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Consecuencias de la «socialización precoz»

Malisa Derendinger

Resumen que hubiese niños que se quedaban esperando


mansamente a que su compañero les devolviese los
La hipótesis que planteo en este trabajo es que lápices, o terminara de usar un determinado color,
si los adultos nos desconectamos de las auténticas en lugar de arrebatárselos como yo suponía que
necesidades infantiles, si sobreestimulamos haría un niño de dos o tres años. Tampoco se les
precozmente conductas adaptativas y autónomas permitía llevar ningún juguete de su casa ni
estaremos propiciando en los niños la aparición de disponían de un cajón donde guardar sus
un fenómeno al que podemos llamar socialización pertenencias. El único espacio privado era su
precoz. Este fenómeno estaría caracterizado por la cartera, que pendía de un colgador.
aparición, en edades muy tempranas, de conductas A mi observación de que los niños de esta edad
aparentemente socializadas —como compartir, son muy posesivos y evolutivamente egoístas, y que
acatar normas, inhibir respuestas emocionales, para acostumbrarlos a compartir primero había que
etc.— pero que carecen de la reversibilidad que respetar su individualismo y permitirles tener
caracteriza a la verdadera socialización. posesiones privadas, se me contestó que eso daba
Describiré algunas características que lugar a escenas de celos, peleas, llantos… toda la
comparten una serie de pacientes que he tenido gama de expresiones emocionales que me parecían
ocasión de tratar en los últimos años, ilustrándolo naturales a esa edad. Pero para una maestra a cargo
con viñetas clínicas. de veinticinco niños de tres años, lo que para mí
podía ser natural, para ella era un drama. Y aquí nos
encontramos con otra sobreexigencia adulta: el
¿El bebé de seis meses o el niño de dos años, elevado número de niños por clase —y considero
necesitan «hacer amigos»? que veinticinco niños es un número elevado para
¿El niño de dos o tres años tiene tanta necesidad esta etapa— responde a una valoración económica
de autonomía como para que ya se le enseñe a que no tiene en cuenta ni las necesidades infantiles
abrocharse y desabrocharse el abrigo, la camisa o ni la capacidad de contención del educador.
los zapatos? Tanto en esta escuela, como en otra a la que me
¿No sería más respetuoso con la evolución del incorporé diez años después, se fueron respetando
niño, esperar a que estas habilidades las adquiera las exigencias egocéntricas de los niños al tiempo
espontáneamente, a medida que vayan entrando en que se introducían actividades lúdicas que
su campo de intereses? facilitaran la cooperación. Por ejemplo, se
¿De quién es la necesidad de que el bebé de tres incorporaron juguetes que permitieran juegos
meses vaya a la guardería o de que el niño de tres simbólicos, además de los ya aceptados juegos
años vaya a la escuela? didácticos. A falta de un cajón para guardar sus
Estas preguntas, entre otras, se me fueron pertenencias, se consiguió que al menos tuviesen
ocurriendo durante la observación de niños en el una carpeta para sus trabajos, en lugar de
ámbito escolar, en el diálogo con educadores y en el amontonarlos en una pila junto con los trabajos de
trabajo psicoterapéutico. Cuando comencé a trabajar los demás niños. También se aceptó que, por lo
como psicóloga en una escuela, hace ya más de menos durante el primer trimestre, que llamaban
veinticinco años, me llamó la atención que los niños «de adaptación», se les permitiese traer algún
de dos, tres o cuatro años tuvieran que compartir el juguete que funcionase como puente entre la escuela
material escolar, por ejemplo los lápices de colores; y su casa. Con el tiempo, la prohibición de traer
y más aún que las maestras se sorprendiesen de que objetos del hogar se fue relajando a medida que las
había niños que se apoderaban de todos los lápices y maestras iban comprobando que podían hacerse
no querían compartirlos. A mí me sorprendía más cargo de las tan temidas escenas de celos.

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A lo largo de estos años he podido observar —y no necesariamente de nivel socioeconómico
situaciones similares en guarderías. Sentimientos elevado— el prestigio de una guardería de niños de
como los celos, tristeza, añoranza, temor ante el uno, dos y tres años se mide por las clases de lengua,
extraño, y sus formas de expresión: llanto, pataleta, psicomotricidad, plástica, e incluso salidas con una
actitud de rechazo, etc, son temidos y se los niega noche fuera de casa.
