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J o s é M é n d e z L u g o

La Seguridad
La Seguridad
(Para un concepto integral aplicado a la seguridad, defensa
y desarrollo integral de la Nación)
Editorial
Hormiguero UMBV

UN SUEÑO, UNA ESTR ATEGIA, UN LIBRO.

UNIVERSIDAD MILTAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA


FONDO EDITORIAL HORMIGUERO

EDITOR

G/D. Alexis José Rodríguez Cabello


Rector.

Consejo Editorial del Fondo Editorial Hormiguero

G/D Jesús Zanotty Urbina


Vicerrector.
G/D Oscar González Ortiz
Secretario.
G/D Jesús Zanotty Urbina
Director del Centro de Estudios Estratégicos.
G/B Rogelio Osilia Heredia
Director del Centro de Estudios Tácticos, Técnicos y Logísticos.
G/B Alexander Duno Coronel
Director del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional.
G/B Ramón Yépez Avendaño
Director de la Escuela Superior de Guerra de la FANB.
CA Carlos Rodolfo Celis Tarife
Director del Centro de Investigación Estratégico Nacional en Ciencias y Artes Militares.
Tcnel. Sara Otero Santiso
Coordinadora de Currículo de la UMBV
Coordinadora del Fondo Editorial Hormiguero de la UMBV.

Portada, diseño y diagramación


Cruz Manuel Barboza Blanco

Depósito legal: DC2016001116


ISBN: 978-980-7535-19-9

Página Web:
www.hormiguero.com.ve
Twitter:
@Hormiguero_UMBV
Blog:
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Fanpage:
https://www.facebook.com/HormigueroUMBV
Análisis y valoración de la Seguridad

La Seguridad como categoría de análisis ha sido usada con fre-


cuencia en diferentes campos del conocimiento. Así se observa su mani-
fiesta recurrencia en textos de corte político, económico, sociológico,
educativo e histórico. Ciertamente, una pequeña muestra de su uso y
significación dignas de investigaciones para interesados en la temática.
La valoración de La Seguridad nos recuerda las demandas actuales
del país ante escenarios de guerra económica o de injerencia política
que nos llama a tomar acciones como pueblo venezolano y herederos
de Bolívar. Y, como lo señala el autor del libro, se percibe por la comu-
nidad “una vez que el Estado implementa medidas de protección y
desarrollo”. Entonces, es claro que protección-seguridad como díada
se presenta, lee y entiende por otros en ese mismo orden y desde su
lógica. Si se goza de protección entonces es posible la garantía de
seguridad para el colectivo. Así pues se interna en el imaginario.
Ahora bien, La Seguridad entendida como sensación y percepción
entraña procesos complejos y que desde la psicología social permitiría
ofrecer otras aristas a una discusión, así como la sociología de masas o
la pedagogía social. Lo interesante de este punto está en la identificación
de sujetos colectivos y de su relación con una problemática específica
que le genere cierta distancia frente a la idea de “sentirse seguro”.
Aproximémonos pues a las páginas que nos ubica entre conceptos
complementarios y distintos. Necesarios para la comprensión y el uso
para el ejercicio de nuestra ciudadanía.

Alexis José Rodríguez Cabello


Rector de la UMBV
Una mirada a la Seguridad

La Seguridad, como sensación constante de los sujetos en sus múlti-


ples roles, se manifiesta con la misma palabra y diversos matices. Las
particularidades individuales la asumen según los propios esquemas
mentales y mapas cognitivos. Desde estas connotaciones, el autor nos
introduce en un detallado análisis al concepto, recordándonos nuestra
naturaleza humana cargada de complejidades e indeterminaciones.
Así pues continúa relacionando la comprensión del mundo a través del
pensamiento y de una mirada que no se agota en el “cerebro triuno”
sino que busca respuestas en las fuentes de la semántica hasta llegar
a una visión más general del asunto. Como se ve, en ese ejercicio de
comprensión y explicación halla la forma de involucrar al lector, según
las experiencias que pueda tener y el interés que tenga, para la cons-
trucción de interrogantes y posibles aproximaciones de respuestas.
Llama la atención que en la evolución histórica de la seguridad
se identifica una manipulación de tipo ideológico durante la Guerra
Fría por los Estados Unidos. Debe ser leída e interpretada a la luz de
posteriores situaciones de manipulación en otros contextos de guerra y
las respectivas acciones del Estado.
Es apremiante ofrecer herramientas a la ciudadanía que le permitan
responder inteligentemente a las seducciones de miedo en el plano
individual y colectivo. Ese quiebre cambiaría la percepción del sujeto
respecto a su entorno. Por ello la importancia de la naturaleza humana
desde sus dimensiones.

Jesús Zanotty Urbina


Vicerrector de la UMBV
ÍNDICE

Págs.
Análisis y valoración de la Seguridad
Una mirada a la Seguridad
Introducción 08

Capítulo I. Razonamiento, sistema nervioso y percepción


en la seguridad 11
El razonamiento
Formación de los conceptos
El sistema nervioso central. Constitución y funcionamiento
El cerebro triuno.
La conducta
Personalidad
Conciencia
Atención
Memoria
Retención y olvido
Inteligencia
La percepción

Capítulo II. Seguridad: etimología, semántica y concepto 35

Capítulo III. Fundamento jurídico de la seguridad 45

Capítulo IV. Fundamento filosófico de la seguridad 55

Capítulo V. Fundamento social de la seguridad 61

Capítulo VI. El bien, valores y principios que orientan


la seguridad 69
El bien
Valores
Principios

Capítulo VII. Los intereses y objetivos nacionales 85


Intereses nacionales
Objetivos nacionales
Capítulo VIII. Políticas públicas 99

Capítulo IX. La seguridad y las emociones 109

Capítulo X. Ambiente natural en la seguridad 131

Capítulo XI. Evolución histórica del concepto seguridad 137

Conclusiones 149
Fuentes consultadas

Anexo A. Reflexiones sobre el hombre universal 157

Anexo B. Reflexiones sobre la seguridad 159


INTRODUCCIÓN

El origen de este trabajo radica en la búsqueda de elementos nece-


sarios que permitan aclarar el concepto de la seguridad. En este mundo
tan complejo el ser humano por su condición es gregario, histórico,
encarnado en su propia realidad. Se manifiesta como un ser probable,
factible, hacedero, viable, realizable, natural, asequible y de incon-
mensurables posibilidades. Abarca la realidad biótica, biológica, física,
química, espiritual y social de su ambiente natural. De un carácter
singular, lo convierte en una única entidad, exclusiva e irrepetible en
este universo. Por ello, se hace dueño de una serie de cualidades que
lo constituyen, lo distinguen y destacan del resto de los seres vivos.
La seguridad es una condición esencialmente subjetiva para cada
individuo. Una esencia que en su peculiaridad es incomunicable,
subsistente en el orden del espíritu, teje esperanzas para materializar
sus sueños, ensambla conductas bajo el esquema de la convivencia
con la posibilidad de elevarse a otros planos de la vida a través de la
inteligencia; además pone en evidencia la razón teórica en la búsqueda
de sus intereses, con una insondable anterioridad, autoconsciente,
libre y con poder para autodeterminarse. Habiente de una corpora-
lidad con atributos que lo caracterizan como la coexistencia, alteridad
y comunicabilidad que se suman a lo trascendente como valor absoluto
e incuestionable, sumado al amor, que es el medio de subsistencia,
convierten al hombre en la primera manifestación social del universo.
Es social: se diferencia de los animales por su inteligencia y razón.
Vive conforme a las reglas, normas y en su devenir siempre ha inven-
tado y compartido con la intención de sobrevivir; busca bienestar
y por condición natural, la proyección generacional para la perma-
nencia en el espacio y en el tiempo. Esto es lo que recibe el adjetivo
de seguridad: la condición de razonar con conciencia y limitaciones,
habilidades y virtudes, y que trasciende cada día por vivir más y mejor.
El hombre ha creado un camino para su propio estudio y destino bajo
una forma de conocimiento, tratando en lo posible, mediante la prác-
tica, la investigación, educación y el lenguaje, y descubrir su propia
realidad. Los temas que a continuación se estudian van encauzados
a determinar una perspectiva de la seducción y encanto que permite
interpretar la complejidad de los seres humanos y sus relaciones con
el medio ambiente.
Mucho se ha escrito sobre la seguridad y defensa, a diario se ve,
oye y se hacen comentarios de términos que de alguna manera guardan
relación con la seguridad y defensa de la nación. Hay un conocimiento
impreciso debido a la falta de estudios sobre el significado de la paz,
seguridad, defensa y la guerra. En este sentido, es necesario profun-
dizar en las investigaciones sobre las líneas conceptuales de las dife-
rentes facetas que envuelven tanto a la teoría de la seguridad, como a
la concepción de la defensa integral del Estado venezolano, particu-
larmente hacia las características sociopolíticas actuales de su pobla-
ción. Este trabajo está dirigido de manera específica hacia la seguridad
como concepto, en última instancia, determina los conceptos, percep-
ciones, situaciones, estados y condiciones que imponen su estudio,
análisis, interpretación y aplicabilidad, con la intención de lograr una
clara definición del término seguridad.
CAPÍTULO I
RAZONAMIENTO, SISTEMA NERVIOSO
Y PERCEPCIÓN EN LA SEGURIDAD
EL RAZONAMIENTO

Formación de los conceptos


El hombre por su condición de inteligente, social y gregario tomó para
sí, el oficio de construir y destruir conceptos por todos los elementos
que aparecen en su entorno, o al menos para aquellos que pasasen
por su imaginación. La creación del concepto parte del encuentro
con su hábitat, con lo real, con la finalidad de hacer objetivo, algo
que en principio fue subjetivo, singular, personal, único y concreto.
Con su conducta, lo sustrae de esa realidad física en que coexiste y
lo cambia; lo transforma por un elemento abstracto que existe ahora
como concepto. Lo hace común y diferenciado, porque en contraste
con lo primero, se puede comunicar y hablar de él de manera obje-
tiva. Para Aristóteles, el concepto desde el punto de vista objetivo, era
lo que recibía el nombre de esencia o estrictamente forma. Con ello
el hombre busca, investiga, indaga, no solo para descubrir, definir y
reconocer lo real, sino también para crear dentro de lo real, para darle
el uso que a él le interesa y conviene. El uso del concepto también
se refiere a las características, cualidades y peculiaridades que no
conforman su realidad objetiva, por el contrario, es el hombre quien en
particular le da un fin práctico y útil. Sobre este particular, las cosas no
solo son una realidad objetiva, sino que además tiene un sentido, se le
adjudica una cualidad desde una variedad infinita de los objetos. Pero
la cualidad, la utilidad efectiva, la práctica y la comodidad, variarán de
objeto a objeto. Con este razonamiento se desprende la importancia
del estudio de la seguridad como concepto.
La seguridad es una percepción consensuada de paz, tranquilidad,
bienestar y sosiego, se desprende de una conducta individual, visible,
cuando el sujeto relaciona su mundo interior con el entorno del cual
forman parte los intereses que le son propios y le favorecen, invisible
por el simple hecho de internalizar los efectos de las acciones, acti-
tudes u omisiones para contrarrestar lo que le es adverso y afecta sus
intereses. Cuando se esboza la seguridad, desde el punto de vista del
conocimiento, se determina una condición subjetiva, vale decir el indi-
viduo al distinguir en su interior, que todas las cosas que le afectan y
que corresponden a sus elementos circundantes, es capaz de resolver
sus necesidades, la internaliza, la digiere, asume una conducta en
beneficio del objetivo propuesto, de su esencia y es lo que recibe el
nombre de seguridad.

14 La Seguridad
Si bien, esta investigación se centró en el estudio de la seguridad en
todos sus sentidos, es porque al estudiar su contenido dará una buena
aplicabilidad desde el punto de vista conceptual. No se debe pasar por
alto y dejar sentado lo que se refiere a la percepción y al concepto de
seguridad, porque en definitiva la seguridad, la defensa y el desarrollo
son elementos conductuales que favorecen al colectivo. Se distinguen
en que el primero es el resultado del segundo, la defensa que es la
acción y el desarrollo contribuyen a que esta trilogía favorezca a la
vida como fin primordial del género humano.
Lo dicho conduce a pensar en un razonamiento lógico y complejo
en busca de la verdad. La razón se define como la capacidad que
tiene el hombre para realizar inferencias lógicas y acceder al conoci-
miento del universo circundante. Es lo opuesto al instinto, a la fe o a la
imaginación. La razón permite el conocimiento de lo real más allá de
lo percibido por los sentidos. Razonar es discurrir ordenando ideas en
la mente para llegar a una conclusión. Ahora, la acción y el efecto de
razonar se interpreta como la operación mental para establecer corres-
pondencia mediante juicios, entre conceptos que están primariamente
relacionados entre sí.
El razonamiento se compone de juicios y los juicios están formados
de conceptos. Es desde aquí donde parte el desarrollo para interpretar
el trabajo, cuáles son los movimientos que conducen a la libre inter-
pretación de esa percepción, de esa condición o situación, de esa
formación del concepto seguridad. El razonamiento se produce bajo
la ejecución de tres operaciones intelectuales diferentes, determi-
nantes y necesarias: la simple aprehensión que es el acto inicial del
conocimiento intelectivo o estimulación sensorial. Es el acto por el
cual la inteligencia en nuestro organismo capta o recibe alguna cosa
sin afirmar o negar nada de ella. Se logra a través de los órganos de
los sentidos que permiten este ejercicio de la captación, se percibe la
esencia o naturaleza de la cosa11. Se dice que es un acto simple porque
no admite otra cosa que el objeto percibido. Es indivisible en cuanto al
objeto pensado, sin implicar construcción alguna sobre su naturaleza,
forma o constitución: no implica construcción alguna, no se compara
ni se evalúa. Solo se tiene el objeto observado o aprehendido, es la
primera operación orgánica y sobre ella no supone antes otra actividad
intelectual, se identifica con el acto instintivo.
1 Véase Lorenzo Fernández Gómez, “La percepción y el concepto en bases filosóficas para el estudio del derecho”,
Bases filosóficas para el estudio del Derecho, Caracas, Editorial Tecnos, 1981, cap. VI, p. 185.

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 15


Una segunda operación intelectual se refiere al juicio por el cual
afirmamos o negamos esas relaciones, pasando por la posibilidad de
hacerlo sobre el hecho mismo. Es un acto donde intervienen las viven-
cias anteriores, la experiencia, los valores adquiridos, es el momento
del análisis en función a los conocimientos previos, que no necesa-
riamente deben referirse a lo aprehendido y sometido a juicio. Es una
operación cuyo estudio corresponde a la psicología y en mayor grado
a la gnoseología o teoría del conocimiento. Es una actividad del sujeto
sobre el objeto aprehendido, estableciendo una relación construida
por un objeto sobre otro objeto, con la pretensión de afirmar su condi-
ción misma, valiéndose de las facultades cognoscitivas que le permiten
estar al tanto del objeto que entra en esa relación. Finalmente, una
tercera operación viene siendo la definición y división del objeto como
concepto. En síntesis, el concepto mental es el objeto concebido,
de acuerdo a los medios que se presentan como instrumentos para
conocer. Lo que siempre se tiende a captar de los objetos es su esencia
y naturaleza. Con el razonamiento intelectivo concluye el acto del
conocimiento y conocer es un modo de sobre existir para el sujeto en
cuanto a que su propia existencia es el objeto mismo, y es así como se
forma la seguridad desde el punto de vista conceptual.
Es importante para la interpretación de la naturaleza de la segu-
ridad, saber cómo el individuo se forma su propio concepto, siendo
la seguridad un acto conductual, cognitivo-sensorial que se deriva de
las medidas y acciones en función de la sobrevivencia y el bienestar
del sujeto. Es significativo tener claro, que estas acciones o medidas
no deben confundirse con acciones instintivas, que se producen en
el primer escenario de la formación del concepto, vale decir en la
aprehensión, que es el primer paso para la formación del concepto o
razonamiento intelectual. Esta interpretación de los aspectos funda-
mentales que conforman la seguridad, suministran los recursos inte-
lectuales con los cuales van a trabajar los individuos para darle una
mejor exégesis, uso y aplicabilidad en beneficio de la sobrevivencia y
el bienestar de la colectividad. La definición de la seguridad debe ser
guiada por este planteamiento, no precederlo y cuando se tenga una
compresión de lo que como concepto trata y sus posibles consecuen-
cias, se habrá logrado el objetivo propuesto.
Muchos términos comúnmente usados no tienen un significado
preciso, ni pueden ser entendidos por el contexto en que aparecen,
por ejemplo la libertad, amistad, éxito, ambición, no tienen un simple

16 La Seguridad
significado sobre el que la mayoría de las personas estén de acuerdo.
En tal caso, estos términos son usados más por su valor emocional que
por cualquier significado concreto que puedan tener. Las palabras a
las que se hace referencia no solo sirven para comunicarse o expresar
ideas, también se utilizan para indicar sentimientos y actitudes, y en
algunos casos para sugerir acciones o posibles cualidades. Es por ello
que la seguridad requiere de un análisis exhaustivo y riguroso, para un
claro y preciso uso, comprensión y aplicabilidad.

EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Constitución y funcionamiento
Este fenómeno de la percepción razonada que genera un estado,
condición o situación subjetiva, define lo conductual del término segu-
ridad, y tiene su origen en el sistema nervioso central. El cerebro es
el encargado de captar intuitivamente las representaciones exteriores,
las procesa y las convierte en acciones para el beneficio propio. Esto
conduce al estudio –a manera referencial– de esta parte orgánica del
ser humano para interpretar, dilucidar, aclarar y descifrar, definitiva-
mente esa seguridad que se estudia desde el punto de vista concep-
tual2. El sistema nervioso se interpreta como la reunión de elementos
anatómicos encomendados de regir el funcionamiento de los diferentes
aparatos del cuerpo humano. En su más elemental actividad se inter-
pone un elemento nervioso (neurona sensitiva), que capta las impre-
siones del medio ambiente o del interior del cuerpo y las transmite en
forma de influjo nervioso mediante sus prolongaciones a otras neuronas
o células efectoras. Estas a su vez transmiten dicho influjo por medio
de sus prolongaciones al órgano efector (músculo o glándula) donde se
origina la reacción específica correspondiente (movimiento, secreción).
Las células sensitivas que acopian las impresiones del exterior pueden
estar situadas en la periferia, como las células olfativas, agrupadas en
ganglios, como sucede con los nervios sensitivos raquídeos o bien más
profundamente colocados en el espesor del sistema nervioso central.
Con periodicidad entre neuronas sensitivas y neuronas motoras se
intercalan en el trayecto del flujo nervioso otras neuronas, a veces
2 Véase A.R. Luria, “Percepción del cerebro en acción”, El cerebro en acción, Barcelona, España, Editorial Fonta-
nella, 1984, cap. VIII, p. 227; y María Inmaculada Herrera Ramírez, “El cerebro. Introducción a la neurociencia
cognitiva”, José Gómez Cumpa, Neurociencia cognitiva y educación. Lambayeque, Perú: Editorial de la Universidad
Nacional Pedro Ruiz Gallo, cap. 2, pp. 31-76 (consultado en: http://online.upaep.mx/campusvirtual/ebooks/neuro-
ciencia.pdf).

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 17


en gran número, que hacen el funcionamiento del sistema nervioso
extraordinariamente complejo. El ejercicio de las neuronas intercalares
consiente la ordenación de las respuestas efectuadas con arreglo a
impulsos nerviosos venidos de otros territorios orgánicos. Las neuronas
intercalares, cuyo número es muy elevado, forman por consiguiente un
gran sistema de coordinación que liga todas las partes del organismo,
de manera que una parte del mismo puede ser influido por las otras, lo
que se traduce en una interdependencia de las funciones. Del sistema
nervioso depende, por tanto, el funcionamiento unitario del organismo.
Fisiológicamente el sistema nervioso humano se halla dividido en
dos partes que no son totalmente independientes entre sí: el sistema
nervioso de la vida de relación y el sistema nervioso de la vida vege-
tativa. El primero comprende el sistema nervioso cerebro espinal
compuesto de una porción central formada por dos segmentos prin-
cipales, uno superior, el encéfalo contenido en la cavidad craneana y
otro inferior la médula espinal, albergado en el conducto vertebral3. El
sistema nervioso central cerebroespinal se pone en relación con los
órganos que inerva por medio de cordones nerviosos, parte de los
cuales se desprenden del encéfalo y constituyen los nervios craneales,
en tanto que los otros emanan de la médula y forman los nervios
raquídeos. Estos cordones nerviosos, llamados sencillamente nervios,
constituyen el sistema nervioso periférico.
El sistema nervioso vegetativo, denominado por la escuela inglesa
sistema autónomo, regula la actividad funcional de los órganos internos
y actúa con cierta independencia del sistema nervioso cerebroespinal
que sirve para ponernos en comunicación con el mundo exterior.
Su misión consiste en regir los procesos metabólicos, secretores y las
contracciones de los órganos dotados de musculatura de fibras lisas.
Regula aquellos procesos que se verifican con independencia de la
voluntad. El sistema nervioso central se encarga de analizar y procesar
la información que llega de los receptores y ordenar una respuesta
adecuada para que ejecuten los órganos efectores. Está formado por
el encéfalo y la médula espinal. A su vez el encéfalo está formado
por el bulbo raquídeo; cerebelo; hipotálamo; tálamo; sistema límbico
y el cerebro4. El bulbo raquídeo: es la parte del encéfalo que controla
numerosas funciones vitales como el latido cardíaco, la respiración, la
deglución, la dilatación y contracción de los vasos sanguíneos entre
3 Véase Fernando Quiroz Gutiérrez, Tratado de anatomía humana, México, Editorial Porrúa, 1978, t. II, p. 206.
4 Véase La Enciclopedia del Estudiante. Ciencias de la vida, Caracas, Editorial Santilllana, 2006, p. 140.

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otros; el cerebelo se ocupa de las funciones que realizamos en forma
inconsciente e imprescindibles para la vida: mantiene el equilibrio y
coordinación de los movimientos voluntarios; el hipotálamo, controla
las funciones involuntarias, como la ingestión, la temperatura corporal
y presión sanguínea; el tálamo es el centro por donde pasan todas
las vías sensitivas menos las olfatorias que van a la corteza cerebral;
actúa como una especie de filtro de la información que proviene de
los sentidos; en el sistema límbico hay una parte del sistema destinado
a las conductas instintivas, alimentarias, agresivas, sexuales. De suma
importancia para la supervivencia y su realización provoca cambios
importantes, instintos que en muchas oportunidades están controlados
y guiados por el razonamiento y los hábitos sociales.
El cerebro forma parte del sistema nervioso central de los verte-
brados encontrándose ubicado en el interior del cráneo. Es una masa
de tejido gris-rosáceo que, en la especie humana, pesa un promedio
de 1,3 kg y está compuesto por, aproximadamente, unos 100.000
millones (en un cerebro adulto) de células nerviosas (neuronas) inter-
conectadas. Las neuronas son las responsables del control de todas
las funciones vitales de supervivencia (movimiento, sueño, hambre,
sed), en especial, de la mente (pensamiento-lenguaje, inteligencia,
memoria), emociones y sentimientos (amor, odio, miedo, ira, alegría,
tristeza), a través de la recepción e interpretación de innumerables
señales, sensaciones percibidas por los sentidos, al aplicar atención
sobre estímulos del propio organismo y también del exterior. La gran
superficie que posee el cerebro y su complejo desarrollo justifican
el nivel superior de inteligencia del hombre, si se compara con otros
seres vivos. La corteza cerebral está dividida por una fisura longitu-
dinal en dos partes: derecha e izquierda, denominadas hemisferios
cerebrales, que son simétricos, como una imagen vista en un espejo.
Ambos hemisferios se encuentran interconectados a través del cuerpo
calloso, que es un conglomerado de fibras nerviosas blancas por la
que transfieren información de un hemisferio a otro.
El hemisferio izquierdo tiene un comportamiento racional, auto-
mático, lógico, analítico, de rápida capacidad de respuesta y repeti-
tivo; por el contrario, el hemisferio derecho es imaginativo, ilógico,
intuitivo, innovador y creativo. El hombre, desde su nacimiento, tiene
casi totalmente desarrollado el hemisferio derecho y, el izquierdo, lo
va desarrollando paulatinamente con la acumulación de información
que va registrando en su memoria. Cada hemisferio cerebral se divide

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 19


en cinco lóbulos: frontal, parietal, temporal, occipital y la ínsula de
Reil. En general, los cuatro primeros lóbulos se sitúan debajo de los
huesos que llevan el mismo nombre. Así, el lóbulo frontal descansa
en las profundidades del hueso frontal, el lóbulo parietal bajo el hueso
parietal, el lóbulo temporal bajo el hueso temporal y el lóbulo occipital
debajo de la región correspondiente a la protuberancia del occipital.
La ínsula de Reil no puede verse en la superficie del encéfalo, ya que
se sitúa en el fondo de una abertura llamada Cisura de Silvio5.
El cerebro es el órgano del cuerpo que más trabaja, ya que todo
lo que hacemos, sentimos o pensamos se debe a él y si se le compara
con un ordenador, su diferencia es patente, ya que este hace sus opera-
ciones por medio de procesos secuenciales y lógicos, mientras que el
cerebro es multidireccional y sus funciones son mucho más complejas;
procesa la información analizándola, sintetizándola e integrándola a
través de procesos paralelos simultáneos. Toda la información que
recibe el cerebro la obtiene captando estímulos mediante los sentidos
externos e internos, recibiendo y enviando constantemente mensajes
que nos informan de todo lo que sucede a nuestro alrededor; no
obstante, a pesar de toda esa información, los especialistas afirman
que el ser humano utiliza aproximadamente un diez por ciento de su
capacidad. De igual forma, se ha podido determinar en líneas gene-
rales, que cada hemisferio está interrelacionado íntimamente con
su homólogo, aunque ejercen funciones diferentes, y cada uno es
responsable de un lado del cuerpo en forma especular; es decir, que
las funciones realizadas por el lado izquierdo del cuerpo son dirigidas
y controladas por el hemisferio derecho, sucediendo de forma seme-
jante con el hemisferio izquierdo, permitiendo de esta manera comple-
mentar cada uno de los mensajes recibidos y ejecutar totalmente las
funciones corporales competentes a este órgano. El funcionamiento
del cerebro se basa en el concepto de que la neurona es una unidad
anatómica y funcional independiente, integrada por un cuerpo celular
del que salen numerosas ramificaciones llamadas dendritas, capaces
de recibir información procedente de otras células nerviosas, y de una
prolongación principal, el axón, que conduce la información hacia las
otras neuronas en forma de corriente eléctrica. Pero las neuronas no
se conectan entre sí por una red continua formada por sus prolonga-
ciones, sino que lo hacen por contactos separados por unos estrechos
espacios denominados sinapsis. La transmisión de las señales a través
5 Véase A.R. Luria, “Sistemas locales del cerebro y su análisis funcional”, ob. cit., p. 101.

20 La Seguridad
de las sinapsis se realiza mediante unas sustancias químicas conocidas
como neurotransmisores, de los cuales hoy se conocen más de veinte
clases diferentes. El cerebro tiene a su cargo las funciones motoras,
sensitivas y de integración. El hemisferio cerebral izquierdo está espe-
cializado en producir y comprender los sonidos del lenguaje, el control
de los movimientos hábiles y los gestos con la mano derecha. El hemis-
ferio derecho está especializado en la percepción de los sonidos no
relacionados con el lenguaje (música, llanto), en la percepción táctil
y en la localización espacial de los objetos. Hoy en día se sabe que
en el lóbulo occipital se reciben y analizan las informaciones visuales.
En los lóbulos temporales se gobiernan ciertas sensaciones visuales y
auditivas. Los movimientos voluntarios de los músculos están regidos
por las neuronas localizadas en la parte más posterior de los lóbulos
frontales, en la llamada corteza motora. Los lóbulos frontales están
relacionados también con el lenguaje, la inteligencia y la personalidad,
si bien se desconocen funciones específicas en esta área. Los lóbulos
parietales se asocian con los sentidos del tacto y el equilibrio. En la
base del encéfalo se sitúa el tronco cerebral, que gobierna la respira-
ción, la tos y el latido cardíaco. Detrás del tronco se localiza el cere-
belo, que coordina el movimiento corporal manteniendo la postura y
el equilibrio. Las áreas cerebrales que gobiernan las funciones como la
memoria, el pensamiento, las emociones, la conciencia y la persona-
lidad, resultan difíciles de localizar.
La memoria está vinculada al sistema límbico, situado en el centro
del encéfalo. Por lo que respecta a las emociones, se sabe que el
hipocampo controla la sed, el hambre, la agresión y las emociones
en general. Se postula que los impulsos procedentes de los lóbulos
frontales se integran en el sistema límbico, llegando al hipotálamo,
estructura que a su vez, regula el funcionamiento de la glándula hipo-
fisaria, productora de varias hormonas6.

6 Véase A.R. Luria, “Actividades mentales sintéticas”, ob. cit., p. 223.

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 21


Figura 1. Constitución del sistema nervioso central

Es en el córtex donde se integran las capacidades cognitivas,


se encuentra nuestra capacidad de ser conscientes, de establecer
relaciones y de hacer razonamientos complejos. La sustancia gris es
una pequeña capa que recubre el resto del cerebro. Pero el córtex
cerebral humano tiene una característica que la distingue de todas
las demás: tiene numerosos pliegues. Esto aumenta notablemente
su superficie. Si se extendiera, ocuparía el área equivalente a cuatro
folios. En comparación, la de un chimpancé solo sería de un folio, la
de la mona ocuparía como una tarjeta postal y la de la rata la de una
estampilla de correos. El procesamiento de la información sensorial
recogida del mundo circundante y del propio cuerpo, las respuestas
motrices y emocionales, el aprendizaje, la conciencia, la imaginación
y la memoria son funciones que se realizan por circuitos formados por
neuronas interrelacionadas a través de los contactos sinápticos. Es por
este motivo que el funcionamiento cerebral se asemeja, en parte, a
una computadora, pero el cerebro es muchísimo más complejo que un
ordenador, ya que está dotado de propiedades que solo proporciona
su naturaleza biológica.
Ha quedado suficientemente claro, demostrado por investigadores
y estudiosos de esta materia, que el comportamiento humano tiene
un carácter activo, que no está determinado solo por experiencias
pasadas, también lo actual, los planes y designios, formulan el futuro.
El cerebro es complejo, digno de atención, es un instrumento que no
solo puede crear estos modelos del futuro, sino además subordinar su
conducta a ellos.

22 La Seguridad
El cerebro triuno
Paul MacLean, director del Laboratorio de Evolución Cerebral
y Conducta del Instituto Nacional de Salud Pública de California en
Estados Unidos, desarrolló un modelo de la estructura cerebral del ser
humano conocido como cerebro triuno; tríada cerebral o tres en uno.
Para poder comprender la estructura de este órgano planteó que
el cerebro humano está formado por tres sistemas neurales interco-
nectados, teniendo cada uno su inteligencia específica y particular,
así como sus funciones propias y definidas, que están relacionadas en
función del proceso de evolución y, por consiguiente, del desarrollo
de cada uno de los sistemas neurales: a) Sistema-R, Sistema reptílico o
cerebro reptil; b) Sistema-L o Sistema-cerebro límbico; y c) Neocorteza
(Ver figura 2, “Distribución del cerebro triuno”).

a)Sistema-R o reptílico

Este sistema cerebral, según MacLean, es el más antiguo. Corres-


ponde al cerebro de nuestros ancestros y sigue realizando sus antiguas
funciones, es el cerebro primitivo. Está ubicado en la parte superior
de la médula espinal, en la base del cuello, y se dedica a recoger
información en forma de energía a través de la columna vertebral hasta
los poros de la piel. Su denominación proviene la gran afinidad con
los cerebros de los reptiles porque es el cerebro que nos hace hacer
las cosas instintivamente (territorialidad, rutinas, hábitos, patrones,
valores, condicionamiento).

b)Sistema-cerebro límbico

Es el sistema cerebral que se encuentra localizado detrás de la


cara, envolviendo al cerebro reptil y está conectado a la Neocorteza.
Dedicado a las experiencias y expresiones emocionales (amor, alegría,
miedo, depresión, sentirse o no afectado) y que, a su vez, controla el
sistema autónomo del organismo. En suma, es la conexión entre el
cerebro reptil y la Neocorteza.

c)Neocorteza

Su nombre indica corteza nueva. Es el más joven y de mayor evolu-


ción, y permitió el desarrollo del Homo Sapiens. Está dividido en dos

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 23


hemisferios: izquierdo y derecho, como se mencionó, y es el encar-
gado de pensar, hablar, percibir, imaginar, analizar y comportarnos
como seres civilizados. Se encuentra ubicado sobre el sistema límbico
y, según MacLean, en él se desarrollan una serie de células nerviosas
dedicadas a la producción del lenguaje simbólico, a la función asociada
a la lectura, escritura y aritmética. De igual manera, preserva las ideas
que allí surgen, recibiendo las señales de los sentidos que provienen
del sistema límbico7.

Figura 2. Distribución del cerebro triuno

La función del sistema nervioso consiste, en recibir los estímulos


que le llegan tanto del medio externo como interno del organismo,
organizar esta información y hacer que se produzca la respuesta
adecuada. Los estímulos procedentes del medio externo son recibidos
por los receptores situados en la piel, destinados a captar sensaciones
generales como el dolor, tacto, presión y temperatura, y por los recep-
tores que captan sensaciones especiales como el gusto, la vista, el
olfato, el oído, la posición y el movimiento. Las señales o impulsos que
llegan al sistema nervioso periférico, se transmiten a partir de estos
receptores al sistema nervioso central, donde la información es regis-
trada y procesada convenientemente. Una vez registradas y proce-
7 Véase “Sistema nervioso central humano”, La Enciclopedia… ob. cit., p. 141.

24 La Seguridad
sadas, las señales son enviadas desde el sistema nervioso central a los
distintos órganos a fin de proporcionar las respuestas adecuadas. Todo
lo dicho permite establecer el comportamiento del interior del indi-
viduo, en la búsqueda de satisfacer aquellas necesidades ingentes que
en definitiva se definen como seguridad. Permite demostrar también
la condición sensorial interna y por el entorno para la sobrevivencia
y bienestar general, que refleja la circunstancia que sirve de estímulo
a la (ínter)actuación orgánica para el logro de sus objetivos. Sigue a la
estimulación de los órganos de los sentidos conformando el comporta-
miento humano en función del efecto de la paz, tranquilidad, sosiego,
ecuanimidad, orden. Se resume en el comportamiento humano que
para un detallado estudio se analiza a través de la conducta del individuo.

La conducta
Se define como el sistema dialéctico y significativo en permanente
interacción (ínter)sistémico e (intra)sistémico, que normalmente invo-
lucra una modificación mutua entre el individuo y su entorno social,
así como una transformación de su mundo interno. Desde la psiquia-
tría, la conducta puede ser normal o patológica (desviada), y tanto en
uno como en otro caso se manifiesta en las tres áreas del individuo:
cuerpo, mente y el mundo externo. Se define la conducta como
estructura, como sistema dialéctico y significativo en permanente
interacción, intentando resolver desde esa perspectiva la antinomia
mente-cuerpo, individuo-sociedad, organismo-medio. La inclusión de
la dialéctica conduce a ampliar la definición de conducta, entendién-
dola no solo como estructura, sino como estructurante, como unidad
múltiple o sistema de interacción, introduciéndose como concepto de
interacción lógica, la noción de modificación mutua, de interrelación
con el mundo interno del sujeto. La conducta es la manera con que
los hombres se comportan en su vida y acciones. Se refiere a las
acciones de las personas en relación con su entorno o su mundo de
estímulo, luego de una percepción razonada. El comportamiento es
estudiado por la etología, que forma parte tanto de la biología como de
la psicología experimental. La etología estudia la conducta, combina
el trabajo de campo (observación, y registro del comportamiento en
un medio natural) con los aspectos analíticos (prueba en laboratorio
con modificaciones en condiciones experimentales). Se apoya en otras
disciplinas para dedicarse a los aspectos concretos de la conducta
ejemplo, orientación, territorialidad, estructura social. Investiga los

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 25


fundamentos fisiológicos, neurológicos y hormonales de la conducta,
métodos y conclusiones obtenidas. Para la psicología, solo se aplica
a los seres que poseen un sistema cognitivo suficiente y complejo. En
las ciencias sociales se incluyen otros aspectos: genéticos, culturales,
sociológicos y económicos, además de los aspectos psicológicos. En
definitiva, la conducta se interpreta como toda actividad humana que
sea observable por otra persona; manera de proceder de una persona
con relación a la moral o a las reglas sociales; formas en que los
hombres gobiernan su vida o dirigen sus acciones; maneras en que se
manifiestan y desarrollan sus funciones. El comportamiento no es solo
un mero conjunto de interacciones estímulos o respuestas, sino una
disposición individual frente a determinados estímulos que provocan
una respuesta según la persona. Una persona puede reaccionar ante
un estímulo de distinta manera que otras.
El comportamiento precisa una manifestación externa en el
mundo o realidad. El entorno social modifica la respuesta y la persona
influye, igualmente, en el entorno en el que se encuentra y por el
que está rodeado. Trastorno del comportamiento: manifestación de
una conducta inadecuada a la realidad de la persona y del contexto
en el que se produce. Son elementos de la conducta: personalidad;
conciencia; memoria; atención; inteligencia; y percepción8.

