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Hay tres postulados de este nuevo funcionalismo que son claves para comprender el desarrollo de la sintaxis
historica en los últimos años, a sabeer, los “nuevos” conceptos de “sintaxis”, de “significado” y de
“categoría”.
Aspectos generales
C. A.: Dese el punto de vista morfosintáctico, desde los primeros textos el castellano aparece ya como
lengua perfectamente diferenciada y se puede afirmar que el castellano de los textos del s. XIII y el español
actual son “la misma” lengua.
P.: Desde el punto de vista histórico, resulta conveniente considerar a la sintaxis y a la morfología en
conjunto, ya que los cambios en ambas disciplinas están íntimamente relacionados.
Las lenguas como el latín suelen calificarse como sintéticas, por cuanto poseen un gran número de
morfemas ligados, en tanto idiomas como el inglés, en que predominan los morfemas libres (palabras
invariables), se denominan analíticos. En general, la evolución morfosintáctica que llevó desde el latín hasta
el español puede ser caracterizada como un proceso mediante el cual unos recursos sintácticos pasaron a
proporcionar la misma información que otros morfológicos, a los que progresivamente reemplazaron.
El cambio morfológico se produce principalmente por la conjunción de dos fuerzas, el cambio fonológico y
el ajuste analógico. A menudo, el cambio fonológico regular tiende a romper la unidad de los paradigmas.
Sin embargo, por medio de la analogía a menudo se restaura la similitud entre los componentes de un
mismo paradigma. Se acepta que el éxito de una de estas fuerzas sobre la otra guarda relación con la
frecuencia de las palabras afectadas: cuanto más usual es un tipo de palabra, menos probable es que sus
elementos se vean afectados por la analogía, y más probable resulta, en cambio, que muestre los efectos
destructivos del cambio fonológico.
El sustantivo:
Género:
Latín Español
Masculino Masculino
Femenino Femenino
Neutro -
No había terminaciones especiales para cada -a quedó como característica de “femenino”,
género, pero ciertas declinaciones tenían -o, de “masculino”, y los demás finales se
matoría de unos u otros. Así, los de la 1ª (-A) consideraron indiferentes. Por lo tanto se
eran, en buena parte, femeninos, y los de la llevaron a cabo cambios de género (p/
2ª (-US> o), masculinos. adecuarlos a la desinencia) o de desinencia
(para adecuarlo al género).
Sobre los neutros actuó la atracción formal:
los en -UM o -US se hicieron masc, mientras
que los en -A, femeninos o vacilantes. En
otros casos no hay motivos. Hay casos en los
que pervivió un plural neutro en -a que se
reinterpretó como femenino singular.
- “La planeta” en lapidario. “Planeta” masc en latín. “Los cambios de género en fn de la desinencia son
raros tratándose de sustantivos “animados”. No obstante, encontramos en el s. XIII masc en -a que
adoptan concordancia femenina. Al ser, por lo general, nombres de origen “culto”, mantendrán su
género etimológico. [...] Más normales son estos cambios de género en sustantivos inanimados: los
masculinos cultos en -a muestran fuerte tendencia al femenino (así cometa, planeta, etc), refrenada por
la conciencia etimológica.
- “oro” Aurum-i. neutro
Número:
Latín Castellano
singular y plural Se mantienen sg. y pl.
No tenía terminaciones propias de número, sino de Se asume la terminación plural del acusativo.
casos.
El acusativo tenía plural terminado en -S
Funciones sintácticas:
Latín Español
sistema de casos y declinaciones. Desaparece el sistema de casos debido a:
Algunas preposiciones con acusativo y ablativo - Confusiones por la perdida de -m y -s, cantidad
vocálica
- Se trataba de un sistema complicado, con
numerosas homonimias y desinencias diferentes
para cada declinación.
- DEsde el punto de vista significativo, los casos
latinos no agotan todas las posibles funciones.
Por eso surgieron las preposiciones, para precisar
el valor semántico-funcional de algunos casos.
Pero su uso acabó por volver redundante el
empleo de esos casos.
