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La ciencia

La biología (del griego βίος [bíos], «vida», y -λογία [-logía], «tratado, estudio, ciencia») es la ciencia
que estudia a los seres vivos y, más específicamente, su origen, su evolución y sus propiedades:
nutrición, morfogénesis, reproducción (asexual y sexual), patogenia, etc. Se ocupa tanto de la
descripción de las características y los comportamientos de los organismos individuales, como de las
especies en su conjunto, así como de la reproducción de los seres vivos y de las interacciones entre
ellos y el entorno. De este modo, trata de estudiar la estructura y la dinámica funcional comunes a
todos los seres vivos, con el fin de establecer las leyes generales que rigen la vida orgánica y los
principios de esta.

En su sentido moderno, la palabra «biología» parece haber sido introducida independientemente por
Gottfried Reinhold Treviranus (Biologie oder Philosophie der lebenden Natur, 1802) y por Jean-Baptiste
Lamarck (Hydrogéologie, 1802). Generalmente, se dice que el término fue acuñado en 1800 por Karl
Friedrich Burdach, aunque se menciona en el título del tercer volumen de Philosophiae naturalis sive
physicae dogmaticae: Geologia, biologia, phytologia generalis et dendrologia, de Michael Christoph
Hanow y publicado en 1766.

La biología es una ciencia que abarca un amplio campo de estudio que, a menudo, se tratan como
disciplinas independientes. Todas ellas juntas estudian la vida en un amplio rango de escalas. La vida
se estudia a escala atómica y molecular en biología molecular, en bioquímica y en genética molecular.
Desde el punto de vista celular, se estudia en biología celular, y a escala pluricelular se estudia en
fisiología, anatomía e histología. Desde el punto de vista de la ontogenia o desarrollo de los organismos
a nivel individual, se estudia en la biología del desarrollo.

La biología es asimismo una de las principales ciencias del karst objeto de la espeleología, ocupándose
de los organismos que viven en cavidades subterráneas.1

Cuando se amplía el campo a más de un organismo, la genética trata el funcionamiento de la herencia


genética de los padres a su descendencia. La ciencia que trata el comportamiento de los grupos es la
etología, esto es, de más de un individuo. La genética de poblaciones observa y analiza una población
entera y la genética sistemática trata los linajes entre especies. Las poblaciones interdependientes y
sus hábitats se examinan en la ecología y la biología evolutiva. Un nuevo campo de estudio es la
astrobiología (o xenobiología), que estudia la posibilidad de la vida más allá de la Tierra.
Las clasificaciones de los seres vivos son muy numerosas. Se proponen desde la tradicional división
en dos reinos establecida por Carlos Linneo en el siglo XVII, entre animales y plantas, hasta las
actuales propuestas de sistemas cladísticos con tres dominios que comprenden más de 20 reinos.

La botánica (del griego βοτάνη = hierba) o fitología (del griego φυτόν = planta y λόγος = tratado) es
una rama de la biología.

Es la ciencia que se ocupa del estudio de las plantas, bajo todos sus aspectos, lo cual incluye:
descripción, clasificación, distribución, identificación, el estudio de su reproducción, fisiología,
morfología, relaciones recíprocas, relaciones con los otros seres vivos y efectos provocados sobre el
medio en el que se encuentran.1 El objeto de estudio de la botánica es, entonces, un grupo de
organismos lejanamente emparentados entre sí, las cianobacterias, los hongos, las algas y las plantas,
los que casi no poseen ningún carácter en común salvo la presencia de cloroplastos (a excepción de
los hongos y cianobacterias) o el no poseer movilidad.23 En el campo de la botánica hay que distinguir
entre la botánica pura, cuyo objeto es ampliar el conocimiento de la naturaleza, y la botánica aplicada,
cuyas investigaciones están al servicio de la tecnología agraria, forestal y farmacéutica. Su
conocimiento afecta a muchos aspectos de nuestra vida y por tanto es una disciplina estudiada por
biólogos y ambientólogos, pero también por farmacéuticos, ingenieros agrónomos, ingenieros
forestales, entre otros.4

La botánica cubre un amplio rango de contenidos, que incluyen aspectos específicos propios de los
vegetales, así como de las disciplinas biológicas que se ocupan de la composición química
(fitoquímica), de la organización celular (citología vegetal) y tisular (histología vegetal), del
metabolismo y el funcionamiento orgánico (fisiología vegetal), del crecimiento y el desarrollo, de la
morfología (fitografía), de la reproducción, de la herencia (genética vegetal), de las enfermedades
(fitopatología), de las adaptaciones al ambiente (ecología), de la distribución geográfica (fitogeografía
o geobotánica), de los fósiles (paleobotánica) y de la evolución.

