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Estilo literario de los evangelios

Los Evangelios son un tipo de literatura única. Parecen biografía e historia pero no lo son
del todo. Se entremezcla un orden cronológico con un orden temático, donde finalmente no hay
estrictamente ni lo uno ni lo otro. Lo que domina es el testimonio del Evangelio, el EVANGELIO
DE JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS. No trata de las implicaciones del EVANGELIO, de lo cual se
ocuparán los apóstoles en explicar, sino de la manifestación del EVANGELIO. Hablamos de una
mezcla de contenidos que hacen indefinible a los Evangelios como literatura particular. Es así que
simplemente se les cataloga como la literatura de los Evangelios.

Estilo literario de Lucas:


Lucas se propuso escribir un evangelio ordenado basado en una cuidadosa investigación
y dirigido especialmente por la mentalidad griega (1:1-4). No quiso insinuar que los demás
evangelios no fueran ordenados, sino que su propio plan era presentar los datos en un orden
generalmente cronológico y dentro de un marco geográfico preciso, en vez de seguir un plan
doctrinal o didáctico. El método del historiador se ve en su deseo de relacionar la obra redentora
con la historia secular (2:1). Lucas se interesa más en la biografía del Salvador más que los otros
evangelistas. Aunque se vale más de estos datos para aclarar la obra redentora que para
satisfacer la curiosidad histórica, con todo su insistencia en la investigación es esmerada (1:3),
con base en testimonios orales y escritos, nos inspira confianza en la historicidad de su obra.
Los escritos de Lucas revelan destreza literaria, tanto en su estructura como en su
redacción. Puede componer periodos griegos de sabor clásico (1:1.4) pero generalmente escribe
con sencillez y pureza de estilo y pinta fascinantes cuadros de personas y circunstancias. Muestra
simpatía, cultura, amor a la poesía y un interés de médico en las aflicciones físicas. Este evangelio
se dirige al griego culto como Teófilo, Lucas fue compañero de Pablo, quien fundo la iglesia en el
mundo. Helénico, y seguramente los dos vieron la necesidad de un evangelio más cosmopolita y
con alguna pretensión literaria.

Estilo literario de Marcos:


Desde fecha muy temprana el evangelio fue criticado por su falta de orden y por
incompleto, sufrió en particular la comparación con Mateo, ya que este evangelio se atribuía a
un apóstol, era más extenso
Y retrataba a Cristo en forma más clara y atractiva. De ahí el escaso interés en Marcos por
parte de los comentaristas, hasta el siglo pasado. El léxico y el estilo de Marcos, son típicos del
habla popular. Su vocabulario contiene más diminutivos, más palabras arameas o hebreas y más
transcripciones de palabras latinas que cualquier otro libro del NT. La sintaxis es sencilla: las
oraciones se coordinan solo mediante yuxtaposición o la conjunción “y”, además utiliza con
frecuencia expresiones redundantes y paréntesis que interrumpen la construcción. Estos rasgos
indican que el autor no se preocupa por refinar su estilo ni por narrar artísticamente. Se clasifica
más bien entre los narradores populares que transmiten de manera fiel y bastante ingenua la
tradición en la cual están inmersos. El evangelio de Marcos, creo el género literario “evangelio”,
combinando los dos aspectos de la tradición anterior relativa a Jesús: los dichos y las narraciones.
Sus narraciones son breves y carecen de detalles realistas y de indicadores temporales y
geográficos. Pero esto cambia cuando narra un milagro, pues ofrece detalles concretos y
anotaciones de lugar.
Encontramos que para Marcos, no siendo un historiador moderno, le interesa menos la
precisión cronológica y geográfica, que la significación que tiene, para el pasado y el presente se
confunden: El Jesús que predicaba y curaba a los enfermos en palestina se identifica totalmente
con el Señor resucitado que habla y actúa en la iglesia contemporánea de Marcos.

Estilo literario de Mateo:


Una de las razones para la inmensa popularidad de Mateo, es la forma ordenada, concisa
y cuidadosa en que fue escrito. El evangelista procede según un plan bien trazado a recopilar su
materia según temas, aunque no siempre en forma cronológica. Reúne en 5 grandes discursos
didácticos, mucha materia que se encuentra dispersa a través de los otros evangelios sinópticos.
Estos discursos forman la espina dorsal de este evangelio. Señala su importancia la formula
concluyente “y cuando Jesús término estas palabras” u otra frase semejante. Entre un discurso
y otro Mateo ha intercalado muchas narraciones del ministerio de Jesús. Esta manera de
presentar el mensaje integral de Jesús demuestra la relación íntima que debe haber entre los
hechos de la vida de Jesús y la enseñanza del reino con su ética correspondiente. La estructura
literaria de Mateo, encierra a la vez una estructura teológica, porque en los cinco discursos
enseña lo fundamental acerca del reino de Dios. Además se caracteriza por algunas tensiones y
paralelismos interesantes que describe.

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