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Uno de los poemas más leídos de José María Eguren es Los Reyes rojos, canto que comunicaría a simple
lectura un homenaje a la lucha entre dos reyes, pero ¿existen reyes rojos?, ¿dos reyes podrán combatir con
una sola lanza?, ¿existirán reyes halcones?. En fin, estas cuestiones han sido absueltas en la interpretación
de este poema
Desde la aurora
combaten
Es precisamente en la primera estrofa donde se presenta la posibilidad de que el poema sea un canto a la
lucha que viven dos reyes, pero la particularidad es que es tos dos reyes lucha con una lanza que no es
dorada, sino de oro.
Por verde bosque
vibra su ceño.
Nos da la idea del traslado de la lucha a otros escenarios como el bosque y los cerros; ahora, la lucha se
asume real, pues tienen, estos reyes, el ceño vibrante, solo que para dos reyes hay un solo ceño. Ahora bien,
existen bosque verdes, pero ¿habrá cerros rojos o es que Eguren alude un momento específico del día?. Al
parecer sí. Eguren alude el momento en el que el sol, en todo su esplendor, permite que los cerros y otras
bondades naturales se las observe con un tono rojizo.
Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.
Ahora los reyes, además de rojos, son halcones, y el escenario de lucha son lejanías ¿de oro?, ¿lejanías
azulinas?, ¿el oro torna azulinas las lejanías?. Da la impresión que no es literal lo que expresa Eguren, de
hecho no lo es. El escenario que nos muestra el vate es el del cielo en un momento determinada, un cielo en
el que hay sol y, siendo cielo, tiene un color azulino; en todo caso, resulta alegórico todo lo cantado hasta
aquí, porque podríamos leer que la lanza de oro de la primera estrofa es un rayo de sol, el rayo que nos
despierta, el que nos anuncia, en la aurora, el nuevo día.
Por la luz cadmio
Aquí, iremos confirmando lo que hemos interpretado hasta el momento. El color blanco, la claridad, son
expresados por el concepto ‘cadmio’; sin embargo, cuando refiere que las figuras de los halcones reyes
rojos se ven pequeñas y negras, inmediatamente nos hace evocar la figura del ave en la lejanía, pero con
una característica especial: el halcón es famoso por su excelente visión; entonces, ¿no se parecerán estos
halcones divisados a lo lejos a la forma que adquieren los ojos cuando el ceño vibra si miramos al sol o si
esforzamos los ojos en la oscuridad?. Solo imaginemos la forma de los ojos. Estos ojos que ante el rayo de
sol mañanero se tornan rojos, ojos que son dos reyes, luchando contra una lanza de oro, pero ambos del
mismo bando, es decir, la lucha no es entre ellos.
Viene la noche
En efecto, también en la oscuridad siguen combatiendo los reyes rojos, al parecer son nuestros ojos. Pero la
sencillez de Eguren nos puede llevar a rumbos diversos, entonces leamos el título para confirmar lo que
progresivamente hemos encontrado en este hermoso poema: Los reyes rojos
Ahora eliminemos la primera letra de cada una de las dos últimas palabras del título: