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RESUMEN FINAL TLEM

T0 – Las herramientas filológicas

La fuente primaria de la filología es el texto literario. Ya no se trabaja con el original, sino que
usamos copias que son estudiadas por la Crítica Textual. Los textos medievales se conservan en
manuscritos enmarcados en códices, los más caros en pergamino y el resto en papel. Con la llegada
de la imprenta aparece el libro antiguo. Los anteriores a 1501 se denominan incunables. Destaca
también el concepto de pliego suelto. Cuando la obra no estaba encuadernada circulaban los pliegos
sueltos. La difusión de las obras es generalmente oral. No se conservan casi originales autógrafos,
sino copias manuscritas, que pueden estar modificadas por el copista que hizo la copia. Las
ediciones que nos llegan pueden ser: facsimilar (copia fotográfica), paleográfica (textual) o crítica
(con correcciones de copistas + stemmas si tienen varios manuscritos)

T1 – La Edad Media, historia, cronología, lengua y literatura

La Edad Media es el período comprendido entre el siglo V y XV. Empieza con la caída del Imperio
romano y termina con la caída del Imperio Bizantino. Se divide en tres etapas: La Edad Media
temprana, donde la Biblia es el referente de cualquier obra; la Alta Edad Media, cuando la literatura
deja de ser una actividad exclusiva del clero; y Baja Edad Media, caracterizada por la búsqueda de
la experiencia directa con Dios.
La sociedad medieval vivía esencialmente del campo en un régimen de señorío. El señor explotaba
sus tierras con sus colonos. La sociedad estaba claramente dividida en clases: Nobleza ('bellatores'),
la aristocracia medieval; Monarquía, el poder del Rey y de la corte; Clero ('oratores') encargados de
la educación, la Iglesia y la economía; y el Pueblo llano ('laboratores') campesinos y artesanos.
En la Baja Edad Media, con el traslado a las ciudades, aparece una nueva clase social: la burguesía,
comerciantes que se iban enriqueciendo.
El período del reinado de los Reyes Católicos será recordado por sus intentos de obligar a los
musulmanes a perder su lengua, creencias y costumbres, por la Inquisición y la expulsión de los
judíos en 1492. La importancia de la religión en la época medieval es innegable. Gran parte de la
literatura es clerical. Lo particular de la Península es que conviven tres religiones: cristianos,
musulmanes y judíos. Los dos primeros convivieron y se influyeron, pero con los judíos no.
En la Edad Media se vive un cambio muy importante. El paso de la oralidad a la escritura. Ya no se
confía en la memoria y se exige más precisión y estructuración narrativa. Da pie al individualismo.

T2 – Filología y literatura medieval

El castellano nace de la evolución del latín hablado en la Castilla medieval. El contacto de las
lenguas crea la lengua romance. Castilla se impondrá a los otros reinos. De Andalucía, el castellano
saltará a Canarias y al nuevo mundo, América.
Algunos rasgos en el paso del latín al castellano: pérdida de la -f inicial (famine → hambre),
conversión de -ct, -ult en -ch (multo → mucho, lacte → leche); los grupos -pl, -cl, -fl pasan a -ll
(planu → llano); las consonantes -ll, -nn se palatizan (collum → cuello)
Además, en el castellano anterior a Alfonso X hay vacilaciones como: uso tanto de el/lo/la como
elo/ela, el adverbio 'muy' también aparece como 'mucho/much', o formas verbales con varios usos
(sabremos/saberemos). Por esta flexión que tenía aún la lengua, el castellano se nutre de latinismos,
galicismos, etc. Hasta Alfonso X no se crearán unas reglas ortográficas claras. Nos regimos por
criterios fonéticos, es decir, escriben como se pronuncia.
En la Península, además del mozárabe de la España musulmanes, aparecieron cinco dialectos
derivados del latín: gallego-portugués, leonés, castellano, aragonés y catalán.
En la Edad Media, en cuanto al estilo, se rigen por la Teoría de los Tres Estilos de Cicerón: para las
cosas poco importantes, usamos la sencillez, para las cosas de importancia media, se usa la
expresión templada y para las cosas importantes se habla con gravedad.
Las tres artes que regulaban la literatura medieval eran: el arte de la poesía, el arte de escribir cartas
y el de predicar.
El límite de los versos lo marca la rima y la estrofa es la unidad compleja y superior.