Finalmente, existen dentro de la Botánica ramas de estudio que se ocupan de modo especial de grupos
particulares de organismos, cual la Microbiología (que estudia los microorganismos en general,
incluyendo muchos de los que se consideran organismos vegetales), la Bacteriología (que se ocupa
de las bacterias), la Micología (que estudia los hongos), la Ficología (que estudia las algas), la
Liquenología (estudio de los líquenes), la Briología (estudio de los briófitos: los musgos y las
hepáticas), la Pteridología (estudio de los helechos).272 También existen distintas disciplinas
aplicadas, que estudian el valor práctico de las plantas para los seres humanos y con ello establecen
el enlace con la Agricultura, la Silvicultura y la Farmacia, entre otras.

Zoología (del griego «ζωον» zoon = "animal", y «-λογία» -logía, tratado, estudio, ciencia) es la
disciplina biológica que se encarga del estudio de los animales. La zoología estudia diversos ámbitos
como la biología, fisiología, morfología, comportamiento, distribución y ecología de cada una de las
especies.

El interés del hombre por los animales y por la gran diversidad de sus formas comenzó en la
antigüedad. En Grecia, en el siglo IV a.C., Aristóteles describió numerosas especies y realizó un
esbozo de clasificación del reino animal; pero muchas de sus conclusiones carecían de rigor científico,
pues no estaban basadas en experimentaciones.

Es el estudio de las plantas y en el de los animales, los especialistas se interesan tanto por las
semejanzas como por las diferencias que presentan las especies para lograr la agrupación lógica y
sistemática de las mismas. Admitido este procedimiento clasificatorio, es evidente la necesidad de
adoptar una nomenclatura que sea universalmente comprometida para superar de este modo la
limitación que supondrían las denominaciones locales o nacionales.

Con el Renacimiento, las investigaciones zoológicas adoptaron carácter verdaderamente científico y


se desecharon algunas teorías aristotélicas y muchos conceptos fantasiosos sostenidos hasta
entonces. La invención del microscopio por el holandés Anton van Leeuwenhoek permitió abordar el
estudio de los tejidos de los animales y de seres hasta entonces desconocidos porque eran demasiado
pequeños para ser observados a simple vista: los microbios o microorganismos.

Ya avanzado el siglo XVIII, el sueco Carlos Linneo fue el primero en encarar una clasificación
sistemática de los animales y las plantas. Su obra fue continuada por el naturalista francés Georges
Cuvier. En 1859 Charles Darwin dio a conocer su teoría de la evolución de las especies, que significó
un gran aporte a los estudios zoológicos.

El auténtico surgimiento de la zoología después del período legendario de la Edad Media está ligado
al nombre de un inglés, Edward Edward Wotton, nacido en Oxford en 1492, quien ejerció como médico
en Londres y murió en 1555. Publicó un tratado titulado De differentiis animalium en París en 1552. En
muchos sentidos Wotton era simplemente un exponente de Aristóteles, cuya doctrina (con varias
adiciones imaginarias), constituyera la verdadera base de conocimiento zoológico a lo largo de la Edad
Media. El mérito de Wotton fue el rechazó de los argumentos legendarios y fantásticos, y su regreso
a Aristóteles y a la observación de la naturaleza.

La ictiología es una rama de la zoología dedicada al estudio de los peces. Esta incluye los osteíctios
(peces óseos), los condrictios (peces cartilaginosos, tales como el tiburón y la raya) y los agnatos
(peces sin mandíbula). Se estima que hay alrededor de 32.700 especies descritas1 y que cada año
son descritas oficialmente 250 nuevas especies. La dificultad en la clasificación radica en la gran
variedad que han alcanzado durante el proceso evolutivo y la accesibilidad de los humanos al medio
acuático. Por otra parte la ictiología además se ocupa de la biología y comportamiento de los peces.

