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DEBER DE INVESTIGACIÓN
Los diferentes autores sobre la materia coinciden en destacar al seguro marítimo como
la primera forma de seguro que existió, dado que su surgimiento se dio en los pueblos
antiguos como consecuencia de la necesidad de los comerciantes de protegerse frente a
los numerosos peligros que ofrecía la navegación marítima.
Se dice que en donde se han encontrado vestigios de una ley expresa sobre la materia
vigente es en la isla de Rodas (Grecia), alrededor del año 400 antes de la Era Cristiana,
cuando la ciudad de Rodas incorporó en su legislación la institución de la avería gruesa
o común también llamada Ley de la echazón. Dicha regulación estableció la obligación
de los propietarios de las mercancías de distribuirse el costo de la siniestralidad ocurrida
en el mar. En la época del Imperio Romano existía lo que se conocía como préstamo a
la gruesa, que podemos considerar un antecedente de los seguros marítimos: una
persona, normalmente el propietario del barco, tomaba a préstamo una suma igual al
valor de la mercancía que se iba a transportar. Si llegaba correctamente a puerto, pagaba
el capital más unos intereses pero si naufragaba no pagaba nada.
Por otro lado, hay quienes indican que el seguro marítimo se remonta posiblemente a
una institución romana llamada “Foenus Nauticum” que llegó hasta nosotros como
“préstamo a la gruesa”. Dicha institución consistía en el mutuo sobre una suma de
dinero cuyo pago era garantizado por el naviero con un derecho real sobre la nave
(bottomry), o sobre la carga. A cambio del préstamo y si la aventura marítima tenía
éxito, el armador o naviero se comprometía a pagarle al prestamista el capital más un
interés. Si, por el contrario, ocurría algún evento que causara la pérdida de la nave,
como su hundimiento, el banquero perdía el préstamo y los intereses. Se puede decir
que esta transacción se dio como la primera forma de transferencia del riesgo por parte
del propietario del barco a otra parte, en este caso el prestamista.
Autores como Uría González consideran también que el seguro marítimo es una
derivación del préstamo a la gruesa, producto del permanente tráfico marítimo entre las
ciudades del Mediterráneo durante la Edad Media. “Como es sabido, el objeto
fundamental del préstamo a la gruesa, al igual que el del seguro, consistía en cubrir el
riesgo de pérdida o daños del buque y de su cargamento. Se diferencian ambas
instituciones en que, mientras en el seguro sólo se hace entrega de la indemnización una
vez ocurrido el siniestro, en el préstamo a la gruesa, el prestamista entregaba el capital
al dueño del buque o del cargamento por anticipado, antes del comienzo de la
expedición marítima, habiéndose de devolver éste sólo en caso de feliz arribo de la nave
a puerto; es decir, en caso de no ocurrir el siniestro.”
Luego con las invasiones bárbaras se reduce el comercio el cual pareció desaparecer;
pero ya en la edad media renace nuevamente, sobre todo en las ciudades italianas en
donde empieza a desarrollarse la idea de seguro como lo vemos nosotros ahora; incluso
podemos ver que muchas instituciones marítimas actuales se designan con palabras de
origen italiano, tales como “Charter Party” en inglés que viene del italiano: “carta
partita”.
Sin embargo, y a pesar de todos los antecedentes existentes, la regulación jurídica más
importante para el seguro marítimo, por ser el antecedente más próximo a los Códigos,
es el “Guidon de la Mer” publicado en Francia entre 1556 y 1584. Se trata de una
recopilación de usos marítimos franceses, en el cual se inspiró posteriormente la
Ordenanza de la Marina de 1681.
El origen del seguro moderno hay que buscarlo en el seguro marítimo, con el préstamo
a la gruesa como antecedente inmediato, coincidiendo con el florecimiento del comercio
con el Mediterráneo y la necesidad de proteger a los transportistas. El primer contrato
de seguro marítimo conocido se remonta a 1347 y fue firmado en Génova mediante
escritura notarial. Con tan larga historia y en una feria de referencia como Conxemar,
también es posible conocer las soluciones aseguradoras más completas en el ámbito
marítimo.
Suscribir una póliza era una práctica habitual entre los navegantes y comerciantes
mediterráneos en la época en que Cristóbal Colón proyectó el viaje que le llevó a
descubrir el Nuevo Mundo. El contrato de aseguramiento se fue desarrollando, a la par
que se desenvolvía también por etapas graduales la organización sobre la cual descansa
el seguro.
El primer testimonio auténtico es el que procede del año 1347 y del que se conserva acta
en el Archivo notarial genovés. Aseguraba contra posibles accidentes, naufragios o
asaltos piratas a un navío mercante bautizado con el nombre de 'Santa Bárbara', que iba
de Génova a Mallorca. Ahí aparecen todos los elementos que sirven de fundamento al
contrato del seguro tal como se conoce hoy: el riesgo, su valoración a los efectos del
pago de una prima por su cobertura, el objeto sobre el que recae la garantía y su tiempo
de duración. En la ciudad de Pisa se guarda otro contrato de seguros celebrado en el año
1384 y otro en Florencia del año 1397. A partir de entonces se inicia una carrera
vertiginosa, impulsada por los grandes navegantes de ese siglo y los siguientes. Un solo
notario de Génova recibió en 1393 más de ochenta contratos de seguros marítimos en
menos de un mes.
Antes de la aparición de la moderna empresa aseguradora a finales del siglo XVII, el
seguro marítimo estuvo gestionado entre varios particulares que solían ser mercaderes
que unas veces actuaban de aseguradores y otras de asegurados.
La historia –y la expansión de los seguros– siguió su curso y fueron apareciendo las
primeras instituciones en los ramos de Marítimo, Vida e Incendio. Las primeras pólizas
de vida se extendieron en Londres en The Royal Exchange y la primera del ramo fue
emitida en 1583. Las primeras manifestaciones del seguro de incendio se dan en 1667
también en Inglaterra, a raíz del famoso incendio de Londres, que destruyó miles de
casas e iglesias.
A partir de entonces tuvo un gran impulso la protección contra el fuego. La experiencia
acumulada en el seguro marítimo permitió adaptar los contratos al riesgo de las llamas.
El sistema chino de cinco mil años atrás para asegurar la mercancía
El primer testimonio documental, la primera póliza de la que se tiene constancia, es la
firmada en 1347 en Génova. Aunque la historia de los seguros es casi tan antigua como
el hombre. Cinco mil años atrás, los mercaderes chinos, cansados de perder parte de la
mercancía en los muchos ríos que atraviesan el país, idearon un sistema en el que cada
barco distribuía la carga de forma diferente a la vez anterior.
Con este método buscaban que, si una embarcación sufría un percance, no se perdiese el
cargamento entero.
REFERENCIAS
http://www.murimar.com/noticia/272/Blog/Origen-de-los-seguros-maritimos.html
https://www.farodevigo.es/especiales/conxemar-2014/2014/10/seguros-maritimos-
antiguos-existen-origen-documental-siglo-xiv-n482_2_14876.html
https://escuelajudicialpj.poderjudicial.go.cr/Archivos/documentos/revs_juds/rev_jud_89
/08%20EL%20CONTRATO%20DE%20SEGURO%20MAR%C3%8DTIMO.htm