Você está na página 1de 7

Colegio Preparatorio Diurno de

Xalapa
Filosofía

Ensayo
Ideas plasmadas en el filebo o del placer y su aplicación en la
cultura mexicana actual

Mejía Nájera Ángel Josué


5°C
28/11/018
INTRODUCCION

Hoy día, gran parte de la sociedad mexicana versa sus acciones sobre un camino para encontrar un
estado placer (momentáneo o perpetuo), o, mejor dicho, un estado de felicidad. Y varios han sido los
medios por los cuales se ha llegado a dicho objetivo, siendo todo lo anterior afectado enormemente
por los medios de comunicación, la enseñanza en cada hogar y demás factores que optan al
individuo a entender que el punto cúspide de su vida es la felicidad tergiversada como un placer, y
por lo mismo ese placer, actualmente se le ha plasmado como que tiene que ser “mundano”, un
placer que corra por la tangente del deseo, la soberbia y el egoísmo, una felicidad que atenta contra
la felicidad de los demás. Sin embargo, no necesariamente tiene que recurrir a ello, también es
posible encontrársele en el simple acto de disfrutar comer, de disfrutar estando en familia, jugando
una simple partida de ajedrez, navegar por internet, siguiendo la gran cantidad de costumbres y
tradiciones que tenemos etc. Entonces queda claro que el placer subyace en la vida diaria de las
personas, y específicamente, en los mexicanos puede quedar plasmado en actividades bastantes
simples, pero, ¿Realmente, en la actualidad, obtenemos placer por esos medios?, y, sobre todo,
¿Qué tanto nos puede afectar ese placer?, ¿a dónde nos lleva el obtenerlo?, ¿es viable, o, sólo nos
lleva a un estado de adicción?

Así pues, el presenta trabajo pretende analizar y plasmar si el placer como se concibe en la cultura
actual mexicana es el idóneo según las ideas sostenidas por el filósofo griego Platón en su diálogo
“Filebo o del placer”, y de ser así, que tan diferente es de lo que Platón consideraba bueno en sus
tiempos
El ENTENDIMIENTO DEL PLACER EN EL MEXICO CONTEMPORÁNEO CONTRASTANDO CON
LAS IDEAS DE PLATON EN EL FILEBO O DEL PLACER

Primeramente, habría que considerar una definición del placer, y claro está remitir a la definición
según la RAE: “Goce o disfrute físico o espiritual producido por la realización o la percepción de algo
que gusta o se considera bueno”. Entonces, viéndolo de esa manera el placer puede devenir muy
fácilmente del ocio cotidiano, cualquier persona puede encontrar “placer” en cualquier aspecto,
objeto o acción. De ahí parte la idea de que el placer se le conciba como un “buen mal”, pues la
relativa facilidad con la que uno puede obtener derivará en un estado de total sumisión (lo anterior
fácilmente puede ser justificado con tal sólo observar a su alrededor). Y, ahora bien, si me remito al
diálogo entre Filebo y Sócrates, tal servirá como gran apoyo para analizar en todo sentido qué es el
placer. Así pues, con Sócrates se observa que el placer tiene un objeto determinado, sus causas no
son más que cosas que agrades, lo que rectifica el postulado de que el placer es fácilmente
alcanzable, pues en la vida uno puede sentirlo con sólo observar tal vez algo simétrico o bien,
teniendo alguna relación sexual, etc. Es más, si voy de lleno con la tesis de Platón, él define a
grandes rasgos al placer como un movimiento en tanto su causa es un movimiento. Por lo mismo,
unos de los tipos de placeres que es el corpóreo, de acuerdo a lo escrito en el Timeo la causa de
éstos es ciertos, ciertas impresiones o movimientos producidos en el cuerpo. Unos movimientos que
deben cumplir con ciertas condiciones.

La primera de ellas es que se produzcan en una parte fácilmente movible del cuerpo, sea brusca y
restablezca a un estado natural de la situación, y si tal lo plasmamos a un ámbito emocional, derivará
en un placer más fuerte, el placer mental. Entonces se deduce y reitera de nuevo que las
condiciones para obtener placer son fácilmente alcanzables, y en el caso del placer mental, puede
quedar muy fuertemente arraigado en el cuerpo de uno, pues siguiendo, de nuevo, la concepción de
Platón, dicho tipo de placer tiene como origen y causa el mismo alma, que dicho de otra manera
vendría a ser que tiene como origen nuestro más profundo modo de conciencia, y cabe decir que el
placer viene a ser, a fin de cuenta, sólo el llenado de un vacio (de un dolor), véase el ejemplo que
propone el Diálogo, donde la sed, por, es trastorno y dolor, pero cuando el líquido vuelve a llenar lo
que estaba vacío, es placer, un estado abrupto, que conlleva un movimiento y devuelve a un estado
natural.

