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Liderazgo y

Conducción
Módulo 1
Módulo 1- Primeras definiciones

Contenidos a desarrollar:

¿Qué es el liderazgo?

Los líderes importan

¿Qué es el liderazgo?

A lo largo de la mayor parte de la existencia del hombre se es miembro de una organización.


Millones de hombres y mujeres de todo el mundo pasan su vida trabajando en distintas
organizaciones, enfrentando innumerables desafíos al luchar por cumplir con sus tareas
diarias.

Todo lo que una persona logra en su vida social tiene, en mayor o menor medida, el apoyo de
quienes le rodean. Desde nuestro nacimiento, pasando por procesos importantes como la
educación y la socialización, contamos siempre con el apoyo de otros. Padres, hermanos, amigos,
compañeros de trabajo y vecinos, forman parte de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que
decimos y de lo que hacemos.

Lamentablemente, somos poco conscientes de esto, y eso lo confirman nuestras tendencias a


competir, más que a cooperar, y al conflicto, más que a la armonización de los vínculos,
afectando nuestras relaciones.

¿Y qué es una relación?

Una relación es una conexión, un contacto entre dos cosas o entre varios aspectos de una misma
cosa. En el caso humano, diríamos que una relación es una conexión con nosotros mismos o
entre nosotros y nuestros semejantes. Esa relación "yo-yo" o "yo-ellos" es positiva, cuando
favorece el logro de nuestros objetivos, cuando nos permite evolucionar y cuando nos genera
bienestar.

Cuando hemos alcanzado un grado de equilibrio y satisfacción con lo que somos, podemos
entonces establecer relaciones positivas con los demás. Para poder establecer vínculos
verdaderamente favorables, necesitamos tener una escala de valores que así lo permita y,
además, aprender a comunicarnos. ¿Cómo puedo tratar bien a los demás si pienso que la gente
es mala, que nadie cambia, que la vida es una guerra disfrazada y que para que alguien gane, otro
debe perder? ¡Imposible!

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Se requiere pensar que hay una reserva positiva en cada ser, que la gente evoluciona y
cambia con la experiencia, que la vida es un reto y una oportunidad de aprender y experimentar
vivencias positivas, y que son necesarias y posibles la cooperación y la solidaridad. Los altos valores
positivos determinan actitudes y acciones positivas.

Las relaciones positivas requieren para ser una realidad: la valoración y el aprecio por los demás,
antes que la subestimación y el desprecio; el respeto antes que el irrespeto, la tolerancia
más que la intolerancia; la integración; la solidaridad antes que la indiferencia o el rechazo; la justicia
antes que la injusticia, y la paz, no la violencia.

En junio de 2007 en el World Negotation Forum, George Kohlrieser profesor de Liderazgo y


Conducta Organizacional en IMD, la escuela de negocios más reconocida de los Estados Unidos;
además, fue consultor de Coca –Cola, Adidas, IBM, Motorota y Toyota, entre otras presentó “la
gestión de conflictos”. En su disertación destacó que:

“`Cuando el vínculo está quebrado o ausente es cuando la diferencia se convierte en conflicto`, dijo.
Luego aclaró que el secreto está en poder comprender por qué se dio el quiebre; conocer el pasado
de la persona, para entenderla.

Así, marcó que lo importante en este punto es tener un interés en común, y para esto es muy
necesario el vínculo. “La resolución del conflicto requiere de un vínculo positivo; la separación, es el
conflicto. Esto trae congoja, pena, y lo que se debe hacer es atravesar esa congoja para lograr
superar el conflicto. Formar un vínculo a través de un puente de intereses comunes`, señaló. Según
el especialista, manejar el conflicto, abordarlo en forma positiva y generar un puente, son las
aptitudes que debe tener un líder.

Además, para lograr acceder al otro –expresó el disertante- deben utilizarse palabras que tengan
un impacto positivo. ´Se debe dialogar para resolver el conflicto; luego, negociar, hacer
concesiones, estar dispuestos a cambiar posiciones para que surjan beneficios para ambas partes`,
completó”.

Como seres sociales vivimos y nos desempeñamos todos los días en organizaciones de
distinto tipo. Antes de continuar definiremos el término organización. Las organizaciones son
“cualquier agregado compuesto por individuos. La organización puede tener un objetivo para el
cual ha sido creada, por ejemplo una empresa o un club, o puede haberse desarrollado dentro
de la evolución socio-cultural adquiriendo distintas formas en el tiempo, como es el caso de la
familia”1.

1.BRONSTEIN, GAILLARD Y PISICTELLI. La organización egoísta, en Métodos y Técnicas de


Investigación en Ciencias Sociales. Delgado, Juan Manuel; Gutiérrez, Juan. Ed. Síntesis
Psicológica, Buenos Aires, 1995

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Relación individuo - organización

La relación individuo – organización es de naturaleza complementaria al compartir la misión y los


valores. Leonardo Schvarstein complejiza esta mirada: “Yo particularmente no adscribo a la idea de
que la relación individuo organización es, o debe ser, una relación de carácter meramente
complementario. Antes bien, concibo como una relación de carácter complementario y antagónico
al mismo tiempo. Presenta aspectos de complementariedad, en tanto no es posible lograr ciertos
objetivos y la satisfacción de ciertas necesidades sin el esfuerzo conjunto de todos los
miembros de la organización; pero también existe antagonismo, porque la organización se ubica
en una posición de restricción con respecto a los grados de libertad de las conductas de los
sujetos que la componen. El sujeto debe remitirse al cumplimiento de las normas, las políticas
y las condiciones que le impone la organización, aun cuando no sean de su agrado.”

A su vez, todas las organizaciones tienen un programa o método para alcanzar sus metas, para ello
es de gran importancia y muy necesario que en su programa se incluya la “administración”,
ya que ella, consiste en darle forma, de manera consciente y constante, a las organizaciones.

La administración es la principal actividad que marca una diferencia en el grado que las
organizaciones les sirven a las personas que afecta. El éxito que puede tener la organización al
alcanzar sus objetivos y también al satisfacer sus obligaciones sociales depende, en gran
medida, del desempeño gerencial y de los líderes de la organización.

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Según Fernando Flores “La palabra ´administración´ implica un sentido de interés por la
acción, especialmente por el procurar una acción efectiva y cooperativa, y a un nivel más alto, por la
generación de contextos en los cuales se puede realizar consistentemente la acción efectiva.
Aquí el asunto principal es el problema de buena y mala organización, aunque esto aún considera
más bien un arte, un ´know-how´ que una disciplina técnica.

A su vez, el concepto de administración está íntimamente ligado al de comunicación. Entendiendo a


la comunicación como el proceso por el cual una idea es transferida de una fuente a un receptor con
la intención de cambiar su comportamiento. Este comportamiento puede incluir un cambio en el
conocimiento o en la actitud como en un comportamiento observable. De ahí la importancia de la
administración y la comunicación en la relación individuo-organización.

Flores plantea que: “los textos clásicos sobre dirección y administración han reconocido la
importancia de la noción de comunicación, aunque algunas veces ha sido confundida con la noción
más limitada de ´información´, como por ejemplo la que ofrece la disciplina de las relaciones
humanas.” (…) “Nótese que los tipos de actos considerados por tales enfoques están limitados a
unos pocos, tales como transmisión de mensajes, ejecución de informes, transmisión de órdenes,
etc, y que no ha considerado el uso del lenguaje como una expresión de compromiso no se ha
examinado el papel desempeñado por la interpretación en el proceso de comunicación.”

El concepto de comunicación que tomaremos como válido en este curso comprende además
nociones fundamentales como: ´comprometerse´, ´hablar´, ´escuchar´, ´entender´.

En un artículo publicado por el diario Clarín3 llamado “Sin el jefe la gente trabaja mejor” se
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plantea que la mala comunicación interna y las fallas de conducción llevan a que la mayoría de los
empleados piensen que su trabajo es mejor cuando no está el jefe:

“Más del 50% de los trabajadores asegura que desarrolla sus tareas mejor sin la presencia de
sus jefes. Y casi el 60% está disconforme con su actual trabajo. Y dejando de lado la cuestión
salarial —un dato casi universal—, el mayor motivo de queja es la falta de reconocimiento de
su labor. Lo que se traduce, entre otros fenómenos, en una muy baja ponderación de las
posibilidades de desarrollo laboral, lo que incide negativamente en las necesidades y
requerimientos de capacitación e involucramiento en la política de la empresa.

Por el contrario, lo que más les satisface a los trabajadores son los vínculos personales que se
entablan en un empleo con sus compañeros de tarea, una definición que no siempre incluye a los
superiores”.

Estos datos provienen de las respuestas de los trabajadores en su encuesta de clima interno
realizadas en empresas de todo tipo de tamaño y rubro.

“gran parte de las criticas recaen sobre la comunicación interna y sobre los jefes, a quienes les
cuestionan su capacidad de conducción, de liderazgo y de contención".

Reflexión
¿Qué opina Ud. de la afirmación de que sin jefe la gente trabaja
mejor?
La comunicación interna organizacional asume uno de los roles más importantes dentro de la
gestión empresarial y es el de generar confianza entre todos los empleados hacia el proyecto de la
empresa para reproducir su cultura.

¿Qué se entiende por comunicación organizacional? “Las organizaciones comunican en todo


momento, desde cuando emiten mensajes hasta cuando callan. Por eso es importante no dejar
librada al azar la comunicación de la compañía.

Asimismo, un vacío de comunicación tiende a ser completado, tendiendo a la generación de


rumores.

2Flores, Fernando. Inventando la empresa del Siglo XX. Editorial Granica, 1997.

3 Diario Clarín. Sin el jefe la gente trabaja mejor. 23.05.2004

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Los procesos comunicacionales son los que sostienen a las organizaciones como una red
intrincada de relaciones, donde intervienen diferentes actores. Es por ello que dentro de una
organización se pueden identificar dos tipos de formas de comunicación según a quién esté
destinada, la comunicación externa y la comunicación interna.

