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LA TRANSICIÓN DE LA
INFANCIA A LA EDAD
ADULTA: LA
ADOLESCENCIA.
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TEMA1. LA TRANSICIÓN DE LA INFANCIA A LA EDAD ADULTA: LA
ADOLESCENCIA.
OBJETIVOS
1.- Que los alumnos conozcan las características principales de la adolescencia como
periodo evolutivo.
INTRODUCCIÓN.
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1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA.
A pesar de que el término adolescencia como tal no se acuña hasta el siglo XV,
y que el primer estudio científico sobre esta etapa no aparece hasta principios del siglo
XX (Hall, 1904), éste es un periodo de la vida con una historia científica corta, pero con
un dilatado pasado. Sobre el concepto de juventud se hace ya mención desde la
Antigüedad con Sócrates (siglo IV a.C.), cuando realmente está hablando de las
características adolescentes.
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2. LOS CAMBIOS PSICOBIOLÓGICOS QUE MARCAN LA ADOLESCENCIA.
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Por su parte, las características sexuales secundarias implican a procesos de
maduración sexual, pero no directamente relacionados con los órganos reproductores:
-En ambos sexos se produce el aumento de peso, estatura y fuerza (más acusado en los
chicos), la aparición del vello en el pubis y otras partes del cuerpo, y cambios en la voz
y en la piel.
-En las chicas, el crecimiento de los senos y el ensanchamiento de los huesos pélvicos.
-En los chicos, el crecimiento de vello facial y el ensanchamiento de los hombros.
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ocurre tan sólo unos meses después que el primer cambio en el cuerpo femenino
(pronunciación de los pechos). En cualquier caso, las chicas maduran antes que los
chicos como se muestra en la figura 3 según Alsaker y Flammer (2006).
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Figura 3. Cambios físicos en la pubertad (Alsaker y Flammer, 2006)
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2.2. LA ADOLESCENCIA: ALGO MÁS QUE CAMBIOS BIOLÓGICOS.
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variabilidad de un amplio abanico de factores económicos, sociales e individuales. En
este sentido se puede considerar la adolescencia como una construcción social. De
hecho, la adolescencia tal y como la concebimos en el mundo occidental difiere según
estudios antropológicos de la que se manifiesta en otras culturas de tipo tribal en las que
el paso de la niñez a la edad adulta a través de la adolescencia se lleva a cabo de una
manera más tajante o más gradual dependiendo de dónde se trate. Dentro de una misma
sociedad, el momento histórico, las diferencias económicas, étnicas, y culturales
condicionan asimismo las particularidades del periodo de transición hacia la edad
adulta. De hecho, se considera que la adolescencia, tal como hoy día la entendemos, es
la consecuencia colateral de un conjunto de cambios producidos a finales del siglo XIX
y principios del XX derivados principalmente de la Revolución Industrial (aumento de
la demanda de mano de obra cualificada, división especializada del trabajo, separación
entre el trabajo y la vida familiar, etc.) y que se plasmaron respecto a la población no
adulta en leyes de leyes de protección al menor (principalmente las relacionadas con la
implantación de sistemas obligatorios de educación pública). Una de las consecuencias
resultó ser un aumento del grado de dependencia de los jóvenes (expresado por ejemplo
en la disminución de la tasa de empleo juvenil) respecto a la estructura de poder de los
adultos y su distinción como grupo social diferenciado. Estos cambios sociales (sobre
todo la menor necesidad de la mano de obra por el progreso de la tecnología industrial)
provocan una especie de “moratoria social” o período de tiempo para los adolescentes
a la hora de entrar en la edad adulta, término que fue acuñado por Erik Erikson (se verá
en el tema 3 de estos apuntes).
2.2.1. Las reacciones de los adolescentes ante los cambios puberales físicos.
Los cambios físicos en la pubertad, no sólo los de aspectos psicosociales,
marcan el inicio de la adolescencia lo que genera una apariencia externa adulta en el
adolescente, provocando que los adultos cercanos (padres y profesores) lo comiencen a
tratar como tal, lo que provoca un impacto psicológico en el adolescente.
