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“ONG´s de Desarrollo Rural: Estructura, Dimensión y Desafíos ante el Nuevo

1
Siglo”
Carlos Cowan Ros

Resumen

Durante la década de los 90´, se modifica en forma notable el ámbito en el cual se


desenvuelven las ONG´s de Desarrollo Rural –ONGDR- en Argentina. En lo económico el
modelo neoliberal agudiza la pobreza rural y limita las posibilidades de desarrollo de los
productores minifundistas. En lo institucional, estas organizaciones sufren importantes
cambios en sus fuentes de financiamiento con sus consecuentes trastornos en la estabilidad
financiera de las organizaciones. Por otro lado el Estado y los entes de financiamiento bi y
multilaterales pasan a visualizar a las organizaciones de la sociedad civil como aliados
estratégicos para contener el crecimiento de la pobreza. No obstante, a pesar del
protagonismo creciente de las ONG´s en general y en particular de las ONGDR, persisten
muchos interrogantes acerca de su estructura y estrategias. El presente artículo da cuenta de
la dimensión que ha alcanzado el sector de las ONGDR en la Argentina y caracteriza su
estructura. Finalmente se dejan planteadas algunas reflexiones acerca de los principales
desafíos que se les presentan a estas organizaciones en la actualidad.

I. Introducción

La labor que vienen realizando las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo


Rural –ONGDR-2, desde principios de los 70´, ha sido valorada por investigadores y
actores del ámbito rural, por su basta experiencia acumulada en el desarrollo rural. En
particular se destacan: su concepción del desarrollo, la metodología implementada, la
eficacia y eficiencia y principalmente por ser los primeros actores en identificar a los
pobres rurales como demandantes de asistencia técnica.

1
El presente artículo constituye la primera parte del trabajo “ONGDR: Dimensión y Estrategias en la
Argentina de Fin de Siglo” realizado por el autor. Se agradecen los aportes y sugerencias de Ana Bocchicchio,
Mercedes Basco y Celeste Golsberg.
2
Se entiende por Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo Rural a aquellas organizaciones que: a)
no tienen fines de lucro, b) no son organizaciones gremiales ni reivindicativas c) realizan actividades de
apoyo y promoción a productores rurales y los beneficiarios de sus proyectos no son sus integrantes y d)
persiguen el desarrollo social. (Thompson, A. 1990).

1
Las transformaciones producidas en la economía y en las instituciones nacionales a
principios de los 90´, como producto de la consolidación del modelo neoliberal, cambian de
manera gradual y significativa el medio en el cual se desenvuelven las ONGDR.

En el ámbito rural se produce un aumento de los sectores sociales excluidos del sistema
productivo con el consecuente incremento de la pobreza. “En este momento se está
poniendo en duda que el sector campesino tenga un papel definido a jugar en el proceso de
acumulación del capitalismo agrario, lo cual constituye un punto de ruptura teórica con
interpretaciones históricas que le asignaban el papel de productor de bienes salario a
precios bajos, o de fuerza trabajo para el capitalismo agrario o urbano que no pagaba sus
costos de reproducción. Parecería que el desarrollo capitalista podría prescindir de los
campesino, quebrándose de esta manera la idea de su funcionalidad y emergiendo con más
claridad la idea de pobreza y exclusión” (Ruben de Dios 1998). Esto ha reavivado los
debates acerca de la viabilidad de la pequeña producción familiar y las alternativas de
desarrollo de los pobres estructurales rurales, debate que aún sigue sin resolución y
mantiene en la incertidumbre a muchos de los actores del desarrollo rural.

En este marco, los organismos multi y bilaterales internacionales y el Estado argentino, ven
a las organizaciones de la sociedad civil o no gubernamentales como potenciales aliadas
para contener los efectos negativos del modelo económico en los sectores sociales de
escasos recursos. Esto se materializa en una creciente vinculación entre el Estado y las
ONG´s.

La Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y


Alimentación han diseñado en los 90´, programas de alivio a la pobreza y de desarrollo
rural a partir de la experiencia de las ONGDR en esta temática. Estos contemplan la
tercerización de algunas de sus acciones a las ONGDR.