La comunicación externa es la que está dirigida al público externo de la organización, es decir,


a todos aquellos con los que la organización tiene algún tipo de vínculo, sin formar parte estos
de la compañía.

Por su parte, la comunicación interna es la que está destinada al público interno de la


organización.

(…) La comunicación interna es un instrumento indispensable para lograr mayor competitividad,


4
compromiso y consenso dentro de toda la estructura organizativa.”

Se podría decir que la comunicación tiene dos dimensiones: el contenido, es decir la información
concreta del mensaje, y la relación.

La comunicación es el proceso a través del cual se le da sentido a la realidad. Comprende desde


la etapa en que los mensajes fueron emitidos y recibidos hasta la etapa en que alcanzaron a ser
comprendidos y reinterpretados desde el punto de vista del receptor. La comunicación estará
completa una vez que el receptor haya comprendido el mensaje.

Entonces, como se dijo anteriormente, una de las dimensiones de la comunicación es la


información concreta del mensaje. Qué quiere decir esto: la información concreta se trata de
aquello sobre lo que se quiere informar.

Por otro lado, encontramos en la comunicación otra dimensión: la relación. Para que exista una
buena comunicación entre los equipos, es fundamental que los mandos medios tengan la habilidad
para entender las necesidades de sus equipos, poniéndose en el lugar de ellos. Comprender y
escuchar activamente al otro generará en el equipo sentimientos de confianza, compromiso,
responsabilidad, autonomía y creatividad. Un buen líder debe saber ponerse en el lugar del otro,
la empatía es fundamental para lograr un correcto desempeño y un buen clima laboral.

La comunicación interna intenta estrechar los vínculos entre los diferentes sectores y niveles de
mando, de manera que esa relación sea capaz de retener a los empleados calificados dentro de la
empresa, ofrecer un buen clima de trabajo y responder a las expectativas e inquietudes que
presentan sus integrantes.

4 BRANDOLINI, Alejandra, GONZÁLEZ FRÍGOLI, Martín y HOPKINS, Natalia. Comunicación interna.


Ed. La Crujía 2009

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Para comunicarse efectivamente con el equipo, el líder debe generar confianza, valorar a su
gente, estar en contacto permanente y revisar constantemente su propia gestión, es decir,
realizar una auto evaluación, y asumir la legitimidad de ser la figura en la que se apoyará su equipo.

A la hora de comunicar se deben tener presentes algunas cuestiones, tales como:

 ¿Qué se quiere comunicar?: cuáles son los objetivos de la comunicación.


 ¿Qué se quiere conseguir del receptor?: cuáles son los motivos que lo impulsan a
informar sobre ese tema y cuáles son las consecuencias que se pueden generar al
hacerlo.
 ¿A quién lo voy a comunicar?: identificar al receptor y analizar cuáles son sus
intereses y qué grado de conocimiento y competencia tiene sobre el tema.
 ¿Cómo lo voy a comunicar?: seleccionar el canal más efectivo para esa comunicación,
teniendo en cuenta el momento y la forma apropiada para presentarlo según el objetivo
perseguido.
 Por último, una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta es que
SIEMPRE hay que mantener una ESCUCHA ACTIVA: concentrarse en el interlocutor; no
sólo debe focalizarse en lo que está diciendo, sino también en cómo lo está diciendo.
Observe sus gestos y expresiones corporales, esto le permitirá obtener información no
verbal que lo ayudará a comprender el estado de ánimo, sentimientos involucrados, grado
de interés y satisfacción.

Una de las características de un buen líder es la empatía. El líder debe ser una persona
perceptiva sobre su equipo. Debe poder leer entre líneas el clima en que se desarrollan las
tareas, cómo son recibidos los distintos mensajes que produce la organización, qué tipo de
reacciones provocan. Esta característica le permitirá ponerse en el lugar del otro, al tiempo que
lo favorecerá para construir mensajes más eficientes. Ganar la confianza de los miembros del
equipo permitirá que éstos desarrollen su trabajo de una manera espontánea y libre, y logrará
así el crecimiento del equipo como también el crecimiento personal de cada miembro.

El líder estimula en su grupo el sentimiento de pisar firme, pero además hace partícipe a cada
colaborador de la convicción de que serán ellos quienes producirán, con su trabajo cotidiano, el
futuro posible. Esto se logrará con un arduo trabajo, comprendiendo cómo funciona el proceso
de la comunicación e implementándolo con efectividad, y advirtiendo también la importancia
que imprime la comunicación en el trabajo diario de cada líder.

La falta de empatía del mando medio puede generar, y es lo más probable que ocurra, un mal clima
laboral en el equipo, situación que traerá aparejado un mal desempeño de las actividades.

Ahora bien, de qué hablamos cuando hablamos de liderazgo. El liderazgo representa uno de los
factores fundamentales en las relaciones sociales y de trabajo por las que diariamente se
atraviesa. Por definición, se entiende al liderazgo como: el proceso de influir en otros y
apoyarlos para que trabajen con entusiasmo en el logro de objetivos comunes. Además, es
definido como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar,
motivar y evaluar a un grupo o equipo; es el ejercicio de la actividad ejecutiva en un proyecto, de
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forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial o institucional. Implica que haya una persona,
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es decir, el líder que pueda influir y motivar a los demás seguidores o equipo de trabajo.

La importancia del líder en una sociedad tan globalizada, y más aún, en las empresas como
organizaciones básicamente humanas ha generado que este tipo de personas se hayan vuelto uno
de los centros de atracción en las organizaciones de hoy.

Tomando otras definiciones, se dice que el liderazgo consiste en una relación de individuos y no de
un individuo en particular. Se trata de la influencia de una persona sobre un grupo para conducirlo
hacia los fines que el líder determina. Es muy importante comprender que el liderazgo es más
una tarea o una función, que un conjunto de características.

Ahora bien, por lo general, la visión que tienen los trabajadores de sus jefes es que ordenan,
mandan, deciden, dicen lo que se debe hacer, imponen criterios, distribuyen el trabajo,
controlan y supervisan las tareas. Por esto es que, la preocupación de los directivos y los
líderes debería estar centrada en crear una imagen tal, que sus subordinados lo catalogaran
como un colaborador más, orientador, predispuesto a escuchar a su gente, generador de
confianza, aceptado naturalmente por el grupo, un buen comunicador, una persona que apoye y
ayude y, por sobre todas las cosas, como una figura que transmite seguridad. El líder debe ser
reconocido como el respaldo del equipo, el que potencia a las personas para que desarrollen sus
inquietudes, iniciativas y creatividad; es el encargado de fomentar la responsabilidad, el espíritu
de equipo, el desarrollo personal, y, especialmente, es el artesano de la creación de un espíritu
de pertenencia que une a los colaboradores para decidir las medidas a tomar y para que todos
los miembros del equipo se dirijan hacia una misma meta, poniendo todos sus esfuerzos por llegar a
ella.

La base fundamental de un buen líder es el grado de eficiencia y eficacia que tenga para lograr los
objetivos de la organización. Es la capacidad que tiene de reducir al mínimo los recursos usados
para alcanzar los objetivos de la organización (hacer las cosas bien) y tener la destreza necesaria
para determinar los objetivos apropiados (hacer lo que se debe hacer).

Es fundamental aclarar que ningún grado de eficiencia puede compensar la falta de eficacia, de
manera tal que, un líder ineficaz no puede alcanzar las metas de la organización, por eso la eficacia
es la clave del éxito de las organizaciones. Pero, ejercer el liderazgo no implica únicamente
dirigir actividades, sino que también significa ser un buen líder, es decir, saber el proceso de cómo
penetrar en esas actividades que realizan los miembros del grupo con el cual se trabaja. El líder para
poder lograr sus objetivos debe saber cómo usar las diferentes formas del poder para influir en la
conducta de sus seguidores, sin olvidar qué es lo que se quiere lograr y hacia dónde se quiere ir.

5 Ana Polo, Olvídate del carisma, las verdaderas claves del liderazgo.

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Ejercicio
Realice una breve indagación en su entorno laboral-personal en
torno de la idea de “liderazgo”.
La pregunta clave sería ¿qué considera Ud. qué es “liderazgo”?

Otras definiciones de liderazgo

El liderazgo tiene diferentes significados para diversos autores. Harry Truman, ex presidente
estadounidense, decía que el liderazgo es la capacidad para conseguir que hombres (y mujeres)
hagan lo que no les gusta y que les guste.

Existen quienes creen que el liderazgo es sinónimo de influencia, esto es, el arte o proceso de influir
en las personas para que se esfuercen voluntaria y entusiastamente en el cumplimiento de metas
grupales. Lo ideal sería que se alentara a los individuos a desarrollar no sólo su disposición a
trabajar, sino también a hacerlo con empeño y seguridad en sí mismos. El empeño es pasión,
formalidad e intensidad en la ejecución del trabajo; la seguridad es reflejo de experiencia y
capacidad técnica. Los líderes contribuyen a que un grupo alcance sus objetivos mediante la
máxima aplicación de sus capacidades, no se colocan a la cabeza de un grupo para empujar y
presionar; se colocan frente al grupo para facilitar el progreso e inspirarlo a cumplir metas
organizacionales. Un buen ejemplo de líder es el director de orquesta, cuya función consiste en
producir un sonido coordinado y un tempo correcto integrando el esfuerzo de los músicos. La
orquesta responderá dependiendo de la calidad de liderazgo del director.

Retomando al psicólogo estadounidense Ralph M. Stogdill, en su resumen de “Teorías e


Investigación del Liderazgo”, señala que “existen casi tantas definiciones del liderazgo como
personas que han tratado de definir el concepto”, y lo entiende como el proceso de dirigir las
actividades laborales de los miembros de un grupo y de influir en ellas. Esta definición tiene cuatro
implicaciones importantes:

Según esta definición el liderazgo involucra a otras personas; es decir, a los empleados o
seguidores. Los miembros del grupo, dada su voluntad para aceptar las órdenes del líder, ayudan
a definir la posición del líder y permiten que transcurra el proceso del liderazgo; de otra manera
no habría a quien mandar y las cualidades del liderazgo serían irrelevantes.