Personalidad
Uno de los elementos que determina la conducta es la persona-
lidad: el individuo es el elemento que pone de manifiesto el compor-
tamiento. Es el conjunto de cualidades psicofísicas que distinguen un
ser de otro o el hombre como persona, además de ser un individuo
con un complejo organismo con función sensomotora, es la imagen
que da de sí mismo la representación de un papel; aspectos a destacar;
unidad de elementos que constituyen un sello peculiar y propio; forma
de responder ante los estímulos y circunstancias de la vida, donde se
ve como unas cualidades destacan sobre otras, siendo estas las que
caracterizan al sujeto; integra el conjunto de las funciones psíquicas
y da como resultado el comportamiento; la personalidad está cons-
tituida por un conjunto de elementos físicos, químicos, biológicos,
psicológicos, sociales, culturales y espirituales que muestran un sello
peculiar, un estilo propio, una manera de ser, es decir, un perfil
8 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999,
t. 6.

26 La Seguridad
de identidad. Los rasgos, como conjunto de cualidades propias que
condensan elementos biológicos y socioculturales conforman un todo
propio e individual, que aparece ante los demás y modula el compor-
tamiento. Cualquier aspecto de la personalidad lo bastante importante
como para caracterizar o distinguir al ser: los que vienen dados por la
propia naturaleza (común a todos los hombres); los propios de cada
individuo concreto; los que se adquieren mediante elección personal;
y aquellos como consecuencia de las circunstancias en que se vive.
La personalidad ideal: ser realista, con existencia efectiva y verdadera,
conociendo las propias aptitudes, virtudes y limitaciones; tener un
modelo de identidad y aprendizaje; naturalidad; mostrarse tal y como
se es, eliminando los aspectos negativos que dificultan la convivencia;
tener un proyecto de vida que tenga una coherencia interna; estabi-
lidad psicológica; equilibrio entre vida afectiva e intelectual, correcta
actuación entre corazón y cabeza; tener organización temporal, vivir
en el presente, teniendo el pasado lleno de ilusiones para el futuro;
ser dueño de sí mismo, llevar las riendas de su propia vida; sexua-
lidad madura; sana constitución corporal y fisiológica: no padecer
enfermedad grave9.
Dado su hábitat social, el individuo en sus quehaceres no actúa
enteramente solo. Para subsistir y procurar el bienestar necesario, debe
adaptarse irremediablemente al accionar de la comunidad donde se
desenvuelve y forma parte. Igual compromiso tienen otros miembros
de la comunidad que también encuentran ciertas formaciones, ciertas
estructuras, productos sociales que se han ido creando e instalando
y se imponen como elemento regulador de la conducta en general.
Muchos de ellos fueron elaborados con anterioridad por la vida en
común y son producto del espíritu o productos culturales que se
desprenden de la realidad donde el hombre busca su refugio. Ejemplo
de ello se tiene en la lengua, las religiones que unen o relacionan a los
individuos, los mitos, las costumbres que los identifican, el derecho
que genera las normas, el estado que regula su conducta, las tradi-
ciones y el folclor que hacen la historia y la tradición como elemento
constitutivo de la identidad. En un sentido general, estos aspectos
sociales consistentes en los modos de obrar, de pensar, de sentir, de
hacer, de conocer, de convivir por las relaciones que se desprenden
tanto de su interior, como del exterior, se le imponen a él como una
9 Véase Gregorio Fingerman, Relaciones humanas, fundamentos psicológicos y sociales, Buenos Aires, Ediciones
Ateneo, 1977, 7ª ed., p. 73.

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 27


fuerza coercitiva que genera los impulsos necesarios para la sobrevi-
vencia y el bienestar general. En la sociedad están presentes todas las
instituciones necesarias para la existencia individual y colectiva.
El hombre es considerado un producto de la sociedad donde se
desenvuelve y se beneficia, así como también de su cultura para la
realización de sus cometidos. Al nacer adquiere un potencial para su
crecimiento y maduración; adquiere necesidades psíquicas y fisioló-
gicas; adquiere también una capacidad de aprendizaje basado en su
inteligencia; y otros rasgos característicos del ser humano. Escenario
este que va perfeccionándose sobre cataduras genéticas y actitudes
individuales producto de la experiencia en el medio social. Aparece
luego la personalidad que se agrega y organiza en función de los
hábitos, valores, actitudes, aptitudes, motivos e impulsos de cada
individuo, que es en consecuencia adquirida o heredada, aunque se
estructura sobre las características anatómicas, fisiológicas y psico-
lógicas innatas del individuo. Ella se adquiere y perfecciona en la
interacción de su ambiente natural y los hace diferentes de los otros
organismos biológicos de la especie. Estos elementos afloran junto con
el “yo”, la conciencia individual de su identidad, tanto personal como
social, que es el producto de la usanza social. El “yo” lo define el
Diccionario de la Real Academia como la afirmación de la persona-
lidad humana; parte del consiente del individuo, mediante el cual cada
persona se hace cargo de su propia identidad y de sus relaciones con el
medio. Es la instancia de la mente en donde se producen los procesos
consientes en oposición con el “ello” y el “súper yo”, es una especie
de puente entre la mente y el mundo exterior que permite al individuo
tomar contacto con la realidad.
El “yo” también se define como un principio considerado no
perceptible directamente, pero sí descubierto por la evidencia de sus
actos. El “yo” es el encargado de equilibrar las necesidades compe-
titivas de todos los demás sistemas del organismo humano, y para
realizar sus tareas actúa como ejecutor del “ello” como órgano de
percepción y cognición, y como regulador de la vida mental interna,
siempre con el fin de conseguir la máxima gratificación. Sigmund
Freud (1856-1939), psicólogo y psiquiatra austríaco, introdujo el
término del “ello” en psicología, para simplificar un agente que junto
con el “yo” y el “súper yo”, forman el conjunto de la personalidad.
Los procesos mentales del “ello” son primarios y no están sujetos
a las leyes de la lógica, sino a las del placer y son difícilmente contro-

28 La Seguridad
lables por la conciencia. El “ello” forma parte de la vida cotidiana y
cuando su energía es contrariada o reprimida se manifiesta de modo
indirecto, más o menos clandestino, en los sueños, en olvidos, en
síntomas neuróticos y hasta en trastornos fisiológicos. El “súper yo”
es un agente mental formado por una serie de prohibiciones que le
vienen pospuestas al hombre. Proviene de la infancia en donde el niño
se identifica no con sus padres, sino con la idealización que de ellos se
ha forjado. Este ambiente de autoridad y censura moral crea en el niño
una sensación de culpabilidad frente a la cual el “yo” ha de luchar. Un
“súper yo” demasiado severo o exigente puede provocar trastornos
mentales. Para operar con precisión, el “yo” debe poseer un conjunto
de operaciones automáticas con las que pueda manejar los distintos
recuerdos, percepciones, necesidades externas, impulsos y ansiedades
a las que se enfrenta. Este conjunto de operaciones es lo que se conoce
con el nombre de mecanismos de defensa.

Conciencia
Otro de los elementos de la conducta es la conciencia y se describe
como la función que integra los datos psíquicos de tipo objetivo, inte-
lectual y emocional en una totalidad, relaciona el pasado y el futuro,
otorga una integración al sujeto-tiempo-espacio, de forma real y
significativa para autorrepresentar el conocimiento y el pensamiento
propio, según Cabaleiro Goas, es todo aquello que nos permite darnos
cuenta de nuestro alrededor, de nuestro cuerpo y psiquismo. La inte-
gridad de la conciencia se manifiesta cuando una persona es capaz de
reaccionar de forma apropiada y psicopatológicamente comprensible
a estímulos internos y externos. La conciencia se localiza en las estruc-
turas cerebrales pertenecientes al lóbulo occipital, aunque también se
han descrito casos de alteraciones de la conciencia por lesiones trau-
máticas en el lóbulo temporal. Sus características pueden concretarse
en: conocimiento de sí mismo, aspectos subjetivos (del “yo”) y afec-
tivos cuyo resultado es el “yo soy consciente de que soy consciente”; la
voluntad es el factor determinante, y el estímulo pertinente, necesario;
requiere la actividad de todas las funciones intelectuales; captación
y asimilación sensoperceptiva del sujeto sin que la información se
procese a nivel consciente en el substrato neurofisiológico que aporte
un buen nivel de conciencia (claridad o luminosidad de la conciencia,
amplitud y ordenación de los contenidos de la conciencia), focaliza-
ción, atención, substrato neurofisiológico, localización; interrelación

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 29


entre formación reticular, hipotálamo y córtex10.

Atención
Se define como la focalización, es decir, es el foco que dirige la
conciencia. Cuando reabrimos un estímulo, el foco se va desplazando
hasta que coincide con el estímulo. La capacidad de atención puede
aumentar o disminuir y desplazarse, variando el grado de atención
o cantidad de esfuerzo ejercido para centrarse en ciertas porciones
de una experiencia o prestar atención. Orientar diversos sentidos
hacia un foco de información selectivo, conciencia y atención están
íntimamente unidas. La atención adquiere su principal aplicación en la
vida cotidiana a nivel de la memoria, sobre todo la memoria a largo
plazo, pues a mayor atención prestada a un hecho crea un mejor y
duradero recuerdo. Los tipos de atención pueden ser: involuntaria
o no premeditada, atracción por un estímulo intenso, nuevo o intere-
sante, aparece en los niños y es común a los animales. Es voluntaria
o premeditada cuando permite centrarse en un estímulo, aunque este
no sea nuevo o intenso. Las características constitutivas se resumen
en la alerta, respuesta del comportamiento fisiológico a la entrada de
estímulos sensoriales, la activación, intención, preparación o disposi-
ción psicológica o cognitiva para la acción, volumen de la atención
y flujo de señales aferentes que pueden mantenerse en el centro de
una conciencia lúcida adquiriendo carácter dominante. Es el síntoma
esencial de los trastornos de la conciencia y de la atención; estabilidad,
permanencia del flujo de señales; oscilaciones de la atención; carácter
cíclico de los niveles de conciencia y de atención que oscilan, ya sean
subiendo o bajando dependiendo del momento en el que se encuentre
la persona. Los factores determinantes de la atención son estructuras
de estímulos externos: intensidad, novedad, organización estructural
del campo perceptivo; estructura del campo interno; factores afec-
tivos, necesidades e intereses11.

Memoria
Es un elemento determinante de la conducta y se define como
impresión, retención y reproducción de las huellas de la experiencia
anterior, que da al hombre la posibilidad de acumular información y
contar con los indicios de la experiencia anterior, tras desaparecer los
10 Véase Enciclopedia Visor, ob. cit., t. 6.
11 Véase A.R.Luria, “Actividades…”, ob. cit., p. 223.

30 La Seguridad
fenómenos que la motivaron. La memoria comprende el ingreso de la
información ambiental o del propio organismo; registro y mantenimiento
de la información, salida de la información o conducta relacionada de
forma consistente con la inicialmente revisada, registro y codificación
de la información a través de mecanismos activos, que transforman el
contenido para ser almacenados o que pueden sufrir modificaciones
sustanciales en la reproducción; el material es reorganizado para ser
reproducido; la memoria se produce en el contexto de estructuras
nerviosas que vehiculan el proceso y cuyas alteraciones redundarán en
trastornos de aquella; la memoria forma parte del conjunto de la vida
psíquica y biográfica del sujeto siendo influenciada e influyente en ella.
Bases de la memoria: aspectos socioculturales, gran valor a la
memoria en todas las culturas, estrategias amnésicas, actualmente
es un valor apreciado para exámenes y oposiciones; aspectos psicoló-
gicos: la psicología ha hecho cambiar el paradigma de función cerebral
a función psicológica, así se plantea: modelo del comportamiento o
modelo longitudinal; memoria a corto plazo, inmediata o reciente,
comprende retención y recuerdo del material durante un tiempo no
superior a unos segundos, disminuye a partir de la adolescencia y en el
anciano existe una dificultad de codificación sensorial por lo que una
información adecuada mejora el rendimiento; memoria a largo plazo,
comprende retención y recuerdo del material durante un periodo de
tiempo de días, meses o años, está relacionada con cambios bioquí-
micos, aumento del ADN y cambios en las neuronas y neuroglias;
modelo de niveles de codificación o modelo transversal: depende
de la profundidad del procesado o de la codificación de las etapas:
memoria episódica referida a espacio y tiempo; memoria semántica
bagaje de palabras, símbolos verbales y relaciones semánticas (voca-
bulario); memoria constructiva: aspectos activos de la memoria que
transforman el material cuando se almacena y se reproduce (omisiones,
invenciones, modificación del recuerdo). Existen diferencias entre
recordar un material y reconocerlo o identificarlo cuando aparece
nuevamente (esto influye en la psicopatología del dejá vu y jamais vu).
Son aspectos biológicos: nivel celular, estimulación o inhibición de
los impulsos nerviosos por mecanismos sinápticos y electroquímicos,
que influyen en la memoria inmediata. La célula puede transformar la
información, inicialmente efímera y eléctrica, en perdurable a través de
cambios morfológicos; nivel neurofisiológico, la memoria inmediata
requiere una red intacta de conexiones nerviosas que pueden rever-

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 31


berar la información entre áreas corticales durante un tiempo relati-
vamente breve (memoria a corto plazo). Las estructuras que regulan
dichas conexiones son, esencialmente, sistema reticular ascendente y
los lóbulos frontales12.

Retención y olvido
Los factores que favorecen la retención y el aprendizaje pueden
variar según el contexto, la condición del material y la disposición del
sujeto. La retención precisa cierto nivel de conciencia, motivación,
atención, tonalidad afectiva, relación entre la memoria y la edad que
varía y define la memoria inmediata y reciente. Esta memoria dismi-
nuye a partir de la adolescencia y la memoria semántica aumenta con
la edad. En el anciano existe una dificultad de codificación sensorial
del material de recuperación frente al archivo, por lo que al darle la
información de forma adecuada se mejora el rendimiento. El olvido
está motivado por estados de confusión, insuficiente reposo, tonalidad
afectiva baja, falta de motivación, falta de atención y edad avanzada13.
Esto se aprecia con mucha regularidad, en individuos que no pueden
salir de sus casas, sin revisar varias veces sus bolsos, las maletas de
los que van de viaje, creyendo que están dejando algo. En los pilotos
o aquellas personas responsables de operar un equipo, que requiere
de cierta destreza o de uso delicado, se valen de un manual como
orientación, para no pasar por alto algún detalle. Es necesario tener
presente que una persona puede recordar que ha olvidado algo, quiere
decir, que está consciente que tenía un conocimiento que ya no está
allí, esto es, tener conocimiento de haber sabido eso. De esta manera,
los recuerdos olvidados no se pierden, sino que son sepultados en el
inconsciente para luego aparecer.
Fuera del olvido normal a que se hace referencia (por aprendizaje
interferente), existen otros tres tipos de olvido, que se pueden clasificar
en otros tres grandes grupos: olvido traumático, psicológico y fisiológico

El olvido traumático es amnesia causada por golpes en la cabeza,


que pueden generar amnesias de distintos tipos, por ejemplo: olvidar
lo anterior al golpe o la desaparición de recuerdos periódicamente.

12 Véase A.R. Luria, ob. cit., p. 277.


13 Véase Ely Chinoy, Introducción a la Sociología, Buenos Aires, Ediciones Paidós, 1980.

32 La Seguridad
El olvido psicológico, vendría a ser el olvido que es causado por
una alteración del funcionamiento psíquico normal. Ejemplo:
una enfermedad psicológica o hipnosis.

El olvido fisiológico es causado por problemas en el desarrollo de


ciertas partes del cerebro o sistema nervioso, como por ejemplo,
una formación incompleta del sistema límbico. Un caso común
de este tipo de problema es cuando un paciente no tiene recuerdos
claros de su niñez.

Existe también el olvido causado por el uso de sustancias psicotró-


picas o la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas (alteran el funciona-
miento normal del cerebro), pero este olvido no es natural, por ello no
entra en los tres grandes tipos de olvido. Una persona bajo los efectos
de ciertos fármacos y bebidas etílicas puede no ser capaz de recordar
algunos eventos14.

Inteligencia
Es la capacidad de resolver, por medio del pensamiento, problemas
nuevos. Es la totalidad de las disposiciones y acciones con su aplica-
ción a las tareas teóricas y prácticas de la vida. Es la aptitud personal
para enfrentarse con requerimientos nuevos, haciendo uso adecuado
del pensamiento como medio.

Teorías sobre la inteligencia

Papalia y Olds sistematizan las teorías más importantes de la inteli-


gencia de la siguiente manera:
Inteligencia como factor general: considera a la inteligencia
compuesta por un solo factor de carácter global determinado
genéticamente y muy poco influenciable por el ambiente.

Teoría bifactorial que considera a la inteligencia compuesta por dos


factores: uno general o global y otro que influye en las capaci-
dades específicas. Las capacidades mentales primarias consideran
a la inteligencia compuesta por siete factores diferentes: raciocinio,
memoria, número, velocidad de percepción, espacio, comprensión
verbal y facilidad de expresión.
14 Véase Enciclopedia Visor, ob. cit., t. 18.

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 33


El modelo tridimensional considera a la inteligencia compuesta
por ciento veinte habilidades diferentes, que son el resultado de
la interacción de tres dimensiones; la forma de operacional (como
pensamos), los contenidos (lo que pensamos) y los productos
(como lo aplicamos).

Tipos de inteligencia

Se distinguen dos tipos de inteligencia:


Inteligencia fluida, que es la capacidad de formar conceptos y rela-
cionarlos; de origen biológico, está libre del fluido de la educa-
ción y aumenta con la madurez del sistema nervioso central hasta
llegar a la adolescencia, para comenzar a disminuir lentamente.

La inteligencia consolidada se basa en conocimientos acumulados;


de origen ambiental, depende del influjo de la cultura y del nivel
de escolarización del sujeto y no disminuye con la edad. Algunos
aspectos que influyen en la inteligencia son el Sexo e inteligencia;
diferencias entre factores de inteligencia, pero no en la global,
hombre mujer; mayor aptitudes motrices (fuerza, velocidad);
mayor destreza manual en aspectos motores más finos en mujeres
adultas; mejor capacidad de orientación espaciotemporal (inteligencia
mecánica); mayor rapidez perceptual (capacidad de más detalles);
capacidad de abstracción más alta; función verbal más alta en la
infancia pero sin diferencias en la edad adulta; mayor memoria
repetitiva. Mayor memoria lógica; mejor rendimiento en el área
numérica y matemática; sin diferencias en la capacidad artística y
musical; por influencias ambientales; no diferencia racial; nivel del
cociente de inteligencia15.

La percepción
Es el conocimiento de los objetos y relaciones que siguen a una esti-
mulación de los órganos de los sentidos. El acto perceptivo constituye
una forma superior de conocimiento, a través de la cual aprendemos el
mundo circulante y nuestra propia corporalidad. Es un proceso activo
entre la díada sujeto-objeto. La percepción es un proceso psicofísico
en virtud del cual la energía de los estímulos que nos llega por los
sentidos se transforma en mundo. Hay estudios en que la persona
15 Gran Enciclopedia Espasa, Bogotá, Espasa Calpe, 2005, t. 11, p. 6.365.

34 La Seguridad
se coloca aislada de cualquier estimulo (ruido, luz), para ver su percep-
ción sobre ellos. Los elementos que intervienen en la percepción de la
seguridad los podríamos categorizar de la siguiente manera: estímulos
(energía física), la energía activa a los receptores sensoriales propios
tanto interceptores como exteroceptores, que van a dar lugar a la trasmi-
sión de la información por las vías sensoriales hasta el sistema nervioso
central, previa transformación de la energía producida en corriente
electroquímica propia del impulso nervioso, llegando estos mensajes a
nivel cortical. Si el sujeto se encuentra en vigilia, realiza un proceso de
recepción, selección y reorganización de la información, antes de emitir
la respuesta en la que intervienen la memoria a largo plazo, experiencia
histórica, biográfica; afectividad, estado de ánimo de la persona que
afecta a la percepción16. La percepción es importante para el desarrollo
personal, a favor del bienestar general del individuo y como una conse-
cuencia de ello, hacia la comunidad donde pertenece y se desenvuelve.
Es el intento de comprender aquellos aspectos de las observaciones del
mundo de las cosas y de las personas, que primordialmente dependen
de la naturaleza del observador. Esta aseveración es significativa para el
médico, el ingeniero, el psicólogo, el maestro, en general hacia todas
las personas incluyendo los estadistas y funcionarios encargados de
accionar, para la solución de intereses frecuentes a toda la comunidad.
La percepción también se interpreta como la impresión material que
resulta por influencia determinante de la sensación. Es la acción por
medio de la cual, el espíritu capta intuitivamente las representaciones
exteriores. Algunos filósofos como Alexander Hamilton (1755-1804),
Hebert Spencer (1820-1903), y Henri Bergson (1859-1941), la definen
como “la conciencia inmediata de la realidad exterior”, mientras que
para Descartes “es todo acto de la inteligencia”.
La actividad perceptiva consta de dos procesos: el proceso referido
a lo sensorial, que es aquel donde los órganos de los sentidos inter-
vienen; y el intelectivo. La percepción ejerce sobre los estímulos una
selección, es decir, presta atención a determinados fenómenos en cada
momento y en esta selección intervienen diversos factores externos e
internos. Entre los factores internos más importantes se encuentran la
motivación y disposición del sujeto; los factores externos se presentan
con la intensidad y el tamaño del estímulo, el contraste con los otros, la
repetición y el movimiento. Varias son las teorías que se encargan del
estudio de este elemento tan importante para la conducta individual
16 Véase L. Fernández Gómez, ob. cit., cap. VI, p. 185.

Razonamiento, Sistema Nervioso y Percepción en la Seguridad 35


y colectiva del género humano; todas han requerido de controles muy
complejos de los procesos de motivación, juicio y aprendizaje, de
manera especial en el empleo de técnicas de la psicología experi-
mental. Es importante el estudio de la percepción, porque permite
determinar las circunstancias que la involucran con la seguridad y se
presenta cuando se busca interpretar aquellas ocurrencias que favo-
recen la satisfacción de sus propios intereses. También definimos la
seguridad como una percepción razonada, que involucra los órganos
de los sentidos en esta tarea, su estudio ha permitido demostrar el
momento, en el que la percepción determina la existencia de la
seguridad en el comportamiento humano. Asimismo, cuando en el
medio ambiente se interrelacionan los factores que la conforman en
la búsqueda de una mejor calidad de vida, sus recursos sensoriales
permiten una aprehensión, que más adelante se transforma en juicios.
Dada la experiencia y su análisis traerá como resultado el razona-
miento, el conocimiento, que no es otra cosa que la formación del
concepto: si es bueno, placentero y genera tranquilidad, bienestar, paz,
se está en presencia de la seguridad. De lo contrario si causa alarma,
intranquilidad, peligro o amenaza, condesciende al individuo que lo
coloca en una situación de alerta, para buscar una solución adecuada
sobre aquello que afecta sus intereses. La sensación que se desprende
o internalice el individuo de paz, tranquilidad, sosiego o bienestar,
está determinada por la percepción, que acerca de la realidad y del
entorno que lo rodea, le es propio o de manera categórica afecta sus
intereses. Es por ello que se concluye, que es una situación o condición
multifactorial y concomitante con otros hechos críticos derivados del
acontecer social, porque pertenece indefectiblemente a los escenarios
de la comunidad a la cual incumbe el individuo. Es una sensación
individual y colectiva, que en base a esa percepción que orienta este
aspecto de la conducta, le permite saber a qué atenerse, admitiendo
el desenvolvimiento normal y rutinario sin contingencias en la colecti-
vidad, vale decir, seguridad.
La seguridad es en el plano individual, la percepción que arroja la
certeza de sentirse apto para realizar cualquier actividad en un inde-
terminado momento, sin temor a ser perturbado en sus derechos, en su
persona, en sus bienes y como una consecuencia podrá desenvolverse
normalmente. En el plano colectivo, en una comunidad por ejemplo,
será la sumatoria de todas esas percepciones que en su conjunto darán
categorización de solidario para satisfacer sus intereses comunes.

36 La Seguridad
CAPÍTULO II
SEGURIDAD: ETIMOLOGÍA, SEMÁNTICA
Y CONCEPTO
La percepción es considerada por la psicología como la primera
operación intelectual. Concluye con un resultado que constituye la
formación del concepto; este concepto es el resultado de la primera
operación de la mente y su origen proviene de la conducta humana,
que determina el conocimiento como uno de sus factores. Lo que la
mente concibe del objeto es primeramente el concepto del conocer,
que es el resultado de una actividad compleja estudiada por la psico-
logía y en su mayoría en el campo de la teoría del conocimiento o
gnoseología. Interesa para este estudio por la formación del concepto
de seguridad, que ensambla en este tema como condición que resume
un resultado de la conducta humana. Conocer es para el individuo una
forma de sobrevivir, en cuanto que a su propia existencia está limitada
a lo que él es como sujeto de su misma existencia, y en su devenir en
esa existencia agrega otras cosas en que se convierte al conocerlas. Las
cosas que se producen por la inteligencia, van a conformar las ideas
que permiten a su vez, la proporción de los objetos inteligibles y no
deben confundirse con la imagen, que es la representación determi-
nada de un objeto sensible.
Lo concebido por la mente o concepto mental, es un concepto
formal, idea, una representación que expresada se refiere a la sobre-
vivencia, al bienestar y tiene un objeto, una esencia que el entendi-
miento presenta bajo aspectos inteligibles concebidos, como son la
paz, tranquilidad, bienestar, placer, sosiego, quietud, serenidad. Se
puede entender el concepto dentro de la conducta del individuo, el
cual se estudia al interno de una ciencia, que se sirve de la razón como
instrumento para alcanzar la verdad de la seguridad y sin duda, debe
ocuparse de los elementos utilizados al razonar y sacar conclusiones,
todo ello en función de los intereses propios y de la colectividad a la
que pertenece.
La palabra seguridad viene del latín securitas, securitatis; en alemán
Sichercheit; en francés Securité; en ingles Security; en italiano Sicu-
rezza del género femenino. Desde el punto de vista semántico, resulta
interesante este aspecto para la investigación de la seguridad como
concepto, sin embargo, por lo extenso se tocó solo en forma concreta
y referencial.
En el Diccionario de la Real Academia se registran las siguientes
acepciones:

38 La Seguridad
Calidad de seguro/Fianza u obligación de indemnizar a favor depersona determinada
/ Estado del individuo basado en la tranquilidad personal, sin infundados temores /
Condición, basada en normas, sistemas de señalización o sistemas de construcción de los
vehículos y ferrocarriles, por la que disminuyen las posibilidades de averías o accidentes
o sus consecuencias. Si la posee un vehículo por sus condiciones de marcha, alejando la
posibilidad de avería o accidente, se llama seguridad activa, en contraposición a la pasiva,
que es la que tiende a minimizar los efectos del accidente, como el uso de cinturones,
tapizado acolchado de aquellas zonas que pudieran dañar en caso de detención brusca,
cristales inastillables, árbol de dirección articulado, resistencia mayor del habitáculo en
relación con otras zonas de la carrocería, etc17.

Para tener una información más, es necesario tomar en cuenta


de manera referencial, el significado de la palabra seguro, a fin de
relacionarlo con el término seguridad, presentar. El Diccionario enci-
clopédico Espasa Calpe define el concepto seguro: “Como adverbio.
Sin aventurarse a ningún riesgo. Como adjetivo: libre y exento de todo
peligro, daño o riesgo. 2. Cierto, indubitable. 3. Firme, constante. 4.
Desprevenido, ajeno de sospecha. 5. Seguridad, certeza, confianza. 6.
Lugar o sitio libre de todo peligro. 7. Contrato por el cual una persona
natural o jurídica, se obliga a resarcir las pérdidas o daños que ocurran
a determinadas cosas, mediante el pago de una prima. 8. Cualquier
dispositivo que impide que un objeto se abra involuntariamente”18.
La seguridad en su concepción más genérica y elemental se presenta
producto de un reflejo del orden, de que todo marcha bien, sin peligro,
sin trabas, sin obstáculos, proyectado hacia situaciones subjetivas, ya
que desde ese mismo momento el individuo presume a qué atenerse
en relación a cualquier tipo de escenario. En planteamiento se presenta
ya no en el plano personal sino por el contrario comunitario, de los
Estados, el problema conceptual de la seguridad será referido al
espacio interestatal, internacional, porque también se manifiesta en
los niveles de sociales, del grupo, la comunidad, de la nación, de la
comunidad internacional.
La Ley Orgánica de Seguridad de la Nación venezolana, en su
artículo 2, define a la seguridad de la nación como aquella que está
fundamentada en el desarrollo integral, y es el estado, condición o
situación, que garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garan-
tías en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico,
17 Diccionario de la lengua española, Barcelona, España, Real Academia Española, 1981, 10ª edición.
18 Diccionario enciclopédico Espasa Calpe, Madrid, Espasa Calpe, 1998.

Seguridad: Etimología, Semántica y Concepto 39


ambiental y militar, de los principios y valores constitucionales por la
población, las instituciones y cada una de las personas que conforman
el Estado y la sociedad, con proyección generacional dentro de un
sistema demográfico, participativo y protagónico, libre de amenazas
a su sobrevivencia, su soberanía y a la integridad de su territorio y
demás espacios geográficos19. La seguridad en la nación es la condi-
ción, estado o situación que se desglosa de una percepción razonada
de paz que experimenta su población, como resultado de actitudes,
acciones y omisiones protectoras o de defensa integral y de un desa-
rrollo sustentable y productivo de plena cobertura para el Estado. Las
medidas protectoras y de desarrollo, estudiadas, previstas, planificadas
y ejecutadas por el Estado, producen y conforman un conjunto de
realidades, sociales, históricas y espirituales en cuyo seno el hombre
ha de ejecutar los actos de su existencia personal, las percibe como
buenas, cuando esas ejecuciones son posibles. Son factibles porque
se pueden hacer; adecuadas porque están en proporción al propósito;
oportunas cuando se hacen o suceden a tiempo, y por último, favora-
bles a sus intereses en función del anhelo nacional.
La percepción que se involucra en este escenario es una sensa-
ción interior inteligente, razonada, por la cual el espíritu a través de
los sentidos, capta las representaciones exteriores necesarias para la
subsistencia. Capta el conjunto de medios necesarios para el sustento
de la vida humana y he aquí la relación incuestionable de la vida con la
seguridad, porque la vida lo es todo. En función a la subsistencia como
suprema aspiración del ser humano, es por lo que se mueven todos los
escenarios y como complemento logra la adecuación ambiental para
un cada vez mejor nivel de bienestar, hasta favorecer su proyección y
multiplicación de la especie, con fines de permanencia en el tiempo y
en el espacio. Esto presenta a la seguridad en la nación como un
designio sobresaliente, por ser la máxima ambición de los venezolanos,
el fin último de todas sus gestiones como pueblo, como sociedad
organizada, contando con dos instrumentos no menos importantes, el
desarrollo sustentable y productivo de plena cobertura, apoyada por
una defensa integral propia de una sociedad organizada y preparada
en forma armónica y gradualmente en función de los postulados de la
Constitución Bolivariana.
Aquí se establece en forma inequívoca una seguridad como una
consumación suprema, razonada, percibida y sentida, que se desprende
19 Véase Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, Gaceta Oficial N° 37.594, de fecha 18 de diciembre de 2002.

40 La Seguridad
del accionar del Estado investido de su poder soberano, libre e inde-
pendiente, manifestando su capacidad de defensa integral, generando
un resultado, un progreso que se traduce en el desarrollo sustentable
de plena cobertura para todos los habitantes del país. Vale decir
la defensa y el desarrollo integral se movilizan, accionan, se moto-
rizan para obtener percepciones razonadas, sentidas de paz, sosiego,
placidez, quietud, tranquilidad y bienestar que se trueca en una segu-
ridad bien definida. Un desarrollo bien planificado, bien concebido,
eficiente y productivo, requiere indefectiblemente de factores de
protección que irradien niveles de paz, tranquilidad y sosiego.
La seguridad no es un accionar, es una percepción sensitiva, razo-
nada como una consecuencia de ser protegido y ser defendido. Como
órgano, el Estado no proporciona seguridad, no la suministra, no la
imparte, porque ella como percepción se recibe, es por ello que el
Estado garantiza la seguridad, la promete a través de acciones protec-
toras o defensivas. Motiva revisar y adecuar el empleo de la expresión
de “cuerpos de seguridad”, para demostrar actos de resguardo del Esta-
do-Gobierno en beneficio de la sociedad. Son verdaderamente cuerpos
de protección para garantizar la seguridad de los individuos, se debe
hablar de cuerpos de protección policial, cuerpos de protección civil
o cuerpos de defensa. Estos cuerpos mediante su accionar generan un
estado, una condición o situación en el Estado-Nación. La seguridad
en la nación no debe interpretarse como un término aislado, siempre
guarda relación con los factores internos -que son la defensa y el desa-
rrollo- para conformar el sistema de seguridad, defensa y desarrollo
integral de la Nación, estructura que le es propia y además se relaciona
con los otros Estados que conforman la comunidad internacional. En
ese contexto es donde el Estado define sus políticas y estrategias de
seguridad, defensa integral y desarrollo integral, tomando en cuenta
sus elementos existenciales, territorio, población y poder.
Bajo el marco constitucional y acorde con la realidad venezolana,
expresada en los conceptos de libertad, democracia, paz, igualdad,
justicia, solidaridad, afirmación de los derechos humanos, promoción
y conservación ambiental, de acuerdo con el principio de no interven-
ción y autodeterminación de los pueblos, promoviendo la cooperación
pacífica entre naciones e impulsando la integración latinoamericana;
gravitada en una responsabilidad compartida entre el poder público
y la población, que se materializa sobre los ámbitos político, social,
económico, cultural, ambiental, geográfico y militar. La seguridad en

Seguridad: Etimología, Semántica y Concepto 41


la nación presenta confusión cuando se interpreta como un principio,
es por el contrario un fin. Este principio se define como la base, el
fundamento o el origen de las cosas; el comienzo, punto de partida,
causa, primer elemento del que surge todo lo demás. Y en ninguna
de estas definiciones se encuadra a la seguridad. La seguridad es un
fin, una meta, un resultado que debe ser entendido desde el punto de
vista filosófico como colofón al que tiende la voluntad: es un propósito
para alcanzar un objetivo. Cabe hacer la distinción entre el acto de
proponerse un fin y la finalidad objetiva, que es aquello perseguido y
que es exclusivo del sujeto, la mera aspiración de una meta, extensible
también al comportamiento de todos los seres vivos. No debe confun-
dirse con el otro sentido del fin como término, remate o consumación
de una cosa, y desde el punto de vista teleológico, que es el fin de la vida.
Esto permite concluir que el fundamento de la corresponsabilidad
entre el Estado y la sociedad civil, al que hace referencia el artículo 326
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se origina
en la defensa integral y en el desarrollo sustentable y productivo de
plena cobertura nacional. Igualmente, los principios de la corres-
ponsabilidad sobre los ámbitos político, social, económico, cultural,
ambiental, geográfico y militar, constituyen un ejercicio referido
a la defensa integral, al desarrollo y no a la seguridad, vale decir no
son ámbitos de la seguridad, sino de la defensa y del desarrollo. La
seguridad no es mensurable, es por ello que se adjetiva para darle
sentido al rumbo cuando se emplea el concepto, porque la seguridad
es intangible. Es mensurable en cambio, la defensa y el desarrollo.
Es correcto hablar de defensa política, económica, social, cultural,
ambiental, geográfica y militar, pero se debe tener cuidado cuando
para expresar la seguridad se utilizan estos mismos términos, por esa
condición de no ser mensurable e intangible. La seguridad es exclu-
siva de los seres humanos, basada en su definición de ser un término
intangible, abstracto, relativo, de diversidad en la interpretación y valo-
ración, además de ser una percepción sentida y razonada. Se debe
revisar bien cuando se dice que la seguridad es un propósito supremo
como lo establecen muchos autores; es un fin supremo. El propósito se
define como el ánimo o intención de hacer algo, la manera para lograr
el fin y ese fin siempre será la seguridad, la certeza, la satisfacción, el
placer de haber procurado la solución, el resultado de lo deseado.

42 La Seguridad
José Ortega y Gasset 20, sostiene que la vida se considera una
realidad radical, a la que se sujetan las realidades restantes. Sostiene
que el ser humano no puede alcanzar una verdad absoluta, porque
cada cual solamente es capaz de captar una parcela de lo real. Cada
ser posee una visión parcializada y un punto de vista del universo
de cosas, que le imponen la necesidad de tomar en cuenta otras
opiniones. Apoyado en este planteamiento se fundamenta la diver-
sidad interpretativa de la seguridad, porque particularmente, cada cual
tiene una serie de circunstancias que giran a su alrededor y le hacen
ver la vida de una manera diferente a la de los otros seres. Los intereses
propios producen en la seguridad una percepción e interpretación de
acuerdo a las circunstancias que le son exclusivas y que privan sobre
otros escenarios. Este criterio no es válido para el de la defensa como
concepto, puesto que ella es circunstancial, es un accionar producto
de una preparación previa, impuesta por todos aquellos elementos
posibles en generar factores adversos a una paz, tranquilidad, sosiego,
bienestar, quietud que anhela el individuo para el logro de sus inte-
reses supremos. Esto quiere decir que la defensa está sujeta, limitada
o condicionada a los requerimientos necesarios para la percepción de
seguridad, sujeta a hechos concretos.
Al presentar múltiples interpretaciones es lógico pensar en la posi-
bilidad de una diversidad en la valoración. La noción de valor implica
la adopción de una postura frente a las categorías de bien y del mal, de
lo justo y lo injusto, de lo bello y lo feo, de lo útil y lo inútil, de lo agra-
dable y lo desagradable. Lo fundamental de esto es que el juicio no se
emite en función de una realidad, porque de acuerdo a lo antes dicho,
la realidad no existe. Al conocer los valores se asume una postura
determinada sobre ellos, es decir, inspiran a seleccionar, a decidir y
esa actuación se apoya en principios morales, que definen la actitud y
sus relaciones con los otros semejantes. La ética florece a partir de los
valores que establecen que todo está acorde o no, con ese patrón moral
e induce a una reflexión sobre el porqué de las cosas, como actuar en
función de esa tranquilidad, paz, sosiego y bienestar que se traduce
en seguridad. Por condición natural el individuo no es bueno o malo,
bello o feo, útil o inútil, agradable o desagradable, justo o injusto, son
20 José Ortega y Gasset (1883-1955), filósofo español, elegante ensayista y pensador profundo, estudió
las causas y los problemas de la crisis de la sociedad española. Su vitalismo es un racio-vitalismo en el sentido
de que afirma que el conocimiento, aún siendo racional, está arraigado en la vida, es decir, “razón vital” significa
vida como razón, y el hombre no es para Ortega un ente dotado de razón, sino una realidad que tiene que usar la
razón para vivir.

Seguridad: Etimología, Semántica y Concepto 43


sus acciones las que definen esa condición e inducen a experimentar
vivencias y contradicciones en función de sus intereses. Lo que permite
determinar su relación directa con el ser, conocer, hacer y convivir, en
función de las respuestas que le dé a determinadas circunstancias, que
rigen las condiciones de permanencia, sobrevivencia, reproducción y
proyección en el tiempo y el espacio.
La valoración es amplia, compleja y está en permanente trans-
formación. En cada época aparecen nuevos principios y a veces los
que ya existen cambian de nombre o destino. Por condición natural,
por principios morales o por ley, el derecho a escoger sus valores,
darle orden y la importancia que consideren correctos y necesarios,
es un don exclusivo del hombre que dependerá de su manera de ser,
de hacer, de conocer y de convivir. Con este esbozo se fundamenta
la diversidad de valoración planteada y que le da característica al
concepto de la seguridad, permitiendo también establecer la relación
y distinción con la defensa y el desarrollo. Cuando se define la segu-
ridad de la nación, se habla de una percepción razonada de paz, de la
percepción se ha hablado ampliamente, también de la condición de
ser razonada, pero no se ha dicho nada de la paz. La paz es un término
un tanto complejo, que requiere dejar sentado una aclaratoria sobre su
aplicabilidad, desde el punto de vista conceptual y en función de la
interpretación, que redunde en la comprensión diáfana, de lo que se
quiere decir con seguridad de la nación.
La paz es tocada como tema de análisis en el área de las ciencias
sociales, quienes han profundizado más sobre el tema de la guerra que
en el tema de la paz. Al igual que la psicología, que le ha prestado
más interés al comportamiento derivado del signo negativo, como
es el caso de las enfermedades mentales, que al signo positivo como
la creatividad. Esta circunstancia ha dado origen a interpretaciones
confusas sobre la paz que la oponen a la guerra, definen la paz como
ausencia de la guerra. Los trabajos sobre este tema han sido por lo
general utópicos, orientados hacia el futuro, especulativos y subjetivos,
en lugar de analíticos y empíricos21. Hay que distinguir dos conceptos
de paz: la paz negativa, interpretada como la ausencia de violencia
organizada entre grupos humanos tales como las naciones, pueblos,
grupos raciales y étnicos, dada la magnitud que puedan alcanzar las
guerras intestinas y la paz positiva, identificada como un modelo de
21 Véase Enciclopedia internacional de las ciencias sociales, Madrid, Aguilar, 1979, vol. 7, p. 686; también Enciclo-
pedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999.

44 La Seguridad
cooperación e integración entre los principales grupos humanos. Se
debe tener claro cuando hay ausencia de violencia, que no es igual a la
ausencia de conflicto. La violencia puede presentarse sin un conflicto y
los conflictos pueden ser resueltos sin apelar al recurso de la violencia.
La distinción de estos dos tipos de paz da origen a una clasificación
de las relaciones entre dos naciones: la guerra, es decir, la violencia
organizada; la paz negativa, en la que no hay violencia, pero tampoco
existe alguna forma de interacción, coexistencia pacífica; la paz posi-
tiva, que se refiere a una cierta cooperación interrumpida por brotes
ocasionales de violencia y la paz incondicional que implica la ausencia
de violencia al tiempo que aparece un modelo de cooperación.
La paz percibida por motivo de acciones de protección y de desa-
rrollo se traduce en bienestar, que también se interpreta como la feli-
cidad. Ese bienestar para que exista, tendrá que ser algo digno de ser
buscado por el hombre, que produzca alguna utilidad, que otras cosas
deriven de su razón de ser buscadas y que una vez conseguida produ-
cirá una satisfacción humana. La paz dentro del ámbito conceptual
descrito y que ahora se analiza desde el punto de vista jurídico, viene
a ser entonces, condición y consecuencia de factores múltiples, que
se reúnen y se refuerzan mutuamente. Y por ello como resultado del
desarrollo intelectual sobre este tema, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) en su estructura sentenció como una medida preven-
tiva y garantía de seguridad para la humanidad, el establecimiento y
mantenimiento de la paz. Una de las formas de darle base duradera a
este concepto, con la intención de desarrollar, aunadamente, una labor
sostenida para hacerle frente a problemas básicos de tipo económico,
social, cultural, ambiental, político, geográfico y militar.
Este planteamiento permite esbozar desde una perspectiva universal
y basado en las experiencias de la posguerra, que la paz es una
proscripción de la violencia y como resultado el aseguramiento del
orden que la hace posible y la presenta como un derecho al que tiene
cabida todo el género humano, esbozado también en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, cifrada en esta oportunidad
con un agregado de la confianza recíproca y la cooperación mutua.
Ante la expectativa de un nuevo orden mundial, la asamblea de las
Naciones Unidas en resolución del 12 de diciembre del año 1996,
se hizo intérprete de una corriente que conduce ineluctablemente,
hacia el establecimiento de una paz positiva en el mundo, a través de
un desarrollo sostenible, humano y la promoción de la tolerancia, el

Seguridad: Etimología, Semántica y Concepto 45


diálogo, la diversidad, la reconciliación y la solidaridad, sin dejar por
fuera la cooperación, el respeto a los derechos humanos, el rechazo,
la prevención de la violencia y los conflictos, forma ésta de garantizar
la seguridad de los Estados-Nación (ONU).

46 La Seguridad
CAPÍTULO III
FUNDAMENTO JURÍDICO DE LA SEGURIDAD
El concepto de la seguridad de la nación implica el planteamiento
sobre la igualdad esencial de todos los hombres, es un esfuerzo que se
remonta a la antigüedad, inherente también a la lucha por la dignidad
de las personas. A medida que avanzaron los años se fueron difun-
diendo los conceptos y su incremento dentro de la situación histórica
de los pueblos, creadas por los diferentes hechos que desencadenaron
la evolución del mundo. A pesar que en Grecia aparecieron elementos
adversos sobre esta igualdad y la razón, no se puede dejar pasar perso-
najes, que con su sapiencia dejaron sentados dentro de su filosofía,
criterios que servirán más tarde como fuente del derecho para regla-
mentar aspectos de igualdad, libertad y dignidad. Fue Parménides,
filósofo griego, quien tuvo la intuición sobre el pensamiento puro y
presentarlo como una necesidad, hacia la búsqueda de la verdad.
Presentó una primera aproximación hacia el sentido del método
que había que discurrir tomando dos sentidos: en primer término la
percepción sensible o experiencia y luego el sentido del pensamiento
o razón22. Sócrates, Cicerón, Platón y Aristóteles, todos ellos fueron
autores de la ruptura de los límites políticos de las ciudades-Estado
en Grecia y su expansión hasta otros pueblos con religiones, lenguas
y costumbres distintas, se reunieron bajo su seno personas con dife-
rencias raciales, políticas y sociales, para crear una comunidad sutil
pero esencialmente libre. A pesar de que en sus amplísimas y muy
importantes obras, en ningún momento hacen referencia al concepto
de seguridad, se debe tener presente que sus aportes tienen un gran
valor para el estudio e investigación realizado sobre esta materia.
Sócrates, filósofo griego, nació en Atenas al finalizar la tercera
década del siglo V (470 a.C.). Su inquietud metodológica condujo a
observar como hacían los geómetras para comprimir las imperecederas
formas del mundo natural a unas cuantas figuras (triángulos, cuadrilá-
teros, polígonos, círculos), intentando dar conocimiento de cada una
de esas formas básicas y por demás elementales. Sócrates consideró
que podía hacer lo propio con los múltiples estilos de conducta del
hombre, es decir, con el mundo moral. Con esa intención comenzó a
interrogarse, eso significó la aparición de la mayéutica, interrogaciones
sobre la valentía, la justicia, la bondad y otras cuantas formas a las que
redujo la vida moral, buscando dar razón, es decir, definir, cada una
de esas virtudes. A esa razón que se da de algo, a la forma racional
que lo define, Sócrates llamó logos, término griego que originalmente
22 Lorenzo Fernández Gómez, Temas de Filosofía del Derecho, Caracas, Editorial Signo Contemporáneo, 1988.

48 La Seguridad
significó “palabra”, verbum en la traducción latina. Sócrates enriqueció,
dándole por primera vez en la filosofía, el sentido mágico que la lógica
posterior dio al concepto, así ocurrió su desvelamiento. De este modo,
Sócrates, sin haber sido un filósofo de gran formación académica y
sin conocer otra técnica o sistema que sus prácticas mayéuticas en
calles y plazas públicas, realizó la hazaña de un descubrimiento que
supone una reflexión profunda sobre su propia conciencia y una fina
y sostenida observación sobre la realidad, la vida y la conducta de los
hombres23.
Platón (429-348) nació en Atenas, en el seno de una familia aris-
tocrática. Su verdadero nombre era Arístocles, pero un profesor por
su conformación física le acuñó el apodo de “Platón” por la confor-
mación de sus omoplatos, y junto a Sócrates cultivó la filosofía. Sus
aspiraciones de llegar en sus estudios a la realidad absoluta, concreta
la teoría de las ideas subsistentes que lo llevaron a desarrollar otros
problemas relativos al ser como el conocer y el obrar. A su trabajo
lo llamó la marcha dialéctica o camino ascendente, partiendo desde
la ignorancia para llegar a la ciencia perfecta que llamó el mundo
trascendente de las ideas. Concibió a la ciencia como una escala con
grados ascendente perfectos, estableciendo unos grados entre el ser
y el saber. El no ser no es susceptible del conocimiento y entre el
no ser y el saber estableció un grado intermedio que tiene algo de
ser pero sin llegar a la plenitud. A la ignorancia la llamó Agnoia, al
grado intermedio opinión o Doxa que es el conocimiento sensitivo que
permite la conjetura o interpretación de imágenes y sombras de los
objetos materiales, creencias sobre los objetos sensibles que estudia
la física; luego se llega a la ciencia, epísteme o conocimiento racional
discursivo, que se eleva de lo sensible a lo inteligible (matemáticas),
conocimiento racional intuitivo que alcanza los objetos inteligible
directamente (filosofía)24.
Aristóteles, filósofo griego (384-322 a.C.), en uno de sus tratados
hace referencia al concepto del alma, oponiéndose a los criterios
manejados por Platón. Sostenía que el alma no solo era sustancia inde-
pendiente, espiritual e inmortal, es solo la forma de un cuerpo orga-
nizado. El alma es aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos.
El alma es el principio de las funciones del ser vivo, por ello cuerpo
y alma no son separables: un cuerpo sin alma deja de ser organismo
23 Ibíd., p. 207.
24 Íd.

Fundamento Jurídico de la Seguridad 49


o un animal y un alma sin cuerpo no es nada. A pesar de que con
su doctrina supone la negación de la inmortalidad y de la reencar-
nación, en la que creía Platón y los presocráticos, no deja de ser un
aporte importante sus planteamientos para el análisis del concepto de
la seguridad25. Sostenía que el Estado es anterior a la familia y a cada
ser humano en forma individual por lo que ningún hombre podía vivir
fuera del Estado, porque si no sería un animal o un dios. La prioridad
del Estado se basa en que solo el Estado puede valerse por sí mismo
(autarquía). No se trata de una autarquía económica, sino fundamen-
talmente ética y humana. Solo el Estado puede alcanzar el reinado del
bien y de la justicia, la perfección última del ser humano. De todo lo
aquí planteado se puede concluir que es esta la definición de lo que se
conoce como el concepto de seguridad.
La palabra humanista como concepto, tiene una larga y hermosa
historia que se inició al asimilar los romanos la cultura griega. Cicerón
también filósofo griego, solía utilizar ese vocablo para significar la
formación humana y espiritual del hombre. En las diversas tentativas
de alcanzar una definición del humanismo, concretamente del filó-
sofo, orillando otras acepciones culturales, se aprecia una orientación
sostenida hacia el valor y el despliegue de la personalidad que afirma y
exalta el valor del hombre y sus posibilidades tanto en el plano intelec-
tual, afectivo u operacional, como en la esfera de la vida espiritual y de
convivencia (ínter)subjetiva, dependiendo la permanencia del hombre
como persona frente a las exigencias de su dimensión social. Luego
la tesis de la utopía del cosmopolitismo, donde se plantea que cada
hombre es o puede llegar a ser ciudadano del mundo, algo que más
adelante se va a materializar con el imperio Alejandrino. Las Institutas
de Justiniano (533 d.C.), compendio de Derecho compuesto por orden
de este emperador. Sus principales autores fueron Triboniano, Teófilo y
Doroteo, que influyeron en la concepción jurídica de la edad media y
del absolutismo, y son la base de la jurisprudencia moderna, que decía
que por derecho natural los hombres eran iguales.
Ulpiano (228 d.C.) con su famosa tesis del bien común, fue un
jurista romano asesor del emperador Papiniano, profundo conocedor
del derecho romano y sus obras constituyen el núcleo fundamental
del Digesto o Pandectas de Justiniano. El bien común, acuñada más
adelante por Tomás de Aquino, en el uso vulgar, prácticamente no
tiene un gran sentido, pero comúnmente se le atribuye un valor mítico,
25 Véase Maurice Duverger, Métodos de las ciencias sociales, Barcelona, España, Editorial Ariel, 1980, p. 20.

50 La Seguridad
dándole una relevancia por encima de los bienes particulares, los que
deben subordinarse a los anteriores e incluso sacrificarse. Se emplea
como bien público, bien de todos, bienestar general o más impropia-
mente como bien de la comunidad26.
San Agustín nació en Tagaste, ciudad africana en el año 386 (d.C.).
Obispo de Hipona, ciudad italiana. San Agustín sostuvo que el hombre
no solo es dotado de razón según la vieja definición aristotélica, sino
que era también persona, noción de auténtica raíz cristiana que inspiró
las grandes concepciones del humanismo en el mundo occidental. Y
por lo que respecta al derecho noción gemela de aquella, por tocar
ambas de cerca el destino del hombre, la trilogía agustiniana: ley
eterna; ley natural y ley positiva, constituyen la columna vertebral de
la filosofía jurídica desarrollada más tarde por Santo Tomás. Es punto
obligado de referencias para filósofos y juristas de las diversas ideo-
logías, cada vez que apelan a los fundamentos éticos del derecho en
busca de reparación de injusticias y de protección para la dignidad del
hombre27.
San Pablo, de formación cultural greco-romana, según los hechos
del Nuevo Testamento, sostenía que no hay judíos ni griegos, no hay
ciervos ni libres, ni varón ni hembras, porque todos son uno solo
en Jesucristo que predicó con vehemencia y devoción, la igualdad
y el amor entre todos los hombres. Estos aspectos tuvieron y tienen
una vigencia espiritual pero carecían de una efectividad material, sin
embargo, sirvieron de inspiración a las obras de Jean Jacques Rous-
seau, Charles Montesquieu y John Locke, entre otros.
Rousseau (1712-1778) escritor y filósofo suizo. Su obra más impor-
tante es El contrato social y con ella se dio a conocer como apasionado
propulsor de la Revolución Francesa y de la democracia. En su obra
Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los
hombre, expuso su teoría acerca del carácter nocivo de la sociedad
frente a la bondad natural del hombre. En su novela Emilio presenta la
tesis con los principios en que debía basarse la educación para conse-
guir un hombre nuevo capaz de organizar un Estado democrático.
Igual sentido tuvo su novela Julia o la nueva Eloísa, que se traduce en
la proclama del derecho del hombre a una autorrealización libre que
le conduzca a una nueva sociedad28.

26 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999, t. 2.
27 Lorenzo Fernández Gómez, Temas de Filosofía del Derecho, Caracas, Editorial Signo Contemporáneo, 1988, p. 113.
28 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España, Ediciones Nauta, 1981, t. 3.

Fundamento Jurídico de la Seguridad 51


Montesquieu (1689-1755) escritor y filósofo francés. Su obra El
espíritu de las leyes, responde a la necesidad de poner orden cientí-
fico en el mundo de las ciencias sociales. El ensayo conlleva además
un ataque a cualquier forma de tiranía, expresado en la teoría de la
separación de los poderes para evitar la arbitrariedad del despotismo.
Criticó arduamente las instituciones de su época. Fue presidente del
parlamento de Burdeos en representación de la nobleza cargo que
abandonó29. Sostenía que hay tres clases de poderes, un primer
poder el legislativo, un segundo poder el ejecutivo de los asuntos que
dependen del derecho de gentes y el poder judicial que dependen
del derecho civil. El segundo poder dispone de las guerras y de la
paz, envía o recibe embajadores, establece la seguridad, previene las
invasiones. La libertad política de un ciudadano depende de la tran-
quilidad de espíritu que nace de la opinión que tiene cada uno de su
seguridad. Y para que exista libertad era necesario que el gobierno sea
real que ningún ciudadano pueda temer nada de otro. Sentó las bases
de la teoría moderna del Estado al propugnar la soberanía popular, los
derechos del hombre y la necesidad de la constitución escrita.
Junto a los dos anteriores, Locke (1632-1704), filósofo británico que
propuso un Estado en el que la soberanía resida en el pueblo, habló
de la necesidad de una autoridad que restituya la paz, seguridad y las
libertades. Influyeron los hechos que desencadenaron la Revolución
Francesa y consecuentemente a la proclamación de los Derechos
Universales del Hombre y de los principios de la igualdad política
que hoy aparecen en las normas constitucionales de la mayoría de los
países. Es considerado el propulsor del liberalismo moderno30.
Estos procesos de cambios que se experimentaron y se siguen
experimentando en este mundo tan complejo, han permitido que los
derechos humanos hayan adquirido una importancia extraordinaria,
reconocidos por todos los países del mundo. Consintieron también
la firma de la Carta de las Naciones Unidas y posteriormente la Carta
de la Organización de los Estados Americanos, cobrando así fuerza y
consolidación la comunidad internacional. Nació así un instrumento
con el cometido de tomar medidas colectivas eficaces para prevenir
y eliminar las amenazas y para suprimir actos de agresión u otros
quebrantamientos, además de lograr por medios pacíficos y de confor-
midad con los principios de justicia y del derecho internacional el ajuste
29 Íd.
30 Íd.

52 La Seguridad
o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de
conducir al quebrantamiento de la paz. Hechos estos importantes para
el estudio realizado, por su repercusión en el concepto de seguridad
(Carta ONU).
Para los fines que involucró esta investigación por fuerza debió
apoyarse en la estructura jurídica nacional como punto referencial,
la cual comprende una serie de herramientas jurídicas cuyo piná-
culo se encuentra en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela31; leyes orgánicas y leyes ordinarias; reglamentos y otros
instrumentos dispersos en los niveles nacional, sectorial y específicos,
en todos los escalones de la jerarquía política, económica, social,
cultural, ambiental, geográfica y militar, que conforman la integridad
del Sistema Nacional de Seguridad, Defensa y Desarrollo Integral.
En él se encuentra una afirmación de principios y conceptos que de
acuerdo a las aspiraciones, fue base fundamental para la investigación.
La Asamblea Nacional Constituyente, en nombre y representación
del pueblo soberano de Venezuela, en ejercicio del poder constitu-
yente originario que le fue otorgado, mediante referendo aprobado
democráticamente el veinticinco de abril de mil novecientos noventa
y nueve, para transformar al Estado y crear un ordenamiento jurídico,
que permita el funcionamiento efectivo de una democracia social,
participativa y protagónica, promulgó la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
En los planteamientos anteriores se demostró que la seguridad
es una condición necesaria, para la armónica convivencia social,
expandida en todo el territorio patrio y en función de la realización y
materialización de sus cometidos constitucionales. Por esta razón, la
Constitución consagra la condición libre e independiente, de manera
permanente e irrenunciable, fundamentada en el ideario de Simón
Bolívar, el Libertador, su patrimonio moral y los valores de libertad,
igualdad, justicia y paz internacional. La seguridad que se sustenta en
esta carta magna desde su preámbulo hasta el último vestigio, orienta
los intereses nacionales con proyecciones, en un primer término hacia
el Estado mismo que se identifica con sus elementos existenciales;
hacia la población elemento que le da vida a la nacionalidad y hacia la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz.
También prescribe la constitución la corresponsabilidad entre el
31 Véase la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, comentada por el doctor Allan R.
Brewer-Carías, Caracas, Editorial Arte, 2000.

Fundamento Jurídico de la Seguridad 53


Estado y la sociedad (artículo 326) para el cabal cumplimiento y logro
de sus postulados, como un compromiso permanente e incuestionable;
El poder popular soberano en todo el territorio y con el ejercicio de esa
corresponsabilidad como premisa hacia los ámbitos político, econó-
mico, social, cultural, ambiental, geográfico y militar, complementando
con un deber de honrar y defender la patria, sus símbolos, valores
culturales, resguardar y proteger esa soberanía legada por los liberta-
dores, la nacionalidad, integridad territorial, autodeterminación y en
definitiva todos los intereses de la nación. El objetivo es lograr la paz,
tranquilidad, sosiego, bienestar, ventura, dicha, prosperidad y felicidad
que se traduce en la seguridad. Dos son las condiciones que imputan
y obligan a endosar esa seguridad anhelada: Una riqueza natural
propia potencial indiscutible, muy codiciada en estos tiempos de auge
industrial mundial y un sistema de libertades democráticas, basado
en su estabilidad institucional, con soluciones también democráticas
que fortalecen el estado de derecho y como una consecuencia, aspirar
con optimismo y cambios radicales con esta Constitución bolivariana
a una verdadera revolución, que permita el despegue definitivo hacia
la consecución concluyente de los intereses propios.
Como un instrumento de complemento a esta revolución insti-
tucional a favor de la seguridad, se promulgó la Ley Orgánica de
Seguridad de la Nación, la cual enrumba la ambición constitucional
de llenar un vacío sobre la materia de seguridad y que había estado
huérfano, pues el ordenamiento jurídico nacional es del año 1976,
cuando se promulgó la primera Ley relativa a estos particulares. Es un
novísimo instrumento que confiere garantía para el mantenimiento del
orden interno y de los más sublimes y elevados valores de la naciona-
lidad, fundamental para el desarrollo sustentable. Con ella se crean,
estructuran y activan órganos con competencia nacional, en la defensa
integral y desarrollo sustentable y productivo de plena cobertura para
la comunidad. Permite también esta ley, enderezar el rumbo sobre las
normas que contribuyan y orienten las actuaciones, en los momentos
de precaria situación a través de los decretos o declaratorias de
los estados de excepción, cuando por circunstancias de orden social,
económica, política, natural o ecológica, afecten gravemente la segu-
ridad de la nación. En ella prevé el Estado el decreto de la moviliza-
ción y la requisición, cuando la situación especial así lo amerite para
hacerle frente a la emergencia o situación particular prevista en la ley
respectiva. También se crea la figura de Protección Civil que antes

54 La Seguridad
funcionaba como Defensa Civil.
Esto no quiere decir que los términos seguridad, defensa y guerra no
se conocían en el pasado, en la Constitución Federal para los estados
de Venezuela, hecha por los representantes de Margarita, Mérida,
Cumaná, Barinas, Barcelona, Trujillo y Caracas, reunidos en Congreso
General expresan en esta Primera Constitución (1811), en el Preli-
minar, en un segundo apartado, una prioridad sagrada dentro de las
facultades de la Confederación: el hacer efectiva la mutua garantía y
seguridad que se prestan entre sí los Estados para conservar su libertad
civil, su independencia política y su culto religioso32. En la Constitución
de la provincia de Barcelona, (1812) en el Título Primero que trata de
los derechos de los habitantes de la República de Barcelona Colom-
biana, en el aparte que se refiere a los fines de la sociedad política y
de sus gobiernos, en el numeral nueve define el concepto de seguridad
como “La seguridad consiste en la protección que la sociedad ofrece a
cada uno de los miembros, para la conservación de su persona, de sus
derechos y de sus propiedades”33.
Así aparecieron en forma cronológica y con algunas variantes, en
todas las Constituciones, que fueron redactándose con los cambios
de gobiernos que se sucedieron en Venezuela hasta el año 1961.
En la Constitución de 1999, la seguridad presenta algunas reformas
que fueron planteadas en párrafos anteriores, con algunos sesgos y
matices que reafirman ese desconocimiento del contenido mismo de
la seguridad. Aquí se apoyó el trabajo (en el Título VII) de la Consti-
tución Bolivariana de Venezuela, novísimo por cierto, que habla de la
seguridad de la nación artículo 322 y más adelante de los principios
de seguridad de la nación, artículos 326 y 327. Todo esto permitió
descubrir una serie de generalizaciones que fueron de gran utilidad en
la búsqueda del fundamento y comprensión de los resultados sin dejar
por fuera las predicciones del futuro sobre esta investigación.

32 Véase Simón Bolívar, Documentario de la Libertad, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1983.
33 Íd.; también véase Historia multimedia de las constituciones de Venezuela.

Fundamento Jurídico de la Seguridad 55


CAPÍTULO IV
FUNDAMENTO FILOSÓFICO DE LA SEGURIDAD.
El concepto de seguridad de la nación es el tema que se plantea
en esta parte del trabajo y siendo que el concepto es el resultado
primario de una operación mental, se hace necesario en este compro-
miso, orientar parte del esfuerzo a una revisión de los sucesos del
pasado, partiendo desde lo que Sócrates llamó la mayéutica, para
llegar a la formación de los conceptos, punto tratado con amplitud
en el capítulo anterior, y lo que Platón llamó la marcha dialéctica
o camino ascendente, que buscaba explicar el ser, el conocer y el
obrar. Nace el término episteme o conocimiento racional o ciencia,
que más adelante se convierte en la teoría del conocimiento del saber
científico: la epistemología. Platón concibe la ciencia como una escala
con grados ascendentes de perfección. Corresponde con exactitud a
su concepción escalonada de la realidad. El problema que venía plan-
teando desde Heráclito, era conciliar el concepto de ciencia, como
conocimiento de objetos fijos, estables, ciertos y necesarios con un
mundo de objetos, como percibidos por los sentidos, esencialmente
cambiante, contingente y en constante movimiento del que solo se
puede tener una opinión, pero no-ciencia.
Estableciendo una correlación entre los grados del ser y los del
saber, Platón deja sentado que a mayor grado del ser corresponde un
mayor grado del conocer. El no ser no es susceptible de conocimiento
alguno y entre el no ser y el ser coloca una situación intermedia que
tiene algo de ser sin alcanzar la plenitud y es el grado del hacerse o
génesis. Sobre estas bases proyectó el camino de la ciencia con grados
del conocimiento: Ignorancia o Agnoia; opinión o Doxa, donde inter-
viene el conocimiento sensitivo (conjetura y creencia) y la ciencia que
vendría a ser el conocimiento racional, que se eleva de lo sensible a
lo inteligible. Ignorancia es el no ser; la opinión el hacerse y la ciencia
el ser. Esto fue importante para el desarrollo del trabajo, porque es a
partir de Platón cuando comienza la búsqueda racional de un sentido
trascendental a la vida del hombre. Jacques Maritain (1882-1973) decía
que la obra de Platón puede resumirse en el propósito de forzar a
los hombres a ser buenos en nombre de la razón. La razón es una
facultad para explicar la realidad, puede ser intelectiva o discursiva,
también concebida de dos modos: razón raciociante o constituyente y
razón racionada o constituida; la primera como evolución progresiva
de la razón y la segunda es la que se hace accesible al reino de las
verdades racionales. En la filosofía griega, se hace patente el interés
para relacionar el concepto de razón como facultad y como orden de

58 La Seguridad
todas las cosas. En lo religioso para la Edad Media es utilizada para la
comprensión racional de las creencias de la fe, que trajo como resul-
tado la ruptura entre la fe y la razón.

CAMINO DE LA CIENCIA

Grados del conocimiento Grados del ser

1° Ignorancia: NO SER
(Agnoia)
Conocimiento sensitivo: “hacerse”
2° Opinión: a) Conjetura: Interpretación de imágenes y
(Doxa) Sombras de objetos materiales.
b) Creencia: Objetos materiales sensibles
que estudia la física.
Conocimiento racional-discursivo se eleva
3° Ciencia: de lo sensible a lo inteligible. La matemática SER
(episteme) Conocimiento racional intuitivo: alcanza los
objetos inteligibles directamente: Filosofía

Figura 3: Grados del conocimiento

Es a partir de esta época cuando la razón se presenta con perso-


nalidad propia dentro de la filosofía. Es estudiada por muchos filó-
sofos, en la Edad Moderna surge una dicotomía razón-experiencia,
aunque en un sentido general, en la filosofía prevalece un sentido
racional, se presenta desglosado en significados distintos, razón
como intuición de los elementos últimos, como análisis y también
como síntesis especulativa34.
Manuel Kant (1724-1804), nació en Prusia. Maestro de los derechos
del hombre, de la igualdad ante la ley, de la ciudadanía mundial, de
la paz sobre la tierra y lo que es más importante, de la emancipación
a través del conocimiento. Ante la pregunta ¿qué es ilustración?, Kant
contesta: “la ilustración consiste en el hecho por el cual el hombre
sale de la minoría de edad. El mismo es culpable de ella, uno mismo
es culpable de esa minoría de edad, cuando la causa es un defecto del
entendimiento, en la falta de decisión y ánimo para servirse con inde-
pendencia de él, sin la conducción de otro”. A esto lo llamó Sapere
34 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999.

Fundamento Filosófico de la Seguridad. 59


aude. Buscando armonizar el escepticismo y el dogmatismo, encuentra
como respuesta, la conversión de la metafísica en la crítica de la razón.
Los poskantianos alemanes también le dan mucha importancia a la
razón. Es característica de la época de la filosofía hegeliana, Hussel,
Dilthey y Ortega y Gasset, porque se destacan con la “razón vital”35.
De Hegel y su teoría del Estado deriva una tendencia comunitaria
que a veces ha sido calificada de ontología de la comunidad, en la
que no se compara el grupo humano a un organismo biológico, sino
que por el contrario, se afirma que uno y otro se hallan separados por
diferencias esenciales. El grupo humano es una realidad espiritual, no
una realidad orgánica. Pero no por ello deja de constituir la realidad
fundamental: el individuo no existe verdaderamente más que por él, en
él y a través de él. El hombre es antes de entrar en la comunidad pura
virtualidad y solo en la comunidad espiritual desarrolla su individua-
lidad y su esencia moral36.
Edmund Husserl (1859-1937), filósofo checoslovaco. “Maestro
universal”, con un legado realmente valioso. La palabra fenomenología
aparece con Husserl la cual viene del término griego fenómeno,
que significa lo que aparece, se manifiesta o se revela. Originalmente
implicaba una estrecha conexión o unidad entre el ser y el aparecer: la
apariencia es siempre algo que se manifiesta. Los escépticos iniciaron
un largo proceso tendiente a disociar el fenómeno como apariencia
engañosa de la realidad oculta bajo tal apariencia. Esta disociación
entre la apariencia y el ser, entre el fenómeno y la cosa en sí, se
acentuó en las corrientes filosóficas de la modernidad, especialmente
en el psicologismo de los empiristas, adquiriendo carta de naturaleza
en el idealismo trascendental de Kant, al dejar establecida que el fenó-
meno es el único objeto posible del conocimiento científico37.
Wilhelm Dilthey (1833-1911), filósofo alemán quien oponía de
manera radical las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu a
las que pertenecen las ciencias sociales. Por esta razón será necesario
emplear para analizarlos, un método totalmente diferente de las cien-
cias físicas, basado en una especie de intuición directa, de comunión
más o menos afectiva. La naturaleza nos las explicamos, la vida del
alma la comprendemos38.
35 Véase Lorenzo Fernández Gómez, Temas de Filosofía del Derecho, Caracas, Editorial Signo Contemporáneo,
1988, p. 281.
36 Véase Maurice Duverger, Métodos de las ciencias sociales, Barcelona, España, Editorial Ariel, 1980, p. 27.
37 Íd.
38 Véase M. Duverger, ob. cit., p. 43.

60 La Seguridad
José Ortega y Gasset (1883-1955), filósofo y literato español, desa-
rrolló el vitalismo y la denominó racio-vitalismo, en el sentido de que
afirma que el conocimiento, aún siendo racional está arraigado en la
vida, es decir, razón vital, traduciendo vida como razón. El hombre
no es un ente dotado de razón, sino una realidad que tiene que usar
la razón para vivir39. La razón es fundamental en la formación de los
conceptos, y son estos los conceptos, los que suministran consecuen-
temente, los recursos intelectuales con los que trabaja la sociología
e interesa a la seguridad como concepto. Sirve para definir los fenó-
menos o estudiar y permite diferenciarlos, individualizarlos, debido a
que cada uno de ellos tiene su propio sistema de concepto. Propor-
ciona los términos en donde los problemas se plantean y se resuelven.
El concepto es el producto de la primera operación de la mente
y el origen del conocimiento intelectual humano. El razonamiento es
un acto complejo, se requiere cada uno de los pasos que conducen
a la razón en su movimiento hacia la verdad. El razonamiento de
juicios y el juicio se componen de conceptos. Se han de distinguir en
consecuencia tres tipos de operaciones intelectuales diferentes para
poder elaborar los conceptos: primero una simple aprehensión, para
así elaborar conceptos y percibir las relaciones de universalidad entre
ellos, sin afirmarlas ni negarlas; segundo, elaborar un juicio, por el que
afirmamos o negamos tales relaciones, pasando por la posibilidad de
hacerlo al hecho mismo y por último; el raciocinio o razonamiento para
establecer las relaciones de inferencias o ilación entre dos conceptos
a través de un concepto medio. Este concepto el cual se comenzó su
estudio apoyado en la filosofía y la sociología, sirvió de ayuda para el
análisis que se esperaba de la seguridad como concepto.
El primer paso para el dominio del término seguridad, al igual que
en cualquier otra disciplina, es el manejo conceptual. El concepto
suministra los recursos intelectuales con los que se desenvuelve el
profesional. Permite su utilización en la búsqueda de definiciones,
de elementos objetos de estudios, trabajos o investigaciones y facilita
también la diferenciación y relación con otros conceptos. La definición
de la seguridad debe encaminarse a buscar respuestas luego de los
planteamientos conceptuales, no precederlos, para luego al tener una
comprensión de lo que la seguridad trata y como se siente, la defini-
ción será apenas necesaria salvo como resumen.

39 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España, Ediciones Nauta, 1981, t. 18.

Fundamento Filosófico de la Seguridad. 61


CAPÍTULO V
FUNDAMENTO SOCIAL DE LA SEGURIDAD
La seguridad interpretada como una conducta humana, por ser los
humanos los que poseen esta condición de razonar, es un término que
no es absoluto, es por el contrario relativo. No es absoluto porque
esa sensación de seguridad no es excluyente en toda relación, no es
independiente, ilimitada, sin restricción alguna. Por el contrario, la segu-
ridad de la cual se habla, depende de muchas circunstancias, de muchos
factores que se explican por esa condición del hombre de poseer la
característica de un ser gregario por naturaleza. Esa característica, esa
condición de vivir siempre en sociedad lo hace dependiente, no exclu-
sivo, excluyente o aislado del medio del que necesita para satisfacer sus
necesidades materiales y espirituales. Su condición natural lo hace vivir
acoplado, primero para subsistir, luego para la reproducción y multipli-
cación de la especie, uno de los elementos esenciales para la existencia
y proyección generacional. Si el hombre no está en lo absoluto dentro
de su género, menos lo estarán todas aquellas circunstancias que de él
se derivan y una de ellas es la seguridad.
Ortega y Gasset en uno de sus ensayos fundamentales, Perspec-
tivismo señala: “La vida se considera una realidad radical, a la que
se arraigan las restantes realidades y el individuo no puede alcanzar
una verdad absoluta, ya que cada uno solamente es capaz de captar
una parcela de lo real. El ser humano es: yo y mis circunstancias, y
cada hombre posee una visión de verdad y un punto de vista sobre
el universo, que imponen la necesidad del respeto a las opiniones de
los otros”.
Apoyados en este pensamiento, se puede fundamentar la diversidad
de interpretación de la seguridad por parte del individuo, porque en
forma particular cada cual tiene circunstancias que giran a su alre-
dedor, que le hacen ver la vida de una manera diferente a los otros
seres40. Los intereses de cada cual hacen que este concepto sobre la
seguridad tenga una interpretación de acuerdo a esas circunstancias
que lo rodean y que necesariamente privan sobre otros escenarios.
Esta interpretación puede ser en un primer término cuando se percibe
esa sensación de seguridad, hecho este que permite individualizar
la sensación, aquí se hablará de una interpretación subjetiva de la
seguridad. Pero cuando esa misma sensación va referida al ambiente
estable, armónico, tranquilo, apacible, placentero se estaría hablando
de una seguridad objetiva, porque es el ambiente mismo que irradia
esa sensación de seguridad. Pero también se pueden dar los dos casos
40 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España, Ediciones Nauta, 1981, t. 18.