Primero, hacia los s. IV V d.C., el sistema se redujo a
- caso recto (procedente del nominativo)
- caso oblícuo (del ac. y abl)
Y luego en época prerrománica se perdería esta
distinción. Se conservan ciertos términos
provenientes de otros casos.
-Al ablativo remontan sobre todos adverbios: todos los terminados en -mente; HAC HORA> agora; TOTA
VIA> todavía; LOGO> luego; y correlaciones como tanto...cuanto.
Preposiciones:
En latín vulgar ya se utilizaba IN o AD + ac para el objeto indirecto. En la Península se empezó a usar a+sust
(proveniente de la k anterior) también para el objeto directo de persona. Esta construcción con a de persona
no estaba todavía gramaticalizada en el español medieval, sino que servía para aclarar el significado de
aquellas secuencias en las que podía haber confusiones entre el sujeto y el O.D. Se convirtió en obligatoria a
fines del Siglo de Oro.
El adjetivo:
Cambios iguales a los del sustantivo. Únicamente en la comparación se producirán cambios propios del
adjetivo.
En algunos adjetivos la apócope, habitual en el s. XIII acabó perpetuándose. En casi todos los casos se trata
de la caída de la -o del masculino al preceder a sustantivo, aunque en la lengua medieval también se
apocopa el femenino si el sustantivo empieza por vocal. Ejemplo: buen(o), mal(o), sant(o),
En cambio, en grand(e) (>gran), como invariable, la apócope se dio en cualquier género y ante cualquier
sonido y no solo delante de sustantivo..
Et es bona otrossi
Latín Español
Superioridad: -IOR; -IUS/ magis (o plus) +adj. + quam Exclusivamente sintáctica con algunas
minus + adj + quam excepciones: superlativos: mejor, peor,
tam + adj + quam mayor, menor
Relacionales: interior, exterior, inferior y
superior, anterior y posterior.
El segundo término (antes en abl) es un
sintagma con de, o con que
Superlativo: -issimus. podía indicar: Forma latina perdida en latín tardío.
1) cualidad en su máximo grado 1) Reemplazada por secuencias de
2) referida a un grupo adverbio intensivo (muy o mucho,
bien, fuerte, etc) más adjetivo.
2) comparativo con artículo y un
complemento con de
El superlativo issimo apenas se usa en el s.
XIII
la meior de todas: es la que fallan en espanna
Pronombres
¿Qué son los pronombres?: Un pronombre, del latín pronōmen” que significa “en lugar del nombre”. Son
palabras que se emplean para referirse a las personas, los animales o las cosas sin nombrarlas (yo, tú, él,
nosotros, eso, aquel), siendo de esta manera posible; sustituir al sustantivo, definir o variar el número, género y
hasta persona en una oración.
Tipos de pronombres:
Los pronombres cambian de acuerdo a su empleo, por lo que se dividen en clases; personales, posesivos,
demostrativos, indefinidos, relativos, interrogativos y exclamativos.
1. Pronombres personales: Los pronombres personales son aquellos que suelen referirse a personas sin
nombrarlas por su nombre. Yo, tu, el, ella, nosotros, ustedes y ellos son pronombres personales.
2. Pronombres posesivos: Los pronombres posesivos indican la pertenencia de un animal o cosa. Pueden
ser singulares o plurales agregando una “s” al final. Mio, tuyo, suyo, nuestro son pronombres posesivos.
3. Pronombres demostrativos: Los pronombres demostrativos indican dónde se encuentra algo o alguien
en relación a quien habla. Se pueden utilizar en singular o plural agregando una “s” al final. Esté, está,
ése, ésa, aquél, aquélla son pronombres posesivos.
4. Pronombres indefinidos: Los pronombres indefinidos hacen una mención que deja sin identificar a los
entes a los que se refiere, o bien los identifica de manera vaga. Nadie, alguien, nada, algo son
pronombres indefinidos.
5. Pronombres relativos: Los pronombres relativos son aquellos que unen dos cláusulas, la segunda
calificando al sujeto de la primera. Que, el que, los que, la que, lo que, quien, quienes, el cual, los cuales,
la cual, lo cual, cuyo, cuyas, donde son pronombres relativos.
