo, cantos rodados, piedra de cantera, asociados a cerámicas vidriadas,

55
mayólica, cerámica de tradición indígena, metal, clavos en forja, escoria y una moneda
posiblemente un real del siglo XVIII ó XIX (aún sin confirmar).
Relleno 4. Antiguo: (a partir de los 40 cm.) 10YR 5/6, café amarillento, semi-compacto y
con poco material cultural (cerámica, metal, loza y vidrio). Aquí se ubican los ciclópeos
que dieron la cimentación y estabilidad a los dos pisos y fachada de la antigua Casa de
Moneda (Foto 19).

Foto 19. Vestigio de la Fachada.

5.4. Estructura de muros antiguos


La evidencia de cimientos antiguos, originarios de la Casa de Moneda, algunos
remodelados durante la misma época y otros modificados en tiempos posteriores, fueron
evidenciados tanto en la excavación en área como en la apertura de trincheras donde el
ciclópeo fue encontrado como parte de la cimentación de los muros construidos en piedra
de cantera con hiladas de ladrillo pegados con argamasa. En algunos muros se observaron
ciclópeos de gran tamaño que cumplían una función antisísmica y de soporte del gran peso
de la estructura.

56
Se detectaron 32 muros que corresponden a diferentes épocas de ocupación de la casa.
Estos muros pertenecieron a la división de diferentes espacios, en algunos se observa la
presencia de las jambas de puertas (chorro de luz), es el caso de los muros 2, 8, 14, 15, 20 y
32 (Figura 6).

5.5. Muros que dividen habitaciones aledañas a la fachada


De acuerdo con documentos del Archivo Central del Cauca las habitaciones que lindaban
con la fachada correspondían a amplios cuartos de vivienda de 3.5 a 9 varas, hacia la parte
central se instaló la sala de libranza de 6 varas, hacia el sector oeste siguiendo la fachada se
encontraba las piezas de talla y ensaye; estas se comunicaban con el patio grande interior y
otro mediano que contenía una alberca (Sig. 6425). Los cimientos que cumplían con la
función divisoria de habitaciones corresponden a los muros 1, muro 2, 22, 26, 27 28, 29, 31
y muro 32. Estos muros salen desde la fachada a excepción del muro 32. En el muro 2 fue
evidente la presencia de 2 jambas de puerta que indican la entrada a dos habitaciones 3 y 8
(Foto 20).

Foto 20. Muros 1 y 2 con jambas de puertas.

Los muros 1, 22, 29 y muro 32 presentaron espesores de 89cm. que indican mayor
antigüedad por mostrar un orden en la pega de ladrillos completos de 32cm. por 15 cm.,

57
que señalan que fueron construidos en un primer momento de ocupación de la casa,
mientras que en los muros 2, 26, 27, 28, y muro 31 se evidencia modificaciones tanto en el
espesor de los muros (159cm.), como en la pega de ladrillos fragmentados que muy
probablemente fueron reutilizados con la intención de remodelar la casa o de restaurar
muros deteriorados por los frecuentes sismos sucedidos en la ciudad de Popayán. En ambas
estructuras se encontraron materiales culturales que indican la antigüedad de los cimientos
mencionados.

Los muros 22 y 26 delimitan la habitación 8 que corresponde a la sala de libranza (de


430cm., de largo por 250cm., de ancho), donde se observó entre el relleno 3 y 4 una
estructura del siglo XX, que sale de la fachada, de 70cm. de ancho por 70cm. de largo en
ladrillo pegado con cemento, que incluye un tubo en metal de rosca que desemboca en una
pequeña poseta, claro ejemplo de diacronismo, es decir que se construyó sobre la
habitación anterior dejando el muro 22 como parte de la construcción moderna. Los
materiales hallados en la habitación 8, fueron escasos y corresponden al relleno 3 (escoria,
cobre, loza, cerámica mayólica y de tradición indígena y vidrio).

Entre el muro 26 y muro 27 se encuentra la habitación 3 con una dimensión de 410cm de


ancho por 430cm de largo, con abundante cerámica de tradición indígena y poca del tipo
mayólica y vidriada; además de vidrio y metal en el relleno 3.

Entre el muro 27 y 31 se localiza la habitación 4 o pieza de talla de 250cm de ancho por


430cm de largo con materiales culturales de baja densidad en los rellenos 1, 3 y 4.

Y entre los muros 31 y 28 se encuentra la habitación 9 o pieza de talla de 400cm de ancho


por 410 de largo. En esta habitación se observa claramente como el espacio ha sido
modificado, pues tanto los muros como los rellenos están alterados.

La estratigrafía de estas estructuras y habitaciones a excepción de la habitación 9,


corresponde a los mismos rellenos por lo tanto se describirá el perfil norte del muro 2 con
una profundidad de 80cm.

58
Relleno 1 moderno, conformado por loza de concreto, escombros y arenisca, entre 7 a 10
cm., y con presencia de material cultural en baja densidad en la las habitaciones 3, 4, 9 y
muro 32.
Relleno 2, moderno, roca muerta, y grava, entre 10 y 25 cm de espesor, con poco material
de metal, vidrio, cerámica y loza en los muros 31, 28 y habitación 9.
Relleno 3, antiguo. Color 7,5 YR 3/2 pardo oscuro, entre 8-35 cm., donde se evidencia la
estructura, asociada a cerámica de tradición indígena, vidriada, mayólica, crisoles, vidrio,
metal, loza, lítico y material de construcción. En este relleno se reportó además láminas de
oro en el muro 1 y muro 22.
Relleno 4 antiguo es un suelo amarillo (10YR5/8) donde continua la estructura, con poco
material cultural en las habitaciones 4 y 9.
En el muro 1, los rellenos 1 y 2 fueron removidos por maquinaria pesada.

5.6. Muros y pisos de habitaciones


Muros y pisos de diferentes ocupaciones inicialmente cubiertos por cemento, fueron
detectados en las excavaciones de área, en ellas aparecieron estructuras combinadas, muros
en piedra, pisos antiguos en ladrillo y paredes de adobe, habitación 1, donde se encontró
además dos gradas con desgaste, la primera se dirige hacía el depósito de carbón, mientras
que la otra con evidencia de pañete sobre el muro que la sostiene, se orientan hacía el patio
central. En esta habitación también fue evidente una jamba de puerta al lado de una pared
de adobe (Foto 21 y 21a) y a los 60cm de profundidad aparece el piso en ladrillo cuadrado
de 27cm. por 27cm. La dimensión de esta habitación es de 654cm. de largo por 454cm. de
ancho. La habitación 1 de las excavaciones al parecer corresponde a una pieza de vivienda
muy cercana a la pieza del volante (donde se acuñaba moneda) en épocas coloniales. Los
materiales asociados corresponden a cerámicas locales e hispanas, crisol, lozas, clavos
antiguos, vidrio y hueso.

59
Foto 21 y 21a. Muro en adobe y piso en ladrillo, Habitación 1.

Muros antiguos con pañete (muro 24) y pisos en ladrillo que posteriormente fueron
cubiertos por baldosa moderna a unos a 84cm de la superficie y otros a menor profundidad
se observó en la habitación 6. Pisos en ladrillo trabados de 27 por 27cm. en uno, y ladrillo
rectangular de 14 x 28cm. en el otro, algunos con restauraciones, fueron detectados en la
habitación 7 y 9 (Casa de Moneda y Batallón Junín). Y finalmente muros en cemento y
pisos en baldosa se hallaron en la habitación 5 de la época de la Policía. La habitación 6
corresponde en el plano antiguo de la casa a una pieza de guardar materiales usados para la
fundición de moneda, se ubicaba cerca de las piezas de fundición, de la cordonera y de la
pieza de recorte y arreglo de moneda (Sig. 6425).

Los materiales en general corresponden a cerámicas del tipo vidriado, mayólica y de


tradición indígena, además de crisoles, loza, vidrio, líticos, material de construcción y
abundante metal (e.g., moneda clavos de forja, llave antigua, entre otros).

La superposición de estructuras muestra claramente las temporalidades de la ocupación del


sitio que además están asociadas a materiales culturales antiguos y modernos (Casa de
Moneda, Batallón Junín y Policía). Es el caso de la habitación 6 donde a una profundidad
de 38cm, aparece un muro y una grada construida en cemento y a 84cm. de la superficie
una loza de concreto recubierta en baldosa cuadrada de color verde de los años 1960’s,
sobre un piso colonial antiguo en ladrillo rectangular el cual esta dispuesto de forma
diagonal hacia un extremo de la habitación, mientras que ladrillos de 40cm. por 40cm.

60
fueron dispuestos formando un rectángulo que al parecer fue intencional durante las dos
primeras ocupaciones de la Casa de Moneda. También se identificó una jamba con derrame
sobre la pared norte de la habitación, que señala la existencia de una puerta que en algún
momento, fue clausurada debido a remodelaciones posteriores (Foto 22 y 22 a). Los
materiales asociados que en su mayoría corresponden al relleno 2, son cerámicas de
tradición indígena, vidriada y mayólica, obsidianas, candado, vidrio y una moneda de 10
pesos (siglo XX) y otra en el relleno 3 de cuartillo (¼), del año 1826, con la marca de
elaboración en la Casa de la Moneda de Popayán.

Foto 22 y 22 a. Habitación 6. Piso en cemento y debajo piso colonial Casa de Moneda.

La estratigrafía de estos rasgos antiguos es variable, por tratarse de rellenos artificiales, sin
embargo, el material cultural antiguo se encuentra por lo general en el relleno 3. A
continuación se describe la estratigrafía del perfil norte de la habitación 1. Profundidad de
70cm.

Relleno 1, suelo pardo amarillento (10YR 4/3), revuelto con escombro de 10cm de espesor.
Presencia de cerámica, loza, vidrio y metal. (Este relleno fue denso y único en la habitación
5)

61
Relleno 2, se compone de ladrillo, roca muerta, piedras, restos de material de construcción,
todo sobre tierra amarilla, cuyo color predominante es 10 YR ¾, de 20cm. de espesor y con
cerámicas, crisol (habitación 7), loza, vidrio, lítico, material de construcción y hueso.
Relleno 3, de 36cm de espesor, suelo pardo oscuro, color munsell 10YR 2/2, mezclado con
material de construcción y material cultural (cerámicas de tradición indígena, mayólica y
vidriada, loza, vidrio, clavos de forja, hueso y una moneda de 1826 reportada en la
habitación 6. En este relleno aparece el piso en ladrillo cuadrado de 27cm. por 27cm. en la
habitación 1.

5.7. Muros que dividen diferentes espacios


En la parte central de la casa se hallaron varios muros marcados con los numerales 3, 6, 7,
9, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 18, 19, 20, 21 y 23. Estos corresponden a división de piezas y
corredores antiguos o cercanos a patios en áreas donde se trabajo en la fundición de
metales.

En el muro 19, trinchera 8, 21 y 25 fue evidente la presencia de solados que corresponden a


rocas de gran tamaño que se usaron para evitar el exceso de humedad del suelo, estructuras
muy comunes en el siglo XVIII y XIX (Foto 23 y 24).

Foto 23. Solado trinchera 21. Foto 24. Solados

62
Los materiales en estructuras de solados no fueron abundantes en ninguno de los cinco
rellenos y corresponden a cerámicas, loza, vidrio y metal entre ellos un cincel en el relleno
3 de la trinchera 21.

En el muro 9, la presencia de grandes ciclópeos indica que se trata del basamento de un


muro ancho, que probablemente sostenía un segundo piso o por el contrario hacia parte de
la estructura de una pared gruesa que protegía algún sitio en especial. En el siglo XVIII y
XIX, estos cimientos estaban conformados por piedras de gran tamaño (canto rodado),
procedentes especialmente del río Cauca, estas piedras sirvieron de base a grandes bloques
de piedras de cantera talladas en forma rectangular que a su vez fueron el cimiento de
varias hiladas de ladrillos que formaban paredes gruesas para separar habitaciones (Foto
25).

Foto 25. Muro 9

La estratigrafía de estos muros y trincheras tienen algunas variaciones con respecto a la


posición de los rellenos, sin embargo, la más completa y la que más se ajusta a la
generalidad es la del muro 9.

63
Relleno 1, suelo de color gris ascuro (10YR 4/1) y roca muerta de 5cm; con materiales
culturales en la trinchera 8 y muro 19.
Relleno 2, color pardo oscuro (10 YR 2/2), de 11cm. de espesor, sobre este relleno se
encuentra la estructura de ciclópeos que corresponde a muro 9, rico en material cultural.
Relleno 3, suelo franco arcilloso, amarillo (10YR 4/6), con materiales culturales (metal,
cerámica y vidrio), solo en las trincheras 21 y 25.
Relleno 4, (10YR 3/2) café amarillento muy oscuro, sobre él se encuentra la estructura de
ladrillos correspondiente a muro 7, con material cerámico y metal reportados en la trinchera
21 y 25 solamente.

Entre el muro 14, 15, muro 17, 21 y 23 se realizaron 6 trincheras (4, 9, 10, 12, 17 y 18) que
al parecer corresponden a un mismo espacio con dos puertas de entrada, una adelante y la
atrás, pues la presencia de jambas para puertas en los muros 14, 15, 20 y muro 23 fue
evidente (Foto 26).

Foto 26. Muro 14 y 15, jamba de puerta.

La excavación en área de este sector arrojó abundante cerámica vidriada, mayólicas, y de


tradición indígena, loza, crisol, vidrio, cuenta de collar, lítico (obsidiana) y metal (residuos
de oro).

La estratigrafía se compone de cuatro rellenos, sin embargo, no está definida en ciertos


lugares de la excavación, en algunos casos solo existe el relleno 1, mientras que en otras

64
partes existen dos o cuatro rellenos. En estas excavaciones la estratigrafía del muro 15 es la
más completa.

Relleno 1, capa de concreto y roca muerta con un espesor de 7cm.


Relleno 2, de 8cm. de espesor, suelo café amarillento oscuro (10YR 4/3), de textura franco-
arenosa. Se caracteriza por una gran concentración de escombros, con algunos fragmentos
cerámicos. Aquí inicia la jamba de puerta.
Relleno 3, Con 12 cm. de espesor y una coloración de 10YR 4/6, café amarillento, en este
relleno se identifica un rasgo de color negro (5YR 2.5/1), donde se encontró material
antiguo (vidrio, cerámica y metal).
Relleno 4, de 7 cm. de espesor, presenta un color amarillo (10YR 5/8), donde se encuentran
los cimientos (ciclópeos) del muro. Este relleno también contiene material cerámico.

Entre los muros que evidencian claramente la transformación y reacomodo de la estructura


se encuentra el muro 6 con 75 cm. de ancho, donde se observó ladrillo antiguo pegado con
cemento, lo que indica la reutilización o modernización de las estructuras.

