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UNIDAD V. DINERO Y POLITCA MONETARIA.

5.1 EL DINERO EN LA ECONOMIA.

EL DINERO
El dinero es un elemento indispensable en nuestra vida, así, todas las compras de
bienes las hacemos con dinero y el salario que recibimos por nuestro trabajo es en
forma de dinero. Por ello vamos a tratar de explicar qué se entiende por dinero, los
motivos por los que la gente desea mantenerlo o desde cuándo existe tal y como lo
conocemos en la actualidad.
DEFINICIÓN DEL DINERO
Normalmente, en nuestra vida diaria se asocia la palabra “dinero” con renta o
riqueza. Así en el lenguaje habitual se dice que una persona gana mucho dinero o
que tiene mucho dinero; además cuando hablamos de dinero solemos referirnos a
los billetes y monedas que utilizamos cotidianamente para realizar transacciones.
Sin embargo, en economía, se entiende por dinero, cualquier bien que cumpla las
siguientes funciones:
I) Ser medio de pago, universalmente aceptado por todos los individuos que formen
parte de ese país, para así facilitar los intercambios.
EJEMPLO. En los doce países integrados actualmente en la zona del euro, la
moneda que se utiliza para realizar transacciones es el euro y es aceptada por los
ciudadanos de todos estos países para comprar y vender bienes.
NOTA: En el cumplimiento de esta función, es fundamental que los individuos
perciban que el “sistema de pagos” (esto es, el conjunto de instrumentos, procesos
y canales de transferencia de fondos entre los distintos sujetos de una economía,
necesario para el desarrollo de la actividad económica) funciona correctamente y
con unos niveles muy altos de seguridad.
En nuestro país, esta función la lleva a cabo el Banco de España de quien se dice
que ha de promover la estabilidad y el buen funcionamiento de los sistemas de
pagos.
II) Ser depósito de valor, para lo cual debe tener unas características de durabilidad
o permanencia en el tiempo que permitan el ahorro (traspasar consumo presente a
consumo futuro).
EJEMPLO. Puedo decidir ahorrar para comprarme un coche dentro de un año (estoy
transfiriendo un consumo que podría realizar hoy hacia el futuro) y para ello podría
guardar mi dinero en forma de billetes de euro o en una cuenta corriente.
NOTA: Es importante que los bancos y otras instituciones de crédito donde
mantenemos nuestros ahorros – lo que se conoce como el “sistema financiero” –
estén suficientemente regulados y supervisados para que los individuos podamos
recuperar nuestros ahorros cuando lo deseemos.
Esta función la realiza en nuestro país el Banco de España de quien se dice que
tiene la función de promover la estabilidad del sistema financiero.
III) Ser unidad de cuenta. Debe ser la unidad de medida en que se expresen los
precios de todos los bienes y servicios que haya en la economía; esto se llama ser
“bien numerario”.
EJEMPLO. En la actualidad todos los bienes y servicios que un español quiera
comprar están expresados en euros, como antes lo estuvieron en pesetas. Cada
economía tiene su propia unidad de cuenta, por ejemplo, en Estados Unidos es el
dólar y en Japón, el yen.
NOTA. Es muy importante que los precios sean estables y no muestren grandes
oscilaciones para que los agentes puedan tomar sus decisiones de forma ordenada.
Así, cuando un individuo ahorra para comprar un coche en un futuro, espera que los
precios de los automóviles no suban demasiado ya que si lo hicieran muy
rápidamente y de forma inesperada, no podría comprar el coche con el ahorro
previsto inicialmente.
En nuestro país, al estar integrado en la zona monetaria del euro, corresponde al
Sistema Europeo de Bancos Centrales, del que el Banco de España forma parte, la
tarea de mantener la estabilidad de precios.
Podemos pues definir el dinero como el medio legal para realizar los pagos, que se
representa por medio de monedas o billetes y se usa como unidad de medida en
las transacciones económicas.
Fíjate que mientras las funciones ser medio de pago y ser unidad de cuenta son
exclusivamente cumplidas en España por el euro, la función de ser depósito de valor
también la cumplen otros activos (por ejemplo, podría mantener mis ahorros aparte
de en billetes de euros, en joyas, en cuentas corrientes, en letras del Tesoro, en
acciones, en obras de arte, etc.)
5.2. DEMANDA DE DINERO Y OFERTA MONETARIA.
Como acabamos de ver, la cantidad de dinero existente u oferta monetaria está formada por
el efectivo en manos del público y los depósitos que éste mantiene en los bancos. Esa cantidad
de dinero crece o disminuye por efecto del crédito bancario y de la preferencia por la liquidez
del público, que determinan conjuntamente el valor del multiplicador monetario.
La oferta monetaria, OM, es por tanto el resultado de la expansión de la base monetaria, BM,
por efecto del multiplicador monetario, m.
El coeficiente de liquidez, l, depende de los gustos del público pero el coeficiente de reservas, r,
puede ser determinado por la autoridad monetaria. Si el banco central autoriza que los bancos
operen con menos reservas, éstos podrán disponer de más dinero para prestar, aumentando el
efecto multiplicador. El banco central dispone por tanto de tres instrumentos de control de la
oferta monetaria: las operaciones de mercado abierto y los créditos a la banca privada, que
modifican la base monetaria, y la manipulación del coeficiente legal de reservas, que modifica
el multiplicador monetario.
En consecuencia, la oferta de dinero, OM, está determinada por el banco central. Analicemos
ahora la forma de la demanda de dinero. El dinero puede ser considerado como una mercancía
útil como medio de pago y como forma de conservar valor ahorrado. El precio de esa mercancía
es el tipo de interés, es decir, lo que hay que pagar para poder disponer de ella o el coste que
tiene no darle un uso fructífero. El tipo de interés, como los precios de todas las mercancías,
viene determinado por la conjunción de la oferta y la demanda.
Si el tipo de interés es muy alto, los individuos no querrán tener su dinero en huchas o en
cuentas corrientes improductivas, sino que procurarán tener sus ahorros en los títulos de mayor
rentabilidad aunque ello suponga pérdida de liquidez; además, conseguir dinero para adquirir
bienes tendrá un coste elevado por lo que los consumidores retrasarán sus decisiones de
compra demandando por tanto menos dinero. Si los tipos de interés son bajos, por el contrario,
no habrá estímulos para que los consumidores renuncien a la comodidad de tener sus ahorros
en forma líquida, en efectivo o en cuentas corrientes; si el precio del dinero es bajo, los que no
tengan suficiente para sus deseos de consumo inmediato encontrarán conveniente pedirlo a
otros. Por tanto la función de demanda de dinero, DM, es, como todas las funciones de
demanda, decreciente.
Si el banco central desea elevar los tipos de interés, podrá disminuir la cantidad de dinero que
periódicamente presta a la banca privada por lo que ésta se verá obligada a reducir los
préstamos a sus clientes. Otro método, en fin, será aumentar el coeficiente legal de reservas,
es decir, obligar a la banca privada a que mantenga una mayor proporción de los recursos
ajenos en forma de reservas, forzándola también así a reducir sus préstamos y reduciendo el
multiplicador monetario. Cualquiera de esos métodos provocará un desplazamiento hacia la
izquierda de la función OM que se cruzará con la DM a un tipo de interés más elevado. En
términos intuitivos: la banca privada, al poder prestar menos dinero, podrá ser más selectiva
con sus créditos, concediéndolos con menor riesgo y mayor interés; al disponer el público de
menos dinero, la institución o empresa que desee vender pagarés u otros títulos de crédito
deberá ofrecer un mayor tipo de interés o nadie querrá adquirirlos.
El efecto de las variaciones del tipo de interés sobre la economía de un país son ya conocidos
de temas anteriores: si el tipo de interés baja, los empresarios encontrarán rentables más
proyectos por lo que demandarán dinero para invertir; el aumento en las inversiones tendrá un
fuerte efecto expansivo sobre el producto nacional.

5. 4 EL BANCO CENTRAL Y LA POLITICA MONETARIA.

Los bancos centrales constituyen la autoridad monetaria. Aunque todos los objetivos de la política
económica son también suyos, su consideración prioritaria es la estabilidad de los precios y el tipo
de cambio. La tendencia actual en los países occidentales es a reforzar aún más la tradicional
independencia de los bancos centrales con respecto a los gobiernos para garantizar así la
estabilidad económica.

En los países de la Unión Europea que han entrado en la UEM, las funciones de banco central las
cumple el Banco Central Europeo y el Sistema Europeo de Bancos Centrales que será estudiado en
detalle más adelante. En los Estados Unidos, las funciones del banco central las cumple el Sistema
de Reserva Federal. En general, en todos los países, las funciones que se asignan a los bancos
centrales son las siguientes:
Política monetaria. Los bancos centrales están encargados de analizar la situación económica del
país y, como conclusión de ese análisis, diseñar las estrategias de la política monetaria con el
objetivo principal de garantizar la estabilidad monetaria. Otros objetivos económicos, tales como
crecimiento o pleno empleo, serán para el banco secundarios con respecto a la estabilidad. El
diseño de estrategias de política monetaria significa planificar la evolución de variables que
pueden ser controladas por el banco central: tipos de redescuento, cantidad de dinero en
circulación, coeficientes bancarios, etc. El objetivo de la estabilidad tiene una doble vertiente
interior y exterior; la estabilidad interior se refiere a la estabilidad de precios internos, es decir, a
la lucha contra la inflación; la estabilidad exterior se refiere a la estabilidad de los precios externos,
es decir, la estabilidad de los tipos de cambio de divisas.

