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Los efectos de los fenómenos asociados al cambio climático en la Ciudad de México dentro del
contexto de las políticas locales sobre calentamiento global
El cambio climático ha recorrido un largo camino desde los años cuarenta hasta la actualidad, pasando
de ser un fenómeno estudiado por los climatológos y físico-químicos a asumirse como una condición
de riesgo a la que se enfrenta la humanidad y las sociedades presentes y futuras. En la actualidad es
ampliamente reconocido el origen antropogénico del cambio climático y se ha convertido en un tema
importante dentro de las agendas de gobierno de todos los países.
Los estudios sobre el problema del cambio climático se dividen en dos grandes áreas, aquellos que se
encargan del estudio del fenómeno y sus repercusiones en los ecosistemas y los que abordan el
fenómeno en sus causas y consecuencias sociales, estos últimos se encuentran íntimamente
relacionados con el desarrollo de las políticas públicas.
En el ámbito urbano el desarrollo de políticas que enfrenten los efectos del cambio climático se ha
convertido en una necesidad urgente, principalmente en las ciudades de la periferia que por sus
dinámicas históricas albergan una población numerosa y con grandes desigualdades.
Las políticas para hacer frente al problema del cambio climático reciben orientación de los acuerdos
internacionales como el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático donde se toman
medidas enfocada en dos sentidos, a atajar las causas (mitigar 11) y responder a sus impactos y
consecuencias (adaptarse2).
El cambio climático es uno más de los aspectos a los que las grandes ciudades tienen que enfrentarse ya
que implica un aumento de los riesgos ya existentes sumado al aumento de la vulnerabilidad de los
sistemas naturales y sociales, por ello las ciudades necesitan de medidas de adaptación urgentes para
evitar la disminución de la calidad de vida de sus habitantes. En el caso de la Ciudad de México se han
puesto en marcha desde el año 2000 acciones de política que buscan incidir en el problema de cambio
climático y dentro de ellas existe una línea de adaptación, sin embargo, esta política ha seguido un
recorrido tangencia a la política de gestión de riesgos, integrada dentro de la Ley del Sistema de
Protección Civil, y que tiene antecedentes desde la década de los noventa. Sin embargo, no es clara la
integración de ambas políticas, lo que puede significar en el mediano plazo que no se alcancen los
objetivos de adaptación previstos.
Entre los fenómenos (contingencias) asociados a cambio climático, que pueden afectar la Ciudad de
México, se encuentran las inundaciones, sequías, deslizamientos (detonados por una tormenta
extrema), incendios forestales y la propagación de dengue y paludismo (ELAC2014-2018:90).
1Mitigación es “una intervención antropogénica para reducir el forzamiento del sistema climático; incluye estrategias para
reducir las fuentes de emisión de los gases de efecto invernadero, al igual que para mejorar y aumentar los sumideros de
éstos” (IPCC,2014)
2Véase definición del IPCC en este mismo documento
Cuando se trabaja sobre los impactos esperados del cambio climático y la relación que guarda con los
problemas de bienestar humano o calidad de vida, se evidencia la relación con que existe entre estos
problemas y el concepto de vulnerabilidad.
En el siguiente esquema se presenta de forma abstracta en donde se encuentra ubicado el tema de
estudio, por un lado, se tiene la política pública de cambio climático con una serie de programas y
acciones y por otra parte, se encuentra la política pública de cambio climático, también con una serie de
programas y acciones particulares. No obstante, ambas políticas comparten el objetivo de tomar
acciones para la adaptación al cambio climático, a partir del enfoque de riesgo que a su vez está
definido a partir del concepto de vulnerabilidad.
En este sentido, la ley de mitigación y adaptación al cambio climático y desarrollo sustentable señala
en el artículo 21 que para hacer frente a los efectos del cambio climático en la Ciudad de México “se
atenderán de manera prioritaria las necesidades de adaptación en el corto, mediano y largo plazo, para
lo cual: I. En materia de protección civil, se deberá contar con atlas de riesgo actualizado, II. El
Programa General de desarrollo Urbano y el Programa de Ordenamiento Ecológico, deberán considerar
la vulnerabilidad y la adaptación cambio climático“ ( LMACCDS,2014).
