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Redacción
14 de agosto del 2015, RPP noticias
La carrera electoral ya calienta motores. El líder de Peruanos por el Kambio (PPK), Pedro
Pablo Kuczynski, propuso reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV) de 18% a 15%
por ciento en tres años, en un eventual gobierno suyo, con el fin de incrementar la
formalidad.
"El IGV a 18% es una barrera a la formalización, lo vamos a bajar un punto por año, dentro de
un plan de formalización. Cuando lleguemos a 15% vamos a ver cuánto hemos logrado en
incorporación al sistema de las pequeñas empresas y de repente seguiremos bajando un poco
más", declaró a RPP Noticias.
Añadió que se podría evaluar una mayor reducción de este impuesto, que podría llegar incluso
al 12%. "De repente se llega a 12%, que es lo que yo he dicho, que es la tasa que hay en
México, pero no me quiero adelantar", indicó.
Explicó que una medida de esta tipo produciría déficit fiscal si no se incorporan más
contribuyentes al sistema.
"Por eso es que todo esto va atado en un esquema en el cual las pequeñas empresas que hoy
están fuera del sistema, van a entrar a este. ¿En qué consiste el sistema? Pagas impuestos,
tienes acceso al crédito, tus trabajadores tienen seguro de desempleo y otros beneficios, y en
ese caso vas a recaudar más", detalló.
Analizan propuesta
El economista Javier Zúñiga se mostró a favor de la medida. Señaló que una reducción del
IGV beneficiaría a los consumidores con menores precios, incrementaría la formalidad y
dinamizaría el consumo.
"Yo veo con total claridad las ventajas de esta medida: ventajas como reducción de precios, la
formalización del informal, la desaparición de ese grupo importante de actividades corruptas
vinculadas a la compra y venta de facturas", afirmó.
De diferente opinión fue el economista Elmer Cuba, socio director de Macroconsult. Si bien
dijo que es una propuesta interesante, consideró queno es el momento oportuno de bajar el
IGV, pues la economía está desacelerada y la recaudación está bajando.
Advirtió que en esta coyuntura, una reducción del IGV podría afectar las cuentas fiscales y
generar endeudamiento.
"Si tu bajas el IGV y cae la recaudación pero tu gasto es el mismo, todos los meses hay que
pagar el sueldo de los profesores, hay que hacer carreteras, hay que hacer los programas
sociales, hay que pagar a los policías y a los jueces, y si la recaudación se cae, ese vacío
tienes que taparlo con endeudamiento o con pérdidas de reservas del MEF", expresó.
Cuba afirmó que no se debería pensar en reducir el IGV, por lo menos, en los próximos
tres años, hasta que Perú retome la senda del crecimiento económico.
http://rpp.pe/economia/economia/kuczynski-propone-bajar-igv-de-18-a-15-en-tres-anos-noticia-
826723
A FAVOR
En nuestro caso, la última reducción del IGV fue de 19% a 18% en marzo del 2011,
durante el segundo gobierno de Alan García, cuando era ministro de Economía y
Finanzas el ingeniero Ismael Benavides. En ese año había ingresos adicionales por
el gran crecimiento de la economía, que alcanzaba el 8,78%. Por eso, los menores
ingresos por la reducción del IGV tuvieron un efecto neutro en la caja fiscal.
La razón por la que se debería esperar un nuevo presidente es que, en las actuales
circunstancias, nos encontramos frente a un escenario internacional conservador en
el que no sería conveniente aplicar una reducción del IGV.
EN CONTRA
- Pedro Francke -
Economista
Yo quisiera que el Impuesto General a las Ventas (IGV) se baje a cero, no solo que
se rebaje 3 puntos. También que me dejen de cobrar el Impuesto a la Renta cargado
todos los meses a mi boleta de sueldo, eliminen el Impuesto Predial que pago por mi
casa y, de pasadita, quiten el impuesto a los carros. Yo quisiera no tener que darle ni
un sol al Estado de lo que gano con mi trabajo.
El problema es que de algún cuero deben salir las correas. Como dice la frase que
popularizó Milton Friedman, “no hay lonche gratis”.
Es lindo soñar que todo eso puede hacerse con menos impuestos. Pero no se puede.
Todos estos servicios públicos cuestan y la rebaja propuesta por Pedro Pablo
Kuczynski (PPK) le quitaría al Estado cerca de 10.000 millones de soles anuales: un
montonazo de plata. ¿Con menos cuero quiere hacer más correas? Imposible.
Los datos además indican que los niveles de gasto público y de gasto social en el
Perú están debajo de los promedios internacionales. Tenemos como ejemplo el
sector educación, donde, pese a que nuestra Constitución dice que debiera recibir
6% del producto bruto interno (PBI), apenas llegamos a poco más de la mitad de esa
cifra.
La pregunta es, entonces, si PPK ofrece rebajar el IGV, ¿qué va a recortar? ¿El gasto
en educación, en salud o en agua? ¿En policías o en carreteras? Salvo que quiera
decirnos que sí hay lonche gratis.
Otro lindo sueño es asegurar que si se rebajan las tasas impositivas se cobrará más.
No hay un solo estudio econométrico en el Perú que sugiera que rebajando tasas se
recauda más: ni uno.
No es verdad tampoco que esto suceda en Estados Unidos, donde tres décadas atrás
Ronald Reagan lo intentó haciéndole caso a un economista llamado Arthur Laffer y
generó un déficit fiscal monstruoso. La dura realidad es que si reduces tasas, como
es lógico, recaudas menos: 15% es menos que 18%. Dura lex sed lex.
Así pensaba PPK cuando fue ministro de Alejandro Toledo, quien llegó al poder en
el 2001 con un plan de gobierno que prometía rebajar el IGV de 18% a 16%. En esa
campaña PPK respaldó la propuesta, pero luego cuando fue ministro no redujo el
IGV ni en medio por ciento y, más bien, luego de ser jefe del gabinete, dejó el IGV
en 19%, 1 punto más.
La política tributaria, para ser más justa, debe orientarse más a impuestos directos
que a impuestos indirectos (como el IGV), y la elusión y la evasión deben
controlarse. El gasto público debe ser más eficiente y mejor orientado, lo que
requiere reformar el Estado.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/debate-se-reducir-igv-18-15-noticia-
1836301
LUNES 30 DE SEPTIEMBRE DEL 2013 | 11:02
OPINIONES ENCONTRADAS
Según el área de Estudios Económicos de Cómex Perú, reducir la tasa del IGV daría
a los peruanos mayor disponibilidad de efectivo, con lo que se impulsaría el
consumo. En cambio, Hugo Perea, jefe de Estudios Económicos
de BBVA Research, dice que una propuesta para bajar la tasa del IGV en las
actuales circunstancias podría ser complicada. “Hay que recordar que la recaudación
fiscal se está viendo afectada por la desaceleración de la economía y por los menores
precios de las materias primas que afectan lo que capta el Impuesto a la Renta. Se le
estaría poniendo más presión a la caja fiscal, en una circunstancia en que la
coyuntura no es oportuna”, comenta Perea.
LA TASA ÓPTIMA
Una menor tasa del IGV implica que, si el comerciante traslada toda la reducción al
precio final, las personas obtendrían un ahorro que podrían destinar a comprar
otros bienes. Eso dinamiza la economía y aporta a la larga a la recaudación
del IGV.
Si es que la disminución del IGV (o parte de ella) se queda con el comerciante, este
tendría dinero extra que también gastaría en otros bienes y también
dinamizaría la economía. Si la tasa permanece como está, el dinero queda en
manos del Estado, que también la destina al gasto, pero tal vez con una deficiente
administración y falta de ejecución.
Además, una disminución de las tasas impositivas trae como consecuencia una
menor evasión y, por ende, una tendencia hacia mayor recaudación.
“El efecto positivo en la caja fiscal de una menor tasa del IGV no es automático,
sino de largo plazo. Tomaría unos tres o cuatro años lograr una menor evasión por la
disminución de la tasa, pero se debe compensar en lo inmediato lo que se deja de
recaudar”, señala Arias.
En términos académicos, esto se explica con la curva de Laffer, que dice que existe
un punto óptimo para la tasa de un impuesto. Así, si la tasa vigente es menor que ese
óptimo, habrá espacio para mejorar la recaudación. Si la tasa es mayor que el
óptimo, también. La teoría detrás de la curva de Laffer indica que con una tasa de
0%, la recaudación será nula, y con una tasa de 100%, también, pues nadie
estaría dispuesto a producir con ese nivel tributario. El óptimo está en algún
punto intermedio.
Así, disminuir la tasa podría aumentar la recaudación por un lado (por el mayor
consumo y menor evasión), pero bajarla por otro, al ser un menor porcentaje del
monto de ventas. La tasa óptima es difícil de determinarla y, al menos en el caso
peruano, su nivel no se ha fijado por una fórmula que encuentre el equilibrio.
“No hay una tasa de equilibrio. Todo es por prueba y error”, señala Arias, quien
agrega que seguramente una tasa más baja mejorará el bienestar de la población, por
cuanto disminuirá sus gastos, pero empeorará su bienestar por el hecho de que se
reducirán algunos servicios que brinda el Estado.
PARTE DE UN TODO
Una propuesta para reducir o aumentar la tasa del IGV no pasa solo por ese
impuesto, sino que debe ser parte de toda la estructura impositiva. Hugo Perea
explica que hay países como Estados Unidos o los europeos que tienen una alta
recaudación por el impuesto a la renta, y por ello su tasa del impuesto al valor
agregado (IGV en el Perú) puede ser baja, de niveles de 8% o menos.