En segundo término, el liderazgo entraña una distribución desigual del poder entre los líderes y los
miembros del grupo. Los miembros del grupo no carecen de poder; pueden dar forma, y de
hecho lo hacen, a las actividades del grupo de distintas maneras. Sin embargo, por regla
general, el líder tendrá más poder.

El tercer aspecto del liderazgo es la capacidad para usar las diferentes formas del poder para
influir en la conducta de los seguidores, de distintas maneras. De hecho algunos líderes han
influido en los soldados para que mataran y algunos líderes han influido en los empleados para
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que hicieran sacrificios personales para provecho de la compañía. El poder para influir deriva
directamente en el cuarto aspecto del liderazgo.

Éste es una combinación de los tres primeros, pero reconoce que el liderazgo es cuestión de
valores. James MacGregor Burns, biógrafo presidencial estadounidense, argumenta que el líder
que pasa por alto los componentes morales del liderazgo pasará a la historia como un
malandrín o algo peor. El liderazgo moral se refiere a los valores y requiere que se ofrezca a los
seguidores suficiente información sobre las alternativas para que, cuando llegue el momento
de responder a la propuesta del liderazgo de un líder, puedan elegir con inteligencia.

Cabe señalar que, aunque el liderazgo guarda una gran relación con las actividades
administrativas y el primero es muy importante para la segunda, el concepto de liderazgo no es
igual al de administración. Warren Bennis, estudioso norteamericano, consultor organizacional
y autor, considerado pionero del campo actual de los estudios de liderazgo, al escribir sobre el
liderazgo, a efectos de exagerar la diferencia, ha dicho que la mayor parte de las organizaciones
están sobreadministradas y sublidereadas. Una persona quizás sea un gerente eficaz (buen
planificador y administrador), justo y organizado, pero carente de las habilidades del líder para
motivar. Otras personas tal vez sean líderes eficaces – con habilidad para desatar el entusiasmo y la
devolución –, pero carentes de las habilidades administrativas para canalizar la energía que desatan
en otros.

Un ejemplo

El estilo de liderazgo de Herbert Kelleher, presidente de Southwest Airlines, se basa en crear un


ambiente de familia entre sus empleados. Para esto, se preocupa por memorizar sus
nombres y les hace llegar tarjetas personales de felicitación en su cumpleaños. Su estilo de
liderazgo interventor le ha permitido ganarse el respeto de sus empleados, quienes se consideran
sus seguidores. Las medidas de austeridad se han aplicado lo mismo a la dirección que a los
empleados. Las medidas de Kelleher, se apoyan en el fundamento de dirigir con el ejemplo a
quienes lo siguen, mostrar interés tanto en las tareas por realizar como en las personas que
trabajan bajo sus órdenes. Su estilo de liderazgo ha conseguido lograr los frutos esperados.

El liderazgo como cualidad personal

En el comienzo de la historia de las civilizaciones existía un concepto de autoridad distinto, en el


cual el líder era concebido como una persona superior al resto de los miembros de su entorno,
con dones especiales, y estaba rodeado por una aura mágico - religiosa. Se consideraba que estos
dones o poderes especiales se transmitían de generación en generación y que eran otorgados por
los dioses (líder nato). Como una consecuencia se buscó también la forma de crear nuevos líderes,
principalmente a través de la transmisión de conocimientos y habilidades. En la actualidad, la
psicología ha tratado de fundamentar esta perspectiva a través del vínculo psicológico que se
establece con nuestro padre. Estudios psicológicos recientes, se refieren que lo que se busca en el
líder es esa seguridad que solo la proporciona el emblema paterno. Y todo esto ¿por qué? ; Porque
siempre vemos a nuestro padre como un ser perfecto e infalible, y es así como en nuestra mente
reproducimos esta fijación hacia nuestros líderes, considerándolos, por consiguiente, personas más
capaces y hasta más inteligentes que nosotros mismos. Los individuos a quienes se le
consideren superiormente dotados serán catalogados por todos como líderes potenciales, donde
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finalmente se convertirían, incluso a pesar de ellos mismos, en líderes. Mucho ha sido el
tiempo en el que se ha pretendido establecer las características, rasgos y las habilidades de los
líderes, sin embargo, aun no se ha logrado establecer una verdadera norma al respecto. La
enorme cantidad de listados que existen lo que verdaderamente reflejan, son los valores que
deben prevalecer en la sociedad respecto a cuál debería ser la imagen del líder ideal.

Actualmente los estudios sobre el liderazgo nos dicen que estas habilidades que hacen a un líder
son comunes a todos, estableciendo que los líderes son en mayor grado más brillantes,
ofrecen mejores criterios, interactúan más con el ambiente, trabajan bien bajo tensión, toman
las mejores decisiones, tienden a tomar el control y el mando, pero sobre todo se sienten seguros
de sí mismos.

Eugenio Gimeno Balaguer, acerca un interesante concepto de líder: “se trata de un hombre
nuevo, capaz de discernir, no repetir, que tenga una visión sistémica, no puntual, que propicie las
relaciones interpersonales, no el individualismo, que pueda compartir sin egoísmos, que pueda
liderar el cambio, formando a su vez nuevos líderes que aseguren su continuidad y que puedan
transformar esos cambios en valores compartidos que mejoren las estructuras sociales y culturales
existentes”.

Esta concepción de liderazgo trae aparejada en sí misma una fuerte impronta de cambio, una
ruptura de paradigmas y una nueva concepción de aprendizaje. La destrucción de los paradigmas
existentes, ya plantea la necesidad de abandonar los modelos de conducta y acción aplicados
hasta hoy. En tanto, que requiere de capacidad para poner en tela de juicio todo lo anterior. La
intención es aprender a desaprender, como paso necesario de la construcción de un nuevo modo
de considerar la vida en relación.

Establecer un pensamiento sistémico es la clave del nuevo liderazgo. Un nuevo marco de acción
que integre, al decir de Peter Senge, el dominio personal, los modelos mentales, la construcción
de una visión compartida y el aprendizaje en equipo.

Es pertinente aclarar, aunque sea obvio, que el liderazgo personal precede al relaciona y ello, sólo
significa que no podemos liderar un grupo humano, si antes no se ha alcanzado pleno dominio
de nuestra realidad personal y profesional.

Aclarado esto, podemos afirmar que entendemos por líder relacional, aquel capaz de generar
visiones compartidas, mediante un ejercicio conjunto con los miembros de su grupo de
pertenencia, generando a su vez nuevos liderazgos que hagan posible la subsistencia de la
organización.

Algunas de las herramientas que el líder deberá dominar son empatía, sinergia, observación,
comunicación, escucha, visión sistémica y gestión del conocimiento entre otras herramientas
intangibles que formaran parte de su caja de recursos.

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El liderazgo como función dentro de la organización

Dejando de lado el punto de vista de que el liderazgo es una cualidad personal (características y
comportamiento del líder), actualmente con la consolidación de las teorías de la administración y
de las organizaciones, está cobrando mayor fuerza el estudio del liderazgo como una función
dentro de las organizaciones. Esta perspectiva establece en qué circunstancias los grupos de
personas se integran y se organizan, enmarcando sus actividades hacia objetivos comunes, porque
es esta la forma en la cual la función del liderazgo es analizada en términos de una relación
dinámica. Según este enfoque el líder surge como resultado de las propias necesidades de un
grupo en particular.

Algunas teorías operacionales, se refieren a que un grupo siempre actúa a través de uno de sus
miembros, porque es evidente que cuando todos traten de hacerlo simultáneamente, el resultado
será, por lo general, algo difuso, confuso o ambiguo.

La necesidad del surgimiento del líder en el grupo se hace más evidente y real cuando los
objetivos del grupo se hacen más amplios y más complejos. La elección del líder debe ser
analizada en términos de función dentro del grupo, ya que esta persona debe diferenciarse de los
demás miembros porque:

 Debe ejercer mayor influencia dentro de las actividades y su organización.


 Su apoyo lo hace responsable más que ninguna otra persona, del logro de las metas del
grupo o la comunidad (adquiere mayor status).
 Tiene que distribuir el poder y la responsabilidad entre los miembros de su grupo.

Esta distribución juega un papel importante en la toma de decisiones y, por lo tanto, también en el
apoyo que el grupo le otorga. Como se ve el liderazgo está enfocado en función del bienestar
del grupo, por lo tanto es importante profundizar no sólo en las características sino también en el
contexto en el que el grupo se desenvuelve, ya que es en este ámbito en donde se determina quien
se convertirá en el líder del grupo. Por otra parte, se ha encontrado casos en el que un individuo
puede destacarse como un líder en una organización, pero esto no implica que necesariamente este
mismo individuo logre destacarse en una organización distinta más o menos estructurada.

Esto es debido a que depende de si la situación requiere acciones rápidas o inmediatas, o de


acciones que permitan deliberación y planeación, ya que esto hace que los liderazgos recaigan en
personas diferentes.

Muchos creen en la existencia de líderes natos, sin embargo, está demostrado que el desarrollo
de habilidades y la capacitación permanente puede otorgar a las personas herramientas
potenciales para su desarrollo como líder dentro de un equipo de trabajo. Los componentes del
liderazgo

Los componentes del liderazgo

Los líderes prevén el futuro; inspiran a los miembros de la organización y trazan la ruta que ésta
seguirá, además, deben infundir valores, ya sea que su interés se centre en la calidad, la

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honestidad y la asunción de riesgos calculados o en los empleados y los clientes.