Lo mismo ocurrió en la trinchera 24 (300 cm. x 300 cm.) con rellenos modernos que
contenían materiales antiguos y recientes. A los 80cm. apareció un muro en ladrillo y
cemento que se profundiza hasta los 240 cm. Hacia el nor-oriente de la excavación a 160
cm. de profundidad se identificó una grada con calicanto intervenida durante la acometida
de una caja de alcantarillado del siglo XX, dentro de ella se encontró una moneda para
identificar, fragmentos de vidrio y metal, y varias cuchillas de afeitar modernas. Vidrios,
metales, cuero y fragmentos de pizarra (donde se anotaban las cuentas), se hallaron cerca a
los materiales modernos (relleno 7), indicando una alta alteración del sitio, por las
continuas intervenciones tanto humanas como sísmicas.

5.8. Muros que indican el soporte de un segundo piso


Como es sabido, una de las transformaciones que se dio en la Casa de Moneda fue la
construcción de un segundo piso donde habitaba el tesorero con su familia. Evidencia de
ello se observó en el muro 4, con la presencia de pilastras construidas en ladrillo cuadrado

65
de 37 x 35 cm., y pegadas con argamasa (Foto 27). En la estructura de escalera y en el
corredor 2, igual que en las trincheras 27 y 28, se identificó parte de una columna antigua
que tiene la dimensión de una vara (83 cm.), medida que se usada en el siglo XVIII (Foto
28).

Es importante mencionar que tanto en la estructura de escalera, como en el muro 4, se


observó sobre la estructura antigua, partes de columnas modernas que señalan el
acondicionamiento o modificaciones de la casa en la época de la Policía cuando es evidente
la introducción del cemento y el hierro, en la construcción arquitectónica de la ciudad de
Popayán.

Foto 27. Huellas de una columna antigua, muro 4. Foto 28. Columna que mide 1 vara. Tr. 27 y 28

La estratigrafía se resume con la descripción del muro 4 perfil sur a una profundidad de 50
cm.

Relleno 1, moderno Cemento o concreto de 10cm de espesor.


Relleno 2, antiguo, con 11 cm de espesor, suelo pardo oscuro (10YR 2/2), con roca muerta
y ladrillo, Aquí inicia estructura del muro 4, corredor 2 y escalera, donde se reportó a
excepción del muro 4, cerámica, vidrio, metal, lítico y material de construcción.
Relleno 3, antiguo, espesor 24 cm., suelo pardo oscuro (10YR3/1) con ladrillo quebrado y
material cerámico, vidrio y metal reportados en el muro 4 y en la trinchera 28.

66
Relleno 4, antiguo, espesor 5 cm., suelo pardo oscuro (10YR2/2), sin escombro y donde se
encontró la mayoría del material cultural (cerámica, loza, y vidrió).
Relleno 5, antiguo, tierra amarilla 10 YR 5/6 sin material cultural.

5.9. Estructura de la escalera


Esta estructura se identificó por la presencia de una cimentación diferente a las anteriores,
donde se observa una base fortalecida con grandes piedras que componen el ciclópeo,
elemento que tuvo una función tanto antisísmica como de soporte de un gran peso (Foto 29
y 30).

Foto 29. Base de escalera Foto 30. Vista de sur a norte de la escalera.

Aunque no se halló la estructura de la grada en sí, la cimentación con ladrillo cuadrado de


12 cm., se observa dispuesta de forma diferente a las anteriores estructuras. Esto permite
inferir que allí se localizaban las escaleras que conducían al segundo piso de la Casa de
Moneda. Además de la fuerte cimentación se identifico en algunos ladrillos, desgaste en las
esquinas, similar al que se observó en las gradas de la habitación 1, indicando parte de la
grada. Los materiales hallados en estas estructuras corresponden a cerámicas de tradición
indígena e hispana recuperados en el relleno 2.A continuación se describe la estratigrafía
del perfil Este. A una profundidad de 80 cm.

Relleno 1, de 10 cm. de espesor, roca muerta, compuesto por arenas, material de


construcción, basuras (plastico, vidrio, metal, entre otros) y balastro.

67
Relleno 2, de 18 cm. de espesor, (10YR 2/2) pardo oscuro. Relleno con inclusiones de
tierra amarilla pardusca, donde se encuentra la estructura en ladillo de la escalera, asociada
a materiales culturales, (cerámica vidriada, mayólica e indígena, vidrio, metal, lítico y
material de construcción).
Relleno 3, con un espesor de 14 cm., color amarillo (10YR 5/6), donde se encuentran los
ciclópeos que fortalecen la estructura. Estéril culturalmente.

5.10. Muros que evidencian depósitos de combustible


En la base de los muros 5, 8, 13 y 17, trincheras 1, 2, 3 y 15 se observó una alta
acumulación de carbón vegetal en un espesor de 15cm. Con trozos de madera semiquemada
de roble y canelo que indican que fue almacenada como combustible ya sea en los trabajos
de fundición y/o para labores domésticas (Foto 31). Esta madera se halló asociada a
materiales culturales entre los que se hallan cerámicas quemadas de tradición indígena. A
las cecas o casas de moneda traían en mulas y caballos bultos de carbón y leña fuente
mayoritaria de energía para todas las laborares de fundición de metales. En ocasiones
también se encontró carbón mineral o coque lo que indica que este material también se usó
en los procesos de fundición.

Foto 31. Depósitos de carbón trincheras 2 y 3

Aunque en la trinchera 15 se observa la continuidad del muro 5, el depósito de carbón no es


evidente, debido a la construcción de una caja de alcantarillado en ladrillo y cemento que
de hecho intervino en el relleno 3 y 4, observándose solo el relleno 2 y parte del relleno 4.
La estratigrafía tiene algunas variaciones, pero en general es la misma por lo tanto se
describe la del muro 5 y 8 perfil norte, con una profundidad de 80cm.

68
Relleno 1, moderno, capa de concreto con espesor de 33cm.
Relleno 2, transición, de 28cm. de espesor, con una coloración de 10YR 3/3, café oscuro.
Es un relleno muy mezclado, donde inicia el muro 5. Los materiales asociados
corresponden a cerámicas, crisol, porcelana, loza, vidrio, litico, y metal entre los cuales se
hallo parte de un dedal entre el muro 5 y 8, fragmento de una pesa en el muro 8, una
medalla antigua y una moneda en cobre en la trinchera 3 y 15.
Relleno 3 antiguo, de 10cm de espesor, pardo oscuro 10YR ¾, con textura franco-arcillosa,
muy compacto y difícil de excavar. En este relleno se encontró abundante material de
fundición, metal con oro, además de una moneda de 1826; también se encontró parte de lo
que pudo ser una máquina, porcelana, cerámica, crisol, loza y vidrio.
Relleno 4 antiguo, corresponde a un relleno de carbón de leña entre 3 a 15cm. de espesor.
Entre este relleno y el tercero se encontró un fragmento grande de crisol con cobre entre el
muro 5 y 8. En las trincheras 1 y 3 se halló asociado el carbón a cerámicas, lozas, porcelana
y metal (escoria).
Relleno 5, antiguo, es una capa que mide 10cm., suelo café amarillento (10YR 4/6), donde
se observa los cimientos del muro 5 y un rasgo oscuro ubicado al norte de la excavación, de
227cm. de ancho por 70cm. de largo; con una textura franco-arenosa muy suave y con
materiales culturales que corresponden a cerámicas, vidrio y escoria.

5.11. Patios Empedrados con diseño en ladrillo


La excavación en área de los patios identificados en la fase II, como del muro 12 y corredor
1, permitió dejar al descubierto dos patios más, que desafortunadamente se hallaron muy
deteriorados debido a las continuas intervenciones que ha sufrido el lugar. De los 4 patios
solo 2 (patio 1 y patio 4) pueden ser restaurados. Conformados por conjuntos de cantos
rodados medianos, dispuestos en secciones separadas con ladrillos en diagonal, formando
diseños típicos de patios coloniales. En ellos se halló abundante material de fundición
(metales, escoria, polvo de escobilla y crisoles), además clavos de forja, cerámicas locales
y europeas, lozas, porcelanas, vidrios, madera y hueso.

Durante las excavaciones en la fase II se detecto que el patio 1 localizado hacia la Calle
Cuarta tenía un sistema de desagüe interno a 170cm. de profundidad, donde se halló parte

69
de una caja de recolección de aguas de 53 X 43cm. y 26 cm. Los ladrillos presentaron una
decoración en forma de triángulos y dentro del relleno se obtuvo abundante material
cultural. Se halló mercurio sobre la pared oriental de la caja, este elemento indica que cerca
al lugar se hacían oficios relacionados con los metales (Foto 32).

Foto 32. Patio 1. Diseño Patio y Caja de desagüe en ladrillo.

70
El patio 4, localizado al norte de la fachada; en el sector central de la casa antigua, tiene un
área excavada de 9.92 m. de largo por 6.65 m. de ancho aproximadamente. Este patio
también presentó un piso empedrado separado por hileras de ladrillo que forman un canal
al aire libre que recogía aguas de lluvia, y debajo de este, se halla otro canal interno de
desagüe también construido en ladrillo. Es decir que tenían doble función al interior de la
casa. Estos patios se construyeron en España y tienen una clara influencia morisca.

El empedrado del patio lo forman cantos rodados medianos y grandes de forma irregular,
los canales lo conforman hiladas laterales de ladrillo que rematan al parecer en un muro;
hiladas de ladrillo separan sectores del piso empedrado por medio de diagonales que
conforman los desagües, adicionalmente uno de los canales divide por la mitad el patio, su
forma al parecer es cuadrada, en su centro convergen las diagonales donde, según datos de
archivo, se encontraba una pileta de agua o alberca. Sobre el relleno 3 se halló la tapa de un
sifón en ladrillo para el desagüe del alcantarillado de 42 cm. de largo por 34 cm. de ancho y
9 cm de alto con 6 perforaciones a lo ancho cada una de 3cm. aproximadamente. Al parecer
corresponde a la caja central del patio, donde convergen los 5 canales (Foto 33, 33a y 34).
Por otro lado, se evidenció otra caja 50 cm. por 50 cm., y de 22 cm. de profundidad, la
misma que fue reportada en la excavación del 2007 donde se halló un tubo en cerámica
vidriada de color verde (atanore) que hacía parte de la conducción de aguas y que
actualmente se halla destruida.

71
Foto 33. Vista general patio 4 y sus desagües.

Foto 33a. Diseño Patio 4 y Desagües. Ladrillo y piedra.

72
Foto 34. Detalle desagüe patio, Atanore (Tubo vidriado) y Tapa de sifón, Patio 4.

Esta estructura no solo fue intervenida recientemente si no que también fue interrumpida al
parecer por la construcción de canales de la época del batallón Junín. En términos
generales la estructura se encuentra en regulares condiciones a pesar de los daños sufridos
en algunos sectores, producto de las transformaciones posteriores del sitio; algunas zonas
de los canales externos e internos han sufrido deterioro o se han perdido ladrillos originales
de la estructura, el empedrado no esta tan afectado salvo algunas piedras que han sido
removidas de sus lugares; sobre la estructura se encontraron evidencias de construcciones
modernas que datan de la época del batallón Junín y la Policía. Este patio es un elemento
arquitectónico de la antigua Casa de Moneda que valdría la pena ser recuperado para su
exposición en la plazoleta del Centro de Convenciones.

La estratigrafía de estos patios también es variable, debido a que en algunas estructuras los
dos primeros rellenos no existen mientras que en otros se hallan en posición estratigráfica
diferente, o en el peor de los casos se presentan revueltos debido a las actividades
realizadas por maquinaria pesada. Sin embargo, la del patio 4 es la más completa con 4
rellenos, tres de los cuales se manifiestan de manera constante, y un cuarto que se presenta
de forma esporádica hacia el costado oriental del patio.

73
Relleno 1, roca muerta, de 10 cm. de espesor, sin material cultural.
Relleno 1a. hacia el costado oriental de la estructura del patio 4, y de 5 cm. de espesor,
corresponde al único relleno con material cultural en los patios 1 y 3 y muro 12, es un suelo
café amarillento (10YR 4/6), con material cerámico, del tipo vidriado, mayólica, e
indígena, crisol de prueba, loza, vidrio y metal.
Relleno 2, de 12cm. de espesor, está compuesto por fragmentos de ladrillo y piedra, con
poco material cultural (vidrio, cerámica, metal, hueso, coque y loza).
Relleno 3, donde inician las estructuras de los patios 2 y 4. Color Munsell (10 YR 2/2),
café muy oscuro. Este relleno tiene 15cm. de espesor y es el que reporta la mayor cantidad
de material cerámico, crisol, vidrio, metal, hueso, coque (carbón mineral), porcelana, loza,
material de construcción, y material sin identificar, además de una tapa en arcilla, que
probablemente corresponde al sifón central del patio 4, éste con cinco canales que
conducían las aguas lluvias hasta el centro del mismo donde se halla la caja receptora.

5.12. Estructuras de Acueductos


Estas estructuras fueron las primeras que se realizaron en Popayán y especialmente para la
Casa de Moneda en el año de 1729 por Don Agustín Valencia; en las excavaciones
podemos observar varias de ellas intactas. La mayoría de estas estructuras fueron
identificadas en la fase II, sin embargo, las excavaciones en área realizadas durante esta
fase III permitieron, no solo ampliar las reportadas si no también identificar 5 acueductos
más, que fueron parte del sistema hidráulico de la antigua casa de la moneda,
lamentablemente se observaron intervenidos por las construcciones recientes.

En total se excavaron 9 acueductos que se nombraron de acuerdo como fueron apareciendo.


El acueducto 1 localizado al norte de la fachada se halló a una profundidad de 2 m. de la
superficie, lo que indica que este acueducto corresponde al alcantarillado que conduce las
aguas negras o residuales hacia el río Molino, donde desembocaban finalmente (Foto 35).

74
Foto 35. Acueducto 1

Los materiales de cerámicas, loza, crisol, vidrio, hueso y material de construcción fueron
escasos, probablemente a que eran arrastrados por los desagües.

Hacia el costado oriental que linda con el hotel Monasterio se ubica el acueducto 2,
reportado en la fase II, el cual estaba bastante conservado hasta que se explanó el sitio,
quedando solo una parte de lo que era la estructura. En él se hallaron materiales cerámicos,
crisol, loza, vidrio, porcelana y metal (Foto 36).

Foto 36. Acueducto 2.

75
El acueducto 3 se halló por debajo del piso antiguo de la habitación 1, lo que impidió su
excavación en área. Del mismo modo sucedió con el acueducto 4 que se encuentra al sur
occidente del sitio y a 1.27 m. de profundidad, en dirección norte atravesando varias
estructuras importantes para conservar.

