Securitas Vialis (2011) 8:33–48
(#%614*7/#01Ŗ*7/#0(#%614
.')+5.#%+¦0Ŗ.')+5.#6+10
Community services as punishment and safety road: Questions
and prospects
2GPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[UGIWTKFCFXKCN
Cuestiones y perspectivas
8KFCNGU4QFTÈIWG\%CV[1
Published February 2011
© Etrasa, 2011
Abstract. The Criminal Code Reform with regard
to road safety enacted by the Organic Law 15/2007,
November 30, has increased noticeably the criminal
convictions imposing community services as punish-
ment. However, these convictions have not involved
the appropriate increase of job offers for providing
those community services. The high risk of failure
to comply with community services as punishment
has forced to formulate new proposals. In that res-
pect, the content of the punishment has changed. So,
this punishment can be served participating in wor-
kshops or attending at a driver education program.
Despite the favorable effects of re-socialization of
this measure, however, overlapping with other trai-
ning activities of a similar entity made a clear demar-
cation necessary.
1.- Vidales Rodríguez, Caty.
Profesora titular de Derecho Penal
Universitat Jaume I.
1
Keywords. Punishment, Community Services, Road
Safety, Driver Education Program.
4GUWOGP La reforma del Código penal en materia
de seguridad vial que llevó a cabo la Ley Orgánica
15/2007, de 30 de noviembre, ha supuesto un nota-
ble incremento de condenas en las que se impone la
RGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFUKP
que se haya producido un correlativo aumento de
la oferta de los puestos de trabajo donde realizar la
prestación. El elevado riesgo de incumplimiento de
tal sanción ha obligado a formular nuevas propues-
VCU'PGUVGUGPVKFQUGJCOQFKſECFQGNEQPVGPKFQ
de esta pena de forma que pueda cumplirse a través
de la participación del penado en talleres o progra-
mas de educación vial. Pese a los efectos claramente
resocializadores de esta medida puede, no obstante,
solaparse con otro tipo de actividades formativas de
análoga entidad por lo que procederá un claro des-
linde.
2CNCDTCU%NCXG 2GPCU6TCDCLQUGPDGPGſEKQFGNC
comunidad, Seguridad Vial, Programas de educa-
ción vial.
2GPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[UGIWTKFCFXKCN%WGUVKQPGU[RGTURGEVKXCU
Sumario:
I.- Introducción.
II.- La participación en actividades formati-
vas como modalidad de cumplimiento de la
RGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPK-
dad.
a) Los talleres de educación vial y los cur-
sos de reeducación y sensibilización vial.
b) Los talleres de educación vial y los pro-
gramas formativos de educación vial
III.- A modo de conclusión.
IV.- Bibliografía.
Introducción
.C RGPC FG VTCDCLQU GP DGPGſEKQ FG NC EQOWPKFCF
aparece, por primera vez en nuestra legislación pe-
nal, con ocasión de la aprobación del Código penal
de 1995 en el que se considera una pena privativa de
derechos. Bien es cierto que, a pesar de los efectos
DGPGſEKQUQUSWGRWGFGTGEQPQEÃTUGNG[SWGNCFQE-
VTKPC UG JC QEWRCFQ FG RQPGT FG OCPKſGUVQ =? UG
trata de una aparición tímida y casi residual al estar
únicamente prevista como pena sustitutiva de los ar-
TGUVQUFGſPFGUGOCPCQGPECUQFGKORCIQFGNC
multa.
La reforma operada en el texto punitivo mediante la
Ley Orgánica 11/2003, de 29 de septiembre, supuso
que, por primera vez, la realización de determina-
dos comportamientos relacionados con la violencia
de género se conminara con este tipo de sanción,
aunque de forma alternativa al requerirse el consen-
timiento del penado. Habría que esperar, no obstante,
hasta la aprobación de la Ley Orgánica 15/2003, de
25 de noviembre, para que el número de conductas
cuya consecuencia jurídica pudiera ser la pena que
se comenta experimentara un notable incremento
debido, en buena parte, a la desaparición del arresto
FGſPFGUGOCPCFGNECV¶NQIQFGUCPEKQPGURGPCNGU
Ahora bien, esta reforma, lejos de limitarse a un
mero aumento cuantitativo, introduce, asimismo, un
importante cambio en su contenido. En efecto, de un
2
lado, se potencian los aspectos resocializadores y re-
GFWECFQTGUFGNCRGPCCNGURGEKſECTSWGNQUVTCDCLQU
a prestar puedan consistir en labores de reparación
de los daños causados o de apoyo o asistencia a las
víctimas y, de otro, se incorpora por primera vez al
texto punitivo el régimen jurídico de su incumplim-
iento.