64 La Seguridad
juntos, una seguridad subjetiva y una seguridad objetiva41.
Al tener una diversidad de interpretación es lógico pensar que es
posible también una diversidad de valoración. Aunque los conceptos
no se refieren a lo mismo, no se identifican, sí guardan una estrecha
relación, porque el valor de la seguridad rige necesariamente de
acuerdo a las circunstancias y los intereses del sujeto. Si abordamos
el concepto en forma individual, tendríamos que no son iguales las
circunstancias y los intereses que giran alrededor de un individuo que
habita bajo una condición de pobreza extrema, comparado con otro
individuo cuyo ambiente le es favorable en función a sus intereses y
circunstancias. En el primero de los casos el individuo busca en forma
prioritaria sobrevivir, y hacia ese aspecto estará referida su seguridad:
se sentirá seguro en la medida que sus necesidades primarias sean
resueltas; pero en el segundo caso, cuando las necesidades primarias
están aseguradas, la valoración de lo que se debe garantizar es mayor,
su radio de acción para abordar ese sentimiento de seguridad estará
referido a otros aspectos, menos a la satisfacción de sus necesidades
primarias. Se podría incluso abordar el tema desde el punto de vista de
un Estado como una unidad monolítica.
En los Estados pocos desarrollados que por sus circunstancias
políticas, económicas, culturales y sociales, se encuentran inmersos en
una extrema pobreza, sus intereses primarios, giran ciertamente sobre
la satisfacción de aquellos aspectos que le permiten sobrevivir y hacia
allá estarán encaminadas sus acciones, en garantizar la alimentación
de la población, vale decir, garantizar una seguridad en el consumo
y disfrute de sus primeras necesidades (pan, salud, agua potable y
vivienda). Cuando es un Estado que ha alcanzado un alto nivel de
desarrollo, sus valores estarán muy distantes del anterior, la valoración
de lo que para este Estado está determinado como una garantía de
seguridad, dista mucho de los Estados anteriores, si en los primeros
eran las necesidades básicas, para este su valoración tendrá un radio
de acción mayor y estará referido a otros particulares, más complejos y
aferrados a los intereses y circunstancias que lo identifican. Cuando se
comenzó a hablar de la seguridad como concepto, se abordó el tema
de la condición de ser una definición que no es absoluta, es relativa,
porque si la seguridad fuera un concepto absoluto, fuera indepen-
diente, ilimitado, sin restricciones de ninguna naturaleza, equivaldría a
decir que la seguridad es plena, total, derivada de esa condición de ser
41 Véase Carlos Celis Noguera, Introducción a la seguridad y defensa, Caracas, Editorial Melvin, 1998.

Fundamento Social de la Seguridad 65


absoluta. Pero como con el concepto de seguridad se presenta todo lo
contrario, por ser un concepto relativo lo hace limitado y esa limitación
se desprende de la condición que ser producto de la conducta humana.
Siendo el humano imperfecto, también la seguridad ciertamente
padecerá de imperfecciones, no es utópica porque no existe la segu-
ridad plena, total o completa, ella siempre tendrá un lado vacío que
rellenar. La seguridad en ese sentido se presenta siempre -al lector-
como un mundo ideal, un proyecto o visión muchas veces irrealizable
o irreal, pero mejor que el existente, creado para influir en el mejora-
miento del presente. Con esta reflexión debe quedar claro que la segu-
ridad aunque no es utópica, sí tiene inspiración en su forma y contenido
filosófico, porque ese proyecto o visión que se crea para presentarla
irreal o irrealizable, sirve como norte, como orientación hacia lo que
se desea, siempre mejor que lo presente. Se diferencia también del
mito, porque el mito aunque es también irreal o irrealizable, se apoya
y permanece en el pasado, mientras que la seguridad toma del pasado
la experiencia, pero se proyecta hacia el futuro. El mito, además de
permanecer en el pasado, no produce ningún otro escenario fuera de
su tiempo, se maneja en el presente, pero con referencia al pasado y
no avanza se mantiene en su tiempo sin ningún efecto de proyección42.
De lo utópico se puede obtener también que sea revolucionario,
en el sentido de que entra en conflicto o en polémica con la situación
existente, con la situación actual cuando esta no llena sus expectativas.
Sobre este particular se entrará más con detenimiento, cuando se esta-
blece en las conclusiones, la relación de la seguridad con la defensa
y el desarrollo, sin embargo no se debe descuidar esta condición de
la seguridad, porque en esencia es uno de sus elementos que la hace
importante para el género humano, su condición de revolucionaria
da a entender que en ella la seguridad irá tomando matices, cambia
de acuerdo a las circunstancias o la situación del momento. No debe
confundirse tampoco el concepto de la seguridad con lo escatológico.
La escatología es una parte de la teología, que estudia el destino final
del hombre: muerte, juicio final, el cielo, el infierno. Porque la segu-
ridad como concepto es el fin de una acción, es el fin de una conducta
humana, el fin de la defensa, de la protección. Pero no es el fin de la
vida interpretado como el final vital del hombre, de su existencia. Son
dos interpretaciones diferentes y es insoslayable tenerlo en cuenta43.
42 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999, t. 17.
43 Véase Diccionario de la lengua española, Barcelona, España, Real Academia Española, 1981, 10ª ed.

66 La Seguridad
Si nos apoyamos en la definición de lo que significa la palabra fin,
obtendríamos del Diccionario Ilustrado de la Real Academia: “Término,
remate o consumación de una cosa”, y como segunda acepción:
“Objeto o motivo con que se ejecuta una cosa”. El primer significado
en esta definición es la que conduce ese fin a lo escatológico, pero
el segundo significado aclara el concepto cuando se le da el sentido
de la orientación, el objeto, el rumbo trazado con esa seguridad que
se persigue. De acuerdo a lo antes presentado, se podrá concluir que
siendo la seguridad una sensación o una cualidad en el individuo, que
percibe estar distante del peligro o del error, sus efectos vienen desde
fuera, aquí la seguridad es subjetiva, pero subjetiva e instintiva, para
que pueda en el individuo ser captada, sentida y deseada, pero además
razonada para saber que verdaderamente es seguridad lo que se siente
y no otra cosa (rabia, amor, celos, desesperanza, tranquilidad).
Pero también cuando esa sensación se refiere a una condición que
está fuera del sujeto, viene desde fuera pero allí se mantiene, está fuera
de nuestro modo de pensar o sentir, no es instintiva ni tampoco es
subjetiva, es objetiva y en muchas oportunidades tiende a confundirse
con las formas de accionar para conseguir la sensación de seguridad,
ejemplo lo encontramos en la definición que nos presenta el Diccio-
nario de la Real Academia, cuando en un segundo aparte define a
la seguridad como un lugar o sitio fuera de todo peligro. Ambiente
estable, sin temores a que ocurran hechos que dañen a las personas
y sus pertenencias y que sean previsibles. En definitiva, la seguridad
es exclusiva del ser viviente, pero más específico del ser pensante,
del ser racional.
Si se analizan los escenarios que brinda la naturaleza, específica-
mente desde el punto de vista orgánico, encontraremos infinidades de
parajes de la vida orgánica y funcional que podrían interpretarse como
acciones que buscan esa seguridad de la que se ha hablado. Es impo-
sible explicar las pautas del comportamiento humano, en términos de
instintos o tendencias naturales heredadas. El ser humano en compa-
ración con los otros seres vivos, ha dado muestra en forma reiterada
de poseer escasa o ausencia de una destreza, y si se quiere, algún
conocimiento instintivo que le confiera la oportunidad de reconocer y
responder a los imprevistos de la naturaleza para sobrevivir solo o en
grupo44. En el reino animal se consiguen infinidades de ejemplos de
44 Véase “Introducción”, Maurice Duverger, Métodos de las ciencias sociales, Barcelona, España, Editorial Ariel,
1980.

Fundamento Social de la Seguridad 67


esas especies animales, que luchan y accionan de manera instintiva
para mantenerse y conservarse en su hábitat. El regreso del salmón
desde el mar para desovar y morir en agua dulce, la migración anual
de los pájaros de una parte a otra del mundo, la construcción de nidos
de la avispa del barro, el mimetismo desarrollado por los reptiles para
protegerse al confundirse con el medio ambiente, aves y serpientes
que adquieren peculiaridades del follaje que les rodea, pasando desa-
percibidos de sus depredadores.
El comportamiento del hombre por el contrario, responde en gran
medida al resultado de un continuo aprendizaje y a la experiencia
de los aciertos y desaciertos cometidos. No solo el hombre aprende
y adquiere experiencia, en lugar de actuar en forma automática, hay
evidencias de otros animales como los caballos, perros, gatos, monos,
delfines y hasta las ratas y ratones blancos, que son utilizados para un
aprendizaje limitado.
Pero el hombre en vista de su mayor capacidad de su sistema
nervioso, con el cerebro más desarrollado, el uso de la razón y poseedor
de muchas maneras de expresión, se le confiere mayor flexibilidad de
acción que a los otros animales. Solo el hombre tiene esa capacidad
de razonar, sobre sus actitudes y aptitudes que le permitan modificar
los escenarios, en la búsqueda siempre de la seguridad. El animal en
general como ser viviente, dotado de sensibilidad y movimiento volun-
tario, se desplaza y siente, en función de su sobrevivencia, una condi-
ción natural, no razonada, sino instintiva45. El hombre poseedor de la
razón, inteligencia y facilidad de expresión puede controlar al mundo
que lo rodea, adquirir mayores conocimientos porque es el único
ser animal que posee cultura. La cultura interpretada en su acepción
amplia le permite al hombre como ser gregario, establecer un modo
de vida, pensamiento, acción y de sentimiento. Las normalidades, las
regularidades de la conducta humana, no son las que en sí mismas
constituyen la cultura a la cual se hace referencia.
La cultura en que descansa la humanidad del hombre se deriva
también de aquellas series de patrones comunes o paradigmas, que
determinan el bien y el mal, lo bello y lo feo, lo útil y lo inútil, lo
correcto y lo incorrecto, lo apropiado y lo inapropiado, porque los
hombres en sociedad comparten creencias sobre la naturaleza y su
misma especie, lo que indefectiblemente le generará actitudes simi-
lares a su entorno social, biológico, físico y espiritual. Estas actitudes y
45 Véase Ely Chinoy, Introducción a la Sociología, Buenos Aires, Ediciones Paidós, 1980.

68 La Seguridad
aptitudes del hombre basado en sus creencias, de su cultura, se enca-
minan al mantenimiento y conservación de la especie, su bienestar
social, evolución, reproducción y perdurabilidad de la especie que son
en definitiva la justificación de la seguridad46.

46 Véase El libro de los valores, Caracas, Publicaciones del diario El Nacional, 2002.

Fundamento Social de la Seguridad 69


CAPÍTULO VI
EL BIEN, VALORES Y PRINCIPIOS
QUE ORIENTAN LA SEGURIDAD
El bien
Cada sociedad, grupo, instituciones y hasta cada individuo ha here-
dado gracias a su historia, tradiciones y costumbres, unos conceptos
sobre lo bueno y lo malo, sobre aquellos aspectos que le permiten
establecer juicios de valor, y luego razonar, en beneficio de un deter-
minado escenario que permita una forma de vida con la que se han
identificado, aunque como hemos dicho, los tiempos y las personas
cambian, y en ocasiones, no toda la sociedad se identifica con
las mismas normas por lo que continúan cambiando. El bien es un
concepto de origen griego, que en latín significa bonum; es todo lo
que posee importe, valor, precio, dignidad, merito, suficiencia, bajo
cualquier título que lo posea. Es la expresión que se acostumbra para
exteriorizar lo que en el ambiente actual se denomina valor. Un bien es
un elemento, un objeto, cualquier cosa que se pueda vender, comprar,
utilizar para satisfacer una necesidad. Se refiere también a los aspectos
inmateriales que generan placer como son la belleza o la dignidad, la
virtud humana o una labor honesta en particular, una conducta apro-
bada por la comunidad.
El bien es un concepto relativo a la sensación de lo que importa,
al valor o a las consecuencias de la actuación humana, y también son
entendidos como lo que afirma lo que tiene valor y como una conse-
cuencia se opone a lo malo, a lo que hace daño. Lo que va acorde con
la verdad, con el orden, las buenas costumbres, la armonía, la justicia,
la paz, favorece el bienestar desde todo punto de vista, individual o
colectivo. Es todo aquello que no perjudica, sino que por el contrario,
favorece y produce satisfacción, paz, tranquilidad y como resultado
produce un valor sobre todo aquel quien lo recibe. Además de ser un
objeto de la voluntad, es complemento o tiende a la perfección. En la
comunidad es un elemento clave, significativo y si se quiere impor-
tante para la convivencia, reglamentado y ligado siempre a los valores
sociales, que induce por esa importancia a ser protegido, cuando pasa
a ser un elemento propiedad del individuo que lo disfruta y lo detenta.
Al inferir sobre el bien como es natural, se presentan cuatro esce-
narios que lo justifican: primero al considerar algo como bueno o
malo, se hace tomando en cuenta el recurso del razonamiento desde
el punto de vista subjetivo. Se hace actuando el sujeto en calidad de
árbitro en la búsqueda de la verdad y su consecuente empleo. Desde
ese mismo momento en que se empieza a experimentar el uso de la
razón, se practica esta actividad en forma habitual.

72 La Seguridad
Segundo, por el hecho de tener una condición de ser gregaria,
incorporarse a una comunidad para la sobrevivencia y el bienestar,
como integrante de un grupo o comunidad, generalmente se busca con
frecuencia un punto de acuerdo o coincidencia acerca de lo que es
bueno o malo con respecto a algo que se conoce o les afecta a todos.
Tercero, el bien relacionado de manera específica como una valo-
ración ética o estética: amor, orden, justicia, armonía, equilibrio, bien-
estar, paz, libertad, lealtad y tranquilidad no se define o describe en
función de sí mismo sino que se hace, directa o indirectamente por ser
lo opuesto a algo que constituye la valoración negativa. Por ejemplo,
el desorden es la carencia de orden, el odio es lo opuesto al amor, el
malestar es la carencia o lo opuesto al bienestar. El cuarto y último
lugar, está referido a la necesidad o el interés que hace posible la trans-
formación del elemento constitutivo para generar la satisfacción.
El bien es lo deseable, es apetecer a la cosa con afán ya sea
por necesidad, por lo contrario, por lo opuesto del mal, que es lo no
deseado. Cuando se refiere a un hecho es anhelar que acontezca o
deje de acontecer algún suceso. Es el fin de las acciones éticas. Desde
el punto de vista filosófico son aquellas acciones humanas, calificadas
y aceptadas como buenas, es la ética que tiende al logro del bien
como fin supremo.
Con lo aquí planteado no se intenta extinguir todos las dificultades
que causa la investigación sobre la noción del bien. Tampoco poner
de relieve todos los problemas que presentan cada una de las concep-
ciones mencionadas. Es saludable para su interpretación, reflejar los
supuestos que involucran las diversas teorías éticas que relacionan el
tema y corresponden a doctrinas universales. Hay una corriente que se
refiere al nominalismo absoluto o nominalismo extremo, que reduce
el bien a una simple expresión lingüística, no permite hablar del bien
y lo define como un absoluto metafísico. La teoría metafísica según
la cual el bien es la realidad y justo la realidad perfecta o suprema
y es deseado como tal. Para Aristóteles, el concepto del bien deriva
de la ciencia política, siendo el mismo bien el de los ciudadanos que
componen el Estado y el bien perseguido por el mismo Estado. Por eso
el bien último perseguido debe estar determinado por la política, que
debe perseguir el bien común o de todos.
El bien supremo para Aristóteles es la felicidad, que se logra con
el buen obrar o el obrar virtuoso. La vida en busca del placer la consi-
dera propia de las bestias satisfaciendo solo su sensibilidad. La otra

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 73


corriente que se ocupa del bien es la teoría subjetiva, según la cual el
bien es lo deseado o lo que gusta solo en esta relación. El modelo de
todas las teorías metafísicas es la de Platón. Según esta teoría, el bien
es lo que da la verdad a los objetos a los cuales se puede llegar a través
de los sentidos, el poder de conocer al hombre con su entorno, la luz
y belleza, a las cosas. En una palabra, es la fuente de todo ser en el
hombre y fuera de él47. El bien es comparado por Platón con el sol, que
da a los objetos no solo la posibilidad de ser vistos, sino también la de
generarse, crecer, nutrirse; y lo mismo que el sol que, a pesar de ser la
causa de estas cosas, no es ninguna de ellas, así el bien es fuente de la
verdad, de lo bello48.

Valores
El valor como concepto nace en el ámbito de la economía. Valor
quiere decir, sobre todo para los utilitaristas, lo que tiene un precio en
el mercado. Este concepto, poco a poco, se transfiere especialmente
a todo lo que produce nuestro interés, ejemplo de ello es el plano
afectivo, sensaciones que tiene un valor como remembranza de una
juventud; en el estético, una dama excepcionalmente hermosa o bella;
en lo moral, una conducta ajustada a las buenas costumbres y a lo
ético; en lo social, su proceder es específicamente útil para la comu-
nidad; y lo religioso, el poder de la fe. En este sentido, tiene valor no lo
que simplemente existe, sino lo que tiene un precio, lo que merece ser
tomado en cuenta, lo que debería ser.
El concepto y la teoría de los valores en general se han venido
aseverando en la cultura moderna, sobre todo en correspondencia con
el cientifismo y el positivismo. En oposición a una ciencia de puros
hechos, se quiere establecer una exploración cognoscitiva de lo que
no es pero debería ser, de lo que interesa, concierne o atañe, que
suscita estima, admiración, interés, consideración, aprecio, necesidad.
El valor gravita en el ser como un elemento subjetivo desde el punto de
vista fenomenológico, asume cierta función de precedencia, porque
es el primero que presenta todos aquellos elementos condicionantes y
distintivos de cierta experiencia específica. Y he aquí su importancia
para el tema tratado en este libro, porque esas circunstancias deter-
minarán indefectiblemente, la sobrevivencia, y el bienestar como una

47 Platón, La República, t. VI, 508e-509b, Juan David García Bacca, Platón. Obras completas, Caracas, Ediciones
de la Presidencia de la República / Universidad Central de Venezuela, 1980.
48 Íd.

74 La Seguridad
necesidad prioritaria a la que hace referencia la seguridad.
El valor distingue lo que quiere decir finura, bondad o bien; y por
tanto, lo apreciable, lo preferible, lo deseable, lo necesario, el objeto
de una anticipación o de una espera normativa. Valor es, según se
deduce, aquella condición interior al objeto, lo que produce mi admi-
ración, estima, respeto, afecto, búsqueda y complacencia. Aunque las
diversas corrientes filosóficas han favorecido a menudo la posición
subjetivista a costa de la objetiva, nos parece que una definición
correcta de valor implica ambos aspectos. Como la fenomenología,
también la axiología supone un polo subjetivo y un polo objetivo, que
no puede separarse del primero, y viceversa.
La permanente reflexión sobre los valores ha sido una interrogante
a través de los siglos. Es por ello que este libro, no es un intento más
sobre los valores desde el punto de vista conceptual, sino por el
contrario, toma lo que existe, lo que ya se ha investigado y lo aplica
en la búsqueda de su inherencia hacia el concepto sobre la seguridad.
La identidad del venezolano es producto del ente social que conforma
la nación y es una concepción meramente cultural. Ella no se produce
solo de la esencia biológica, tampoco es mecánica, automática o
autosuficiente. Es el hombre mismo por su condición natural de ser
gregario, habitante de esta prodigiosa región, que ante las necesidades
reales, busca asociarse con sus semejantes, pero esa unión tampoco es
aleatoria y maquinal. Es el producto de la inteligencia, motivaciones,
estímulos e incentivos de esa comunidad, que mano a mano los hizo
fuertes y en presencia de su historia, virtudes, de sus necesidades,
intereses, peculiaridades y características comunes, hicieron de ella la
nación venezolana, con tipologías, tradiciones, peculiaridades, hábitos,
costumbres, creencias, religiones, idioma, dialectos y prácticas.
Ante esta situación, para su convivencia y sobrevivencia, el hombre
apeló a los valores como instrumento de utilidad, generando aptitudes
de las cosas para satisfacer las necesidades, proporcionar bienestar,
deleite, complacencia, goce, regodeo, tranquilidad y paz, procurando
mantener la especie en el tiempo y en el espacio, vale decir valores
que van vinculados a la seguridad. Es así que en esta tierra, cuna de
libertadores de América, se abre un panorama promisorio y esperan-
zador para los venezolanos.
Esos valores a los cuales se hace referencia, pueden estudiarse en
positivo, considerándolos como hechos ciertos de un grupo social,
del individuo, de la comunidad o de una región en particular, pero

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 75


que comprende a los venezolanos en general, donde se establece una
determinada concepción de lo justo y lo injusto; del bien y del mal; de
lo bello y lo feo; de lo útil y lo inútil. Es de suma importancia este plan-
teamiento y así se establece, porque son concepciones que constituyen
hechos positivos en la medida en que se expresan de acuerdo a sus
creencias, peculiaridades, hábitos, costumbres, tradiciones, legados y
virtudes del ambiente del pueblo venezolano.
El punto de partida de esos valores (además de la vida como valor
supremo de la humanidad), se asienta en el ideario del Libertador
Simón Bolívar, con todas sus enseñanzas como patrimonio moral.
Luego toma como norte la libertad, igualdad, justicia, paz interna-
cional, con la intención de rescatar el legado histórico de la genera-
ción emancipadora que en la gesta heroica de la independencia de los
países de América del Sur, luchó para forjar una patria libre, soberana
e independiente de toda dominación extranjera.
Estos valores los encontramos en la cotidianidad del venezolano,
como puntos de referencia que al apreciarlos despiertan una suerte de
atracción, rompen con la indiferencia, movilizan los sentimientos más
íntimos en todos los estratos de la sociedad, para lograr la participa-
ción, responsabilidad y protagonismo, elementos característicos de esta
democracia. Son puntos de referencia que dan sentido a las acciones,
sentido de identidad venezolanista, de pertenencia e impulsan el deseo
de una determinada manera. Experiencia diaria que permite también la
realización de actos de la vida para que sean armónicos, placenteros,
agradables, respetuosos y ajustados a las normas de conducta del país.
Los valores del venezolano (difíciles de explicar, por ser tan complejos
y peculiares), tienen un fin específico y se puede decir que último:
mejorar, contribuir, y orientar para la consecución de objetivos que
redunden en una superior calidad de vida, que se aproxime a lo ideal,
a la seguridad.
Su clasificación se apoya en una serie de elementos intangibles
propios de los venezolanos, otros por la condición natural, como los
legados de sus antepasados, y aquellos que se originan de la convi-
vencia nacional e internacional, pero que en definitiva, inspiran al
connacional a establecer pautas que contribuyan a convivir en ese
mundo ideal soñado. Esta clasificación la podemos describir como:
Valores biológicos: Traen como resultado la salud y se cultivan
mediante el entrenamiento físico, cuidado corporal y la higiene. Inte-
resan porque orientan el comportamiento hacia una mejor forma de

76 La Seguridad
vida. Con efectos propios hacia la conducta de las otras personas, que
en definitiva van a favorecer la calidad de vida de todos en general.
Son necesarios y lo más natural es querer vivirlos para hacer del escaso
transcurrir por este mundo material lleno de imprevistos, nuestro
paraíso terrenal.
Valores sensibles: Aquellos que inducen al placer, la alegría, el espar-
cimiento, tranquilidad, sosiego. Es una cualidad que se puede encontrar
en la cotidianidad, basado en una experiencia subjetiva como respuesta
de la estimulación de un órgano sensitivo, interviene el sistema nervioso
hasta registrarse en la corteza cerebral. La intensidad de la sensación
está relacionada con el estímulo, sumado a los resultados de los come-
tidos y esperanzas. Se define como la emoción producida en el ánimo
como resultado de un suceso o noticia importante.
Valores económicos: Proporcionan todo lo material que es útil
para la satisfacción de las necesidades de uso y cambio. Se interpretan
como el derivado del régimen administrativo de cada uno de los múlti-
ples aspectos de la vida de relación entre los hombres y del conjunto
de ellos, en función de las diferentes maneras de enfocar y resolver
los asuntos materiales de uso y disfrute de las cosas que pueblan el
ambiente natural.
Valores estéticos: Muestran lo bello y lo armónico en todas sus
formas. Es también producto de la experiencia sensible que le da un
papel preponderante a la imaginación, como una facultad libremente
creadora, así como también a las leyes de la psicología que regulan la
asociación de las ideas destinadas a la aprehensión de la belleza que
presenta el universo en toda su extensión. Estética es la aprehensión de
la belleza a partir de ciertas cualidades de los objetos.
Valores intelectuales: Permiten apreciar la verdad y el conocimiento.
La inteligencia que se deriva de estos valores, reside en la facultad de
asociar los estímulos nuevos con los pasados. Integran distintas clases
de conocimientos y sobre todo la realización de actos conscientes,
constituidos por elementos de conducta debido al aprendizaje. Se
manifiestan a través de la aprehensión de los sentidos, que se analizan
en base a la experiencia para luego sacar conclusiones.
Valores religiosos: A través de ellos se alcanza la dimensión de lo
sagrado y de lo divino. Entidad que alude de una forma más o menos
directa a una entidad superior al género humano: Dios. Es la ubica-
ción en un plano superior de una serie de aspectos que escapan de
la comprobación o demostración material, y por su destino y uso está

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 77


sujeto a respeto y veneración.
Valores morales: Su práctica constante acerca a la bondad, respon-
sabilidad, libertad, honestidad, justicia, solidaridad, amor, lealtad,
amistad, paz, tolerancia, convivencia. Estos valores dan sentido y
mérito a los otros valores. Los valores morales son los que orientan el
comportamiento. Tienen que ver, principalmente, con los efectos que
produce la conducta propia en las otras personas en la sociedad o en
el medio ambiente en general. Permiten ante todo, construir una escala
de valores que facilite el crecimiento individual, para que a través de él,
se aporte lo mejor de cada quien a favor de la comunidad en general.
Son útiles porque orientan el comportamiento, las relaciones y convi-
vencia entre humanos.
Los valores en general sitúan el proceder, originan direcciones
hacia los otros entes, la población o el ambiente natural. Para vivir en
paz, sosiego, tranquilidad, quietud y ser felices, los actos se desarrollan
en función de una escala de valores que generan todas las condiciones
necesarias para la sobrevivencia, el bienestar de manera que la especie
pueda perdurar en el tiempo y en el espacio. Son tan necesarios que
en todas las comunidades buscan querer vivirlos, hacerlos propios,
defenderlos cuando estén en peligro o inculcarlos, enseñarlos donde
no estén presentes. Porque son el norte, la orientación de la moral y la
ética, elementos necesarios en el quehacer de los venezolanos.

Principios que orientan la seguridad


Los principios son interpretados como el primer instante del ser,
comienzo, base, fundamento, origen, causa primitiva, cualquiera de
las primeras verdades de donde se fundamenta la ciencia. Cada una
de las máximas particulares por las que cada cual rige sus operaciones,
acciones, discursos y actuaciones. La historia dice que el hombre se
ha preocupado por dejar sentado en sus actuaciones, sus ambiciones,
sean buenas o malas y también las diferencias sobre esta peculiaridad.
Es por ello que sus manifestaciones de moral van a la par con sus
manifestaciones religiosas, culturales y en general espirituales. Refle-
jando lo que podría llamarse una inquietud social que dictaría las
normas éticas en el grupo donde se desenvuelve. Luego la ética se
define como el estudio teórico y científico de los actos morales que
conforman el conjunto de normas y principios que rigen la conducta
en la comunidad. En la ética y tomando como referencia los valores,
el hombre elige sus principios, elección en primer lugar, producto de

78 La Seguridad
su condición natural, aspectos que indefectiblemente le son necesarios
para la sobrevivencia, la vida, por ejemplo; en segundo lugar, aquellas
que la necesidad de convivencia les impone para organizarse, y al
final, las de satisfacción individual. Estos principios rigen entonces el
comportamiento del individuo, grupos y comunidades que se acoplan
en un solo bloque para la sobrevivencia y el bienestar. Los principios
no deben ser considerados como formularios mágicos para la solu-
ción de toda clase de problemas, tampoco como simples preceptos
teóricos, constituyen una muy valiosa guía para la conducta moral y
ética de la comunidad49. A continuación señalo una clasificación de los
principios como doctrina:
Principios generales: Son los que rigen de manera universal. Su
aplicación depende de las máximas, axiomas, reglas y aforismos
acuñados con el paso del tiempo, otros derivados del derecho natural
o del derecho positivo, y son utilizados técnicamente por estar implí-
citos. Nutren y vivifican la autoridad tradicional, por ejemplo, la vida,
libertad, justicia, igualdad, solidaridad, democracia.
Principios fundamentales: Son los que le sirven de base o es lo
principal de las cosas, se considera primordial, esencial, sirven para
visualizar, organizar, planificar o programar situaciones generales en
la conducta para la convivencia. Con una marcada preeminencia a
los derechos humanos, pluralismo político, cooperación, soberanía
popular, participación, representatividad, protagonismo, responsabi-
lidad electivo.
Principios organizativos: Son aquellos que permiten y orientan la
organización, estructuración y ordenación de las actuaciones que rigen
la conducta del individuo o comunidades en función de los intereses
del colectivo. Ejemplo de ellos los encontramos en la descentralización,
cooperación, jerarquía, autoridad, continuidad, delegación, límite.
Principios específicos: Orientan la conducta del individuo, grupo o
comunidad en general, sobre aspectos de un sector en especial.
Constitucionalmente, la nación venezolana organizada en estados
se denomina República Bolivariana de Venezuela y su organización
jurídico-política es la de un Estado democrático y social de derecho y
de justicia, propugna el bienestar de los venezolanos, creando condi-
ciones necesarias para su desarrollo social y espiritual, procurando
la igualdad de oportunidades para que todos los habitantes puedan
49 Véase Víctor Maldonado Michelena, Seguridad del Estado, desarrollo y defensa, Caracas, Ediciones de la
Presidencia de la República, 1998, p. 195.

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 79


desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar de
los derechos humanos y buscar la felicidad. Los principios de solida-
ridad social y del bien común conducen al establecimiento del Estado
social por imperio de la Constitución Bolivariana de la República
de Venezuela y demás leyes que la transforma en un Estado social
de derecho, democrático, participativo y protagónico, comprometido
con el progreso integral, desarrollo sustentable y productivo de plena
cobertura, que permite una calidad de vida digna. El fin supremo
es refundar la república para establecer una sociedad democrática,
participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia federal y democratizada, que consolide los valores de libertad,
independencia, paz, solidaridad, bien común, integridad territorial,
convivencia pacífica y el imperio de la ley.
Se establece la educación y el trabajo como procesos fundamen-
tales para garantizar la defensa integral y el desarrollo sustentable
y productivo de plena cobertura. De esta manera, el individuo y las
organizaciones sociales, tienen el deber y el derecho de concurrir
a la instauración y preservación de esas condiciones mínimas y de esa
igualdad de oportunidades, de acuerdo al principio de la progresi-
vidad, aportando su propio esfuerzo, vigilando y controlando las acti-
vidades estatales, sembrando conciencia de la necesidad de cooperar
recíprocamente promoviendo la participación individual y colectiva.
En las disposiciones fundamentales de la Constitución Bolivariana,
se consagran los principios de supremacía y fuerza normativa de
la misma Constitución, según las cuales las presenta como la norma
de mayor jerarquía. Principios que rigen el fundamento de todos los
sistemas constitucionales del mundo y representan la piedra angular de
la democracia, de la protección de los derechos fundamentales y de la
justicia constitucional.
Con base a lo anterior, todos los órganos que ejercen el poder
público en Venezuela sin excepción, están sometidos a los principios y
disposiciones consagrados en la Constitución Bolivariana, y por tanto,
todos sus actos pueden ser objeto de control jurisdiccional de la cons-
titucionalidad. Entre los principios generales analizamos:
La vida: Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la cual obra
el ser que la posee. Valor supremo de la humanidad. Realidad última
que define las demás realidades. Cada época, cada lugar, cada grupo
y cada individuo le han dado su propio significado. Es la unión del
cuerpo, espíritu y alma. Es el transcurrir desde que el ser nace hasta

80 La Seguridad
que cesan sus funciones. Vivir no es más que ir tejiendo conductas,
resolviendo esperanzas, materializando sueños e ideas, realizar todo
aquello que es factible bajo cuatro vertientes: el ser; hacer; conocer y
convivir con la misma especie. Pero además, elevarse por abstrac-
ción a otros estadios, mediante el juicio o conocimiento teórico,
atrapando a la naturaleza que impone sus condiciones, revelándose al
mismo tiempo a sí mismo y a ese universo que conforma su hábitat,
proporcionándole conjuntamente y colmando de discernimiento un
pleno sentido a su establecimiento concluyente entre la temporalidad
y la trascendencia que lo motiva. En concreto es el hombre mismo, su
presencia, concernido indefectiblemente con el medio ambiente donde
se desdobla. Es la humanidad con su historia, sus argumentaciones,
compromisos, antagonismos y reflexiones sobre un atrevimiento de
perfectibilidad para el provecho de sus intereses, para apreciarse
seguro, crédulo, desembarazado de peligro, estable y libre de trances.
La igualdad: Conformidad de un ser con otro ser, con la misma
naturaleza y calidad (raza, credo, color y sexo), nacimos iguales
y así debemos vivir. Dotados de una misma dignidad de persona con
respeto, voluntad e igualdad de condiciones para la búsqueda, desa-
rrollo y realización de sus potencialidades. Correspondencia y propor-
ción que son consecuencia de numerosas partes que uniformemente
componen un todo50.
La fraternidad: Unión y buena correspondencia entre hermanos o
entre los que se consideran como tales. Es un principio de gran trascen-
dencia para el género humano, pues gracias a ella se han alcanzado los
más altos grados de civilización y desarrollo tecnológico. Es tan grande
el poder de la fraternidad que cuando la ponemos en práctica nos
hacemos inmensamente fuertes y podemos asumir sin temor los más
grandes desafíos, al tiempo que resistimos con firmeza los embates de
la adversidad. Cuando el hombre une sus fuerzas para causas justas y
nobles, cambia el mundo, lo hace mejor, más habitable y más digno51.
La libertad: Consiste no en tener un buen amo, sino en no tenerlo.
Es decidir y saber qué estás decidiendo. Facultad natural que tiene el
hombre de obrar de una manera y no de otra, o de no obrar. Facultad
de hacer, decir o decidir siempre y cuando no se oponga a las leyes, ni
a las buenas costumbres. Lo que constituye al hombre en ser personal
es el don de la libertad. Sin libertad el hombre queda reducido a la
50 Véase Gran Enciclopedia Espasa, Bogotá, Espasa Calpe, 2005, t. 10.
51 Ibíd., t. 9.

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 81


condición de “robots”, de cosa mecánica. Sin libertad el hombre no
puede actuar con conciencia, con razón y responsabilidad, porque el
instinto es un acto animal, igual la sujeción plena de su voluntad, la
libertad permite hacer actos de virtud52. La palabra “libertad” tiene
una fuerte connotación laudatoria. Por esta razón, ha sido aplicada en
todas las acciones, programas políticos o instituciones que pueden ser
considerados valiosos, desde la obediencia a la ley hasta la consecu-
ción del bienestar económico. Los escritos políticos rara vez contienen
definiciones de libertad en términos descriptivos, pero a menudo es
posible inferir de su contexto definiciones de este tipo. Las definiciones
descriptivas de libertad designan empíricamente situaciones históricas
determinables, de modo que pueden ser aceptados por cualquiera,
sean cuales sean sus criterios normativos sobre libertad. La palabra
libertad se emplea más para alabar que para describir, por lo que signi-
fica cosas distintas para escritores de normas éticas diferentes.
La dignidad: Quiere decir calidad de excelencia o decoro de las
personas en la manera de comportarse. Todos somos importantes y eso
hay que respetarlo. Ser digno significa merecer algo. Cuando se usa de
manera absoluta, indica siempre buen concepto y se emplea siempre
en contraposición a lo indigno. Es lo correspondiente proporcionado
al mérito y condición de una persona o cosa. Digno es el compor-
tamiento, tiene dignidad y hace gala de ello, por su recto proceder. El
artículo 3 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
dice: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo
de la persona y el respeto a su dignidad (…).”
La justicia social: Abarca la suma de virtud y la conformidad total con
el modelo aprobado de conducta moral. La filosofía clásica siguiendo
las enseñanzas aristotélicas prefirió restringir la referencia del término
a una determinada virtud. Esto ha permitido distinguir entre justicia
y equidad o entre justicia y caridad. Pero a pesar de ello, el término
justicia conserva huellas del uso común y significativo de su amplitud
original. En teología, justicia es una de las cuatro virtudes cardinales
que significa dar a cada uno lo que le pertenece. Justicia conmutativa,
la que regula la igualdad o proporción que debe haber entre las cosas
que se intercambian; Justicia distributiva, la que regula la proporción
con que deben distribuirse las recompensas y los castigos53. Justicia
social, que consiste en que cada miembro de una comunidad tenga
52 Ibíd., t. 12.
53 Véase Allan R. Brewer-Carías, La Constitución de 1999 comentada, Caracas, Editorial Arte, 2000, p. 43.