(«Entre mis niños los celos no existen»), o se los Si escuchamos otras voces, a mi juicio más
reprime evitando situaciones que pudieran dar lugar sensatas, oiremos que las guarderías deberían
a su emergencia («No se pueden traer juguetes a la facilitar períodos de adaptación en los que la
clase porque los otros niños se pondrían celosos» o presencia de uno o ambos padres proporcione al
«Las mamás han de marcharse enseguida porque de bebé una experiencia de continuidad entre su hogar
lo contrario el niño se pondrá a llorar y no querrá y la guardería, entre sus padres y su nuevo
separarse»). cuidador/a. Las guarderías deberían ser sitios donde
En los medios de difusión son frecuentes las la estimulación fuese espontánea, sin pretensiones
imágenes de personalidades famosas acompañando de escolarización, entendiendo por ésta la
a sus hijitos a la guardería. Suelen ser niños de año y introducción de aprendizajes sistemáticos y
medio o dos años, en algún caso su mamá estaba en dirigidos. Debería haber más adultos a cargo de
avanzado estado de gestación. Los comentaristas menos niños, y prescindir de rigideces horarias y de
señalan con admiración que el pequeño se queda normas que pretendan uniformizar a los niños.
muy tranquilo sin derramar una sola lágrima, a pesar (Dolto,1994) (Amorós y Portabella, 2001).2
de ser su primera experiencia escolar. Parece Los bebés de seis meses no tienen ninguna
evidente que en la mente del periodista está la idea necesidad de «amigos», todavía no poseen la
de que la separación de su madre es dolorosa, pero noción de amistad, los otros bebés son para ellos
el mensaje que trasmite es que eso es educativo y unos objetos tan divertidos como un juguete o tan
que lo deseable es que el niño se aguante el dolor. molestos como un obstáculo entre ellos y el adulto.
Las caras serias y circunspectas de los pequeños se (A. Freud, 1971). Creo que no hay que confundir la
interpretan como señal de valentía y madurez. necesidad de contacto social con otros niños con la
Siempre había considerado a las guarderías una capacidad para entablar relaciones de amistad y
necesidad social de los adultos: los padres que no camaradería. He podido observar niños muy
pueden pagar una niñera, disponen de un sitio pequeños, de dos y tres años, que van siempre con
seguro donde cuidan a sus hijos mientras ellos un mismo compañerito, sobre todo a la hora de
trabajan. No es el caso de esos «famosos» que comer o de la siesta. Se cuidan mutuamente, se
prefieren las guarderías. Son personas con consuelan, vigilan que el otro niño no se descuide
suficientes medios económicos como para que el su servilleta… Los cuidadores se maravillan de lo
niño permanezca en casa al cuidado de una niñera. «amigos» que son. Yo no creo que sean amigos en
Algunos padres, a pesar de no disponer de esa sentido estricto. Creo que ofician de mamá el uno
holgura económica, prefieren pagar a alguien que para el otro en momentos en los que, como bien
cuide de su niño o prescindir de uno de los sueldos dicen Amorós y Portabella (2001) «…aumentan las
—generalmente el de la madre— para no tener que ansiedades de separación de la madre, de la
llevar a sus hijos a la guardería en edades muy familia, ya que son momentos íntimos que ponen al
tempranas. Sin necesidad de conocimientos niño más en contacto con la ausencia.» Estas
académicos, escuchan sus emociones y se dejan «amistades» también las he podido observar en
guiar por ellas. Entienden que lo que un bebé niños que pasan de la guardería a la escuela
necesita es una madre, propia o sustituta, y infantil, alrededor de los tres años, y que suelen ir
permanecer en el entorno conocido del hogar. Otros en pareja con otro niño que proviene de la misma
padres no pueden permitírselo y en las entrevistas guardería. Van siempre cogidos de la mano,
comunican la pena y el sentimiento de abandono sentados a la misma mesa, no toleran que se les
que vivieron al dejar a sus niños en la guardería. Y separe y si esto ocurre, lloran desesperados. La
otros escuchan los cantos de sirena de una sociedad pareja suele disolverse hacia los cinco o seis años,
que les dice que lo bueno para los niños es estar con cuando están en condiciones de desarrollar
otros niños y con una maestra y no con su mamá, amistades por afinidad y simpatía, y ya no
adquirir autonomía lo antes posible, aprender necesitan del otro niño que les garantiza la
muchas materias, cuanto antes mejor. Creen que así vivencia de continuidad con su familia. En ese
estarán mejor preparados para insertarse en una momento ya pueden comenzar a tener una vida
sociedad competitiva y exigente. En ciertos círculos privada al margen de la vida familiar.