Esta nueva política del Estado que trajo aparejado la canalización de recursos (del BID,
FIDA, BM, etc.) a la sociedad civil impulsó el surgimiento de nuevas ONGDR

2
A pesar del importante lugar que ocupan las organizaciones de la sociedad civil en los
discursos de los organismos internacionales (BID, FIDA, BM, FMI, etc.) y el Estado
argentino y en la ejecución de los programas sociales, poco se conoce sobre la estructura,
dimensión y estrategias de desarrollo de las mismas en Argentina3.

El objetivo del presente artículo es caracterizar la estructura y dimensión del sector de


ONGDR. Para la realización del mismo se identificó y encuestó prácticamente al universo
de ONGDR que se desempeñaron en 1998 en la Argentina y se entrevistó a 9 dirigentes de
ONGDR.

II. Estructura del Sector de ONGDR en 1998´

A fines de la década de los 90´ es difícil precisar el número de organizaciones que integran
el sector de ONGDR, debido a la importante volatilidad de éstas como producto de las
frecuentes crisis financieras. En un intento por cuantificar dicho número, se realizó un
relevamiento4 y se identificaron 20 ONGDR que se desempeñaron en 1998 en la Argentina.

Al analizar la evolución histórica del sector de ONGDR y su estructura actual se encontró


que el momento político y económico del país en el cual surgen las distintas organizaciones
le imprimen a las mismas determinadas características estructurales. Esto permite
diferenciar hacia el interior del sector a tres generaciones de ONGDR (Cuadro 1).

3
La mayoría de los trabajos referidos a las ONGDR toman como unidad de análisis a las ONGDR más
antiguas (FUNDAPAZ, INCUPO e INDES) que por su trayectoria, dimensión y disponibilidad de recursos se
diferencian de las otras organizaciones del sector.
4
El relevamiento se realizó en base al catálogo “Confines Sociales” GADIS-PNUD, 1997 y el banco de datos
del Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad –CENOC-. Dicha información fue triangulada con
la provista por informantes calificados y dirigentes de ONGDR y la realización de encuestas.
3
Cuadro 1
Evolución del Sector de ONGDR

Etapa (años) Modelo económico y Generación de ONGDR Vinculación con el Estado y la


situación política nacional Cooperación Internacional –CI-
Fines de los Modelo de Sustitución de Primera generación, Débil vinculación con el Estado.
años 60´ - 1975 Importaciones –MSI- (origen cristiano). Importante articulación con la
Alternancia gobiernos Cooperación Internacional –CI-.
democráticos y dictatoriales
1976 – 1982 Agotamiento del MSI. Se interrumpe la relación con el
Gobierno dictatorial Estado.
1983 – 1990 Transición de MSI al Modelo Segunda generación Continua la vinculación con la CI
Neoliberal (origen cristiano y Se retoma la articulación con el
Gobierno democrático profesionales Estado
independientes)
1991 – 1998 Consolidación del M. Tercera generación Creciente vinculación con el Estado
Neoliberal (profesionales (programas de desarrollo rural),
Gobierno democrático independientes) Retiro gradual de la C.I.
Fuente: elaboración propia en base a informantes calificados y la bibliografía detallada en el texto.

Los objetivos generales de las ONGDR conservan en general bastante similitud. La


promoción del desarrollo social, entendido como el mejoramiento de la calidad de vida de
las familias rurales, el desarrollo de sistemas productivos sustentables y sostenibles y la
promoción de las organizaciones populares, enmarcados en la construcción de una sociedad
democrática sintetiza de alguna manera el espíritu que mueve a estas organizaciones en su
labor cotidiana.

Para la caracterización de la estructura y dimensión del sector se usaron las siguientes


variables: a) población asistida, b) recursos disponibles y c) estrategias de intervención.

a) Población Asistida

Las ONGDR tienen como población objetivo a la familias rurales pobres, siendo los
destinatarios de sus proyectos los productores minifundistas, las mujeres, las comunidades
indígenas y en menor medida los jóvenes, los niños, las organizaciones de base y dirigentes
rurales.

La frecuencia e intensidad de las acciones es variable entre las distintas organizaciones y


muy dependiente de la disponibilidad de recursos. No obstante hay una tendencia a realizar
acciones de corte continuo e intensivo.

4
De acuerdo a los datos relevados para 19 organizaciones, se estima que en 1998, el número
de familias que recibieron apoyo continuo e intensivo por este sector superó levemente las
25 mil familias5, de las cuales 23.200 correspondieron al ámbito rural y 2200 al urbano
(Gráfico 1).

Gráfico 1
Familias rurales y urbanas con asistencia de las ONGDR (n=19)

23235 Flias rurales


2500 Flias urbanas
17060
2000
Número de Familias

1500
1000
3870
2209 1980 2305
500 200 29

0
Sector ONGDR Primera Segunda Tercera

Generación de ONGDR
Fuente: elaboración propia en base a información brindada por las ONGDR.

El número de familias asistidas por organización es muy variable. Al analizar la antigüedad


de las organizaciones y la población rural beneficiaria con apoyo continuo se encontró una
relación positiva entre las dos variables. Las ONGDR de la primera generación asisten al
73% de la población rural beneficiaria relevada, las de segunda generación al 17% y las de
tercera generación al 10%6 (Cuadro 2).

Si bien el número de beneficiarios de las zonas urbanas y periurbanas es escaso en


proporción al de las zonas rurales, se destaca que mas del 60% de las ONGDR asisten a
este tipo de población convirtiéndose en una tendencia en crecimiento. Esto se explica por

5
Según los dirigentes de las ONGDR la superposición existente entre la población asistida en forma continua
e intensiva por las organizaciones es de bajas proporciones. No obstante, es probable que la cifra del total de
familias beneficiarias esté sobreestimando un poco el público usuario real de estas organizaciones. Este
supuesto se debe a la existencia de diferencias de criterio entre las ONGDR, en lo que respecta a la intensidad
del apoyo técnico.

5
la prioridad que le están asignando los entes de financiamiento (nacionales e
internacionales) a la pobreza urbana, ante la agudización de la crisis económica en las
ciudades y la necesidad de las ONGDR de acceder a financiamiento.

Cuadro 2
ONGDR según número de familias asistidas con apoyo continúo en el
área rural y urbana. 1998.

Genera Número de Familias con


-ción ONGDR apoyo continuo e intensivo
Area Rural Area Urbana
Nº flias Nº flias
Fundación Pedro Marzano S/d S/d
Instituto de Cultura Popular 6548 0
Primera

Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz 6100 0


Instituto de Desarrollo Social y Promoción Humana 1350 (*)
Equipo Técnico Regional Mendoza 62 0
Fundación Cruzada Patagónica 3000 200
Instituto Patagónico de Desarrollo Social 0 500
Ctro. de Investigaciones y Promoción Educativa y Social (1) 200 (*)
Obra Claretiana para el Desarrollo 2800 (*)
Centro Ecuménico de Educación Popular 30 15
Segunda

Fund. Inst. Cordillerano de Educación y Promoción Humana 0 220


Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo 100 145
Centro Andino de Desarrollo Investigación y Formación 410 1000
Centro Regional para el Autodesarrollo Rural 30 0
Bienaventurados los Pobre 300 100
Promoción de la Mujer Rural 500 (*)
Asociación para la Promoción del Desarrollo Rural 1331 (*)
Tercera

Asociación para la Promoción Integral 250 29


Fundación Propatagonia 74 0
Asociación para el Desarrollo 150 0
Total 20 23235 2185
Fuente: elaboración propia en base a información brindada por las instituciones salvo indicación contraria.
(1) (1998) ConJuntos Sociales. Sociedad Civil Argentina. Consejo Asesor de la Sociedad Civil. Representación del BID
en Argentina.
Nota: (*) ONGDR que apoyan a familias urbanas y/o periurbanas pero se desconoce el número de beneficiarios.

La distribución geográfica de la población rural beneficiaria del sector tiene una alta
correlación con el mapa de la pobreza rural nacional, concentrándose principalmente en el
norte del país. El 44% (10200 familias) de la población rural asistida se localiza en el NOA,
el 42% (9950 familias) en el NEA, el 13% (3074 flias.) en la Patagonia y una cifra
despreciable en Cuyo y en la Región Pampeana.