Prácticamente no existe un grupo de personas que, desempeñándose a casi el nivel máximo de su


capacidad, carezca de un individuo apto en el arte del liderazgo. Esta aptitud se compone de al
menos cuatro importantes ingredientes:

1. La capacidad para hacer un uso eficaz y responsable del poder.


2. La capacidad para comprender que los seres humanos tiene diferentes motivaciones en
diferentes momentos y situaciones.
3. La capacidad para inspirar a los demás.
4. La capacidad para actuar a favor del desarrollo de una atmósfera conducente a la
respuesta ante las motivaciones y al surgimiento de éstas.

Reflexión

¿Confirma su experiencia estos cuatro componentes del liderazgo o el mismo


requiere de más capacidades?

Partiendo de estos cuatro ingredientes, se entiende que el primer componente del liderazgo es el
poder. El segundo componente es el profundo conocimiento de los individuos. El tercero es la
capacidad para inspirar a los seguidores para que utilicen al máximo sus capacidades en la ejecución
de un proyecto. Mientras que el uso de motivaciones se centra aparentemente en los
subordinados y sus necesidades, la inspiración proviene de quienes encabezan a los grupos.
Estos pueden poseer una simpatía y magnetismo tales que susciten en sus seguidores lealtad,
devoción y un intenso deseo de promover sus anhelos. Ésta no es cuestión de satisfacción de
necesidades; lo es, más bien, de que la gente ofrezca su apoyo desinteresado al líder que ha elegido
como suyo. El cuarto componente del liderazgo tiene que ver con el estilo del líder y el ambiente
que éste genera. La intensidad de la motivación depende en gran medida de las expectativas,
de la percepción que se tenga de las recompensas, de la cantidad de esfuerzo que se supone que
se requerirá, de la tarea por desarrollar y de otros factores presentes en las condiciones
específicas, pero también del ambiente organizacional.

Prácticamente todas las funciones de una empresa organizada resultan más satisfactorias para los
participantes y más productivas para la empresa cuando se dispone de individuos capaces de
contribuir a que los demás cumplan su deseo como dinero, categoría, poder y orgullo por los
logros alcanzados. El principio más importante de liderazgo es el siguiente: los individuos tienden a
seguir a quienes, en su opinión, les ofrecen los medios para satisfacer sus metas personales. Por
ello, cuando mayor sea la comprensión de los líderes de lo que motiva a su equipo y de la
forma como operan estas motivaciones, y cuanto más demuestren comprenderlo en sus
acciones administrativas de lo que motiva a sus equipos y cuanto más demuestren comprenderlo
en sus acciones administrativas, tanto más eficaces serán probablemente como líderes.

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Cualidades básicas de un líder

Visionario: el líder se caracteriza por su visión a largo plazo, por adelantarse a los
acontecimientos, por anticipar los problemas y detectar oportunidades mucho antes que los
demás. El líder no se contenta con lo que hay, es una persona inconformista, creativa, que le gusta
ir por delante.

Persona de acción: el líder no sólo fija objetivos exigentes, sino que lucha denodadamente por
alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia, lo que en última instancia constituye la clave de
su éxito. El líder no se contenta con soñar, el líder quiere resultados.

Brillante: el líder sobresale sobre el resto del equipo, bien por su inteligencia, bien por su espíritu
combativo, bien por la claridad de sus planteamientos, o probablemente por una combinación de
todo lo anterior.

Coraje: el líder no se asusta ante las dificultades; las metas que propone son difíciles (aunque no
imposibles), hay que salvar muchos obstáculos, hay que convencer a mucha gente, pero el
líder no se desalienta, está tan convencido de la importancia de las mismas que luchará por ellas,
superando aquellos obstáculos que vayan surgiendo. El líder defiende con determinación sus
convicciones.

Contagia entusiasmo: el líder consigue entusiasmar a su equipo; ellos perciben que las metas
que persigue el líder son positivas tanto para la empresa como para los empleados.

Gran comunicador: otra cualidad que caracteriza al líder son sus dotes de buen comunicador,
habilidad que le va a permitir “vender” su visión, dar a conocer sus planes de manera
sugerente.

Convincente: el líder es persuasivo; sabe presentar sus argumentos de forma que consigue
ganar el apoyo de la organización.

Gran negociador: el líder es muy hábil negociando. La lucha por sus objetivos le exige negociar
continuamente, tanto dentro de la empresa, como con clientes, proveedores, entidades
financieras, accionistas, etc. El líder demuestra una especial habilidad para ir avanzando en el
largo camino hacia sus objetivos.

Capacidad de mando: el líder debe basar su liderazgo en el arte de la convicción, pero también
tiene que ser capaz de utilizar su autoridad cuando sea necesario.

Exigente: con sus empleados, pero también, y muy especialmente, consigo mismo. La lucha por unas
metas difíciles requiere un nivel de excelencia en el trabajo que tan sólo se consigue con un alto nivel
de exigencia.

Carismático: si además de las características anteriores, el líder es una persona carismática, nos
encontraríamos ante un líder completo. El carisma es una habilidad natural para seducir y atraer
a las personas, es auténtico magnetismo personal. El carisma permite ganarse al equipo, que se
siente atraído por su líder. No obstante, hay que señalar que es perfectamente posible un líder
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Liderazgo y Conducción
sin carisma. Para una empresa es preferible tener un líder sin carisma con un alto sentido de la
honestidad, que un líder carismático que utilice la organización en su propio beneficio.

Honestidad: unos elevados valores éticos son fundamentales para que el liderazgo se mantenga en
el tiempo y no se trate de un simple “bluff” pasajero. El equipo tiene que tener confianza plena en
su líder, tiene que estar absolutamente convencido que el líder va a actuar honestamente y no
le va a dejar en la estacada. Si los subordinados detectan que el líder no juega limpio y que tan sólo
le preocupan sus propios intereses, perderán su confianza en él, proceso que una vez iniciado es muy
difícil de parar.

Cumplidor: el líder tiene que ser una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Es la única
forma de que el equipo tenga una confianza ciega en él.

Coherente: el líder tiene que vivir aquello que predica. Si exige dedicación, él tiene que ser el
primero; si habla de austeridad, él tiene que dar ejemplo; si demanda lealtad, él por delante. El líder
predica principalmente con el ejemplo: no puede exigir algo a sus subordinados que él no cumple.
Además, el mensaje del líder debe ser coherente en el tiempo. No puede pensar hoy de una
manera y mañana de otra radicalmente distinta: confundiría a su equipo. Aunque esto no implica
que no pueda evolucionar en sus planteamientos.

Ejercicio

Reflexione detenidamente respecto de las cualidades básicas del líder.

¿Existen líderes que reúnan todas estas cualidades?

¿Cuáles son las más importantes?

Características complementarias del líder

Existen otras características del líder, que son complementarias pero no menos importantes por
eso, que permiten fortalecer su papel.

Un buen líder debe ser capaz de llevar una vida equilibrada, de compaginar su actividad
profesional con su faceta personal, familiar, social, etc. El líder debe demostrar a sus empleados
que es perfectamente compatible una gran dedicación profesional con una rica vida privada.

El entusiasmo, la energía, la ilusión que exige el liderazgo sólo se consigue con una vida
intensa, entretenida y variada. El líder es una persona que sabe disfrutar de los placeres de la
vida.

Perseverante: las metas que fija el líder son difíciles de alcanzar y tan sólo con un esfuerzo
sostenido se pueden lograr. Los obstáculos serán numerosos y en ocasiones pueden flaquear las
fuerzas. Tan sólo la perseverancia (una auténtica obsesión por alcanzar los objetivos) permitirá
triunfar en el empeño.
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Liderazgo y Conducción
Flexible: las circunstancias son cambiantes, lo que hoy vale puede que no valga mañana, los
colaboradores tienen sus propios criterios y en ocasiones pueden ser más acertados que los del
líder. El líder que se atrinchera en sus posiciones está llamado al fracaso, además daría una muestra
de soberbia que le llevaría a perder la simpatía del grupo.

Un auténtico líder no teme que por cambiar su punto de vista o por aceptar la opinión de un
subordinado esté dando muestras de debilidad. Todo lo contrario, proyectaría una imagen de
persona abierta, dialogante, flexible, pragmática, que contribuiría a aumentar su prestigio entre
los colaboradores.

Autodominio: el líder es el referente del equipo, debe ser capaz de controlar sus emociones,
especialmente en los momentos delicados; no puede mostrar su abatimiento ante un suceso
negativo (si él cae, la organización se derrumba). El líder tiene que ser una persona fuerte, capaz de
mostrar serenidad e infundir tranquilidad en los momentos más difíciles.

El líder determina en gran medida el estado de ánimo de la organización. Si el líder se muestra


optimista, animado, con energía, la plantilla se contagiará de este estado. Si por el contrario, se
muestra pesimista, desanimado, preocupado (y lo manifiesta), el ánimo de la organización se
hundirá.

Prudente: aunque el líder sea una persona que asume riesgos, no por ello deja de ser prudente.

Realista: el líder está siempre con los pies en el suelo, sabe compaginar su visión del largo plazo
con el día a día, conoce las dificultades que conllevan sus objetivos, el esfuerzo que exige a los
empleados. También conoce sus propias limitaciones.

Justo: el líder debe ser (y parecer) una persona justa, tanto en la exigencia como en el
reconocimiento, y debe preocuparse porque la organización así lo perciba. No puede dar lugar a
agravios comparativos.

El líder debe reconocer los aciertos y fallos de sus colaboradores de manera objetiva, debe ser
igual de exigente con todos y ecuánime en las recompensas. Los empleados entienden y aceptan
que se les exija, lo que no tolerarán nunca será la injusticia.

Humano: el líder es una persona cercana, próxima, cálida, comprensible. Esta cualidad es básica
lograr no sólo el respeto del equipo, sino también su aprecio. El ser una persona exigente y
rigurosa, el tener que utilizar en ocasiones su autoridad, no tiene por qué estar reñido con
mostrase de una manera sencilla y natural, preocupado por su gente.