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Son los adultos los que necesitan que los niños parafraseando a Winnicott, una falsa socialización.
de dos o tres años se vistan y desvistan solos, para ir También la noción de Bion (1963) de reverie
más rápido en casa o porque son demasiados niños materno y sus fallos dan cuenta de la capacidad o
para atender en una guardería. Son los adultos los dificultad para conectar con las verdaderas
que necesitan niños autónomos que sean capaces de necesidades infantiles.
estar ocho o más horas en una guardería. Es un Tanto Bion como Winnicott se interesaron por
autoengaño del adulto el creer que a los bebés les va los fenómenos de comunicación madre-bebé. Bion
muy bien estar todo el día en compañía de una llamó capacidad de reverie a la capacidad de la
docena de bebés a cargo de un solo cuidador. madre de interpretar las señales que envía el bebé
Confundiendo necesidades de los adultos con sobre su estado físico o anímico y de responder de
necesidades de los niños, les obligamos a someterse manera adecuada. Un aspecto importante de esta
a exigencias excesivas, a sobreadaptarse y a capacidad es el ser un buen continente de las
desarrollar lo que podemos llamar «socialización ansiedades del infante. Si éste introyecta las
precoz», que es, en realidad, una capacidades maternas, se irá construyendo en su
pseudosocialización, y que da lugar a niños interior un aparato mental capaz de pensar y
pseudosocializados, pseudoadultos, que han comunicarse.
encapsulado sus necesidades infantiles y que, con Winnicott insistirá en el papel del ambiente
bastante frecuencia, desarrollan una serie de como facilitador de este proceso, y describirá una
síntomas que dificultan la convivencia y dan origen zona intermedia entre el mundo interno y el mundo
a la demanda de psicoterapia. externo, entre yo y no-yo, a la que denominará
El proceso de socialización es un proceso largo espacio transicional. Los objetos que pueblan este
que comienza incluso antes del nacimiento, cuando espacio y las experiencias que ocurren en él son los
el niño es pensado e imaginado por sus padres, objetos y fenómenos transicionales. Según
incluido en un círculo social. Para que este proceso Winnicott el juego y toda la actividad creadora y
se desarrolle a partir de la díada inicial, fusional e cultural posterior están situados en ese espacio
indiferenciada, han de transcurrir unos cinco o seis transicional, que es el lugar del encuentro con el
años. El niño puede empezar a sentirse, entonces, un propio self, a partir de las experiencias de unión y
ser autónomo entre otros seres autónomos, par entre separación con la madre. Si estas experiencias son
pares, con los mismos derechos y obligaciones que satisfactorias, si la madre consigue identificarse con
los otros niños, sujeto a la autoridad y bajo la las necesidades de su hijo, sabe cómo sostenerlo
protección de los adultos. Es en este momento para que el niño se sienta «…existiendo y no
cuando la capacidad para la amistad, la cooperación, simplemente reaccionando. He aquí el origen del
la solidaridad comienza a desplegarse con la [verdadero self].3 […] Sólo el [verdadero self] es
autenticidad que caracteriza a la verdadera capaz de crear y de ser sentido como real»
socialización. Afianzada en identificaciones (Winnicott, 1965, p. 178-9). Junto con el concepto
profundas con los valores de los adultos irá de verdadero self, Winnicott desarrolla el concepto
madurando a lo largo de la vida. Lo opuesto a la de falso self, cuya función es defensiva y consiste en
socialización es el egocentrismo. proteger y ocultar el verdadero self. En la salud, el
Cuando se obliga a un niño a sobreadaptarse a falso self «se halla representado por toda la
situaciones para las que no está ni física ni organización de la actitud social cortés y bien
psíquicamente preparado, se le impone un vínculo educada, por un «no llevar el corazón en la mano»
de sometimiento, prepotencia y falta de respeto. […]. Se ha producido un aumento de la capacidad
Este tipo de vínculo será introyectado por el niño y del individuo para renunciar a la omnipotencia y al
se constituirá en un modelo para vínculos proceso primario en general, ganando así un lugar
posteriores. Las adquisiciones obtenidas no serán en la sociedad que jamás puede conseguirse ni
verdaderas adquisiciones yoicas, sino que irán a mantenerse mediante el [verdadero self] a solas.»
