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JURISPRUDENCIA

SENTENCIA NO. 863.- EXP. NO. : 0039-2013-0-1706-SP-FC-01.-

Demandante: AUGUSTA FABIOLA CASTRO VIUDA DE CHIRA.- Demandado: CÉSAR


ALEJANDRO TIMANÁ INFANTE.- Materia: DECLARACIÓN DE MUERTE
PRESUNTA.- Juez Superior Ponente: Sr. Pisfil Capuñay.- Chiclayo, seis de noviembre
del año dos mil quince.- RESOLUCIÓN NÚMERO: TREINTA.- VISTOS; En Audiencia
Pública; con lo opinado por la Señora Representante del Ministerio Público; por los
propios fundamentos de la recurrida, a tenor de lo dispuesto por el artículo doce de la
Ley Orgánica del Poder Judicial; y, Considerando, además; PRIMERO.- Es materia del
grado, el recurso impugnativo de apelación interpuesto por la parte demandada contra
la Sentencia contenida en la resolución número QUINCE, su fecha quince de julio del
año dos mil trece, folios ciento dieciocho a ciento veintitrés, expedida por el Señor Juez
del Juzgado Transitorio Mixto de Lambayeque, que resuelve declarar Fundada la
demanda interpuesta por doña Augusta Fabiola Castro viuda de Chira contra don César
Alejandro Timaná Infante sobre Declaración de Muerte Presunta y con las demás que
contiene.
SEGUNDO.- La absolución del grado se formula en atención a lo dispuesto por la Sala
Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, ejecutoria de folios
doscientos ochentitrés a doscientos noventicuatro, que declarando fundado el recurso
de casación interpuesto por la parte demandante, casa la sentencia de vista de folios
doscientos veintisiete y en renovación de la misma, ha ordenado que este Colegiado
expida nueva resolución conforme a lo expuesto en su parte considerativa; circunstancia
que deberá ser implementada como así lo exige el artículo cuatro de la Ley Orgánica
del Poder Judicial.
TERCERO.- Para absolver el grado satisfactoriamente, el Colegiado debe atender a los
agravios formulados por la parte apelante, según recurso de su propósito, ciento setenta
y nueve a ciento setentaidós, en estricta observancia del brocárdico “tantum devolutum
quantum apellatum”, regla que subyace en lo dispuesto por el artículo trescientos
setenta del Código Procesal Civil; por tanto, el Tribunal del recurso no puede fallar más
allá, ni por fuera de los límites establecidos por los agravios propuestos con el recurso,
delimitando así el ámbito de su competencia así como tampoco puede referirse a hechos
que aun cuando han sido incluidos en la expresión de agravios no fueron propuestos a
la decisión del Aquo.
CUARTO.- Esboza como argumentos centrales de sus agravios sobre el fondo del
asunto, el apelante: “i) La resolución cuestionada mediante este recurso, al haber
incurrido en serios errores y vicio, está vulnerando el principio del Debido Proceso que
debe observarse en toda causa judicial, perjuicio que se ha realizado al no haber
respetado mi derecho de contradicción y de probar, ni observado el trámite que
corresponde a la solicitud de la actora, por omisión de disposiciones procesales de
imperativo cumplimiento, las cuales provienen no sólo del ordenamiento procesal sino
más bien como garantías constitucionales; ii) Sin embargo, de los considerando
siguientes, no existe alusión o análisis de medio probatorio alguno que haya sido
aportado por la actora para acreditar la causal de certeza de muerte y así tener por
fundada su solicitud; iii) Tanto el considerando segundo como el tercero, contiene sólo
la exposición de la finalidad, las causales y requisitos para declarar la muerte presunta
de un ciudadano, conforme al artículo 63 del Código Civil, pero tampoco, Usted su
Señoría, ha decantado o individualizado la causal invocada para que prospere una
declaración de muerte de esa naturaleza (…); iv) En primer lugar Señor Juez, que el
recurrente NO ES SOLICITANTE de la muerte presunta de mi esposa, por lo que no es
válida ni legal introducir hechos no son ciertos, pues Ud. me privó de la oportunidad en
tiempo y forma de exponer lo que a mi derecho corresponde, de tal forma que si no he
sostenido ni he afirmado que mi esposa tenga “bienes de fortuna” es porque como
reitero, su Judicatura, ha impedido cabal intervención”.
