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Modificación del escape de clavijas.

La patente de
Enrique. César Caballero. Escuela Destempo

En el año 2013 conocí a Enrique Serrano Corcuera, relojero de San Sebastián.


Yo vivía en Muxía, donde daba clases en una pequeña escuela de relojería que
había fundado, dos años antes, en lo que un día fue el fin de la Tierra. Me
había vendido un torno Lorch K-50 de relojería que usaba desde hacía muchos
años, cuando fue Jefe de Fabricación y Gabinete de Investigación de la
Industria Relojera del Norte S.A., de la fábrica de relojes y despertadores
Bayardo, filial española que explotaba las patentes de Bayard – Francia. La
fábrica se inaugura con el ministro de la época José María López de Letona el
7 de octubre de 1970 , en Huelva. Y para allí se marchó Enrique y su mujer.

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En el ABC del 27 de octubre de 1972, en los anuncios por palabras, se pedían
operarios.

Poco duró la fábrica y vemos que el 1 de noviembre de 1975 se procede a la


subasta de la fábrica como se puede ver en este anuncio de la revista Blanco y
Negro de ABC.

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Este torno, según me contó, la Escuela de la Mercé de Barcelona, estaba
interesada en él, pero fui yo quien tuve la suerte de comprarlo a un buen
precio.

Era la primera vez que conocía a un relojero que había trabajado en una
fábrica de relojes, y que fuera en España era todavía, para mí, más insólito.
Además del torno, me incluyó en el lote un par de cajas de botadores, algo de
fornitura y la patente que había desarrollado para un escape de clavijas o
pasadores tipo Roskop, del que vamos a hablar.

Un año después, en verano del 2014, abrió la puerta del local de la escuela de
Muxía, un hombre de unos cincuenta y tantos, que se interesó por lo que hacía.
Me contó que había trabajado en una fábrica de relojes y que era del sur. Me
acordé de Enrique y le pregunté cómo se llamaba la fábrica, y qué tipo de
relojes hacían. Le conté mi historia, la compra del torno y le dije que conocía al
jefe de fabricación, Enrique. Recordó que había un hombre pequeño y delgado
que llevaba la parte técnica de aquel edificio. Pensé que seguro era él.

En aquellas fechas y en San Sebastián, no sé si poco antes o después de


aquella conversación, moría Enrique, en un accidente en su domicilio, mientras
trabajaba en su mesa de trabajo. Me enteré porque, meses después, su viuda
Maite, me llamó para que me hiciera cargo de sus herramientas por una
cantidad simbólica.

El lector se preguntará a qué viene esta introducción, si vamos a hablar de


ángulos, bocas de entrada de salida, áncoras y ruedas de escape. Enrique en
mi primera visita me dio una carpeta que contenía el desarrollo de una patente
sobre el escape de clavijas. En concreto, una modificación para hacer el
escape más efectivo. La carpeta contiene tres documentos y 1 plano además
de un escape físico con la modificación, que anexo al final de este artículo.

Este estudio se centra en la aportación de Enrique a su pasión que fue la


relojería. Esta vez con mayúsculas. Para ello debemos saber diseñar y
entender cómo trabaja un escape de clavijas.

El escape libre de áncora, y el escape de clavijas es una categoría de este, se


inventa hacia 1760, por Mudge, y viene a ser, para algunos autores, el
resultado de los escapes libres a detente, iniciados por Le Roy, y por otros
como la transformación del escape dúplex en escape libre. La realidad seguro
se torna más compleja y los avances no son más que productos de la evolución
de la técnica en relojería, y sus inventores, dignos discípulos de sus maestros,
como bien dijo Newton, siempre se cabalga a hombros de gigantes.

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1. El escape de áncora de clavijas o de pasadores.

Se caracteriza por ser un escape libre ya que el arco suplementario, gran parte
del giro del volante se hace de forma independiente, sin contacto con la rueda
de escape, mejorando el isocronismo, es decir, que la duración de la oscilación
sea independiente de la amplitud.