6
En el mismo sentido, si se calcula el número de familias promedio asistida por las ONGDR en cada
generación se observa una diferencia significativa entre las de primera generación (3412 flias/ONGDR) con
las de segunda y tercera (484 y 461 flias/ONGDR respectivamente)
6
La distribución geográfica, ha variado significativamente con respecto a los años 70´,
donde las ONGDR desarrollaban sus acciones principalmente en el NEA. Este cambio se
ha dado principalmente porque las organizaciones de segunda y tercera generación se han
localizado preferentemente en el NOA y en menor mediada en la Patagonia, mientras que
las de primera generación continúan asistiendo a la mayor parte de sus beneficiarios en el
NEA.

b) Recursos Disponibles

• Presupuesto anual

De acuerdo a la información relevada para 18 ONGDR, éstas habrían administrado en


1998, aproximadamente 9.4 millones de pesos, siendo el promedio del presupuesto por
organización de 520 mil pesos anuales. Teniendo a éstas cifras por referencia, se podría
estimar que las 20 organizaciones que conforman el sector administraron en 1998 un
presupuesto total aproximado de 10.4 millones de pesos.

Al analizar el presupuesto anual administrado por cada ONGDR se encontró una


significativa heterogeneidad equivalente a la hallada para el caso de la población asistida7.

Las organizaciones de primera generación administran un presupuesto promedio de 872 mil


$/año y concentran el 56% del presupuesto del sector de ONGDR; las de segunda
generación 469 mil $/año (el 35%) y las ONGDR de tercera generación 172 mil $/ año
(9%).

• Fuentes de financiamiento

La principal fuente de financiamiento del sector son las Organizaciones Internacionales


con el 45.7% del presupuesto anual. Estas, están constituidas por: ONG de apoyo
financiero que aportan el 38% del financiamiento del sector, entidades bilaterales

7
Un número importante de organizaciones tienen un presupuesto inferior a los 150 mil pesos anuales y sólo
existen cuatro organizaciones cuyos presupuestos anual supera el millón de pesos.
7
(principalmente GTZ) con el (6.4%) y multilaterales –BID y Unión Europea- con el 1% del
financiamiento total (Gráfico 2).

El Estado Argentino es la segunda fuente de financiamiento en importancia y participa con


el 35.1% del presupuesto total anual. El Estado nacional es el principal proveedor de esta
fuente, con el 28.5% del presupuesto total del sector, mientras que los gobiernos
provinciales y municipales participan sólo con el 6.6%.

En tercer lugar se ubica la Generación de Recursos por las propias ONGDR, con el 14.8%
del total y le siguen las Entidades Privadas 3.0%, el Aporte de los Beneficiarios con el
1.1% y la Iglesia Católica con el 0.1% del financiamiento.

La composición de las fuentes de financiamiento del sector de ONGDR, no se mantiene


constante entre la distintas generaciones. En el Gráfico 2, se visualiza la mayor importancia
relativa del financiamiento internacional en las ONGDR de primera generación y como,
esta fuente de financiamiento disminuye gradualmente en cantidad y proporción en las
organizaciones de segunda y tercera generación. En contraposición la participación del
financiamiento del Estado aumenta gradualmente, convirtiéndose en la principal fuente de
financiamiento en las organizaciones de segunda y tercera generación.

Gráfico 2
Composición del financiamiento según generación de ONGDR (n=17)
100%
13,3
del presupuesto

14,8 15,5 17
1,1
1,1
80% 3 5,5 6
8,6
38,4
60% 45,7
58
Composición

40%
68,4

47,2
20% 35,1
21

0%
Sector de Primera Segunda Tercera
ONGDR Generación de ONGDR

Estado Arg Internacional Ent. Privadas Beneficiarios Propios

Fuente: elaboración propia en base a información suministrada por las ONGDR

8
Un aspecto a destacar, es la creciente participación que está teniendo el Estado Argentino8
en el financiamiento de las ONGDR. Si bien, todas las organizaciones reciben
financiamiento de esta fuente, esto no garantiza una estabilidad financiera ya que la misma
se caracteriza por el escaso monto y plazo (menor a un año) y la discontinuidad en las
asignaciones debido a la inestabilidad de las políticas sociales gubernamentales.

En función de lo anterior, las ONGDR tienen como meta acceder al financiamiento


internacional por ser de mayor monto y plazo que el estatal y principalmente por ser mas
flexible a la hora de negociar los objetivos y componentes de los proyectos de desarrollo.

