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Las PYMES como generadoras de empleo

En Honduras existen MIPYMES que iniciaron como emprendedores queriendo


hacer un plan de negocios, teniendo un objetivo y meta, como también otras que
nacieron por sobrevivencia, por la falta de empleos en el país, que buscan su
propia forma de vivir. Como característica común podemos destacar el
emprendedurismo, el entusiasmo y la confianza en el país.
Honduras cuenta con una fuerte oportunidad empresarial en el sector de las
medianas y pequeñas empresas. Una fortaleza que permite impulsar muchas
actividades económicas en áreas de interés como agroindustria, alimentos,
servicios manufactura y comercio, entre otras.
Las micros, pequeñas y medianas (mipymes) empresas se han convertido en
uno de los brazos más fuerte de la economía de Honduras, según los datos de
la Secretaria de Desarrollo Económico (SDE).
Actualmente existen entre 550 y 700,000 mipymes, las cuales generan alrededor
del 70% de los empleos que registra el sector privado; en otras palabras,
hablamos de más de medio millón de puestos de trabajo. (Heraldo, 2016)
Más del 40% de estas empresas están ubicadas en la zona urbana y el 60% en
el área rural, principalmente las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula.

En los últimos años se ha despertado un boom de nuevos emprendimientos


encaminados a convertirse en mypimes, la falta de empleo ha motivado a
muchos jóvenes, incluso, a personas ya mayores a crear sus propias empresas
para auto emplearse. Por eso es importante crear las condiciones idóneas para
que puedan desarrollar sus ideas de negocios y guiarlos para que sean
funcionales.
El sector empresarial de los micro emprendimientos despierta el interés por parte
de la banca que busca planes de inversión, sin embargo, no todo es color de
rosas, la falta de historia crediticia o de garantía y la informalidad son los
principales obstáculos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas.
Según el estudio de El missing middle y los bancos, el 51% de las entidades
financieras coinciden en que la informalidad es una de las grandes barreras para
que no atiendan a las empresas más pequeñas que a las que actualmente les
prestan servicios.
Representantes de la Asociación Nacional de Medianos y Pequeños Industriales
de Honduras (Anmpih) sostienen que cerca del 80% de estas empresas opera
desde la clandestinidad sin tributar al Estado. El restante, 20%, si están
formalizadas.
Una de las grandes debilidades de las pequeñas empresas es la parte
administrativa, muchos logran abrir sus negocios, pero no pueden mantenerlos
a flote porque no tienen disciplina financiera ni administrativa.
Otro punto de importancia para las mipymes es la simplificación de los procesos
para registrar las empresas, que son demasiados engorroso, motivo por el cual
muchas mipymes cierran al año por los altos costos y los largos procesos que
deben seguir para obtener un permiso de operación. (Heraldo, 2016)

Las MIPYMES se están convirtiendo en el motor económico de la economía


en Centroamérica. Aun así, enfrentan retos importantes, en especial, el
financiamiento.
Las micro, pequeñas y medianas empresas en Guatemala contribuyen con 87%
del empleo y cerca de 40% del PIB. No obstante, existen varios retos por vencer,
entre los que sobresalen los niveles de educación, la estabilidad
macroeconómica, el acceso a financiamiento y la innovación, factores directos e
indirectos que afectan la competitividad.
En cuanto a su naturaleza jurídica, 90% de ellas están organizadas bajo la figura
de propietario individual y 8% bajo una sociedad anónima.

En el caso de Guatemala, el sector agrícola y el comercio prevalecen dentro de


la estructura productiva del país y en dichos sectores las MIPYMES ocupan 54%
del total.
Sin embargo, el tamaño de la empresa influye en la actividad económica a la que
se dedican. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), la
mayor actividad en las microempresas la ocupa la agricultura, con 38,7% de los
trabajadores, seguida por el comercio con 24,9%, la industria con 13,4% y 8,9%
se dedica a servicios sociales y de salud.

En el caso de las pequeñas empresas, su principal actividad es la enseñanza,


con 20,3%, seguida por el comercio con 19%, la agricultura con 16,5%, la
industria con 14,9% y la construcción con 8,7%.
Finalmente, en las medianas empresas la agricultura vuelve a cobrar relevancia,
ocupando 24,6% de los trabajadores, seguida por el comercio con 17,4%, la
industria con 12,1% y otras actividades como la construcción, la enseñanza y los
servicios sociales de salud con 10,9%, 10,5% y 7,4% respectivamente.

Las micro y pequeñas empresas en El Salvador constituyen un grupo


heterogéneo de actividades generadoras de ingresos, que se desarrollan en
forma individual o grupal, en casi todas las ramas económicas, con muy diversos
niveles de organización y formalización, con escaso o abundante uso de
tecnología y con rangos muy amplios en sus niveles de ventas, rentabilidad y
salarios del personal que ocupan.

Generan ocupación e ingresos para más de un millón de salvadoreños y tienen


un importante peso en la vida económica del país como proveedoras de insumos,
como parte de la red de distribución, como prestadoras de servicios y como
centros de formación laboral.

La distribución de las MIPYMES por sector económico muestra que el 86,98%


están dedicadas al comercio y servicios, seguido por el 11,54% dedicada la
industria.
Las pymes nicaragüenses crecen y se consolidan; prueba de ello es el aumento
en el registro de contribuyentes ante el fisco y de empleadores y asegurados en
el sistema de seguridad social.

Tienen diferentes grados de desarrollo, lo que condiciona su éxito y avances en


la venta de sus productos o servicios, y en esta asignatura los retos mayores
son: mejorar la calidad de sus productos y crear su imagen corporativa, y
perfeccionar el marketing.

Costa Rica se han distinguido tres tipos de MIPYMES: las que han surgido en el
seno familiar, otros negocios que se han establecido por razones de necesidad
o sobrevivencia y las que nacieron antecedidas por razones de oportunidad, las
cuales cumplieron etapas previas, como por ejemplo el desarrollo de un plan de
negocios. (Summa, 2015).

Las pequeñas y medianas empresas aportan un alto porcentaje a nivel


empresarial, cubriendo gran parte de actividades económicas. Dichas empresas
llegan a formar parte fundamental de la economía de los países. Empiezan con
una estructura pequeña, que a través del tiempo se va desarrollando hasta
formar una empresa grande.
Bibliografía

https://www.elheraldo.hn/economia/988549-466/desaf%C3%ADos-y-
oportunidades-para-las-pyme-en-honduras

http://revistasumma.com/diagnostico-de-las-pymes-en-centroamerica/

https://www.researchgate.net/publication/257693579_LAS_EMPRESAS_FAMIL
IARES_EN_HONDURAS_Y_SU_VINCULACION_CON_EL_DESARROLLO

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