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Enfermedades y riesgos asociados a las deficiencias en los

servicios de agua y saneamiento


Organización Mundial para la Salud OMS

El acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene sin riesgos podría evitar que muchas
personas sufran enfermedades. Se calcula que las enfermedades diarreicas causan alrededor
del 3,6% del total de los años de vida ajustados en función de la discapacidad debidos a
enfermedades y causan 1,5 millones de fallecimientos cada año (OMS, 2012). De acuerdo
con las estimaciones, el 58% de esa carga de enfermedad —es decir, 842 000 muertes
anuales— se debe a la ausencia de agua salubre y a un saneamiento y una higiene deficientes,
e incluyen 361 000 fallecimientos de niños menores de 5 años, la mayor parte de ellos en
países de ingresos bajos (OMS, 2014).

La función de la OMS
Los servicios adecuados de agua, saneamiento e higiene son fundamentales para prevenir
muchas otras enfermedades, mejorar los resultados nutricionales y proporcionar una
atención de calidad en los establecimientos de salud.
La OMS se ocupa de cuantificar la carga de enfermedades asociadas a unos servicios
deficientes de agua, saneamiento e higiene; también trabaja con científicos para obtener
los datos más rigurosos y pertinentes sobre estos servicios y sobre su influencia en la
salud, y elabora orientaciones normativas a partir de un marco exhaustivo basado en la
gestión de riesgos.
Asimismo, proporciona asistencia técnica sobre agua, saneamiento e higiene en diferentes
ámbitos, entre ellos las enfermedades tropicales desatendidas, la nutrición, las
emergencias y la salud materna, del recién nacido y del niño

Enfermedades diarreicas

2 de mayo de 2017 OMS

Datos y cifras

 Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de muerte de niños


menores de cinco años. Son enfermedades prevenibles y tratables.
 Las enfermedades diarreicas matan a 525 000 niños menores de cinco años cada
año.
 Una proporción significativa de las enfermedades diarreicas se puede prevenir
mediante el acceso al agua potable y a servicios adecuados de saneamiento e
higiene.
 En todo el mundo se producen unos 1700 millones de casos de enfermedades
diarreicas infantiles cada año.
 La diarrea es una de las principales causas de malnutrición de niños menores de
cinco años.
Las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de muerte de niños menores de
cinco años, y ocasionan la muerte de 525 000 niños cada año. En el pasado, la deshidratación
grave y la pérdida de líquidos eran las principales causas de muerte por diarrea. En la
actualidad es probable que otras causas, como las infecciones bacterianas septicémicas, sean
responsables de una proporción cada vez mayor de muertes relacionadas con la diarrea. Los
niños malnutridos o inmunodeprimidos son los que presentan mayor riesgo de enfermedades
diarreicas potencialmente mortales.

Se define como diarrea la deposición, tres o más veces al día (o con una frecuencia mayor
que la normal para la persona) de heces sueltas o líquidas. La deposición frecuente de heces
formes (de consistencia sólida) no es diarrea, ni tampoco la deposición de heces de
consistencia suelta y “pastosa” por bebés amamantados.

La diarrea suele ser un síntoma de una infección del tracto digestivo, que puede estar
ocasionada por diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos. La infección se
transmite por alimentos o agua de consumo contaminados, o bien de una persona a otra como
resultado de una higiene deficiente.

Las intervenciones destinadas a prevenir las enfermedades diarreicas, en particular el acceso


al agua potable, el acceso a buenos sistemas de saneamiento y el lavado de las manos con
jabón permiten reducir el riesgo de enfermedad. Las enfermedades diarreicas deben tratarse
con una solución salina de rehidratación oral (SRO), una mezcla de agua limpia, sal y azúcar.
Además, el tratamiento durante 10 a 14 días con suplementos de zinc en comprimidos
dispersables de 20 mg acorta la duración de la diarrea y mejora los resultados.

Hay tres tipos clínicos de enfermedades diarreicas:

 la diarrea acuosa aguda, que dura varias horas o días, y comprende el cólera;
 la diarrea con sangre aguda, también llamada diarrea disentérica o disentería; y
 la diarrea persistente, que dura 14 días o más.

