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1. - N O T A S A C L A R A T O R I A S
Estas notas sobre El Arbitraje contienen algunas líneas que forman parte de las
muchas Investigaciones Documentales realizadas por mis estudiantes de
Posgrado, Nivel Maestría, en Derecho del Trabajo, y en el Nivel Maestría de
Derecho Procesal Civil. Investigaciones cuyos títulos, índices, esquemas generales
y específicos, aparatos bibliográficos generales y específicos, desarrollo y
supervisión, son de mi autoría. Aclaratoria que hago para evitar los plagios, qué no
obstante esta aclaración, siempre se producen, pues lamentablemente existan
personas que se inscriben para cursar estudios de pregrado, posgrado, maestría,
doctorados, pos doctorados y phd, no precisamente para aprender, sino
únicamente para aprobar y obtener el correspondiente titulo académico y para tal
fin violan la ética, la decencia académica, haciendo aparecer como suyas las
Investigaciones de otros. Llegan al extremo, incluso de silenciar la necesaria cita
bibliográfica.
Tal como se señaló anteriormente en el capitulo III del Título VII relativo al
procedimiento ante los Tribunales del Trabajo de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en doce artículos se regula el Arbitraje Laboral, y que consecuente con
mis argumentos explanados en mi Tesis para aspirar al titulo de Doctor en
Derecho ( “ EL PROCEDIMIENTO JUDICIAL LABORAL EN LA LEGISLACIÓN
VENEZOLANA”. Maracaibo-Venezuela-La Universidad del Zulia. Año 1997. ) he
llamado “ARBITRAJE LABORAL JUDICIAL”
Así, el primer artículo del capítulo en referencia, es decir, artículo 138, prevé el
derecho de las partes, no de una sola de ellas, de solicitar el arbitraje, en cuyo
caso el juez lo ordenará.
En cuanto al artículo 141 eiusdem, es preciso mencionar que los árbitros deben
juramentarse ante el Tribunal Supremo de Justicia y están obligados a cumplir sus
funciones, salvo que estén incursos en causal de inhibición, de recusación
(Artículo 142) o presente excusa debidamente justificada a juicio del Tribunal de
Sustanciación, Mediación y Ejecución.
La disposición del Articulo 146 se refiere a las facultades de los árbitros, las cuales
califica de “amplias” sin precisar a que facultades se refiere, incurriendo el
legislador en este aspecto en imprecisión, por lo que, debe inferirse que los
árbitros en materia laboral podrán valerse de cualquier medio de investigación o
colaboración que deban prestarle los Tribunales Ordinarios o Especiales y demás
autoridades públicas, tal como lo dispone el Artículo 622 del Código de
Procedimiento Civil.
Por otra parte, establece este artículo que las audiencias serán públicas, mediante
el procedimiento oral, lo que se corresponde con los principios de publicidad,
inmediatez, celeridad, oralidad, que informan al nuevo proceso laboral venezolano.
Reza el Artículo 147 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo que: “la junta de
arbitraje deberá producir su laudo arbitral conforme a los principios generales que
orientan esta Ley; “principios que están recogidos en el Artículo 2 de la misma ley
y que fueron, ya mencionados en páginas anteriores.
El Artículo 149 referido enumera cuatro supuestos ante los cuales procede el
Recurso de Casación:
1. Cuando fuere pronunciado o dictado fuera de los límites del arbitraje, es decir
cuando el fallo esté viciado de ultra petita o extra petita.
2. Cuando no pueda ejecutarse por ser manifiestamente contradictorio su
dispositivo, lo que constituye la más calificada jurisprudencia un error in
procedendo.
3. Si el procedimiento seguido fuera contrario a la ley, es decir, si no se observaron
las formalidades sustanciales; salvo que exista consentimiento de las partes al no
reclamar oportunamente contra ellas, caso en el cual opera el principio de
convalidación tácita previsto en el Artículo 213 del Código de Procedimiento Civil.
De manera que si la parte de no denuncia en primera oportunidad la comisión del
acto írrito, muda la causa principal de la nulidad fundamentada en su propia
negligencia y;
4. Si la cuantía excediere del monto establecido en Unidades Tributarias, lo que
unifica en este aspecto (cuantitativo) el Recurso Extraordinario de Casación en la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Igualmente dispone esta norma que, las partes sino estuvieren en juicio,
establecerán el compromiso arbitral por instrumento auténtico y que en todo caso
la aceptación de los árbitros y la constitución del tribunal se hará ante el Juez de
Primera Instancia.
El Artículo 609 del Código en cuestión, dispone la formalización del compromiso
ante la existencia de una cláusula compromisoria conforme a las previsiones del
mencionado Artículo 608; pero ante la contumacia de la otra parte para
formalizarlo, establece la norma aquí analizada una incidencia a fin de que la parte
que se niega a aceptar el compromiso conteste en relación la negativa.
