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UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPÁN

PIMENTEL - CHICLAYO

FACULTAD DE INGENIERÍA,
ARQUITECTURA Y URBANISMO

ESCUELA DE INGENIERIA CIVIL

DERECHOS HUMANOS Y
SOCIEDAD PERUANA

TRABAJO N° 7
IDENTIDAD, DIVERSIDAD CULTURAL E
INTERCULTURALIDAD EN LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA
PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS HUMANOS

ESTUDIANTE:
 CONTRERAS JIBAJA SHONA YOSHILA
SECCIÓN : “A” // AULA N°: 405 I
N° DE ORDEN:
N° de páginas: 7

CHICLAYO 15 DE OCTUBRE DEL 2016


SER “PERUANO”
Para adentrarse en la problemática de nuestro país es indispensable intentar comprender el ser
del peruano en un abordaje multidisciplinario, desde todas las perspectivas posibles.

La identidad cultural es una realidad compartida. Los individuos que entran en la organización
son formados en su cultura. Además, la cultura ejerce una presión para que los individuos
miembros acepten los valores establecidos y las reglas de juego, y tiende a disuadir las
disidencias.

La identidad cultural no se encuentra encarnada solamente en lo que piensan, creen, sienten y


desean las personas, sino también en los procesos, en el organigrama, en los elementos de la
identidad visual corporativa, en los materiales de información y de comunicación, en los
comportamientos institucionales, en la imagen de la marca y en la forma en que la empresa se
relaciona con los públicos a través de sus productos y servicios.

La pobreza y la miseria, incompatibles con la dignidad humana, conducen a un considerable


número de personas a un déficit afectivo, espiritual, psíquico, ético e intelectual y a un evidente
riesgo de caer en la corrupción, el narcotráfico, la delincuencia, el contrabando, el terrorismo,
etcétera, y hay quienes no estando en esta situación, lamentablemente, también caen en estas
sociopatías. El peruano proviene fundamentalmente de una dualidad física, psíquica y cultural,
de polaridades. Dentro de estas se encuentra el instinto de vida, Eros, frente al instinto de
muerte, Tánatos; la creatividad y la destructividad, el amor y el odio, lo autóctono y lo foráneo,
la pobreza y la riqueza, la libertad y la esclavitud, procesos de identificación y de
contraidentificación.

Como seres que vivimos en relación, la cultura tenemos que verla también con esas
características. No se da en el aire. Nuestras propias culturas entran de forma concreta en una
relación dinámica con otras culturas. Nos damos así cuenta de que existe una diversidad cultural
a nuestro alrededor, es decir, otras formas de percibir al mundo, la naturaleza, la relación
consigo mismos y con los demás, con las cuales podemos o no coincidir en un primer momento
o posteriormente. Así la diversidad cultural se presenta en espacios definidos donde coexisten
grupos humanos con tradiciones culturales diferentes.

Vista desde las circunstancias que hemos expresado ¿cómo puede verse entonces la Diversidad
Cultural? ¿Cómo recuperar su verdadero sentido? ¿Cómo dar un verdadero valor a la
interculturalidad?

El parto vertical ilustra que si bien nuestra diversidad debe ser motivo de orgullo y componente
esencial de nuestro desarrollo, no debemos perder de vista que esta conlleva retos importantes
para la gestión pública. El Estado tiene que generar las capacidades necesarias para adecuar sus
políticas a los diversos contextos y a los modos de vida de los ciudadanos. Esto compromete,
naturalmente, brindar atención en lenguas indígenas allí donde sean predominantes.

Servicios con enfoque intercultural, bilingües y libres de discriminación son fundamentales para
preservar nuestra diversidad sin que esto signifique barreras o falta de oportunidades para los
peruanos que viven en una comunidad campesina como los de Apurímac o una localidad
afrodescendiente en Piura. También son fundamentales para hacer de nuestra diversidad un
activo para el desarrollo y la consolidación de nuestra democracia. Un Perú para todos y todas,
iguales en la diferencia.
“La cultura es la gran olvidada de los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, deplora el Director
General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, antes de agregar que “en un mundo como el de
nuestros días, sujeto a mutaciones culturales de toda suerte, es apremiante acompañar los
cambios y velar por que no generen más vulnerabilidad en quienes están ya mal pertrechados
para afrontarlos”.

Invertir en la diversidad cultural van todas en este sentido; la creación de “un Observatorio
Mundial de las repercusiones de la mundialización en la diversidad cultural”, el establecimiento
de “un mecanismo nacional de seguimiento de los aspectos de las políticas públicas relacionados
la diversidad cultural” y la aplicación de “políticas lingüísticas nacionales para salvaguardar la
diversidad lingüística y promover el plurilingüismo a la vez”. La adopción de nuevas estrategias
para facilitar el diálogo intercultural, mejorar la pertinencia de los contenidos de la educación,
contrarrestar la difusión de estereotipos en los medios de comunicación e información y
propiciar los intercambios de producciones artísticas y la circulación de los artistas.

La Declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural ha representado un paso


decisivo hacia la consideración de la diversidad cultural en tanto que factor de desarrollo
sostenible. La Declaración sería letra muerta si no se materializara y aplicara en nuestras
actividades. ¿Qué hace la UNESCO para fomentar la diversidad cultural.