Hace 15 años, lo recaudado por impuesto a la renta en el Perú fue casi el 26% de los
ingresos tributarios y lo captado por IGV fue casi el 49%. El año pasado las cifras
fueron 44,3% y 52,3%, respectivamente.
“En el Perú la informalidad es alta, y una forma de hacer que los informales
tributen es a través del IGV, pues finalmente ellos también comprarán bienes
formales. Cada país tendrá una estructura tributaria distinta, dependiendo de sus
propias características”, señala.
Agrega que es difícil determinar un nivel adecuado de los impuestos. Por ejemplo, si
un gobierno aplica un impuesto a la renta relativamente moderado, ello incentivará
mayor inversión.
Ese bajo impuesto se financia a costa de un menor consumo de las personas a través
de un IGVrelativamente alto. “Es una decisión de política macroeconómica, de
posponer consumo hoy para poder financiar inversión, de tal manera que podamos
tener un ingreso por habitante más alto en el futuro”, concluye Perea.
Comentarios:
A, Una parte de las empresas que evadía impuestos ahora empezarán a pagar.
Es simple, si antes 2'000,000 de empresas pagaban el IGV a 18% Ahora
podría ser 4'000,000 de empresas que paguen IGV al 15% Lo importante es
que los economistas analicen la curva de LAFFER y hallen el punto óptimo.
B,….sinceramente es un incentivo al consumo, como?, facil si antes al 18% d
IGV se consumia 6 bar. de choco, por lo tanto en un mes se consumia 186
barras de choc. a 18% era s/.33.48, Ahora al 15% se consumiran 12 barras de
choc/dia, en un mes son 372 b. de choc. mas el 15% IGV recaudacion ssla
A, y por ende la inflación aumenta, el objetivo principal de los impuestos es
contrarrestar la inflación. mientras menos impuestos hay, más inflación
habrá, estas operaciones se tienen que hacer de una forma delicada para no
desestabilizar el equilibrio económico.
http://elcomercio.pe/economia/peru/como-afectaria-economia-potencial-reduccion-igv-noticia-
1637918
Gonzales Izquierdo:
Reducción del IGV
favorecerá al crecimiento
económico
En diálogo con LaRepublica.pe, el economista analizó las consecuencias de una
posible reducción del Impuesto General a las Ventas.
Martin Calderón @calderonpasache
El Proyecto de Ley N° 2661/2013-CR plantea la reducción del IGV al 17% para el 2014, 16% para el
2015 y 15% para el 2016.
En diálogo con LaRepublica.pe , Gonzales Izquierdo aseguró que “la reducción deimpuestos eleva
el crecimiento potencial de la economía peruana”. Además, “tiene varias ventajas: estimula el
crecimiento, promueve la formalización de la economía e impacta en la reducción de
la inflación ”.
Sin embargo, alertó que, de aprobarse la iniciativa, las autoridades deberán evitar que se
produzca un “bache fiscal” .
“También hay que reconocer que una reducción del IGV, aun cuando sea gradual, provocará un
bache en las finanzas del Gobierno. Eso pasará de todas maneras”, aseguró.
Para evitar perjudicar al Estado, planteó la posibilidad de reducir las exoneraciones tributarias
vigentes.
“ Cuando uno propone bajar el IGV, al mismo tiempo tiene que presentar una medida
compensatoria . Yo completo la propuesta del partido Perú Posible diciendo que se debe reducir
las exoneraciones tributarias y tratamientos preferenciales tributarios.Hay que estudiarlo muy
bien, hay un montón de exoneraciones y tratamientos preferenciales que tranquilamente se
pueden reducir”, aseguró.
El gráfico en mención revela que la tasa del IGV en el Perú es una de las más altas de la región: en
Chile es del 19 %; en Argentina, 21 %; en Colombia, 16 %; en México, 15 %; en Venezuela, 12 %; en
Bolivia, 13%; y en Ecuador, 12 %.
http://larepublica.pe/27-09-2013/gonzales-izquierdo-reduccion-del-igv-favorecera-al-crecimiento-
economico
¿Reducir el IGV?
Jueves, 24 de julio del 2014
OPINIÓN
13:50
Sin lugar a dudas. Así lo asegura Carlos E.Paredes, director de Intelfin: reducir la tasa
del IGV dejaría más dinero en manos de los consumidores y de las empresas, medida que
resultaría beneficiosa en el actual contexto macroeconómico.
Por Carlos Paredes
1.- En setiembre del 2013 publiqué un memorándum con el mismo título que usted está leyendo
ahora. Entonces analicé el argumento que se había puesto de moda para bajar el IGVy refuté la
hipótesis de que una reducción en la tasa del impuesto aumentaría la recaudación. Para que una
rebaja en la tasa del IGV genere un aumento de la recaudación, el PBItendría que ser
extremadamente sensible a este impuesto. Y aunque una reducción en el IGV dinamizaría la
economía, no lo haría tanto como para que la recaudación se incremente (para eso se necesitaría
que la elasticidad sea mayor a uno, lo cual no se verifica en el mundo real).
2.- Sin lugar a dudas, reducir la tasa del IGV bajaría la recaudación y es justamente por eso que
hoy, ante la abrupta desaceleración de la economía, sí resulta conveniente reducir la tasa del IGV.
Recordemos que una menor recaudación, producto de una disminución en la tasa impositiva,
equivale a dejar más dinero en manos de los consumidores y de las empresas. Y es precisamente
por eso que esta medida resultaría beneficiosa en el actual contexto macroeconómico.
3.- Existe un consenso en torno a que reactivar la demanda en el corto plazo es conveniente. De
hecho, el BCR acaba de bajar su tasa de interés de referencia, mientras que desde elMEF el
ministro Castilla y su equipo buscan reactivar en base a un impulso fiscal: gestionaron un crédito
suplementario en el Congreso a fin de aumentar la inversión pública, otorgaron bonos
excepcionales a los empleados públicos e, incluso, exoneraron las gratificaciones del sector
privado del aporte a EsSalud y obligaron a los empleadores a transferir ese monto en la forma de
un bono extraordinario a los trabajadores. Supuestamente, estas últimas medidas, junto a la
liberación parcial de la CTS, podrían contribuir a fomentar el consumo y a reactivar la economía.
4.- Sin embargo, el impulso fiscal probablemente será muy limitado, tanto en tamaño como en el
tiempo. Recordemos que la aprobación de un mayor gasto de capital no implica que este se
ejecute y, como hemos señalado anteriormente, existen razones para pensar que el gasto de las
regiones se verá frenado por “el miedo a firmar” y también como consecuencia de las próximas
elecciones regionales. Por otro lado, con respecto a la duración de las medidas, los bonos
extraordinarios de julio terminarán indefectiblemente en julio, mientras que la
liberación de la CTS tendrá un efecto muy limitado y tampoco se sostendrá en el tiempo.
5.- En cambio, una reducción en la tasa del IGV dejará más dinero en las manos de los
consumidores y de las empresas durante todo el periodo en que dicha tasa permanezca en su
nuevo nivel. Esto constituiría un impulso sostenido del gasto con efectos inmediatos. Y aquí hay
que ser pragmáticos: dejar dinero en la billetera de los consumidores es mucho más efectivo para
dinamizar la demanda que tratar de gastar dinero desde el Estado. Resulta claro que es mejor
dejar
el dinero en los bolsillos de los consumidores que apilarlo en las arcas fiscales y esperar que
funcionarios públicos reticentes a firmar decidan cómo y cuándo gastar nuestros recursos.
6.- En conclusión, a pesar del costo fiscal de esta medida, ahora es el momento de reducir
temporalmente el IGVporque es justamente ahora cuando necesitamos de un “impulso fiscal”
efectivo. ¿En cuánto? Sugiero reducirlo por un año en dos puntos, esto equivaldría a algo más de
S/. 5,000 millones, un impulso sustantivo y con efectos inmediatos. ¿Podría llevarnos a un déficit
fiscal? Sí, ojalá, porque apuntar a un superávit sería contraproducente.
Plantean bajar IGV a 15% en 2016
Lunes 16 de septiembre del 2013 | 07:40
Iniciativa es de la bancada de Perú Posible y uno de sus objetivos es estimular
crecimiento económico en pleno contexto de desaceleración.
Una iniciativa legislativa en el Parlamento plantea la reducción gradual del impuesto general a las
ventas (IGV) desde la tasa de 18% actual hasta un 15% en 2016.
De acuerdo con el texto del proyecto, cuando en 2011 se aplicó una baja a ese impuesto –de 19%
a 18%–, la Sunat sostuvo que la medida iba a implicar una disminución de los ingresos en S/.3 mil
millones.Sin embargo, la recaudación aumentó en S/.5 mil millones.
Asimismo, detalla que la reducción del IGV sería de un punto porcentual por año. En 2014 se
bajaría a 17%; en 2015, a 16%, y recién en 2016 se llegaría al 15%.
http://peru21.pe/economia/plantean-bajar-igv-15-2149376
El Impuesto General a las Ventas (IGV) en el Perú, conocido en otros países como
Impuesto al Valor Agregado (IVA), es el cuarto más alto en América Latina y El
Caribe (ALC), junto a República Dominicana y Barbados en una muestra de 20
países, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de
Comercio de Lima basándose en un estudio realizado con el economista Luis Arias
Minaya.
Follow @EconomiaECpe
Comparando con sus socios de la Alianza del Pacífico (AP), el IGV de Perú es
inferior al de Chile pero superior al de Colombia (16%) y México (16%).
IMPUESTO A LA RENTA
En el caso del impuesto a la renta de empresas (IRE) su reciente reducción a 28%
nos equiparó con el promedio en América Latina (28,5%), pero sigue siendo
superior al promedio de los países de la OCDE (25,0%). El IRE de Perú ocupa el
séptimo puesto en la misma muestra de 20 países de ALC.
