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ANTOLOGIA AMPARO I

UNIDAD. 1

FUNDAMENTO FILOSÓFICO Y JURÍDICO DEL JUICIO DE AMPARO

Objetivo Particular:

Al finalizar este capítulo el estudiante conocerá los fundamentos de la institución de Amparo.

Contenido temático:

1 Fundamento Filosófico

Ante cualquier institución jurídica siempre se platea la cuestión relativa a establecer si su existencia
y estructuración normativa depende sólo de la voluntad del Estado, o si por el contrario, la institución
jurídica esta determinada por elementos y factores que no deben ser rebasados por la actividad
estatal creadora del Derecho Positivo Objetivo.

Esta cuestión ha sido resuelta por el pensamiento jurídico universal, atendiendo a dos corrientes
principalmente; por un lado el positivismo que reputa al Derecho como un mero producto o efecto
de la voluntad del Estado, y por otro lado, nos encontramos con una “tendencia filosófica que
considera a “lo jurídico“ fincado en la naturaleza de las cosas que no debe ser sino aceptada o
reconocida por dicha voluntad a propósito de la formación del orden jurídico.” [1]

El juicio de amparo como institución jurídica, no encuentra su única justificación en razones


positivistas, es decir de carácter estrictamente legal, sino que dicha institución jurídica esta dotada
también de un conjunto de raíces o antecedentes filosóficos.

El juicio de amparo en México nace a raíz del impulso social, impulso que tenía como interés el
proteger las garantías individuales de los gobernados contra cualquier acto del poder público que
afectase o amenazase su integridad.

De lo anterior se desprende que previo a la creación del juicio e amparo, tuvo lugar la implantación
constitucional de las llamadas garantías individuales, fenómeno éste que aconteció en atención al
acatamiento ineludible de las exigencias inherentes a la naturaleza del ser humano como
persona, a efecto de preservar una esfera mínima en que el hombre como tal y como gobernado,
pueda desenvolver su propia personalidad en la búsqueda del logro de sus fines vitales.
Ahora bien, la simple implantación y reconocimiento de las mencionadas garantías individuales en
el ordenamiento constitucional resultaría vana, si no se brindara al sujeto, de manera correlativa, de
un medio jurídico eficaz para exigir y lograr por la vía coactiva su observancia. La experiencia
histórica nos ha demostrado en repetidas ocasiones que la existencia substantiva de un derecho,
reclama imperativamente su tutela adjetiva. Bastaría con citar el ejemplo de los primeros
revolucionario franceses para darnos cuenta del desengaño que sufrieron al darse cuenta que el
simple reconocimiento de los derechos del hombre no fue obstáculo para que éstos últimos fueran
objeto de innumerables violaciones.

De lo anterior se desprende el surgimiento histórico de la necesidad de encontrar un medio jurídico


a través del cual se pudieran hacer respetar los derechos consagrados en la ley en favor de los
gobernados ante el poder y la autoridad de los gobernantes; necesidad que constituye el origen de
la implantación del juicio de amparo como medio tutelar de los derechos del hombre frente a las
autoridades estatales.

Finalmente hemos de señalar que el juicio de amparo no encuentra su justificación filosófica


exclusivamente en la naturaleza invariable de la personalidad humana, sino que la implantación del
mismo también ha obedecido a una ineludible necesidad político-social, puesto que el mismo es
una consecuencia del deseo de proteger la personalidad humana y el régimen normativo del país;
y su funcionamiento, es decir, el funcionamiento del juicio de amparo, es el resultado de la urgencia
de mantener el orden de derecho en que se estructura la sociedad y el Estado Mexicano.

Por lo tanto, tomando en cuenta las consideraciones formuladas con anterioridad, podemos
concluir, que nuestro juicio de amparo tiene una doble fundamentación filosófica:

1. La naturaleza propia del ser humano, pues el Estado tuvo que reconocer ciertos derechos
fundamentales al individuo para garantizar dicha naturaleza.
2. En la necesidad política – social de establecer un instrumento que garantizará la protección
de los derechos fundamentales del individuo

2 Fundamento Jurídico

Una vez que hemos agotado lo relativo a la fundamentación filosófica del juicio de amparo, es
momento ahora de iniciar el estudio de su fundamento jurídico.