Por su parte, la ley del sistema de protección civil del Distrito Federal que entró en vigor en 2014,
señala en su artículo 6 que en lo que se refiere a las políticas de protección civil se “privilegiarán las
acciones de prevención, mitigación y preparación de los habitantes del Distrito Federal haciendo
énfasis en la difusión y capacitación de la población en lo correspondiente a las medidas de prevención,
así como la realización de obras de mitigación para hacer frente a los fenómenos perturbadores que
generen un riesgo, priorizando las zonas de mayor vulnerabilidad establecidas en los instrumentos de
diagnóstico” (LSPC,2014:1).
De la misma forma que se tiene leyes diferenciadas para cada política, las dependencias encargadas de
ejecutar las acciones son diferentes, y las acciones se encaminan a su vez a aspectos propios, sin
embargo, el objetivo de las políticas se encuentra determinada a tomar acciones frente a los impactos
esperados.
3 El índice de riesgo es el resultado de 3 factores, perligro (probabilidad de que se presente un evento de cierta
intensidad que ocasione daños en un sitio determinado), Vulnerabilidad (propensión de los sistemas sociales
y físicos por cantidad de población o costo de la infraestructura o cualquier otro índice de valor de las
pérdidas) y vulnerabilidad=daño por grado de exposición (cantidad de personas, bienes y sistemas factibles
de ser dañados por el evento):
4 En el último informe del Grupo I del IPCC: los escenarios de emisiones se dan en términos de trayectorias de
concentración representativas RCP, este modelo a diferencia de los modelos AR presentes en los anteriores
reportes, se basa principalmente en el forzamiento radiativo y las concentraciones de CO2, sin embargo no
varı́a sustantivamente en términos de lo pronosticado en el 4to Informe (IPCC,2013:75).
Por ejemplo, en los estudios de Jauregui se ha mostrado la presencia de olas de calor 5 ; según las
estimaciones basadas en los datos de la Estación Tacubaya durante la década de los noventa se tuvieron
entre 16 y 18 olas de calor, y de 2001 a 2007 se habı́an presentado más de seis6 (Jauregui,2009:13).
Se ha constatado el aumento de temperatura que pasó de 22º C a 24.3ºC promedio anual (SMA-
GDF,2010 en Delgado,2012:13).
Elementos para los escenarios de corto mediano y largo plazo en la Ciudad de México
En el informe financiado por el Banco Mundial se presenta un costo estimado asociado al
cambio climático para la Ciudad de México para un escenario 7 donde el aumento de la temperatura
global se estabilizara en 2ºC, el Distrito federal perderı́a entre 1.29 % y 6.80 % del PIB anual de la
entidad, siempre que la tempreatura se mantuviera en ese nivel (León,2010:22).
En términos de la disponibilidad de agua, para el periodo previo a 2050 se sugiere una reducción en la
disponibilidad natural de agua debida al cambio climático de entre 13%-17% en la Ciudad de México,
específicamente por agravantes como: periodos de lluvias más intensas, incremento en los caudales
máximos, aumento en la erosión, reducción de la infiltración y disminución del flujo base (Escolero,
2009 en: SEDEMA, 2014-B en Delgado 2015). Mientras que haciendo una estimación para el periodo
(2046-2085) en el escenario donde sólo se incremente la temperatura promedio anual en 1ºC la
precipitación promedio disminuirá 20% (Escolero-Martinez,et.al en Ospina-Gay-Conde,2011:7).
Se tienen escenarios para 2015-2039 donde se prevé que la región noroeste del valle será afectada por
el aumento de temperaturas (olas de calor) donde se pueden alcanzar valores cercanos a los 30ºC en al
menos 10 % del año (León, 2010:19).
