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El vaso de agua que estamos creando y puede ahogarnos.

(https://www.youtube.com/watch?v=6cn0krJgc8I)
Hola. Soy Roberto Jiménez, un ciudadano mexicano, preocupado por el
desabasto de gasolina en algunos estados de nuestro país.
La intención de este video no es apoyar a nadie, ni acusar a nadie, sino
prevenir que esta situación se salga de control, como está ocurriendo.
Regálame… no… regálate 10 minutos, para conocer la forma de ayudar a
que este problema se resuelva.
Para explicarte la problemática, haré uso de un esquema y de datos
accesibles en internet. Las fuentes las cito al pie del video.
En nuestro país se consumen normalmente 200 millones de litros de
combustible al día (10 millones de manera ilegal), a través de unas 12 mil
gasolineras, para unos 43 millones de vehículos. Voy a ignorar otras formas
de distribución y consumo, para no complicar el análisis.
Una vez que el gobierno federal emprendió las acciones para acabar con el
robo de combustible, dejaron de fluir 10 millones de litros diarios que se
robaban. Este déficit representa el 5% de los 200 millones que se consumen
diariamente. No parece mucho. Pero si consideramos que el efecto fuerte
inicial fue en 6 estados, la afectación en ellos fue de casi el 30%. Eso sí es
mucho y muy notable. Pero el resto del país no debería tener ningún
problema y aún en estos 6 Estados pudo haberse resuelto rápidamente.
Pero es entonces que comenzó un efecto de bola de nieve.
Las filas que se presentaron, las gasolineras cerradas, el racionamiento que
impusieron algunos gasolineros, generaron temor. Los medios de
comunicación sirvieron como caja de resonancia, llevando a nivel nacional
un problema local. Las entrevistas a modo, con el slogan del inicio de la
venezuelización de México, crearon ansiedad, y casi todos caímos en esa
trampa.
200 millones de litros de gasolina y 43 millones de vehículos, nos llevan a
menos de 5 litros de consumo promedio diario por vehículo. Considerando
un tanque promedio de 60 litros, un vehículo con tanque lleno tiene una
autonomía de 12 días. Aún si mi tanque está a la mitad, tengo gasolina para
6 días que hubieran sido suficientes para que el gobierno compensara el
faltante de 10 millones de litros, y la vida continuara como siempre. Pero no
ocurrió así. Llevamos más de una semana, y el problema parece crecer. El
día de hoy, 13 de enero de 2019, al menos 11 Estados sufren desabasto en
algún grado, ¿Por qué? Por las compras de pánico
Reconozco que yo caí en el error. Usualmente visito la gasolinera con un
octavo de gasolina. En esta semana he ido a rellenar mis dos autos, aún
cuando tenía más de medio tanque en cada uno. Y mirando alrededor, es
obvioque no he sido el único.
Les hablaba de un déficit inicial de 10 millones de litros. Los mismos que
estaban siendo robados. ¿De qué tamaño es el déficit por las compras de
pánico? Veamos. En los 6 Estados con desabasto en el inicio, habría, si
atendemos a los promedios, 8 millones de vehículos. Seguramente más,
porque entre estos Estados se encuentran el Estado de México, Jalisco,
Guanajuato y Querétaro. Pero seamos conservadores. Digamos que estos 8
millones de vehículos circulaban con medio tanque lleno. Eso implica que
llenar el otro medio tanque requeriría ¡240 millones de litros!. Ese es el
tamaño del déficit que ya hemos provocado. Claro que este es un efecto de
una sola vez, pero hay otro más. Nuestra paranoia nos está llevando a ir
con más frecuencia a rellenar nuestro tanque. Si antes íbamos una vez que
el vehículo indicaba ¼ o menos, hoy estamos yendo cuando apenas baja un
poco el medidor. Esto implica ir con mayor frecuencia a la gasolinera.
Además, recorriendo distancias mayores a lo que normalmente hacíamos. Y
esto agudiza más el problema, porque estamos gastando gasolina para
conseguir gasolina, y estamos saturando las estaciones de servicio con
largas filas, que provocan más paranoia. Usualmente yo cargo gasolina a
menos de 3 kilómetros de mi domicilio, o en las estaciones que me quedan
al paso. He escuchado de gente que hoy se desplaza más de 20 km para
expresamente conseguir combustible, y quien ha tenido la tentación de
desplazarse a ciudades o Estados vecinos para hacerlo. Desplazarme a 20
km para comprar combustible me requiere casi 3 litros cada vez que lo
hago. Si recargo en estas condiciones cada ¼ de tanque, estoy generando
una demanda de hasta un 20% adicional, equivalente a 40 millones de litros
diarios a nivel nacional, si todos lo hiciéramos. Y esto sí será permanente,
mientras mantengamos este comportamiento.