Accesible: el líder tiene que ser una persona accesible para su equipo, tiene que estar disponible
para cualquier empleado de la empresa que tenga algo que decirle. Un líder distante difícilmente
motiva; en el mejor de los casos produce indiferencia y en el peor origina rechazo.

Humilde: la humildad implica reconocer las propias limitaciones, saber escuchar y pedir
consejos, reconocer los errores que uno comete y los aciertos de los demás. La humildad no es
síntoma de debilidad, sino de persona realista, con los pies en la tierra. La humildad ayuda a ganar el
respeto del equipo.
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Liderazgo y Conducción
Generoso: la generosidad es fundamental en todo líder. Los empleados han depositado en él su
confianza, pero además de interesarles el futuro de la empresa, les preocupa su situación personal.

Culto: El líder debe preocuparse por desarrollarse personalmente, por alcanzar un elevado
nivel cultural. El líder tendrá que tratar con numerosas personas, hablar en público, presidir
reuniones, atender visitas, y en todo momento debe saber moverse con soltura (es el
representante de la empresa).

Inquieto: el líder es una persona inconformista, que le gusta indagar, aprender de la gente. Esta
inquietud le lleva a estar permanentemente investigando nuevas alternativas, a ir por delante
del resto.

Con sentido del humor: el humor es fundamental en la vida, siendo especialmente útil en los
momentos de dificultad. La gente se identifica con aquellas personas que saben ver el lado
divertido de la vida. El líder que abusa de la seriedad y de los formalismos difícilmente
consigue generar entusiasmo entre sus empleados. El líder tiene que tener claro que hay
momentos para las formalidades y momentos para cierto desenfado y no por ello va a perder el
respeto de su equipo, sino que, todo lo contrario, conseguirá estrechar los lazos con sus
colaboradores.

Optimista: el optimismo es contagioso, se expande al resto de la organización. El optimista es


una persona que no teme las dificultades, que ve los obstáculos perfectamente superables; esto
le lleva a actuar con un nivel de audacia que le permite alcanzar algunas metas que una persona
normal ni siquiera se plantearía. Además, la persona optimista se recupera rápidamente de los
fracasos y tiende siempre a mirar hacia adelante.

“Déjeles saber a las personas que se interesa por ellas. Conozca a cada miembro de su equipo, sus
metas y aspiraciones específicas. Hable con ellos acerca de su vida fuera del trabajo,
especialmente situaciones que puedan estar afectando su desempeño laboral. Cuanto más conozca a
las personas, más fácil es identificar qué las motiva.

Ayude a su gente a entender cómo su trabajo se ajusta a las metas de la empresa. Es natural el
querer contribuir y hacer la diferencia en su empresa. Por ello es tan importante para los
gerentes indicar claramente la manera en que cada persona en el equipo añade algo al panorama
total. Explicando cómo cada miembro del equipo ayuda en el avance e incrementando la
confianza.

Asegúrese de que su equipo fije metas realistas. Los objetivos por períodos inspiran a las personas
en el sentido de la excelencia. Pero hay una gran diferencia entre metas por períodos y objetivos
visionarios. Asegúrese de que su equipo se fije metas que puedan alcanzarse. Generalmente, la
sobredimensión de los objetivos prefijados hace eclosión, dado que los empleados se sienten
frustrados.

Indique a las personas cómo se beneficiarán con un alto rendimiento. Cada vez que obtenemos
buenos resultados para la empresa, mejora nuestro status. Las recompensas pueden llegar en la
forma de una mayor compensación financiera, una invitación para unirse al club de ejecutivos o un
reconocimiento en el boletín publicado por la empresa. Depende de usted el asegurarse que su
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Liderazgo y Conducción
equipo entienda cómo los resultados superiores de parte de ellos rendirán sus frutos a corto y a
largo plazo en sus carreras.

Escuche sugerencias, opiniones e ideas. Los gerentes que no valoran lo que su equipo piensa,
aplastan la motivación. Como líder, es su trabajo propiciar una atmósfera en la cual su gente se
sienta libre para expresarse. Esté abierto a todas las perspectivas. Explore cada lado de una
propuesta antes de tomar una decisión. Esto mostrará que respeta los puntos de vista de todos y
genera confianza.

Tenga en mente que el logro en sí es un gran motivador. Nada levanta más la confianza que la
experiencia del éxito. Es un poderoso empuje que mueve a las personas a esforzarse aún más
para obtener éxitos mayores”.6

Reflexión
De acuerdo a las características complementarias del líder:
¿Existen líderes que detenten en conjunto las cualidades básicas más las
características complementarias? De todas las cualidades y características
señaladas, ¿cuáles son las más importantes?

6 Cómo ser un buen Jefe. La Nación. 29 de Julio de 2007. Relaciones Laborales/ Liderazgo.

Estilos de liderazgo

Hay quienes creen que no existen varios tipos de liderazgo, sino que el liderazgo es uno y, como
los líderes son personas (individuos con características personales definidas), las clasificaciones
corresponden a la forma como ejercen o han adquirido la facultad de dirigir.

 Líder autócrata: asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las


acciones, dirige, motiva y controla al subalterno.
 Líder emprendedor: es un líder que adopta el estilo participativo y utiliza la consulta
para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y
señala directrices específicas a sus subalternos, pero consulta sus ideas y
opiniones sobre muchas decisiones que les incumben.
 Líder liberal: el líder delega a sus subalternos la autoridad para tomar decisiones.
 Líder proactivo: este tipo de liderazgo promueve el desarrollo de las personas.
 Líder audaz: este tipo de persona es capaz de relacionarse con muchas instituciones
y personas. Es persuasivo, crítico y tiene la capacidad de consultar a las demás
personas para luego tomar decisiones.

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Liderazgo y Conducción
Tipología de liderazgo y características

Según la formalidad de la organización o de la empresa el liderazgo puede ser de dos tipos:

 Liderazgo formal: preestablecido por la organización.


 Liderazgo informal: emergente en el grupo.

Según la relación entre el líder y sus seguidores, existen 5 tipos de liderazgos:

 Liderazgo dictador: fuerza sus propias ideas en el grupo en lugar de permitirle a los demás
integrantes hacerse responsables, permitiéndoles ser independientes. Es inflexible y le
gusta ordenar. Destruye la creatividad de los demás.
 Liderazgo autocrático: el líder es el único que toma decisiones acerca del trabajo y la
organización del grupo, sin tener que justificarlas en ningún momento. Es una persona
que impone y espera el cumplimiento de sus decisiones, es dogmático y seguro y
conduce por medio de la capacidad de retener u otorgar premios y castigos. Sus criterios
de evaluación utilizados no son conocidos por el resto del grupo. La comunicación es
unidireccional: del líder al subordinado.
 Liderazgo democrático o participativo: el líder toma decisiones tras potenciar la discusión
del grupo y alentando a que participen en ellas, para luego agradecer las opiniones de
sus seguidores. Los criterios de evaluación y las normas son explícitas y claras. Cuando
hay que resolver un problema, el líder ofrece varias soluciones, entre las cuales el grupo
tiene que elegir. Este tipo de líder va desde la persona que no emprende ninguna acción
sin el concurso de sus subordinados hasta aquella otra que toma decisiones por sí sola
pero antes de hacerlo consulta a sus subordinados.
 Liderazgo paternalista: tiene confianza por sus seguidores, toma la mayor parte de las
decisiones entregando recompensas y castigos a la vez. Su labor consiste en que sus
empleados trabajen más y mejor, incentivándolos y motivándolos.
 Liderazgo liberal (laissez faire): el líder adopta un papel pasivo, abandona el poder en
manos del grupo. En ningún momento juzga ni evalúa los aportes de los demás
miembros del grupo. Los miembros del grupo gozan de total libertad y cuentan con el
apoyo del líder sólo si se lo solicitan.

Según el tipo de influencia del líder sobre sus subordinados, existen 4 tipos de liderazgo:

 Liderazgo transaccional: los miembros del grupo reconocen al líder como autoridad y como
líder. El líder proporciona los recursos considerados válidos para el grupo.
 Liderazgo transformacional o carismático: el líder tiene la capacidad de modificar la escala
de valores, las actitudes y las creencias de los seguidores. Las principales acciones de un
líder carismático son: discrepancias con lo establecido y deseos de cambiarlo, propuesta
de una nueva alternativa con capacidad de ilusionar y convencer a sus seguidores, y el
uso de medios no convencionales e innovadores para conseguir el cambio y ser capaz de
asumir riesgos personales.
 Liderazgo auténtico: es aquel líder que se concentra en liderarse en primer lugar a sí
mismo. Es un líder con mucho autoconocimiento, ecuánime, espiritual, compasivo y
generoso. Sólo una vez que se lidera la propia mente se puede liderar a los demás.

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Liderazgo y Conducción
 Liderazgo lateral: se realiza entre personas del mismo rango dentro de una organización u
organigrama o también se puede definir como el proceso de influir en las personas del
mismo nivel organizacional para lograr objetivos en común con la organización.

Reflexión
¿Cuál es el estilo de liderazgo que a Ud. más le agrada?
¿Cuál es el que efectivamente Ud. Practica?
¿Alguna vez evaluó sus resultados?

Los líderes importan

Los líderes dentro de una organización, institución o empresa son realmente muy importantes para
que se puedan cumplir los objetivos que en ella se propusieron. Son los encargados de guiar a sus
equipos de trabajo para que puedan realizar todas las metas propuestas y que la razón de ser de
la organización se mantenga siempre vigente. Sin líderes con metas claras, cercanos a la gente,
con una amplia comunicación y un gran poder de escucha hacia su equipo, muy difícilmente
el rumbo de la organización ira hacia donde se planeó en un principio.