El fundamento jurídico del juicio de amparo lo encontramos en la propia Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 103 y 107. De lo anterior, se desprende que el objeto
natural y propio de la tutela que el amparo otorga al gobernado lo es precisamente la propia
Constitución, ya que el juicio de amparo tiene como finalidad tanto la preservación de la Ley
Suprema del país, como la preservación de la esfera jurídica de los gobernados que la misma
establece.
Por otro lado, la Constitución además de ser el objeto tutelar del juicio de amparo, es también la
fuente de su existencia y su fundamento principal. “Y decimos que es la fuente de su existencia, no
sólo porque ella consigna su procedencia y lo crea expresamente en diversos preceptos, sino
también porque de los principios que la informan y de su situación jerárquica – normativa deriva
nuestra institución su razón de ser.”[2]

Aparentemente, el fundamento jurídico del juicio de amparo es muy sencillo; la Constitución, ya que
como lo señalamos ésta es su objeto, fuente de su existencia y fundamento principal. Sin embargo,
no debemos dejarnos engañar con aparente simpleza de este fundamento jurídico, puesto que,
para poder lograr una verdadera comprensión del mismo, resulta imperante analizar, aunque sea
de manera breve los distintos conceptos y principios fundamentales de la Constitución, tales como
concepto de Constitución, soberanía, poder constituyente, poder público, principios
constitucionales, etc.

Ficha Bibliográfica:

- BURGOA, Ignacio. El juicio de amparo. Ed. Porrúa. Pp. 25-33, y 139-140.

[1] BURGOA, Ignacio, “El Juicio de Amparo”, P. 25


[2] Ibid, P.139.

Unidades
UNIDAD 2
ANTECEDENTES HISTÓRICOS GENERALES DEL JUICIO DE AMPARO
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS GENERALES DEL


JUICIO DE AMPARO
Objetivo Particular:
Al finalizar este capítulo el estudiante conocerá las diferentes instituciones que en diversas épocas
y lugares del mundo sirvieron de inspiración para la creación del juicio de amparo en México.

Contenido temático:
1. España
La nación española sufrió varios periodos de acomodamiento y adaptación entre los diferentes
pueblos que habitaron sus territorios, durante la dominación romana como después de la caída del
imperio romano de occidente. A los celtas y latinos se sumaron los bárbaros, vándalos, suevos,
alanos y godos. Desde el punto de vista jurídico la invasión de los visigodos fue la que trajo consigo
el ordenamiento jurídico de mayor significación: el famoso fuero juzgo, fuero viejo de castilla, las
leyes de estilo, el ordenamiento de alcalá, las siete partidas, las leyes de Toro, etcétera.

El derecho positivo español estaba conformado por múltiples fueros que en los distintos reinos, y
en las diferentes épocas expedían los reyes, tanto a favor de los nobles (fueros nobiliarios), como
en beneficio de los moradores de las villas o ciudades (fueros municipales).

El otorgamiento de los fueros municipales obedecía a diversos motivos; militares, políticos, con el
afán de disminuir el poder de los señores feudales, .lel rey otorgaba privilegios que juraba cumplir
y hacer cumplir.

La tutela de estos fueros contra actos y disposiciones de las autoridades, incluyendo al rey mismo,
estaba encomendada a un alto funcionario judicial denominado “Justicia Mayor”. Esta institución del
Justicia Mayor, entraña un verdadero antecedente hispánico del órgano de control (juez que
substancia) de nuestro juicio de amparo.

El justicia podía avocarse a toda clase de expedientes y de procesos, para determinar si el mismo
se justaba con lo preceptuado en los fueros y leyes, castigando el incumplimiento de sus mandatos.

Además del Justicia Mayor, encontramos el llamado “Privilegio General”, antecedente hispano de
nuestros derechos humanos, el cual consagraba derechos fundamentales a favor del gobernado
oponibles a las arbitrariedades del poder público en lo que concierne a la libertad personal. Dichas
garantías se hacían respetar a través de los procesos forales: el de “manifestación de las personas”,
el de “jurisfirma”, el de “aprehensión” y el de “inventario”.

El proceso de “manifestación de las personas” tutelaba la libertad personal contra actos de


autoridades. En virtud del “jurisfirma” el Justicia podía avocarse al conocimiento de cualquier causa
incoada ante otro tribunal, constituyendo un verdadero control de legalidad de los actos de los
tribunales inferiores.

El proceso de “aprehensión” estaba destinado a asegurar los bienes inmuebles de todo acto de
violencia mientras se ventilaba el derecho entre las partes. El de inventario servía para asegurar
bienes muebles y papeles.

Sólo los dos primeros de los procesos forales son considerados antecedentes de nuestro juicio de
amparo pues constituyen verdaderos medios de protección de los derechos contenidos por el
“Privilegio General” (puesto que tienen afinidades teleológicas con nuestro juicio de amparo),
mientras que los dos últimos, son considerados como meras medidas de aseguramiento.
Finalmente, encontramos la figura de las Cortes de Aragón, las cuales tenían el derecho de velar
en todos los ramos de la administración pública, de reformar todos los abusos y de deponer al rey
si faltaba a su juramento de conservar las libertades de la nación.

2. Inglaterra

La consagración y protección jurídica de la libertad en Inglaterra, aparece como resultado de varios


acontecimientos históricos. En la Edad Media prevalecía el régimen de la “vindicta privata” pero
con posterioridad se establecieron limitaciones a esta práctica social, ya que en determinados
periodos no podía ejercerse violencia alguna, en aras del rey. El conjunto de estas restricciones
recibió el nombre de “la paz del rey”. Así, la venganza privada fue extinguiéndose, y el Monarca
empieza a ser el titular de la función judicial. Sin embargo, ante la imposibilidad de impartir justicia
en todos los lugares del reino, se crean las llamadas “Cortes del Rey” con atribuciones que el rey
les había delegado.

Así en Inglaterra se fue extendiendo lo que se llamó el Common Law, que consiste en un conjunto
normativo consuetudinario enriquecido y complementado por las resoluciones judiciales de los
tribunales ingleses, y en particular por la Corte del Rey, las cuales constituyeron , a su vez,
precedentes obligatorios no escritos para casos sucesivos.

Pero en varias ocasiones el Common Law se vio contravenido por el rey, quien confiado en su
autoridad, se creyó poderoso para sustraerse a sus imperativos. Dicha situación trajo como
consecuencia conmociones a través de las cuales el pueblo obtenía triunfos sobre el monarca,
consolidando sus conquistas mediante bills o cartas, que eran documentos públicos obtenidos del
rey, en los que se hacía constar los derechos fundamentales del individuo.

Así a principios del siglo XIII los barones ingleses obligaron al Rey Juan Sin Tierra a firmar el
documento político base de los derechos y libertades en Inglaterra; la Carta Magna. El precepto 46
de dicha carta es antecedente directo de nuestros artículos 14 y 16 constitucionales – garantía de
legalidad- pues establecía que ningún hombre libre podía ser arrestado, expulsado o privado de sus
propiedades, sino mediante juicio de sus partes y por la ley de la tierra: el common law. E.U: el due
process of law.

La autoridad del monarca seguía decreciendo y surge así el parlamento el cual de manera paulatina
fue absorbiendo la potestad legislativa, y logra imponer al rey otro estatuto legal que vino a
consolidar y a garantizar las garantías estipuladas en la Carta Magna: la petition of Rights.