82 La Seguridad
una oportunidad igual y real para desarrollarse y vivir de la mejor
manera que le permita su forma de ser innata; se concreta con una
subsistencia asegurada, asistencia sanitaria; trabajo seguro y adaptado
a la capacidad de cada quien, con posibilidad de protección; educa-
ción libre y medios disponibles; protección de la familia; libertad de
culto y correspondencia. Además de estos puntos básicos, también
otras posibilidades para asegurar el bienestar general de las personas
en las comunidades, para el beneficio propio y del colectivo.
La democracia: Hace referencia tanto a un conjunto de ideas como
a un sistema político, rasgo que comparte con los términos socialismo
y comunismo. Su significado sin embargo, es más difícil de precisar que
el de socialismo o comunismo, en tanto que estos últimos tienen en
el marxismo su matriz ideológico o al menos un punto de referencia.
La democracia nunca se ha identificado con una fuente doctrinal
específica, siendo más bien una secuela del total desarrollo de la civi-
lización occidental. No es de extrañar pues, que en la medida en que
la democracia ha llegado a un término universalmente apreciado, su
contenido haya dilatado –abusivamente– hasta convertirse en el más
ambiguo de todos estos términos. No todos los sistemas políticos se
proclaman socialistas, pero hasta los sistemas comunistas se declaran
democráticos54. La democracia griega tal como fue practicada en
Atenas ha constituido la máxima encarnación del significado literal del
término. Puede sostenerse en efecto, que el demos ateniense tenía más
kratos (poder) que el que haya podido tener posteriormente cualquier
otro pueblo, al mismo tiempo, una democracia griega representaba
la máxima extensión concebible de una microdemocracia. Es cierto
que, cuando el demos estaba reunido, la democracia se expresaba
fundamentalmente a través de decisiones aprobadas por aclamación,
pero es igualmente cierto que esta dimensión municipal constituía
solo el elemento espectacular del sistema; su mecanismo consistía
en el mecanismo en virtud del cual todos mandaban en cada uno y
cada uno en todos. El ejercicio del poder era efectivo y ampliamente
compartido gracias a una rápida rotación en los cargos públicos, la
mayoría de los cuales se proveían mediante sorteos. En ambos casos,
la autonomía colectiva y el gobierno por rotación individual. Fue una
democracia directa basada en la participación real de los ciudadanos
en su gobierno.

54 Ibíd., pp. 58-59.

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 83


La democracia moderna en Venezuela es enteramente diferente.
Se basa en la participación, no en la representación, supone el
ejercicio directo del poder, no la delegación del poder. Es un sistema
de autogobierno, no un sistema de limitación y control del gobierno.
Democracia es ahora cuando en la sociedad cada individuo tiene
una conciencia clara de lo que el grupo hace, es la colaboración de
todos en el manejo de lo que a todos pertenece, colaboración que se
manifiesta en forma ordenada y racional, protagónica y participativa, ya
sea emitiendo un voto para elegir un funcionario o contribuyendo públi-
camente a la solución de una dificultad o censurando procedimientos
nocivos. La democracia es un principio de legitimidad que construye
el común denominador del término como doctrina. Desde el punto de
vista democrático no se niega que el poder es legítimo cuando procede
de la autoridad popular y se basa en su consentimiento. Tampoco se
pone en duda que la democracia es la negación de la autocracia. Sin
embargo, la democracia como principio de legitimación se presta a dos
interpretaciones divergentes: que el consentimiento del pueblo puede
consistir en una mera presunción de un supuesto no verificado; y que
no existe consentimiento democrático si no es verificable y verificado
ad hoc, excluyendo el consentimiento por simple aclamación. Pero se le
suma también la divergencia sobre el verdadero significado de pueblo.
Bien común: máxima integridad que es posible lograr, tanto espiri-
tual como materialmente de la vida y la totalidad de los que conforman
la comunidad a la que se refiere. Esta percepción, como principio
moral, ha sido de la mayor relevancia en todas las épocas para la
organización del ámbito público. Las teorías políticas, los pensadores
seculares y los de la filosofía social cristiana, han tratado de determinar
el alcance y significado de este concepto. Ya en la antigua Grecia
se había planteado la discusión sobre este tema, primero Platón con
La República y luego Aristóteles con La Política, estos dos filósofos
entendieron que el Estado debe proponerse el bien de todos y no
únicamente de los que tienen el gobierno55. Según Santo Tomás de
Aquino, el bien común se diferencia de los bienes particulares de cada
individuo, tanto naturales como espirituales. Para la corriente cristiana
el bien común se manifiesta en la observación responsable del orden
vital revelado por Dios; para el naturalismo, la ilustración y el raciona-
lismo, ese orden vital lo constituía la mayor suma de felicidad posible
del mayor número posible. La idea del bien común se ha plasmado
55 Véase Enciclopedia internacional de las ciencias sociales, Madrid, Aguilar, 1979, vol. 2.

84 La Seguridad
en numerosas constituciones. El grado de vinculación del contenido
de este concepto es muy difícil precisar, puesto que depende de los
presupuestos que determinan un proyecto político concreto5610.
Corresponsabilidad: Obligación compartida para prevenir o evitar
cualquier daño. La responsabilidad es la conciencia acerca de las
consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer
sobre nosotros mismos o sobre los demás. En el campo del estudio,
del trabajo, de la investigación, sobre la seguridad, defensa y desarrollo
integral, por ejemplo, el que es responsable realiza sus actividades
con diligencia, seriedad, dedicación y prudencia, porque sabe y está
consiente de que las cosas deben hacerse bien desde el principio hasta
el final, y que solo así se prioriza una verdadera enseñanza y provecho
de la corresponsabilidad. La responsabilidad garantiza el cumplimiento
de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad en
las personas. La corresponsabilidad significa asumir con igualdad
relativa o proporcionalmente: efectos, beneficios, actitudes, acciones
y omisiones, sobre deberes impuestos por el ordenamiento jurídico. En
virtud del cual existe una obligación de responder por las consecuen-
cias de los propios actos o de los otros que se generan en función de
los intereses nacionales. Esta corresponsabilidad se encuentra en el
artículo 326 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela. Esta corresponsabilidad afecta los ámbitos estratégicos del poder
público (político, económico, social, ambiental, cultural, geográfico y
militar). Para ser responsable, se debe reflexionar seriamente antes de
tomar cualquier decisión que pueda afectar nuestra propia vida o la
de los demás, asumir las consecuencias de nuestros actos, responder
por lo que se hace, reconocer los errores que se cometen y mostrar la
intención de repararlos.
Independencia: Quiere decir falta de dependencia, inexistencia
de nexos o sujeciones personales, institucionales o económicas entre
sujetos. En la esfera política se entiende como la desvinculación de
los funcionarios a las directrices extranjeras, debido a la obtención
u ostentación de una soberanía plena. La independencia se identifica
con la libertad y autonomía. La libertad consiste en el verdadero
dominio absoluto de sí mismo. El hombre no puede ni debe ser dueño
de otro hombre. La libertad no consiste en tener un buen amo, sino
en no tenerlo. Es la posibilidad que se tiene para decidir por nosotros
mismos y actuar en las diferentes situaciones que se nos presenten en
56 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999.

El Bien, Valores y Prncipios que Orientan la Seguridad 85


el mundo de la comunidad internacional, con autonomía y soberanía.
No es hacer lo que se plazca, es hacer lo que se debe acoplado a
los postulados constitucionales y los de la comunidad internacional.
Es la posibilidad de elegir y decidir entre determinadas opciones, en
función a lo que más conviene a los intereses nacionales. La esclavitud
se da cuando no se es dueño de los actos que se realizan, ni se decide
por sí mismo acerca de lo que se quiere o más conviene. Cuando
reflexionamos sobre la libertad, el primer nombre que se presenta es el
del Libertador, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad y Palacios
(1783-1830). Nadie ejemplifica mejor la lucha por nuestra Indepen-
dencia, que su persona.
Soberanía: Es un concepto del escenario político que implica la teoría
(y práctica) que proclama la existencia en todo sistema de gobierno
del poder absoluto y decisorio, en última instancia, designado por el
Poder Ejecutivo o los otros poderes. Se le reconoce competencia para
decidir y la capacidad para hacer cumplir estas decisiones. Los pueblos
a través de la historia han construido diversas formas de organización
política, la última cronológicamente es el Estado nacional y soberano.
Como una consecuencia de ello, el Estado actual conserva en nuestros
días, como nota característica de nuestra constitución, precisamente
el de nacional y soberano. La primera sistematización del concepto de
soberanía se encuentra en los seis libros de República de Juan Bodino,
teórico francés que habló de las nuevas realidades políticas y trató de
definirlas, entre ellas, la soberanía como poder absoluto y perpetuo.
Son muchos los personeros de la historia que se han ocupado de la
soberanía: Grocio, Hobbes, Jellineck, Hegel, Séller, Hauriou, Rous-
seau, entre otros. El problema de la soberanía es que el sujeto de ella
debe ser un sujeto de voluntad real, con autoridad para expedir normas
jurídicas, sin que nadie le indique como debe hacerlo57.

57 Pablo González Casanova (coord.), No intervención, autodeterminación y democracia en América Latina,


México, Siglo XXI Editores / Universidad Nacional Autónoma de México, 1983.

86 La Seguridad
CAPÍTULO VII
LOS INTERESES Y OBJETIVOS NACIONALES
Intereses nacionales
El término interés proviene del latín interesse, que significa importar,
concebir, incumbir, de inter (entre) y “esse” (ser), y significa lo que se
halla entre las personas interesándolas o haciendo que les importe,
que incline su ánimo o voluntad hacia ella, y puede interpretarse de
maneras diferentes. Una primera disquisición sería cuando se refiere a
la afinidad, correspondencia, predisposición, propensión predilección
o tendencia de una persona hacia otro sujeto, cosa o situación en parti-
cular. Por ejemplo, cuando el individuo manifiesta una inclinación por
una actividad en especial: “Mi principal interés son los estudios”, “el
vecino tiene como único interés la música clásica” o “el compañero
de banco en el aula, no muestra ningún interés en clase”. Otra manera
de desentrañar el interés se debe a la utilidad, provecho, beneficio o
conveniencia que se busca a nivel moral o material. En este caso, su
acepción es peyorativa, ya que nombra a la actitud de una persona
que busca aprovecharse de otra: “Néstor está contigo sólo por interés”,
“ese es un regalo realizado por interés”, “creo que me llama solo por
interés para que le consiga entradas para la fiesta”, a esta clase de
personas se les conoce como interesadas.
Pero existe una tercera interpretación sobre el interés, desde el
punto de vista material y de manera especial en la economía. Los ejes
sobre los cuales gira la economía, generalmente se manifiestan en tres
escenarios: el gobierno, el sistema financiero y el sector externo al
favorecer a una población, dentro de los cuales se ubican los diversos
agentes que influyen para que esta se desarrolle: los ciudadanos
ofrecen mano de obra a las empresas, las cuales aportan bienes y
servicios para el consumo de la población; el gobierno por su parte,
se encarga de mediar entre los diversos escalones de la economía a
través de medidas que influyan favorablemente al progreso, al bien-
estar general de una forma ideal. Su responsabilidad reside en asegurar
una distribución justa de las riquezas, aunque en la práctica esto no se
vea, es en última instancia el deber ser.
El gobierno controla la economía a través de los actos que conllevan
a tomar decisiones, tomando partido en cuestiones que hacen a los
gastos de consumo, de inversión y de gobierno, obligando a los ciuda-
danos a realizar aportes (impuestos) con los cuaes se aseguraría el
equilibrio económico. En lo que respecta a las inversiones, el gobierno
puede subir las tasas de interés que los inversores deban pagar, de
modo que el número de inversores disminuiría. Desde el punto de

88 La Seguridad
vista etimológico, se puede definir el interés, como una preocupación,
una necesidad, inquietud o ansiedad natural de la persona, en la eterna
búsqueda de la solución de sus problemas. Esto último se resume
como la seguridad.
Ahora bien, cuando estas necesidades dejan de ser individuales y se
convierten en colectivas, porque se ha expresado de que el hombre es
un ser gregario por naturaleza, se está hablando del interés colectivo.
De aquel interés que el individuo posee, buscando solución a todos los
asuntos que le concierne a la colectividad donde él se desenvuelve. Y
desde el punto de vista semántico, el interés se refiere a un elemento a
futuro, que cesa su razón de ser una vez logrado el objetivo. Cuando
se logra satisfacer la preocupación, necesidad o ansiedad desaparece
el interés. El interés colectivo que cobra fuerza por su importancia va
referido al Estado, elemento que define la comunidad internacional,
con sus defectos, virtudes, necesidades, potencialidades y vulnera-
bilidades. La política se define como el arte o ciencia para gobernar
el Estado. El Gobierno en su gestión asume posiciones, actitudes,
acciones u omisiones de protección o de desarrollo, que en definitiva,
va a formar parte de esa política ineludible para la satisfacción de las
necesidades de la población. Para que esta gestión surta los efectos
convenientes, adecuados, oportunos y suficientes, es imperativa la
definición propia de los intereses de esa colectividad, que será identi-
ficada con los del Estado-Nación de ese gobernante.
De la definición de los intereses se desprende, como una conse-
cuencia ineludible, los objetivos nacionales y luego las líneas generales
de acción para procurar la conquista de esos objetivos propuestos. Así
podemos concluir que en una sana política de gobierno se presentan
tres premisas: los intereses nacionales; los objetivos nacionales y
por último la forma de lograr esos objetivos. La política se orienta
mediante líneas generales de acción que se establecen en determi-
nados ámbitos y áreas, se manifiesta en forma acertada o errada, según
sea la manera de conducir las diversas instituciones, organizaciones
o cualquier entidad del gobierno que la ejecute58. El interés muchas
veces despierta la motivación o estímulos en los ciudadanos y pueden
ser intereses sociales, económicos, políticos, culturales, intelectuales,
éticos, estéticos.
Además de la definición expresada con antelación, se refieren para
58 Véase Víctor Maldonado Michelena, Seguridad del Estado, desarrollo y defensa , Caracas, Ediciones de la Presi-
dencia de la República, 1998, 3ª ed., p. 87.

Los Intereses y Objetivos Nacionales 89


una mejor comprensión otros aspectos sobre el interés nacional. El
diccionario presenta una definición suficientemente clara de lo que
significa el término interés: “Conveniencia o necesidad de carácter
colectivo o individual, en el orden moral o material”. En el diccio-
nario Larousse Ilustrado se presenta al interés como “lo que a uno le
conviene”. En el glosario de términos del general Víctor Maldonado
Michelena se define como: “Cualidad mental de algo que lo hace
importante, valioso y algunas veces vital para algún país, institución,
organización, familia o persona”.
Interés nacional: “Es aquella necesidad, carestía, penuria, parvedad
o insuficiencia ética, moral o material que en una Nación es consi-
derada y reflexionada como indispensable para la sobrevivencia, el
bienestar y la proyección generacional”, puede ser vital, cuando por
sus características políticas, económicas, sociales, culturales, ambien-
tales, geográficas o militares tiene una importancia relevante para
el país, que por ningún aspecto debe abandonarse o postergarse su
defensa, protección o consecución. Opcional, puede ser pospuesto,
relegado, aplazado temporal, circunstancial o contingentemente,
sin que ello implique algún deterioro en los elementos vitales de la
nación, independencia, soberanía, libertad e integridad territorial. El
interés nacional es un elemento esencial para la comunidad interna-
cional, porque él representa la búsqueda constante de la procura de
aquellos elementos de primer orden, que le dan vida al Estado y como
consecuencia, a su población. Su relevancia de acuerdo a lo tratado
en el punto anterior es de vital importancia para la colectividad que en
definitiva es la que le da vida al Estado.
Dos elementos importantes para el interés nacional se consiguen
con la defensa integral y el desarrollo integral, que son en definitiva los
que generan el estado, condición o situación de seguridad que sirve
de garantía y de la que ha sido el objeto esta investigación. El interés
nacional procura la garantía de la supervivencia, el bienestar de la
población, por intermedio de la defensa y el desarrollo integral. Esto
produciría paz, tranquilidad y como una consecuencia, el crecimiento
económico, riqueza necesaria para otros proyectos en la búsqueda del
poder relativo, que permita satisfacer las necesidades esenciales para
la permanencia en el espacio y en el tiempo. Los primeros escritores y
pensadores que hicieron referencias a los intereses (llamados para ese
entonces como nacionales), calificaron como superiores el estudio y
el criterio al momento de ser defendido, por encima de cualquier otro

90 La Seguridad
aspecto, como garantía del Estado fueron Tucídides y Maquiavelo.
Tucídides fue un historiador ateniense (460-396 a.C.), que parti-
cipó como estratega en la guerra del Peloponeso, de la cual aportó
testimonios de uno y otro bando, lo que le permitió la composición
de una brillante obra literaria en la historia universal llamada Historia
de la guerra del Peloponeso. En ella se refiere a los intereses supe-
riores, necesarios y prioritarios para el Estado. Siglos después, Nicolás
Maquiavelo (1469-1527), escritor y político italiano durante la efímera
república florentina llegó a ser secretario de la Cancillería y embajador
en distintos países. Desterrado durante el poder de los Médicis, escribió
la mayor parte de su obra, entre las cuales podemos mencionar el
clásico El príncipe, con la que sienta las bases de una ciencia política
autónoma, poseedora de sus propias leyes y de un desarrollo intrín-
seco. Plantea la teoría de la razón del Estado, afirmando que este
debe prevalecer frente a cualquier otra consideración del tipo moral
y religioso59.
Conscientes de la manera como se desarrollan los procesos polí-
ticos de los países, en primer lugar se piensa en los intereses globales,
todos los que permitan la satisfacción del bienestar común, para luego
interpretarlos a la luz de los objetivos nacionales y dar respuestas a
través de políticas o estrategias que resuelvan esas necesidades. En
conclusión, las necesidades inspiran a los intereses y ellos comulgan
con los propósitos u objetivos, que como consecuencia definirán la
manera como serán abordados en cada caso, para darle la solución
adecuada, oportuna, eficiente y factible. Los intereses nacionales
siempre tendrán un valor colectivo, vale decir, que priva el bienestar
de la comunidad, sobre los aspectos individuales o particulares. Y
su respuesta en busca de la satisfacción general se encamina hacia
la defensa integral y el desarrollo integral de la nación. Para procurar
nociones sobre las primeras evoluciones hacia el concepto moderno
sobre el interés nacional, se debe analizar también términos que son
insoslayables para su estudio. Rousseau en su magistral obra Emilio,
partió de la tesis del derecho del hombre a una autorrealización libre,
que conduzca a una nueva sociedad en la que expone los principios
que debería basarse la educación para conseguir un hambre nuevo,
capaz de organizar un Estado democrático. En Julia o la nueva Eloísa,
Rousseau expone su concepción del Estado en el Contrato social,
según el conflicto entre las aspiraciones individuales, exigencias de
59 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España: Ediciones Nauta, 1981.

Los Intereses y Objetivos Nacionales 91


la libertad ilimitada y la necesidad de un orden social que puedan
resolverse con un Estado basado en la voluntad general.
En la voluntad general planteada por Rousseau, existe una dife-
rencia entre la voluntad de todos y la voluntad general: la voluntad
general toma en cuenta el interés común, mientras que la voluntad de
todos incorpora también el interés particular y se interpreta como la
sumatoria de todas las voluntades. La voluntad general es la sociedad,
cuya finalidad es que todos los hombres puedan vivir como hombres,
ese era su planteamiento. Rousseau declaró que la soberanía no era
otra cosa que la voluntad general y esa soberanía nunca es enajenable
porque de serlo destruye el cuerpo político indivisible porque al decla-
rarse se hace ley; y es imprescriptible porque a la libertad se le puede
ahogar, pero no suprimir.
Otra fue la razón de Estado del cardenal Richelieu, Armand Jean du
Plessis, estadista francés (1585-1642), ministro de Luis XIII. Su grandeza
estuvo en mantener la monarquía contra fuerzas particulares de la
nobleza y los protestantes. Por el contrario, Rousseau es la proposición
de regresar al Estado en que el hombre es libre. Planteaba el hecho de
“encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con todas la
fuerza común a la persona y los bienes de cada asociado y por lo cual,
uniéndose cada uno a todos, no obedezca, sin embargo más que a sí
mismo y permanezca libre como antes”60. Los intereses nacionales que
se analizan, por su trascendencia importancia y contenido político,
tienen -si se quiere- un alcance esencial y los convierte en intereses
con un alcance mundial. Es por ello que muchos autores consideran la
independencia, la soberanía, la no intervención, la autodeterminación
y democracia, con una perspectiva con referencia predominante a la
región donde se trate.
¿Por qué el interés nacional según estos términos? Venezuela y
los países de la América Latina por ejemplo, desde su independencia
de España y Portugal en el siglo XIX, han sufrido y sufren un acoso
parecido al de otras regiones dependientes y de origen colonial. Tal
vez con la diferencia de que la manera de pensar de sus ideólogos,
más occidental que de las de aquellas regiones; la posición de los
diplomáticos y políticos más frecuentemente representativa del Esta-
do-Nación; no solo de movimientos de liberación, les permitió hablar
con la lógica y los símbolos del derecho internacional y la diplomacia,
60 Pablo González Casanova (coord.), No intervención, autodeterminación y democracia en América Latina. México,
Siglo XXI Editores / Universidad Nacional Autónoma de México, 1983.

92 La Seguridad
en especial en aquellos escenarios que adquieren una repercusión de
carácter mundial. Desde sus inicios de la vida independiente, Vene-
zuela ha advertido cuán ligada se halla la lucha contra las interven-
ciones colonialistas o mejor dicho neocolonialistas, la lucha por la
autodeterminación de los pueblos, por la independencia, soberanía,
la no intervención en los asuntos internos y la democracia. Y es así,
desde esta perspectiva, que a los derechos individuales se les añaden
los derechos colectivos que van a fortalecer los intereses nacionales.
La violación de estos derechos constituye verdaderas tragedias para
pueblos enteros a nivel internacional redimensionando así su condi-
ción de interés nacional.
La tentación de pasar del colonialismo oculto, al abierto y de la
guerra de intervención con intermediarios entre el propio pueblo, a
la guerra contra el pueblo, que ya no se deja dividir, ni engañar, ni
mediatizar y al que se persigue y destruye, corresponde a un proyecto
en la actualidad abocado al fracaso, no solo violatorio de la legislación
interna e internacional, sino particularmente un interés nacional para
Venezuela y el resto de los países de la América Latina. La lógica de la
seguridad basada en el derecho y la fuerza y no solo en la fuerza, se
complementa hoy en día, con la lógica de la seguridad de las grandes
potencias basada en el derecho de las pequeñas naciones y en su
fuerza real.
Se plantea como estrategia también, la inclusión de una serie de
acciones orientadas hacia un interés nacional en organismos multila-
terales, a pesar de que podría debilitar la independencia del Estado,
ceder parte de su soberanía y permitir la intervención en los asuntos
internos. Cabría aportar la perspectiva de que la participación de orga-
nizaciones o instituciones a nivel regional e internacional, pudieran
contribuir a una mejor defensa regional y como una consecuencia la
promoción y fortalecimiento de acciones a favor del interés nacional.

Objetivos nacionales
El término objetivo se presenta en el diccionario como el que está
fuera del sujeto, pertenece al objeto en sí y no a nuestra manera de
pensar o sentir. Existe realmente fuera del sujeto y sirve a los asuntos,
al ejercicio de las facultades del individuo para la consecución de
sus verdaderos intereses. Aquellos que al definirlos, determinarlos
y procurarlos le permiten la sobrevivencia, bienestar, sosiego, tranqui-
lidad y paz en función al ambiente natural que lo rige. El objetivo

Los Intereses y Objetivos Nacionales 93


general, constituye un enunciado global como su nombre lo indica
y va referido al resultado final que se aspira alcanzar, en función
a pretensiones, deseos, necesidades o ambiciones. Este término a
pesar de ser muy utilizado en su comprensión presenta dificultades
analíticas y operativas, porque además de tener numerosas formas de
expresión, contenido y alcance, es a menudo confundido con algunos
medios. Los objetivos y los resultados tienen también una estrecha y
permanente correlación. En el párrafo anterior se habló de los intereses
colectivos que se identifican con los nacionales. De igual manera, los
objetivos colectivos, guardan una estrecha relación con los nacionales,
porque ellos influyen sensiblemente en todas las previsiones y acciones
derivadas de sus cometidos globales y sus estratificaciones posteriores
para su mejor interpretación. Este término objetivo no debe ser confun-
dido con el propósito, o con las metas. Propósitos son las expresiones
que definen una intención general y orientan respecto de un deter-
minado asunto. Es en cada caso un ideal superior perseguido y la
disposición que prevalece en torno a cierta problemática por resolver.
Generalmente se exponen en términos amplios y compactos a largo
o a mediano plazo. Las metas son los diversos pasos o jalones que
precisan sucesivamente la consecución de cada objetivo. Mediante
ellas se van logrando coordinadamente los diversos objetivos, es decir,
cada objetivo alcanzado es en casi todos los casos la sumatoria de dos
o más metas.
Los objetivos son los discernimientos analíticos, interpretativos y
clasificados que se pretenden para el alcance de los propósitos. A través
de ellos es posible visualizar los diversos procesos que conducen a las
conquistas o a los logros parciales para que esos ideales superiores
puedan ser alcanzados. La manera de presentarlos debe ser clara, clasi-
ficada y comprensible. Generalmente se muestran referidos a grandes
eslabones en una cadena de logros a mediano y corto plazo. Resu-
miendo, tomando los intereses como entorno y punto de partida para
visualizar enteramente dos o más propósitos continuados, los objetivos
constituirán la base práctica de cualquier plan, programa o proyecto.
En efecto, hacia ellos convergen e inciden los resultados afortunados o
desafortunados de las metas escalonadas que se establezcan por parte.
Orientan los desarrollos procedimentales porque ante cualquier situa-
ción, la primera incógnita es precisar que es lo que deseamos. Para
finalizar, se debe tener claro que los objetivos son los fundamentos
sólidos de toda planificación y deberán guardar una estrecha relación,

94 La Seguridad
en primer lugar con el potencial, luego el poder y por último, con
los muy variados medios indispensables para alcanzarlos. Para que
no se trate de un simple sueño debe relacionarse las aspiraciones con
las posibilidades. Esto para que las políticas y las estrategias sean una
realidad.
El fin supremo de un objetivo nacional debe ser el bien común,
en el marco de la defensa integral, del desarrollo integral sustentable,
sostenible, productivo, justo, oportuno, adecuado, de plena cobertura
nacional. Obsérvese la distinción sobre el objetivo referido al bien indi-
vidual, que no es el determinante para la sociedad. Es ese bien común
ligado a la sobrevivencia, a la calidad de vida digna, al bienestar, a la
paz, tranquilidad y a la proyección generacional del Estado, escenario
en donde la sociedad ha satisfecho sus necesidades básicas, esenciales
y elementales para el cumplimiento de sus fines supremo como Estado.
Los objetivos nacionales se constituyen en aspiraciones y preo-
cupaciones permanentes del Estado-Nación, orientan el proyecto que
permitirá a futuro alcanzar estos fines, o una proporción de ellos, depen-
diendo de las circunstancias y recursos de los que se disponga para el
momento de la ejecución, que determinará sus alcances y periodos
de desarrollo. Los fines se relacionan con una serie de circunstancias
que por fuerza determinarán su alcance. Esto permite una clasificación
de los objetivos nacionales: el Estado se desenvuelve partiendo de
políticas públicas que ciertamente beneficiarán el bien común, a la
colectividad en general, para ello, surge la necesidad de establecer
algunos lineamientos, que permitan la satisfacción de esas necesidades
colectivas cualquiera sea su clase, aquí surge el objetivo necesario.
Pero las ideas, los pensamientos, las previsiones no se cumplen de
inmediato, en un primer intento, basado en lo que razonablemente
se necesita y es posible su desarrollo o alcance. Es común que en
un primer intento se busque lo mejor, lo ideal, lo más completo, vale
decir, el objetivo deseable.
El objetivo deseable da origen a un proyecto que debe ser sometido
a un proceso de estudio, de análisis de investigación para determinar su
factibilidad, posibilidad y consecuente determinación de los recursos
humanos, materiales, financieros, técnicos que se requieren para llevar
a efecto la ejecución. Bajo estas circunstancias surge entonces el obje-
tivo posible. Sobre este objetivo, que se transforma en un objetivo de
carácter temporal, se inician una serie de actividades, que al final se
convierten en la alternativa estratégica posible y ejecutable, para

Los Intereses y Objetivos Nacionales 95


la elaboración de los planes y programas necesarios para ponerlos en
práctica en el momento conveniente. La historia de la humanidad nos
relata la historia de pueblos que se han destruido, han ido a la guerra
y han sido derrotados por el hecho de que sus objetivos no han sido
oportunos, convenientes o no han contado con medios idóneos para
lograrlos61.
Hay un conjunto de condiciones que plantea el general Víctor
Maldonado Michelena en su libro Seguridad del Estado, desarrollo
y defensa, que deben ser cumplidas para el momento de enunciar
una nueva clasificación de los objetivos nacionales: precisión, vale
decir, en su interpretación tomar en cuenta cabalmente los aspectos
conceptuales o numéricos, directos o indirectos; motivación, para que
en su contenido se origine el deseo, ambiente y espíritu de participa-
ción necesarios para su cumplimiento; flexibilidad, entendiendo que
no todo el tiempo es posible de tomar posiciones o hacer exigencias
demasiado rígidas, por el contrario, establecer límites de tolerancias o
tener previstas alternativas, que permitan cumplir con el objetivo; y por
último, un realismo, para no confundir lo necesario y posible, con lo
ideal o utópico, con la quimera o el espejismo.
Objetivos nacionales generales o sectoriales: Los generales ya
tratados ampliamente son aquellos que responden a los cometidos
referidos a un todo, al bien común sin tomar en cuenta sectores en
particular. Los sectoriales son aquellos que aunque responden a un
cometido general van dirigidos a tópicos específicos, como es el caso
de los referidos a la defensa integral o al desarrollo integral, tomando
en cuenta los siete ámbitos estratégicos del poder público nacional
(político, social, económico, ambiental, cultural, geográfico y militar).
Objetivos nacionales permanentes y temporales: Los permanentes
se plantean en forma amplia y general, son aquellos que a pesar de
su cumplimiento, no se agotan en la necesidad de consecución. La
necesidad del logro siempre se mantiene. Ejemplo, la alimentación. La
población para sobrevivir al alimentarse en la primera oportunidad no
deja de hacerlo, es una necesidad que se mantiene en forma perma-
nente, también el trabajo, la salud, el transporte, son escenarios que a
pesar de su cumplimiento, se mantienen en el tiempo y en el espacio.
En el caso de los objetivos temporales sucede todo lo contrario,
al satisfacer esa necesidad desaparece su pretensión, ejemplo de
ello lo tenemos en la construcción de un puente de un aeropuerto, un
61 V. Maldonado Michelena, ob. cit.

La Seguridad
puerto o cualquier edificación en particular. Los objetivos temporales
en la generalidad de los casos se enuncian en forma sectorial. Desde
el punto de vista estratégico, los objetivos permanentes siempre tienen
un carácter general y son públicos, no tienen restricciones en su publi-
cación. Mientras que los temporales en alguno de los casos se tocan
temas que son de carácter secreto o confidencial y con una finalidad
específica.
En lo referente a los aspectos que garantizan la seguridad del
Estado, los aspectos medulares, delicados, con un relativo peligro,
son tratados como objetivos temporales. En sentido general, todos los
objetivos son de carácter político, abarca uno o en parte a la gene-
ralidad de los ámbitos estratégicos del poder público del Estado y
como una consecuencia, generan las políticas públicas para la toma
de decisiones. Dentro de la clasificación de los objetivos nacionales,
también se incorporan los objetivos nacionales estratégicos, que son
aquellos referidos a los aspectos que para satisfacer la propuesta van
a lidiar con la con lo impreciso, lo turbio, confuso, nebuloso, indefi-
nido del mañana, con actores bien identificados, pero atrapados en un
escenario que impone el conflicto o la cooperación. Y algo que es de
suma importancia referida a lo vital para el Estado, su fracaso implica
un riesgo para satisfacción de las necesidades esenciales.
Sobre estos objetivos nacionales estratégicos, involucra tomar en
cuenta lo básico, lo esencial o primario, porque lo adjetivo pasa a
un segundo plano. Pero también es importante tener presente que lo
significativo y trascendental, arrastra a lo secundario, determinando
que lo estratégico en el objetivo genera un cálculo selectivo, de lo que
es más importante, imprescindible, significativo y suficiente en el esce-
nario político para el Estado. Naturalmente, si el objetivo es nacional
y estratégico, debe estudiarse con detenimiento las vulnerabilidades
para la satisfacción de requerimientos que ciertamente favorecen al
oponente. Por lo que estos objetivos requieren de procesos especiales
que permitan durante la ejecución, contrarrestar esas vulnerabilidades
significativas. La estrategia aplica al presente del objetivo y la coyun-
tura tanto al futuro cercano y distante. Estos objetivos estratégicos
referidos a la seguridad, presentan un horizonte con una percepción
razonada que todavía no la satisface en función a la necesidad, porque
presenta una imaginación creadora que debe resolver con claridad
para ocuparse de las urgencias e importancias inmediatas. Permitirá
soñar con sentido práctico y convincente hacia el futuro. En el caso

Los Intereses y Objetivos Nacionales 97


de que la preocupación se dirija hacia la eficacia, correspondencia y
pertinencia del objetivo, mientras los medios aparecen como grandes
restricciones, que obligan a la exploración o desafíos ideológicos, polí-
ticos, científicos, técnicos u organizativos que deber ser superados en
función a la referida estrategia.
En el caso de los objetivos nacionales estratégicos, los actores
sociales aparecen generalmente como antagónicos y no están allí por el
azar o en forma de coincidencia envueltos en el escenario. El escenario
envuelve aspectos que son de vital importancia para el Estado, y todo
aquello que se oponga al objetivo es un oponente. El objetivo nacional
en esencia responde a la necesidad de proteger, defender, desarrollar,
salvaguardar al Estado como entidad soberana, libre e independiente
a todos los que conforman su población. También incluye sus compo-
nentes, como lo son su independencia externa, supremacía interna, su
territorio, patrimonio nacional, su unidad nacional, sus instituciones
democráticas, su justicia social, sus intereses fundamentales y su
proyecto de nacional. Hablar de los objetivos nacionales permanentes
del Estado venezolano implica adentrarse en el campo de la historia de
nuestros libertadores, considerar el heroísmo y sacrificio de nuestros
antepasados aborígenes, valorar a nuestros precursores y forjadores
de una patria libre y soberana. Del origen y fuente de nuestra realidad
social en la República Bolivariana de Venezuela y del espíritu consti-
tucional de la ciencias políticas -especialmente en lo que concierne al
concepto y doctrina sobre seguridad de la Nación- es que con el pasar
de los años se ha construido.
La finalidad de este capítulo fue la de reflexionar sobre una serie de
conceptos que implicó un análisis interdisciplinario, para identificar en
el texto constitucional, a la luz de la doctrina nacional e internacional
de aquellos elementos que igualan a los intereses nacionales y que son
tutelados dentro del sistema de seguridad de la nación. Con base a los
anteriores planteamientos se puede decir que los objetivos nacionales
permanentes del Estado venezolano, solo se identifican a través de un
exhaustivo análisis de la Constitución Bolivariana de la República de
Venezuela. Un análisis de esta naturaleza permite observar con deteni-
miento los elementos existenciales del Estado venezolano: un territorio
que se interpreta como aquella parte de la superficie geográfica que
forma parte de la nación y le sirve de asiento para sus pretensiones.
El territorio determina la jurisdicción del Estado y los límites de sus
competencias. Intuye en los espacios continentales, insulares, marí-

98 La Seguridad
timos y atmosféricos que lo integran, una población conformada por
una serie de personas que habitan y se desenvuelven en el Estado y
permiten determinar, densidad, natalidad, mortalidad, edad, distribu-
ción, potencial biótico, dispersión, y forma de desarrollo. Determina en
forma cuantitativa y cualitativa; un gobierno conformado por una serie
de órganos e instituciones para guiar, dirigir y administrar los destinos
del Estado, a través de sus funciones características: legislativa, ejecu-
tiva, judicial, electoral y moral. Todos estos elementos que constituyen
el Estado venezolano, cuya protección y fortalecimiento, conforman
los objetivos nacionales permanentes, dentro de los cuales señalamos:
soberanía, independencia, integridad territorial, democracia participa-
tiva y protagónica, justicia social, y paz internacional.
En la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela, se
recogen algunos aspectos, que pueden interpretarse como la tutela
del sistema de seguridad de la nación, hacia esos elementos exis-
tenciales del Estado, a saber: el territorio espacio físico donde se
desarrolla la comunidad, en los términos de seguridad de la nación,
presenta el objetivo permanente de la preservación del territorio, mar
y espacio aéreo hasta el espacio atmosférico, la utilización racional
de los recursos naturales y la conservación y desarrollo integral del
patrimonio cultural, así como la existencia de un sentimiento nacional.
En este sentido, no es posible la existencia de un Estado si el recurso
humano, el objetivo nacional permanente sobre esta materia desde el
punto de vista de la seguridad de la nación, se plantea en la protección
de la población, con aspiraciones a la construcción de una comunidad
nacional, plural, protagónica, multiétnica, participativa, pluricultural,
sana convivencia y solidaria. El Gobierno entendido hacia su interior
como el respeto y reconocimiento de un poder formal y material del
Estado, justicia social y hacia lo externo la equidad en el desenvolvi-
miento como persona jurídica, con igualdad de oportunidades deberes
y derechos hacia la comunidad internacional. En materia de seguridad
de la nación se traduce el respeto a la soberanía nacional, integridad
del territorio, independencia, no intervención en los asuntos internos,
libertad y democracia.