“Las aguas se están amansando para la gran tormenta que puso en vilo a la economía mundial.
En ese contexto, los líderes de las empresas vislumbran el panorama desde otra perspectiva.
Planificar, organizar y ejecutar es más sencillo que en tiempos tormentosos. A los gerentes, CEO, o
ejecutivos les llegó la hora de pescar, identificando las enseñanzas que dejó la crisis y proyectando
7
acciones con el capital humano que contribuyó a sobrevivir a la compañía”.

Por eso, los líderes de una institución son fundamentales para ella. Pero por qué se puede
afirmar esta aseveración. Existen algunas características que lo demuestra:

¿Por qué el líder importa?

 Porque encarna la visión del cambio

A diferencia de quien sólo gestiona una empresa u organización, un líder se encarga


de originar el cambio dentro de la misma. Lo imagina, lo proyecta, y se pone al frente
para estimular a sus colaboradores en la dirección que su visión ha marcado. Gestores y
líderes se precisan por igual. Los gestores llevarán a la práctica, con precisión y control,
los nuevos rumbos marcados por los líderes, quienes no necesariamente están en la cima
de la pirámide organizacional. Los líderes estudian el horizonte interno y externo de la
empresa, perciben las nuevas tendencias que ya emergen como puntas de un iceberg,
recopilan información que proviene de innumerables fuentes, condensan claves y notas
que empiezan a sonar con cierta fuerza, y cuando están convencidos de su urgencia,
trazan el nuevo rumbo hacia la competitividad. Establecer esta orientación, guiada por una
imperiosa necesidad de cambio y una poderosa creatividad para hacer frente a los desafíos
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Liderazgo y Conducción
existentes y por venir, forma parte del trabajo de todo líder moderno.

 Porque promueve la creatividad

La manera que tienen las empresas, organizaciones y profesionales de afrontar los


constantes desafíos y un escenario de cambios permanentes es siendo innovadores. Atrás
quedaron los tiempos en que sólo contaba producir más, mucho más cada día. Hoy el
escenario ha cambiado. Hay que recrear constantemente la forma de hacer negocios,
mirando siempre hacia el cliente. No debe extrañar que la empresa deba cambiar también.
Es una entidad con vida propia y, por lo tanto, debe adecuarse a su entorno. El líder
utiliza, para ello: la creatividad.

7 A los líderes les llegó la hora de pescar. La Gaceta. Martes 15 de septiembre de 2009. Mercado
Laboral. Tendencias.

Crear es generar algo nuevo, y las organizaciones modernas necesitan hacerlo a cada
instante: nuevos productos y servicios, formas diferentes de llegar al cliente, estrategias
novedosas de venta, diseños de vanguardia, organigramas mucho más planos y eficientes. Y
mil cosas más. Pero para ello hay que contar con personal que, sin distinción de niveles:

• No tema afrontar desafíos con los riesgos controlados que ello implique.
• Posea iniciativa y capacidad de innovar y generar ideas.
• Trabaje en equipos interdisciplinarios.
• Esté actualizado en las últimas tendencias y muéstrese partidario de la
formación continua.

La empresa u organización, a su vez, debe:

 Reconvertir su forma de trabajar, delegando en los colaboradores la toma de


decisiones, cortando cadenas burocráticas, fusionando tareas y reduciendo
aquellos controles que sólo se convierten en obstáculos sin ningún aporte
adicional.
 Hacer mucho más en menos tiempo; tornarse ligera, adaptativa y siempre
lista a satisfacer a sus clientes.
 Orientarse a resultados y recompensar muy bien a sus colaboradores por su
concreción.
 Respetar, cultivar y acrecentar su capital intelectual.
 Fomentar el liderazgo antes que la mera jefatura.
 Destruir todo signo de rigidez, sea en sus estructuras o en la mentalidad
subyacente.

En este contexto, los líderes deben estar dispuestos a tirar por la ventana sus viejos manuales de
management y marketing, y animarse a reescribirlos con su propia experiencia, y con las
propuestas creativas de sus grupos de trabajo. Porque los modelos establecidos, que en el
pasado pudieron dar excelentes resultados ahora pueden ser insuficientes.

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Liderazgo y Conducción
“En general, durante los últimos meses las conductas de los líderes empresariales se afianzaron
sobre la base de tres pilares: la capacidad para prever lo que se venía, la flexibilidad en la toma
de decisiones y la administración del riesgo….

En tiempos tormentosos, los gerentes no sólo deben tomar en cuenta las necesidades del negocio,
prever lo que puede pasar en el corto plazo (uno o dos años) para sobrevivir, sino también
8
mirar hacia el largo plazo (a más de cinco años)”.

Reflexión
¿Cree Ud. que el líder importa? ¿Por qué?

Cinco paradigmas-ejemplo que un buen líder debe desechar por completo de su mente:

 "Si hasta ahora funcionó ¿para qué cambiarlo?"


 "¿Si cambiamos y no funciona?"
 "Es costoso, no vale la pena."
 "La competencia no lo emplea y no les va mal."
 "Mejor esperemos un poco más."

¿Por qué debe desechar estos paradigmas? Sencillamente:

 Porque un líder crea oportunidades: Un líder no espera que las oportunidades aparezcan por
si solas; si es necesario, las genera. Está acostumbrado a luchar por las cosas que quiere, y sabe
que del fruto de su esfuerzo e insistencia surgirán logros que, tarde o temprano, se convertirán
en realidad. Sabe que en el mundo hay dos tipos de personas: quienes reaccionan a los
cambios, y quienes los producen o se anticipan a ellos.
Los primeros son reactivos, y los segundos proactivos. El líder se torna proactivo, porque el
futuro lo construyen las personas dinámicas, que establecen las circunstancias para que éste
ocurra de acuerdo a sus expectativas. Crear el futuro consiste en eso: crear los caminos
para llegar a lo que se ansía. Nunca quedarse esperando a que la oportunidad llame a su
puerta; hay que poner la puerta delante de la oportunidad que se haya concebido. Si el camino
ya está, hay que seguirlo. Si no está, hay que construirlo. Hay que hacer que las cosas pasen,
porque el que espera simplemente, es aventajado por el que construye sin cesar, día a día,
hora a hora. Por ello, el líder se transforma en un generador de circunstancias, y hace de eso
su llave maestra para lograr sus metas.
 Porque sabe que nada es para siempre. Los conocimientos tampoco: Nada sirve para siempre,
y mucho menos los conocimientos adquiridos hace décadas. Los títulos, que simbolizan niveles
académicos alcanzados no pueden sustituir la necesaria actualización profesional que a
diario hay que realizar para estar constantemente actualizados. Pero por otra parte, y en
un escenario global cada vez más interdependiente, donde equipos de trabajo se arman y
desarman para llevar a cabo proyectos con mayor nivel de complejidad y calidad, es preciso
contar con una visión interdisciplinaria sumamente amplia, que servirá para moverse con soltura
en distintos círculos. El líder concibe entonces su mente como un conjunto de piezas que
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Liderazgo y Conducción
pueden conformar distintas figuras, más que como un conjunto de figuras predefinidas. Su
mente, entonces, es un conjunto de piezas, todas ellas intercambiables, algunas incluso
desechables o reemplazables por otras, dignas de una nueva versión de sí mismo.
 Porque busca constantemente mejorar sus resultados: Quien se queja porque no obtiene
mejores resultados al encarar sus asuntos, debería pensar antes en las causas que en los
efectos. Si no cambian las causas, tampoco cambiarán los efectos. Si cada vez los resultados
obtenidos son más pobres, se debería reformular, total o parcialmente, la manera en que
se intenta producirlos. Como se sabes, todo cambio empieza en la mente. Primero,
modificando la actitud hacia él. Para que algo cambie realmente, se debe comprender y
asimilar en el interior la necesidad de modificar las actitudes del líder que desea realizar el
cambio. Luego, y sólo luego, se podrá cambiar el comportamiento. Los resultados cambiarán con
él.
 Porque promueve y encauza los cambios en la organización: El líder está pendiente de los
indicadores del cambio, sea porque internamente algo debe ser modificado, o porque la
situación externa propicia dicho cambio. Pero no sólo lo sugiere, ni lo bosqueja: se pone a
la cabeza para llevarlo adelante con éxito. Realiza todas las tareas que van desde convencer al
resto de la necesidad de cambiar, hasta instrumentarlo efectivamente y seguir con
detenimiento su evolución.
 Porque es carismático y desarrolla la empatía: Sociable, buen comunicador y carismático, el
líder se compenetra emocionalmente con los demás, adaptándose a sus interlocutores en el
modo y en la forma en que prefieren ser tratados. Valora y respeta las opiniones y sentimientos
ajenos, a la par de promover un diálogo abierto y sincero.
 Porque construye excelentes relaciones: El liderazgo se basa en las relaciones, pero en las
auténticas relaciones, que conllevan la empatía como su ingrediente fundamental. Ponerse en
el lugar de los demás, comprenderlos y motivarlos, son características esenciales que todo
líder debe fomentar y aplicar a diario. La comprensión pasa por entender el punto de vista de
su interlocutor, y saber, además de valorar, que lo que dice y cómo lo dice, se basa en sus
experiencias y su forma de ver la vida. Y por qué no, en sus prejuicios. El líder, por ello, no
impone; convence. No ordena; dialoga. No confronta; busca la cooperación. Para ello, debe
escuchar mucho más que hablar. Debe actuar con generosidad para cosechar de los demás en
idéntica moneda.
 Porque sabe delegar responsabilidades: Estimula el crecimiento de sus colaboradores, y cuando
los ve preparados, delega funciones en ellos sin temor ni falta de confianza en las decisiones que
tomen. Les ayuda en temas menores, pero hasta cierto punto, de manera que no pierdan la
capacidad de volar solos.
 Porque evita compararse con otros: Compararse con otros implica pensar que su nivel de
autoestima deriva en forma directa de la mayor o menor similitud con ciertos “estándares”
establecidos. Si se es distinto, si se encara la vida o la profesión de un modo más original y
creativo que lo hace el común de los hombres, seguramente no se encajará en el molde
mayoritario. Pero cabe preguntarse: ¿Qué hace avanzar las cosas?, ¿el repetir siempre lo
mismo, sin evolucionar, o el tornarse creativo, adaptable a los cambios; en una palabra:
original? Si todos hacen siempre lo mismo, ¿cómo se cree que se logrará un resultado distinto
a la media que obtiene la mayoría?, ¿se está dispuesto a correr el riesgo de crecer, evolucionar
e influenciar positivamente a otros, gracias al propio, y muy personal, desarrollo interno?
 Porque incentiva en sus colaboradores la confianza en sí mismos: Si alguien piensa que no
puede lograr algo, de seguro no lo hará. Si un grupo carece de la suficiente confianza en su
capacidad para alcanzar un determinado objetivo, toda formación, experiencia o destreza
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Liderazgo y Conducción
particular que ostente le servirá de muy poco, ya que seguramente fracasará. Por ello, el
líder estimula en su grupo el sentimiento de pisar firme, pero además hace partícipe a cada uno
de sus miembros de la convicción de que serán ellos y sólo ellos quienes produzcan, con su
trabajo cotidiano, el futuro posible.
 Porque crea imágenes positivas y las utiliza como inspiración: Para liderar, es fundamental
estar motivado con imágenes positivas de lo que se espera conseguir. Veamos un ejemplo:
usted está en una agencia de viajes observando con detenimiento ese afiche que anuncia unas
maravillosas vacaciones en el Caribe. Hay algo que ha llamado su atención, y ahora observa la
imagen de una playa de suave arena, bañada por un mar cristalino. Usted ya se imagina allí,
disfrutando del sol. Le agrada lo que imagina, y de hecho, ya está mirando con atención el resto
de imágenes que componen el cuadro. Desea enterarse de los beneficios y condiciones porque
sus vacaciones se acercan y usted considera que se merece esto. ¿Lo ve? Así actúan las
imágenes positivas, trasladándole por anticipado, motivándolo a lograr lo que desea. Y esto se
aplica a todo en la vida.
Para sortear los momentos difíciles, muchos líderes evocan imágenes positivas de sus logros.
Piensan: “Si llegué hasta aquí, ¿qué me impide continuar y lograr lo que deseo?” Crean, a
su vez, otras imágenes en las que se ven logrando lo que quieren, disfrutando a pleno de sus
beneficios. Ello les ayuda a motivarse a sí mismos, y a no desfallecer cuando los obstáculos,
inevitables siempre, aparezcan en el camino.
 Porque busca administrar correctamente el tiempo laboral: El tiempo es el capital más valioso
que se dispone. No puede regenerarse ni acumularse y, volátil como es, sólo permite usarlo o
dejarlo escapar. Entonces, hay que usarlo provechosamente. Desde el punto de vista laboral, el
tiempo es oportunidad de producir cosas. Muchas, si sabemos emplearlo; pocas, si se lo deja
correr en tareas improductivas.