QUINTO.- Al respecto debe destacarse que como es de verse del escrito de folios
setentisiete a ochenta, el apelante dedujo la nulidad de todo lo actuado
fundamentalmente porque se le ha preterido su derecho a la contradicción en su
condición de cónyuge de la presunta muerta, doña Thelma Vanessa Chira Castro y por
representación de su menor hijo Alejandro Mauricio Timaná Chira y porque además,
porque en la presentación y trámite de la solicitud de su propósito, no se han cumplido
con los requisitos especiales contenidos en los artículos 753, 791 y 792 del Código
Procesal Civil y que para el caso, son indicar relación de bienes, relación de deudas del
presunto muerto, nombres y domicilio de los sucesores del mismo.
SEXTO.- La solicitud de nulidad de actuados fue puesta en conocimiento de la parte
demandante para que exprese en lo que convenga a su derecho y así se dispone
mediante resolución número ONCE, folios noventa y uno; absolución que se formula por
la actora, según escrito de folios noventa y seis a noventa y ocho; es más, el mismo
nulidicente ha esbozado otros argumentos con respecto a lo esto último, según escrito
de folios ciento cuatro a ciento cinco; el pedido de nulidad de actuado fue declarado
infundado, según resolución número TRECE, folios ciento seis a ciento siete, decisión
que le fue notificada al apelante, según asiento de notificación de folios ciento nueve,
sin que haya interpuesto recurso de apelación contra dicha resolución; por lo que no
puede indirectamente a través del presente recurso recobrar la oportunidad de
cuestionar un asunto que tiene la calidad de cosa o asunto resuelto y conforme a lo
expuesto por el artículo 123 del Código Procesal Civil; además, el cuestionamiento de
la sentencia, en el sentido que se le ha vulnerado su derecho de contradicción y que se
han festinado trámites en la solicitud de su propósito, es un asunto resuelto y conforme
a lo establecido por el inciso cuarto del artículo 51 del Código Adjetivo Acotado.
SETIMO.- Con respecto al asunto de fondo, el Tribunal Supremo en el octavo
considerando de la ejecutoria sub examen, ha establecido lo siguiente: “Que, en tal
sentido, se verifica que las alegaciones de la denuncia vertida por el casacionista tiene
base real por cuanto se constata la concurrencia de vicios insubsanables que afectan el
debido proceso, en tanto que no se cumplió con el deber de observar la garantía
constitucional contenida en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, toda vez que no se valoró en forma conjunta los medios probatorios, ya que
Thelma Vanessa Chira Castro, no se encuentra en el lugar de su domicilio y que hasta
la fecha no se tiene noticias respecto de su paradero; asimismo, que el lapso de
ausencia de Thelma Vanessa Chira Castro es de diez años aproximadamente contados
desde el día veinte de octubre de dos mil cuatro, fecha probable de su desaparición; por
lo que se debe verificar la concurrencia de los presupuestos establecidos en el artículo
63 incisos 1 y 3 del Código Civil. Para los cual los jueces deben usar las facultades
dispuestas por el Código Procesal Civil”.
OCTAVO.- Como es de verse del fundamento jurídico esbozado por la actora, para
sustentar su pretensión, folios cuatro, los hechos se subsumen en lo dispuesto por el
inciso 3 del artículo 63 del Código Civil; es decir, debe declararse la muerte presunta,
cuando existe certeza de la muerte, sin que el cadáver sea encontrado o reconocido; si
es así debe verificarse si de los medios probatorios acopiados válidamente en el decurso
del trámite, se puede establecer que existe certeza de la muerte de doña Thelma
Vanessa Chira Castro y cuyo cadáver se encuentre o sea reconocido; lo que deberá
determinarse dentro del marco de valoración conjunta y razonada de la prueba, a tenor
de lo dispuesto por el artículo ciento noventa y siete del Código Procesal Civil.
