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2.

PATRIA ORIGINARIA DE LOS INDOEUROPEOS

Vamos a hablar de dónde estaba ese grupo indoeuropeo, porque si se supone que hay una lengua única, hay
unos hablantes, y estos hablantes tienen que vivir en un determinado territorio, y en una época determinada, por tanto,
intentamos llegar a tener una idea de cómo establecer esos parámetros geográficos y cronológicos del pueblo
indoeuropeo, es el dónde y cuándo.

Claro, esta unidad, de lengua, grupo de hablantes y territorio no implica una unidad genética, es decir, una raza
específica. ¿Dónde habría que buscarlo? En un territorio donde tengamos testimonios de que ha habido indoeuropeos en
algún momento, no parece sensato pensar que los primeros indoeuropeos no dejaron rastros de su presencia, se fueron a
una región totalmente distinta, donde empezaron a dejar restos de su existencia. Habría que buscarlo en el territorio de
expansión de las lenguas indoeuropeas, de manera que tenemos que contar con ese amplísimo territorio situado en
Eurasia.

Al principio lo que hay son especulaciones basadas en algunos mitos o algunos presupuestos antropológicos o
culturales, y de ese periodo mítico, podemos destacar dos hipótesis contrapuestas:

1. La emitida por Schleicher, que postulaba que los indoeuropeos tenían que proceder de la India, del
Norte de la India. Simplemente porque Schleicher pensaba que el védico estaba muy cercano a la lengua madre.

2. La hipótesis de los doliocéfalos rubios, que se supone que los indoeuropeos representan la entrada
en Europa de una raza de hombres doliocéfalos y rubios, como los suecos, representa una entrada de nórdicos frente a
los grupos europeos más cercanos, braquicéfalos y morenos, por tanto, más cercanos a los mediterráneos. Entonces
emiten la hipótesis del origen de los indoeuropeos en las penínsulas del Norte, Escandinavia o incluso en el Polo Norte.

Todo esto son mitos con respecto al origen de los indoeuropeos que no tenían ninguna base. Por tanto, se
empieza a buscar en seguida mediante criterios más científicos, a utilizar algún ancla a la que agarrarse para pensar de
qué podemos echar mano para identificar el lugar y la época en la que se produjo la unión indoeuropea. Y en esta
búsqueda vamos a tener diferentes etapas cronológicamente.

EL TIEMPO DE LOS LINGÜISTAS

Es cuando se empiezan a sacar consecuencias del léxico. La paleontología lingüística de Adolphe Pictet tuvo
éxito muy pronto, y fue aplicada por Jakob Grimm para sacar consecuencias sobre los proto-germánicos, y por uno de
los grandes de la comparación indoeuropea, Adalbert Kuhn, que también la aplica para sacar consecuencias buscando la
patria originaria. Y tiene su momento de gloria en torno a los años 60 del siglo XX, se produce una compilación de lo
que se había ido publicando, especulando o proponiendo sobre la patria originaria. Hay dos grandes autores/libros, el de
Giacomo Devoto, y el de Pedro Bosch Gimpera. La paleontología lingüística tiene limitaciones del método:

1. De la ausencia de términos emparentados para designar una realidad no es posible deducir nada.

2. A la que se refiere a la reconstrucción semántica, cuando se reconstruye un significado y este puede ser
dudoso, es muy amplio y no sabemos que realidad representa. Esto, el problema, es que da lugar a argumentos
reversibles.

ARGUMENTOS REVERSIBLES

Para reconocer que la patria indoeuropea está al Norte, se han empleado dos argumentos, que los conocemos
con el nombre de “el argumento del haya” y “el argumento del salmón”, porque hay dos raíces indoeuropeas; *lak-, que
da salmón en muchas lenguas, y *bhāgo-, que da el nombre del haya en muchas lenguas, pero que significa “encina” en
griego, φηγός.

Aún así ha habido una serie de perfeccionamientos en el método y podemos extraer algunas consecuencias del
léxico para definir el ámbito geográfico de los indoeuropeos. Algunos de los argumentos que se han dado:

ÁMBITO GEOGRÁFICO

1. Suele decirse que los indoeuropeos no tienen una palabra heredada para el mar, eso es verdad y no, a la vez,
efectivamente la cultura más marina de todos los indoeuropeos, la griega, no tiene para el mar, más que una palabra
heredada θάλασσα, o metáforas, ἅλς “sal”, πόντος “camino”, sin embargo hay una palabra *mori-, que significa mar en
muchas lenguas indoeuropeas, en latín: mare, en celta: Ar-morica, ahora bien, ¿designaba el mar o un lago? En
germánico aparece como lago y como mar.
2. La fauna es más significativa, porque podemos reconstruir un gran número de animales, llamémosles
salvajes, tenemos palabras para el castor, el lobo, el oso, y para el ciervo tenemos dos palabras, puestas en relación por
un arqueólogo para justificar una propuesta, porque en la zona se supone que había indoeuropeos, parece que había dos
razas de ciervos. No hay palabras comunes para animales muy nórdicos, no hay palabras para animales muy orientales,
por tanto eso hace pensar que esa fauna diseña una zona centroeuropea, compatible con los terrenos euroasiáticos.