6. Pronombres interrogativos: Sirven para preguntar sobre algo de lo que se esta hablando. ¿Quién…?,
¿Quienes…?, ¿Qué…?, ¿Cuál…?, ¿Cuáles…?, ¿Cuánto…?, ¿Cuántos…?, ¿Cuántas…?, son pronombres
interrogativos.
7. Pronombres exclamativos: Los pronombres exclamativos son aquellos cuya función es expresar
emociones, sentimientos o reacciones. ¡Qué!, ¡Quién!, ¡Quienes!, ¡Cuánto!, ¡Cuantas!, son pronombres
exclamativos.
De: https://pronombres.info/significado/
Pronombres personales:
1ª persona 2ª 3ª
Caso nominativo o recto Singular yo: Yo no lo sabía. tú: Tú no estabas él: Él no ha venido
allí. todavía.
vos: Vos tenés la ella: Ella está aquí
culpa. hace rato.
ello: Si ello fuera
cierto…
Plural nosotros: Nosotros vosotros: Vosotros ellos: Ellos son así.
llegamos antes. siempre tenéis ellas: Ellas son
nosotras: Nosotras razón. diferentes
estábamos allí vosotras: Vosotras
iréis juntas.
Acusativo Singular me: No me te: Te querré siempre. lo: Eso no lo necesito.
entienden. la: Trae la carpeta y
dámela.
se: Aquel hombre se
veía perdido.
Pl nos: Nos colocaron os: Os ayudaremos. los: A esos ni los
separados. nombres.
las: Esas notas ya las
he leído.
se: Ambos se miraron.
Dativo Sg me: Me duelen las te: Te contaré un le: Le presté mi
muelas. cuento. bicicleta.
se: Se lo conté todo a
mi amigo.
Pl nos: Nos van a os: Os daremos les: Les ofrezco mi
arreglar la casa. trabajo. casa.
se: Se la suelo ofrecer
a mis parientes.
Preposicional u oblícuo Sg mí: No te olvides de ti: Lo compré para ti. él: Confiaba en él.
mí. vos: Quiero hablar ella: Corrió feliz hacia
conmigo: Vendrás con vos. ella.
conmigo. contigo: Iré contigo. ello: Pensaré en ello.
sí: Piensa demasiado
en sí mismo.
consigo: Lleva los
papeles consigo.
Pl nosotros: Vivió entre vosotros: ellos: La cometa
nosotros. Esperaremos por planeaba ondulante
nosotras: No te vosotros. sobre ellos.
vayas sin nosotras. vosotras: No me iré ellas: Caminaba tras
sin vosotras. ellas.
sí: No dan más de sí.
consigo: Algunos
hablan consigo
mismos.
Penny: Los pronombres latinos tenían morfemas finales de caso, número y género. Los Posesivos y
demostrativos sí conservaron formas neutras singulares, que se usan para referirse a ideas o proposiciones
no reductibles a un sustantivo. Los pronombres personales han retenido ciertos morfemas de caso.
tónicas átonas
Sujeto Con preposición O.D. O.I.
1ª sing EGO> yo MIHI>mí ME>me ME>me
2ª sing TU>>tú TIBI>ti TE>te TE>te
1
3ª sing. Masc ILLE>él ILLE>él ILLUM>lo ILLI>le
Fem ILLA>ella ILLA(M)>ella ILLAM>la ILLI>le
neutro ILLUD>ello ILLUD>ello ILLUD>lo ILLI>le
1ª pl NOS>nos(otros) NOS>nos(otros) NOS>nos NOS>nos
2ª pl VOS>vos(otros) VOS>vos(otros) VOS>(v)os VOS>(v)os
3ª pl masc. ILLOS>ellos ILLOS>ellos ILLOS>los ILLIS>les
Fem ILLAS>ellas ILLAS>ellas ILLAS>las ILLIS>les
3ª sing/pl. (reflex) -- SIBI>sí SE>se SE>se
Conmigo, contigo y consigo: La preposición CUM seguía a ciertos pronombres personales en caso
ablativo.[...]