Dentro de los escapes de áncora, el escape de clavijas se define porque las


bocas de áncora se sustituyen por dos clavijas o pasadores cilíndricos de acero
templado, y el plano de impulso únicamente se desarrolla en los dientes de
escape, a diferencia del escape inglés, que el impulso está únicamente en las
paletas del áncora, y el escape de áncora suizo que reparte el impulso entre el
diente de la rueda de escape y las paletas del áncora.

Figura 1

AB plano de reposo o retención.


BC plano de impulso
C talón del diente y fin del impulso.
D llanta de la rueda

La rueda de escape tiene 15 o 18 dientes. Las clavijas recogen en su interior


2,5 dientes para ruedas de escape de 15 dientes y 3,5 dientes para ruedas de
18 dientes.

El diámetro de las clavijas es igual a 2,5° medidos en la circunferencia desde el


inicio del impulso B. El ángulo de caída más el radio de la clavija da
aproximadamente otros 2,5° que sirven para asegurarnos el movimiento del
áncora y poder superar las deformaciones producidas por el choque constante
de las clavijas en el plano de reposo.

1.1 Dibujo de un escape de clavijas

Vamos a dibujar un escape de clavijas, con una rueda de 18 dientes, de los


que 3,5 dientes estarán dentro del arco de las clavijas.

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Para el áncora:
El ángulo de desenganche es de 1,5° y el de alzamiento del áncora de 10°.

Para la rueda de escape:

Si tenemos 18 dientes el paso angular pa, de la rueda es igual al número de


grados de la circunferencia (360°) entre el número de dientes (18)

360
𝒑𝒂 = = 20°
18
El ángulo que se desplaza es para una oscilación completa y nos interesa el
desplazamiento en cada alternancia, que es el movimiento de cada una de las
clavijas por lo que el resultado hay que dividirlo entre 2.
𝒑𝒂
= 10°
𝟐
En cada alternancia la rueda de escape gira 10°, que en algunos manuales
llaman impulso, aunque hay que restar el ángulo de caída y parte del diámetro
de la clavija.

Estos 10° se dividen en 6,5° de la longitud angular del diente (verdadero plano
de impulso), 2,5° del diámetro de la clavija y 1° de la caída.

Como entre clavijas tenemos 3,5 dientes para cada clavija, el semipaso angular
es igual a

3,5 ∙ 10 = 𝟑𝟓°

Dibujamos la circunferencia de rueda de escape con centro 𝑶𝟏 . El centro del


áncora 𝑶𝟐 , o nos lo han dado por la distancia entre centros rueda y áncora o se
puede calcular de una forma gráfica, dibujando los ángulos de 35° y desde
donde intersecta con la circunferencia de la rueda de escape dibujar la
tangente a este punto. La intersección con la línea de centros 𝑶𝟏 𝑶𝟐 nos da el
centro del áncora 𝑶𝟐

Analíticamente también podemos encontrarlo conociendo el radio de la rueda


de escape R, el radio del áncora r o la distancia de centros 𝑶𝟏 𝑶𝟐 . Tenemos
que conocer el semipaso angular α para los dientes entre clavijas, que en este
caso es de 𝟑𝟓°.

𝑹 = 𝑶𝟏 𝑶𝟐 ∙ 𝒄𝒐𝒔 𝛂 = 𝑶𝟏 𝑶𝟐 ∙ 𝒄𝒐𝒔 𝟑𝟓
𝒓 = 𝑶𝟏 𝑶𝟐 ∙ 𝒔𝒆𝒏 𝛂 = 𝑶𝟏 𝑶𝟐 ∙ 𝒔𝒆𝒏 𝟑𝟓
𝒓
= 𝒕𝒂𝒏 𝛂 = 𝒕𝒂𝒏 𝟑𝟓
𝑹

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Figura 2

Primero se dibuja la circunferencia de la rueda de escape a la altura del inicio


del plano de impulso, con centro en 𝑶𝟏 . Se dibuja dos segmentos a 35º a cada
lado de la línea de centros. La intersección es A y A’. Desde estos puntos se
dibuja la tangente a la circunferencia dibujada y la intersección con la línea de
centros nos da el centro del áncora 𝑶𝟐 .

