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Las otras dimensiones (definiciones) del concepto han perdido vigencia y se han convertido
en lo que hoy creemos que solo son servicios y mucho dinero como necesidad. A pesar de
que el concepto de necesidades humanas tiene muchas dimensiones (como ya lo había
mencionado anteriormente) hay dos perspectivas muy interesantes y ciertas que dejan
afuera las necesidades incoherentes de dinero y se enfocan más en las verdaderas
necesidades. Las perspectivas de Abraham Maslow y Víctor Frankl son en las que nos
enfocaremos en este ensayo.
Para empezar Abraham Maslow, elaboro una pirámide en la cual explica las diferentes
necesidades del ser humano, entre ellas están: las necesidades fisiológicas, necesidades de
seguridad, necesidades de afiliación, necesidades de reconocimiento y la del mayor nivel
que es la necesidad de autorrealización. Maslow decía que para alcanzar el punto máximo
de felicidad había que escalar la pirámide de las necesidades y subir de niveles siempre y
cuando se superara el anterior. Mientras tanto en el libro de Víctor Frankl del hombre en
busca del sentido, en este se interpreta la teoría de Frankl, la cual consiste en encontrar el
sentido de la vida aun en las peores circunstancias. Un claro ejemplo, es al momento de que
Frankl utiliza sus horribles experiencias en el campo de concentración para demostrarles a
las personas que aun en las peores circunstancias este las supero y siguió adelante, en ortras
palabras le dio sentido al horror.
Lo que dice Frankl sobre la felicidad: La búsqueda del sentido de la vida es la esencia de la
existencia, lo que profundamente cuestiona al ser humano es el para qué de su existencia.
En la realización de este sentido el hombre aspira a encontrarse con otro ser humano en la
forma de un TU y amarlo. Cuando el sentido de la existencia se ve frustrado, cuando se vive
una frustración existencial, el deseo de poder o de placer ocupa el lugar más importante en
la motivación de la conducta, de esta forma la búsqueda de la felicidad se convierte en un
fin en sí mismo y por tanto en frustración. Para Frankl la felicidad se obtiene como
consecuencia de un motivo y no por la búsqueda de ella misma: La puerta de la felicidad se
abre hacia fuera, y quien intenta derribarla se le cierra con llave.