Ejercicio
De todos estos “porqués”, ¿cuáles son para Ud. los más
importantes?

He aquí algunas ideas para que líderes y colaboradores puedan gestionarlo eficientemente:

Nunca hace falta más tiempo, sino aprovecharlo mejor.

Dedique una buena parte del mismo a actividades de planificación. Considere la planificación, y
el incremento o desarrollo de nuevos negocios, como una tarea vital para su empresa.

Durante cada mes existen días considerados "clave", en los que hay que cumplir sí o sí con
ciertas tareas impostergables. En esas fechas, desconéctese del resto de los temas
pendientes y evite concertar reuniones. Dedique toda su energía a cumplir las metas que esos
días le requieran.

Aprenda a delegar. Y esto no sólo se aplica al uso del tiempo, sino a toda gestión como tal.
Nadie puede, ni debe, abarcarlo todo. No se convierta en un hombre o mujer-orquesta.

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Liderazgo y Conducción
Si debe ausentarse de la oficina por un viaje de negocios, reparta entre sus colaboradores
aquellas tareas que pueden instrumentarse durante su ausencia. Evite volver y asumir un
enorme volumen de trabajo pendiente.

Recurra a métodos y software de control de proyectos.

Determine debidamente qué es urgente y qué es importante. Obre en consecuencia, pero


tampoco desplace siempre lo importante en aras de resolver un mar de urgencias.

Cuente con un lugar en la oficina, y un momento en el día, destinados a trabajar sin


interrupción de ninguna clase, donde pueda concentrarse al máximo sobre ciertos temas.

Enfoque su esfuerzo en una tarea, y termine con ella antes de pasar a la siguiente. Evite dejar
temas pendientes o resueltos a medias. Uno de los problemas que aqueja a los líderes es
justamente éste: el tratar multitud de temas al día, de forma muy rápida y casi sin
interiorizarse debidamente de los mismos. Cuidado con esto.

En las reuniones de trabajo:

