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La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada
por John Quincy Adams y atribuida al presidente James Monroe en 1823. Establecía que
cualquier intervención de los europeos en América sería vista como un acto de agresión que
requeriría la intervención de Estados Unidos.1 La doctrina fue presentada por el presidente
Monroe durante su sexto discurso al Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue tomado con
dudas, al principio, y luego con entusiasmo. Fue un momento decisivo en la política exterior de
los Estados Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores, en especial John Quincy
Adams, como una proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo en
respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en Europa y la Santa
Alianza tras las guerras napoleónicas.
Índice
Corolario Roosevelt[editar]
A raíz del bloqueo naval de Venezuela por potencias europeas a comienzos del siglo XX,
Estados Unidos afirmó su doctrina Monroe y el presidente Theodore Roosevelt emitió el
Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt) estableciendo que, si un país europeo amenazaba o
ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el
gobierno estadounidense estaba obligado a intervenir en los asuntos de ese país para
"reordenarlo", restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas.
Este corolario supuso, en realidad, una carta blanca para la intervención de Estados Unidos
en América Latina y el Caribe.3 El corolario provocó una gran indignación en los dirigentes
europeos y en particular del kaiser Guillermo II.
Esta nueva era trajo un impulso colonialista por parte de los Estados Unidos, quienes
reafirmaron la doctrina Monroe, con el Corolario Roosevelt de 1904 para la interpretación del
doctrina Monroe. Es decir, la política del Gran Garrote o Big Stick. La expresión es del
presidente de Estados Unidos, tomada de un proverbio africano: "habla suavemente y lleva un
gran garrote, así llegarás lejos" (speak softly and carry a big stick, you will go far).
En el corolario se afirma que si un país latinoamericano y del Caribe situado bajo la influencia
de EE. UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o
empresas estadounidenses, el Gobierno de EE. UU. estaba obligado a intervenir en los
asuntos internos del país "desquiciado" para reordenarlo, restableciendo los derechos y el
patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. Bajo la política del Gran Garrote se legitimó el
uso de la fuerza como medio para defender los intereses en el sentido más amplio de los
EE. UU., lo que ha resultado en numerosas intervenciones políticas y militares en todo el
continente.
El Gran Garrote también se refiere a las intervenciones estadounidenses ocasionadas por la
“ discapacidad” de los Gobiernos locales de resolver asuntos internos desde el punto de vista
del Gobierno de Estados Unidos, y protegiendo los intereses de ciudadanos y entidades
estadounidenses. En tal sentido, Roosevelt postulaba que los desórdenes internos de las
repúblicas latinoamericanas constituían un problema para el funcionamiento de las compañías
comerciales estadounidenses establecidas en dichos países, y que en consecuencia los
Estados Unidos debían atribuirse la potestad de “ restablecer el orden” , primero presionando
a los caudillos locales con las ventajas que representaba gozar del apoyo político y económico
de Washington (“ hablar de manera suave” ), y finalmente recurriendo a la intervención
armada (el Gran Garrote), en caso de no obtener resultados favorables a sus intereses
militares.
Oposición a la política de Roosevelt[editar]
La política del gran garrote causó indignación, sobre todo en América latina ya que se
consideraba una violación a la soberanía de cada estado.4 Varios políticos se pronunciaron en
contra, el más importante fue el presidente de México, Porfirio Diaz quien defendió los
principios de libertad y autodeterminación de los pueblos con su propia doctrina, la doctrina
Díaz, que pregonaba que todos los pueblos son libres de auto determinar su futuro y de auto
gobernarse, y que una nación no tenía por qué intervenir en el autogobierno de otra, ni por
qué desconocer o reconocer su gobierno.5 Pero tras la derrota española por parte de Estados
Unidos, la mayoría de los países latinos retiró sus protestas por temor a alguna represalia,
aunque los países latinoamericanos se intentaron acercar más a Europa, por
ejemplo, Argentina estrecho sus relaciones con Italia, Brasil y Chile con Alemania,
y México junto a Colombia con Gran Bretaña.