NOVENO.- Uno de los fundamentos que se esbozan con el relato fáctico de la demanda,
es que “Con fecha 05 de octubre del año 2004 el padre del menor alimentista viajó a la
ciudad de Lima, convenciendo a mi hija para que retorne con el menor a la ciudad de
Lambayeque con el fin de reiniciar sus relaciones matrimoniales, lo cual el citado sujeto
no cumplió puesto que en el transcurso del tiempo (aproximadamente en 15 días), se le
dio por desaparecida por obra y gracia del esposo en quien recae directamente las
sospechas de haberla asesinado, en base a un sin número de pruebas indiciarias que
existen en el proceso No. 305-2005 que se viene ventilando en la Sala Penal
Liquidadora Permanente de Lambayeque”.
DECIMO.- En efecto, conforme a una ejecutoria suprema, folios siete a catorce, se
advierte que el apelante viene siendo objeto de un juicio oral por el Delito de Homicidio
en agravio de su esposa, Thelma Vanessa Chira Castro; pues, el órgano jurisdiccional
penal mediante resolución de folios doscientos cincuenta y cinco a doscientos cincuenta
y seis ha revocado el mandato de comparecencia por el detención del recurrente; lo que
evidencia un escenario judicial de incertidumbre por cuanto aquél se encuentra prófugo
de la justicia a la fecha, sin que se sepa noticias de su paradero para que se someta a
los tribunales de justicia y se pueda esclarecer la desaparición de su esposa, por quien
el Ministerio Público, viene sosteniendo la tesis de homicidio.
UNDÉCIMO.- Desde el veinte de octubre del año dos mil cuatro, no existe certeza del
paradero o ubicación de aquélla y nótese que para la causal invocada con la demanda,
es irrelevante el plazo de desaparición o ausencia, porque se trata de establecer la
certeza de la muerte de la esposa del apelante; por otro lado, conforme a lo establecido
por la Corte Suprema en la ejecutoria sub examen, sin que ello signifique que el
recurrente sea autor o responsable de los hechos investigados, lo que será determinado
en forma y tiempo propio; existen elementos que configuran racionalmente un escenario
evidente y peligroso que aquélla podía seguir con vida; no se tiene noticias de su
paradero y su cuerpo no ha sido hallado; lo que explica un grado de cognición de certeza
que es suficiente para estimar positivamente la demanda de su propósito.
DUODÉCIMO.- Precisamente como el cadáver no se encuentra o no ha sido ubicado y
además, porque las causas de su desaparición o la imposibilidad de ubicación para
advertir su existencia física, tiene relación con una investigación penal seguida en contra
del apelante como su presunto autor por el delito de homicio, el derecho se vale de una
ficción legal como es la declaración judicial de muerte presunta y con el sólo propósito
de superar circunstancias que dificultan el ejercicio de los derechos sobrevinientes y
que tiene relación con la cónyuge agraviada, es que para superar esta incertidumbre y
conforme a lo establecido en los artículos 790 al 794 del Código Procesal Civil, debe
declararse su muerte presunta de doña Thelma Vanessa Chira Castro, lo que no enerva
su revocatoria en caso de establecerse su presencia y existencia, haciendo cesar la
presente como corresponda.
DECIMO TERCERO.- En ese sentido, estando a que los argumentos de la apelación no
enervan el sentido de lo resuelto debe confirmarse la recurrida; máxime, si la misma es
una elemental consecuencia lógica y necesaria del análisis de sus premisas, a tenor de
lo establecido en el inciso tercero del articulo ciento veintidós del Código Procesal Civil.
Por estas consideraciones;
RESOLVIERON: CONFIRMAR la Sentencia apelada contenida en la resolución número
QUINCE, su fecha quince de julio del año dos mil trece, folios ciento dieciocho a ciento
veintitrés, expedida por el Señor Juez del Juzgado Transitorio Mixto de Lambayeque,
que resuelve declarar FUNDADA la demanda interpuesta por doña AUGUSTA FABIOLA
CASTRO VIUDA DE CHIRA contra don CÉSAR ALEJANDRO TIMANÁ INFANTE sobre
DECLARACIÓN DE MUERTE PRESUNTA, y con las demás que contiene. Intervinieron
los señores: Lara Contreras, Carrillo Mendoza y Pisfil Capuñay por haber participado en
la fecha de vista de la causa, y, el segundo de los nombrados por la nueva conformación
de Sala notifíquese conforme a ley.- Srs. Lara Contreras, Carrillo Mendoza.- Pisfil
Capuñay.-

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