"En este caso el Perú está muy cerca del promedio de tasas pero, respecto a sus
socios de la AP, la tasa de Perú es superior a la de Chile (25%), pero inferior a las de
Colombia (33%) y México (30%)",manifestó Peñaranda.
En cuanto a la tasa mínima del impuesto a la renta, el Instituto anotó que la tasa de Perú ocupa el
noveno lugar de la muestra de 20 países de ALC; mientras que respecto a la tasa máxima del
impuesto a la renta, la tasa de Perú ocupa el sexto puesto en la muestra de 20 países de ALC, junto
a El Salvador, Nicaragua y Uruguay, siendo inferior a la de todos sus socios de la Alianza del
Pacífico.
"El primer punto es que si bajas el IGV, la historia demuestra que subirla es prácticamente
imposible. Entonces no queríamos tomar ninguna medida de impuestos que no considerásemos
que debía ser permanente", explicó en La Hora N.
El segundo tema es que no hay una certeza de que una bajada del IGV tenga un impacto directo
en la economía.
"Cada punto porcentual del IGV te cuesta S/. 2.500 millones. Para la magnitud que podrías bajar,
se puede quedar en márgenes de redondeo, podrías dar liquidez a las empresas, pero no queda
claro que fuera trasladado (al consumidor)", comentó.
Más efectivo que ajustar la tasa del IGV es ir desmontando los sistemas de pago de este impuesto
(retenciones, percepcionesy detracciones) que asumen las empresas para recaudar los ingresos
de la Sunat.
Además señaló que esos sistemas de recaudación "son bastante más distorsionantes que la tasa
misma del IGV", porque generan costos a las empresas para hacer una labor de recaudación que le
compete a la Sunat.
Más aún, afirmó que con el desmontaje en las percepciones y las propuestas tributarias de
disminución del Impuesto a la Renta para personas naturales y jurídicas así como la reinversión de
utilidades (aproximadamente un total de S/. 4.500 millones), "nos cuesta básicamente el
equivalente a un poco menos de la bajada de dos puntos del IGV".
http://elcomercio.pe/economia/peru/dos-razones-mef-no-pensar-reducir-igv-noticia-
1772994?ref=flujo_tags_514710&ft=nota_27&e=imagen
MIÉRCOLES 29 DE OCTUBRE DEL 2014 | 10:26
"No creemos que sea adecuado en estos momentos reducir el IGV.Estamos analizando opciones,
orientadas a reducir el costos de transacción y ver como se puede reducir el costo de la
informalidad", dijo mediante enlace telefónico a RPP.
Desde Boston, el titular del MEF aclaró que ya se evalúan opciones sobre este impuesto las cuales
serán dadas a conocer en las próximas semanas. Estas propuestas no plantearían reducciones
temporales.
"Ha habido también unos planteamientos alternativos sobre reducciones temporales de IGV. Las
reducciones temporales en el Perú no funcionan. Nunca son temporales. Entonces, cualquier
reducción tiene que asumirse que va a ser permanente; la cosa no va por ese lado ira por otro
lado", acotó.
SISTEMA PREVISIONAL
Respecto al planteamiento para eliminar los aportes obligatorios al sistema de pensiones peruano,
Segura sostuvo que en casi todos los países del mundo esta contribución es obligatoria.
"En el caso de Perú, el reto es cómo implementar la cobertura. Esa es la tarea específica y a eso
nos tendremos que abocar", acotó.
En esa línea, el líder del MEF precisó que hay que extender los esquemas contributivos y ver
esquemas alternativos que puedan facilitar la incorporación de más ciudadanos, ya que en el
país no existe una cultura previsional.
"Yo creo que hay un tema de información y hay que ser cuidadosos en cómo se informa [...]
Tenemos un sistema nacional (de pensiones) con reglas claras [...] para evitar que se vuelva
insostenible, con ciertas reglas de beneficio sostenido", señaló.
En el caso del sistema privado, subrayó que aún no está maduro. "Todavía no tenemos una
persona que haya contribuido durante toda su vida laboral y tenga una tasa de retorno
completa", puntualizó.
http://elcomercio.pe/economia/peru/no-creemos-que-sea-adecuado-reducir-estos-momentos-
igv-noticia-1767432?ref=flujo_tags_514710&ft=nota_29&e=imagen
No hubiese sido mala idea, eso sí, reducir temporalmente la tasa del IGV para combatir la
desaceleración tal y como lo planteó correctamente Carlos Paredes hace unos meses. En
particular, haber reducido por un tiempo el IGV hubiese ayudado a inyectar recursos al sector
privado ante la anomia de la política fiscal para enfrentar la caída de los términos de intercambio.
Pero el momento para reducir el IGV como medida fiscal expansiva ya pasó. La desaceleración ya
ha tocado fondo y reducir la tasa del IGV podría recalentar la economía y aumentar la inflación en
el 2015. Utilizando el indicador coincidente (IC) de la actividad económica, desarrollado por Bruno
Seminario y María Alejandra Zegarra, se puede inferir que la economía empezó a caer en
setiembre del 2013, pero que hay un punto de inflexión en junio de este año. Ver el gráfico del IC
disponible en macroup.blogspot.com.
Es decir, el PBI crecerá con mayor rapidez en los meses venideros y, por lo tanto, ya no es
necesario reducir el IGV. Según mi proyección publicada en julio, cuando las proyecciones oficiales
superaban el 5%, el crecimiento de este año rondará el 2,5%. Muchos otros colegas, Jorge
González Izquierdo, Waldo Mendoza y Bruno Seminario, entre otros, ya nos habían advertido
sobre el mediocre crecimiento del 2014 mucho antes de julio.
Reducir la tasa del IGV tampoco sería la mejor forma de incrementar el grado de formalización de
nuestra economía. Todos los impuestos originan una pérdida de eficiencia social, pues reducen la
actividad económica. Por ejemplo, una persona trabaja menos horas formalmente si tiene que
pagar mayor Impuesto a la Renta y un consumidor compra menos si el impuesto a las ventas es
más alto. Así, bajar la tasa de un impuesto aumenta el número de personas que tributan, es decir,
la base tributaria.
Sin embargo, diversos estudios durante la última década concluyen que el IGV es el impuesto que
causa menores distorsiones en el accionar del sector privado. En otras palabras, el IGV es nuestro
impuesto más productivo y, por lo tanto, el más eficiente desde el punto de vista de la necesidad
de recaudar para financiar los gastos del gobierno. La razón estriba en que es más difícil dejar de
pagar el IGV que otros tributos.
Si queremos reducir impuestos para formalizar, hay que reducir, más bien, las tasas del Impuesto a
la Renta. El grado de informalidad laboral en nuestro país es una cuña para nuestro desarrollo.
Hoy, dos de cada tres trabajadores no son parte del sector formal. Sin entrar a discutir las causas
de la informalidad, entre las cuales está el carácter dual de la economía nacional, reducir el
Impuesto a la Renta nos ayudaría a hacer que más peruanos trabajen formalmente, pagando
tributos, pero, al mismo tiempo, disfrutando de derechos laborales.
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/reducir-igv-juan-mendoza-noticia-
1766815?ref=flujo_tags_514710&ft=nota_30&e=imagen
CURVA DE LAFFER
Diseñada por el economista Arthur Betz Laffer, defiende que, en ocasiones, es precisamente, con
rebajas fiscales como se recauda más. La curva de Laffer se apoya en un sencillo dibujo: una U
invertida, en un diagrama que coloca el tipo impositivo en el eje de abscisas, y la recaudación en el
de ordenadas. La curva de Laffer relaciona niveles de recaudación con el aumento de impuestos. Si
medimos el aumento del impuesto, a través de un tipo impositivo medio t, tendríamos una curva
con ésta forma:
Cuando el tipo impositivo es t1, la recaudación, al aplicar ese tipo sobre la renta, será una cantidad
positiva mayor que cero (concretamente R1). Si aumentamos el tipo, la recaudación seguirá
creciendo hasta alcanzar un máximo en R2, para un tipo t2. A partir de ese punto, cualquier
intento del gobierno para elevar los impuestos (tipo impositivo), se traducirá, paradójicamente, en
un descenso de la cantidad recaudada. Nótese que para t3 la recaudación ha caído hasta R3. Es
decir, habrá un momento a partir del cual el tipo se considere tan alto, que los contribuyentes
comenzarán a dejar de pagar impuestos -será más rentable el fraude o el ocio, que la inversión o el
trabajo- hasta llegar a un punto (cuando la curva de Laffer toca el eje de abscisas) en el que, con
un gravamen del 100%, no se consigue ingresar nada.
