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El método de volúmenes finitos aplicado a problemas de ingeniería fluvial y


costera

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Luis Cea Elena Vázquez-Cendón


University of A Coruña University of Santiago de Compostela
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Jerónimo Puertas Agudo


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La Gaceta de la RSME, Vol. 12 (2009), Núm. 1, Págs. 71–93 71

El método de volúmenes finitos aplicado a problemas


de ingeniería fluvial y costera
por
Luis Cea, M. Elena Vázquez-Cendón y Jerónimo Puertas

Resumen. El método de volúmenes finitos es una herramienta ampliamen-


te utilizada en la actualidad para modelar problemas hidrodinámicos de las
desembocaduras de ríos y estuarios. En este artículo se presenta la aplica-
ción de este método al modelo de aguas someras bidimensional en el estudio
de la hidrodinámica y los frentes de seco-mojado para la evaluación de zonas
inundables en desembocaduras de ríos y en regiones litorales. Se consideran y
analizan los efectos de la turbulencia aplicado al problema de la escala de peces
en el contexto de la ingeniería fluvial. Se ilustran las aportaciones realizadas en
el campo del Análisis Numérico con sus aplicaciones en los problemas reales,
analizando las principales ventajas, inconvenientes y limitaciones del modelo
para este tipo de aplicaciones, y se comparan algunos resultados numérico-
experimentales.

1. Introducción
El estudio de la hidrodinámica de ríos y estuarios es de gran importancia para
entender, predecir y controlar los procesos físicos que tienen lugar en ellos, además
de servir como base para estudios de transporte de contaminantes y de procesos
de erosión, por citar sólo algunos ejemplos. La dificultad de realizar ensayos de
laboratorio, así como el coste económico de llevar a cabo mediciones experimentales
en campo, hacen de los modelos numéricos una herramienta muy útil para el estudio
de este tipo de problemas. La modelización numérica presenta además la ventaja de
poder estudiar las afecciones e impacto que puede provocar una futura actuación
ingenieril, permitiendo la evaluación de diferentes escenarios hipotéticos. Todo ello
a un coste temporal y económico relativamente bajo.
Las ecuaciones de aguas someras promediadas en profundidad, también conocidas
como ecuaciones de St. Venant bidimensionales asumen una escala espacial vertical
mucho más pequeña que la escala horizontal, lo cual permite asumir una distribu-
ción de presión hidrostática. Al mismo tiempo se considera un campo de velocidad
relativamente homogéneo en profundidad. Ambas hipótesis se cumplen de manera
razonable tanto en ríos como en zonas litorales, haciendo posible la utilización de
modelos de aguas someras para su estudio. Evidentemente un modelo tridimensional
proporcionaría unos resultados más precisos, pero a un coste computacional mucho
más elevado, lo cual justifica que en la actualidad no se utilicen modelos tridimen-
sionales de forma sistemática en ingeniería fluvial y costera.
72 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

Desde el punto de vista matemático estas ecuaciones constituyen un sistema de


leyes de conservación hiperbólicas con términos fuente. La riqueza de esta familia de
ecuaciones se traducirá en el contexto de la ingeniería hidráulica, entre otras opcio-
nes, en la aparición de resaltos hidraúlicos -discontinuidades en las soluciones- y nos
permitirá entender qué soluciones, de entre todas las admisibles matemáticamente,
tienen un significado físico. En el contexto de las leyes de conservación hiperbólicas
se incluyen en el primer miembro de las ecuaciones los términos que representan la
derivada convectiva, la suma de la derivada temporal y la divergencia del flujo, y
en los segundos miembros aparecen los restantes términos, que de forma general se
designan por términos fuente. En el presente modelo los términos fuente suponen
incorporar tanto la geometría real del fondo del dominio sobre el que estamos cal-
culando como los términos que tienen en cuenta los efectos de fricción del fondo y
los términos de segundo orden de flujo difusivo que modelan la turbulencia.
Estas características de las ecuaciones, que como hemos mencionado conectan
con aspectos relevantes del problema que nos planteamos resolver, también deben
de ser asumidas en el diseño de los métodos numéricos que nos permitan construir
la respuesta al modelo real de ingeniería fluvial y costera.
El método de volúmenes finitos está consolidado entre la comunidad científica de
la dinámica de fluidos computacional (CFD) para resolver este tipo de problemas.
Los esquemas numéricos que proponemos para las discretizaciones espaciales se ba-
san en técnicas de descentramiento (upwind) para los términos convectivos y aquellos
términos fuente que tengan una especial relevancia en los problemas estacionarios
(Bermúdez et al. en [1]). Los estudios realizados en trabajos anteriores ilustran la
necesidad de incrementar la precisión en el cálculo de los campos de velocidades en
situaciones de flujo turbulento (Cea et al. [14]). El método numérico con el que se
obtienen los resultados es un esquema híbrido que combina una aproximación de
primer orden para el cálculo de la superficie libre con una aproximación local de se-
gundo orden por líneas para los campos de velocidades, que proporciona soluciones
óptimas aunque el esquema resultante no sea de orden dos.
La aportaciones que condensamos en el presente trabajo están en conexión con
las desarrolladas por otros grupos españoles, particularmente, investigadores de las
Universidades de Zaragoza, Málaga y Sevilla, con los que confluimos en el proyecto
de investigación coordinado REN2000-1162-C02-02 y que posteriormente aportaron
mejoras centradas en diferentes aspectos. Por ser denominador común de los objeti-
vos de cada grupo la presencia de los términos fuentes relacionados con la geometría
y la fricción, estos grupos han aportado un análisis más detallado de estos términos y
de los frentes de seco-mojado, en el marco de posteriores proyectos de investigación.
Nuevas contribuciones y mejoras, pueden seguirse tanto desde el punto de vista
de las aplicaciones como del análisis numérico más teórico, en los trabajos del los
equipos de la Dra. García-Navarro de la Universidad de Zaragoza ([5], [4], [21], [29]
y [22]) como del Dr. Parés ([23], [8], [9] y [20]) de la Universidad de Málaga y del
Dr. Chacón ([19] y [15], [16]) de la Universidad de Sevilla, y en los que los dos últimos
grupos siguen confluyendo ([7] y [6]).
Con el presente trabajo nosotros describimos una línea de colaboración conjunta
entre los autores de las Universidades de A Coruña y Santiago de Compostela en la
La Gaceta ? Artículos 73

