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Exposición / Lecciones del genocidio

Liberación de un campo de concentración nazi en 1945.

El holocausto (Shoa) hasta el 20 de febrero en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.

Sus creadores, de origen uruguayo, le apostaron a la educación como una manera de


mantener viva la historia y evitar la reiteración de actos discriminatorios que amenazan
una y otra vez a la Humanidad. Tomando como hilo conductor las vidas de tres mujeres
que fueron martirizadas por la barbarie nazi -Hana Brady, Anna Frank y Ana Vinocur- la
exposición desarrolla la historia de víctimas y victimarios, en lo que sin duda fue la
mayor vergüenza del siglo XX.

La muestra presenta los principales hechos históricos ocurridos entre 1933 y 1945 y
profundiza en las enseñanzas que se desprenden de lo ocurrido. La exposición cuenta
con fotografías, películas, instalaciones, mapas, audiovisuales producidos por
prestigiosos museos del exterior, testimonios de sobrevivientes y espacios interactivos.

El objetivo es difundir el conocimiento sobre el tema de la Shoa en Colombia para dar a


conocer su significado universal y para que el espectador pueda reflexionar en torno a
los hechos. La muestra procura involucrar a la sociedad en un ejercicio de memoria y
con ello propone un diálogo que invite a cuestionarse acerca de lo ocurrido, acerca de la
realidad que lo rodea y del futuro que pretende construir.

Esta exhibición persigue, como lo plantea el escritor Tzvetan Todorov, realizar un


ejercicio de "memoria ejemplar", que permita aprender críticamente del pasado y
extraer de él las lecciones necesarias para evitar su repetición en un nuevo contexto.
Shoa está dirigida en general hacia la sociedad colombiana y a los jóvenes en particular,
a través de una propuesta educativa, dinámica y participativa pretende transmitir el
legado que el Holocausto ha dejado para toda la Humanidad. Por eso, además de
homenajear a las víctimas y repudiar a los victimarios, este proyecto tiene como
objetivo tender puentes de acercamiento entre individuos y brindar herramientas para
una profunda reflexión acerca de la responsabilidad moral, cívica y social que toca a
todos y cada uno de los seres humanos.

La Shoa, de acuerdo con Andreas Huyssen, "es un modelo utilizado para pensar,
denunciar y evocar otras matanzas y exterminios sucedidos tras ella", como el genocidio
del pueblo armenio y otros similares. El no permanecer indiferentes es una de las
grandes lecciones de esta tragedia. Hoy, en el siglo XXI, vivimos en un mundo cada vez
más distante de los eventos del nazismo, pero no por ello alejado de prejuicios,
violencia, discriminación, intolerancia y odio.

Conocer esta muestra sobre la Shoa permite pensar acerca del abuso del poder, del papel
y responsabilidades que tienen los individuos y las organizaciones de enfrentarse con
políticas genocidas y con las violaciones a los Derechos Humanos, vengan de donde
vengan.

Carta a un educador

Querido profesor

Soy un sobreviviente de un campo de concentración. Mis ojos vieron lo que ningún ser
humano debería testimoniar: cámaras de gas construidas por ingenieros ilustres, niños
envenenados por médicos altamente especializados, recién nacidos asesinados por
enfermeras diplomadas, mujeres y bebés quemados por gente formada en escuelas,
liceos y universidades.

Por eso, querido profesor, dudo de la educación y le formulo un pedido: ayude a sus
estudiantes a volverse humanos. Su esfuerzo, profesor, nunca debe producir monstruos
eruditos y cultos, psicópatas y Eichmans educados. Leer y escribir son importantes
solamente si están al servicio de hacer a nuestros jóvenes seres más humanos.

A. Novinsky https://es.wikipedia.org/wiki/Anita_Novinsky

Por Estela Goldstein,


Directora de la Fundación Zajor

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