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CUIDADO DE LOS ANIMALES

Primeramente decir, que la mirada Católica Romana, donde insertan


igualmente su sistema de mediación por los animales, no es bíblico. Por lo
mismo, el siguiente análisis no es desde esa mirada. Mas bien cito algunas
referencias bíblicas, donde se pueden sacar conclusiones.

Albert Scheweitzer dijo: “Mientras el amor y la compasión de los


hombres no abarque a todas las criaturas, el hombre no encontrará
la paz consigo mismo”.

Hoy, que a causa de la degradación del medio ambiente, hemos


aumentado nuestra sensibilidad hacia la naturaleza, conviene que los
cristianos nos situemos de una manera decidida en la protección y defensa
de nuestros de la creación, incluye a los animales, formados también de
las manos del Creador, cuya obra vio que era buena en gran manera (Gn.
1, 31) y en donde al ser humano se le dio la obligación de señorearla (Gn.
1,28). Los animales están presentes delante de Dios y así lo revela
frecuentemente la Escritura.

Los salvó en el Arca, junto a Noé y su familia (Gn. 6, 19-21): Y de todo lo


que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que
tengan vida contigo, macho y hembra serán. De las aves según su especie
y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su
especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. Y
toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo, y servirá de
sustento para ti y para ellos.

Estableciendo también un Pacto con ellos (Gn. 9, 9-10): Y (establezco mi


pacto) con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda
bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del
arca hasta todo animal de la tierra. Estableceré mi pacto con vosotros y no
exterminaré ya toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para
destruir la tierra.
Es para los animales también el día del descanso (Dt. 5, 14): Mas el
séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo,
ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal
tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu
siervo y tu sierva como tú.

Les envía mensajes de esperanza, hay un futuro también para ellos (Jl. 2,
22): Animales del campo, no temáis; porque los pastos del desierto
reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán
sus frutos. Y mensajes de misericordia (Jon. 4, 11): ¿Y no tendré yo piedad
de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil
personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano
izquierda, y muchos animales? Esperan también la liberación final, estando
su destino muy cerca del nuestro (Ro. 8, 21-23): Porque también la
creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios.

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con
dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros
mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de
nuestro cuerpo.

La Biblia canta la Creación del Señor a través de los Salmos,


especialmente el Salmo 104, en el que vemos cómo Dios cuida de todas
sus criaturas, enviando sus arroyos para darles de beber, dándoles
alimento y facilitándoles refugio, además de haber creado también para
ellos los ciclos diarios y las estaciones.

Todos esperan en el Señor y Dios los tiene en su presencia (Mt. 6, 26):


Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
granero; y vuestro Padre celestial las alimenta… Por tanto, y puesto que
nuestro deber no puede ser otro que amar lo que Dios ama y aborrecer lo
que Él aborrece, como cristianos tenemos el deber de proteger y cuidar de
la Creación, para lo que no es suficiente una mirada romántica y de
admiración sobre nuestro entorno, sino el compromiso activo para la
conservación y el cuidado.
Proteger y cuidar de los animales es una de las tareas más hermosas, con
la que todos saldremos beneficiados. Conservar el patrimonio natural hace
más dignos a las personas y da gloria al Creador.

Señor, tu misericordia llega hasta el cielo, y tu fidelidad alcanza


hasta las nubes, tu justicia hasta las altas cordilleras, tus
sentencias son como el océano inmenso, Tú socorres a hombres
y animales ¡Cuán preciosa, oh Dios es tu misericordia! Salmo
36

El Señor es bueno con todos. Es cariñoso con todas sus criaturas


¡Que todas tus criaturas te den gracias, Señor! Salmo 145

Algunas conclusiones o bien reflexiones:

1. Dios creo y cuida a los animales.


2. En momentos de juicio humano, Él los defiende. ¡No estamos
hablando de temas redentores, salvación.
3. Cuando se habla de la Misericordia divina, preciosa y grande, no
excluye a los animales.
4. El trato y revelación especial fue dado a los hombres, si debemos
tener cuidado en no humanizar a las mascotas, pero eso no dice
que no debemos ser misericordiosos con ellos.
5. Recordar, que los grandes movimientos de defensa de los
animales han sido de parte de cristianos protestantes.

¡Es un buen tema de conversación! Lea su Biblia, y haga un equilibrio de


sus acciones.

Mayormente tomado del escrito del Dr. Federico Velásquez,


Doctor en Química.

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