La curva de Laffer ha suscitado multitud de críticas, principalmente debido a la dificultad de su
conocimiento empírico, ya que se desconoce el punto de la curva en que se encuentra una
economía o, lo que es lo mismo, no se conoce cuál es el tipo de gravamen óptimo (t2) que nos
proporciona el mayor nivel de recaudación posible. Los críticos de la curva sostienen que, en EEUU
en la década de los años 80, Reagan bajó los impuestos y no aumentó la recaudación y en cambio
los gobiernos que siguieron a Reagan, presididos por George Bush padre y Bill Clinton, subieron los
impuestos y aumentó la recaudación. Pero en este caso la curva de Laffer sigue siendo cierta,
porque, como hemos indicado, hay un momento a partir del cual la disminución de los tipos
impositivos supone una caída de la recaudación. La curva de Laffer pretende demostrar algo que
parece obvio: no por elevar los impuestos, necesariamente se va a recaudar más. Y también su
contrario: no por bajar los impuestos se va a recaudar menos. Islandia, por ejemplo, proporcionó
una demostración interesante de la curva de Laffer. De 1991 a 2001, con el tipo impositivo
cayendo gradualmente desde el 45% hasta el 18% los ingresos fiscales se triplicaron. Desde 2001
los ingresos se han vuelto a triplicar. Mientras tanto la economía islandesa crece a una tasa media
del 4%. Para el caso de España puedes bajarte aquí un artículo que publiqué ayer en el diario El
Mundo
Arthur Laffer dibujó esta curva en una servilleta. Fue en una cena en el restaurante Two
Continents, de Washington, en los años setenta. Laffer fue invitado Dick Cheney, jefe de Gabinete
del entonces presidente Gerald Ford. Laffer trataba de explicar al asesor de la Casa Blanca las
ventajas de una rebaja fiscal y para ilustrar sus ideas, tiró de una servilleta, y dibujó su famosa
gráfica. En 1989, The Wall Street Journal incluyó a Laffer entre las personas que más influyeron en
el periódico. En 1999, la revista Time señaló que la curva de Laffer era uno de los grandes avances
que impulsaron la economía del siglo XX. ¿Y qué fue de la servilleta? Está depositada en una vitrina
en el Bookings Institution (Washington).
En resumen la curva de Laffer se basa en la hipótesis de que, cuando la presión fiscal es muy alta,
la rebaja de impuestos introduce incentivos en la economía, que se traducen en que la gente
trabaja más o se pasa de la economía sumergida a la economía legal, con el consiguiente aumento
de la inversión, el empleo y el consumo. El Estado además recaudará más, al mismo tiempo que
aumenta la renta disponible de los ciudadanos.
Muchos han cuestionado la rebaja del IGV de 19% a 18% porque tendrá un efecto negativo en la
recaudación a corto plazo. En principio, debe considerarse que según la teoría económica toda
decisión de política tributaria necesita evaluarse en función de 4 criterios básicos: eficiencia,
equidad, simplicidad y neutralidad. En ese marco, el incremento de la recaudación per se no
debería ser un objetivo de la política tributaria.
El Manual de Política Tributaria del Fondo Monetario Internacional explica los criterios
mencionados, los cuales resumo a continuación.
Eficiencia: Debe minimizarse la distorsión que causan los impuestos en las decisiones de
producción, consumo e inversión de los agentes económicos. Generalmente, a mayores
tasas impositivas, mayor distorsión.
Equidad: Personas con riqueza similar deben recibir el mismo tratamiento tributario
(equidad horizontal); y personas con mayor riqueza deben pagar más impuestos que las
demás (equidad vertical).
Simplicidad: Mientras más complicado sea un sistema tributario, más costoso será para los
contribuyentes y el Estado pagar y recaudar impuestos, respectivamente. Estos costos
deben minimizarse.
Neutralidad: Debe procurarse que el patrón de ingreso fiscal sea estable a través del
tiempo para que el Gobierno tenga predictibilidad sobre sus recursos. La idea es poder
calzar ingresos tributarios con gasto público.
La rebaja del IGV cumple todos los criterios. Se mejora la eficiencia porque una tasa de 18%
genera menos distorsión en la asignación de recursos que una de 19%. Se obtiene una mayor
equidad porque el IGV es un impuesto regresivo (grava a ricos y pobres por igual); por ende, una
disminución en la tasa reduce su impacto. También se logra una mayor neutralidad porque se
reduce la dependencia del IGV. Además, el Impuesto a la Renta (la otra gran fuente de ingresos) es
más fácil de predecir porque su recaudación está concentrada en pocos contribuyentes. Por
último, el criterio de simplicidad no se afecta porque lo único que cambia es la tasa.
Por otro lado, es cierto que rebajar el IGV va en contra del principio de adoptar políticas
macroeconómicas contracíclicas. Evidentemente, la economía se encuentra en ciclo expansivo.
Así, rebajar impuestos es como echar leña al fuego con riesgo de quemarse. Sin embargo, también
es cierto que es poca leña (S/. 2,000 millones, lo que el Estado dejará de recaudar anualmente,
equivale a 0.5% de la demanda interna) y no hay mucho fuego (en 2011 y 2012 el PBI crecerá 7%,
ligeramente por encima del potencial). Por eso, rebajar el IGV es una medida con fundamento
técnico.
http://bufetetributario.blogspot.pe/2011/03/la-rebaja-del-igv-en-linea-con-la.html
El principal argumento para reducir el IGV es que el Estado peruano dejó de ejecutar S/. 17,881
millones en el 2013, mientras que en el 2012 la cifra fue de S/. 19,282 millones, de los cuales S/.
7,176 millones no fueron ejecutados por el Gobierno Central. Esto quiere decir que el Estado
recauda recursos que luego no utiliza y en más de un caso terminan desviados en corrupción.
Sin embargo, el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, ya adelantó que su despacho
está en contra de la propuesta de García Belaunde debido a que dicha cartera está analizando
otras opciones para impulsar la economía, relacionadas con la reducción de los costos de
transacción y la informalidad.
"Desde el punto de vista del privado, los impuestos son costos que no generan valor, es decir, no
importa si se paga S/. 100, S/. 1,000 ó S/. 1 millón porque no se produce ningún beneficio
concreto. Para el privado mientras menos se pague, más se incentiva la economía. Caso contrario
ocurre con el sector público porque ellos viven de los impuestos." indicó.
El experto recordó que en los últimos dos años se han subido los sueldos de médicos, profesores,
enfermeras, policías, etc., y que este crecimiento económico sigue aumentando el gasto público
en distintas formas. "Debemos recordar también que en los últimos años el precio internacional
de los minerales ha sufrido una caída que está afectando sustancialmente la recaudación
tributaria", dijo.
EFECTOS DE LA REDUCCION DE
IMPUESTOS
5 respuestas
En general, los impuestos son contractivos. Es decir, un aumento de las tasas impositivas
genera una reducción de las ganancias en una actividad económica determinada, lo cual a su
vez reduce la cantidad de empresarios dispuestos a invertir en esa actividad. Es de esperar
que la reducción de las tasas genere el efecto inverso, es decir, una aumento de la cantidad
de empresarios que quieren participar en dicho mercado.
La evidencia empírica es bastante clara en este punto. Cuando se redujeron los tributos a los
espectáculos, estos aumentaron con rapidez, pudiendo ver en Lima a artistas y grupos
musicales que en otro contexto o habrían podido arribar. La reducción de los impuestos en
esta actividad entonces permitió que la misma aumentara sustancialmente, con el
consiguiente beneficio para los consumidores.
Asimismo, es preciso discutir respecto a un mito recurrente. Este señala que a mayores tasas
impositivos, mayor recaudación. Dicha afirmación parece muy lógica, puesto que si los
empresarios producen 100 y la tasa es 30%, el Estado recibe 30. Si la tasa es 40%, el Estado
recibiría 40, lo cual es evidentemente una cantidad mayor.
Sin embargo, esto no necesariamente es cierto. El aumento de las tasas impositivas puede
generar una reducción de la inversión en ese mercado, con lo cual el ingreso del Estado
puede ser incluso menor. Los empresarios ya no van a producir 100, sino 70, entregando tan
solo 28 al Estado.
Este impuesto se aplica sobre el mayor valor asignado a los bienes al momento de la venta.
Origen
La imposición al consumo, más conocido como el impuesto general a las ventas (IGV), tiene sus
orígenes, en nuestro país, en el Impuesto a los Timbres Fiscales (Ley 9923) que afectaba el total
del precio de venta.
En 1973, mediante Decreto Ley 19620, se estableció el Impuesto a los Bienes y Servicios (IBS) que
gravaba la venta de bienes a nivel fabricante o importador. En el año 1982, mediante Decreto
Legislativo 190, se empezó a implementar un impuesto general al consumo con una tasa general
del 16%.
1983 16%
1984 13.8%
1986 6.3%
1987 6%
1988 10.7%
1989 15%
1991 14.7%
1992 17.7%
1993 18%
GOBIERNO AÑO TASA DE IGV
1994 18%
1995 18%
1996 18%
1997 18%
1998 18%
1999 18%
2000 18%
2002 18%
2003 19%
2004 19%
2005 19%
2007 19%
2008 19%
2009 19%
GOBIERNO AÑO TASA DE IGV
2010 19%
2012 18%
2013 18%
2014 18%
2015 18%
Fue en Agosto del año 2003 mediante la Ley 28033, durante el periodo de gobierno de Alejandro
Toledo, que se incrementa la tasa de IGV en un 1%; de 16% a 17%, resultando un total del 19%
considerando el 2% de Impuesto de Promoción Municipal.
Años más tarde, el 20 de febrero de 2011 el Congreso de la República publica la Ley Nº 29666 que
vuelve la tasa del IGV a 16% agregándose el 2% por el Impuesto de Promoción Municipal. Esta
empezó a regir a partir del 1 de marzo de 2011.
El IGV está compuesto por una tasa de impuesto general al consumo del 16% y la del Impuesto de
Promoción Municipal equivalente al 2%.
Operaciones Gravadas
Contratos de construcción.
Importación de bienes.
El IGV grava una serie de operaciones, pero existen ciertos bienes y servicios exonerados, además
de las actividades de exportación.
Este impuesto se aplica sobre el valor agregado, el cual es obtenido por la diferencia entre las
ventas y las compras realizadas durante el periodo.
Mensualmente se realiza la liquidación de éste impuesto, la misma que ha de ser presentada ante
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria – SUNAT mediante Declaración Jurada,
y el pago respectivo en una entidad financiera.