En algunas ocasiones para que la rueda de escape pase, la tija de áncora debe
de llevar una entalladura para dejar pasar los dientes.

Se dibuja el ángulo de desenganche de 1,5º desde 𝑶𝟐 , la intersección con la


línea 𝑶𝟏 𝑨 es el punto B, o centro de la clavija. Se traza un ángulo de 2,5°
desde el centro 𝑶𝟏 que corresponde al de grosor de la clavija. La mitad (1,25°)
a cada lado de la línea 𝑶𝟏 𝑨. La mitad exterior en su intersección con la
circunferencia nos da el punto F que es el inicio del impulso.

Dibujamos el ángulo de alzamiento de 10° del áncora, partiendo de la línea de


desenganche. Desde B y con centro en 𝑶𝟐 se traza un arco. La intersección
con el ángulo de 10° es el punto C, que corresponde al instante del fin del
plano de impulso, en el momento en que el talón del diente de la rueda de
escape se desprende de la clavija.

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Figura 3
La circunferencia exterior de la rueda es tangente a la clavija en su punto
inferior.

El ángulo de impulso en el diente de la rueda de escape es de 6,5° y se traza


desde 𝑶𝟏 , tangente al exterior de la clavija de entrada. La intersección con la
circunferencia exterior de la rueda de escape nos da el punto D que es el fin del
impulso por lo que FD es el plano de impulso del diente de la rueda de escape.

El plano de reposo o retención del diente tiene un ángulo de 10° que


corresponde al ángulo de tirage o draw que hace que el áncora recorra el
camino perdido y no se desprenda la clavija del diente hasta el siguiente
desenganche.

Figura 4

El diámetro interior de la rueda de escape limita la acción del áncora. Hay que
tener en cuenta que se necesita alrededor de 1º para el camino perdido medido
desde el centro 𝑶𝟐 y tangente a la clavija en su parte inferior. Este ángulo limita
y define la circunferencia base de la rueda de escape. El punto E es la
intersección de este ángulo con la línea 𝑶𝟏 𝑨 y define el radio de esta
circunferencia base.

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Tenemos que tener en cuenta el ángulo de desplazamiento o pequeño
retroceso 𝜺 que tiene la rueda de escape cuando la clavija se desengancha del
plano de reposo o retención.

Figura 5

Se dibujan los elementos que faltan. Las medidas que vamos a dar son
aproximadas y se pueden cambiar según la estética que busquemos.
Dibujamos la otra clavija equidistante, en la rueda el diámetro interior o de base
que aproximadamente es igual a 0,78 por el diámetro total. El diámetro del
centro que es igual a 0,20 por el diámetro total. El ancho del brazo que es igual
a 0,04 por el diámetro total. Y en el áncora el grosor del brazo es 5 veces el
diámetro de la clavija, el diámetrodel eje o tija del áncora 3 veces el diámetro
de la clavija.

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Figura 6

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1.2 Ángulos de caída, de tirage e impulso según la clavija sea de
entrada o de salida.

La caída real es mayor que la teórica, ya que hay que sumar además de 1° de
la propia caída la mitad del radio de la clavija, que en el caso que ocupamos es
de 1,25° por lo que suma 2,25° en total.

Por otro lado hay que tener en cuenta que la caída en la clavija de entrada y en
la clavija de salida no son iguales. La caída en la clavija de salida es más
grande que en la clavija de entrada debido a la trayectoria de la clavija.
Mientras que en la clavija de salida se aleja en la de la entrada se acerca.

Figura 7

Figura 8

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1.3 El tirage o draw.

A diferencia del escape de áncora suiza el ángulo del tirage, en la clavija de


entrada, con respecto al áncora disminuye en el desenganche. En la figura
podemos ver que pasa de 14 a 9 grados, figura 9. Mientras que en la clavija de
salida aumenta de 6 a 10 grados, figura 10. Esto es debido a que la
configuración del áncora suiza el desenganche es hacia abajo mientras que en
el áncora de clavijas es hacia arriba. Esto quiere decir que le costará más
desengancharse en la paleta de salida que en la paleta de entrada, al contrario
que en el escape de áncora suiza.