1
La no palatalización de LL>λ es debido a la pérdida de tonicidad
Leísmo y laísmo: Las formas de objeto indirecto convergen con las de directo a excepción de la
tercera persona (la, lo; le/ los, las; les). Se llama leísmo a la ampliación del papel de le (a objeto
directo). La otra cara del leísmo es el laísmo, la utilización de la para el objeto indirecto o directo
(femenino). Este uso (no estándar pero frecuente) quizás signifique un paso adelante hacia un
sistema de pronombres referenciales en que se suprimen las distinciones casuales y aumentan las de
género.
El uso de les por los es menos habitual que el leísmo en singular, pero hoy en día está considerado
poco menos que completamente aceptable; en cambio, resulta raro el laísmo plural (las por les)
Se lo
- Formas de tratamiento [...]
Posesivos: En latín tenían características morfológicas semejantes a las del adjetivo (de hecho los posesivos
pueden cumplir tanto fn de adjetivo como de pronombre), por lo que su evolución fue similar. Ver cuadro en
Penny (p. 140-141).
Demostrativos y artículos:
Demostrativos: en el latín poseía una declinación completa que reflejaba caso, número y género. Las
distinciones casuales se perdieron. Las formas neutras han mantenido su presencia.
En latín había tres demostrativos (HIC, ISTE, ILLE) y cada uno estaba relacionado con cada una de las
personas gramaticales. El español ha heredado este sistema, pero sus demostrativos (este, ese, aquel) no
descienden de las formas latinas correspondientes. (ver pag 145. Penny)
Artículos
definidos: Provienen de los demostrativos latinos, ya que el latín carecía de artículos definidos e indefinidos. Quizás se
hayan incluido por influencia de la lengua griega. Su función es hacer referencia a un elemento o elementos no
presentes en el diálogo pero cuya existencia es consabida.
La función primordial del artículo indefinido es hacer referencia a un elemento que no está presente ante quienes
particpan en el diálogo y, por lo tanto, resulta desconocido para los oyentes. Para esto el latín vulgar se valió del
numeral UNUS.
Relativos e interrogativos:
El interrogativo latino QUIS se confundió completamente con el relativo QUI. De este paradigma fusionado
sobreviven en español tres miembros: QUI>qui, QUEM>quien, QUID>que. En español medieval, qui alterna
con quien cuando hace referencia a persona, como sujeto de cláusula (interrogativa o relativa) y como
término de una preposición. Qui también puede combinarse alguna vez con ciertos determinantes: aquel
qui; no obstante, en este último supuesto era más común que. En las restantes funciones, qui fue
reemplazado por quien antes de terminar la Edad Media; con todo, durante los siglos XIII y XIV, qui había
sido muy frecuente en circunstancias en que la lengua moderna requiere quienquiera que o cualquier
persona que.
Indefinidos:
TOTUS>todo
ALTER> otro
CERTUS>cierto
ALIQUOD> algo
NEMO fue reemplazado por NEC UNUS> ninguno; o por HOMINE NATU> nadie
QUISQUE dejó su lugar en latín vulgar al helenismo /káta/, que luego evolucionó normalmente a cada (uno).
QUILIBET, etc., decayeron en el uso en favor de nuevas construcciones en las que quien, cual, cuando, etc.,
se combinaban con el presente de subjuntivo de querer: quienquiera, cualquier(a), cuandoquiera.
Numerales:
cardinales: Los latinos eran invariables, con excepción de UNUS, DUO, TRES, de las centenas desde
DUECENTI a NONGENTI, y de MILLE. El paradigma se ve afectado de la misma manera que los sustantivos y
los adjetivos. La distinción de género continúa, a no ser el caso de TRES, que ya no la conocía en el propio
latín. Es probable que la analogía semántica incidiese en la evolución de cualquier miembro de la serie.
TRIGINTA> esp. med. treínta (/e/ analógica sobre la de tres, e /i/ de acuerdo con el modelo medieval de
veínte) > esp. mod. treinta (con desplazamiento acentual, igual que veinte, de la más cerrada a la más
abierta de las dos vocales en hiato. ¿?¿Aparentemente es un proceso común, como en reína> reina)
ordinales: De los ordinales latinos pocos persisten en español como numerales. PRIMUS fue sustituido en
gran parte de la Romania Occidental por PRIMARIUS, originariamente “de primera fila”; de ahí primero-a.