Para la determinación de la obligación tributaria, es decir, del impuesto a pagar al fisco, se obtiene
del resultado obtenido por la deducción del débito fiscal (impuesto cobrado por las operaciones
de venta) el crédito fiscal (impuesto pagado por las adquisiciones efectuadas). Cabe resaltar que
las mencionadas operaciones de ventas y adquisiciones deben encontrarse sustentadas por
comprobantes de pago, además de estar reconocidas como costo o gasto por la Ley del Impuesto
a la Renta y demás formalidades contenidas en la Ley del IGV.
Crédito fiscal.- Es aquel monto de dinero que posee el contribuyente a su favor y el cual podrá
deducir del total de su deuda tributaria, resultando así un monto menor a pagar al fisco o un saldo
a favor, el mismo que podrá seguir deduciéndolo del total de la deuda tributaria correspondiente
al mes siguiente hasta agotarse.
http://www.deperu.com/contabilidad/el-impuesto-general-a-las-ventas-igv-918
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4 ROMERO, Emilio
"Historia Económica del Perú"˲da. Edición, tomo II, Ed. Universal S.A. p. 240
2.4 Los gobiernos democráticos y la llegada de Odría (1939 - 1956).
La estabilidad política vino acompañada de cierta holgura presupuestaria. No hubo mayores modificaciones
en cuanto al sistema tributario. Se buscó crear reservas nacionales, controlar la inflación monetaria y
aumentar las divisas.
Con la llegada de Odría se establece un proceso de libre mercado, de apertura al mercado mundial, sin
proteger las tasas cambiarias. Sin embargo, se puede señalar que se desarrolló el comercio internacional de
manera favorable para nuestro país. Fue su gobierno, el de las grandes obras públicas entre las que se
desatacaron las obras de irrigación en Piura, el auge de la infraestructura vial, las grandes unidades escolares
así como las unidades vecinales y las agrupaciones de viviendas destinadas a empleados y obreros. En esta
época se establece el Hospital del Seguro Social y en él se sientan las bases para este sistema.˼b>2.5 Prado,
Belaúnde y el gobierno de la Fuerza Armadas (1956-1979).
Con el segundo gobierno de Prado, se fijan mínimos para el impuesto a la renta y los impuestos a las
exportaciones son moderados, y más bien bajos con respecto a otros países de la región. Ya no se viven
momentos favorables para colocar nuestros productos en el mercado internacional. Nuevamente fueron los
intereses de los grupos oligárquicos quienes controlaron los destinos del Estado. Por otro lado, se vivió
un clima de libertad de ideas que permitió el desarrollo de partidos políticos. Esto llevó al debate público los
problemas humanos y económicos de nuestra realidad, donde se empezó a gestar la conciencia de tener un
gobierno en el que la organización social y la distribución equitativa de la riqueza llegaran a todos los
ciudadanos.༯font>
El gobierno de Belaúnde se inicia con unas elecciones intachables, con el apoyo mayoritario de la población,
de las Fuerzas Armadas y con una coyuntura económica mundial propicia. En este marco auspicioso dio las
principales medidas de su gobierno: la reforma agraria, la resolución del problema de la Brea y Pariñas,
nacionalizó la Caja de Depósitos yConsignaciones, puso en marcha la Cooperación Popular y restableció las
elecciones municipales. Pero se encontró con una cámara legislativa mayoritariamente aprista y odriísta,
quienes limitaron su gobierno de acuerdo a sus propias conveniencias.
De todas las medidas referidas, sólo se mantuvo la relativa a las elecciones municipales. Pudo desarrollar
un programa de desarrollo vial siendo la Carretera Marginal de la Selva su principal exponente. Sin embargo
se acentuó el desorden administrativo dispendiándose los fondos públicos con las famosas iniciativas
parlamentarias, acumulándose año a año lospresupuestos deficitarios. El gobierno de Belaúnde termina con
una total debacle política: Acción Popular se debatía entre los belaundistas y los populistas; se suspenden las
garantías; la ruina económica se agudizó con los préstamos negociados por Ulloa. En estas circunstancias
surge el movimiento revolucionario de las fuerzas armadas, con la esperanza de poderllevar a cabo las
principales medidas de reestructuración económica y social que el país reclamaba con urgencia.༯font>
Estructura del sistema tributario del siglo XX (1895 - 1962).
Antes de entrar propiamente al tema, cabe señalar que la tributación estuvo siempre sujeta a las
modificaciones del gobierno de turno. Estos cambios tenían que ver siempre con los intereses con los que
la clase política había establecido alianza, o en su defecto, las presiones eran de tal magnitud que los
gobernantes accedían finalmente a sus demandas.
Por otro lado, ha sido difícil encontrar una información ordenada en este aspecto. En el siglo XIX contábamos
con la hercúlea labor de Jorge Basadre quien nos daba el hilo conductor. Sin embargo, después del Oncenio
ha sido difícil hacer un correcto balance de las medidas triburias ejecutadas. A pesar de ello, hemos logrado
esbozar, en grandes líneas, la siguienteestructura tributaria así como un balance de la legislación tributaria
dada en la época:
a) Impuesto a la renta.
b) Impuesto al capital movible.
c) Impuesto a los sueldos.༯font>
d) Impuesto a las utilidades.
Para darnos una idea de lo profusa que era la legislación tributaria, tenemos que estos impuestos hasta 1939,
se dictaron a través de 13 leyes, un decreto ley, siete reglamentos y 25 resoluciones supremas.༯font>
Esta legislación no era clara en sus alcances ni los reglamentos y resoluciones supremas se interpretaban
correctamente (muchas veces por ignorancia y otras por falta de coherencia entre la misma normatividad
vigente).
Desde esta perspectiva, el desarrollo del proceso, a través del cual el Estado recibe bienes (moneda,
especie, o trabajo) para cumplir con las funciones que le son propias (como realizar obras o brindar
servicios para el bien común), fue distinto en ambos períodos.
Mundo Andino
La tributación se realizó a través de la reciprocidad, entendida como un intercambio de energía humana,
fuerza de trabajo o de “favores”.
Mundo Occidental
Tributo entendido como una entrega de dinero o productos a la autoridad en términos muchas veces
coercitivos.
Existen diversas fuentes bibliográficas en la cuales se desarrolla este tema. Por ejemplo, Alfonso Klauer
(2005) en su obra “El Cóndor herido de muerte” reagrupa en tres subconjuntos los tributos que estaban
obligados a aportar los Incas, según fuentes del historiador Franklin Pease (ver Cuadro N° 1).
Cuadro N° 1
Clasificación de los Tributos al Inca
De esta lista detallada se puede deducir que la atención principal de la administración imperial “giraba
alrededor del control de la energía humana”, como afirma Pease.
En sus inicios, el poder del Inca (Estado) se sustentó en una constante renovación de los ritos de la
reciprocidad, para lo cual debió tener objetos suntuarios y de subsistencia en sus depósitos en cantidad
suficiente para cumplir con los curacas y jefes militares que se hallaban dentro del sistema de la
reciprocidad. En la medida que creció el Tawantinsuyo, se incrementó el número de personas por
agasajar, lo que dio lugar a la búsqueda de nuevas formas de acceder a la mano de obra, obviando los ritos
de la reciprocidad. Así aparecieron los centros administrativos y, más adelante, los yanas que eran
representantes del Inca.
Ideas clave
• En la sociedad y economía andina prehispánica no existieron el comercio, la moneda ni el mercado. Sin
embargo, sí existió el intercambio.
• El alto desarrollo social del mundo andino prehispánico radicó en una redistribución equitativa de la
acumulación de recursos.
• La principal riqueza fue la fuerza de trabajo. La contribución de la población fue fundamentalmente su
fuerza de trabajo.
• La redistribución de recursos y la contribución de fuerza de trabajo se sustentaron en dos principios
organizadores de la sociedad andina: la reciprocidad y la redistribución. Estos principios constituyeron el
fundamento para exigir la contribución.
Todos contribuían con el Estado y el monto del aporte en trabajo o especies se determinaba a nivel de
Ayllu, jefe étnico/ macro étnico e Inca.
La forma de tributar en el contexto occidental tuvo características propias. El tributo consistía en la entrega
de una parte de la producción personal o comunitaria al Estado, que se sustentaba en un orden legal o
jurídico. La conquista destruyó la relación que existió en la época prehispánica en la que la entrega de
bienes o fuerza de trabajo se basaba en los lazos de parentesco, que fueron el fundamento de la
reciprocidad.
La nueva forma de tributación proveniente de occidente se organizó en base a ordenanzas y mandatos del
rey, de acuerdo con tasas o regímenes establecidos.
La recaudación del tributo era responsabilidad del corregidor, quien para evitarse trabajo “vendía” dicha
responsabilidad a un rentista o se la encargaba al encomendero al inicio de la colonia y posteriormente al
hacendado y a los curacas.
Los corregidores entregaban lo recaudado al Real Tribunal de Cuentas con cargo a regularizar lo faltante en
una siguiente entrega. Esta casi nunca se producía porque en esa época un trámite ante el Estado virreynal
podía fácilmente demorar entre cinco y diez años, lapso en el cual el corregidor moría o la deuda
prescribía.
Otro asunto importante es que la base tributaria (número de contribuyentes) estaba compuesta por los
indios de las encomiendas y de las comunidades. Sobre ellos recaía el mayor peso de la carga tributaria.
Ellos pagaban un impuesto directo, mientras que los españoles, criollos y mestizos tenían obligaciones que
mayormente no afectaban su renta sino su poder adquisitivo. Esta situación se mantuvo hasta bastante
iniciada la República y acabaría sólo cuando Don Ramón Castilla abolió la esclavitud y el tributo indígena en
1854.
Otros impuestos fueron: pontazgo, sisa, mesada, estancos, venta de oficio, mesada, viñas, servicios y
millones.