Las primeras descripciones científicas de peces fueron hechas por Aristóteles, quien mencionó varios.
Guillaume Rondelet publicó su De Piscibus Marinum describiendo 244 especies. Durante el 1600, los
exploradores encontraron nuevos tipos de peces; George Markgraf, en su Naturalis Brasilae, añadió
100 especies más y en 1686, la Historia Piscium de John Ray y Francis Willughby describía más de
400.

El título de "padre de la ictiología" se le atribuye a Peter Artedi , un estudiante de Linneo que identificó
cinco órdenes de peces (incluidos cetáceos) y los dividió en géneros. Artedi se ahogó accidentalmente
en un canal de Ámsterdam y Linneo publicó sus manuscritos de forma póstuma.

Durante los siglos XVIII y XIX, una constante corriente de especímenes provenientes de todo el mundo
inundaron los museos.

En la década de 1780, Marcus Elieser Bloch publicó Ichthyologia como una serie de volúmenes de
láminas y, tras su muerte, su asociado Johann Gottlob Schneider publicaría el M. E. Blochii Systemae
Ichthyologiae, describiendo 1.519 especies.

La obra Regne animal distribué d'après son organisation de Georges Cuvier, publicada entre 1817-
1830 fue un paso clave para la clasificación de los peces. Cuvier trabajó con su estudiante Achille
Valenciennes para sacar los 22 volúmenes de Histoire Naturelle des Poissons en la década de 1830 -
que aunque nunca fue completada, describía 4.514 especies.

Albert Günther publicó su Catalogue of the Fishes of the British Museum entre 1859 y 1870,
describiendo más de 6.800 especies y citando otras 1.700.

La ictiología, generalmente definida como “el estudio de los peces” o “la rama de la zoología que trata
sobre los peces”, tiene una larga historia bien documentada, que se remonta a miles de años desde
los antiguos egipcios,indios, griegos y romanos. Acumulado a lo largo de los siglos informaciones
extremadamente heterogéneas, principalmente de orden taxonómico, aunque también referentes a la
zoogeografía, al comportamiento, al régimen alimentario, a los predadores, a las tolerancias
ambientales, etc.

La citología (del griego cito=célula + logía=estudio) rama de la ciencia que estudia e investiga las
células, a nivel estructural, fisiológico y bioquímico, tanto en su estado normal como patológico

Según el tipo de estudios que se realicen se divide en:

Biología celular: se dedica al estudio de la anatomía, la función y la bioquímica celular en estado


normal.

Citopatología: se encarga del estudio de la enfermedad celular, y de los cambios celulares que orientan
el diagnóstico de las enfermedades

También se usa la palabra "citología" para referirse a:2

El material o muestra extraídos para estudio citológico o citodiagnóstico.

El documento que contiene los resultados de un estudio citológico o citodiagnóstico.

A los métodos de recogida de células para el análisis citopatológico, que son de dos tipos: citología
exfoliativa y citología interventiva.3

Según el órgano y tejido del cuerpo de donde se tome la muestra para su estudio citológico, se habla
de citología: ginecológica, respiratoria, gastrointestinal, del tracto urinario (o de la orina), del riñón y la
glándula suprarrenal, del hígado y el páncreas, del sistema nervioso central, del ojo, de la glándula
salival, de mama, de tiroides, de ganglio linfático, de la efusión (de fluidos intracorporales), de tejido
blando, hueso y piel.

La citología es la especialidad de la biología que se dedica al análisis de las células (la unidad
fundamental de un ser vivo con capacidad reproductiva independiente). El concepto también se utiliza
como sinónimo de citodiagnóstico: el proceso de diagnóstico que se realiza en base al estudio de
células y su resultado.

La citología también llamada biología celular, es una rama de la biología que se encarga del estudio
de las estructuras de las células, sus funciones y su importancia en la complejidad de los seres vivos.
A partir de la invención del microscopio el hombre pudo observar las estructuras de las células nunca
antes vistas. Con el empleo de técnicas citoquimicas y el microscopio electrónico, fue posible el estudio
más detallado de estas estructuras.

La genética (del griego antiguo: γενετικός, guennetikós, ‘genetivo’, y este de γένεσις, guénesis,
‘origen’)123 es el área de estudio de la biología que busca comprender y explicar cómo se transmite
la herencia biológica de generación en generación mediante el ADN. Se trata de una de las áreas
fundamentales de la biología moderna, abarcando en su interior un gran número de disciplinas propias
e interdisciplinarias que se relacionan directamente con la bioquímica y la biología celular.