que combinamos los aspectos de las aplicaciones y validaciones con la descripción de


los modelos y métodos numéricos desarrollados, sin pretender desarrollar todas las
contribuciones ni todos los detalles técnicos tanto desde el punto de vista numérico
como experimental, que son objeto de otras referencias de los autores que pueden
verse en la bibliografía.
En este trabajo se presentan diversas aplicaciones de un modelo numérico de
volúmenes finitos que resuelve las ecuaciones de aguas someras promediadas en pro-
fundidad, considerando tanto los esfuerzos turbulentos como los frentes seco-mojado.
Se presentan los siguientes casos prácticos: el estuario Crouch (Reino Unido) y el
cálculo de caudales y velocidades en un modelo de escala de peces.

2. Modelo matemático
2.1. Modelo de las aguas someras bidimensionales
Las ecuaciones de aguas someras bidimensionales se obtienen promediando en
profundidad las ecuaciones de Reynolds tridimensionales. En su derivación mate-
mática se asume una distribución de presión hidrostática y un campo de velocidad
relativamente uniforme en profundidad. La hipótesis de presión hidrostática equivale
a despreciar las aceleraciones verticales del fluido, cumpliéndose de manera razona-
ble en flujos con una extensión horizontal mucho mayor que su profundidad, lo cual
es habitual tanto en hidráulica fluvial como en regiones costeras.
Algunas causas comunes que invalidan esta hipótesis son la presencia de obs-
táculos abruptos en el fondo o la curvatura excesiva de las líneas de corriente. Aún
en estos casos las ecuaciones de aguas someras pueden utilizarse, teniendo siempre
en cuenta a la hora de analizar los resultados que en las zonas en las que se rom-
pen las hipótesis de partida se está introduciendo un error de modelización. Las
ecuaciones de aguas someras forman un sistema hiperbólico de 3 ecuaciones diferen-
ciales de transporte con 3 incógnitas, estando definidas sobre un dominio espacial
bidimensional. Las ecuaciones se pueden escribir como
∂h ∂hUj
+ = 0,
∂t ∂xj
∂hUi ∂hUi Uj ∂h ∂zb τb,i
+ = −gh − gh − (1)
∂t ∂xj ∂xi ∂xi ρ
 e
τij
 
∂ ∂Ui ∂
+ νh + h , i = 1, 2,
∂xj ∂xj ∂xj ρ

donde se emplea el convenio de la suma de Einstein (j = 1, 2) y las notaciones que


se detallan a continuación: Ui , i = 1, 2, son las dos componentes horizontales de
la velocidad promediada en profundidad1 , h es el calado, g es la aceleración de la
gravedad, zb es la elevación del fondo, ρ es la densidad del agua, ν es la viscosidad
1 Esta notación permite aplicar el convenio de la suma de Einstein, que simplifica la descripción

del modelo, en otros apartados del trabajo también se utiliza Ux = U1 , Uy = U2 , para denotar las
dos componentes horizontales de la velocidad promediada en profundidad.
74 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

cinemática del fluido, y τb,i , i = 1, 2, son las dos componentes horizontales de la


fricción del fondo, que se modela habitualmente mediante la fórmula de Manning
para lechos rugosos:
τb,i n2 |U |Ui
= gh 4/3 , i = 1, 2, (2)
ρ h
siendo n el coeficiente de Manning.
e
Las tensiones efectivas horizontales promediadas en profundidad, τij , incluyen la
suma de los efectos de las tensiones viscosas τij , de las tensiones turbulentas −u0i u0j
v

—también llamadas tensiones de Reynolds— y de los términos de dispersión lateral


debido a la no homogeneidad en profundidad del perfil de velocidad Dij (Rastog,
[26]):
e v
τij τij
= − u0i u0j + Dij , i, j = 1, 2. (3)
ρ ρ
Su importancia será mayor cuanto menos uniforme sea el perfil de velocidad en
profundidad. Los tensiones viscosas se calculan a partir de la viscosidad cinemática
del fluido ν como v
τij
 
∂Ui ∂Uj
=ν + . (4)
ρ ∂xj ∂xi
En problemas de flujo en ríos y en regiones costeras, el orden de magnitud de las
tensiones viscosas es mucho menor que el del resto de los términos que aparecen en
las ecuaciones de las aguas someras, y por lo tanto su efecto puede despreciarse.
Las tensiones de Reynolds reflejan el efecto de la turbulencia sobre la velocidad
media del fluido y en flujo turbulento toman valores mucho mayores que las tensiones
viscosas. El efecto de las tensiones viscosas es especialmente importante en zonas
de recirculación, en donde la producción de turbulencia es elevada, como se verá
en la sección 4.2 dedicada al problema de aplicación de la escala de peces. Para
calcularlas es necesario recurrir a un modelo de turbulencia que detallamos en la
siguiente sección.

2.2. Modelo de turbulencia k-ε promediado en profundidad


Existen diferentes modelos de turbulencia específicos para las ecuaciones de aguas
someras promediadas en profundidad (véase Cea et al. [14]). Entre los más utilizados
se encuentran el modelo de longitud de mezcla y el modelo k-ε de Rastogi y Rodi [26].
Como suele ocurrir en la modelización del flujo en ríos y en zonas costeras, la
influencia del modelo de turbulencia en los resultados de calado y velocidad es muy
pequeña, en general inapreciable, debido a que los esfuerzos convectivos son varios
órdenes de magnitud superiores a las tensiones turbulentas, además, la geometría es
lo suficientemente suave como para que no se produzcan zonas de recirculación en
planta. A pesar de ello, incluso en este tipo de situaciones es importante realizar una
correcta modelización de la turbulencia, ya que esta juega un papel fundamental en
los procesos de transporte y mezcla de contaminantes y sedimentos. La difusión de
calor, de un soluto, o de un sedimento en suspensión se produce básicamente por
La Gaceta ? Artículos 75

turbulencia, siendo el coeficiente de difusión turbulenta varios órdenes de magnitud


superior al coeficiente de difusión molecular.
El objetivo de los modelos de turbulencia es calcular las tensiones de Reynolds.
En los modelos basados en la hipótesis de Boussinesq, las tensiones de Reynolds se
evaluan a partir de la expresión
 
∂Ui ∂Uj 2
−u0i u0j = νt + − kδij , (5)
∂xj ∂xi 3

en donde νt es la viscosidad turbulenta y k es la energía cinética turbulenta. El


modelo de turbulencia proporciona la viscosidad turbulenta para utilizarla en la
expresión anterior.
Como se anticipa en el título de la sección, en este trabajo solamente describimos
las ecuaciones del modelo k-ε promediado en profundidad2 . En la versión del modelo
de longitud de mezcla para aguas someras propuesto por Rastogi y Rodi [26], la
viscosidad turbulenta νt se calcula a partir de las características locales del flujo
mediante la siguiente expresión:

k2
νt = cµ , (6)
ε
en donde k es la energía cinética turbulenta, ε es la tasa de disipación de turbulen-
cia, y cµ es una constante con valor cµ = 0.09. El modelo resuelve una ecuación de
transporte para cada una de las variables k y ε, en donde se tiene en cuenta la pro-
ducción debida al rozamiento del fondo, la producción por gradientes de velocidad,
la disipación y el transporte convectivo. Las ecuaciones que lo describen son
 
∂hk ∂Uj hk ∂ νt  ∂k
+ = ν+ h + hPk + hPkv − hε,
∂t ∂xj ∂xj σk ∂xj
(7)
ε2
 
∂hε ∂Uj hε ∂ νt  ∂ε ε
+ = ν+ h + hcε1 Pk + hPεv − hcε2 .
∂t ∂xj ∂xj σε ∂xj k k

Los términos que intervienen en los segundos miembros, y cuya interpretación será
descrita brevemente a continuación, son
 
2 2 2 1 ∂Ui ∂Uj
Pk = 2νt (S11 + S22 + 2S12 ), Sij = + , i, j = 1, 2 ,
2 ∂xj ∂xi
u3f 1
Pkv = ck , ck = 1/2
, u2f = cf |U|2 ,
h cf
1/2
u4f cε2 cµ
Pεv = cε , cε = 3.6 ,
h2 3/4
cf
cµ = 0.09, cε1 = 1.44, cε2 = 1.92, σk = 1.0, σε = 1.31,
2 Otros modelos también considerados por los autores pueden verse en [14].
76 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

donde el término Pk representa la producción de energía turbulenta debida a los


gradientes horizontales de velocidad, y tiene la misma expresión que en el modelo
hidrodinámico de las aguas someras bidimensional definido en (1). Los términos fuen-
te Pkv y Pεv son los responsables de modelar la turbulencia tridimensional generada
por la fricción del fondo, siendo cf el coeficiente de fricción el fondo. Finalmente,
las cinco constantes del modelo (cµ , cε1 , cε2 , σk , σε ) se supone que toman los mismos
valores que en el modelo k-ε tridimensional de partida.
El modelo k-ε es un modelo relativamente sofisticado. En flujos turbulentos poco
profundos proporciona resultados relativamente buenos, siendo uno de los modelos
más utilizados en dicho ámbito cuando el nivel de turbulencia es importante. No
obstante, su grado de complejidad no garantiza resultados correctos en cualquier
tipo de flujo. Al igual que cualquier modelo de turbulencia, los resultados obtenidos
con el modelo k-ε deben de analizarse y valorarse de forma crítica.

3. Discretización con volúmenes finitos de las ecuaciones


de las aguas someras con turbulencia
Las modelizaciones presentadas en este artículo se han realizado empleando el
código Turbillon3 , desarrollado en el Grupo de Ingeniería del Agua y del Medio
Ambiente (GEAMA) de la Universidad de A Coruña en colaboración con la coauto-
ra de la Universidad de Santiago de Compostela. El código resuelve las ecuaciones
de aguas someras mediante un esquema numérico en volúmenes finitos para mallas
bidimensionales no estructuradas. A continuación se realiza una descripción bre-
ve de los esquemas numéricos utilizados en Turbillon, pudiéndose encontrar una
descripción más detallada de los mismos en Cea et al. [13].

3.1. Discretización de las ecuaciones de las aguas someras


La aplicación del método de volúmenes finitos se sigue de la forma conservativa
de las ecuaciones. Describiremos cómo aplicarlo en primer lugar al sistema de leyes
de conservación de las aguas someras bidimensionales que tiene la siguiente expresión
en forma conservativa:
∂w ∂Fx ∂Fy
+ (w) + (w) = S(x, y, w) + G(x, y, w) + D(x, y, w) (8)
∂t ∂x ∂y
con
qy
   
  qx
h  2  q q
gh2 
 
   qx  x y 
qx  ,
w= Fx =  + , Fy =  ,
h
  
h 2  
 q2
qx qy gh2
 
qy y
+
h h 2
3 http://turbillon2d.googlepages.com
La Gaceta ? Artículos 77

   
0 
0
 0
      
−gh ∂zb 
   τb,x 
   ∂ ∂Ux ∂ ∂Ux 
S= −
, G =  ρ  , D =  ∂x
 νe h + νe h 
,
∂x  ∂x  ∂y  ∂y 
 
τb,y
   
∂zb   ∂ 
∂Uy ∂ ∂Uy
 

 
−gh νe h + νe h
∂y ρ ∂x ∂x ∂y ∂y
donde w es el vector de las variables conservativas, más concretamente, (qx , qx ) =
h(U1 , U2 ) son las componentes de la variable conservativa que representan el flu-
jo por unidad de longitud. La suma de la viscosidad cinemática y turbulenta nos
proporciona la viscosidad efectiva νe , esto es, νe = ν + νt . Los vectores Fx y Fy
representan las dos componentes del flujo convectivo. Los términos fuente conside-
rados, como ya se anticipó en la Introducción, dan cuenta de aspectos relativos a la
geometría y a la turbulencia y viscosidad: S considera la pendiente del fondo, G la
fricción del fondo y D la turbulencia.

