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Colecistitis aguda
Colecistitis aguda es una inflamación repentina de la vesícula biliar
que causa dolor abdominal intenso.
Coledocolitiasis
La coledocolitiasis se caracteriza por la presencia de cálculos en la
luz del colédoco. Generalmente los cálculos se forman en la vesícula
biliar, desplazándose después al colédoco, aunque de forma
excepcional pueden desarrollarse en el colédoco o en las vías biliares
proximales.
Entre los principales síntomas del colon irritable se encuentran las molestias abdominales y la alteración del
ritmo intestinal en forma de diarrea o estreñimiento. El síntoma cardinal de este proceso es que la deposición se
acompaña de dolor abdominal. Se puede presentar dolor en el lado izquierdo del abdomen, que se alivia con la
deposición o la expulsión de gases. También es común el ardor de estómago, dolor torácico, digestiones lentas y
dolor anal. La hinchazón abdominal suele acompañar las molestias previamente descritas en un alto número de
pacientes.
Otros síntomas de colon irritable, aunque menos comunes, son la sensación de evacuación incompleta, el
tenesmo rectal (sensación de tener la necesidad de defecar constantemente) y la incontinencia fecal (escapes de
heces), así como la expulsión de heces con moco.
Los síntomas digestivos propios son el dolor y la distensión abdominales, y la alteración del ritmo
intestinal.
•El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado,
de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderada intensidad, con una duración inferior
a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño. El inicio o la presencia del
dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o
consistencia de las deposiciones y frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la ingesta de
algún alimento.
•Las alteraciones del ritmo intestinal pueden manifestarse con predominio del estreñimiento o de
la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento. La distensión abdominal y el meteorismo se
desarrollan progresivamente a lo largo del día y son referidas como "exceso de gases". Son frecuentes la
saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis).
Los síntomas cardinales del intestino irritable son el dolor abdominal y la alteración del
ritmo de las deposiciones. Con frecuencia existen también dispepsia flatulenta, vómitos,
síntomas de reflujo gastroesofágico y/o disfagia, aparte de síntomas diversos de origen
psicosomático referibles a otros sistemas.
FACTORES DE RIESGO:
Las investigaciones epidemiológicas sobre la aterosclerosis han
sido muy numerosas durante los últimos 30 años y han demostrado
que en los pacientes con enfermedad coronaria se presentan, con mayor frecuencia
en la población general, una serie de signos
biológicos y hábitos adquiridos.
Estos rasgos se denominan factores de riesgo coronario y su presencia
en un individuo determinado aumenta la probabilidad de
que éste padezca la enfermedad. Los más importantes, además de
la edad y el sexo, son el tabaco, la HTA y la dislipemia.
La incidencia de cardiopatía aumenta con la edad, siendo máxima
entre los 50 y 65 años. Afecta en mayor grado al sexo masculino. La
menopausia y el uso de anticonceptivos orales aumenta el riesgo de
enfermedad coronaria.
El líquido filtrado entra en el túbulo proximal de las nefronas y se reabsorbe en los capilares
peritubulares. Todas las sustancias esenciales como la glucosa, vitaminas, aminoácidos e iones son
transportadas activamente de nuevo en la sangre. Las microvellosidades proporcionan una gran
superficie y facilitan así la absorción eficaz. Ahora, la concentración de soluto de la sangre en los
capilares que rodea las nefronas, aumenta a medida que estas sustancias se añaden de nuevo a
ellas. Para equilibrar los niveles de electrolitos, una gran cantidad de agua pasa de nuevo a la
sangre en el túbulo proximal por un proceso conocido como ósmosis.
La función del bucle de Henle es concentrar las sales que se excretan con la orina. Se crea una
zona de alta concentración de solutos en la médula. Los miembros del asa de Henle son
permeables a ciertos iones y solutos y el agua se reabsorbe en los túbulos colectores que pasan
por esta zona. La rama ascendente es más permeable a las sales, en comparación con el agua, la
absorción activa de sales provoca más agua para ser empujada a través de la parte descendente,
resultando en la formación de orina concentrada. Se vierte en el túbulo contorneado distal, que
mantiene los niveles de pH de la orina y la sangre. El fluido se hace pasar por el conducto colector
donde la ultrafiltración se lleva a cabo de nuevo. A continuación se pasa a los uréteres y la vejiga
para ser eliminado del cuerpo.