Acueductos que hacen parte de patios corresponden al acueducto 5, aunque se encontró


muy deteriorado se pudo evidenciar que hacía parte del patio 4. Igualmente, el acueducto 6
fue parte de la estructura del patio 2.

Acueductos que venían desde la calle 4 y se conectaban con el sistema hidráulico interno
de la casa, corresponden al acueducto 7, tanto por su ubicación cerca a la fachada, como
por la profundidad en que se encontró (40 cm.), indica que es uno de los que conducían las
aguas limpias que bajaban de los cerros de moscopán (Foto 37). Los materiales hallados en
este acueducto fueron abundantes y en su mayoría corresponden a cerámicas de tradición
indígena, vidrios y metal.

Foto 37. Acueducto 7

Sobre la trinchera 5 se encontró el acueducto 9 que al parecer es la continuidad del


acueducto 4, pues se observa que van en la misma dirección y profundidad, prolongándose
más allá de la trinchera 14 aledaña a la trinchera 5, ambas ubicadas hacia la calle cuarta.
Este acueducto 9 al parecer se conectaba con el acueducto 8 ubicado debajo de la estructura
76
de un horno en ladrillo. La combinación de canales y desagües que se alcanza a observar en
esta estructura casi destruida permite inferir que se trataba de un acueducto que hacia parte
de un primer patio construido en la Casa de Moneda (Foto 38 y 39).

Foto 38. Acueducto 9 Foto 39. Acueducto 8

Los 9 acueductos hallados son similares en construcción, corresponden a cajas hechas con
ladrillos pegados con arcilla plástica gris y levantados sobre el estrato de suelo amarillo
compacto, poseen una inclinación hacia el norte; sin embargo, los acueductos 1, 2 y 8 tiene
ladrillos de mayor tamaño de 40cm. por 40cm., con respecto a los demás que miden 7cm.
por 28 cm.

La estratigrafía de estas estructuras es variable, debido al deterioro de las mismas, en


algunos casos los rellenos se hallan alterados y en otros no existen, sin embargo, donde se
evidencian materiales antiguos es en el relleno 3. Por lo tanto, se describirá la del acueducto
4.

Relleno 1, corresponde a la placa de concreto de 18cm. de espesor.


Relleno 2, suelo de color pardo oscuro (10YR 2/2), con un espesor de 24cm; se caracteriza
por contener mucho escombro y baja densidad de materiales cerámicos, reportados solo
para el acueducto 4.
Relleno 3, color (10YR 3/6) café amarillento oscuro, con materiales cerámicos, crisol con
oro, loza, vidrio y metal reportado en todos los acueductos, menos en el acueducto 6 que no
77
tiene estratigrafía. En este relleno aparecieron las estructuras de los acueductos, a
excepción del 4, 8 y 9 que aparece en el siguiente.
Relleno 4, de 20 cm. de espesor y con la misma coloración anterior (10YR 2/2) se
diferencia por la presencia de arcillas y escombros, con materiales culturales (cerámica,
loza, crisol, porcelana, vidrio y metal) solo en los acueductos 2, 3, 5 y 7. Sobre este relleno
se encuentra los acueductos 4, 8 y 9.
Relleno 5, espesor de 64cm., suelo café amarillento oscuro (10YR 4/6), textura arcillosa
con material cultural (cerámica, vidrio y loza, hueso, carbón y material de construcción)
reportados en los acueductos 4 y 7.

5.13. Sitios de fundición y estructura de hornos


Los sitios de fundición se caracterizan por la presencia de abundante escoria, crisoles de
prueba o copelas, crisoles en cerámica con restos de quema, polvo de escobilla, carbón
mineral (coque), cobre y cerámica con restos de fundición y residuos de metal (oro y plata).
Algunos evidencian estructuras de las hornazas como en el caso de la trinchera 5 y 14
donde se halló material característico de estos sitios.

Las estructuras de hornos se componen de ladrillos y rocas quemadas, asociadas a


abundante material de fundición. En el área de servicio 2 ubicada hacia la parte colindante
con El Monasterio y frente a la entrada actual del sitio se encontró parte de lo que fue un
muro de ladrillo que quizá formaba un rectángulo y dentro de él un tendido de rocas
grandes con restos de quema sobre un colchón de piedras pequeñas que al parecer
generaban un sistema de ventilación, probablemente para asegurar la temperatura adecuada
de la hornaza (Foto 40 y 41).

En el muro 25 ubicado cerca de la fachada y hacia la calle segunda se observó restos de


quema definidos sobre un tendido de piedras similar al descrito anteriormente, aunque no
se halló ladrillo se presume que fue parte de una hornaza.

78
Foto 40. Horno Foto 41. Horno ubicado en el área de servicio 2

Otro tipo de horno construido sobre una base de ladrillos (Foto 42) y de forma rectangular
fue evidenciado en el muro 30 y en el piso 2, ubicado hacia el centro de la casa y cerca de
la entrada actual del sitio. En este último se observó una huella rectangular definida por la
quema del ladrillo que indica que en el lugar funcionó un horno o probablemente la hornaza
del fundidor (Foto 43).

Foto 42. Horno en ladrillo, muro 30. Foto 43. Huella de posible hornaza

79
En las estructuras de los hornos (muro 30, área de servicio 2 y muro 25) además del ladrillo
quemado se encontró abundante material de fundición (crisoles de prueba y crisoles con
rezagos de cobre y oro), abundante escoria y grandes desechos de hierro y cobre. Estos
sitios presentaron estratigrafías diferentes, por lo tanto, se hará alusión solo al perfil oriental
del área de servicio 2.

Relleno 1, de 30cm. de espesor, suelo negro color Munsell (10YR 2/1), con basuras
modernas, vidrio, plástico, bolsas, caucho, material de construcción.
Relleno 2, de 7cm. de espesor, suelo amarillo (10YR 5/8), estéril culturalmente.
Relleno 3, de 34cm. de espesor, café amarillento (10YR 5/2), con material de construcción.
Sobre este relleno se encuentra un muro moderno.
Relleno 4, placa de concreto de 6cm. de espesor.
Relleno 5, suelo pardo oscuro (10YR 2/2), de 16cm. de espesor. Es un relleno muy
intervenido con materiales cerámicos del tipo mayólica vidriada y tradición indígena, loza,
vidrio, cuero, coque, hueso y metal (pesa en cobre y parte de la culata de un arma). Al norte
de la excavación se encuentra parte de un muro que pudo ser parte de la estructura de una
hornaza.
Relleno 6, de 4cm. de espesor, suelo pardo oscuro (10YR 3/2), con arenas de río y
abundante material cerámico, crisoles, loza, vidrio, litico, hueso y coque (carbón mineral
para combustión).
Relleno 7, de 8 cm. de espesor, suelo café amarillento oscuro (10YR3/4), con ladrillo
quebrado, y abundantes materiales cerámicos, loza, vidrio, hueso, lítico, hierro y material
para identificar.
Relleno 8, con 18 cm. de espesor, es un suelo pardo oscuro (10YR 3/2), con abundante
material cultural antiguo, entre los cuales se tiene botones, fragmento de cuchara, cerámica
y vidrio diagnostico, crisol, porcelana, y objetos de uso personal (anillos y aretes).
Relleno 9, este relleno se encuentra incluido hacia el norte de la excavación con un espesor
aproximado de 5 a 20 cm., color café amarillento claro (10YR 6/4), con material cultural
(cerámica, loza, vidrio, hueso y metal).

80
Relleno 10, suelo pardo oscuro (7,5 YR 3/2), de 40 cm de espesor, con abundantes crisoles
de prueba y crisoles grandes en cerámica con restos de oro, cerámica diagnóstica, botones
antiguos, estoperoles, material de construcción (ladrillo antiguo muy delgado con material
fundido en la superficie), obsidianas, hueso y vidrio diagnóstico entre los que se tiene una
botella y un tintero.
Relleno 11, este relleno de 11 cm. de espesor se compone del material que contiene la
estructura identificada como horno, básicamente es una capa de piedra pequeña quemada,
que contiene carbón y se encuentra esparcida sobre una capa de rocas grandes (ciclópeos),
asociadas abundante carbón, cerámica de tradición indígena, crisoles, porcelana, litico,
vidrio y metal (escoria y cobre).

5.14. Área doméstica


Evidencias de basuras coloniales y de períodos posteriores fueron detectadas durante la
excavación de la Trinchera 43 (1.50 x 2.0 m.), pozo 106, Tr-47 (2.0 x 1.50 m.), pozo 108 y,
Tr-55, donde se observó inicialmente la presencia de un corredor o anden en piedra en la
parte posterior de la casa (Figura 29). El andén está compuesto de fragmentos de ladrillo y
cantos gruesos y medianos de río, que indican que fue un área de tránsito, asociada a
materiales arqueológicos coloniales.

En la Tr-43 los rellenos que cubren esta estructura presentaron abundante material
cerámico y vidrio antiguo de uso doméstico, además de una alta proporción de huesos de
animales, semillas, carbón y desechos orgánicos que permiten inferir la presencia de
basureros coloniales y neogranadinos. Estos materiales se encuentran dentro del relleno 6
que corresponde al suelo colonial apisonado. El piso enterrado se compone de fragmentos
de ladrillo que limita la cenefa del andén en piedra; en él encontramos cerámica de
tradición indígena, vidriada, carbón y hueso.

81
Foto 44. Corredor en Piedra. Antes de la explanación. Foto 45. Después de la explanación

Foto 44a. Corredor en Piedra. Área Doméstica. Tr-55 y 43.

82
El andén en piedra y ladrillo continuó hacia la Trinchera 55, que es la ampliación norte de
la Trinchera 43, allí se encuentra abundante material cultural colonial asociado.

En los rellenos coloniales de estas trincheras se halló abundante material cultural, entre
ellos cerámicas de producción local con influencia indígena y de uso doméstico (Inciso,
Alisado, Engobe, Pintura Roja, Inciso Triangular), cerámicas europeas de la variante
Sevilla Blanco, Faience Hispano y Stoneware, Novo Hispanas de los grupos cerámicos
Vidriado Popayán, Mayólica Local y Andina.Porcelanas Blanca, Imari, Policroma
Overglaze, lozas de la variedad Crema, Blanca, Impresión por Transferencia, Azul Diluido,
Floral Pintada a Mano, Decoración Lineal, vidrios tallados, grabados, pintados, dorados,
tornasol, liso antiguo, clavos de forja, tachuelas (decoración mobiliaria), escoria, cobre,
hierro, además de una gran cantidad de huesos de animales domésticos y roedores,
identificados como vacuno (Bos taurus), cabra (Ovis Aries/Capra Bircus), cerdo (Sus
scrofa), ratón (Rodentia), ave de la familia de la garza (Ardeidae); algunas semillas,
carbón, así como herrajes de puerta, metates, manos de moler, un yunque, alfileres de
cobre, un metal con textil y balas de cobre.

En estos sitios queda registrada parte de la vida cotidiana de las personas que vivían en la
Casa de Moneda, las basuras o desechos antiguos permiten conocer preferencias por ciertos
bienes de consumo, así mismo nos hablan de sus hábitos como de la clase de individuos
que vivieron en la casa. Por lo que se aprecia en los materiales culturales tanto de uso
doméstico como de la construcción del recinto, los personajes que allí vivían o
administraban la Casa de la Moneda eran individuos que podían costear con sus fondos los
mejores materiales de la época, como también tenían la posibilidad de adquirir bienes de
consumo tanto locales como foráneos de muy buena calidad. Estos aspectos marcan
elementos que indican que en el lugar habitaban y funcionaban administradores de la élite
de Popayán, relacionados con las transacciones de metales, oro, plata y platino, como
también el privilegio de elaborar y acuñar moneda para imperio durante los siglos XVIII y
XIX.

83
Finalmente, la estratigrafía de áreas domésticas puede representarse con la descripción del
perfil oeste de la Trinchera 55 que se profundiza 160 cm. (Foto 44b). Sus rellenos se
describen a continuación:

Relleno 1. Moderno (de 0 a 12 cm.), suelo color pardo (2.5Y 5/2), se compone de una
cubierta vegetal, con basura contemporánea y cerámicas vidriadas, local indígena, loza,
porcelana, escoria y hueso.

Relleno 2. Moderno (12 a 60 cm.), suelo café oscuro (10YR3/3), con material de
construcción, metal, cerámicas mayólicas, vidriadas, locales de influencia indígena, vidrio,
cobre, hueso y loza.

Relleno 3. Colonial (60 a 110 cm.), color pardo (10YR 2/2), con inclusiones de suelo
amarillento 10YR 4/4), asociado a material de construcción, loza, vidrio, balas, cerámicas
locales indígenas, vidriadas, mayólicas, yunque, manos de moler, vidrio, hueso, cobre,
clavos, loza y porcelana.

Relleno 4. Colonial (de 110 a 130 cm.), a los 110 de profundidad se encuentra parte de un
andén o corredor en piedra, aproximadamente de 30 cm., de ancho, construido en dirección
norte-sur, donde se evidencia un suelo apisonado café oscuro (10 YR 3/2), con materiales
culturales, cerámicas de producción local; indígena y europeos como vidriados, mayólicas,
crisoles de prueba, loza, porcelana, objetos en cobre (alfiler, cuero con cobre), clavos en
forja, vidrio antiguo, material de construcción manos de moler y hueso.

Relleno 5. Colonial (a partir de 130 cm.), suelo compacto pardo oscuro, combinado con
suelos amarillentos (10YR 5/6), en este se halló material cerámico vidriado, local indígena,
mayólica, loza, metal, escoria, manos de moler, cobre, abundante vidrio antiguo (grabado,
tallado, dorado, tornasol, liso, pintado), restos óseos de ratón, animales de consumo
humano como cerdo, cabra, vaca entre otros. Además de muestras de carbón a una
profundidad de 160 cm., que arrojaron una fecha de 1750+/-40 D.C.

84
Foto 44b. Área Doméstica. Estratigrafía Tr-55.

En el siguiente capítulo nos ocuparemos del análisis de los materiales culturales hallados en
todas las excavaciones reportadas en el sitio histórico de la Casa de la Moneda, lugar donde
se construye el Centro de Convenciones de Popayán.

85
Capítulo VI

HALLAZGOS Y ANÁLISIS DE MATERIALES CULTURALES EN LA CASA DE


MONEDA ANÁLISIS DE MATERIALES CULTURALES: TRABAJO DE
LABORATORIO

En el Laboratorio de Arqueología de la Universidad del Cauca se llevó a cabo el análisis de


materiales culturales, estudiando aspectos formales, técnicos y funcionales de los objetos
hallados. Con el fin de observar densidades y distribución de los elementos encontrados se
hizo un análisis general cuantitativo del material arqueológico teniendo en cuenta las
diferentes estructuras de la antigua Casa de la Moneda.

