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Se denominan procesos reversibles a aquellos que hacen evolucionar a un sistema

termodinámico desde un estado de equilibrio1 inicial a otro nuevo estado de equilibrio final a
través de infinitos estados de equilibrio.
De una manera simplificada, se puede decir que un proceso reversible es aquel proceso que,
después de ser llevado de un estado inicial a uno final, puede retomar sus propiedades
originales.
Estos procesos son procesos ideales,2 ya que el tiempo necesario para que se establezcan
esos infinitos estados de equilibrio intermedio sería infinito.
La variación de las variables de estado del sistema,3 entre uno de estos estados de equilibrio
intermedio y el sucesivo es una variación infinitesimal, es decir, la diferencia que hay entre el
valor de una de las variables en un estado y el siguiente es un infinitésimo.
Un proceso reversible es aquel en que se puede hacer que el sistema vuelva a su estado
original, sin variación neta del sistema ni del medio exterior.
Ejemplos

Movimiento sin fricción


Compresión o expansión restringida.
Transferencia de energía como calor debido diferencia infinitesimal
de la temperatura
Corriente eléctrica a través de una resistencia cero
Reacción química restringida
Mezcla de dos muestras de la misma sustancia en el mismo estado.

Sistema termodinámico

Sistema termodinámico
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Un sistema termodinámico es una parte del Universo que se aísla para su estudio.
Este aislamiento se puede llevar a cabo de una manera real, en el campo experimental, por
ejemplo una máquina térmica, o de una manera ideal como la máquina de Carnot, cuando se
trata de abordar un estudio teórico.

Clasificación[editar]
Los sistemas termodinámicos se clasifican según el grado de aislamiento que presentan con
su entorno.1 Aplicando este criterio pueden darse tres clases de sistemas:

 Sistema aislado: Es aquel que no intercambia ni materia ni energía2 con su entorno, es


decir se encuentra en equilibrio termodinámico. Un ejemplo de esta clase podría ser
un gas encerrado en un recipiente de paredes rígidas lo suficientemente gruesas (paredes
adiabáticas) como para considerar que los intercambios de energía calorífica3 sean
despreciables y que tampoco puede intercambiar energía en forma de trabajo.
 Sistema cerrado: Es el que puede intercambiar energía pero no materia con el exterior.
Multitud de sistemas se pueden englobar en esta clase. Una lata de sardinas también
podría estar incluida en esta clasificación.4

 Sistema abierto: En esta clase se incluyen la mayoría de sistemas que pueden observarse
en la vida cotidiana. Por ejemplo, un vehículo motorizado es un sistema abierto, ya que
intercambia materia con el exterior cuando es cargado, o su conductor se introduce en su
interior para conducirlo, o es provisto de combustible al repostarse, o se consideran los
gases que emite por su tubo de escape pero, además, intercambia energía con el
entorno.5 Solo hay que comprobar el calor que desprende el motor y sus inmediaciones o
el trabajo que puede efectuar acarreando carga.
Existen otros criterios para la clasificación de sistemas. La homogeneidad que pueda
presentar un sistema es uno de ellos. De esta manera se habla de sistemas:

 Homogéneos, si las propiedades macroscópicas de cualquier parte del sistema son


iguales en cualquier parte o porción del mismo.6 El estado de agregación en el que puede
presentarse el sistema puede ser cualquiera. Por ejemplo, una sustancia sólida, pura, que
se encuentra cristalizada formando un monocristal es un sistema homogéneo, pero
también lo puede ser una cierta porción de agua pura o una disolución, o un gas retenido
en un recipiente cerrado.

 Heterogéneos, cuando no ocurre lo anterior, como por ejemplo, un líquido en presencia de


su vapor6
En Termodinámica, los sistemas elegidos para su estudio presentan, usualmente, una
especial simplicidad. Los sistemas que se estudian son, generalmente, aquellos cuyo estado
queda perfectamente determinado por un conjunto de variables de estado. Por ejemplo, el
estado de un gas puede ser descrito perfectamente con los valores de la presión que hay en el
mismo, la temperatura que presenta y el volumen que ocupa. En esta clase de sistemas, las
variables no son absolutamente independientes, ya que existen ligaduras entre ellas que
pueden ser descritas mediante ecuaciones de estado.
Procesos reversibles e irreversibles
Introducción
Ya se definió anteriormente el proceso reversible como aquel que ocurre de tal
manera que tanto el sistema como el medio ambiente pueden ser devueltos a sus
estados originales respectivos.

Se plantea ahora la cuestión de si los procesos que ocurren en la naturaleza, y que son
con los que trata la ingeniería y los que se van a estudiar en este curso, son reversibles
o irreversibles. O dicho de otra forma, de lo que vamos a ocuparnos a continuación es
examinar algunos de los factores que hacen que los procesos sean irreversibles.