reforzar un superyó exigente y tiránico. La noción (Winnicott, 1965, p.173). En la enfermedad, el falso
de autoridad será sustituida por la de autoritarismo. self representa un sometimiento a las exigencias del
Los conceptos de objeto, espacio y fenómenos ambiente que genera un sistema de relaciones que
transicionales, el proceso de ilusión-desilusión, la aparentan ser verdaderas, auténticas, pero que son
constitución del verdadero y falso self elaborados producto de identificaciones miméticas. Pueden ser
por Winnicott (1958, 1965, 1971) me ayudaron a personas muy productivas intelectual o
comprender las consecuencias de una socialización artísticamente pero que fracasan en las relaciones
precoz. La principal consecuencia sería, más íntimas que exigen espontaneidad y

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creatividad. Winnicott (1965) pone el ejemplo de un padres no recuerdan detalles de su evolución: han
tipo de actor que sabe ser él mismo y a la vez delegado las funciones de crianza en abuelas y
representar un papel, diferente de otro tipo de actor educadores. En mi opinión, éste es un elemento que
que sólo sabe actuar y que se siente perdido cuando modula la relación y la convierte en una relación
no interpreta, y cuando no se le aplaude su fraternal más que materno o paterno filial. La
actuación. El aplauso representa el reconocimiento impresión que me producen estos padres es que son
y la confirmación de su existencia. hermanos mayores al cuidado de hermanitos
El predominio del falso self crea un sentimiento pequeños.
de falta de consistencia, de no ser real, y en los niños Otro elemento importante en la personalidad de
este sentimiento genera irritabilidad y los padres es su dificultad en el manejo y contención
susceptibilidad. Da lugar, también, a la típica de la agresión. La agresividad de sus hijos les
soberbia y arrogancia narcisista. En los niños sería desborda. Las pataletas de los niños ante cualquier
el resultado de la identificación masiva con los frustración los desespera y en algún caso les lleva a
adultos a quienes la mente infantil reviste de preferir no salir con el niño para evitar conflictos en
omnipotencia. público.
Describiré a continuación algunas Cuando recibo por primera vez a un niño tengo
características que comparten una serie de niños a por costumbre recomendar a los padres que sea uno
quienes he tenido ocasión de tratar como pacientes de ellos el que lo acompañe. De esta manera puedo
en los últimos años. hacerle pasar si se trata de un niño pequeño que no
Son niños y niñas entre tres y once años. Sus quiere quedarse a solas conmigo. Con los niños
padres acuden por iniciativa propia y el motivo de mayores suele ser suficiente que el padre o la madre
consulta principal son las dificultades de esperen en otra habitación. A partir del momento en
convivencia: son niños permanentemente que veo que se queda confiado en mi presencia, le
insatisfechos, mandones, despóticos, pido a la persona que acompaña al niño que se
malhumorados. En un par de casos sus padres marche y vuelva a buscarle. Con estos niños mis
manifestaron que no se atrevían a tener otro hijo. precauciones fueron totalmente innecesarias: sus
Fueron niños deseados, pero durante el primer padres los dejaron en la consulta y se marcharon a
año de vida sus madres padecieron distinto tipo de hacer un recado. Los niños parecían quedarse muy
problemas personales que seguramente interfirieron tranquilos y, aparentemente, la única angustiada por
en su relación con el bebé y le forzaron a una la situación era yo. Mi extrañeza fue mayor cuando
sobreadaptación. La madre de Sara, por ejemplo, en una segunda o tercera entrevista con sus padres
padeció una fuerte depresión que atribuía a sus me enteré que a todos les aterrorizaba quedarse
dificultades para hacerse cargo de un bebé y de su solos en una habitación o desplazarse solos por la
otra hijita de cuatro años; no podía soportar los casa. Tenían éste y otros síntomas fóbicos
celos de la niña mayor y le faltaba el apoyo de su importantes que no se me habían comunicado.