Regulación de la circulación fiduciaria. Los bancos centrales se encargan de poner en circulación


los billetes y las monedas acuñadas, retirando los deteriorados y garantizando un suministro de
efectivo adecuado a las necesidades del comercio.

Banco de bancos. Custodian las reservas de la banca privada y controlan su volumen; determinan
los coeficientes de reservas, es decir, el porcentaje de los depósitos que la banca privada debe
destinar a reservas. Los bancos centrales prestan dinero a la banca privada en cantidad y a tipo
interés que se determina en función de las estrategias de la política monetaria. Coordinan e
intervienen el mercado interbancario, es decir, conocen y controlan los préstamos que los bancos
privados se conceden entre sí.

Control e inspección. Los bancos centrales diseñan las normas de funcionamiento de la banca
privada. Autorizan la apertura de nuevos bancos y entidades de crédito, inspecciona su
funcionamiento y las sanciona en su caso.

Control de cambios. Centralizan las reservas de divisas lo que incluye no sólo las monedas y
billetes emitidos por el extranjero sino también las cuentas en instituciones bancarias y los efectos
a cobrar en el exterior. Gestionan los cambios de divisas, controlan todos los cobros y pagos
internacionales; frecuentemente se encargan de elaborar la Balanza de Pagos.

Asesoramiento. Los bancos centrales elaboran informes y mantienen publicaciones periódicas de


carácter estadístico. Los informes oficiales del banco central sobre la situación económica del país
suelen tener un gran efecto sobre las expectativas empresariales y las previsiones del gobierno,
influyendo por tanto en las decisiones de inversión privada y de gasto público. Es muy frecuente
que unas declaraciones del presidente del Banco Central Europeo o de la Reserva Federal USA
provoquen fuertes movimientos en las bolsas y en los tipos de cambio de todo el mundo.

¿Banquero del gobierno?. Los bancos centrales han sido históricamente responsables de custodiar
las reservas del estado y, frecuentemente, de gestionar el crédito al sector público y administrar
las emisiones de deuda pública. Este tipo de funciones está cada vez más limitada para garantizar
la independencia de los bancos centrales con respecto a los gobiernos. Hace algunas décadas (y
aún ahora en los países menos avanzados) los gobiernos tenían (tienen) el poder de obligar al
banco central a concederle préstamos. Esa falta de independencia de los bancos centrales dificulta
conseguir el objetivo de la estabilidad monetaria que en esas condiciones queda subordinado a
los objetivos de los gobiernos.

Funciones del Banco de España


La introducción del euro como moneda única y la constitución del Eurosistema han supuesto para
el Banco de España una redefinición de algunas de sus tareas, si bien mantiene aquellas que le
otorga la Ley de Autonomía como Banco Central Español.

Teniendo en cuenta esa doble vertiente, las principales funciones que se le asignan son:

1. Definir y ejecutar la política monetaria de la zona euro, cuyo objetivo principal es


mantener la estabilidad de precios en el conjunto del área. Las decisiones de política
monetaria se toman de manera conjunta en el Consejo de Gobierno del BCE, en el que
participa el Gobernador del Banco de España, son puestas en práctica por los Bancos
Centrales Nacionales y se reflejan, de manera práctica, en la aplicación de un mismo nivel
de los tipos de interés en la zona del euro.

2. Realizar las operaciones de cambio de divisas del Eurosistema.

3. Poseer y gestionar las reservas exteriores oficiales del Estado Español y las que los países
de la zona euro han puesto en común a través del BCE.

4. Promover el buen funcionamiento de los sistemas de pagos de la zona euro y nacionales.

5. Emitir los billetes de curso legal. Siguiendo un esquema descentralizado, el BCE autoriza la
emisión de billetes, mientras que su puesta en circulación es llevada a cabo por los Bancos
Centrales Nacionales.

6. Poner en circulación la moneda metálica y desempeñar las demás funciones que el


Estado le encomiende al respecto.

7. Fomentar el buen funcionamiento y estabilidad del sistema financiero.

8. Supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de


crédito y de otras entidades y mercados financieros cuya supervisión le haya sido
atribuida por la legislación vigente.

9. Elaborar, publicar las estadísticas relacionadas con sus funciones y asistir al BCE para la
recopilación de la información estadística necesaria.

10. Prestar los servicios de Tesorería y agente financiero de la Deuda Pública al Estado.

11. Asesorar al Gobierno, tanto en la elaboración de regulación que afecte a las entidades
supervisadas como en la realización de informes y estudios que resulten procedentes.

12. Dictar normas en lo que se refiere al ejercicio de sus funciones. Estas normas se
denominan "Circulares monetarias" (si se refieren a asuntos relacionados con la política
monetaria) o "Circulares". Ambas se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

13. Desempeñar la representación española en organismos, instituciones y foros


económicos multilaterales en los que se traten asuntos relacionados con sus funciones.

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