SECUNDUS> segundo, TERTIUS fue reemplazado por TERTIARIUS (>tercero-a) QUARTUS >quarto; QUINTUS>
quinto. Los restantes ordinales del castellano son formas cultas.
Verbos
CANO AGUILAR
Cambios formales
Conjugaciones y acentos
Pérdida de la tercera conjugación. se distribuye entre la tercera y la cuarta. Esto supuso la adecuación
acentual de dichos verbos. (FÁCI ̆MUS>fazemos). Tb hay otros cambios de conjugación. Tb hay cambios
acentuales analógicos.
Diptongación de voc brev : causa alternancias en el paradigma de algunos verbos. Otros verbos
diptongaron por analogía.
Verbos en ir. Presenta diptongos con ĕ y con ŏ . Pero en ellos, cuando la vocal radical es átona, se
cierra en -i-, -u- ante yod latina en la desinencia. Por ejemplo: SĔNTI ̆AMUS>sintamos;
DŎ RMI ̆AMUS>durmamos (esto vacila en la E. M).
Los verbos en -ir generalizaron las vocales cerradas: pido, pides, pidió, cumples, cumplo..., salvo
cuando seguía -í- en la desinencia: pedir, pedimos, complir, complimos. Desde los primeros textos se
observa el intento de extender la vocal cerrada a todo el paradigma: pidir, siguir, recibir, cumplir,
sufrir, murir. La contienda entre estas formas y pedir, recebir, o complir, morir no se resuelve en esta
época; como tampoco la que enfrenta a las formas con yod romance en la desinencia seguió, dormió
frente a siguió, durmió.
La vacilación vocálica se abandonó en el s. XVI. La variación entre /e/ e /i/ se resolvió en gran parte en favor
de la primera, debido a la interacción disimilatoria entre la vocal radical y la del infinitivo (/i/.../í/> /e/.../í/).
De ahí provienen los modernos decir, medir, sentir, con algunas excepciones no muy frecuentes, como
escribir, recibir, explicables por interferencia culta de los correspondientes verbos latinos (SCRI ̄BERE,
RECIPERE, leídos en voz alta con /i/ en el morfema radical). En la vacilación entre /o/ y /u/, se resolvió por la
segunda.
Los perfectos latinos se distribuían en dos tipos “débil” y “fuerte”. En los débiles el acento recae siempre
sobre la desinencia; en los fuertes recae sobre la raíz en algunas formas del paradigma.
Tiempos derivados de perfecto (pluscuamperfectos, fut perfecto del MI, pret perf. del MS)
Pluscuamperfectos:
MI:
Amaveram: amara
MS:
Amavissem: amasse
Futuro compuesto MI
Amavero> amaro
Preterito perfecto MS
Amaverim>amare
[...]
o Imperativo
o Infinitivo y gerundio
o Participio de pasado: evolución compleja.
Amatus> amado
Monitus> -ido
Lectus: Sufrió la evolución propia de su grupo: DICTU> dicho: FACTU> fecho
Auditus> oído
- El pluscuamperfecto del subjuntivo pasa al pretérito imp del subj. En español medieval, cantasse
todavía puede indicar ambas nociones, improbilidad e imposibilidad (quiere decir tanto “pudiera”
como “hubiera podido”)
Formas irregulares
por pertenecer a verbos muy usados han resistido las normalizaciones analógicas:
Subjuntivo pte de saber y caber
presente de haber: al funcionar como auxiliar se simplificó radicalmente:
HABEO> (h)e;
HABES> (h)as;
HABET> (h)a;
HABENT> (h)an
HABEMUS y HABETIS contendieron las formas avemos y (h)emos; avedes y (h)edes.
El subjuntivo presente haya (de HABEAM o de *HAJA, con caída de -b-) tuvo unas
variantes en 2ª persona: evas, evades con valor presentativo.
ser o seer es el sincretismo de los latinos ESSE Y SEDERE.