Figura 1: Generación de la malla de volúmenes finitos a partir de una malla triangular.

La discretización del dominio espacial se realiza con volúmenes finitos no estruc-


turados tipo arista. Bermúdez et al. en [1] proporcionan una descripción detallada
de este tipo de volúmenes. Los volúmenes de control se generan a partir de una
triangulación previa del dominio espacial, situando los nodos en el punto medio de
las aristas de los triángulos (figura 1). Las celdas construidas de tal manera tienen
cuatro aristas excepto en los contornos, en donde sólo tienen 3 aristas. Este tipo de
volúmenes permite una definición simple del vector normal en las aristas del con-
torno, evitando la indeterminación en la definición del vector normal que aparece
cuando se utilizan volúmenes tipo vértice en problemas con una geometría irregular
(véase Dervieux y Desideri [18]).
Una vez introducidos los volúmenes finitos sobre los que vamos a trabajar pasa-
mos a describir las discretizaciones en tiempo y espacio consideradas en el trabajo.
La discretización explícita en tiempo de la ecuación (8) viene dada por

wn+1 − wn ∂Fx n ∂Fy n


+ (w ) + (w ) = Sn + Gn + Dn (9)
∆t ∂x ∂y
donde el superíndice n hace referencia al tiempo tn = n∆t, siendo ∆t el paso de
tiempo.
78 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

La discretización espacial, como ya anticipamos, se sigue de la integración de la


ecuación (9) sobre el volúmen de control Ci :

win+1 − win XZ Z
Ai + (Fx ñx + Fy ñy ) dL = (Sn + Gn + Dn ) dA, (10)
∆t Lij Ci
j∈Ki

donde win es el valor medio de w en la celda Ci en el instante tn , Ai es el área de la


celda Ci , Lij es el lado común a las celdas Ci y Cj , ñ = (ñx , ñy ) es el vector unitario
normal exterior al correspondiente lado, y Ki es el conjunto de los índices de todas
las celdas Cj que comparten lados comunes con Ci .

3.1.1. Discretización de los términos convectivos


Para la discretización del flujo convectivo se utiliza una extensión, que mejora
el orden uno, del esquema descentrado de Roe [27] con un limitador de pendiente
(Superbee o Minmod), para evitar oscilaciones en regiones con máximos o mínimos
locales.

Figura 2: Reconstrucción de las variables conservativas de los nodos de las celdas a


los lados de las celdas: definición de los triángulos descentrados con vértices en los
nodos Ni , Ni1 , Ni2 y Nj , Nj1 , Nj , Nj1 (izquierda), representacion de las pendientes
limitadas (derecha).

Una vez conectada la necesidad de calcular las velocidades aproximadas con


precisión superior a orden uno cuando se considera la turbulencia, comenzamos por
describir la reconstrucción lineal de las variables conservativas w, que inicialmente
consideramos constantes por celdas, para asignarles un valor a cada lado Lij de la
celda: wIj y wiJ son los valores extrapolados de wi y wj , respectivamente (véase la
figura 2), que se obtienen de la forma
1 1
wIj = wi + ∆∗i , wiJ = wj + ∆∗j , (11)
2 2
La Gaceta ? Artículos 79

donde ∆∗i , ∆∗j son las pendientes limitadas en los nodos Ni y Nj definidas por Toro
en [28]. Las pendientes limitadas se pueden calcular de la forma
(
∗ máx[0, mı́n (∇wi rij , ∆ij )] si ∆ij > 0
∆i = con ∆ij = wj − wi , (12)
mı́n[0, máx (∇wi rij , ∆ij )] si ∆ij < 0

con una expresión análoga para ∆∗j . En la ecuación (12), rij es el vector que repre-
senta, en módulo, la distancia entre los nodos Ni y Nj . Los gradientes ∇wi y ∇wj
(véase la Figura 2) se calculan a partir de los valores de w en los nodos Ni , Ni1 , y
Ni2 , y Nj , Nj1 y Nj2 , respectivamente. Los triángulos cuyos vértices vienen dados
por Ni , Ni1 , Ni2 y Nj , Nj1 , Nj , Nj1 se conocen como triángulos descentrados (para
más detalle véase Vázquez-Cendón [31]). Las pendientes limitadas calculadas en la
ecuación (12) reproducen el limitador Minmod descrito por Toro en [28].
La integral de contorno del flujo convectivo de la ecuación (10) se aproxima por
el flujo numérico φij :
Z
(Fx ñx + Fy ñy ) dL ≈ φij (wL , wR , nij ). (13)
Lij

Más concretamente, la expresión del flujo numérico del esquema descentrado de


Roe [27] asociado al flujo normal, Z(w, nij ) = Fx (w)nij x + Fy (w)nij y , donde nij =
(nij x , nij y ) es el vector normal al lado de la celda Lij con su misma longitud, viene
dada por

Z(wL , nij ) + Z(wR , nij ) 1


φij (wL , wR , nij ) = − Q(wL , wR , nij ) (wR − wL ) (14)
2 2
con
|Q| = X|D|X−1 ,
   
0 1 1 |λ̃1 | 0 0
X = −ñy Ũx + c̃ñx Ũx − c̃ñx  , |D| =  0 |λ̃2 | 0 ,
ñx Ũy + c̃ñy Ũy − c̃ñy 0 0 |λ̃3 |
q q
λ̃1 = nx Ũx + ny Ũy , λ̃2 = λ̃1 + c̃ n2x + n2y , λ̃3 = λ̃1 − c̃ n2x + n2y ,

donde wL = wIj y wR = wiJ , la matriz Q es la matriz promedio de Roe [27]


que tiene como autovectores las columnas de la matriz X y como autovalores λ̃i ,
i = 1, 2, 3, donde
r
p hL + hR
h̃ = hL hR , c̃ = g ,
2
√ √ √ √
hL Ux,L + hR Ux,R hL Uy,L + hR Uy,R
Ũx = √ √ , Ũy = √ √ .
hL + hR hL + hR
80 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