En Europa la reacción fue de amenaza, España había perdido sus territorios y los países
coloniales temían lo mismo, por lo tanto Reino Unido y Francia formaron alianzas con Estados
unidos mientras que Alemania y Austria buscaron distanciarse y formar otro bloque de poder.6
Aplicación de la doctrina[editar]
Interpretar el principio de la no intervención de los Estados europeos en los asuntos americanos de una
manera absoluta conduciría a que un Estado americano pudiera conculcar los principios de la justicia en
sus relaciones con los individuos extranjeros, violar la ley moral, negarse a tomar en consideración las
justas reclamaciones de los extranjeros perjudicados, crear de este modo un estado de cosas anormal e
ilícito según los principios de Derecho común y de la Moral internacional, y rechazar después cualquier
forma de injerencia para hacer cesar tales manifiestas violaciones de los principios de la justicia,
atrincherándose en el principio de su independencia y en la doctrina de Monroe escribe Fiore. 7
Cuando el presidente de Estados Unidos James Monroe, formuló esa primera doctrina global
de su país, «América para los americanos», Diego Portales, un ciudadano chileno que
comerciaba en los puertos del Pacífico y años después sería ministro de estado en su país,
escribió a un amigo:
"Lima, marzo de 1822. Señor José M. Cea.
Mi querido Cea: Los periódicos traen agradables noticias para la marcha de la revolución en toda
América. Parece algo confirmado que los Estados Unidos reconocen la independencia americana.
Aunque no he hablado con nadie sobre este particular, voy a darle mi opinión. El presidente de la
Federación de N. A., Mr. Monroe, ha dicho: se reconoce que la América es para éstos. ¡Cuidado con
salir de una dominación para caer en otra! Hay que desconfiar de estos señores que muy bien aprueban
la obra de nuestros campeones de liberación, sin habernos ayudado en nada: he aquí la causa de mi
temor. ¿Por qué ese afán de Estados Unidos en acreditar ministros, delegados y en reconocer la
independencia de América, sin molestarse ellos en nada? ¡Vaya un sistema curioso mi amigo! Yo creo
que todo esto obedece a un plan combinado de antemano; y ese sería así: hacer la conquista de
América, no por las armas, sino por la influencia en toda esfera. Eso sucederá, tal vez hoy no; pero
mañana sí. No conviene dejarse halagar por estos dulces que los niños suelen comer con gusto, sin
cuidarse de un envenenamiento".
Diego Portales8
Nótese que la carta está hecha en Lima, cuando Portales era un simple comerciante, de 29
años, y muy poco después de formulada la doctrina Monroe. La clarividencia de este pasaje,
es evidente.
En el siglo XIX el enemigo principal era la Marina Real Británica y los intereses
estadounidenses eran solo secundarios. Por otro lado, la Doctrina Monroe no recibió mucha
atención en Europa al momento de formularse, pues la Santa Alianza estaba informada que la
potencia naval estadounidense era bastante inferior a la británica, y que los proyectos de
restablecer el absolutismo en la América española eran inviables debido a la oposición
de Gran Bretaña a secundarlos, y no por el desafío de Estados Unidos, que difícilmente podía
sostenerlo en esos años.
Ambigüedad de la Doctrina[editar]
Esta doctrina no ha sido en realidad sólo se aplica en beneficio de los intereses de los Estados
Unidos como lo ejemplifica el papel que tomaron en múltiples intervenciones europeas
posteriores en suelo americano. Por ejemplo la toma en 1833 de las islas Malvinas por los
ingleses, la ocupación española de la República Dominicana entre 1861 y 1865, el bloqueo de
barcos franceses a los puertos argentinos entre 1838 y 1850, el establecimiento de Inglaterra
en la costa de la Mosquitia (Nicaragua), la invasión de México por las tropas francesas y la
imposición de Maximiliano de Austria como emperador, la ocupación de la Guayana
Esequiba por los ingleses y el bloqueo naval de Venezuela por Alemania, Inglaterra e Italia
entre 1902 y 1903, además de las diversas colonias en el Caribe que aún conservan los
gobiernos europeos tales como las Islas Vírgenes Británicas, las Islas Turcas y Caicos, las
islas de Aruba, Bonaire, Curazao, San Martín, Saba y San Eustaquio bajo la corona
holandesa, la Guayana Francesa y Guadalupe que son departamentos franceses de ultramar
que incluyen otras islas menores e islotes de posesión francesa como lo son Martinica y San
Pedro y Miquelón. Igualmente hay que mencionar el caso de Groenlandia, tercer país más
grande de América del Norte, que aún permanece como colonia de Dinamarca.
La Guerra de las Malvinas en 1982 y el apoyo que el gobierno de los Estados Unidos
brindaron en inteligencia al gobierno de Margaret Thatcher dejaron de manifiesto que la
doctrina no aplicaba más que para aquellas potencias Europeas no aliadas a los Estados
Unidos.
