Você está na página 1de 3

La vida existe bajo el fondo

del mar
Malen Ruíz De Elvira, 6 mayo, 2013

La corteza oceánica es el mayor ecosistema de la Tierra


La Tierra es un planeta azul, cubierto en un su mayor parte por el agua.
Aunque hace todavía pocos años que se ha comprobado que existe vida
hasta en lo más profundo de los océanos, donde la luz no llega, y que se
nutre de energía producida por reacciones químicas, distinta de la que utilizan
los seres vivos de la superficie, basada en la luz solar, este conocimiento ya es
común. Sin embargo, solo ahora se ha podido comprobar que existe vida
todavía más allá, bajo los sedimentos oceánicos que recubren las rocas
de la corteza terrestre, gracias a los programas de perforación con fines
científicos efectuados por buques oceanográficos como el “Joides
Resolution”.
La verdad es que no es vida tan espectacular como los gusanos
tubícolas que habitan las fumarolas en las cordilleras oceánicas. Es una vida
microscópica, y los primeros datos indican que se basa también en
la quimiosíntesis, explican los microbiólogos que han estudiado los cilindros
de muestra de basalto de 3.500 millones de años de antigüedad obtenidos
cerca de la costa oeste norteamericana a 2,5 kilómetros de profundidad más
varios centenares de metros de sedimentos.
“Hemos obtenido las primeras pruebas directas de vida en la corteza oceánica
profunda, el 60% de la corteza terrestre”, explica Mark Lever, director del
estudio que publica la revista Science. “Todo indica que este vasto ecosistema
se basa principalmente en energía procedente de procesos geológicos”. Se
supone que el agua presente en la porosa roca reacciona con el hierro
presente en la misma, lo que produce hidrógeno. Los microbios utilizan este
hidrógeno como fuente de energía para convertir el dióxido de carbono en
material orgánico, como el metano.
La mayor preocupación de los expertos fue comprobar que los microbios que
identificaban procedían verdaderamente del basalto y no eran contaminación
introducida durante el proceso de extracción y estudio. Para ello Lever y sus
colegas extrajeron ADN de la roca y comprobaron que se correspondía con
genes característicos de microbios que producen metano. Posteriores y
detallados análisis químicos confirmaron el origen de los microbios, que no son
fósiles, porque se pudieron cultivar en laboratorio, un proceso que ha durado
varios años. El complejo estudio constituye todo un hito en el estudio de la
vida profunda. “Probamos que los microbios juegan un importante papel en la
química del basalto e influyen, por tanto, en la química oceánica”, dicen los
investigadores, y añaden: “Es posible que se encuentre la vida basada en la
quimiosíntesis en otros planetas, donde el ambiente químico lo permita”.

Você também pode gostar