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médico, pero puede llegar a ser peligrosa,especialmente, cuando se produce un abuso de esta
sustancia. Cuando se consume durante un largo periodo de tiempo se puede desarrollar
dependencia, tolerancia y adicción. La marihuana se suele fumar para producir un efecto relajante
y generar euforia en la persona. Aunque hay otros que prefieren comerla para prolongar sus
efectos. Independientemente de la forma de consumo la persona corre el riesgo de desarrollar
una adicción. En este artículo de Psicología-Online te contamos algunos de los síntomas de la
adicción a la marihuana y su tratamiento.
Índice
Por tanto, dejar de consumir marihuana de forma repentina implica una serie de síntomas de
abstinencia: irritabilidad, insomnio, poco apetito, ansiedad, depresión, agitación, craving (deseo
de consumo) y cambios de humor.
Estos síntomas suelen aparecer en el tercer o cuarto día consecutivo sin consumir la sustancia,
para posteriormente desaparecer después de 1 o 2 semanas. Aunque hay algunos síntomas,
principalmente de carácter psicológico, que tardan más tiempo en desaparecer y requieren algún
tipo de tratamiento para superarlos.
Depresión
Síntomas esquizofrénicos
El primer paso para superar la adicción a la marihuana es reconocerla y pedir ayuda. Reconocer
los síntomas de la adicción a la marihuana puede ayudar a determinar la gravedad del caso.
Normalmente, la adicción a la marihuana es el resultado del consumo de la sustancia junto con
otras sustancias como el alcohol u otras drogas, pero no siempre se dan estos dos criterios.
Actualmente, la dependencia al cannabis es bastante común debido a la gran cantidad de gente
que consume marihuana.
Tolerancia a la marihuana: la persona necesita fumar más marihuana para conseguir los
mismos efectos gratificantes.
La mayor parte del tiempo la persona está drogada: la persona adicta comienza a estar
drogada cada vez más tiempo, lo que interfiere con su vida.
Probablemente las personas adictas a la marihuana han pensado alguna vez en dejar de
consumirla cuando la adicción supone un problema en su vida. Aquí planteamos algunas razones
para dejar de fumar marihuana:
Razones físicas: sentirse mejor, con más energía y reducción del riesgo de cáncer de
pulmón.
Razones legales: la persona adicta puede mantenerse alejada de problemas con la ley.
Si eres adicto a la marihuana y has decidido que ha llegado el momento de dejarlo, hay algunos
pasos que puedes seguir para comenzar la recuperación de tu vida. Superar la adicción a la
marihuana puede resultar muy difícil porque implica cambiar tu vida. Probablemente
tengas ansiedad y depresión, y hayas cambiado tu grupo de amigos debido al consumo de
sustancias. La adicción te llevó hacia a otro camino y con el tratamiento debes cambiar de
dirección.
Rehabilitación: suele ser el método más común de tratamiento para las adicciones. Al
principio la persona debe acudir al centro diariamente, para luego ir aumentando el
periodo de tiempo entre sesiones (semanalmente, mensualmente). En estas sesiones se
hace terapia de grupo o individual con el objetivo, entre otros, de reconocer y evitar
aquellas situaciones que desencadenan la adicción de la persona.
Terapia conductual: hay personas que deciden fumar porque se aburren o necesitan un
estímulo para animarse. La terapia conductual puede enseñar a estas personas cómo
superar su adicción mediante cambios en su comportamiento. Estos cambios positivos
irán encaminados a que la persona sea más productiva y realice actividades gratificantes
que le estimulen sin necesidad de recurrir a las drogas.
Terapia cognitiva: este método de tratamiento ayudará al adicto a pensar de una forma
que no facilite el consumo de tabaco. Por ejemplo, se trabajaría cambiar pensamientos
como “para relajarme lo único que puedo hacer es consumir marihuana”.
Refuerzo comunitario: muchas personas que consumen marihuana tienen problemas para
sentirse bien o felices sin consumir drogas debido a los cambios químicos en el cerebro
producidos por la adicción. Los programas de refuerzo comunitario pueden ayudar a
proporcionar a la persona una recompensa por cumplir los objetivos de recuperación,
como por ejemplo: no fumar durante un mes, o por establecer una serie de compromisos
y cumplirlos.