De acuerdo con el CVCCCM, las proyecciones de variación en la temperatura en el mediano plazo (10-
15 años) señalan un incremento en la temperatura media entre 0.5ºC y 1.25ºC para los meses más frı́os,
mientras que para los meses cálidos el rango oscila de 1.25ºC a 1.50ºC siendo estos incrementos
superiores en el norte de la Ciudad (PACCM 2008-2012:65).
De acuerdo al modelo GFDLCM2 bajo el escenario A1B 8 la temperatura promedio anual para el
periodo 2046-2085 en la ZMCM se incrementará aproximadamente 1º C, mientras que de acuerdo al
5 Se considera que la presencia de una ola de calor cuando la temperatura máxima supera los 30o C por más de
dos dı́as consecutivos (Jaureguı́,2009:13).
6 Estos resultados son independientes del fenómeno de la isla de calor, ya que el mismo afecta a las temperaturas
mı́nimas más que a las máximas (Jauregui en Ospina-Gay-Conde,2009:13).
7 El modelo se basó en el M-CCA/UNAM y en el modelo PAGE2002 del informe Stern (León,2010:22).
8 Estos modelos se basan en los antiguos formatos manejados por IPCC pero como se mencionó anteriormente los
RCP las proyecciones de concentración representativas no difieren en lo sustyancial respecto a los modelos de
trayectorias.
escenario B1 el incremento promedio anual serı́a de alrededor de 0.3ºC; de acuerdo a este modelo
podrı́a ocurrir un decremento de temperatura durante la época de lluvias y un incremento durante la
temporada invernal. El análisis anual indicó que para algunos años la anomalı́a de temperatura para el
escenario A1B podrı́a estar cerca de los 2ºC, además se observa un marcado incremento de la anomalı́a
a partir del segundo periodo de 20 años simulado, es decir, a partir del año 2067 (CVCCCM,2009:s/n).
En cuanto a los estudios sociales, se concluyen que “los costos acumulados del cc durante este siglo
podrı́an llegar hasta 46 veces el PIB actual del D.F., lo que podrı́a generar más de un millón de
personas adicionales en situación de pobreza” (Estrada-Martinez:75).
A corto plazo se esperan reducciones de precipitación de hasta el 30% -40 % para el mes de diciembre
de un 5% -10 % y en junio y julio. A mediano plazo, las proyecciones apuntan a un descenso de hasta
50% -75 %.
Francisco Estrada y Benjamı́n Martı́nez siguiendo una metodologı́a similar a las presentadas en Datt
(1998), Anderson (2006) y Stern (2006), y utilizando la elasticidad ingreso-pobreza calculada para
México (Cárdenas-Rodrı́guez y Luna-López, 2005), se obtuvieron estimaciones básicas del número de
personas adicionales en condiciones de pobreza que resultarı́an de las reducciones en el crecimiento en
el si no se tomaran acciones, podrı́an ascender a más de un millón (alrededor de 10 % de la
poblacióntotal de la entidad en el año 2100) para finales de siglo (Estada-Martinez,2010:64).
En cuestiones de salud pública una diferencia de 1ºC a 2ºC en la temperatura promedio anual puede
equivaler a un aumento en la distribución altitudinal del mosquito Aedes aegypti de hasta 100 metros
de altura; por lo tanto, de perderse la zona montañosa ubicada en el sur del suelo de conservación, que
actualmente funge como protección al transporte del vector (PACCM 2014-2020:65).
Para los ecosistemas de la Ciudad los periodos de sequı́as de marzo a mayo se generarı́a mayor estrés
hı́drico incrementando la vulnerabilidad ante los incendios tanto naturales y provocados (Vera-
Bernal,2013 en PACCM 2014-2020:66). En “el Distrito Federal, pese a las nuevas polı́ticas que se han
implementado, presenta mal manejo de los recursos naturales, y en comparación con la manera en la
que ha crecido la población, existe poca restitución y aprovechamiento sustentable de los ecosistemas.
Se observa un aumento en la temperatura y precipitación anual lo que genera alteraciones en la
capacidad adaptativa de la población y desequilibrios ecológicos que afectan directamente a cada una
de las delegaciones” (Monterroso Rivas A. I. 2012).
Usando el modelo US Geophysical Fluid Dynamics Laboratory (GFDL), la Dr. Villers del
Instituto de Geografı́a de la UNAM, señala que los bosques de conı́feras y encinos resultarán
gravemente afectados en el paı́s, entre un 20 y 46% por ciento de sus superficies durante los periodos
2020 y 2050 (Villers,:44). Este dato particular es importante ya que el suelo de conservación del
Distrito Federal tiene en la “vegetación de la región montañosa es principalmente de bosque de
conı́feras (bosque de oyamel y pino) y bosques mixtos de pino-encino; además de la presencia de
especies como el madroño, cuchara y huejote” (SEDENA,2006:14).
Como lo muestra este panorama, la Ciudad de México en su carácter de megalópolis propicia
condiciones de alta vulnerabilidad para sus habitantes y es importante advertir que en ella se concentra
la quita parte de la población nacional. La Ciudad de México.
En este sentido, la ley de mitigación y adaptación al cambio climático y desarrollo sustentable señala
en el artículo 21 que para hacer frente a los efectos del cambio climático en la Ciudad de México “se
atenderán de manera prioritaria las necesidades de adaptación en el corto, mediano y largo plazo, para
lo cual: I. En materia de protección civil, se deberá contar con atlas de riesgo actualizado, II. El
Programa General de desarrollo Urbano y el Programa de Ordenamiento Ecológico, deberán considerar
la vulnerabilidad y la adaptación cambio climático“ ( LMACCDS,2014).
Por su parte, la ley del sistema de protección civil del Distrito Federal que entró en vigor en 2014,
señala en su artículo 6 que en lo que se refiere a las políticas de protección civil se “privilegiarán las
acciones de prevención, mitigación y preparación de los habitantes del Distrito Federal haciendo
énfasis en la difusión y capacitación de la población en lo correspondiente a las medidas de prevención,
así como la realización de obras de mitigación para hacer frente a los fenómenos perturbadores que
generen un riesgo, priorizando las zonas de mayor vulnerabilidad establecidas en los instrumentos de
diagnóstico” (LSPC,2014:1).
De la misma forma que se tiene leyes diferenciadas para cada política, las dependencias encargadas de
ejecutar las acciones son diferentes, y las acciones se encaminan a su vez a aspectos propios, sin
embargo, el objetivo de las políticas se encuentra determinada a tomar acciones frente a los impactos
esperados.
Tabla 1 Comparación entre la política de gestión integral de riesgos y la de adaptación al cambio
climático
El término riesgo se introdujo dentro de las ciecias sociales a través de la construcción social, siendo la
década de los ochenta donde se desarrollaron mayor cantidad de trabajos sobre la percepción del riesgo,
principalmente en Francia (Lazos,2012:18).
Douglas y Luhnman plantean que el riesgo es un elemento que siempre ha estado presente en todas las
sociedades y que el término riesgo surgió dentro de la teoría de probabilidades desde el siglo XVII, e
incluso en el comercio marítimo se tenían disposiciones legales para hacerle frente (Douglas-Luhman
en Lazos, 2012:19).
Douglas plantea que existen diversos tipos de riesgo y en distintas escalas, a partir de estas definiciones
se desarrolla la noción de que el riesgo es una construcción colectiva y cultural. De esta base, parten
dos corrientes de análisis, una que presenta “la construcción social del riesgo asociada a la percepción y
otra como la gestión social del riesgo asociada con la vulnerabilidad y la desigualdad” (Lazos,2012:20).
Cuando se estudia de forma particular lo referente a riesgos en torno a los efectos del cambio climático
y el riesgo desde lo concebido como parte de las funciones de protección civil, autores como Aragón-
Durand señalan que “el riesgo climático incorpora una mayor incertidumbre debido a la dificultad de
contar con conocimiento exacto de los escenarios de CC (varias décadas), de las tendencias en el
desarrollo socioeconómico, así como los cambios correspondientes en los GEI. En cambio, el riesgo de
desastres se define con base en el conocimiento de la ocurrencia anual e interanual de amenazas y de
las condiciones que hacen que la gente, territorio e infraestructura sea cada vez más sensibles a tales
amenazas” (Aragon-Durand, 2014).
La estrategia de la política pública del Gobierno de la Ciudad de México se centra en dos ejes
fundamentales: 1) Mejorar la capacidad del Gobierno para prevenir y mitigar riesgos y atender
con mayor eficiencia a la población ante la ocurrencia de una emergencia o desastre. 2)
Impulsar una cultura de la prevención, la autoprotección y la corresponsabilidad para preparar a
la sociedad proporcionándole suficiente información sobre sus riesgos, capacitarle en su manejo
e incrementar su resiliencia, es decir, su capacidad de resistencia y recuperación ante la
ocurrencia de un desastre (SPC,2011)
9 Combinación de las fortalezas y recursos disponibles dentro de una comunidad o una organización que puede reducir el
nivel de riesgo o los efectos de un desastre. Puede incluir medios físicos, institucionales, económicos o sociales, así como
habilidades humanas, por ejemplo, el liderazgo y la administración (ELAC, 2014:151)
10 Capacidad de un sistema para resistir el impacto, seguir permaneciendo e incluso utilizarlo en beneficio propio para
continuar proyectándose en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores que hubiera sufrido. (ELAC,
2014:152)
Sensibilidad el conjunto de características intrínsecas de los sujetos vulnerables que afectan sus posibilidades de
resistir el impacto del peligro (Corona Morales, 2009) sensibilidad de la población a los fenómenos de cambio climático en
la Ciudad de México, se consideraron los siguientes factores: pobreza, nivel educativo, acceso a servicios de salud en caso
de estrés y dependencia.
La exposición se relaciona con el valor asignado a la población, bienes y entorno expuestos al peligro
(CENAPRED, n.d.). esta manera, el grado de exposición está en función del tamaño o la cantidad de la población, costo de
la infraestructura o cualquier otro índice de valor relacionado con pérdidas.
Conclusiones
Con base a lo descrito anteriormente, se puede observar que existe una tendencia a la fragmentación en
las políticas que llegan a replicar esfuerzos o bien no son capaces de responder a fenómenos complejos
como el cambio climático. Las acciones que sigan los gobiernos dependerán del grado de comprensión
sobre el problema, pero también del paradigma de bienestar social dominante al momento de la
formulación de las políticas. Ası́ algunas trasladarán los riesgos a los sujetos individuales, mientras que
otros tratarán de construir soluciones colectivas.
La Polı́tica pública de cambio climático, en general, pero especialmente para el caso del Distrito
Federal debe entenderse como una polı́tica que unifique y penetre todos los sectores del gobierno, ya
que la polı́tica climática busca hacer frente a un fenómeno complejo en donde se interconectan aspectos
económicos, sociales, culturales, ambientales, administrativos, de salud, educativos, etcétera, por tanto
no puede ser vista como una polı́tica sectorial, ni ser relegada a segundo plano, al margen de otras
políticas, esto permitirá en el futuro no cometer los errores de coordinación entre las polı́ticas por
ejemplo aquellas que por un lado incentivan el uso del automóvil mediante la construcción de
autopistas urbanas y por otra parte otras que buscan disminuir emisiones de CO2.
Por otra parte, pese a que la polı́tica climática se mantiene al margen de la polı́tica social pues las
definiciones del problema climático se asocian a los elementos fı́sico-quı́micos-biológicos, se debe
tomar en cuenta las graves afectaciones que implican para calidad de vida de las poblaciones los
efectos asociados al cambio climático, es decir que las acciones de la polı́tica debe dejar de concebirse
como acciones ambientales y comenzar a tratarse interdisciplinariamente como problemas
ecosociosistémicos.