Durante el trabajo de laboratorio se analizaron materiales arqueológicos alfareros (e.g.,


cerámicas, lozas, mayólicas, entre otros), elementos en vidrio, objetos en metal y restos de
fundición, así como objetos líticos y elementos de construcción. Otros materiales como
muestras de hueso y metal fueron enviados a laboratorios especializados, al Instituto de
Ciencias Naturales, Universidad Nacional (Bogotá) y al Museo del Oro (Bogotá)
respectivamente. La cronología de los materiales analizados se determinó mediante análisis
estratigráficos, objetos con fechas impresas (monedas) y la datación por C-14 de tres
muestras radiocarbónicas realizadas en el laboratorio Beta Analytic Inc. de Miami, USA.

Establecida la variedad de materiales arqueológicos se procedió a la clasificación de los


objetos utilizando el mismo formato empleado para los materiales de la prospección, de
esta manera se implementó una ficha de datos que contiene un registro detallado del
material recuperado en cada una de las trincheras de excavación. En ellas se consignó el
material cerámico de distribución local, andina y foránea, loza industrial, porcelana, vidrio,
metales, material lítico, materiales de construcción y muestras orgánicas. Cada uno de ellos
se identifica con un código que da información de su procedencia y el tipo de material
cultural respectivo.

Cada conjunto de materiales arqueológicos fue pesado en gramos y consignados en una


base de datos Excel 2004, en donde además de consultar la información, permite ilustrar
86
gráficamente las densidades de los materiales arqueológicos por estructura o cimientos
antiguos. Se reconstruyeron en dibujo las formas cerámicas identificadas, mientras que los
diseños de lozas, porcelanas y otros materiales fueron registrados en archivos fotográficos.

6.1 Material Alfarero


El material alfarero recuperado en los trabajos de excavación en la antigua Casa de la
Moneda se compone de varias cerámicas de diferente procedencia local y foránea. Como
era de esperarse la más abundante corresponde a aquellas cerámicas conocidas como de
Tradición Indígena o para este estudio como “Local con Influencia Indígena”, seguida de
cerámicas identificadas como “Local con influencia europea” (Mayólica local y Vidriado) y
“Mayólica Andina”; igualmente aparece en el registro arqueológico alfarería foránea
proveniente de Europa, Panamá, México y China (Lejano Oriente).

Para el análisis de la cerámica de producción local con influencia indígena se utilizaron


clasificaciones ya establecidas en estudios arqueológicos realizados para el altiplano de
Popayán; especialmente el elaborado por J. C. Cubillos (1958), quién identificó once
grupos cerámicos a partir del análisis de los desgrasantes utilizados en la cocción de la
cerámica, la decoración y las formas de vasijas. A esta clasificación se sumó el análisis de
huellas de uso (hollín) y de desgaste con el fin de identificar formas cerámicas y su
funcionalidad. En este sentido la función de las vasijas se establece mediante un análisis
individual de la misma, esta información se puede recuperar a través de los contextos
arqueológicos y, por último, el uso al que se destina la producción global de cerámicas en
los diferentes grupos humanos (Orton et al. 1997; Sinopoli, 1991; Skibo y Feimann, 1999).

Del mismo modo, para la identificación tanto de cerámicas importadas como de lozas
industriales y porcelanas se tomó como referente comparativo las clasificaciones de
cerámica colonial, especialmente la propuesta por M. Therrien y otros (2002), la del
catálogo de la Universidad de la Florida (2000) y la publicación de K. Deagan (1987). En
cuanto al material cerámico de producción local con influencia europea se tuvo en cuenta la
clasificación realizada por M. Méndez (2007) y S. Caicedo (2006).

87
El total de la muestra cerámica excavada en Casa de La Moneda sumó 166.114 gramos de
peso, correspondiente a cerámicas de producción local (indígena, Novo-hispana), europeas
importadas (mayólicas, loza) y porcelana China. En la Tabla 1 se establece la densidad de
los materiales de acuerdo a las diferentes estructuras excavadas en la antigua casa.
Igualmente se grafican los pesos obtenidos para observar la distribución del material en el
sitio (Gráfico 1).
ALFARERÍA LOCAL NOVO
ESTRUCTURA INDÍGENA EUROPEAS HISPANA PORCELANAS LOZA TOTALES
Fachada 1298 (0.8%) 0 (.000%) 502 (0.3%) 7 (.004%) 7 (.004%) 1814
Muros 12640 (7.6%) 7 (.004%) 4296 (2.6%) 14 (.008%) 243 (.15%) 17200
Pisos 29096 (17.5%) 232 (.120%) 1520 (0.9%) 0 (.000%) 196 (.10%) 31044
Gradas 226 (0.1%) 0 (.000%) 112 (.07%) 0 (.000%) 15 (.01%) 353
Patios 11039 (6.6%) 31 (.020%) 1852 (1.1%) 77 (.050%) 156 (.10%) 13155
Acueductos 29039 (17.5%) 16 (.001%) 5344 (3.2%) 51 (.030%) 168 (.10%) 34618
Fundición 23988 (14.4%) 15 (.001%) 3591 (2.2%) 5 (.003%) 316 (.20%) 27915
Áreas domésticas 32282 (19.4%) 33 (.002%) 4784 (2.9%) 37 (.020%) 123 (.10%) 37259
Sin estructura 2102 (1.3%) 6 (.004%) 582 (0.4%) 10 (.006%) 60 (.04%) 2760
Rec.Sup. 904 (0.5%) 0 (.000%) 57 (.03%) 3 (.002%) 0 (.00%) 964
85.7% 0.15% 13.7% 0.12% 0.80% TOTAL 166.114
Tabla 1. Densidad en Gramos de Material Cerámico por Estructura

GRAFICO DE MATERIAL CERAMICO POR PESO EN ESTRUCTURAS

40000

35000

30000

25000 Local Indigena


Europeas
Novo Hispana
20000
Porcelanas
Loza
15000 Tot ales

10000

5000

0
Fachada Muros Pisos Gradas Pat ios Acueduct os Fundición Areas Sin R.S
domést icas est ruct ura

ES TR U C TU R A S A N TI GU A S

Gráfico 1. Densidad de Material Cerámico por Estructura

88
Para el análisis de los materiales cerámicos, se tuvo en cuenta la clasificación realizada en
la fase de prospección arqueológica, donde se analizaron características físicas y generales
del material cultural, donde se determinó el tratamiento de la superficie, la pasta, la
cocción, técnicas de manufactura y las huellas de uso y desgaste, entre otras;
reconociéndose en los materiales diferentes tradiciones y/o estilos cerámicos con sus
respectivos grupos y variedades locales y foráneas. A continuación, se describen estas
alfarerías.

6.1.1. Alfarería de Producción Local con Influencia Indígena. La cerámica con


influencia indígena está representada en un 85.7% de la muestra total. Esta alfarería fue la
más abundante en el sitio encontrándose sobre todo en áreas domésticas, áreas de
fundición, pisos y cerca de los acueductos. En la alfarería la influencia indígena es notoria,
debido a que se observa el uso de técnicas del rollo, modelado y moldeado, uso de algunas
técnicas decorativas y empleo de arcillas similares (Figura 32). La cerámica también es
trabajada al torno y decorada al vidriado, técnicas traídas por los europeos durante el primer
siglo y medio de la Colonia, las cuales fueron fusionadas para beneficio de una producción
local (Caicedo, 2006).

La técnica indígena del enrollado consiste en elaborar rollos alargados de arcilla que van
uniéndose de acuerdo con el tamaño deseado de la vasija, estos rollos se superponen uno
sobre otro ajustándolos con las manos suavemente, una vez lograda la pieza esta se deja
secar para luego llevarla al horno. La técnica más antigua de todas es el modelado, que
consiste en ir dando forma con las manos al barro maleable con que se confecciona una
pieza; mientras que el moldeado se sirve de moldes para reproducir en serie varios objetos
(Orton et al. 1997). Teniendo en cuenta aspectos técnicos de la alfarería local, ésta presenta
cinco grupos cerámicos que se caracterizan de la siguiente manera:

G1. Inciso.
La decoración incisa consiste en realizar un corte superficial en la pieza cerámica sin
extracción de arcilla cuando el material aún está fresco. Este grupo tiene pasta con
desgrasante de arena fina a media, color café, cocción en atmósfera oxidante (buen manejo

89
del oxígeno); los motivos decorativos son lineales sobre los bordes reforzados de ollas
globulares, en su manufactura combinan rollos y torno, muchas de las piezas presentan
hollín. Aunque su proporción fue baja, las evidencias de uso son visibles y se puede
considerar que este grupo fue utilizado en actividades domésticas para la preparación de
alimentos.

G2. Alisado
Tiene pasta con desgrasante de arena fina a media, textura compacta, colores dentro de la
gama del café. Su cocción fue atmósfera oxidante. Técnica de manufactura en rollos,
modelado y torno. Generalmente antes de la cocción de la vasija, la superficie fue alisada
con algún tipo de instrumento que permitió darle un acabado más homogéneo a vasijas
globulares utilizadas tanto para almacenaje como para la cocción de alimentos, ollas sub-
globulares con desgaste interno fueron usadas como recipientes de cocina, otras con
vertedera para servir líquidos; cuencos de variados tamaños con manufactura en torno
fueron utilizados tanto en la preparación de alimentos como en el servicio de mesa; cuencos
abiertos de gran tamaño como contenedores; platos tostadores y cazuelas para cocer
alimentos; mientras que copas de bases anulares, platos, jarras y vasos cilíndricos
modelados o en torno de base circular, probablemente fueron de uso exclusivo para la
mesa. Fragmentos de vasijas con orificios intencionales pudieron ser utilizados como
cernidores de alimentos; bacines elaborados en torno se utilizaron como vasos de noche.
También se elaboraron recipientes para pruebas de fundición y crisoles para el trabajo con
el metal, esto nos indica un importante uso de la alfarería en menesteres del trabajo de la
moneda y de oficios relacionados con la fundición.

G3. Engobe
Básicamente se caracteriza por el tratamiento de la superficie, antes de la cocción se le
aplicó un engobe de color café claro a oscuro o rojo, tanto en las superficies internas como
externas de la vasija. Las formas predominantes son vasos cilíndricos en torno, platos para

90
Figura 32. Alfarería de Producción Local con Influencia Indígena

91
el servicio, cuencos y vasijas globulares con desgaste interno y hollín para uso en la cocina.

G4. Pintura Roja


Presenta una pasta compacta de color café, cocción oxidante y desgrasante de arenas. El
tratamiento de la superficie consistió en aplicar pintura roja sobre las superficies interna y/o
externa de las vasijas. Al igual que el grupo Alisado, la elaboración de las vasijas fueron
tanto en rollo como en torno o por la combinación de estas técnicas de manufactura.
Vasijas globulares y cuencos grandes fueron utilizados en la preparación de los alimentos,
mientras que vasijas de forma subglobular con desgaste interno fueron usadas para
almacenar alimentos, y cuencos pequeños y platos con pintura en ambos lados, sirvieron a
la mesa.

G5. Inciso Triangular


Fue el grupo menos representativo, probablemente su baja densidad se deba a que la
fabricación de vasijas con decoración triangular alrededor del cuello se realizó solo en el
período colonial temprano (Caicedo 2006:74), la única forma identificada corresponde a
ollas subglobulares con bordes evertidos de manufactura combinada rollos y modelado;
probablemente fueron utilizadas en la preparación de los alimentos.

6.1.2. Cerámica Esgrafiada. De este tipo de cerámica solo se tiene tres fragmentos. Los
cuales corresponden a cerámicas de tradición africana, caracterizadas por diseños
concéntricos grabados. Su uso fue culinario (Figura 32A).

Figura 32A. Cerámica Esgrafiada. Tradición Africana

92
6.1.3. Tradiciones Europeas
Estas mayólicas presentaron un porcentaje de 0.15% del peso total de la muestra. Son
aquellas que provienen de distintos puntos de fabricación: Italia, España y Francia. En estos
países de Europa se encontraban los enclaves de las fábricas artesanales de cerámicas
populares, donde se refleja todo un arte y la historia de las regiones. Aunque las técnicas
populares son comunes en cada región la cerámica es distinta debido a la diferencia en las
arcillas, esmaltes, pigmentos, secada, horneada y decoración (Mesalles, 2005:139-140).

De estos lugares se exportaron las mayólicas introducidas en América durante los siglos
XVII, XVIII y XIX. Para el caso de nuestro estudio solo se encontraron en las excavaciones
pocas muestras de estas producciones, lo que nos demuestra la exclusividad y difícil
consecución del material para la época.
A lo largo de más de tres siglos de comercio transatlántico se importó un buen número de
objetos cerámicos cuyas características, usos, funciones y técnicas le ofrecieron al mundo
americano una mayor variedad de loza que acompañó a la gestación de un nuevo panorama
social (Therrien et al. 2002:40). De otro lado, la presencia de mayólicas europeas
identificadas en estudios anteriores, presentan varios estilos que ofrecen información sobre
temporalidades y lugares de fabricación. Estos estilos corresponden a los siguientes grupos:

G6. Estilo Italo Hispano


Su origen se remonta a comienzos del siglo XVI, cuando llegan a España especialmente a
Sevilla ceramistas procedentes de Italia. Se diferencia del grupo de mayólicas de influencia
morisca porque su cuerpo y su pasta son mucho más finas y en los decorados predominan
los colores pasteles o crema (Therrien et al. 2002:95). Este material cerámico se reportó en
las excavaciones realizadas en Popayán por Caicedo (2006). Según Therrien y otros (2002),
con la introducción de estas cerámicas se modificó la forma de servir los alimentos y se
comenzó a utilizar más cubiertos de mesa. Este grupo presenta cuatro variables que se
describen así:

Variable Sevilla Blanco. Estas mayólicas tienen su origen en Sevilla y su producción fue
entre 1530-1650. Se caracteriza por un esmalte grueso y lustroso, pasta crema y en algunas

93
ocasiones rosáceas; igualmente, se cree que el Sevilla blanco fue producido con la
intención de ser exportado; y que además fue inspirado por las mercancías italianas,
específicamente el Faenza Blanco. De esta variante sólo se tiene una base de bacín (Figura
33), en otros estudios se ha podido reconocer formas de platos, tazones y tazas (Therrien et
al. 2002:96).