Los chicos y las chicas adolescentes se ajustan de distinta manera ante la
adolescencia:
-Los chicos se acercan al ideal de belleza y masculinidad, aunque los nuevos modelos
empiezan a ser tan irreales como en las chicas.
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-Las chicas se alejan del ideal de belleza ya que el aumento de su grasa corporal y
tamaño de sus caderas disminuyen su autoestima global, basada en la delgadez, sobre
todo el impacto negativo de una pubertad temprana en las sociedades occidentales.
2.2.1.1. Las reacciones de los adolescentes ante la menarquía y la spermarche.
Otros dos aspectos que considerar serían los efectos psicológicos relacionados
con:
1) Aparición de la menarquía
Desde puntos de vista clásicos sobre la adolescencia, la menarquía ha sido
considerada como un acontecimiento trascendental (y desde luego lo es biológicamente
hablando), generador de cambios significativos en el autoconcepto y, en esa medida,
con poder para provocar una crisis de identidad.
Sin embargo, más recientemente, si se investigan las reacciones de las propias
adolescentes (Brooks-Gunn, Graber y Paikoff, 1994), éstas no parecen ser muy
dramáticas. Una mayoría aludían al carácter en general positivo del acontecimiento
como indicador de madurez, aunque también a los aspectos más molestos relacionados
con la higiene. Una minoría resaltaba aspectos tales como malestar físico, cambios
emocionales o las limitaciones impuestas a su comportamiento. Entre las que tenían
opiniones negativas sobresalían aquellas que habían tenido una maduración precoz.
Estas investigaciones actuales, sobre las reacciones de los adolescentes ante los
cambios físicos de la pubertad, se centran en los sentimientos de las chicas sobre la
menarquía. Berk (1998) recoge información sobre investigaciones que comparan las
reacciones de dos generaciones de mujeres diferentes. Los cambios son significativos.
Mientras las mujeres de los años 50 reflejaban comentarios negativos en torno a la
menarquía, veinte años después los comentarios más comunes reflejan sorpresa o
reacciones ambivalentes que van desde la excitación y alegría al disgusto y miedo. Las
diferencias individuales son muy amplias y están determinadas, por una parte, por la
formación previa que la familia o el centro educativo haya facilitado a las chicas y, por
otra, por la edad de inicio. Para las chicas que no tienen información y/o para aquellas
con menarquía precoz (en ocasiones puede afectar a niñas de 9 o 10 años) la experiencia
puede ser difícil.
2) Aparición de la “spermarche”:
En cuanto a la 1ª eyaculación en los chicos (spermarche), hay menos
información sobre su influencia en el aspecto psicológico. Según Berk (1998), para ellos
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es una experiencia menos traumática que para las chicas y señala 2 aspectos
relacionados:
-La información de este fenómeno no llega a través de los padres (viene de lecturas, de
amigos, de internet, …).
-Los chicos son menos abiertos a la hora de compartir estas experiencias con sus
iguales.
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- Según Nottelman et al. (1990) en las chicas esto se refleja en forma de enfado e
irritabilidad y en los chicos de enfado y depresión.
- Niveles elevados de andrógenos se asocian a conductas violentas e impulsivas (Van
Goozen et al., 1998), mientras que existen algunos indicios que relacionan niveles
elevados de estrógenos con depresión (Angold, Costello y Worthman, 1999).
Sin embargo, el efecto de las hormonas, considerado aisladamente, no es
suficiente para dar cuenta del comportamiento adolescente, sino que son dependientes
de la mediación ejercida por el conjunto de características psicológicas del sujeto y de
las propiedades del ambiente social que le rodea:
- El nivel de testosterona parece ser un indicador relacionado con la participación en
actividades sexuales en niñas entre 12 y 16 años. Pero, no todas las chicas en esta
condición tienen un mismo comportamiento sexual, sino que habrá un amplio abanico
de posibilidades relacionadas con la regulación ejercida por los diferentes factores
educativos y relacionales de su ambiente social y familiar.
- También la depresión en chicas adolescentes puede ser mucho mejor explicada en
algunos estudios por los factores sociales que por los hormonales (Brooks-Gunn y
Warren, 1989).