marido, siempre ausente. La vida de la madre de Otra característica de estos niños es que no
Adrià estuvo en peligro a causa del embarazo y el jugaban ni tampoco lo hacían en las sesiones.
parto debido a una enfermedad cardíaca. Tanto la Preferían dibujar o hablar. Manifestaban que ya
abuela materna de Adrià como las de Silvia y Ani eran mayores para jugar, o que esos juguetes eran
intervinieron decisivamente en su crianza, de niño pequeño, o simplemente los ignoraban y de
obstaculizando el vínculo con sus madres, personas vez en cuando hacían uso de ellos como para
inseguras y dependientes. Andrés, por su parte, fue darme el gusto. Al único al que no le puse juguetes
un bebé frágil y endeble, y su madre cuenta que lo fue a Andrés. Tenía once años y sus padres me
manipulaba con mucho temor. De su relato se habían explicado que nunca había jugado. Pensé
desprende que había exceso de control emocional en que aunque fuesen juegos adecuados a su edad,
el contacto con el niño. podían representar una ofensa narcisista
Todos estos niños fueron a guardería a edades difícilmente perdonable. Así que me limité a
muy tempranas, entre los seis y los dieciocho meses. ponerle papel y lápices. Con el tiempo fabricamos
Se «adaptaron» muy bien, a excepción de Andrés entre los dos una pelota de papel con la que
que, dado que enfermaba constantemente, dejó de ir jugamos interminables, y a veces violentos,
a la guardería y pasó al cuidado de una canguro. La partidos de fútbol-mesa, baloncesto-papelera, y un
«buena adaptación» significa que no lloraban al original —y muy simbólico— juego que consiste
separarse y que se quedaban muy contentos. Como en que uno intenta encestar la pelota en la papelera,
es frecuente en niños criados por otras personas, los mientras el contrincante se esfuerza en «estropear»

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el intento, o sea, en evitar que la pelota entre en la su actividad lúdica ponen de manifiesto un cambio
papelera. Transcurridos unos meses de tratamiento, en sus relaciones, tanto en su mundo interno como
Andrés comenzó a jugar en casa con su hermanito en el externo. Sus juguetes preferidos son unos
de cinco años y con los juguetes que le habían muñecos de plástico a los que ha asignado roles que
regalado a él cuando tenía esa edad y que nunca se mantienen a lo largo del tiempo. Representan dos
había utilizado. familias compuestas de padre, madre, hijo, hija. Al
Ani de cuatro años y Sara de siete, hicieron unos principio los adultos prácticamente no contaban o
tímidos intentos de jugar en sesión. Primero eran muy malos y había que matarlos. Luego
apilando maderas en equilibrio muy inestable y apareció una clara disociación entre una pareja de
disfrutando mucho cuando se les caían. Un juego padres buenos y otra de padres malos, entonces
propio de un niño de dos años. Luego comenzaron a mataba a estos últimos. Los niños siempre se hacían
montar escenas estáticas: Ani escenas de dar de cargo de todo: defendían a los padres de ataques de
comer y dormir a los muñecos o poner a los monstruos, marcianitos o robots muy poderosos; si
animalitos en fila: «estaban en la escuela»; Sara jugaban al fútbol o hacían carreras, ganaban siempre
construía calles con semáforos y casas. En los niños, sobre todo uno con el cual estaba
ocasiones, muy aisladas, las escenas se dinamizaban claramente identificado; también derrotaban a los
con la introducción de un suceso violento y agresivo padres en lucha cuerpo a cuerpo.