Variable Talavera Azul Sobre Blanco. Lugar de producción Talavera, España, y


posiblemente en México; esta mayólica fue elaborada desde 1590 hasta mediados de siglo
XVIII. Se caracteriza por una pasta compacta, de textura tizosa, color crema. Durante todo
el siglo XVI los alfareros de Talavera la fabricaron en torno con formas de platos,
decorados exclusivamente en azul oscuro, que han sido considerados como ejemplo de la
tradición mudéjar o hispano morisca. Esta producción es también conocida como cerámica
de Talavera de la Reina, durante el renacimiento estas cerámicas gozaron de gran estima y
atracción por parte de la Corte, por lo cual las fábricas hicieron muchas piezas. Para finales
del siglo XVIII, la imposición del gusto rococó marca el declive de esta alfarería. Dentro de
la cerámica de Talavera se distinguen dos estilos, uno cortesano y otro popular, en el
primero, la decoración es culta con temas galantes y alegóricos, mientras que en el segundo
la cerámica es de trazos gruesos menos elaborada (Mesalles, 2005:139).

La cerámica Talavera tiene un vidriado tosco, con puntos oscuros y burbujas que aumenta
en los reversos y su decoración primordial consiste en un animalillo, una flor esquemática
de cuatro pétalos o un cuerno de la abundancia. Los bordes suelen repetir el tema de las tres
“mariposas” de alas extendidas terminadas en numerosos filamentos de patas de ciempiés,
con motivos florales (Martínez, 1984) (Figura 35). Se cree que el uso de esta mayólica fue
exclusivo para el servicio de alimentos y como objetos decorativos.

Variable Columbia Liso. El lugar de producción de esta mayólica es España, entre los
años 1490-1650; se caracteriza por las coloraciones de la pasta, que varían de crema a
amarillo y en algunas ocasiones a gris, los esmaltes son de coloraciones estañíferos y en
algunos casos varían a blanco. Presenta muy poca decoración, se han encontrado algunos

94
fragmentos con brochazos ligeros de color verde claro y las formas corresponden a
escudillas y platos (Therrien et al., 2002: 94-95) (Figura 34).

Variable Yayal Azul sobre Blanco. Mayólica producida en España, entre los años 1490 –
1625. Comparte las mismas características del tipo Columbia Liso, pero se diferencia de
éste por el diseño: líneas concéntricas que limitan el borde y el interior de la vasija en color
azul cobalto, generalmente de tonalidad pálida. Las formas que se han encontrado son
también las registradas para Columbia Liso, en general, escudillas y platos (Therrien et al.
2002:95; Deagan 1987:58).

Figura 33. Sevilla Blanco Figura 34. Columbia Liso Variante Verde

Figura 35. Talavera Azul / Blanco

G7. Faïence Hispano


Su nombre se debe al lugar en donde se fabricó esta cerámica, Alcora (Valencia) fundada
en 1726 por el conde Aranda. La fábrica de Alcora se especializó en la producción de loza
tipo Faïence y su elaboración la aprendieron de los franceses Joseph Olerys y Edouard
Roux (Therrien 2002:98-99) (Figura 36). De este grupo se tienen pocos fragmentos, con
decoraciones florales y pasta color salmón, característica especial de la mayólica Faïence
hispano. Aunque no se tienen formas precisas se sabe por estudios anteriores que existen
formas de tazas, jarras, platos y platones.
95
Figura 36. Faïence, Hiapano

G8. Stoneware o Loza de Pedernal.


Fue producida en los años 1690 a 1775 en Inglaterra, servia para el almacenamiento de
bebidas, especialmente alcohólicas (e.g., ginebra, wisky), las cuales se traían a América.
Esta cerámica se caracteriza por pastas delgadas y superficies ligeramente pintadas de
tonalidades marrones y que en ocasiones presentan un barnizado (salt–glazed) en las
superficies exteriores (Garcés, 2007) (Figura 37). Las formas más comunes son vasijas,
botellas, jarros y vasos.

Figura 37. Stoneware

6.1.4. Tradición Novo Hispana (Véase Figura 44 y 44A).


Estas cerámicas están representadas en un 13.7% del total de la muestra, siendo el segundo
material más denso excavado en la antigua casa. Esta alfarería se caracteriza por su
elaboración particularmente con técnicas de manufactura europea, pero fabricadas en
América. Sus orígenes se remontan a la Colonia temprana, con el arribo de inmigrantes
europeos al nuevo continente, quienes trajeron consigo técnicas ceramistas propias
utilizando materiales locales. De esta tradición se tienen cuatro grupos cerámicos que
fueron discriminados por su procedencia original y que además presentan variables:
96
G9. Mayólicas de Origen Panameño
La mayólica panameña proviene de los talleres de producción de la antigua ciudad de
Panamá, fundada en 1519 y abandonada en 1671. Las piezas se caracterizan por un esmalte
a base de estaño y una pasta rojiza. Estas mayólicas también fueron reportadas en Popayán
en las excavaciones de San Francisco, Santo Domingo Hotel Amalia, Yanaconas, La
Encarnación y Casa Zambrano (Caicedo, 2006; Méndez, 2007).

Variante Panamá Liso. La producción de está mayólica va desde 1575 a 1650. Se


identifica por un esmaltado grueso, blanco y brilloso, pasta rojiza recubierta de un baño de
plomo opacado por una cubierta de óxido de estaño; sus formas asociadas corresponden a
bacínes, tazas, platos y floreros (Rovira 1997).

Variante Panamá Policroma Tipo A. Producida entre 1600 y 1650, se conoce como
mayólica panameña y su pasta color rojo ladrillo las hace inconfundibles (Therrien et al.
2002:91). Los diseños se presentan en marrón (obtenido con oxido de manganeso), azul
(cobalto), y/o verde (cobre), rara vez aparecen agregados de diseños con amarillo adheridos
a la cubierta blanca del esmalte. Los trazos adquieren un generalizado aspecto floral, si bien
en ocasiones se limitan a composiciones que integran líneas curvas y rectas de diferentes
grosores, dispuestos rítmicamente en torno a las cenefas de los platos, sin referentes
figurativos reconocibles (Deagan 1987:99) (Figura 38). Las formas más comunes son
bacines, escudillas, platos y tazas florales.

Variante Panamá Azul Sobre Blanco. Se produjo entre 1600 a 1650. Guarda las mismas
características en formas, textura y color de pasta de las variantes Panamá Liso y Panamá
Policromo. Platos, tazas, posuelos, escudillas y bacines son hasta ahora las formas
registradas (Garcés, 2007:25) (Figura 39).

97
Figura 38. Panamá Polícromo Tipo A Figura 39. Panamá Azul / Blanco

G10. Mayólicas Mexicanas


México fue el lugar de mayor producción de cerámicas en América; aun cuando la Corona
española ejercía una fuerte política restrictiva frente a la producción local, no obstante,
autorizo el establecimiento de varios centros de fabricación alfarera, que crecieron y
florecieron hasta convertirse en el centro cerámico de hispano América (Therrien et al.
2002:99). De este grupo se identificaron tres variantes.

Variante Huejotzingo Azul Sobre Blanco. Producida en Puebla, México entre los años de
1700 y 1850; se caracteriza por una pasta color crema, esmaltado semi-compacto y
decoración simple, que consiste en una línea azul sobre el borde del recipiente. Sus formas
están compuestas por platos, posillos y tazas destinadas al servicio de la mesa (Figura 40).

Variante Mexicana Desconocida del Siglo XIX. No se conoce exactamente el sitio de su


producción, por ello fue considerara desconocida, lo único que se sabe es que su decoración
es policroma y fue elaborada durante todo el siglo XIX.

Variante Puebla Azul Sobre Blanco. Producida en puebla entre los años 1700 y 1850; es
una de las más comunes de la producción mexicana, se caracteriza por sus diseños azul
cobalto, sobre un fondo cremoso color blanco. Los bosquejos son típicamente florales,
incluyen puntos, espirales y líneas sobre platos, lebrillos, pocillos, entre otras formas
(Catalago de la Florida, 2007).

98
Figura 40. Huejotzingo

G11. Cerámica de Producción Local con Influencia Europea


De este grupo existen dos variables: Vidriado Popayán y Mayólica local.

Vidriado Popayán. Durante el periodo inicial de la Colonia se produjo un vidriado, que se


caracterizó por la baja calidad del esmalte y por su manufactura mediante la técnica del
rollo. Hacia finales del siglo XVI y comienzos del XVII, se populariza el empleo del torno
para la elaboración de las vasijas a las que posteriormente se les aplicó el esmalte de mejor
calidad y más homogéneo, aunque persistió la cocción a bajas temperaturas. Inicialmente,
con la avanzada colonizadora, la cerámica vidriada se importó desde Europa;
posteriormente, hacía el año 1600, la nueva técnica del vidriado y el torno se
implementaron en la producción de cerámica local, pasando a un segundo plano la
importada.

La cerámica vidriada local se distingue de la que se importó desde Europa, básicamente por
los tonos naranja y grises de la pasta, y por la cocción en atmósferas reducidas. Las vasijas
manufacturadas mediante esta técnica se elaboraron con arcillas de color crema y café,
mediante la técnica del torno y la aplicación de una capa de plomo. El manejo de éste dio
como resultado una variada gama de colores que van del amarillo al naranja, del verde
limón al verde profundo y del rojo al café (Caicedo, 2006:75).

Estas cerámicas fueron de uso cotidiano por los ocupantes de la Casa de la Moneda (Figura
41). Al parecer ollas globulares de distintas gamas de color, sirvieron como contenedores de

99
alimentos. Mientras que ollas cuenco con falsas asas y algunas con evidencias de tapa,
cazuelas y ollas sub-globulares fueron utilizadas en la preparación de alimentos, pues el
desgaste interno en los esmaltados y hollín en la superficie externa evidencian una clara
exposición al calor. Tazas de color verde oscuro a verde claro y algunos con tonalidades oliva;
jarras, vasos cilíndricos, cuencos pequeños con desgaste interno y otros con vertedera fueron
de uso cotidiano en la mesa. Otra forma asociada no al servicio doméstico sino a labores de
fundición de metales fueron los crisoles de diferentes tamaños.

Figura 41. Vidriado Popayán

Variante Mayólica Local. Bajo esta denominación se agrupó una serie de cerámicas que
presentan ciertas características que hacen pensar en una posible producción local de
mayólica (Figura 42). Aunque en algunos fragmentos se observó que la superficie se trató
con estaño, por presentar una coloración blanca; en otros, la coloración se torna
amarillenta, debido a la poca cantidad de estaño incluida en la mezcla para dar la
coloración blanca que caracteriza a las mayólicas. Por otra parte, también existe una
diferencia en la coloración de la pasta de esta cerámica, las mayólicas de superficie blanca
presentan pasta de color gris y las de superficie amarillenta pasta en tonos rosáceos
(Caicedo, 2006).
Estos materiales tienen un juego de óxidos importantes, posteriores al vidriado Popayán, cuya
asociación en contexto los remite a mediados del siglo XVII; usando un criterio bastante
100
conservador se supone que este tipo de materiales es posterior al ocaso de las mayólicas
americanas que se ha establecido a finales del siglo XVII (Rovira, 2002:67). Las formas
asociadas a esta cerámica son cuencos, jarros y platos que no evidencia exposición directa al
calor ni desgaste interno, común en cerámicas de uso culinario y de almacenamiento, lo que
hace pensar que fueron utilizadas en servicios diferentes a los de cocina y comedor.

Figura 42. Mayólica Local Popayán

G12. Mayólica de Tradición Andina.


Según D. Shávelzon está cerámica era producida en Moquegua (Perú) en donde existía una
locería muy importante en América del Sur. Aunque guarda temporalidad con la mayólica
panameña, adjudicada a inicios del siglo XVII, se diferencia de ésta por la fragilidad del
vidriado y la variación evidente del tono de la pasta que suele ser menos rojiza y con
desgrasantes finos que la hacen tizosa, además presentan baja inversión de óxidos, e
inclusiones que se pueden apreciar en la superficie esmaltada; esto no sucede con las
panameñas que se caracterizan por la definición de sus colores y por la superficie llana
(Rovira, 2001). Esta mayólica tiene tres variantes importantes que se observan en platos
relacionados con el servicio de alimentos y probablemente de uso decorativo. La primera,
es la mayólica andina lisa, con un esmaltado blanco o verde: la bicroma que puede ser azul
sobre blanco, café sobre blanco y verde sobre blanco y la policroma que presenta
combinaciones verdes, marrones, amarillas y azules sobre blanco (Figura 43).

101
Figura 43. Mayólica Tradición Andina

Figura 44. Alfarería Novo Hispana

102
Figura 44A. Alfarería Novo Hispana

6.1.5. Porcelanas G13.


La porcelana china al parecer es de las más antigua de las tradiciones en el mundo, la china
produjo porcelanas únicas por su pasta translúcida y por el lustre de la superficie, quemado a
muy altas temperaturas y elaborada a partir de caolínes y feldespatos (Lister y Lister, 1976:74).
Los chinos, conscientes de la fuerte demanda, fabricaron una porcelana especial para el
hemisferio occidental que se conoce como itálica. Aunque Occidente trató de imitar la calidad
de las porcelanas chinas, sólo lo logró parcialmente con la industrialización de la producción de
cerámica (Dragan, 1987:96; Shulsky, 2001:204; Therrien et al. 2002:101).

Es poco común encontrar este tipo de material en sitios españoles, sin embargo, en la Casa
de la Moneda se hallaron varios fragmentos significativos, no tanto por la cantidad (0.12%)
sino por la variedad de los mismos, que señalan un gusto por objetos exóticos y suntuosos.
Estos corresponden a las siguientes variaciones:

Porcelana Azul sobre Blanco; fabricada hacia los años 1644-1912, y que se distingue por
decoraciones pequeñas de color azul oscuro y por una línea que decora el borde de la pieza;
103
los diseños pueden ser representaciones florales, de animales o figuras humanas, sobre
tazones, vasos, platos, jarras, y floreros. Otra variante, es la Porcelana Blanca, que no
presenta ninguna decoración, las formas identificadas son esencialmente de vasos y platos y
de la cual no se tiene referencia precisa (Figura 45).

Porcelana Imari, producida a partir de 1700 hasta 1780, las decoraciones son básicamente
florales, con colores azules, rojos, dorados y verdes. Las únicas formas identificadas son de
vasos, tazas, platos y teteras (Figura 46).

Porcelana China Policroma Overglaze. Se comienza a producir en 1700 hasta 1750, con
diseños florales rojo y dorado, a diferencia de la porcelana imari, ésta se caracteriza por tener
trazos más fuertes en la decoración de tazas, vasos y platos (Figura 47).

Porcelana Canton, presenta decoraciones azules y algunas con representaciones paisajísticas y


de la vida cotidiana que decoran tazas y platos (Figura 48).

Porcelana Ming Azul sobre Blanco. Fabricada en 1550 hasta 1644. Se caracteriza por líneas
finas color azul del cobalto, sobre el borde de las piezas y decoraciones internas de flores,
animales mitológicos y figuras que adornan tazas, vasos, jarras, platos y floreros (Figura 49).