En lo que respecta al instrumento proctector creado para proteger dichas Cartas o bills, es decir,
el antecedente más claro de nuestro juicio de amparo, lo encontramos en el derecho inglés en la
figura del writ of habeas corpus, el cual tenía como objeto proteger la libertad personal contra toda
detención y prisión arbitraria, independientemente de la categoría de la autoridad que la hubiera
ordenado.
Dentro de la institución del habeas corpus, existía además un elemento análogo al informe
justificado que rinden las autoridades responsables en nuestro juicio de amparo, el llamado return,
que era el informe o respuesta que por escrito debía dar la persona a quien el writ se dirige,
manifestando el tiempo y la causa del arresto o de la detención del preso y la presentación del
cuerpo de éste ante la corte o juez que conoce del recurso, con la manifestación de los motivos que
haya.

3. Francia

En Francia, el régimen monárquico absolutista es destruido de manera súbita y repentina con la


Revolución Francesa, misma que trajo como consecuencia la elaboración de la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, documento jurídico político que contenía en sus
diversos preceptos el principio de democracia, así como un principio netamente individualista y
liberal.

El principio de democracia como forma de gobierno se instituyó en la Declaración de 1789, se


manifiesta con la afirmación de que el origen del poder público y su fundamental sustrato es la
nación (pueblo), en la cual se depositó la soberanía.

Decimos que la Declaración francesa contiene un principio individualista, ya que consideraba al


individuo como el objeto esencial y único de la protección del Estado y de sus instituciones jurídicas.

Finalmente, la Declaración francesa de 1789 contiene un principio liberal ya que vedaba al Estado
toda injerencia en las relaciones entre particulares que no tuviese por objeto evitar que el libre
desarrollo de la actividad individual perjudicara o dañara los intereses de otro u otros individuos.

A pesar del reconocimiento de los derechos esenciales de los hombres, al no existir un medio de
defensa legal de los mismos, las autoridades seguían cometiendo arbitrariedades y abusos.

Sin embargo, gracias a la idea del político y jurista francés Sieyés, se logra la creación de un
organismo encargado de garantizar jurídica y políticamente los derechos contenidos en la
Declaración de 1789.

La idea de Sieyés consistía en la creación de un Jurado Constitucional, integrado por 100 miembros,
inamovibles en sus cargos, espléndidamente retribuidos, cuya atribución primordial era la de
controlar el orden constitucional, procurando que todos los poderes del Estado se sometieran a sus
disposiciones, por lo cual, podían anular cualquier acto que implicase una violación.

La idea de Sieyés, fue retomada por Napoleón I, quién crea en la Constitución francesa de 1799 el
Jurado Constitucional pero bajo la denominación de Senado Conservador. Dicho órgano,
constituye un verdadero antecedente de nuestro Juicio de Amparo.
4. Estados Unidos de Norteamérica

Desde la fundación de las colonias inglesas operaba en ellas el common law traído de Inglaterra, y
por tanto, una de las instituciones que fueron retomadas en América, lo fue precisamente el writ of
habeas corpus, como medio protector de la libertad humana contra detenciones arbitrarias.

El habeas corpus en Norteamérica, a diferencia de Inglaterra, era una institución local cuyo
conocimiento estaba a cargo de los titulares de los órganos jurisdiccionales del Estado miembro.
Sin embargo, una vez que las colonias logran su independencia de Inglaterra, se expide la
Constitución Norteamericana en 1787, la cual consagraba una serie de derechos fundamentales a
favor del pueblo norteamericano

Ahora bien, además del writ of habeas corpus, en Estados Unidos de Norteaméria encontramos
también otros recursos específicos que integran el sistema de control constitucional
norteamericano, el cual en su conjunto recibe el nombre de juicio constitucional y que se integra
por: el writ of certiorari (antes writ of error), writ of injuction, y el writ of mandamus.

El writ of certiorari, es el recurso a través del cual se impugnan las resoluciones judiciales en que
no se haya respetado la supremacía normativa. La competencia para conocer de este recurso la
tienen los tribunales jerárquicamente superior al juez que no haya aplicado preferentemente las
disposiciones supremas.