Esto fue todo lo relacionado con la función de las nefronas en el riñón. Estos pequeños túbulos son
capaces de realizar funciones complejas para que el cuerpo siga funcionando sin problemas.
Funcionamiento inadecuado o daño a cualquiera de estas estructuras puede dar lugar a diversas
enfermedades renales.
La retención de solutos, agua y sal ocasiona una sobrecarga circulatoria por expansión de
volumen, que puede llegar a producir
insuficiencia cardíaca y edema pulmonar, periférico (en las extremidades
inferiores) y periorbitarios (alrededor de los ojos). La
hipertensión arterial suele ser moderada y de aparición tardía.
La hiperpotasemia es otra complicación frecuente de la IRA que se
produce por la salida de potasio intracelular al líquido extracelular,
inducida por las lesiones tisulares, el catabolismo y la acidosis. La
hiperpotasemia puede provocar parada cardíaca y muerte.
La hipocalcemia y la hiperfosforemia son también hallazgos frecuentes
en las IRA. El aporte de fosfato con la dieta y la liberación
de fósforo de los tejidos, favorecida por las lesiones tisulares y la
acidosis, son las principales causas de la hiperfosforemia. De forma
inversa al la elevación del fósforo, disminuye la calcemia.
La excreción renal de magnesio está disminuida, lo que determina
un aumento moderado de la concentración seria.
El ácido úrico se halla también aumentado y su incremento es tanto
mayor cuanto mayores sean el cataclismo y la destrucción tisulares,
pero rara vez origina manifestaciones clínicas de gota.
La anorexia, las náuseas y los vómitos son manifestaciones digestivas
de la uremia aguda.
La uremia aguda se acompaña de una serie de alteraciones
hematológicas.
Hay anemia de origen multifactorial (hemorragia, hemólisis,
menor producción de eritropoyetina renal, entre otras), leucocitosis
y anomalías en la función de las plaquetas, aunque su número es
normal.
La respuesta inmunológica frente a las infecciones está alterada,
sobre todo la función de los leucocitos y la inmunidad celular. Todo
ello favorece la aparición de infecciones bacterianas.
TRATAMIENTO:
El objetivo del tratamiento de la IRA es:
• Prevenir y mejorar los síntomas propios de la uremia (anorexia,
náuseas, vómitos...).
• Mantener un estado nutricional óptimo, asegurando un suficiente
aporte de proteínas, energía y resto de nutrientes.
• Controlar y reducir los productos de desecho acumulados en
el organismo (creatinina).
• Mantener la composición de los fluidos a niveles de normalidad
o, como mínimo, de tolerancia.
• Mantener unos adecuados balances de agua, sodio y po-tasio
para que no aparezcan edemas, ni hipercalinemia y se ayude
al control de la tensión arterial.
• Proporcionar suficiente libertad dietética para llevar una
vida lo más normal posible.
• Retardar la evolución de la nefropatía.
• Retardar hasta el momento óptimo la entrada en diálisis
periódica.
Es importante el tratamiento entre la IRA incipiente, es decir, la
situación intermedia entre IRA prerrenal funcional y la NTA establecida.
Los objetivos a lograr deben ser:
a) restaurar el flujo sanguíneo renal;
b) aumentar el volumen de orina;
c) evitar la progresión de las lesiones celulares y facilitar su
reparación.
La medida inicial consiste en eliminar el tóxico renal y reponer la
volemia mediante solución salina, plasma, albúmina, sangre o
expansores del plasma.
El tratamiento de la IRA establecida comprende el seguimiento de
una dieta específica, medidas conservadoras y el
Síntomas
Los síntomas de la insuficiencia renal aguda pueden incluir cualquiera de los siguientes:
• Heces con sangre
• Mal aliento y sabor metálico en la boca
• Tendencia a la formación de hematomas
• Cambios en el estado mental o en el estado de ánimo
• Inapetencia
• Disminución de la sensibilidad, especialmente en las manos o en los pies
• Fatiga (cansancio)
• Dolor de costado (entre las costillas y las caderas)
• Temblor en la mano
• Hipertensión arterial
• Náuseas o vómitos que pueden durar días
• Hemorragia nasal
• Hipo persistente
• Sangrado prolongado
• Crisis epiléptica
• Dificultad para respirar
• Movimientos letárgicos y lentos
• Hinchazón por retención de líquidos en el cuerpo (puede presentarse en las piernas, los tobillos y los pies)
• Cambios en la micción como poca o ninguna orina, micción excesiva durante la noche o suspensión completa de
la micción
La anemia es una enfermedad que se caracteriza por el hecho de que en la sangre no hay una
cantidad suficiente y necesaria de glóbulos rojos sanos. Estos se encargan de transportar el
oxigeno a los diferentes tejidos y órganos vitales, por lo que si no llega en cantidad suficiente
puede causar en ellos daños severos.