Porcelana Ming Policroma Overglaze. Su producción empieza en 1550 y termina 1600; esta
porcelana tiene decoraciones externas de color verde, dorado, rojo y azul, formando líneas y
diseños florales, mientras que en la parte interna del cobeto y borde del recipiente presenta
decoraciones lineales y sobre la base interna de tazas, vasos y jarras (ewer), elementos florales,
bestias mitológicas, animales y formas geométricas entre otras (Figura 50).

Porcelana China Powder Azul. Creada entre 1700 y 1750; presenta una decoración lineal
dorada en el borde y en el ala una línea gruesa color azul, elaborada con cobalto. De este
ejemplar se identificó un plato, sin embargo, en estudios anteriores se han referenciado tazas,
vasos y platos.

104
Figura 45. Porcelana China Azul/Blanco Figura 46. Porcelana Imari Figura 47. Policroma Overglaze

Figura 48. Porcelana Canton Figura 49. Ming Azul / Blanco Figura 50. Ming Policroma Overglaze

6.1.6. Loza Industrial G14.


Su densidad es igualmente baja y corresponde al 0.8% de la muestra obtenida. Tiene sus
inicios en Europa Occidental, durante los primeros años de la revolución industrial. En un
principio la loza fina se decoraba a mano, pero al momento de perfeccionar las técnicas
industriales empieza su fabricación en masa, generando producciones en serie destinadas al
servicio de la mesa (Therrien et al., 2002:101). Las formas identificadas son básicamente
platos, soperas, pocillos, tazas, jarras, entre otras. Este grupo, aunque poco representativo
en comparación con otras cerámicas halladas en la Casa de la Moneda, arrojó información
sobre algunas variantes identificadas claramente.

Loza Crema. (1770-1820), fue elaborada por primera vez en Inglaterra, con la idea de imitar la
porcelana china, convirtiéndose en la más popular del mercado transatlántico. Se caracteriza por
una pasta refinada y una superficie color crema. (Ibid:102). De esta variedad se encontraron
varios fragmentos de platos con bordes concha azul y verde (Figura 51).

Loza Blanca. No presenta decoraciones; la superficie es blanca y a menudo craquelada. Fue una
de las primeras que salió al mercado y la más popular en la época victoriana (Ibidem).

105
Loza Impresión por Transferencia. Su producción se inicia el año de 1760 durante la
revolución industrial y continúa en la actualidad. Se caracteriza por una pasta blanca o
crema, compacta sin desgrasantes y superficie esmaltada usualmente sin craquelar y en
capas homogéneas. La técnica de impresión por transferencia consiste en imprimir el
motivo de la decoración en un papel de cera, luego trasferirlo y disponerlo en la pieza. Los
diseños son básicamente retratos de la vida cotidiana, o motivos paisajísticos y florales, por
lo general uniformes, aunque con algunas manchas en forma de puntos (como los de las
impresiones de los periódicos) (Therrien et al., 2002:103) (Figura 52, 53, 54).

Loza Azul Diluido. Su fabricación se inicia en el año de 1830. La técnica es la misma de


la impresión por transferencia, solo que su intencional apariencia defectuosa, se lograba
agregando en el momento de la quema final clorhidrato de amonio o cal viva, para que la
tinta del diseño previamente aplicado se corriera. Esta técnica fue muy popular durante
todo el periodo victoriano (Ibid:103) (Figura 55).

Loza Floral Pintada a Mano. Producida en Inglaterra, desde 1830 hasta el presente. Se
encuentra comúnmente en la loza tipo perla y loza blanca. El motivo más común es una
combinación de pinceladas que forman hojas verdes o azules, con flores rojas, líneas o
bandas rojas en el extremo superior del borde de los recipientes. Otras decoraciones
combinan colores café y verde ó café y negro, con flores azules, naranjas, amarillas o fucsia
(Ibidem) (Figura 56).

Loza Decoración Lineal. Originada en Inglaterra desde 1870. Esta loza al igual que la
blanca, fue de mayor acceso al público; usualmente se encuentra loza con líneas rojas,
verdes, negras y algunas combinaciones que varían entre verde, café y negro sobre bordes
de platos (Catálogo de Florida, 2007; Therrien et al., 2002:103).

106
Figura 51. Loza Crema Borde Concha. Figura 52. Loza Imp. Transferencia Figura 53. Loza Imp. Transferencia

Figura 54. Loza Imp. Transferencia Figura 55. Loza Azul Diluido Figura 56. Loza Floral Pintada a Mano

Otros Materiales Arqueológicos


Además de la cerámica se analizaron otros materiales como vidrio, materiales de fundición
(mercurio, polvo de escobilla, crisoles), metales (monedas, broche en cobre, pesa),
cerámica esgrafiada de tradición africana, material lítico (yunque, pizarra, grafito, pulidor
de cerámica, obsidianas, manos de moler,) cuentas de collar, botones, materiales de
carpintería (azuela), materiales de construcción, restos óseos, entre otros.

6.2. Materiales en Vidrio


En América del Sur los estudios sobre el vidrio son escasos, mientras que en Europa estos
se han hecho cuidadosamente. Su aparición se remonta a la segunda mitad del III milenio
a.C, en la antigua Mesopotámia (Irak y Siria). La producción de vidrio llegó al
Mediterráneo oriental y a las costas europeas a través de las relaciones marítimas entre el
ámbito del Egeo y las comunidades occidentales de principios de la edad del bronce
(Ferrari, 2005:21). En América su aparición data de mediados del siglo XVI introducido
por los españoles.

En la antigüedad el vidrio existía en la naturaleza, a partir de rocas volcánicas como la


obsidiana y el cristal de roca; sin embargo, su descubrimiento se debió a una serie de

107
procesos experimentales que terminaron cuando se logró hacer una masa líquida, de
buena plasticidad, para que, en caliente, se facilitara su trabajo y permitiera darle diversas
formas, pero frío era dura y frágil (Carreras, 2005).

En la producción del vidrio antiguo intervinieron varios minerales como sílice, minerales
calcáreos y materiales alcalinos (sosa y potasa), las proporciones de cada uno y la mezcla
con óxidos y sales metalizadas permitieron generar variedad en los vidrios, a partir del
color, la dureza y la plasticidad.

Uno de los mayores inconvenientes en la producción del vidrio antiguo, era alcanzar
temperaturas altas y el sílice necesitaba que estuvieran por encima 1200 oC, lo que hizo
indispensable el uso de materiales que sirvieran como fundentes o conductores de calor, la
sosa presentó mayores ventajas que la potasa, a la hora de buscar plasticidad durante la
manufactura y temperaturas adecuadas para fabricar el vidrio (1000 oC ).

En cuanto a los colores del vidrio, se obtuvieron a partir de óxidos metálicos. El rojo con
óxido de cobre, el azul con cúprico, el púrpura con manganeso, naranja con óxido de
plata, amarillo melado con óxido férrico, el verde con óxido ferroso, el blanco opaco con
óxido de estaño, el negro con cobre o hierro y manganeso y para obtener un vidrio
incoloro utilizaban bióxido de manganeso o antimonio que eliminaba el tono verdoso
original del vidrio. Así mismo la temperatura del horno incidía en que los vidrios fueran
más o menos transparentes (Carreras, 2005:14). De otro lado, los hallazgos arqueológicos
han permitido inferir algunas técnicas de elaboración del vidrio y de su decoración. Al
parecer el tallado, el estirado y el moldeado fueron las primeras técnicas de fabricación de
este material, posteriormente apareció la técnica del soplado con una caña, que
revolucionó la producción vidriera, lográndose fabricar diversas formas de recipientes y
objetos de adorno en menor tiempo. En las técnicas decorativas se reconocen el pintado,
grabado, pulido, tallado, el dorado, aplicado con variaciones como el pinzado, pellizcos y
depresiones.

108
Para el análisis de vidrios de la Casa de la Moneda se consultó el trabajo de Teresa Carreras
(2005), quien ha estudiado los vidrios de la antigüedad, especialmente en Europa. Las
excavaciones en la antigua casa arrojaron una muestra de vidrio correspondiente a 1611
gramos (Tabla 2). Para la clasificación de los vidrios se tuvo en cuenta la decoración,
forma, color y las burbujas que se forman al interior del vidrio, consideradas como defecto
del mismo, producido por el gas no liberado que contiene la pasta. Los colores presentes en
estos materiales son el verde, amarillo, café y transparente, algunos de aspecto tornasol. Las
formas identificadas son de botellas, perfumeros, vasos y recipientes para contener
remedios. Las variaciones del vidrio hallado en el sitio son:

V1- Vidrio Tallado. Su porcentaje es del 3%. La técnica decorativa consiste en crear diseños
florales y lineales mediante la extracción del material vítreo con ayuda de instrumentos
abrasivos. Las formas identificadas corresponden a vasos muy decorados (Figura 57).
V2- Grabado. Se presentó en un 3%. Esta técnica de decoración consiste en el rallado de la
superficie del vidrio sin extracción del material. Las decoraciones son generalmente
geométricas y de figuras en bajo y alto relieve sobre vasos (Figura 58).
V3. Pintado. Con un 2% de la muestra. Esta técnica consiste en aplicar pintura en la
superficie de la pieza y luego colocarlo en el horno a baja temperatura para un secado
completo del barniz. Se encontraron algunos fragmentos de posible vaso, con decoraciones
florares color rojo, azul y amarillo (Figura 59).
V4 Vidrio Dorado. Tiene el 1% de la muestra y consiste en disponer una hoja de pan de oro
con la ornamentación deseada entre dos capas de vidrio. De este ejemplar solo se tienen
fragmentos sin formas identificadas.
V5 Vidrio Aplicado. Aparece con el 11% y corresponden a vidrios con aplicaciones
hallados solamente en la fase de prospección (Figura 60).
V6 Tornasol. Con un 12%, presenta en la pasta y superficie un aspecto multicolor
conocido como tornasol en botellas y perfumeros (Figura 63).

V7 Vidrio Liso. Su porcentaje fue de 68%. Es todo aquel que no tiene ningún tipo de
decoración. A diferencia de la cerámica, el vidrio liso no tiene una fecha exacta de

109
fabricación. Se sabe que las formas más comunes fueron de botellas, vasos y recipientes
para contener líquidos (Figura 61, 62).

Estructuras Peso en gramos


Fachada 154
Cimientos y muros 121
Pisos en ladrillo 0
Gradas 7
Patios empedrados 241
Acueductos 148
Sitios de fundición 163
Áreas domésticas 605
Sitios sin estructuras 2
Recolección superficial 117
Total 1558

Tabla 2. Densidad de Material Vítreo por Estructura en Casa de La Moneda

Figura 57. Vidrio Tallado Figura 58. Vidrio Grabado Figura 59. Vidrio pintado

Figura 60. Vidrio Aplicado Figura 61. Liso Figura 62. Liso Figura 63. Tornasol

La existencia de alfarería foránea y otros elementos en el sitio, evidencia las importantes


relaciones comerciales desde épocas de la Colonia, principalmente con Panamá, cuyos
puertos de acceso fueron Buenaventura, Izcuandé, Isla del Gallo, Barbacoas y Puerto de

110
Tasca (Panamá) (ACC, SIG 774).
La distribución del material foráneo dentro del territorio de la Nueva Granada estuvo
determinada principalmente por las fuertes restricciones del comercio y la centralización
que imponía los organismos de control de tráfico de mercancías (Therrien et al., 2002:90).
Durante el siglo XVI el comercio era controlado por la Casa de Contratación de Sevilla,
encargada de regular el tráfico y de impedir que los navíos y flotas zarparan de puertos
diferentes al de esta ciudad. Sin embargo, el origen de los objetos importados no era
exclusivamente español: algo más de la mitad del cargamento provenía de Holanda, Grecia,
Italia, Alemania, Inglaterra, Portugal, entre otros (Ibidem).

Cada navío que deseaba viajar a cualquier puerto necesitaba pedir licencia donde se les
otorgaba “cabeza de partida” con los efectos y frutos que transportaba la embarcación.
Estos documentos corresponden a las licencias y partidas de registro de los navíos donde se
puede rastrear los objetos que salían de los principales puertos. Tal como se registra en un
documento (ACC, Col CI - 10M Sig. 3372) donde se pide licencia para que en el barco
Nuestra Señora de los Dolores se embarquen una serie de artículos para los puertos de
Barbacoas, Chiranvirá y Choco:
En la ciudad de Santiago de Guayaquil en cuatro días del mes de
noviembre de mil setecientos y veinte y siete años ante mí el escribano
y testigos el Capitán don Nicolás Calixto dueño y maestre del barco
suyo en el puerto de esta ciudad y de partida para el puerto de
Barbacoas, Choco, Chiranvirá y sus intermedios = otorgo y confiero
haber recibido de don Lorenzo Nieto residente en esta ciudad
doscientos cuarenta y siete botijas de vino de Nasca = cuarenta y dos
de aguardiente = treinta botijuelas de aceite = veinte de aceitunas =
dos cajones de acero = tres zurrones de hachas = cuatro zurrones de
cocos = un zurrón de nueces = otro de almendras = dos zurrones de
pasas = tres posuelos de vidrio = tres cajones de loza = seis fanegas de
garbanzos = un zurrón de orégano = un cajón de sombreros de Lima =
once zurrones de frisoles. Todo lo cual trajo del puerto del Callao en
partida de registro de su cuenta y riesgo en el navío nombrado […]
(ACC, Sig. 3372).

En la Gobernación de Popayán, la existencia de una actividad mercantil se registra muy


tempranamente, según Díaz, hacia 1586 Popayán ya contaba con 19 mercaderes que
sumaban el 24% de la población registrada para ese entonces. Estos mercaderes mantenían

111
relaciones comerciales con Europa, quienes importaban mercancías desde España, vía
Panamá, Buenaventura para luego venderlas en distintas poblaciones de la Gobernación.
Uno de los mecanismos que operaba para el desarrollo de las actividades comerciales, eran
los poderes notariales, a través de éstos los vecinos de Popayán hacían uso de terceras
personas para representarlos.

6.3. Materiales de fundición, Metales y Monedas Acuñadas.


En la Casa de la Moneda se encontraron abundantes elementos y desperdicios que nos
indican actividades relacionadas con la fundición de metales desde el siglo XVIII. Estos
corresponden a crisoles pequeños de prueba y crisoles medianos y grandes, los primeros
tienen manchas de color rojo en diferentes tonalidades, mientras que los otros son de
diferentes tamaños y generalmente de paredes gruesas y son alisados o esmaltados. Varios
de ellos se analizaron bajo el microscopio (10x) y se pudo identificar las partículas de oro
(Au) aún incrustadas en la superficie (Figura 64 y 65). Estos recipientes se hallaron
asociados a cobre (Cu), pedazos de hierro oxidados (Fe), escoria, polvo de escobilla
(desecho de metales), cerámicas con restos de oro, una pesa en gramos, mercurio (Hg)
(metal líquido utilizado para la limpieza del oro como azogue) y a moneda antigua (Figura
66, 67, 68 y 69).