Figura 9

Figura 10

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2. Transmisión de la fuerza

Cuando damos cuerda el reloj, nuestra mano produce un trabajo que es


transmitido al muelle del cubo. Este a su vez, a cada oscilación del volante,
transmite este trabajo desde el cubo al escape mediante el rodaje. Esta
transmisión de trabajo se reduce debido al rozamiento de los pivotes, del
engrane entre rueda y piñón, por la caída de los dientes de escape, por los
choques, la inercia de los móviles etc etc.

Una de las claves de la relojería teórica es establecer qué fuerza se transmite y


qué se pierde. Es decir qué trabajo efectivo se realiza.

Podemos establecer las fórmulas por las que calculamos, independientemente


y sucesivamente para cada cuerpo que gira, el valor de su momento de fuerza,
teniendo en cuenta el rozamiento. Conociendo el momento de fuerza de la
rueda de escape podemos calcular el momento de fuerza del áncora.

Determinación del momento de fuerza en relación al movimiento del


áncora. Modelo teórico.

Siendo O el centro de la rueda de escape y O’ el centro del áncora,


observamos en la figura 3 el contacto c de un diente con el plano de impulso de
la paleta de salida, siendo c un punto cualquiera del plano de impulso.

Por la ley del engranaje admitimos que el movimiento es uniforme de los dos
ejes. Podemos, además, igualar los dos momentos de fuerza, el de la rueda de
escape y el del áncora, para llegar a una condición de equilibrio.

Figura 9

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En esta explicación no vamos a tener en cuenta la fuerza de rozamiento. Si nos
fijamos en la figura 9, P es el momento de fuerza de la rueda ya que el
momento de fuerza es fuerza por el brazo y el radio es de 1 mm. El momento
de fuerza que actúa sobre la rueda de escape es contrarrestado por la
resistencia del momento de fuerza del áncora. Es parecido a colocar el mismo
peso en los dos platillos de una balanza.

La rueda recoge en el punto c una fuerza normal N proveniente de la acción de


Q, cuya dirección es la perpendicular a la superficie de contacto, en este caso,
al plano de impulso de la paleta de salida. (En este instante no es el plano de
impulso del diente, ya que solo actúa la punta) . El sentido de la normal es de c
hacia b, ya que actúa intentando llevar la rueda de escape en sentido contrario
a su movimiento.

Es importante considerar, que en el estudio de las fuerzas hay que estudiar


cada cuerpo de una forma independiente, analizando cada una de las fuerzas
que actúan sobre él, sin tener en cuenta cómo actúa el mismo con respecto a
otro cuerpo.

Con respecto a la rueda.

Si consideramos el sentido horario de P como positivo, N será negativo y su


momento de fuerza es igual a la fuerza por el brazo Ob:

−𝑁 ∙ 𝑂𝑏

Si sumamos los dos momentos de fuerza darán 0.

𝑃 + (−𝑁 ∙ 𝑂𝑏) = 𝑃 − 𝑁 ∙ 𝑂𝑏 = 0

𝑃 = 𝑁 ∙ 𝑂𝑏
1

Con respecto al áncora.

Si vemos la fuerza del momento Q, la consideramos positiva, ya que tiene el


mismo sentido que P. En el áncora actúa la fuerza N’ que intenta mover el
áncora en sentido negativo por la acción de la rueda de escape. Por lo que el
momento de fuerza es igual a:

−𝑁′ ∙ 𝑂′𝑏′

La suma de los dos momentos de fuerza es igual a 0.

𝑄 − 𝑁′ ∙ 𝑂′𝑏′ = 0

𝑄 = 𝑁′ ∙ 𝑂′𝑏
2

Si dividimos las ecuaciones 1 y 2 obtenemos:


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𝑃 𝑁 ∙ 𝑂𝑏
=
𝑄 𝑁′ ∙ 𝑂′𝑏′

Como 𝑵 = 𝑵′ se eliminan

𝑃 𝑂𝑏
=
𝑄 𝑂′𝑏′

Podemos ver que los triángulos Obt y O’b’t son semejantes por lo que sus
lados son proporcionales.