Los Intereses y Objetivos Nacionales 99


CAPÍTULO VIII
POLÍTICAS PÚBLICAS
El concepto de política se relaciona con la práctica que se desa-
rrolla con el objetivo de gestionar, resolver, canalizar, dirimir o mini-
mizar conflictos colectivos. También para atender las amenazas que se
ciernen sobre la forma de gobierno y crea, como consecuencia, una
coherencia social, resultado este en forma de decisiones que necesa-
riamente deben ser acatadas por todos. La política se interpreta como
un proceso y actividad orientada ideológicamente. Conduce a la toma
de decisiones para la consecución de unos objetivos, es el ejercicio del
poder en la búsqueda de soluciones en los conflictos de intereses. La
política es una expresión que viene del latín politicus, concerniente al
ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano, es una rama de
la moral que se ocupa de la actividad social, en virtud de la cual una
sociedad libre, resuelve los problemas y dificultades que se originan
producto de la convivencia ciudadana. Es un quehacer ordenado al
bien común de una sociedad y para que surta efectos se requiere del
ejercicio del poder, según sea necesario promoviendo el bien.
Muchos autores filósofos, politólogos o estudiosos de la materia
se han dedicado a su estudio, investigación, análisis y han proporcio-
nado definiciones. Es necesario saber y tener presente que la política,
cuando se refiere al gobierno, se adjetiva como políticas públicas y es
el tema que vamos a tratar. Las políticas públicas son las herramientas
principales en la acción del poder público, que permiten conducir los
destinos de la nación hacia la solución de los problemas, se constituyen
en elementos y guía de la gestión del Estado. Sin embargo, aunque
suele señalarse que se orientan a la resolución de problemas, está claro
que más allá de ese fin inmediato persiguen la detección y la correc-
ción de desigualdades producto de otras acciones gubernamentales.
También obran como acelerador o como freno de las gestiones que
operan como catalizadores o dilatadores de los procesos políticos. Este
fin en sentido general, guarda una importancia con el tema en estudio
sobre la seguridad porque sus resultados positivos arrojarán estados,
situaciones o condiciones en el sujeto que definen la seguridad62.
La ciencia política se establece tomando en cuenta el potencial
de los estudios de políticas públicas en función del Estado. Se centra
principalmente en tres momentos para la consecución de objetivos:
determinar, analizar, diagnosticar y pronosticar factores que cons-
tituyen problemas o amenazas en la búsqueda de las soluciones y
62 Véase Allan R. Brewer-Carías, Fundamentos de la administración pública, Caracas, Editorial Jurídica Venezolana
(Colección Estudios Administrativos, 1), 1984, 2ª ed., t. I.

102 La Seguridad
la implantación, materialización o puesta en acción de las decisiones.
Esta disciplina por su importancia para la salud del Estado, está llena
de estudios de las decisiones y evaluaciones después de las políticas.
En ambos momentos se han establecido de manera general diversos
criterios de la teoría de la elección racional, que en una oportunidad
específica impone la adecuación, medios y fines para la optimización
de los resultados. Los participantes o actores en el proceso, a veces
con el carácter exclusivamente corporativo, y otros con el carácter
gubernamental, negocian, intiman, coordinan, regularizan, gradúan,
tratan o discuten para alcanzar un acuerdo, un arreglo, cooperación,
apoyo o ayuda, sobre una política determinada en la búsqueda de la
sobrevivencia y el bienestar colectivo.
Sobre este particular es sorprendente cómo en estos estudios tradi-
cionales de políticas públicas, a pesar de su importancia, no se tome
en cuenta factores que son determinantes para el éxito en los procesos.
En primer lugar, aunque se ha estudiado e investigado la decisión
pública, en la mayoría de los casos sus resultados permanecen a nivel
de la investigación, y poco se ha dicho de lo que ella implica para el
aprendizaje para que les permita –a los políticos– adecuar su compor-
tamiento y estrategias a las variaciones de su entorno. Pensar en función
de la satisfacción de los intereses del grupo social, conforme asimilan
situaciones pasadas. El político ignora la necesidad de prepararse para
el ejercicio concienzudo de cualquier puesto público, y desperdicia en
cambio su energía en maquinaciones de ajedrecista, si no de saltim-
banqui. El profesional que aspira a ser un ingeniero, abogado, médico,
albañil, comienza por formarse y su adiestramiento deberá ser mayor
y extenso cuanta mayor sea la responsabilidad y aspiración. Es impo-
sitivo para la toma de decisiones, antes haber estudiado el problema
en función a una serie de escenarios, que estos deben ser analizados
aplicando métodos, técnicas, mecanismos o procedimientos, ya estu-
diados sobre la materia de que se trate.
El observatorio, la geopolítica, el estudio de los conflictos, la
gerencia de crisis, los estudios y la planificación estratégica son temas
en la mayoría de los casos ignorados en la toma de decisiones. Desde
el punto de vista de lo que representa para cada actor, las políticas
públicas son un ejercicio de argumentación en el que cada cual expone
sus razones para convencer a los demás de que empeñen sus recursos
en determinadas decisiones y no en otras. Pero esas decisiones son
defendidas con fundamentos de causa y no por lo que está de moda,

Políticas Públicas 103


sin interpretar las consecuencias para la comunidad en función de
los resultados. En segundo lugar, a pesar de que la generalidad de los
estudios e investigaciones sobre las políticas públicas que se realizan,
han sido ejecutadas por politólogos, internacionalistas y abogados,
dificulta encontrar en ellos una referencia contundente que explique,
clarifique el sistema de gobierno como factor orientador dentro de la
conformación de las políticas públicas. Mucho se ha dicho sobre inves-
tigaciones específicas, de estudios referidos a la toma de decisiones
y la valoración de las políticas públicas, pero, al estar ausentes los
referentes que provengan del exterior, de su entorno, los elementos
de presión que se manifiestan desde fuera, específicamente sobre
la dinámica del fenómeno gubernamental y los factores influyentes
para su análisis, determinación, pronóstico y diagnóstico, poco se
ha contribuido para determinar e identificar patrones comunes que
orienten la toma de decisiones.
También se ha llegado a saber detalles o aspectos en la formación
de algunas políticas públicas concretas, en aquellos ámbitos políticos
de fácil acceso a la información, valoración, ejecución y aún se han
perfeccionado métodos cuantitativos de evaluación de objetivos de las
políticas públicas, pero no se ha podido superar esa etapa y enlazar
los resultados con su elemento gubernamental que corresponde. En
concreto, hace falta educación y orientación en todos esos elementos
que orientan el proceso hacia la toma de decisiones. El poder público
y los recursos previstos dentro de la política en el gobierno, en cada
ámbito de la acción gubernamental, se encuentran esparcidos, desorien-
tados. En otros casos fragmentados por los cambios en las relaciones
ideológicas entre los actores. Esto trae como consecuencia, que en los
procesos de toma de decisiones, se teje un enramado de relaciones entre
los que ostentan el poder y no intercambian sus recursos, información,
cooperación, participación o apoyo político por ejemplo, para lograr sus
objetivos, por un craso desconocimiento de la materia y los procedi-
mientos, sobre los que se desarrollan estos escenarios.
Esta dispersión e ignorancia de los recursos y procedimientos para
la toma de decisiones, no es favorable o desfavorable per se, pero
en cierta forma, se ve afectado por un fenómeno que se presenta,
producto de los procesos de descentralización, de generación de
nuevos movimientos políticos o de la misma globalización de los
mercados por los avances de la tecnología, que no son estudiados en
su debida oportunidad por los actores. Ahora bien, esta fragmentación

104 La Seguridad
de los recursos políticos, conduce a que el entrelazado antes citado,
conduzca a asumir un indiscutible carácter perdurable, instituyéndose
así en red política poco provechosa para los resultados en la toma de
decisiones, vale decir, para la seguridad de la nación.
La sola reconstrucción de la política pública, tras la cual podría
conocerse el proceso de toma de decisión, no puede explicar la
complejidad que encierra el proceso de las políticas públicas. La apli-
cación de la metodología de análisis e investigación de redes sociales,
al campo de la política y la cooperación entre los que participan
–además del estudio e investigación– solventa esta dificultad. Admite
no solo la reconstrucción de la política pública, sino también estudiar,
investigar y analizar su procedimiento en el transcurso del periodo
que se considere necesario. Asimismo, consiente identificar grupos
específicos en uno de los determinados ámbitos políticos (político,
social, económico, ambiental, cultural, geográfico y militar), señalar
los actores más relevantes dentro de cada grupo o sector y estudiar el
surgimiento y desaparición de las relaciones y de las redes sociales.
Es un instrumento para seguir, casi en paralelo, tanto la decisión que
conduce a la política, como la implementación de esta63.
Estudiar las políticas públicas bajo la óptica de las redes sociales,
permite vincular al gobierno como factor crucial de la formación de
los indicadores arrojados por la implementación del seguimiento
de las políticas públicas. Esto permitiría permite un mapeo de los
participantes, reduce la incertidumbre de escenarios poco institucio-
nalizados, así como también prepara al gobierno, y a los responsable
de los procesos, que pueda interpretar el escenario político, para los
procesos de negociación, cooperación, ayuda o apoyo. Se trata de
dar cabida en la cultura política a factores que ya se encuentra en
las realidades: la dispersión de poder, los actores corporativos como
poseedores de movimientos y de una dinámica a veces sorprendente,
terminando con el gobierno como factor crucial de la configuración
de políticas públicas.
En los últimos tiempos están cobrando vital importancia, las temá-
ticas relacionadas a las políticas públicas, globalización, el poder local,
la corresponsabilidad, la participación ciudadana, el protagonismo
y la sistemática disminución del papel del Estado. Todos enfocados
hacia la comprensión de los elementos y actores que participan en la
reforma de la administración del Estado. Se asiste a una coyuntura de
63 Íd.

Políticas Públicas 105


cambios en la administración tradicional del Estado, caracterizada por
ser centralizada, burocrática, autoritaria, monocultural y excluyente;
hacia una administración pública más democrática, participativa,
protagónica y con menos intervención del Estado. Esta nueva forma de
administración estatal, discutida en distintos niveles, necesariamente
conduce a una nueva concepción de sus funciones, sus políticas y
sus relaciones con la sociedad en general, en donde la participación
ciudadana juega un papel importante en aspectos claves, tales como
el control y auditoria social. En este sentido, es fundamental el papel
de los gobiernos locales, quienes se convierten en los agentes más
inmediatos para la búsqueda de la rearticulación del tejido social
del país, en el acercamiento entre los gobernantes y gobernados, es
decir, conformar una nueva articulación entre poder público, sociedad
y grupos económicos para el impulso de un modelo propio de desa-
rrollo, que logre hacer real las mejoras en las condiciones de vida de
todos los habitantes. Esto muy bien puede materializarse mediante
la corresponsabilidad, el protagonismo y la participación ciudadana.
Conceptualizar las políticas públicas, el poder local, la correspon-
sabilidad y la participación ciudadana, son indiscutiblemente impres-
cindibles en los actuales momentos, tomando en cuenta factores de la
práctica política que se entremezclan con las acepciones teóricas. Los
conceptos arriba mencionados han sido abordados desde diferentes
puntos de vista y áreas del conocimiento. Esa consideración para el
presente trabajo conduce a definir con el apego teórico, sin dejar de
lado la práctica política, factor importante para la operatividad del
mismo, y sus consecuencias hacia la seguridad de la nación.
Las políticas públicas forman parte del quehacer del Estado, desde
la puesta en práctica de planes hasta la omisión de los mismos ante
las demandas sociales. De cualquier forma, es posible establecer una
conceptualización más o menos consensuada, de que lo político y la
política se refiere a principios de un determinado gobierno, orientada
para atender fines y una población específica. Vale decir, es un medio
para llegar a una determinada meta económica, social y política, con
fines de garantizar la seguridad.
La ejecución de la política pública tiene tres momentos importantes
y determinantes: un observatorio para definir el problema, la nece-
sidad, los intereses, un diagnóstico y el pronóstico en primer término;
luego un discurso, o sea una forma de cómo transformar la necesidad,
el escenario en una demanda, en un propósito de acción y de registro,

106 La Seguridad
de la agenda de decisiones de un gobierno; y una práctica, que es una
forma para que los diferentes actores que se interrelacionan, formulen
sus problemas, generen instrumentos y materialicen la política a través
la planificación estratégica.
Es en la práctica de la política pública que se inscriben la correspon-
sabilidad, el protagonismo, la participación ciudadana y el poder local,
como elementos sustantivos. Pero aunque debe considerarse que estos
cuatro conceptos no son ellos puramente válidos, sin tener en cuenta
que la democracia, es un sistema que fomenta la creación de espacios
donde estos se desarrollan y practican sus relaciones. Está claro que la
democracia no es un modelo rígido, terminado en todos sus detalles, ni
tampoco una especie de receta, que contenga las respuestas correctas
a todos los problemas. Como no es un modelo rígido, es perfectible,
por tanto la corresponsabilidad, el protagonismo y la participación
ciudadana pueden ir más allá de las reglas de juego establecidas en la
democracia representativa. Potencialmente, el elemento salvador de
esta deformación de la democracia representativa, puede estar asegu-
rado en la democracia participativa y protagónica, la cual requiere de
una sociedad civil que esté constituida por actores insertos en el sistema,
con capacidad de gestión en distintos planos, con posibilidades de selec-
ción de alternativas, toma de decisiones y elementos propositivos64.
La sociedad civil actual tiene un nicho político y social importante,
le permite potenciar su accionar en la reestructuración y dinamización
de la administración pública. Y es lo referente al proceso de descentra-
lización y la corresponsabilidad, especialmente en el tema del traslado
de la toma de decisiones públicas de los órganos nacionales asentados
en el centro, hacia órganos que se hallan en la periferia del país, el
interior, sean estos constitutivos o no de esos órganos nacionales. Aquí
la municipalidad es la mayor expresión de estos órganos en el interior,
con la cual se vislumbra el fortalecimiento del poder local. Hay un
aspecto que no se debe dejar de mencionar, va referido al papel de las
comunidades organizadas (ONG); es fundamental dentro del proceso
de descentralización, la cual se sitúa en un contexto más amplio que
el meramente institucional, la corresponsabilidad, en el que implique
el traspaso de capacidades que se encuentran en manos del Estado,
directamente a la sociedad y sus organizaciones. Transferencia que
debe ser acompañada del conjunto de competencias y recursos, finan-
cieros, humanos, materiales y hasta espirituales que podrá gestionar
64 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999.

Políticas Públicas 107


autónomamente en el marco de la legalidad vigente.
No obstante lo anterior, para efectos del presente trabajo aunque la
descentralización no es el tema principal, no deja de ser trascendental
desde el punto de vista político-administrativo, como proceso que
afecta no tanto la forma jurídica del Estado, entendida como la forma
en que se organiza el poder del Estado, sino la manera en el que los
distintos órganos estatales ejercen el poder y las relaciones entre ellos,
por ser un elemento conductual que afecta notablemente la seguridad
como concepto.
Además, la descentralización puede concretarse en distintas fórmulas
institucionales, principalmente en el municipio, como el ente con perso-
nalidad jurídica propia y dotado de autonomía, independiente de otro en
el ejercicio de sus funciones, porque cuenta con patrimonio propio, sus
autoridades son electas popularmente por la ciudadanía, respaldados y
legitimados por los habitantes locales. Estos planteamientos conducen
a revisar en detalle el papel de la corresponsabilidad, la participación
ciudadana, el protagonismo y el poder local en la generación de las
políticas públicas dentro del marco de un Consejo Local de Planifica-
ción Pública y el Sistema de Consejos Comunales. Particularmente en
las municipalidades y las comunidades, quienes juegan un papel impor-
tante en la ejecución y fiscalización del proceso de descentralización,
para que no se convierta en una transferencia en el papel, sin hacer el
real traslado de las condiciones y los recursos.
Lo definido en el párrafo anterior, técnicamente podría representar
para las autoridades municipales una carga, debido a la falta de
recurso humano y técnico local, para asumir responsabilidades que en
la situación actual, históricamente el Estado no ha sabido administrar
con eficiencia. Por ello, es importante que los ciudadanos cuenten con
mecanismos de participación y consulta, que garanticen la transpa-
rencia y eficacia de la gestión y el respeto de la voluntad soberana.
La descentralización se convierte así, en un instrumento para demo-
cratizar el Estado y no una nueva fragmentación en su administración
y ejecución política. Los elementos anteriormente descritos, permiten
hacer una conceptualización apegada a la teoría y la política de la
participación ciudadana y el poder local, amparados en los postu-
lados constitucionales. Definiendo la participación ciudadana como
el hecho de involucrase, comprometerse, participar e incidencia de
la ciudadanía y la población en general, en los procesos de toma de
decisiones Es el protagonismo y la participación en temas y actividades

108 La Seguridad
que se relacionan con desarrollo económico, social y político, cultural
y ambiental del país.
También la participación en la ejecución de dichas decisiones para
promover en conjunto con actores sociales e institucionales acciones,
planificaciones y decisiones hacia el Estado. Es avanzar sobre los
procesos eleccionarios y consultivos hacia la toma de decisiones
acordes a las necesidades planteadas, que emergen desde lo comuni-
tario, se plasman en el nivel local y se consolidan en la política pública
del Estado. Significa que la corresponsabilidad, el protagonismo y la
participación ciudadana no son un ente mecánico, sino activo, en la
priorización y conjunción de intereses y demandas, para la búsqueda
de solución a las mismas, asumiendo y tomando decisiones. El reto,
para la ciudadanía se convierte en fortalecerse, en el ámbito nacional,
en lo regional y en lo local: hacer efectivo el poder local, teniendo
en cuenta, como lo señala Foucault León, físico francés (1819-1868),
quien decía que el poder no está localizado en las instituciones,
aunque estas constituyen espacios donde se manifiesta y ejerce, su
origen está fuera de ellas654. Estas acciones se realizan en un espacio
determinado, en el nivel local geográficamente, al que le llamaremos
municipio, en términos político-social, será la ciudadanía agrupada
en lo que se define como poder local: fuerzas, acciones y presiones
organizativas a nivel de la comunidad, del municipio o de la micro
región que contribuyen a satisfacer las necesidades, intereses y aspi-
raciones de la población local.
En donde la ciudadanía, tenga igualdad de oportunidades y un
conjunto de garantías que hagan efectiva esa igualdad orientadas funda-
mentalmente a asegurar la participación de la sociedad en el control y
discusión de las políticas del gobierno local; en este sentido, la parti-
cipación prevendrá en el debate público y dispondrá de mecanismos,
que aseguren que la política del gobierno, depende de la voluntad y
preferencias de los ciudadanos. Eso es precisamente, la democracia
participativa y protagónica que prevé nuestra carta magna.

65 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España: Ediciones Nauta, 1981.

Políticas Públicas 109


CAPÍTULO IX
LA SEGURIDAD Y LAS EMOCIONES
La seguridad es una condición, estado o situación, que se desglosa
de una percepción de paz, bienestar, tranquilidad, sosiego, regodeo o
felicidad, como resultado de actitudes, acciones u omisiones de protec-
ción o de defensa integral y de un desarrollo sustentable y productivo
de plena cobertura, que materializa la sobrevivencia, bienestar y proyec-
ción generacional del individuo en función a la colectividad donde
se desenvuelve y a la que pertenece. Cuando se asimila al Estado se
traduce en el ejercicio pleno de su soberanía bajo los ámbitos político,
social, económico, cultural, ambiental, geográfico y militar que le dan
vida y fortalecen su permanencia en la comunidad internacional.
La comunidad a la que se hace referencia se interpreta como aquel
grupo social organizado, ordenado y mantenido como unidad interna
en virtud de la cohesión para un fin común que los inspira661. Ejemplo
de ello se encuentra en las organizaciones políticas, religiosas, cultu-
rales, deportivas, comerciales o en las instituciones de diversa índole.
En definitiva, se interpreta como un grupo de voluntades que se reúnen
en forma estable con permanencia hacia los mismos intereses. Todo
ello desprende que el hombre por condición natural es un ser gregario,
que para poder subsistir necesita irremisiblemente de sus semejantes,
formando ciertas estructuras que le permiten la satisfacción de sus
más ingentes necesidades. Estos factores de carácter social, permiten
moldear la personalidad del individuo, por las múltiples influencias
que deviene esa relación de carácter comunitario y que los sociólogos
han señalado como la imitación, educación, influencia y la sugestión.
El individuo por el instinto de la imitación adquiere hábitos comunes
a todo el grupo social, como sus costumbres, modismos y tradiciones.
Luego la educación que opera en él de manera más consciente, aplica
la inteligencia y organiza de modo sistemático las influencias externas.
Pero en él puede influir el entorno donde se desenvuelve, insinuar,
inspirar ideas, sugerirlas de acuerdo a sus necesidades e intereses y
le permite accionar nuevas imágenes, nuevas concepciones, adquiere
una nueva forma de actuar y de desenvolverse, vale decir la motiva-
ción. Este hecho obedece a que toda persona posee una diversidad en
su graduación energética con capacidad para ejercer influencia sobre
el medio ambiente del cual se sirve67. Las comunidades en ningún
momento pueden prescindir de las aspiraciones y necesidades de

66 Véase Gregorio Fingerman, Relaciones humanas. Fundamentos psicológicos y sociales, Buenos Aires,
Ediciones Ateneo, 1977, 7ª ed.
67 Véase Ely Chinoy, Introducción a la Sociología, Buenos Aires, Ediciones Paidós, 1980, p. 42.

112 La Seguridad
cada uno de sus miembros, eso produce una indefectible interacción y
dependencia de todos los que la integran. Así se orientan las relaciones
humanas, como una necesidad imperiosa entre los que la integran,
buscando la mayor armonía posible, conciliando aspiraciones hacia las
necesidades que interesan al común del conglomerado social.
De manera amplia, motivo es aquello que impulsa a una persona
a actuar de determinada manera o por lo menos influye, que origina
una propensión hacia un comportamiento específico. Ese impulso a
actuar puede ser provocado por un estímulo externo (que proviene del
ambiente) o puede ser generado internamente en los procesos mentales
del individuo. En este aspecto, motivación se asocia con el sistema de
cognición del individuo. Los actos del ser humano son guiados por sus
conocimientos (lo que piensa, sabe y prevé). Sin embargo, preguntarse
por qué actúa de esta o de aquella manera corresponde al campo de
la motivación. Para responder qué es la motivación, debe apelarse a
los conceptos de fuerzas activas e impulsoras, traducidas por palabras
como deseo y rechazo. El individuo desea poder, status y rechaza el
aislamiento social y las amenazas a su autoestima. Además, el análisis
motivacional especifica una meta determinada, para cuya consecución
el ser humano gasta energías. Si desea poder, por ejemplo, compro-
mete sus esfuerzos, su tiempo y su naturaleza para ser presidente de
la república; si desea obtener status, ingresar al club adecuado; si
rechaza el aislamiento social, huye de los amigos y conocidos que
puedan llevarlo a apoyar una causa social impopular; si rechaza las
amenazas a su autoestima, evita situaciones en que su competencia
intelectual pueda cuestionarse68.
En lo que atañe a la motivación, es obvio pensar que las personas
son diferentes: como las necesidades varían de individuo a individuo,
producen diversos patrones de comportamiento. Los valores sociales,
principios, intereses y la capacidad individual para alcanzar los obje-
tivos también son diferentes. Surge así un dinamismo necesario, cada
grupo acciona y reacciona con otros grupos sociales, también entre los
individuos que conforman el propio núcleo al cual pertenecen. Este
dinamismo es constante para mantener viva, útil, viable, constante
y perdurable en el tiempo y en el espacio, en función de la preserva-
ción de la especie. Esta actividad comunitaria no es producto del azar,
además de su condición natural para preservar la especie, aparecen
otros elementos que le dan forma y vida a la comunidad y se observan
68 Véase G. Fingerman, ob. cit., p. 19.

La Seguridad y las Emociones 113


en los sectores que la conforman, en la actividad industrial, en las
organizaciones políticas, sociales, científicas, en los círculos depor-
tivos, entre otros.
Si se analiza el dinamismo necesario para la existencia del grupo
social se concluye que ese dinamismo está conformado por una serie de
elementos internos y externos que lo condicionan y permiten clasificarlos
en tres sectores, que aunque en la práctica se confunden, desde el punto
de vista académico e investigativo, surge la necesidad de estudiarlo por
separado para que permita la interpretación cabal de la seguridad como
concepto y evitar con ello, confusiones en su empleo, aplicabilidad
e interpretación. Siendo que la seguridad se logra en el estadio de la
paz, tranquilidad, sosiego y bienestar debemos estudiarla desde el punto
de vista de la conducta humana; la transmisión de los sentimientos
y emociones; la naturaleza; y el ambiente natural que la hace posible.

Sentimientos y emociones
El ciclo motivacional comienza cuando surge una necesidad,
fuerza dinámica y persistente que origina el comportamiento. Cada
vez que aparece una necesidad, esta rompe el estado de equili-
brio del organismo y produce un estado de tensión, insatisfacción,
inconformismo y desequilibrio que lleva al individuo a desarrollar un
comportamiento o acción, capaz de descargar la tensión y liberarlo
de la inconformidad y de la inestabilidad. Si el comportamiento es
eficaz, el individuo satisfará la necesidad, y por ende, descargará
la tensión provocada por aquella. Una vez satisfecha la necesidad,
el organismo retorna a su estado de equilibrio anterior y a su manera
de adaptación al ambiente69. Estímulo interno, tensión y acción. En
el ciclo motivacional descrito anteriormente, la necesidad se ha satis-
fecho. Una vez satisfecha la necesidad, deja de ser motivadora del
comportamiento, puesto que ya no causa tensión o inconformidad.
Los motivos que determinan la conducta grupal son los mismos que
determinan la conducta individual y responden a satisfacciones de las
necesidades biológicas básicas, que inciden de manera específica en
lo espiritual, que también incurren en la sobrevivencia individual y
colectiva. Dentro de esos motivos desde el punto de vista interno, se
presentan los sentimientos y las emociones como elementos determi-
nantes en la conducta humana y desempeñan un papel importantísimo
en el comportamiento colectivo.
69 Véase Linda Davidoff, Introducción a la Psicología, México, McGraw-Hill, 1980.

114 La Seguridad
La mayoría de estos estados se transmiten por imitación instintiva,
por hábitos, tanto los movimientos expresivos, como los internos
o concomitantes y por contagio pasan de una persona a otra. Estos
fenómenos conforman el alma del individuo y es la manera de expre-
sión, como una respuesta a los resultados de su gestión, hacia la
satisfacción de lo que considera le pertenece, que le es propio por
condición natural o por sobrevivencia. Es aleatorio que inicialmente
todo deseo tenga por objetivo el placer o la felicidad, pero quizás esto
sea frecuente en personas con inclinaciones egoístas o inmoderadas,
pues en la generalidad de los casos, la satisfacción de las necesidades
no son producto de la consecución del placer, también hay placeres
que se producen por la satisfacción de necesidades vitales o producto
de un sentimiento agradable o simplemente haber experimentado el
logro de una meta después de un esfuerzo con mucho empeño, lo que
se llama la satisfacción del deber cumplido.
Cuando el cumplimiento del deber es proporcionado por la voluntad
y el deseo de lograr el objetivo propuesto, produce una manifiesta
satisfacción. Aquellos actos que no requieren mucho esfuerzo, ni
mayor trabajo en el individuo no producen ningún placer, igual que
los actos de rutina. Cuando no se logra el objetivo propuesto y ese
deber se ve cuestionado por una acción mal realizada, produce
frustración, disgusto o dolor. Su fundamento es proporcionado por
las emociones. En este orden de ideas debemos preguntarnos, ¿qué
es una emoción?, entendemos que se presenta como un concepto
esquivo y difícil de definir. Todos tienen alguna idea de qué es una
emoción, alguna vez la han sentido, pero, si se pregunta, surge una
respuesta. William James al respecto dice:

Si experimentamos alguna emoción fuerte y después intentamos abstraer de nuestra


consciencia de ella, todos los sentimientos de sus síntomas corporales, encontraremos
que atrás no hemos dejado nada, ningún ‘material mental’ del que pueda constituirse la
emoción, y que todo lo que queda es un estado frío y neutro de percepción intelectual. Para
mí es imposible pensar, qué tipo de emoción de miedo quedaría, si no estuvieran presentes
la sensación de latidos acelerados o de respiración entrecortada, ni la sensación de labios
temblorosos o de piernas debilitadas, ni de carne de gallina o de retortijones de tripas.
¿Puede alguien imaginarse el estado de ira sin sentir que el pecho estalla, la cara se rubo-
riza, los orificios nasales se dilatan, los dientes se aprietan, sin notar el impulso hacia la

La Seguridad y las Emociones 115


acción vigorosa? ¿Puede sentirse rabia en cambio con los músculos relajados, la respiración
calmada y una cara plácida?70

Toda conducta hasta que la cultura sobrepase, debe ser evaluada y


conformada por un conjunto de preferencias del organismo, que consi-
dera que la supervivencia del ser humano es de suma importancia.
Estos mecanismos reguladores aseguran la supervivencia al impulsar un
estado corporal que tiene una lectura muy clara (hambre, sed, náusea)
o una emoción reconocible (miedo, ira) o también alguna combina-
ción de estado corporal y emoción. Igualmente estos mecanismos son
también importantes, para que el organismo pueda clasificar cosas o
acontecimientos como buenos o malos, en función de su incidencia en
la supervivencia. Bajo la influencia de estos mecanismos, el repertorio
de cosas categorizadas como buenas o malas, crece rápidamente y es
lo que se conoce como una emoción.
La naturaleza desarrolló nuestras emociones, a lo largo de millones
de años de evolución y como resultado generó la facultad potencial de
servir hoy, como un delicado y sofisticado sistema interno de guía en
la vida. Nuestras emociones nos alertan cuando la necesidad natural
humana no es alcanzada. Por ejemplo, cuando nos sentimos solos,
nuestra necesidad por conectarnos con otras personas no es lograda;
cuando nos sentimos temerosos, nuestra necesidad por la seguridad no
es conseguida; cuando nos sentimos rechazados, es nuestra necesidad
por ser aceptados la que no es lograda. Las emociones son una fuente
valiosa de información, ayudan a tomar decisiones. Estudios demues-
tran que cuando las conexiones emocionales de una persona están
rotas en el cerebro, no puede ni siquiera tomar decisiones simples.
¿Por qué? Porque no sabe cómo se sentiría respecto a sus decisiones.
Cuando hay incomodidad con el comportamiento de una persona,
las emociones alertan. Si se aprende a confiar en las emociones y se
siente confianza al expresar ideas, se puede hacer saber a la persona
de la incomodidad, tan pronto se esté consciente de los sentimientos.
Esto ayudará a delimitar las fronteras, las cuales son necesarias para
proteger la salud física y mental del individuo.
Las emociones ayudan a comunicarse con las demás personas. Por
ejemplo, las expresiones faciales pueden dar a conocer una amplia
gama de emociones. Si se está triste o herido, se hacen señales a otros
de que se necesita de su ayuda. Si verbalmente se es hábil, también se
70 William James, Principios de Psicología, México, Fondo de Cultura Económica, 1989.

116 La Seguridad
es capaz de expresar mejor las necesidades emocionales y consecuen-
temente tener una mejor oportunidad de llenarlas. Si se es efectivo
en escuchar las dificultades emocionales de los demás, entonces aún
mejor se es capaz de ayudar para sentirse comprendido, importante y
atendido.
Las emociones son quizás la más grandiosa fuente potencial de
integración de todos los miembros de la especie humana. Claramente
las diversas creencias religiosas, culturales y políticas nos han unido.
Por el contrario, a menudo ellas han dividido trágica y fatalmente a las
comunidades. Las emociones, por un lado, son universales. Charles
Robert Darwin (1809-1882), naturalista inglés, escribió sobre esto,
años atrás, en uno de sus libros menos conocidos llamado La expre-
sión de la emoción en el hombre y en el animal. Las emociones de
empatía, compasión, cooperación y perdón, en principio, todas tienen
la facultad potencial de unir como una sola especie. Parece justo decir
que generalmente hablando: las creencias dividen y las emociones
unen71. Por ejemplo, cuando alguien llega a una reunión, lo primero
que hace es reconocer (percibir) a las personas que están en la sala
y casi simultáneamente experimenta nuevas emociones relacionadas
con la nueva situación. Si lo que se siente es positivo y agradable,
significa que el mecanismo emocional valora que la situación, lo que
allí ocurre, es favorable para la supervivencia (negocios, afecto, cono-
cimientos). Por el contrario, si se siente mal, inquieta, forzada, significa
que el mecanismo emocional cree que la situación puede perjudicarle.
Esta valoración emocional, se realiza mediante mecanismos
físico-químicos muy diversos, dependiendo de la complejidad del
organismo. Un organismo unicelular posee mecanismos simples para
evaluar si una situación o estímulo le es favorable o desfavorable,
mientras que un mamífero, por ejemplo, posee mecanismos emocio-
nales mucho más complejos, en los que su sistema nervioso juega el
papel fundamental.
Con la aparición y desarrollo del córtex, los procesos cognitivos
participan de forma fundamental en la elaboración de las emociones.
En particular, la importancia del neocórtex en la especie humana es tal,
que los procesos cognitivos determinan en gran medida las emociones.
Pero el hecho de que el córtex y neocórtex participen en la elabora-
ción de las emociones no significa que sea de forma consciente. La
71 Mariano Chóliz Montañés, La expresión de las emociones en la obra de Darwin, Valencia, España: Universidad
de Valencia, Departamento de Psicología, 1995.