Ideas clave
• El enfoque occidental a partir del cual se realizó la economía colonial rompió con la lógica redistributiva
del Estado Inca. Así, se instala la explotación y enormes brechas de desigualdad entre españoles y el
pueblo indígena.
• El cobro de tributos se fundamentó en la legislación colonial.
• El sistema tributario tenía como principal objetivo el enriquecimiento de los invasores.
La inversión en servicios para la población fue mínimo. Esto confirma el carácter no redistributivo del
Estado Colonial.
El único impuesto directo fue el tributo indígena. Fue el de mayor rentabilidad. Los indígenas soportaron la
mayor carga tributaria.
A lo largo de nuestra historia republicana hemos pasado por períodos de inestabilidad política y
económica. Así, la tributación existente en cada período ha sido y continúa siendo expresión clara de las
contradicciones de la época.
Sistema de tributación
• Desde la primera Constitución del Perú en 1823, se define la obligación del Poder Ejecutivo de presentar
el Presupuesto General de la República.
• Dicho presupuesto se establecía de acuerdo con un cálculo previo de los egresos y fijando las
contribuciones ordinarias, mientras se establecía una contribución única para todos los ciudadanos.
En esta concepción, los impuestos estaban dados por la contribución personal, sin considerarse capitales,
rentas ni la riqueza del contribuyente.
Finalidad de la tributación
• Proveer al Estado del dinero necesario para la defensa nacional, la conservación del orden público y la
administración de sus diferentes servicios.
• Recién con Piérola, a fines del siglo XIX, el Estado asume, además de los fines mencionados, otros de
índole social, tales como la educación y la salud públicas. Por ejemplo, los subsidios a la alimentación y el
inicio de la construcción de las llamadas viviendas populares.
Principales Tributos
2. LA TRIBUTACIÓN EN LA ACTUALIDAD
La tributación en el Perú sigue el estándar internacional y está constituida por la política tributaria, la
Administración Tributaria y el sistema tributario, que se relacionan con el Estado Peruano, tal como se
muestra en el Gráfico N° 1:
2.1. Definición del Sistema Tributario
Cotidianamente ocurren hechos de distinta naturaleza. La ley moderna considera a algunos como civiles
(el nacimiento, la muerte, el matrimonio, etc.), penales (la apropiación ilícita, la defraudación, el homicidio,
etc.) y económicos (la celebración de contratos de comercio, las ventas de bienes, etc.).
Las leyes tributarias se refieren a hechos económicos de los cuales se derivan aportes de los individuos a su
Estado.
Un sistema tributario es el conjunto, racional, coherente de normas, principios e instituciones que regula
las relaciones que se originan por la aplicación de los tributos en un país.
No siempre se puede decir que el sistema tributario vigente de un país, en una época determinada, es
igual al de otro país. Tampoco lo es en un mismo país, pero en épocas diferentes. Por lo tanto, un sistema
tributario podrá variar de un tiempo a otro o de un país a otro.
El sistema tributario nacional peruano tiene una estructura básica, estándar a nivel internacional, y está
orientado por:
Comprende:
• Impuestos,
• Contribuciones y
• Tasas.
Según el Diccionario de la Real Academia Española el término principio significa la “base, el origen, la razón
fundamental, cada una de las primeras proposiciones o verdades fundamentales por donde se transcurre
en cualquier materia”. En este caso, nos referimos a esas proposiciones en materia tributaria, como son la
neutralidad, la equidad, la simplicidad y la legalidad, que a continuación se detallan.
2.3 Clasificación de los Tributos de acuerdo con el órgano recaudador
Impuesto a la Renta
Grava las rentas de capital, del trabajo y de la aplicación conjunta de ambos factores. Se entienden como
rentas aquellos ingresos que provienen de una fuente durable y susceptible de generar ingresos
periódicos.
Contribución al ESSALUD
Es la contribución al Seguro Social de Salud (ESSALUD), que es un organismo público descentralizado del
Sector Trabajo y Promoción Social, con personería jurídica de derecho público interno, con autonomía
técnica, administrativa, económica, financiera, presupuestal y contable. Tiene por finalidad dar cobertura a
los asegurados y sus derechohabientes, a través del otorgamiento de prestaciones de prevención,
promoción, recuperación, rehabilitación, prestaciones económicas y prestaciones sociales que
corresponden al régimen contributivo de la Seguridad Social en Salud, así como otros seguros en riesgos
humanos.
Aporte a la ONP
Se refiere a la contribución al Sistema Nacional de Pensiones, cuya administración corresponde a la Oficina
de Normalización Previsional (ONP). La ONP es una institución pública descentralizada del Sector
Economía y Finanzas, con personería jurídica de derecho público interno, con recursos y patrimonio
propios, con plena autonomía funcional, administrativa, técnica, económica y financiera dentro de la Ley.
Contribución al SENCICO
Son sujetos al pago de la Contribución al SENCICO, en calidad de contribuyentes, las personas naturales y
jurídicas que perciban ingresos por el desarrollo o ejecución de actividades relacionadas con la
construcción, señaladas en la clasificación CIIU 45 - construcción.
Es aplicable a los contratos de construcción celebrados en el territorio nacional o no y cuyo servicio sea
empleado en nuestro país e independiente al lugar donde se perciban los ingresos, así como a los servicios;
es decir, los trabajos de instalación, reparación y mantenimiento enmarcados en la actividad de la
construcción.
Impuesto Predial
Grava el valor de los predios urbanos y rústicos.
La recaudación, administración y fiscalización corresponde a la municipalidad distrital donde se ubica el
predio.
Impuesto de Alcabala
Grava las transferencias de urbanos y rústicos a título oneroso o gratuito, cualquiera su forma o
modalidad, inclusive las ventas con reserva de dominio. La primera venta inmuebles que realizan las
empresas constructoras no está afecta al impuesto, salvo la parte correspondiente al valor del terreno.
La base imponible del impuesto es el valor de autovalúo del predio correspondiente al ejercicio en que se
produce la transferencia, ajustado por el índice de Precios al Mayor (IPM) para Lima Metropolitana que
determina el Instituto Nacional de Estadística e Informática F17F.
La obligación tributaria se origina al momento en que las personas pagan el derecho para presenciar el
espectáculo. Estas son sujetos pasivos del impuesto, mientras que las personas que organizan el
espectáculo son responsables tributarios, en calidad de agentes perceptores del impuesto. Asimismo, el
conductor del local donde se realiza el espectáculo afecto es responsable solidario.
Tasas
Son los tributos creados por los concejos municipales cuya obligación tiene como hecho generador la
prestación efectiva por la municipalidad de un servicio público o administrativo, reservado a las
municipalidades de acuerdo con la Ley Orgánica de Municipalidades.
Las municipalidades emitirán las normas procesales para la recaudación, fiscalización y administración de
las contribuciones.
Los componentes del tributo son el hecho generador, el contribuyente, la base de cálculo y la tasa.
Hecho Generador: Es la acción o situación determinada en forma expresa por la Ley para tipificar un
tributo y cuya realización da lugar al nacimiento de la obligación tributaria. También se conoce como
hecho imponible.
Contribuyente: Persona natural, jurídica, empresa o sucesión indivisa que realiza una actividad económica,
que de acuerdo con la Ley, constituye un hecho generador, dando lugar al pago de tributos y al
cumplimiento de obligaciones formales.
Base de Cálculo: Se refiere a la cantidad numérica expresada en términos de medida, valor o magnitud
sobre la cual se calcula el impuesto. También se conoce como base imponible.
Tasa: También llamada alícuota. Es el valor porcentual establecido de acuerdo con la Ley para aplicarse a la
base imponible, a fin de determinar el monto del tributo que el contribuyente debe pagar al Fisco. No se
debe confundir con la tasa que es un tipo de tributo.
http://asarhge3ro.blogspot.pe/
Economistas se dividen por medida aprobada en el
Congreso
Polémica reducción del IGV
El Congreso de la República aprobó el proyecto de ley del Ejecutivo que planteó bajar el
Impuesto General a las Ventas (IGV) de 19% a 18%. También aprobó, en primera votación, la
reducción del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) de 0,05% a 0,005%. Estas
nuevas tasas entrarían en vigencia desde el 1 de abril.
Por su parte, Benavides comentó en emisoras radiales que la disminución del IGV de 19% a 18%
significará para las familias peruanas S/.500 de ahorro o más en todo el año.
El ministro: Benavides también se mostró confiado de que los vendedores bajarán los precios
luego de la disminución del IGV. Sin embargo, no todos comparten su opinión.
Para Eduardo Morón, profesor de la Universidad del Pacífico y ex viceministro de Economía, los
precios no bajarán tras la disminución del IGV. "La forma como se cobran los precios en el Perú es
incluyendo el IGV. Lo más probable es que toda la disminución de este impuesto vaya al margen
de quien esté vendiendo [el producto]", refirió, pero aclaró que en los precios de bienes o servicios
como los pasajes aéreos sí se trasladaría la rebaja del impuesto al consumidor.
César Peñaranda, director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la
Cámara de Comercio de Lima (CCL), manifestó que la población notará directamente la
disminución del IGV en los recibos de servicios públicos, como agua, electricidad y
telecomunicaciones. "En esos casos sí va a ser nítido y habrá un beneficio directo como
consecuencia de la reducción del IGV. Con la disminución del impuesto las empresas no pierden al
bajar el precio, pues cobran la tarifa por el servicio prestado y trasladan al Gobierno el impuesto
que recaudan", explicó.
Agregó que también podría haber disminución de los precios de las gasolinas como producto del
menor IGV, pero queda en duda si ocurrirá lo mismo con otros bienes, como los que se venden en
supermercados y tiendas. Para Alejandro Indacochea, la reducción del IGV no implicará un menor
precio de los alimentos, no obstante coincidió en que es necesaria la reducción de las tasas de
impuestos. Incluso cree que el escenario idóneo sería un Impuesto General a la Venta (IGV) de 15
por ciento.