 Elabore una minuta precisa y detallada de los puntos a tratar, y envíela por anticipado a
todos los participantes.
 Establezca coordinadamente horarios de inicio y cierre de cada reunión, y exija su
cumplimiento estricto.
 Solicite a las secretarias o colaboradores que mientras dure la reunión, y salvo casos muy
excepcionales, no se produzcan interrupciones de ningún tipo. Pida a todos que apaguen
los teléfonos móviles.
 Establezca un clima propicio para la generación de ideas y la comunicación fluida, pero
enfocando cada tema sobre los puntos a tratar, evitando desviaciones innecesarias.
 Si se ha de tratar un tema que requiera alta concentración, no prolongue la reunión por
intervalos mayores de 60 minutos; recuerde que el nivel de atención cae bruscamente
a medida que pasa el tiempo. Establezca descansos de al menos 15 minutos.
 Asigne tiempo para que todos los asistentes puedan participar, dar su opinión o
analizar los hechos, y resérvese un período para establecer sus conclusiones. Para ello,
modere las exposiciones que tiendan a prolongarse más de la cuenta.
 Las conclusiones, ideas, nuevos conceptos y todo lo relevante, deben anotarse para
elaborar posteriormente un informe sobre los resultados de la reunión, que se
distribuirá a cada miembro de la misma, con copia también a todo el personal implicado
en las decisiones y los procesos que de allí se desprendan. Estas conclusiones deben
resolver cada uno de los puntos establecidos de antemano, y si esto no fuera posible
en la primera reunión, comprometer a todos los miembros participantes a establecer
otra reunión con fecha y hora.
 Porque sabe negociar: Todo buen líder debe ser también un buen negociador. Tal como se
hizo con referencia a la gestión del tiempo, a continuación se enumerarán algunos puntos a
tener en cuenta, a la hora de sentarse a negociar:
 Sepa de antemano con quién va a negociar y cuáles son sus estrategias usuales de
negociación. Cuente con un detalle de los antecedentes de acuerdos similares que la
otra parte ya haya desarrollado. Conozca las necesidades de su interlocutor, sus puntos
24 | P á g i n a
Liderazgo y Conducción
fuertes y débiles, qué lo motiva a negociar con usted, y lo que desea lograr del
acuerdo. Escuche con toda atención, sin interrumpirlo. No cometa el error de
encerrarse exclusivamente en lo que usted quiere.
 Pregunte de forma abierta ("¿Cómo ve usted este asunto?") para conseguir que su
interlocutor se exprese con amplitud sobre determinados temas y, al hacerlo, pueda
usted conocer mejor sus razones o intuir otras que permanezcan ocultas. Estudie su
lenguaje corporal (y tenga presente lo que usted dice con sus propios gestos; pueden
contradecir sus palabras). Pregunte en forma cerrada (respuestas del tipo "sí o no")
cuando necesite verificar si van por buen camino ("Hasta aquí, ¿estamos de
acuerdo?").
 Esté preparado para posibles objeciones o preguntas que su interlocutor podría
hacerle al escucharlo, y ensaye de antemano respuestas satisfactorias. Disponga de
varios argumentos, con sus correspondientes ventajas. Conciba permanentemente nuevas
alternativas y opciones, siempre dentro de lo que está dispuesto a aceptar como marco
mínimo de discusión, para no llegar a un punto muerto, y brindar a las partes cierta
flexibilidad de acción. Recuerde que si bien toda negociación tiene un margen de
improvisación sobre la marcha, hay que tratar de asistir lo más preparado posible.
 Si su interlocutor es un directivo o funcionario de alto nivel, recuerde que está
acostumbrado a manejarse preferentemente con resúmenes de hechos y una visión
global de los mismos. Evite por tanto aburrirle con detalles innecesarios; vaya al
grano. Para ello, utilice gráficos y enunciados muy directos ("El incremento estimado será
de un 20 %, como se observa en el gráfico").
 Promueva siempre un ambiente distendido y afable, donde primen la empatía y los
buenos modales. Pero recuerde que su interlocutor puede utilizar ciertas tácticas para
hacerle ver su poder, o bien para forzarle a realizar concesiones desmesuradas. Puede
tornarse despectivo, e incluso agresivo, al referirse a su propuesta o a usted mismo.
Tome la negociación como un juego, en el que nada es personal. Es simplemente un
juego donde cada parte hace uso de sus mejores (y lamentablemente, a veces peores)
tácticas. Evite ceder a la presión que el otro aplica sobre usted. Jamás pierda el buen
temple. Desvíe las agresiones, haciéndole notar a la otra parte que así no llegarán a
ningún lugar. Vuelva a enfocar la discusión sobre los puntos a tratar. Recuerde que
usted es un profesional, y como tal está representando a su empresa. Debe lograr un
acuerdo, y para ello está sentado allí. Si el acuerdo tarda varias reuniones en
concretarse, no importa. Usted ya está preparado para ello y, además, sabe bien que
eso puede suceder. En países de Oriente, de hecho, demorar el ritmo de las
negociaciones, o hasta evitar llegar puntualmente a ciertos principios de acuerdo,
forma parte de una estrategia de desgaste milenaria, cuyo objetivo consiste en
desmoralizar y sacar ventaja de la otra parte. Encolerizarse o responder airadamente
sólo serviría para cerrarse puertas.
 Cuando deba exponer su oferta, destaque claramente los resultados que la otra parte
obtendrá, pero cuidando siempre de mencionarlos dentro de los términos que ella
considera importantes para fundar su decisión de compra o venta.
 Si lo comparan con la competencia (para ver si cede ante un pedido de descuento, o de
mejores condiciones, por ejemplo), nunca empiece a criticarla. Usted y sus competidores
son distintos, recuerde esto. Ningún producto o servicio es igual a otro. Siempre hay
ventajas diferenciales. Apóyese en ellas al contestar.
 Jamás intente forzar un cierre en una negociación. La otra parte, y usted mismo lo haría
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Liderazgo y Conducción
si fuese el otro quien tomara la iniciativa de forma abrupta, dará un paso al costado
automáticamente, y esquivará el tema. Todo cierre debe llegar como una
consecuencia natural, toda vez que las partes han discutido en profundidad y a plena
satisfacción los temas a tratar y están convencidas de su conveniencia. Eso sí, llegado a
este punto, no tenga reparos en proponerlo abiertamente.
 Porque un líder puede, de hecho, liderar otras áreas: Por sus habilidades directivas, el líder
puede perfectamente desempeñarse con éxito en áreas distintas a la suya. Si bien deberá
aprender los pormenores de procesos y funciones que hasta ahora no conoce, su capacidad de
gerenciar le brindará las herramientas esenciales para llevar adelante el nuevo sector.
 Porque organiza eficientes equipos de trabajo: Instrumenta objetivos claros y expone los
mecanismos de evaluación y control que se utilizarán. Compara con el grupo las desviaciones
entre lo real y lo estimado, y juntos analizan e implementan las soluciones pertinentes. Hace que
el trabajo sea estimulante para cada colaborador. Abre paso a toda iniciativa. Promueve el
aporte de ideas que hagan crecer el proyecto manejado por el grupo. Brinda reconocimiento
público a la labor, y alienta a cada integrante a que se supere, otorgándole la posibilidad de
capacitarse y asumir mayores responsabilidades. A la hora de dar el ejemplo, está siempre a la
cabeza.
 Porque sabe destacar y recompensar los logros de sus colaboradores: Si es necesario, concibe
nuevas formas para recompensar el aporte y desempeño de su grupo. No le pasa por alto que
detrás de la concreción de un objetivo ambicioso hay muchas horas de sacrificio y entrega del
grupo, y de ciertos miembros en particular. Por ello, y en la medida que puede, intenta que la
gratificación sea significativa para el colaborador.
 Porque es tolerante con los errores ajenos: Ha aprendido que lo importante es mejorar el
desempeño, y que esta mejora se sustenta muchas veces en cometer errores y aprender de
ellos. De hecho, da ejemplo de sus propios errores. Sabe que una crítica destructiva sólo hará
que la persona tenga miedo a equivocarse, se paralice y pierda su confianza. Por ello, no critica,
sino ayuda a mejorar. Estimula a todos a seguir avanzando con mejores herramientas.
 Porque cambia las reglas de juego cuando considera que ya no son útiles: Si la situación no
puede resolverse con el actual esquema de reglas, sean éstas mentales o de tradición
empresarial, por ejemplo, no teme romperlas y cambiarlas para lograr hacer frente al nuevo
escenario. Entiende que a veces hay que construir nuevos caminos, sobre todo cuando los
existentes lo alejan demasiado de su destino.
 Porque posee un esquema de pensamiento positivo, orientado a desarrollar cosas: Una de las
tantas diferencias entre un líder y alguien que no lo es, es que en el primero existe una marcada
tendencia a concebir y desarrollar proyectos e ideas, y no parar hasta llevarlos a la práctica. El
líder nunca piensa de manera conformista, diciéndose a sí mismo: “Estoy cómodo y ya nada
deseo”. Para él, o ella, siempre restan cosas por hacer, por llevar adelante, por investigar e
implementar. Su vida se convierte en un bote que navega por un río, a veces calmo, y otras
veces torrentoso, pero siempre navegable, de alguna manera el líder logrará hacerlo.
 Porque es flexible, adaptativo y cambiante, incluso con su forma de ver las cosas: Conservando
sus principios, sustentados sobre bases éticas, no teme cuestionar su propia manera de encarar
los negocios, de cambiarla si es necesario, y siempre está dispuesto a aprender, a desarrollar
nuevas habilidades y a poseer una visión multidisciplinaria.
 Porque colabora eficazmente con otros líderes: Gusta integrar un equipo directivo donde prime
la capacidad e idoneidad para resolver problemas, y no el cargo y las ambiciones personales de
cada uno. Entre todos buscan aprovechar las sinergias que se producen, porque saben que
varias cabezas piensan más y mejor que una sola. Bajo un plan definido, brindan valiosas
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Liderazgo y Conducción
soluciones y mejoras a la organización.
 Porque contrata excelentes profesionales: Sabe perfectamente que no puede ser el mejor en
todo; de hecho, estimula a sus colaboradores a que le superen en formación. No busca destacar
por sus títulos; busca ser el mejor gerente. Sus habilidades pasan por otro lado. Por eso contrata
y se rodea de excelentes profesionales, capaces de asumir proyectos ambiciosos y brindar un
alto valor agregado a la organización.
 Porque es seguido por su ejemplo, sus valores personales y la confianza que pone en sus
objetivos: El líder no obliga a nadie a que lo siga, ni que lo tome como modelo. El líder hace, da
el ejemplo, influye positivamente y es seguido por sus valores, tanto personales como
profesionales. Pero no por ello corta las alas a sus colaboradores, o se rodea sólo de
obsecuentes. Nada de eso. Estimula el disenso y la crítica productiva que conlleva una mejora de
las cosas. Es humano y solidario, y por ello es preferido a cualquier jefe a la antigua. Brinda
libertad y se limita a dirigir la mirada hacia el camino, hacia donde se debe llegar. Él irá primero,
y acompañará activamente a su grupo.
 Porque reduce todo a lo esencial: Sabe mirar la esencia de las cosas. Ataca el nudo del problema.
No se distrae con los detalles o posibles dificultades para llegar a la meta, ni tampoco permite
que lo desmoralicen y aparten de su objetivo. “La vida es simple, y son los hombres quienes la
complican”, sería su frase preferida.
 Porque asume riesgos controlados y actúa: No se queda simplemente sugiriendo o esbozando
proyectos; busca llevarlos a la práctica. Todo involucra cierto riesgo y él lo sabe. Pero cuando
está mayormente seguro, luego de establecer las medidas para prevenir y acotar posibles
contingencias, avanza directamente hacia el objetivo. ¿Que surgen otros problemas en el
camino? Es lógico que así sea, pero él confía en su capacidad de trabajo y resolución, y en el
profesionalismo de sus colaboradores. De seguro los resolverán. Sabe que el nivel de riesgo de
cualquier innovación depende de su capacidad para acotarlo. ¿Cómo? Mediante la experiencia y
una formación interdisciplinaria, una sólida actitud para enfrentar las cosas sin miedos
injustificados (si algo falla, ya se corregirá sobre la marcha) y, por supuesto, el consejo de
quienes pueden saber más sobre el tema, además de analizar toda la información disponible
para tomar una decisión fundada en certezas.
 Porque ayuda a que otros mejoren: La capacidad de entregar lo recibido, de compartir y generar
mejores escenarios de trabajo, y por qué no, de vida en sociedad. Difunda estas reflexiones
entre su grupo laboral y entre sus amigos. Analícenlas. Debatan sobre ellas. Agregue nuevas
características que considere importantes. Mejore las prácticas existentes. Ayude a quienes lo
rodean a mejorar, a crecer día a día. Este es, tal vez, el principio supremo: compartir lo que
alguna vez se recibió.

Reflexión
De todos estos “porqués”, ¿cuáles son para Ud. los más
importantes?

“Los expertos consideran que el buen líder tiene la capacidad de ser claro con el equipo de trabajo.
En este aspecto, la clave está por comunicar los objetivos y que estos sean mensurables. Los
riesgos de las decisiones que se adopten dependerán de un análisis de ventajas y desventajas
que el mismo equipo puede transmitirle como experiencia de lo que sucedió en la compañía
durante los últimos meses.
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Liderazgo y Conducción
Los que sobreviven a los malos momentos son aquellos que exteriorizan su liderazgo a través del
carácter para asumir el problema y la creatividad para encontrar las soluciones. Claro que en ese
proceso de búsqueda de las salidas, no sólo debe pesar la experiencia del líder, sino también su
intención para saber por dónde pasa la solución. Como definió el pensador estadounidense, Alvin
Tofler, los líderes deben saber `asimilar información, adaptarse a los cambios y tomar decisiones a
una velocidad creciente´”.

En esta primera Unidad hemos tratado el concepto de liderazgo y la importancia del líder.

En relación al tratamiento de estos temas, podrán encontrar los siguientes Anexos, que
profundizarán y complementarán con distintas visiones y conceptos lo visto hasta ahora:

– Anexo: Atributos de un líder de una empresa o un país.


– Anexo: ¿Cómo es el líder espiritual del siglo XXI?
– Anexo: Liderazgo basado en principios.
– Anexo: “Los CEO de la Argentina están entrenados”.
– Anexo: Reflexión sobre mi desarrollo como un líder basado en mandos.

En la siguiente Unidad, veremos en profundidad los atributos de un líder y los elementos claves
para llevar adelante un liderazgo eficaz.

Bibliografía

“Liderazgo basado en resultados”, Dave Ulrich, Zenger y Smallwood.

Why the bottom line isn´t!”, Dave Ulrich, Zenger y Smallwood.

www.12manage.com

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Liderazgo y Conducción

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