que era rápidamente reprimido. Pronto sus formas Creo que Adrià con sus juegos comunica con
de comunicarse conmigo siguieron derroteros muy más riqueza plástica lo que a mi entender les sucede
distintos: Ani se dedicó a destrozar todos los de forma similar a mis otros pacientitos: él es el niño
juguetes que podía, y más adelante prefirió dibujar y triunfante, que no tiene límites ni frustraciones,
escribir. Tuvo dificultades para aprender a escribir. jamás fracasa —si se ve perdiendo hace trampas—,
Se había estancado en la fase de imitación de la impone sus leyes a los adultos, que pasan a
escritura, con la diferencia de que ella creía escribir representar sus aspectos desvalidos y dependientes.
palabras inteligibles. Interpretándole esta Vive en un mundo ilusorio y mágico en el que
pseudoescritura y su temor de no ser capaz de mandan los niños. Parapetado en sus defensas
escribir de verdad, se lanzó a escribir al regreso de maníacas no puede crecer, continúa siendo un niño
unas vacaciones de Semana Santa: sin la presión de pequeño que se orina en la cama, que tiene miedo de
la escuela y de la rivalidad con sus compañeritos todo, que no se atreve a preguntarle nada a la
que ya escribían. En las sesiones terapéuticas nunca maestra. Dentro suyo hay un bebé que aún no tolera
desarrolló una actividad lúdica propiamente dicha que sus padres tengan una vida privada de la que él
—sus padres interrumpieron el tratamiento a los dos no participe. Y ha conseguido que en la vida real sus
años coincidiendo con el nacimiento de una padres se ajusten a sus deseos y prácticamente no
hermanita— pero sí comenzó a jugar, al poco tengan vida de pareja. Al mismo tiempo aparentaba,
tiempo de iniciada la terapia, en su casa y en la frente a los extraños, ser un niño muy maduro y
escuela. correcto. Actualmente acepta más la autoridad de
Cuando Sara decidió abandonar sus frustrados sus padres. Los roles de los adultos y de los niños
intentos de jugar, comenzó a escribir o, mejor dicho, son más realistas. Aceptar la dependencia le va
a dibujar letras y palabras: «¡Me encanta escribir!», permitiendo ser más autónomo y más
decía, pero, en realidad, lo que le encantaba no era auténticamente niño.
tanto el contenido de lo que escribía, sino la forma A diferencia de Adrià, los otros niños inhibían
que daba a las letras. Hacía caligrafía. Al año de rápidamente cualquier manifestación de agresividad
tratamiento comenzó también a jugar a juegos más o que, por otra parte, revelaba un considerable
menos reglados y a adivinanzas; continúa sadismo. Con todos ellos, incluido Adrià, el clima
escribiendo pero para contarme experiencias transferencial fue, durante un tiempo, tenso y
cotidianas, el contenido se ha vuelto más importante temeroso. Contratransferencialmente sentía que,
que la forma. estando en presencia de niños que parecían mayores
De todos estos niños, Adrià es el que más de lo que eran, a la vez debía atender a alguien muy
tiempo lleva de psicoterapia: tenía cinco años pequeñito que pugnaba por hacerse oír por detrás de
cuando le trajeron sus padres, y ahora tiene diez. sus aires adultiformes. Para ir al lavabo, por
También empezó dibujando, pero luego prefirió ejemplo, se las arreglaban para que les acompañase
jugar. Y también comenzó a jugar solo en casa, sin con diversas excusas, pero jamás reconocían que
requerir la presencia de un adulto. Adrià es hijo tenían miedo de ir solos. Su miedo a la soledad, o
único. Los cambios que se han ido produciendo en era un invento de sus padres, o era cosa del pasado.

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Reflexionando sobre mi actividad interpretativa, desarrollar afectos profundos y permanentes como
reconozco una línea en común con todos estos resultado de las constantes pérdidas que sufren.