3.1.2. Término fuente de la pendiente del fondo


Cuando se aplica el esquema descentrado descrito en las ecuaciones (11)–(14) con
una discretización centrada SC i del término fuente relativo a la variación del fondo,
esto es, SC
i = S(x i , yi , w n
i ), se analizó y demostró en los trabajos previos [1] y [32]
que se generan ondas espurias en condiciones de flujo hidrostático. Para evitar estas
oscilaciones se propone una aproximación descentrada de este término Si :
1 X d⊥,ij
Si = SC
i − |nij ||Q|ij Q−1
ij S̃ij , (15)
Ai 2
j∈Ki
 
0
1 X d⊥,ij hi + hj zb,j − zb,i 
SC
i = |nij |S̃ij , S̃ij = −g ñx,ij  ,
Ai 2 2 d⊥,ij
j∈Ki ñy,ij
donde S̃ij es una aproximación promediada del término fuente en la frontera de la
celda Lij , y d⊥,ij = rij ñij es la proyección de la distancia entre los nodos Ni y Nj
sobre el vector normal ñij .
Como se demuestra en Bermúdez et al. [1], esta discretización descentrada de la
pendiente del fondo proporciona un balance exacto de las ecuaciones de flujo en el
caso hidrostático, lo que se enuncia como Propiedad de Conservación.
Cuando se utiliza la extensión del esquema de Roe correspondiente del tratamien-
to descentrado del término fuente descrito en [1] con los valores de la reconstrucción
lineal de las variables descrito en la ecuación (11), se generan oscilaciones de la su-
perficie libre como se demuestra en [32]. Como posible solución, Cea et al. en [12]
proponen utilizar un esquema híbrido definido por la extensión de orden dos por lí-
neas únicamente para las dos componentes del caudal unitario (qx , qy ), conservando
una discretización de primer orden para el calado y la pendiente del fondo.
De esta forma se elimina una gran parte de la difusión numérica, y se mantie-
ne en gran medida la estabilidad del esquema logrando el objetivo de aproximar
correctamente los remolinos sin necesidad de llegar al orden dos, como se valida
experimentalmente en la sección 4.2.
Existen otras alternativas al tratamiento de los términos fuente descentrados que
conducen a esquemas de alto orden con mallas no estructuradas, como puede verse
en el trabajo de Hubbard y García-Navarro [21] del año 2000 y con posterioridad
los también ya mencionados de Castro et al. [9] y Gallardo et al. [20]. En [10] se
compara el método híbrido propuesto con los autores con el desarrollado en [21] y
no se aprecian grandes diferencias en los resultados obtenidos para los problemas
estudiados, aunque desde el punto de vista del Análisis Numérico son diferentes al
igual que los otros mencionados.
Para el tratamiento del frente de marea se define una tolerancia seco-mojado
wd , de forma que si el calado en una celda es menor a wd , la celda se considera
seca y no se incluye en el cálculo. La altura de agua nunca se fuerza a cero, con
el fin de evitar pérdidas de masa en el interior del dominio de cálculo. El esquema
descentrado de Roe genera oscilaciones espurias en la superficie libre del agua si se
aplica directamente en un frente seco-mojado.
La Gaceta ? Artículos 81

Figura 3: Frentes seco-mojado. Redefinición del fondo y condición de reflexión úni-


camente en la configuración de la izquierda.

Brufau [3] atribuye estas oscilaciones a la diferencia entre los gradientes del fondo
y del calado, y propone redefinir la elevación del fondo en el frente seco-mojado.
En las simulaciones presentadas en este trabajo se ha redefinido el fondo tal como
proponen Brufau et al. [5], y se ha impuesto una condición de reflexión (flujo normal
cero) en las aristas que definen el frente seco-mojado (véase la figura 3). Este tipo de
tratamiento fue utilizado por Cea et al. [11] para simular la llegada de oleaje de onda
larga a muros con pendiente elevada, proporcionando resultados aceptables, estables
y con un frente no difusivo. Además en la figura 6 se analiza la dependencia de la
velocidad horizontal con el parámetro de tolerancia de la condición seco-mojado wd .
Como fue anticipado en la Introducción en las referencias [4], [8], se plantean
discretizaciones posibles del tratamiento de los frentes de seco-mojado, además en
[9] y [20] se estudió la positividad del esquema numérico propuesto por estos autores.
El esquema propuesto se analizó en [5] y [12], en términos de la conservación de masa,
y en el presente trabajo, con la validación experimental que se ilustra en el estuario
del Crouch, en la sección 4.1.

3.2. Discretización de los términos de viscosidad y turbulencia


El término de difusión se discretiza con un esquema semi-implícito centrado. Para
simplificar la exposición de dicho esquema detallaremos el tratamiento de los térmi-
nos correspondientes a la ecuación de la conservación del momento en la variable x,
procediéndose de forma análoga para la ecuación correspondiente a la conservación
del momento en la variable y. La integral del término de difusión en la ecuación de
la conservación del momento en la variable x sobre la celda Ci nos da
Z     
∂ ∂Ux ∂ ∂Ux
Dtot = νe h + νe h dA
Ci ∂x ∂x ∂y ∂y
  (16)
X ∂Ux ∂Ux
≈ νe,ij hij nx + ny .
∂x ∂y ij
j∈Ki

Cuando la viscosidad turbulenta es grande, se recomienda implicitar la diagonal


principal del término fuente relativo a la difusión turbulenta para que la condición
82 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

de estabilidad no requiera disminuir considerablemente el paso de tiempo. Siguiendo


las ideas de Davidson [17], el flujo total difusivo (Dtot ) se puede descomponer en dos
partes: la difusión ortogonal (D⊥ ) y la no-ortogonal o paralela (Dk ), de forma que
Dtot = D⊥ + Dk .

Figura 4: Discretización del término de difusión.