No obstante, a partir de la década de los 90´ las ONG internacionales de apoyo financiero
han iniciado un retiro planificado de su apoyo financiero a las ONGDR locales. Entre los
motivos se encuentran: a) la Argentina por su PBI/per cápita es considerado un país
desarrollado y no se lo prioriza frente a la realidad de otros países de la región, ya que se
entiende que el Estado puede y debe asumir ese rol, b) la paridad peso dólar (1:1) encarece
notablemente la ayuda en el país y c) ya existen en el país ONGDR consolidadas, por lo
que no es necesario un apoyo externo.

Por otro lado, en un momento de repliegue, las ONG de apoyo financiero no están
dispuestas a integrar a sus proyectos a nuevas ONGDR que no conocen y con las cuales no
tienen acordada una metodología de trabajo. Esto sumado a los costos de gestión para
acceder a este tipo de financiamiento se convierte en una limitante para las ONGDR de
segunda y tercera generación que desean acceder a estas fuentes de financiamiento y así dar
un salto cualitativo en su dimensión e impacto de sus acciones.

La necesidad de mantener un equilibrio presupuestario en el mediano plazo es un tema que


preocupa a muchas organizaciones no sólo para garantizar la continuidad de los proyectos
en ejecución sino también, como garantía de estabilidad laboral para sus técnicos. En
función de esto la mayoría de las organizaciones ofrece servicios a terceros (capacitaciones,

8
Una parte importante de los fondos que canaliza el Estado a través de los programas de desarrollo, es
contrapartida de los entes bi y multinacionales, que ponen como condición la tercerización de acciones de los
programas a las ONG´s.
9
asesorías, formulación y evaluación de proyectos, etc.) generalmente a instituciones/
programas del Estado o de otras organizaciones. En aquellas situaciones que es posible los
propios beneficiarios deben contribuir económicamente para seguir recibiendo el apoyo
técnico.

• Recursos humanos

Se contabilizaron, para 18 ONGDR relevadas, un total de 289 técnicos que se


desempeñaron en el sector en 1998. Cada organización cuenta con un equipo técnico cuyo
número de integrantes oscila entre 10 y 25.

La dedicación de los técnicos es variable ya que depende de la duración de los proyectos, la


estabilidad financiera de las organizaciones, entre otros. Una parte considerable de estos
tienen dedicación parcial en dependencias del Estado, como estrategia laboral para
complementar sus ingresos salariales. Por otro lado es significativo el aporte de los
profesionales voluntarios (no reciben remuneración) que participan de los distintos
proyectos desde una militancia social.

Una de las características mas importantes de las ONGDR, es la composición


interdisciplinaria de sus equipos técnicos. En particular se destacan los profesionales en
ciencias biológicas (Ing. Agrónomos, Veterinarios, Ing. Forestales, entre otros) con un 35%
del total de profesionales del sector, los de las Cs. Sociales y Humanas (comunicadores
sociales, trabajadores sociales y sociólogos, entre otros) con 33%, y le siguen en orden de
importancia Cs. de la salud (9%), Cs. Económicas (6%), Cs. de la Educación (6%),
ingenerías (4%), abogados (2%) y administrativos y otros (5%).

Esta composición profesional le brinda a las organizaciones capacidades y habilidades para


abordar las distintas problemáticas comunitarias desde un enfoque interdisciplinario
posibilitando la búsqueda e implementación de soluciones integrales. En este sentido el
sector tiene ventajas comparativas con respecto a los equipos estatales que por lo general
son mas homogéneos en su composición profesional y priorizan a los profesionales de las
ciencias biológicas.

10
La inestabilidad financiera de las ONGDR es una limitante para formar y consolidar un
equipo de trabajo, debido a que periódicamente los técnicos que se formaron, adquirieron
experiencia y consensuaron una política de trabajo, por falta de presupuesto deben
emplearse en otras instituciones, generalmente estatales, perdiendo periódicamente las
ONGDR parte de su capital humano.

c) Estrategias de intervención

La conjugación de las distintas temáticas trabajadas por cada organización en sus


proyectos, son producto de: i) el enfoque de desarrollo rural y ii) la priorización de las
problemáticas que realizan las organizaciones de productores y la ONGDR por un lado y
por el otro las entidades de financiamiento (nacionales e internacionales). De ahí surge la
relevancia que tienen los temas mujer y género, medio ambiente y aborígenes, que si bien
algunas ONGDR las vienen trabajando desde sus orígenes, durante la década de los 90´
fueron prioritarias en las agendas de las entidades de financiamiento (Gráfico 3).

