Sandra

Cascales Gómez
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Curso “Mediación en el ámbito educativo”


MEDIACIÓN EN EL ÁMBITO EDUCATIVO


El curso ha tratado sobre mediación en el ámbito educativo. En primer lugar, sería interesante
destacar que la mediación en el ámbito educativo es algo diferente a la mediación en otros
ámbitos, ya que en el ámbito escolar es mucho más informal, a diferencia de la mediación en
ámbito familiar, civil o penal en el que está mucho más regulada y estructurada. Por lo que se
refiere a la mediación educativa, no existe regulación al respecto.

La idea principal no se trata de iniciar una mediación para que se tranquilicen las partes
cuando existe un conflicto, sino que es un método alternativo de resolución pacífica un
conflicto, de manera voluntaria, consigan entablar una comunicación efectiva y puedan
alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas partes.

En todo proceso están presentes las personas afectadas y una tercera persona externa, ajena a
dicho conflicto, aceptada por los implicados en el mismo, y sin capacidad decisoria.

La mediación, de forma general, se caracteriza por su:

- Voluntariedad: las partes deben adoptar de manera voluntaria acudir y participar en la

mediación.
- Confidencialidad: se garantiza la privacidad de toda la información aportada, ya que
nada de lo expuesto durante la mediación puede darse a conocer fuera de ella.
- Flexibilidad: se adapta al conflicto específico y a las partes, ya que cada uno es
diferente.
- Imparcialidad: el mediador ofrece una igualdad de oportunidad entre las partes.
- Neutralidad: el mediador no impone el acuerdo, son las partes las que crean el
acuerdo que les beneficia.

La mediación proporciona grandes beneficios a las partes afectadas, como aportar a las partes
el poder para tomar decisiones sobre todo aquello que les afecta directamente, sin verse
obligados a acatar las decisiones de terceros; contribuir a que las partes afectadas por un
conflicto, restauren su relación o establezcan una relación cordial, mediante la mejora de la
comunicación entre ambos y el establecimiento de la habilidad para empatizar con el otro,
favorecer la creación de un acuerdo justo, práctico y duradero, puesto que es alcanzado de

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mutuo acuerdo y beneficia a ambas partes; tener una perspectiva de futuro, al facilitar que las
personas afectadas por un conflicto, adquieran herramientas para afrontar de manera
positiva, pacífica y autónoma, futuros problemas que les puedan surgir, y menor coste
emocional y económico.

La mediación es una forma de resolver conflictos entre dos o más personas, con la ayuda de la
tercera persona neutral, el mediador, que puede ser un alumno, un profesor, un padre o
madre... Los mediadores en este contexto son ni jueces ni árbitros, no imponen soluciones ni
opinan sobre quién tiene la verdad, lo que buscan es satisfacer las necesidades de las partes,
regulando el proceso de comunicación y conduciéndolo por medio de unos pasos en los, que si
las partes colaboran, es posible llegar a una solución en la que todos ganen o, al menos,
queden satisfechos. Los mediadores escolares son principalmente los propios alumnos del
centro, ya que se trata sobretodo de mediación entre iguales, pero también pueden serlo
profesores y padres.

La mediación escolar permite: desarrollar una cultura de la paz, ya que enseña a prevenir y
afrontar los conflictos de una manera no violenta; educar en valores que contribuye a la
convivencia, transmitiendo valores como el respeto, la responsabilidad, la cooperación y la
empatía; fomentar y reforzar las buenas relaciones de convivencia en los centros docentes;
enseñar a gestionar el conflicto ahora y en el futuro; mejorar el clima escolar en las aulas y en
los centros docentes; fomentar el compromiso y colaboración de la comunidad educativa.

En este caso, el proceso es una estrategia para resolver conflictos entre varias personas del
centro educativo, con la ayuda del mediador, el tercero que actúa de forma imparcial entre los
implicados.