Por lo que respecta a los entonces denominados FGNK-
VQUEQPVTCNCUGIWTKFCFFGNVT¶ſEQ, pese a tratarse de
un ámbito de la delincuencia especialmente propicio
RCTCNCTGCNK\CEKÎPFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQ-
munidad, únicamente estaba prevista y, dicho sea de
paso, mediante el empleo de una fórmula legislativa
bastante confusa, en relación con el comportamiento
descrito en el artículo 379 del Código penal; esto es,
NC EQPFWEEKÎP DCLQ NC KPƀWGPEKC FG FTQICU VÎZKECU
estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebi-
das alcohólicas.
.CUWUVCPEKCNOQFKſECEKÎPSWGGPGUVG¶ODKVQNNGXC
a cabo la Ley Orgánica 15/2007, de 30 de noviembre
=?JCEQPEGFKFQCNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQ
de la comunidad un protagonismo hasta entonces
desconocido. Así es por cuanto que, como pena prin-
cipal y alternativa a la privación de libertad, acom-
paña a la sanción pecuniaria en relación a las dos
modalidades delictivas que contemplan los artículos
379 (conducción a velocidad superior a la permitida
[ EQPFWEEKÎP DCLQ NC KPƀWGPEKC FG FTQICU VÎZKECU
estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebi-
das alcohólicas), 384 (quebrantamiento de condena
o de resolución administrativa y conducción sin per-
miso o licencia) y 385 (creación de grave riesgo para
la circulación). Además de estos supuestos, conviene
tener presente que puede operar en sustitución de la
pena de prisión en aquellos casos en los que concur-
ran, claro está, los requisitos establecidos a tal efecto
GPGNCTVÈEWNQFGN%ÎFKIQRGPCN=?
Tenemos, por tanto, que la pena de trabajos en bene-
ſEKQFGNCEQOWPKFCFRWGFGUGTCRNKECFCGPTGNCEKÎP
con la mayor parte de los comportamientos típicos
que engloba esta categoría delictiva. De ahí que, las
previsiones legislativas se hayan visto desbordadas,
debido fundamentalmente a que el elevado número
de condenas en las que se impone esta pena no se ha
visto acompañado por un aumento equivalente en la
oferta de puestos de trabajo para su realización. La
Vidales Rodríguez, Caty
seriedad del problema no se esconde en la Memoria
del Fiscal General del Estado que, en 2008, tilda de
gravísimo el incumplimiento de esta sanción por
ECTGPEKCFGOGFKQU=?[PQGURCTCOGPQUUKVGPG-
mos en cuenta que el número de condenas impuestas
durante ese año por este tipo de delitos gira en torno
a las 30.000 de las cuales, aproximadamente un 80
% estaban pendientes de ser ejecutadas existiendo,
TGURGEVQFGGNNCUWPCNVQTKGUIQFGRTGUETKREKÎP=?
La situación, sin embargo, parece cambiar en 2009
porque, aunque se produce un incremento consider-
able de sentencias condenatorias -que supera con
creces las 120.000-, las medidas que se han ido
adoptando permiten augurar una mejora en el nivel
de cumplimiento de las mismas; razón por la que se
JCEGICNCFGWPENCTQQRVKOKUOQ=?