IMPORTANCIA DEL CABALLO

Si es significativo el hecho de que el caballo tenga palabra común en todo el indoeuropeo, y además hay que
sumarle, no sólo el hecho lingüístico, sino el hecho de que en las culturas de los pueblos indoeuropeos históricos, el
caballo tiene una importancia muy grande, en casi todas esas culturas el caballo tiene un papel ritual, significa la
soberanía y, por tanto, nos da un ámbito geográfico y un ámbito temporal, porque si el caballo tiene esa función cultural
y religiosa, implica que era un caballo domesticado y, por tanto, hay que poner en relación esta localización con el área
de domesticación del caballo y, ahora sabemos que tiene lugar a la vez en las estepas del Asia central y en Europa,
desde antes del tercer milenio, así que estamos acotando, territorios, ni muy nórdicos, ni muy orientales, ni muy
mediterráneos, ni muy al Sur.

LOCALIZACIÓN TEMPORAL

Hay un vasto territorio en centroeuropa y centroasia, bueno, si tenemos todo este vasto territorio, también
intentaremos centrarlo temporalmente, y para poder centrarlo temporalmente, tenemos que acudir a la tecnología,
porque las técnicas, sabemos su introducción por la arqueología, las palabras técnicas comunes implican que hay una
unidad lingüística posterior al desarrollo e invención de la técnica.

Conocían el tejido, conocían la lana y conocían las técnicas del hilado y del tejido, *snei-, *wes-, bueno, esta
es una técnica desarrollada al final del Paleolítico, conocían la agricultura, tenemos evidencia de palabras para el arado
-*arətrom- comunes, palabras para sembrar -*sem-, e incluso tenemos palabras comunes para algunos cereales como la
cebada, y practicaban la ganadería, hay muchísimos nombres de animales domésticos, el término *peku-, común a todas
las lenguas indoeuropeas para designar el rebaño, y la riqueza, incluso el dinero, eso ya implica una domesticación de
animales. Y esto si que nos lleva a un periodo Neolítico, al menos, posterior al 9500 a.C., porque la domesticación de
los animales viene desde esa época, pero pensemos que el Neolítico es así de temprano, en el Oriente Medio se retrasa
más mientras más vamos al Occidente en Europa.

Conocían la cerámica, porque tenemos una palabra para “modelar”, ahora, el hecho de que conocieran la
cerámica nos coloca en toras fechas, porque hay un Neolítico no cerámico que acaba más o menos en el 6550 a.C., y es
a partir del 6550 a.C., cuando podemos detectar técnicas de la cerámica, de manera que la unidad está en el Neolítico
cerámico, que va del 6550 al 4500 a.C., de modo que terminamos el Neolítico y comienza el Calcolítico.

Conocían la rueda, *kw(e)kwlo-, *ret-, *rot-. Sabemos que la rueda aparece vinculada, en primer lugar a la
alfarería y, está atestiguada desde inicios del 4500 a.C., sabemos que habían domesticado el caballo, por razones
lingüísticas y culturales. Conocían el carro, hay palabras para el carro, y más importante, hay una palabra específica
para desplazarse subido a un vehículo con ruedas, *wegh-, y además, hay partes del carro, hay un término común para
el yugo, *yeugh-, un término para los ejes, lo que no hay es una palabra común para los radios de la rueda, en cualquier
caso, el carro, con ruedas, con ejes parte del 3300 a.C.