El principal objeto de estudio de la genética son los genes, formados por segmentos de ADN y ARN,
tras la transcripción de ARN mensajero, ARN ribosómico y ARN de transferencia, los cuales se
sintetizan a partir de ADN. El ADN controla la estructura y el funcionamiento de cada célula, tiene la
capacidad de crear copias exactas de sí mismo tras un proceso llamado replicación.

Aunque la genética juega con un papel muy significativo en la apariencia y el comportamiento de los
organismos, es la combinación de la genética, replicación, transcripción y procesamiento (maduración
del ARN) con las experiencias del organismo la cual determina el resultado final.

Los genes corresponden a regiones del ADN o ARN, dos moléculas compuestas de una cadena de
cuatro tipos diferentes de bases nitrogenadas (adenina, timina, citosina y guanina en ADN), en las
cuales tras la transcripción (síntesis de ARN) se cambia la timina por uracilo —la secuencia de estos
nucleótidos es la información genética que heredan los organismos. El ADN existe naturalmente en
forma bicatenaria, es decir, en dos cadenas en que los nucleótidos de una cadena complementan los
de la otra.

La secuencia de nucleótidos de un gen es traducida por las células para producir una cadena de
aminoácidos, creando proteínas —el orden de los aminoácidos en una proteína corresponde con el
orden de los nucleótidos del gen. Esto recibe el nombre de código genético. Los aminoácidos de una
proteína determinan cómo se pliega en una forma tridimensional y responsable del funcionamiento de
la proteína. Las proteínas ejecutan casi todas las funciones que las células necesitan para vivir.

El genoma es la totalidad de la información genética que posee un organismo en particular. Por lo


general, al hablar de genoma en los seres eucarióticos se refiere solo al ADN contenido en el núcleo,
organizado en cromosomas, pero también la mitocondria contiene genes y es llamada genoma
mitocondrial.
La ingeniería genética es la especialidad que utiliza tecnología de la manipulación y trasferencia del
ADN de unos organismos a otros, permitiendo controlar algunas de sus propiedades genéticas.
Mediante la ingeniería genética se pueden potenciar y eliminar cualidades de organismos en el
laboratorio (véase Organismo genéticamente modificado). Por ejemplo, se pueden corregir defectos

La ecología es la rama de la biología que estudia las relaciones de los diferentes seres vivos entre sí
y con su entorno: «la biología de los ecosistemas» (Margalef, 1998, p. 2). Estudia cómo estas
interacciones entre los organismos y su ambiente afectan a propiedades como la distribución o la
abundancia. En el ambiente se incluyen las propiedades físicas y químicas que pueden ser descritas
como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás organismos que
comparten ese hábitat (factores bióticos). Los ecosistemas están compuestos de partes que
interactúan dinámicamente entre ellas junto con los organismos, las comunidades que integran, y
también los componentes no vivos de su entorno. Los procesos del ecosistema, como la producción
primaria, la pedogénesis, el ciclo de nutrientes, y las diversas actividades de construcción del hábitat,
regulan el flujo de energía y materia a través de un entorno. Estos procesos se sustentan en los
organismos con rasgos específicos históricos de la vida, y la variedad de organismos que se
denominan biodiversidad. La visión integradora de la ecología plantea el estudio científico de los
procesos que influyen en la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones
entre los organismos y la transformación de los flujos de energía. La ecología es un campo
interdisciplinario que incluye a la biología y las ciencias de la Tierra.

Los antiguos filósofos griegos, como Hipócrates y Aristóteles, sentaron las bases de la ecología en sus
estudios sobre la historia natural. Los conceptos evolutivos sobre la adaptación y la selección natural
se convirtieron en piedras angulares de la teoría ecológica moderna transformándola en una ciencia
más rigurosa en el siglo XIX. Está estrechamente relacionada con la biología evolutiva, la genética y
la etología. La comprensión de cómo la biodiversidad afecta a la función ecológica es un área
importante enfocada en los estudios ecológicos. Los ecólogos tratan de explicar:

ay muchas aplicaciones prácticas de la ecología en biología de la conservación, manejo de los