niños, y es el intento de rescatar el self infantil, En mi opinión, una niñera o una abuela, con
escondido detrás del adultiforme. Entre el bebé y el buen contacto emocional consigo misma, puede
adulto, existía un niño que no tenía ni idea de cómo sostener emocionalmente no sólo al niño sino
se comportaba, pensaba, sentía, en definitiva de también a su madre en la dolorosa experiencia de
cómo era un niño de su edad cronológica. separación. Y puede contribuir a crear ese puente de
Mis interpretaciones apuntaban —y en algunos unión, esa zona intermedia de experiencia que
casos continúan apuntando— a desmontar al niño Winnicott llamó objeto y fenómenos transicionales
adultizado, o sea, al niño al que le han atribuido y que da origen al simbolismo y a la experiencia
rasgos propios de un adulto y esperan de él cultural. En los pacientes descriptos ese puente de
comportamientos adultos, y que, en un interjuego de unión y separación había fallado y el resultado fue el
identificaciones proyectivas, se convierte en un niño desarrollo de personalidades del tipo falso self.
adultiforme. La guardería, la escola bressol, la escuela
Con sus padres también he trabajado en este infantil deberían, también, poder cumplir esa
sentido: resituarse como adultos con relación a un función de nexo. Creo que en muchos casos lo
niño. Con mayor o menor éxito según los casos. hacen, por ejemplo con niños provenientes de
Pero, por lo menos, creo que todos han comprendido familias desestructuradas. Pero en la medida en que
que no es bueno ser un niño adultiforme, aunque en se imponga un modelo de institución en la que hay
un comienzo ellos se quejaban del despotismo de que atender a muchos niños porque de lo contrario
sus hijos, su apariencia de madurez les halagaba, o no salen los números, o en el que prima un criterio
por lo menos no les molestaba. pedagógico disociado de contacto emocional, me
En estos historiales parece claro que ha habido temo que iremos «fabricando» muchos niños falso
lo que Winnicott (op. cit.) denominaba «fallos self. Niños adultizados, pseudosocializados en los
ambientales», en los que se combinan déficits en la que el verdadero self infantil queda oculto.
capacidad de reverie materno (Bion, op. cit.), con Me preocupan, aún más que mis pacientitos,
falta de consistencia en la función paterna. aquellos otros niños que no muestran síntomas ego o
Combinados con estos fallos ambientales están, socio-distónicos y quedan sometidos a la tiranía de
seguramente, las características personales de estos la precocidad confundida con «normalidad». Y la
niños que hicieron que su evolución fuese ésta y no precocidad que no está apuntalada en unas sólidas
otra. Pero en nuestra sociedad actual deberíamos bases sólo conduce a una falsa madurez.
identificar además otros factores. Para concluir, dos imágenes que a mi entender
Así como en la época de Freud habríamos tenido muestran un abismo en cuanto a la empatía con las
en cuenta la personalidad de la nodriza o de la necesidades de un niño: Una maestra de guardería
niñera, por lo menos en las clases altas, en nuestra espera a los niños en la puerta. Una mamá llega con
época no podemos ignorar a sus sustitutos: los su niño de año y medio en brazos e intenta
canguros, las guarderías o escoles bressol y la traspasarlo a los brazos de la maestra. Ésta, con los
escuela infantil, que ya no son exclusividad de brazos caídos a lo largo del cuerpo, le dice, medio
clases altas. En nuestros días creo que hay una gran en serio, medio en broma: «¡Déjalo en el suelo,
población infantil que carece de «mamás mujer! ¡Que ya sabe caminar solo!». En descargo de
suficientemente buenas», al decir de Winnicott, esta educadora puedo decir que no todos los
—y con otros términos, de M.Klein, Bion y otros humanos podemos hacernos cargo de diez bebés de
pensadores psicoanalíticos— tanto porque sus año y medio al mismo tiempo. Quizás por eso no se
madres estén trabajando, tanto porque crean que es dan en la naturaleza partos múltiples de diez niños.
mejor dejarlos en una guardería que cuidarlos ellas Otra escena: Una maestra de enseñanza infantil
mismas, como por las características de sus comenta preocupada a la psicopedagoga de la
sustitutos. Son muchas las historias que he escuela que sus nuevos alumnos de tres años, al
escuchado sobre niños que han pasado por una o dos poco rato de estar jugando comienzan a preguntarle,
guarderías, o por media docena de canguros en sus con aire de estar aburridos, que cuándo harían
primeros años de vida. Algunos canguros les «fichas», o sea, trabajos de papel y lápiz.