Alcance de las enfermedades diarreicas

Las enfermedades diarreicas son una causa principal de mortalidad y morbilidad en la niñez
en el mundo, y por lo general son consecuencia de la exposición a alimentos o agua
contaminados. En todo el mundo, 780 millones de personas carecen de acceso al agua
potable, y 2500 millones a sistemas de saneamiento apropiados. La diarrea causada por
infecciones es frecuente en países en desarrollo.

En países de ingresos bajos, los niños menores de tres años sufren, de promedio, tres
episodios de diarrea al año. Cada episodio priva al niño de nutrientes necesarios para su
crecimiento. En consecuencia, la diarrea es una importante causa de malnutrición, y los niños
malnutridos son más propensos a enfermar por enfermedades diarreicas.
Deshidratación

La amenaza más grave de las enfermedades diarreicas es la deshidratación. Durante un


episodio de diarrea, se pierde agua y electrolitos (sodio, cloruro, potasio y bicarbonato) en
las heces líquidas, los vómitos, el sudor, la orina y la respiración. Cuando estas pérdidas no
se restituyen, se produce deshidratación.

El grado de deshidratación se mide en una escala de tres:

 Deshidratación grave (al menos dos de los signos siguientes):


o letargo o pérdida de conocimiento;
o ojos hundidos;
o no bebe o bebe poco;
o retorno lento (2 segundos o más) a la normalidad después de pellizcar la piel.
 Deshidratación moderada (al menos dos de los signos siguientes):
o desasosiego o irritabilidad;
o ojos hundidos;
o bebe con ganas, tiene sed.
 Ausencia de deshidratación (no hay signos suficientes para diagnosticar una
deshidratación grave o moderada).

Causas

Infección: la diarrea es un síntoma de infecciones ocasionadas por muy diversos organismos


bacterianos, víricos y parásitos, la mayoría de los cuales se transmiten por agua con
contaminación fecal. La infección es más común cuando hay escasez de agua limpia para
beber, cocinar y lavar. Las dos causas más frecuentes de diarrea moderada a grave en países
de ingresos bajos son los rotavirus y Escherichia coli. Otros patógenos,
como Cryptosporidiumy Shigella, también pueden ser importantes. Asimismo, es necesario
tener en cuenta etiologías específicas de cada lugar.

Malnutrición: los niños que mueren por diarrea suelen padecer malnutrición subyacente, lo
que les hace más vulnerables a las enfermedades diarreicas. A su vez, cada episodio de
diarrea empeora su estado nutricional. La diarrea es la segunda mayor causa de malnutrición
en niños menores de cinco años.

Fuente de agua: el agua contaminada con heces humanas procedentes, por ejemplo, de aguas
residuales, fosas sépticas o letrinas, es particularmente peligrosa. Las heces de animales
también contienen microorganismos capaces de ocasionar enfermedades diarreicas.

Otras causas: las enfermedades diarreicas pueden también transmitirse de persona a


persona, en particular en condiciones de higiene personal deficiente. Los alimentos
elaborados o almacenados en condiciones antihigiénicas son otra causa principal de diarrea.
El almacenamiento y manipulación del agua doméstica en condiciones carentes de seguridad
también es un factor de riesgo importante. Asimismo, pueden ocasionar enfermedades
diarreicas el pescado y marisco de aguas contaminadas.

Prevención y tratamiento

Entre las medidas clave para prevenir las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:

 el acceso a fuentes inocuas de agua de consumo;


 uso de servicios de saneamiento mejorados;
 lavado de manos con jabón;
 lactancia exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida;
 una higiene personal y alimentaria correctas;
 la educación sobre salud y sobre los modos de transmisión de las infecciones;
 la vacunación contra rotavirus.