En contraposición a lo anterior, temáticas como derechos humanos, formación política y


gremial y legislación no son prioritarias en la asignación de recursos por los entes de
financiamiento. Por ende las ONGDR que desean abordarlas deben “camuflarlas” en los
proyectos al presentarlos ante cada entidad.

Cuadro 3
ONGDR según Areas Tem áticas (n=17)
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
te

n
l
m ia

al
M mun op

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b

m
uc
ed
P

A
rg

Areas temáticas

Fuente: elaboración propia en base a información brindada por las instituciones.

11
En el Gráfico 4 se visualizan las principales líneas de acción o componentes de proyectos a
través de los cuales las ONGDR abordan las áreas temáticas vistas anteriormente. En el
mismo, se observa que la acción de las ONGDR se sustenta fuertemente en la asistencia
técnica, la capacitación y la promoción de la organización. Esta concepción de trabajo fue
tomada como modelo por el Estado cuando se diseñaron los Programas de desarrollo rural y
social.

Gráfico 4
Núm ero de ONGDR según línea de trabajo (n=17)

18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
n

al
a

ón
ón

n
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si
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Pr
A
A

bl
Ca

A
er

Co
Pu
p.

In
m
Ex

Co

línea de trabajo
Fuente: elaboración propia en base a información brindada por las organizaciones.

Aproximadamente la mitad de las ONGDR, están trabajando en sus proyectos la


comercialización. Esto es producto de las diferentes posturas existentes dentro del sector,
acerca de la conveniencia de la vinculación de los productores minifundistas al sistema
capitalista de mercado.

Algunas organizaciones entienden que los productores minifundistas por cuestiones de


escala, legales (marco impositivo, etc.), entre otros, no tienen posibilidades de participar en
forma equitativa en un mercado cada vez mas concentrado y excluyente. En función de esto
se plantea como alternativa de desarrollo los sistemas productivos integrales enfocados al
autoconsumo, manteniéndose los productores al margen del mercado formal y generando
instancias de intercambio entre productores. Por otro lado, otras organizaciones plantean la
complementariedad de la producción para autoconsumo y la venta de excedentes o
productos de renta en el mercado, como forma de capitalización de las unidades
productivas.

12
El componente créditos y subsidios es una herramienta fundamental para la reconversión de
los sistemas productivos minifundistas. No obstante, por falta de financiamiento sólo diez
organizaciones lo están abordando y en muchos casos lo hacen a través de los fondos que
brinda el Programa Social Agropecuario.

Por último la asistencia legal vinculada a la regularización de la tenencia precaria de la


tierra, sólo es abordada por 4 ONGDR, que la realizan principalmente en la región del
NOA y con comunidades indígenas. Esta temática ha tomado impulso a partir de la
Reforma Constitucional de 1995 que brinda un marco jurídico mas benigno para que estas
comunidades accedan “legalmente” a la tierra.

No obstante son muy pocas las ONGDR (en particular se destaca el CENEPP) que abordan
la problemática de la tierra de los campesinos criollos, ya que la carencia de un marco legal
favorable y la falta de voluntad política de los gobiernos provinciales, provoca situaciones
tensas entre las distintas partes en cuestión. Esto se convierte en un obstáculo para acceder
a fuentes de financiamiento estatales para las ONGDR.

III. Dimensión del sector de ONGDR

La SAGPyA considera que en la Argentina existen aproximadamente 160 mil pequeños


productores minifundistas, quienes serían los usuarios potenciales del sector de ONGDR,
de los dos programas estatales de desarrollo rural para productores minifundistas en
ejecución en 1997/8 (PSA y Programa NEA) y de la Unidad de Minifundio del INTA
(Basco, M. y Cowan Ros, 1998).

El sector de ONGDR ha sido frecuentemente subestimado en cuanto a su dimensión. Con el


fin de tener una idea de la misma, se realizó un análisis comparativo de este sector con los
programas nacionales de desarrollo rural (Cuadro 5).

