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Rubén Szuchmacher

Notas para el aprendiz de director de escena y afines

Paula Andrea Castillo Villarreal.

Resumen

En este libro el autor nos brinda una recopilación de información necesaria para el aprendiz
del director de escena y afines, como el título lo indica, en el que comenta los problemas
teórico-prácticos que se pueden presentar en el proceso de cada proyecto teatral.

Palabras clave

Teatro, dirección, espectador, interrogantes.

El contenido del libro menciona las acciones que debe operar un director de escena
teniendo en cuenta las complejidades que se presentan debido a la interacción simultánea
del teatro con otras artes como: la arquitectura, las artes sonoras, las artes visuales y la
literatura. Antes de que el concepto de director existiera esta labor podía ser realizada por el
autor, el actor principal, un escenógrafo o por algún empresario hasta que la figura del
director se consideró primordial a mediados del siglo xx. Así como hoy en día en el teatro
existen muchas y diferentes formas de representación con diversos públicos, también
existen muchas y diferentes formas de dirigir. Teniendo en cuanta esto Szuchmacher nos
comparte desde su experiencia muchos de los aspectos que un director debe tener en cuenta
para desarrollar su trabajo. Pero, ¿Por dónde se empieza? esta es una de las dudas que el
autor nos ayuda a resolver. Szuchmacher propone como punto de partida el acto complejo
de elegir el material a trabajar y la configuración del equipo. Seguido de esto es importante
tener un interrogante a resolver, que debe ser claro y tenerse en cuenta en cada momento
del proceso. El director debe expandir visión y observar con simultaneidad la serie de
elementos, facultades y dificultades de la puesta en escena, el director debe ponerse en los
zapatos del espectador y tener en cuenta su mirada. El director debe construir grupo y
reforzar diariamente sus capacidades y sus saberes apoyándose en libros u opiniones de
otros directores e inducirse en una constante reflexión sobre el trabajo de la dirección.

“La dirección teatral es un arte muy difícil que requiere de una


cantidad enorme de habilidades y saberes que no pueden
soslayarse.” (Szuchmacher, p.04).

Con el paso del tiempo se han ido acumulando saberes que hay que tener en cuenta para ser
un director de escena, esto ha permitido guiar de alguna manera a los que se atreven a
incursionar en esa ardua labor que implica ser un director. El contenido del libro de
Szuchmacher es un ejemplo de ello, ya que te expone algunas de las tareas básicas e
importantes que debe tener en cuenta un director.

Una de las notas del texto que más llamo del texto, fueron las referidas al término de
simultaneidad. Según Szuchmacher, esta simultaneidad se refiere a “la cantidad de
elementos que se ponen en juego en el proceso del montaje de un espectáculo teatral que
obligan al director a desarrollar esta aptitud” (p.15). Este papel que debe desarrollar el
director, me recuerda al papel del dramaturgista en la danza, un término que emplea Álvaro
fuentes Medrano en su libro: El dramaturgista y la deconstrucción en la danza. El
dramaturgista de la danza se desempeña como investigador dentro de un proceso creativo
con variables infinitas, puede realizar el papel de actor y director, ya sea como director
escénico de un texto literario o director escénico de un montaje coreográfico. Para llevar a
cabo su labor el dramaturgista al igual que el director debe tener una formación sólida
sustentada en conocimientos prácticos, teóricos, y complementarios, ya sea, de la danza o
en su debido caso, en el teatro. Sin embargo, esto no es todo lo que alberga ser un director,
todavía hay mucho más, ya decía el autor:

…“El teatro solo es interesante cuando uno hace lo que no sabe (…) Uno no sabe muchas
cosas al comenzar un proyecto y esa posición de no saber es un motor para poder
configurar un nuevo espectáculo.” (p.13).

Otro de los temas del texto que capturo mí atención fué: la configuración del equipo. Dice
Szuchmacher: “Hay que construir una trama grupal para que las cosas lleguen a buen
término.” (p.27). Definitivamente, yo creo en el trabajo en grupo, pero este no se puede
consolidar si no existe un ejercicio de escucha. Saber escuchar es aspecto importantísimo
para todas las circunstancias especialmente en el plano artístico, esta escucha debe portar
una “atención minuciosa y simultánea sobre el detalle y la totalidad” no solo de lo que está
pasando en la escena sino de todo lo que circula alrededor del proyecto, esto incluye a
músicos, coreógrafos, vestuaristas, luminotécnicos, actores, etc..

En mi experiencia alrededor de las artes escénicas me he enfrentado a proyectos donde he


sido dirigida y algunos otros donde he tenido la oportunidad de dirigir.
A partir de esto puedo decir que: no importa que tan pequeño sea tu proyecto, siempre,
desde el momento intimo donde reflexionas sobre “qué quiero hacer” te estas enfrentando a
interrogantes. Dice Szuchmacher:

“Sea cual fuere el interrogante propuesto, es bueno tenerlo claro e intentar dar cuenta de él
en cada momento del proceso, pues de alguna manera, es lo que organiza la totalidad del
trabajo.” (p.14).

Estos interrogantes son los que de alguna manera guían los proyectos y en la medida en que
sean resueltos, serán descubiertas las características únicas que identifica el resultado de
una obra. Los interrogantes pueden surgir alrededor de cualquiera de las tareas que se
requieren para la puesta en escena. Así como la dirección de la puesta en escena puede ser
un trabajo de simultaneidad de las artes donde coexistan para dar un resultado, también así
es un trabajo de simultáneos problemas, dificultades y si, como antes mencionado: de
interrogantes.

Referencias

R. Szuchmacher.(2013). Notas para el aprendiz de director y afines. Editorial Paso de


Gato.

A.Fuentes.(2011). El dramaturgista y la deconstrucción de la danza. Colombia: Icono.

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