duraban un mes o dos, otras un año o más, y cuando Mi experiencia con educadores me lleva a
ya se habían encariñado se marchaban… Estas asegurar que ambas son profesionales serias,
historias se parecen —salvando las diferencias— dedicadas a su trabajo, y que hacen horas extras para
a las de los niños institucionalizados que no pueden perfeccionar su cometido. La diferencia quizás

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estriba en que una las dedicará a fabricar material y Notas
estudiar técnicas con los que atraer la atención de
1. Este artículo es una versión ampliada de la que leí en la
sus pequeños «alumnos», y la otra quizás lo dedique
Jornada «25 anys de psicoteràpia psicoanalítica», organizada
a comprender lo que necesita un niño. La diferencia
en Barcelona por la Associació Catalana de Psicoteràpia
es importante. Unos niños estarán sobreestimulados Psicoanalítica, el 26 de mayo del 2001 y del trabajo «¿Niños
y otros podrán reencontrar lo que habían perdido: la tiránicos o tiranizados?», presentado en las IV Jornadas
capacidad de jugar, el trabajo más importante y serio d’Intercanvi en psicoanàlisi «Mes enllà del principi del plaer»
de un niño. Aquello que más tarde se transformará organizadas en Barcelona por Gradiva, Associació d’Estudis
en estudio y luego en actividad laboral. Psicoanalítics, en octubre del 2001.
Quisiera terminar este artículo con otras 2. Coincido ampliamente con C. Amorós y A. Portabella en el
preguntas referidas, ahora, a la adolescencia: ¿Tiene modelo de guardería promotora de salud que describen. Mi
algo que ver lo que he expuesto con los fracasos en intención en este trabajo es mostrar las posibles consecuencias
la escuela secundaria? ¿con estos adolescentes que psicopatológicas de otros modelos de guardería y escuela
parecían tan brillantes pero que no terminan de infantil muy frecuentes en nuestra sociedad.
3. En esta edición verdadero self y falso self se tradujeron
hacerse adultos? ¿que fracasan en sus estudios?
como «ser verdadero» y «ser falso». Prefiero mantener la
¿con la violencia y con la falta de respeto de los
palabra inglesa self y el adjetivo delante.
adolescentes en las aulas? ¿con la dificultad de los
profesores de enseñanza secundaria para ser
escuchados? Bibliografía
Anticipo una respuesta: creo que sí, que algo
AMORÓS A., C. y PORTABELLA CORNET, A.: «Guarderías
tiene que ver, aunque probablemente no todo. Creo
infantiles y salud mental». Intercambios, papeles de
que cualquier exigencia en el sentido de una
psicoanálisis, nº 7, p. 7-24. Barcelona.
sobreadaptación genera una falsa adaptación; que un BION, W.R. (1963). Aprendiendo de la experiencia. Barcelona:
exceso de estimulación genera pasividad; que un Ediciones Paidós Ibérica S.A. 1980.
aprendizaje promovido antes de que exista la DOLTO, F. (1994). ¿Cómo educar a nuestros hijos? Reflexiones
capacidad de aprehenderlo genera automatización o sobre la comprensión y la comunicación entre padres e hijos.
mecanización; que si entramos en la contradicción Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica S.A. 1998.
de exigir a los bebés como si fueran niños y de FREUD, A. (1971). Normalidad y patología en la niñez. Buenos
consentir a los niños como si fueran bebés, Aires: Editorial Paidós S.A.I.C.F. 1973.
generamos pseudoadultos. Generamos personas con WINNICOTT, D.W. (1958). Escritos de pediatría y psicoanálisis.
una identidad endeble, poco consistente, que tendrá Barcelona: Editorial Laia S.A. 1979.
dificultades para enfrentar las turbulencias de todo — (1965). El proceso de maduración en el niño. Barcelona:
Editorial Laia S.A. 1981
tipo que surgen en la adolescencia. Avanzar hacia
— (1971). Realidad y juego. Barcelona: GEDISA. 1979.
una identidad adulta exige poseer una identidad
sólida que permita al adolescente abandonar su
identidad infantil sin hundirse y sin tener que
aferrarse a identidades prestadas, confusas y
superficiales.

Malisa Derendinger
Buenos Aires 28-32, Entlo 2ª
08036 Barcelona
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