De lo anterior surge la interrogante de, ¿cuán fuerte y arraigado está el efecto del placer en la
sociedad mexicana dada su fácil obtención y conservación?
Pues bien, es fácilmente evidenciable que nuestra sociedad está muy cimentada en el aspecto de
“sentirse bien”, lo cual vendría ser un acercamiento al “obtener placer”. Y no sólo es la vida cotidiana,
los medios de comunicación y las grandes marcas de productos diariamente bombardean a los
mexicanos con mensajes de sentirse bien, ya sea con la compra de un cosmético, un videojuego,
comida, o tal vez el caso más representativo, comprarse una buena coca-cola, producto que
claramente no muestra ser un activo beneficioso a nuestro cuerpo, más bien sólo lo daña, pero tal es
ese efecto placebo que produce, tan fuerte es el adictivo de su concentrado, que gran parte de la
población vive encadenado totalmente a ese producto, al punto de ser prácticamente un droga, una
droga que produce placer, uno adictivo y mortal.

Así mismo, no sólo el problema radica en lo anterior, si no que quiero enfocarme en que el mexicano
común sigue su concepto de “bien supremo” como símil del placer, pero por qué lo digo. Pues
fácilmente se demuestra con todo el vicio y ocio que ensañan desde los más niños hasta los más
adultos, alcohol, cigarros, bebidas carbonatadas, comida grasosa, ropa lujosa, etc. Todo lo anterior
este arraigado totalmente a la vida cotidiana, a tal punto de que la familia, como supuesto “núcleo
primario de enseñanza” alguna vez por lo menos ha llegado obligarnos a obtener esos productos, y
una vez probado el placer, se vuele un vicio que ha atrapado a casi toda la población de nuestro
país, Situación que casualmente suena muy similar al ideario de Filebo quien a grandes rasgos
postulaba que lo mejor era seguir una vida de placer, que con tal alcanzaremos la felicidad, y pues
claro, vaya que lo estamos haciendo al pie de la letra. Sin embargo, dicho sea, para alcanzar la
felicidad, no sólo está el camino del placer al cual vivimos sumisos, sino que está aquel que nos
brinda la sabiduría de acuerdo a las ideas de Sócrates y Platón, y lo anterior se puede deducir de lo
siguiente, y es que el placer, no basta por si sólo para hacer al hombre feliz, y cómo se ejemplifica,
pues fácil. Si se le llegase a preguntar a un joven o adulto de altos recursos económicos y que ha
pasado su vida de lujo en lujo, de placer en placer; si es feliz o si está conforme con su vida, la
tendencia sería a responder que falta algo, algo que complemente ese placer, y de ahí viene lo que
anteriormente se habló, la sabiduría, cito un cuestionamiento escrito en el diálogo: “¿Qué hombre se
considera dichoso, aun en medio de los placeres mayores y más vivos, viviendo sin inteligencia, sin
memoria, sin ciencia de ninguna clase? No hay uno sólo”.

Entonces, partiendo de esa base, se podría decir que gran parte de nuestra población vive en la
carencia del conocimiento, y lo anterior es justificado con las estadísticas, donde más de la mitad de
la población adulta se quedó en la secundaria, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE). En 2016, el 53% de los adultos jóvenes (de 25 a 34 años) en
México sólo contaba con educación por abajo de media superior, cifra que aumenta al 63% en el
caso de personas entre 25 y 64 años, según el estudio Panorama de la Educación 2017 de la OCDE.

Por lo anterior, queda más que claro, que el vicio y el placer sumergen a más de la mitad de la
población, quienes viven opacado por un extremo de la balanza, que a su vez se reduce a un estado
de no bienestar. Pero, ahora viene lo importante, ¿qué hacer para remediar la situación? De acuerdo
a las ideas del Filebo, lo ideal según Platón que irse de lleno con esa felicidad adquirida por medio
de la sabiduría, lo ideal sería en plena medida de lo indicado guiarse tanto por el placer como por la
sabiduría para llegar a la felicidad, donde lo anterior se puede demostrar en la población con
estudios mexicana, donde de acuerdo a estadísticas del INEGI 2014, Una persona que tiene apenas
la primaria muestra 7.7 puntos de satisfacción respecto a un mexicano con posgrado que registra
8.7, todo en base a una escala de 1 al 10. Y claro se da por supuesto que de facto esas personas
tienen el afán de obtener placer, la diferencia es que el estudiado, el sabio, es capaz de darle medida
a sus acciones y sensaciones. De aquí que siempre se diga que estudiar te hace más fácil, y esto
fácilmente se basa en las ideas de Platón. Además de mencionar que la idea de este escrito no es
desmeritar el placer, pues a fin de cuentan, tan arraigado está a la naturaleza de las cosas
(relacionadas con el hombre), que, sin armonía, no hay placer y viceversa, pues el placer ayuda a
regresar al estado natural, como ya se ha mencionado y ejemplificado, por lo tanto, al menos en
cuanto a idea del autor, el placer es un estado natural del viviente.