El gradiente de la velocidad en el lado de la celda Lij se calcula aplicando el


teorema de Gauss en el volumen Aij , que se sombrea en la figura 4. Los dos lados
del volumen Aij que pasan por los nodos Ni y Nj tienen el mismo vector normal que
el del lado de la celda Lij , i.e. nij . Los otros dos dados son paralelos a la recta que
une los nodos Ni y Nj , y tiene como vector normal αij , con módulo |αij | = |rij |,
tal que αij rij = 0. El área del volumen descrito la denotamos también por Aij y
viene dada por Aij = |nij |d⊥,ij = rij nij . Empleando estas definiciones, el gradiente
de Ux en Lij se aproxima de la forma
Z Z
∂Ux 1 ∂Ux 1
≈ dA = Ux ñx dL
∂x ij Aij Aij ∂x Aij L
(17)
1
≈ (Ux,j nx,ij + Ux,B αx,ij − Ux,i nx,ij − Ux,V αx,ij ) ,
Aij

con una expresión análoga para ∂U ∂y . La discretización resultante para el flujo
x

ij
total difusivo (Dtot ) en la celda de partida Ci es
X |nij |
Dtot ≈ νe,ij hij (Ux,j − Ux,i )
d⊥,ij
j∈Ki
| {z }
D⊥ ≡ortogonal
(18)
X dij
+ νe,ij hij (Ux,B − Ux,V ) (α̃x,ij ñx,ij + α̃y,ij ñy,ij ),
d⊥,ij
j∈Ki
| {z }
Dk ≡no-ortogonal
La Gaceta ? Artículos 83

donde (Ux,B , Uy,B ) y (Ux,V , Uy,V ) denotan del valor del vector velocidad promediado
en vertical en los puntos B y V definidos en la figura 4, respectivamente.
La parte no-ortogonal (D|| ) se trata explícitamente de forma centrada con el
resto de los términos fuente, mientras que la parte ortogonal (D⊥ ) se descompone
de la forma
|nij | ΓD⊥,ij
D⊥,ij = νe,ij hij (Ux,j − Ux,i ) = ΓD⊥,ij Ux,j − qx,i , (19)
d⊥,ij hi
ν h |n |
donde ΓD⊥,ij = e,ijd⊥,ijij ij
es el coeficiente de difusión ortogonal. En la ecuación (19)
todas las variables se evalúan en el tiempo tn excepto el caudal por unidad de longi-
tud qx,i , que se evalúa en el tiempo tn+1 . Esta elección no supone incrementar el coste
computacional, ya que no se hace necesario resolver ningún sistema de ecuaciones.
En el caso de emplear mallas ortogonales los vectores nij y αij son perpendiculares
y por lo tanto, la difusión no-ortogonal de la ecuación (18) se anula (Dk = 0).

3.3. Discretización del modelo de turbulencia k-ε promediado en pro-


fundidad
Al igual que en el caso de las ecuaciones de las aguas someras, la aplicación del
método de volúmenes finitos se sigue de la forma conservativa del modelo modelo de
turbulencia k-ε promediado en profundidad. Detallamos la expresión del mismo en
forma conservativa:
4
∂Φ ∂FΦ,x ∂FΦ,y X
+ (w) + (w) = Hm (x, y, Φ) (20)
∂t ∂x ∂y m=1

con ! ! !
kh khUx khUy
Φ= , FΦ,x = , FΦ,y = ,
εh εhUx εhUy
   
∂  νt  ∂k ∂  νt  ∂k
 ∂x ν+ h + ν+ h
σk ∂x  ∂y  σk ∂y  ,
H1 = 
 ∂
 (21)
νt  ∂ε ∂  νt  ∂ε 
ν+ h + ν+ h
∂x σk ∂x ∂y σk ∂y

2 2 2
!
2hνt (S11 + S22 + 2S12 )
H2 = , (22)
cε1 kε 2hνt (S11
2 2
+ S22 2
+ 2S12 )

ck u3f
   
−εh
H3 =  u4  , H4 =  ε2  . (23)
   
f
cε −hcε2
h k
donde el vector de las variables conservativas viene dado por Φ, el correspondiente
flujo convectivo tiene por componentes FΦ,x y FΦ,y y los cuatro términos fuente
84 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

representan, respectivamente, la difusión viscosa y turbulenta (H1 ), la producción


debida a los gradientes horizontales de velocidad (H2 ), la producción debida a la
fricción del fondo (H3 ) y la tasa de disipación (H4 ).
La discretización explícita en tiempo viene entonces dada por
4
Φn+1
i − Φni XZ X
Ai + (FΦ,x ñx + FΦ,y ñy ) dL = Hm,i Ai . (24)
∆t Lij m=1
j∈Ki

Los términos convectivos se discretizan con un esquema descentrado de segundo


orden por líneas con limitador como ya se detalló en la sección 3.1 dedicada a la
discretización de las ecuaciones de las aguas someras. Además, en este caso el flujo
convectivo normal en cada lado de la celda Lij depende linealmente de la velocidad
promedio en profundidad:

ZΦ,ij = (Ux ñx + Uy ñy )ij Φij . (25)

En cada uno de los lados de las celdas el flujo numérico se calcula de la forma
ΦIj + ΦiJ 1
Z∗Φ,ij = Un,ij − |Un,ij | (ΦiJ − ΦIj ) (26)
2 2
donde Un,ij ≈ (Ux ñx + Uy ñy )ij es una aproximación centrada de la velocidad normal
en cada lado Lij , ΦIj y ΦiJ son los valores que se obtienen por extrapolación lineal
de los nodos de las celdas a los lados (véase la ecuación (11)).
Todos los términos fuente se discretizan evaluándolos en los nodos de las celdas
de forma centrada. Al igual que se argumentó con relación a los términos relativos
a la difusión turbulenta y viscosa, para no tener que reducir el paso de tiempo por
restricciones de estabilidad numérica, se emplea la siguiente descomposición de los
términos fuente para dar un tratamiento implícito a las partes negativas HN de los
términos fuente y explícito a las partes positivas HP :

H ≈ HnN Φn+1 + HnP . (27)

Los términos de producción H2 y H3 son siempre positivos por lo tanto están in-
cluidos en HnP . El término de disipación H4 es negativo y se discretiza de la forma
    ε n 
−εh − (kh)n+1
H4 =  ε2  =  k n . (28)
−cε2 h
 ε n+1
k −c ε2 (εh)
k
El término de difusión H1 puede ser positivo o negativo, por lo tanto se incluye en
HnP o HnN Φn+1 dependiendo de su signo. Teniendo en cuenta estas consideraciones,
los términos HnN y HnP en la ecuación (27) vienen dados por
 ε n
 n 
H −
HnN = mı́n 1
,0 +  kε ,
Φn −cε2 (29)
k
HnP = máx (Hn1 , 0) + Hn2 + Hn3 .
La Gaceta ? Artículos 85