humedales, manejo de recursos naturales (la agroecología, la agricultura, la silvicultura, la
agroforestería, la pesca), la planificación de la ciudad (ecología urbana), la salud comunitaria, la
economía, la ciencia básica aplicada, y la interacción social humana (ecología humana). Los
organismos (incluidos los seres humanos) y los recursos componen los ecosistemas que, a su vez,
mantienen los mecanismos de retroalimentación biofísicos son componentes del planeta que moderan
los procesos que actúan sobre la vida (bióticos) y no vivos (abióticos). Los ecosistemas sostienen
funciones que sustentan la vida y producen el capital natural como la producción de biomasa
(alimentos, combustibles, fibras y medicamentos), los ciclos biogeoquímicos globales, filtración de
agua, la formación del suelo, control de la erosión, la protección contra inundaciones y muchos otros
elementos naturales de interés científico, histórico o económico.

MORFOLOGIA

Como morfología se denomina la rama de una disciplina que se ocupa del estudio y la descripción de
las formas externas de un objeto. En este sentido, se puede aplicar al estudio de las palabras
(Lingüística), los seres vivos (Biología) o la superficie terrestre (Geomorfología). La palabra se
compone de los vocablos griegos μορφή (morphé), que significa ‘forma’, y λóγος (lógos), ‘tratado’.

En términos generales cuando se habla de morfología se está refiriendo al estudio de las formas
externas de algo, más precisamente será en los ámbitos de la biología, la geología y la lingüística
donde el término adquiere y ostenta una especial importancia y significación.

Dentro de la biología, la morfología es la disciplina que se ocupará del estudio de la forma y la


estructura de un organismo o sistema, así como también de las transformaciones que los seres
orgánicos van sufriendo como consecuencia del paso del tiempo.

En tanto y a su vez, la morfología biológica se encuentra subdividida en varias disciplinas las cuales
se ocupan especialmente de describir y estudiar algunos de los fenómenos que intervienen en la
estructura de un ser.

Así por ejemplo la morfología descriptiva se ocupa de la descripción y comparación de las diferentes
formas orgánicas que existen en el mundo. Por el lado de la teórica, serán las diferentes constricciones
morfológicas las que ocupen su atención. En tanto, cuando se trata de estudiar las formas orgánicas
y las características en relación de la función que disponen, será la morfología funcional la que nos
traiga la mayoría de las respuestas. Y finalmente, cuando el interés es por la historia de la estructura
orgánica, la morfología evolutiva será la candidata ideal.

En un contexto lingüístico, la morfología es aquella rama que se ocupará del estudio de la estructura
interna de las palabras para de esta manera, definir, delimitar y clasificar las unidades que la
componen, es decir, en términos super generales es lisa y llanamente el estudio de la palabra.

En la mayoría de las lenguas e independientemente de los procedimientos morfológicos que posean,


las palabras ostentan una morfología básica, en otras palabras, una secuencia de fonemas que
definirán el campo semántico y hasta el significado referencial de la palabra en cuestión, en tanto, esta
unidad básica sobre la cual se añadirán otros morfemas se llama lexema o raíz. Por ejemplo: gat- es
el lexema o unidad básica que permitirá formar el resto de las palabras vinculadas al grupo gat-o, gat-
a, gat-as, gat-os.

CIENCIAS AUXILIARES DE LA BIOLOGIA

Aunque el término puede referirse a distintas ciencias, la noción de ciencias auxiliares se encuentra
estrechamente vinculada a la historia. Por eso hay casos en que la mención a las ciencias auxiliares
hace referencia explícita a las ciencias auxiliares de la historia.

La arqueología, el derecho y la etimología son algunas de las ciencias auxiliares que aportan
documentación o fuentes de análisis al historiador. Se trata, en la mayoría de los casos, de ciencias
autónomas y que cuentan con sus propias metodologías, lo que hace que la idea de ciencia auxiliar
no sea exacta y, por tal motivo, haya caído en desuso.

Todo ello sin olvidar que también existen otras disciplinas que también se pueden catalogar como
ciencias auxiliares de la historia. Este sería el caso, por ejemplo, de la cronología, la geografía, la
iconografía, la heráldica, la paleontología, la geología, la etnografía o la papirología.