La Seguridad y las Emociones 117


elaboración de las emociones es un proceso no voluntario, del que se
puede ser solo parcialmente consciente.
A menudo se habla del control emocional o de controlar las
emociones como una habilidad necesaria para el buen desarrollo de
las relaciones sociales.
En este caso, controlar las emociones significa que la persona sea
capaz de no mostrar las emociones que está experimentando, es decir,
no tiene control sobre la emoción misma sino sobre su manifestación
externa. Una emoción resulta ser la alteración intensa y pasajera de
nuestro ánimo, que puede ser agradable, o en su defecto, muy penosa,
y que además suele aparecer junto con una conmoción somática, por
ejemplo, se puso a llorar de la emoción cuando le dieron la noticia de
su embarazo.
A las emociones también se las cataloga de fenómenos psicofísicos,
porque representan modos eficaces de adaptación, a los diferentes
cambios que proponen las demandas ambientales. En el estricto plano
psicológico, una emoción siempre alterará la atención y aumentará el
desarrollo de ciertas conductas en lo que es la jerarquía de respuestas
del individuo. Y en el aspecto fisiológico, una emoción, organiza las
respuestas de distintos sistemas biológicos, incluyendo en este plano
las expresiones de la cara, de los músculos, de la voz, del sistema
endocrino, entre otros, con la misión de establecer un medio interno
óptimo para el comportamiento más efectivo.
La vivencia y la experimentación de las emociones es lo que le
permite a un individuo establecer una posición respecto de su entorno,
impulsarse u orientarse hacia determinadas personas, cosas u objetos.
Por otra parte y en muchas otras situaciones, las emociones resultan
ser una especie de depósito de influencias innatas (aquellas que
nacieron con uno) y aprendidas. El psicólogo Jean Piaget, uno de los
estudiosos más fervientes y dedicados que ha tenido este tipo de estu-
dios, sostiene que de hecho existen conductas emocionales, que están
relacionadas con los procesos de construcción de una mente indivi-
dual inteligente. La metodología de conocimiento de nuestro entorno,
se obtiene gracias al proceso de evolución individual de la inteligencia,
que selecciona estructuras internas, vinculadas con la formación y las
características estructurales del cerebro, más los elementos del sistema
nervioso y las relaciona con las percepciones del entorno en cuestión.
Además, todo esto tendrá como consecuencia procesos mentales cada
vez más complicados, que suponen la epigénesis (crecimiento) de las

118 La Seguridad
estructuras cognitivas.
Por otro lado, al interés expectante con el cual se participa en algo
que está ocurriendo, también se le llama comúnmente emoción. En
definitiva, se quiere decir que, por medio de la emoción, un organismo
sabe, consciente o inconscientemente, si una situación es más o menos
favorable para su supervivencia. La emoción es el mecanismo funda-
mental, que poseen todos los seres vivos para orientarse en su lucha
por la supervivencia.
Algunos autores usan los términos emociones primarias y secun-
darias, distinción de gran ayuda. Una emoción primaria es la que se
siente primero y la secundaria es adónde va dirigida, adónde conduce.
El enojo es un buen ejemplo de una emoción secundaria, como
argumento en el escenario del enojo hay muchas posibles emociones
primarias las cuales, cuando son lo suficientemente intensas, pueden
conducir al enojo. Puede una persona sentirse insultada, presionada,
engañada. Si estos sentimientos están en un nivel bajo, probablemente
no dirá que se siente enojada, pero si son intensos, comúnmente dice
que se siente enojada.
Las emociones primarias72 del ser humano son la base esencial del
comportamiento humano y se interpretan como las manifestaciones
corporales, materiales y espirituales, que sirven de criterios, principios,
valores o prejuicios para afrontar los acontecimientos y dar acertadas
respuestas a los conflictos, riesgos y amenazas en función de sus ajus-
tados intereses73.
El escenario habitual parte del amor como fin fundamental del
género humano, enfoque propio de disciplinas tales como biología
y psicobiología, llamadas en su conjunto neurociencias. El concepto
de amor no es una noción técnica en biología, sino un concepto del
lenguaje ordinario que es polisémico (tiene muchos significados), por
lo cual resulta difícil explicarlo en términos biológicos. Sin embargo,
desde el punto de vista de la biología, lo que a veces se llama amor
parece ser un medio para la supervivencia de los individuos y de la
especie. Si la supervivencia es el fin biológico más importante, es lógico
que la especie humana le confiera al amor un sentido muy elevado y
trascendente (lo cual contribuye a la supervivencia). Desde la psicobio-
logía sí tiene sentido encontrar las bases orgánicas de estados mentales
concretos (como la sensación subjetiva de amor).
72 Véase la Figura 4, p. 131 de este trabajo.
73 Véase Antonio Damasio, El error de Descartes, California, Estados Unidos, Ediciones Crítica, 2006.

La Seguridad y las Emociones 119


El amor (del latín, amor, -oris) es un concepto universal relativo a la
afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes
ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico).
Habitualmente se interpreta como un sentimiento relacionado con el
afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones,
experiencias y actitudes. Con frecuencia el término se asocia con el
amor romántico. Su diversidad de usos y significados, combinada con
la complejidad del sentimiento implicado en cada caso, hace que el
amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente74.
Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente pode-
rosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. Con todo, el amor
interpersonal se considera “sano” o “verdadero” cuando es cons-
tructivo para la personalidad, para lo cual es indispensable tener una
buena autoestima.
El amor trata del opuesto fisiológico al estado de “lucha o huye”
que comparten la ira y el miedo. También las reacciones parasimpá-
ticas generan un estado de calma y satisfacción que facilita la coopera-
ción. Se le contrapone la aversión. La aversión al riesgo (risk aversion),
es una de las asunciones básicas de las teorías sobre la gestión de
carteras, así como uno de los principios sobre los que se sustenta la
economía. Supone la necesidad de minimizar el riesgo por parte de
los inversores, ya que dadas dos inversiones con igual rentabilidad,
este elegirá la que tenga un nivel menor de riesgo. Se asume que esta
afirmación es universal y todos los inversores actuarán de esta forma.
Aversión quiere decir antipatía, repulsión, odio, execración. Los
organismos vivos disponen de mecanismos perceptivos que les permiten
reconocer aquellos estímulos que son significativos para su supervi-
vencia: para obtener comida, para protegerse de un ataque. Pero la
percepción cubre sólo una parte del problema. La percepción tiene
como objeto reconocer los estímulos, saber qué son.
Esto no es suficiente para un ser vivo. Además, necesita saber si esto
que ha percibido (que ya ha reconocido), le es útil y favorable para su
supervivencia o no. ¿Qué mecanismos tienen los seres vivos para deter-
minar si lo que han percibido es favorable para su supervivencia o no?
V.J. Wukmir (1967) planteó que tales mecanismos son las emociones.
La emoción es una respuesta inmediata del organismo, que le informa
del grado de probabilidad y viabilidad de un estímulo o situación.
Si la situación le parece favorecer su supervivencia, experimenta una
74 Véase Enciclopedia Visor, Buenos Aires, Universidad de Salamanca, Edición Especial para Latinoamérica, 1999.

120 La Seguridad
emoción positiva (alegría, satisfacción, deseo, paz) y si no, experimenta
una emoción negativa (tristeza, desilusión, pena, angustia). De esta
forma, los organismos vivos disponen del mecanismo de la emoción
para orientarse, a modo de brújula, en cada situación, buscando
aquellas situaciones que son favorables a su supervivencia (son las que
producen emociones positivas) y alejándoles de las negativas para su
supervivencia (que producen emociones negativas)75.
Todo organismo puede equivocarse o predisponerse en su valora-
ción emocional. Todo proceso de medida puede ser erróneo en grados
variables. Los mecanismos emocionales, al igual que los perceptivos,
son limitados y están sometidos a múltiples incidencias, tanto internas
como externas, que disminuyen su eficacia y en consecuencia, la
emoción experimentada puede no corresponder a la realidad de la
situación y producir graves perjuicios al organismo, es decir, una situa-
ción puede ser valorada positivamente (experimentar una emoción
positiva), aunque, en realidad, sea muy perjudicial para el organismo
o los intereses propios o colectivos. Un ejemplo de ello es la aversión
como mecanismo de defensa o protección.
Acompaña la aversión, la frustración que se interpreta como la
conducta que adopta el individuo en aquellas circunstancias en que
tropieza con un obstáculo, y le produce un estado de tensión, que le
impide alcanzar el objetivo que persigue. Este estado viene a repre-
sentar la solución al problema sobre el cual reinaba otra expectativa.
Es una solución totalmente desigual a la que se esperaba y que gene-
ralmente se dan en situaciones normales, no es solo la privación de un
deseo o de una necesidad, porque puede ser también que el resultado
de la solución haya sido desastrosa, tanto para el que la realiza como
para su entorno que se ve también perjudicado.
Estas dos emociones, el amor y la aversión, generan como conse-
cuencia otras emociones también primarias: la ira; tristeza; miedo y
alegría.

La ira: La sangre fluye a las manos, y así resulta más fácil tomar un
arma o golpear un enemigo; el ritmo cardíaco se eleva, lo mismo que
el nivel de adrenalina, lo que garantiza que se podrá cumplir cualquier
acción vigorosa. El concepto de ira hace referencia a aquellos senti-
mientos de violencia, enojo, angustia e indignación generados en torno
a situaciones o personas específicas.
75 V.J. Wukmir, Emoción y sufrimiento, Barcelona, España, Editorial Labor, 1967.

La Seguridad y las Emociones 121


La ira es para muchos psicólogos y profesionales, un sentimiento
de descontrol anímico, que puede resultar muchas veces en diferentes
tipos de violencia, especialmente si no está bien canalizada. Cono-
cida como uno de los siete pecados capitales, la ira es sin dudas un
instinto que, dependiendo de los casos particulares, puede acercar al
ser humano al estado casi animal en el cual el uso de la razón, queda
bloqueado por los sentimientos irracionales.
La ira es claramente uno de los sentimientos más complejos del ser
humano, aunque pueda ser relacionado con instintos casi animales.
Siendo esto verdad, la ira puede convertirse en un verdadero problema
si no es propiamente canalizada o neutralizada, generando en el
individuo diferentes tipos de manifestaciones. Estas manifestaciones
pueden ser físicas y pasajeras (como ruborizar, acaloramiento, presión
alta, palpitaciones hasta violencia), pero también pueden dejar un
rastro psíquico a través de la angustia, la ansiedad, la insatisfacción, el
enojo y un constante estado de ánimo negativo.
Para la psicología freudiana, la ira es el producto de una falta de
amor o de cariño. Sigmund Freud planteó también en sus escritos, la
posibilidad de que exista cierta predisposición genética, para que un
individuo tenga tendencia a sentir diferentes grados de ira ante deter-
minadas situaciones76. En este sentido, la psicología siempre sostiene la
peligrosidad de que existan sentimientos de ira, en una persona y que
estos no sean adecuadamente utilizados, generando así situaciones de
riesgo para terceros y para uno mismo. Se cree que la ira entendida
como un valor de supervivencia, puede transformarse en un elemento
positivo, si es responsable de llevar al individuo hacia una búsqueda
de soluciones y posibles factores de ayuda.
La ira ha llamado la atención del ser humano desde siempre y esta
condición ha sido el sujeto de diferentes obras literarias y exploraciones
analíticas a lo largo de la historia de la Humanidad. Este interés puede
deberse a que los sentimientos de ira son generalmente indomables e
inmensurables, poniendo en juego nuestra naturaleza animal y salvaje
ante aquello que nos diferencia de las bestias. Pero cuando se hace
referencia a la percepción de seguridad, adquiere un especial signifi-
cado para este estudio, desde el punto de vista conductual.
Miedo: La sangre va a los músculos esqueléticos, en especial a los
de las piernas, para facilitar la huida. El organismo se pone en un estado
de alerta general y la atención se fija en la amenaza cercana. El miedo
76 Véase Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado, Barcelona, España, Ediciones Nauta, 1981, t. 2, p. 514.

122 La Seguridad
es una sensación asociada con lo desagradable, que se manifiesta tanto
en los seres humanos como en los animales, ante la percepción de un
concreto, inminente o futuro peligro, daño, que amenaza ciertamente
su equilibrio y tranquilidad. Al miedo lo podemos incluir dentro del
grupo de emociones primarias, que entonces se va a despertar ante
la aversión innata de los seres vivos ante la amenaza que le provoque
alguien o algo.
Seguramente no lo sepan o jamás se hayan puesto a pensarlo,
pero el miedo es parte de un complejo entramado que incluye, no
solamente cuestiones y consecuencias fisiológicas primarias, sino
también psíquicas. Será en el sistema límbico, encargado de regular las
emociones y que más precisamente se ubica en el cerebro, tanto de
los animales como de los seres humanos, donde se encuentra el meca-
nismo que da rienda suelta al miedo, es decir, allí tienen lugar la huida,
la lucha, la resistencia al dolor y todo lo inherente a la conservación de
la especie, a la sobrevivencia.
Lo que hace este sistema es revisar en todo momento (incluso
cuando estamos durmiendo) toda la información que llega de los
sentidos y esto es posible gracias a la amígdala, que es la que controla
y localiza el miedo o el afecto, según corresponda. Entonces, cuando
el ser humano o el animal reciben una advertencia de peligro, la
amígdala se activa y genera los mecanismos de defensa de los cuales
hablábamos antes, como ser la lucha, la huida, entre otros.
El miedo produce concretos efectos físicos fáciles de detectar y
observar, si no fíjense en la siguiente lista y no van a decir ustedes,
que alguna vez no han padecido un síntoma bastante parecido o igual
a estos: aumento de la presión arterial, la dilatación de las pupilas, el
corazón empieza a latir más fuerte, estiramiento de los labios y arrugue
de la frente, entre los más obvios.
Por otro lado, será casi un hecho que determinada situación que
nos provocó miedo, como puede ser que pasamos por una esquina y
un perro que habita allí, casi nos ataca, por esta cuestión del meca-
nismo de defensa innato, hará que no lo volvamos a repetir, es decir,
no volvamos a pasar por ese mismo lugar.
La palabra reticencia designa a la actitud de dudar o no realizar
algo de manera segura y definida. La reticencia representa a aquellas
personas que ante determinadas actividades o actos, no resuelven el
modo en que actúan, si no que dudan y se muestran opuestos a tal o
cual opción. La reticencia puede ser útil en algunos casos, pero a veces

La Seguridad y las Emociones 123


también puede ser inconveniente cuando se pide a la persona que se
tome una decisión importante.
No se puede decir que la reticencia sea una actitud permanente o
característica de ciertas personas, si no que todos en algún momento
pueden demostrarla cuando se ven enfrentados a determinadas situa-
ciones o circunstancias. Así, hasta los animales pueden mostrarse
reticentes a realizar ciertas actividades, aunque en el caso de ellos,
la reticencia no es algo racional, sino que se guía por los instintos y
por las sensaciones más orgánicas que otra cosa. Normalmente, los
animales se muestran reticentes a ser trasladados o sacados de su lugar
común y esto tiene que ver con el instinto de reacción ante el miedo o
una posible amenaza.
Los seres humanos, en cambio, muestran reticencia no sólo por
sensaciones o por instinto, sino también a partir de la racionalización
de ciertos eventos o circunstancias. De este modo, una persona se
puede mostrar reticente a viajar en determinado vehículo, no sólo
porque le provoca una sensación de miedo, si no que porque tiene ya
aprendido y racionalizado, que ese vehículo en particular puede ser
peligroso. La reticencia no es, entonces sólo la duda, sino también la
negación a actuar como se supone. Cuando una persona o un animal
desarrollan un nivel importante de reticencia ante cierta situación, el
adjetivo calificativo que se utiliza para designarlo es el de reticente, y
este sirve tanto para hombres como para mujeres.
El término susto se utiliza para hacer referencia a aquella sensa-
ción de temor y sorpresa que un ser humano o animal puede mostrar
ante determinadas circunstancias en las que, quizás por milésimas de
segundos, puede la vida entrar en peligro o verse amenazada. El susto
puede ser fundado, es decir, cuando se generan determinadas acciones
o actos, así como también exagerado, es decir, producto de percep-
ciones o sugestiones y no de situaciones reales. Este segundo tipo de
susto es más característico de los seres humanos que cuentan con
una historia de situaciones racionalizadas, mientras que los animales
simplemente responden a estímulos o actos específicos.
El susto puede describirse básicamente como una sensación desa-
gradable, que hace que la persona se sienta atemorizada, asustada y en
peligro. Esto es generado por la presencia de algún tipo de amenaza,
sea esta de gran seriedad o de menor seriedad. En ambos casos,
aparece la sensación de susto ya que la misma es casi una respuesta

124 La Seguridad
automática que no se puede controlar o evitar77.
El susto puede hacerse presente y visible tanto de manera física o
fisiológica como también de manera emocional o psíquica. En el primer
caso, el susto por lo general se presenta a través de palpitaciones, agita-
ción, sudoración, enrojecimiento, aunque los síntomas pueden variar
en cada caso dependiendo de la circunstancia específica. Los síntomas
emocionales pueden demostrar también incomodidad, inseguridad,
desesperanza, temor o infelicidad. De acuerdo a si el susto es tempo-
rario y de corta duración o si es de larga duración y crónico, estas
sensaciones pueden volverse más y más notorias, transformándose en
algunos casos en elementos crónicos de la personalidad o del carácter
del individuo y modificando así su conducta de manera negativa.
Situaciones normales en las que las personas experimentan esa
sensación de susto son por ejemplo, robos, agresiones por parte de
otros (tanto personas como animales), heridas o accidentes, enfrentar
situaciones difíciles o de tensión, entre otras. En conclusión, el miedo
es una de las emociones primarias del ser humano que se manifiesta
cuando las potencialidades son inferiores a las debilidades.
Tristeza: La melancolía puede ser descrita como un estado de
ánimo a partir del cual, la persona suele sentir tristeza sobre otras
emociones. Si bien en algunos casos la melancolía es entendida como
un estado de ánimo de alteración (es decir, de no normalidad), puede
ser también una sensación que se presenta en diferentes momentos y
situaciones sin volverse un fenómeno permanente, en cuyo caso esta-
ríamos más próximos a hablar de depresión78.
La melancolía es una de las características del ser humano, enten-
dido como aquel ser que siente y que vive sus experiencias cotidianas
a través de la emoción. La palabra melancolía proviene del griego
melancholia, que significa tristeza o abatimiento. Así, el estado de
melancolía se representa en el individuo a través de cierta pesa-
dumbre, tristeza, falta de energía, aburrimiento, angustia y también de
fenómenos físicos, como el llanto, dolores específicos o una sensación
de incomodidad79. En términos orgánicos, se cree que la melancolía
puede ser causada por el exceso de bilis, la sustancia que se produce
en el hígado y que tiene que ver con la digestión.

77 Ibíd., t. 4.
78 Véase Gran Enciclopedia Espasa, Bogotá, Espasa Calpe, 2005, t. 19, p. 11.549.
79 Ibíd., t. 13, p. 7.671.

La Seguridad y las Emociones 125


La melancolía, es muchas veces asociada con determinadas activi-
dades, principalmente con personajes sociales como los artistas, quizás
los que están más en contacto con sus emociones y sensaciones a la
hora de realizar sus trabajos. Se considera que muchos de los grandes
artistas de la Humanidad, han logrado sus mejores producciones bajo
el efecto de estados anímicos, tales como la melancolía, la tristeza, la
desesperación o la ira.
Normalmente, la melancolía forma parte de los diferentes estados
de ánimo por los que pasa el ser humano a lo largo de su vida
cotidiana. Sin embargo, en muchos casos la presencia continua de
melancolía, en niveles importantes, puede señalar el desarrollo de
estados psicológicos conocidos como depresión, bipolaridad y otras
alteraciones de la calidad de vida mental de la persona, que sin duda
perjudican su buen desempeño y desarrollo.
El término pesadumbre es utilizado para señalar aquella sensación
de dolor, tristeza o sufrimiento que puede ser causada por diferentes
elementos o situaciones. La pesadumbre hace que una persona actúe
de manera pausada, triste y normalmente sin demasiadas expresiones
(es decir, ni de ira ni de alegría), ya que es una forma de demostrar la
tristeza calmadamente. La pesadumbre puede ser una actitud perma-
nente en algunas personas con tendencia a la depresión.
La pesadumbre aparece o se genera en una persona a partir de
una situación de dolor, de pérdida y de tristeza. Las causas de este
tipo de situaciones que generan pesadumbre pueden ser varias y muy
distintas entre sí: causas emocionales, causas físicas, causas econó-
micas, sociales. Al mismo tiempo, pueden ser situaciones específicas
y bien definibles, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, o
causas de largo plazo, como por ejemplo la imposibilidad para formar
una familia, para conseguir un trabajo.
Las maneras en que la pesadumbre se hace evidente, pueden ser
tanto físicas como emocionales. Por lo general, el estado de pesa-
dumbre no implica una actitud violenta, como sí puede implicarla
la ira o la desesperación (ambas sensaciones también negativas).
Normalmente, una persona apesadumbrada, es aquella que lleva o
carga encima con un pesar, por lo tanto la actitud corporal como la
anímica son específicas. En este sentido, la pesadumbre se manifiesta
a través de elementos tales como un caminar pausado, la cabeza baja,
una expresión triste en la cara, los brazos caídos, llanto, o posiciones
específicas mediante las cuales, la persona busca sentirse resguardado

126 La Seguridad
y en soledad consigo mismo (por ejemplo, sentado con la cabeza entre
las piernas o los brazos).
En cuanto al estado anímico, una persona apesadumbrada es
alguien que se muestra triste, desolado, preocupado, angustiado o falto
de comunicación. También puede ser una persona que llora y que no
rinde en las actividades diarias, como normalmente lo haría por falta
de concentración, distracción, falta de energía.
Alegría: Sentimiento grato y vivo, producido por un motivo placen-
tero, que por lo común, se manifiesta con signos externos. Persona o
cosa que manifiesta o causa alegría. La alegría es un estado interior
fresco y luminoso, generador de bienestar general y una poderosa
disposición a la acción constructiva. La alegría es una de las emociones
básicas del ser humano, junto con el miedo, el dolor, la tristeza y el
amor. Sentimiento de placer que tiene una persona cuando se produce
un suceso favorable o cuando obtiene una cosa que deseaba, y que
suele expresarse externamente con una sonrisa, con risas.
La alegría es algo simple, pero no sencillo. Es simple apreciar si una
persona es alegre o no, y la forma en la que ilumina a los demás, sin
embargo, tratar de ser una persona así no es sencillo. La alegría es un
gozo del espíritu. Los seres humanos conocen muy bien el sufrimiento y
el dolor, y quienes han perdido a un ser querido lo han experimentado
en toda su profundidad. Bien, pues así como el ser humano conoce
el dolor y el sufrimiento, es capaz de tener las sensaciones opuestas:
bienestar y... ¿Felicidad? Sí, felicidad80.
Sin embargo, la alegría es distinta del dolor, pues el dolor general-
mente tiene causas externas: un golpe, un acontecimiento trágico, una
situación difícil. Y la alegría es exactamente al revés, proviene del inte-
rior. Desde el centro de la mente, del alma, hay un bienestar, una paz
que se reflejan en todo el cuerpo: se sonríe, se anda por ahí tarareando
o silbando una tonadita, se vuelve solícito... El cambio es realmente
espectacular, tanto que suele contagiar a quienes están alrededor de
una persona así.
La alegría surge, en primer lugar, de una actitud, la de decidir cómo
afronta el espíritu las cosas que le rodean. Quien se deja afectar por
las cosas malas, elige sufrir. Quien decide que su paz es mayor que las
cosas externas, entonces se acerca más a una alegría. Una alegría que
viene desde de adentro.

80 Véase Enciclopedia Visor, ob. cit., t. 1.

La Seguridad y las Emociones 127


Felicidad: Aumenta la actividad de los centros cerebrales, que
inhiben los sentimientos negativos y pensamientos inquietantes. El
organismo está mejor preparado para encarar cualquier tarea, con
buena disposición y estado de descanso general. De acuerdo al uso
que se le dé, la palabra feliz puede presentar varias referencias, aunque
la más difundida y empleada es aquella que refiere a aquello o a aquel
que disfruta u ocasiona la felicidad81.
En tanto, la felicidad resulta ser un estado de ánimo que supone la
satisfacción, porque estar feliz es estar contento, a gusto, complacido,
por aquella cuestión que satisface; de todas maneras, el hecho de
sentirse feliz es una cuestión absolutamente subjetiva y relativa, ya que
no hay un índice o una categoría a alcanzar para ser feliz, sino que
es algo que se da por un episodio concreto o por una forma de vida.
Además, lo que a una persona la hace feliz, puede ser, que a otro no lo
haga para nada. Hay quienes creen que la felicidad se encuentra en las
posesiones materiales, es decir, cuanto más tengo más feliz seré, pero
por el lado diametralmente opuesto, se encuentran las religiones o
aquellos con predilección por lo espiritual, que asociarán a la felicidad
con un estado del alma donde el ser se siente en paz.
Entonces, lo regular es que el ser humano se sienta feliz, cuando
logra alcanzar los objetivos propuestos, cuando logra solucionar
problemas que lo aquejan. En tanto, cuando no se lo logra, se da paso
a la frustración, que llevará a la pérdida de ese estado de ánimo satis-
factorio. En el estricto campo biológico, se considera que el ser feliz
será el resultado de una actividad neural de tipo fluida, en la cual tanto
los factores externos como los internos estimulan al sistema límbico.
Otro uso del término feliz es para referirse a aquello oportuno
y acertado. Juan tuvo la feliz idea de reunir a todos los primos que
no se veían desde pequeños. Y también cuando algo se sucede sin
contratiempos, se suele emplear la palabra feliz para referirse a ello.
Se tuvo una estadía realmente feliz en la posada que se contrató. La
felicidad es el fin primordial del género humano y se califica como una
de las emociones primarias, que constituye la inspiración prioritaria de
la colectividad. Se manifiesta cuando lo deseado se materializa y es
producto de potencialidades suficientes que se sobreponen a las debi-
lidades, que en cualquier escenario son o pueden ser neutralizadas.
Necesaria para la sobrevivencia, bienestar, paz tranquilidad, sosiego

81 Ibíd., t. 10.

128 La Seguridad
y regodeo que en definitiva se traduce en lo que se conoce como la
seguridad.
Inteligencia emocional: De acuerdo a diversas teorías y corrientes
psicológicas, la inteligencia emocional, es la posibilidad que puede
tener el individuo, de estar en profundo contacto con los diferentes
niveles de sensibilidad, con las sensaciones y emociones. Este tipo
de inteligencia no se aplica únicamente a la conciencia de los senti-
mientos propios, sino también a la posibilidad de reconocer y trabajar
adecuadamente con las emociones e impresiones de los individuos
que nos rodean día a día.
Tal como lo dice su nombre, las personas que cuentan con un
importante desarrollo de su inteligencia emocional, son aquellas que
presentan facilidad para emocionarse, sentir y vivir sus experiencias
de vida, a través de los sentimientos y de la sensibilidad. En muchos
casos, la inteligencia emocional implica poder madurar aquellas sensa-
ciones, con el objetivo de controlarlas de mejor manera y obtener así
los resultados apropiados a cada situación. Sin embargo, la inteligencia
emocional, también puede describirse como el contacto profundo con
todo tipo de sensaciones, lo cual transformaría al individuo en una
persona sensible y emocional.
La inteligencia emocional supone siempre un equilibrio entre
elementos biológicos y psíquicos, ya que si bien las sensaciones se
suceden a nivel físico, su origen o causa tiene que ver con situaciones
que exceden lo somático y que se expresan a través del cuerpo. En
este sentido, la memoria juega un rol de gran importancia, ya que es
el centro en el cual quedan grabados los recuerdos de experiencias
vividas, que pueden causar emociones tales como alegría, pena, tris-
teza, éxtasis y terror, entre otras82.
La importancia de la inteligencia emocional, reside en el hecho de
que permite a los individuos, estar en contacto no sólo con sus propias
emociones, si no también considerarse sensibles y empáticos respecto
de situaciones o fenómenos externos. Muchas veces, personas con
altas dosis de inteligencia emocional son las que llevan a cabo activi-
dades de tipo solidario y social.
La inteligencia emocional es la manera de estudiar, analizar,
entender, interpretar y elegir, después de un evento, como se piensa,
se siente y se actúa. Permite establecer prioridades y rige la mayoría de
las acciones de acuerdo a los intereses, principios y valores.
82 Véase Gran Enciclopedia Espasa, ob. cit., t. 11, p. 6.365.

La Seguridad y las Emociones 129


FIGURA 4 EMOCIONES PRIMARIAS

F SATISFACCIÓN

E BIENESTAR
E ALEGRÍA PAZ
L T
M R
AMOR I A
P MIEDO N
C Q
R U
E TRISTEZA I I
L
I
AVERSIÓN S D D
A
A IRA A D REGODEO

SEGURIDAD
130 La Seguridad
CAPÍTULO X
AMBIENTE NATURAL EN LA SEGURIDAD
La cualidad y calidad del género humano que se modifica y perfec-
ciona con los elementos internos de su constitución física, han sido
mecanismos de estudio de la psicología, la sociología y la psiquiatría,
desde el punto de vista de su constitución y funcionamiento, para el
beneficio del colectivo, porque por su condición natural con sus dispo-
sitivos y procesos están preparado para la sobrevivencia, la búsqueda
de su bienestar y la preservación de la especie en el espacio y en el
tiempo. Pero para que su gestión conductual sea del todo en beneficio
de la vida y las circunstancias que de ella se desprenden, se vale del
ambiente natural como el espacio donde se desarrollan, materializan,
crean y perfeccionan sus ambiciones.
El ambiente natural puede definirse como aquel que está compuesto
por elementos bióticos y abióticos, que se descomponen en factores
físicos; químicos; biológicos; sociales y espirituales, que se integran e
interrelacionan, para favorecer la existencia del hombre en cuanto
a organismo societal y racional terrestre. Factores estos que transfor-
mados en circunstancias acompañan o rodean la situación, condición
o estado del individuo o el colectivo. Esto permite para su mejor
comprensión, generar interrogantes sobre una consideración socioló-
gica, que se presenta desde el punto de vista conductual.
Consideración sociológica dirigida a establecer: ¿por cuál vía, por
cual camino y con qué intensidad desde el punto de vista emocional,
alguno de estos factores o todos juntos, condicionan las conductas
individuales o colectivas?, ¿de qué manera inciden en sus sentimiento
y emociones?, ¿cómo intervienen en las motivaciones o estímulos?,
¿cómo aplica la inteligencia para el beneficio común y el propio?, ¿por
qué repercute en los fenómenos de organización o desorganización
social?, influyendo notablemente en el desarrollo o declinación de las
comunidades organizadas a todos los niveles, en los procesos políticos,
jurídicos, religiosos, sociales, culturales, tecnológicos, contribuyendo
como una consecuencia, en la distribución y forma de asentamientos,
para luego establecer de qué manera ese mismo ambiente natural
puede ser modificado en función de garantizar la seguridad.
La evolución de las sociedades dentro de este ambiente natural
y por intermedio de sus actividades presentes en su forma estructural,
encuentra siempre por esas mismas relaciones intersocietal, peligros,
riesgos, amenazas o conflictos, los que busca prevenir, intervenir,
adecuar o soportar para los logros que le interesan y les son comunes.
Este proceso ha motivado en el individuo un incremento de la violencia,

133 La Seguridad
la que tiene presente como recurso para la solución de esos eventos y
consecuentemente de sus problemas.
Esa interrelación en el ambiente natural que se experimenta, es
el producto de muchas actividades singulares o colectivas, llevadas a
cabo por el hombre, en la búsqueda siempre de esa paz, tranquilidad,
sosiego, sobre vivencia o bienestar que ambiciona. A manera referencial
se mencionan algunos actos de importancia en la sociedad organizada:
a) Las labores agrícolas, que en otras épocas, esas posesiones ahora
plantadas, se mostraban cubiertas de una amplia vegetación natural,
de bosques y selvas, que han sido tronchados, talados, cortados o
quemados para dar paso a diversas formas de engendro, con fines
alimentarios, comerciales o industriales. Pero también han dado
origen a la erosión o modificación de la composición bioquímica de
los terrenos, modificación de los cursos de agua y como una conse-
cuencia, cambio del hábitat de la región sometida.
b) La extracción de recursos naturales, renovables o no renova-
bles, con fines productivos y comerciales, como son el de la madera,
caucho, balatá, fauna marina y de minerales, que han modificado el
aspecto de la superficie terrestre y las estructuras subterráneas de
regiones enteras, sin dejar pasar por alto la contaminación ambiental
por el uso de sustancias nocivas.
c) Extracción de recursos naturales con fines energéticos (carbón,
gas, petróleo), recursos extraídos a costa del ambiente, modificación
del subsuelo, la orografía, el clima y otros.
d) Caza y pesca con fines industriales, que produce el exterminio
de la fauna terrestre y marina, unas ya desaparecidas y otras en vía
de extinción y así otros actos no de menor importancia pero que al ser
ejecutados, generan problemas de relativa envergadura a la comunidad.
El incremento implosivo de habitantes y las actividades económicas
dentro del ambiente natural, trajo consigo una serie de impactos de gran
trascendencia ecológica. El hecho mismo del crecer las ciudades, no se
ha presentado como un asunto aislado y en el vacío, sino más bien ha
sucedido a costa del espacio natural. Cuando los fines urbanos se impu-
sieron al uso de la tierra, crearon afectación negativa a la flora y fauna,
así como también alteración a los regímenes de los recursos hídricos,
superficiales y subterráneos; cambios en la temperatura, la humedad,
factores estos que guardan una estrecha relación con la pluviosidad.
Dos tipos de problemas se identifican en el ambiente natural bajo
estas circunstancias: Problemas cualitativos que son mayormente por el

Ambiente Natural en la Seguridad 134


deterioro ambiental producto de la contaminación. La aglomeración
de la producción y el consumo, crea una concentración de desechos
que tienden a superar las capacidades naturales de autodepuración,
surgiendo entonces la contaminación del suelo, del aire y de las aguas.
En segundo lugar, los hombres y sus labores productivas representan
las causas más importantes de ruidos molestos de allí la contaminación
sónica y finalmente casi todas las agresiones ambientales contribuyen
al deterioro de los valores escénicos del paisaje y sus atributos.
Los problemas cuantitativos son el resultado de la inadecuación
creciente entre los recursos y demandas. Por ejemplo, la disponibi-
lidad de aguas dentro de áreas específicas y sus zonas de influencias,
ya disminuidas por los cambios que produce el uso del suelo, se ve
comprometida en razón al volumen de exigencias a ser resueltas.
Igual circunstancia se presenta por la escasez de suelos productivos;
las edificaciones y otras obras de provecho comunitario, destruyen la
superficie natural. Con el aumento poblacional son necesarias estas
obras pero las comunidades reclaman los espacios abiertos para la
recreación y esparcimiento.
Pero los problemas no concluyen aquí. Estos hechos que reflejan
la interacción del hombre para procurar bienestar y respuestas a sus
ingentes necesidades, que además de los beneficios, generan circuns-
tancias adversas, que se contraponen a los intereses de otros seme-
jantes con los mismos derechos y también con muchas necesidades.
Es aquí donde los inconvenientes que afloran exigen de repuestas
adecuadas, para satisfacer las aspiraciones de la comunidad, sin
afectar a los otros particulares.
Lo que aquí se refleja a manera referencial, permite concluir que
los riesgos, las amenazas y los conflictos no necesariamente tienden a
ser violentos y hay que inferir en la necesidad de dividir ese ambiente
natural para establecer el radio de acción, el grado de responsabilidad y
competencia de los entes empeñados en preservar la paz, tranquilidad
y sosiego, en procurar la protección de las personas y sus pertenencias
en función de su sobre vivencia, bienestar y proyección generacional.
La percepción que se involucra en este escenario, es una sensa-
ción interior inteligente, razonada, por la cual el espíritu a través de
los sentidos, capta las representaciones exteriores necesarias para la
subsistencia. Capta el conjunto de medios necesarios para el sustento
de la vida humana y es aquí la relación incuestionable de la vida con la
seguridad, porque la vida lo es todo. En función a la subsistencia como

135 La Seguridad
suprema aspiración del ser humano, es por lo que se mueven todos los
escenarios y como complemento logra la adecuación ambiental, para
un cada vez mejor nivel de bienestar, hasta favorecer su proyección y
multiplicación de la especie con fines de permanencia en el tiempo y
en el espacio.
Si se aparta el concepto de lo particular y se interpreta desde el
punto de vista comunitario, del conjunto, se representa a una segu-
ridad en la nación como un designio sobresaliente, por ser la máxima
ambición de los venezolanos, el fin último de todas sus gestiones como
pueblo, como sociedad organizada, contando con dos instrumentos
no menos importantes, el desarrollo sustentable y productivo de plena
cobertura, apoyada por una defensa integral propia de una sociedad
organizada y preparada en forma armónica y gradualmente en función
de los postulados de la Constitución Bolivariana.