La participación en actividades for-
OCVKXCU EQOQ OQFCNKFCF FG EWORNK-
OKGPVQFGNCRGPCFGVTCDCLQUGPDG-
PGſEKQFGNCEQOWPKFCF
Al confesado propósito de contribuir a paliar la situ-
ación brevemente descrita obedece la reforma del
4GCN&GETGVQFGFGOC[QSWGGUVCDNGEG
las circunstancias de ejecución de las penas de traba-
LQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[FGNQECNK\CEKÎP
permanente, de determinadas medidas de seguridad,
así como de la suspensión de la ejecución de las penas
RTKXCVKXCUFGNKDGTVCF&KEJCOQFKſECEKÎPUGJCNNG-
vado a cabo por medio del Real Decreto 1849/2009,
de 4 de diciembre. Entre las novedades que intro-
duce, cabe destacar, por el interés que reviste en el
ámbito que nos ocupa, aquella que afecta al apartado
FGNCTVÈEWNQGPEW[CXKTVWFUGGUVCDNGEGNCRQUK-
DKNKFCFFGSWGNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNC
comunidad pueda cumplirse mediante la realización
de talleres de actividades en materia de seguridad
vial. Dichos talleres, a tenor de lo dispuesto en el
citado precepto, han de constar de una fase formativa
y de otra de realización de actividades de utilidad
pública.
Por su parte, la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio,
generaliza esta posibilidad sin limitarla ya, como
inicialmente estaba previsto, a los delitos contra la
3
UGIWTKFCFXKCN#VCNſPOQFKſECGNCTVÈEWNQFGN
Código penal lo que, sin duda, resulta más respetu-
oso con las exigencias derivadas del principio de le-
galidad.
De obligada referencia en este contexto es el Taller
de actividades para el cumplimiento de trabajos en
DGPGſEKQ FG NC EQOWPKFCF GP FGNKVQU EQP NC UGIW-
ridad vial más conocido como TASEVAL y que,
con carácter general, persigue dar cumplimiento a
NCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFC
través de una serie de actividades formativas y activ-
idades de utilidad pública directamente relacionadas
EQPGNVT¶ſEQRCTCFGGUVGOQFQTGFWEKTNCVCUCFG
reincidencia. Está pensado para condenas a trabajos
GPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFFGJCUVCLQTPCFCUFG
VTCDCLQ=?[EQOQGURTGEGRVKXQUGCTVKEWNCGPFQU
fases. En la primera, formativa y con una duración de
20 horas, se trabajan determinados contenidos rela-
cionados con esta problemática y se presta especial
atención a las principales causas de los accidentes
(velocidad, consumo de alcohol y drogas, conduc-
ción temeraria o distracciones); en la segunda, cuya
duración vendrá determinada por la concreta pena a
cumplir, se realizan las correspondientes actividades
de utilidad pública dirigidas a prevenir accidentes de
VT¶ſEQ GPVTG NCU SWG RWGFGP OGPEKQPCTUG C OQFQ
de ejemplo, la colaboración en campañas de preven-
ción, la observación y registro de zonas en las que se
constata un elevado número de accidentes, la detec-
EKÎPFGUGÌCNGUFGVT¶ſEQFGVGTKQTCFCUQOCNUKVWC-
das, la elaboración de un listado de calzadas con el
pavimento en mal estado o la observación de pasos
de peatones mal señalizados y/o con escasa visibili-
FCF=?
Ni que decir tiene que la participación de los con-
denados en este tipo de talleres, supone una impor-
tante potenciación de la función resocializadora y
reeducadora que las penas están llamadas a cumplir
y más, como es el caso, cuando se vincula el delito
cometido con la actividad a realizar. Por ello, en mi
opinión, estas iniciativas merecen una valoración
positiva. Sin embargo, no puede decirse que se trate
de una opción exenta de reparos pues, como a con-
tinuación veremos, puede producirse un solapamien-
to con otras acciones que ya existen y que tienen un
contenido análogo, por lo que se hace necesario
efectuar una clara delimitación entre unas y otras.
2GPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[UGIWTKFCFXKCN%WGUVKQPGU[RGTURGEVKXCU
C.QUVCNNGTGUFGGFWECEKÎPXKCN[NQU
EWTUQUFGTGGFWECEKÎP[UGPUKDKNK\C-
EKÎPXKCN circulación de vehículos a motor y seguridad vial de
Como es sabido, la realización de estos cursos per-
mite, según el caso, la recuperación parcial de pun-
tos o la obtención de un nuevo permiso o licencia
de conducción cuya pérdida ha sido consecuencia de
la realización de conductas constitutivas de infrac-
ción administrativa. La necesidad de diferenciarlos,
respecto de la nueva modalidad de cumplimiento de
NCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFSWG
ahora se introduce, es evidente si tenemos en cuen-
ta que a ellos parece aludir el propio Real Decreto
 CN RQPGT FG OCPKſGUVQ SWG őNC OQFKſ-
cación atiende a la necesidad de utilizar unos recur-
sos ya existentes de utilidad pública de similar natu-
TCNG\CGPUWſPCNKFCFTGRCTCFQTCCNFGNKVQEQOGVKFQ
por el penado”. Ahora bien, como se advirtiera en el
Informe del Consejo General del Poder Judicial, en
relación con el borrador de Decreto que se sometió
a su consideración, esta equiparación plantea serios
problemas pues se trata, e innecesario tendría que ser
recordarlo, de dos actividades que, aunque relativas
CKFÃPVKECRTQDNGO¶VKECFKſGTGPGPEWCPVQCUWPCVW-
raleza, fundamento, régimen jurídico y, por todo ello,
también son distintas las consecuencias que pueden
derivar de su eventual incumplimiento.
Así las cosas, no debe extrañar que en la Instrucción
a la que se ha hecho referencia, se establezca que la
RCTVKEKRCEKÎPGPGNTGHGTKFQVCNNGTőGUKPFGRGPFKGPVG
de otras posibles acciones formativas de seguridad
vial que el/la penado/a pueda o deba hacer; como por
ejemplo, el curso de sensibilización y reeducación
para la recuperación de los puntos del carné de con-
FWEKTŒRCTCGPHCVK\CTCEQPVKPWCEKÎPSWGőPQGZKUVG
ningún tipo de relación ni de posible convalidación
entre TASEVAL y cualquier otro curso de seguridad
vial que pueda realizar el/la penado/a”. Tenemos,
pues, que la realización de los cursos de reeducación
y sensibilización vial no exime del cumplimiento
-bajo esta modalidad- de la pena impuesta.
Desde luego, nada hay que objetar al respecto de tan
EQPENW[GPVGCſTOCEKÎPEWCPFQNCRÃTFKFCFGNCCW-
torización para conducir obedece a la realización de
conductas sancionadas administrativamente. Mas,
quizás, esta conclusión debiera matizarse en relación
4
al supuesto que contempla la disposición adicional
FGEKOQVGTEGTC KPEQTRQTCFC C NC .G[ UQDTG VT¶ſEQ
1990 por medio de la Ley 17/2005, de 19 de julio,
que regula el permiso y la licencia de conducción
por puntos. En atención a lo que allí se establece,
SWKGPGUJC[CPUKFQEQPFGPCFQURQTUGPVGPEKCſTOG
con la privación del derecho a conducir un vehículo a
motor o ciclomotor deberán acreditar el haber super-
ado con aprovechamiento el curso de reeducación y
UGPUKDKNK\CEKÎPXKCNCNSWGUGTGſGTGGNCRCTVCFQUÃR-
VKOQFGNCTVÈEWNQFGFKEJCPQTOCEQOQEQPFKEKÎP
ineludible para volver a conducir.
En este sentido, no puede desconocerse que la may-
or parte de los comportamientos que se consideran
atentatorios contra la seguridad vial tienen prevista
la pena de privación del derecho a conducir vehícu-
los a motor y ciclomotores. Se exceptúan, por ra-
zones evidentes, la conducta descrita en el artículo
384 (quebrantamiento de condena o de resolución
administrativa y conducción sin permiso o licencia)
e, igualmente, la contenida en el artículo 385 (cre-
ación de grave riesgo para la circulación), al ser la
única modalidad comisiva que no precisa el acto de
conducción para su realización. Dejando al lado esta
última modalidad, por su escasa virtualidad prác-
tica, los datos que ofrece la Memoria de la Fiscalía
)GPGTCNFGN'UVCFQGXKFGPEKCPSWGGNFGNKVQVKRKſEC-
do en el citado artículo 384 es de los que con mayor
frecuencia se cometen, tan sólo superado por la con-
FWEEKÎP DCLQ NC KPƀWGPEKC FG FTQICU VÎZKECU GUVW-
pefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas
CNEQJÎNKECU=?2GTQRCTCGUVQUUWRWGUVQUQVTQVKRQ
de iniciativas, como la Campaña de universalización
de la Educación Vial en los Centros Penitenciarios
que está llevando a cabo la Secretaría General de
+PUVKVWEKQPGU2GPKVGPEKCTKCU=?ETGQRWGFGPQHTG-
cer una respuesta más adecuada.