En los centros escolares, la mediación está ganando peso frente a otras formas de
intervención, como alternativa a medidas disciplinarias y como prevención de agresiones. En
este contexto el mediador puede ser tal y como apuntábamos un alumno, un profesor, el
director, padres o madres… siempre en función del tipo de conflicto y de las personas
implicadas en él.

Existen supuestos que no se derivan a mediación, ya que según el reglamento interno o la
normativa del centro educativo, puede que sean directamente sancionables. Aunque a veces,
la mediación y la sanción pueden ir conjuntamente, para que la mediación pueda permitir

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reducir la sanción, mediante el trabajo durante el proceso de mediación del respeto, pedir
disculpas, responsabilizarse de la propia conducta y de sus consecuencias.

La mediación en el ámbito educativo implica que el mediador ha de ser una tercera persona
imparcial, no es un juez ni un árbitro, no impone soluciones, no dice quién tiene la verdad ni es
un juez. Lo que hace es regular el proceso de comunicación entre las partes del conflicto
escolar para que sean ellas las que lleguen a un acuerdo satisfactorio. Por ello, es importante
que las partes quieran colaborar en el proceso.

La mediación es muy útil en centros educativos para modelos de convivencia más pacíficos,
colaborativos y centrados en el diálogo interpersonal. Hay un ejemplo en el video de Juan
Carlos Torrego en el que dos alumnos se pelean en el patio del instituto. Van a mediación por
acuerdo con el tutor. En este caso concreto, los mediadores son dos alumnos del mismo
centro.

La mediación en el ámbito educativo tiene las siguientes fases:

1. Premediación (acceso a la mediación)

2. Mediación:
a. Presentación y reglas del juego (voluntariedad).
b. Cuéntame (Desahogo)
c. Aclarar el problema (nudos del problema, convergencias y divergencias).
d. Proponer soluciones
e. Acuerdo

La mediación ha de ser voluntaria, confidencial, y basada en el diálogo y la colaboración.

Importantes son también las habilidades que ha de tener el mediador:

- Escucha activa: esforzarse por comprender lo más matizadamente posible lo que nos
están contando.

o Mostrar interés

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o Clarificar: para aclarar u obtener más información

o Parafrasear: repetir en palabras propias las principales ideas

o Resumir: agrupar y ordenar la información en sentimientos y en hechos

o Reflejar: indagar sobre los sentimientos que han afectado a la persona.

- Estructurar: intervención para mantener el orden y el proceso de mediación, las fases
y el contenido.

- Ponerse en el lugar del otro: promover expresiones que demuestran que entendemos
lo que nos está contando la otra parte, por ejemplo “Intenta ponerte en su lugar”.

- Mensajes en primera persona: de forma no agresiva, verbalizar la situación que le
afecta, sentimientos, deseos o necesidades personales. “¿Tú cómo te sientes cuando
él hace eso?”

En el ámbito educativo, es muy interesante el efecto Pigmalión, del que investigaron Rosenthal
y Jacobson, que hace referencia a la capacidad de influencia que tienen las expectativas de una
persona respecto de otra.

Desde este efecto, se considera que las expectativas que una persona tenga sobre otra influye
y puede modificar aspectos conductuales, emocionales y biológicos en esta persona. Uno de
sus estudios tuvo lugar en una escuela de California.

Pasaron un test que medía el coeficiente intelectual de los niños de la escuela. Después les
dijeron a sus maestros que el test revelaba qué alumnos a final de curso iban a destacar y
tendrían mejoras académicas. Sin embargo, los alumnos fueron elegidos por azar, y no por los
resultados del test como los investigadores hicieron creer a los maestros.

Al finalizar el curso, las mediciones y los resultados obtenidos comprobaron que efectivamente
los niños que habían sido seleccionados habían incrementado su rendimiento académico y su
coeficiente intelectual de forma muy notable en comparación con los no seleccionados.

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Esto ponía de relieve que las expectativas del docente sobre su alumnado tenían gran
influencia sobre el comportamiento de éste y su rendimiento académico e intelectual.

Este efecto se conoce también como la profecía autocumplida, en tanto que creer en una cosa
nos hace crear las acciones necesarias para que suceda.