EL TIEMPO DE LOS ARQUEÓLOGOS

Hemos llegado al límite de la reconstrucción de la lengua, pero entonces empieza, a finales de los años 60 del
siglo pasado, el tiempo de los arqueólogos. El gran paso adelante lo da una gran arqueóloga lituana, Marija Gimbutas,
que lanza una primera hipótesis sobre la identificación arqueológica de estos indoeuropeos, simplemente ampliando el
espectro cronológico en que los lingüístas se movían, Marija Gimbutas saca la presencia de una lengua y cultura
indoeuropeas, separada al inicio del Segundo Milenio, y lo amplia hacia atrás. ¿Qué tenemos que buscar? Una cultura
arqueológica que esté en alguna parte del amplio territorio diseñado por la paleontología lingüística y que registre la
difusión adecuada hacia Occidente y hacia Oriente, ella lanza la hipótesis de los Kurganes, un Kurgan es simplemente
un montículo que cubre una tumba, la típica tumba de túmulo es una cámara semisubterránea con una construcción de
madera o piedra, luego recubierta de tierra hasta que se confunde con el paisaje, esta es la estructura de las tumbas
micénicas, y las tumbas, más tardías, de los reyes macedonios se construyen así. Estas tumbas, estos kurganes -kurgan
es una palabra rusa, курган, que significa “túmulo”- se desarrollan por las estepas pónticas, llevado por una cultura que
empieza a desarrollarse en torno al 4500 a.C., en esa zona central, y esa cultura se expande hacia Oriente y hacia
Occidente, de esa cultura de los kurganes tenemos extensiones, la cultura yamna. La vemos expandirse y formar otras,
la del ánfora globular, la de Baden, la de la cerámica cordada en épocas posteriores.
La teoría de los kurganes implica, además, por primera vez, la idea de que los indoeuropeos no se expanden de
una sola vez, y todos juntos a las sedes originarias y ahí se fragmentan, sino que la llegada de los indoeuropeos tiene
lugar en diferentes oleadas de diferente época, de manera que Gimbutas habla de una primera oleada, y dice “esta es la
del antiguo proto-indoeuropeo, no deja restos lingüísticos más que en toponímia, y es la que trae a Occidente las
culturas del Dnieper-Donets, Samara, y la que trae la domesticación del caballo, y una segunda parte de la oleada la
cultura Yamna, y se extiende por el Norte del Cáucaso. Incluso puede que no haya movimiento de pueblo, sino
influencia cultural, y va difundida por pastores que siguen el curso de los ríos, y de ella sólo tenemos restos en
toponímia.

Una segunda oleada que ella llama el proto-indoeuropeo medio, que ya es la etapa de apogeo de las tumbas de
pozo, aquí ya aparecen los indoeuropeos clásicos, se expanden hasta el bajo Danubio y las costas del Mar Negro, llegan
hasta el Yenisei por el Este y hasta los Balcanes, entran en Anatolia y generan culturas emparentadas, “kurganizadas” de
ánfora globular, y Baden, coincide con el inicio de la Edad del Bronce.

Y una tercera oleada que sería la que lleva las lenguas en sus sedes históricas, ya se extienden por toda la zona,
desde el Rin al Volga, y supone la separación de las ramas históricas. De hecho, los indoeuropeos tienen dos rutas para
entrar a Anatolia, atravesando el Cáucaso hacia Asia Menor, y otra a través de Grecia, por mar.

HIPÓTESIS ANATOLIA. RENFREW

Hay después de Marija Gimbutas, al final del siglo XX, inicios del nuestro, dos hipótesis alternativas que
retrasan la unidad indoeuropea. Una la de Renfrew, que considera que la patria originaria de los indoeuropeos estaba en
Anatolia, que los indoeuropeos son los responsables de la expansión del Neolítico, y retrasa la localización diacrónica al
principio, hasta el 9000 a.C.

HIPÓTESIS TRANSCAUCÁSICA. GAMKRELIDZE E IVANOV

Cuando aparece la siguiente hipótesis, la de Gamkrelidze e Ivanov, y los sitúa alrededor del 6300 a.C., la
expansión tendría lugar desde Anatolia hacia Europa. La hipótesis transcaucásica cambia por completo la localización
de los indoeuropeos basado en una hipótesis lingüística. La hipótesis glotálica que les obliga a situar el origen de los
indoeuropeos al Sur del Cáucaso, porque consideran que el indoeuropeo y las lenguas caucásicas son dos ramas
distintas de la misma familia. Entonces la expansión hacia Europa tiene lugar por dos vías, una, la tradicional, a través
del Caspio y por las estepas pónticas, y otra, a través de Anatolia.

Hay un hecho lingüístico que hace muy difícil conciliar esta hipótesis, si efectivamente, el punto de origen de
los indoeuropeos hubiera estado en el Sur del Cáucaso, o en Anatolia y se expandiera hacia Europa a partir de ahí, no
tendría un gradiente, un escalonamiento de datos lingüísticos más indoeuropeos en esta zona del Sur del Cáucaso y en
Anatolia, y, desde luego, en esa zona sólo tenemos datos indoeuropeos después de que encontremos ahí a los mitannios
y luego a los armenios, antes no hay una toponímia previa indoeuropea, como sí la hay en las zonas euroasiáticas de los
kurganes.

EL TIEMPO DE LOS BIOESTADÍSTICOS

Después, por último, en los últimos años comienzan a intervenir los bioestadísticos, porque comienza a hacerse
trabajo sobre genética, y hay una serie de genética de poblaciones que permiten ver la difusión genética de los pueblos,
a través de estudios genéticos. Se ha utilizado para establecer árboles genealógicos, pero también se ha intentado aplicar
a una distancia diacrónica entre las lenguas, y se proyectan a un mapa desde dónde podrían proceder y hay varias
aproximaciones.

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