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El cuento
El narrador
El niño/a
escuchar en silencio.
general)
Cuanto más pequeños, más corto (entre 3-6 minutos hasta los 5 años aproximadamente).
emocional:
relajado
quietud)
que le facilite:
a.Sumergirse en el cuento
c. La introspección, la reflexión
comunicación:
Axularreko Guraso Eskola www.axular.net 2/7 es neutro. No se trata de leer o hablar sobre
a.Contar no es representar.
argumento.
c. Transmitir entusiasmo,
CORAZÓN.
d.
™ Madurez psicoafectiva
™ Motivación a la lectura.
Axularreko Guraso Eskola www.axular.net 3/7 6.¿Somos capaces de inventar cuentos?Para ello:
™ Pasos:
1.Presentación: Encuadrar en un
de emociones intensas.
2.Nudo
a.Resaltar claramente el
personaje.
(Pasa resolver)
e.Aumentar la tensión de la
historia.
Las historias que cuentes a tu hijo deben transmitir valores humanos y tener un final
constructivo para que aprenda de ellas.
Un cuento es un relato corto que está lleno de fantasía y que ha de contarse de una sola
vez. Leer a un niño un cuento cada noche es muy productivo para el desarrollo creativo
del niño. Gracias a esta dinámica al niño le terminará gustando el momento de ir a la cama,
se relajará y se dormirá rápidamente.
También es muy importante que, si queremos contar un cuento, primero tenemos que
creernos la historia que vamos a contar, los valores que transmite porque, de lo contrario,
no sabremos transmitirlo. El psicólogo Charan Díaz Arquillo afirma que: “Un cuento puede
llegar a influir en la personalidad de quien cree en él, o de quien aprende algo de él”.
Díaz Arquillo desde su experiencia como psicólogo, también nos contó que: “La mejor
manera de contar cuentos es con amor, es decir, con interés verdadero, con ganas de
compartir el tiempo transmitiendo ésa historia y tratando de convertirla en una influencia
positiva para quien te escucha”. También nos especificó que los cuentos que se deben leer
son “Los cuentos con un aprendizaje rico en valores humanos y con un final
constructivo”.
No debemos tomarnos la tarea de contar el cuento como una obligación. Es importante tener
en cuenta el estado anímico en el que nos encontramos.
Asimismo otro factor clave a considerar antes de contar un cuento es que decidamos si es el
espacio físico correcto y qué queremos contar. No se pueden contar cuentos en el sofá,
porque si el niño se acostumbra, solo querrá que sus padres le cuenten cuentos en este
lugar. El lugar idóneo es su cama, allí se relajará y, posteriormente, se dormirá.
Por otro lado, antes de comprar el cuento, tenemos que elegirlo de acuerdo a la edad del
niño. En la pasta del libro se debe indicar la edad de recomendación.
Para contar bien un cuento es muy importante que te centres en una idea única. Los cuentos
han de tener una estructura lineal, la historia empieza y termina. De este modo,
contribuiremos a captar la atención de los pequeños, que asimilarán así más rápido el
esquema narrativo de la historia que les contamos y, por ende, la moraleja que éste lleva
implícita.
El cuento corporal
Existen cuentos que son ideales para que sean relatados a través de la gesticulación. Con
este tipo de cuentos lo que pretendemos es que el niño sepa hacer un reconocimiento
segmentado de su cuerpo a través de una dinámica que potencie el aprendizaje por
descubrimiento. Eso si, sin obviar en ningún momento el aspecto lúdico de la actividad.
Vamos a ilustrar cómo gesticular un cuento con un ejemplo. El título del mismo tiene miga:
“El enano despistado de Blanca Nieves y los siete enanitos”. Un fragmento del cuento dice
así: “De los siete enanitos había uno que era muy despistado. Como era así se quedó
mirando un búho y con su despiste se quedó solo. Lloró y quedó asombrado mirando una luz
que resultó ser un hada; ésta le indicó dónde estaba su casa. Y le dijo: “Es muy fácil
encontrar tu casa, puesto que tu casa está en tu propio cuerpo: tu pozo (y haces un circulito
con los dedos de la mano), tu azotea (señalas la cabeza), tus ventanas (los ojos); tus
antenas (las orejas), tu puerta (la boca), tus tuberías (la nariz), tus escaleras (las piernas)”.
Para contar cuentos y lograr que las niñas y los niños vivan su magia, es
importante:
1. Elegir un cuento. Lo primero que hay que hacer es escojer el cuento que
usted va a contar, para elegirlo hay que tomar en cuenta la edad de los
niños o las niñas a los que se les va a contar.
Para los más pequeñitos, es mejor que los relatos sean muy cortos y lo
que sucede, es decir, la acción se repita varias veces, por que les encanta
poder "adivinar" lo que va a suceder.
Inventar cuentos
• Piensa en los detalles que tienen esos dos personajes, es decir, cómo
son. Siguiendo con el ejemplo, el cuento puede ser así:
"El perro es café con orejas largas, es chiquito y está gordito, tiene los ojos
grandes. La niña es pequeña tiene dos trenzas y unos monitos verdes, su
vestido tiene muchas flores, usa huaraches negros igual que sus ojos y
cuando se ríe se le ven los dientes pequeños y muy blancos".
El perro está parado en la calle viendo a los que pasan. La niña sale de la
casa, va por las tortillas y ve al perro.
Es útil empezar los cuentos con una misma frase. "Había una vez..." "Hace
muchos años..." y finalizar también con una frase: "Y colorín colorado este
cuento a terminado".
Las frases con las que empiezan y terminan los cuentos se pueden inventar,
las que se dicen aquí son un ejemplo.
Leer cuentos.
• Trate de cambiar cuando lea lo que dicen los distintos personajes del
cuento.
• Conforme vaya leyendo, muestre los dibujos a las niñas y los niños.
• Una vez que termine de leer el cuento, pregúnteles a las niñas y los niños
mayores, cuál fue la parte del cuento que más les gustó.
2. Todo niño tiene derecho a exigir que sus padres les cuenten cuentos a
cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos
negándose a contar un cuento a un niño no solo incurren en un grave
delito de omisión culposa, sino que están autocondenando a que su hijo
jamás les vuelva a pedir otro cuento.
3. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente
cuentos, tienen absoluto derecho a pedirle al adulto de su preferencia que
se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y
ternura, que es como se cuentan los cuentos.
5. Todo niño está en el derecho de saber quiénes fueron José Martí, Hans
Christian Andersen y Aquíles Nazoa. Las personas adultas están en la
obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y
poesías de estos tres autores.
6. Todo niño goza del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la
tradición oral de su país, así como de toda aquella literatura creada por
los pueblos latinoamericanos y del resto del mundo.
7. El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así
como modificar los ya existentes, creando su propia versión. En aquellos
casos de niños muy influenciados por la televisión sus padres están en la
obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la
imaginación de la mano de un buen libro de cuentos infantiles.