Finalmente mencionar que, debido a que el esquema propuesto tiene un trata-


miento explícito en tiempo4 , el paso de tiempo está limitado por la condición CFL,
la cual ha sido implementada como
di
∆t = CFL mı́n √ , (30)
i |Ui | + ghi

donde di es el cociente entre el área y el perímetro de cada volumen finito Ci . Esta


condición de estabilidad se aplica tanto a la resolución numérica del modelo de las
aguas someras (véase [2] para las ecuaciones unidimensionales y el anexo de [30]
para las leyes de conservación con términos fuente), como al modelo de turbulencia
considerado (véase [10]). El valor del CFL considerado en las aplicaciones es 1.

4. Aplicaciones
4.1. El estuario Crouch (Reino Unido)
El estuario Crouch (Reino Unido) se caracteriza por tener una forma relativamen-
te estrecha y alargada, con una extensión longitudinal de aproximadamente 25 Km
y una anchura de aproximadamente 1 Km en la desembocadura (figura 5). Existen
numerosas zonas inundables que se anegan y drenan con cada ciclo de marea. Debido
a su topografía relativamente plana e irregular el proceso de drenaje es lento, gene-
rándose en bajamar bolsas de agua atrapada en ciertas depresiones del terreno. Este
tipo de topografía puede provocar oscilaciones en la solución, produciendo inestabi-
lidades numéricas si el tratamiento de los términos fuente y del frente seco-mojado
no es correcto.
La malla no estructurada utilizada en el modelo numérico del Crouch consta de
48995 volúmenes finitos tipo arista, cubriendo una extensión espacial de aproxima-
damente 27.65 Km2 con un tamaño medio de celda de 570 m2 . El tamaño de las
celdas varía aproximadamente entre 500 m2 en el cauce principal y 2000 m2 en las
zonas más elevadas del estuario. La altura del fondo varía entre −15 m en las zonas
más profundas de la desembocadura, y +3 m en las zonas más elevadas.
Las aportaciones externas de agua dulce en todo el estuario son muy escasas,
especialmente en comparación con el flujo de marea, por lo que no es necesario
considerarlas en las simulaciones numéricas. La única condición de contorno abierto
a imponer es el nivel de marea en la desembocadura, cuyo rango varía entre 3 m con
mareas muertas y 5 m con mareas vivas. La variación temporal del nivel de marea
impuesto como condición de contorno no estacionaria se ha obtenido directamente
de una sonda de calado situada en la orilla norte de la desembocadura.
Debido a la extensión espacial del estuario, el tamaño de malla en los contornos
es relativamente grueso, por lo cual se utiliza una condición de deslizamiento libre.
En todo caso, durante la mayor parte del tiempo los contornos de la malla están
secos, y por lo tanto no intervienen en la solución. Debido a ello se incrementa la
importancia del frente seco-mojado, el cual define el avance de los contornos del
4 Los términos que se implicitan no requieren la resolución de un sistema.
86 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

Figura 5: Batimetría del estuario Crouch.

fluido, así como su extensión. En la figura 6 se presenta una análisis de sensibilidad


al parámetro εwd .

Figura 6: Dependencia de la velocidad horizontal con el parámetro de tolerancia de


la condición seco-mojado (εwd ). Datos numéricos obtenidos para las localizaciones
de Wallasea (izquierda) y Fambridge (derecha) con νt = 0. (Las diferencias entre
los resultados obtenidos con εwd = 0.001 m y εwd = 0.0001 m no se pueden apreciar
en las figuras).

En general, las velocidades inducidas por la marea en el estuario son relativa-


mente elevadas, con valores superiores a 0.8 m/s en una gran parte del estuario en
media marea entrante/saliente. Las velocidades máximas se producen cerca de la
desembocadura, con valores ligeramente superiores a 1.5 m/s.
La Gaceta ? Artículos 87

Para esta aplicación se dispone de medidas experimentales de calado y velocidad


en 5 puntos del estuario cuya localización se muestra en la figura 5, donde por
simplificar se consideraron las localizaciones de Holliwell (figura 7) y Fambridge
(figura 8).
En general, la predicción del calado es bastante buena en todos los puntos. Las
predicciones de velocidad son también bastante satisfactorias, especialmente en Wa-
llasea, Holliwell y Fambridge. En Paglesham y Creeksea el modelo sobreestima li-
geramente la velocidad máxima experimental. Probablemente las diferencias entre
los resultados experimentales y numéricos se deban a errores en la batimetría local
del modelo numérico o a la presencia de patrones de flujo locales que necesiten una
malla de cálculo tridimensional a nivel local.

Figura 7: Comparación numérico-experimental del calado (izquierda) y la veloci-


dad (derecha) en Holliwell durante los 9 días de simulación. Comparación de los
resultados con los modelos de turbulencia de longitud de mezcla (ML) y k-ε, y sin
considerar turbulencia (νt = 0).

Figura 8: Comparación numérico-experimental del calado (izquierda) y la velocidad


(derecha) en Fambridge durante los 9 días de simulación. Comparación de los re-
sultados con los modelos de turbulencia de longitud de mezcla (ML) y k-ε, y sin
considerar turbulencia (νt = 0).
88 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

Figura 9: Campo de la viscosidad turbulenta numérica calculada con el modelo k-ε


correspondiente a la marea entrante y a la desembocadura del estuario. Las zonas
secas aparecen en negro.

Teniendo en cuenta que la turbulencia en el estuario está fundamentalmente


generada por la fricción del fondo, se puede realizar una estimación de la viscosidad
turbulenta a partir del modelo de longitud de mezcla, despreciando la generación por
gradientes y utilizado la fórmula de Manning para estimar la velocidad de fricción
del fondo uf :

νt ≈ 1/6kuf h ≈ 1/6k gnh5/6 U ≈ 0.21nh5/6 U.