"El Perú es uno de los países que tiene las tasas más altas de impuestos, IGV, del IVA, y una de
las tasas más bajas en lo que se refiere a recaudación fiscal", acotó. Sostuvo que la reducción del
IGV de 19% a 18% no afectará de manera significativa sobre el precio de los alimentos, en un
contexto de alza internacional de los commodities. Agregó que esta reducción tiene que ir
acompañada de la reestructuración del sistema tributario y del reforzamiento de la Sunat, para así
aumentar la tasa de recaudación. Advirtió finalmente que hay que ser muy cuidadosos con el
manejo de la caja fiscal porque cada punto porcentual significa S/. 1.500 millones.
LAS CRÍTICAS
De otro lado, el ex presidente del Banco de la Nación, Kurt Burneo, calificó de "irresponsable" la
medida. "Él(ministro de economía)dice que esta "baja" aumentará la capacidad de consumo en la
población, y eso es falso, pues dudo que dicha reducción tributaria se traslade al consumidor final,
lo único que puede generar es que veamos nuestras tarifas de consumo con un monto menor al
acostumbrado, pero de ahí a que aumente la solvencia de los peruanos, es algo efímero".
Asimismo, apuntó que esta conducta del ministro es procíclica, pues en vez de guardar "pan para
mayo", van a perjudicar la economía peruana, "van a comprometer un costo de 200,00 millones
soles al año y ¿para qué?", se preguntó. De igual manera indicó que el hecho de reducir el IGV e
ITF, no tiene nada que ver con que la población deje o no de ser formal en su consumo. Este
comentario lo pronunció en alusión a que el ministro justificara la "baja" como una buena propuesta
para "mejorar" el mercado informal.
César Luna Victoria, abogado experto en Derecho Tributario, explicó que estas exoneraciones son
ineficientes y nada profesionales, indicando que si se quiere aumentar la solvencia económica de
los peruanos se debe apelar a los subsidios. "Hay que explicar a la gente, que es mejor un subsidio
directo en vez de esa baja de impuestos. No se puede engañar a la gente, diciendo que esto los
beneficiaría cuando es, totalmente, lo contrario. Estamos hablando de que el Estado dejaría de
percibir 1.14 % menos del impuesto normal, teniendo en cuenta que ya el IGV de 19% es
insuficiente".
Algo similar expresó Félix Jiménez, integrante del Plan de gobierno de Gana Perú, "Estamos
hablando de 2,500 millones de soles menos que el Estado percibiría con esta "baja", esto es "falta
de profesionalismo", pues a largo plazo no contribuye a nuestra seguridad económica ni interna, ni
externa. Parece que no hubieran economistas que asesoraran al ministro de Economía".
¿Cuál debería ser esa meta? Como mínimo, ya que el ministro en espera ha
declarado su “compromiso total” con la disciplina fiscal, debería mantenerse la
recaudación total del IGV en el nivel alcanzado en el año 2015, que fue de
51.668 millones de soles. Dicho de otra manera, los casi 2.900 millones que se
perderían con la reducción de un punto tendrían que recuperarse ampliando la
base del impuesto. Cosa que no va a ser fácil.
Todo lo cual resulta en que esta última no debe de exceder los 300.000 millones
de soles y que, a lo sumo, podrían recaudarse 54.000 millones de IGV, no mucho
más de lo que ya se recauda. La evasión no parece llegar ni a los 2.400 millones.
Allí están incluidas, si las cifras del PBI son fidedignas, las transacciones no
declaradas de las empresas formales y casi la totalidad de la producción de las
informales. Ni siquiera una victoria aplastante sobre la evasión y la informalidad
garantiza que se cumpla nuestra meta hipotética de mantener la recaudación del
IGV al nivel del 2015 para dar paso a una segunda reducción de un punto en la
tasa.
http://elcomercio.pe/opinion/mirada-de-fondo/ppk-reducir-igv-ivan-alonso-
noticia-1915250
Reducir el IGV
Cuando el crecimiento de una economía se desacelera, los bancos centrales
suelen reducir las tasas de interés de referencia, mientras que los gobiernos
aplican políticas fiscales expansivas, generalmente vía un alza del gasto público.
En nuestro caso, ante un dinamismo que difícilmente llegará al 3% en 2014,
el BCR reaccionó bajando las tasas. El Ministerio de Economía intentó subir el
gasto sin éxito, pues la ineficiencia de nuestro aparato estatal es clamorosa. Por
esta razón, la inversión pública crecerá 0%, cuando debió hacerlo en 16%, y es
probable que terminemos con un superávit fiscal. Dada la imposibilidad de
aumentar el gasto, lo más sencillo es bajar los impuestos. Reducir en un punto
el IGV significaría poner en el bolsillo de familias y empresas S/.2,800 millones.
Una parte de este monto se trasladará a mayor gasto privado y contribuirá a
reactivar, en algo, la economía. Es una medida fácil (se necesita solo una norma)
y reversible cuando las condiciones cambien.
Reducción del IGV “La reducción del IGV, que mucha gente cree que es
controversial, está sujeta a que se cumplan las metas presupuestarias. Nosotros de
ninguna manera queremos perder nuestro calificativo crediticio de A a A-,
tenemos casi el mejor de América Latina, salvo Chile. Vamos a hacer todo lo
posible por mantener y mejorar eso acceder. A la OCDE también es parte de
eso”.
¿Por qué reducir el IGV? El líder de Peruanos Por el Kambio propuso desde
inicios de su campaña reducir el IGV de 18% a 15% en tres años, con el fin de
incrementar la formalidad. "El IGV a 18% es una barrera a la formalización, lo
vamos a bajar un punto por año, dentro de un plan de formalización. Cuando
lleguemos a 15% vamos a ver cuánto hemos logrado en incorporación al sistema
de las pequeñas empresas y de repente seguiremos bajando un poco más",
declaró a RPP Noticias a fines el año pasado.
¿En cuánto reducirá la pobreza? “En el año 2001 empezamos con 54% de
pobreza. Hoy estamos en 23%, pero podríamos estar en 15%. Nos hemos
atracado recientemente. Nuestro objetivo es bien ambicioso. Yo quisiera que la
pobreza sea no más de 10%. La pobreza extrema debería ser completamente
marginal 1% o 2%. No debería haber pobreza extrema”.
http://rpp.pe/politica/gobierno/ppk-reduccion-del-igv-esta-sujeta-a-que-se-
cumplan-metas-presupuestarias-noticia-978087
¿Reducir el IGV?
Escrito por Carlos E. Paredes
19 / 09 / 2013
1. A nadie le gusta pagar impuestos, tanto es así que nos los tienen que imponer, de allí su
nombre. Los impuestos son la principal fuente de financiamiento del Estado, y a pesar que el
aparato estatal provee una serie de bienes públicos y servicios básicos de manera gratuita, a los
ciudadanos alrededor del mundo no nos gusta pagarlos. Y cuando la calidad de los servicios y
bienes públicos que ofrece el Estado deja tanto que desear como en el caso peruano, el malestar
y la reticencia a pagar impuestos puede ser aún mayor.
2. Por esto es que las propuestas para reducir los impuestos son tentaciones atractivas en las
que repetidamente caen los políticos durante las campañas electorales. Por ejemplo, en las
últimas elecciones, varios candidatos a la presidencia ofrecieron reducir la tasa del IGV. Pero no
hubo que esperar a un nuevo gobierno para ver esta promesa cumplida. Alan García, entonces
presidente de la república, se adelantó a todos y en febrero de ese año, a menos de 75 días de
haberse aprobado la ley de presupuesto para el 2011, que no contemplaba reducción alguna en
los impuestos, anunció que reduciría el IGV de 19 a 18%.
3. ¿Y cuál fue el resultado? La entonces jefa de la SUNAT vaticinó que la recaudación por este
concepto se reduciría en más de 3,000 millones de soles. Al comparar la recaudación del IGV
del 2011 con la del 2010, algunos analistas verifican que la recaudación por este concepto
aumentó en más de S/. 5,000 millones, por lo que concluyen que el temor de la funcionaria habría
sido infundado. Y a partir de esta interpretación desentierran una hipótesis atractiva, pero que
ha sido probada falsa en repetidas ocasiones: que reducir la tasa del impuesto aumenta la
recaudación.
4. Esta hipótesis (derivada de “la curva de Laffer”), que estuvo en el corazón de la propuesta de
los “supply-siders” que apoyaron a Ronald Reagan en los años 80, contribuyó a la explosión del
déficit fiscal norteamericano. Pero a pesar de sus repetidos resultados negativos, resulta
atractiva porque supuestamente provee una base teórica para reducir los impuestos. Y ahora,
en el contexto de la desaceleración de nuestra economía, algunos proponen reducir el IGV en 1
ó 2 puntos adicionales, ya que esto no sólo contribuiría a dinamizar la economía, sino a mejorar
la recaudación fiscal.
5. ¿En serio? Cuando desde la SUNAT se afirmó que disminuir la tasa del IGV reduciría la
recaudación, no se estaba señalando que bajaría con respecto al año anterior, sino en relación
a la recaudación que se habría obtenido de no modificarse la tasa. Para que la reducción del
IGV genere un aumento de la recaudación, el PBI tendría que ser extremadamente sensible a
este impuesto. De hecho, se requeriría que la elasticidad sea mayor a uno, es decir, que la
reducción en el IGV haga crecer tanto la economía que la aplicación de una menor tasa genere
mayores recursos que antes.