Cabe destacar en este mismo orden de ideas que aún existen países de
la Commonwealth que es un remanente colonial del Imperio británico como lo son Canadá y
las diversas islas caribeñas que son conocidas como las Indias Occidentales
Británicas (British West Indies en inglés) que incluyen además a otras regiones continentales
como Belice y Guyana.
Por eso la ambigüedad de la doctrina en Latino América se entiende que cuando los Estados
Unidos se usan el "América para los americanos" entienden por "América" todo el continente,
pero por "americanos" solo a los estadounidenses.
Aplicación práctica del
plan LASSO. Empleo del Inicio de la aplicación práctica del Plan
plan desarrollado contra Lasso
las regiones de
autodefensa campesina
en Colombia, que
constituyó la ejecución
concreta de los programas
de ayuda militar
para América Latina,
enmarcados en la nueva
estrategia militar del
gobierno de los Estados
Unidos en los años 1960,
conocidos como “Doctrina
de la Seguridad Nacional”.
Líderes históricos del Secretariado de las FARC-EP.
Contenido
[ocultar] Fecha: Inicio: 18 de
mayo de 1964; Terminación: Continúa
1 El Plan LASSO
o 1.1 Antecedentes
Lugar: Colombia
2 Plan LASSO o Plan
Lazo
o 2.1 Aplicación Descripción:
práctica del plan
o 2.2 Por qué Plan ideado por el Pentágono con el fin de contrarrestar los
Marquetalia movimientos revolucionarios en América Latina
3 Error estratégico del
Plan País(es) involucrado(s)
4 Enlaces externos
5 Fuentes
Estados Unidos; Colombia
Antecedentes
En octubre de 1959, el gobierno de los Estados Unidos envió un "Equipo Especial
de Estudio", compuesto por expertos de contrainsurgencia para investigar la
situación de seguridad interna de Colombia. Entre otras recomendaciones de
política del equipo estadounidense, informó que "con el fin de proteger los intereses
tanto de las autoridades colombianas y de los Estados Unidos contra
"intervencionistas" cualquier ayuda especial atención de la seguridad interior iba a
ser estéril y encubierta en la naturaleza." En febrero de 1962, el “Equipo de Estudio",
un Fort Bragg de alto nivel del equipo Especiales de Estados Unidos, visitó
Colombia para una segunda encuesta. La guerra estaba encabezada por el Centro
de Guerra Especial y el comandante General William P. Yarborough.
En un suplemento secreto de su informe a la Junta de Jefes de Personal,
Yarborough alentó la creación y el despliegue de una fuerza paramilitar para
cometer actos de sabotaje y terrorismo contra los comunistas
La nueva política de contrainsurgencia se instituyó como el Plan Lasso en 1962 e
hizo un llamamiento para las operaciones militares y los programas de acción cívica
en las zonas violentas. A instancias de los Estados Unidos, el gobierno colombiano
comenzó a atacar a muchas de las comunidades auto – defensa en la década
de 1960, en un intento de volver a asimilar los territorios bajo el control del gobierno
nacional.
Plan Lasso
Los campesinos de esa zona, organizados en cooperativas agrícolas, solo
demandan del Estado, gobernado por el presidente Guillermo León Valencia,
carreteras para llevar sus productos a los poblados cercanos, escuelas para sus
hijos, y garantías para su seguridad ante los arteros ataques de los criminales
paramilitares llamados “pájaros”. Ante estos justos reclamos, el Estado y el
Imperialismo no tienen otra respuesta que el exterminio ejemplarizante.
Comenzada, la Operación Marquetalia enmarcada en el Plan LASSO del
Pentágono, el movimiento agrario reunido en asamblea acuerda evacuar las
familias numerosas y enfrentar el cerco de exterminio con la táctica de guerra
guerrillas totalmente móvil, realizada por pequeñas unidades combativas (llamadas
guerrillas) de 12 campesinos.
Pasados unos días de preparación, no es hasta el 27 de mayo que se produce el
primer combate, librado por la guerrilla del comandante Joselo. Este combate, con
un saldo favorable para las guerrillas de Marquetalia, señala el nacimiento de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que en los combates del 30
de mayo, como en los del 3, 14 y 17 junio, en los del 8, 10 y 24 de agosto, y en los
del 3 y 20 de septiembre, auguran la derrota estratégica del Plan LASSO.