Volviendo a la declarada compatibilidad entre ambas
actividades formativas, de mantenerse ésta, quien,
como consecuencia de la comisión de un delito con-
tra la seguridad vial, haya sido privado del derecho a
conducir y haya participado en el referido taller debe
superar, no obstante, el preceptivo curso como req-
uisito ineludible para volver a ejercitar tal derecho.
En estos casos, a diferencia del supuesto anterior, no
estamos ya ante dos presupuestos distintos que, en
Vidales Rodríguez, Caty
consecuencia, deban merecer también un tratamiento
diferenciado; sino que se trata de dos consecuencias
jurídicas distintas en la forma, pero muy similares en
EWCPVQCNEQPVGPKFQ=?FGWPÕPKEQJGEJQFGNKEVKXQ
que, asimismo, comparten un mismo fundamento: la
prevención de delitos contra la seguridad vial; por
CTVÈEWNQ%2QRQTFGNKVQFGSWGDTCPVCOKGPVQFG
lo que la acumulación de las misma pudiera resultar
CTVÈEWNQ%2FGRGPFKGPFQFGUKUGJC
excesiva.
D.QUVCNNGTGUFGGFWECEKÎPXKCN[NQU
RTQITCOCUHQTOCVKXQUFGGFWECEKÎP
XKCN ciador quien decida la conveniencia de someter al
Similares inconvenientes plantea la nueva forma de
EWORNKOKGPVQFGNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFG
la comunidad en relación con las medidas que, con
carácter facultativo, se pueden imponer en caso de
suspensión o sustitución de la pena privativa de lib-
ertad, a las que alude el artículo 83.1.5 del Código
penal. El citado precepto cita expresamente, entre
otros, los programas formativos de educación vial;
por lo que, a la vista de esta referencia, no resulta
improcedente preguntarse si cabe diferenciar estos
programas de los más novedosos talleres o si, por el
contrario, se trata de términos equivalentes que se
TGſGTGPCNCDQTGUFGRCTGEKFCGPVKFCF
Al respecto, es de tener en cuenta que el artículo 49
del Código penal, con la nueva redacción dada tras la
TGHQTOCFGUGTGſGTGVCPVQCRTQITCOCUEQOQ
a talleres; no así, el Real Decreto 1849/2009, de 4
de diciembre, que únicamente aludía a estos últimos.
Ello unido, a la ya mencionada posibilidad de con-
ciliar la participación en TASEVAL con cualquier
otra actividad formativa, hace pensar que se trata de
dos cosas distintas. Un último argumento que parece
avalar esta hipótesis es el diferente régimen que pre-
sentan.
En efecto, la participación en los tantas veces aludi-
dos talleres ha de ir seguida inexorablemente de la
realización no retribuida de una actividad de utili-
dad social, mientras que estarán exentos de tal obli-
gación quienes hayan visto su condena privativa de
libertad suspendida o sustituida. A lo que debe un-
írsele la preceptiva concurrencia del consentimiento
del penado en caso de que se trate del cumplimiento
FGNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF
Además, conviene recordar que, en este último su-
5
puesto, la supervisión y control corresponde al Juez
de Vigilancia Penitenciaria y a los servicios sociales
penitenciarios. Finalmente, hay que tener presente
que, en caso de incumplimiento, pudiera derivar
responsabilidad penal por delito de desobediencia
EQPFGPC
iniciado o no la ejecución de tal pena.
En cambio, cuando se trate de la obligación prevista
en el artículo 83.1.5ª, será el juez o tribunal senten-
penado a tal deber y, asimismo, este será el órgano
competente para realizar el seguimiento y control del
cumplimiento de la medida. Por último, si se incum-
pliese la obligación impuesta, habría que distinguir
en función de que se trate de un supuesto de suspen-
sión o de sustitución de la pena. Así, en el primer
caso, el juez o tribunal habría de decantarse por al-
guna de las posibilidades que le brinda el artículo
84.2, a saber, sustituir la regla de conducta por otra,
prorrogar el plazo de suspensión o revocar la sus-
pensión de la ejecución de la pena, si se tratase de
incumplimientos reiterados; mientras que cuando se
trata de la inobservancia de la pena sustitutiva, de-
bería ejecutarse la pena de prisión en atención a lo
dispuesto en el apartado segundo del artículo 88.