No obstante, todas las citadas podemos establecer que se agrupan en dos conjuntos: la ciencias
auxiliares mayores, que se encuentran al mismo nivel que la historia en cuanto a grado de desarrollo,
y las ciencias auxiliares menores, que básicamente se encargan de comprobar fuentes de información.

Estas disciplinas auxiliares ayudan a que el historiador pueda analizar documentos o reliquias y, de
esta manera, conocer su origen histórico, extraer datos y generar nueva información. La colaboración
de especialistas (por ejemplo, de un arqueólogo) resulta imprescindible en muchas situaciones.

Varias de las ciencias auxiliares fueron desarrolladas a partir del estudio de cuestiones que varían con
el paso del tiempo (como la cronología), mientras que otras surgieron a partir de la comparación entre
distintas realidades o factores (como la historia del arte o la historia del derecho).

Cabe destacar que al registro escrito de la historia se lo conoce como historiografía. Por lo tanto, la
historiografía constituye la epistemología de la historia.

No obstante, también existen otras disciplinas, además de la historia, que también cuentan con sus
propias ciencias auxiliares. Este sería el caso, por ejemplo, del Derecho Penal. En su caso se
consideran disciplinas respaldos de aquella la medicina legal, la criminalística, la estadística criminal
o la psiquiatría forense.
La citada medicina legal es la que se encarga de dictaminar las causas de la muerte de una persona
mientras que la criminalística es la que, a través de procedimientos determinados, lleva a cabo lo que
es la recopilación de evidencias y de elementos de diversa tipología que permitan identificar
claramente al autor de la citada muerte o acto delictivo.

FISICA

La física (del latín physica, y este del griego antiguo φυσικός, «natural, relativo a la naturaleza»)1 es
una de las ciencias naturales que se encarga del estudio de la energía, la materia y el espacio-tiempo,
así como las interacciones de estos tres conceptos entre sí.

La física es tal vez la más antigua de todas las disciplinas académicas, ya que la astronomía es una
de sus subdisciplinas. En los últimos dos milenios, la física fue considerada parte de lo que ahora
llamamos filosofía, química y ciertas ramas de la matemática y la biología, pero durante la Revolución
Científica en el siglo XVII surgió para convertirse en una ciencia moderna, única por derecho propio.
Sin embargo, en algunas esferas como la física matemática y la química cuántica, los límites de la
física siguen siendo difíciles de distinguir.

Esta disciplina incentiva competencias, métodos y una cultura científica que permiten comprender
nuestro mundo físico y viviente, para luego actuar sobre él. Sus procesos cognitivos se han convertido
en protagonistas del saber y hacer científico y tecnológico general, ayudando a conocer, teorizar,
experimentar y evaluar actos dentro de diversos sistemas, clarificando causa y efecto en numerosos
fenómenos. De esta manera, la física contribuye a la conservación y preservación de recursos,
facilitando la toma de conciencia y la participación efectiva y sostenida de la sociedad en la resolución
de sus propios problemas.

La física es significativa e influyente, no solo debido a que los avances en la comprensión a menudo
se han traducido en nuevas tecnologías, sino también a que las nuevas ideas en la física resuenan
con las demás ciencias, las matemáticas y la filosofía.

La física no es sólo una ciencia teórica; es también una ciencia experimental. Como toda ciencia,
busca que sus conclusiones puedan ser verificables mediante experimentos y que la teoría pueda
realizar predicciones de experimentos futuros basados en observaciones previas. Dada la amplitud del
campo de estudio de la física, así como su desarrollo histórico con relación a otras ciencias, se la
puede considerar la ciencia fundamental o central, ya que incluye dentro de su campo de estudio a la
química, la biología y la electrónica, además de explicar sus fenómenos.
La física, en su intento de describir los fenómenos naturales con exactitud y veracidad, ha llegado a
límites impensables: el conocimiento actual abarca desde la descripción de partículas fundamentales
microscópica hasta el nacimiento de las estrellas en el universo e incluso el poder conocer con una
gran probabilidad lo que aconteció en los primeros instantes del nacimiento de nuestro universo, por
citar unos pocos campos.