Hay diferentes tipos de anemia, en función de cuál sea la causa de la destrucción de los glóbulos
rojos:
•Anemia ferropénica: es el tipo más común y se produce como consecuencia de la carencia de
hierro en el organismo.
•Anemia por déficit de vitamina B12: esta vitamina desempeña un papel importante en la
producción de glóbulos rojos.
•Anemia perniciosa: la causa el hecho de que el estómago no produce en cantidad suficiente la
proteína que favorece la absorción de la vitamina B12.
•Anemia por deficiencia de ácido fólico o megaloblástica: si la alimentación no aporta la cantidad
suficiente de este nutriente, los glóbulos rojos a umentan siu tamaño de forma anormal.
•Anemias causadas por enfermedades crónicas: ciertas enfermedades de origen inflamatorio,
trastornos del sistema inmunitario, infecciones crónicas, cirrosis, o cáncer pueden afectar
negativamente a la producción de glóbulos rojos.
•Anemia drepanocítica: es hereditaria y se caracteriza por la alteración de la hemoglobina al
cambiar la forma de los glóbulos rojos, lo que reduce la cantidad de oxígeno que estos son capaces
de transportar hasta los tejidos.
•Anemia hemolítica: en este caso es el propio sisma inmunitario el que destruye los glóbulos rojos.
•Anemia aplásica idiopática: no se conoce la causa, pero sí que ese dañan las células madres que
se encargan de la producción de las células sanguíneas en la médula ósea.
•Talasemia: puede ser hereditaria. Se produce a consecuencia de un defecto en los genes que
controlan la producción de los dos componentes de la hemoglobina, las globinas alfa y beta.
Funciones y efectos
•La ADH, hormona antidiurética o vasopresina provoca una acción antidiurética, o sea, que
disminuye la eliminación de agua por los riñones. En resumen en ausencia de ADH los
túbulos distales, los colectores y quizá parte del asa de Henle, resultan casi totalmente
impermeables al agua, lo cual impide una resorción importante, y, por lo tanto origina una
perdida intensa de agua por la orina.
•Por otra parte, en presencia de ADH, la permeabilidad de estos túbulos para el agua
aumenta considerablemente y permite que la mayor parte del agua sea resorbida, con lo
cual se conserva agua en el cuerpo.
•Cuando los líquidos corporales se hacen muy concentrados, los núcleos supraópticos son
los túbulos colectores para el agua. En consecuencia, la mayor parte del agua es resorbida
desde la orina mientras que los electrolitos siguen perdiéndose, este efecto diluye los
líquidos extracelulares, devolviéndoles una composición osmótica bastante normal.
•Actúa en la porción final del tubulo distal y en los tubos colectores renales. Provoca un
pequeñas que las de los péptidos convencionales, pero con efectos muy potentes. Posee
efectos sobre las neuronas de los núcleos paraventriculares y supraópticos que sintetizan
y segregan hormonas, y se conoce desde hace tiempo la existencia de fibras colaterales
que controlan estas neuronas mediante retroalimentación negativa. La vasopresina inhibe
las descargas del núcleo supraóptico y paraventricular. Según una reciente investigación
actúa en la amígdala cerebral como "hormona del miedo".
•Cuando se administra la vasopresina intracerebralmente se altera la presión sanguínea y
memoria a corto y largo plazo, aunque el mecanismo todavía no ha sido aclarado. Estos
hallazgos resultan controvertidos.
•Aunque no todos los estudios están de acuerdo, un estudio de 2006 sobre paros cardíacos
•El consumo de alcohol hace que esta hormona se inhiba y no se produzca la reabsorción
del agua. Esta agua es desechada por la orina, razón por la cual se acude tanto al servicio
cuando se bebe alcohol.