Asumiendo un calado de 10 m, un coeficiente de Manning de 0.02, y una veloci-


dad media de 1.5 m/s, se obtiene una viscosidad turbulenta aproximada de 0.04 m2 /s.
Con esta estimación, y asumiendo una escala espacial de 1000 m (que es aproxima-
damente la anchura del estuario en la desembocadura), se puede definir un número
de Reynolds turbulento como

Rt = U L/νt ≈ 21000.

Este valor es bastante elevado, lo que significa que el efecto de la difusión turbu-
lenta sobre el flujo medio es pequeño en comparación con el efecto de las fuerzas
convectivas (fuerzas de inercia). Debido a ello, la influencia del modelo de turbulen-
cia en el campo de velocidad es pequeña. La estimación de la viscosidad turbulenta
es del mismo orden de magnitud que los valores máximos de viscosidad turbulen-
ta obtenidos con el modelo k-ε (figura 9), lo cual confirma que la turbulencia está
fundamentalmente generada por la fricción de fondo. Se genera asimismo una zona
de alta turbulencia en la entrada del río Roach. De todas formas, incluso en esas
zonas la energía turbulenta no es excesivamente elevada, tomando valores del orden
de 0.015 m2 /s2 , lo cual equivale a una intensidad turbulenta del orden de 0.10.
La Gaceta ? Artículos 89

4.2. Flujo turbulento en una escala de peces de hendidura vertical


Una escala de peces de hendidura vertical es un canal dividido en diferentes
piscinas separados por paredes verticales a través de los cuales el agua fluye hacia
abajo y que facilita que los peces puedan desplazarse aguas arriba salvando las alturas
de las presas. Aunque la geometría de esta estructura hidráulica es bidimensional,
la razón entre la altura del agua y la longitud de las piscinas es 0.5, lo que no
garantiza a priori que se pueda modelar a partir de las ecuaciones de las aguas
someras. Sin embargo, como se constata con la validación, los resultados numéricos
y experimentales coinciden en gran medida.
Analizando los resultados experimentales de varios autores [25], [24] se concluye
que para condiciones de flujo uniforme la componente vertical del campo de velocida-
des es casi independiente del flujo por unidad de longitud. Además, la altura del agua
es proporcional a Q con una relación prácticamente lineal. La primera característica
que podríamos esperar del modelo numérico es que reprodujese este comportamien-
to. En trabajos anteriores se presentan por este motivo los resultados obtenidos en
un número importante de simulaciones: 35 l/s, 65 l/s y 105 l/s (véase [14]); en el
presente documento haremos una selección de los resultados.

Figura 10: Campo de velocidades promedio en vertical para Q = 105 l/s. emplean-
do el modelo k-ε de turbulencia. La línea negra separa las regiones con velocidad
longitudinal positiva y negativa.

El modelado numérico de la turbulencia es muy importante para describir correc-


tamente las zonas de remolinos que se producen en estos flujos (véase la figura 10),
ya que un exceso de turbulencia difunde los perfiles de las velocidades lo que hace
desaparecer los remolinos. Por otra parte, si se calcula a la baja la energía turbulenta
se obtendrán velocidades excesivamente grandes.
Un comparación de la velocidad horizontal promedio en diferentes secciones
transversales revela una satisfactoria validación de los resultados numéricos y ex-
perimentales (figura 11). El modelo ASM (Algebraic Stress Models), descrito en [14],
y el modelo k-ε, detallado en el presente trabajo, predicen con gran precisión los
90 Método de volúmenes finitos aplicado a ingeniería fluvial y costera

torbellinos y las velocidades máximas que se obtiene cuando el flujo atraviesa de


una piscina a otra. Los resultados proporcionados por el modelo de de longitud de
mezcla que notamos por ML (Mixing Length), descrito también en [14] son peores,
sobre todo si incrementamos el valor de Q.

Figura 11: Velocidad longitudinal promediada en vertical (Vx (m/s)), numérica y


experimental en las tres secciones transversales x = 0.16 m (izquierda), x = 0.46 m
(centro) y x = 0.46 m (derecha), con Q = 35 l/s.

Finalmente, las tensiones de Reynolds horizontales numéricas y experimentales


obtenidas con el modelo k-ε se presentan en la figura 12.

Figura 12: Tensiones de Reynolds horizontales numéricas y experimentales u02 y


v 02 (m2 /s2 ) es tres secciones transversales x = 0.16 m (izquierda), x = 0.46 m (cen-
tro) y x = 0.86 m (derecha), con Q = 65 l/s.

5. Conclusiones
Se han presentado diferentes aplicaciones de simulación numérica del flujo en
estuarios y en escalas de peces, por medio de un modelo de volúmenes finitos que
resuelve las ecuaciones de aguas someras bidimensionales. Se ha incidido en la mo-
delización de los términos que contienen la información de la geometría y de la
turbulencia.
Los métodos numéricos desarrollados por los autores plantean una discretiza-
ción eficiente de los términos relacionados con la geometría y la necesidad de usar
una reconstrucción lineal por aristas a fin de obtener en el campo de velocidades
horizontales la precisión necesaria para simular las zonas de remolinos.
La Gaceta ? Artículos 91

En los casos presentados se dispone de medidas de campo, el ajuste numérico-


experimental de velocidades y calados es muy satisfactorio, confirmando la capaci-
dad de los modelos de aguas someras bidimensionales de modelar los procesos de
inundación y drenaje generados por el flujo de marea en estuarios con geometría y
topografía complejas y el situaciones en las que la turbulencia es relevante.

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Luis Cea, Grupo de Enxeñaría da Agua e do Medioambiente GEAMA, E.T.S. Ingenieros


de Caminos Canales y Puertos, Universidad de A Coruña
Correo electrónico: lcea@udc.es

M. Elena Vázquez-Cendón, Dpto. de Matemática Aplicada, Universidade de Santiago de


Compostela
Correo electrónico: elena.vazquez.cendon@usc.es

Jerónimo Puertas, Grupo de Enxeñaría da Agua e do Medioambiente GEAMA, E.T.S.


Ingenieros de Caminos Canales y Puertos, Universidad de A Coruña
Correo electrónico: jpuertas@udc.es

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