Incluso a veces se han encontrado discursos distintos a que los cambios
hormonales provoquen más emociones negativas. Por ejemplo, en las investigaciones de
Larson y Lampman-Petraitis (1989), se encontró que los niños y los adultos presentaban
más cambios de humor que los adolescentes (en cantidad), lo que sucede es que, estos
últimos se enfrentaban a un mayor número de situaciones negativas, y ante ellas
reaccionan de una manera más emotiva y menos estable (en intensidad) que si los
comparamos a su vez con personas adultas.
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ambientales jugaban un papel mayor que en periodos anteriores y que era necesario
contemplar dinámicamente la interacción entre la herencia y las influencias ambientales
para determinar el curso del desarrollo de los jóvenes en este periodo.
La idea central de Hall fue la de identificar la adolescencia como un periodo
turbulento dominado por los conflictos y los cambios anímicos (un periodo de
"tormenta y estrés", expresión tomada de la literatura romántica alemana), claramente
diferenciado de la infancia, en que el adolescente experimenta como un nuevo
nacimiento como ser biológico y social.
Hall defiende la hipótesis de que el desarrollo ontogenético recapitula el
filogenético, es decir, que las etapas por las que pasa la persona desde el nacimiento
hasta su total desarrollo como adulto son paralelas a las que ha desarrollado la especie
humana a lo largo de su evolución desde las especies inferiores. Así pues, cuando el
adolescente transita por el período ontogenético de la adolescencia (tumultuoso y con
desajustes emocionales), está recapitulando al período filogenético de transición entre el
mundo salvaje de la niñez al mundo civilizado de la edad adulta.
Anna Freud (1895-1982), su hija, estudió con más detalle esta etapa
determinando que hay 2 tipos de mecanismos de defensa específicos de esta etapa para
minimizar la ansiedad y la incertidumbre:
- La intelectualización o racionalización, mediante la cual intentan explicar de una
manera racional lo que les sucede para no implicarse emocionalmente.
- Ascetismo. El adolescente disminuye la ansiedad evitando ciertas situaciones como
salir con sus iguales, tener relaciones sexuales, practicar actividades de cierto riesgo,
etc.
A pesar del autocontrol que intentan mantener los adolescentes con estos
mecanismos de defensa, a veces no lo logran y dejan escapar impulsos propios de la
edad con comportamientos cambiantes e imprevisibles.
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Peter Blos (1904-1997). Es conocido como Mr. Adolescence. Colabora con
Anna Freud y centra la mayoría de sus estudios en la etapa del ciclo vital de la
adolescencia. Este autor planteó, por primera, vez la división de la adolescencia en
diferentes etapas. Sus dos aportaciones más importantes, que continúan aun hoy día en
vigor, son:
1) Etapas de la adolescencia:
• Pre-adolescencia (9-11 años). En esta etapa cualquier experiencia
(pensamientos y actividades) carece de connotación erótica o se
transforman en estímulos sexuales. Los hombres dirigen su atención a la
genitalidad propia, mientras que las mujeres centran su atención en el
género opuesto. Hay características también de descargas emocionales,
los hombres son hostiles con las mujeres, y ellas en cambio muestran sus
capacidades y habilidades masculinas al extremo.
• Adolescencia temprana (12-14 años). La característica principal en esta
etapa es el inicio del alejamiento de los objetos primarios de amor
(madre-padre) y la búsqueda de nuevos objetos. El/la adolescente vuelve
a verse atraído por el progenitor del sexo contrario, como ocurriera en la
primera infancia (complejo de Edipo o Electra). En esta ocasión, al verse
rechazado como objeto amoroso, se establecen nuevas relaciones de
amistad (especialmente con sus iguales en género). El interés se centra
en la genitalidad, la adopción de valores, reglas y leyes, y además
adquieren cierta independencia de la autoridad parental. El autocontrol
amenaza con romperse.
• Adolescencia (16-18 años). El hallazgo en la mayoría de los casos es un
objeto heterosexual, y se abandonan las posiciones bisexuales y
narcisistas, característica del desarrollo psicológico de la adolescencia.