Con independencia del juicio que merezca este
tratamiento tan dispar, lo cierto es que, al menos a
nivel conceptual, las diferencias están claras. Como
hemos visto, el único supuesto que puede plantear
FWFCUGUGNSWGUGTGſGTGCNCUWUVKVWEKÎPFGNCRGPC
EWCPFQGN,WG\CNCXKUVCFGNCHCEWNVCFSWGNGEQPſ-
ere el artículo 88.1, decida imponer al penado alguna
o algunas de las obligaciones o deberes previstos en
el artículo 83, en concreto, la de participar en pro-
gramas de educación vial. Si, en ese caso, la pena
privativa de libertad se sustituyera por trabajos en
DGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[ÃUVQUEQPUKUVKGTCPGPNC
participación en un taller de actividades en materia
de seguridad vial habría que plantearse, la necesi-
dad y conveniencia de la doble imposición. Cierto
es, como ha quedado expuesto, que la Instrucción a
la que se ha hecho referencia, no deja lugar a du-
das; pero no menos cierto lo es el hecho de que, por
imperativo legal, obligación y pena deben tener un
contenido diferente.
2GPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[UGIWTKFCFXKCN%WGUVKQPGU[RGTURGEVKXCU
El problema se torna más complejo cuando a la pena
privativa de libertad se suma la privación del derecho
a conducir vehículos a motor y ciclomotores, lo que
sucederá en un elevado porcentaje de casos. En estos
supuestos, recordemos, es preceptiva la superación
con aprovechamiento del curso de reeducación y sen-
sibilización vial. De ahí que, podrían concurrir hasta
tres actividades formativas distintas y, en principio,
cumulativas: en primer lugar, el sometimiento a un
programa de educación vial como consecuencia de
la sustitución de la pena, si el juzgador estima conve-
niente imponer tal medida; en segundo lugar, la fase
formativa del taller de actividades en materia de se-
guridad vial como modalidad de cumplimiento de la
RGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFRCTC
el caso de que esta fuera la pena sustitutiva; y, por
último, el sometimiento al mencionado curso para la
recuperación del ejercicio del derecho a conducir.
#OQFQFGEQPENWUKÎP
En lo que antecede se ha tratado de poner de mani-
ſGUVQ NC KPEKFGPEKC SWG VKGPG NC KPVTQFWEEKÎP FG NC
nueva modalidad de cumplimiento de la pena de
VTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFGPGN¶ODKVQ
de la delincuencia vial y su coexistencia, no siempre
RCEÈſECEQPQVTCUCEVKXKFCFGUHQTOCVKXCURTGEGFGPV-
es. De lo expuesto se deduce que en determinadas
hipótesis se produce una imposición de deberes que
pudiera resultar excesiva. Desconozco los efec-
tos pedagógicos de este exceso pero, bien pudiera
suceder que los importantes esfuerzos realizados
tendentes a resocializar y reeducar a quien comete
este tipo de infracciones fueran contraproducentes y
que, de un lado, el carácter impositivo de tales me-
didas provoque una mayor rebeldía a la norma y, de
otro, asiente la falsa creencia de su banalidad, con
NQSWGNCGſECEKCFGNQUOKUOQUUGXGTÈCUGTKCOGPVG
cuestionada.