El writ of injuction, tiene la misma función que el incidente de suspensión en el juicio de amparo en
materia civil, y consiste en el mandamiento que el actor solicita al juez con el fin de que éste impida
y suspenda la ejecución de cualquier acto lícito por un particular o una autoridad.

Finalmente, el writ of mandamus, consiste en una orden dirigida por la Corte Suprema a las
autoridades para obligarlas a ejecutar sus propias decisiones.

Actividad: ACTIVIDAD 2
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UNIDAD 3
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL JUICIO DE AMPARO EN MÉXICO
Objetivo Particular: Al finalizar este capítulo el estudiante conocerá la evolución histórica del juicio
de Amparo en nuestro país a partir de la época del México Independiente.

Contenido temático:
3.1. Época de la Independencia La Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
trasciende en el México recién emancipado y se manifiesta en la preocupación por consagrar en un
cuerpo legal las garantías individuales.
3.2. Constitución de Apatzingán. La Constitución de Apatzingán de 1814, también denominada Decreto
Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, contiene un capítulo especial dedicado a las
garantías individuales, reputándolas como elementos insuperables por el poder público. Sin embargo,
en esta Constitución no se estableció ningún medio jurídico para hacer respetar dichas garantías y evitar
así sus posibles violaciones, o reparando las mismas en caso de que ya hubiesen ocurrido las
violaciones. Es por esto que no podemos hablar de antecedentes del juicio de amparo en este
ordenamiento jurídico.
3.3. Constitución de 1824 La Constitución de 1824 no establece una consagración exhaustiva de los
derechos del hombre, solamente se establecen algunos preceptos aislados que contienen derechos del
individuo frente al Estado relativos principalmente a la materia penal. Al no consagrarse debidamente
los derechos del hombre en esta Constitución, el resultado lógico es que tampoco consignó un medio
jurídico para tutelarlas, y por lo tanto, no podemos encontrar un antecedente de nuestro juicio de
amparo.
3.4. Constitución centralista de 1836 Con “Las Siete Leyes Constitucionales” del año de 1936 se
cambia el régimen federativo por el centralista, y se crea el Supremo Poder Conservador, cuya función
principal consistía en velar por la conservación del régimen constitucional. El control constitucional
ejercido por el Supremo Poder Conservador, no era de índole jurisdiccional, sino político, y sus
resoluciones tenían validez “erga omnes”. Así, que en atención a su teleología genérica el Supremo
Poder Conservador y el juicio de amparo tienen fines similares, por lo que se le considera un primer
antecedente de nuestro juicio de amparo, aún y cuando en sus características particulares fueren
diferentes.
3.5. Voto particular de José Fernando Ramírez En junio de 1840, y con motivo de la reforma de la
Constitución de 1836 Don José Fernando Ramírez emite voto mediante el cual propone la extensión de
las facultades de la Corte Suprema de Justicia. Influenciado por el sistema de control constitucional
norteamericano, propone que fuese la Corte Suprema la que conociera de la constitucionalidad de las
leyes o actos de las autoridades. A pesar de que las ideas de este jurista nunca se materializaron,
demuestran ya una tendencia a crear un medio de control de la constitucionalidad por órgano
jurisdiccional.
3.6. Constitución Yucateca de 1840 En 1840, Don Manuel Crescencio Rejón elabora el proyecto de
Constitución Yucateca, en el cual propone la inserción de diversas garantías individuales (consignando
por primera vez la libertad de imprenta y la de cultos), y crea un medio conservador del régimen
constitucional, al cual denominó “amparo”. El sistema de amparo propuesto por Rejón tenía como
finalidad el control de la constitucionalidad y de la legalidad de los actos de autoridades, así como
proteger las garantías individuales de los gobernados. Establece además los principios básicos sobre
los que descansa la procedencia del juicio de amparo en la actualidad: principio de instancia de parte
agraviada, y el principio de relatividad de las sentencias de amparo. Dichos principios los
encontramos consagrados en la exposición de motivos correspondiente que señalaba que “…dotado el
Poder Judicial de las facultades indicadas con más las de proteger el goce de las garantía individuales
al oprimido por los empleados del orden político, que abusan casi siempre de la fuerza,.. no queda
desnaturalizado sacándosele de su esfera. Tampoco se hace de él un poder temible, cual lo sería si se