Entre las medidas clave para tratar las enfermedades diarreicas cabe citar las siguientes:

 Rehidratación: con solución salina de rehidratación oral (SRO). Las SRO son una
mezcla de agua limpia, sal y azúcar. Cada tratamiento cuesta unos pocos céntimos.
Las SRO se absorben en el intestino delgado y reponen el agua y los electrolitos
perdidos en las heces.
 Complementos de zinc: los complementos de zinc reducen un 25% la duración de los
episodios de diarrea y se asocian con una reducción del 30% del volumen de las heces.
 Rehidratación con fluidos intravenosos en caso de deshidratación severa o estado de
choque.
 Alimentos ricos en nutrientes: el círculo vicioso de la malnutrición y las
enfermedades diarreicas puede romperse continuando la administración de alimentos
nutritivos —incluida la leche materna— durante los episodios de diarrea, y
proporcionando una alimentación nutritiva —incluida la alimentación exclusiva con
leche materna durante los seis primeros meses de vida— a los niños cuando están
sanos.
 Consulta a un agente de salud, en particular para el tratamiento de la diarrea
persistente o cuando hay sangre en las heces o signos de deshidratación.

Respuesta de la OMS

La OMS trabaja con los Estados Miembros y con otros asociados para:

 Promover políticas e inversiones nacionales que apoyen el tratamiento de casos de


enfermedades diarreicas y sus complicaciones, y que amplíen el acceso al agua
potable y a los servicios de saneamiento en los países en desarrollo;
 Realizar investigaciones orientadas a desarrollar y probar nuevas estrategias de
prevención y control de la diarrea en esta esfera;
 Fortalecer la capacidad para realizar intervenciones de prevención, en particular las
relacionadas con el saneamiento y el mejoramiento de las fuentes de agua, así como
con el tratamiento y almacenamiento seguro del agua en los hogares;
 Desarrollar nuevas intervenciones sanitarias tales como la inmunización contra los
rotavirus; y
 Contribuir a la capacitación de agentes de salud, especialmente en el ámbito
comunitario.

¿Cómo evitar las enfermedades relacionadas con el agua durante las emergencias?

Las tres prioridades máximas con respecto al agua potable y al saneamiento en situaciones
de emergencia consisten en:
 Asegurar que la población afectada por la crisis reciba cantidades suficientes de agua
salubre para beber y para la higiene;
 Asegurar que todas las personas afectadas por la crisis tengan acceso a instalaciones
sanitarias higiénicas;
 Fomentar conductas higiénicas.

Es fundamental que exista una actuación eficaz y bien coordinada de todos los
participantes en la respuesta a la emergencia cuando los sistemas de saneamiento
existentes están dañados o bajo presión debido a la existencia de un gran número de
personas desplazadas o sin hogar.

La primera prioridad consiste en proporcionar una cantidad suficiente de agua, aunque no


se pueda garantizar su salubridad, y proteger las fuentes de agua de la contaminación. Se
debe suministrar un mínimo de 15 litros por persona y día lo antes posible. Durante las
emergencias, la población puede usar agua no tratada para lavar la ropa o bañarse. La
calidad del agua debe mejorarse de forma urgente en los días siguientes.

La eliminación inadecuada de los excrementos humanos constituye un importante factor


de riesgo en las situaciones de emergencia. Es imprescindible organizar inmediatamente
los servicios de saneamiento, creando lugares específicos para defecar o letrinas colectivas
de zanja. Las instalaciones de emergencia deben mejorarse de forma progresiva o
sustituirse por letrinas de pozo simples o ventiladas, o letrinas de sifón. Es necesario
mantener limpias y desinfectadas las letrinas de todo tipo.

El suministro de agua potable y servicios de saneamiento a los centros sanitarios tiene


máxima prioridad. El agua de bebida salubre, las instalaciones sanitarias básicas y la
eliminación de los desechos infecciosos en condiciones de seguridad evitarán la
propagación de enfermedades y mejorarán las condiciones de salud.

En cualquier caso, las prácticas higiénicas adecuadas son fundamentales para evitar la
transmisión de enfermedades. Se debe proporcionar agua en cantidad suficiente para
permitir una buena higiene. Hay que lavarse las manos inmediatamente después de cada
defecación, después de manipular las heces de los niños, antes de preparar la comida y
antes de comer.

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