¿Qué es lo que tenemos qué hacer entonces, para no ser parte del
problema? Recuperemos la calma. Volvamos a un comportamiento normal.
Es sólo un 5% de combustible adicional lo que hay que lograr que llegue a
su destino. No magnifiquemos el problema comprando cuando no sea
necesario. Mientras más rápido, a nivel personal, recuperemos un
comportamiento normal, más pronto regresará la normalidad al país entero.
No nos podemos dar el lujo de sabotear el primer intento serio de acabar
con un cáncer como es el robo de combustible. No le hagamos el juego a
las voces que le apuestan a que nuestro país no cambie.
A los comunicadores y líderes de opinión, de medios de comunicación
formales y de redes sociales. Seamos responsables. El amarillismo vende,
pero aquí está en juego mucho más que su cuenta bancaria o su conteo de
likes.
A los gobernantes y políticos. No es hora de llevar agua a su molino. En el
recuerdo de la gente quedarán mejores posicionados, si ayudan a corregir
el problema que si lo alimentan artificialmente. ¿Por qué o para qué invitar a
la gente donde no hay desabasto a llenar el tanque, por si las dudas? ¿Para
qué machacar la idea de que se cometió un error al tomar esta decisión
contra el robo del combustible? Ayudan más quedándose callados.
A los gasolineros y gente relacionada de la industria. No es momento de
sacar ventaja de la situación. En mi ciudad he visto filas sin justificación, una
especie de tandeo muy bien programado y testimonios de trabajadores
suyos que dicen que están recibiendo la misma cantidad de gasolina de
PEMEX, pero que les conviene que la gente vaya a cargar tanques llenos y
se formen para atender uno tras otro. Si revisamos al final sus cuentas
bancarias, veremos que este supuesto “desabasto” les está dejando
ganancias extraordinarias.
A todos los demás. Seamos racionales. No atendamos a cualquier rumor.
Tomemos conciencia de que quienes critican y magnifican, son los mismos
que esperan que este intento fracase para que todo vuelva a ser igual que
antes, porque en ese contexto ellos sacan ventaja. Creo que sé lo que
sigue: el cuento del desabasto de otros bienes de primera necesidad y el
acaparamiento que les permita venderlos más caros. Alimentos, medicinas
o papel de baño, dice mi bola de cristal. Pero confío en que no nos
dejaremos manipular más.
Otra cosa… muy importante. Mantengamos nuestra actividad económica.
En estos días visité dos restaurantes. Comentaron que tuvieron una baja
notable de clientes y esto si puede volverse una tragedia para mucha gente.
No es el momento para achicarnos. El tema es la gasolina y es su uso lo
que debemos optimizar. Con mi familia, el fin de semana pasado y el día de
hoy salimos a estos lugares con auto lleno. Usamos un vehículo en vez de
dos. No pasa nada con ir un poco apretaditos. Pero no dejemos de mover
los recursos que sirven para dar trabajo a otros mexicanos y permitirles
llevar pan a sus mesas.
La grandeza de un pueblo se reconoce en los momentos difíciles, y los
mexicanos somos un pueblo de gigantes. Lo sé porque nos he visto,
durante 50 años que tengo de vida, sobreponernos a tragedias, saqueos,
malas decisiones y malos gobiernos. Y somos un pueblo noble, que
desafortunadamente pusimos nuestra confianza en personajes que nos
traicionaron. Pero hoy es el momento de recuperar nuestra grandeza y de
ver premiada nuestra nobleza. Tenemos hoy a un hombre honesto
dirigiendo nuestra nación, con empatía hacia nuestro pueblo, amor a
nuestra patria y la visión correcta para encarrilarnos en un camino de
prosperidad, y a casi 130 millones de hermanos conscientes y vigilantes,
para reclamar si esa honestidad, esa empatía y ese amor se pierden o ese
camino se tuerce. Listos y decididos para recuperar nuestro país y nuestra
tranquilidad, para nuestros hijos y nietos.
Este video no lo hice para obtener likes ni para conseguir notoriedad, sino
para contribuir a resolver un problema. Habrá gente interesada en que no
sea así, por eso te pido que lo descargues y lo compartas. Puedes quitar mi
imagen, editarlo o hacer tu propia versión. Usar mis números y mi
metodología o sustituirlos por otros mejores, si los tienes. Lo importante es
ayudar a todos los mexicanos a tomar conciencia del problema que
nosotros mismos estamos alimentando y a tomar mejores decisiones.
Un abrazo.¿

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