T3 – La lírica medieval: Jarchas, poesía gallego-portuguesa y lírica tradicional castellana

Aunque por su difusión oral no se sepa con exactitud, probablemente la lírica es anterior a la épica
porque esta requiere de una estructura compleja, mientras que la lírica va unida al canto y el canto a
las experiencias esenciales del hombre: el trabajo, el amor, el dolor...
Dos formas árabes tendrán gran relación con la lírica castellana: moaxaja y zéjel. La moaxaja es un
poema estrófico en árabe clásico. Está formado por la mudanza, vuelta y preludio. Si no tiene
preludio es una moaxaja calva. La última estrofa es la transición a la jarcha, un texto en estilo
directo. El zéjel es similar, pero está escrito en árabe vulgar. El zéjel moaxajeño sigue el mismo
esquema que la moaxaja, y el zéjel propiamente dicho que pierde la jarcha.
Lo primero que se escribe de la moaxaja es la jarcha. No suele ser obra del autor, porque una misma
jarcha aparece en diferentes moaxajas. El tema dominante en las jarchas es la queja de la amada
ante la ausencia del amado en sus diferentes vertientes.
La lírica surge en Galicia por la ausencia de actividad militar, la predisposición al amor de los
gallegos y la naturaleza privilegiada del entorno. Se conservan tres cancioneros: Cancioneiro de
Ajuda, Cancioneiro da Vaticana y Cancioneiro da Colocci-Brancutti.
Los estudiosos distinguen en los cancioneros tres tipos de composición: Cantigas d'amor, d'amigo, y
d'escarnio y maldizer. Las de amor son poemas amorosos cortesanos, las de escarnio y maldizer
constituyen un cancionero de burlas, las de escarnio con juegos ingeniosos, y las de maldizer
aplicadas a la sátira y a moralización.
La forma estrófica más popular de la lírica castellana fue el villancico, que sigue la misma
estructura que la moaxaja. Dos partes: cantar inicial (cabeza) y ampliación del mismo (glosa).

T4 – La épica medieval. El Cantar de Mio Cid

Los cantares resultan de la aglutinación de poemas breves (cantilenas) de carácter épico-lírico. Los
autores están ligados a la vida monacal. Los peregrinos amenizaban su viaje con los relatos
contados por los propios monjes o por juglares, hombres dedicados a recitar los cantares.
El cantar de gesta es un relato heroico en verso que narra las hazañas de seres superiores, cuyo fin
es la persecución del honor, mediante la aventura y el riesgo. Lo más sensato es considerar los
cantares como una mezcla entre realidad histórica y creatividad poética. Solo se conservan dos
poemas incompletos Mocedades de Rodrigo y Roncesvalles.
La épica va perdiendo su razón de ser cuando comienzan a prosificar los poemas. Ahora tienden a lo
novelesco y fantástico.
El explicit del Mio Cid está firmado por un tal Per Abbat, unos creen que fue el copista y otros que
es el propio autor. Menéndez Pidal agrupó los 3730 versos en los tres cantares que conocemos:
Cantar del destierro, cuando sale desterrado de Vivar, dejando a su mujer e hijas en el convento,
hacia Burgos en compañía de algunos de sus fieles; Las bodas de las hijas del Cid, cuando
conquista Valencia se gana el favor real y casa a sus hijas con los condes de Carrión y a cambio le
permiten reunirse con su mujer y sus hijas; Afrenta a Corpes, cuando los hombres del Cid se ríen
ante la cobardía de los de Carrión, estos buscan venganza y abandonan a las hijas del Cid tras
maltratarlas. El Cid pide justicia y tras retarse, las hijas terminan felizmente casadas con los infantes
de Navarra y Aragón y el Cid muere años después.

T5 – La poesía de clerecía: siglos XIII y XIV

Es la edad de oro de la escolástica. Se trata de una revolución cultural, alentada por la nueva vida en
la ciudad, el dominio del cristianismo sobre el mundo árabe y el Concilio de Letrán en el que se
obliga a los clérigos a formarse en latín. Aparecen en las ciudades las primeras escuelas episcopales
que sustituyen a los monasterios y que son precedente de los seminarios.
Las diferencias entre el mester de juglaría y el de clerecía es que el primero está escrito para ser
cantado y el segundo para ser leído. El de juglaría tiene un metro irregular y el de clerecía usa la
cuaderna vía. El de juglaría está inspirado en la tradición oral y el segundo en fuentes escritas.
El primer poema del mester de clerecía, que algunos atribuyen a Berceo, es el Libro de Alexandre,
que narra la vida de Alejandro Magno desde que nace, su educación, sus conquistas y por último su
muerte. La finalidad es presentar al ideal de caballero cristiano, formado en armas y letras.
Gonzalo de Berceo, clérigo de San Millán de la Cogolla, es el primer poeta conocido del mester de
clerecía. Su obra más sonada será Milagros de Nuestra Señora, una serie de relatos que narran los
milagros que hace la virgen con los pecadores.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, es el autor del Libro de Buen Amor, amor que unos comparan con el
amor cortés, otros con el amor de Dios... Es la obra más enigmática de la Edad Media. No tiene una
lectura uniforme y parece que, a propósito, su autor esconde el verdadero significado de la obra.