Figura 64. Crisol con Oro (10X) Figura 65. Crisol con Oro (10X) Figura 66. Crisol con Cobre

Figura 67. Escoria de Hierro y Cobre Figura 68. Crisol y Mercurio Figura 69. Frag. Crisol Mediano

112
6.3.1. Objetos de Metal
Los objetos de metal encontrados en la antigua casa son variados, aquí haremos una
descripción general ya que varios de ellos están siendo analizados por la División Técnica
del Museo del Oro (Bogotá).

Al igual que la cerámica de producción local, el metal, como era de esperarse, fue uno de
los materiales arqueológicos más abundante en la Casa de la Moneda, sumando 9870
gramos en total. Para clasificar estos elementos se siguió el estudio hecho por N. Hume
(1987).

Varios de los objetos fueron elaborados al fuego bajo la técnica de la forja, martillo y yunque,
este trabajo consistía en calentar el hierro en grandes hornos y luego a golpe de mazo sobre un
yunque se le daba la forma deseada al objeto. Muchos clavos de la época fueron elaborados
con esta técnica, cada tipo de clavo se identificaba por su nombre y tamaño, los más usados
eran para carpintería de muebles y puertas. Conociendo la longitud del clavo se puede
aproximar al tipo de función que desempeñaba, así los clavos de 3.5 a 8 cm. eran utilizados en
la carpintería doméstica, en la construcción de muebles o en tapicería (Figura 70, 71, 72).

Por la longitud de los clavos encontrados en la Casa de la Moneda podemos determinar el


tipo de clavos usados, aquellos del tipo barrote cabeza cuadrada fueron utilizados para
herrar; clavos escora, media escora, barrote, medio barrote, medio tillado, cuarto barrote,
alfajía, estoperoles y escora mayor, fueron exclusivos para trabajos en carpintería. En el
sitio también se encontró un fragmento de azuela (Figura 77), herramienta para pulir
toscamente la madera; además de herrajes para ventanas, puertas y portones.

Otros objetos hallados durante las excavaciones fueron dos fragmentos de gramera, una
pesa en cobre, utilizados para el pesaje de metales, un broche, un alfiler, ganchos y una
cuchara (Figura 70, 76) todos elaborados en cobre. También se hallaron tres monedas, una
de ellas de 1907 (limpieza e identificación de Pablo Obando, Museo del Oro), recuperada
en la prospección y las otras dos de excavaciones, esta corresponde a cinco francos de 1940
y a un cuartillo de real de 1816 respectivamente (Figuras 73, 74, 75).

113
Cartuchos y balas de diferente calibre fueron hallados en algunas de las trincheras
excavadas sobre todo en la parte posterior de la casa. Estos materiales corresponden a la
época de la Nueva Granada y República, cuando el edificio funcionó como guarnición
militar y de policía (Figura 78, 79).

En el laboratorio estos materiales se clasificaron en:


M1 – Clavos en forja para trabajo de carpintería (10%)
M2 – Clavos para decoración mobiliaria (9%)
M3 – Armas que incluyen balas y cartuchos (3%)
M4 – Escoria representado (73%)
M5 – materia prima que corresponde a hierro y cobre (5%)

En la Tabla 3 se muestra la densidad general de metales en cada estructura de la antigua casa.


Podemos observar que en las áreas de patios en ladrillo es donde más aparece, seguido de
patios empedrados, áreas domésticas y de fundición.

Estructuras Porcentaje Pesos


Fachada 1.96% 189
Cimientos o muros 8.54% 823
Pisos en ladrillo 31.44% 3027
Gradas 0.000% 0
Patios empedrados 19.72% 1899
Acueductos 8.87% 854
Sitos de fundición 11.02% 1061
Áreas domésticas 12.67% 1220
Sitios sin estructuras 5.17% 498
Recolección superficial 0.60% 57
Total 100% 9628

Tabla 3. Densidad de Metales en Casa de La Moneda

114
Figura 70. Objetos en Forja Figura 71. Clavos para Varios Oficios Figura 72. Clavos de Forja

Figura 73. Moneda Castilla y León Figura 74. Moneda p/m Figura 75. Moneda 5 Francos

Figura 76. Cuchara Figura 77. Azuela Figura 78. Cartuchos de Fusil Figura 79. Partes de Armas

6.4. Material Lítico


El material lítico hallado corresponde a manos de moler y un metate utilizados en el
procesamiento de granos, un pulidor, yunques que sirvieron a la fundición de metales,
grafitos y pizarra utilizados para escribir o llevar la contabilidad, además de varios
desechos de obsidiana (Figura 80, 81).

Varias cuentas de collar fueron excavadas en el sitio, estas son elaboradas en diferentes
materiales, turquesa, una tubular en cristal de cuarzo rosado, una circular en cuarzo blanco
y otra del mismo material semiesférica, con un alambre de cobre en el medio
probablemente de un rosario o camándula, un fragmento de cuenta en ágata morada, un
fragmento tubular de cuenta en lapislázuli y una semiesférica de material desconocido,

115
estos objetos se hallaron en patios, pisos de habitaciones, acueductos y en áreas de basuras
domésticas de la antigua Casa de la Moneda (Figura 82).

Figura 80. Tableros en Pizarra Figura 81. Yunque en Piedra

Figura 82. Cuentas de Collar

6.5. Materiales de Construcción


La arquitectura en el siglo XVIII-XIX dependía totalmente de los conocimientos y materias
primas sin procesar que se usaban en las sociedades indígenas colonizadas, se utilizaba la
tierra para hacer el bahareque, caña agria, madera y fibras vegetales que sirvieron para las
estructuras, paredes y cubiertas de techos. A estas técnicas estuvieron supeditados los
españoles que luego fueron transformando la arquitectura local de acuerdo a sus tradiciones
y hábitos hasta asemejarlas a las de sus pueblos natales (Therrien et al., 2002:139;
Sebastián, 1965). Varias fábricas artesanales se instauraron para la producción de teja,
ladrillo y adoquines (tejares), a su vez fueron necesarios materiales como arena, cal y
arcillas, que se obtenían de las canteras, como material indispensable en la construcción de
fuentes, pilas, portales, escaleras y otros elementos arquitectónicos y de decoración. Otros
materiales provenían de la madera (e.g., rolliza, caña brava) y del cuero de reses, donde
obtenían las amarras para la construcción, así como del uso de los metales, especialmente el

116
hierro de forja.

En el sitio de estudio este tipo de materiales estuvo especialmente representado por la teja,
cuyo color de la pasta varió de blanca a roja, el ladrillo fue de variados tamaños hechos de
12 x 12, 7 x 28, 14 x 28, 27 x 27, 40 x 40 y 43 x 43 cm., algunos con decoraciones de
triángulos en cajas de desagüe. Además de azulejos con tonalidades blancas, amarillas y
azul. Se recuperó una baldosa rectangular elaborada en arcilla y parte de un ladrillo
mediano con decoración en una de sus caras. Algunas cenefas con relieves, pañetes,
argamasa y tubos vidriados de cañuelas para desagüe, estos últimos de origen morisco.

6.6. Muestra Ósea


En las excavaciones de la Casa de la Moneda se encontraron algunos restos óseos de
animales, estos restos se observaron en áreas domésticas, patios, pisos y rellenos de
acueductos. Estas evidencias óseas se hallaron en mal estado de conservación, sin embargo,
fue posible seleccionar una muestra, la cual fue enviada al laboratorio de Ciencias
Naturales de la Universidad Nacional de Bogotá, para su análisis e identificación por parte
del arqueo-zoólogo Germán Peña. El reporte de este análisis presenta evidencia de un
importante consumo de ganado vacuno (vaca/toro Bos taurus), seguido de cerdo (Sus
scrofa) y cabra/oveja (Ovis aries /Capra hircus); así mismo la presencia de ratones y garza.
La presencia de garza deja intuir que en cercanías de la casa antigua pastaban animales
vacunos. En la Tabla 4 se presenta de manera resumida el material óseo identificado por
trinchera, nivel, restos óseos, familia/especie y nombre común.

CÓDIGO TRINCHERA NIVEL Restos Óseos Familia/Especie Nombre


10-0729 55 5 Molar Ovis aries /Capra Oveja/Cabra
hircus
Molar Sus scrofa Cerdo
Canino Sus scrofa Cerdo
10-0811 68 4 Molar Derecho Bos taurus Ganado Vacuno
10-0835 55 5 Frags. Húmero, Falange, Bos taurus Ganado Vacuno
Metacarpo y Metatarso Bos taurus
Diente Canino Sus scrofa Cerdo
10-0707 56 2 Molar Bos taurus Ganado Vacuno
10-0713 55 3 Diáfisis, Costal, Epífisis Bos taurus Ganado Vacuno
Distal, Coxal
10-0463 40 5 Hueso Costal Proximal Bos taurus Ganado Vacuno
10-0508 40 6 Molar/ Rótula Bos taurus Ganado Vacuno
10-0402 37 2 Molar Bos taurus Ganado Vacuno

117
10-0642 52 2 Molar Inferior Bos taurus Ganado Vacuno
Costal Proximal
10-0748 68 1 Molar Bos taurus Ganado Vacuno
10-0625 54 3 Hueso con un Fragmento Sin Identificar
Textil Adherido
10-0756 70 1 Diente Incisivo Inferior Bos taurus Ganado Vacuno
Derecho, Diálisis
10-0582 47 2 Coxal, Falange Proximal, Bos taurus Ganado Vacuno
Costales Distales,
Molar Inferior Derecho
Ovis aries /Capra Oveja/Cabra
Vértebra, Metatarso hircus
Izquierdo Proximal Bos taurus Ganado Vacuno
10-0182 14 2 Omoplato Bos taurus Ganado Vacuno
10-0147 17 2 Molar Izquierdo Bos taurus Ganado Vacuno
Molar Sus scrofa Cerdo
10-0064 5 1 Metatarso/Metacarpo Bos taurus Ganado Vacuno
10-0264 26 2 Molar y Premolar Bos taurus Ganado Vacuno

10-0206 19 3 Falange Proximal Bos taurus Ganado Vacuno


Humero y Fémur Ardeidae garza
10-0103 10 1 Premolar Izquierdo Bos taurus Ganado Vacuno
10-0150 13 3 Tibias, Fémur, Rodentia Rata, Ratón
Mandíbula
10-0305 30 2 Molar Bos taurus Ganado Vacuno
Hueso Coxal
10-0322 21 3 3
10-0610 50 2 Metatarso Proximal Bos taurus Ganado Vacuno
Tabla 4. Relación de Restos Óseos identificados para la Casa de la Moneda

118
Capítulo VII
CONCLUSIONES E INTERPRETACIÓN DEL SITIO HISTÓRICO
CASA DE LA MONEDA DE POPAYÁN

7.1. Aspectos generales del estudio


Con esta tercera fase de estudios arqueológicos en el sitio histórico Casa de la Moneda de
Popayán se concluyen los trabajos de manejo arqueológico en cuanto a prospección y
excavaciones. Los tres estudios han dado elementos importantes para proseguir con la idea
de rescatar el patrimonio histórico de lo que fue la Casa de Moneda con sus ruinas y
materiales culturales que podrán ser expuestos a partir de un proceso de consolidación y
adecuación del lugar a todos los públicos a través del diseño arquitectónico de una
plazoleta cerrada con vestigios arqueológicos-históricos expuestos; este sería el primer
museo de sitio en el sector histórico de la ciudad de Popayán. La plazoleta quedará
integrada al nuevo edificio del Centro de Convenciones de la ciudad cuyo diseño final fue
aprobado por el Ministerio de Cultura, área de edificios.

Continuando con las conclusiones sobre esta tercera fase de excavaciones en la Casa de la
Moneda podemos decir que el análisis de los materiales culturales en los diferentes rellenos
confirmó la alteración estratigráfica en el sitio, evidente en varias trincheras y estructuras
(área de servicio 2, área doméstica, trinchera 13, trinchera 24 y 29, entre otros) donde se
observó por lo menos 11 rellenos densos con materiales antiguos y modernos que señalan
la continua intervención del lugar, tanto humana como de origen sísmico. Igualmente se
observó que algunas estructuras antiguas carecían de los rellenos superiores que fueron en
algunos momentos cortados por trabajos anteriores en el sitio.

Los materiales hallados en todos los rellenos son variados y se hallan mezclados como se
dijo anteriormente, sin embargo, se pudo identificar la procedencia de los mismos y se
logró a través del análisis de los materiales reconocer su temporalidad, puesto que existen
ciertos objetos diagnósticos o indicadores que caracterizan las diferentes épocas en que fue
ocupada la antigua Casa de Moneda. En este sentido se identificaron 4 rellenos originales
que pueden asociarse a ocupaciones cronológicas diferentes de la más reciente a la más
antigua de la siguiente manera:
119
(1) Época de la Policía y Artesanías: Esta corresponde a una época moderna (Siglo XX)
representada en el relleno 1, donde es evidente la introducción del cemento, estructuras con
cimientos en ladrillo actual, hierro y cemento, que reemplazaron las estructuras antiguas.
Pisos en baldosa roja o verde sobre pisos en ladrillo antiguo, tubería galvanizada para
acueductos y tubos con rosca. Los materiales culturales asociados corresponden en su
generalidad a monedas de 1914, 1935, 1973 1980, 1991 y 1995, fragmentos de botellas en
vidrio de jugos hit, aguardiente caucano, gaseosas, bombillos, cerámica vidriada (materas),
cerámica de tradición indígena, loza moderna, plástico, cuero, puntillas, cartuchos de
revolver, basuras actuales, porcelana moderna y botones militares de la Policía de 1949.

(2) Época del Batallón Junín: Finales del siglo XIX a principios del siglo XX, se
representa en el relleno 2 y parte del relleno 3, con fechas radiocarbónicas de 1830 +/- 70
D.C. (Beta Analytic Inc. en Miami, USA). En este periodo se hacen evidentes las
estructuras modificadas y/o reemplazadas como pilastras de una yarda (83 cm.) por
pilastras de menor tamaño, muros que han sido reconstruidos o remodelados a partir de
materiales reciclados como ladrillos cuadrados que pertenecían a estructuras de piso,
combinado con pedazos de ladrillo rectangular antiguo y ladrillos completos de diferente
tamaño y color, el uso de argamasa como pegante continua siendo usado, sin embargo la
forma de pega puede darse en forma de cruz sin restricción alguna. En cuanto al tamaño de
los muros construidos en esta época, pasan a ser menos anchos, los patios se reducen y
aparecen los espacios abiertos. Tanto los patios que se conservaron en esta época como los
acueductos fueron utilizados con algunas remodelaciones como la construcción de
corredores o andenes. Se evidencia la construcción de acueductos similares a los antiguos,
pero a menor profundidad y en ladrillos de menor tamaño (32 cm. por 32 cm.), de color
rojizo.