Condiciones necesarias para la reversibilidad


Prácticamente todos los procesos naturales pueden incluirse en alguna de las
clasificaciones anteriores, por lo que puede afirmarse, como consecuencia del segundo
principio de la termodinámica, que todos los procesos naturales son irreversibles.

Examinando los ejemplos anteriormente citados podemos decir que la irreversibilidad


se debe, en rasgos generales, a que no se cumplen las condiciones de equilibrio
termodinámico (equilibrios mecánico, térmico y químico) y/o a que se producen
efectos disipativos originados por fricción, viscosidad, histéresis, etc.

Para que un proceso sea, pues, reversible han de cumplirse los fenómenos contrarios a
los dichos arriba; esto es, ha de realizarse cuasi-estáticamente y no ha de haber efectos
disipativos, con el objeto de que el trabajo realizado sobre un sistema durante el
proceso pueda ser devuelto íntegramente en el proceso inverso.

Las condiciones anteriores no son perfectamente realizables de modo que el proceso


reversible es una abstracción que nos aproximará tanto más a la realidad cuanto en
mayor parte se cumplan estas condiciones.
Procesos internamente y externamente reversibles Un proceso se denomina internamente
reversible si no ocurren irreversibilidades dentro de las fronteras del sistema durante el proceso.
Durante un proceso internamente reversible, un sistema pasa por una serie de estados de
equilibrio, y cuando se invierte el proceso, el sistema pasa por los mismos estados de equilibrio
mientras vuelve a su estado inicial. Un proceso es denominado externamente reversible si no
ocurren irreversibilidades fuera de las fronteras del sistema durante el proceso. La transferencia
de calor entre un depósito y un sistema es un proceso externamente reversible si la superficie
exterior del sistema está a la temperatura del depósito. Un proceso es totalmente reversible, o
simplemente reversible, si no tiene que ver con irreversibilidades dentro del sistema o sus
alrededores

Los procesos reversibles en realidad no ocurren en la naturaleza, sólo son


idealizaciones de procesos reales. Los reversibles se pueden aproximar mediante
dispositivos reales, pero nunca se pueden lograr; es decir, todos los procesos que
ocurren en la naturaleza son irreversibles.
Los ingenieros están interesados en procesos reversibles porque los dispositivos que
producen trabajo, como motores de automóviles y turbinas de gas o vapor, entregan el
máximo de trabajo, y los dispositivos que consumen trabajo, como compresores,
ventiladores y bombas, consumen el mínimo de trabajo cuando se usan procesos
reversibles en lugar de irreversibles.
Procesos interna y externamente reversibles

Un proceso representativo tiene que ver con interacciones entre un sistema y sus
alrededores, y uno reversible no conlleva irreversibilidades relacionadas con cualquiera
de ellos. Un proceso se denomina internamente reversible si no ocurren
irreversibilidades dentro de las fronteras del sistema durante el proceso. Durante un
proceso internamente reversible, un sistema pasa por una serie de estados de
equilibrio, y cuando se invierte el proceso, el sistema pasa por los mismos estados de
equilibrio mientras vuelve a su estado inicial. Es decir, las trayectorias de los procesos
inverso y directo coinciden para un proceso internamente reversible. El proceso de
cuasiequilibrio es un ejemplo de un proceso internamente reversible.
Un proceso es denominado externamente reversible si no ocurren irreversibilidades
fuera de las fronteras del sistema durante el proceso. La transferencia de calor entre un
depósito y un sistema es un proceso externamente reversible si la superficie exterior
del sistema está a la temperatura del depósito.

Se le denomina a un proceso totalmente reversible, o nada más reversible, si no tiene


que ver con irreversibilidades dentro del sistema o sus alrededores. En un proceso de
este tipo no hay transferencia de calor debida a una diferencia finita de temperatura, ni
cambios de no cuasiequilibrio y tampoco fricción u otros efectos disipadores.
Como ejemplo, considere la transferencia de calor de dos sistemas idénticos que
experimentan un proceso de cambio de fase a presión constante (y por ende, a
temperatura constante), como se muestra en la siguiente figura. Ambos procesos son
internamente reversibles, porque se llevan a cabo de forma isotérmica y ambos pasan
por exactamente los mismos estados de equilibrio. El primer proceso mostrado es
también externamente reversible, ya que la transferencia de calor para este proceso
tiene lugar debido a una diferencia de temperatura infinitesimal dT. Sin embargo, el
segundo proceso es externamente irreversible, ya que hay transferencia de calor
ocasionada por una diferencia finita de temperatura ΔT.

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