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PASTOR Y HUESPED

“tú estás conmigo”


Salmo 123

Este salmo es uno de los favoritos de la tradición, liturgia y piedad privada,


música y artes pláticas incluso también está tomando gran importancia para los
exegetas1.

La fórmula «el Señor es mi pastor» aflora muchas veces en varios de los


salmos. Se Encuentra primero en referencia a las antiguas tradiciones de Israel, en
relación con la casa de José: Pastor de Israel, escucha, tú que guías a José como a
un rebaño, tú que te sientas sobre querubines, resplandece ante Efraín, Benjamín y
Manasés. Sal 80, 2-32.

El título de Pastor de Israel, parece ser dado a Dios por la casa de José, y las
tribus de Efraín, Benjamín y Manasés; esto es por la realidad en la que han vivido.
Este mismo título se encuentra en las bendiciones de Jacob-Israel, concretamente en
la que el patriarca pronuncia sobre los dos hijos de José: los bendijo diciendo: El Dios
en cuya presencia caminaron mis antepasados Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido
pastor desde mi nacimiento hasta hoy, el ángel que me ha librado de todo mal,
bendiga a estos muchachos. Gn 48, 153.

1 LUIS ALONSO, SCHÖKEL, Treinta salmos, poesía y oración, Cristiandad, España 1981, p, 110.
2 MATTHIEU, COLLIN, El libro de los Salmos, cuadernillo bíblico 92, Verbo Divino, España 1997, pp. 44-
45.
3 Ídem. p. 45.

1
De lo anterior se puede ver como surgen las raíces de la experiencia y sobre
todo de la vida que están tras fondo de esta invocación: Pastor de Israel, seguramente
es una invocación que se fue mamando en la misma familia, como algo propio de su
desarrollo y educación; propio de su trabajo diario y de su manera de sobrevivir.

Esta vivencia de saberse custodiados y cuidados por el Pastor de Israel,


muestra que siguió adelante la experiencia se estas tribus. Es de notar que en
Miqueas la evoca en referencia al Éxodo en donde ellas fueron históricamente, las
primeras afectadas concretamente en la figura de José en el imperio de Egipto:
Pastorea a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de tu heredad, que vive solitario entre
malezas y matorrales silvestres; que pazca como antaño en Basán y en Galaad.
Como cuando saliste de Egipto haznos ver tus maravillas. Miq 7, 14-15; Is 63, 114.

Así se enriquece y actualiza la tradición ancestral; la casa de José experimentó,


como pueblo la dirección de su Pastor, esto se pude ver en la siguiente referencia:
Sacó como un rebaño a su pueblo, los guió como un hato por el desierto, los condujo
seguros, sin alarmas, mientras el mar cubría a sus enemigos. Sal 78, 52-535.

Los pueblos del antiguo Cercano Oriente (Egipto, Asiria, Babilonia) fueron ante
todo pueblos de pastores. De esa realidad social se pasó con facilidad a dar
metafóricamente el título de pastor también a los gobernantes, asignándoles diversas
tareas. Entre algunos esta en Egipto: Amenhotep III, Set I, Merneptah; en Sumeria:
Gilgamesh; en Asiria: Samanasar I, Tiglat-Peleser I, Senaquerib, Asurbanipal; en
Babilonia: Hammurabi.

Inclusive a los dioses se les designó a veces como pastores. Por ejemplo, en
Egipto el dios Osiris aparece con las insignias de un pastor; y el dios Amón es
presentado como un ganadero que custodia su manada. En Sumeria: el dios Enlil es
llamado el pastor fiel; y el dios Utu fue visto como el dios compasivo. En Babilonia: al
dios Marduk se le celebra como el pastor fiel; y Shamash fue llamado el pastor del
mundo inferior y el guardián del superior6.

4 Ibídem.
5 Ídem, p. 46.
6 SALVADOR CARRILLO ALDAY, El Señor es mi Pastor, DABAR, México 1996, pp. 19-20.

2
La profesión del pastor es de las más antiguas de la humanidad. Los pastores
antiguos (igual que los actuales) conducían su rebaños a largas distancias para darles
de comer y de beber; los protegían de los depredadores, cuidaban de la ovejas
enfermas o heridas, buscaban a las extraviadas del rebaño y, atendían con especial
ternura a los corderillos. Por la noche guardaban el rebaño dentro de un redil o aprisco
para mantenerlas seguras fuera del alcance de los ladrones y fieras. No podemos
perder de vista estas y otras cualidades del pastor, así como sus acciones en favor
del rebaño para darnos cuenta de la belleza y profundidad de la imagen de Jesús,
Buen Pastor7.