La química es la ciencia que estudia tanto la composición, la estructura y las propiedades de la


materia, como los cambios que esta experimenta durante las reacciones químicas y su relación con la
energía.1 Linus Pauling la define como la ciencia que estudia las sustancias, su estructura (tipos y
formas de acomodo de los átomos), sus propiedades y las reacciones que las transforman en otras
sustancias en referencia con el tiempo.2

La química moderna se desarrolló a partir de la alquimia, una práctica protocientífica de carácter


filosófico, que combinaba elementos de la química, la metalurgia, la física, la medicina, la biología,
entre otras ciencias y artes. Esta fase termina al ocurrir la llamada Revolución de la química, basada
en la ley de conservación de la materia y la teoría de la combustión por oxígeno postuladas por el
científico francés Antoine Lavoisier.3

Las disciplinas de la química se agrupan según la clase de materia bajo estudio o el tipo de estudio
realizado. Entre estas se encuentran la química inorgánica, que estudia la materia inorgánica; la
química orgánica, que estudia la materia orgánica; la bioquímica, que estudia las sustancias existentes
en organismos biológicos; la fisicoquímica que comprende los aspectos estructurales y energéticos de
sistemas químicos a escalas macroscópica, molecular y atómica, y la química analítica, que analiza
muestras de materia y trata de entender su composición y estructura mediante diversos estudios y
reacciones.

La ubicuidad de la química en las ciencias naturales hace que sea considerada una de las ciencias
básicas. La química es de gran importancia en muchos campos del conocimiento, como la ciencia de
materiales, la biología, la farmacia, la medicina, la geología, la ingeniería y la astronomía, entre otros.

Los procesos naturales estudiados por la química involucran partículas fundamentales (electrones,
protones y neutrones), partículas compuestas (núcleos atómicos, átomos y moléculas) o estructuras
microscópicas como cristales y superficies.

Desde el punto de vista microscópico, las partículas involucradas en una reacción química pueden
considerarse un sistema cerrado que intercambia energía con su entorno. En procesos exotérmicos,
el sistema libera energía a su entorno, mientras que un proceso endotérmico solamente puede ocurrir
cuando el entorno aporta energía al sistema que reacciona. En la mayor parte de las reacciones
químicas hay flujo de energía entre el sistema y su campo de influencia, por lo cual puede extenderse
la definición de reacción química e involucrar la energía cinética (calor) como un reactivo o producto.

Las primeras civilizaciones, como los egipcios19 y los babilónicos, concentraron un conocimiento
práctico en lo que concierne a las artes relacionadas con la metalurgia, cerámica y tintes, sin embargo,
no desarrollaron teorías complejas sobre sus observaciones.

Las matemáticas o la matemática1 (del latín mathematĭca, y este del griego μαθηματικά, derivado
de μάθημα, ‘conocimiento’) es una ciencia formal que, partiendo de axiomas y siguiendo el
razonamiento lógico, estudia las propiedades y relaciones entre entidades abstractas como números,
figuras geométricas o símbolos matemáticos.

La matemática en realidad es un conjunto de lenguajes formales que pueden ser usados como
herramienta para plantear problemas de manera no ambigua en contextos específicos. Por ejemplo,
el siguiente enunciado podemos decirlo de dos formas: X es mayor que Y e Y es mayor que Z, o forma
simplificada podemos decir que X > Y > Z. Este es el motivo por el cual las matemáticas son tan solo
un lenguaje simplificado con una herramienta para cada problema específico (por ejemplo 2+2= 4, o
2x2= 4).

Las ciencias naturales han hecho un uso extensivo de las matemáticas para explicar diversos
fenómenos observables, tal como lo expresó Eugene Paul Wigner (Premio Nobel de Física en 1963):2

La enorme utilidad de las matemáticas en las ciencias naturales es algo que roza lo misterioso, y no
hay explicación para ello. No es en absoluto natural que existan “leyes de la naturaleza”, y mucho
menos que el hombre sea capaz de descubrirlas. El milagro de lo apropiado que resulta el lenguaje de
las matemáticas para la formulación de las leyes de la física es un regalo maravilloso que no
comprendemos ni nos merecemos.

Mediante la abstracción y el uso de la lógica en el razonamiento, las matemáticas han evolucionado


basándose en las cuentas, el cálculo y las mediciones, junto con el estudio sistemático de la forma y
el movimiento de los objetos físicos. Las matemáticas, desde sus comienzos, han tenido un fin práctico.

Las explicaciones que se apoyaban en la lógica aparecieron por primera vez con la matemática
helénica, especialmente con los Elementos de Euclides.

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