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LIBRO DE ORDEN

IGLESIA PRESBITERIANA REFORMADA EVANGÉLICA


DE COLOMBIA

ZAMIR ACEVEDO
TABLA DE
CONTENIDO
Iglesia Presbiteriana Reformada Evangélica de Colombia ................... i
capítulo 1 ................................................................................... 1
La doctrina del gobierno de la iglesia ............................................. 1
capítulo 2 ................................................................................... 2
La iglesia visible definida .............................................................. 2
capítulo 3 ................................................................................... 3
La naturaleza y extensión del poder de la iglesia ............................. 3
capítulo 4 ................................................................................... 5
La iglesia particular ...................................................................... 5
CAPÍTULO 1
LA DOCTRINA DEL GOBIERNO DE LA IGLESIA

1.1. La forma bíblica del gobierno de la Iglesia , que es


representativa o presbiteriana, está comprendida en cinco partes:
1. La Iglesia; 2. Sus miembros; 3. Sus oficiales; 4. Sus cortes; 5
Sus ordenes
1.2. La iglesia que el Señor Jesucristo ha erigido en este mundo
para la reunión y perfeccionamiento de los santos es Su reino
visible de gracia, es una y la misma en toda época.
1.3. Los miembros de esta Iglesia católica visible; son todas las
personas en toda nación, junto con sus hijos, que hacen profesión
de fe en el Señor Jesucristo y prometen sujeción a sus leyes.
1.4. Los oficiales de la Iglesia, por quienes todos Sus poderes
son administrados, son, de acuerdo a las Escrituras, los Ancianos
Docentes y Gobernantes y Diáconos.
1.5. La jurisdicción eclesiástica no es múltiple, sino un poder
conjunto para ser ejercido por presbiterios en cortes. Estas cortes
pueden tener jurisdicción sobre una o muchas iglesias, pero
sustentan tales relaciones mutuas como para dar la idea de la
unidad de la Iglesia.
1.6. La ordenación de oficiales se hace ordinariamente por una
corte , excepto en el caso de una ordenación por el Evangelista
de un Presbiterio (ver 8-6)

El primer capítulo del Libro de Orden se concentra tanto en la forma


bíblica del gobierno de la Iglesia, señalando que es el gobierno
representativo o Presbiteriano, tanto como sus partes, definiéndolas de
forma sucinta.

En este sentido el libro ofrece no solo claridad acerca de aquello que se


llama el gobierno presbiteriano, sino que lo define por sus partes, cosa
que es muy conveniente tanto para los ministros como las los miembros
de las iglesias, puesto que deja en claro cual, a ciencia cierta ha sido el
orden del Señor para su iglesia, y por ende como debe esta ser
gobernada de la mejor forma posible.

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El hecho de que el libro señala de forma inequívoca las partes del
gobierno presbiteriano definiéndolas y trazando con claridad su
permanencia garantiza que al hablar de la iglesia no se desvíe el
concepto tras ideas preconcebidas ajenas a la Biblia sobre el asunto.

Un gran aporte que deja este primer capítulo es que facilita la enseñanza
al respecto del tema a la iglesia que siempre se halla en lucha con
respecto a lo que se trata realmente el gobierno de la iglesia.

Surge la pregunta acerca de por qué razón, pese a la disponibilidad del


material, los miembros de las iglesias ignoran tanto su contenido.

CAPÍTULO 2
LA IGLESIA VISIBLE DEFINIDA

2.1. La iglesia visible delante de la ley, bajo la ley, y ahora bajo


el evangelio es una y la misma; consta de todos los que hacen
profesión de fe en el Señor Jesucristo, junto con sus hijos.
2.2. Esta unidad visible del cuerpo de Cristo, aunque
obscurecida, no es destruida por su división en diferentes
denominaciones de cristianos profesantes; sino que todos
aquellos que mantienen la Palabra y los Sacramentos en su
integridad fundamental son reconocidos como ramas verdaderas
de la Iglesia de Jesucristo.
2.3. Es de acuerdo al ejemplo bíblico que la Iglesia debe estar
dividida en muchas iglesias particulares.

El capítulo segundo del Libro de Orden profundiza ahora un tema tratado


tangencialmente en el primero, en donde trata el gobierno de la iglesia,
este tema es precisamente la Iglesia misma.

Personalmente considero que es precisamente este el tema que debiera


dar inicio al contenido del libro de orden, puesto que precisamente sienta
el fundamento bíblico sobre el cual posteriormente se puede hablar del
gobierno de la iglesia, habiendo ya definido bíblicamente que es la
iglesia.

Peso a todo es por supuesto bienvenido el capítulo segundo con su clara


definición de la Iglesia en donde traza varios puntos clave:

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1. La iglesia fue es y seguirá siendo una y la misma.
2. La iglesia está compuesta por quienes profesan fe en Cristo y sus
hijos
3. El fundamento de la unidad de la iglesia visible se halla en
mantener la Palabra de Dios y los Sacramentos
4. Siguiendo el ejemplo bíblico, es natural al división de la iglesia en
muchas iglesias particulares