En otro orden de consideraciones, hay que decir que
la acumulación advertida aún resulta más perturba-
dora si se toma en consideración la absoluta escasez
de acciones similares en los supuestos que, paradóji-
camente, pueden estar más necesitados de las mis-
OCU/GTGſGTQCNQUUWRWGUVQUFGTGKPEKFGPEKC'P
tales casos, es probable que el juzgador se decante

-cuando haya alternativa- por la pena de prisión y,
la existencia de una condena anterior, imposibilitará
su suspensión, a salvo de la excepción que recoge el
artículo 87 del Código penal; con lo que se impide la
participación del penado en los programas a que se
TGſGTGGNCTVÈEWNQ.QUOKUOQUOQVKXQUFKſ-
cultarán la sustitución de la pena privativa de liber-
tad; pero aunque así no fuera e, incluso, en el caso de
SWGNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF
se impusiera con carácter principal, la apreciación de
la agravante y el consiguiente incremento punitivo
que supone, impedirá la participación en el citado
taller que, como se recordará, únicamente está pre-
visto en relación con condenas que no excedan de 40
jornadas. En conclusión, estos sujetos únicamente
verán cumplidas sus necesidades formativas a través
de la realización con aprovechamiento de los cursos
de reeducación y sensibilización vial en el caso de
que la infracción cometida vaya acompañada de la
privación del permiso del derecho a conducir y si,
además, quieren volver a hacerlo.
En las consideraciones efectuadas no debe verse un
motivo de discrepancia respecto de la introducción
de la modalidad de cumplimiento de la pena que se
comenta. Antes al contrario, creo que merece una
buena acogida siempre, lógicamente, que no supon-
ICNCFGUPCVWTCNK\CEKÎPFGNQUVTCDCLQUGPDGPGſEKQ
de la comunidad y le haga perder su carácter puni-
tivo. Por eso, es de lamentar que los reparos que pue-
FC OGTGEGT GPVWTDKGP NC GſECEKC FG WPC CNVGTPCVKXC
claramente resocializadora y reeducadora. Ante ese
riesgo, tal vez habría que considerar la posibilidad de
WPKſECT VQFCU NCU CEEKQPGU HQTOCVKXCU SWG VWXKGTCP
como presupuesto la comisión de un delito contra
la seguridad vial y que, en consecuencia, estuviese
diseñada en cuanto a duración, a contenido y a nivel
de exigencia para proporcionar una respuesta homo-
génea y más adecuada a la grave problemática a la
que se pretende hacer frente.
Además, y aunque ello reviste ciertamente una im-
portancia menor, si así se hiciese quedaría despejada
la duda en torno a si la reforma operada ha estado
OQVKXCFCRQTGNſTOGEQPXGPEKOKGPVQFGNCURQUKDKN-
idades resocializadoras que puede ofrecer la pena de
VTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCFQGPECODKQ
obedece a la coyuntural necesidad de evitar un el-
evado índice de incumplimiento de la misma debido
Vidales Rodríguez, Caty
a la falta de puestos donde realizar las correspondi-
GPVGUNCDQTGU=?
De ser este último el objetivo prioritario, la modi-
ſECEKÎP SWG NC .G[ 1TI¶PKEC  QRGTC GP NQU
artículos 379 y 384 del Código penal conduce, en
mi opinión, a resultados más satisfactorios ya que,
GPCODQUECUQUNCRGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFG
la comunidad deja de acompañar necesariamente a
la sanción pecuniaria y pasa a ser, junto a la prisión
y a la multa, una de las opciones por la que habrá de
decantarse el juzgador.
'UVC OQFKſECEKÎP UKTXG CUKOKUOQ RCTC CVGORGTCT
el excesivo rigor punitivo de que hizo gala la refor-
ma operada por medio de la ley 15/2007, de 30 de
4GHGTGPEKCU
=?5QDTGNCOKUOCRWGFGXGTUG$.#;)+.'La pena
FG VTCDCLQ GP DGPGſEKQ FG NC EQOWPKFCF. Bellaterra,
 $4#0&#4+< )#4% # , # .C UCPEKÎP
RGPCN FG VTCDCLQU GP DGPGſEKQ FG NC EQOWPKFCF. Ed.