le encargase impugnar las leyes de un modo teórico y general…”..
3.7. Proyecto de la minoría y mayoría de 1842 En 1842 se designó una comisión de 7 miembros,
encargados de elaborar un proyecto constitucional. En dicha comisión se encontraba don Mariano
Otero, con la minoría (3 miembros), quienes proponían una Constitución de carácter individualista y
liberal y un medio de control del régimen constitucional híbrido; tanto jurisdiccional como político. El
gran mérito de Otero consistió en crear la fórmula jurídica que encierra los efectos de las sentencias de
amparo. Dicha formula señalaba lo siguiente: “La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de
individuos particulares, limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse
la queja, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que la motivare”.
3.8 Bases Orgánicas de 1843 La comisión de 1842 fue disuelta y se nombró en su lugar a una Junta
de Notables, la cual elabora el nuevo proyecto constitucional que se convirtió en las Bases de
Organización Política de la República Mexicana de 1843. En estas Bases se suprime el desorbitado
“Poder Conservador” de la Constitución de 1836, sin que implantara ningún otro sistema de
preservación constitucional por órgano político.
3.9. Acta de Reforma de 1847 En 1847 se promulga el Acta de Reforma, acta con la cual se restaura
la vigencia de la Constitución Federal de 1824. En este documento constitucional se estableció un
sistema híbrido de control de constitucionalidad. Por un lado, gracias a las aportaciones de Otero y
Rejón, se implantó un control de tipo jurisdiccional, encargado al Poder Judicial Federal a través del
Juicio de Amparo; aunque su tutela estaba limitada a la protección de garantías individuales. Por otro
lado se implementó también un control de constitucionalidad por órgano político, pues el Congreso de
la Unión tenía facultades para declarar inconstitucionales las leyes expedidas por las legislaturas de los
Estados.
3.10. Constitución Federal de 1857 Implanta el individualismo y liberalismo puros, como regímenes
de relaciones entre el Estado y el individuo. El individualismo y el liberalismo implican las posturas que
el Estado, como entidad superior, puede adoptar frente a sus miembros. El individualismo estriba en la
protección y conservación de la personalidad individual, en aras de la cual precisaría sacrificar cualquier
otro interés. El liberalismo implica la actitud que el Estado adopta o asume por conducto de sus órganos
frente a la actividad particular, en el sentido de garantizar a ésta un amplio desarrollo mientras no
provoque el desorden dentro del medio social. La Constitución de 1857 establece un capítulo de
Garantías Individuales, e instituye por inspiración de las ideas de Rejón y Otero, el juicio de amparo por
vía y por órgano jurisdiccional, dando competencia exclusiva al Poder Judicial Federal, y
desapareciendo definitivamente el sistema de control por órgano político.
3.11. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 Esta Constitución se caracteriza
por la implantación de un principio intervencionista del Estado en las relaciones sociales. Establece
además las llamadas garantías sociales (art. 27 y 123 constitucional), en virtud de las cuales se busca
proteger determinadas clases sociales consideradas como débiles. La implantación del juicio de
amparo en esta Constitución se da prácticamente en los mismos términos en que lo hizo la de 1857.
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UNIDAD 5
PROCEDENCIA CONSTITUCIONAL DEL JUICIO DE AMPARO Objetivo Particular: Al finalizar
estecapítulo el estudiante conocerá el fundamento constitucional de procedencia del juicio de amparo;
Identificando además conceptos básicos relacionados con el tema de procedencia. Contenido temático:
5.1. Análisis del artículo 103 constitucional. Habíamos señalado con anterioridad, que la Constitución
es el objeto primordial y directo de tutela del juicio de amparo, pero además la Constitución es también
su fuente, ya que en este ordenamiento es donde se establece su procedencia. En efecto, es en la
Constitución Federal, en su artículo 103, donde se establecen los casos o hipótesis de procedencia del
juicio de amparo:
I. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos
reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta Constitución, así como por los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
II. Por normas generales o actos de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los
Estados o la autonomía de la Ciudad de México, y
III. Por normas generales o actos de las autoridades de las entidades federativas que invadan la esfera
de competencia de la autoridad federal.