Pastor: la figura del pastor y su rebaño pertenece al mundo cotidiano del


antiguo Oriente mediterráneo. Desde Abel, que es el primer pastor (Gn 4, 20), y desde
Yobal, hijo de Lamec, que fue padre de todos los que crían ganado y viven en tiendas
(cf. Gn 4,20), y desde los patriarcas cuidadores de ganado (cf. Gn 13,7; 26,20; 4,32),
la Biblia está llena de pastores, aunque la cultura israelita dominante acaba siendo
agrícola y urbana. De todas formas, el recuerdo de David, pastor de ovejas en los
campos de Belén (1 Sm 16,13; 17,20), se ha mantenido vivo en la tradición mesiánica.
Un salmo dice que Dios tomó a David de los rediles de ovejas, para hacerle rey de
Israel, de manera que su oficio y tarea de pastor de ovejas sirve de base simbólica
para entender su función de pastor en el pueblo (cf. Sal 78.70). Por otra parte, Dios
aparece como un pastor que cuida a su rebaño de los hombres, especialmente en
su pueblo Israel (40,11; 63; Jr 30, 10; etc.). El AT sabe que Dios es pastor de Israel:
«El Señor es mi pastor, nada me falta, por lugares tranquilos me hace reposar…» (Sal
23,1; cf. Gn 49,24; Jr 31,10; 43,12; Ez 34,5.12; etc.). También los jefes de Israel
reciben rasgos de pastor (cf. 2 Sm 7,7; Jr 3, 23; Sal 78,72)8.

7 HERCULANO, ALVES, Símbolos en la Biblia, Sígueme, España 2008, p. 371.


8 XABIER PIKAZA, Voz «Pastor» en Diccionario enciclopédico de la Biblia, Sapientia, México 2013.

3
Alma
Nephesh vpn

Raíz

Es éste uno de los conceptos principales de la antropología bíblica; nephesh,


traducido habitualmente por alma. La traducción griego de los Setenta lo interpretó en
este sentido en cerca de 600 casos (traduciéndolo por la palabra psyché). Al obrar
así, refleja la influencia del pensamiento filosófico griego, que ofrecía al mundo
cristiano los conceptos básicos para elaborar su doctrina del más allá.

Por tanto, es grande la tentación de interpretar la palabra «alma» en sentido


filosófico griego. Se comprende entonces el alma como una realidad distinta del
cuerpo, incluso opuesta a todo lo que es corporal: el alma es inmortal, sutil e invisible,
mientras que el cuerpo es mortal, concreto y visible. Pues bien, esta forma de ver las
cosas es totalmente extraña a los salmistas y a los autores bíblicos. Su visión del ser
humano es unitaria y no dicotómica o dualista. El ser humano es todo él, cuerpo y
alma.

Utilización

La nephesh es todo lo contrario de una sustancia inmaterial y sutil. En efecto,


designa concretamente una parte física del ser humano: la garganta, el cuello: « (El
Señor) calmó el ansia de los sedientos (literalmente, su garganta) y a los hambrientos
los colmó de bienes (literalmente, lleno su garganta)» (107,9).

La nephesh es por tanto el lugar privilegiado de las sensaciones, como el


hambre, la sed y el gusto. De ahí se pasa naturalmente al terreno de la insatisfacción
y del deseo. La nephesh representa así al ser humano en situación de carencia y de
necesidad. Cuando se habla de alma, se quiere decir el ser humano en cuanto que
es ser de deseos. El paso de la nephesh al simbolismo de la sed de Dios se lleva a

4
cabo espontáneamente: «Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te
busca a ti, Dios mío» (42,2).

NEPHESH
Total AT 754
1. Salmos 144
2. Jeremías 62
3. Levítico 60
Otras formas 3
9.

Justo
Tsaddiq qydc

Raíz

Los 139 empleos de la raíz tsaddiq comprenden el verbo (4 veces), el adjetivo


tsaddiq (52 veces) y los dos sustantivos tsedeq (49 veces) y tsehaqah (34 veces).
Este último se emplea, en la mayoría de los caso, en relación con Dios y en paralelo
con teshu´ah (salvación) o algún sinónimo. Se trata entonces de la justicia salvífica
de Dios. Tsedeq se dice igualmente de Dios, pero esta vez se aplica más al hombre.