Tirant lo Blanch, 2009; y TORRES ROSELL, N., La
RGPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF4GHQT-
OCUNGICNGU[RTQDNGOCUFGCRNKECEKÎP. Ed. Tirant lo
$NCPEJ
=?7PEQOGPVCTKQFGNCOKUOCRWGFGXGTUGGPVTGQVTQUGP
#.10514+/¦#ő'NFGNKVQFGPGICVKXCCUQOGVGTUG
a las pruebas de detección de alcohol o drogas tóxicas
desde la perspectiva de la reforma penal de 2007”, en
5GIWTKFCF8KCN. V. V. A. A. Coord. por C. VIDALES
41&4 )7'<[#/'4#4'&10&1'F6KTCPVNQ
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en materia de seguridad vial: un comentario de urgen-
cia”, en .CCFGEWCEKÎPFGN&GTGEJQRGPCNGURCÌQNCN
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penal en curso en materia de siniestralidad vial”, en
&GTGEJQ2GPCN[5GIWTKFCF8KCN. Estudios de Derecho
Judicial. Consejo General del Poder Judicial. Madrid,
7
noviembre; de hecho, en el Preámbulo de la misma
se alude al principio de proporcionalidad. Así se ex-
plica, igualmente, la potestad de atenuar la respon-
UCDKNKFCF RGPCN SWG EQPſGTG GN PWGXQ CTVÈEWNQ 
ter. Cuestión distinta es si algunas de las conductas
CSWGUGTGſGTGNGLQUFGOGTGEGTWPTGRTQEJGRGPCN
-ni siquiera de forma atenuada- debieron seguir inte-
grando la categoría de infracciones administrativas
aunque, claro está, eso forma ya parte de otro debate.
En cualquier caso, como el deseo del legislador ha
sido otro, no queda si no esperar a que las medidas
reeducadoras que se están adoptando sirvan, en pri-
OGTCKPUVCPEKCRCTCGXKVCTCEEKFGPVGUFGVT¶ſEQ[C
más largo plazo, lleguen a hacer innecesario el re-
curso al Derecho penal.
)#4% ##.$'414ő.CPWGXCRQNÈVKECETK-
minal de la seguridad vial”, en 4GXKUVC 'NGEVTÎPKEC
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en materia de seguridad vial”, en 5GIWTKFCF 8KCN. V.
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ſECGN%ÎFKIQRGPCNGPOCVGTKCFGUGIWTKFCFXKCN'F
6KTCPVNQ$NCPEJ.
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sustituirse las penas de prisión que no excedan de un
2GPCFGVTCDCLQUGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF[UGIWTKFCFXKCN%WGUVKQPGU[RGTURGEVKXCU
año -y, en supuestos excepcionales, de dos- por multa o
VTCDCLQGPDGPGſEKQFGNCEQOWPKFCF2CTCGNNQNQULWG-
ces o tribunales habrán de atender a las circunstancias
personales del reo, la naturaleza del hecho, su conducta
y, en particular, el esfuerzo realizado para reparar el
daño quedando excluidos, en todo caso, los supuestos
de habitualidad.
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=?&CVQUQDVGPKFQUFGNC/GOQTKCFGNC(KUECNÈC)GPGTCN
del Estado, 2009, p. 823 y 824.
=?/GOQTKC FG NC (KUECNÈC )GPGTCN FGN 'UVCFQ  R

=?'UVG RNC\Q SWG QTKIKPCTKCOGPVG GUVCDC RTGXKUVQ RCTC
un máximo de 30 jornadas, se ha ampliado, mediante
NCCFGPFCCNC+PUVTWEEKÎPFGHGEJCFGLWPKQ
de 2010.
=?2CTC CORNKCT GUVC KPHQTOCEKÎP RWGFG EQPUWNVCTUG NC
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)#4% ##/#0,¦0%#$'<#1./'&#[#
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RC
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&GTGEJQ2TQEGUCN[#TDKVTCLG8QNPR
C
8
=?/GOQTKC(KUECNÈC)GPGTCNFGN'UVCFQR
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web/export/sites/default/datos/descargables/publica-
EKQPGU6TZſEQA2TQITCOCA'FKVQTKCNARFH
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permiso o licencia de conducción, cuya realización y
posterior superación con aprovechamiento, que es la
modalidad prevista, además de para los casos de pér-
dida total de puntos, para quien cumple una condena
privativa del derecho a conducir, tiene establecida
una duración de veinticuatro horas; por tanto, esca-
samente superior a la fase formativa de que consta
el Taller de actividades en materia de seguridad vial.
Sobre la distribución de esas horas, así como los con-
cretos contenidos a impartir, puede verse los artículos
[TGURGEVKXCOGPVGFGNC1TFGP+06
de 28 de julio, por la que se regulan los cursos de sen-
sibilización y reeducación vial para los titulares de un
permiso o licencia de conducción.
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