En este orden, dispone el Artículo 613 del CPC que una vez establecida la validez
de la cláusula compromisoria, el citado procederá a expresar las cuestiones que
por su parte quiera someter al arbitramiento. Si el citado no comparece, se tendrá
por válida la cláusula compromisoria y los árbitros resolverán la controversia
atendiéndose a las cuestiones sometidas al arbitraje por el solicitante. Estatuye así
mismo esta norma que en caso de desacuerdo entre las partes con respecto al
carácter de los árbitros se entenderá que actuarán como árbitros de derecho.
Por otra parte, regula el Artículo 615 del CPC los deberes de los árbitros,
estableciendo que una vez aceptado el cargo es irrenunciable y será responsable
penalmente por el delito de denegación de justicia si se separa del cargo sin causa
legítima.
El Artículo 616 del CPC reglamenta las faltas absolutas y temporales, de los
árbitros; mientras que el 617 ejusdem prevé el pase de los autos a los árbitros
nombrados una vez que la causa se haya sometido a árbitros.
Como se mencionó en líneas anteriores el Artículo 618 del CPC establece las
clases de arbitrajes. Mientras que el Artículo 619 del Código en cuestión establece
como única condición para ser árbitro la de abogado.
El Artículo 620 del CPC se refiere a la recusación de los árbitros; el 621 se refiere
a la designación de un árbitro sustanciador, si así sólo previere.
En tanto que el artículo 622 del Código de Procedimiento Civil instituye que tanto
los Tribunales Ordinarios o Especiales, como las demás autoridades públicas
están en el deber de prestar a los árbitros toda la cooperación que sea de su
competencia.
Nada obsta para que esta cooperación también sea prestada a los árbitros
laborales; esta afirmación tiene asidero constitucional, en el aparte único del
artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que
prevé que los órganos de las ramas del Poder Público a quienes incumbe su
ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado; atendiendo
entonces la naturaleza jurisdiccional de la función pública que desempeñan los
árbitros, cuando el propio estado les delega facultad jurisdiccional, se les debe la
cooperación indicada en el artículo 622 mencionado.
Conforme lo dispone el artículo 623 del Código de Procedimiento Civil, los árbitros
deberán sentenciar dentro del término que las partes acuerden en el compromiso
arbitral.
Salvo que conste en el compromiso arbitral las decisiones de los árbitros son
inapelables, por disponerlo así el artículo 624 ejusdem; en el primer caso, es decir,
que conste la voluntad en el compromiso arbitral de que el laudo arbitral sea
apelable se hará para ante el Tribunal Superior o para ante otro Tribunal de
arbitramiento que hayan constituido las partes.
Según el artículo 625 del Código de Procedimiento Civil, el laudo arbitral debe ser
publicado al día siguiente, por el juez ante quien fueron designados los árbitros. A
partir de éste día comenzarán a correr los lapsos para los recursos a que haya
lugar.
Finalmente el artículo 629 ejusdem se refiere a los cotos del arbitraje, lo que
supone el carácter oneroso del arbitraje previsto en el Código de Procedimiento
Civil; norma este artículo que los gastos deben ser sufragados por la parte que
solicite el arbitramiento, sin perjuicio de su reembolso mediante la condena en
costas.
En virtud de la naturaleza del bien jurídico tutelado por el Derecho Laboral, que le
confiere autonomía; las instituciones que lo conforman poseen sus propias
características, en consecuencia se diferencian de las instituciones jurídicas de las
otras ramas del derecho. El arbitraje no escapa de esta apreciación, en
consecuencia se diferencia del arbitraje civil y del mercantil. Siendo las diferencias
más resaltantes entre el arbitraje laboral y el arbitraje civil las siguientes:
5. La Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece un lapso de treinta (30) días
hábiles para que se dicte el laudo arbitral, contados a partir de la constitución de la
junta de arbitraje, (Art. 148 LOPT); mientras que el laudo arbitral civil será dictado
dentro del término que señale el compromiso.
7. En materia laboral los laudos arbítrales son inapelables; al igual que en el civil,
pero en éste último las partes, bien en la cláusula compromisoria o en el acuerdo
arbitral pueden acordar la apelación de la decisión de los árbitros.
3. La decisión arbitral que se toma tanto en el civil como en el laboral tiene carácter
de cosa juzgada.
Por otro lado, decide la Sala al no estar atribuida de forma explicita en el artículo
492 de la Ley Orgánica del Trabajo, si en alguna norma expresa, la competencia
de los Tribunales Laborales para conocer de la nulidad de los laudos arbítrales
adecurtratum, debe corresponde a los órganos de la Jurisprudencia contenciosa
administrativa, con fundamento en el principio general de la universalidad del
control por parte de los órganos de la jurisprudencia contenciosa administrativa de
los actos administrativos que se establece en el artículo 259 de la Constitución de
la Republica Bolivariana de Venezuela.