13
Cuadro 5
Dimensión del Sector de ONGDR y Programas de Desarrollo Rural del Estado
(1997/98)
Actor Población rural % de la Cobertura Regional Presupuesto anual (en
beneficiaria población millones de pesos)
(1997/98) objetivo (1)
Sector ONGDR 23500 15.0 Principalmente NEA, NOA y 10.8
Patagonia
PSA 22200 14.0 NEA, NOA, Cuyo, Pampeana (2) 10.0
y 3 provincias de la Patagonia
Unidad de Minifundio 12700 7.7 22 provincias (4) 1.5
(1997) (3)
Programa NEA (1997) (2) 6200 s/d NEA (3 provincias) 3.3
Fuente: elaboración propia en base a información brindada por las instituciones salvo indicación.
Nota:
(1) Se toma por población objetivo a los 160 mil productores minifundistas identificados por la SAGPyA. (Basco, M. y
Cowan Ros, C. 1998).
(2) Basco, M. y Cowan Ros, C. (1998)
(3) Hace referencia a los proyectos en ejecución en 1997 y a los beneficiarios reales (no potenciales). Desde sus
inicios la Unidad ha asistido a mas de 21 mil productores (INTA, 1997).
(4) No incluye el monto correspondiente a la otorgación de créditos.

Es importante tener en cuenta la superposición significativa existente entre los beneficiarios


de los distintos programas, de hecho gran parte del público usuario de los proyectos de las
ONGDR lo son también del PSA y de los proyectos de la Unidad de Minifundio. Esto hace
difícil el cálculo del total de productores minifundistas de la Argentina que reciben apoyo
técnico.

A fines de los 90´, el sector de ONGDR sigue siendo uno de los principales actores del
desarrollo rural en Argentina. No obstante, a diferencia de los 70´y hasta mediados de los
80´ donde el sector se constituía prácticamente como el único actor que interactuaba con los
pequeños productores minifundistas (desde la perspectiva del desarrollo rural), en la
actualidad ha perdido esa categoría ya que el Estado, a través del conjunto de programas
que ejecuta, ha cobrado un importante protagonismo en esta temática.

El sector de ONGDR ha aumentado notablemente su público beneficiario9, mediante una


mayor vinculación financiera con el Estado. No obstante, algunos dirigentes de estas
organizaciones manifiestan que esto afecta la autonomía de las ONGDR.

9
En 1988, Benencia “estima que los programas de las ONG vinculadas a la problemática del desarrollo rural
cuentan con no menos de 10 mil familias beneficiarias directas concentradas sobre todo en la Región
Nordeste. (Benencia, R. y otros, 1988).
14
Si bien el sector de ONGDR ha crecido notablemente, la articulación entre las
organizaciones que lo conforman es muy débil10. Este funcionamiento atomizado,
probablemente le reste influencia, a la valiosa labor realizada por las ONGDR, en lo que
concierne a la influencia en las políticas nacionales y provinciales y en la negociación con
los programas estatales.

IV. Algunas reflexiones

La entrada al nuevo siglo depara a las ONGDR el desafío de encontrar respuestas en


especial a dos problemáticas: a) generar alternativas de desarrollo rural para las familias
rurales pobres y b) solucionar su crisis financiera como organización.

Con respecto a la primera, la consolidación del modelo neoliberal en los 90´ y la


reafirmación (por parte de la Alianza) de la continuidad de las políticas que dan forma al
mismo, limitan las posibilidades reales de desarrollo de los pequeños productores rurales,
ya que las mismas no apuntan a revertir las condiciones estructurales generadoras de
pobreza.

Si se parte que “el Desarrollo Rural es un campo de debate ideológico y teórico y toda
noción de desarrollo involucra una teoría de Cambio Social” y que “...es necesario que la
propuesta de desarrollo rural esté inscripta en una propuesta de Desarrollo Nacional”
(Plaza, O, 1991 )11 surge la necesidad que las ONGDR junto a las organizaciones de base y
técnicos de los programas nacionales, aúnen esfuerzos y planteen en el ámbito público la

10
La mayoría de las ONGDR participan en Redes de ONG´s. Estas, se caracterizan por la amplia
heterogeneidad de ONG´s que la integran (de base, asistenciales, de desarrollo, reivindicativas, etc.) y
presentan dificultades para llevar a cabo acciones de conjunto, constituyéndose principalmente en ámbitos de
capacitación y socialización de nuevas fuentes de financiamiento. Por otro lado, aún, no existe una Red
exclusiva de ONGDR.
11
En el mismo sentido el autor entiende que la inexistencia de una estrategia de Desarrollo Nacional, no
implica que no se puedan llevar a cabo actividades de desarrollo rural y que no se busquen organizaciones o
instancias que posibiliten un manejo racional de esta actividad a pesar de la necesidad de articulación entre el
Desarrollo Nacional y el Rural (Plaza, O 1998).
15
contradicción existente entre el “desarrollo” y el modelo económico para pasar a discutir
una estrategia de Desarrollo Nacional y Rural.