Tiene tres sentidos principales: el derecho (objetivo) de las personas, el respeto


al derecho (= justicia social) y finalmente la cualidad de una relación con Dios, que
intenta respetar el proyecto de Dios sobre el mundo. Este es el sentido que hay que
dar al adjetivo tsaddiq: aquel que se conforma con el orden querido por Dios. Por esta
razón es una de las principales designaciones del creyente en los salmos.

Utilización

9JEAN-PIERRE PRÉSVOST, Diccionario de salmos; Cuadernillos bíblicos, n. 71. BAC, España 1992, p.
10.

5
De antemano, los salmistas confiesan la justicia de Dios: «Tú, que sondeas el
corazón y las entrañas, tú, el Dios justo» (7,10); «Dios es un juez justo» (7,12) «El
Señor es justo y ama la justicia » (11,7); «El Señor es justo en todos sus caminos»
(145,17). Pero ¿de qué justicia se trata? En gran parte, como en la última cita, se trata
del orden que Dios ha puesto en el mundo. Podríamos hablar entonces de una
dimensión cosmológica.

Hay además una dimensión salvífica. La justicia de Dios no es la del juicio y el


tribunal, sino la de la salvación y la liberación. «El Señor hace justicia y defiende a
todos los oprimidos» (103,6). No se trata de una justicia que condene y aplaste, sino
de una justicia que levanta y hace vivir; no de una justicia que se teme, sino de una
justicia que se espera. El dilema «justicia o misericordia» no se plantea en el nivel de
la Biblia y de los salmos; la justicia de Dios se conjuga con su misericordia: «El ama
la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra» (33,5).

Justo
Tsaddaq qydc
Total AT 523

1. Salmos 139

2. Proverbios 94

3. Isaías 81

10

Casa
Báyit tyIB;

En su significado base, báyit designa la casa firme, construida con cualquier


material, normalmente diferenciada de tienda. Unido a «Dios» o a otro nombre divino,

10JEAN-PIERRE PRÉSVOST, Diccionario de salmos; Cuadernillos bíblicos, n. 71. BAC, España 1992,
p.31.

6
báyit, designa una «casa de Dios» o «templo» o de santuario de Yahvé situados fuera
de Jerusalén, pero la más frecuente con mucho es la referencia al templo de
Jerusalén11.

Confiar
bṭḥ tjb

Donde más frecuentemente aparece el verbo en el AT es en los formularios de


oraciones y cánticos: dos de cada cinco pasajes pertenecen al salterio; muchos
pertenecen a géneros cúlticos o reflejan temática de ese tipo. Se refiere al
abandonarse ya realizado y experimentado.

Lo mismo si se trata de descripciones de situación que de afirmaciones de


confianza diversa duración, frecuencia o modulación, siempre se tiene en cuenta un
punto de referencia hacia el que se dirige la confianza; designa por lo general un acto
que fundamenta la existencia; el que confía se apoya en algo, y todo depende en
definitiva de la fiabilidad del otro; el que confía busca protección y se mantiene o cae
a la vez que aquel en quien ha confiado12.

La métaphore ou l´allégorie du pasteur est dés les origines appliquée a


Yahweh, car il conduit ses créatures et particuliérement son peuple avec une vigilance
inlassable, attentive á tous leurd besoins, á leur defense contre tous leurs ennemis13.

11
E. JENNI, C. WESTERMANN, Diccionario teológico manual del Antiguo Testamento, vol. I, Cristiandad, España
1978, pp. 451-452.
12
Ibibdem, pp.441-443.
13
La Sanite Bible, t. V., Letouzey et ané, Paris 1950, p.155.

7
Bibliografía

COLLIN, MATTHIEU, El libro de los Salmos; Cuadernillo bíblico 92, Verbo Divino,
España 1997.
SCHÖKEL, L. ALONSO, Treinta salmos, poesía y oración, Cristiandad, España
1981.
PIKAZA, XABIER, Diccionario enciclopédico de la Biblia, Sapientia, México,
2013.
CARRILLO ALDAY, SALVADOR, El señor es mi Pastor, DABAR, México 1996.
ALVES, HERCULANO, Símbolos en la Biblia, Sígueme, España 2008.
PRÉSVOST JEAN-PIERRE, Diccionario de salmos; Cuadernillos bíblicos, n. 71.
BAC, España 1992.
Jenni E., Westermann C., Diccionario teológico manual del Antiguo
Testamento, vol. I, Cristiandad, España 1978.

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