Ambiente Natural en la Seguridad 136


CAPÍTULO XI
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
DEL CONCEPTO SEGURIDAD
La Doctrina de la Seguridad Nacional es un concepto que fue mani-
pulado, para concretar ciertas acciones de política exterior de Estados
Unidos, con la intención de que las Fuerzas Armadas de los países
latinoamericanos alteraran su misión, consagrando sus acciones con
preferencia a garantizar el orden interno. Su objetivo estuvo referido a
combatir y neutralizar aquellas tendencias ideológicas, organizaciones,
alineaciones o movimientos subversivos que, dentro de cada Estado,
pudieran favorecer o apoyar al comunismo en el contexto de la Guerra
Fría, legitimando también con ello la toma del poder, por parte del
componente militar y la violación sistemática de los derechos humanos.
Todavía en estas dos décadas del siglo XXI, los estudiosos de esta
materia se refieren a la seguridad nacional como la capacidad de un
Estado-Nación para la defensa de sus intereses nacionales, interpretados
fundamentalmente como la integridad territorial y su poder soberano.
Otros han señalado que una nación está segura, cuando no tiene que
sacrificar sus legítimos intereses para evitar la guerra y asimismo cuando
es capaz, si fuera necesario, de mantenerlos a través de la guerra.
Se le ha definido también, como un sistema político para gobernar
a un Estado; como una doctrina política para acceder al poder; como
una organización gubernamental para el manejo de información e inteli-
gencia a nivel nacional; como un medio para emplear el poder nacional;
como un aspecto exclusivo de las fuerzas armadas; en definitiva se le ha
confundido con la defensa. En la actualidad hay Estados suramericanos
que conciben a la seguridad nacional, como forma para atender el orden
interno, bajo un criterio policial y a la defensa para las amenazas que
provienen del exterior, con responsabilidad para las fuerzas armadas.
La seguridad nacional adquirió una definición más hacia la acción
en lo policial y lo militar, especialmente durante la caída de la Unión
Soviética y el periodo de la guerra fría. La interpretación de la segu-
ridad nacional ha sido considerada bajo diferentes perspectivas en los
países, y a lo largo del tiempo, la doctrina de la seguridad nacional
fue el sostén ideológico de las dictaduras militares en América Latina,
durante las décadas de 1960 y 1970, y fue ideada por el gobierno de
Estados Unidos, como forma de ejercer un contrapeso político en la
región en el marco de la Guerra Fría. Las sucesivas administraciones
estadounidenses temieron que la influencia de la revolución cubana
de 1959 significara una expansión del comunismo en América Latina,
y que el continente girara hacia la órbita soviética.
Esta doctrina sostenía que la propagación de la ideología socialista en

139 La Seguridad
los países latinoamericanos, se convertían en amenaza para la seguridad
nacional de estas naciones, y por consiguiente, convenía una contrao-
fensiva política y militar; creándose de este modo la polémica Escuela
de las Américas en Panamá (1946-1984), la cual se encargó de instruir
a militares y policías de América Latina en técnicas contrainsurgentes.
Esta Escuela, llamada también Escuela de Guerra de las Américas, ha
sido señalada como una organización que ha promovido las violaciones
a los derechos humanos y la represión clandestina de los gobiernos
autoritarios de la región; otorgaba a las fuerzas armadas de nismo, y en
los hechos, esto significó el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) de los Estados Unidos, a las dictaduras militares que se expan-
dieron por el continente, durante las décadas de 1960 y 1970.
La seguridad nacional para esta época, representó a una nación
de relativa estabilidad, calma o paz que se admite como un beneficio
para su desarrollo sustentable de plena cobertura; así como para el
empleo de los recursos y estrategias suficientes para conseguirla (prin-
cipalmente a través de la defensa nacional inclinada hacia lo militar).
Los objetivos clásicos de la seguridad nacional consistían en prevenir o
rechazar amenazas militares de los Estados.
En los momentos actuales, las amenazas a la seguridad de la nación
son más difusas, e incluyen otras amenazas, que por el conflicto
Este-Oeste permanecían en la indiferencia, como eran los casos del
terrorismo, extorsión, secuestros, la droga en toda sus expresiones,
los riesgos medioambientales, económicos, culturales y fenómenos
sociales de escala global, como las migraciones masivas, la pobreza
crítica, el desempleo, las epidemias, sin descuidar la soberanía, inte-
gridad territorial, autodeterminación y la independencia.
Desde hace varias décadas, coincidiendo con el fin de la Guerra
Fría, la seguridad abordó una interpretación si se quiere holística desde
algunos posicionamientos. Comenzó a plantearse que la seguridad de
población no depende estricta y exclusivamente del mantenimiento de
la seguridad del Estado. Que un Estado sea seguro, no significa que su
pueblo esté seguro. Las múltiples amenazas y de graves propensiones
globales, que han aparecido o se han incrementado en los últimos
tiempos, han puesto de manifiesto que la seguridad que se manejaba
tenía un carácter multidimensional.
Como consecuencia de la evolución mundial de la tecnológica
actual y la aparición de nuevos escenarios en la política internacional,
las sociedades y las individualidades están siendo amenazadas conti-

Evolución Histórica del Concepto Seguridad 140


nuamente de manera general. Los conflictos dentro de los Estados,
principalmente conflictos de carácter psicosocial, etnoreligioso, los
problemas medioambientales, el terrorismo, la escasez de recursos, la
marginación del mundo mayoritario, el crimen organizado, las mafias,
las pandemias y la violación de los derechos humanos, reclaman otra
visión de la Seguridad que tenga por objeto al individuo, a la Huma-
nidad y a las comunidades en general.
En la introducción de este trabajo, se planteó la forma en que
aparecen las ciencias humanas, partiendo de la descripción del hombre
en el ambiente, y él para su estudio, para su propio beneficio, fabrica las
ciencias humanas. En este escenario plantea el concepto de la seguridad,
como un concepto controvertido, dado que por los intereses políticos
y hegemónicos de los gobiernos que pretenden convertirse en los
gendarmes de la población mundial, se han dado a la tarea de manipular
su aplicabilidad desde el punto de vista conceptual. Hasta el punto de
que en la actualidad no existe un consenso sobre su estricto significado.
Su manipulación se desplaza bajo dos criterios tomando en cuenta el
Estado, cuya seguridad es una responsabilidad de los gobiernos, están
los Estados seguros también lo estará su población; y el otro criterio
referido al individuo, sus ideas, su cultura e intereses. Así se planteó un
concepto de la seguridad bajo un criterio, interpretación y valor distinto,
en función de la persona sobre un razonamiento humanitario.
En relación al primer criterio, el Estado ha sido constante en su
interpretación, del elemento responsable de la seguridad, a través de los
instrumentos que monopoliza, para brindar protección a sus ciudadanos
y como correspondencia demanda lealtad a esa misma población. Bajo
el postulado de que la seguridad de la población está asegurada, con la
propia seguridad del Estado, dando origen a la seguridad nacional.
Con el segundo criterio referido al individuo, mientras la noción
seguridad nacional va dirigida a la seguridad y defensa de un Estado,
la seguridad humana se centra en el usuario final de la seguridad, el
individuo. Por tanto, incorpora resguardos que protejan al ser humano
de abusos por parte del Estado, además de los propios de la seguridad
que provienen de los agentes externos. Uno de los aspectos de origen
de la seguridad humana fue la intervención de la comunidad interna-
cional a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD). Ambos conceptos presentan profundas implicaciones, que al
complementarse, contribuyen a encontrar en definitiva una protección
hacia el individuo y la sociedad, a través de la prevención, previsión

141 La Seguridad
y la utilización de variados recursos que le proporciona la tecnología
con sus adelantos científicos.
La seguridad colectiva puede considerarse, como la sumatoria de
las seguridades individuales que garantizan al grupo en el ámbito de la
familia, de la comunidad, que puede extenderse por los efectos polí-
ticos a conglomerados, a conjuntos más amplios como son la nación,
los Estados o la comunidad internacional.
Una corriente de estudiosos no menos importante, ha sido aquella
que ha centrado su debate sobre el uso del poder en función de garan-
tizar la seguridad y es lo que se ha dado a llamarse, uso del poder
duro (hard power) y el uso del poder blando (soft power). Los segui-
dores de la corriente sobre el poder duro, consideran que aplicando
medidas coercitivas de defensa de diversa índole, reforzadas por una
fuerza armada fuerte, capaz y competente, se convierte en una verda-
dera garantía para la seguridad. La corriente del poder blando por el
contrario, sostienen que alcanzar los objetivos políticos que garanticen
la seguridad, es cabal el empleo de aquellos elementos de defensa de
carácter persuasivo83.
En fechas recientes y como una consecuencia de estas corrientes,
ha surgido el modelo de implantar una combinación de instrumentos
económicos y diplomáticos, donde el uso de la fuerza armada queda
supeditada, al uso para momentos imprescindibles, naciendo con ello
la corriente de las denominadas tres “D” de la seguridad: Defensa,
Diplomacia y Desarrollo.
Otras corrientes se han hecho presentes a raíz del uso del poder,
como es el caso del poder inteligente, que se refiere al uso bajo
una combinación idónea del poder duro y el poder fuerte, teniendo
presente las tres “D” hacia la seguridad global. También ha surgido el
concepto de la seguridad sostenible pero con distintos significados en
un momento hacia la garantía de la seguridad desde el punto de vista
ecológico, crítico y pacifista, otro ponderado el Center for American
Progress (CAP). Este ha tenido una gran repercusión por su inherencia
a los asuntos de Estados Unidos.
Es el caso de que muy pronto China pondrá a prueba la hegemonía
de Estados Unidos, porque para el CAP, la estrategia de seguridad de
Estados Unidos no es sostenible, debido a dos elementos importantes:
que los gastos de defensa se transforman en una sangría para las arcas
públicas y el otro elemento es que para Estados Unidos, la seguridad
83 Joseph S. Nye, Jr. Bound to Lead. The Changing Nature of America Power, Nueva York, Basic Books, 1990.

Evolución Histórica del Concepto Seguridad 142


se transforma en el empleo predominante y tradicional de los instru-
mentos militares, y no son el mejor medio para la conducta en el
mundo actual para garantizar la seguridad.
El informe sobre el desarrollo humano publicado en el año 1994,
que entre otras cosas estableció el índice de desarrollo humano, en
él se introdujo el argumento de que la mejor forma de luchar contra
la inseguridad global es garantizar las libertades o ausencias de la
necesidad y el miedo (“Freedom from Want” y “Freedom from Fear”).
Actualmente el concepto de seguridad humana ha alcanzado el nivel
de estudios universitarios, asociado a los estudios sobre globalización,
relaciones internacionales y los derechos humanos.
En el último decenio del siglo pasado y en los catorce primeros años
de este siglo, en la comunidad internacional se comenzó a ventilar, con
una relativa comprensión el concepto de la seguridad. Con el impulso
del informe del milenio, aportes de los gobiernos de los Estados de
la comunidad internacional, los académicos, grupos de la sociedad
civil organizada y otras organizaciones intergubernamentales, han
reorientado el concepto hacia la seguridad humana. Tomando como
referencia elementos de ingente necesidad para la comunidad interna-
cional: la supervivencia; los medios de subsistencia y la dignidad de
las personas, como aspectos fundamentales para alcanzar la paz, el
desarrollo y el progreso de esa humanidad que tanto lo necesita.
A pesar de que la seguridad nacional sigue siendo el elemento indis-
pensable para la paz, estabilidad, complejidad, solución y la interrela-
ción de las antiguas y nuevas amenazas. El fin de la Guerra fría hizo ver
estas nuevas amenazas, solapadas por el conflicto Este-Oeste, que se
manifiestan desde la pobreza crítica hasta los conflictos violentos; las
migraciones; trata de personas; las pandemias; las crisis económicas;
el terrorismo; tráfico ilícito de armas; el cambio climático y otras tantas
crisis como la económica y financiera. Es preocupante porque para la
comunidad internacional, revela una vulnerabilidad que afecta a todos
los países sin excepción. Vulnerabilidad esta que cada día amenaza
con extenderse y que tales riesgos existen para convertirse en crisis de
una difícil solución.
Olof Palme (Estocolmo, 1927), nació en el seno de una familia
burguesa. Luego de hacer el servicio militar viajó a Estados Unidos
por un año, donde estudió economía y ciencias políticas en el Kenyon
College (Ohio). También estudió Derecho, una vez concluidos estos
estudios anduvo de mochilero varios meses, primero por diferentes

143 La Seguridad
ciudades de Estados Unidos, México, y luego por varios países euro-
peos. Posteriormente, hizo un largo viaje por Asia y observó, con sus
propios ojos, la pobreza del llamado tercer mundo. En el país del norte,
percibió la gran brecha entre pobres y ricos, el racismo ante la gente
de color y la prepotencia norteamericana.
Al lema de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad, le
dio un sentido real y práctico. Para él la libertad de las personas radicaba
en la solidaridad y en diferentes logros sociales. Decía que las personas
son libres en el momento que desaparecen las desigualdades y la explo-
tación del hombre por el hombre. Organizó foros para lograr la paz y
el desarme mundial. El documento histórico más conocido lleva justa-
mente su apellido, la “Comisión Palme”, que fue un informe unánime
basado en reflexiones de los países del Este y Oeste. Se presentó, como
“seguridad común”, ante las Naciones Unidas, y llamaba a las potencias
para llevar a cabo un trabajo en común destinado a lograr la desnu-
clearización. La industria armamentista de los Estados Unidos, no podía
aceptar a este hombre con ideas contrarias a sus planes económicos.
Palme estaba bajo la mira de la potencia del Norte84.
La seguridad humana en sus cometidos impone de una nueva
estructura, que combine los programas de paz, seguridad, desarrollo y
derechos humanos, sin politiquería, de manera más eficaz, eficiente y
orientada a la prevención. Para este cometido en las Naciones Unidas
fue creado el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Segu-
ridad Humana (1999), el cual subraya “El derecho de las personas a
vivir en libertad y con dignidad, libres de la pobreza y la desespera-
ción… a disponer de iguales oportunidades para disfrutar de todos los
derechos y a desarrollar plenamente su potencial humano”.
Antes de este advenimiento a favor de la paz, la seguridad se desen-
volvía bajo el referente de la seguridad nacional, para la protección del
Estado, que demandaba de sus ciudadanos lealtad incondicional para
garantizar su protección. En las relaciones internacionales se aprende,
que la seguridad nacional se desenvuelve bajo el criterio del realismo,
debido a que la relación política entre los Estados a nivel internacional,
se desenvuelve invariablemente en una lucha por el poder, con una
diplomacia anárquica, con los intereses de cada Estado en juego.
Sobre este contexto para cada Estado de la comunidad internacional
es importante el poder militar, que le permite garantizar esos intereses
84 Javier Claure, “El pensamiento político de Olof Palme”, Liberación (Santiago de Chile) (año XXXI nro. 1.583)
(24 de febrero de 2012).

Evolución Histórica del Concepto Seguridad 144


en juego, analizando, determinando, previniendo y contrarrestando las
amenazas que se presentan en cada uno de los escenarios.
Interpretando las vulnerabilidades de los Estados más débiles por
sus circunstancias, en este mismo final del siglo XX, nacen las alianzas,
en la búsqueda de constituir la forma predominante de la seguridad
regional, que trajo como una consecuencia la defensa colectiva, situa-
ción en la cual países con una misma identidad, bien sea ideológica,
histórica, cultural o geográfica, se agruparon con el objeto de enfrentar
aquellas amenazas que le son comunes. con este significativo hecho
se materializa un nuevo concepto de seguridad, que compite con la
seguridad nacional, proscribiendo la violencia como único recurso
para preservar los intereses nacionales.
Esta seguridad colectiva, aunque desde el punto de vista de su
naturaleza, se le da una connotación de defensa, confundiendo el
término de seguridad con el de defensa, trae como consecuencia una
nueva concepción de la seguridad. Ya no solo se presenta sobre los
aspectos, que son ventilados a través de la violencia, teniendo como
instrumento la fuerza armada. Esta nueva visión, ha dado origen a
otras definiciones conceptuales de la seguridad: seguridad colectiva;
seguridad humana; seguridad alimentaria; seguridad jurídica; segu-
ridad nacional y aunque de ella se evidencia confusión de términos,
favorece cuando se busca la forma cómo gestionar para hacer efec-
tiva su condición, estado o situación.
La evolución de la seguridad en Venezuela tiene una corta trayec-
toria, aunque el concepto de seguridad existe desde tiempos pasados,
sin embargo en Venezuela se emplea ligado al concepto de la defensa.
Ya en el Acta de Instalación de la Junta Suprema de Caracas, el 19 de
abril de 1810, para el momento de su instalación refieren la orfandad
en que se encontraba la capital de Caracas, no solo por el cautiverio
de Fernando VII, sino también por haberse disuelto la junta que suplía
su ausencia en lo tocante a la seguridad y defensa de sus dominios.
Además se reflejan en documentos que datan de la Colonia y en
diversos pronunciamientos oficiales de la provincia85.
La aplicación del concepto seguridad y defensa en esos tiempos,
reflejaban una connotación esencialmente militar, acciones que
pudieran ser necesarias para la salvaguarda de la soberanía, la inte-
gridad territorial y la protección de los ciudadanos. Originalmente
el concepto de la defensa cuando era utilizado en forma aislada,
85 Simón Bolívar, Documentario de la Libertad, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la República, 1983.

145 La Seguridad
se refería a la amenaza de guerra y particularmente al empleo de las
fuerzas armadas.
En el año 1976 fue promulgada la Ley Orgánica de Seguridad y
Defensa, el punto de partida en los estudios fueron entre otros, el
conjunto de bases y objetivos que presentara el Ministro de la Defensa,
implícitos en algunos anteproyectos y esquemas que se habían venido
elaborando a partir del año 1964. Las materias reguladas por la Ley eran
de fundamental importancia no solo por las lagunas que esta Ley tiende
a llenar, sino también, la evidente necesidad de dotar al Poder Público
de un instrumento idóneo en el cumplimiento de los fines del Estado.
Con antelación se había definido la seguridad interna, como la
garantía que el Estado proporciona a la ciudadanía, para el libre
disfrute de sus derechos y el logro del bienestar dentro de las normas
establecidas por la Ley. Esta seguridad interna dio origen a acciones
de Defensa de las Instituciones y al establecimiento de órganos de
prevención encargados de velar por el cabal cumplimiento de las
normas de la República.
En la actualidad, la situación venezolana hacia el sistema interna-
cional, se presenta con un cuadro de matices conflictuales demasiado
complejo, por dos condiciones generales importantes: en primer lugar,
la naturaleza ha sido benévola suministrando riquezas naturales, que
son codiciadas por su importancia desde el punto de vista estratégico
y segundo las libertades democráticas que profesa con su sistema de
gobierno. Esto trae como consecuencia la necesidad de una transfor-
mación de sus estructuras para acercarse a un modelo que le permita
garantizar una seguridad que se adecue a sus conciudadanos.
Se vive en una época conflictiva, dinámica e inestable, saturada
de las más novedosas ideas de renovación, transformación y de
revolución, que con el aprovechamiento de los recursos naturales,
la capacidad y voluntad de los venezolanos y unas políticas públicas
acertadas, ciertamente el Estado levantará vuelo hacia el rumbo de la
seguridad anhelada, prospera con un desarrollo sustentable, soste-
nible, productivo y de plena cobertura nacional.
Los principios de la solidaridad social y del bien común, conducen
al establecimiento de ese Estado social, sometido al imperio de la
Constitución y de la ley, convirtiéndolo, entonces, en un Estado de
derecho. Estado social de derecho, que se nutre de la voluntad de
los ciudadanos, expresada libremente por los medios de participación
política y social, para conformar el Estado democrático. Estado social

Evolución Histórica del Concepto Seguridad 146


y democrático de derecho comprometido con el progreso integral
que los venezolanos aspiran, con el desarrollo humano que permita
una calidad de vida digna, aspectos que configuran el concepto de
Estado de justicia.
Se corresponde esta definición con una de las principales moti-
vaciones expresadas en el Preámbulo de la Constitución, es decir, el
fin supremo de refundar la República, para establecer una sociedad
democrática. Ya no sólo es el Estado el que debe ser democrático,
sino también la sociedad. Siendo democrática la sociedad, todos los
elementos que la integran deben estar signados por los principios
democráticos y someterse a ellos.
Este hecho tomado de la exposición de motivos de la Asamblea
Constituyente, sirve para justificar la necesidad que tenía el Estado
de modificar la Ley Orgánica de Seguridad y Defensa del 1976, para
adaptarla a los cambios importantes, que se suceden con la nueva
carta magna para los venezolanos.
Y es el 28 de noviembre de 2002 cuando la Asamblea Nacional
de la República Bolivariana de Venezuela, decreta la creación de
la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, según Gaceta Oficial
número 37.594, publicada el 18 de diciembre de 2002, derogando la
anterior Ley Orgánica de Seguridad y Defensa. La Ley está estructu-
rada de la siguiente manera: Título I. Disposiciones Fundamentales;
Título II. De la Seguridad y Defensa Integral de la Nación; Título III.
Consejo de Defensa de la Nación; Título IV. De las Zonas de Segu-
ridad; Título V. De las Sanciones y Penas; Título VI. Disposiciones
Transitorias y Finales.
El objeto de esta Ley se constituye para regular la actividad del
Estado y la sociedad, en materia de seguridad y defensa integral, en
concordancia con los lineamientos, principios y fines constitucionales.
Y es materia para dar inicio a las disposiciones fundamentales en su
artículo primero. En este título y subsiguiente se toman en cuenta los
vocablos que componen, organizan y orientan a la seguridad y defensa
integral, contrario al legislador de la Ley derogada que esgrimió el
respeto al principio de técnica legislativa para no utilizar definiciones.
Sin embargo, atendiendo a la importancia de la materia; la novedad
en lo que respecta a su uso; la necesidad de una justa, adecuada inter-
pretación y aplicabilidad, el legislador se atrevió a la utilización de la
definición de vocablos en los elementos que permiten dar claridad
desde el punto de vista conceptual y a la naturaleza de la seguridad,

147 La Seguridad
defensa integral y desarrollo integral de la nación venezolana.
También obedece a que la Constitución Bolivariana introdujo
cambios importantes en esta materia, que obliga a dar claridad en los
conceptos que ahora poseen nivel constitucional y exigen una sana
y diáfana interpretación. Y con más razón cuando el primer deber
ciudadano (artículo 130 de la CRBV), impone a los venezolanos y
venezolanas de honrar y defender a la patria, sus símbolos, valores
culturales, resguardar y proteger la soberanía, la nacionalidad, la inte-
gridad territorial, la autodeterminación y los intereses de la nación.

Artículo 2° de la LOSN: La Seguridad de la Nación está fundamen-tada en el Desarrollo


Integral y es la condición, estado o situación que garantiza el goce y ejercicio de los dere-
chos y garantías en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y
militar de los principios y valores constitucionales por la población, las instituciones y cada
una de las personas que conforman el Estado y la sociedad, con proyección generacional,
dentro de un sistema democrático, participativo y protagónico, libre de amenazas a su
supervivencia, su soberanía y a la integridad de su territorio y demás espacios geográficos.

Cuando la ley define a la seguridad de la nación en primer término


la relaciona con el desarrollo integral, esto obedece a que no solo la
defensa integral contribuye a la seguridad como resultado, es nece-
sario para su cometido que concurra el desarrollo integral, sustentable,
productivo y de plena cobertura para la comunidad nacional.
En esta definición es necesario clarificar lo que el legislador pretende
con las expresiones “condición, estado o situación” aquí se manifiesta
una propiedad de la cosa en este caso del Estado, que se encuentra a la
expectativa de recibir un resultado, hay una percepción, una sensación
producto de un accionar del tercero. Es por ello que se concluye que
la seguridad es un estado, una situación o una condición, que al ser
buena, permite el goce y ejercicio de los derechos y garantías.
Puntualiza además para cerrar en el artículo, la calidad del ambiente
donde se desenvuelve el venezolano, para el disfrute de esa seguridad,
dentro de un sistema democrático, participativo y protagónico, libre
de amenazas a su sobrevivencia, su soberanía y a la integridad de su
territorio y demás espacios geográficos.
Decimos que seguridad es un concepto negativo no desde el punto
de vista pragmático, pues, en realidad, nadie se opondría a un término
cargado de valores tan positivos, pero desde el punto de vista de una
definición sí. En efecto, aunque sea muy empleado en los planea-

Evolución Histórica del Concepto Seguridad 148


mientos estratégicos, el concepto de seguridad designa un estado de
cosas estático y no una actividad. A esta actividad, que en último
análisis es la garantía de aquella, nos referimos con mayor propiedad
con el término defensa integral y el desarrollo integral.
El acostumbrado empleo del término seguridad, en el ámbito de
las relaciones internacionales, tampoco le suministró una definición
convincente y positiva, siendo que una de las más usuales también
lo hace negativamente: seguridad, en un sentido objetivo, mide la
ausencia de amenazas para obtener valores y en un sentido subjetivo,
mide la ausencia de temor de que tales valores sean atacados.
Seguridad es una condición, estado o situación, que se desglosa de
una percepción de paz, bienestar, tranquilidad, sosiego, regodeo o feli-
cidad, como resultado de actitudes, acciones u omisiones protectoras
o de defensa integral y de un desarrollo sustentable y productivo de
plena cobertura, que materializa la sobrevivencia, bienestar y proyec-
ción generacional del individuo en función a la colectividad donde se
desenvuelve y a la que pertenece.

149 La Seguridad
CONCLUSIONES
La seguridad de la nación es la condición, estado o situación que
se desglosa de una percepción razonada de paz, como resultado de
actitudes, acciones, omisiones, de protección o de defensa integral y de
desarrollo sustentable de plena cobertura, que materializa la sobrevi-
vencia, bienestar y proyección generacional del Estado. Traduce el ejer-
cicio pleno de la soberanía bajo el amparo de la libertad, democracia
y justicia social sobre los ámbitos político, social, económico, cultural,
ambiental, geográfico y militar, para la consecución de esos fines.

Esa percepción razonada donde se apoya la seguridad de la nación,


tiene su ámbito esencial en la inteligencia, es por ello que se afirma
y se sostiene que es solo de los humanos; es intangible por ser una
mera percepción sensible y razonada; permanente porque estando
en la condición de ser sentida, se traslada con el sujeto que la inter-
naliza y la razona; no es mensurable por ser intangible producto de
un sentir o una sensación; es abstracta por considerar aisladamente
las cualidades de los objetos y también porque para su estudio
lo trata en el mundo sensible; relativa por el mismo hecho de ser
dependiente de las circunstancias que conforman su realidad social;
indivisible porque al trasladarse con el sujeto que la razona lo hace
como un todo y su condición de intangibilidad imposibilita su divi-
sibilidad; ambigua porque se puede interpretar de varias maneras,
subjetiva cuando el sujeto la internaliza a través de los sentidos
y objetiva si se refiere a un ambiente estable y por consiguiente,
previsible donde no existen temores de mayores daños; imperfecta
porque los mecanismos de protección y de desarrollo son producto
de la inteligencia humana, que adolece de imperfecciones; ideal
por ser un elemento que se origina en el pensamiento con aspira-
ciones a su materialización; dependiente por estar condicionada
a las circunstancias sociológicas recurrentes que conforman la
realidad humana de esa comunidad; con diversidad de valoración
por estar sujeta a la adopción de una postura en función a las cate-
gorías del bien y el mal, de lo justo y lo injusto, lo bello y lo feo,
lo útil y lo inútil; y una variedad de interpretación que se materia-
liza en función de los intereses del sujeto. Al utilizar el término de
planificación se debe determinar bien su uso, en función a que la
seguridad es sentida y se dificulta este cometido, se planifican solo
las acciones para obtener como resultado la sensación.
Lo tratado en el punto anterior permite determinar de donde

151 La Seguridad
parten las confusiones sobre el prudente uso del término seguridad
conceptual: La seguridad no es un accionar, no es una omisión,
no es un motivo o causa, es una consecuencia sensitiva y razo-
nada por el sujeto intelectivo humano, producto de actividades de
protección, de defensa o de desarrollo. Como órgano el Estado no
proporciona seguridad, no la suministra, no la imparte, la garantiza.
La seguridad es percibida y razonada por la comunidad, una vez
que el Estado implementa medidas de protección y de desarrollo.
Esto obliga a pensar mejor al utilizar la expresión de “cuerpos de
seguridad”, si los cuerpos del Estado accionan para proporcionar
protección, el uso correcto debería ser cuerpos de protección,
cuerpos de protección para la comunidad.
La seguridad, la defensa y el desarrollo son términos diferentes,
el primero es una sensación y los otros dos son un accionar, pero
se complementan, se necesitan el uno del otro, se integran para
formar el sistema que rige los destinos de la nación.
La seguridad de la nación de su pasada connotación militar luego
policial, se transforma en el siglo XXI como una percepción,
resultado de acciones u omisiones en los ámbitos político, social,
económico, cultural ambiental, geográfico y militar que definen la
condición de integralidad.
La defensa integral y el desarrollo sustentable de plena cobertura
nacional, generan una percepción razonada de seguridad, que se
traduce en bienestar para la comunidad, se descubre y asimila
como buena cuando la ejecución donde se origina: es posible
porque puede ser; factible que se puede hacer; adecuada porque
se ajusta al propósito deseado; oportuna porque se realiza en el
tiempo adecuado y es favorable cuando responde con eficiencia
a los intereses propuestos. Así se dice que la seguridad es el fin,
la consecuencia del esfuerzo de protección y de desarrollo, luego
sería temerario decir que es un principio o un propósito. Estos
términos son considerados como el primer instante, el punto de
partida, la causa, el origen, pero nunca el fin o final del esfuerzo.
La seguridad es indivisible, luego es una sola, se redunda al
expresar la seguridad integral, en cambio la defensa sé sectoriza y
él todo lo conforma la defensa integral. La defensa integral nacional
se descompone en política, social, económica, cultural, ambiental,
geográfica y militar. Tocar uno de estos aspectos es defensa
nacional, todos los aspectos juntos es defensa integral. Venezuela

Conclusiones 152
adolece de un órgano de defensa integral.
Tomando en cuenta la formación y el convencimiento de la cosmo-
visión cristiana del venezolano, la sociedad, el Estado, y siendo
consecuentes con lo investigado y planteado en este trabajo,
se establece que la fundamentación jurídica se enmarca en los
principios de la Escuela Ius Naturalista, que afirma la presencia de
un derecho anterior al derecho positivo, cognoscible a través de
la razón natural, que le da contenido a la defensa, al desarrollo
y a la vez encierran como instrumentos: la soberanía, la justicia,
la libertad, la democracia y el socialismo. Términos estos que
permanecen históricamente iluminando la evolución humana, con
aspiraciones de una sociedad cada vez con mejor calidad de vida,
es decir hacia la paz.
De allí que el material objeto de estudio se presente con un alto
contenido de reflexión constitucional, pues en ella se recoge la
especificidad doctrinaria, que permite colocar la investigación muy
distante de otra forma de sociedad que no se identifique con estos
cinco términos o cualquier otra forma de manipulación totalitaria.
Estas medidas de protección y de desarrollo integral donde se asienta
la definición de seguridad de la nación, producen y conforman un
conjunto de realidades cósmicas, sociales, históricas y espirituales,
en cuyo seno, el venezolano ha de ejercer los actos de la existencia.
Y Venezuela por su ubicación geográfica, su presencia en el Caribe,
los recursos naturales que posee, las libertades públicas sobre la
que descansa su sistema de gobierno y la vida en general, la coloca
como una nación estratégicamente importante en el continente.
Pero a la vez con una muy marcada vulnerabilidad, por su depen-
dencia casi exclusivamente del recurso petrolero, con las fluctua-
ciones y giros que se producen en los mercados internacionales.
Esta debilidad se agrava más, por el alto porcentaje de extranjeros
que habitan el país; una marginalidad galopante, que se instala
cada vez con mayor fuerza en los cordones de miseria que rodean
las principales capitales; el auge delictivo y el narcotráfico, que
destruye a diario una cuota importante de la población joven y
productiva; los secuestros, extorsión y cobros de vacunas que se
han desplazado desde el país vecino y ahuyentan a la población
productiva de la zona fronteriza; la corrupción que se ha empla-
zado y echado raíces en la población, como una planta venenosa
que afecta al sector público y económico; y una fuerte presión

153 La Seguridad
hacia la identidad cultural, que ejercen sectores no identificados
con la nacionalidad. Estas circunstancias mueven y estremecen la
plataforma de la seguridad de la nación, que exige y enarbola la
esperanza por construir una sociedad distinta, más justa y humana.
El Estado venezolano está en mora con la creación de un instru-
mento escrito, orientador y de fundamento para la defensa integral,
que bien podría llamarse la Declaración de Principios de la Defensa
Integral de la Nación. Que abarque los siete ámbitos que prevé la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, basado en
el principio de la corresponsabilidad y en el concepto estratégico
de la Nación (artículos 323 y 326 de la CRBV).
El Estado venezolano padece y necesita una estructura única,
exclusiva, permanente, estable y competente para atender los
asuntos relacionados con la defensa integral de la nación, que le
permita erigir y aplicar variablemente medidas de consulta, aseso-
ramiento, investigación, prevención, preparación, planificación,
programación, concebidas, evaluadas, ejecutadas de manera opor-
tuna, conveniente de acuerdo a los intereses patrios y en función
del desarrollo y la seguridad de la nación.
La democracia interpretada en un Estado social de derecho, no
funciona ausente del factor social y sus procesos de cambio histórico
exigen vitalidad, capacidad y eficiencia, que se produce al fusio-
narse con el socialismo bien entendido, vale decir sin los acomodos
políticos para dar a entender otra cosa. La libertad tampoco pulula
en forma aislada, se incorpora a la justicia social, que implica más
que una referencia de las estructuras jurídico-administrativas, la
transformación del Estado y por consiguiente reorienta sus fines.
Al hablar del Estado social de derecho, se debe suponer también
que sus acciones dinámicas y contundentes están estrechamente
ligadas y comprometidas con la democracia, el desarrollo y el
cambio social, conjetura siempre además una apreciación integral
de su soberanía y de la defensa.
Hoy Venezuela y la humanidad entera, igual que en el pasado,
pero en dimensiones diferentes, libran idénticas luchas por lo que
consideran sus ideales. ¿Es que no saben los hombres lo que hacen?
La respuesta sería si no lo saben, lo sienten. La contienda jamás fue
por las palabras, pero cuando se les da un mal uso, se emplean con
actitudes y aptitudes irresponsables, producto del cinismo político,
bajo promesas de gobierno que más tarde no se cumplen y se usan

Conclusiones 154
términos sin guardar precisión en su contenido y práctica, se corre
el riesgo de avivar sentimientos en la sociedad con desasosiego,
porque se siente frustrada, engañada y a veces burlada, en lo que
constituye sus aspiraciones, la paz.
Cambiando el rumbo de las cosas, dándole el justo significado a
las palabras y el adecuado uso e interpretación, la perspectiva de
la seguridad de la nación será aquella la que todos desean, sosiego,
bienestar, calidad de vida, tranquilidad y como consecuencia
proyectarse para la permanencia de la especie que se tuerca en la
seguridad de la nación.
La comprensión del concepto de la seguridad, como una percep-
ción razonada, es el paso esencial para su interpretación y apli-
cación. Porque ella es en definitiva, el resumen las aspiraciones
también esenciales del género humano, y para el logro de su come-
tido se acopla a ciertas circunstancias, genera transformaciones
e innovaciones que se interpretan como de defensa integral y de
desarrollo integral, cuyo fin es la satisfacción de sus necesidades.

FUENTES CONSULTADAS

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la Presidencia de la República, 1983.

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Conclusiones 156
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Electrónicas
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1979, vol. 7.
Enciclopedia Visor. Buenos Aires: Universidad de Salamanca,
Edición Especial para Latinoamérica, 1999, ts. 1, 2, 6, 10, 17 y 18.
Gran Enciclopedia Espasa. Bogotá: Espasa Calpe, 2005, ts. 9, 10,
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Historia multimedia de las constituciones de Venezuela.
Nuevo Diccionario Enciclopédico Ilustrado. Barcelona, España:
Ediciones Nauta, 1981, ts. 2, 3 y 18.

157 La Seguridad
ANEXO A
REFLEXIONES SOBRE EL HOMBRE UNIVERSAL
El hombre universal para que sea completo y mantenga su iden-
tidad, debe en primer lugar, ser respetuoso, no venerar cosas mate-
riales y ser consecuente con su Dios espiritual; cultivar su inteligencia
en beneficio propio y de los demás; consolidar los valores de libertad,
justicia social y una igualdad indiscutible sin discriminación; orien-
tado hacia la solidaridad, el bien común, el respeto a su dignidad y a
la de sus semejantes; ser garante de la paz, democracia, soberanía e
independencia; ejercitar sus cualidades para el desarrollo sustentable
de plena cobertura; luchar por la preservación del ambiente natural,
herencia indispensable para las generaciones futuras; ser serio,
responsable, probo, adecuado, capaz, abnegado, dispuesto, magná-
nimo y enarbolar bajo normas establecidas, soluciones pacíficas de
los conflictos que se generen en el proceso de sus competencias,
entre los que recurren, se sirven, participan y se complacen con él de
la naturaleza y de la existencia misma.

159 La Seguridad
ANEXO B
LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
Es el más excelso, noble y humilde
de los sentimientos que se puede merecer.
Radica en el pueblo.
Nace de la democracia, soberanía,
justicia, libertad y socialismo.
Crece al amparo del desinterés
y la abnegación ciudadana.
Se alimenta garantizándose
y florece todos los días,
con la comprensión, la defensa
y el desarrollo integral.
Su lugar está cerca,
pero muy cerca del amor y la felicidad.
Y únicamente los honrados, probos,
íntegros, virtuosos, cabales y capaces,
pueden identificarse con ella.
Porque a la seguridad nacional
el más ligero de los cálculos la lacera.
Como es un bien reservado para el pueblo
resulta el sentimiento más incomprendido
y el peor interpretado.
No admite sombras ni dobleces,
salvajismos, torpezas ni renunciamientos,
incultura ni rusticidades.
Exige en cambio sacrificio, valor, respeto,
agudeza, comprensión, seriedad,
dedicación, constancia y verdad
Y este último, la verdad, por encima de todo,
para irradiar bienestar.

161 La Seguridad
José del Carmen Méndez Lugo (Caracas, 1942)
Abogado por la Universidad Católica Andrés Bello (año), Magíster en Gerencia en Seguridad
Pública de la Escuela Superior de la Guardia Nacional (año), Magíster en Seguridad y Defensa
de la Nación del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (año), ente donde también
cursó también el doctorado y postdoctorado en Seguridad de la Nación. Egresó de la Escuela
de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación, en la promoción Batalla
de Mosquitero (1963).

La Seguridad

es en el plano individual, la percepción que arroja la certeza de sentirse apto para realizar
cualquier actividad en un indeterminado momento, sin temor a ser perturbado en sus dere-
chos, en su persona, en sus bienes y como consecuencia un desenvolvimiento que beneficia
el desarrollo integral de la Nación. En el plano colectivo, en una comunidad por ejemplo,
será la sumatoria de todas esas percepciones que en su conjunto darán categorización de
solidario para satisfacer sus intereses comunes. El presente libro, producto de una investi-
gación laboriosa, nos regala un conocimiento que puede y debe ser aplicado desde nuestra
formación individual en beneficio de la colectividad.

Editorial
Hormiguero UMBV

La Seguridad

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