T6 – Los orígenes de la prosa y el Scriptorium de Alfonso X

En el siglo XII España seguía dividida en reinos, aunque ya destacaba Castilla. Se usa el latín como
lengua culta y escrita. Un hito en el camino es el Tratado de los Cabreros, el primer documento
fechado y escrito en castellano. El proceso de nacimiento de la literatura vernácula culmina con la
obra de Alfonso X.
Las dos obras que usa como referente Alfonso X son: Chronicon mundi, del tudense, historia
universal; y De rebus Hispaniae, del toledano.
Alfonso X decide traducir obras a una lengua aún pobre, sin flexión sintáctica ni apenas léxico, pero
dará un paso gigante que sentará las bases de la literatura castellana.
Usó De rebus Hispaniae para su Estoria de España y la Biblia para su General Estoria. Además de
sus obras historiográficas destacan también los tratados jurídicos y científicos o sus libros
recreativos.

T7 – La prosa de ficción

La cronística castellana (Alfonso X) nace de la traducción, que tiene un peso enorme en las
literaturas vernáculas. Esta labor compilatoria permitió el uso de la lengua romance en materias
donde hasta entonces solo se usaba el latín. Desde mediados del siglo XIII se testimonia el interés
por traducir la Biblia. Destaca La fazienda de Ultramar, una versión reducida de la Biblia en forma
de tratado geográfico, pues se centra más en las descripciones de lugares que en la historia.
La narrativa se asentará sobre las tres materias, influjo europeo: la materia de Roma, Francia y
Bretaña. La materia de Roma es la más antigua y prestigiosa, narra la historia de Alejandro Magno
y otros héroes ligados a la historia de Troya. La materia de Francia gira en torno a Carlomagno; y la
materia de Bretaña se desarrolla alrededor de la figura de Arturo, caballero que libera al pueblo
bretón de los sajones.
Amadis de Gaula es un libro que narra una aventura real, la historia de un joven de origen real, que
es abandonado al nacer y que recupera el poder y el trono por la fuerza. La relación de Amadis con
la materia artúrica es evidente, pero la similitud es con Lanzarote (Lancelot).
La narrativa del siglo XIV está representada por El Libro del cavallero Zifar. De autor anónimo,
probablemente especialista en leyes por la atención que presta al tema, presenta una estructura
donde: siempre hay un trasladador, al principio y al final, que extrae el mensaje ético, un prólogo
con una idea fundamental “sé agradecido con quien te ha hecho bien”, y paralelismos entre la vida
de Zifar y su hijo Roboán (se van de casa en busca de una vida mejor, se casan dos veces...)
T8 – La prosa didáctica. Don Juan Manuel

Los árabes trajeron consigo a la Península la literatura sapiencial (de los sabios). Escritas en árabe,
pronto, con Alfonso X, se harán traducciones también al castellano. Además, tienen mucho interés
las colecciones de cuentos. Los dos cuentos árabes más reconocidos son: Calila e Dimna y
Sendebar.
Por el número de traducciones, se dice que Calila e Dimna es el segundo libro más leído después de
la Biblia. En Sendebar se aprecia uno de los recursos más importantes que lega Oriente a Occidente,
el relato marco, es decir, una estructura con una historia principal en la que se insertan otros relatos
contados por los personajes de la historia principal, que se convierten en narradores dentro del
argumento (mismo recurso que Las mil y una noches)
Existe un gran contraste entre la biografía y la obra de Don Juan Manuel. En lo literario se presenta
como el consejero sabio, caballero ideal. En la vida real, un noble interesado y orgulloso que no
duda en abandonar una batalla. Su mayor logro es la proyección que hace de sí mismo en su obra.
Es el primer autor que se toma verdaderas molestias para conservar su obra, aunque con el tiempo
se ha perdido. Su obra más sonada es El Conde Lucanor, que narra, mediante 2 prólogos, 51
ejemplos y 5 partes más con estructura exemplo-proverbio-exposición doctrinal, los diálogos entre
el conde y Patronio, su consejero. El conde expone su duda y Patronio narra pequeños relatos para
luego llegar a la conclusión, mensaje final.

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