𝑂𝑏 𝑂𝑡
=
𝑂′𝑏′ 𝑂′𝑡
Si reemplazamos las líneas Ot por r y O’t por r’ tenemos

𝑃 𝑟
=
𝑄 𝑟′
3

Por lo que

𝑟′
𝑄=𝑃∙
𝑟
4

Si el valor de P es constante Q no cambia, siempre que r y r’ mantengan sus


valores de longitud, es decir, si el punto t no se desplaza en la línea de centros
y siempre ocupa el punto de tangencia de las dos circunferencias.

Esto nos lleva al principio fundamental de los engranajes conjugados que nos
dice que para que la transmisión de la fuerza sea constante, el perfil de los
dientes deben tener una forma tal, que en cualquier instante del engrane,
la fuerza normal al punto de contacto entre dos dientes debe pasar por el
punto de tangencia de las circunferencias primitivas, sobre la línea de
centros.

El áncora y la rueda de escape se comportarían, si se buscara una transmisión


de fuerza constante, y casi nunca es así, como dos cilindros de radios r y r’,
tangentes en el punto t y que engranan entre ellos por contacto.

La paleta de salida se comporta como un engranaje exterior ya que giran


en sentido contrario mientras que la paleta de entrada se comporta como un
engranaje interior ya que giran en el mismo sentido.

Como hemos dicho, dentro de los engranajes las curvas del engrane (diente-
paletas) deben procurar la transmisión uniforme de la fuerza, pero hay que
tener en cuenta que en los dientes de la rueda de escape, la curva debe
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satisfacer tanto a la paleta de entrada como a la paleta de salida. Por este
motivo es difícil mantener este precepto en los escapes de áncora, aunque
vamos a ver ejemplos de cómo se puede diseñar alguno de ellos. En el escape
de áncora suiza como lo conocemos en la actualidad la transmisión de la
fuerza no es constante, ya que el punto t se desplaza en cada punto del plano
de impulso. El impulso no es una curva cicloidal sino una recta.

3. Determinación gráfica de los valores variables de los momentos de


fuerza, en un escape inglés, con paletas rectas. Transmisión
variable de fuerza. El estudio de los Grossmann.

En la figura 10 podemos estudiar el escape ingles con los planos de impulso


rectos. El modelo tiene 1º de reposo y 2º de caída.

Igual que en el ejemplo anterior vamos a tomar como momento de fuerza P de


la rueda de escape, figura 3, 1 gramo. Para obtener el momento de fuerza Q
del áncora tenemos la fórmula, anteriormente citada.

𝑟′
𝑄=𝑃∙
𝑟

Figura 10
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Medimos, para el principio del impulso en la paleta de salida, en el dibujo, el
segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟏 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟏 , y nos da 91mm para el
primero y 65 mm para el segundo.

𝑟′ 65
𝑄=𝑃∙ =1∙ = 0,744 𝑔𝑟
𝑟 91
Medimos, para el final del impulso en la paleta de salida, en el dibujo, el
segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟐 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟐 , y nos da 54mm para el
primero y 102 mm para el segundo.

𝑟′ 102
𝑄=𝑃∙ =1∙ = 1,87 𝑔𝑟
𝑟 54
Para medir con una regla los valores de r y r’ de la paleta de entrada es más
complicado, y necesitaríamos un dibujo enorme. Podemos utilizar la longitud de
los brazos 𝒃𝟏, 𝒃′𝟏, 𝒃𝟐, y 𝒃′𝟐 , que son perpendiculares a la normal, y
proporcionales a r y r’.

Medimos, para el principio del impulso en la paleta de entrada, en el dibujo,


el segmento 𝑶𝒃𝟏 y el segmento 𝑶′𝒃′𝟏 Nos da 53,8 mm para el primero y 71,2
mm para el segundo.

𝑶′𝒃′𝟏 71,2
𝑸= 𝑷∙ = 1∙ = 1,32 𝑔𝑟
𝑶𝒃𝟏 53,8

Medimos, para el final del impulso en la paleta de entrada, en el dibujo, el


segmento 𝑶𝒃𝟐 y el segmento 𝑶′𝒃′𝟐 . Nos da 51 mm para el primero y 44,6 mm
para el segundo.

𝑶′𝒃′𝟐 44,6
𝑸= 𝑷∙ = 1∙ = 0,87 𝑔𝑟
𝑶𝒃𝟐 51

Podemos observar que el momento de fuerza Q en el áncora se reduce


durante el periodo de impulso en la paleta de entrada. El momento de
fuerza es más grande al principio que al final. En la paleta de salida ocurre
justamente lo contrario, el momento de fuerza aumenta en el periodo de
impulso.

Con este método podemos calcular fácilmente cómo se comporta la fuerza en


cualquier escape. Es verdad que matemáticamente no es exacto, pero nos
aproxima a entender lo que pasa en el de escape que analicemos.

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4. Determinación gráfica de los valores variables de los momentos de
fuerza, en un escape de clavijas, con dientes rectos. Transmisión
variable de fuerza.

Utilizando el mismo esquema realizado por los Grossmann para el escape de


inglés, vamos a ver cómo responde el modelo de clavijas.

Igual que en el ejemplo anterior vamos a tomar como momento de fuerza P de


la rueda de escape, figura 3, 1 gramo. Para obtener el momento de fuerza Q
del áncora tenemos la fórmula, anteriormente citada.

𝑟′
𝑄=𝑃∙
𝑟

Figura 11

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Medimos, para el principio del impulso en la paleta de salida, en el dibujo,
figura 11, el segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟏 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟏 , y nos da
58,3 mm para el primero y 52,3 mm para el segundo.

𝑟′ 52,3
𝑄=𝑃∙ = 1∙ = 0,9 𝑔𝑟
𝑟 58,3

Medimos, para el final del impulso en la paleta de salida, en el dibujo, el


segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟐 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟐 , y nos da 67,7mm para
el primero y 43,4 mm para el segundo.

𝑟′ 43,4
𝑄=𝑃∙ =1∙ = 0,64 𝑔𝑟
𝑟 67,7

Para medir con una regla los valores de r y r’ de la paleta de entrada es más
complicado, y necesitaríamos un dibujo enorme. Podemos utilizar la longitud de
los brazos 𝒃𝟏, 𝒃′𝟏, 𝒃𝟐, y 𝒃′𝟐 , que son perpendiculares a la normal, y
proporcionales a r y r’.

Medimos, para el principio del impulso en la paleta de entrada, en el dibujo,


el segmento 𝑶𝒃𝟏 y el segmento 𝑶′𝒃′𝟏 . Nos da 55,2 mm para el primero y 55,8
mm para el segundo.

𝑶′𝒃′𝟏 55,8
𝑸= 𝑷∙ = 1∙ = 1,01 𝑔𝑟
𝑶𝒃𝟏 55,2

Medimos, para el final del impulso en la paleta de entrada, en el dibujo, el


segmento 𝑶𝒃𝟐 y el segmento 𝑶′𝒃′𝟐 . Nos da 65,1 mm para el primero y 53,7
mm para el segundo.

𝑶′𝒃′𝟐 53,7
𝑸= 𝑷∙ = 1∙ = 0,82 𝑔𝑟
𝑶𝒃𝟐 65,1

Podemos observar que, en el escape de clavijas real, con este tipo de diseño,
el momento de fuerza Q en el áncora se reduce tanto en el periodo de
impulso en la paleta de entrada, como en la paleta de salida.

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5. La doble rueda de Enrique.