Garantizar una coexistencia armoniosa y una convivencia pacífica


 Respetar los derechos humanos
 Promover el diálogo intercultural
 Lucha contra el racismo
 Acción en favor de los pueblos autóctonos
 Enfoque cultural del VIH-SIDA
Defender la diversidad creativa y la multiplicidad de las expresiones culturales
 Patrimonio material
 Patrimonio inmaterial
 Lenguas en peligro
 Conocimientos locales sobre la naturaleza
 Expresiones culturales contemporáneas: bienes y servicios culturales
 Artesanía
 Contenido creativo: radio, televisión y nuevos medios de comunicación
 Plurilingüismo en el ciberespacio
 Diversidad cultural y lingüística en la educación
Como decía Basadre en 1947, en Meditaciones sobre el destino histórico del país, “en el Perú
nos encontramos con los podridos, los congelados y los incendiados”. Los podridos, dice el
historiador, son los que han prostituido y prostituyen las palabras, conceptos, hechos e
instituciones, al servicio exclusivo de sí mismos. Los congelados se han encerrado dentro de ellos
mismos y no miran sino a quienes son sus iguales, y nadie más existe. Los incendiados se han
quedado sin iluminar y se agitan sin construir. Los primeros han hecho todo lo posible para que
este país sea una charca, los congelados lo ven como un páramo y los incendiados quisieran
prender explosivos para que surja una gigantesca fogata. “Que el Perú se escape de estas
amenazas y que no se pierda por la obra, por la inacción de los peruanos”, dice el maestro.
Existe, en gran medida, y lamentablemente, el peruano que es falso y que trata de aparentar o
aparecer como ético y justo. En su vida cotidiana trata de sacar beneficios, con una identidad
escindida entre lo que dice y lo que hace. El tipo de defensa que utiliza no solo es la negación
sino la inversión, en la que trata de aparecer como algo bueno lo malo que hace. Existen andinos
que tratan de mantener y sobrevivir con sus ideales primigenios y ser consecuentes con ellos,
pero al encontrarse con un medio ambiente nuevo tratan de hacerle experimentar lo que
sienten del ambiente hacia él: la marginación. Pierden sus valores y se convierten en seudo
criollos, sin conciencia moral, aquellos que conducen sin importarle a quienes atropellan porque
es así como se han sentido ellos mismos. Algunos líderes son expresión hipertrofiada del falso
ser, de una corrupción interior y de aspiraciones exacerbadas de sí mismo y de muchos.
Los grandes procesos no se dan en pocos años, tenemos que mirarnos en el mundo y salir de
esta visión monolítica y escotomizante. Tenemos que aprender a conocernos y aceptarnos en
nuestra realidad con afecto, cariño y tolerancia mutua, y no mirarnos con desprecio que conduce
a la pérdida de identidad. Es importante desligarnos de prejuicios ancestrales, atávicos y
destructivos. La identidad y el ser del peruano está en la potencial capacidad que tenemos de
integrarnos con la certidumbre, la confianza, el amor, la pasión lúcida y creativa para un
“nosotros” que incluya genuina y auténticamente todas las sangres.
COMENTARIO

Con estas participaciones en los diferentes actos sociales buscan el fin de poner en práctica los planes de contingencia
y protocolos de respuesta ante un posible sismo de gran magnitud y de eventuales tsunamis, estos también ayudan a
alcanzar un proceso permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos, conocimientos,
valores y tradiciones distintas, orientada a generar, construir y propiciar un respeto mutuo, y a un desarrollo pleno de
las capacidades de los individuos, por encima de sus diferencias culturales y sociales para así lograr supervivencia pacífica
y el desarrollo futuro de la humanidad sin que se vulneren los derechos humanos.
BIBLIOGRAFÍA

 http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/retos-diversidad-cultural-patricia-
balbuena-noticia-1812969
 http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=39891&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
 http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-
URL_ID=35260&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
 http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/acta_medica/2011_n3/pdf/a09v28n3.pdf
 Diario “CORREO”, 14 de octubre del 2016.
Escolares participaron en simulacro de sismo nocturno.
http://diariocorreo.pe/edicion/ica/escolares-participaron-en-simulacro-de-sismo-
nocturno-704617/
La relación que existe entre identidad, diversidad cultural e interculturalidad con los derechos
humanos; es el intercambio de reconocimiento social a través de la historia, que establece
términos equitativos, en condiciones de igualdad con el fin de alcanzar un proceso permanente
de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos, conocimientos, valores y
tradiciones distintas, orientada a generar, construir y propiciar un respeto mutuo, y a un
desarrollo pleno de las capacidades de los individuos, por encima de sus diferencias culturales y
sociales para así lograr supervivencia pacífica y el desarrollo futuro de la humanidad sin que se
vulneren los derechos humanos.

La construcción de sociedades interculturales, sustentandas en la riqueza de la diversidad, el


respeto mutuo y la igualdad, es un requerimiento para la supervivencia pacífica y el desarrollo
futuro de la humanidad. Pero la interculturalidad no va a venir hacia nosotros; nosotros, todos,
tenemos la necesidad y la responsablidad de buscarla, de construirla.

la interculturalidad significa “entre culturas”, pero no simplemente un contacto entre culturas,


sino un intercambio que se establece en términos equitativos, en condiciones de igualdad.
Además de ser una meta por alcanzar, la interculturalidad debería ser entendida como un
proceso permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos,
conocimientos, valores y tradiciones distintas, orientada a generar, construir y propiciar un
respeto mutuo, y a un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos, por encima de sus
diferencias culturales y sociales.

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