Ocurren 2 procesos afectivos: el duelo que tiene que ver con la
aceptación del alejamiento de los objetos primarios (padre-madre), y el
enamoramiento que está en relación con el acercamiento a nuevos
objetos de amor. Las relaciones de amistad son relegadas por las
amorosas. La recurrente pregunta del adolescente de ¿Quién soy?,
cambia al final de esta etapa por la afirmación “Este soy yo”.
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• Adolescencia tardía (19-21 años). Las principales metas del individuo
son lograr una identidad del Yo e incrementar la capacidad para la
intimidad. Se consigue una consolidación de la identidad sexual y del
YO. Se presenta una actitud crítica frente al mundo externo y a los
adultos en general.
• Post-adolescencia (21-24 años). Es la precondición para el logro de la
madurez psicológica, a quienes están en esta etapa se les conoce como
adultos jóvenes, las relaciones personales se tornan permanentes, así
como la selección del medio donde se quiere interactuar. Es una fase
intermedia con la futura etapa de la edad adulta.
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1) Etapa Adolescente: Identidad vs Confusión de roles. Si la supera el
adolescente adquiere las “cualidades de fidelidad y lealtad”.
2) Etapa Adulto joven: Intimidad vs Aislamiento. Si la supera adquiere la
“cualidad de la capacidad de amar”.
Para que el adolescente supere adecuadamente estas etapas ha de conseguir
integrar sus progresos, tanto los de etapas anteriores como los de las actuales,
recibiendo este período de tiempo el nombre de moratoria, coincidiendo este
aplazamiento con la adolescencia.
Esta visión secuencial de Erikson no es universal, dándose de manera secuencial
en los chicos y de manera no secuencial en las chicas (en paralelo). Esto genera
críticas por parte de otros autores como Guilligan, por dejar el estudio de las chicas
en un 2º plano.
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3.4. LA VISIÓN ACTUAL DE LA ADOLESCENCIA: TEORÍA FOCAL DE
COLEMAN.
J. S. Coleman (1926-1995) dividió el estudio de la situación de la adolescencia
en dos visiones:
1º- La idea de la adolescencia como tormenta y drama defendida por Hall y Anna
Freud.
2º- Los estudios de tipo sociológico que se empeñaban en demostrar que la
adolescencia pasaba sin mayores problemas.
Acercándonos a la Teoría focal de Coleman vemos 3 cuestiones que hace que
no esté conforme con ninguna de las dos visiones anteriormente descritas:
1- La “tormenta y drama” es una teoría con poca base puesto que los psicoanalistas
utilizaban muestras sesgadas.
2- Las conductas delictivas, consumo de drogas, etc. son noticias destacadas para los
medios
3- Las investigaciones con grandes muestras sobreestiman las respuestas que los
adolescentes dan sobre su buen ajuste y sentimientos internos positivos, ya que
alguien que lo esté pasando mal no lo va a transmitir tan fácilmente.
Coleman, aunque sí ve problemas con los padres de tipo cotidiano, no de asuntos
vitales, y preocupaciones en otros aspectos, dice que raramente estos asuntos
desembocan en una auténtica crisis adolescente.
Para este autor sólo unos pocos adolescentes tienen problemas serios, la mayor
parte consigue hacer frente a los cambios de este período y muestran un buen ajuste.
Más recientemente, se ha encontrado que sólo un 5% de los niños ajustados acaban
siendo adolescentes problemáticos. En la mayor parte de los casos, existe
continuidad y, si el adolescente es problemático, es porque de niño tuvo problemas
(Steinberg, 2001).
Para comprobarlo Coleman realizó un estudio empírico con chicos/as de 11, 13,
15, 17 años en el que se incluían cuestiones referidas al auto-concepto, relaciones
con los padres, soledad, relaciones heterosexuales, amistades y situaciones de grupo.
Ratificó que las actitudes ante estas cuestiones evolucionaban con la edad, pero no
al mismo tiempo. A partir de esta investigación y evidencias empíricas acumuladas
elaboró la Teoría focal, que defiende:
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1. La resolución de un aspecto no es requisito imprescindible para el paso al
siguiente estadio.
2. No existen límites claros entre un estadio y el siguiente.
3. La secuencia de desarrollo no es única ni inmutable. Dentro de una misma
cultura, existe una secuencia más probable o típica que otras, pero no se plantea
como única.
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