Sobre estructuras de hornos se construyeron muros y pisos que modificaron el espacio de la


antigua Casa de Moneda. Los materiales que indican la temporalidad del Batallón Junín
corresponden a cerámica vidriadas republicanas, pizarra, grafito, fragmento de espada,
bayoneta de cubo, arma de fuego del siglo XIX, entre ellos parte de un fusil ingles

120
probablemente de marca Lee-Mettford, producido en 1802 y usado en la Segunda Guerra
Mundial. Cartuchos, clavos en forja de alfaxia, barrote, monedas republicanas de plata y
cobre de 1826 y 1886, anzuelo para pesca, estoperoles, cartuchos y latas para almacenar
alimentos probablemente de 1813. También objetos de uso personal como una pipa en
cerámica, dedal, botones militares, entre ellos uno con el escudo de Colombia y el cóndor
con la cabeza abajo probablemente de 1834, remaches de bota militar, cuchara y cuero.
Vidrios característicos de esta época son los dorados o pandeoro, tornasol y aplicado que
aparece desde la época de la Casa de Moneda y se populariza en la época del Batallón
Junín. Otros menos populares son el vidrio liso, tallado y pulido. Estos elementos
corresponderían a la época de la Nueva Granada siendo presidente el General Francisco de
Paula Santander.

(3) Época de la Casa de Moneda: Entre siglo XVIII y principios de siglo XIX, se
encuentra representada en los rellenos 3 y 4 con fechas de carbono 14 de 1750 +/-40 D.C.
Beta Analytic Inc. en Miami, USA. Hacia el año de 1729 la casa fue construida por don
Pedro Agustín Valencia, se destaca como una casa de fundición de metales y moneda cuya
fundación es tardía en el concierto de cecas indianas coloniales. Esta casa en piedra y
adobe constaba de una primera planta, con varias habitaciones, un gallinero, cinco patios,
alberca y una cocina, posteriormente se construyó un segundo piso donde viviría el
tesorero.

Los muros fueron construidos de diferente espesor, de acuerdo con el peso que debían
soportar acompañados de pilastras anchas para sostener el techo. Los materiales utilizados
en esa época fueron ladrillos de diferente tamaño, calicanto, argamasa, piedra de cantera y
grandes ciclópeos que fueron utilizados como basamento a muros y como aislante de
humedad (solados) en pisos y espacios abiertos. La pega del ladrillo se realizó de tal
manera que la disposición del mismo quedaba trabada o en espina de pescado, de cualquier
forma, siempre evitando formar la cruz, como respeto a las creencias cristianas del
momento. Fue la primera casa en tener un acueducto propio, ductos de aguas limpias
fueron construidos aparte de aquellos de aguas residuales, su ingeniería consistía en utilizar
ladrillos cuadrados de 40 por 40cm. para cajas madre y ladrillos rectangulares de 32 por 17

121
cm., para las derivadas probablemente con la intención de controlar la presión del agua que
venía de los cerros de Moscopán. Estos acueductos fueron utilizados hasta la época del
Batallón Junín y reemplazados totalmente en el siglo XX por tubería de gres y metal.

Los patios y sitios de esparcimiento fueron construidos en piedra redonda y ladrillo


rectangular formando diseños coloniales, en ellos también se refleja el conocimiento de la
ingeniería hidráulica, donde se construyen pilas de agua que adornaban el centro de los
patios (Figura 83).

Los materiales característicos de esta época son las cerámica mayólicas del grupo México
city variante 1, mayólica europea del grupo Stoneware y Caparra azul, loza del grupo azul
diluido, porcelana Cantón, anzuelos que evidencian actividades de pesca, probablemente en
el río Molino. Los vidrios de mayor popularidad son el pulido, seguido del tallado, grabado
y en menor proporción el vidrio dorado o pan de oro, aplicado, liso verde, entre ellos un
tintero de marca alemán y vitral.

Durante la época en que funcionó la Casa de Moneda como sitio de fundición y


acuñamiento de moneda en oro y plata, fue evidente el uso de hornos u hornazas para el
trabajo de los metales. Algunos fueron rectangulares, construidos en ladrillo cuadrado de
40 por 40cm. y ladrillo rectangular de menor tamaño, de este tipo se encontró entre la
trinchera 14 y muro 30, donde se halló abundante escoria de cobre, crisoles y cerámica con
oro entre otros. Es probable que los hornos fuesen reemplazos por cuestiones de uso o que
se tuvieran varios a la vez. En la excavación del piso 2 se observó muy cerca de la trinchera
14 evidencias de un horno rectangular. Un horno en forma de U y con respiradero se
evidenció en el muro 25, relleno 3 y en el área de servicio 2 relleno 4. Esta forma de horno
presentó en la base o piso, abundante piedra quemada de diferentes tamaños sobrepuestas
entre sí, dejando orificios de diferentes diámetros para airear la hornaza y de esta manera
controlar la temperatura. Esta forma de horno es similar a los del Perú de tradición indígena
que fueron construidos de piedras sueltas que se llenaban con mineral, estiércol seco de
llama y leña, expuestos a los fuertes vientos que penetrando por los huecos activan la
combustión para fundir plata. (Anes y Céspedes 1996:103)

122
Los materiales diagnósticos asociados a estas estructuras corresponden a cerámica de
tradición indígena con residuos de oro, copelas o crisoles de prueba, crisoles grandes para
fundir metales, residuos de oro, cobre y plata como materia prima. Cinceles, herramientas
del ensayador y pinzas para el trabajo en la fundición, carbón mineral (coque), material
para combustión, polvo de escobilla y escoria (residuos de la fundición), fragmento de
alambique y parte de un buitron, probablemente de hornos en ladrillo. Además de monedas
en plata de ¼ de real de 1826.

A principios del siglo XIX, la casa tuvo algunas reconstrucciones, debido a los terremotos
sucedidos. Los muros originales de la casa se caracterizan por el tipo de ladrillo amarillento
y por la ausencia de modificaciones evidentes (muro 1, muro 22). Estos muros presentan
hiladas de ladrillos pegados con argamasa, calicanto y grandes ciclópeos acompañados en
algunas estructuras con piedra de cantera. También se observan muros más anchos que
otros, debido al peso que debían soportar, esto se confirma con la presencia de pilastras
(restos de la base) de una yarda de dimensión (83 cm.) (Trinchera 28) que señala que hubo
un segundo piso (Figura 7). La casa también tuvo espacios que sirvieron para acumular
materiales de combustión como maderas de roble y canelo que fueron utilizadas para el
trabajo de la fundición de metales, ubicándose cerca de los sitios de hornos (Trinchera 14,
muro 30 y piso 2, donde se identificó hornazas).

Al principio las casas de fundición europeas, incluyendo la de Popayán, fueron sencillas,


pocas habitaciones, donde se guardaba provisionalmente los metales que procedían del
quinto, situada casi siempre en la parte trasera, cobertizos bajo los que se almacenaba el
carbón vegetal utilizado como combustible y donde se instalaba el horno o la fragua y el
gran fuelle que activaba la combustión (Anes y Céspedes 1996:47)

Las antiguas casas de moneda en Europa hasta mediados del siglo XVI eran básicamente
talleres artesanales donde casi todo el proceso de la fabricación de la moneda se llevaba a
cabo con un mínimo de herramientas y en un único local que se llamaba hornaza, esta sala
era relativamente pequeña y dirigida por un hornacero, o capataz de hornaza, que era una

123
especie de empresario autónomo que aportaba operarios y herramientas, recibiendo un
porcentaje sobre el volumen de acuñaciones para cubrir sus gastos con algo de ganancias.

El local de hornaza se dividía en cuatro espacios contiguos, (1) la hornaza propiamente


dicha, donde se hacía la fundición del metal, el aplanamiento del metal con martillos,
recorte de cospeles con tijeras y recocimiento, (2) El portal, donde se llevaba a cabo la
acuñación de los cospeles con martillos, o sea la amonedación, (3) Recinto de blanquición,
donde se daba un lavado químico a los cospeles antes de ser acuñados, (4) Oficina de talla,
donde se producía los punzones y se grababan los cuños o troqueles necesarios para acuñar
la moneda. El instrumental se reducía a crisoles de varios tamaños donde se fundía el metal,
los hornillos o copelas empleados para ensaye, las palas, rastrillos y hurgones de hierro
para mover el carbón y atizar el fuego, las rieleras o moldes de hierro para obtener el metal
en barras, las tajaderas para dividirlas, el pilón de agua donde enfriarlas y los punzones para
marcarlas. El ensayador utilizaba su balanza y demás instrumentos para su ensaye (Anes y
Céspedes 1996:47).

124
Figura 83, Plano de las excavaciones en la Casa de Moneda.

7.2. Recomendaciones para la recuperación del sitio histórico patrimonial


Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el programa de Arqueología Histórica
en el lote donde se construirá el Centro de Convenciones de Popayán (CCP) de la
Gobernación del Cauca, fueron realizadas durante el primer semestre del año 2010 por el
grupo de Estudios Arqueológicos Regionales (EAR) de la Universidad del Cauca. En
conclusión y basados en los resultados del estudio se llega a las siguientes
recomendaciones:

1. La fase III de excavaciones arrojó como resultado mayores evidencias importantes del
sitio histórico patrimonial como lo fue la Casa Real de Moneda de Popayán. Sus restos o
vestigios arqueológicos consistentes en basamentos y estructuras de la ingeniería colonial y
125
neogranadina ameritan ser expuestos al público en la plazoleta diseñada sobre la calle 4 y
Carrera 11 del nuevo Centro de Convenciones de Popayán.

2. Se deben exponer los elementos importantes como muestra del patrimonio arqueológico
e histórico del lugar dentro de lo que se conoce como centro histórico de la ciudad. Estos
elementos evidenciados corresponden a estructuras de ingeniería y arquitectura: vestigios
de la fachada, ciclópeos y cimientos antiguos, pisos en ladrillo, gradas, patios empedrados
con diseño en ladrillo, acueductos antiguos, sitios de fundición y áreas domésticas y de
servicio con material cultural. Estos elementos deben ser recuperados dentro de lo que
podríamos denominar un museo de sitio y conectado al Centro de Convenciones.

3. La antigüedad del sitio histórico. Se constató la antigüedad y cronología de los hallazgos


en su gran mayoría corresponden a la época final de la colonia española en América, y
otros a la Nueva Granada y a la República. El lote CCP fue inicialmente ocupado por la
importante Casa Real de la Moneda a partir de 1729 hasta finales del siglo XIX;
posteriormente fue el lugar de acantonamiento de fuerzas patriotas del batallón Junín, a
comienzos del siglo XX, durante esa época se remodela la casa dejando varios cambios
importantes en la construcción y, finalmente, el edificio es ocupado por la policía
departamental hasta 1983 año en que sucede el terremoto de Popayán. Fechas de Carbono
14, monedas y cerámicas de diferentes tradiciones, refuerzan la cronología y etapas de
ocupación del edificio durante la época histórica.

4. Los análisis arqueológicos de diferentes materiales culturales reflejan importantes


actividades desempeñadas por los ocupantes de la Casa de la Moneda y habitantes
posteriores. Los materiales más destacados que se encontraron en el sitio, además de
materiales de construcción, fueron la alfarería local, foránea, vidrio, metales, restos de la
actividad de la fundición (labor primordial en la casa durante los siglos XVIII y XIX), así
como evidencias de actividades domésticas.

5. Gracias a los planos de planta de la casa elaborados a comienzos del siglo XVIII por el
arquitecto Antonio García, se pudo constatar la localización de las áreas de cuartos de

126
administración, salones, cuartos de servicio, talleres para fundición, almacén, cocina, entre
otros espacios de la antigua casa.

6. Teniendo en cuenta las evidencias arqueológicas excavadas y referenciadas en contextos


históricos específicos, se recomienda dar énfasis a la importancia de los antiguos vestigios
de la casa y sus materiales hallados, para que sean conservados como parte del patrimonio
cultural e histórico de una de las más importantes manzanas de Popayán, donde
funcionaban o funcionan aún importantes edificios como El Monasterio, la iglesia de San
Francisco y el antiguo Taller Imprenta Departamental (hoy Escuela Taller).

7. Dada la importancia de los hallazgos arqueológicos, estos deben ser consolidados,


conservados y restaurados (algunos elementos presentan deterioro reciente). Replantear con
nuevos criterios de diseño la plazoleta con el fin de integrar en el proyecto todos los
elementos arqueológicos rescatados para que sean dispuestos como parte del patrimonio
cultural al público en general.

8. El diseño arquitectónico del museo histórico de sitio debe trabajarse de tal manera que
sea armónico con los nuevos planos del Centro de Convenciones, se deben tener en cuenta
accesos al público, áreas de descanso (sillas) y posiblemente un lugar de cafetería, sin que
nada de lo anterior interfiera con la exposición fluida del lugar como patrimonio histórico y
cultural. Desde esta perspectiva el proyecto arquitectónico global adquiere un importante
valor patrimonial y cultural agregado, en una zona estratégica como es el sector histórico
donde confluirá un buen número de personas de la ciudad y de fuera de ella.

9. La valoración definitiva de los hallazgos a exponerse, debe ser concertada entre expertos
en el área de la museología, arqueología, arquitectos e ingenieros, basados en los informes
arqueológicos suministrados. En este proceso es importante la intervención del Instituto
Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y el Ministerio de Cultura (División de
Patrimonio). Vale la pena decir que, desde estas instituciones en conjunto con la
Gobernación del Cauca y la Universidad del Cauca, se debe conforma un Comité General
con el propósito de estudiar un nuevo diseño arquitectónico para la plazoleta donde se

127
incorpore los hallazgos arqueológicos. Igualmente se debe plantear un trabajo de
restauración, conservación y protección del sitio histórico que junto con las obras
adicionales (peatonal, cafetería, sillas) se revitalizaría como un bien público patrimonial y
como lugar de atracción turística.

10. Desde el punto de vista del público es recomendable continuar con trabajos de
arqueología pública en el mismo CCP, mediante programas de comunicación permanente
con miras a una mayor participación de la gente común, estudiantes y colegios para que
vivan la experiencia de la recuperación del patrimonio cultural y de la memoria histórica de
la ciudad.

128
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