definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de
de Dios, las almas de todos ( los hombres) que han muerto antes de la pasión de nuestro Señor Jesucristo, así como la de los santos apóstoles, mártires, confesores, vírgenes y de los demás f,eles, después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando murieron, o de los que mueran en adelante sin tener nada que purificar; o en caso de que tuüeran o tengan algo que purificar, lufra yez que estén purificadas después de la muerte; y que las almas de los niños renacidos por el mismo bautismo de Cristo, o de los que han de ser bautizados, una vez que 1o sean si vienen a morir antes del uso de razón'. (todas esas almas) inmediatamente después de su muerte y de la purificación de la que hemos hablado antes para tos que tienen necesidad de ella, aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo nuestro Señor, esfuüeron, están y estarán en el cielo, en el reino de los cielos y pmaíso celestial con Cristo, admitidos en la compañia de los santos ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo üeron y vereín la divina esencia con una visión intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura como objeto que haya de ser visto. La divina esencia se les manifestará de un modo inmediato, sin velos, clara y abiertamente; y por esta üsiórt gozar, de la divina esencia, además, por esta üsión y este gazo, son verdaderamente bienaventuradas las almas de los que salieron de este mundo y tiene vida y descanso eterno. Y las alrnas de los que mueran después, también verán la esencia divina y gozarán de ella antes del juicio universal....Definimos además que, según la disposición general de Dios, las almas que mueren en pecado mortal bajan inmediatamente después de la muerte al infierno, donde son atorment¿das con penas infemales; y que, no obstante, todos los hombres compatecerán con sus cuerpos ante el tribunal de Cristo en el día del juicio, para dar cuenta de sus propios actos, "a fin de que cada uno reciba lo propio de su cue{po, tal como se portó, bien o mal (2 Cor 5, 10)" >> DH 1000-1002
Estudio Biblico El Presente y El Futuro A La Luz de La Biblia V Parte - Conceptos Doctrinales Sobre El Arrebatamiento de La Iglesia y La Segunda Venida de Cristo