SEDERE > subj pres: SEDEAM >*SE(y)A >sea;
>gerundio: SEDENDO > sediendo, seyendo, seendo, siendo
> Participio: seído o sido (analógicos)
> otros que entraron en competencia con los de ESSE
ESSE > Indicativo presente
IRE > pretérito
Ir: sincretismo entre IRE y VADERE [...]
Penny:
MODO INDICATIVO
MODO SUBJUNTIVO
[...]
Presente de ver
[...]
haber
Doble tratamiento:
- como verbo (con significado de poseer). Conserva a menudo su sílaba radical (av-)
- Como auxiliar: Experimenta una contracción de la vocal tónica + marca de persona/número.
Se produjo intercambio entre ambos paradigmas, que se detecta ya en textos de los orígenes del español.
Por ejemplo, la 3ªp singular no es ave, sino (h)a.
Durante el siglo XVI aver/haber cae en desuso como verbo con sentido completo, y es reemplazado por
tener.
En el presente del subjuntivo hay un único tratamiento para HABEAM, tanto si se empleaba como forma
plena o como auxiliar.
Saber
[...]
Ir:
Sus formas se sustituyeron por otras más largas (ya que tenían poco cuerpo fónico), construidas a
partir de VADERE “apresurarse”. Sirvió para suplir todo el presente del indicativo y subjuntivo en latín
hablado, a excepción de la primera y segunda persona pl del presente del indicativo.
oír
Hacer
Poder
- El futuro latino competía con perífrasis de valor “aspectual” (CANTATURUS SUM, etc) y en época tardía
con otras “modales” (infinitivo con VOLO, DEBEO, HABEO, etc.). Dado que el futuro tenía dos tipos: en -
Bo y en -AM, y podía confundirse con otros tiempos, las perífrasis asumieron el valor temporal además
del modal. La mayoría dela romania eligió CANTARE HABEO, mientras que la variante HABEO CANTARE
se mantuvo como “modal” en las perífrasis “he de cantar”.
Hasta el s. XVI era posible intercalar un pronombre átono entre los dos elementos que desde una
perspectiva histórica han dado lugar al futuro (infinitivo y auxiliar). Esta separación es rara en el s. XVII y, a
partir de ese momento, cada forma verbal de futuro se considera una sola unidad, con un único acento.
Pero ya en E.M., de no estar separados por un pronombre, del modo señalado, los dos componentes del
futuro constituían una única palabra y tenían un solo acento.
El subjuntivo
- Disminuyeron sus usos en favor del indicativo o del infinitivo con preposición.
- El imperfecto (amarem) fue desplazado por el pluscuamperfecto (amavissem), en virtud de un proceso
expresivo por el que las formas más de “pasado” se consideraron más aptas para indicar la irrealidad; de
modo paralelo, el pluscuamperfecto de indicativo (amaveram) empezó a aparecer en contextos irreales
para destacar más ese valor. Por último, la “hipótesis” en el futuro adquirió una forma diferenciada, el
futuro del subjuntivo, fusión del futuro perfecto (amavero) y el perfecto de subj. (amaverim)
- [...]
- El futuro del subjuntivo [...] en contextos donde el matiz de “hipótesis” se intensificaba (p. ej. en las
estructuras condicionales) podía sustituirse por el imperfecto (si el oro fuere dannado). Característico de
este tiempo es que estaba limitado a subordinadas como las de “relativo” de “generalización”: << elos
qui naiseren>>, temporales, y sobre todo en condiciones de probabilidad.
Los cuatro tipos de infinitivo latinos (ej: CANTĀ RE, DEBĒRE, VENDĔRE, AUDI ̄RE) se redujeron a tres en
español como consecuencia del cambio acentual sobrevivido en la tercera conjugación. FÁCERE fue el único
infinitivo de la tercera que mantuvo, por un tiempo, en Hispania el esquema acentual latino; de este modo
(a través de */fákre/) produjo en Esp. Med. fer, que competía con el regularizado fazer (>FACÉRE) y con far
(probablemente de un infinitivo contracto latinovulgar *FĀ RE)
- Estrecha relación con los adverbios, porque estos pueden también adquirir valor preposicional.
- También hay sustantivos que han contribuido a la creación de preposiciones.
- tb vinculados a conjunciones