Ahora bien, si bien es cierto que existen estos placeres que de una u otra manera atentan contra
nuestro bienestar, de acuerdo a las ideas de Sócrates existen esos placeres que si nos brindan
bienestar y que van más allá de lo vulgar y que por tanto de habrán de seguir pues son los
necesarios para obtener la felicidad. Dichos placeres aptos para esa vida mixta que ya tanto se ha
reiterado son aquellos que no conlleven un dolor, como bien pueden ser el amor, la ira, la venganza,
el miedo, la envidia, de este modo, los placeres aptos son aquellos de van de la mano con valores
como la belleza, la verdad y sobre todo la medida. A lo que bien se ejemplifica a que es mejor
disfrutar de ver una obra de arte a estar encasillado en sólo pasársela viendo Facebook. A lo que
queda pues, dicho como que esos placeres verdaderos son todos aquellos que tengan que ver con
el razonamiento matemático o la contemplación artística que, de la mano con una vida reflexiva y
analítica abierta al constante estudio de las cosas, producirán en tanto así un estado de pura
felicidad. Acto que todo mexicano habría de seguir para elevar su calidad de vida.
CONCLUSIÓN

Ya planteada mi tesis, no queda mucho que decir, la sociedad mexicana basa su vida en más que la
obtención de la felicidad, la obtención del placer, placeres falsos, además, y por lo tanto, se deduce
que la calidad de vida de la mayoría es baja, y esto se ve más que demostrado con tan sólo ir
observar los alrededores, donde día a día se pueden ver muchas personas gastando su vida en
lujos, en drogas, en adictivos, en ocio que degrada a la persona en sí, lo cual sólo lleva a la idea de
que la sociedad está en un estado de decadencia, pero afortunada y sorpresivamente, la realidad de
las cosas es que la mayoría de las personas, aún muy a pesar de seguir este camino de falso placer,
dice de estar feliz, y tal se debe al acompañamiento de sus seres queridos, pues está más que dicho
que el mexicano es conocido por estar siempre acompañado de sus parecidos, y el apoyo entre
todos, y los sentimientos de superación a la adversidad son los que han logrado superar ese estado
de decadencia, y que a mi parecer pone en tela de juicio (en cierto modo dicho), la tesis sostenida
por Platón, pues para ser feliz, tal vez no siempre sea necesario tener una neutralidad total en la vida
entre placer y saber, si no que otros muchos factores pueden radicar en esto, y queda más que claro
que el mexicano es un perfecto ejemplo de como la fraternidad, el amor y el compañerismo (placeres
falsos según las ideas de Platón plasmadas en Filebo), derivan en un estado de pura y dulce
felicidad.

BIBILIOGRAFÍA

Azcárate, P., (1871) Filebo o del placer. Recuperado de http://www.filosofia.org/cla/pla/azf03009.htm

Bravo, F., (2008) LA NATURALEZA DEL PLACER EN EL FILEBO DE PLATÓN. Recuperado de


http://www.seer.ufu.br/index.php/EducacaoFilosofia/article/download/914/828..

Eugenio, Sánchez, B,. (31 OCTUBRE, 2008) Platón: Filebo o del placer. Recuperado de
https://auladefilosofia.net/2008/10/31/platon-filebo-o-del-placer/

Gonzalez, Santiago, J., (s.f) Reportaje: ¿Qué tan felices son los mexicanos?, Recuperado de
https://www.salud180.com/salud-dia-dia/reportaje-que-tan-felices-son-los-mexicanos

Lledó, E, (1996) La memoria del Logos. Estudios sobre el diálogo platónico. Taurus, Madrid,

María, Isabel, S,. C,. (2009) La justa medida: entre Político y Filebo. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-13242009000200004
Marín, D., (s.f.) Estas son las 5 cosas que hacen más felices a los mexicanos. Recuperado de
https://tec.mx/es/noticias/puebla/educacion/estas-son-las-5-cosas-que-hacen-mas-felices-los-
mexicanos

PLATÓN: Obras completas. Aguilar, Madrid, (1981): Filebo, traducción, preámbulo y notas de
Francisco de P. Samaranch, págs. 1218-1264.

Sánchez, Corredera, S., (2007) Sobre el placer. Lectura del Filebo. Hedoné frente a Phrónesi.
Recuperado de http://www.revistadefilosofia.org/12-8.pdf

Waterfield, R,. (1980), "The place of the Philebus in Plato's dialogues", Phronesis, vol. 25, pp. 270–
305.

World Economic Forum (15 septiembre 2017) El preocupante nivel educativo en México. Recuperado
de https://es.weforum.org/agenda/2017/09/el-preocupante-nivel-educativo-en-mexico

Você também pode gostar