De no lograrse lo anterior, difícilmente las acciones de estas organizaciones y de los


programas de desarrollo nacionales puedan erradicar progresivamente la pobreza y en
particular el impacto de las acciones de las ONGDR superen lo local para pasar a lo
regional y nacional.

Adicionalmente, se hace necesario la sistematización y socialización de las experiencias de


terreno de las ONGDR y de los Programas del Estado, para lograr una mayor comprensión
de los resultados de los proyectos con el fin reelaborar nuevas propuestas de desarrollo mas
eficaces que permitan el mejoramiento de la calidad de vida de los productores rurales.

Con respecto al segundo desafío, la crisis financiera del sector de ONGDR, no sólo limita
las acciones de muchas organizaciones del sector, sino que en algunos casos pone en riesgo
la continuidad de las mismas. Esta situación ha llevado a una competencia por recursos
entre las distintas ONG´s, en un marco donde el Estado se afianza como el principal ente
financiador.

El Estado establece relaciones con las ONGDR, con el fin de delegar en un actor eficiente y
eficaz la ejecución de los programas. En este sentido es restringido el espacio que les queda
a las ONGDR para participar en la definición de políticas y estrategias adoptando estas
últimas el mero rol de ejecutoras de las políticas gubernamentales. Esto a llevado a algunas
organizaciones a replantearse la conveniencia de participar de algunos programas y cómo
afecta esto a sus estrategias de desarrollo y a su autonomía. En otras palabras en esta
relación entra en contradicción el rol que el Estado le asigna a las ONGDR y el que estas o
cada una de estas pretenden asumir.

En este contexto, las distintas partes entran en un juego de negociación, en la cual cada una
trata de mediatizar las acciones e intenciones del otro a través de las fuentes de negociación

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que poseen. En este sentido, se observó una fuerte confianza de las ONGDR, en su
eficiencia y capacidad de éxito para realizar los proyectos, al negociar con el Estado.

Es interesante reflexionar acerca de cuál es la connotación de éxito para las ONGDR y para
el Estado. Probablemente para las primeras esté relacionado al desarrollo rural y a la
eliminación de la pobreza. Pero en el caso del Estado, donde las metas de los programas
sociales muchas veces son subordinadas a los interés (de corto plazo) de los gobernantes,
probablemente el éxito esté relacionado a la contención social y/o alivio de la pobreza. En
este sentido queda relativizada la mayor capacidad de éxito de las ONGDR en la ejecución
de este tipo de proyectos frente a las ONG mas subordinadas al Estado y las ONG de
partidos políticos que pueden cumplir “eficientemente” el rol asistencial de distribuir
recursos y subsidios a los pobres rurales.

En este contexto sería importante que las distintas organizaciones aúnen esfuerzos y
generen un ámbito de articulación para negociar de conjunto frente al Estado Nacional la
continuidad de los programas de desarrollo rural, sus estrategias, definir un marco legal y
ejecutivo el cual normatice los mecanismos y criterios a través de los cuales el Estado
asigne los recursos al sector de la sociedad civil teniendo en cuenta la heterogeneidad de
organizaciones que conforman al mismo.

Es indiscutible, el importante rol que han jugado y juegan las ONGDR en el desarrollo rural
argentino, y el potencial que aún tienen estas organizaciones para contribuir a eliminar la
pobreza rural en el país. No obstante, a diferencia de las décadas pasadas donde cada
organización resolvía en forma individual los problemas que surgían, en la actualidad
probablemente éstas deban proyectarse como un colectivo o sector de ONGDR articulado
para hacer frente a los mismos, y a su vez articularse con otros actores del desarrollo en
Argentina.

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