El escape de Enrique se basa en dos llantas como rueda de escape. Una para
la paleta de entrada y otra para la paleta de salida. De esta forma se puede
mejorar sustancialmente el rendimiento del escape. Con la doble rueda de
Enrique, una destinada para la paleta de entrada y otra para la paleta de salida,
aunque no podemos cambiar el comportamiento general del escape, es decir,
que siempre se reducirá el momento de fuerza desde el inicio del impulso al
final del impulso, podemos ajustar cada uno de los ángulos del plano de
impulso de la rueda de escape para que el rendimiento sea mayor.

Para comprobar cómo se comporta este escape, colocamos una llanta


suplementaria para la clavija de salida y reducimos, por ejemplo, 8,5º el ángulo
del plano de impulso del diente la rueda de la paleta de salida.

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Figura 10

Medimos, para el principio del impulso en la paleta de salida, en el dibujo,


figura 12, el segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟏 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟏 , nos da 49,6
mm para el primero y 61,3 mm para el segundo.

𝑟′ 61,3
𝑄=𝑃∙ = 1∙ = 1,2 𝑔𝑟
𝑟 49,6

Medimos, para el final del impulso en la paleta de salida, en el dibujo, el


segmento r, que es igual a 𝑶𝒕𝟐 y r’ que es igual a 𝑶′𝒕𝟐 , y nos da 57,6mm para
el primero y 53,4 mm para el segundo.

𝑟′ 53,4
𝑄=𝑃∙ =1∙ = 0,93 𝑔𝑟
𝑟 57,6

Si lo comparamos con el sistema de una suela rueda de escape tenemos que


para el inicio del impulso de la paleta de salida, el rendimiento pasa de 0,9 gr a
1,2 gr, y al final del impulso de 0,64 a 0,93 gr.

¡¡¡¡ El rendimiento al inicio mejora en un 30% y al final del impulso


tenemos una mejora del 45% !!!!!.

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Conclusiones.

Cuando miro el torno de trabajo de Enrique, un Szalay, primo del Boley, en mis
manos y en las manos de mis alumnos me acuerdo de Enrique, de su pequeña
estatura, de cierta fragilidad pero, en el que se intuía fuerte carácter. Me
acuerdo de las dos horas y media que pasé con él. Cómo me dijo que colocaba
el buril sobre el soporte, cómo limpiaba los piñones, cómo plegaba los plexis
sobre un soporte de plomo que luego encontré entre sus herramientas. Las veo
vivas en mis manos y me acuerdo de él.

Sólo conozco una parte muy pequeña de su trabajo y de su vida. Sólo fue un
instante que se tradujo en un pequeño universo de formas de trabajo. A veces
pienso cuantos enriques se fueron sin contar lo que aprendieron.

Por lo que vemos en la patente de Enrique, la mejora supone un aumento del


rendimiento en el impulso en más de un 30%, equiparando el funcionamiento,
casi a un escape de áncora suizo. Habría que añadir, que podemos cambiar la
inclinación del plano de reposo, para mejorar el desenganche.

Esto es posible con una pequeña inversión en la producción, que es incluir una
llanta más en la rueda de escape. Además, y esta es nuestra pequeña
aportación teórica, podríamos diseñar un perfil cicloidal al plano de impulso
para obtener un perfil conjugado y una transmisión de fuerza constante que no
se produce en ningún escape de áncora debido a que el plano de impulso es
recto.

Aunque el invento no lo pudo amortizar debido a que nunca se comercializó,


queda su legado aquí, fuera del olvido, como una excelente aportación a la
historia de la relojería. Gracias Enrique. In memoriam.

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6. Documentación del escape de clavijas de Enrique

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7. Bibliografía

1. Gros, Charles. Échappements d’horloges et de montres. Paris 1913.


Reeditado Watchmakers Editions 2013. Este libro es imprescindible
para seguir la evolución de los escapes,a través de las obras de Thiout,
Lepaute, Berthoud, Jodin, Breguet,etc etc.

2. Saunier. Traité d’horlogerie moderne. 1887.

3. Grossmann Jules and Hermann. Horlogerie Theorique. 1911.

4. Defossez L. Théorie Générale de L’horlogerie. Chambre Suisse de


L’horlogerie la chaux de fonds 1950

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