6. Bajar la tasa del IGV de 18 a 17% representa una reducción de 1/18 (5.6%). Ello quiere decir
que para que la recaudación aumente, la sola reducción de la tasa debería generar una
aceleración del PBI de más de 5.6 puntos porcentuales. ¿Alguien seriamente cree que si
reducimos la tasa del IGV en un punto nos convertiremos en la economía con el crecimiento más
alto del planeta (con un crecimiento de al menos 11% )? Difícilmente, pero ese es el increíble
supuesto detrás de la hipótesis que reducir el IGV no sólo dinamizará la economía, sino que
contribuirá a una mayor recaudación fiscal.
Carlos E. Paredes
Redacción
01 de marzo del 2011 - 9:48 AM
A partir de hoy entra en vigencia la nueva tasa de 18% del Impuesto General a las Ventas (IGV),
promulgada por el Ejecutivo, luego que el Congreso, a través de la Comisión Permanente,
aprobara los proyectos de ley del Ejecutivo que proponen rebajar de 19% a 18% la tasa del
Impuesto General a las Ventas (IGV) y de 0.05% a 0.005% la del Impuesto a las Transacciones
Financieras (ITF).
La aprobación de este reducción arancelaria trajo un sinfín de opiniones a favor y en contra, por el
lado de congresistas y especialistas en la materia, como el caso del equipo de plan de Gobierno de
Perú Posible, Kurt Burneo, quien señaló que el Estado ha dejado a la Sunat la responsabilidad de
cubrir "el hueco" que dejará la reducción de un punto del Impuesto General a las Ventas (IGV) y la
casi eliminación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF).
Indicó que dicha reducción generará al menos tres mil millones de soles menos de recaudación en
términos anuales.
Pese a las críticas, el ministro de Economía, Ismael Benavides, sostuvo en su momento que el
gobierno de turno maneja la economía de forma "responsable y técnica", por lo que el proyecto
para reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV) es una decisión correcta.
Asimismo, enfatizó que medidas como la reducción del IGV y del Impuesto a las Transacciones
Financieras (ITF), no ocasionarán un forado a la caja fiscal pues el Estado tiene ahora una situación
bastante holgada para reducir ambos impuestos sin generar problemas al fisco.
Conviene indicar que fue el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo, quien decidió
implementar la nueva tasa de 18% a 19% del Impuesto General a las Ventas (IGV), dicha Ley fue
promulgada en el año 2003.
La promulgación de estas normas se realizó en una ceremonia que se realiza en el Patio de Honor
de Palacio de Gobierno.
En el caso de la primera norma, deroga el artículo 7 de la Ley 29628, Ley de Equilibrio Financiero
del Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2011.
En el caso del ITF, se fija en 0,005% la alícuota, la cual se determina aplicando la tasa sobre el valor
de la operación afecta, conforme a lo establecido en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley para la Lucha contra la Evasión y para la Formalización de la Economía.
La norma modifica los artículos 10, 13 y 17 del referido Texto Único Ordenado y entra en vigencia
a partir del próximo 1 de abril.
En cuanto a la disminución de la tasa del ITF, señaló que con ello “se devolverá al bolsillo de la
gente, en el curso de un año, varios de cientos o miles de soles de acuerdo a su capacidad
adquisitiva, eso le va hacer muy bien al Perú”.
http://elcomercio.pe/economia/peru/presidente-garcia-promulgo-ley-que-reduce-19-18-igv-
noticia-716066
Cabe recordar que la nueva tasa del IGV será 16%, a la que debe agregarse el
2% de Impuesto de Promoción Municipal – IPM, con lo cual la tasa acumulada
desde marzo será 18%.
– Los pagos parciales recibidos hasta el 28 de febrero llevan la tasa del 19%, aún
cuando los bienes se entreguen con posterioridad.
Toda venta interna – con entrega o no de los bienes, retiro de bienes, contratos de
construcción, venta de inmuebles, prestación de servicios empresariales que se
efectúen a partir del 1º de marzo del 2011 se grava con la tasa del 18%.
La tasa rebajada del ITF regirá a partir del 1º de abril del 2011.
Para tal efecto, la referida ley ha derogado el artículo 7º de la Ley Nº 29628, Ley de Equilibrio
Financiero del Presupuesto del Sector Público para el año fiscal 2011, artículo que precisamente
prorrogó el porcentaje del IGV en un 17% hasta el 31 de diciembre de 2011.
Debe recordarse que para efectos prácticos, la tasa que se aplicará a partir del 1 de marzo de 2011
será del 18%, en vista que a la tasa del IGV (16%) deberá agregársele el 2% por el Impuesto de
Promoción Municipal (2%).
Ley que restituye la Tasa del Impuesto establecida por el artículo 17 del Texto Único
Ordenado de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo
LEY Nº 29666
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
LEY QUE RESTITUYE LA TASA DEL IMPUESTO ESTABLECIDA POR EL ARTÍCULO 17 DEL
TEXTO ÚNICO ORDENADO DE LA LEY DEL IMPUESTO GENERAL A LAS VENTAS E
IMPUESTO SELECTIVO AL CONSUMO
La presente Ley entra en vigencia el primer día del mes siguiente de su publicación en el diario
oficial El Peruano.
En Lima, a los dieciséis días del mes de febrero de dos mil once.
POR TANTO:
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los diecinueve días del mes de febrero del año dos mil
once.
http://spij.minjus.gob.pe/clp/contenidos.dll/decleyes/coleccion00000.htm/a%C3%B1o29920.htm/
mes29956.htm/dia29973.htm/sector29974.htm/sumilla29975.htm?f=templates$fn=document-
frame.htm$3.0#JD_L29666-A1
En esa misma fecha también se publicó la Ley Nº 29667 que rebajó la alícuota del Impuesto a
las Transacciones Financieras – ITF del 0.05% al 0.005%, observando que en este caso la
rebaja es considerable y la misma operará a partir del 01 de abril de 2011.
Una pregunta inicial que podríamos plantear es ¿por qué la diferencia en la rebaja de las tasas
si las leyes fueron publicadas en una misma fecha?
La explicación estaría relacionada al hecho que la rebaja del IGV es inmediata ya que bastará
que se consigne la tasa del 18% en lugar del 19%, permitiendo una adecuación a los sistemas
contables en solo ocho días calendario, ya que el 1 de marzo se deberá aplicar la nueva tasa.
En algunos casos el tiempo puede ser insuficiente para algunos contribuyentes ya que utilizan
programas informáticos que requieren ser actualizados. Pese a ello debemos mencionar que
los sistemas informáticos se deben adaptar a la Ley no al revés.
Situación distinta es en el caso del ITF ya que los bancos y entidades financieras deberán
adecuar sus sistemas informáticos a nivel nacional para que la nueva tasa se aplique cuando
ocurran acreditaciones o débitos en las cuentas gravadas con dicho impuesto.
En el caso de los contratos en los cuales se ha optado por la modalidad de suma alzada puede
existir un beneficio para las personas que lo suscribieron, ello por el simple hecho que como el
contrato es a todo costo incluido el IGV, una rebaja de un punto porcentual implicará que el
margen de ganancia de la empresa que ejecuta la obra se incrementará en ese mismo
porcentaje ya que no lo trasladará al fisco. Esta situación de beneficio es contraria a lo sucedido
cuando se incrementó la tasa del IGV a 19% a partir del 1 de agosto del 2003, en donde todos
los que suscribieron contratos a suma alzada tuvieron que asumir el incremento de la tasa
perjudicándose por ese hecho, hoy la historia es al revés y demuestra que también en el tema
tributario se aplica aquel dicho popular de la canción “Pedro Navaja” del autor Rubén Blades
que reza: “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.
La población apreciará que la rebaja del IGV los ha beneficiado cuando observen los pagos de
los recibos de servicios públicos, como es el caso de la luz, el agua y el teléfono, donde se
apreciará una rebaja en el precio final. Eso mismo no ocurrirá en el caso de aquellas empresas
que en su afán de no perder ingresos procurarán mantener los precios o inclusive los
reajustarán, ello con miras al hecho que cuando aplique la tasa del 18% sus ganancias no se
vean mermadas, ello en detrimento de los consumidores finales.
Los más probable que puede existir es que las empresas no trasferirán la rebaja del punto
porcentual del IGV y ello incremente sus ganancias, sobre todo cuando se produzca importación
de los bienes que comercializan, ya que la DUA de importación consignará 18% y no 19%, pero
dicha ganancia no se podrá ver reflejada en un menor precio al que termine pagando finalmente
el consumidor final.
En el caso de la emisión de las Notas de Crédito cabe precisar que si éstas son emitidas a partir
del 1 de marzo de 2011 pero que toman como referencia una operación anterior a esa fecha,
deberán tomar en cuenta la tasa del 19% y no la del 18%, la explicación de ello es porque el
ajuste de la operación toma como datos referenciales a la factura que fue su origen, es la misma
explicación que se utiliza cuando se analiza el tipo de cambio aplicable a las notas de crédito.
Un elemento distorsionador del aspecto fiscal es el tema político, por lo que en los próximos
días que quedan en la campaña hacia la Presidencia de la República, los candidatos de seguro
prometerán una posible rebaja de otros impuestos como puede ser el ITAN o el propio Impuesto
a la Renta, con lo cual el tema que puede ser tratado de manera técnica pasará a ser tratado
de manera política con los cálculos que ello puede beneficiar a los candidatos y no al futuro del
país, del cual todos formamos parte. Si se inició con el IGV y el ITF ¿qué vendrá después?.
http://blog.pucp.edu.pe/blog/blogdemarioalva/2011/02/23/las-tasas-del-igv-y-e-itf-bajaron-que-
consecuencias-se-van-a-generar/