5.2 Concepto de autoridad para los efectos del amparo El concepto de autoridad para los efectos del
amparo ha sido entendida como aquél órgano estatal, con facultades de decisión o ejecución, cuyo
ejercicio engendra la creación, modificación o extinción de situaciones generales o particulares, de
hecho o jurídicas, o bien produce una alteración o afectación de ellas, de manera imperativa, unilateral
y coercitiva. De manera general, la autoridad para efectos del amparo será un órgano del estado, tal y
como lo establece la anterior definición, sin embargo, con motivo de la expedición de la nueva Ley de
Amparo (abril de 2013), hoy en día es posible que en casos excepcionales, los particulares puedan ser
considerados como autoridad responsable de violentar nuestros derechos humanos. En efecto, el
último párrafo de la fracción II del artículo 5º de la Ley de Amparo, señala cuales son los requisitos que
deberán de cumplirse para que un particular pueda ser señalado como autoridad para los efectos del
amparo: “Para los efectos de esta Ley, los particulares tendrán la calidad de autoridad responsable
cuando realicen actos equivalentes a los de autoridad, que afecten derechos en los términos de esta
fracción, y cuyas funciones estén determinadas por una norma general.”

5.3 Concepto de acto reclamado. El acto reclamado en general es aquel que se imputa por el afectado
o quejoso a las autoridades contraventoras de la Constitución, en las diversas hipótesis contenidas en
el artículo 103 constitucional. Así tenemos que de acuerdo con la fracción I del 103 constitucional, el
acto reclamado estaría constituido por cualquier acto de autoridad del Estado que engendre
contravención a los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por la
Constitución, así como por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte. Por
otro lado, en los términos de las fracciones II y III, del artículo antes citado, el acto reclamado consistiría
en aquellos actos que son realizados fuera de la órbita constitucional de competencia de las autoridades
federales o de las locales en sus respectivos casos, causando un agravio personal y directo, con
violación o no de las garantías individuales.

5. 4 El amparo contra normas generales Recordemos que una de las bases sobre las que descansa
el amparo, lo es el principio de la existencia del agravio personal y directo. Por lo tanto, para que una
norma general pueda ser impugnada en amparo, es necesario que dicha ley produzca un agravio
personal y directo al gobernado. Ahora bien, los efectos de una norma general en las esferas en que
va a operar pueden producirse de manera mediata o inmediata, a partir de la vigencia constitucional de
la disposición legal. Esto da lugar a la clasificación de las normas generales en auto-aplicativas y hetero-
aplicativas Normas generales auto-aplicativas: Son aquellas que no necesitan de una aplicación
posterior para producir sus efectos, sino que su sola promulgación ya implica una evidente
obligatoriedad efectiva y actual para las personas o categorías de personas por ellas previstas, a las
cuales afecta inmediatamente. El término para interponer el amparo es de 30 días contados a partir de
la fecha en que la norma general correspondiente entre en vigor. Normas generales hetero-aplicativas:
Son aquellas que por su sola expedición no engendra afectación alguna, sino que requiere de la
comisión de un acto aplicativo posterior que imponga o haga observar los mandatos legales. El término
para interponer el amparo es de

15 días. ACTIVIDAD 6 FAVOR DE SUBIR SUS MAPAS CONCEPTUALES SOBRE EL TEMA DE LA


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