CAPÍTULO 3
LA NATURALEZA Y EXTENSIÓN DEL PODER DE LA
IGLESIA

3.1. El poder que Cristo a transmitido a su Iglesia enviste a todo


el cuerpo, a los gobernantes y a los gobernados, éstos constituyen
una comunidad Espiritual. Este poder, ejercitado por la gente, se
extiende a escoger los oficiales que Él ha señalado en Su Iglesia.
3.2. El poder eclesiástico, que es totalmente espiritual, es doble.
Los oficiales lo ejercen a veces separadamente, como en la
prédica del Evangelio, administración de Sacramentos,
reprobación de yerros, visitas a enfermos, confortación de
afligidos, que es el poder de orden; y lo ejercitan a veces
conjuntamente en las cortes de la Iglesia, en forma de juicio, que
es el poder de jurisdicción.
3.3. Las únicas funciones de la Iglesia como un reino y gobierno
diferentes de la comunidad civil, son proclamar, administrar y
hacer cumplir la ley de Cristo revelada en las Escrituras.
3.4. El poder de la Iglesia es exclusivamente espiritual; el del
Estado incluye el ejercicio de la fuerza. La constitución de la
iglesia se basa en la revelación divina; la constitución del Estado
debe estar determinada por la razón humana y el curso de hechos
providenciales. La Iglesia no tiene derecho a construir ni modificar
un gobierno de ningún Estado, y el Estado no tiene derecho a
fabricar un credo o una política para la Iglesia. Son como planetas
moviéndose en órbitas concéntricas: “Dad a César lo que es del
César y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22:21)
3.5. La Iglesia, con sus ordenanzas, oficiales y cortes, es la
agencia que Cristo ha ordenado para la edificación y el gobierno

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de Su pueblo, para la propagación de la fe, y para la
evangelización del mundo.
3.6. El ejercicio del poder eclesiástico, sea en conjunto o
separadamente, tiene la sanción divina cuando está en
conformidad con los estatutos dados por Cristo, el Legislador, y
cuando está presentado por las cortes o por oficiales señalados
para eso en su Palabra.

El tercer capítulo del libro de orden trata sobre el asunto del poder de la
iglesia, de forma particular su naturaleza y su extensión.

Inicialmente señala de quién deriva este poder, por supuesto se trata de


la cabeza de la iglesia que es Cristo, cuál es su alcance, es decir a toda
su Iglesia, señalando tanto a los gobernantes como a los gobernados
quienes constituyen una comunidad Espiritual. Y da cuenta de su
evidencia al señalar que se extiende a escoger los oficiales que Cristo
mismo ha señalado.

La naturaleza del poder de la Iglesia es doble, es decir, se puede ejercitar


de forma separada o conjunta. Al decir separada el libro de orden hace
referencia a los ejercicios ministeriales como la predicación del
evangelio, la administración de los sacramentos, visitación de enfermos
entre otros. Al referirse a conjunta se implica el ejercicio en las cortes.

Debido a que la naturaleza de este poder no es civil sino Espiritual, las


funciones de la iglesia como Reino y gobierno se refieren estrictamente
a proclamar, administrar y hacer cumplir la ley de Cristo como es
revelada en la Biblia.

La iglesia, dada su naturaleza, es constituida por Cristo para la


edificación y el gobierno de su pueblo, para la propagación de la fe, y
para la evangelización del mundo.

Cuando la iglesia ejerce su poder, este tiene el aval divino solo bajo dos
condiciones:

1. Que sea de acuerdo con los estatutos dados por Cristo


2. Y está presentado por las cortes u oficiales señalados para este fin
según la Palabra de Dios

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CAPÍTULO 4
LA IGLESIA PARTICULAR

4.1. Una iglesia particular consta de un número de miembros


comulgantes, con sus hijos, asociados juntos para la adoración
divina y el santo vivir, de acuerdo con las Escrituras,
sometiéndose al gobierno legal del reino de Cristo.
4.2. Sus oficiales son sus Ancianos Gobernantes y Docentes y sus
Diáconos.
4.3. Su jurisdicción, siendo un poder conjunto, reside en el
Consistorio de la Iglesia, que consta de su pastor, pastores
asociados y sus Ancianos.
4.4. Las ordenanzas establecidas por Cristo, la Cabeza, a su
Iglesia son: orar, cantar alabanzas, leer, exponer y predicar la
Palabra de Dios, administrar los sacramentos del Bautismo y la
Cena del Señor, ayunos públicos y solemnes y acciones de
gracias, catequizar, ofrendar para el alivio del pobre y otros usos
piadosos, ejercitar disciplina, tomar votos solemnes y la
ordenación al sagrado oficio.
4.5. Las iglesias sin Ancianos Docentes no deben dejar de
reunirse, sino que deben ser convocadas por el Consistorio en el
Día del Señor, y en otras ocasiones apropiadas, para orar, alabar,
presentar y exponer la Biblia, y exhortar, o para leer un sermón,
de un ministro aprobado. De igual manera, los cristianos que
viven en lugares apartados deben reunirse regularmente para
adorar al Señor.

El cuarto capítulo trata sobre la forma en la que está organizada una


iglesia particular o local como es usada la expresión en este contexto.

El primer artículo describe que es una iglesia local: se trata de un


número de miembros comulgantes, con sus hijos, lo cual se halla en
consonancia con la enseñanza antes expuesta sobre la composición de
la iglesia; sin embargo en este artículo se extiende el tema para afirmar
el propósito en términos de asociación para la adoración divina y el santo
vivir, los cuales, subraya deben ejercerse de acuerdo con las Escrituras
y en sumisión al gobierno legal (representativo) del reino de Cristo.

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Luego pasa a describir la forma en la que el gobierno presbiteriano se
puede observar en una iglesia local al enumerar a sus oficiales, su
jurisdicción, aclarando que es un poder conjunto y su composición. Sus
ordenanzas.

El capítulo termina con un artículo sumamente importante y aclaratorio.


Se trata de aquellas iglesias que por algún motivo no tienen un anciano
Docente; se les insta no dejar de reunirse y llama a su consistorio a
asumir la responsabilidad de convocar a la iglesia en el Día del Señor y
cuando sea apropiado para ejercitar las ordenanzas necesarias para la
edificación de la iglesia, terminando con una mención sobre los
creyentes que viven en lugares apartados para que no dejen por motivo
alguno de congregarse sino que lo hagan regularmente sin falta.

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